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ENTREVISTA

Descansa, renuévate y
ordena tus prioridades

Ordena El comienzo de un
nuevo año y el periodo

tu mundo
de vacaciones, es una
buena época para
reflexionar acerca de
nuestra vida, evaluarla y

interior
organizarla. Asimismo,
es un buen momento
para tener quietud,
renovarnos y ordenar
nuestro mundo interior.

4 | www.revistalafuente.com

Emilio Agüero Esgaib está casado
con Lilian. Actualmente tiene
dos hijos varones y un bebé en
camino. Pastorea la Iglesia Más
que Vencedores en Asunción,
Paraguay. También conduce el
programa televisivo: “Sálvese
quien quiera” y publica un
blog: www.emilioaguero.com
Para conocer más acerca de su
ministerio, visita: www.mqv.org.py
H
an pasado las fiestas de Navidad y fin de año, que siempre están so-
brecargadas de actividades, y en muchos casos terminamos el año
llenos de ansiedad, estrés y cansancio. Pero la Palabra de Dios nos
enseña que podemos tener paz interior y descansar en el Señor. ¿Lo estamos
haciendo?
Conversamos con el pastor Emilio Agüero acerca de la necesidad de vivir
en forma ordenada y como cristianos poder ser ejemplos e ir de contramano
a este mundo tan acelerado y angustiado por tener más y hacer más.
¿Por qué a veces tan fácilmente perdemos la paz y nos llenamos de
ansiedad y estrés?
La gente normalmente está con muchas actividades durante todo el año
y más todavía en las fiestas. Muchas trasnochadas, cena de fin de año, etc.
Eso hace que la gente esté toda alterada. El tema del dinero: comprar, ven-
der, regalar. En lo espiritual, llegamos cansados y afanados por un motivo:
No sabemos descansar en el Señor, no tenemos orden en nuestras vidas.
Hace poco me tocó dar esa enseñanza: Orden y santidad.
¿Uno puede tener santidad y no tener orden? Uno puede, por ejemplo,
ser impuntual, no tener sus prioridades bien definidas, tener mucho activis-
mo, poca oración, pero ser una persona apartada, moralmente intachable. Yo
creo que debe haber orden y santidad en nuestras vidas. La santidad sabemos
que es innegociable, pero nuestro problema es el orden.
Hay mucho activismo y llegamos, no solamente a fin de año sino que a
cualquier día o mes del año cansados, malhumorados, estamos agotados,
sumamente irritables. Es por un montón de cosas que hemos dejado de
hacer o no hemos hecho lo que tenemos que hacer.
El orden es fundamental. En nuestra agenda a veces nos organizamos de
esta manera: Hago todas mis actividades y después si me queda tiempo voy a
orar y leer la Biblia. La agenda de un hijo de Dios debiera ser: Primero tengo
mi devocional, mi oración, y en base a eso hago mi agenda del día.
Como pastor veo que hombres de hoy y de ayer, que han alcanzado mu-
chas cosas, eran hombres que han dado una gran prioridad a su tiempo de
oración y a su tiempo de meditación en la Palabra de Dios. Muchas veces
nosotros creemos que eso hasta es una pérdida de tiempo, con todas las cosas
que tenemos que hacer. Los hombres que más oraron y más leyeron la Biblia,
son los que más lograron para Dios. No se trata de cuántas cosas hacemos
sino de cuánto tiempo estamos con Dios. Todo eso hace que los pastores y
otras personas estemos estresados, con sobrepeso, con ansiedad y problemas
de salud.
Por ejemplo, si voy a consultar por algún motivo, que el doctor me diga:
“Estás con mucho estrés”, para mí es un mal testimonio como creyente. De-
nota falta de sujeción, falta de paz, falta de quietud, falta de oración, orgullo
de querer hacer más de lo que podemos, ambición, muchas cosas.
¿Qué podemos hacer para evitar llegar a esta situación?
Necesitamos darle prioridad a nuestras vidas. Acá el punto es qué quere-
mos. Voy a decir algo que todo el mundo ya sabe: Apartá tiempo para Dios,
Enero - Febrero 2013 | 5
ENTREVISTA
poné tu agenda en orden en base a tu
tiempo con Dios y no en base a tus
actividades.
Qué nos impide tomarnos cada 3
meses un par de días para orar, ayu-
nar, descansar; que nos impide que
una vez por día descansemos. La
Biblia habla de eso. Qué nos impide
20 días al año estar descansando con
nuestra familia; qué nos impide tener
dos horas al día para estar con nues-
tros hijos y jugar con ellos. Así como
agendo mis citas, puedo poner de 6 a
7 de la tarde tengo que estar en casa
para jugar con mis hijos. Si no lo ha-
cemos, después tenemos miembros
agradecidos, hermanos felices, pero
hijos descarriados y esposas estresa-
das. Y de qué le sirve al hombre ganar
el mundo si pierde su alma.
Uno tiene que trazar en ene-
ro: Cada 3 meses, voy a tomarme 3
a 4 días. Se puede. Si yo te digo por
ejemplo: Tenés cáncer, vas a fabricar
el tiempo para tratar el cáncer. Y qué
hacemos cuando tenemos cáncer
6 | www.revistalafuente.com
del alma o del espíritu. Es algo muy
sencillo. Por qué no agendamos así:
todos los días 2 horas, todas las se-
manas 1 día, cada 3 meses unos 3 a
4 días y cada año 20 a 30 días, según
uno pueda.
No hay nada de otro mundo. Así
vivieron los apóstoles, así vivió Cris-
to, y quién tenía más excusa para tra-
bajar que Él, y Él respetaba el sábado,
se apartaba a orar por horas y horas.
No quiero dar nombres de evan-
gelistas y pastores famosos, pero hay
gente que conozco que tienen 500
veces más presión y responsabilidad
que muchos otros pastores, sin em-
bargo testifican que oran 4 a 5 horas
al día. Del mundo no hablo porque
es bíblico que el mundo viva afanado
y turbado, trabajado. Pero hablo del
pueblo de Dios, si nosotros no somos
ejemplo… quién?.
Tiene que mirar como pecado.
Si vivimos desordenadamente,
No tiene que mirar como: “Yo soy
estamos llenos de estrés, de seden-
hiperactivo”. Sino que tiene que de-
tarismo, de cansancio mental e hi-
cir: “Yo soy un pecador. No soy bíbli-
peractividad, ¿cómo vamos a ser de
“Si vivimos
desordenadamente,
estamos llenos de
estrés, de sedentarismo,
de cansancio mental
e hiperactividad,
¿cómo vamos a ser de
testimonio si estamos
corriendo la misma
carrera que los otros
corren? No hemos
aprendido la cultura y el
hábito del reino de Dios.”
testimonio si estamos corriendo la
misma carrera que los otros corren?
No hemos aprendido la cultura y el
hábito del reino de Dios. Todavía
creemos eso de que “mientras más
trabajamos, más ídolo somos y más
vamos a lograr”. No descansamos en
Dios. Todo esto es producto de lo que
estamos viviendo y no es poca cosa.
Después tenemos consejeros mal-
humorados, gente enojada, irritable,
que no tiene sus prioridades en or-
den, y así vivimos.
Pero esto es un día a día. Hoy
tengo que tomar la decisión de orar,
de estar en la presencia de Dios y hoy
tomo la decisión de no estresarme.
¿Y qué pasa si leyendo esta
entrevista alguien se da cuenta
de que está viviendo en forma
desordenada?
co, soy un afanado, yo no
estoy escogiendo la mejor
parte, estoy siendo necio,
torpe, no he entendido
aún nada”. A veces cree-
mos que es un piropo que
nos digan “hiperactivo”,
que trabajamos 18 horas
al día, somos “súper tra-
bajadores”. Pero hay vani-
dad detrás de esas cosas y
aflicción de espíritu.
¿Qué sugiere hacer
para aprovechar al
máximo este tiempo de
vacaciones?
Personalmente, voy a
aprovechar mis vacacio-
nes para tres cosas: Pri-
mero, para estar con mi
familia, mis hijos y mi
esposa; segundo, voy a pasar unos días totalmente a so-
las con mi esposa; tercero, voy a pasar tiempo conmigo
mismo, orando, leyendo la Palabra, voy a estar quieto, a
apagar mi celular. Así voy a dividir mis vacaciones. Y voy
a plantear el año en oración.
Pero la gente no hace nada de eso. Comienzan a tener
actividades de aquí para allá, prestan para irse de vaca-
ciones y comienzan el año con deudas. Todas las cosas
que van a trazar van a ser emocionales e intelectuales:
“Voy a trabajar en esto, voy a estudiar esto, me quiero
casar, voy a buscar un mejor trabajo, etc.”. A lo mejor
en sus planes no figura: “Cómo puedo servir más a Dios,
cómo cambiar mis malos hábitos, cómo puedo ser una
persona más capacitada, cómo puedo capacitarme para
ser más útil en su reino”.
Estoy cansado de hablar a la gente, parece que uno
habla de balde. No hacen caso, ni en las cosas sencillas.
¿Cuál es su opinión acerca de la frase: “Vacaciones no es
solo descansar sino también cambiar de actividades”?
Estoy de acuerdo. Yo soy así. Pero depende de la per-
sona también. Hay gente para la que las vacaciones es
descansar, dormir hasta tarde, leer, salir a caminar.
Mi descanso es cambiar de actividad, y ese es mi tem-
peramento. Pero aun la gente que tiene temperamento
como el mío, debe tener tiempo de quietud. La quietud es
Biblia abierta, oración y tranquilidad, aquietar la mente,
apagar el celular, no entrar en las redes sociales, que son
hoy en día una adicción permitida en la iglesia. Si uno
está 3 horas al día en Facebook, cuánto tiempo se pierde.
Por una parte hay que relajarse, pero creo que las dos
cosas pueden ir de la mano.
¿Algún pasaje bíblico que nos sugiere para reflexionar
acerca de la importancia de renovarnos, descansar y
ordenar nuestra vida?
Uno podía ser lo que Jesús dijo: “Vengan a mí los que
están trabajados y cansados… porque mi yugo es fácil”
(Mateo 11: 28,30). El yugo se refería a la enseñanza, a su
estilo de vida. Reflexionar un poco acerca de los princi-
pios del sábado, del quinto mandamiento, no para para
guardarlo ritualmente sino para estudiarlo. Por ejemplo,
Dios descansó, y cómo si Dios no se cansa, va en contra
de sus atributos, pero qué quiso enseñarnos con eso. Me-
ditar en eso y más que nada poner nuestras prioridades
