Origen y Conceptos Fundamentales Del Tráfico

Origen y conceptos fundamentales del tráfico ©
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Índice
Origen y conceptos fundamentales del tráfico 3
I. Introducción 3
II. Definición de tráfico y circulación 3
III. Los tres factores implicados en el tráfico 5
3.1. Factor infraestructura 5
3.1.1. Ingeniería de tráfico y diseño de carreteras 6
3.1.2. Conservación y mantenimiento de carreteras 7
3.1.3. Aportación de las infraestructuras a la seguridad 7
3.2. Factor vehicular 8
3.2.1. Partes y mecanismos del vehículo 9
3.2.2. Sistemas de seguridad activa 11
3.2.3. Sistemas de seguridad pasiva 11
3.3. Factor humano 12
3.3.1. Los protagonistas del tráfico 13
3.3.2. Procesos psicológicos del conductor 13
3.3.3. Procesos fisiológicos del conductor 14
3.3.4. Árbol de factores de accidentes de tránsito 15
IV. Apuntes históricos sobre el origen del tráfico 16
4.1. Origen de los caminos 16
4.2. Los primeros vehículos 17
4.3. El primer vehículo en Ecuador 20
4.4. Origen y necesidad de legislación en materia de tráfico 21
V. Principios fundamentales del tráfico 23
5.1. Principio de la responsabilidad 24
5.2. Principio de la confianza en la normalidad del tráfico 24
5.3. Principio de la seguridad o de la defensa 24
5.4. Principio de la señalización o circulación dirigida 24
5.5. Principio de la integridad personal o aceptación de la fuerza mayor 24
VI. Resumen 24
VII. Lecturas recomendadas 25
Recursos 26
Enlaces de Interés 26
Bibliografía 26
Glosario. 27
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Origen y conceptos fundamentales del tráfico
I. Introducción
Desde que el hombre nace y aprende a andar, antes de tener conciencia de sí mismo, aprende a
desplazarse. El fenómeno circulatorio está muy presente en el día a día del ser humano y en
múltiples facetas, repercutiendo en casi todos los aspectos de su vida.
La complejidad y repercusión que ha llegado a alcanzar hace necesario su estudio. Para introducirse en el
tráfico y la circulación, es necesario conocer el significado de estas palabras y su aplicación, los factores
que lo protagonizan y los principios que lo regulan. Además, conocer el origen de los elementos que lo
integran ayudará a entender el presente del tráfico y la circulación.
El tráfico se da en un escenario que consta de vías y otros elementos necesarios. El ser humano,
protagonista del tráfico, con el propósito de transportarse a sí mismo, otros pasajeros y sus mercancías,
utiliza como herramientas los vehículos. Estos tres elementos, ser humano, vehículo y vía, constituyen los
tres factores protagonistas del tráfico.
Estos, a su vez, necesitan de unas normativas claras que permitan la convivencia pacífica y
coordinada. Es necesario conocer estos tres factores desde su origen y el desarrollo de las leyes que rigen
sus comportamientos. El propósito de esta unidad es mostrar los aspectos básicos del tráfico, justificar su
importancia y entender el presente del fenómeno circulatorio a través de su evolución en la historia.
II. Definición de tráfico y circulación

El movimiento de personas y cosas es un fenómeno tan antiguo como la propia humanidad. La
necesidad de desplazarse por diversidad de razones ha evolucionado hasta crear una realidad social
presente en todas las épocas y civilizaciones de la historia.
La palabra tráfico procede del término latino transfigicare, que significa “cambio de sitio” y
aparece como sinónimo del fenómeno circulatorio en la Ley del 28 de febrero de 1772 que
establecía las “Reglas que deben observarse para la conservación de los caminos generales del
Reino”, promulgada bajo el Reinado de Carlos III.
Siendo el transporte el cambio de posición geográfica de personas o mercancías, el tráfico vial se

entiende como el transporte referido exclusivamente al movimiento de vehículos.
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El término circulación procede del latín circulare, que significa “andar en círculo” y expresa un
concepto similar al de tráfico.
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define tráfico como la circulación de vehículos
por calles y caminos o como el movimiento o tránsito de personas, mercancías, etc. por cualquier otro
medio de transporte.
Con estos términos se entiende el fenómeno circulatorio como un hecho que no resulta sencillo, ya que
en su desarrollo implica los siguientes aspectos:
Aspecto físico
La circulación es un fenómeno físico en cuanto a que está sometida a las leyes físicas del movimiento;
intervienen una serie de fuerzas dinámicas que afectan a los factores implicados en el tráfico.
Aspecto social
El tráfico coexiste en espacio y tiempo con otros factores y su influencia en ellos es importante. Esto se
percibe en la necesaria convivencia que se da en las vías y las normas sociales que surgen. También se
percibe cierta influencia en la estratificación de diferentes clases sociales por el uso de los diferentes
medios utilizados.
Aspecto técnico
Se requiere de una gran especialización por parte de los diferentes sectores que participan en la
circulación y son en parte responsables de que se efectúe de manera ordenada, ya sea de aquellos
agentes responsables de la regulación del tráfico como la formación de conductores, creación de
legislación concreta o construcción de infraestructuras.
Aspecto jurídico
La convivencia de diferentes usuarios da lugar a la creación de una serie de derechos y obligaciones que
mantengan la libertad de cada individuo hasta donde comience la de los demás. Esto requiere una
regulación jurídica que permita el equilibrio entre el derecho individual de cada cual al uso de la vía y la
obligación de respetar la libertad ajena. De esa manera, todo usuario que tenga unas aptitudes
psicofísicas apropiadas puede circular por lugares concretos con el vehículo que sea conveniente al
lugar y a la autorización administrativa pertinente y en las condiciones mecánicas adecuadas.
En el caso de Ecuador, de acuerdo con el Reglamento a la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito

y Seguridad Vial, en su Artículo 392. Glosario de términos, se establecen los siguientes conceptos:
Tránsito: movimiento ordenado de personas, animales y vehículos por las diferentes vías
terrestres públicas o privadas, sujeto a leyes y reglamentos sobre la materia (Asamblea Nacional,
2012).
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Esto guarda relación directa con la denominación de las instituciones de Estado, que son las encargadas
de la planificación y control en materia de tránsito y seguridad vial en el país: Agencia Nacional de Tránsito,
Dirección Nacional de Control de Tránsito y Seguridad Vial, Comisión de Tránsito del Ecuador y Agentes
de Tránsito (GAD).
III. Los tres factores implicados en el tráfico

