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AYUNO: ¿ES RELEVANTE HOY?

UNA PERSPECTIVA BÍBLICA Y PRÁCTICA

ADRIANA ISLAS
Derechos de autor © 2023
por Ella Florece
Todos los derechos reservados.

Publicado por Ella Florece Internacional


Los Ángeles, California.

Gracias a las siguientes personas por colaborar con Ella Florece en este estudio bíblico: Adriana
Islas (escrito); Diana Ríos, Sofía Rodríguez (edición); Gabriela Rodríguez (portada); Constanza
Figueroa (diagramación).

Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation.

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altere el contenido en forma alguna y sea gratuito.

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Índice
Introducción 5
Parte 1: ¿Qué es el ayuno? 7
Parte 2: ¿Por qué ayunar? 10
Parte 3: ¿Cuándo es apropiado ayunar? 13
Parte 4: ¿Cómo ayunar? 17
Parte 5: ¿Qué se hace en el tiempo de ayuno? 20
Parte 6: Tipos de ayuno 22
Encuesta final 28
Introducción

al estudio bíblico
¿Ayunar o no ayunar? Esta es la cuestión. Si bien ya existen muchos libros y estudios
sobre este tema, entonces ¿por qué hacer uno más? Porque como ministerio
queremos animarte, anhelamos verte florecer, permanecer y estar firme en la
Verdad de la Palabra de Dios.

Nuestra intención es brindarte el conocimiento necesario para que seas edificada y


crezcas en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, a través de las
Escrituras. Anhelamos que cada línea de este documento sea de bendición, que Su
palabra sea expuesta con fidelidad y que el Espíritu obre en cada una de nosotras.
Además, creemos que, en la iglesia donde te congregas y con la guía de tus
pastores y del Espíritu Santo, llegarás a la plenitud del conocimiento.

El ayuno es un tema espiritual, una necesidad que como hijas de Dios tenemos. No se
trata de imposiciones o prácticas hechas por costumbre.

Nuestra motivación debe ser estar en mayor comunión con Dios, amarle, honrarle y
buscarle; rogarle que nos perdone, que nos guíe y nos moldee a Su imagen,
acercándonos más a Cristo. Ayunar no es tener una experiencia emocional o pedir
por felicidad personal; es tomar la decisión consciente de honrar a nuestro Dios y
ponerlo en alto; es decidir a Su favor, y gobernar nuestra propia carne.

Debemos dejar de lado la discusión de si es del Antiguo o del Nuevo Testamento o,


incluso, si es debido o no practicarlo. Tampoco es necesario poner demasiado
énfasis en la parte mecánica, es decir, en el cómo, en qué se puede y qué no se
puede hacer. Más bien pongamos la mirada en la esencia, en la disposición de
nuestro corazón de venir delante de Dios.

5
Te animamos a creer con fe y certeza que ayunar es un medio de gracia por el cual
Dios quiere bendecirte, sí, bendecirte con Su presencia. Su Palabra lo dice con
autoridad divina: «El Señor está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que
lo invocan en verdad» (Sal 145:18).

Te comparto una cita de Paul Washer de su libro Conociendo al Dios vivo: «Una
correcta visión de Dios es necesaria para tener una correcta visión de todo lo
demás. Solo a la luz de un verdadero conocimiento de Dios podemos tener un
verdadero entendimiento de la realidad, especialmente con respecto a quiénes
somos, qué necesitamos y el propósito de nuestra existencia».

Para comenzar, sería bueno que tengas tu Biblia y tu lápiz o pluma a la mano, ya que
son indispensables para llevar a cabo este estudio.

Ten en cuenta que hemos utilizado la versión de la Biblia, Nueva Biblia de las
Américas (NBLA) por lo que, si no se aclara que haya sido utilizada otra versión, para
rellenar los pasajes, debes buscar los versículos en NBLA.

También hemos dejado espacios en blanco para que tengas la libertad de escribir
tus respuestas, reflexiones o incluso dudas que vayan surgiendo a medida que
avances en el estudio.

6
Parte 1

¿Qué es el ayuno?
Muchos creyentes piensan que el ayuno es una práctica religiosa, la cual relacionan
con flagelación, dolor, hambre, imposición y fanatismo.

