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INGENIERIA ELÉCTRICA
CENTRALES ELÉCTRICAS
FECHA:
INTRODUCCIÓN
Las calderas se clasifican en piro tubulares y acuotubulares. Los piros tubulares son
aquellas en las que los humos de la combustión circulan por El piro tubular son aquellas
en las que los humos de la combustión circulan por el interior de los tubos y el agua, por
el exterior. En general, se trata de calderas el interior de los tubos y el agua, por el
exterior. En general, se trata de calderas pequeñas con presiones inferiores a 20 bar.
Pequeñas con presiones inferiores a 20 bar. Los gases pasan por el interior de tubos
sumergidos en el interior de una masa de los gases pasan por el interior de tubos
sumergidos en el interior de una masa de agua, todo ello rodeado por un cuerpo o
carcasa exterior. Los gases al atraiga, todo ello rodeado por un cuerpo o carcasa exterior.
Los gases al atravesar posvelar los tubos ceden su calor sensible al agua que los rodea
produciéndose la vaporización tubos ceden su calor sensible al agua que los rodea
produciéndose la vaporización en las proximidades de los tubos. Los gases pueden
recorrer varias veces la longitud en las proximidades de los tubos. Los gases pueden
recorrer varias veces la longitud de la caldera. El diseño está limitado por la presión del
vapor, ya que las presiones de la caldera. El diseño está limitado por la presión del vapor,
ya que las presiones superiores a 25 bar obligarían a usar fuertes espesores de virola.
Las producciones de superiores a 25 bar obligarían a usar fuertes espesores de virola. La
producción de vapor alcanza como máximo 35 t/vapor alcanza como máximo 35 t/h.
Las acuotubulares son aquellas en las que el agua circula por el interior de los tubos, son
las más comunes.
El agua líquida entra al economizador, donde se calienta hasta una temperatura próxima
a la de saturación, se introduce en el calderón y desciende por los tubos de riego hasta el
colector inferior, distribuyéndose hacia los tubos vaporizadores, donde se forman las
burbujas de vapor que a su vez se separan en el calderón. El vapor saturado puede
calentarse por encima de su temperatura de saturación en el sobre calentador. La
circulación del agua por los tubos de bajada y de subida puede ser por convección
natural, debido a la diferencia de densidades, o forzada mediante una bomba.
Estudiar el almacenamiento de las materias primas, evitando, para las que capten
fácilmente humedad, tiempos prolongados a la intemperie.
Se debe estudiar la curva de secado del producto, para garantizar el futuro equilibrio entre
la humedad del producto secado y la del ambiente donde será depositado.
La primera aplicación industrial para una turbina de vapor fue patentada en Suecia por De
Laval en 1878 y consistía en una maquina centrifuga desnatadora que revolucionó la
producción de leche, impulsada por vapor. El último impulso para la utilización de las
turbinas de vapor con fines industriales y comerciales lo dio Charles Algernon Parsons en
1884, con el diseño y construcción de una turbina de vapor de alta velocidad que podía a
alcanzar hasta 18.000 rpm. A principios del siglo veinte la mayoría de barcos modernos
eran ya equipados con este tipo de motor.
Consiguen mejores rendimientos que las monoetapa, además pueden absorber flujos de
vapor de mucha mayor presión, por lo que se utilizan para turbinas de alta potencia.
Suelen utilizarse turbinas mixtas, con las primeras etapas de acción y las finales de
reacción.
Turbina de flujo axial: Es el método más utilizado, el paso de vapor se realiza siguiendo
un cono que tiene el mismo eje que la turbina.
Turbina de flujo radial: El paso de vapor se realiza siguiendo todas las direcciones
perpendiculares al eje de la turbina.
Turbina con extracción de vapor: Se realiza en etapas de alta presión, enviando parte
del vapor de vuelta a la caldera para sobrecalentarlo y reenviarlo a etapas intermedias. En
algunas ocasiones el vapor también puede ser extraído de alguna etapa para derivarlo a
otros procesos industriales.
