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ANTE LA TUMBA DE UN MAESTRO
(FIDENCIO ESCAMILLA CERVANTES) Que tristeza maestro me aprisiona el alma
Maestro, escucha un momento mis palabras, De ver esta tumba rodeada de calma,
Haz a un lado el gis que te agiganta, Pero sola, sin voces de niños que a gritos te
Cierra el libro con el cual nos hablas llaman;
Y escucha, maestro: Los pueblos sin alma ya no te reclaman.
Estas manos, que antes eran vanas, Que ingrato es el pago de la especie humana,
No sabían de escuelas, no sabían de aulas, De todos los pueblo y en todas las razas;
Ignoraban todo, eran sólo humanas Hoy te vitorean si les haces falta,
Que a puros reflejos se desarrollaban. Mañana, si mueres, ya nadie te extraña.
Contar a retazos, sumando los dedos. ¿Dónde están los padres de los hijos? ¡Los que
¡Ah mis pobres manos tanto que sufrieron guiaste!
antes de tu estancia , querido maestro! Los que bebieron agua de tu ciencia hasta
Cuando ni una escuela había en el pueblo. saciarse,
Y llegaste tú, a enseñar sediento A aquellos que de la ignorancia los sacaste;
De ciencia, nosotros vivíamos hambrientos, No han podido o no han querido recordarte.
Nos diste tu mente, tus conocimientos, Legaste tu vida, sin premios, ni honores,
Y luchamos juntos, aun mismo tiempo. Quedaste hecho nada, ignorado y pobre,
Cubierto de tierra, que tu cuerpo absorbe.
Y la noche oscura que antes era eterna,
Se volvió mañana, risa, primavera; Sólo una flor marchita es la ofrenda
Hiciste el milagro, prendiste la hoguera Y una cruz olvidada y macilenta,
Que ilumina al hombre en su ardua tarea. ¡para tanto tributo que cobró la tierra,
¿Cómo agradecerte querido maestro que poco fue el triunfo que obtuvo la escuela!
todos estos años tus miles de esfuerzos? Aquí estás, maestro, rodeado de olvido,
Tu vasta ternura, tus días de desvelo, Venero de ciencia que yaces tendido,
Tu noble paciencia, tus sabios consejos. Cual faro radiante que hubieran destruido;
Héroe sin medalla, gigante dormido.
Me faltan palabras, me sobra el aliento
Para dedicarte un bello recuerdo ¿Dónde están los que guiaste? ¡Yo pregunto!
Que vaya en mi pecho y en mi pensamiento, Grito sin respuesta, se han quedado mudos,
Que me guíe en la vida en todo momento. Los rostros impávidos, los cuerpos enjutos;
Ahora estás aquí frente a mí, en silencio, Ni una sola frase se escucha en el mundo.
Tal vez meditando que cambian los tiempos Y tu voz esa voz que recorrió la sierra,
Que avanza la ciencia, también sus secretos, La costa y el bosque cual grito de guerra,
Que nosotros mismos estamos creciendo. Impregnada en los vientos, volviéndose eterna,
Llevando el mensaje de toda la ciencia.
Pero estás aquí, sólo aquí y no dices nada;
Tu voz que en el mundo es oda sagrada, Esa voz, maestro, que nadie recuerda,
Ha quedado escueta, tranquila, callada, Se queda contigo, al morir te la llevas,
sin pedir aplausos, ni gloria, ni fama. Pero cuando alguien grite:
Sólo un epitafio recuerda tu nombre, ¿Dónde está el MAESTRO? ¡Héroe sin bandera!
Una tumba sola y una cruz más pobre, Con orgullo inmenso y con voz serena:
Un recuerdo magro de aquellos menores “Lo tengo en mi espíritu _¡Nos dirá la Escuela!
Que bajo tus manos hoy se hicieron hombres. “Lo tengo en mi seno” ¡Gritará la tierra!
