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SWAT.
EQUIPO DE ASALTO SECRETO DE
HOMBRES LOBOS
1
Sinopsis
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CAPITULO 1
9
CAPITULO 2
16
CAPITULO 3
Erick hizo todo lo que pudo para atravesar la escena, pero Xenos
tenía legiones de oficiales que estaban mucho mejor versados en lidiar con
las consecuencias que él. Declaraciones y fotografías que tomar. Diagramas
que debían ser hechos. Analizar la escena era algo que otras personas
tenían que hacer. Él hizo lo que pudo. Con la ayuda de su potencial
compañero, habían capturado al ladrón sin derramamiento de sangre.
Centrando su atención en el cuerpo del piso, el deseó haber llegado
antes de que hubiera ocurrido. Él podría haber evitado eso, seguro. El chico
gótico estaba de pie cerca del cuerpo, pero él no estaba mirando abajo.
Parecía estar mirando al tuvo de ventilación. Sin la rejilla que tapara el
agujero, parecía oscuro, casi amenazante. Dios sabría lo que estaba pasando
por la mente del chico mientras continuaba observando el oscuro cuadrado.
Erick sabía que el chico lo había visto en su forma de lobo. Se
preguntaba qué harían los oficiales si el niño decidiera decirles que un lobo
había saltado por el tubo de ventilación y se había convertido en hombre.
Cuando miro al chico, él no pensó que iba a decir nada. Realmente no
parecía creer lo que había visto. O tal vez no le importaba.
Deja de engañarte a ti mismo, Bliss, Erick se advirtió. Se
preocupaba. Él no habría aullado y atacado al pistolero si no se preocupara.
Si el chico no hubiera sido rápido de reflejos, Erick temía que habría sido
asesinado. Le había salvado a vida.
—Vuelve a casa, chico grande— Cooper dijo.
—Estoy en camino— Pero Erick no podía hacer que sus pies salieran
a la calle donde podría unirse al resto del equipo. Xenos tendría que
permitirle hacer una rápida declaración así se podría ir, pero Erick no
quería irse. Algo acerca del chico plantado al lado del cuerpo le irritaba. 17
Las personas expresaban su dolor de todas las maneras posibles. Algunos
gritaban, algunos lloraban y algunos permanecían completamente
impasibles. El chico parecía obligado a permanecer en el mismos sitio
exacto que había estado cuando Erick le vio por primera vez. Era un
pensamiento extraño, pero a Erick le parecía que el chico estaba haciendo
guardia al lado de él.
Mientras hablaba con Xenos de lo que había sucedido, Erick
mantuvo un ojo sobre el chico. Se las arregló para estar lo suficientemente
cerca para escuchar su entrevista pero no tan cerca que pareciera evidente.
Por la conversación, Erick se dio cuenta de que el hombre caído era el
padre del chico.
—Joder.
—No hay nada que puedas hacer. Regresa a casa. Erick.
—Sal de mi cabeza, Coop.
—Hey, tú eres el que está trasmitiéndomelo.
—Creo que…— Pero Erick no pudo completar el pensamiento. Tal
vez él estaba equivocado. Cooper había encontrado a su potencial pareja
quien resultó ser lo mejor que jamás le había pasado. Envidia no cubría
todos los complejos sentimientos que Erick tenía acerca de la situación. Él
estaba sinceramente feliz por su jefe, pero para ser honesto tenía que
admitir la triste verdad, él había abrazado su almohada mucho más.
Solitario y lujurioso no era una buena combinación. A veces cuando se
masturbaba, sentía ganas de llora, lo que solo hacia las cosas peor. Erick
quería un compañero casi desesperadamente, pero no podía hacerse a la
idea de reclamar al chico. ¿Por qué le mostraban una potencial pareja
cuando era claramente demasiado joven para él?
La pareja de Cooper, Kyler, era rico, guapo, inteligente con un
demonio y de la edad apropiada. Kyler tampoco se dejaba envolver por las
mierdas de Cooper. Él podía tener un cuarto de su edad y un beta, pero era
fuerte. También uno de los hombres más generosos que Erick había tenido
el honor de conocer. En lugar de revolcarse en la desesperación, Kyler 18
tomó una mala situación y la hizo mejor. Él también se hizo amigo de todos
los que vivían en la antigua estación de bomberos cuando dejo a los chicos
conducir su Bentley. Ese era el pensamiento que empujó a Erick a
contactar. No era sobre si el chico era o no un potencial. Aunque sí lo era,
eso no quería decir que Erick tuviera que besarle para averiguarlo. Lo qué
Erick necesitaba hacer era contactar con alguien que claramente necesitaba
compasión.