El tráfico es un fenómeno histórico, social, económico y jurídico a la vez, y puede ser objeto de estudio
desde todas esas perspectivas. Sin embargo, la forma más común de profundizar en su evolución histórica
y en el análisis de su problemática actual es a través de los elementos que intervienen en él:
La vía.
El vehículo.
El factor humano.
Conforman tres grandes pilares cuya combinación adecuada resulta en la consecución segura del tráfico.
Cada uno de estos factores tiene en mayor o menor medida una gran influencia en la seguridad con la
que se efectúa el transporte. No se pueden considerar como factores aislados, ya que es necesaria su
interactuación. De forma general, se considera que el factor humano es el más decisivo, ya que toma las
decisiones finales, tanto en la consecución de la conducción como en el diseño y mantenimiento de la
infraestructura viaria y el vehículo.
3.1. Factor infraestructura
Este es el escenario donde se hace posible que se desarrolle la circulación. Desde las
cañadas, creadas en muchas ocasiones de forma natural para el transporte de ganado, hasta
complejas obras de ingeniería, como los acueductos, pasando por las vías urbanas, existe una
gran variedad de elementos que crean el escenario donde se desarrolla el fenómeno circulatorio.
Cada país o región combina estas vías de manera que se creen redes que finalmente repercuten en
factores sociales y económicos de las zonas donde muestra su influencia. Por ello, las autoridades dan
importancia a este factor como motor económico y como recurso social de sus habitantes.
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Las vías y carreteras son los elementos principales de este factor pero se complementa por
muchos otros, como señalización, puentes, iluminación o barreras de contención, que
colaboran en un mismo propósito: crear el espacio necesario para que se desarrolle el tráfico en
las condiciones de seguridad óptimas.
El factor infraestructura se caracteriza por ser un elemento fijo, inmovible y en parte poco susceptible al
cambio, lo que puede presentar una desventaja en ocasiones ya que el progreso técnico de los demás
factores implicados suele ser más rápido, lo que no le permite siempre estar a la altura de las exigencias.
Por esta razón, su diseño y desarrollo se plantea previendo las posibles evoluciones del tráfico para que
pueda soportar sus exigencias.
3.1.1. Ingeniería de tráfico y diseño de carreteras
La ingeniería civil es una disciplina de la ingeniería profesional que emplea conocimientos de química,
física, mecánica o cálculo para el diseño, construcción y mantenimiento de infraestructuras emplazadas en
el entorno, lo que incluye, además de presas, puertos o puentes, el diseño de carreteras.
Aunque se le conoce también como ingeniería de caminos, se le llamó civil para diferenciarla de la
ingeniería militar, de la cual deriva su actividad.
De entre las diferentes ramas de las que consta, la de la infraestructura vial es la encargada del diseño y
mantenimiento de vías y estructuras relacionadas con ellas.
Figura 1. Ejemplo de infraestructura viaria
Figura 1. Ejemplo de infraestructura viaria.

Fuente: Wikipedia (2011).
A la hora de enfrentar el diseño de una carretera o vía, se deben tener en cuenta datos como la velocidad
a la que se circulará o la visibilidad que se tiene desde el puesto de conductor. Se aborda el diseño desde
varias perspectivas:
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Trazado en planta
Se refiere al diseño de una vía desde el punto de vista de su alineación. En este diseño se elaboran las
rectas y las curvas. Las rectas, aun pareciendo el diseño más adecuado, deben estar adecuadamente
combinadas con las curvas para no favorecer la aparición de la sensación de monotonía. Para el diseño
de estas, se ha de tener en cuenta efectos como la fuerza centrífuga y la visibilidad de parada.
Trazado en alzado
Este diseño define el recorrido e intenta adaptarse al terreno donde va a asentarse. No todos los terrenos
son igual de accidentados y se debe conseguir un equilibrio de la economía y la comodidad, así como
la seguridad. Este diseño consta de la combinación de rasantes positivas o negativas que, en el primer
caso, se tratan de rampas o subidas y, en el segundo, de pendientes o bajadas. A la hora de proyectar
cambios de rasante, el factor que más se tiene en cuenta es la visibilidad.
Terrenos
Una de las circunstancias que más influyen a la hora de determinar el coste de la construcción de una
carretera es la topografía existente en la zona destinada a albergar la carretera, por lo que la elección y el
estudio del terreno es un capítulo de suma importancia. Por ello se dedican estudios previos que
incluyen estudios hidrológicos, morfológicos, geológicos, litográficos, etc., que determinen que los
terrenos escogidos tienen los suficientes requerimientos para que se lleven a cabo las obras con
garantías.
3.1.2. Conservación y mantenimiento de carreteras
Mientras que el diseño y la creación de una carretera tienen un principio y un fin, la conservación
conlleva un proceso mucho más largo que comienza justo a la finalización de su construcción. El
mantenimiento, en muchas ocasiones, significa la convivencia de obras con el tráfico que ya está usando la
infraestructura, por lo que puede hacer aun más complicada la tarea. La conservación y mantenimiento
puede ser de dos tipos:
Conservación preventiva
Evita el deterioro antes de que se produzca. También es conocida como conservación ordinaria, y
resulta más económica. Entre las actividades que se circunscriben en este apartado están el
mantenimiento de la vegetación de los taludes, la eliminación de obstrucciones en elementos de drenaje,
la limpieza de firmes drenantes, etc.
Conservación correctiva
Cuando el deterioro de la infraestructura alcanza ciertos niveles, se procede a la reconstrucción o
reposición de los elementos afectados. Este mantenimiento se requiere en zonas que han sido escenarios
de accidentes, donde barreras de contención han quedado deformadas y deben ser sustituidas, o en
firmes que presentan deformaciones en capas inferiores y requieren su demolición y excavación para la
construcción de nuevas capas.
3.1.3. Aportación de las infraestructuras a la seguridad
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La infraestructura, como uno de los tres protagonistas del tráfico, puede aportar, por su diseño y
construcción, un aumento en la seguridad de los usuarios. Es un elemento estático y poco susceptible al
cambio, y estas características hacen más importante que los elementos implicados en la seguridad sean
elegidos con cuidado.
Se pueden diferenciar los elementos que, siendo necesarios para la conducción, pueden ser
diseñados de manera que aporten seguridad, como el firme, la señalización o el trazado. Otros,
como el balizamiento, la iluminación o los arcenes, no se requieren para que se dé el fenómeno
circulatorio pero aumentan el nivel de seguridad.
De entre los elementos de seguridad, también se pueden diferenciar entre aquellos que aportan seguridad
activa, pasiva o ambas a la vez. De los elementos de seguridad activa, se pueden destacar los tipos de
firmes, que pueden diseñarse de manera que proporcionen mayor agarre a los vehículos; la señalización,
que se diseña con las dimensiones y los materiales que le aporten mayor facilidad de lectura y
comprensión.
Unos elementos destacados de la seguridad pasiva son los elementos de contención, que están
diseñados para minimizar los daños en casos de accidentes con salidas de vía.
Figura 2. Las barreras de seguridad y señalización aportan seguridad a las infraestructuras
Figura 2. Las barreras de seguridad y señalización aportan seguridad a las infraestructuras.

