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¿PLATICAMOS, PAPA?

La que pasea opulenta por las


calles y nos mira
(Fidencio Escamilla Cervantes)
Como una vez miraron los nazis la
Papá; quiero decirte que tu
piel judía;
lenguaje es muy extraño,
La que escarnia, veja, viola, roba y
A veces no te entiendo y no es
asesina
culpa de mis cortos años;
Los últimos latidos de decencia
Tú dices que actúo como lo hacen
que se abrigan.
mis hermanos
Tú me hablabas de paz, papá. ¡Pues
Y que sigo sus pasos, por eso no
nada es cierto!
entiendo lo que hablamos.
Vi en las noticias que en Libia hay
Papá; ven, siéntate ¿Porqué no
muchos muertos
platicamos?
A causa de un simple desacuerdo
Yo también puedo aconsejarte
¿calamos? Por una frontera que limita en el
desierto.
Como dos amigos, hombre, sin
molestarnos. Irán y Paquistán están ardiendo,

¡Vamos! Siéntate cómodo. Ciudades enteras se han estado


¿Empezamos? destruyendo,

Las vidas humanas ya no tienen


precio,
Papá; tú me has enseñado a decir
verdades, jamás mentiras, Y tú dices que hay paz en el mundo

Me haz enseñado a caminar y a mi ¡Y me lo dices riendo!


lado tú caminas,
Te haz puesto pálido, papá ¿Qué
Pero me has negado una verdad. pasa?
¡La de la vida!
¿Te afectó lo que te dije? ¡Y lo que
La estricta realidad; la otra cara. falta!
¡La que extermina!
Las malas noticias siempre avanzan
Y se filtran hasta los últimos que perdió a su hijo en un asalto?
rincones de las casas.
¿Sirve de algo la protesta de un
Yo pensé que preparaban la vida niño transformado en llanto?
para otra nueva raza,
¿Sirve de algo la protesta del que
Sin sobresaltos ni violencia, bajo abre
una misma causa:
los surcos con el pie descalzo?
Pensando en los niños de hoy como
¿Sirve de algo la protesta de la
única esperanza
esposa
Para cambiar un mundo que hacia
en espera del ansiado abrazo?
su fin avanza.
¿Sirve de algo la protesta avalada
¡Qué distancia abismal los crudos
hechos! por el tiempo y la luz de los
ancianos?
Los proverbios de paz y de amor
ya son recuerdos, ¿Sirve de algo la protesta del
obrero
No hay la amistad ni bondad, ni el
entendimiento, que con sus hermanos se vuelve
solidario?
Sólo el alma homicida y su cruel
cerebro. ¿Sirve de algo la protesta de
aquellos
Es la herencia de ustedes y
orgullosos están de ello que por hambre han robado?

Porque día tras día se pelean por ¿Sirve de algo la protesta de la


dar novia

La noticia al mundo entero; que recibe un cuerpo destrozado?

¿Qué importa para ustedes el ¿Sirve de algo mi protesta, para


llanto y el desasosiego?
por el sólo echo de ser un SER
¿Sirven de algo las protestas de humano?
un mundo envuelto en medio?
Antes que tú, que yo, y que muchos
¿Sirve de algo la protesta de una otros
madre
¿Cuántos más habrán ya
protestado?

Y te pregunto, papá, inspirado en


mi niñez;

¿Ha servido de algo?

No me contestes ahorita;

Tú dices que el hombre debe


meditar,

¿Te parece bien mañana, papá, tus


besos dame,

buenas noches hoy; después...


