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Universidad Nacional

Autónoma de México

Colegio de Ciencias y Humanidades


Plantel Sur

Materia: Historia de México I

Profesora: Laura Itzel Hernández Muñoz

Integrantes:
- López Angeles Frida Camila
- López López Cristian Aarón
- Lita Cruz Damian Jared
- Raúl labrador García
- Jiménez Salinas Ana Celeste

Grupo: 310 N.Equipo: N.6


Un líder respetado
Martín, quien provenía de una familia de agricultores
modestos y simples, se destacó desde muy
temprana edad por su gran amor a la educación y el
conocimiento, pero era siempre frenado por las
ideas que tenía su familia, ya que esta creía que la
educación no era algo importante.

Sin embargo, fue durante la era en la que el


positivismo estaba en el punto de su mayor auge
donde Martín encontró una gran inspiración en las
ideas de progreso, ciencia y razón.

Con esto, Martin se la pasaba todas las tardes,


después de terminar con su trabajo de agricultor, en
una pequeña biblioteca que estaba en el centro del
pueblo, leyendo y releyendo libros de diferentes
pensadores y científicos.

Fue en esta misma biblioteca que logro conocer a


algunos otros jóvenes que pensaban como él, sin
saber que algunos de estos serían sus compañeros
de la lucha por la educación en un futuro.

Gracias al gran amor al conocimiento que el poseía


fue que logró pasar las limitaciones económicas y
familiares que él tenía y se sumergió completamente
en la lectura de filósofos positivistas y científicos
destacados, buscando obtener, comprender y aplicar
sus enseñanzas en su vida cotidiana.

Así fue como Martín poco a poco, dotado con la


curiosidad insaciable que le caracterizaba, se
convirtió en el mecánico del pueblo. Aprovechando
así los principios científicos que había aprendido en
los libros para mejorar las maquinarias agrícolas y
simplificar tareas diarias que sin estos avances
podrían llevar horas e incluso días de proceso.

Para el pueblo su taller se convirtió en un palacio de


la innovación, donde los lugareños acudían para
beneficiarse de sus ingeniosos y frescos inventos.
Sin embargo, Martín uno día de esos vio como niños
y jóvenes de su pueblo añoraban el conocimiento,
pero gracias a su falta de dinero era imposible
pensar en llegar a saber más de lo que sus padres
sabían.

Ahí Martín se dio cuenta que no quería limitarse solo


a la tecnología, si no que quería ayudar a que más
personas que, como el, querían superarse.

Fue así como, movido por su deseo ferviente de


justicia y progreso social, comenzó a abogar por la
educación universal en el pueblo. Con coraje y
ayuda de más personas que tenían sus mismos
intereses, desafió las opiniones conservadoras y
convenció a la comunidad de la importancia del
aprendizaje para el avance colectivo.

Con mucho esfuerzo, peticiones y protestas, aparte


de la recolección de dinero de los mismos
pobladores, Martín estableció una modesta escuela
para niños y adultos, donde enseñaba no solo
lectura y escritura, sino también principios científicos
y filosofía positivista.

A medida que Martín consolidaba su posición como


líder educativo en San Martín, la escuela que fundó
no solo se limitó a enseñar conocimientos teóricos,
sino que también se convirtió en un centro de
desarrollo comunitario. Inspirados por su visión, los
habitantes del pueblo se unieron para crear
programas de apoyo a la educación, desde
donaciones de libros hasta la organización de
eventos culturales.
La reputación de Martín como mecánico innovador
se expandió más allá de las fronteras del pueblo,
atrayendo la atención de expertos y emprendedores
de regiones cercanas. Surgieron colaboraciones
para implementar sus avances tecnológicos en otras
comunidades agrícolas, ampliando así el impacto de
sus ideas y contribuciones al progreso.

Con el tiempo, la modesta escuela de San Martín se


transformó en un instituto reconocido regionalmente,
atrayendo a profesores y estudiantes apasionados
por el aprendizaje y la mejora continua.
Martín González, con su mirada siempre enfocada
en el horizonte del conocimiento, era un hombre de
convicciones inquebrantables y una sed insaciable
de aprender. Su rostro, marcado por el sol y las
arrugas adquiridas en las jornadas agrícolas,
reflejaba la tenacidad de alguien decidido a
trascender las limitaciones impuestas por su
entorno. Vestía con sencillez, pero su mente ardía
con la llama del positivismo y la creencia en el
progreso a través de la educación.
Cada noche, tras agotadoras horas en los campos,
sus manos ásperas se sumergían en los libros de
filósofos y científicos, transformándose en la brújula
que guiaba su camino hacia un futuro más
iluminado.
Con una modestia que contrastaba con su impacto
monumental, Martín se convirtió en el artífice del
cambio en San Martín, trascendiendo las
expectativas de aquel joven agricultor para
convertirse en el arquitecto de un legado duradero.

La comunidad creció en todos los aspectos, desde el


desarrollo económico hasta la calidad de vida,
convirtiéndose en un faro de esperanza para otras
localidades que buscaban seguir el ejemplo de San
Martín.
Martín González no solo dejó un legado educativo;
también sentó las bases para un modelo de
desarrollo sostenible basado en la educación y la
innovación.

Su historia continuó inspirando generaciones, con


monumentos y eventos dedicados a preservar su
memoria y recordar el poder transformador de la
educación y la dedicación a la mejora social.
Su dedicación inspiró a toda la juventud del pueblo,
muchos de los cuales, anteriormente relegados a
trabajos agrícolas, encontraron nuevas
oportunidades gracias a la educación que Martín les
proporcionaba.

A medida que el positivismo tomaba más poder en la


sociedad, Martín se convirtió en un líder respetado,
no solo por sus

conocimientos y habilidades técnicas, sino también


por su visión progresista y su gran compromiso con
el bienestar común.
Así es como el pueblo de San Martín floreció bajo su
influencia, transformándose en un valioso ejemplo
de una comunidad impulsada por el conocimiento y
la razón.

La historia de Martín González se convirtió en un


legado duradero en San Martín, recordando a las
generaciones futuras la capacidad del individuo para
impactar positivamente en la sociedad, incluso en
tiempos de cambio y desafíos.

1. México en el siglo XX (s. f) Lifeder


México en el siglo XX: hechos históricos y
cambios (lifeder.com)

2. La estructura social en México a fines


del siglo XIX y principios del XX– Jean Pierre
Bastian

20.pdf (unam.mx)

3. Historia Social de México: siglos XIX y


XX (s. f.) ENAH

Historia Social de México: siglos XIX y XX


(enah.edu.mx)

4. Cultura y Vida Cotidiana en México


(1920-1940) – Portal académico UNAM

Cultura 1920-1 (unam.mx)

5. Siglo XIX en México (S. f.) Lifeder

Siglo XIX en México: hechos históricos y


cambios (lifeder.com)

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