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NOCTURNO A ROSARIO y ardientes desvaríos
(MANUEL ACUÑA) bendigo tus desdenes,
I adoro tus desvíos,
¡Pues bien! yo necesito y en vez de amarte menos
decirte que te adoro te quiero mucho más.
decirte que te quiero V
con todo el corazón; A veces pienso en darte
que es mucho lo que sufro, mi eterna despedida,
que es mucho lo que lloro, borrarte en mis recuerdos
que ya no puedo tanto y hundirte en mi pasión
al grito que te imploro, mas si es en vano todo
te imploro y te hablo en nombre y el alma no te olvida,
de mi última ilusión. ¿Qué quieres tú que yo haga,
II pedazo de mi vida?
Yo quiero que tu sepas ¿Qué quieres tu que yo haga
que ya hace muchos días con este corazón?
estoy enfermo y pálido VI
de tanto no dormir; Y luego que ya estaba
que ya se han muerto todas concluído tu santuario,
las esperanzas mías, tu lámpara encendida,
que están mis noches negras, tu velo en el altar;
tan negras y sombrías, el sol de la mañana
que ya no sé ni dónde detrás del campanario,
se alzaba el porvenir. chispeando las antorchas,
III humeando el incensario,
De noche, cuando pongo y abierta allá a lo lejos
mis sienes en la almohada la puerta del hogar...
y hacia otro mundo quiero VII
mi espíritu volver, ¡Qué hermoso hubiera sido
camino mucho, mucho, vivir bajo aquel techo,
y al fin de la jornada los dos unidos siempre
las formas de mi madre y amándonos los dos;
se pierden en la nada tú siempre enamorada,
y tú de nuevo vuelves yo siempre satisfecho,
en mi alma a aparecer. los dos una sola alma,
IV los dos un solo pecho,
Comprendo que tus besos y en medio de nosotros
jamás han de ser míos, mi madre como un Dios!
comprendo que en tus ojos VIII
no me he de ver jamás, ¡Figúrate qué hermosas
y te amo y en mis locos las horas de esa vida!
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¡Qué dulce y bello el viaje
por una tierra así!
Y yo soñaba en eso,
mi santa prometida;
y al delirar en ello
con alma estremecida,
pensaba yo en ser bueno
por tí, no mas por ti.
IX
¡Bien sabe Dios que ese era
mi mas hermoso sueño,
mi afán y mi esperanza,
mi dicha y mi placer;
bien sabe Dios que en nada
cifraba yo mi empeño,
sino en amarte mucho
bajo el hogar risueño
que me envolvió en sus besos
cuando me vio nacer!
X
Esa era mi esperanza...
mas ya que a sus fulgores
se opone el hondo abismo
que existe entre los dos,
¡Adiós por la vez última,
amor de mis amores;
la luz de mis tinieblas,
la esencia de mis flores;
mi lira de poeta,
mi juventud, adiós!
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EL REGALO
Presenta las manos, enséñalas pronto
ABRAHAM RIVERA SANDOVAL Dime lo que escondes con tanta insistencia
Muy bien jovencito... bienvenido a clases, No voy a golpearte por ser indeseable
Por fin encontraste el camino a la escuela, No vaya a ser luego, que yo me arrepienta.
Con tu hipocresía ahora vas llegando
Abriendo la boca... bribón... sinvergüenza. Maestro... maestro...pido mil perdones
Debe usted escucharme con mucha paciencia
En la lista diaria ya te di de baja Si usted es maestro, no debe ser malo
Y estoy seguro que el año no apruebas, Y debe tenerme tantita querencia.
Tienes reprobadas todas las asignaturas
Sólo puros ceros van en tus materias. Usted es muy bueno, todo el mundo dice
Que se carga un alma muy noble y muy buena
¿Acaso algún premio de la lotería? Y como es humano va a considerarme
Cuando sepa a fondo mi grande tragedia.
Te tocó y por eso faltas a la escuela
Pues mira tarugo que sólo por eso, Yo me la partía haciendo mandados,
Yo juro y me encargo que te vas para afuera. Vendiendo periódicos, haciendo faenas,
Yo necesitaba ganar hartos fierros
¿Dónde están los libros? ¿Dónde los trabajos? Para medicinas de mi madre enferma.
¿Dónde los cuadernos? ¿Dónde la tarea?
