Está en la página 1de 3

¡Pastor Saludable, Pastor Pastoreado!

Hay Almas que Salvar: ¿Cómo es que podemos descansar?

Los pastores solían ser una de las personas más felices y saludables, con una mejor
esperanza de vida que la población general. Pero al «Tomar un Pan del Trabajo del
Señor», el periodista Paul Vitello reporta: «los miembros del clero actualmente sufren de
obesidad, hipertensión y depresión en niveles mayores que la mayoría de los americanos.
Durante la última década, su consumo de antidepresivos ha aumentado, mientras que su
esperanza de vida ha caído. Muchos cambiarían sus trabajos si pudieran».
Los altos niveles de estrés, depresión y agotamiento están provocando que sean
quebrantados los cuerpos, las mentes, los corazones, los matrimonios y las iglesias. Según
la revista Christianity Today, el agotamiento es el responsable del 20 por ciento de todas las
renuncias pastorales. Eso es sorprendente, ya que las encuestas revelan que los pastores
ponen el ejercicio físico, la alimentación y el sueño en una posición de menor prioridad que
el trabajador promedio.

He sido así y he hecho eso, he sufrido las consecuencias. Pero a través de la


experiencia personal dolorosa, y también de la consejería de muchos otros, he aprendido
que Dios en su gracia ha provisto diferentes maneras para que nosotros reajustemos
nuestras vidas quebrantadas y agotadas, y para ayudarnos a vivir una vida al ritmo de la
gracia en una cultura de agotamiento. Antes de explicar esto, consideremos el hecho de el
porqué tantos pastores se están uniendo a estas estadísticas.

¿POR QUÉ HAY TANTO AGOTAMIENTO?

Primero, el trabajo es tan agradable. Sí, hay tiempos de desaliento en el ministerio


pastoral, pero generalmente es el trabajo de tus sueños. Tenemos la oportunidad de estudiar
la Palabra de Dios, predicar el glorioso evangelio de la gracia, desarrollar líderes, equipar
personas para servir, y ayudar a las personas a morir en la fe. Vemos personas crecer en
gracia y dones. Es tan satisfactorio y pleno que en ocasiones queremos hacerlo todo el día y
la noche.

Compartido por PdeP Venezuela, Otto Rodríguez. ottorodriguezorozco@gmail.com 23/08/2021


¡Pastor Saludable, Pastor Pastoreado!

Segundo, el trabajo es tan interminable. Podríamos pasar 50 horas en cada sermón y


aún así no estaría «perfecto». Siempre hay cada vez más personas por visitar, más almas
para evangelizar, más artículos para escribir, más ministerios para lanzar, más
oportunidades de servir, más iglesias para plantar. No hay que marcar un reloj, y no hay
hora de inicio o de final del día. Aún si hemos trabajado 24/7 siempre hay más cosas por
hacer.
Tercero, el trabajo es tan trascendental. El rol de cada uno en la vida es importante.
Sin los recogedores de basura las calles estarían apestosas y habrían muchas enfermedades.
Sin los cristales nuestros hogares estarían oscuros o abiertos a las corrientes de aire. Sin los
pastores, las almas no serían salvas y multitudes se perderían para siempre en el infierno.
Las consecuencias de nuestro trabajo son masivas. ¿Cómo podemos dormir o tomar un día
libre cuando hay almas que se pierden que necesitan ser salvas?
Cuarto, el trabajo es tan invisible. Mucho de nuestro trabajo es invisible e
intangible, podemos ser tentados a involucrarnos en tareas más notorias para probar que
estamos tan ocupados, somos tan fuertes y estamos tan necesitados como todo el mundo.

CÓMO REAJUSTAR NUESTRAS VIDAS


En el libro Reset: Living a Grace-Paced Life in a Burnout Culture, del cual 9Marcas
hizo una reseña aquí, exploré diferentes maneras en la que los hombres en general,
especialmente los pastores, pueden aprender cómo vivir una vida al ritmo de la gracia en
una cultura de agotamiento. A través de la consejería de varios pastores durante el proceso
de reajuste me he dado cuenta de que los reajustes más rápidos y productivos son aquellos
de las áreas del sueño, el sabático y la soberanía de Dios.