Una máquina térmica es un dispositivo que trabaja de forma cíclica o de forma continua
para producir trabajo mientras se le da y cede calor, aprovechando las expansiones de un
gas que sufre transformaciones de presión, volumen y temperatura en el interior de dicha
máquina. Veremos el funcionamiento real de algunas máquinas, y el ciclo termodinámico
que sigue el gas en su interior, pero para realizar cálculos hacemos unas hipótesis:
Superficie de calefacción.
Cantidad de aire suministrado al hogar.
Clase y calidad del combustible Presión de vapor.
Los modelos constructivos de las calderas resultan tan variados que resulta imposible el
intento de una clasificación sistemática de todos ellos. A demás, muchos de estos
modelos no se utilizan en centrales térmicas, unas veces porque se trata de calderas
antiguas, de rendimiento muy bajo, otras veces porque su funcionamiento no se adapta a
las necesidades de las centrales térmicas como sucede, por ejemplo, con las calderas
diseñadas para calefacción por agua caliente. Por ellos solo se enfocará al estudio de los
modelos de calderas más usuales en las centrales térmicas y se clasifican como sigue:
En las calderas de este tipo, el agua solamente está animada con el movimiento
producido por la convección natural o por el desplazamiento del vapor producido a través
de la masa del líquido. Este vapor se desprende a través del plano del agua y lleva
consigo una fuerte proporción de humedad (es decir, que se trata de vapor saturado
húmedo), si la superficie del plano de agua es reducida y la distancia vertical entre el
plano de agua y la toma de vapor es pequeña. El tipo industrial más primitivo es la caldera
cilíndrica simple. Progresivamente, las empresas constructoras añadieron superficies de
calefacción complementarias, consistentes en tubos servidores de gran diámetro unidos al
cuerpo principal por tubos huecos.
Calderas con tubos muy inclinados o verticales. Estas calderas están constituidas por
dos cuerpos cilíndricos (a veces cuatro) unidos por haces tubulares verticales formando
un pequeño ángulo con la vertical, estos cuerpos cilíndricos suelen estar dispuestos
normalmente a la dirección longitudinal de las cimentaciones. La circulación es muy
intensa por la disposición de los tubos, lo que favorece a la fácil separación de las
burbujas de vapor que se van formando. Las calderas de dos cuerpos se utilizan para
potencias medias y las de cuatro cuerpos para grandes potencias.
Calderas de radiación. Se incluyen en esta categoría casi todas las calderas modernas
de gran potencia, a alta presión, destinadas a centrales térmicas de producción de
energía eléctrica. La elevación de la presión de vapor, así como la importancia de la
vaporización que se exige, a estas unidades, ha conducido a concebir calderas
completamente a las que se habían construido hasta ahora. Efectivamente no podía
continuarse empleando la construcción seccional, ni utilizar depósitos que recibieran
numerosos hace de tubos, ya que hubiera significado un espesor prohibitivo para estos
depósitos. Como por ejemplo la caldera SULZER presentada en la figura 2.6 esta caldera
utiliza como combustible el gas natural consumiendo combustible para la carga máxima
de 9,730 m 3/hora y una potencia
La característica más importante de estas calderas es que utilizan una bomba para
incrementar la circulación de agua o de vapor. Entre las más conocidas se puede citar la
caldera de La Mont, figura 2.7, lleva un depósito de agua y vapor; las pantallas de la
cámara de combustión y el haz vaporizador están sometidos a la influencia de una bomba
de circulación, es decir, una bomba de circulación situada bajo el depósito de la caldera,
impulsa el agua de circulación en uno o varios colectores, desde donde parten los tubos
vaporizadores que son, por lo general, de gran longitud y constituyen las pantallas de la
cámara de combustión y el haz tubular.
