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Anexión a España y Guerra Restauradora

Independencia Nacional

La guerra de la independencia dominicana fue el proceso histórico que inició el 27 de


febrero de 1844 con la proclamación de la República Dominicana, poniendo fin a 22 años
de ocupación haitiana en la isla de La Española. Durante ese período, toda la isla estuvo
bajo el dominio de Haití, luego de la ocupación de Haití Español, que surgió fugazmente en
1821 en la parte oriental de la isla.

La independencia fue proclamada en la puerta de la Misericordia en Santo Domingo,


gracias al disparo del trabucazo dado por Matías Ramón Mella y al enhestamiento de la
bandera tricolor por Francisco del Rosario Sánchez, ambos inspirados por los ideales del
fundador de la nacionalidad dominicana, Juan Pablo Duarte. La proclamación de la
independencia fue bien recibida por la mayoría de los residentes de la ciudad, que
mostraron banderas españolas y francesas en señal de apoyo.

En respuesta a la proclamación de la independencia, Haití, bajo el mando de Charles


Rivière-Hérard, inició una invasión que fue sofocada por el general Pedro Santana en la
batalla del 19 de marzo de 1844 en Azua. Los dominicanos lograron una victoria
contundente, mientras que los haitianos sufrieron muchas bajas y se retiraron, incendiando
el pueblo de Azua en su retirada.

Tras esta batalla, las fuerzas dominicanas continuaron enfrentando a las tropas haitianas en
diferentes enfrentamientos, como la batalla de El Número y la batalla de Las Carreras. La
invasión de Haití en 1849 liderada por el presidente Faustino Soulouque también fue
repelida por el ejército dominicano.

A pesar de la independencia, la situación fronteriza entre la República Dominicana y Haití


no quedó completamente definida, y Haití continuó ocupando el altiplano central, lo que
llevó a tensiones territoriales en los años siguientes. Finalmente, en 1936, se firmó un
tratado fronterizo que llevó a la República Dominicana a renunciar a ciertos territorios
ocupados por Haití.
Primera república

La Primera República Dominicana, que abarcó desde 1844 hasta 1861, fue un período
marcado por la búsqueda de consolidar la independencia recién proclamada. La primera
constitución del país se aprobó el 6 de noviembre de 1844, estableciendo un sistema
presidencial con tendencias liberales. Sin embargo, esta constitución fue empañada por el
artículo 210, impuesto por Pedro Santana, que le otorgó poderes dictatoriales hasta que la
guerra de independencia terminara. Santana utilizó estos privilegios para perseguir, ejecutar
y exiliar a sus opositores políticos, incluido el fundador de la nacionalidad dominicana,
Juan Pablo Duarte.

Durante los primeros años de independencia, Haití intentó varias invasiones para
reconquistar la parte oriental de la isla. Aunque estas invasiones fueron frustradas, Santana
siempre utilizaba la amenaza de una invasión haitiana como pretexto para consolidar su
poder dictatorial. La élite dominicana, temiendo la amenaza de reconquista por parte de
Haití, buscó la anexión a un poder extranjero. Se realizaron negociaciones con Gran
Bretaña, Francia, Estados Unidos y España para declarar un protectorado sobre el país,
utilizando las aguas profundas del puerto de la bahía de Samaná como incentivo.

Durante este período, las regiones de la República Dominicana se desarrollaron de manera


aislada debido a la falta de carreteras adecuadas. En el sur, la economía estaba dominada
por la ganadería y la explotación de maderas preciosas para la exportación. Esta región
conservó un carácter semi-feudal, con poca agricultura comercial y una población
mayoritariamente subsistente. En el Valle del Cibao, la región más rica en tierras agrícolas,
los campesinos complementaban sus cultivos de subsistencia con el cultivo del tabaco para
exportación.

