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El Niño (fenómeno)

El mayor evento
del siglo XXI de El Niño fue el de 2015-16. Carta de las temperaturas anómalas
de la superficie oceánica en octubre de 2015.
El fenómeno del Niño o simplemente El Niño, a veces referido
como fenómeno El Niño (FEN),1 es un fenómeno o evento de origen climático
relacionado con el calentamiento del océano Pacífico oriental ecuatorial, el cual
se manifiesta erráticamente cíclico —Arthur Strahler habla de ciclos de entre
tres y ocho años—,2 que consiste en realidad en la fase cálida del patrón
climático del Pacífico ecuatorial denominado El Niño-Oscilación del Sur o
ENOS (El Niño-Southern Oscillation, ENSO por sus siglas en inglés),3 donde la
fase de enfriamiento recibe el nombre de La Niña.45 Este fenómeno, en sus
manifestaciones más intensas, provoca estragos en la zona intertropical y
ecuatorial debido a las intensas lluvias, afectando principalmente a la región
costera del Pacífico de América del Sur.Se produce el desplazamiento zonal de
la piscina caliente hacia el Este Ecuatorial del Pacífico y se alcanza la fase de
El Niño. Bajo esta condición la temperatura superficial en el EEP excede los
20 °C y la termoclina alcanza >50 m de profundidad.

Por efectos de la radiación solar, las temperaturas superficiales en la piscina


caliente aumentan linealmente con la nubosidad hasta que alcanzan los 28 °C.
En este punto la cobertura de nubes es tal que la influencia de la radiación
solar es mínima (Ramanathan & Collins 1991). Este efecto termostático fue
posteriormente entendido como un mecanismo de retroalimentación en el que
participaría todo el Pacífico tropical (Clement et al., 1996) y las aguas
profundas jugarían un papel importante (Sun, 2000). Aparentemente existirían
dos regímenes en el EEP a escalas de los miles de años, uno cálido y
permanente, y otro frío en el que se alternarían las fases de El Niño y La Niña
(Sun 2000). A esto se suma el fenómeno multidecadal (entre 20 y 30 años)
conocido como la Oscilación Decadal del Pacífico (PDO por sus siglas en
Inglés) y que es considerado como un fenómeno de El Niño extendido (e.g.
Mantua et al., 1997).6
Las aguas más cálidas de los océanos normalmente están confinadas al
Pacífico occidental por los vientos que soplan de este a oeste, empujando las
aguas más cálidas hacia Indonesia y Australia. Los científicos todavía están
buscando una respuesta a por qué sucede esto, pero la desaceleración de
estos vientos puede durar semanas o meses. El fenómeno de El Niño ocurre
cada dos a siete años en intensidad variable, y las aguas del Pacífico oriental
pueden estar hasta 4 grados Celsius más cálidas de lo normal.7

Günther D. Roth lo define como una irrupción ocasional de aguas superficiales


cálidas, ubicadas en el océano Pacífico junto a la costa de los territorios
de Perú y Ecuador, debido a inestabilidades en la presión atmosférica
localizada entre las secciones Oriental y Occidental del océano Pacífico
cercanas a la línea del ecuador. El fenómeno del Niño es el supuesto causante
de más de una anomalía climática en el mundo.8

El nombre de «El Niño» se debe a la asociación de este fenómeno con la


llamada corriente del Niño, anomalía conocida por los pescadores del puerto
de Paita, en el norte de Perú, quienes observaron que las aguas aumentaban
su temperatura durante «la época de las fiestas navideñas» y los cardúmenes
o bancos de peces desaparecían de la superficie oceánica, deduciendo que
dicha anormalidad era debida a una corriente de aire caliente procedente
del golfo de Guayaquil (Ecuador).9

Los primeros registros oficiales del fenómeno fueron reportados por el capitán
peruano Camilo Carrillo en 1892, quien notó la existencia periódica de una
corriente marina cálida en las costas normalmente frías del Perú.

Existen otros acontecimientos interesantes relacionados con los años más


intensos de El Niño. Entre 1789 y 1793, el historiador británico Richard Grove
relata que varios observadores de la época reportaron graves sequías
en Asia, Australia, México y el sur de África, por lo que se sospecha que dicho
fenómeno pudo haber causado la hambruna que precedió a la Revolución
francesa. Entre 1791 y 1793 en México bajó el nivel del lago de Pátzcuaro.10

El meteorólogo Jacob Bjerknes postuló en 1969 que El Niño está normalmente


relacionado con la Oscilación del Sur, ya que está presente una relación física
entre la fase de alta presión anómala en el Pacífico occidental con la fase de
calentamiento poco frecuente del Pacífico oriental, lo que va acompañado con
un debilitamiento de los vientos alisios del este. Así, la baja presión del Pacífico
occidental se vincula con un enfriamiento del Pacífico oriental (fenómeno de La
Niña) y con el fortalecimiento de los vientos del este.