El ayuno no es un deber o una cuestión exclusiva de religión. Hay diferentes razones


por las cuales se puede llevar a cabo: por salud, como un método de protesta
política o con fines estéticos.

Ayunar, literalmente, es estar sin ingerir alimentos, bebidas, o ambas cosas, de


forma deliberada durante un período de tiempo específico.

¿Qué es el ayuno bíblico?


El ayuno bíblico es una práctica, una disciplina bíblica y, por lo tanto, indispensable
para nosotras y que necesita formar parte integral de nuestra vida.

Sin duda, ayunar es una acción que implica tener un entendimiento de nuestra
condición y necesidad de Dios. Es mostrar nuestro deseo, hambre y sed de Él, por lo
que va más allá de abstenerse de ingerir alimentos de forma total o parcial. Implica
humillarnos, negarnos a nosotras mismas; es no proveer para la carne, es decir,
para nuestra voluntad, satisfacción, gusto y placer sino centrar toda nuestra
atención en Dios a través de la oración, la alabanza, la meditación y lectura de Su
palabra; es deleitarnos y desearle solo a Él; es decidir abstenernos de todo lo que
compita por nuestra atención (ya sean libros, compras, amigos, redes sociales,
series de televisión, entre otros).

7
Martyn Lloyd-Jones (pastor galés que influyó en la época de reformación del
movimiento evangélico británico en el siglo XX) dijo: «el ayuno hay que hacerlo para
incluir la abstinencia de todo aquello que es legítimo por sí mismo, con miras a
dedicarse a algún propósito espiritual».

El ayuno no es una acción que coopera a ganar la salvación. Somos salvas por la obra
de Cristo en la Cruz, y nada ni nadie puede añadir o querer ganar algo, y menos en
pensar siquiera conmover a Dios a darnos, proveernos o responder como queremos
por ayunar.

Ayunar es abrir la mente y el corazón anhelando recibir lo que Dios quiere decirnos
o mostrarnos a través del Espíritu Santo y de Su Palabra. No encontrarás un
versículo que te diga tácitamente cómo hacerlo, pero sí, la guía de lo que nuestro
Padre quiere específicamente para cada una de nosotras.

En resumen, el ayuno es abstenerse voluntariamente de comida y bebida durante un


tiempo específico con un propósito espiritual, como una expresión de humillación y
aflicción delante de Dios. El propósito del ayuno bíblico es tener un tiempo de mayor
intimidad con Dios, una relación más profunda con Él, tal como nuestro Señor Jesús la
tuvo con el Padre.

Ayunar no es muestra de espiritualidad, santidad o madurez, sino de humildad.

Pregu
ntas

Notas

8
Preguntas

¿Cuál es la diferencia entre ayuno y ayuno bíblico?

Escribe tu definición de ayuno bíblico, con respecto a lo que has leído


Pregu
ntas

9
Parte 2

¿Por qué ayunar?


Primero quiero decirte que ayunamos porque ésta es la perfecta voluntad de Dios
para todos Sus hijos. Esto lo leemos en Mateo 6:16:

«Y _________________________, no pongáis cara triste, como los hipócritas; porque


ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando»
(RVR1960).

Nota: La palabra clave en este versículo se encuentra en que Jesús no dice «si
quieres ayunar», sino «cuando ayunen».

También queda explícito en la pregunta sobre el ayuno, que encontramos en Marcos


2:18-20:

«Los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando; y vinieron y le dijeron: ¿Por
qué ayunan los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos, pero tus discípulos
no ayunan? Y Jesús les dijo: ¿__________________________ los acompañantes del
novio mientras el novio está con ellos? ____________________________, no pueden
ayunar. Pero vendrán días cuando
_________________________________________________________,y entonces
____________________________»

Al leer este versículo ¿puedes decir qué es lo que rotundamente debemos hacer?
Richard James Foster, teólogo y pastor de iglesias evangélicas, en su libro Alabanza
a la disciplina dijo que este pasaje podría ser «la afirmación más importante sobre si
los cristianos deberían ayunar o no, hoy en día».

