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Universidad Odontologica Dominicana.

Tema:
Las malas oclusiones.
Epidemiologia de las malas oclusiones.
Medidas preventivas en pacientes con mal oclusión.

Sustentantes:
Dilenny Alliza Ramon Jimenez. 15-UOD-0077.
Rachel Alcequiez. 14-UOD-0080.
Fidel Ruben Zorrilla. 13-UOD-0036.

Asignatura:
Odontología Preventiva y Comunitaria II.

Profesora.
Dra.
La Maloclusion Dental.
Es lo que sucede cuando nuestra mordida no está correctamente alineada. Es una
afección muy común y puede requerir de ortodoncia para su corrección. Si
sospechas que puedes padecer maloclusión dental consulta con tu dentista.
Oclusión ideal.
La relación entre los dos componentes del sistema masticatorio (dientes, tejidos de
soporte, etc.) es funcional. Los primeros molares se relacionan con los inferiores de
forma que la cúspide mesiobucal del molar superior ocluye con el surco bucal del
molar inferior.
Maloclusión de Clase I.
La relación entre los primeros molares es normal, pero la linea de oclusión es
incorrecta por malposición dental, rotaciones u otras causas.
Maloclusión de Clase II.
El primer molar superior está situado de forma más avanzada al inferior
provocando que toda la arcada maxilar esté desplazada anteriormente o que la
arcada mandibular esté retraída con respecto a la superior. Esta maloclusión da
lugar al retrognatismo o sobremordida.
Maloclusión de Clase III.
El primer molar inferior se sitúa en una posición adelantada con respecto al
superior provocando que la arcada mandibular esté adelantada, o la maxilar
retraída con respecto a la inferior. Esta maloclusión da lugar al prognatismo o
submordida.
Consecuencias de la maloclusión dental.
El incorrecto alineado de la mordida puede traer consecuencias negativas para el
paciente tales como:
Mayor susceptibilidad a los traumatismos. La protusión de los incisivos superiores
puede aumentar las posibilidades de sufrir lesiones dentales.
Hipersensibilidad dental. La mala posición de los dientes puede generar zonas de
fricción que aceleren el desgaste del esmalte.
Enfermedad periodontal y caries. Se generan zonas de dificil acceso, dificultando
una correcta higiene dental. Al acumularse bacterias estas pueden causar caries y
gingivitis.
Problemas en ATM. Una maloclusión puede provocar problemas artrósicos,
masticatorios y dolores locales e irradiados.
Epidemologia.
En la actualidad las estadísticas a nivel mundial hablan de altos índices de mala
oclusión en la sociedad actual entre un 40% y un 60 % de los adolescentes
presentan claros signos de mala oclusión, siendo candidatos a tratamiento. Por
consiguiente, se puede decir, que la mala oclusión tiene características de
pandemia de los tiempos modernos.Actualmente, se ha indicado que entre el 70 y
el 75% de la población infantil presenta algún tipo de desviación de la oclusión
ideal, estimando que en un 25-35% de los casos se precisa tratamiento ortodóncico
urgente. Los datos expuestos confirman la dificultad a la que nos enfrentamos,
siendo la frecuencia de aparición de las maloclusiones un tema de principal
preocupación odontológica. Además, no solo representan un problema de salud
física real, sino también un factor importante de desarrollo de otras enfermedades
bucales. La gingivitis, la periodontitis, la caries, la disfunción de la articulación,
entre otras patologías, son ejemplo de ello.
Por otro lado, las maloclusiones son una alteración que afecta la tanto la estética
como la funcionalidad de la cavidad bucal, siendo factores que pueden empeorar
de no ser tratadas. Lo expuesto nos conduce a plantear todas las medidas
preventivas posibles, así como conocer su etiopatogenia. El campo de la ortodoncia
preventiva ofrece y aplica distintos niveles de prevención de las alteraciones en la
oclusión.
Niveles de prevención en las maloclusiones.
De forma clásica, tradicional y convencional, la odontología describe 5 niveles de
prevención de las maloclusiones:
Primer nivel: Promover la salud bucal de los pacientes y de la población en
general. Consiste en educar des de la perspectiva sanitaria e higiénica. En él
también se incluye el conocimiento los factores generales que influyen en el
desarrollo de las maloclusiones: factores hereditarios, en el embarazo, en el parto y
después del nacimiento.
Segundo nivel: Protección dirigida específicamente hacia una enfermedad
concreta. En el caso de las maloclusiones, se deben conocer los factores de riesgo
que pueden ser los desencadenantes directos de la alteración: la alimentación, la
caries dental, el espacio y la longitud de la arcada, los hábitos higiénicos y
patológicos, entre otros.
Tercer nivel: Diagnóstico y tratamiento precoz mediante técnicas odontológicas
distintas. Puede llevarse a cabo mediante técnicas ortodóncicas sencillas (como la
ortodoncia interceptiva), o mediante otras técnicas odontológicas (cirugía o
prótesis) que revierten todas ellas en la recuperación del desarrollo armónico
oclusal.
Cuarto y quinto nivel: Consiste en limitar el grado de incapacidad de la
maloclusión a través de un tratamiento ortodóncico y rehabilitador exclusivamente.
Cabe destacar que para diagnosticar correctamente cualquier caso de maloclusión
es necesario conocer de antemano la oclusión normal e ideal de los dientes, así
como las líneas faciales normales. De este modo, podrá observarse con seguridad
cualquier desvío o alteración.
Promover la prevención de las maloclusiones es una tarea prioritaria por parte de
los dentistas en Clínicas Propdental. A través de recomendaciones específicas
según el caso, llevarán a cabo un programa de odontología preventiva para
asegurar la estética y funcionalidad de tu cavidad bucal.