Historia[editar]
Charles Todd, en 1888, sugirió que las sequías en India y en Australia tendían
a ocurrir al mismo tiempo;11 Norman Lockyer notó lo mismo en 1904.12 Una
conexión entre El Niño con las inundaciones de 1894 fue reportada por Víctor
Eguiguren Escudero (1852–1919) y en 1895 por Federico Alfonso Pezet (1859–
1929).1314 En 1924, Gilbert Walker (por quien la circulación Walker se nombró)
acuñó el término "Oscilación Sur".15 Él y otros (incluyendo al meteorólogo
noruego-estadounidense Jacob Bjerknes) se acreditan en haber identificado el
efecto El Niño.16

Desarrollo del fenómeno[editar]


Existen dudas o desacuerdos sobre la exactitud de la información en este
artículo o sección. Consulta el debate al respecto en la página de discusión.
Este aviso fue puesto el 15 de febrero de 2010.

Patrón normal del


Pacífico. Vientos ecuatoriales apilan agua más caliente hacia el oeste. El agua
fría se va hacia las costas de Sudamérica. (NOAA / PMEL / TAO).
El primer meteorólogo en sugerir una explicación razonable del fenómeno de El
Niño fue Jacob Bjerknes, cuando dirigió una oficina meteorológica para los
pronósticos del tiempo atmosférico anexa al Departamento de Física de
la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Bjerknes fundó el
Departamento de Meteorología en dicha Universidad, ahora transformado en el
Departamento de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas. Como profesor en esta
universidad, fue el primero en relacionar las inusuales altas temperaturas de la
superficie oceánica con vientos débiles del este y las intensas lluvias que
acompañan esta situación y un resumen de estas ideas lo expresó en forma
precisa el Dr. Richard T. Barber cuando señaló que «The ocean is clearly
driving the atmosphere» («El océano claramente dirige a la atmósfera»),17 lo
cual equivale a decir que el flujo de energía en la atmósfera procede
principalmente (aunque no exclusivamente, como resulta obvio) de la
hidrosfera (océanos y mares).

Posteriormente, otros investigadores de la meteorología han expresado de


maneras diversas la idea del paralelismo entre las altas temperaturas de una
zona determinada del océano con el debilitamiento de los vientos en dicha
zona: en la discusión número 3 de la Tormenta Tropical Sandy del NHC
(National Hurricane Center) el 23 de octubre de 2012 se señala que
«permanecer de manera casi estacionaria sobre las cálidas aguas de la parte
suroccidental del mar Caribe nunca es una buena señal para esta época del
año».18 Este fenómeno está explicado con más detalle en el artículo sobre
la diatermancia y en el del Huracán Sandy.

En 1969, Bjerknes ofreció una alternativa de comprensión del fenómeno


conocido como la Oscilación meridional de El Niño, al sugerir que un
calentamiento inusual en el Pacífico oriental podría debilitar la diferencia de
temperatura (de las aguas) entre el este y el oeste, desequilibrando los vientos
alisios que son los vientos que empujan las aguas cálidas hacia el oeste. El
resultado sería un incremento de aguas cálidas hacia el este, es decir, hacia
las costas intertropicales de América del Sur.19

Aunque no se suele citar a este autor, la mayoría de los autores posteriores se


basan en las ideas de Bjerknes y las llevan a extremos increíbles en diagramas
que relacionan las altas temperaturas en el suroeste asiático, que originan la
formación de un bucle convectivo (ver figura), con descenso en las costas
occidentales de América del Sur, unos 16 000 km al este, idea completamente
exagerada y alejada de la realidad por dos razones principales:

 Las diferencias de temperatura, presión atmosférica y lluvias entre


las costas sudamericanas y las asiáticas del océano Pacífico no se
deben a un cambio en los patrones de dirección de los vientos, sino
a la dirección este-oeste de las corrientes marinas en la zona
intertropical. Ello significa que no son los alisios los que ocasionan el
apilamiento de aguas cálidas en el Pacífico occidental, sino las
aguas cálidas de la corriente ecuatorial, que transportan una enorme
cantidad de energía hacia el oeste, las que ocasionan el
calentamiento de la atmósfera en las zonas ya próximas al
continente asiático, como se puede comprobar por los fenómenos
de meteorología tropical (trombas marinas, tormentas tropicales de
gran intensidad, tifones, etc.) que se producen muy cerca de la línea
ecuatorial (donde el agua tiene una temperatura bastante elevada),
como sucedió con el huracán o tifón de grado 5 Bopha en 2013, que
se originó apenas a unos 5º al norte del ecuador. El propio Bjerknes,
como ya se ha indicado, señaló el motivo subyacente de esta
situación. Así, es la temperatura elevada de las aguas oceánicas la
causante de que los vientos alisios se debiliten, es decir, disminuyan
de velocidad, disminución que se debe al ascenso del aire en
contacto con las aguas muy cálidas y, a su vez, ese ascenso
produce las intensas lluvias que acompañan el fenómeno. En el
artículo sobre el Huracán Sandy se indica la formación de trombas
marinas en el Golfo de Venezuela, frente a Punto Fijo en la
Península de Paraguaná, el día 21 de octubre, dos días antes del
desarrollo de la tormenta tropical Sandy.20
Efecto de las
mareas en las cuencas oceánicas, mostrando las líneas cotidales en color
blanco, donde las mareas se producen a la misma hora (las líneas difieren
entre sí en una hora del reloj) y los puntos anfidrómicos (pequeños círculos
blancos en zonas azules), donde el nivel de las mareas varía muy poco a lo
largo del tiempo. Puede verse que las mareas tienen un gran desarrollo al
oeste del istmo de Panamá, en el océano Pacífico, mientras que en las costas
peruanas, la diferencia en el efecto de las mareas sobre el nivel del mar es
relativamente escaso y ello genera una especie de "desbordamiento" de las
aguas del hemisferio norte al hemisferio sur, junto a la costa occidental
sudamericana.

 Lo anterior explica la situación en el Pacífico occidental, pero no en


las costas sudamericanas, que es donde se produce el fenómeno de
El Niño. En este caso, la explicación es más sencilla y no tenemos
que buscar el motivo a 16 000 km de distancia. En dicha explicación
intervienen tres factores: la rotación y traslación terrestres, la
configuración de las costas sudamericanas, y las corrientes de
marea:
o El fenómeno de El Niño se produce a fines de diciembre
(de ahí el nombre) por ser el momento del solsticio de
verano en el hemisferio sur. En ese momento se produce
un mayor calentamiento de los océanos al sur del ecuador
pero además, ocurre una alteración de las corrientes de
marea pasando un gran volumen de agua del hemisferio
norte al hemisferio sur (dentro de la zona intertropical) que
se ha medido cuidadosamente y que incluso se ha
considerado como una causa importante en la disminución
de la velocidad de rotación y de la traslación terrestres. Es
el mismo caso que ocurre en la marcha de un automóvil:
cuando las ruedas no están bien balanceadas, la
excentricidad de su movimiento genera una disminución
considerable en la velocidad del vehículo.
Temperaturas
superficiales del Océano Pacífico en las costas ecuatoriales y subtropicales
correspondientes al 16 de septiembre de 2013

 La configuración de las costas sudamericanas resulta crucial para


explicar la meteorología y climatología tan distintas entre las costas
orientales del Atlántico y las occidentales frente al océano Pacífico:
mientras que en el Atlántico la mayor parte de la corriente ecuatorial
se desplaza hacia el noroeste debido a las costas brasileñas que
ocasionan dicha desviación al norte del cabo de San Roque, en el
Pacífico no sucede lo mismo (al menos, no en el mismo grado)
porque la corriente ecuatorial en dicho océano se origina en las
costas del Ecuador en un punto donde se forma un doble golfo al
norte y al sur de la línea ecuatorial. Pero el estudio de las mareas es
mucho más complejo de lo que generalmente se cree21 y deben
analizarse muy detenidamente las líneas cotidales y los puntos
anfidrómicos de las mareas. Un mapa inserto en el artículo citado
hace referencia a las corrientes de marea en la costa sudamericana
del Pacífico, en el que se puede ver cómo esas corrientes tienen
sentido horario en torno al punto anfidrómico y la parte oriental del
sistema anfidrómico respectivo desciende en latitud junto a la costa
y, lo más importante para lo que se ha expresado antes, cruza la
línea ecuatorial, pudiendo llegar hasta las latitudes en las que la
corriente del Perú se aleja de la costa hacia el noroeste, es decir,
hacia dicha línea ecuatorial.22

