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Estudiantes:
Dubraska K. Rodríguez.
Karly Y. Nieto. M
Julio 2021
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Introducción
Las intervenciones en un patrimonio siempre van a representar una tarea muy compleja de la
que se debe encargar la entidad pertinente de cada país. La mayoría de los edificios patrimoniales se
encuentran en riesgo, ya que han sufrido largos años de deterioro, abandono, o incluso pueden ser
afectados en caso de sismos u otros agentes naturales, y cada restauración o intervención es igual
de difícil, puesto que cada patrimonio es único y ha pasado por ciertas cosas que los demás no,
puede variar en los materiales, las técnicas o incluso la tipología constructiva, que hacen que la
restauración de cada uno sea tan diferente, y que la investigación y el conocimiento de su historia
sean vitales para poder realizar una intervención digna, que no altere de manera obvia la edificación.
Cada restauración se debe llevar mediante un plan que garantice respetar y enfrentar los problemas
referentes a su arquitectura, funcionalidad, estructura y seguridad, la intervención debe ser mínima y
debe respetar todos los elementos que componen la obra, usando tecnologías tradicionales que se
acerquen a los originales y respeten el valor histórico del patrimonio.
Mucho antes de esta falla estructural, antes incluso de ser declarada patrimonio de la
humanidad por la UNESCO, la iglesia sufrió también un gran abandono debido a la expulsión de los
jesuitas del país, cosa que afectó gravemente la edificación pues se vio olvidada en el tiempo y sufrió
modificaciones en las cuales no se tuvo en cuenta su importancia histórica y cultural pues se le
realizaron cambios en un tiempo donde no se tenía ningún conocimiento sobre preservación de
patrimonio, situación que solo va a mejorar con el regreso de los jesuitas a ecuador bastantes años
después. Por este y otros sucesos, se puede ver que la conservación de monumentos y patrimonios
es una labor relativamente reciente en Ecuador, donde antes no era un tema de vital importancia.
La iglesia de La Compañía de Jesús hoy día es uno de los atractivos turísticos principales de
la ciudad y un patrimonio inolvidable, con su fachada que es muestra pura de barroco representativo
e importante de la américa colonial y su ornamentación interna cubierta totalmente con láminas de
oro, su preservación hoy día consiste en la conservación preventiva y gracias a esto, es uno de los
patrimonios mejor conservados de toda América latina.
En este trabajo se va a tratar de explicar todos los aspectos arquitectónicos que hacen tan
importante a esta edificación, lo suficientemente importantes para declararla patrimonio de la
humanidad. Estos aspectos incluyen su historia, cómo la comunidad de quito ha tratado esta iglesia
desde su creación, su contexto y el porqué es tan importante para la ciudad en la que se encuentra,
su arquitectura, de dónde viene, qué estilo la influenció, qué representó esta creación en América
latina, y finalmente las restauraciones que ha tenido para seguir siendo tan increíble. Vamos a ver
como un patrimonio define la cultura de un lugar y la representa mediante arquitectura, el valor que le
da a la ciudad y su historia.
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INDICE
INTRODUCCIÓN 2 2
TEMA1. ANALISIS CONTEXTUAL 5
TEMA 2. ANÁLISIS HISTÓRICO 8
TEMA 3. ANÁLISIS ARQUITECTÓNICO 10
3.1 ANALISIS FORMAL 10
3.2 ANÁLISIS FUNCIONAL 13
3.3 INFLUENCIAS 14
TEMA 4. LA IGLESIA COMO PATRIMONIO 18
4.1 RESTAURACIONES Y CONSERVACIÓN 18
4.2 CONCLUSIÓN 21
REFERENCIAS 22
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Ocupación de la manzana 1903. Referencia: “El monumento como un todo” Paul Suarez. Su
2017
origen se
remonta a distintos matices, todos propios de conquistadores españoles. Donde empiezan a
implementarse nuevas costumbres y hábitos a los habitantes indígenas originarios y que estaban
recientemente conquistados. Los españoles empezaron la explotación de los recursos naturales junto
con una nueva manera de edificar ciudades. Ellos tomaron los territorios más apropiados para así
cumplir sus objetivos priorizando sus fines militares y de seguridad. Siendo las ciudades trazadas
para seguir normativas y órdenes. Allí aparecieron las iglesias católicas con sus diferentes
congregaciones, dispuestas a tomar la mejor parte del territorio conquistado. Los mejores solares
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para la construcción de iglesias ya habían sido otorgados por el cabildo a los franciscanos,
los mercedarios, los agustinos y los dominicos. Sin embargo, en 1587 el cabildo les cedió a los
jesuitas un terreno en la esquina noroccidental de la Plaza Grande, pero los agustinos no quedaron
conformes con la decisión; por esta razón el cabildo optó por establecerles en otro lote ubicado en
dirección sur de la Catedral. Y así fue como con el pasar de los primeros años. Por otro lado, se
establecen en grandes parcelas alrededor de las principales plazas centrales donde se ubicaban la
clase alta de la sociedad.