¿Dónde el uniforme? ¿Dónde el distintivo Hace unos diyitas, me dijo mi madre,
que te da derecho a estar en la escuela? Hoy no te me sales, ni vas a la escuela,
Yo me estoy siento un poco mejoradita
Mira esos cabellos. Mira esos zapatos, Hazme una tizana con menta y canela.
Esos pantalones rotos de las piernas
Observa tus manos...mírate las uñas, Yo salí corriendo, tenía mucho gusto
Ni cierres, ni broches tampoco agujetas. De ver aliviada a mi madre enferma,
Y pensando que todo podría subsanarse
Mira ese pescuezo...observa tus fachas Y que muy pronto volvería a la escuela.
Mira tus rodillas...mira esas orejas...
Estás elegante te miras reguapo Conseguí unos quintos...apresuré el paso
Y mira cómo te agracian tus gestos y muecas Corrí yo volaba con rumbo a la tienda
Compre algunos panes, un poco de azúcar
No sé cómo diablos hoy se te ha ocurrido Y unas rajas grandes de buena canela.
Venir dizque a clases...llegar a la escuela.
¿Qué dices… responde no le hagas al menso Llegando a mi casa iba yo silbando
acaso pensarás...que era día de fiesta? Una tonadita que aprendí en la iglesia
Y abriendo la puerta, mi madre con ansias
¿Por qué no has venido? Responde precioso Me llamó y me dijo con mucha tristeza
¿Por qué no has venido… acaso la feria
tiene más valores y más importancia Mi hijito... mi hijito... yo te quiero mucho
que los ejercicios de todas las ciencias? Más es necesario que la verdad sepas;
Tú vas a quedarte sólito en el mundo
Mira no te agaches, levanta la frente Tú vas a quedarte solito en la tierra.
No podrás fingir que tienes tristeza,
Yo ya te conozco, eres algo grande Yo me voy hijito, Dios me está llamando
Y de buena gana te daba tu felpa Yo miro su cara, yo siento su esencia,
Adiós cariño, que Dios te bendiga,
No sé qué demonios estás escondiendo Todos mis consejos no olvides, recuerda.
Yo no sé qué cosa en la mano aprietas,
¿Qué, quieres pegarme o es que te has Me abracé a su cuerpo llorando en silencio
robado alguna cosilla de la casa ajena? Le grité angustiado... Mamá...No te mueras,
No me dejes solo... Mamá...Mamacita
Mas ya su carita estaba fría y seria.
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Hoy ya estoy solito, no tengo a nadie
Ni casa, ni ropa, ni pan, ni mi viejecita
Y ahora maestro le pido permiso
De vivir un tiempo, aquí en la escuela.
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ROBÉ PAN PARA MIS HIJOS
(FIDENCIO ESCAMILLA CERVANTES)
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¡Que decepción abrigué en mi alma! ¡Cuanta miseria llegó a mis ojos!
Miseria sucia, miseria humana, nido de ratas, bestias en brama
Donde él más fuerte castiga y mata, donde el más débil sufre y acata;
Nido de fieras llenas de rabia donde las normas
Ya se olvidaron, donde no existen sabias palabras:
Se veja, se viola, se tima y roba
Y por la paz ni un ser humano trabaja.
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MAESTRITO DE PUEBLO Definitivamente no.
(ABRAHAM RIVERA SANDOVAL) No quiero que seas maestro.
¡Que ya te dije que no! Antes, te llevo al campo, para que seas
Y tus caprichos no acepto. jornalero,
No importa que me dejes de hablar, pa que el sol te de bien fuerte
no me importa que te pongas molesto, y te hagas fuerte y prieto.
aunque me cuelgues la cara, Sí…así me dijo mi padre.
aunque me hagas sentimiento, Y yo, que mucho lo quiero,
mi permiso no he de darte, bajé la frente y salí de casa diciendo:
antes…antes, te lleno de cueros. —Está bien padre. Estoy de acuerdo.