Claramente necesitamos y debemos ayunar, pues nuestro novio, nuestro Señor nos
ha sido quitado, pero tenemos la certeza de que regresará por nosotras.

10
Ayunamos porque hemos sido salvadas, regeneradas, transformadas. Ayunamos
porque necesitamos recordarle a nuestro corazón que, de este lado del sol, aún
pecamos, aún fallamos y necesitamos Su gracia y misericordia.

Esto nos lo recuerda Pablo en Efesios 2:1-3: «Y Él os dio vida a vosotros, que
estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro
tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del
aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales
también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne,
satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de
ira, lo mismo que los demás» (RVR1960).

Necesitamos ayunar por nuestra condición, porque no somos nada sin Él, porque
fuimos compradas a precio de sangre y ahora somos Suyas; le pertenecemos. No
basta con decir que es nuestro Salvador sino que debemos reconocerlo como
nuestro Señor, porque por Su misericordia somos Sus hijas. «Así que no depende del
que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia» (Ro 9:16).

Ayunamos porque comprendemos que Dios no nos necesita y aun así nos creó a Su
imagen y semejanza, con un plan y propósito del cual nos ha hecho partícipes para
llevar a cabo las obras que traigan honra y gloria a Su Nombre. «Porque somos
hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviéramos en ellas» (Ef 2:10).

Ayunamos para poder llevar a cabo las obras que Él preparó para cada una de
nosotras, de la forma que nuestro Padre quiere, es decir, para alinearnos con Su
plan y propósito.

11
Preguntas

Las mujeres cristianas ¿debemos ayunar?

Ahora que tienes mayor conocimiento y entendimiento en las Escrituras sobre por
qué ayunar, escribe ¿por qué anhelas llevar a cabo el ayuno?

Pregu
ntas

¿Por qué no ayunaban los discípulos de Jesús?

12
Parte 3

¿Cuándo es apropiado ayunar?


Ésta es una pregunta que todo creyente necesita saber y tener muy clara, no solo
cómo mero conocimiento sino porque lo cree y vive así, genuinamente.

Así que, profundicemos en cada necesidad a través de la Biblia

«Cuando Dios quiere que lo hagamos», es decir que el Espíritu Santo nos guía,
inquieta y muestra cuándo hacerlo, a través de las Escrituras.

Necesitamos entender que nosotras no vamos por la vida diciendo «quiero ayunar»,
sino que es inspiración de Dios. Es decir, que nuestro Señor pone la inquietud en el
corazón, no es algo que proviene de nosotras. «Pero cuando Él, el Espíritu de verdad
venga, los guiará a toda la verdad, porque no hablará por Su propia cuenta, sino que
hablará todo lo que oiga, y les hará saber lo que habrá de venir. Él me glorificará,
porque tomará de lo Mío y se lo hará saber a ustedes» (Jn 16:13-14).

«Cuando anhelamos mayor comunión con Dios, cuando nuestra alma está
sedienta», es decir, que anhelamos conocer y conectarnos más con Él.

«Oh Dios, Tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de Ti, mi carne te
anhela Cual tierra seca y árida donde no hay agua» (Sal 63:1).

«¿A quién tengo yo en los cielos, sino a ti? Y fuera de ti, nada deseo en la tierra»
(Sal 73:25).

«y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que sean


llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios» (Ef 3:19).

13
«Cuando necesitamos consejo, guía, revelación o confirmación de Dios en
relación a alguna situación o petición».

«Todos los israelitas y todo el pueblo subieron y vinieron a Betel y lloraron; y


permanecieron allí delante del Señor y ayunaron ese día hasta la noche. Y ofrecieron
holocaustos y ofrendas de paz delante del Señor. Los israelitas consultaron al
Señor, porque el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días» (Jue 20:26-27).

«Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: “Aparten a


Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado”. Entonces, después de
ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron» (Hch 13:2-3).

«Después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos,


volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, fortaleciendo los ánimos de los discípulos,
exhortándolos a que perseveraran en la fe, y diciendo: “Es necesario que a través
de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”. Después que les designaron
ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en
quien habían creído» (Hch 14:21-23).

«Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces tuvo
hambre» (Mt 4:1-2).

«Cuando nos encontramos en gran pesar y dolor por causa de nuestro


pecado, o de alguien más, delante de Dios»

«“Aun ahora”, declara el Señor, “vuelvan a mí de todo corazón, con ayuno, llanto y
lamento. Rasguen su corazón y no sus vestidos”. Vuelvan ahora al Señor su Dios,
porque Él es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en misericordia, y
se arrepiente de infligir el mal» (Jl 2: 12-13).

«Cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre sí y ayunó,
se acostó con el cilicio y andaba abatido» (1 R 21:27).

14
«Esdras se levantó e hizo jurar a los principales sacerdotes, a los levitas y a todo
Israel que harían conforme a esta propuesta; y ellos lo juraron. Después Esdras se
levantó de delante de la casa de Dios y entró a la cámara de Johanán, hijo de Eliasib.
Aunque entró allí, no comió pan ni bebió agua, porque hacía duelo a causa de la
infidelidad de los desterrados» (Esdr 10:5-6).

«Cuando atravesamos circunstancias difíciles e imposibles, humanamente»

«Aconteció después de esto, que los moabitas, los amonitas, y con ellos algunos de
los meunitas, vinieron a pelear contra Josafat. Entonces vinieron algunos y dieron
aviso a Josafat: «Viene contra ti una gran multitud de más allá del mar, de Aram y
ya están en Hazezon Tamar, es decir, En Gadi». Josafat tuvo miedo y se dispuso a
buscar al Señor y proclamó ayuno en todo Judá. Y Judá se reunió para buscar
ayuda del Señor; aun de todas las ciudades de Judá vinieron para buscar al Señor»
(2 Cr 20:1-4).

«Y Ester les dijo que respondieran a Mardoqueo: “Ve, reúne a todos los judíos que se
encuentran en Susa y ayunen por mí; no coman ni beban por tres días, ni de noche ni
de día. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y así iré al rey, lo cual no es
conforme a la ley; y si perezco, perezco”. Y Mardoqueo se fue e hizo conforme a
todo lo que Ester le había ordenado» (Est 4:15-17).

15
Preguntas

¿Qué entiendes por inspiración de Dios?

¿Por cuántas y cuáles necesidades o situaciones consideras que es posible ayunar?

Pregu
ntas

¿Cuál de ellas has vivido o te gustaría experimentar y por qué?

16
Parte 4

¿Cómo ayunar?
Para los judíos el ayuno era una práctica que hacían de manera regular pues les
brindaba reconocimiento social. Algunos fariseos lo usaban para mostrar su
espiritualidad y buen cumplimiento de la ley.

«Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y
despreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y
el otro recaudador de impuestos. El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta
manera: “Dios, te doy gracias porque ___________________________________:
estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. Yo
________________________________; doy el diezmo de todo lo que gano”» (Lc 18:9-12).

La forma idónea de ayunar es cuando el Espíritu Santo te guía a hacerlo y te indica


(o preguntas a Dios) tiempo, formas y maneras.

¿Sabes? De nada sirve abstenernos de comer o beber si seguimos haciendo,


diciendo, viendo y sintiendo cosas que van en contra de Su voluntad. El fariseo
cumplía con la ley y ésta era su intención, pero en su corazón no anhelaba
realmente agradar a Dios.

«Y cuando _______________________________________________________; porque ellos


desfiguran sus rostros para ________________________________. En verdad os digo
que ya han recibido su recompensa. Pero tú, ______________, unge tu cabeza y lava
tu rostro, para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará» (Mt 6:16-18).

No necesitas anunciarle a nadie tu ayuno o poner cara afligida como si fuera algo
gravoso, esa no es la actitud que Dios espera, necesita ser algo íntimo, un asunto
entre tu Padre y tú.