en orden.
Conozco gente que dice: “Trabajo como loco para dejar-
le más herencia a mis hijos”. Pero tus hijos prefieren 10 años
más de vida contigo que 100 millones más en el banco.
A la luz de la Palabra, preguntarse: “Qué queremos
para nuestras vidas”. En primer lugar, reconocer nues-
tro pecado. Segundo, hacer lo que Dios quiere que haga.
Tercero, planificar nuestra vida con respecto a nuestras
prioridades.
Enero - Febrero 2013 | 7
PORTADA
Atrévete a
mirar el futuro
con optimismo
¿Se puede esperar un mañana mejor?
“Hoy estoy peor que ayer, pero me-
jor que mañana”, decía una canción
de la banda argentina La Mosca.
Más allá del humor en la letra de la
canción, esta frase parece reflejar
la convicción de mucha gente en
cuanto al futuro que se nos viene.
En una época cuando la expectativa
más común que se tiene del mundo
parece ser “de mal en peor”, ¿cabe
la esperanza de una visión optimista
del futuro?
Indudablemente, la percepción que
tenemos de la realidad actual da for-
ma a la idea que nos hacemos del
futuro a nivel personal y global. Y
hay que admitir que a escala mun-
dial las cosas no van muy bien. Cri-
sis financieras, conflictos armados
y guerras inminentes, decadencia
moral, catástrofes ambientales, etc.
No es de sorprenderse que tantos
afirmen que estamos ante las “seña-
les del fin”.
6 | NOVIEMBRE 2015
Pesimismo generalizado
Revisando algunos análisis de la
época, nos damos cuenta de que
una visión cada vez más pesimista
del futuro se ha desarrollado desde
las últimas décadas del siglo pasa-
do, alcanzando sus niveles más al-
tos con la proximidad del año 2000.
Esos niveles no han disminuido en el
transcurso de estas primeras déca-
das del nuevo milenio.
En 1999 la UNESCO publicó su In-
forme mundial sobre la cultura, en
el que alertaba que “el pesimismo
sobre el futuro del mundo es prác-
ticamente universal”. Numerosas in-
vestigaciones periodísticas alrede-
dor del mundo en los últimos años
coinciden en lo mismo: Esta es la
generación más pesimista sobre el
futuro en mucho tiempo.
Notablemente, la visión que los cris-
tianos evangélicos tienen del futuro
no es muy diferente. Una encuesta
realizada en los EE.UU. por el gru-
po Barna, apenas dos años atrás,
muestra el sorprendente resultado
de que 3 de cada 4 evangélicos
creen que “el mundo está viviendo
en los últimos tiempos”. Una en-
cuesta similar hecha por nuestro
equipo editorial en estos días, entre
915 participantes de diversos paí-
ses de América Latina, reveló que:
• 85.7% cree que las condiciones
del mundo irán de mal en peor.
• 9.5% cree que las condiciones del
mundo paulatinamente mejorarán.
• 4.8% cree que las condiciones del
mundo seguirán igual.
¿En qué afecta, después de todo, la
visión que tengamos del futuro?
Desperdiciando el futuro
La visión que tenemos de cualquier
cosa determina el valor que le da-
mos y alimenta nuestra actitud y
compromiso con respecto a ella.
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 “Si lo que vemos es
un futuro desastroso,
nada nos convencerá
de que valga la pena
esforzarse por él y lo
daremos por perdido
de antemano.”
Esto es así con respecto a la familia,
las finanzas, la ecología, y también
el porvenir. Si vemos un futuro bri-
llante por delante, vamos a prepa-
rarnos para conquistarlo y aprove-
charlo al máximo. Si lo que vemos
es un futuro desastroso, nada nos
convencerá de que valga la pena
esforzarse por él y lo daremos por
perdido de antemano.
Así que cabe preguntarnos: ¿Es el
futuro algo valioso para nosotros?
En demasiados casos, al parecer,
se está desperdiciando el futuro.
• Cuando los padres pierden de
vista la influencia que ejercen dia-
riamente en la vida de sus hijos,
entregan el futuro de ellos a la in-
fluencia de algo más.
• Cuando los jóvenes gastan toda
su energía en “disfrutar hoy”, re-
nuncian a la oportunidad de sem-
brar para el disfrute de mañana.
• Cuando la iglesia avizora al “An-
ticristo” en la próxima esquina,
abandona el celo misionero y la
esperanza de la conversión del
mundo se desvanece.
Hoy necesitamos reflexionar sobre
el significado que tiene el futuro para
nosotros y nuestra responsabilidad
para con él. Tenemos la posibilidad
de seguir transitando la vida sin dar-
nos cuenta de que hoy es el futuro
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de ayer y que no podemos eludir el
mañana que se avecina, o asumir
una actitud más positiva y diligente
para “hacernos cargo” del futuro.
Mira el futuro
como un capital
¿A quién pertenece el futuro? Ante
esta pregunta posiblemente la ma-
yoría respondería que Dios es el
dueño del futuro. Es verdad, el futu-
ro le pertenece a Dios, y la Biblia nos
advierte que es una torpeza confiar-
nos del día de mañana sin conside-
rar Su voluntad, porque no sabemos
lo que será mañana y nuestra vida
es breve (Stg 4.13-15).
Sin embargo, hay un sentido en el
que el futuro también nos pertenece
a nosotros, y es porque Dios nos ha
hecho seres responsables de admi-
nistrar los recursos que hemos reci-
bido para Sus propósitos. El tiempo
es parte de esos recursos. Si nues-
tra actitud hacia el futuro es de indi-
ferencia o pesimismo, negándonos
a trabajar por él y ganarlo para la
gloria de Dios, estamos siendo ne-
gligentes con un valioso capital que
se nos ha confiado del cielo.
Hemos sido creados con la capaci-
dad de “ver” un futuro, no solo para
nosotros, sino también para nues-
tros hijos, nuestra comunidad, nues-
tras naciones. Y hemos recibido una
cantidad de tiempo, habilidades, di-
nero, fuerza y creatividad para em-
plearlos en la construcción de ese
futuro, siempre en dependencia de
Dios y procurando Su gloria. ¿Qué
mundo “ves” para tus hijos y nietos
dentro de quince, veinticinco o cua-
renta años?
Un compromiso
con el futuro
Pero si creemos que el mundo va
sin remedio rumbo al desastre, ob-
viamente no nos pesará el no hacer
nada para mejorar las cosas que
hoy no están bien y frenar el dete-
rioro del mundo, ya que, como dice
un viejo refrán, “nadie pule la pintu-
ra de un barco que se hunde.” Esa
es la opinión generalizada en medio
de la cual necesitamos abrir un ca-
mino a la esperanza, abrazando la
convicción de que la lucha por un
futuro mejor es un esfuerzo que vale
la pena.
Necesitamos ser inquietados de
nuestro pesimismo escatológico,
que nos ha estancado por tanto
tiempo en la irrelevancia social y
cultural en nuestro continente. ¿Por
qué pensarnos todo el tiempo como
la última generación “antes del fin”?
¿Por qué no podemos pensar que
Dios tiene aún mucho que hacer
en el mundo a través de nosotros,
Su iglesia? ¿No podemos esperar
NOVIEMBRE 2015 | 7
PORTADA
un futuro diferente, de triunfo del
evangelio y una mayor influencia
transformadora de la iglesia en las
naciones? ¿Ha perdido su poder el
mensaje de la cruz? ¿Se ha vuelto
insípida la sal de la tierra (Mt 5.13)?
Notablemente, uno de los capítulos
más escatológicos del Nuevo Tes-
tamento, como lo es 1 Corintios 15,
termina con una nota decididamente
optimista: “Por lo tanto, mis queridos
hermanos, manténganse firmes e in-
conmovibles, progresando siempre
en la obra del Señor, conscientes
de que su trabajo en el Señor no es
en vano” (1 Co 15.58 NVI). En otras
palabras, ¡no se queden esperando
el fin, sino sigan progresando! Por-
que el futuro pertenece al pueblo de
Dios.
Tres obstáculos que superar
Hay varios obstáculos que necesi-
tamos superar si queremos abrazar
una actitud más positiva y compro-
metida hacia el futuro, pero quere-
mos referirnos a tres de ellos. Parte
de estos obstáculos tiene que ver
con líneas de interpretación popula-
res de la Biblia, y otros con deter-
minados rasgos de la forma de ser
latinoamericano.
1. El sensacionalismo apocalíp-
tico. Necesitamos sospechar con
mayor seriedad de los recurrentes
“pronosticadores del fin” que uno
8 | NOVIEMBRE 2015
tras otro se levantan prediciendo
—y fallando— eventos catastróficos
relacionados al fin de los tiempos. El
caso más reciente estuvo relaciona-
do con las cuatro “lunas de sangre”
entre 2014 y 2015, que pasaron sin
ocurrir nada. ¿Cuántas fechas po-
demos recordar que han sido fija-
das en los últimos cinco años para
el “rapto” o el “fin del mundo”?
2. La postergación misional. La
Iglesia de Jesucristo hemos reci-
bido la comisión de “discipular a
las naciones” para que todas ellas
“obedezcan a la fe” (Mt 28.19-20;
Ro 1.5). Tristemente, numerosas
iglesias parecen estar “dejando
para después” la obra misionera,
incluso teniendo al alcance grupos
aún no evangelizados dentro de sus
propios países. Enfocarnos desme-
didamente en nuestros programas
locales sin levantar la mirada al
campo misionero, es una posterga-
ción suicida para la fe evangélica.
3. La retirada de la cultura. Es una
opinión muy común entre el pueblo
cristiano que cuanto más alejados
de la sociedad, tanto mejor. Con la
esperanza de proteger así nuestra
santidad personal y comunitaria,
evitamos involucrarnos en “las co-
sas del mundo”, entiéndase, las
preocupaciones sociales, políticas
y culturales de nuestro entorno. De
esta manera, desde nuestro voca-
“En otras palabras,
¡no se queden espe-
rando el fin, sino sigan
progresando! Porque
el futuro pertenece al
pueblo de Dios.”
bulario “evangélico” hasta nuestra
no-participación social marcamos
una separación inadecuada para
retirarnos de la cultura en lugar de
transformarla.
La actitud escatológica correcta es
mantenerse trabajando duro y res-
ponsablemente cumpliendo lo que
el Señor nos encomendó, y que