Cuando el oficial le llamó, Erick sintió una pequeña punzada de
ansiedad. Él no pensaba que el chico le dijera a nadie acerca de que él era
un lobo, pero tal vez estaba equivocado. Los hombres que habían tenido
sus ojos en la escena desde fuera del banco probablemente no podían ver la
parte superior de él cuando había aterrizado sobre el archivador. Eso era
bueno. Y todos los rehenes tenían la cabeza hacia abajo, pero el chico. Sin
duda le había visto. Eso podía poner a Erick en la difícil posición de
desprestigiar al chaval si mencionaba el incidente durante su interrogatorio.
Con la mirada de dolor permanentemente estampada en sus rasgos, era
probablemente algo que ocurría comúnmente al chico en su vida. Erick no
quería ser otro adulto que le fallaba.
—Dice que te conoce.
La mirada de Erick busco la del chico. Oh, sí. No había ninguna
pregunta esta vez. El calor atravesó el cuerpo de Erick y apretó a través de
su ingle. Afortunadamente, sus pantalones eran lo suficientemente
holgados como para ocultar su repentina erección, pero nada iba a ocultar
la verdad de que el chico – joven – era sin duda una pareja potencial. Un
beso le diría todo lo que necesitaba saber. Pero si lo era, un beso podría
costarle la vida.
Cuando Erick dio un paso en la dirección del oficial, el chico giro
sobre sus talones y corrió.
—¿Qué demonios?— el oficial fue tras él, pero no era necesario que
se molestara. Había policías por todas partes. Después de una docena de
pasos, uno de los oficiales agarró su hombro, deteniéndoles sobre sus pies.
—Yo pensé que dijiste…
—Solo tiene miedo—. Erick se movió para llegar al lado del chico
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para poder intervenir. —Está bien. Estoy aquí para ti.
Inusuales ojos grises se giraron en la dirección de Erick.
Vulnerabilidad se mostró desde el fondo de su turbia mirada. Cuando Erick
levantó su mano, el chico parpadeó como si esperara que Erick le diera una
bofetada. Como las piezas de un gran engranaje, lentamente, todos los
dientes comenzaron a encajar en su lugar. El hombre en el suelo era el
padre de este chico, pero al parecer una mierda maltratadora. Eso explica la
mueca de dolor. Explicaba su indecisión cuando el ladrón le dijo que
pateara el cuerpo. Y lo peor de todo explicaba su incapacidad para dejarle.
Claramente, él no tenía ninguna parte a donde ir. Algo terriblemente malo
había sucedido entre el chico y su padre ahora muerto. Si Erick no ayudaba
a este pobre chico, él lamentaría su decisión para el resto de su vida.
—¿Le has interrogado?— Erick preguntó al oficial.
El oficial asintió pero luego objetó. —Creo que un cincuenta y uno
cincuenta sería lo correcto—. Era el código para decir que creía que el niño
necesitaba una evaluación psicológica. Erick no estaba en contra de tal cosa
en principio, pero le preocupaba que el chico pudiera haber mencionado
ver o escuchar a un lobo. Mientras él había estado evaluando la escena para
su propio informe, Erick había escuchado a varios rehenes mencionar el
aullido. Por lo tanto, parecía que los oficiales estaban haciendo una nota del
ruido pero no compraban la especulación en cuanto a lo que era. Sabían
que en el calor del momento la gente tendía a distorsionar lo que sus
sentidos precavían.
—¿Bliss?
—Creo que podría ser un poco demasiado—. Un cincuenta y uno
cincuenta no era voluntario. Erick creía que independientemente de la
situación actual el niño probablemente necesitaría ayuda para lidiar con
toda una vida de abuso. Pero Erick no iba a dejarlo caer a través de las
grietas del sistema. Una vez que entrabas en el mundo de la atención
mental estatal, nada te sacaba de ahí. —Conozco a su médico.
—Oh— El oficial no parecía convencido. Mas probablemente, no
quería que le culparan si algo salía mal. 20
—¿Xenos?— Erick llamó, tenía que respaldarle. Y entonces dijo. —
Voy a sacarlo de aquí.
—Hay formularios y…
—Yo respondo por él— Xenos movió su cabeza hacia el oficial. Tan
pronto como él se alejó, Xenos se disculpó con el chico. —No todo el
mundo se toma las charlas de sensibilidad en serio.
En lugar de responder el chico asintió.