3.2. Factor vehicular
El vehículo es el medio que el hombre utiliza para hacer uso de la vía y poder desplazarse.
Según el Reglamento General de Vehículos, es un aparato apto para circular por vías o
terrenos, y el automóvil es el vehículo de motor que sirve para el trasporte de personas, cosas o
ambas a la vez, o para la tracción de otros vehículos.
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A diferencia del factor infraestructura, el vehículo es más susceptible de cambio y mejora, lo que le
permite evolucionar con más rapidez en aspectos como la comodidad o la seguridad. En cambio, su
envejecimiento es también más rápido, lo cual resulta en un detrimento acelerado de las características
mencionadas.
Otro aspecto que este factor presenta es su rápido aumento, lo que puede provocar que la capacidad de
las vías quede mermada en un breve espacio de tiempo. Por ello, las vías deben proyectarse teniendo en
cuenta este crecimiento y también la variedad de vehículos que circulan por ellas.
3.2.1. Partes y mecanismos del vehículo
El reglamento citado define cada uno de los vehículos sobre los que legisla, y los clasifica por criterios
de utilización y de construcción. Pero la inmensa mayoría de ellos tienen en común ciertos elementos
mecánicos:
Estructura metálica
También denominado chasis, es la parte metálica compuesta de bastidor y carrocería que da forma
externa y soporta los demás elementos mecánicos del vehículo. No deben pasarse por alto sus
deformaciones por accidente o exceso de carga ya que este sistema es parte de la seguridad del
vehículo más que un elemento simplemente estético.
Motor
Es el elemento encargado de proporcionar energía mecánica al vehículo. Los más utilizados son los
motores térmicos de cuatro tiempos que pueden utilizar o bien gasolina o gasóleo como combustible.
Con todo, cada vez más se opta por otros motores como los eléctricos y los alimentados por gas
licuado de petróleo, al ser menos o nada contaminantes. Una pieza que ha de sustituirse con la debida
frecuencia es la correa de la distribución ya que una rotura en la misma sería fatal para el motor.
Sistema de alimentación y escape

Todo motor necesita un mecanismo que alimente al motor con la cantidad exacta de combustible y otro
que se encargue de expulsar los gases resultantes de la combustión. El sistema de alimentación se suele
componer de dos circuitos para proporcionar aire y combustible que, convenientemente mezclados,
proporcionen la mezcla necesaria para que el motor cree la energía mecánica. El sistema de escape
consigue evacuar los gases de manera eficaz y menos contaminante posible.
Sistemas de lubricación y refrigeración
El movimiento del motor genera un rozamiento entre sus piezas que provoca gran cantidad de calor que
ha de ser evacuado. Esta función la realiza el sistema de refrigeración, que evita el sobrecalentamiento y
mantiene la temperatura óptima de funcionamiento. Por ello se debe vigilar el nivel del líquido
refrigerante con periodicidad. Además, este rozamiento puede generar un rápido desgaste de las piezas,
por lo que el sistema de lubricación se encarga de proteger las piezas por medio de una película de
aceite para reducir el contacto al mínimo. Su mantenimiento incluye el cambio de aceite y sus filtros de
forma periódica, así como vigilar que el nivel esté en las medidas adecuadas.
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Sistemas eléctricos
Ciertos componentes del vehículo necesitan energía eléctrica para funcionar, como la iluminación, el
motor de arranque o el motor del limpiaparabrisas. Mientras el vehículo está en movimiento, se
aprovecha la energía mecánica del motor para convertirla en eléctrica pero, cuando el motor no está en
marcha, es la batería la encargada de esta tarea, que almacena energía química y, por medio de
reacciones químicas, la convierte en eléctrica cuando es preciso. La batería requiere su sustitución
periódica ya que, aunque va siendo recargada con el movimiento del motor, va perdiendo propiedades.
Sistema de transmisión
Para que la energía proporcionada por el motor llegue a las ruedas, se utiliza un sistema que traslade esta
energía. Entre sus elementos están el embrague, que acopla o desacopla el movimiento del motor al
resto del sistema; la caja de velocidades, que modifica la relación de transmisión convirtiendo el par; el
árbol de transmisión; el mecanismo cónico-diferencial y las juntas y semiárboles de transmisión.
Ruedas y neumáticos
Son los pies del vehículo y el punto de contacto con el firme, por lo que se convierten en un elemento
del cual depende la seguridad del vehículo en gran medida. La rueda consta de dos partes: la llanta,
normalmente metálica, y la cubierta. Se debe vigilar que la presión de inflado sea correcta y equilibrada
ya que sería peligroso circular con ruedas que lleven distintas presiones en el mismo eje. Se debe
proceder a su sustitución cuando el dibujo de la cubierta esté gastado ya que es el encargado de
aumentar la adherencia.
Sistema de suspensión
Si es importante la función que realizan los neumáticos, no menos lo es el sistema de suspensión, que no
solo aporta comodidad a los pasajeros, sino que se encarga de que las ruedas no pierdan el contacto
con el firme. Este sistema consta de muelles y amortiguadores. Cuando se detecta un muelleo del
vehículo o una sensación de cabeceo, significa que los amortiguadores están desgastados y se debe
proceder a su sustitución.
Sistema de frenado
Este sistema se encarga de aminorar la velocidad o incluso detener el vehículo a voluntad del conductor.
También inmoviliza el vehículo cuando está inmovilizado o estacionado. Deben sustituirse las zapatas o
pastillas de freno de forma regular y, si son de accionamiento hidráulico, se ha de vigilar posibles fugas
en el circuito. Los sistemas de frenado neumático deben vigilar también las posibles fugas de aire en el
circuito y debe purgarse con frecuencia.
Sistema de dirección
Se encarga de dirigir el movimiento del vehículo en la dirección que el conductor elija. Suelen ser
asistidas por mecanismos hidráulicos que facilitan el manejo del volante. Un síntoma que puede ayudar a
detectar fallos en este sistema son las holguras en el volante.
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Figura 3. Partes del vehículo.
Figura 3. Partes del vehículo.

