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ADRIANA ISLAS
Derechos de autor © 2023
por Ella Florece
Todos los derechos reservados.
Gracias a las siguientes personas por colaborar con Ella Florece en este estudio bíblico: Adriana
Islas (escrito); Diana Ríos, Sofía Rodríguez (edición); Gabriela Rodríguez (portada); Constanza
Figueroa (diagramación).
Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation.
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excepción a lo anterior, debe ser aprobada por Ella Florece.
al estudio bíblico
¿Ayunar o no ayunar? Esta es la cuestión. Si bien ya existen muchos libros y estudios
sobre este tema, entonces ¿por qué hacer uno más? Porque como ministerio
queremos animarte, anhelamos verte florecer, permanecer y estar firme en la
Verdad de la Palabra de Dios.
El ayuno es un tema espiritual, una necesidad que como hijas de Dios tenemos. No se
trata de imposiciones o prácticas hechas por costumbre.
Nuestra motivación debe ser estar en mayor comunión con Dios, amarle, honrarle y
buscarle; rogarle que nos perdone, que nos guíe y nos moldee a Su imagen,
acercándonos más a Cristo. Ayunar no es tener una experiencia emocional o pedir
por felicidad personal; es tomar la decisión consciente de honrar a nuestro Dios y
ponerlo en alto; es decidir a Su favor, y gobernar nuestra propia carne.
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Te animamos a creer con fe y certeza que ayunar es un medio de gracia por el cual
Dios quiere bendecirte, sí, bendecirte con Su presencia. Su Palabra lo dice con
autoridad divina: «El Señor está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que
lo invocan en verdad» (Sal 145:18).
Te comparto una cita de Paul Washer de su libro Conociendo al Dios vivo: «Una
correcta visión de Dios es necesaria para tener una correcta visión de todo lo
demás. Solo a la luz de un verdadero conocimiento de Dios podemos tener un
verdadero entendimiento de la realidad, especialmente con respecto a quiénes
somos, qué necesitamos y el propósito de nuestra existencia».
Para comenzar, sería bueno que tengas tu Biblia y tu lápiz o pluma a la mano, ya que
son indispensables para llevar a cabo este estudio.
Ten en cuenta que hemos utilizado la versión de la Biblia, Nueva Biblia de las
Américas (NBLA) por lo que, si no se aclara que haya sido utilizada otra versión, para
rellenar los pasajes, debes buscar los versículos en NBLA.
También hemos dejado espacios en blanco para que tengas la libertad de escribir
tus respuestas, reflexiones o incluso dudas que vayan surgiendo a medida que
avances en el estudio.
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Parte 1
¿Qué es el ayuno?
Muchos creyentes piensan que el ayuno es una práctica religiosa, la cual relacionan
con flagelación, dolor, hambre, imposición y fanatismo.
Sin duda, ayunar es una acción que implica tener un entendimiento de nuestra
condición y necesidad de Dios. Es mostrar nuestro deseo, hambre y sed de Él, por lo
que va más allá de abstenerse de ingerir alimentos de forma total o parcial. Implica
humillarnos, negarnos a nosotras mismas; es no proveer para la carne, es decir,
para nuestra voluntad, satisfacción, gusto y placer sino centrar toda nuestra
atención en Dios a través de la oración, la alabanza, la meditación y lectura de Su
palabra; es deleitarnos y desearle solo a Él; es decidir abstenernos de todo lo que
compita por nuestra atención (ya sean libros, compras, amigos, redes sociales,
series de televisión, entre otros).
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Martyn Lloyd-Jones (pastor galés que influyó en la época de reformación del
movimiento evangélico británico en el siglo XX) dijo: «el ayuno hay que hacerlo para
incluir la abstinencia de todo aquello que es legítimo por sí mismo, con miras a
dedicarse a algún propósito espiritual».
El ayuno no es una acción que coopera a ganar la salvación. Somos salvas por la obra
de Cristo en la Cruz, y nada ni nadie puede añadir o querer ganar algo, y menos en
pensar siquiera conmover a Dios a darnos, proveernos o responder como queremos
por ayunar.
Ayunar es abrir la mente y el corazón anhelando recibir lo que Dios quiere decirnos
o mostrarnos a través del Espíritu Santo y de Su Palabra. No encontrarás un
versículo que te diga tácitamente cómo hacerlo, pero sí, la guía de lo que nuestro
Padre quiere específicamente para cada una de nosotras.