 Las corrientes de marea se explican en la carta de las líneas


cotidales (líneas horarias del avance de las mareas) en el que se ve
la formación de una zona de mareas muy importantes en el golfo de
Panamá, que puede suministrar el agua caliente necesaria para una
corriente de marea que avance junto a las costas del Pacífico en
Colombia y Ecuador hasta atravesar la línea ecuatorial, tal como se
expresa en el mapa de la cita anterior. Como esta corriente de marea
es una corriente superficial y es de agua caliente (menos densa que
el agua de la corriente de Humboldt o del Perú) se superpone a las
aguas frías de la costa peruana y cubre en gran parte a esas aguas
frías. No es que la surgencia de aguas frías en la costa del Perú deje
de producirse (ello sería imposible porque es consecuencia del
movimiento de rotación terrestre que es invariable) sino que las
aguas cálidas transforman por completo la meteorología (no la
climatología; ver el artículo tiempo y clima) de dicha región costera.
Las mareas pueden ser explicadas con los conocimientos
astronómicos únicamente pero sus efectos en la superficie oceánica
requieren de un comprensión más completa y compleja que involucra
aspectos como las masas continentales, la rotación terrestre, la
geometría de las cuencas oceánicas y la propia variabilidad de la
meteorología. Conociendo el historial de todos los aspectos
involucrados se puede correlacionar con el desarrollo de las distintas
épocas en las que se produce el fenómeno de El Niño y establecer
así, un ciclo en el tiempo que identifique un
determinado patrón explicativo. Se han estudiado algunos de esos
patrones cíclicos para otras partes de nuestro planeta, pero no para
esta zona de las costas sudamericanas.

Efectos[editar]
Los principales efectos de dicho fenómeno son la altura de las temperaturas del
océano así como una directa afectación que se ve variada según la zona de
pacífico. Este fenómeno puede afectar especialmente la corriente en chorro,
una banda estrecha de viento fuerte en la atmósfera superior, sobre el Pacífico,
que se vuelve más fuerte y arroja tormentas más frecuentes e intensas sobre el
oeste de EE. UU., especialmente California, y a lo largo de la costa oeste de
América del Sur. Pero la atmósfera es algo así como un juego de suma cero.
Más lluvia en América del Norte y del Sur se produce a expensas del sur de
Asia y Australia, normalmente lluviosos, que se vuelven anormalmente secos y
experimentan sequías.

Se sabe que El Niño ha causado intensas inundaciones en las secciones


orientales de África, lo que ha provocado deslizamientos de tierra, un aumento
de las enfermedades transmitidas por el agua e incluso escasez de alimentos,
mientras que las partes norte y sur del continente experimentan sequías
graves. Un El Niño fuerte también influye en las temporadas de ciclones en
todo el planeta. Cuanto más cálido es el Pacífico, más huracanes o tifones
recibe, mientras que se forman menos huracanes en el océano Atlántico
porque el aumento de los vientos en los niveles superiores impide que se
desarrollen. Esto sucedió durante la temporada de huracanes de 2015, con el
Pacífico rompiendo récords mientras que el Atlántico experimentó un año
relativamente tranquilo.23

América del Sur[editar]


Las consecuencias de este fenómeno climático lleva a regiones aleatorias de
América del Sur a:
 Alteración de los efectos de la corriente de Humboldt.
 Pérdidas pesqueras en ciertas especies e incremento en otras.
 Intensa formación de nubes generadas en la zona de convergencia
intertropical.
 Periodos muy húmedos.
 Baja presión atmosférica.
o Efectos sobre la presión atmosférica: Los patrones de
calentamiento y enfriamiento cíclicos de la atmósfera, que
se desarrollan en las zonas del centro y del este del
Pacífico, coexisten con un cambio significativo de la
presión atmosférica a nivel del mar. Esta diferencia de
presión corresponde a la denominada Oscilación del Sur
(OS). Cuando la presión atmosférica aumenta en el lado
este del Pacífico (y desciende en el lado oeste), se dice
que la OS está en su fase positiva (La Niña). Por el
contrario, cuando la variación de la presión atmosférica
cambia de sentido hacia la fase negativa (El Niño), la
presión se eleva en el oeste y disminuye en el este. Esta
alternancia entre las fases positiva y negativa del IOS,
contribuye a cambiar la intensidad de la circulación de los
vientos descrito anteriormente, debido a que un
aumento/disminución de esta diferencia de presión causa
que el aire superficial, que normalmente sopla hacia el
oeste, se intensifique/ debilite dependiendo del signo del
IOS imperante.
 Generación de aluviones.
 Pérdidas agrícolas.
Colombia[editar]
El fenómeno del niño en Colombia causa una disminución pronunciada en la
cantidad de precipitaciones y en la humedad en las regiones Caribe y Andina
mayormente, con las siguientes consecuencias: afectación al sector agrícola,
posibles limitaciones de la cantidad de energía eléctrica que se puede generar
(que puede incrementar la probabilidad de llevar a cabo racionamientos de
agua para el consumo humano y animal), aumento en la cantidad de incendios
forestales y disminución de los niveles y los caudales de los ríos.24

