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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE INGENIERÍA QUÍMICA

ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE INGENIERÍA


AMBIENTAL

CICLO: II

DOCENTE COORDINADOR:

Castillo Medina Gloria

AUTORES:

Domínguez Saucedo, Libny Maricielo

Iglesias Perez, Nicol Zarai

Lachira Castillo, Andrea Isabel

Reyes Rodriguez, Luceli Ani

Sanchez Perez, Marjhury Lorena

Zarate Linares, Solange Romina

Zavala Luna, Ariana Carolina

TRUJILLO – PERU

2022
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN

II. CONTENIDO

2.1. Cultura ambiental y la adaptación del hombre en tiempos de

Post-pandemia en el mundo

2.2. Cultura ambiental y la adaptación del hombre en tiempos de

Post-Pandemia en el Perú

III. DISCUSIONES

IV. CONCLUSIONES

V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
I. INTRODUCCIÓN:

Los últimos dos años han marcado un nivel inesperado de la historia humana, la

pandemia del Covid-19 ha sorprendido al mundo, sus consecuencias la crisis

económica ha golpeado al gobierno y al pueblo y no están preparados ante tan grave

situación y todas sus consecuencias para el desarrollo; s in embargo, nos abre a

diferentes hábitos de consumo, mostrar nuevas tendencias en el estilo de vida y otros

procesos importantes casi siempre

La pandemia contra la que se lucha en todo el mundo, provocada por el peligroso

virus SARS-CoV-2, ha hecho que tengamos que replantear todos nuestros hábitos,

todas las formas en cómo se hacían las cosas, incluso cómo trabajamos. Ha hecho

que, en muchas empresas e instituciones, donde existía una fuerte resistencia al

teletrabajo, se deba dar el salto abrupto al uso de las tecnologías de información para

seguir subsistiendo. En definitiva, las organizaciones que han logrado resistir y

evitar un impacto negativo severo han sido las que estaban tecnológicamente más

preparadas para adoptar estas formas de trabajo no presencial, y en mayor medida

las que ya las practicaban desde hace tiempo.

Sin embargo, es importante destacar que si bien durante el confinamiento se dieron

cambios significativos y los hábitos variaron con el fin de dar respuesta a la

situación, muchos de estos se produjeron únicamente durante el covid-19, pues

luego de esta se evidencia que paulatinamente dan paso a una normalidad más

acercada a los tiempos pre pandemia, muchas de las actividades dejaron de

realizarse luego de está, pues la mitad de la población retoma la compra de artículos

y productos de bajo consumo durante la emergencia, por lo que se determina que si

bien esto fue un factor de cambio relevante y si se dieron transformaciones en los


hábitos de los millennials a causa de esto, solo se presentaron por un periodo de

tiempo y las personas retoman cada vez más la normalidad dentro de sus hábitos de

compra, si bien quedan algunos aspectos relevantes como el cuidado del medio

ambiente, la conciencia social, la responsabilidad económica, el uso de canales

digitales y redes sociales para informarse y demás, los hábitos de consumo antes de

la pandemia comienzan a aparecer nuevamente en la población y está se acerca cada

vez mas a lo que se vivía antes de esta situación.

II. CONTENIDO

Cultura ambiental y la adaptación del hombre en tiempos de Post-Pandemia en

el Mundo.