17
«En el año cuarto del rey Darío vino la palabra del Señor a Zacarías, el cuarto día del
mes noveno, Quisleu. La aldea de Bete había enviado a Sarezer, a Regem Melec y a
sus hombres a implorar el favor del Señor y preguntar a los sacerdotes que eran de
la casa del Señor de los ejércitos, y a los profetas: “¿Debemos llorar en el mes quinto
y abstenernos como lo hemos hecho durante tantos años?”. Entonces vino a mí la
palabra del Señor de los ejércitos: “Habla a todo el pueblo de la tierra y a los
sacerdotes, y diles: “_______________________ en el quinto y el séptimo mes durante
estos setenta años, ¿__________________ en verdad por mí?” » (Zc 7:1-5).

«Dicen: “¿Por qué hemos ___________________________________? ¿Por qué nos hemos


humillado, y Tú no haces caso?” Pero en el día de _________________________ buscan
su conveniencia y oprimen a todos sus trabajadores. ___________ para discusiones y
riñas, y para herir con un puño malvado. No __________________ como hoy, para que
se oiga en lo alto su voz. ¿Es ese el ______________________________ para que un día
se humille el hombre?» (Is 58:3 - 5a).

18
Preguntas

Entonces, ¿Cuál es la forma ideal de ayunar?

¿Cuál debe ser la intención de nuestro corazón al ayunar?

Pregu
ntas

¿Cuál es el ayuno que agrada a Dios?

19
Parte 5

¿Qué se hace en el tiempo de


ayuno?
Este momento único y especial debe ir acompañado de oración, de lectura,
meditación y consideración de la Biblia, de alabanzas y de cantos a Dios.

No te preocupes si estás en el trabajo, en la escuela o llevando a cabo tus


actividades cotidianas, nada tiene que cambiar. El tiempo que ocupas en comer o
preparar los alimentos tómalo para hablar con nuestro Dios. Puedes orar en tu
mente y escuchar cantos en tus dispositivos. Recuerda que ahora estás dándole a
Dios tu tiempo; Él es el centro de tu atención.

Cuando vayas a entregar el ayuno (es decir, que se culmine el tiempo indicado) sí
necesitas reservar un tiempo y lugar específico para poder llevarlo a cabo sin
interrupciones y/o distracciones.

Hermana, ayunar es una acción consciente y entendida a favor de Dios, es decirle,


«Señor ¡te necesito, quiero conocerte más, necesito tu perdón, eres más
importante para mí que _____________» (puedes poner aquello que está ocupando
Su lugar).

Comprendes que puedes y debes menguar a tu carne, negarte a ti misma, decidir a


favor de Dios para llenarte plenamente de Él. En nuestras fuerzas no es posible
hacer nada, terminaremos frustradas, desmotivadas; pero si lo hacemos conforme
a Su voluntad y con la guía del Espíritu seguro te sorprenderás de lo que Dios puede
hacer en tu vida.

20
Recuerda que «no nos ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los
hombres. Fiel es Dios, que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que
pueden soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin
de que puedan resistirla» (1 Co 10:13). La tentación es pensar que no eres capaz,
que ayunar no es para ti sino para alguien más espiritual; o tal vez que no podrás
hacerlo, que se te va a antojar todo, que tendrás mucha hambre; o cómo va a ser
pasar tanto tiempo a solas con Dios. Pero no tienes nada que temer, cree que ésta
es la voluntad de Dios para tu vida y te ha dado lo necesario para que experimentes
Su poder y cercanía.

«Vivir la vida cristiana requiere un esfuerzo (o una fortaleza) que está más allá de
nuestras fuerzas. Cuanto más sabemos acerca de Dios, más fuertes seremos
espiritualmente y más dispuestos y capaces seremos para vivir activamente para Él
sin importar los obstáculos» (Paul Washer).

21
Parte 6

Tipos de Ayuno
El ayuno puede ser clasificado según la cantidad de personas que participan en él y
según lo que se ingiere o no se ingiere.

1. Según la cantidad de personas que participan en él, esto es: ayuno individual y
ayuno colectivo.

Ayuno individual

Este tipo de ayuno se lleva a cabo por una persona, es decir, en intimidad personal
con Dios. A continuación, algunos ejemplos. (Recuerda que, te será de mayor
provecho leer todo el capítulo de cada cita y de ser posible el libro completo.)