Tanto dinero gastado, Haré lo que usted diga.
tanto esfuerzo, tanto estudiar: De verdad, se lo prometo,
La primaria, la secundaria, la preparatoria, pero ya no esté enojado,
que cursos aquí, que cursos allá. no sea que le vaya a hacer daño.
Tanta hablada de tu parte, Ya no se enoje, haré lo que usted diga…
tantos sueños construyendo: Seré licenciado o ingeniero.
Que ibas para médico, que no, Entonces salí,
que mejor licenciado, vagué por las calles, por las huertas,
que ibas para político por el jardín, por la placita, por la iglesia,
o tal vez para ingeniero. pasé por una escuela y miré a muchos
Y ahora que estás como chiflado, niños sin maestros.
o loco te estás volviendo, También miré a los peones descalzos,
me sales de babosote, con la idea de ser sudorosos, sin aliento,
maestro. poniendo sobre un papel, solamente la
¿Qué no te va a dar vergüenza de rebajarte huella de su dedo.
tan feo? También vi a las mujeres sin huaraches,
¿No te va a dar pena de bajar a tal cargando la leña del cerro,
empleo?. y esos niños…
Maestrito…¡Que gran cosa! esos niños hurgando entre los basureros.
Uy… qué dignidad, que porvenir, Recogí entre mi alma,
que importancia…que abolengo. a esa gente de mi pueblo,
Mira nomás. Maestrito de escuela. a esa gente sin fortuna, sin redención,
Un torpe. Un bueno para nada. sin consuelo y los metí,
Haragán, Irresponsable. Vago. Majadero. los metí aquí dentro, en mi corazón,
Un flojo al que solamente le gusta el dinero. en mis entrañas, en mi cerebro.
Maestrito….¡mitotero! Les di parte de mi conciencia y me confundí
A ver. ¿Qué les vas a enseñar a los con ellos.
niños? Allí, frente a esos niños enfermos,
. Si ni siquiera sabes cantar. pensé que eran unos angelitos
Mucho menos contar un cuento. despreciados del cielo.
Maestrito, Miré que no tenían alas,
si así como vistes, solamente vas para los miré casi sin cuerpo.
cirquero. Angelitos sin hogar, sin virgen,
¡Que normal ni que ocho cuentos!. sin padre nuestro.
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Y entonces pensé: Si me aferro a ser Una escuela de libertad, donde haya luz y
licenciado, cantos nuevos.
médico, contador o ingeniero, Déme permiso papá, que sea un maestrito
¿Cómo iba a despertar la conciencia de mi de pueblo.
pueblo?… Quiero marcar programas justos,
¿En qué los voy a ayudar siendo licenciado? quiero trazar caminos nuevos,
Tal vez no podría darles amor, deje que siembre la mies,
justicia o palabras de consuelo. deje que propicie el vuelo,
No podría yo ofrecerles gran cosa, para el vuelo de esa águila que parece no tener
calmar su tormento. alas, ni aliento.
Entonces volví a mi hogar. Usted ya ve, mi hermano es doctor,
Todo lo tenía resuelto. Llamé a mi padre y le el mayor es ingeniero,
dije: ellos, han formado en su ingratitud,
–Padre, yo a usted mucho lo respeto. un mundo diferente, de explotación,
Comprendo sus ansias, sacrificios y sus de egoísmo, de lujos y de dinero.
sueños. A ver ¿Dónde están ellos?
Pero hoy, quiero que me escuche, Si de usted ya se han olvidado,
por favor, solo un momento. si ya no vienen al pueblo,
Si quiere que yo sea feliz, su mentalidad burguesa ha cambiado
si quiere de verdad que sirva a mi pueblo, ¿Por qué no han venido a verlo cuando se
si usted quiere que colabore para mejorar a pone enfermo?
mi México, Por favor papá, se lo suplico, déjeme que
si usted quiere que dedique mi vida en lo sea maestro.
que más quiero, Mi padre se quedó pensando.
por favor, papá, se lo suplico. Y después de un gran silencio, me abrazó y
Deje que sea feliz con mis niños en la me dijo:
escuela, —Sí muchacho, te comprendo.
deje que mi vocación se torne en mis clases Me has abierto los ojos.
y recreo. Anda, ve a luchar hijo mío,
Yo quiero ser lección de amor, que aquí estaré esperando tu regreso.
quiero que mis palabras sean versos, Sé que traerás, muchas cosas logradas
que sea yo lucero con mis palabras del con fe y con empeño.
alfabeto. Cuando vuelvas hijo mío,
Deje que sea manantial, para saciar la sed vamos a estar muy contentos,
de mi pueblo. y tal vez se llenará esta casa,
Déjeme sufrir, déjeme luchar. con tu amor y los gritos de tus pequeños.