así nos encuentre, bien ocupados,
cuando regrese en el día final. “Di-
choso el siervo cuando su señor, al
regresar, lo encuentra cumpliendo
con su deber. Les aseguro que lo
pondrá a cargo de todos sus bie-
nes” (Mt 24.46-47 NBD).
¿No sería oportuno hablar sobre
este tema en la familia y en la igle-
sia? Quizá en nuestro diálogo des-
cubramos algunas claves y oportu-
nidades que podamos aprovechar
para producir cambios importantes.
Quizás juntos, en unidad y espíritu
de equipo, podamos animarnos a
pensar en un futuro mejor… y con la
fe puesta en el Hacedor de la his-
toria, disponernos a trabajar por él,
fieles a nuestro llamado.
Fuentes:
1. Unesco (1999). Informe mundial sobre la
cultura. Acento editorial.
2. Eltiempo.com. “El pesimismo ronda al mun-
do”. En línea: www.goo.gl/LLGUiU
3. Acontecercristiano.net. “Mayoría de evan-
gélicos cree que estamos viviendo en los úl-
timos tiempos”. En línea: www.goo.gl/tFFrT4
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PORTADA
¡Descanse
un poco más!
La bendición del descanso planificado
Una vida balanceada es el fundamen-
to primario para el verdadero éxito,
incluyendo el balance entre el trabajo
y el descanso. Esto implica que no so-
lamente nuestro trabajo, sino también
nuestro descanso, necesita una plani-
ficación intencional. ¿Está planifican-
do usted sus próximas vacaciones?
Comencemos estableciendo que el
descanso es una pieza fundamental
del engranaje de la vida, cuyo descui-
do es a menudo la causa del mal fun-
cionamiento de la “maquinaria” ente-
ra. Sea que acostumbremos terminar
la semana muy agotados o con bue-
nas reservas de energía, necesitamos
asumir que el descanso no es un lujo,
sino una necesidad.
Los efectos negativos
de la falta de descanso
La falta de un descanso adecuado y
regular tiene múltiples efectos en el
organismo. Por citar algunos:
• Afecta al sistema nervioso, provo-
cando fatiga, dolores de cabeza,
llanto, depresiones, ataques de an-
gustia e insomnio.
• Afecta al sistema gastrointestinal,
provocando úlceras, cólicos, dia-
rreas y colitis.
6 | ENERO 2017
• Afecta al sistema cardiovascular,
subiendo nuestra presión arterial,
provocando palpitaciones e inclusi-
ve infartos.
• También afecta a nuestro sistema
inmune, bajando nuestras defen-
sas naturales ante las infecciones y
otras enfermedades.
El descanso por sí solo puede reducir
y ayudar a prevenir la presión arterial
alta, mejora el ánimo y trae otros be-
neficios a la salud física y mental. ¡El
descanso es una bendición!
Dios, el hombre y el descanso
La Biblia nos enseña que Dios creó al
hombre para el trabajo (Gn 2.15), pero
también que le ordenó descansar un
día entre siete (Ex 20.8–10). ¡Un man-
damiento a descansar! ¿Tenía Dios
que darnos un mandamiento para
que descansáramos? ¿Tal vez porque
sabe que algunos de nosotros no lo
haríamos por nosotros mismos?
En el Nuevo Testamento podemos ver
que el propio Señor Jesús se cansó y
necesitó descanso (Jn 4.6; Mt 8.23–
24). Aún más, lo vemos preocupado
por la necesidad de descanso de sus
discípulos en momentos de intensa
actividad: “Y como no tenían tiempo
ni para comer, pues era tanta la gente
que iba y venía, Jesús les dijo: —Ven-
gan conmigo ustedes solos a un lugar
tranquilo y descansen un poco” (Mr
6.31).
Pero lo más sorprendente es que en-
contramos que Dios mismo también
descansó (Gn 2.2–3). Es más, vemos
que el propio descanso de Dios es
puesto como la razón ética para el
descanso semanal del hombre (Ex
20.11). ¿Por qué necesitaba descan-
sar un Dios todopoderoso “no se can-
sa ni se fatiga” (Is 40.28)?
Bueno, en primer lugar la Escritura no
dice que Él necesitaba un descanso.
Simplemente nos dice que descansó.
La palabra “descansar” (heb. sha-
bbat) en Génesis 2:2 incluye otras
ideas que la de estar cansado. De
hecho, uno de sus principales signi-
ficados es “cesar” o “detenerse”. La
idea en el pasaje bíblico es que Dios
“detuvo” Su obra; Él “cesó” de crear.
Lo mismo necesitamos hacer nosotros
también con regularidad. “Detenerse”
nos ofrece numerosas oportunidades
y beneficios. Entre ellos, hay cuatro
que son fundamentales.
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 “En una era marcada
por el estrés, por un
lado, y por el desenfreno
por el otro, es vital
recuperar el verdadero
sentido de la celebración
y el regocijo.”
1. Evaluar
En ocasiones nos encontramos “co-
rriendo” de una actividad a otra, y
pensamos que estamos haciendo mu-
cho. Pero mucha actividad no equiva-
le necesariamente a mucha producti-
vidad. A veces, sólo equivale a mucho
desgaste.
Vivir sin parar puede resultar en lo que
la Dra. Reyna M. Durón llama una “pa-
rálisis del análisis”, cuando la rutina
diaria ya no incluye un tiempo para la
reflexión y períodos de retiro intencio-
nales para reorientar la vida. Entonces
vamos camino a una existencia que
funciona “en piloto automático”, con la
inercia como combustible.
Detenernos periódicamente, en cam-
bio, nos brinda la oportunidad de ana-
lizar lo que hemos hecho hasta este
punto, y considerar nuestro accionar
para afirmar lo que se está haciendo
bien y corregir lo que se está hacien-
do mal. Los especialistas en geren-
ciamiento aseguran que la evaluación
periódica es un elemento clave para el
éxito a largo plazo en cualquier área,
tanto personal como organizacional.
2. Ordenar
Otro peligro muy frecuente como con-
secuencia de la actividad continua y
sin recesos, es el desorden —tanto
mental como en otros aspectos. Esta-
mos tan ocupados que nos quedamos
sin tiempo para mantener la organiza-
ción y el orden.
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A fin de garantizar una eficacia regular fuera de la ciudad.
en las actividades laborales o acadé-
• Visitar un lugar histórico o de recrea-
micas, es prudente tomarse pausas
ción en la naturaleza.
regulares con este propósito. Así, con
tranquilidad, tomarse el tiempo para • ¡Quedarse en casa y cocinar el pla-
repasar la agenda, acomodar los pa- to favorito con los niños!
peles, responder correos pendientes,
• Salir a un lugar interesante y hacer
eliminar residuos y guardar los ele-
una sesión de fotos para el recuer-
mentos ya no necesarios.
do.
Cuanto más regularmente practique-
En una era marcada por el estrés,
mos estas pausas, menos molestia y
por un lado, y por el desenfreno por
trabajo tendremos en la rutina diaria,
el otro, es vital recuperar el verdadero
y evitaremos vernos eventualmente
sentido de la celebración y el regocijo.
bajo la obligación de hacerlo porque
Lo más triste que puede sucederle a
“nos hemos perdido” en el desorden.
una persona, que no obstante sigue
Ordenar el lugar de trabajo o estudio
viva, es dejar de celebrar.
es una buena manera de darse un
descanso regular.
4. Descansar
3. Celebrar Es una obviedad decirlo, pero un prin-
cipal beneficio de detenerse regular-
Un propósito inescapable del descan-
mente es la oportunidad de descansar.
so es la celebración. Celebrar signifi-
Ahora bien, vale la pena mencionarlo
ca alegrarse y festejar por causa de
aquí en un punto por separado.
algo que se considera importante y
que proporciona satisfacción. Hay
No pocas veces sucede que las per-
muchísimos motivos por los cuales
sonas simplemente llenan sus tiem-
podemos celebrar en la vida: la fami-
pos libres o de vacaciones con otras
lia, los logros, las fechas especiales,
actividades no habituales, y al final
el trabajo mismo, son razones para
no descansaron, aunque creían estar
hacer una pausa y celebrar.
haciéndolo. ¡Regresan de sus vaca-
ciones cansados para ir al trabajo el
Por otro lado, no hay una sola forma
lunes! Esto es resultado de no plani-
de hacer celebración, sino muchas:
ficar los días vacacionales de mane-
• Hacer una cena especial con los ra balanceada, incluyendo suficiente
amigos. tiempo para el reposo como tal.
• Escapar a la playa con la familia.
Dormir bien, relajarse y disfrutar de
• Pasar un fin de semana en pareja no hacer nada, son “actividades” que
ENERO 2017 | 7
PORTADA
también han de ser programadas y
asignado un tiempo para ellas, de ma-
nera intencional, tanto como se hace
con el resto de las cosas. No llene
sus vacaciones de actividades y lue-
go descansar el tiempo que le sobre;
más bien, organice de antemano su
tiempo de descanso, y luego respéte-
lo —y también hágalo respetar a los
demás.
¿Hora de vacacionar?
Algunas personas suelen decir que
“les encantaría tomarse unas vaca-
ciones”, pero que ahora mismo “es
imposible tomarlas”. Argumentan que
necesitan seguir generando ingresos,
que no tienen a nadie para reempla-
zarlas en el trabajo, que no tienen
suficiente dinero para hacer un viaje,
o simplemente que se sienten física-
mente fuertes para continuar.
Sea que se identifique con lo anterior
o no, usted necesita vacaciones si:
1. Hace varios años que no las toma.
2. Está experimentando síntomas de
desgaste ocupacional, familiar o
personal.
3. Está presentando síntomas físicos
de agotamiento y empeoramiento
de enfermedades.
4. Menor eficiencia en el trabajo —
sea un empleo formal o su trabajo
en casa.
5. Ocurrencia de accidentes en el tra-
bajo por fatiga crónica.
8 | ENERO 2017
6. Tiene cosas personales pendientes
de organizar.
7. La familia ha pasado por algún
tiempo difícil y hay agotamiento en
varias áreas.
8. Necesita tiempo para reflexionar y
reorientar su vida.
Más de una respuesta afirmativa a
los ítems anteriores indican que usted
debería programar esas vacaciones
ahora mismo. En serio.
A veces la publicidad crea la impre-