La relación de los recursos naturales con la pandemia del COVID-19 es muy


diversa. Por un lado, son los factores fundamentales que determinan la crisis
(alimentos, agua potable, biodiversidad y electricidad), y por otro lado, se ven
afectados por las consecuencias de la crisis (combustibles, minerales, etc.). El acceso
al agua potable es fundamental, ya que el lavado de manos es una de las medidas más
importantes para prevenir la propagación de infecciones; la energía y la electricidad
son esenciales para garantizar el suministro de agua a los hogares y las condiciones de
vivienda y para asegurar el funcionamiento de los hospitales; las actividades agrícolas
son esenciales para mantener la seguridad alimentaria y, finalmente, los recursos
naturales no renovables son macroeconómicamente importantes en la mayoría de los
países de América Latina y el Caribe. (Figura 1)
Las medidas de cuarentena conducen a una reducción a corto y largo plazo del
consumo de combustible, lo que reduce sus emisiones y la contaminación asociada,
así como el uso de recursos propios. El COVID-19 es una enfermedad zoonótica
(transmitida de animales a humanos), pero debido a la naturaleza superpoblada e
interconectada de nuestro tejido social, se propaga fácilmente de persona a persona.
Hasta ahora, algunos de los problemas de las enfermedades humanas y animales son
que el límite natural todavía cambia, y para la distribución, la destrucción y la
degeneración es un ecosistema que tiene la capacidad de "controlar" la propagación
de la enfermedad. En todos los estudios sobre la causa de la reproducción humana y
animal, los cambios en el uso de la tierra son los más grandes (Gottenker, 2014). Los
cinco factores más importantes son: cambios en el uso del suelo (fragmentación y
degradación de los ecosistemas), cambios en la industria alimentaria, sensibilidad
humana y conectividad internacional (viajes) (Suzan, 2020). La alta diversidad de
especies es característica de los ecosistemas saludables, lo que regula la cantidad de
especies que sirven como grandes reservorios de virus, lo que reduce la transmisión
de patógenos. La evidencia muestra que la conservación de la biodiversidad y sus
servicios ecosistémicos es necesaria para proteger directa e indirectamente la salud
humana.
Figura 1
Rol de los recursos naturales en la pandemia por COVID-19 en América Latina y el

Caribe
Las medidas para detener la propagación del COVID-19 han afectado los
recursos naturales y han tenido profundas consecuencias para la economía de la
región y, a su vez, para los sectores sociales más vulnerables de la región. Los precios
de exportación globales de combustibles fósiles, minerales y productos básicos
agrícolas han caído, la demanda de energía, la rentabilidad corporativa, los ingresos
fiscales y las monedas regionales se han debilitado. Esto, a su vez, debilita la
capacidad financiera del gobierno, que es fundamental para combatir la pandemia y
sus consecuencias económicas y sociales. Todo esto está exacerbando la pobreza y la
pobreza extrema en la región, dado el creciente número de infecciones virales, cuyo
pico aún no se ha determinado.
Adicionalmente, el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
para el año 2030 se ve seriamente dificultado por los impactos descritos. Por lo tanto,
es fundamental garantizar una recuperación económica sostenible, de manera que se
pueda seguir avanzando hacia el logro de los ODS vinculados con la gestión de los
recursos naturales: el ODS 6 (garantizar la disponibilidad de agua, su gestión
sostenible y el saneamiento para todos); ODS 7 (garantizar el acceso a una energía
asequible, segura, sostenible y moderna para todos); ODS 2 (poner fin al hambre,
lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura
sostenible); ODS 14 (conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los
recursos marinos); ODS 15 (gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la
desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras, detener la pérdida de
biodiversidad), principalmente. De esta forma, las medidas de recuperación
post-pandemia deberán enfocarse fuertemente en reducir la vulnerabilidad social y
ambiental en el mediano y largo plazo, y así disminuir el riesgo de sufrir impactos tan
profundos como los actuales ante futuros escenarios complejos.
Figura 2
Impactos del COVID-19 sobre los recursos naturales y sus consecuencias económicas
y sociales
Cultura ambiental y la adaptación del hombre en tiempos de Post-Pandemia en
el Perú

La pandemia nos ha obligado a repensar los problemas ambientales que


enfrentamos como sociedad; el movimiento se paralizó en gran parte del mundo, y el
nuevo coronavirus que acechaba en el aire provocó el pánico en todos. Antes de la
pandemia, los mayores problemas en el Perú se trataban acerca de la minería y la tala
ilegal, teniendo como ejemplo el destino o desenlace de la “Operación Mercurio
2019” contra la minería ilegal en Madre de Dios, así como la implementación de un
sistema de trazabilidad de la madera que no logró concretarse en el 2019 (RPP, 2020).

Con la llegada del coronavirus, marcó un antes y después respecto a los


problemas ambientales, algunos impactos ambientales de esta pandemia son positivos
como es el caso de Lima, la ciudad tiene el aire más limpio y se evidencia una
reducción del ruido por la menor circulación vehicular y menor consumo de
hidrocarburos y, por tanto, disminución de la acumulación de gases de efecto
invernadero en la atmósfera; se festeja la rápida recuperación por la fauna silvestre de
los espacios como playas, mar costero y hasta de parques urbanos y, asimismo, la
disminución aparente de la contaminación de ríos y mar por reducción del despejo de
parte de los residuos en ellos (Paz.A, 2020).