—Voy a hablar contigo más tarde, Erick. Tenemos tu nombre y todo
eso. ¿Va a estar contigo en la estación de bomberos?
—Sí.
—Gracias por venir.
—De nada.
—Pásame la cuenta, ¿OK?
—Cooper estará feliz con eso.
Se giró para irse, pero Xenos susurró, —sé que él perdió a su padre,
pero todavía considero el día de hoy como una victoria.
—Yo también— A pesar de que el intercambio entre él y Xenos
había sido en voz baja, el chico aun así había escuchado dada la expresión
de dolor que Erick pudo vislumbrar. Erick se sentía horrible. Tal vez estaba
equivocado sobre las reacciones del chico. Podía ser que alguien más
estaba golpeándole y su padre era el único protector que tenía. Hasta que
Erick supiera la historia completa, él mantendría todos sus comentarios
para sí mismo. Sólo era una victoria si las personas involucradas no solo
salían vivos sino también con su mente intacta.
Cuando Erick estaba empezando a pensar que el chico podría estar
mejor con alguien más, él se movió acercándose rodeando la escena. Si
realmente tenía miedo de él, el chico mantendría su distancia.
Irónicamente, su muestra de confianza calmaba una parte de Erick y
alteraba otra. A esta distancia él podía olerle. Y él olía delicioso. Desde que
Erick nunca había estado expuesto a un potencial compañero antes,
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realmente no sabía que esperar. Por lo que decía Cooper, fue el deseo de
besarle lo que le hizo saber que Kyler era su potencial. Erick quería besar al
chico, pero él también tenía un deseo enloquecido de olerle y lamerle.
Señor ayúdame a mantener mis manos, boca y todo lejos del pobre
chico.
—¿Has ido alguna vez en moto?— Preguntó Erick.
En lugar de responder con palabras, el chico sacudió la cabeza
Mantuvo su rostro bajó para que su pelo oscureciera sus características.
—Sí no quieres, no tenemos que hacerlo. Estoy seguro de que uno de
los chicos estaría feliz de conducir la moto a la estación de bomberos.
—Quiero hacerlo.
Dios, su voz era linda. Tan débil como era la palabra, era la única
palabra en la que podía pensar para describir la calidad suave y cadenciosa
de la voz del chico.
—Bien— Erick le sonrió, pero el chico… —Está bien, esto tiene que
parar.
El chico se detuvo y se quedó completamente quieto.
—No tú. Lo siento. Yo sólo continuo llamándote chico. ¿Cuál es tu
nombre?
—Sax.
Lo que él había dicho era Sax, pero Erick había escuchado Sexo. Y
eso era en lo que pensaba. Por favor no me dejes hacer algo estúpido. —
¿Cuántos años tienes Sax?
—Veintiuno.
—Gracias a Dios—. Erick era mucho más viejo, treinta y cinco, pero
ellos no estaban tan separados en la edad para que resultara repulsivo. Hey,
Amigo, no te hagas ninguna idea. Tú vas a ponerle a salvo y entonces te
alejaras, ¿de acuerdo? Eso era lo que su cerebro quería, pero su polla tenía
otras ideas. Lo que termino la pelea entre los dos fue su corazón. A Erick le 22
encantaría estar enamorado, pero él no pensaba que fuera lo mejor para
Sax. O tal vez simplemente no quieres el trabajo que un compañero te
supondría. Genial, Erick pensó. Ahora su conciencia se subía a la disputa.
Tenía una verdadera mesa redonda en la cabeza.
—¿Por qué?— Sax miró hacia arriba a él entre dos mechones de
brillante pelo negro.
Desde que Erick había estado demasiado malditamente ocupado con
la discusión entre varias partes de su anatomía, él se había perdido parte de
la conversación con Sax. —Uh.
—¿Por qué mi edad es importante?
—Debido a mi seguro. No puedo llevar en la moto a menores de
veintiuno—. Era una buena excusa y Sax la compró.
—¿Cambiaste tu nombre?
La pregunta era una que Erick ya había escuchado antes. —Nop.
Erick Bliss es mi nombre real. ¿Raro, eh?
—No.
Cuando Sax no continuó, Erick se dio cuenta de que no estaba
cómodo compartiendo sus opiniones sobre las cosas. —¿Te gusta tu
nombre?
—No.
—A mí sí.
Otra mirada dudosa por debajo de la cortina negra aclaró que Sax no
le creía.
—Es inusual y único. Al igual que tú.
—Yo no soy más que un estúpido chico emo—. Salió como una
letanía. Alguien, posiblemente su padre, se lo había dicho a Sax tan a
menudo que él lo repetía y probablemente realmente lo creía.