Fuente: www.mecanicayautomocion.blogspot.com.es (2009)
3.2.2. Sistemas de seguridad activa
El factor vehicular tiene una gran influencia en la seguridad y, como parte susceptible de cambio, ha
sufrido una gran transformación de manera que se fabriquen para que sus sistemas sean más seguros,
incluso adicionando sistemas que aporten mayor estabilidad, visibilidad o control para lograr evitar el
accidente:
Estabilidad
Son varios los sistemas que aportan este factor. La carrocería debe estar diseñada de manera que la
aerodinámica proporcione agarre al firme, de igual manera que la suspensión. Otros elementos que
colaboran son el asiento del conductor o el sistema antiblocaje de frenado ABS.
Visibilidad
Tan importante es ver como ser vistos; para ello, colaboran el sistema de iluminación y los cristales.
Estos últimos participan además en la seguridad pasiva, siendo de vidrio laminado que no se astilla, sino
que se agrieta permitiendo cierta visibilidad en caso de rotura.
Control
El conductor debe poseer en todo momento el control del vehículo de manera que pueda accionar los
mandos o sistemas necesarios con efectividad para evitar el accidente. Para ello es importante el motor,
el sistema de frenado, de dirección y una buena adherencia de los neumáticos.
3.2.3. Sistemas de seguridad pasiva
Una vez que se ha desencadenado el accidente, el vehículo aun puede proteger de manera eficiente a los
pasajeros minimizando sus daños. Este es el concepto de seguridad pasiva y todos los sistemas que la
aportan tienen en común la integridad de los pasajeros. De esta manera, hay algunos elementos que son
totalmente innecesarios para efectuar la conducción pero pueden llegar a salvar vidas:
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Carrocería
Es lo primero que recibe el impacto en caso de accidente y sus características son decisivas para la
supervivencia de sus ocupantes. Debe estar provisto de protectores delanteros y traseros, y ser lo
suficientemente elástico como para absorber la energía del golpe pero tener un habitáculo resistente que
mantenga una zona de supervivencia que proteja a los pasajeros.
Cinturón de seguridad
Innecesario para la conducción pero imprescindible para sujetar el cuerpo en caso de colisión, evitando
el desplazamiento y los consiguientes golpes con otros elementos del habitáculo. Es particularmente
eficaz en golpes frontales pues, según estudios recientes, divide por nueve el riesgo de fallecimiento o de
heridas graves en la cabeza y reduce a una cuarta parte el riesgo de heridas, fracturas y lesiones de otro
tipo.
En contra de su utilización, se alega que el esfuerzo de retención que ejerce sobre el tórax puede
ocasionar lesiones y fracturas de costillas y clavícula. Con todo, las estadísticas siguen mostrando que
su utilización es efectiva. En el caso de menores, se han de utilizar sistemas de retención adecuadas a su
peso, talla y edad.
Reposacabezas
Las lesiones cervicales por alcances son muy frecuentes y, dependiendo de su gravedad, pueden llegar a
causar la muerte. Debe estar bien colocado y regulado a la altura correcta.
Airbag
Es una bolsa de tela que se infla con gas en milésimas de segundo en caso de colisión. Se encuentran en
el volante, en el salpicadero del pasajero y, en algunos casos, en zonas laterales. Es un sistema
complementario al cinturón de seguridad y comienza a ser efectivo cuando aquel ve sobrepasada su
capacidad de retener el cuerpo.
Columna de dirección
Antiguamente, la columna de dirección se convertía en una verdadera lanza en caso de accidente, por lo
que, en la actualidad, se construye de manera seccionada para que se desplace en caso de colisión del
tórax del conductor con el volante.
3.3. Factor humano
Este es, sin duda, el factor más importante e influyente en la seguridad vial. En el proceso
de la conducción, intervienen muchos procesos psíquicos y fisiológicos. Del comportamiento del
ser humano depende, en definitiva, la seguridad en la circulación.
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Es el protagonista y el responsable en último término del manejo del vehículo y del uso de las vías. No
solo se considera a este factor desde el punto de vista de conductor del vehículo, sino también como
peatón y, en último término, como el responsable del diseño y construcción de las vías o la fabricación y el
mantenimiento adecuado de los vehículos que usa. Las mejoras que se buscan en los vehículos y las vías
tienen el propósito de buscar las ventajas del factor humano.
3.3.1. Los protagonistas del tráfico
No se puede abordar este factor sin conocer, al menos, los papeles que puede representar el individuo
en el tráfico. Quizá el más destacable sea el de conductor de un vehículo; debido a ello, muchos otros
papeles giran en torno a sus acciones. Pero existen otros no menos importantes que también merecen
consideración:
Conductor
Es el protagonista al que se le dedica más atención, al que más se le forma y controla y el más visible,
también el último responsable de la conducción, de las decisiones que se toman respecto al vehículo y,
por tanto, tiene la última palabra para conseguir que la conducción se realice en condiciones seguras. Su
formación y sus capacidades físicas y aptitudes psicológicas deben ser las adecuadas respecto al
vehículo que conduzca. Este último aspecto puede hacer de él un usuario más o menos débil porque los
conductores de bicicletas o motos, ante un accidente, suelen tener lesiones de mayor gravedad al estar
su cuerpo más expuesto.
Peatón
Al igual que los conductores de bicicleta o moto, son considerados usuarios vulnerables de la vía. Ellos
también deben ser formados de manera que cumplan las normas que para ellos se especifican y, de esa
manera, se pueda desarrollar una convivencia tranquila entre ellos y el tráfico, especialmente en los
ámbitos urbanos. Una especial consideración merecen los ancianos, los discapacitados y los niños, ya
que unen a la vulnerabilidad propia de un peatón y las limitaciones propias de sus condiciones físicas.
Pasajeros
También, como usuarios de la vía, son protagonistas del tráfico y, en menor medida, que los
conductores, también tienen normas que vigilar. Sirva como ejemplo el caso de los pasajeros de las
motocicletas, los cuales están obligados a llevar casco, o los menores, que deben viajar con sistemas de
retención infantil adecuados a su talla, peso y edad.
Otros responsables
En este grupo se engloban todos aquellos individuos que, no estando haciendo uso de la vía, influyen en
su funcionamiento de determinada manera. Desde los poderes legislativos de cada Estado hasta los
talleres mecánicos, pasando por diseñadores de vehículos, formadores de conductores, responsables
de la construcción de infraestructuras, etc. Ellos son también parte del factor humano del tráfico,
pudiendo influir de manera positiva o negativa en la seguridad vial.
3.3.2. Procesos psicológicos del conductor
La tarea de la conducción se produce por la aplicación de aptitudes y capacidades tanto físicas como
psíquicas del sujeto. Algunos de los procesos psicológicos fundamentales necesarios para realizar esta
tarea son los siguientes:
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Atención
El hombre es capaz de procesar información pero de forma limitada, por lo que existen ciertos
procesos que discriminan estímulos para seleccionar otros.
Este proceso selectivo es la atención. La atención no será siempre la misma ya que hay tareas que se
realizan de forma automática y otras de manera controlada, requiriendo estas últimas más energía por
parte del conductor. Como ejemplo sirva el manejo de la palanca de cambios de velocidad, que son
seleccionadas de manera automática, sin requerir atención, por parte del conductor experimentado, que
por el contrario sí usa su mayor esfuerzo en otras tareas, como evitar un alcance en una vía con
congestión o seguir las indicaciones correctas para llegar a su destino.
La atención puede estar influida por aspectos como la edad, la fatiga o la ingesta de alcohol o
fármacos.
Percepción
Cuando nuestros sentidos reciben información, se lleva a cabo un proceso que culmina formando una
percepción. Esta depende de la experiencias previas y necesidades, por lo que un mismo estimulo puede
ser percibido de diferentes maneras, dependiendo del sujeto que lo recibe.
Se puede ilustrar con la percepción de un vehículo que se ve a lo lejos en el carril contrario cuando se
va circulando; aunque los receptores sensoriales, en este caso los ojos de un sujeto, vean un objeto
aumentando de tamaño, no interpretan un crecimiento literal del objeto en sí, sino un acercamiento a él.
La percepción adecuada de la velocidad, la profundidad, la distancia y el tiempo son indispensables