Sabático
La encuesta de Paul Vitello sobre la caída de la salud y felicidad de los pastores
identificó varias causas: el estrés causado por los teléfonos celulares y las redes sociales,
una reducción de la disponibilidad de creyentes voluntarios en la era de los hogares que
necesitan dos salarios, y las malas percepciones de que cuidarse a uno mismo es algo
egoísta y servir a Dios significa nunca negarnos a nada. Sin embargo, la mayoría de la
investigación mostró que la razón principal es simplemente que los pastores no están
tomando un día libre en la semana. Los pastores parece que piensan que el versículo que
dice «seis días trabajarás, pero el séptimo día no trabajarás» (Éxodo 20:9-10) tiene un
asterisco: a menos que seas un pastor, en cuyo caso debas trabajar los siete días de la
semana. No, este es un mandato divino para todos, no una sugerencia opcional para
algunos. Dios diseñó este modelo de seis días de trabajo y un día de descanso para personas
perfectas en un mundo perfecto. ¿Qué más necesitamos? Jesús dijo que había diseñado el
sabático para nuestro bien (Marcos 2:27).
Podemos pensar que hacer todo sin tomar un sabático semanal aumentará nuestra
productividad, pero tal y como Wayne Muller destaca en su libro Finding Rest, Renewal
and Delight in our Busy Lives, «si no permitimos que un ritmo de descanso sea parte de
nuestras ocupadas vidas, la enfermedad se convierte en nuestro sabático, nuestra neumonía,
nuestro cáncer, nuestro infarto, nuestros accidentes crean el sabático para nosotros».
Igualmente, el pastor J. R. Briggs nos advirtió en Fail, «aún no he conocido a un pastor
agotado que practique el sabático religiosamente».

Compartido por PdeP Venezuela, Otto Rodríguez. ottorodriguezorozco@gmail.com 23/08/2021


¡Pastor Saludable, Pastor Pastoreado!

El Sueño
Según el Instituto de Medicina, simplemente una semana de sueño de menos de seis
horas la noche da lugar a cambios dañinos en más de setecientos genes, estrechez de la
coronaria, y signos de pérdida de tejido cerebral. Lo último es parcial porque el sueño
activa el sistema de eliminación de basura del cerebro, limpiando las toxinas y la basura. La
falta de sueño crónica está asociada al aumento de riesgo de infección, derrame cerebral,
cáncer, presión alta, enfermedad del corazón, e infertilidad. En resumen, el sueño no es una
pérdida de tiempo inútil, sino una necesidad biológica esencial que previene la infección y
nos ayuda mantener nuestro cuerpo saludable.
Y no sólo es el cuerpo que se beneficia, el sueño mejora nuestro cerebro, fortalece
nuestros propósitos, aumenta la auto-disciplina, aumenta nuestras emociones, mejora
nuestras finanzas y nuestra vida espiritual. Tal y como expresó John Piper, «para mí, el
sueño adecuado no es un asunto de permanecer saludable. Es un asunto de permanecer en el
ministerio». El sueño es un don de nuestro Dios de gracia para ser recibido con gratitud y
usado para su gloria y nuestro bienestar (Salmos 3:5; 4:8; 127:2).

Soberanía
La raíz teológica de tanto agotamiento es el fracaso en creer en la soberanía de Dios.
Simplemente no confiamos en que Dios hará el trabajo que sólo él puede hacer. Podemos
confesar que creemos en la soberanía de Dios pero en la práctica vivimos como
si nosotros fuéramos soberanos. No creo que podamos medir nuestra creencia funcional en
la soberanía de Dios por las veces que tomamos 7-8 horas de sueño en la semana y el
número de semanas en las que tomamos un sabático. Si rechazamos estos dones divinos,
estamos predicando estos dos sermones de manera efectiva:

• No confío en Dios para mi trabajo, mi iglesia, o mi familia. Seguro que creo que
Dios es soberano, pero él necesita toda la ayuda que yo pueda darle. Si no hago el
trabajo, ¿quién lo hará? Aunque Cristo ha prometido edificar su iglesia, ¿quién hace
el turno de la noche?
• No respeto la manera en que mi Creador me ha hecho. Soy lo suficientemente
fuerte como para enfrentar las cosas sin el don de Dios de tener un tiempo suficiente
de sueño y un sabático semanal. Me rehúso a aceptar mis limitaciones humanas y
necesidades corporales. Me veo a mi mismo más como una máquina auto-suficiente
que como una criatura que depende de Dios.

Así que, cuando la conciencia me acusa diciéndome que «hay almas que salvar, ¿cómo
puedes descansar? Nuestra respuesta debería ser, «Porque hay almas que salvar es que debo
descansar».

Compartido por PdeP Venezuela, Otto Rodríguez. ottorodriguezorozco@gmail.com 23/08/2021

También podría gustarte