—Tú no eres estúpido.
Sax no comento nado o le miro. Inseguro de lo que su postura
significaba, Erick no estaba seguro de cómo responder.
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—Pensé que eres gótico.
—¿Qué es eso?
—¿Qué es emo?
La cabeza de Sax se movió hacia atrás una fracción. Era obvio que
nunca había pensado lo que realmente significaban ser emo. Además aclaró
que su descripción de sí mismo venía del alguien más.
Cuando Sax no contesto, Erick dejó el asunto. En el callejón detrás
del banco, había un puñado de hombres de Hull Protección. Ellos habían
estado esperando las órdenes de Cooper para entrar pero nunca llegaron y
no salieron del SUV. Erick había llegado primero en la moto tratando de
conseguir un vistazo de la escena tan pronto como fuera posible con los
otros hombres detrás. Usaban a menudo esa técnica. Erick había hecho su
parte de escenarios esperando en el vehículo. Era tenso. Generalmente se
sentaban silenciosamente, ojos y oídos bien abiertos por cualquier
información que pudieran recibir. Cooper había convertido la estación de
bomberos en un centro de operaciones lo que era una nueva forma para
todos ellos, así que los hombres recibían órdenes para participar en la
operación si sucedía algo extraordinario. Cooper era bueno, pero no era
infalible. Puesto que todos eran miembros de la misma manada, todos ellos
podían conectarse mentalmente y compartir lo que estaban
experimentando. Hacia su respuesta mucho más rápida, y tampoco tenían
que preocuparse acerca de que cualquiera interfiriera sus comunicaciones.
—Bliss mi hombre—, Risk, el becario del departamento do policía,
era el conductor asignado ya que no había obtenido el derecho a entrar en
una situación de riesgo, —¿Quién es tu amigo?
—Hola, chicos, este es Sax Eklund—. Usando su sistema de
comunicación cerrado, o como todos lo llamaban el CCL, Erick dijo, —él
me vio cambiar. Su padre es el único fallecido. Y es un potencial— La
única persona en el SUV que no recibió toda la información fue Risk.
Cooper no había decidido aún si él quería otro alfa en su manada. No era
que no le gustara Risk. No era nada de eso. Cooper sólo era muy exigente
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con quien entraba en su grupo ya que todos vivían y trabajaban justos.
Cualquier hombre que su uniera a su manada tenía que ser bueno en los
servicios de protección, lo que incluía conocer el uso de las armas y como
utilizar esos conocimientos. Pero su trabajo también exigía tener altas
habilidades para la negociación y asumir el mando de la escena, además del
hecho de que el hombre tenía que ser un shifter de alto nivel. Risk era
bueno. Era un experto. Trabajaba bien con los demás miembros del equipo,
pero tenía dificultades con el cambio. Cooper no podía unirlo a la manada
hasta que Risk no demostrara a sí mismo y a todos que podía ser bueno en
todos los campos.
—Voy a darle un paseo en mi moto— Erick recibió una ráfaga de
obscenos comentarios sobre lo que debería dar a Sax, pero rápidamente
fueron cortados cuando los hombres se dieron cuenta de la situación
particularmente vulnerable en la que estaba Sax. No era que los hombres
fueran crueles, solo que sus CCL se abrían a veces cuando deberían
mantenerse cerrados. Los chicos cerraron el enlace, pero no antes de que
Erick se formara una imagen de sus pensamientos. Ya que ellos cortaron,
sin daño no hay falta, lo dejo ir.
—Acercarme uno de los cascos extras, ¿Vale?— El de Erick estaba
en la moto, pero él necesitaba uno para Sax.
Sax no había dicho una palabra, pero se mantenía muy cerca de
Erick. O más bien, estaba de pie a unos dos o tres pasos detrás y a un lado.
Era extraño. Y entonces Erick se dio cuenta de que era la misma postura
que había mantenido el chico dentro del banco, de pie cerca del cuerpo de
su padre. Evidentemente había sido entrenado para ser totalmente sumiso.
Ya que ahora no era el momento ni el lugar para trabajar en ese tema en
particular, Erick lo dejo ir también.
—Nos vemos en la base—. Erick asintió a Rick, que estaba apoyado
en el gran SUV fuera del callejón.