Pedro Santana, enriqueciéndose a sí mismo y a sus seguidores, recurrió a imprimir dinero


sin respaldo. A lo largo del período, hubo cambios de presidente, con Santana en el poder
en varias ocasiones, y las luchas políticas y la inestabilidad fueron características
destacadas de la época.
Anexión a España

La Anexión a España fue proclamada el 18 de marzo de 1861 y representó un momento


oscuro en la historia de la República Dominicana. Con esta decisión, el país perdió su
soberanía y se convirtió nuevamente en una colonia bajo el dominio español. La figura
central detrás de este acto fue el general Pedro Santana, quien buscaba beneficios
personales y grupales a expensas del perjuicio nacional.

A pesar de que la mayoría de los dominicanos se oponían a la Anexión, Santana presentó la


solicitud al Gobierno de España fingiendo que el pueblo apoyaba esta medida. Sin
embargo, algunos sectores expresaron su desacuerdo y manifestaron su rechazo a esta
acción antipatriótica liderada por Santana.

El Padre Fernando Arturo de Meriño fue uno de los opositores más destacados y protestó
formalmente mediante un sermón, aunque sus intentos de organizar un levantamiento
militar nacional fracasaron.

Por otro lado, el patriota Francisco del Rosario Sánchez, que se encontraba en el exilio, se
enteró de los planes de Santana y organizó la Revolución de la Regeneración Dominicana
para impedir la Anexión. Esta iniciativa contó con el apoyo del presidente de Haití, Fabre
Geffrard, quien permitió que los revolucionarios utilizaran el territorio haitiano para
organizar el movimiento y entrar a la República Dominicana.

Sin embargo, los planes de Sánchez fueron descubiertos, y él y sus seguidores fueron
fusilados por Santana y los españoles. Además, España obligó al Gobierno haitiano a pagar
una indemnización por ofrecer apoyo a Sánchez.

A pesar de la represión y el control militar y político impuesto por las autoridades


españolas, la oposición a la Anexión nunca se detuvo. En 1863, en la localidad de
Capotillo, se inició la Guerra Restauradora, un levantamiento armado de carácter nacional
que, después de dos años de lucha, logró restaurar la soberanía dominicana.
Guerra Restauradora

La Guerra Restauradora fue un conflicto armado que tuvo lugar en la República


Dominicana entre 1863 y 1865. Su objetivo principal fue restaurar la independencia y la
soberanía del país, que había sido perdida en 1861 cuando la República Dominicana fue
anexada nuevamente a España.

Como se mencionó anteriormente, la anexión a España fue proclamada el 18 de marzo de


1861 por el general Pedro Santana, quien asumió el poder y se convirtió en el gobernador
de la parte oriental de la isla en nombre de España. Sin embargo, esta decisión no fue bien
recibida por la mayoría de los dominicanos, que se opusieron a volver a ser una colonia
bajo el dominio español.

La resistencia contra la anexión comenzó temprano. El 2 de mayo de 1861, se produjo la


rebelión de Moca, un levantamiento en oposición a la anexión. Aunque los insurgentes
intentaron tomar la Comandancia de Armas en Moca, fueron derrotados por las fuerzas
españolas.

Posteriormente, en 1863, la resistencia se intensificó en la localidad de Capotillo, donde se


inició la Guerra Restauradora. Gregorio Luperón, Santiago Rodríguez y Gaspar Polanco
fueron figuras clave en esta lucha por la independencia.

El 16 de agosto de 1863, las tropas rebeldes dominicanas cruzaron la frontera hacia Haití,
donde recibieron apoyo del presidente haitiano Fabre Geffrard, quien permitió que los
revolucionarios utilizaran territorio haitiano para organizar sus fuerzas y reorganizarse.

La guerra fue feroz y tuvo altibajos. Los patriotas dominicanos enfrentaron no solo a las
fuerzas españolas, sino también a la oposición interna de algunos dominicanos que
apoyaban la anexión. A pesar de las dificultades, los insurgentes se mantuvieron firmes en
su lucha por la independencia.

En 1864, la guerra alcanzó un punto crítico cuando las fuerzas rebeldes lograron tomar la
ciudad de Santiago y posteriormente proclamaron la restauración de la República
Dominicana como nación independiente.

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