Luego de que el profeta Natán reprendiera al rey David por su pecado, éste
decide ayunar en intimidad con Dios pidiendo por misericordia para la vida del
niño. «David rogó a Dios por el niño; y ayunó, y fue y pasó la noche acostado en
el suelo» (2 S 12:16). «Y él respondió: “Mientras el niño aún vivía, yo ayunaba y
lloraba, pues me decía: ‘¿Quién sabe si el Señor tendrá compasión de mí y el niño
viva?’”» (2 S 12:22).

Moisés ayunó en el monte Sinaí después de que fue renovado el pacto mediante
el cual Dios tomaba a Israel para ser Su pueblo. «Moisés entró en medio de la
nube, y subió al monte. Moisés estuvo en el monte cuarenta días y cuarenta
noches» (Ex 24:18).

Ana, una mujer viuda, piadosa de la cual no tenemos mucha información, servía a
Dios. «Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de
edad muy avanzada, y había vivido con su marido siete años después de su
matrimonio, y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se
alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones» (Lc 2:36-37).

22
Ayuno grupal o colectivo

Este tipo de ayuno se lleva a cabo por dos o más personas. Puede ser convocado
por algunos hermanos de la congregación, una iglesia o un grupo de iglesias o, en
mayor escala, incluso por una nación durante un momento de crisis.

Veamos algunos ejemplos:

En este acontecimiento vemos un ayuno grupal de los israelitas para derrotar a


los benjamitas por la ofensa que habían realizado en su contra, a causa de la
concubina. «Todos los israelitas y todo el pueblo subieron y vinieron a Betel y
lloraron; y permanecieron allí delante del Señor y ayunaron ese día hasta la
noche. Y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante del Señor» (Jue
20:18).

La muerte del rey Saúl y su hijo Jonatán trae un tiempo de lamento, lloro y duelo
por el cual el pueblo se une en ayuno. «Se lamentaron y lloraron y ayunaron
hasta el atardecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor y por
la casa de Israel, porque habían caído a espada» (2 S 1:12).

En la Biblia encontramos ejemplos claros y prácticos, recuerda siempre acudir a ella,


es nuestra fuente fidedigna de información.

23
2. Según lo que se ingiere o no, esto es: ayuno total o absoluto; ayuno normal o
natural; ayuno parcial.

Ayuno Total o absoluto

Este ayuno implica la no ingesta de ningún tipo de alimento o agua; el cuerpo no


recibe ningún tipo de nutrientes.

Veamos ejemplos bíblicos y respondamos algunas preguntas:

La reina Ester se encontraba angustiada, en un momento de crisis, pues los


judíos como pueblo habían sido condenados a muerte por un decreto del Rey
Asuero. «Y Ester les dijo que respondieran a Mardoqueo: Ve, reúne a todos los
judíos que se encuentran en Susa y ayunad por mí; no comáis ni bebáis por tres
días, ni de noche ni de día. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y así iré al
rey, lo cual no es conforme a la ley; y si perezco, perezco» (Est 4:15-16).

Preguntas

¿Cuál era el motivo del ayuno de Ester?

¿Sabes cómo Dios respondió a este ayuno?

¿Qué tipo de ayuno llevó a cabo Ester, individual o grupal?

24
Esdras, junto con el pueblo, realiza un viaje importante donde pide ayuda, guía,
dirección y cuidado de Dios. «Entonces proclamé allí, junto al río Ahava, un ayuno
para que nos humilláramos delante de nuestro Dios a fin de implorar de Él un
viaje feliz para nosotros, para nuestros pequeños y para todas nuestras
posesiones. Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropas y hombres de a
caballo para protegernos del enemigo en el camino, pues habíamos dicho al rey:
«La mano de nuestro Dios es propicia para con todos los que lo buscan, pero Su
poder y Su ira contra todos los que lo abandonan». Ayunamos, pues, y pedimos
a nuestro Dios acerca de esto, y Él escuchó nuestra súplica» (Esdr 8:21 - 23).

Preguntas

¿Cuál era el motivo por el cual Esdras proclamó ayuno?

¿Qué tipo de ayuno llevó a cabo Esdras, individual o grupal?