—Aquí—. Erick entregó un casco a Sax y luego cogió el suyo. —
Hay una unidad de comunicación en los cascos por lo que podemos hablar
durante el viaje. 25
Sax asintió mientras consideraba el casco. Cuando se lo puso, no
aparto su pelo hacia atrás. Erick se habría reído pero tenía miedo de que
Sax lo tomara de un modo equivocado. Cuando Sax se dio cuenta de que no
podía ver nada, se quitó el casco, echando su cabello hacia atrás, y entonces
lo puso de nuevo sobre su cabeza.
Erick sintió como si cincuenta de las flechas de Cupido le hubieran
golpeado. La cara de Sax era fascinante. Tenían grandes ojos espaciados,
una larga y casi delicada nariz, pero fue su boca la que colocaba todas sus
características juntas. Sus labios estaban perfectamente delineados. Ya que
Sax estaba concentrado en su tarea, su lengua se deslizo a una esquina de
su boca. Húmeda, rosada y oh, dios ¿cómo se sentiría tener a Sax
tentándolo deslizándola en su boca?
Erick se dio cuenta de que estaba obsesionado con la lengua de Sax
sin excluir todo lo domes. Una bomba podría caer y apenas lo notaría. El
impulso de besarle se volvió casi insoportable. Lo que dejó frío a Erick fue
que cuando bajo su mirada y notó un moretón en el cuello de Sax. Llevaba
un collar de perro con pinchos, que era lo que le había hecho creer a Erick
que era gótico y no emo, pero ahora que estaba más cerca, el collar no era
una especia de declaración de moda. Estaba allí para encubrir el abuso.
Cada fibra protectora de Erick se reveló. —¿Quién te hizo eso?
Evidentemente sorprendido por el tono exigente de Erick, Sax se
tabaleó. Él hubiera tropezado y caído pero Erick le agarro por los hombros.
Cuando lo hizo, Sax pronunció un grito que su casco misericordiosamente
silenció. Si no fuera porque Erick conocía el motivo de su miedo habría
llamado a los oficiales.
—Lo siento— Una vez que Erick le estabilizó le soltó. —No quería
asustarte. Solo… ¿Quién te lo hizo?
Cuando Sax se dio cuenta de que Erick estaba mirando su cuello,
levantó su mano y toco el hematoma. Antes de que él hablara, Erick sabía
lo que iba a decir
—Me caí. 26
Era lo que los maltratadores entrenaban a sus víctimas para decir
cuando alguien fuera de la familia notaba sus marcas. Erick nunca había
trabajado en un hospital, pero él conocía las pautas debido a la formación
que había tenido como agente. Antes de incorporarse a la manada de
Cooper, había trabajado para la policía de San diego, California. Las
llamadas domesticas iban claramente mal no importaba en que ciudad el
oficial trabajaba. Erick había prendido que buscar y cómo ayudar a las
víctimas cuando ellos no podían ayudarse a sí mismos. El problema era que
algunas personas abusadas sufrían del Síndrome de Estocolmo.
Lamentablemente, en el trascurso de los implacables abusos, la víctima
comenzaba a sentir pena por su maltratador. Cuando se enfrentaba a los
extraños, la víctima a menudo defendía el comportamiento de su agresor.
Erick no sabía todavía si el hombre de dentro era el que había
lastimado a Sax. Sentía todas las preguntas burbujeando, pero no estaba a
punto de empezar un interrogatorio. Lento y fácil le ayudaría más. Si daba
al chico algo de espacio, él comenzaría a confiar en él y tal vez, sólo tal
vez, él se sentiría lo suficientemente seguro como para abrirse.
Desde que su pelo estaba echado hacia atrás dentro del casco, Sax no
era capaz de usar los mechones como escudo para ocultarse a sí mismo. En
cambio, se giró lejos. Colocándose su propio casco, Erick activo el
intercomunicador para que él no tuviera que gritar a Sax. El realmente
podía no llevar el casco, pero había algo sobre estar a salvo con él puesto.
No por él, sino por Sax.
—No tenía intención de agarrarte. Simplemente no quiero que te
caigas.
Sax se sorprendió visiblemente cuando escuchó la voz de Erick en su
casco, pero no dijo nada.
—Vamos.
—¿Dónde?— Su bonita voz ahora llenaba los oídos de Erick. ¿Cómo
en el infierno él iba a mantener su voto? Sin embargo, su lujuria se había
congelado una vez que su compasión salió. Erick nunca se aprovecharía de
Sax. Nunca. Manteniendo su salud mental y su seguridad física en su
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cabeza mantendría sus manos y su boca para sí mismo.
—Voy a llevarte a Hull Protection.
—¿Tú no eres un policía?
—No exactamente. Lo era antes de entrar en el equipo de Cooper—
Erick explicó cómo todos ellos vivían y trabajaban juntos.