Como principal efecto económico del fenómeno de El Niño en Colombia se


encuentran las repercusiones negativas sobre el sector agropecuario: las
variaciones en los rendimientos de los diferentes cultivos. Según el Ministerio
de Agricultura de Colombia, el fenómeno de El Niño significa una reducción del
5% del rendimiento agrícola. Los cultivos más afectados históricamente han
sido el fique, la yuca, la palma africana, la cebada, el arroz y la papa. En el
caso de la producción de la leche, se han tenido reducciones en su producción
cercanas al 5%.

Históricamente las repercusiones sobre la producción de café por el fenómeno


de El Niño no han sido importantes.
El fenómeno del niño ocasiona disminuciones importantes en los productos
agrícolas.25

En Colombia, el instituto gubernamental encargado de realizar estudios e


investigaciones relacionadas con la atmósfera, el tiempo y el clima es
el IDEAM. Las características climatológicas que se presentan durante el
fenómeno del niño pueden ser consultadas en sus bases de datos, así como en
sus informes y reportes.26

América del Sur[editar]


El sur de Brasil y norte de Argentina experimentan un clima más húmedo que
en condiciones normales, sobre todo durante el verano.27 En invierno puede
producir como efecto el aumento de temperatura media y reducción
considerable de ocasionales heladas, especialmente en la zona centro y norte
de Argentina debido a que la nubosidad por las noches conlleva a que
radiación solar acumulada en la Tierra se refleje en las nubes produciendo un
esporádico efecto invernadero.28 La región central recibe el invierno con gran
lluvia y el altiplano peruano-boliviano a veces es expuesto a eventos de
nevadas de invierno inusuales. En Paraguay, Uruguay, Argentina y Brasil se
presentan intensas lluvias que provocan inundaciones que afecta a las
personas y los cultivos de trigo y cebada además aparecen enfermedades
fúngicas.293031

América Central[editar]
Guatemala[editar]
Uno de los eventos climáticos de mayor impacto en Guatemala es el fenómeno
de El Niño, con importantes implicaciones en el clima, que se ha reflejado en la
variación de los regímenes de lluvia. Bajo eventos severos se ha registrado una
disminución importante en los acumulados de lluvia el inicio de la época
lluviosa, con implicaciones de menor disponibilidad de agua, incendios, etc.

El fenómeno se ha asociado a mayor incidencia de frentes fríos, aumento del


número de huracanes en el Pacífico mientras que disminuyen en el Atlántico,
Caribe y golfo de México, tal como se ha venido observando en los últimos
años. A través del análisis de isótopos de oxígeno, se ha clasificado el nivel de
impacto que ha tenido el Niño en zonas como Baja California, en México.32

Estas condiciones atmosféricas causan inundaciones importantes en


las cuencas de los ríos, principalmente las correspondientes a la vertiente del
Pacífico, las cuales se ven agravadas por la alta vulnerabilidad de muchas
zonas pobladas establecidas en áreas de alto riesgo como márgenes de ríos y
laderas propensas a deslizamientos. Al igual que a muchos otros países, este
impacto climático podría ocasionar una gran catástrofe, difícil de superar.

Costa Rica[editar]
Al igual que en el resto de Centroamérica, el fenómeno de El Niño provoca una
variación inusitada en las condiciones atmosféricas. Se ha analizado por parte
del Instituto Meteorológico Nacional de Costa Rica que una de estas
variaciones está relacionada con la cantidad de huracanes que se forman en la
cuenca del Atlántico: Cuando el fenómeno de El Niño es muy intenso, la
probabilidad de formación de huracanes en el Mar Caribe disminuye.33 Por
tanto, se da una disminución de la cantidad de lluvia acumulada en especial, en
la Vertiente del Pacífico.

Lo anterior se traduce en una serie de afectaciones en las actividades


económicas del país, en especial, del cultivo del arroz y la actividad ganadera
en la Provincia de Guanacaste debido a las sequías prolongadas que se
presentan en estas zonas.