Si bien la pandemia se presta para ser la oportunidad perfecta para la realización


de toda clase de ilegalidades que, claro, en muchos casos impactan sobre el ambiente.
Se ha notado claramente un incremento de la deforestación con fines de expansión
agropecuaria y, asimismo, por acción de la minería ilegal; aumento de la extracción
ilegal de madera, caza de especies en riesgo de extinción tanto para consumo como
para tráfico de especímenes valiosos, invasión de áreas naturales protegidas y en
especial, de tierras de comunidades indígenas; aumento de ciertas formas de
contaminación, como por mercurio así como por arrojo descontrolado de residuos de
todo tipo; pesca abusiva y sin control tanto en el mar como los ríos. Muchos de esos
impactos, como la deforestación y la extracción ilegal de madera en curso, tendrán
consecuencias en el futuro mediato, por ejemplo, con un recrudecimiento de quemas e
incendios forestales y, en su conjunto, las consecuencias se harán sentir más a medio y
largo plazo. (EFE, 2020).
La pandemia no ha detenido a los campesinos informales que invaden bosques
naturales para hacer agricultura de tipo familiar ni mucho menos, a los propietarios
que aprovechan la situación para expandir el área dedicada a la producción de café,
cacao, palma y otros cultivos de tipo industrial u, obviamente, a los que hacen
plantaciones ilegales como coca, marihuana y amapola. Al contrario, esa situación les
ha dado más libertad para actuar. Parte de esa deforestación ocurre, como siempre, en
bosques con vocación protectora o en áreas naturales protegidas y tierras indígenas,
lejos de controles. (Palacios, A. 2020)

La minería ilegal ha encontrado una oportunidad sin par con la pandemia y se ha


expandido en todas partes. Por ejemplo, en Madre de Dios, ha continuado sin
alteración donde antes ocurría y ha invadido áreas nuevas, no lejos de los límites de la
Reserva Nacional Tambopata. En esa región, entre marzo y fines de mayo, ha habido
alguna reacción de las autoridades locales, habiéndose producido varias acciones
ordenadas por la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Madre de Dios,
aunque el problema de fondo sigue sin solución. En otras partes del Perú, en estos
tiempos de pandemia, no hay ninguna acción contra los mineros ilegales. (Romo. V,
2020)

Ante la falta de control también ha recrudecido la supuesta caza deportiva,


habiéndose constatado la matanza de osos de anteojos, venados y pumas en diversos
lugares donde esto no ocurría habitualmente. La reducción del control municipal,
pesquero y forestal en los mercados populares de ciudades como Iquitos y Pucallpa ha
permitido un incremento en la venta de productos de fauna ilegales, bien sea por ser
especies prohibidas o, en el caso del pescado, por no tener el tamaño mínimo
permitido. (SPDA, 2020)

El mayor riesgo que el futuro post pandemia presenta para el ambiente es que el
Gobierno y la sociedad dirijan todos sus esfuerzos a la reactivación económica y que
no solo concentren recursos públicos en eso, restándolos a tareas de conservación del
patrimonio natural y cultural, sino que con ese pretexto ablanden la legislación
ambiental.
III. DISCUSIONES
Según Vazquez Ximena, en los primeros meses de la pandemia, la contaminación
disminuyó por el paro de las actividades económicas y el transporte. considerándose
una crisis provocada por nuestra propia especie que tiene devastadoras consecuencias
en el bienestar de la fauna y flora del planeta, al igual que en la salud de las personas.
Durante los meses de confinamiento, las emisiones de gases de tipo invernadero se
redujeron considerablemente. Con la vida en casa, los carros estacionados y las
fábricas cerradas, llegó al registro más bajo en los últimos 16 años.

IV. CONCLUSIÓN
El mayor riesgo que el futuro post pandemia presenta para el ambiente es que el
Gobierno y la sociedad dirijan todos sus esfuerzos a la reactivación económica y que
no solo concentren recursos públicos en eso, restándole a tareas de conservación del
patrimonio natural y cultural, sino que con ese pretexto ablanden la legislación
ambiental. Países como el Brasil y la India ni siquiera esperaron el fin de la pandemia
para hacerlo, siendo el caso del primero escandaloso, ya que el propio ministro del
Ambiente ha recomendado en sesión del consejo de ministros aprovechar del pánico
actual y de la distracción de la prensa para hacerlo. Eso no ha sucedido aún en el Perú,
pero ya existen presagios de que pueda ocurrir. Un caso digno de mención ha sido la
destitución del jefe del Serfor, hecho conocido precisamente en el Día Mundial del
Ambiente (5 de junio), la que estaría vinculada a la preparación de un nuevo
reglamento de clasificación de tierras que facilitarán la deforestación.