Pregu
ntas
Notas
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Preguntas
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Parte 2
Nota: La palabra clave en este versículo se encuentra en que Jesús no dice «si
quieres ayunar», sino «cuando ayunen».
«Los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando; y vinieron y le dijeron: ¿Por
qué ayunan los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos, pero tus discípulos
no ayunan? Y Jesús les dijo: ¿__________________________ los acompañantes del
novio mientras el novio está con ellos? ____________________________, no pueden
ayunar. Pero vendrán días cuando
_________________________________________________________,y entonces
____________________________»
Al leer este versículo ¿puedes decir qué es lo que rotundamente debemos hacer?
Richard James Foster, teólogo y pastor de iglesias evangélicas, en su libro Alabanza
a la disciplina dijo que este pasaje podría ser «la afirmación más importante sobre si
los cristianos deberían ayunar o no, hoy en día».
Claramente necesitamos y debemos ayunar, pues nuestro novio, nuestro Señor nos
ha sido quitado, pero tenemos la certeza de que regresará por nosotras.
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Ayunamos porque hemos sido salvadas, regeneradas, transformadas. Ayunamos
porque necesitamos recordarle a nuestro corazón que, de este lado del sol, aún
pecamos, aún fallamos y necesitamos Su gracia y misericordia.
Esto nos lo recuerda Pablo en Efesios 2:1-3: «Y Él os dio vida a vosotros, que
estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro
tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del
aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales
también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne,
satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de
ira, lo mismo que los demás» (RVR1960).
Necesitamos ayunar por nuestra condición, porque no somos nada sin Él, porque
fuimos compradas a precio de sangre y ahora somos Suyas; le pertenecemos. No
basta con decir que es nuestro Salvador sino que debemos reconocerlo como
nuestro Señor, porque por Su misericordia somos Sus hijas. «Así que no depende del
que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia» (Ro 9:16).
Ayunamos porque comprendemos que Dios no nos necesita y aun así nos creó a Su
imagen y semejanza, con un plan y propósito del cual nos ha hecho partícipes para
llevar a cabo las obras que traigan honra y gloria a Su Nombre. «Porque somos
hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviéramos en ellas» (Ef 2:10).
Ayunamos para poder llevar a cabo las obras que Él preparó para cada una de
nosotras, de la forma que nuestro Padre quiere, es decir, para alinearnos con Su
plan y propósito.
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Preguntas
Ahora que tienes mayor conocimiento y entendimiento en las Escrituras sobre por
qué ayunar, escribe ¿por qué anhelas llevar a cabo el ayuno?
Pregu
ntas
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Parte 3
«Cuando Dios quiere que lo hagamos», es decir que el Espíritu Santo nos guía,
inquieta y muestra cuándo hacerlo, a través de las Escrituras.
Necesitamos entender que nosotras no vamos por la vida diciendo «quiero ayunar»,
sino que es inspiración de Dios. Es decir, que nuestro Señor pone la inquietud en el
corazón, no es algo que proviene de nosotras. «Pero cuando Él, el Espíritu de verdad
venga, los guiará a toda la verdad, porque no hablará por Su propia cuenta, sino que
hablará todo lo que oiga, y les hará saber lo que habrá de venir. Él me glorificará,
porque tomará de lo Mío y se lo hará saber a ustedes» (Jn 16:13-14).
«Cuando anhelamos mayor comunión con Dios, cuando nuestra alma está
sedienta», es decir, que anhelamos conocer y conectarnos más con Él.
«Oh Dios, Tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de Ti, mi carne te
anhela Cual tierra seca y árida donde no hay agua» (Sal 63:1).
«¿A quién tengo yo en los cielos, sino a ti? Y fuera de ti, nada deseo en la tierra»
(Sal 73:25).
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«Cuando necesitamos consejo, guía, revelación o confirmación de Dios en
relación a alguna situación o petición».
«Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces tuvo
hambre» (Mt 4:1-2).
«“Aun ahora”, declara el Señor, “vuelvan a mí de todo corazón, con ayuno, llanto y
lamento. Rasguen su corazón y no sus vestidos”. Vuelvan ahora al Señor su Dios,
porque Él es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en misericordia, y
se arrepiente de infligir el mal» (Jl 2: 12-13).
«Cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre sí y ayunó,
se acostó con el cilicio y andaba abatido» (1 R 21:27).