Sureste de Asia[editar]
En determinadas regiones aleatorias (desconocidas) del sudeste asiático
provoca:

 Lluvias escasas.
 Enfriamiento del océano.
 Baja formación de nubes.
 Periodos muy secos.
 Alta presión atmosférica.
 Escasez de alimentos marinos.
 Cultivos arruinados.
 Escasez de agua en los ríos.
 Cambio de circulación atmosférica.
 Cambio de la temperatura oceánica.
 Pérdida económica en actividades primarias.
 Pérdidas de hogares.

Los Niños prehispánicos[editar]


Resumiendo las conclusiones de quienes han estudiado las huellas dejadas
desde hace algunos milenios por eventos climáticos excepcionales en varias
zonas situadas entre la desembocadura del río Piura, al norte, y la de la
quebrada de los Burros, cerca de Tacna, en el extremo sur de Perú.34

No se sabe bien cuáles eran las condiciones climáticas que reinaban en la


costa peruana antes de la era interglacial actual —Holoceno, que se estableció
desde hace 10 a 15 milenios—. El nivel del mar era de 80 a 120 m más bajo y
la línea de la orilla más alejada, hasta varios kilómetros. Los autores están de
acuerdo en pensar que las condiciones climáticas sobre la costa peruana ya
eran desérticas o al menos áridas. Algunos investigadores afirman que los
eventos de El Niño existen desde hace por lo menos 40 000 años.

En la parte norte de Perú, se observa un evento de El Niño que provoca


inundaciones cada 5 o 10 años. En el sur, estos eventos son escasos, pero
pueden sobrevenir y son a menudo devastadores.

Las huellas dejadas por los diferentes Niño varían según las regiones. Las
cronologías pueden ser diferentes. Se puede constatar que, de norte a sur de
la costa peruana sobrevienen cada 200, 300 o 500 años, una catástrofe
climática mayor que probablemente ha provocado a menudo o facilitado la
desaparición violenta de varias civilizaciones como la cultura Chavín, la
dinastía Naylamp o la cultura Lambayeque. Esta ciudad fue destruida en 1585
por un evento de lluvias torrenciales, asociadas a un fenómeno El Niño fuerte.
En la época se atribuyó la culpa de la destrucción de la ciudad al gobernador,
que habría sido castigado por haber cambiado de lugar la estatua del fundador
de la ciudad.35

En los años 1460, una serie asociada de El Niño-La Niña provocaron


hambrunas y pestes que seguramente influyeron en una profunda crisis
del Imperio inca.36

Los Niños históricos[editar]


Véase también: Anexo:El Niño y la Niña en el siglo XX
Véase también: Anexo:Eventos de El Niño y La Niña en el siglo XXI
Ocurrencias[editar]

Línea del tiempo de los episodios El Niño entre 1900 a 2020.3738

Diversos investigadores han concordado en una cronología completa de los


eventos de El Niño a partir de los elementos históricos.

Los eventos calificados como niños muy fuertes o meganiños históricos serían
los siguientes:

 Niño de 1578
 Niño de 1728
 Niño de 1790-93
 Niño de 1828
 Niño de 1876-78
 Niño de 1891, probable Niño costero (evento local sin mayor
influencia global)
 Niño de 1925-26 (comienza con el Niño costero de 1925)
 Niño de 1982-83
 Niño de 1997-98
 Niño de 2014-16 (finaliza con el Niño costero de 2017)
 Niño de 2023-24
Lo que suman 10 eventos muy fuertes en 475 años, es decir aproximadamente
cada 50 años, aunque cada vez más frecuentes.

Otros 10 eventos son calificados entre Fuerte y Muy Fuerte (F+) y otros 21 de
Fuertes. Por lo tanto, ha habido 40 eventos Fuertes y Muy Fuertes en 475
años, es decir uno cada 9 años.
Con todas las reservas del caso se puede decir que cada 500 o 1000 años el
Perú ha sido golpeado por una catástrofe mayor (Mega Niño), capaz de
remodelar paisajes y desorganizar o provocar la desaparición de sociedades.

Niños Muy Fuertes como los de 1925, 1983 o 1997 sobrevendrán


aproximadamente cada 50 años, en media.

Niños normales o canónicos sobrevendrán en promedio cada 3 o 4 años. Estos


tienen a menudo efectos benéficos sobre las culturas y la generación de los
recursos en agua, pero provocan una sobre dos o tres veces (en promedio
cada diez años) daños apreciables.