para la toma de decisiones acertadas por parte del conductor.
Percepción del riesgo
Mucho más subjetivo que la percepción del espacio o de la velocidad es la percepción del riesgo. Este
proceso psicológico puede estar influenciado por fuerzas emocionales, aprendizajes y experiencias
previas, o por la búsqueda de emociones intensas. También la adecuación a la velocidad o la
reafirmación de qué conductas arriesgadas no son peligrosas pueden hacer creer que no conllevan
riesgo. Es importante que se tenga consciencia de ciertas prácticas y actitudes que son peligrosas
aunque no se perciban como tal y todo conductor debe recordar la existencia real del riesgo.
3.3.3. Procesos fisiológicos del conductor
Las condiciones físicas de un conductor deben ser las adecuadas para ejercer en condiciones de
seguridad la tarea de la conducción. Existen ciertos factores que deben vigilarse ya que son muy comunes
al ser humano en sus tareas cotidianas pero que pueden volverse peligrosas si se presentan cuando un
sujeto conduce un vehículo:
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La fatiga
Es un estado que afecta no solo físicamente, sino también psicológicamente, al conductor.
Resulta en un aumento del tiempo de reacción e interfiere en la percepción de las distancias. Además
disminuye la capacidad de respuesta a los estímulos.
Los factores que provoquen su aparición pueden estar asociados a la vía, al entorno, al vehículo o al
mismo conductor. Se deben conocer los síntomas de fatiga para poder aplicar los recursos necesarios
para evitar que interfiera en la conducción. Con todo, lo más recomendable es evitar su aparición
realizando descansos periódicos en viajes prolongados, aprovechando para tomar agua y desentumecer
los músculos o descansar lo suficiente antes de conducir.
El sueño
El ser humano dedica una tercera parte de su vida al sueño y resulta imprescindible para su correcto
funcionamiento psicofisiológico. Por lo tanto, cuando no se duerme lo suficiente, el organismo
reacciona con una serie de desajustes que se vuelven especialmente peligrosos al volante.
Los efectos que provocan el sueño en la conducción son aumento del tiempo de reacción, reducción
de la atención, aumento del tiempo del procesamiento de la información o la alteración de las funciones
sensoriales. La falta de sueño puede deberse a la privación del mismo por factores voluntarios o
enfermedades. Otros factores, como el alcohol o la alimentación, pueden también provocar la aparición
de este.
El estrés
Este fenómeno aparece cuando un sujeto siente un desequilibrio entre las tareas que tiene que realizar y
sus capacidades. No solamente se manifiestan sus síntomas de manera psicológica, sino que también
afecta a la salud física de quienes lo padecen. Sus síntomas principales son cansancio, agotamiento,
ansiedad, perdida de atención, reacciones agresivas y fallos en la ejecución de tareas. Ante la tarea de la
conducción, afecta a la percepción, a la atención y a la toma de decisiones.
3.3.4. Árbol de factores de accidentes de tránsito
La mayor cantidad de accidentes de tránsito en el Ecuador son generados por fallas humanas. En los
factores humanos que generan accidentes de tránsito, es necesario señalar los siguientes:
1
Factor físico-fisiológico.
Factor mental-emocional.
3
Factor experiencia-exposición.
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Figura 4. Árbol de factores causales.
Figura 4. Árbol de factores causales.

Fuente: Guardia Civil (2018).
IV. Apuntes históricos sobre el origen del tráfico
4.1. Origen de los caminos

Por el año 3.500 a.C., en la zona de Mesopotamia y derivada del torno de los alfareros, aparece la
rueda, que se convierte en uno de los inventos más revolucionarios de la historia de la humanidad. En esa
misma época, se construyen las primeras vías de comunicación en el suroeste de Asia entre el Mar Caspio
y el Mar Negro, con el fin de mejorar las sendas para facilitar el movimiento de los animales, haciendo
posible el comercio.
De la civilización persa, quedan vestigios de su gran carretera que unía las ciudades de Sura, Nínive y
Harán. Por su parte, en Europa, las vías más antiguas eran las Rutas del Ámbar, usadas por comerciantes
etruscos, fenicios y griegos desde 1.900 a.C. para transportar ámbar, estaño y otras mercancías.
Fueron los romanos los mayores responsables de la creación de una red vial que aun hoy día se
mantiene, ya que muchas carreteras que se utilizan en la actualidad se proyectaron sobre los mismos
trazados que creó esta civilización. La Península Ibérica fue precisamente una de las zonas del imperio más
favorecidas por Roma en lo relativo a la red viaria, al punto que se llegaron a construir en ella mas de
10.000 kilómetros de caminos.
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Figura 5. Tramo de la Vía Apia en su estado actual en Roma.
Figura 5. Tramo de la Vía Apia en su estado actual en Roma.

Los visigodos no fueron grandes constructores de vías y la irrupción de los musulmanes en la península
tampoco contribuyó a mejorar la situación a que había conducido la dominación visigoda.
Al lado de las calzadas, que los propios musulmanes utilizaron para su conquista, solo
existieron caminos de tierra, vías sin ningún tipo de firme o pavimentación y poco aptos para el
tráfico rodado. Esta deficiente situación de los caminos perdurará a pesar de la labor de los Reyes
Católicos, hasta el final de la Edad Moderna.
Construcción de carreteras modernas
En España, a partir de 1761, se inicia la construcción de carreteras modernas, fuera de núcleos