25
En su conversión, el apóstol Pablo también utilizó esta forma de ayuno debido al
impacto de la revelación que había recibido; este mensaje de parte de Dios
cambió su vida para siempre. «Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos
estaban abiertos, no veía nada; y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco.
Y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió» (Hch 9:8-9).

«Y Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches. No comió
pan ni bebió agua. Y escribió en las tablas las palabras del pacto, los Diez
Mandamientos» (Ex 34:28).

«Después Esdras se levantó de delante de la casa de Dios y entró a la cámara


de Johanán, hijo de Eliasib. Aunque entró allí, no comió pan ni bebió agua, porque
hacía duelo a causa de la infidelidad de los desterrados» (Esdr 10:6).

Elías, después de derrotar a 450 profetas de Baal, escapó de Jezabel, quien lo


perseguía para matarlo. Deseando morir, se sintió solo y se quedó dormido. Un
ángel lo despertó y le dio comida, pues le esperaban cuarenta días de camino y
ayuno. «Y acostándose bajo el arbusto, se durmió; pero un ángel lo tocó y le dijo:
“Levántate, come”. Entonces vio que en su cabecera había una torta cocida
sobre piedras calientes y una vasija de agua. Comió y bebió, y volvió a acostarse.
El ángel del Señor volvió por segunda vez, lo tocó y le dijo: “Levántate, come,
porque es muy largo el camino para ti”. Entonces Elías se levantó, comió y bebió.
Esa comida le dio fuerzas para viajar durante cuarenta días y cuarenta noches,
hasta que llegó al monte Horeb, que es el monte de Dios» (1 R 19:5 - 8).

26
Ayuno normal o natural

En este ayuno no se come alimento, sólo se bebe agua simple. Se piensa que éste
fue el ayuno que Jesús hizo por 40 días, justo antes de comenzar Su ministerio. Los
evangelios mencionan que Jesús dejó de comer y tuvo hambre, pero no dicen que
tuviera sed.

«Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu en el
desierto por cuarenta días, siendo tentado por el diablo. Y no comió nada durante
esos días, pasados los cuales tuvo hambre» (Lc 4:1-2).

Este tipo de ayuno puede tener un periodo de tiempo más largo en comparación
con el ayuno total debido a que el cuerpo puede hidratarse.

Ayuno parcial

En este tipo de ayuno no se comen alimentos artificiales, ni carnes o platillos


elaborados; sólo alimentos naturales como frutas y verduras. Es decir, se elimina
una parte de los alimentos que se ingieren normalmente en la dieta y se come de
una manera más simple.

El ejemplo bíblico más claro es el siguiente:

El profeta Daniel dice exactamente que no comió carne, vino y comidas


deliciosas. Aquí el profeta muy seguramente realizó una dieta de frutas y
verduras aunque no lo sabemos con certeza. Este ayuno es más conocido y
realizado ya que es menos radical. «En aquellos días, yo, Daniel, había estado en
duelo durante tres semanas completas. No comí manjar delicado ni entró en mi
boca carne ni vino, ni usé ungüento alguno, hasta que se cumplieron las tres
semanas» (Dn 10:3).

27
Encuesta final

Para finalizar, quisiéramos que respondas estas preguntas a modo de repaso y


para que puedas evaluar aquello que has aprendido e incluso te permita pensar si te
han quedado dudas o sugerencias para hacernos.

¿Cómo se clasifica el ayuno según el número de participantes y cuáles son?

¿Cuántos tipos de ayuno encontramos en la Biblia?

Pregu
ntas
Explica brevemente en qué consiste cada uno de ellos

Querida hermana, de todo corazón queremos agradecerte por llegar hasta aquí y
acompañarnos a aprender lo que la Biblia nos enseña acerca del ayuno.

«Entonces, ya sea que coman, que beban, o que hagan cualquier otra cosa, háganlo
todo para la gloria de Dios» (1 Co 10:31).

28
Existimos para alentar a las
mujeres de habla hispana a
estar profundamente
arraigadas en la Palabra de
Dios, para que puedan
florecer en todas las áreas
de la vida para la gloria y el
renombre de Cristo. Nuestro
deseo es poder crear
recursos digitales gratuitos
para alentar a las mujeres en
su caminar con Dios.

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