Finalmente, hay que recordar que en el Perú, las inundaciones no siempre son
provocadas por el Fenómeno El Niño. Los huaicos a menudo catastróficos son
muchas veces vinculados por deslizamientos de terreno, (provocados por
temblores, accidentes glaciares o exceso de lluvias relacionadas con El Niño o
no). Las investigaciones del Síndrome El Niño puede poner orden en el
contexto de las posibilidades del cambio climático. El hallazgo de un cierto
ciclaje en la reaparición de El Niño puede hipotetizar acerca de no cambios
climáticos globales. Hay expertos en disidencia en pensar en la hipótesis de un
no recalentamiento global del clima del planeta, por los antiguos mega «Niños
Muy Fuertes», y que en la actualidad sean menos frecuentes.

Meteorología de 1997-1998 (invierno boreal y verano


austral)[editar]

Mapa de las
temperaturas anómalas durante diciembre de 1997
En noviembre de 1997 se realizó un foro para predecir los impactos de El Niño.
«¿Cuánto va a llover en la región?» o «¿cuánto se intensificarán los vientos
para los huracanes?» fueron dos de los de cientos de preguntas que se
realizaron en el foro. Las consecuencias del fenómeno El Niño, en 1997, fueron
muy fuertes; no solamente afectaron las costas de Sudamérica, sino que
también afectó Centroamérica, el Pacífico mexicano y la corriente de California,
ocasionando intensas lluvias desde el estado de Baja California, en México,
afectando a varias ciudades como Ensenada, Rosarito, San Diego y Tijuana,
entre otras, hasta el sur del Perú y norte de Chile. Provocó, aparte de
epidemias, gran erosión en las costas, incendios forestales, pérdida pesquera y
agrícola. Incluso el 13 de diciembre de 1997, invierno boreal, se dio un frente
frío junto con las intensas lluvias del fenómeno que produjeron una nevada en
el norte y centro del estado de Jalisco. Esto trajo consigo un descenso en la
temperatura de -7 °C, después de 116 años que no se presentaba a este nivel.
En este mismo día se presentaron nevadas en ciudades donde no nieva
anualmente como Guadalajara, San Luis Potosí, León y Aguascalientes,
provocó también la suspensión de actividades en los puertos
de Manzanillo y Lázaro Cárdenas en México.

Dicho período de 116 años, comparándolo con el clima relativamente cálido


que viene prevaleciendo en la Era Postglacial desde el último período glacial
(Würm), equivaldría a 1 minuto de tiempo.

Influencia en Ecuador, Perú, Colombia y Chile[editar]


El fenómeno de El Niño afectó en 1997-98 gran parte
del Ecuador, Perú, Colombia y Chile; en este último se vio reflejado en
los temporales de Chile central en 1997, concentrándose sus efectos entre
noviembre de 1997 y abril de 1998. En Perú, las lluvias promedio mensuales
alcanzaron 701 mm en Tumbes y 623 mm en Chiclayo, superando
ampliamente los niveles normales.39

Los departamentos más afectados del país fueron los


de Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, e Ica.

Los ríos que desembocan en el Pacífico alcanzaron caudales muy importantes;


algunos de ellos fueron:

 Río Tumbes
 Río Piura
 Río Ica
 Río Rímac
Los daños causados se concentraron en la infraestructura vial, agricultura e
infraestructura urbana eléctrica. Se estimaron 880 km de carreteras destruidas
donde 115 km corresponden a carreteras asfaltadas, 394 km a afirmadas y 334
km a vías sin afirmar y trochas. Igualmente han sido afectados 845 km de
carreteras asfaltadas, 4 640 km de carreteras afirmadas y 1 060 km de vías sin
afirmar aproximadamente. Se tienen 58 puentes dañados totalmente y 28
puentes afectados con una longitud total de 4 395 m.39Igualmente las vías de
ferrocarril central, del sur y del sur-oriente han sufrido el embate de más de
150 huaicos.

Se han afectado poblaciones urbanas o rurales


de Tumbes, Paita, Piura, Ica, Oxapampa, Villa Rica, Pozuzo, Junín, y Trujillo,
comprometiéndose sus obras de saneamiento de agua y desagüe.

La amplitud excepcional de este fenómeno obliga a modificar el razonamiento


técnico tradicional y proponer medidas y tipos de obras diferentes de los
recomendados en el pasado.
En Ecuador, El Niño afectó a casi todo el país, pero principalmente a las
provincias de la zona costera: Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, Guayas y El Oro.
Algunas provincias serranas de la región andina también resultaron afectadas,
Ecuador ha sido golpeado por este fenómeno, que cobró decenas de vidas y
destruyó gran parte de los cultivos, así como de la infraestructura vial, daños en
las viviendas con millonarias pérdidas económicas, que provocaron
inestabilidad económica y política que se da en dicho país.