habitados, con la creación del que es considerado el primer plan de carreteras de España. De esa
manera, comienza una consolidación de la red viaria que se extenderá hasta el siglo XIX con la
proyección y construcción de seis grandes vías radiales. Ya en el siglo XX, se suceden una serie de
planes de carreteras que, en algunos casos, pretenden mejorar las vías existentes y, en otros, aumentar
los kilómetros de carretera hasta llegar a la actualidad. Según fuentes del Ministerio de Fomento, la red
de carreteras de España tenía, a 31 de diciembre de 2012, 165.593 km. Además, existen 372.872 km de
carreteras interurbanas gestionadas por los ayuntamientos y otros organismos que acogen un 10 % del
tráfico total, según estimaciones de la Dirección General de Carreteras.
4.2. Los primeros vehículos
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En cuanto a los primeros vehículos, hay restos de excavaciones que hacen suponer que hace unos
3.000 años a. C. existían vehículos con ruedas en la región situada entre el Mar Negro, el Mar Caspio y
el Golfo Pérsico. También han aparecido carros de cuatro ruedas al norte de las montañas del Cáucaso que
datan del 2.400 años a.C.
E l primer carruaje de caballos fue construido entre los siglos XIII y XIV en la ciudad
húngara de Kocs, de donde proviene el nombre coche.
Los primeros coches de caballos
Los primeros coches de caballos llegaron a España en 1497, con la comitiva flamenca de la princesa
Margarita, hermana de Felipe el Hermoso, destinada a ser la esposa del único hijo varón de los Reyes
Católicos, el príncipe don Juan. El perfeccionamiento en la fabricación del acero y algunas
transformaciones técnicas de los vehículos produjo, además de un considerable aumento del parque de
vehículos, una mayor variedad de los mismos: berlina, calesa, tartana, landó o birlocho, los cuales
propiciaron un elevado aumento del tráfico rodado.
Vehículos a vapor
En 1769, el ingeniero militar Nicolás Cugnet construyó un vehículo de tres ruedas movido por la
fuerza del vapor, conocido como fardier. Circulaba a una velocidad de 5 km/h.
Figura 6. Coche a vapor inventado por Cugnet.
Figura 6. Coche a vapor inventado por Cugnet.

Vehículos de gasolina
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En 1885 que Karl Benz patentó el primer vehículo automóvil por motor de combustión interna con
gasolina, que alcanzaba una velocidad de 20 km/h. Otro momento importante para la historia del
automóvil fue 1908, año en que Henry Ford comienza a producir automóviles en una cadena de montaje,
innovador sistema que permitió alcanzar cifras de fabricación hasta entonces impensables.
En los comienzos del siglo XX, la producción de automóviles comenzará a generalizarse y aparecerán
las primeras fábricas de fabricación de automóviles en cadena. En 1900, España cuenta con una red de
carreteras de más 36.000 km. Por ella circulaban carros, carretas, caballería y automóviles. Exactamente
cuatro automóviles eran los únicos matriculados ese año, el primero en Palma de Mallorca con la placa
PM-1.
Figura 7. Modelo inventado por Karl Benz en 1885.
Figura 7. Modelo inventado por Karl Benz en 1885.

Fuente: www.mercedes-benz.com.
El desarrollo del parque móvil ha evolucionado espectacularmente hasta contar, en la actualidad, con
más de 31 millones de vehículos en España, según datos estadísticos de la DGT de 2012.
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Figura 8. Primer coche matriculado en España PM-1 en las calles de Mallorca.
Figura 8. Primer coche matriculado en España PM-1 en las calles de Mallorca.

Fuente: www.fotosantiguasdemallorca.blogspot.com.es
4.3. El primer vehículo en Ecuador
El primer vehículo en Ecuador, llamado BTV ( basic transport vehicle) y popularmente

conocido como “Andino”, fue creado en 1972 por la empresa Aymesa.
Se trató de una camioneta simple, con plataforma Bedford y motor Vauxhall de 1,4 litros. Su creación
fue impulsada por el Gobierno militar de Guillermo Rodríguez Lara, durante la época del boom petrolero
(década de los 70). El objetivo fue crear un vehículo que contribuyera al sector agrícola en las zonas
rurales. Así, Aymesa logró crear 1000 unidades, que fueron comercializadas en Ecuador y, en un
porcentaje pequeño, exportadas a Colombia (Patio de Autos Ecuador, 1970).
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Figura 9. Vehículo Andino.
Figura 9. Vehículo Andino.

Fuente: delado.com.ec (2020).
De acuerdo con el Anuario de Estadísticas de Transporte 2018 presentado por el INEC en el 2019, el
número de vehículos matriculados en el Ecuador tiene un crecimiento del 2008 al 2018 de un 10,7%, pues
se establecen un total de 2.403.651 vehículos matriculados en el Ecuador en el año 2018.
Figura 10. Vehículos matriculados en Ecuador.
Figura 10. Vehículos matriculados en Ecuador.

Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (2018).
4.4. Origen y necesidad de legislación en materia de tráfico
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Ante una red viaria tan importante como la que construyeron los romanos, estos sintieron la
necesidad de una adecuada legislación que garantizara la finalidad que debía cumplir y, a la
vez, resolviera los problemas que la progresiva intensificación del tránsito sobre las vías,
especialmente las urbanas, acarreaba.
La vigilancia de las vías públicas en el Imperio Romano correspondía a los ediles. Sus principales
funciones eran la de cuidar la propia conservación de las vías públicas, mantener la seguridad en las
mismas y garantizar el libre tránsito por ellas.
También se muestra la necesidad de limitar la circulación por los problemas de inseguridad y congestión
que se presentaban en el centro urbano de alguna de las principales ciudades. Además, se establecieron
prohibiciones para la conservación de las vías públicas, como la limitación del número de personas en los
vehículos e incluso la de montar a caballo en los núcleos urbanos más habitados.
Edad Media
En la Edad Media, ante la debilidad del poder de las diferentes monarquías cristianas y la ausencia de
estructuras organizativas adecuadas para asumir la responsabilidad de la construcción y mantenimiento
de los caminos, delegan este cometido en los pueblos. Con todo, se redactan numerosas disposiciones
sobre la necesidad de mantener seguros los caminos, y se establecen penas.
Siglo XVI
La aparición de los primeros coches de caballos y su proliferación a principios del siglo XVI, dio origen
a una serie de normas en las que se establecían una serie de limitaciones, sometiéndose a licencia un
conjunto de actividades relacionadas con la fabricación, uso y transmisión de los nuevos medios de
transporte, lo que supone un claro antecedente de las autorizaciones administrativas en materia de
tráfico.
Siglo XVIII
En 1778, bajo el Reinado de Carlos III, se crea la Superintendencia General de Caminos y Posadas con
el objetivo de cuidar de la seguridad y comodidad de los caminos y tránsitos para la fácil comunicación
y tráfico. Poco después, en 1787, se impone ya un límite de edad de 17 años para conducir coches. En
esta época, también se llegan a establecer determinadas restricciones a la circulación en función de las
mercancías y de las horas de entrada y salida de las ciudades. Se empieza a regular el estacionamiento y
la carga y descarga de mercancías, así como el registro o matrícula de los vehículos, y se aprueban
algunas normas sobre señalización.
Siglo XX
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La rápida evolución de los caminos y vehículos a principios del siglo XX requiere de reglamentos que
regulen la circulación. El 17 de septiembre de 1900, se aprueba por real decreto el Reglamento para el
Servicio de Coches Automóviles por las Carreteras del Estado, que puede considerarse como la primera
norma general dictada para regular el fenómeno del tráfico. Este reglamento se aplica exclusivamente a la
circulación de coches automóviles, bajo cuyo nombre se comprenden, según el artículo 2º: “Todos los
carruajes movidos por fuerza mecánica”, lo que constituye la primera definición legal del automóvil, y a
la circulación de esos automóviles por un determinado tipo de vías públicas: las carreteras.
Este reglamento limitaba la velocidad de circulación a 28 km/h en carretera y 15 km/h en