—¿Así que eso es como una casa de fraternidad?
Erick se rió entre dientes. —Sabes es realmente como eso. Pero,
bueno, menos cerveza y menos fiesta. Más bebidas energéticas y video
juegos—. Erick levantó su pierna sobre su elegante moto. Quien supiera de
moto lo llamaría tener un cohete en la entrepierna ya que pesaba poco y
tenía mucha velocidad, pero para Erick era diversión sobre dos ruedas. —
Súbete.
Puesto que era un ajuste más apretado con él ya en el asiento, Erick
se levantó, balanceando la moto entre sus piernas para que Sax pudiera
subir su pierna. Pasó torpemente, haciendo a Erick consciente de lo
incomodo que estaba con su cuerpo. Una vez se hubo colocado, Erick se
sentó.
—Está bien, pon tus manos a ambos lados de su cintura. Cuando me
incline, inclínate conmigo.
—¿Inclinarme?
—Cuando tomo una esquina, yo me inclino con la moto— Erick le
mostro.
Al igual que lo hacía la mayoría de la gente, Sax instintivamente
inclinó su cuerpo en la dirección opuesta. Suavemente, Erick corrigió a
Sax.
—¿No me caeré?
—Nop. La fuerza centrífuga nos empuja hacia la moto— Erick no
quería que Sax se sintiera preocupado. —Confía en mí—. Era algo que
Erick había dicho muchas veces, pero se dio cuenta de que probablemente
para Sax fuera imposible de hacer. Dada su historia, eso sería un milagro. 28
Mientras Erick abría su boca para decir algo más, Sax envolvió sus
brazos alrededor del cuerpo de Erick. —Confió en ti.
Erick estaba tan aturdido, que no sabía que decir. Él se sentía
honrado, pero se dio cuenta de que tenía que hacer todo lo posible para no
violar la confianza de Sax. Si lo hacía, tenía miedo de que el dolor le
destruyera.
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CAPITULO 4
Sax nunca había montado en una moto antes. Las había visto, por
supuesto, pero no entendía cómo permanecían verticales en las curvas. Aun
así, confió en Erick. Cuando surgió la primera vuelta, Sax cerró sus ojos,
apretó su agarre y permitió a su cuerpo inclinarse con el de Erick. Su
estómago hizo una serie de pequeños flip-flops, pero él no reaccionó. Él se
agarró más fuerte y muy pronto, volvieron a estar verticales.
—Allí. Eso no estuvo mal, ¿verdad?— Erick pregunto.
Sax movió la cabeza.
—Sabes que no puedo verte, ¿no?
—Lo siento.
—Eso está bien. Todo es nuevo para ti.
—No es tan malo— No era malo en absoluto. El asiento entre sus
piernas vibraba ligeramente, dándole una curiosa sensación de cosquillas.
No era para desternillarse, no realmente, pero no estaba muy seguro de lo
que estaba haciendo en él. Cuando Erick se detuvo en un semáforo, Sax fue
empujado hacia adelante hasta quedar clavado contra él. Erick era una
pared de músculo duro. De repente, Sax sabía exactamente lo que estaba
sucediendo. Él estaba excitándose. Avergonzado intentó retroceder. No
quería que Erick se pusiera furioso con él cuando no podía mantener el
control sobre sí mismo. Él se puso duro tan rápido que casi se maro.
—Está bien, Sax. Eso ocurre. A veces sólo estás sentado ahí y tienes
una erección sin ninguna razón. Es normal.
—¿Lo es?— Sax no tenía idea de lo que era francamente normal. Él
tenía un montón de reglas en su cabeza que él creía fervientemente hasta
que llego a los trece. En su cumpleaños, una chica del barrio le dio un iPod 30
viejo. Ella dijo que no lo necesitaba más y pensó que podría gustarle. Sax
lo había escondido antes de que su papa pudiera quitárselo. Usando el wi-fi
abierto de un vecino, Sax había aprendido sobre todo tipo de cosas
mediante el uso de Internet. Él había aprendido a tener cuidado con lo que
usaba, pero básicamente, ese vínculo con el exterior le dijo que no todo lo
que percibía como normal lo era.
—Seguro—. El tono de la voz de Erick fue casual. No estaba
enojado y no estaba diciendo una mentira para ver la reacción de Sax y
decir algo. Su padre hacía eso. Si Sax estaba de acuerdo con la mentira, él
era golpeado. Si no estaba de acuerdo, él era golpeado. El juego
prácticamente hizo que le aterrorizara hablar en absoluto. —Viene con ser
dueño de una polla. La maldita cosa se pone dura todo el tiempo. No te
preocupes por ello.