Calentamiento global[editar]
El Niño, la Niña y calentamiento global
Durante las últimas décadas el número de eventos de El Niño aumentó,40
aunque se necesita un período de observación mucho mayor para detectar
cambios robustos.41 En 2014 se informó en Nature sobre una robusta tendencia
al aumento en Los Niños extremos.42

Varios estudios de datos históricos sugieren que la reciente variación de El


Niño está vinculado al calentamiento global, pero no hay consenso sobre este
aspecto. Por ejemplo, incluso después de restar la influencia positiva de la
variación decenal, se demuestra que está posiblemente presente en la
tendencia ENOS,43 la amplitud de la variabilidad ENOS en los datos
observados todavía aumenta, por tanto como 60% en los últimos 50 años.44

Puede ser que el fenómeno observado de eventos de El Niño más frecuentes y


más fuertes se produce solo en la fase inicial del calentamiento global y luego
(por ejemplo, después de que las capas inferiores del océano también se
calienten) El Niño será más débil de lo que era.45 También puede ser que las
fuerzas estabilizadoras y desestabilizadoras que influyen en el fenómeno
finalmente se compensarán entre sí.46 Se necesita más investigación para
proporcionar una mejor respuesta a esa pregunta. Sin embargo, los nuevos
modelos publicados en la revista Nature en 2014 indicaron que el
calentamiento global no mitigado afectaría particularmente las aguas
superficiales del Pacífico Oriental ecuatorial y duplica la ocurrencia de Los
Niños extremos.47

En un futuro, regiones como Indonesia donde el cultivo principal consistente de


arroz será más vulnerable al incremento de la intensidad del fenómeno El Niño.
David Battisi, profesor de la Universidad de Washington, investigó los efectos
de los futuros fenómenos de El Niño de la agricultura de Indonesia usando el
informe anual del IPCC del año 200748 y 20 modelos logísticos diferentes que
estudian factores climáticos como la presión atmosférica, nivel del mar y
humedad, y encontró que la cosecha de arroz experimentará un decrecimiento
en sus cultivos. Bali y Java, que poseen el 55% de los cultivos de arroz en
Indonesia, probablemente experimentarán 9-10% de menos monzones, los
cuales prolongan las temporadas de hambre. La cosecha normal de arroz
empieza en octubre y la recolección en enero. Sin embargo, como el cambio
climático afecta al fenómeno del Niño, produce un retraso en la plantación de
cultivos, así que la recolección será mucho más tarde y en condiciones más
secas, produciendo cultivos con menor rendimiento.49
La corriente del Niño, a su vez, al interponerse entre el continente y las aguas
frías de la corriente de Humboldt, acompañada por los vientos del norte, trae
consigo calor y lluvias. Desde fines del siglo XIX se ha intentado establecer una
relación entre la corriente cálida del Niño y el fenómeno de El Niño relacionado
con el calentamiento del Océano Pacífico, como factor detonante que genera
lluvias más intensas y frecuentes en los Andes de Chile, Perú y Ecuador. Con
el “Niño costero”, a lo largo del litoral andino, las lluvias sobre laderas
desprotegidas provocan copiosas escorrentías y estas caudalosos torrentes,
que erosionan las montañas y llevan importantes sedimentos para verterlos al
Pacífico sudamericano. Allí, con las aguas del océano turbias, se reduce la
eficiencia de la fotosíntesis, y por lo tanto el volumen de plancton. Esto provoca
una notable reducción de la población de peces en los bancos de atún y
sardinas, y también en la población de aves guaneras que habitan islas y
puntas costeras. En últimas, como consecuencia del calentamiento global, con
el Niño costero, menos pesca y peores cosechas en el Pacífico
sudamericano.50

Guerras climáticas[editar]
Véase también: Guerra climática
Según el Instituto para la Tierra de la Universidad de Columbia el fenómeno
climático El Niño sería el causante de numerosos conflictos surgidos tras
la segunda guerra mundial. Según los investigadores del Instituto para la Tierra
los episodios más duros de El Niño habrían precedido al 30% de las guerras
civiles en un centenar de países. El riesgo de un conflicto se doblaría respecto
a los periodos de La Niña. Globalmente la aparición de excesivas temperaturas
y grandes sequías estarían relacionadas con el 21% de los 234 conflictos que
el Instituto para la Tierra ha analizado desde 1950 a 2004.5147

Véase también[editar]
 Corriente del Golfo
 Diatermancia
 Índice de oscilación sur
 Jacob Bjerknes
 Niño costero (2016-2017)
 La Niña
 Meteorología extrema
 Ondas ecuatoriales

Referencias[editar]
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