sión de que vacacionar solamente
es viajar a un lugar paradisíaco con
todos los lujos. Sin embargo, no es
aconsejable adquirir deudas que no
podrá pagar a su regreso. Para algu-
nos, puede ser una buena opción pa-
sar el tiempo cómodamente en casa
sin los afanes que puede implicar un
viaje.
Qué hacer en vacaciones
si no se va de viaje
Quizás a usted le parezca una bue-
na idea no viajar en sus próximas
vacaciones. “¿Pero qué alternativas
tengo?”, se preguntará. Aparte de
descansar, aquí le ofrecemos algunas
sugerencias:
• Lea un buen libro —o tal vez, termi-
ne de leer el que comenzó el año
pasado y dejó en el segundo capí-
tulo.
• Visite sitios culturales e históricos,
“Organice de antemano
su tiempo de descanso,
y luego respételo —y
también hágalo respetar
a los demás.”
museos, etc.
• Vea buenas películas o series de in-
terés.
• Visite parques o lugares de recrea-
ción al aire libre.
• Visite a familiares y amigos especia-
les.
• Haga algún deporte —considere ir
de pesca.
• Haga manualidades o trabajo artís-
tico.
• Organice o redecore su cuarto.
• Colabore con alguna causa espe-
cial.
• Experimente algunas recetas de co-
cina.
Sea que usted viaje o se quede en
casa, lo importante es que sus vaca-
ciones cumplan el propósito del des-
canso y la renovación física, mental
y espiritual. Pero recuerde que este
propósito no se cumplirá por sí solo,
requiere de su organización y com-
promiso personal. Hágalo, y experi-
mente la bendición del descanso pla-
nificado.
¡Felices vacaciones!
Fuentes:
• “Vacaciones, ¡tiempo para renovarse!”, en La
Fuente (vol. 86), Enero/Febrero 2013, pp. 16–17.
• Torné, D. “Consejos para planificar tu tiempo en
vacaciones”. En línea: bit.ly/consejos-torne
• “Why did God rest on the seventh day of crea-
tion (Genesis 2:2)?” En línea: bit.ly/wdgr-gq
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PORTADA
¿Quién tiene el
control de tu futuro?
El ser humano y su relación con el tiempo
¿Qué hora es? ¿Cuándo nos encontra-
mos? ¿Cuánto tiempo tenemos? Estas
son sólo algunas de las preguntas bá-
sicas que nos hacemos a diario, porque
el concepto del tiempo es parte integral
de nuestras vidas. Si no comprendemos
este concepto, resulta muy difícil mane-
jar nuestra vida.
En un intento de explicar la complejidad
de esta materia, filósofos y teóricos nos
dicen que el tiempo tiene dos dimen-
siones. Hay un tiempo físico, y crono-
lógico —el del reloj, ya establecido y
medido—, pero hay también un tiempo
subjetivo, en que una hora no es igual a
la anterior, en que cada día es diferente,
en que una semana puede parecer “una
eternidad” o puede pasar “volando”.
Malas actitudes sobre el futuro
La Biblia afirma que hay un tiempo se-
ñalado para cada cosa: “Todo tiene su
momento oportuno; hay un tiempo para
todo lo que se hace bajo el cielo” (Ec
3.1). Sin embargo, el fluir del tiempo es
un asunto difícil de captar para nuestros
sentidos. Nos referimos normalmente al
tiempo en tres órdenes —pasado, pre-
sente y futuro—, pero no somos capa-
6 | ENERO 2018
ces de distinguir exactamente la transi-
ción entre uno y otro.
Pero a nuestra dificultad natural de
percibir y comprender el tiempo pue-
de sumarse a veces actitudes insanas,
capaces de entorpecer el desarrollo
saludable de nuestras vidas. Hay por lo
menos cuatro actitudes negativas con
respecto al tiempo contra las cuales la
Palabra de Dios nos advierte.
1. Ansiedad por el futuro
La primera actitud dañina que queremos
mencionar, por ser probablemente la
más frecuente en cualquier época y hoy
también, es la ansiedad por el mañana.
La incertidumbre del futuro despierta en
todas las personas una sensación de
preocupación. Nos hacemos preguntas
y tratamos de encontrar un camino para
saber lo que va a pasar mañana.
La sensación de necesidad de conocer
el mañana podría estar asociada con el
deseo profundo, que como seres hu-
manos abrigamos, de tener el control
absoluto. Nuestro corazón anhela tener
el control incluso sobre el porvenir para
sentirse seguro.
Desde la antigüedad, y prácticamente
en todas las culturas, la ansiedad por el
futuro ha estimulado la práctica de las
llamadas “ciencias ocultas”, que preten-
den develar el futuro y guiar a la gente
en la toma de sus decisiones —como los
horóscopos, la lectura de la mano, las
cartas, el espiritismo, etc. Esta práctica
es denunciada por Dios como algo de-
testable a Sus ojos, en la que Su pueblo
jamás debe involucrarse:
“Nadie entre los tuyos deberá sacrificar
a su hijo o hija en el fuego; ni practicar
adivinación, brujería o hechicería; ni
hacer conjuros, servir de médium es-
piritista o consultar a los muertos” (Dt
18.10–11).
La razón para esta prohibición es funda-
mental, y tiene dos partes:
• Sólo Dios conoce el futuro, y es una
ofensa contra Él que criaturas finitas
como nosotros pretendamos tener ac-
ceso a lo que está bajo la exclusiva
jurisdicción del Creador.
• Recurre a “poderes” sobrenaturales
ajenos a Dios, e incluso opuestos a
Él, y casi siempre estos medios están
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 “Sin negar que Dios
controla todos los
acontecimientos y nada
escapa a Su soberanía,
el futuro sí se puede
construir y somos
responsables de cada
cosa que hacemos o
dejamos de hacer.”
asociados con el engaño y la manipu-
lación.
Pero incluso un buen cristiano, que no
consultaría al horóscopo o a un “viden-
te”, puede ser preso de la ansiedad por
el futuro y ver debilitada su fe. A veces,
esto puede tomar formas tan inocentes y
hasta piadosas, que uno no podría pen-
sar que esconde una preocupación des-
medida por el mañana. Nuestro Señor
se refirió a este peligro en Su conocido
y muy importante Sermón del Monte, y
nos llama en cambio a encontrar paz en
cuanto al mañana priorizando en nues-
tras vidas el reino de Dios:
“Así que no se preocupen diciendo:
‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿Qué bebere-
mos?’ o ‘¿Con qué nos vestiremos?’ Los
paganos andan tras todas estas cosas,
pero el Padre celestial sabe que ustedes
las necesitan. Más bien, busquen prime-
ramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas les serán añadidas.
Por lo tanto, no se angustien por el ma-
ñana, el cual tendrá sus propios afanes.
Cada día tiene ya sus problemas” (Mt
6.31–34).
2. Indiferencia hacia el futuro
Otra actitud negativa con respecto al
futuro, quizás radicalmente opuesta a
la anterior pero igualmente dañina, es la
indiferencia o despreocupación desme-
dida. Es la negligencia en planear, orga-
nizar y trabajar para el futuro. Y puede
haber diversas “explicaciones” para
esta actitud.
• Algunas personas simplemente no
quieren asumir compromisos y viven
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irresponsablemente, por pereza o co-
modidad.
• Otras personas padecen de una men-
talidad fatalista bajo la creencia equi-
vocada de que “lo que será, será”,
independientemente de lo que uno
haga o deje de hacer.
• Y hay personas que sólo viven tras el
placer inmediato (hedonismo), donde
sólo importa “disfrutar hoy” sin pensar
en el futuro: “Comamos y bebamos,
que mañana moriremos” (1 Co 15.32).
La verdad bíblica sobre todo este asun-
to es que, sin negar que Dios controla
todos los acontecimientos y nada esca-
pa a Su soberanía, el futuro sí se puede
construir y somos responsables de cada
cosa que hacemos o dejamos de hacer.
3. Temor ante el futuro
Una tercera actitud negativa con rela-
ción al futuro es una que puede agudi-
zarse incluso a una afección psicológica
mayor, y es el temor ante el futuro. Así
como en el caso de la ansiedad, pue-
de considerarse “normal” tener algún
miedo al mañana, cuando hay motivos
racionales detrás.
Pero en algunas personas, las preocu-
paciones “engordan” hasta convertirse
en un verdadero pánico pensando en
el futuro. Entonces uno llega a ser preso
emocionalmente de sus preocupacio-
nes con respecto al mañana, ya sea por
lo que desconoce (incertidumbre) o por
lo que presupone que ocurrirá (sospe-
chas).
¿Cómo será? ¿Cómo estaré? ¿Qué me
sucederá? A partir de preguntas como
estas, la persona se va enredando en
imaginaciones negativas —a veces ca-
tastróficas— que le hacen sufrir enorme-
mente. Y cuanto más imaginación nega-
tiva, mayor el temor, quedando atrapado
en un círculo vicioso que sólo lleva al
desánimo, a más miedo y a la parálisis
de toda acción positiva.
El salmista aprendió, en medio de las
adversidades que le tocó vivir, a recono-
cer confiadamente que su futuro está en
buenas manos, en las de Dios: “Mi vida
entera está en tus manos”, o en la tra-
ducción de la RV60, “En tu mano están
mis tiempos” (Sal 31.15). ¡Cada segui-
dor de Jesucristo puede tener la misma
seguridad! (Mt 10.29–31).
4. Presunción del futuro
Una actitud tan dañina como temer al
futuro, según la Biblia, es la de presu-
mir o jactarse del mañana. La Epístola
de Santiago se ocupa especialmente de
esta actitud, al reprochar enérgicamen-
te a aquellas personas que se sienten
tan seguras de su futuro que, sin con-
sideración alguna de Dios, afirman co-
sas como: “Hoy o mañana iremos a tal
o cual ciudad, pasaremos allí un año,
haremos negocios y ganaremos dinero”
(Stg 4.13).
En la mentalidad secular humanista de
nuestros días, estas personas serían
alabadas como personas “de mentali-
dad positiva” y “seguras de sí mismas”.
Pero desde la óptica de la fe bíblica,
están cometiendo pecado (v. 17), al
no encomendar a la voluntad de Dios
sus proyectos y en lugar de eso actuar
ENERO 2018 | 7
PORTADA