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«Esdras se levantó e hizo jurar a los principales sacerdotes, a los levitas y a todo
Israel que harían conforme a esta propuesta; y ellos lo juraron. Después Esdras se
levantó de delante de la casa de Dios y entró a la cámara de Johanán, hijo de Eliasib.
Aunque entró allí, no comió pan ni bebió agua, porque hacía duelo a causa de la
infidelidad de los desterrados» (Esdr 10:5-6).
«Aconteció después de esto, que los moabitas, los amonitas, y con ellos algunos de
los meunitas, vinieron a pelear contra Josafat. Entonces vinieron algunos y dieron
aviso a Josafat: «Viene contra ti una gran multitud de más allá del mar, de Aram y
ya están en Hazezon Tamar, es decir, En Gadi». Josafat tuvo miedo y se dispuso a
buscar al Señor y proclamó ayuno en todo Judá. Y Judá se reunió para buscar
ayuda del Señor; aun de todas las ciudades de Judá vinieron para buscar al Señor»
(2 Cr 20:1-4).
«Y Ester les dijo que respondieran a Mardoqueo: “Ve, reúne a todos los judíos que se
encuentran en Susa y ayunen por mí; no coman ni beban por tres días, ni de noche ni
de día. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y así iré al rey, lo cual no es
conforme a la ley; y si perezco, perezco”. Y Mardoqueo se fue e hizo conforme a
todo lo que Ester le había ordenado» (Est 4:15-17).
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Preguntas
Pregu
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Parte 4
¿Cómo ayunar?
Para los judíos el ayuno era una práctica que hacían de manera regular pues les
brindaba reconocimiento social. Algunos fariseos lo usaban para mostrar su
espiritualidad y buen cumplimiento de la ley.
«Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y
despreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y
el otro recaudador de impuestos. El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta
manera: “Dios, te doy gracias porque ___________________________________:
estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. Yo
________________________________; doy el diezmo de todo lo que gano”» (Lc 18:9-12).
No necesitas anunciarle a nadie tu ayuno o poner cara afligida como si fuera algo
gravoso, esa no es la actitud que Dios espera, necesita ser algo íntimo, un asunto
entre tu Padre y tú.
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«En el año cuarto del rey Darío vino la palabra del Señor a Zacarías, el cuarto día del
mes noveno, Quisleu. La aldea de Bete había enviado a Sarezer, a Regem Melec y a
sus hombres a implorar el favor del Señor y preguntar a los sacerdotes que eran de
la casa del Señor de los ejércitos, y a los profetas: “¿Debemos llorar en el mes quinto
y abstenernos como lo hemos hecho durante tantos años?”. Entonces vino a mí la
palabra del Señor de los ejércitos: “Habla a todo el pueblo de la tierra y a los
sacerdotes, y diles: “_______________________ en el quinto y el séptimo mes durante
estos setenta años, ¿__________________ en verdad por mí?” » (Zc 7:1-5).
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Preguntas
Pregu
ntas
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Parte 5
Cuando vayas a entregar el ayuno (es decir, que se culmine el tiempo indicado) sí
necesitas reservar un tiempo y lugar específico para poder llevarlo a cabo sin
interrupciones y/o distracciones.
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Recuerda que «no nos ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los
hombres. Fiel es Dios, que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que
pueden soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin
de que puedan resistirla» (1 Co 10:13). La tentación es pensar que no eres capaz,
que ayunar no es para ti sino para alguien más espiritual; o tal vez que no podrás
hacerlo, que se te va a antojar todo, que tendrás mucha hambre; o cómo va a ser
pasar tanto tiempo a solas con Dios. Pero no tienes nada que temer, cree que ésta
es la voluntad de Dios para tu vida y te ha dado lo necesario para que experimentes
Su poder y cercanía.
«Vivir la vida cristiana requiere un esfuerzo (o una fortaleza) que está más allá de
nuestras fuerzas. Cuanto más sabemos acerca de Dios, más fuertes seremos
espiritualmente y más dispuestos y capaces seremos para vivir activamente para Él
sin importar los obstáculos» (Paul Washer).
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Parte 6
Tipos de Ayuno
El ayuno puede ser clasificado según la cantidad de personas que participan en él y
según lo que se ingiere o no se ingiere.
1. Según la cantidad de personas que participan en él, esto es: ayuno individual y
ayuno colectivo.
Ayuno individual
Este tipo de ayuno se lleva a cabo por una persona, es decir, en intimidad personal
con Dios. A continuación, algunos ejemplos. (Recuerda que, te será de mayor
provecho leer todo el capítulo de cada cita y de ser posible el libro completo.)