ciudad, obligaba a matricular los vehículos y la expedición de un permiso de circulación.
Con respecto al conductor, se le exige lo siguiente:
1
Un permiso de conducir expedido por el Gobernador Civil de la Provincia.
Un límite mínimo y máximo de edad (18 a 67 años).
Para obtener este permiso, se establece la demostración de conocimientos teóricos y prácticos

sobre las normas de circulación y el vehículo.
Con posterioridad, muchos serían los reglamentos aprobados en materia de tráfico como, por
ejemplo, el Reglamento para la Circulación de Vehículos con Motor Mecánico por las Vías Públicas de
España, de 23 de julio de 1918, el cual incluye la obligación de someter a los vehículos a un
reconocimiento periódico. Pero fue el Código de la Circulación, de 25 de septiembre de 1934, el que
marcó la regulación venidera.
El Código de la Circulación procedería a unificar una materia sumamente dispersa, a la vez

que se convirtió en una norma más permanente, estando algunos de sus artículos aun vigentes,
permitiendo la ordenación del tráfico en una época caracterizada por su espectacular
crecimiento.
En la actualidad, la regulación tanto del tráfico como de otros aspectos relacionados, se rigen por
diversos reglamentos. Entre ellos, destaca el Reglamento General del Circulación, de 1990 y revisado en
varias ocasiones con posterioridad. Otras normativas que rigen el tráfico en España son el Reglamento
General de Conductores, el Reglamento General de Vehículos o la Ley sobre Tráfico, Circulación de
Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
V. Principios fundamentales del tráfico
23/29
El tráfico se realiza en el escenario de la vía donde un conductor maneja un vehículo. Este conductor no
es el único protagonista ya que convive con otros. Existen varios principios a aplicar para realizar la
convivencia de la forma más segura posible.
5.1. Principio de la responsabilidad

Este principio implica el asumir, por parte del conductor, el cumplimiento de la normativa existente,
evitando ser un peligro, desarrollando un comportamiento adecuado en cada momento y asumiendo las
consecuencias de sus propios actos.
5.2. Principio de la confianza en la normalidad del tráfico

Teniendo en cuenta el principio de responsabilidad, todo conductor tiene derecho a esperar que el
tráfico se desarrolle con normalidad y puede confiar en que los demás usuarios cumplan las normas. Con
todo, esta presunción de normalidad no debe servir para bajar la atención.
5.3. Principio de la seguridad o de la defensa

Con este principio, el conductor no confía ilimitadamente en que los demás usuarios de la vía observen
las normas y precauciones reglamentarias. El conductor, por tanto, debe prever y evitar los
comportamientos defectuosos de los demás.
5.4. Principio de la señalización o circulación dirigida

Según este principio, todo conductor es dirigido por la señalización existente en la vía, indicándole las
dificultades que puede encontrar y advirtiéndole de los posibles peligros. Por otra parte, cada conductor
debe seguir este principio señalizando las maniobras con suficiente antelación.
5.5. Principio de la integridad personal o aceptación de la fuerza

mayor
Según este principio, nadie está obligado a sacrificar su vida o comprometer su integridad cuando realiza
un acto lícito. Esto implica actuar en contra de la norma por causa mayor o por evitar un mal mayor.
VI. Resumen
24/29
En esta unidad didáctica hemos podido ver:
La definición de tráfico y circulación. Y su significado dentro del fenómeno circulatorio.

Los aspectos que lo caracterizan. El físico, el social, el técnico y el jurídico.
Los factores que están implicados en el tráfico. La vía, el vehículo y el humano.
El origen y la historia de las vías. Los vehículos y la legislación en materia de tráfico.
Los principios fundamentales que rigen el tráfico.
VII. Lecturas recomendadas

A continuación, se facilitan una serie de recursos bibliográficos, seleccionados por el equipo tutorial del
máster, que el alumnado tendrá disponible en el espacio de la biblioteca.
Es importante que se tenga en cuenta que son recursos recomendados para todo el máster y, por
tanto, estos serán accesibles durante todo el tiempo que dure la formación.
Burzaco Samper, M. Tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial.

Esquemas. Editorial Dykinson, S.L.; 2016.
VV. AA. Ciudad y movilidad . Universitat de València; 2014.
25/29
Recursos
Enlaces de Interés
http://www.madridcarruajes.com: HISTORIA DE LA CIRCULACIÓN Y LOS
TRANSPORTES DE MADRID
http://www.dgt.es: DIRECCIÓN GENERAL DE TRÁFICO
http://www.fomento.es/MFOM/LANG_CASTELLANO/DIRECCIONES_GENERALES/CARR
ETERAS/CATYEVO_RED_CARRETERAS/: CATÁLOGO Y EVOLUCIÓN DE LAS
CARRETERAS ESPAÑOLAS
http://www.tecnicosdetrafico.es: ASOCIACIÓN PROFESIONAL DE LA ESCALA
SUPERIOR DE TÉCNICOS DE TRÁFICO DE ESPAÑA
http://www.ant.gob.ec/: AGENCIA NACIONAL DE TRÁNSITO
Bibliografía
Legislación :
Reforma de la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, Ley

1, Registro Oficial Suplemento 398, 07/08/2008.
Legislación :
Código Integral Penal-Capitulo Octavo Registro Oficial No. 180 del lunes 10 de febrero del
2014
Legislación: RD 1428/2003, de 21 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento General

de Circulación para la aplicación y desarrollo del texto articulado de la Ley sobre Tráfico,
Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, aprobado por el RDL 339/1990, de 2 de
marzo.
Legislación: RD 2822/1998, de 23 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento General
de Vehículos.
Legislación: RD 1428/2003, de 21 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento General
de Circulación para la aplicación y desarrollo del texto articulado de la Ley sobre Tráfico,
Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, aprobado por el RDL 339/1990, de 2 de
marzo.
Legislación: RD 2822/1998, de 23 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento General
de Vehículos.
Publicación :
INEC (2019). Estadística de Transporte 2018, la última publicación corresponde al año 2018.
Los resultados se presentan a nivel nacional y provincial
26/29
Publicación: ANDRINO CEBRIÁN, J.A. (2012). Mecánica y entretenimiento simple del