“Administrar bien el
tiempo que Dios nos
concede no solamente
se hace planeando el
futuro, sino también
reflexionando sobre
el pasado.”

como si fueran ellos mismos los dueños relación con el tiempo, y en particular el vecho del tiempo que Dios nos conce-
del próximo día, “¡Y eso que ni siquiera futuro: El tiempo es un bien que tenemos de, según la Palabra, no solamente se
saben qué sucederá mañana!” (v. 14). prestado. hace planeando el futuro, sino también
“Toda esta jactancia”, dice Santiago, “es reflexionando sobre el pasado y consi-
mala” (v. 16). Ya que el tiempo pertenece a Dios, el derando cada trayecto que hemos tran-
tiempo del que cada uno disponemos sitado en la vida. El Salmo 90, atribuido
¿Podemos hacer planes? Por supuesto, es un bien ajeno que debe ser admi- a Moisés, es un cántico cuyo tema prin-
y no sólo podemos, sino que debemos. nistrado con sabiduría: “Así que tengan cipal es la brevedad de la vida humana
Pero debemos hacer nuestros planes cuidado de su manera de vivir. No vivan en contraste con la eternidad de Dios y
reconociendo la soberanía de Dios so- como necios, sino como sabios, apro- Su poder. Luego de reconocer lo efímero
bre el futuro y, por lo tanto, buscando Su vechando al máximo cada momento de los días del hombre, el salmista ora:
dirección y dependiendo de Su buena oportuno, porque los días son malos” (Ef “Enséñanos a contar bien nuestros días,
y santa voluntad para nuestras vidas, 5.15–16). para que nuestro corazón adquiera sa-
tal como la sabiduría bíblica aconseja: biduría” (Sal 90.12).
“El hombre propone y Dios dispone. [...] La Carta a los Colosenses utiliza una
Pon en manos del SEÑOR todas tus obras, El escritor de Eclesiastés también pon-
expresión aun más enfática sobre nues-
y tus proyectos se cumplirán” (Pr 16.1, dera lo incomprensible e incierto de la
tra responsabilidad de ser buenos ad-
3). vida del hombre, e invita a no dejar pa-
ministradores del tiempo, y lo hace en
sar los tiempos sin sacar una enseñan-
relación con nuestra vivencia en contac-
El tiempo es un bien prestado za de ellos: “Cuando te vengan tiempos
to con los que aún no han abrazado el buenos, disfrútalos; pero cuando te lle-
La Biblia plantea varias verdades guías evangelio: “Compórtense sabiamente guen los malos, piensa que unos y otros
para el hombre y la mujer de fe con re- con los que no creen en Cristo, aprove- son obra de Dios, y que el hombre nun-
lación al tiempo. Ya hemos mencionado chando al máximo cada momento opor- ca sabe con qué habrá de encontrarse
varios, pero aquí queremos “encapsu- tuno” (Col 4.5). después” (Ec 7.14).
lar” de manera compacta la enseñanza
de la Palabra de Dios para nosotros en Y administrar bien y sacar el mayor pro- No deje “pasar el tiempo”. Sáquele ver-
dadero provecho, tanto al tiempo que
ya pasó como al que —si Dios quiere—
¿Sabías que…? vendrá.
En la antigua cultura hebrea, en cuyo contexto se escribió el Antiguo Testa-
mento, se tenía una idea del tiempo muy diferente a la que tenemos nosotros
en el mundo moderno y occidental. Nosotros, nos vemos avanzando de cara • C. F. Stanley. El éxito a la manera de Dios: El cami-
no bíblico a la bendición. Grupo Nelson.
al futuro y con el pasado a nuestras espaldas. En cambio, los antiguos hebreos
• C. H. Spurgeon. El tiempo: De generación en ge-
se veían a sí mismos de cara al pasado y con el futuro a sus espaldas. ¿Cómo
neración (Salmo 90). Clie.
se entiende esto?
• R. C. Sproul. ¿Cómo debo vivir en este mundo?
En el pensamiento hebreo, lo que el hombre puede “ver” realmente es el pa- (Kindle edition). Ligonier.
sado, mientras que el futuro es desconocido y pertenece a la providencia de • E. E. Cifuentes. “La concepción del tiempo en el
pensamiento hebreo antiguo”. En línea: http://bit.
Dios. El hombre sólo tiene ante sus ojos lo que ha sucedido en el pasado, y debe ly/2CLnG2T
observar, valorar y analizar estas cosas en el presente, a la luz de la Palabra de • R. López. “Preocupación por el futuro”. En línea:
Dios, para avanzar hacia el futuro… caminando de espaldas. http://bit.ly/2ktGrB8