Es probable que al término de la pandemia la vida retorne a la normalidad previa,


aunque muchos afirman que habrá una “nueva normalidad”. Aunque se produzca, la
nueva normalidad no dejará de implicar financiamiento muy reducido para la temática
ambiental, siempre vista como superflua o postergable, en especial para las áreas
protegidas. Además, estas, así como los sitios arqueológicos sufrirán quizá hasta de
tres años consecutivos de reducción de las visitas y consecuentemente de sus
presupuestos. Como bien se sabe, el turismo es el sector más golpeado por la
pandemia y será el que más lentamente se recuperará. Además, es de esperar que las
donaciones y otros apoyos internacionales para conservar la biodiversidad
disminuyan. Si la depresión económica se agrava y dura más de lo previsto, tanto peor
será el impacto negativo sobre el ambiente y en especial sobre las áreas protegidas
naturales y culturales y sobre las tierras indígenas.

Los optimistas de la “nueva normalidad” imaginan una humanidad consciente de los


riesgos de maltratar el ambiente capaz de establecer una relación equilibrada con este.
Y, realmente, esa sería la reacción sensata, dadas las evidencias del origen de la
presente pandemia. O sea que, construir un mundo en el que la contaminación sea
mínima, donde se use energía verdaderamente renovable, se evite la destrucción
innecesaria de lo poco que resta de la naturaleza y, en especial, en el que se limite el
crecimiento de la población humana, condición sine qua non para alcanzar el tal
equilibrio, es lo que se debería esperar, en el medio plazo, como reacción a la
pandemia. Pero, eso es pura ilusión. La pandemia y sus cientos de miles de muertos,
en su mayoría pobres, esparcidos por todo el planeta, no es una causa suficiente para
que la humanidad sienta el golpe y reaccione. Para eso la humanidad necesita de un
sacudón mucho más fuerte, algo así como una rápida guerra nuclear mundial o una
lenta agonía debida a las múltiples consecuencias del cambio climático, incluida quizá
otra pandemia peor que la actual
V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

RPP. (2020, marzo 26). La calidad del aire mejoró en Lima durante el estado de
emergencia.https://rpp.pe/lima/actualidad/coronavirus-covid-19-sehamni-cali
dad-del-aire-mejoro-en-lima-durante-el-estado-de-emergencia-video-noticia-
1254400

Paz, A. (2020, marzo 30) Pumas, zorros y otros animales exploran ciudades
latinoamericanas durante la pandemia del COVID-19. Noticias ambientales.
https://es.mongabay.com/2020/03/animales-silvestres-coronavirus-llegan-a-las
-ciudades-de-latinoamerica/

EFE. (2020, marzo 17). El drama de parar un país por el coronavirus con el 70% de la
población en sectores informales. La Vanguardia.
https://www.lavanguardia.com/internacional/20200317/474232106727/peru-p
arar-pais-coronavirus-economia-informal.html

Másquez, A. (2020, marzo 27). ¿Pandemia amazónica? - IDL. IDL | Instituto de


Defensa Legal. https://www.idl.org.pe/pandemia-amazonica/

Palacios, A. (2020). Narcotráfico en el Perú en tiempos del coronavirus. SomosNorte


No 303.
https://www.actualidadambiental.pe/opinion-impactos-ambientales-de-la-pand
emia-en-el-peru/

Romo, V. (2020, marzo 5) Perú: minería ilegal entra a la Reserva Nacional Tambopata
ante ausencia temporal de la policía. Noticias ambientales.
https://es.mongabay.com/2020/03/peru-tambopata-mineria-ilegal-ausencia-de-
policia/

SPDA. (2020, mayo 9). Huarmey: descubren más de 400 aves marinas muertas
presuntamente para consumo humano. SPDA Actualidad Ambiental.
https://www.actualidadambiental.pe/huarmey-descubren-mas-de-400-aves-mar
inas-muertas-presuntamente-para-consumo-humano/

IMPACTO DE LA PANDEMIA POR COVID 19 EN EL MEDIO


AMBIENTE.(diciembre, 2020)
https://www.ipn.mx/assets/files/cecyt14/docs/Servicio/sustentabilidad/Impacto
%20de%20la%20Pandemia%20por%20%20COVID%2019%20en%20el%20
medio%20ambiente%20(1).pdf

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