Sax dio un suspiro de alivio. Alentado por la tolerancia de Erick,
preguntó sobre algo que le había estado molestando. —¿Por qué la pistola
no se disparó cuando el ladrón la soltó?
—Eso son choradas de película—. Erick se echó a reír. —En la vida
real, tienes que tener el dedo en el gatillo.
—Oh.
—Hay un montón de cosas en las películas que simplemente no son
reales.
—¿Por qué lo ponen entonces?
—Hace el espectáculo más emocionante, supongo—. Erick tomó una
profunda respiración que Sax pudo oír en su casco y sentir ya que tenía sus
brazos en el pecho de Erick. —¿Era el hombre de allí tu padre?
Sax no respondió. No quería hablar de eso todavía. Tal vez nunca.
Temía que si lo hacía, Erick le mirara diferente. Incluso podría enviarlo
lejos. Sax no quería estar en cualquier lugar excepto cerca de Erick Bliss.
Era agradable. Él estaba a salvo. Le decía la verdad incluso cuando no era
agradable. Ese pensamiento hizo a Sax reacio a mentirle. Le parecía una
cosa despreciable para devolverle a alguien que solo había sido honesto con 31
él. Sax tuvo una idea. Si él no hablaba sobre su papa, él no podía mentir
acerca de él.
—¿Es el quien te hería?— Pregunto Erick. Al parecer, sabía que el
hombre era su padre y sólo había preguntado para que el hablara.
—Te lo dije. Me caí—. Sax se desplomó. Aquí estaba, apenas a dos
segundos de su voto de no mentir a Erick, cuando él había hecho
exactamente eso.
—Eso es una chorrada, Sax—. Erick no levantó la voz o amenazó
con golpearle. —Quiero ayudarte, pero para que yo pueda hacerlo tienes
que contarme. No podemos construir confianza entre nosotros a menos que
sea una calle de doble vía. ¿Me entiendes?
—Entiendo— Nadie realmente dijo nada más. Sax sabía que sonaba
extraño y raro, pero cuando Erick lo dijo sonó retro y cool.
—¿Era el hombre de banco tu padre?
—Si— Admitir eso picaba. Sax había deseado tanto que le hubieran
robado de su verdadera familia, pero no era así. Su padre fue su padre real
ya que ellos se veían iguales.
—¿Él te hirió?
—Tú tienes que contestar una.
—¿Qué?— Erick condujo por la autopista sin perder el ritmo de su
conversación.
—Calle de doble sentido. Yo respondo una pregunta y entonces lo
haces tú— Sax encontraba mucho más fácil hablar cuando no tenía que
mirar directamente a Erick.
—Está bien. Pregunta.
—¿Cómo te volviste un lobo?
Una larga pausa con una larga inhalación hizo que Sax se preguntara
si Erick iba a responder. O tal vez estaba armando una mentira. Cualquiera
de las dos cosas hacía que Sax se pusiera ansioso. 32
—No sé por qué puedo cambiar. Esa es la verdad. Es algo que me
ocurrió cuando llegué a la pubertad. Uno de nosotros, el compañero de mi
jefe, está tratando de averiguarlo. Nuestra historia, quiero decir.
—¿Pero tú realmente te convertiste en lobo?
—Realmente lo hice.
—Wow—. Sax había pensado que él había visto algo o soñado.
Había sido como una fantasía de ser rescatado por un apuesto hombre que
era mágico.
—Por favor no le digas a nadie lo que viste.
—¿Por qué?
—Me podría poner en peligro, podría hacer que la gente piense que
estás loco. No quiero ninguna de las dos opciones.
—Está bien—. Si hay una cosa en la que Sax era bueno, era en
mantener secretos. —¿Puedes enseñarme cómo?
—Es mi turno, ¿recuerdas?
Sax espero que Erick le interrogara acerca de la marca de su cuello.
—¿Te graduaste en la secundaría?
Sorprendido por la pregunta, Sax soltó una respuesta. —Sí. Algo así.
No fui a la escuela regular. Yo era…— Estuvo a punto de decir que fue
educado en casa, que era lo que le decía su padre a las autoridades. La
verdad era que todo lo que Sax hacia todo el día era cuidar de la casa
mientras su padre trabajaba. —Conseguí un certificado equivalente.
—¿Por tu cuenta?
—Sí.
—Enhorabuena.