8 | ENERO 2018 www.revistalafuente.com

DESARROLLO PERSONAL
Planifica tu año hacia el éxito
CONSEJOS PARA UNA PLANIFICACIÓN ANUAL EFECTIVA
I
niciar el año es una oportunidad
que nos lleva a considerar la posibili-
dad de alcanzar aquellas cosas que no
hemos logrado en años pasados. Quién
más, quién menos, mira hacia adelante
con cierta esperanza de que las cosas le
irán mejor en el nuevo año o que llegará a
experimentar anhelos pospuestos.
Oportunidad para soñar
Es un tiempo oportuno para proyectar-
se hacia aquello que solo al hombre le es
dado, la capacidad de soñar. Piensa en
cualquier logro importante que conozcas.
Primero comenzó como un sueño; un de-
seo profundo de algo que no era visible a la
vista de ninguna persona, pero sí estaba en
la imaginación de alguien. Considerando
esto, ¡no pierdas la oportunidad!
Pon tu sueño en positivo
La pregunta es: ¿Qué es lo que quiero lo-
grar? No es lo que quiero dejar de hacer,
8 | ENERO 2020
perder o cambiar. Sea ese anhelo entre lo
difícil y lo fácil; algo desafiante; exigente,
pero a la vez alcanzable. Piensa en el al-
cance de una condición o situación ideal
que te gustaría vivir en esa área determina-
da. Considéralo dentro de un margen que
lo puedas controlar. Que no dependa de
otras personas o circunstancias, sino de ti
mismo.
Pon ese sueño en una frase. Hazlo de tal
manera que puedas tener algo concreto, lo
más específico posible.
Comprométete contigo mismo
Hazlo a partir de una consideración rea-
lista. ¿Pondrías una puntuación alta a ese
deseo de alcanzar ese anhelo? Si no es así,
el camino por andar será más que difícil, y
la tentación por dejarlo en el camino estará
siempre presente. Considera seriamente el
costo. ¿Estás dispuesto a pagar el precio de
renunciar a aquello que por alguna razón
ya no lo habías dejado, y de hacer un es-
fuerzo por algo que anteriormente no lo
habías hecho?
Si verdaderamente deseas lograrlo, ¡ade-
lante! Demuestra que es un asunto impor-
tante para ti, y que retroceder no está en
tus pensamientos. Sí, mantén en mente la
figura de aquello que quieres lograr, prin-
cipalmente en aquellos momentos donde
se requerirá fuertemente ese compromiso.
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 VIVIMOS EN UN TIEMPO DE
MUCHA INFORMACIÓN Y DE
REDES, QUE NO APROVECHARLO
PARA EL DESARROLLO PERSONAL
ES HASTA IMPENSABLE.
Usa todo a tu favor
Es fácil decir «capítulo cerrado» y «voy a
comenzar de cero». Lo cierto es que ve-
nimos de experiencias pasadas; de logros,
que nos sirven como antecedente moti-
vante; como de fracasos, que nos sirven de
información importante para enfrentar de
una nueva manera. Tus experiencias como
las de otros contienen una fuente de ri-
queza inimaginable cuando lo examinas y
encausas en aquello que está delante como
un nuevo desafío.
Además de tu experiencia y la de perso-
nas cercanas a ti, cuentas también con un
sinnúmero de recursos a mano. Vivimos
en un tiempo de mucha información y de
redes, que no aprovecharlo para el desarro-
llo personal es hasta impensable. Ten pre-
sente que toda la información que tengas
te ayudará a tener claridad al respecto de
tus fortalezas como de tus debilidades; con
qué cuentas y con qué no, y qué caminos
podrías tomar.
Construye tu plan
Como es un objetivo para el año, divide
el plan en partes. Puedes hacerlo en tres
periodos de tiempo; de manera que puedas
concentrarte mejor en la parte del proceso
que corresponda como de tener tiempos
propicios para evaluar efectivamente el
avance.
Las metas que quieras alcanzar en los
tiempos trazados deben tener sus respecti-
vas actividades; es decir, lo qué harás para
alcanzar aquello. Esas actividades serán
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acciones concretas, que pueden parecerte
sencillas; pero el éxito se logra, más que
nada, por la repetición de ciertos compor-
tamientos.
Haz tu calendario
Recuerda que lo que no tienes escrito y
con fechas a las cuales someterte, tu esfuer-
zo inicial no tendrá la fuerza necesaria, no
solo para lograr un final importante, sino
tampoco para seguir en la lucha a mitad
de camino.
Aférrate a lo que estableces
Posiblemente surgirán imprevistos; pero
estos no deben afectar lo que en esencia
te habías propuesto. ¡Sé fiel a ti mismo,
a la promesa que te haces! Recuerda que
esto tiene que ver con tu crecimiento y
desarrollo; y aunque pareciera solamente
algo personal, tendrá también un efecto
positivo en otros. Además de fortalecerte
tú mismo, tu victoria desafiará también a
PLAN DE DESARROLLO PERSONAL
otros a creer en sí mismos. De esa manera
habrás fijado un camino que otros puedan
transitar.
No tomes en poco el desarrollo
de alguna parte de tu vida
Ante Dios tu vida no está dividida en «sa-
grado y secular». Eres tú delante de Él; y a
Él toda tu vida le importa. Pero tampoco
tomes en poco la planificación; pues Él
mismo hizo todas las cosas con propósito
y estableciendo un orden. Él es un Dios
de orden, y nuestro caminar en proyección
hacia el futuro debe reflejar al Creador.
Ten continuamente presente que la perse-
verancia en tu esfuerzo diario, semanal y
mensual será clave para la consecución de
lo que te trazas para este año. Ora a Dios
pidiendo que te mantengas hasta el final
en aquello que inicias. Una vez logrado,
agradécele y dale todo el reconocimiento
a Él.
Marcos Vergara
Marcos es de Lambaré, Paraguay.
Posee una licenciatura en Teología y
diplomados en Liderazgo y Coaching.
Por más de 15 años ha sido instructor
de Liderazgo en empresas privadas e
instituciones públicas. Es pastor de la
iglesia Comunidad Nuevo Pacto, de la Iglesia de Dios en el
Paraguay. Actualmente es vice presidente de la Asociación
de Iglesias Evangélicas del Paraguay (ASIEP) y secretario de la
Alianza Evangélica Latina.
mevt68@gmail.com
ENERO 2020 | 9
GRUPOS PEQUEÑOS
COSTUMBRES BÍBLICAS
¿Se tomaba la gente vacaciones
en los tiempos bíblicos?
PIENSA EN CÓMO GLORIFICAR A JESÚS EN TUS PRÓXIMAS VACACIONES
E
n la Biblia nunca aparece la pa-
labra «vacaciones», aunque sí es evi-
dente que la gente tenía momentos
especiales para dejar a un lado el trabajo,
marcados normalmente por el calendario
de festividades religiosas, como los tiem-
pos para dejar descansar la tierra (cada 7
años) o el jubileo (cada 50 años).
Normalmente, las familias en la época bí-
blica debían realizar por lo menos un viaje
al año a Jerusalén. A veces lo hacían más
veces. Considerando que las fiestas de ca-
samiento duraban varios días, es posible
que esto se haya debido a que venían fami-
liares de pueblos lejanos y aprovechaban
para tener unos días de esparcimiento.
¿Trabajar todo el tiempo?
El gran sabio del mundo, el rey Salomón,
reflexiona ampliamente en el libro de Ecle-
siastés, y vez tras vez enfatizó lo inútil que
resulta «afanarse» exageradamente en el
trabajo o en cualquier actividad humana.
El capítulo 3 habla que hay tiempo para
todo. El asunto es organizarse, disfrutar del
trabajo (3.22), pero también contemplar
las obras de Dios y disfrutar de los buenos
tiempos (7.12-13) y divertirse (8.15).
En 1 Reyes 7, luego de terminar su pala-
16 | DICIEMBRE 2019
cio, Salomón construyó el palacio «Bosque
del Líbano», que sería una especie de casa
donde pasaba tiempos con amigos y otros
reyes en medio de la naturaleza.
Ya mucho antes, en tiempos de los jueces,
había un rey de Moab llamado Eglón que
murió asesinado en su palacio de verano
(Jue 3.20). Es evidente que en el Medio
Oriente el verano era muy caluroso, y era
una costumbre tener un lugar especial de
descanso. Algo así lo hacían todos los is-
raelitas cuando celebraban la Fiestas de las
Cabañas (Lv 23; Dt 16).
Para el tiempo de Amós (unos 800 años
antes de Cristo), el tema de las casas lujo-
sas de verano ya resultaban una abomina-
ción para el Señor (Am 3.15). Quizá esto
podría aplicarse hoy a vacaciones extrema-
damente despilfarradoras.
Un palacio de verano cuyos restos existen
hasta hoy es Masada, el lujoso palacio de
verano del rey Herodes. Es un lugar turís-
tico con una historia muy trágica.
Jesús y las vacaciones
Jesús era una persona que viajaba mucho,
desde pequeño. Ya al iniciar Su ministerio
tiene una especie de «vacaciones» de 40
días en el desierto. Luego lo vemos reco-
rrer pueblos, navegar, incluso hacer una
«caminata» sobre el mar de Galilea. Pero
no podemos decir que Su ministerio haya
sido puros paseos. Llegó a estar abrumado
por tanta gente que lo seguía, e incluso pi-
dió a Sus discípulos tomarse un rato libre
de descanso (Mr 6.30-34).
Nosotros hoy
Aunque no todos podríamos, no es mala
idea el tener una casa de verano. Pero pen-
sando en los costos, mantenimiento y per-
sonal, tal vez viajar sea una mejor idea.
En nuestros países tenemos lugares hermo-
sos como las Cataratas del Iguazú y otros
lugares donde pasar unos días. Es bueno
señalar el principio de «no tirar la casa por
la ventana» y endeudarnos durante años
por una semana de vacaciones. Quizá sea
oportuno invertir en un tiempo de visitas
a familiares que viven en alguna otra ciu-
dad, o hacer un campamento de familia
con carpas al lado de un arroyo.
Fuentes:
• C. Shaw. Dios en sandalias. Tyndale.
• J. F. Garrido. Cambia de ritmo. Grupo Nelson.
• A. Spangler. La paz que Dios promete. Zondervan.
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8 actividades
para fortalecer la vida
familiar en vacaciones
Actividades alternativas en familia
En cierta ocasión alguien le pregun-
tó a la Madre Teresa: “¿Qué puedo
hacer para promover la paz mun-
dial?”. Ella respondió: “Ve a casa
y ama a tu familia”. En la sociedad
actual, cuando difícilmente coinci-
den los horarios para la vida familiar,
cuesta demostrar ese amor.
Ambos padres trabajan todo el día,
muchos hijos en edad escolar cum-
plen con doble escolaridad, y en
otros casos tienen otros estudios,
como pintura, danza, deportes,
idiomas, etc. Cada vez es menor el
tiempo que se puede estar juntos.
Lejanos son los tiempos en los que
las familias compartían largas con-
versaciones y se conocían mejor,
comunicando sus proyectos de
vida, dudas, problemas, entre otras
cosas. Hoy en día, esa tradición casi
se ha perdido, y por ende, cada vez
hay menos relación entre los miem-
bros de la familia.
¿Vacaciones para qué?
Incluso en época de vacaciones es-
colares, antes de priorizar activida-
des que involucren a toda la familia,
se busca ocupar el tiempo disponi-
ble con “actividades vacacionales”,
como colonias de vacaciones, o
alguna otra actividad recreativa. Si
bien estas actividades son buenas
en sí mismas, sin embargo lo que
se hace es ocupar todo el tiempo,
evitando estar juntos. El periodo de
vacaciones debería ser un tiempo
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para aprovechar y compartir el tiem-
po en familia.
¡Cuán provechoso sería si en el tiem-
po de vacaciones todos pudiéramos
coincidir para estar juntos, vacacio-
nar juntos y de esta manera fortale-
cer las relaciones! Las relaciones se
fortalecen cuando pasamos tiempo
juntos en actividades que involucran
a todos los integrantes de la familia.
Algunas alternativas
Algunas de las actividades familia-
res que podrían realizarse son:
1. Organizar salidas. Las vacacio-
nes son el momento perfecto
para realizar excursiones, salidas
al campo o paseos en bicicleta,
en los que la familia aproveche
para salir de los lugares frecuen-
tados habitualmente y conozcan
lugares nuevos.
2. Jugar en casa o al aire libre. Se
puede organizar juegos para toda
la familia, aprovechando así para
compartir un momento de diver-
sión con los hijos.
3. Hacer visitas culturales. Visitar
museos o exposiciones donde
los niños y los padres aprendan
cosas nuevas. Es importante que
resulten atractivas para todos.
4. Ver películas. Ver películas en fa-
milia es la excusa perfecta para
compartir un momento entre pa-
dres e hijos. Películas sanas que
edifican.
FAMILIA Y EDUCACIÓN
5. Viajes al interior. Si no se están en
condiciones de incurrir en gastos,
simplemente busquen la mejor
opción de realizar camping en lu-
gares seguros.
6. Ir a obras teatrales. Esto es una
actividad que perfectamente in-
volucra a la familia.
7. Salir a cenar en familia. Esto ayu-
da al diálogo y a la distensión fa-
miliar. ¡Que linda y provechosa es
la sobremesa familiar!
8. Leer historias bíblicas. Esto debe-
ría hacerse todo el año, pero en
vacaciones es una óptima opor-
tunidad para compartir.
Estas son solo algunas sugerencias.
Usted puede agregarle otras mu-
chas actividades a las menciona-
das. Anímese a la creatividad, Dios
le dará ideas nuevas de cómo es-
tar en familia, desarrollar relaciones
fuertes, y de esta manera usted ten-
drá una familia cada vez más sana,
sólida y estable.
Por Héctor Sánchez
Héctor es licenciado en
Análisis de Sistemas In-
formáticos, estudiante de
Teología en la Universidad
Evangélica del Paraguay y
pastor de la iglesia Comunidad Cristiana de
Asunción. Está casado con Achi Núñez y tie-
nen tres hijos: Micaela Belén (18), Axel David
(14) y Camila Elizabeth (11). Además, es en-
cargado del ministerio de los matrimonios de
Comunidad Cristiana.
✉ yino_1548@hotmail.com
DICIEMBRE 2015 | 13
FAMILIA
¡Vacaciones! ¡Tiempo
de… ¿estudiar?!
LOS PADRES Y EL REFUERZO ESCOLAR EN VACACIONES
A
todos nos hace bien tener un
tiempo de pausa en las actividades
cotidianas. Para los adultos, vaca-
ciones significa renovar fuerzas y así estar
preparados para los desafíos del siguiente
año. Para los niños, significa mayormente
no ir a la escuela, no levantarse temprano,
salir a jugar… Pero es también una época
en la que se vuelven más exigentes, debido
a que más fácilmente se aburren. Por ello,
es importante que sea un tiempo en que,
en lo posible, la familia sea parte activa en
las actividades de los pequeños.
Ahora bien, ¿qué pasa si el niño además de
jugar en vacaciones también necesita estu-
diar? Aquellos que han tenido dificultades
en la escuela necesitan tomarse un tiempo
para recuperar lo que no han podido lo-
grar en el año escolar. Aquí van algunos
consejos para trabajar el refuerzo escolar
aprovechando las vacaciones y motivarlos
a vencer sus dificultades.
1. No se enfoque en lo negativo, es decir,
no dé tanta importancia a la dificultad. En
la medida en que los padres le den impor-
tancia a lo que no se logró o lo que no se
sabe hacer, el niño también lo hará, y no
será de mucha ayuda para motivarlo a es-
tudiar. Enfóquese en los logros. Y si bien
4 | ENERO 2020
hay una realidad que asumir con ellos, solo
es cuestión de tiempo para que lo puedan
superar. Recuerde, ellos están aprendien-
do, y quienes deben darles seguridad, con-
fianza y autoestima, son los padres. Esto
determina la conducta misma del niño.
2. Identifique cuál ha sido la raíz del
problema. Conversen al respecto, escuche
a su hijo, no se apresure en reprocharlo.
Cuanta más comunicación haya, mejor
respuesta tendrá.
3. Identifique si su hijo o hija tiene al-
gún tipo de dificultad en el aprendizaje
o en la conducta. Mientras más temprano
se pueda reconocer esta, más fácilmente el
niño la podrá superar al recibir la ayuda
correspondiente. Normalmente los niños
con altas capacidades tienden también a
fracasar en algunas áreas escolares.
4. Organice una rutina de actividades
para él. Los niños siempre responden me-
jor a las rutinas de estudio —esto les da
seguridad porque saben qué esperar y qué
se espera de ellos. No resulta conveniente
que días antes de su vuelta a clases o de su
prueba empiece a estudiar. Lo que quere-
mos lograr es que el niño aprenda. Esto
no solo le ayudará a sacar una nota para
el momento, sino que lo acompañará a lo
largo de su vida académica. Si no determi-
namos un bloque de tiempo para repaso
diario, el niño que tiene dificultades para
estudiar se mostrará mucho más apático si
queremos lograr que responda forzándolo
a largas horas de repaso. Esto también ge-
nerará aún más rechazo a la materia y a la
escuela, porque sentirá que está siendo el
motivo de su estrés.
5. Establezca un horario para leer y ex-
plorar la materia juntos. La presencia de
los padres es de suma importancia para
lograr mejores resultados a largo plazo. No
lo deje en manos de otras personas (con-
trato de profesores particulares) a menos
que sea extremadamente necesario. En tal
caso pudieran ayudar los hermanos mayo-
res, con la atención de los padres.
6. Haga que las materias sean divertidas.
Incluso hay juegos, que, si ellos no ven a la
materia como algo positivo, ayudará a que
tomen interés.
7. Evite crear prejuicios respecto a ciertos
grados, ciertas áreas. Muchas de las dificul-
tades en la escuela se debe a que los mis-
mos padres, de manera inconsciente, en-
fatizan en una materia o le dan extremada
importancia. Entonces los niños reciben la
información de que, si se habla mucho y se
enfatiza en ello, será difícil.
8. Acompáñelos en este proceso de des-
canso, pero que una parte divertida del
día sea de estudiar, no como en la escuela,
pero que sea un tiempo de aprendizaje.
Queridos padres: no limiten el tiempo con
sus hijos; esta es la etapa en que ellos los
necesitan, y para ustedes nada es más im-
portante que ellos. Estamos acostumbra-
dos a que nuestro tiempo sea ocupado por
las urgencias del día a día, pero no por lo
que realmente es importante.
Los hijos, la familia, son lo importante.
¡Invirtamos en ellos!
Amalia Ortíz
Graduada del Instituto Teológico de
las Asambleas de Dios (ITAD), licen-
ciada en Ciencias Químicas por la
Universidad Nacional de Asunción
(UNA), diplomada en Metodología
de la Investigación por la Universidad
Evangélica del Paraguay (UEP) y con 20 años de experiencia
en la enseñanza en colegios cristianos y públicos. Integra el
equipo de Jesús Responde, como coordinadora de OANSA
Paraguay y del Programa de Refuerzo Escolar Eku’e.
amaliaortizfernandez@gmail.com
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ESCUELA DOMINICAL