En la conquista española se plasmó todo un experimento a nivel urbano, donde se aplicaron
ideas renacentistas y otras ideas de la reconquista de sus propios territorios. En 1534 aparece el
primer trazado urbano de Quito y en el año 1537 tuvo una corrección en su realización, la ciudad se
compone por una plaza central desde donde se desarrollan calles menores y otras plazas menores. el
territorio de la ciudad es atravesado por accidentes geográficos importantes como varias quebradas
que en total son siete, siendo 3 las principales: Ulluguangayacu quebrada de los gallinazos ubicada al
pie del Panecillo; la quebrada más profunda llamada Sanguña actualmente se ubica El Tejar; y
Huanacuri de San Juan o las Tenerías que se extendía hasta el Itchimbia. Las tres quebradas
desembocaban en el Río Machángara que atravesaba gran parte de la ciudad.
Mapa de Quito elaborado por Dionicio de Acebedo y Herrera, presidente de la Real Audiencia de Quito en 1734.
Referencia: Ecuador & Jesuitas, 2016.
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Uno de los mayores problemas que presento su emplazamiento fue que estaba cruzado por la
quebrada de Sanguña, que descendía desde el Pichincha y cruzaba detrás de donde se construiría la
catedral, por lo que el hermano Marcos Guerra construyó varios arcos de ladrillo sobre esta, de tal
manera que el suelo quedase al mismo nivel y después podrían levantarse sin mayores problemas.
Para ese entonces las clases sociales alta, media, baja, e indígena empezaron a marcarse, y esto
ocasionó que el sistema urbano de Quito empezará a delimitarse, de acuerdo a los niveles de
carácter funcional, comercio, administración, religión, y residencial. Siendo los adinerados quienes se
ubicarán en el centro de la ciudad.
En 1622, en un edificio anexo a la iglesia levantaron el edificio de una universidad, que es en la
actualidad la sede del Centro Cultural Metropolitano.
Luego de la Reforma Protestante en Europa durante el siglo XVI aparece la Orden Religiosa
de los Jesuitas, sacerdotes intelectuales dedicados a contrarrestar la expansión del protestantismo en
Europa y el Nuevo Mundo. Poco a poco el arte fue utilizado como un instrumento de propaganda de
la contrarreforma; en su decoración se utilizó la piedra y madera tallada así también como el oro y la
plata con la finalidad de realizar elementos lujosos. De esta manera el contrarreformismo tuvo una
gran relación con el estilo barroco, a través del espléndido arte plasmado en los cultos. Fueron los
Jesuitas quienes enaltecieron el estilo barroco, y a la par de su crecimiento como orden exaltaron la
contrarreforma. Ellos se establecieron enviando misioneros en escuelas y colegios Católicos, en
América el primer grupo de religiosos se asentó en Lima, su principal misión era extenderse hacia el
norte y sur lo más pronto posible. Luego de una petición del Obispo de Quito, el dominico Pedro de la
Pena, en julio de 1586, se establecieron en la Real Audiencia de Quito. La Orden cumpliría la gran
misión de educar a la niñez y juventud, además de cristianizar profundamente a los indígenas dentro
del programa de misiones.
Como era natural, los recién llegados Jesuitas alojados provisionalmente en la parroquia de
Santa Bárbara buscaron desde el primer momento un terreno apto para iniciar la construcción de sus
instalaciones en la ciudad. Lo cual les significo serios inconvenientes por encontrar terrenos
disponibles mismos que ya estaban ocupados por otras órdenes llegadas con anterioridad. La
búsqueda de un terreno propicio duró algunos años hasta que en 1597 se compró el lugar definitivo
donde se levantaría la Iglesia de La Compañía de Jesús de Quito.