En estas calderas se utiliza una fuerza exterior para que el agua circule por la caldera o
pase a través de ella. La vaporización se realiza en sistemas tubulares montados en serie
y el agua correspondiente a la cantidad total de vapor producida es obligada a pasar por
los tubos de la caldera mediante una bomba de alimentación de gran potencia, las
calderas de circulación forzada se denominan también, más propiamente, generadores de
vapor, ya que la estas carecen de cámaras de agua que no resultan necesarias. Las
calderas de circulación forzada se denominan también calderas de circuito abierto por el
hecho de que el agua solamente efectúa un paso entre su entrada, en un extremo de los
haces tubulares, y su salida en forma de vapor, por el otro extremo. Pueden emplearse
tanto a presiones inferiores a la presión crítica (alrededor de 230 kg/cm 2), como a
presiones superiores a ésta. Pero generalmente no se utilizan para presiones menores a
80 kg/cm. Con la circulación forzada se necesita un procedimiento de arranque que
consiste en transformar momentáneamente el generador de vapor en una caldera de
circulación controlada, por medio de un depósito auxiliar de agua y vapor con ello se
puede aumentar progresivamente la cantidad de vapor producido y la temperatura dada a
éste por el recalentador. Entre los más utilizados son los siguientes:
CALDERAS ESPECIALES
El transporte de combustible sólido (por lo general carbón) a las centrales, se realiza casi
siempre por vía navegable o por vía férrea. Si la central está situada sobre un muelle
marítimo, resulta posible disponer de torres de descarga, que pasan directamente el
carbón a los depósitos de almacenamiento de la central. Según las condiciones de cada
caso, se utilizan los siguientes sistemas de transporte:
Alimentadores de vaivén.
Transportadores de cangilones.
Elevadores de cangilones.
Alimentadores de correa.
Lanzadores de carbón.
Depósitos de almacenamiento.
Transportadores de correa.
Basculas automáticas.
Torres de descarga.
Cintas de transporte.
Volcadores de vagoneta.
Pesadores.
Desde el depósito, se conduce el fuel oíl a la sala de calderas, por medio de oleoductos,
dispuestos de tal manera que, en caso de ruptura, no se inunde de combustible el sótano
de la central. En el interior de la sala de calderas, antes de llevarlo a los quemadores, se
hace pasar el fuel oíl por un calentador cerrado, en el que alcanza la temperatura de unos
120º C. La cantidad de combustible suministrado a cada caldera, se mide con un
contador, para comprobar el rendimiento por unidad.
Hogares de carga manual. Constituido por una parrilla fija, cubierta constantemente de
combustible, que se va reponiendo manualmente a medida que se consume.
De parrilla móvil.
De alimentación superior.
De proyección.
De alimentación inferior.
Cada vez se utiliza más el carbón en las centrales térmicas; puede calcularse que la mitad
del vapor de agua producido con los hogares de carbón lo ha sido con combustible
pulverizado.
La combustión del fuel oíl y del gas natural exige mucho menos equipo preparatorio que el
carbón pulverizado. El fuel oíl tiene una elevada proporción de carbón, pero, además,
tiene también de 3 a 4 partes de hidrógeno que el carbón; por lo tanto, hay muchas más
pérdidas por humedad en los humos, lo que quiere decir que su rendimiento total es
inferior al carbón. Para la combustión de fuel oil se emplean quemadores, denominados
también mecheros, en donde se atomiza el combustible, mezclándolo íntimamente con el
aire suministrado para la combustión. La atomización o pulverización del fuel oíl puede
realizarse, principalmente por tres procedimientos distintos:
Se utilizan para el calentamiento previo del aire de combustión, recuperando parte del
calor de los gases que van a la chimenea, es decir los gases de escape, presentan
modelos como:
Calentadores tubulares.
Calentadores de placas.
Calentadores regenerativos.
Conservación de la energía.
Quemar con éxito los combustibles de baja calidad.
Aumento de rendimiento.
Aumento de la capacidad.
Mejor combustión.
La cantidad necesaria para transformar en vapor saturado seco (sin agua), bajo
determinadas condiciones de temperatura y de presión, a 1 kg de agua, se denomina
calor total de vaporización, que consta de dos sumandos: el calor de dilatación, necesario
para elevar la temperatura del líquido a su punto de ebullición, y el calor latente de
vaporización que no produce ningún aumento de temperatura, sino que se invierte en el
trabajo molecular del cambio de estado. O sea que tendremos: 16