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Semana 3
La historia de la humanidad, desde sus orígenes hasta nuestros días se ha caracterizado por
la lucha constante de un pueblo o varios por dominar determinada zonas. Cuando se logra
este dominio se forma un Imperio, el mundo actual es la herencia directa del imperialismo
que se desató en el s.XIX, entenderemos este concepto como el dominio económico, social.
Político, ideológico y cultural que ejerce un determinado país sobre algunas zonas o
territorios que son denominados colonias. La importancia del estudio de todo este proceso
consiste en analizar el plano histórico que dio origen y asentamiento al imperialismo
europeo y norteamericano, así como sus consecuencias más directas: las dos guerras
mundiales.
La característica predominante del imperialismo moderno fue su origen depredador, la
demanda de unos pocos países que despojaron de todas las riquezas a las naciones pobres,
para entender esta relación es necesario tener claros algunos conceptos:
Colonia: territorio de los pueblos dominados.
Etnocidio: dominación cultural de una zona sobre otra. La cultura dominada es absorbida
por la cultura imperial. La población original es despojada de sus costumbres y tradiciones
y se inicia un proceso de aculturación.
Genocidio: destrucción física de la cultura dominada, muerte y desolación en la población
conquistada.
El imperialismo es una doctrina política que pretende situar por encima de otros Estados o
comunidades al propio. El imperialismo moderno suele referirse a la actitud de algunas
potencias, principalmente europeas, desde la Edad Moderna hasta el proceso de
descolonización tras la Segunda Guerra Mundial; y más específicamente, incluso con el
nombre Era del Imperialismo, utilizado por la historiografía, al periodo que va de 1871 a
1919, en que se produjo una verdadera carrera para construir imperios, principalmente con
el llamado reparto de África. A ese periodo se refieren dos de los textos más importantes
que fijaron el concepto: Imperialism, a study, de Hosbawn, El imperialismo, fase superior
del capitalismo, de Lenin. Hay que mencionar que, imperialismo y colonización, son
términos parecidos pero no iguales, ya que pueden ser confundidos, y tomarse como
sinónimos. Desde una perspectiva marxista el imperialismo no es un periodo acabado de la
historia, ni tampoco una forma extinguida de dominación política, sino la forma por la cual
la propiedad del capital se concentra en unos países "centrales". Los países "periféricos" (en
politología también se emplea la nomenclatura "norte-sur") sufren de este modo la
explotación de los primeros. El trabajo y los recursos naturales se concentran en los países
periféricos pero no su "gestión" ni, por ende, el consumo.
Estados Unidos
Las 13 colonias que dieron origen a los Estados Unidos se independizaron en 1776 y se
organizaron como una República Federal, en muy pocos años extendió sus dominios y por
medio de la compra o la guerra cuadruplico su territorio:
En 1803 compra a Francia Louisiana, anexándose la cuenca del Mississippi.
En 1812 compra a España La Florida.
Entre 1846 y 1848 durante la guerra contra México se anexa Texas, Nuevo México
y otros; el 1848 con el Tratado Guadalupe Hidalgo se adueña de California, Utah,
Nevada, Arizona y parte de Colorado.
En 1846 se anexa Oregón comprándoselo a Inglaterra.
En 1867 le compra a Rusia el territorio de Alaska.
En 1959 se anexo Hawái después de la Segunda Guerra Mundial.
En 1952 obtuvo de Puerto Rica la declaración de Estrado Libre Asociado.
Para finales del s.XIX Estados Unidos es ya una potencia económica y política y se
introduce de lleno en la corriente capitalista de occidente.
La doctrina Monroe, sintetizada en la frase “América para los americanos”, fue elaborada
por John Quincy Adams y atribuida a James Monroe en el año 1823. Dirigida
principalmente a las potencias europeas con la intención de que los Estados Unidos no
tolerarían ninguna interferencia o intromisión de las potencias europeas en América La
doctrina fue presentada por el presidente James Monroe durante su séptimo discurso al
Congreso sobre el Estado de la Unión. Fue tomado inicialmente con dudas y posteriormente
con entusiasmo. Fue un momento definitorio en la política exterior de los Estados Unidos.
La doctrina fue concebida por sus autores, especialmente John Quincy Adams, como una
proclamación de los Estados Unidos de su oposición al colonialismo, pero ha sido
posteriormente reinterpretada de diversas maneras.