Los trabajos para la construcción de la iglesia se iniciaron en 1597 bajo la dirección del
Hermano Francisco Ayerdi, pero no reunía los conocimientos necesarios para acometer con tan
extraordinaria empresa, por lo que en 1606 continuó su construcción el padre Nicolás Durán Mastrillo.
Como tal la construcción del templo inició en 1605 con planos traídos desde Roma. Las réplicas de
los planos eran inspiradas en la Iglesia del Gesu (iglesia madre de la orden Jesuita que poseía todas
las características principales de las iglesias barrocas) y San Ignacio.
Nicolás Duran Mastrilli, fue el primer arquitecto napolitano del templo, y se encargó de trazar el
terreno de forma rectangular con una ligera desnivelación de oeste a este, diseñando una planta
como cruz latina siguiendo los protocolos italianos de construcción en boga, levantando tres naves, la
central ligeramente más alta que las laterales. Para el año 1613, la iglesia a medio construir es
abierta al culto, permitiendo la celebración de la eucaristía en el ala norte, donde actualmente se
ubica el ingreso llamado Retablo del Calvario.
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En 1634, el Jesuita Gil de Madrigal construyo el cruce entre la nave central y la lateral y en
1636 llega el Hermano Jesuita Marcos Guerra a Quito quien toma a su cargo la construcción del
templo. En esta segunda etapa de la construcción, se implementó la bóveda de cañón corrido que
recorre la nave central hasta el crucero, obra de gran importancia para la arquitectura quiteña en esos
días, puesto que fue la primera de este tipo en ser implementada en templos en la ciudad.
Anteriormente se habían construido los templos con cubiertas a dos aguas con cerchas de madera y
artesonados mudéjares de madera como la iglesia de San Francisco, San Diego y Santo Domingo.
Su construcción sirvió de modelo para los diferentes templos posteriores como el de Guápulo, el
Sagrario y la Merced. La cúpula de media naranja que corona el crucero y la cúpula oblonga del
presbiterio. Estas tres innovaciones propias del barroco fueron las primeras en la ciudad, creando así
un precedente en la nueva arquitectura quiteña. La tercera etapa constructiva empezó en 1722, bajo
la supervisión del sacerdote Jesuita tirolés Leonardo Deubler, su misión era levantar la extraordinaria
fachada. En el año de 1722 Deubler empezó a labrar las columnas enteras para este frontispicio. En
1725, abandono el encargo. En 1760 se retomó dando inicio a la cuarta etapa constructiva a cargo
del hermano Venancio Gandolfi, y concluyo la fachada el 24 de julio de 1765.
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La iglesia, se construyó en un proceso de 160 años, con distintos arquitectos, por lo que posee
cuatro diferentes estilos en su arquitectura, aunque el que predomina es el arte barroco, por su
apreciación debido a la simetría que hay al interior de la iglesia; otra de las particularidades de este
estilo es el movimiento, por la forma como están diseñadas las columnas principales del templo y el
retablo mayor, lo cual produce la impresión de que se mueve mientras se camina dentro de la iglesia.
Otro de los estilos que tiene la iglesia es el mudéjar o morisco, que se caracteriza por las figuras
geométricas que se observan en los pilares.
costumbre muy usada por los arquitectos de la segunda época del Renacimiento. Sin embargo, la del
crucero se muestra airosa sobre un tambor calado con ventanas de arco zigzagueado, separadas por
pilastras gemelas jónicas, coronada de su elegante linterna de doce luces y destacándose sobre una
azotea adornada de barbacanas.
Corte Longitudinal, Iglesia de la Compañía, Quito. Referencia: “El monumento como un todo” Paul
Suarez. 2017
La nave central, de 58m de largo por 26.5 de ancho, descansa en sólidos pilares cuadrados que
sustentan los arcos fajones unidos lateralmente por arcos de medio punto, exhibe además
una balaustrada y lunetos. Las naves laterales, menores en anchura y altura, están enriquecidas con
pequeñas cúpulas y airosos cupulines. Estas naves albergan seis capillas o retablos laterales,
menores que los del crucero, pero de delicada elegancia y de un barroco exultante.