automóvil. Unidad de Educación y Formación vial. DGT.
Publicación: BAÑÓN BLÁZQUEZ, L.; BEVIÁ GARCÍA, J.F. (2000). Manual de carreteras.
Ed. Ortiz.
Publicación: DGT (2011). Cuestiones de seguridad vial, conducción eficiente, medio ambiente y
contaminación. Área de formación y comportamiento de conductores. DGT, Ministerio del
interior.
Publicación: RUBIO MARTÍN, M. (2011). El tráfico como fenómeno histórico. Principios
generales. Temario específico ESTT. DGT.
Publicación: ZORÍO BLANCO, V. (1987). “Breve historia de las carreteras”. Revista de obras
públicas.
contaminación. Área de Formación y Comportamiento de Conductores. DGT.
Publicación: ANDRINO CEBRIÁN, J.A. (2012). Mecánica y entretenimiento simple del
automóvil. Unidad de Educación y Formación vial. DGT.
Publicación: BAÑÓN BLÁZQUEZ, L.; BEVIÁ GARCÍA, J.F. (2000). Manual de carreteras.
Ed. Ortiz.
contaminación. Área de formación y comportamiento de conductores. DGT, Ministerio del
interior.
Publicación: RUBIO MARTÍN, M. (2011). El tráfico como fenómeno histórico. Principios
generales. Temario específico ESTT. DGT.
Publicación: ZORÍO BLANCO, V. (1987). “Breve historia de las carreteras”. Revista de obras
públicas.
contaminación. Área de Formación y Comportamiento de Conductores. DGT.
Glosario.
BERLINA: Coche de caballos cerrado, de dos asientos comúnmente.
BERLINA: Coche de caballos cerrado, de dos asientos comúnmente.
BIRLOCHO: Carruaje ligero y sin cubierta, de cuatro ruedas y cuatro asientos, dos en la
testera y dos enfrente, abierto por los costados y sin portezuelas.
BIRLOCHO: Carruaje ligero y sin cubierta, de cuatro ruedas y cuatro asientos, dos en la
testera y dos enfrente, abierto por los costados y sin portezuelas.
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CALESA: Carruaje de cuatro y, más comúnmente, de dos ruedas, con la caja abierta por
delante, dos o cuatro asientos y capota de vaqueta.
CALESA: Carruaje de cuatro y, más comúnmente, de dos ruedas, con la caja abierta por
delante, dos o cuatro asientos y capota de vaqueta.
CONSOLIDACIÓN: Acción de dar firmeza y solidez a algo.
CONSOLIDACIÓN: Acción de dar firmeza y solidez a algo.
LANDÓ: Coche de cuatro ruedas, tirado por caballos, con capotas delantera y trasera para
poder usarlo descubierto o cerrado.
LANDÓ: Coche de cuatro ruedas, tirado por caballos, con capotas delantera y trasera para
poder usarlo descubierto o cerrado.
PARQUE MÓVIL: Conjunto de vehículos propiedad de un organismo o Estado.
PARQUE MÓVIL: Conjunto de vehículos propiedad de un organismo o Estado.
PROMULGAR: Publicar una cosa de forma oficial, especialmente una ley u otra disposición
de la autoridad.
PROMULGAR: Publicar una cosa de forma oficial, especialmente una ley u otra disposición
de la autoridad.
TARTANA: Carruaje con cubierta abovedada y asientos laterales, por lo común de dos
ruedas y con limonera.
TARTANA: Carruaje con cubierta abovedada y asientos laterales, por lo común de dos
ruedas y con limonera.
TRÁNSITO: Movimiento ordenado de personas, animales y vehículos por las diferentes vías
terrestres públicas o privadas, sujeto a leyes y reglamentos sobre la materia.
VESTIGIOS: Ruina, señal o resto que queda de algo material o inmaterial.
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VESTIGIOS: Ruina, señal o resto que queda de algo material o inmaterial.
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Origen y Conceptos Fundamentales Del Tráfico

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Origen y conceptos fundamentales del tráfico ©

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Origen y conceptos fundamentales del tráfico

II. Definición de tráfico y circulación

Siendo el transporte el cambio de posición geográfica de personas o mercancías, el tráfico vial se

En el caso de Ecuador, de acuerdo con el Reglamento a la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito

III. Los tres factores implicados en el tráfico

3.1. Factor infraestructura

3.1.1. Ingeniería de tráfico y diseño de carreteras

Figura 1. Ejemplo de infraestructura viaria

Figura 1. Ejemplo de infraestructura viaria.

3.1.2. Conservación y mantenimiento de carreteras

3.1.3. Aportación de las infraestructuras a la seguridad

Figura 2. Las barreras de seguridad y señalización aportan seguridad a las infraestructuras

Figura 2. Las barreras de seguridad y señalización aportan seguridad a las infraestructuras.

3.2. Factor vehicular

3.2.1. Partes y mecanismos del vehículo

Sistema de alimentación y escape

Sistemas de lubricación y refrigeración

Figura 3. Partes del vehículo.

Figura 3. Partes del vehículo.

3.2.2. Sistemas de seguridad activa

3.2.3. Sistemas de seguridad pasiva

3.3. Factor humano

3.3.1. Los protagonistas del tráfico

3.3.2. Procesos psicológicos del conductor

La percepción adecuada de la velocidad, la profundidad, la distancia y el tiempo son indispensables

Percepción del riesgo

3.3.3. Procesos fisiológicos del conductor

Es un estado que afecta no solo físicamente, sino también psicológicamente, al conductor.

3.3.4. Árbol de factores de accidentes de tránsito

Figura 4. Árbol de factores causales.

Figura 4. Árbol de factores causales.

IV. Apuntes históricos sobre el origen del tráfico

4.1. Origen de los caminos

Figura 5. Tramo de la Vía Apia en su estado actual en Roma.

Figura 5. Tramo de la Vía Apia en su estado actual en Roma.

Construcción de carreteras modernas

En España, a partir de 1761, se inicia la construcción de carreteras modernas, fuera de núcleos

4.2. Los primeros vehículos

Los primeros coches de caballos

Figura 6. Coche a vapor inventado por Cugnet.

Figura 6. Coche a vapor inventado por Cugnet.

Figura 7. Modelo inventado por Karl Benz en 1885.

Figura 7. Modelo inventado por Karl Benz en 1885.

Figura 8. Primer coche matriculado en España PM-1 en las calles de Mallorca.

Figura 8. Primer coche matriculado en España PM-1 en las calles de Mallorca.

4.3. El primer vehículo en Ecuador

El primer vehículo en Ecuador, llamado BTV ( basic transport vehicle) y popularmente

Figura 9. Vehículo Andino.

Figura 9. Vehículo Andino.

Figura 10. Vehículos matriculados en Ecuador.

Figura 10. Vehículos matriculados en Ecuador.

4.4. Origen y necesidad de legislación en materia de tráfico

Este reglamento limitaba la velocidad de circulación a 28 km/h en carretera y 15 km/h en

Con respecto al conductor, se le exige lo siguiente:

Un límite mínimo y máximo de edad (18 a 67 años).

Para obtener este permiso, se establece la demostración de conocimientos teóricos y prácticos

El Código de la Circulación procedería a unificar una materia sumamente dispersa, a la vez

V. Principios fundamentales del tráfico

5.1. Principio de la responsabilidad

5.2. Principio de la confianza en la normalidad del tráfico

5.3. Principio de la seguridad o de la defensa