Luego de que el profeta Natán reprendiera al rey David por su pecado, éste
decide ayunar en intimidad con Dios pidiendo por misericordia para la vida del
niño. «David rogó a Dios por el niño; y ayunó, y fue y pasó la noche acostado en
el suelo» (2 S 12:16). «Y él respondió: “Mientras el niño aún vivía, yo ayunaba y
lloraba, pues me decía: ‘¿Quién sabe si el Señor tendrá compasión de mí y el niño
viva?’”» (2 S 12:22).
Moisés ayunó en el monte Sinaí después de que fue renovado el pacto mediante
el cual Dios tomaba a Israel para ser Su pueblo. «Moisés entró en medio de la
nube, y subió al monte. Moisés estuvo en el monte cuarenta días y cuarenta
noches» (Ex 24:18).
Ana, una mujer viuda, piadosa de la cual no tenemos mucha información, servía a
Dios. «Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de
edad muy avanzada, y había vivido con su marido siete años después de su
matrimonio, y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se
alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones» (Lc 2:36-37).
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Ayuno grupal o colectivo
Este tipo de ayuno se lleva a cabo por dos o más personas. Puede ser convocado
por algunos hermanos de la congregación, una iglesia o un grupo de iglesias o, en
mayor escala, incluso por una nación durante un momento de crisis.
La muerte del rey Saúl y su hijo Jonatán trae un tiempo de lamento, lloro y duelo
por el cual el pueblo se une en ayuno. «Se lamentaron y lloraron y ayunaron
hasta el atardecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor y por
la casa de Israel, porque habían caído a espada» (2 S 1:12).
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2. Según lo que se ingiere o no, esto es: ayuno total o absoluto; ayuno normal o
natural; ayuno parcial.
Preguntas
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Esdras, junto con el pueblo, realiza un viaje importante donde pide ayuda, guía,
dirección y cuidado de Dios. «Entonces proclamé allí, junto al río Ahava, un ayuno
para que nos humilláramos delante de nuestro Dios a fin de implorar de Él un
viaje feliz para nosotros, para nuestros pequeños y para todas nuestras
posesiones. Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropas y hombres de a
caballo para protegernos del enemigo en el camino, pues habíamos dicho al rey:
«La mano de nuestro Dios es propicia para con todos los que lo buscan, pero Su
poder y Su ira contra todos los que lo abandonan». Ayunamos, pues, y pedimos
a nuestro Dios acerca de esto, y Él escuchó nuestra súplica» (Esdr 8:21 - 23).
Preguntas
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En su conversión, el apóstol Pablo también utilizó esta forma de ayuno debido al
impacto de la revelación que había recibido; este mensaje de parte de Dios
cambió su vida para siempre. «Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos
estaban abiertos, no veía nada; y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco.
Y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió» (Hch 9:8-9).
«Y Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches. No comió
pan ni bebió agua. Y escribió en las tablas las palabras del pacto, los Diez
Mandamientos» (Ex 34:28).
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Ayuno normal o natural
En este ayuno no se come alimento, sólo se bebe agua simple. Se piensa que éste
fue el ayuno que Jesús hizo por 40 días, justo antes de comenzar Su ministerio. Los
evangelios mencionan que Jesús dejó de comer y tuvo hambre, pero no dicen que
tuviera sed.
«Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu en el
desierto por cuarenta días, siendo tentado por el diablo. Y no comió nada durante
esos días, pasados los cuales tuvo hambre» (Lc 4:1-2).
Este tipo de ayuno puede tener un periodo de tiempo más largo en comparación
con el ayuno total debido a que el cuerpo puede hidratarse.
Ayuno parcial
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Encuesta final
Pregu
ntas
Explica brevemente en qué consiste cada uno de ellos
Querida hermana, de todo corazón queremos agradecerte por llegar hasta aquí y
acompañarnos a aprender lo que la Biblia nos enseña acerca del ayuno.
«Entonces, ya sea que coman, que beban, o que hagan cualquier otra cosa, háganlo
todo para la gloria de Dios» (1 Co 10:31).
28
Existimos para alentar a las
mujeres de habla hispana a
estar profundamente
arraigadas en la Palabra de
Dios, para que puedan
florecer en todas las áreas
de la vida para la gloria y el
renombre de Cristo. Nuestro
deseo es poder crear
recursos digitales gratuitos
para alentar a las mujeres en
su caminar con Dios.
www.ellaflorece.org