Su fachada está compuesta por dos cuerpos, El primer cuerpo posee tres puertas, la central y
más grande de acceso principal al templo mientras que las laterales de forma rectangular coinciden
con las capillas del lado norte y sur de la iglesia sobre estas están tallados representaciones de los
corazones de Jesús y María, está tallada en piedra andesita ecuatoriana, sus columnas, estatuas y
las grandes decoraciones fueron ejecutadas en la cantera que los jesuitas. Resalta más su
arte barroco italiano que el plateresco español y, en las pilastras altas, posee un poco del barroco
francés. Flanquean la puerta principal de entrada seis columnas salomónicas de cinco metros de
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altura, estriadas en su tercio intermedio, derivadas de las del Bernini en el altar de la Confesión de
la Basílica de San Pedro. De la misma manera, las puertas laterales están flanqueadas por dos
pilares de estilo romano corintio, todas ellas colocadas sobre un estilóbato a paneles con decoración
renacentista. Sobre el arquitrabe corre un friso decorado con flores, estrellas, follaje, y sobre este
la cornisa adornada con hojas de acanto, que sigue los resaltos de la fachada estirándose en arco
semicircular para proteger un nicho formado sobre un frontón interrumpido que, soportado por cuatro
querubines, corona la puerta principal y da cabida a una imagen de la Inmaculada
Concepción rodeada de ángeles y querubines.
La planta de la iglesia pertenece al tipo italiano de cruz latina, Tiene un solo ábside y semicircular
por añadidura. La nave está cubierta por una bóveda de cañón con lunetos cilíndricos para dar una
buena iluminación es reforzada por arcos fajones, los muros de la nave central descansan sobre
arcos que a su vez reposan sobre pilastras. La cubierta de la bóveda es a dos pendientes, de ladrillo
vidriado que está asentado directamente sobre la bóveda de cañón. Para contrarrestar el empuje
ocasionado por la bóveda de la nave central se construyeron los grandes contrafuertes que
descargan en los muros exteriores. Sobre esa planta se levanta el edificio compuesto de muros
exteriores construidos de mampostería, para la que se ha utilizado toda clase de piedras, sin
consideración a su altura y longitud, lo que hace al despiezo desigual en la altura de las hiladas.
Como gran telón de la iglesia se encuentra una mampara en la cual se apoya la tribuna del coro.
Sus pilastras están adornadas por seis columnas salomónicas y toda la atención confluye hacia el
presbiterio debido a la forma de la nave, sin embargo primero se centra en la bóveda de cañón con su
abundante decoración dorada con fondo rojo formando lacerias, al igual que en los arcos fajones y los
arcos de las capillas laterales El sagrario s encuentra elevado, dándole una importancia principal en
el templo y que de esta manera todos los fieles puedan apreciar la eucaristía, toda la iglesia tiene
ventanas tanto en las bóvedas, como en las cupulas y cupulines, ya que para los jesuitas era muy
importante la iluminación de sus iglesias. La simetría de toda la iglesia brinda al espacio una belleza
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constructiva, y la complementa con los materiales utilizados en su decoración como las de láminas de
oro que recubren la mayor parte de la iglesia
3.3
INFLUENCIAS Y PERSISTENCIAS
Las influencias más grandes de este templo jesuita fueron de Carlos Borromeo que dice: “Una
iglesia deberá ser plantada en forma de cruz, de acuerdo con la tradición; las plantas circulares se
usaban en tiempos de ídolos paganos y raramente para las iglesias cristianas”. Las directrices
artísticas del Cardenal Borromeo fueron en su mayoría para la eucaristía, y sus instrucciones se
basan en las Firmitas, Utilitas y Venustas, del tratado de Vitruvio, tomando la proporción como un
sinónimo de belleza en sus formas, así también como la introducción de materiales ricos como el
cobre, la plata y de mármoles y piedras duras; la utilización de una planta central, convirtiendo al
tabernáculo en una referencia visual y simbólica del templo, resaltaba el sagrario colocándolo en una
plataforma más alta a la cual se accede por unas cuantas gradas, siendo la pieza principal del templo,
y ubicando el altar mayor en él, todo esto convertía a la eucaristía en competente con la constitución
de la iglesia en la que se impartía.
