“Musical Personae” de Philip Auslander

Ficha de lectura

Felipe Cruz Contreras

04 de diciembre de 2023

Este curso ha tenido un impacto grande en mi manera de aprehender y apreciar el entorno aural
en el que estoy inmerso. Las diversas y muy enriquecedoras lecturas que hemos llevado me han
ayudado a identificar, entender y sobre todo a cuestionar las diversas y muy generalizadas
prácticas y estatutos musicales que puedo observar y que yo mismo he reproducido desde que era
estudiante.
En esta lectura, que invita a reflexiones importantes sobre cómo concebimos la performatividad
y usando como punto de partida a Nicholas Cook, si bien agradece y aprecia su aportes en la
búsqueda de hablar de los músicos como intérpretes y la defensa del enfoque de música como
interpretación, el autor busca sugerir un enfoque alternativo.
Propone pensar en los músicos como seres sociales, no sólo en el sentido de que las
interpretaciones son interacciones entre músicos, sino que ser músico es realizar una identidad en
un ámbito social. Sostiene que cuando observamos a un músico tocar, no se está viendo sólo a la
“persona real” sino que existe un entidad que media entre éste y el acto de interpretación y
postula que la interpretación musical, entendida como la representación de una misma persona
dentro de un dominio discursivo de la música, es el objeto directo del verbo “interpretar”, de
modo que los músicos no interpretan la música sino sus propias identidades; sus personalidades
musicales, construyendo el concepto de persona musical. Propone un esquema en el que tanto la
obra musical como su ejecución sirven a la interpretación que el músico hace de un personaje,
permitiendo la posibilidad de que trabajo e interpretación asuman diferentes relaciones dentro de
los diferentes dominios discursivos de la música. Busca que la interpretación musical pueda ser
vista como la interpretación de una persona que se define a través de la interacción social y no
necesariamente una representación nefasta de la personalidad individual del músico.
A través de su texto el autor ejemplifica numerosos ejemplos de personas musicales, diferentes
situaciones y condiciones, la manera en que éstos interactúan con las audiencias, entre ellos
mismos y cómo cambian a través del tiempo y concluye exponiendo que el objeto de la
interpretación musical es la presentación exitosa de una identidad; un personaje musical, en un
contexto social definido. Las obras musicales se vuelven parte del equipo expresivo que los
músicos emplean en la producción de personajes y afirma que el escenario, la apariencia, la
manera, la música interpretada y el estilo de interpretación deben ser coherentes con la
reivindicación de identidad que el músico presenta.

Musical Personae. (2006). TDR: The Drama Review, 50(1), 100–119.