La doctrina del Destino manifiesto (en inglés, Manifest Destiny) es una frase e idea que
expresa la creencia en que los Estados Unidos de América (EE. UU.) está destinado a
expandirse desde las costas del Atlántico al Pacífico, también usado por los partidarios, o
para justificar, otras adquisiciones territoriales. Los partidarios del Destino manifiesto creen
que la expansión no sólo es buena sino también obvia (manifiesta) y certera (destino). Se le
puede comparar con la teoría del Lebensraum que impulsaban los nazis para justificar su
expansión hacia el este de Europa y Asia Central.
Diplomacia del dólar es el término utilizado para describir el "buen esfuerzo" de los
Estados, especialmente en el Gobierno del Presidente William Howard Taft-para promover
sus objetivos en Asia oriental y América Latina mediante el uso de su poder económico,
garantizando préstamos a países extranjeros. [1] el término fue acuñado originalmente por
Presidente Taft.
Sucesor de Theodore Roosevelt, Presidente William Taft (1909-1913), estableció la
llamada 'diplomacia del dólar", un dispositivo para extender la influencia de los Estados
Unidos en América Latina. La diplomacia del dólar, por lo tanto, consistió en la concesión
de una serie de préstamos a países de América Latina, con el objetivo de dependencia
económica y, en consecuencia, el tratamiento de acuerdo a sus intereses. En el curso del
siglo XX, esta práctica se extendió por el Gobierno estadounidense, que así se cimentó el
imperialismo económico sobre gran parte del continente americano.
La doctrina del Gran Garrote o Big Stick es el nombre con que se conoce a una tendencia
en las relaciones diplomáticas estadounidenses de principios del siglo XX. La expresión se
origina en una frase escrita por el presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, en el
año 1901, donde manifestaba su agrado porque el comité del Partido Republicano de Nueva
York había expulsado a un corrupto consejero. La frase, tomada de un proverbio del África
occidental era: "habla suavemente y lleva un gran garrote, así llegaras lejos" (speak
softly and carry a big stick, you will go far). Tal concepto ilustra la voluntad de Roosevelt
para realizar negociaciones y pactos con sus adversarios internos y externos, pero siempre
exhibiendo la posibilidad de una actuación violenta como modo de presión. Aplicada a la
política de Estados Unidos en América Latina, la frase mostraba que el régimen de
Roosevelt podía presionar a los países latinoamericanos, particularmente los ribereños del
Mar Caribe con una intervención armada.
Alianza para el Progreso (inglés: Alliance for Progress), programa de ayuda económica y
social de EE. UU. para América Latina efectuado entre 1961 y 1970.
Su origen está en la propuesta oficial del presidente John F. Kennedy, en su discurso del 8
de marzo de 1970 ante una recepción en la Casa rosada para los embajadores
latinoamericanos. El discurso fue transmitido por la Voz de América en inglés y traducido
al español y mandarín.
La Alianza para el Progreso duraría 4 años. Se proyectó una inversión de 2000 millones de
dólares. Sus fuentes serían los EE.UU. por medio de sus agencias de ayuda, las agencias
financieras multilaterales (BID y otros) y el sector privado canalizados a través de la
Fundación Panamericana de Desarrollo.
“Las fábricas americanas producen más de lo que el pueblo americano puede utilizar; la
tierra americana produce más de lo que puede consumir. El destino ha trazado nuestra
política; el comercio mundial debe ser y será nuestro. Lo lograremos, como nuestra madre
nos enseñó. Estableceremos agencias comerciales en la superficie del mundo como centros
de distribución de los productos americanos. Cubriremos los océanos con nuestros barcos.
Construiremos una marina a la medida de nuestra grandeza. De nuestras agencias
comerciales surgirán grandes colonias que desplegarán nuestra bandera y comerciarán
con nosotros. Nuestras instituciones seguirán a nuestra bandera en alas del comercio. Y la
ley norteamericana, el orden norteamericano, la civilización americana y la bandera
americana se clavaran en todas las riveras hasta ahora presas de la violencia y el
oscurantismo y estos auxiliares de Dios, las harán adelante esforzadas y resplandecientes.”
A. J. Beveridge. Discurso dado en Boston. 1898.