Prevención de la maloclusión.
Los antecedentes familiares son importantes para detectar un diagnóstico correcto
de la maloclusión del niño que deberán ser detallados en la história clínica.
Los hábitos de succión deberían erradicarse antes de los dos años para poder
corregir espontáneamente la maloclusión ocasionada por éstos.
En la primera infancia, la actuación del logopeda puede ser necesaria para reeducar
malos hábitos oro-linguales. La intervención del otorrinolaringólogo será necesaria
en casos de hipertrofia adeno-amigdalar o rinitis alérgica.
El odontopediatra u ortodoncista indicará la necesidad de colocación de
mantenedores de espacio en el caso de pérdida prematura de molares temporales,
así como el seguimiento de los traumatismos dentales.
Solución de la maloclusión dental con ortodoncia.
La solución habitual a la maloclusión dental se produce con la aplicación de
ortodoncia. En caso de padecer maloclusión dental le recomendamos que pida cita
en su clínica dental y consulte con su odontólogo.
Medidas preventivas según la edad.
En última instancia, las medidas preventivas están indicadas para cada caso en
particular, de modo que hay que establecer una estrategia individualizada en
función de la edad cronológica y mental del niño (19):
Niño de 6 meses a 3 años.
Son los padres los únicos responsables de la correcta salud dental del niño. Se debe
concienciar y transmitir a los padres la gran importancia que tienen los dientes
temporales para su correcto desarrollo: son fundamentales en la masticación,
estética, pronunciación de algunos fonemas, y la aparición de caries es, aparte de
una de las causas de mayor dolor en el niño, origen de pérdidas de espacio que
pueden llevar a alteraciones de la oclusión temporal y permanente. El objetivo
global será acostumbrar al niño a una alimentación pobre en azúcares,
manteniendo una higiene adecuada.
Niño de 3 a 6 años (etapa preescolar).
Suele apreciarse un incremento en el consumo de hidratos de carbono, por lo que
es precisa una mayor higiene, educando al niño en su práctica. Si es necesario se
puede aplicar flúor tópico. Las revisiones deben ser periódicas.
Niño de 6 a 12 años.
Los padres tienen que seguir controlando el programa de remoción de placa, siendo
útil el uso de reveladores de placa. El niño tiene edad suficiente para aprender a
usar la seda dental. La administración de flúor tópico debe seguir de forma regular,
y se valorará la necesidad de colocar selladores de fisuras y de restaurar los dientes
afectados. En esta etapa, suceden los mayores cambios en la oclusión, por lo que es
necesario valorar la conveniencia de tratamiento ortodóncico.
Niño de 12 a 16 años (adolescencia)
Es vital recordar la importancia de mantener una buena higiene, consumir
alimentos pobres en hidratos de carbono y las visitas periódicas al dentista.
Diagnóstico precoz de las maloclusiones.
A la hora de la prevención, hemos de considerar el momento en el que el niño es
diagnosticado como posible candidato a una futura maloclusión, y quién es el
responsable de ello.
Según distintos autores, es preciso concienciar a las autoridades político-sanitarias
de la necesidad de incluir en los programas de salud bucodental la ortodoncia
preventiva e interceptiva, dentro de las posibilidades de la asistencia primaria, dado
que el beneficio es, a corto plazo, totalmente eficaz y al mismo tiempo nos permite
optimizar recursos y mejora de la prestación de servicios sanitarios. Realizando
ortodoncia preventiva en los centros de salud, y dentro del programa de Salud
Bucodental de la población infantil, se propone conseguir en el niño un desarrollo
del aparato masticatorio en óptimas condiciones, con medidas rápidas y fáciles de
aplicar (20).
En todo caso, cabe añadir que, según Pietila y cols., el diagnóstico realizado por
ortodoncistas profesionales y odontólogos generales acerca de la necesidad de
tratamiento ortodóncico en niños coincidía, pero variaba en distintos aspectos del
mismo, de modo que, globalmente, los dentistas generales atenuaban la gravedad
del problema. Por lo tanto, es precisa la formación del odontólogo general en el
diagnóstico y prevención de maloclusiones (21).

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