¿No hay actividades

para los niños
en enero?
Actividades alternativas para el tiempo de vacaciones
Por lo general, durante el mes de ene-
ro la escuela dominical se encuentra en
receso. Sin embargo, eso no debería
significar que la iglesia quede sin ac-
tividades que ofrecer a los niños de la
comunidad.
A continuación, presentamos tres estra-
tegias que la iglesia puede aprovechar
para realizar un ministerio (es decir,
“servicio”) de bendición para los niños
durante el tiempo de receso de la es-
cuela dominical. Es aconsejable que
otros miembros de la iglesia (quizá los
padres, los jóvenes), y no únicamente
los maestros de la escuela dominical, se
involucren en la organización y ejecu-
ción de estas actividades.
1. Colonia de vacaciones
Las temporadas de vacaciones son
ideales para que la iglesia ofrezca a los
niños un programa de actividades re-
creativas y de aprendizaje. Las colonias
de vacaciones permiten desarrollar du-
rante una semana o más, una serie de
encuentros con los niños que pueden
incluir actividades como:
• Historias y literatura
Los encuentros pueden ocupar las ma-
ñanas o las tardes, con una duración de
3 a 4 horas diarias, dependiendo de las
actividades que sean incluídas.
2. Refuerzo escolar
Hay niños que tienen dificultades de
aprendizaje con algunas asignaturas
de la escuela, en especial matemáticas
y lengua castellana. Las iglesias que
cuentan con maestros profesionales
tienen una oportunidad muy valiosa de
hacer bien a su comunidad ofreciendo
clases gratuitas de refuerzo escolar du-
rante la semana.
Este servicio permite un contacto muy
importante con los niños provenientes
de familias no cristianas. De seguro ellos
no sabían que existía algo que se llama
“escuela dominical”, y pueden sentirse
motivados a visitar la iglesia el domin-
go para averiguar de qué se trata. ¡Un
salón bien dispuesto y decorado puede
ser una gran atracción!
realiza semanalmente en el ámbito de
la iglesia, o fuera de ella, con el fin de
guiar a niños a conocer a Jesús como
su Salvador y Señor. Es un programa
simple pero atractivo, capaz de llevarse
a cabo con pocos recursos humanos y
materiales.
Los elementos esenciales de una “hora
feliz” incluyen:
• Juegos de integración
• Una lección o historia bíblica
• Actividades de aplicación
• Una merienda sencilla
Y así, de una manera no muy compli-
cada de realizar, nuestra iglesia puede
brindar a los niños de la comunidad más
de un espacio para el aprendizaje y la
diversión. ¡Y descubrir “nuevos talentos”
para el ministerio de la escuela domini-
cal, que tanto hacen falta!