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La
gran
iglesia
madre de
los
en las nuevas fundaciones de América Latina, pero pese a tener este modelo para la realización de
las iglesias, en cada población los jesuitas iban dejando su propia huella, influyendo de gran manera
a la arquitectura del lugar.
Tanto las instrucciones de Carlos Borromeo, como la iglesia modelo de los Jesuitas Il Gesú de
Roma, fueron tomadas en cuenta para la construcción de la iglesia de la compañía de Jesús en
Quito. La forma de la iglesia en cruz latina inscrita en un rectángulo es una de las características que
se aprecia con facilidad en la Iglesia de La Compañía, la construcción de la nave central más alta que
las naves laterales y sostenidas por pilastras de piedra, se conectan funcionalmente entre sí mediante
arcos de medio punto, convirtiendo el espacio un solo conjunto, tal como lo menciona Borromeo, el
tipo de la iglesia es de salón, sin barreras ni obstáculos que impidan que se llene durante los oficios
divinos, procesiones o predicaciones, por eso se elimina de las iglesias jesuíticas los órganos, coros y
rejas , pero en iglesia de la Compañía ya que era más fácil llamar la atención de los indígenas con
música y pinturas, se colocó un coro con órgano ubicado en un entrepiso de la parte alta de la
entrada para que no fuera un obstáculo en la planta baja de la iglesia.
El estilo mudéjar se puede encontrar en las figuras geométricas impregnadas en los pilares,
en sus bóvedas, muros y cúpulas; el churrigueresco se aprecia tanto en las naves como en todas las
puertas de la iglesia, el renacentista es marcado gracias a los elementos arquitectónicos que posee la
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iglesia, pero el estilo que sobresale es el barroco gracias a sus figuras curvas de flores, frutos o
guirnaldas que se aprecian talladas en la piedra de la fachada, y en su interior talladas en la madera
de los retablos o esculpidas en el estuco, todo el templo posee una estupenda simetría que sobresale
en su arquitectura, cada lado el templo posee la misma cantidad de elementos tanto en su interior
como en su exterior, pero a pesar de haber sido construida en 160 años, en dos etapas las cuales
estuvieron a cargo de varias personas, se puede ver una continuidad constructiva como si la hubiese
dirigido un solo arquitecto. Y todas estas características han sido mantenidas en el tiempo a pesar de
los incidentes que haya sufrido se han cuidado sus lineamientos originales.
Aunque
Borromeo dicta la
utilización de mármoles y
piedras duras para
los acabados de las iglesias, en la iglesia de la Compañía se ha optado por la utilización de madera, y
tallas en estucos en su interior; al exterior el único material utilizado para su fachada es la piedra
andesita, en la cual se han tallado todas sus figuras. De esta manera se puede observar que la
Iglesia de La Compañía de Jesús sigue con los estándares tomados por los Jesuitas de las
Instrucciones del Cardenal Carlos Borromeo para su construcción y decoración, siguiendo los
estándares de Firmitas, Utilitas y Venustas, pero con ciertas modificaciones ya que los padres
jesuitas querían un espacio en donde los indígenas se sintieran cómodos.
Durante este periodo hasta mediados del siglo XX se realizaron una serie de intervenciones
de los elementos afectados. Se derribó la torre de campanas que se encontraba muy afectada por los
terremotos suscitados en la ciudad, se retiró el pretil del atrio, en el interior se modificaron los
retablos, se trabajaron los dorados y se renovaron las imágenes. En 1970 se realiza una importante
rehabilitación arquitectónica en templo, en donde se construyen cámaras de ventilación para dar una
aireación al piso de madera el cual fue cambiado. Se recubren las cubiertas con teja vidriada y se
abren las criptas y mausoleos. En el año de 1987 un fuerte terremoto golpea a la ciudad de Quito,
muchas edificaciones fueron afectadas en especial las del centro histórico, con varios templos
religiosos presentando graves lesiones. La iglesia de la Compañía presentaba gran afectación,
producto del abandono que conjuntamente con el terremoto puso en duda su estabilidad.