Déjeme vivir con el pueblo para educarlos, Si aquí no me encuentras ya,
para construir un colegio. yo sé que tendrán ese consuelo,
Deje padre que luche, déme su permiso, de volver a esta tu casa,
se lo ruego. y de volver a tu pueblo.
Quiero sembrar esperanzas, Sé que vendrás a verme,
quiero construir anhelos, sé que vendrás por este viejo
quiero formar una escuela, y querrás con toda tu alma, enseñarme el
una escuela a los cuatro vientos. alfabeto.
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Si aquí no me encuentras ya,
ve a buscarme al cementerio.
Y allí, solitos los dos,
encerrados en el silencio,
me contarás de tus afanes,
de tus sueños logrados,
de tus sencillas tareas,
de tus éxitos, de tus progresos.
No me traigas flores hijo mío,
sé que no me las merezco,
ni cruz, ni nada. Solamente quiero tu
recuerdo.
Anda hijo mío. Vete ya.
México espera tu esfuerzo.
Te espera el hombre ignorante,
te esperan los niños macilentos,
yo aquí me quedo esperando, con orgullo
verdadero.
Anda hijo mío, vete ya.
Que si de momento muero,
voy a gritar con orgullo,
voy a gritar a los cuatro vientos:
¡MI HIJO!…¡MI HIJO!
¡ES UN MAESTRITO DE PUEBLO!
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EN PAZ
(Amado Nervo)
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
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AMOR A LA MADRE y ella errante en su camino
recibe tanto dolor
que a fuerza de verse herida
El corazón de una madre, lo confunde con amor.
puritana y pecadora,
se burla de la tristeza En su pupila un haz de luz
pero en el fondo llora. y en sus labios un suspiro,
en su cabeza sentimientos
Y su alma ensangrentada que ya no tienen asilo.
guía a su trémula mano
que recoge oscuras lágrimas Sentimientos que reflejan
aún derramadas en vano. en un nítido cristal:
su vigor, su fortaleza,
Humillando a su amor propio ¡su paciencia sin igual!
y amenazando su orgullo,
un hijo provoca el llanto Porque el pecho de una madre
enjugado en un arrullo. alberga tanta ternura
que aunque el desdén sea grande
Y una gota cristalina, vierte en lo amargo dulzura.
de su mirada a su pecho,
brota y resbala por culpa Y es en el calor que desprende,
del ser que acogió en su lecho. aquel donde reina el cariño,
en el que se abrigarán siempre
Con sangre en las rodillas, las esperanzas de un niño.
el sudor sobre su frente;
sufrió así por dar cobijo
y amor a su descendiente.
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15
Detente, sombra de mi bien esquivo de Sor Juana Inés de la Cruz
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A ella de Salvador Díaz Mirón
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Absoluto amor de Efraín Huerta
Como una limpia mañana de besos morenos
cuando las plumas de la aurora comenzaron
a marcar iniciales en el cielo. Como recta
caída y amanecer perfecto.
Amada inmensa
como un violeta de cobalto puro
y la palabra clara del deseo.
Te miro así
como mirarían las violetas una mañana
ahogada en un rocío de recuerdos.
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Amiga a la que amo: no envejezcas… de Rubén Bonifaz Nuño
Si tu hermosura ha sido
la llave del amor, si tu hermosura
con el amor me ha dado
la certidumbre de la dicha,
la compañía sin dolor, el vuelo,
guárdate hermosa, joven siempre.
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más tierna tú que las pequeñas flores
con que te adorno a veces.
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Amor sin muerte de Elías Nandino
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