• Música
3. La “hora feliz”
Ésta consiste en un encuentro bíblico y
• Deporte
Cristo-céntrico de niños, con una dura-
• Artes plásticas y manualidades ción aproximada de una hora, que se

12 | ENERO 2018 www.revistalafuente.com

ESCUELA DOMINICAL
5 razones para visitar a
tus alumnos en vacaciones
Visitas pastorales del maestro de escuela dominical
Todos estaremos de acuerdo en que
una de las herramientas más valiosas en
la vida de la iglesia es la visita pastoral.
Y, obviamente, sólo los pastores pueden
realizar estas visitas. ¿O no?
Aunque puede parecer algo extraño
para muchos, los maestros de la escue-
la dominical también podemos, y de he-
cho deberíamos, realizar nuestras “visi-
tas pastorales” a los niños y jóvenes de
nuestras clases. Esta es una herramien-
ta muy recomendable especialmente
en vistas a la temporada de vacaciones
que se aproxima, cuando el programa
de la escuela bíblica de nuestras igle-
sias también entran en receso —normal-
mente, de diciembre a febrero.
¿Qué tipo de visitas?
Si bien hemos dicho “visita pastoral”,
nos referimos a visitas naturalmente mu-
cho más causales. Pasar por la casa a
saludar. Eso es. Quizás unos 10 minutos
serán suficientes, para entablar una pe-
queña conversación sobre lo que sea,
preguntar cómo van las cosas y qué pla-
nes hay, y hacer una oración con ellos.
No necesitas un programa, un conteni-
do, nada… el único propósito con estas
visitas es motivar a los alumnos, man-
tener el contacto (especialmente con
aquellos cuyos padres no vienen a la
iglesia), y entusiasmarlos para el próxi-
12 | DICIEMBRE 2017
mo reinicio de las clases. Eso sí, hay que
ir abiertos a escuchar, dejarse invitar a
tomar o comer algo, pasar un rato infor-
mal con la familia.
¿Qué beneficios trae?
Muchos maestros de escuela dominical
alrededor del mundo incluyen la visita
entre sus tareas habituales, y ven (ellos
y sus iglesias) numerosos beneficios
como fruto de esta pequeña “milla ex-
tra”. Para mencionar algunos:
1. Los niños y jóvenes se sienten real-
mente valorados y amados de mane-
ra particular.
2. El maestro puede entablar una rela-
ción de amistad con la familia de su
alumno (lo que no siempre se puede).
3. La carga de los pastores se aligera,
al ver que su trabajo se refuerza con
el de otros obreros de la iglesia.
4. Los maestros tienen la oportunidad
de conocer de primera mano de dón-
de vienen sus chicos (el barrio, la ca-
lle, la casa).
5. Abre una oportunidad para alcanzar
de manera directa con el evangelio el
entorno más cercano de los alumnos.
Algunos detalles importantes
Anteriormente dijimos que la visita es de
carácter informal no hace falta un pro-
grama para realizarla. Pero eso no sig-
nifica que no debamos prepararnos en
absoluto.
Aquí algunos aspectos que nos pueden
ayudar a lograr una “visita pastoral exi-
tosa” como maestros:
• Avisa antes de ir. Comunícate con los
padres o encargados de tu alumno y
agenda con ellos un día y una hora. Tu
visita puede ser una sorpresa para tu
alumno, ¡pero no tiene que serlo para
los dueños de casa!
• Lleva un pequeño obsequio. Una
tarjeta con versículo bíblico hecha a
mano —como esas que aprendieron a
hacer en clase— y un caramelo será
un obsequio extraordinario.
• Da lugar a la oración. Pregunta a la
familia si tienen alguna necesidad
especial por la que podrías orar.
Siéntete libre de compartir tus moti-
vos también… y da oportunidad para
que otros también oren, incluyendo tu
alumno.
Si nunca antes habías incluido en tus
actividades como maestro el visitar a
tus alumnos en sus casa, no dejes pasar
estas vacaciones para experimentarlo.
¡Y prepárate para ser sorprendido por
el Señor!
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¿Qué vamos a
aprender este año en
la Escuela Dominical?
Organizando el plan de estudio para el 2016
¡Llegó el tiempo de definir hacia
dónde queremos ir en nuestra Es-
cuela Bíblica! En pocas palabras…
¡es hora de planificar! Vamos a pla-
nificar los contenidos a enseñar, or-
ganizándolos en un plan de estudio.
¿Por qué es
importante hacerlo?
Pensando en el alumno. Es impor-
tante que conozcan todas las verda-
des de la Palabra de Dios y no so-
lamente algunas, se acerquen a los
principios bíblicos en su mayoría y
adquieran buenos fundamentos que
los ayuden a tomar sabias decisio-
nes. Un plan de estudio motiva al
alumno a seguir investigando por sí
mismo y esperar ansioso la próxima
clase.
Pensando en el maestro. Las pla-
nificaciones ordenan la preparación
de la clase. Saber de antemano qué
temática corresponde, aporta a la
hora de trazar objetivos, pensar ac-
tividades, recursos, dinámicas, es-
trategias, etc. Y por supuesto, ¡para
orar!
La planificación ordena los tiempos
y permite al maestro disfrutar de la
tarea asignada y no vivirla como una
carga. Si con anticipación conocen
los temas o historias pueden admi-
nistrar mejor su tiempo para prepa-
rar la clase.
Y pensando en la clase. Es impor-
tante porque posibilita un ambien-
te agradable y adecuado para el
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aprendizaje. Una clase planificada
no da lugar a la improvisación y a
los tiempos “en blanco” que favore-
cen a la dispersión.
Ahora, ¿qué es
un plan de estudio?
Es una agrupación de contenidos,
ordenados y estructurados de dife-
rentes maneras, de acuerdo a los
objetivos que se quieran alcanzar
como Escuela Bíblica. Este será la
guía que los maestros tendrán para
sus clases a lo largo del período es-
tablecido.
Un plan de estudio debe pensar en
la educación sin descuidar la evan-
gelización; siempre teniendo como
fundamento la Biblia. Debe estar
organizado por edades, por nive-
les de madurez cristiana o grupos
afines, como por ejemplo el estado
civil.
Asimismo, debe tener una progra-
mación, es decir, en qué tiempo se
realizará, cuál será el espacio físico,
y por supuesto, cuáles son las nece-
sidades e intereses de sus destina-
tarios. Esto último es muy importante
para que el aprendizaje sea valioso
y significativo.
¿Cómo preparamos
nuestro plan de estudio?
• Cronológicamente. Selecciona-
mos historias bíblicas respetando
el orden en que sucedieron los
hechos. Por ejemplo: las historias
del pueblo de Israel desde sus
ESCUELA DOMINICAL
comienzos y hasta la llegada a la
Tierra Prometida.
• Por libros. Podemos descubrir
verdades en las Cartas de Pablo,
dividiéndolas según la cantidad
de clases que disponemos.
• Por personajes. Es así que duran-
te un mes conocemos la vida de
David, luego a Salomón, y así en
adelante.
• Por temas. De acuerdo a la edad
de nuestros alumnos, será el tema
que elijamos. Con preescolares
estudiaremos la familia y los ami-
gos, mientras que con los adoles-
centes será el noviazgo, por ejem-
plo.
• Con materiales preparados por
editoriales, que sepamos que es-
tán de acuerdo con nuestros prin-
cipios doctrinales y que adquiri-
mos en librerías.
¿Estás listo para iniciar un nuevo
año? Recuerda que la oración debe
ser la prioridad en esta tarea. El Se-
ñor es el que nos dice qué y cómo
enseñar.
Por Ana Laura Bello
Ana Laura es de Montevi-
deo, Uruguay. Casada con
Ricardo Aprikian, es mamá
de Belén (14) e Ignacio (11).
Maestra de niños desde hace
18 años, actualmente se desempeña como se-
cretaria de Dirección de un colegio evangélico
y coordinadora del Departamento de Educación
Cristiana. Escribe recursos para niños como de-
vocionales y lecciones, algunos de los cuales se
encuentran publicados en su blog Una Aventura
3D (unaaventura3d.blogspot.com).
✉ analaura.aprikian@gmail.com
ENERO 2016 | 17