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El Banco Central del Ecuador (BCE) y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural del Ecuador (INPC)
fueron quienes enfrentaron la emergencia que se suscitaba en la ciudad. De esta manera, el BCE que
hasta el momento era la entidad que tenía la mayor competencia en la conservación del patrimonio,
se encargó de realizar varias obras emergentes en el templo. Estas obras sirvieron para sanear
temporalmente los efectos del temblor; realizó la construcción de un cerramiento provisional, apuntaló
el muro sur de la edificación, se sellaron grietas y fisuras de la cubierta. Así mismo el papel
protagónico que tenía el BCE hasta el año de 1992 permitió que el templo jesuita cuente con un plan
de
Otras obras importantes completaron la tarea: el tratamiento de todas las fisuras de cubiertas,
previa su impermeabilización y cambio de tejuelos vidriados en gran parte de la superficie; el
saneamiento de las humedades en muros luego de la renovación de los elementos de conducción de
las aguas lluvias; la construcción de cámaras de aire en todo el templo, incluida la sacristía y la capilla
de san José, para asegurar el buen estado durante mucho tiempo de los nuevos pisos de madera que
han sido colocados; la restauración de diez de los once retablos distribuidos en las naves laterales,
presbiterio y sacristía; la restauración de la ornamentación mural en todo el templo. La capilla de
santa Mariana de Jesús, incluyendo lienzos y retablo, fue intervenida por parte del Instituto Nacional
de Patrimonio Cultural, posteriormente se lo hiciera en los pisos. Nuevas instalaciones eléctricas de
iluminación, fuerza y electrónicas de seguridad se han colocado en el templo. Obra importante que se
ejecutó al interior de la iglesia, fue la de restauración del coro y del mueble del órgano; resta trabajar
en la dotación de elementos museográficos con instalaciones informáticas y eléctricas,
complementarias a las existentes; y por el exterior, se concluyó como obra última la restauración del
pórtico y de la cruz de piedra, junto con el piso del atrio.
4.2 CONCLUSIÓN
Para concluir es importante resaltar el significado que tiene esta iglesia a nivel
latinoamericano, sobre todo al estar en una región donde no siempre se le da tanta importancia a
estos patrimonios que al final terminan moldeando la cultura de un país o región. En la compañía de
Jesús vimos como a pesar de ser una iglesia con planos traídos desde Europa, los jesuitas igual
modificaron ciertos elementos para poder ajustarse a las necesidades y cultura de los indígenas,
quizás esto es lo que hace a este templo tan especial, porque fue la fusión perfecta de estilos y
culturas y sigue manteniendo hoy día esa importancia. Los jesuitas hicieron un gran trabajo
conservando no solo sus lineamientos y valores sino también conservando su patrimonio, y es que
muchos años antes de ser declarada patrimonio de la humanidad, para los jesuitas, este templo ya
tenía esa importancia, se puede ver claramente desde el principio de su construcción, ellos sabían
que este lugar iba a ser su hogar en la región y por ende le dieron esa importancia y valor,
escogiendo el terreno, trabajando por conseguir un lugar apto para la edificación, cuidando cada
detalle, e incluso muchos años después, luego de su expulsión y retorno al ecuador, siguieron
cuidando su patrimonio.
Los jesuitas fueron visionarios al darle la importancia que merecía a su templo, cuidando cada
detalle y restaurando cada fisura, por muchos años hasta que finalmente tuvieron la ayuda del estado
ecuatoriano, sentando un precedente en la conservación de patrimonios en Latinoamérica, pues de
verdad se sumergieron en el estudio de preservación arquitectónica de estas obras, considerando
todos las aristas, todas las variables tecnológicas para la recuperación de su estructura luego del
sismo, no fueron medidas apresuradas sino en cambio, estudios que se hicieron sobre cuales
técnicas usar para poder preservar las características originales del templo, refuerzos estructurales
que funcionaran y la protegieran de los sismos pero que a su vez no fueran demasiado fuertes al
punto de que la tensión quebrara sus muros de mampostería, analizaron cada detalle y dieron
ejemplo de cuidado de patrimonios en la región, pero más allá de solo esto, dieron ejemplo sobre
cuidado de la cultura, de invertir en algo tan importante como lo es la historia y educación de una
región. Es por ello que la iglesia de la compañía de Jesús es hoy día uno de los patrimonios mejor
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conservados de américa, pues los jesuitas de la mano con una buena gestión han ido trabajando para
mantener la edificación en buen estado, no solo reparar daños, sino prevenirlos mediante revisiones y
mantenimientos frecuentes que ayuden a conservar de manera extraordinaria este pedazo de historia
y cultura ecuatoriana.
REFERENCIAS