quién sabe?!
Un mensaje a los que que estabas triste, te sentías mal,
temerosa.
debieron ser mis
padres. Sentí que él se quedó inquieto,
quiso llorar, quedó en silencio,
Papitos: no sé si deba llamarlos así te vio con ansia, te vio con miedo;
porque en realidad nunca lo fueron; ¡él me quería!, casi estoy cierto,
cuando descubriste, mamita, que ¡iba en su vida, en su pensamiento!.
estaba en ti
sentiste náuseas, pretextos mil Mas el demonio pudrió su mente,
que papito y tú me destruyeron. le dio egoísmo, le dio veneno;
sentí temor, me quedé pendiente,
Aún recuerdo con vasta pena escuché llantos y gritos fuertes,
hace seis meses que tú, mamita, tantos reproches que se dijeron.
en una noche te diste cuenta
que estaba envuelto en tu placenta Mi fetal alma ya comprendía
y te dio rabia, mucha, infinita. todos los gritos, ¡falsas palabras!
pensé en vivir, que me salvarían,
Sentí algo amargo, ¡más qué que antes que nada sí me querían,
importaba! que estaban limpias aún sus almas.
uno en el vientre vive tranquilo;
el sexto hijo era yo, ¡cuánto te Iba a ser bueno con mis papitos,
amaba! no lloraría en toda la noche,
sumaba días, multiplicaba, me aguantaría, sería un hombrecito,
el mismo mes me parecía un siglo. no lanzaría siquiera un grito
para evitarme cualquier reproche.
Soñaba tanto con ver las flores,
la luz del día, mis hermanitos...; Cuando acostaron a mis hermanos
sería bueno con mis mayores, sentí bonito, quise ir con ellos,
todos mis actos serían mejores eran tan buenos, ¿no había lugar?
por ver alegres a mis papitos. y que importaba, así chiquito
me conformaba con estar cerca,
Soñaba tanto en aquel momento, yo dormiría en el suelo.
en el instante en que me tendrías;
me veía envuelto, cubierto a besos, Escuché entonces, papá, tu voz
tú siempre, siempre me arrullarías quebrada
y mi papá me diría: “¡Travieso!”. por el cansancio o por el desvelo,
que era imposible que yo llegara;
Mas esa noche, ¡ay!, que bien más importante era que te
recuerdo, compraras
llegó papá, te miró nerviosa, un coche azul último modelo.
corriste, y en aquel encuentro,
hablaste de mi, que me llevabas Sentí morirme, lloré en silencio
dentro, ¿Eso es ser padres?, ¡yo les
pregunto!
¿no me querían?, ¡¡¡por qué me
hicieron!!! Mi cuerpecito aún caliente
¡yo no pedí venir a este mundo ! quedó en un frasco, ya estaba
muerto,
Al día siguiente, muy de mañana, el doctor dijo que próximamente
al hospital se fueron dispuestos; sería usado en experimentos.
miré por última vez aquella casa,
¡¡¡la que iba a ser mi casa!!! Perdí mi cuerpo mas no mi alma,
a mis hermanos, tranquilos, quietos, que ahora descansa junto al
no imaginaban lo que pasaba creador,
los niños sólo somos traviesos. y hoy, a casi un año de aquella
infamia,
Miré aquel cuarto impecable, yo los recuerdo con mucho amor.
blanco,
y una mirada implacable, fría, Y aunque soy ángel, a veces sufro
y sentí miedo, te di un abrazo, al ver que a solas lloran y gimen,
busqué a papito, busqué una huída, al acordarse a cada segundo
grité, lloré, me hice pedazos de aquel aborto que fue su crimen.
porque atentaban contra mi vida.
Se acordarán de mi por todo un
Vi a mi papito, ¡lo vi temblando! siglo
cuando pasábamos en la camilla; en cualquier parte, en cualquier
le vi una lágrima en la mejilla lugar,
¡sí me quería!, ¡estaba llorando! cuando descubran a cualquier niño
que va en los brazos de sus papás.
¡Sálvame!, ¡sálvame! te gritaba
te vi indeciso por un instante Yo ya los he perdonado
pero a medida que nos llevaban papá, mamá, aunque en realidad
tú, mi papaíto, me abandonaste. nunca lo fueron
prometo velar por ustedes y por
Cerraron puertas y te durmieron mis hermanitos;
y quedé solo, aislado, preso; adiós les dice para siempre:
iba a morir, lo sabía, ya no ¡EL QUE PUDO HABER SIDO
imploraba; SU HIJO!
¿para qué? ninguna súplica serviría
de nada.
Fidencio
Escamilla Cervantes
Sentí un dolor agudo aquí, en mi
pecho,
solo un ratito y después, nada...
¡nada!.

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