—Gra… gracias— Nadie nunca lo había felicitado antes. No es que
él fuera diciendo lo que había logrado hacer con su iPod cuando su padre
no estaba mirando, pero era agradable de todos modos.
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—Apuesto a que trabajaste muy duro.
—Lo hice. Tenía que madrugar y trasnochar—. Antes de que Erick
pudiera preguntar que había estado haciendo durante esas horas de en
medio, Sax preguntó. —¿Eres gay?
—Totalmente—. La risa de Erick era caliente y rica como la sombra
de sus ojos. —¿Tú?
—Totalmente— Sax sintió un nuevo giro en sus sentimientos. Él
sentía una curiosa clase de esperanza. Tal vez, si tenía suerte, podía estar
con Erick. No solo ser su amigo sino también su… ¿Cuál era la palabra que
había utilizado para describir al novio de su jefe? Compañero. Eso era todo.
Tal vez él podría ser el compañero de Erick. Si sólo tuviera un deseo, él
desearía eso.
—Es tu turno— Erick recordó.
Sax no estaba seguro de qué preguntar, pero entonces una terrible
idea retorció su estómago. —¿Tienes a alguien?
—¿Alguien?
—Una pareja.
—No.
El alivio cubrió a Sax, haciéndole cerrar los ojos y apretar su agarre
contra Erick.
—¿Qué hacías en el banco esta mañana?
—Mi padre dijo que tenía que firmar unos papeles.
—¿Para qué?
—No sé—. Sax dibujó una respiración profunda y susurro, —Él me
golpeaba todo el tiempo.
—Lo siento.
Sax asintió. Él nunca se lo había dicho a nadie antes. Siempre había
tenido demasiado miedo de que las personas no le creyeran y luego le
dijeran a su padre lo que él había contado, haciendo su castigo peor. Pero él 34
se había ido ahora. Su padre nunca podría golpearlo otra vez. Mientras Sax
se aferraba a Erick se preguntó cómo sería el lugar a donde iban, y cómo
serían los otros hombres de allí. Y entonces, se preguntó cómo sería su vida
ahora que era libre. En sus sueños, él se imaginaba viviendo en una casa sin
ventanas o puertas. Siempre estaba buscando la salida. A veces veía una
señal luminosa y él corría detrás de ella, pero los pasillos eran como
ilusiones ópticas. Contra más duro y rápido el corría más se alejaba. La
señal de salida nunca estaba cerca. Pero ahora, después de caminar en un
banco para firmar algunos papeles, la señal de salida de repente estaba justo
en su cara. Él nunca tendría que volver a casa de su padre otra vez. Él era
libre.
—Oh.
—¿Qué está mal?— Erick fue reduciendo la velocidad mientras se
acercaba a un enorme edificio de ladrillo marrón.
—¿Qué voy a hacer?
—¿Quieres decir esta noche?
—Sí. No. Todas las noches. No tengo un lugar a donde ir. No sé
cómo hacer nada—. Sin su padre, no tenía nada. No tenía casa. Ni comida.
Nada. Él había tenido el mismo pensamiento en el banco, pero lo olvido
cuando Erick se había acercado. Si Erick se enfadaba con él, podría echarlo
directo a la calle. Su padre le amenazaba con eso todo el tiempo. Ahora que
se había ido, la realidad de lo que había ocurrido era aún mayor.
Erick no hablaba, lo que sólo aumentó el temor de Sax. Condujo a
través de una puerta que se abrió automáticamente y se cerró detrás de
ellos.
—Bájate.
Sax bajó de la moto y se quitó su casco. Erick hizo lo mismo. El sol
golpeo directamente sobre él, reflejando hilos de oro a través de su pelo
marrón oscuro. De alguna manera, Erick parecía mágico incluso cuando era
humano. Saber que podría convertirse en un lobo en cualquier momento
cautivaba a Sax. 35
—No quería decir esto en la moto porque quería mirarte cuando te
hable.
Sax bajó la cabeza, escondiéndose detrás de su pelo. Sabía lo que iba
a venir. Erick iba a ser agradable y le diría que podría quedarse un día o
dos, o por lo menos hasta que otro individuo llevara los papeles que Sax
había firmado sobre el cuerpo de su padre, pero entonces él tendría que
irse.
Cuando sintió que Erick tomaba su barbilla, su primer instinto fue
estremecerse, pero algo le obligo a dejar que Erick no solo le tocara sino
que levantará su cabeza.
—Quería decirte en la cara que no voy a dejarte ir. ¿Está bien?
Permanecerás aquí donde estarás seguro hasta que te hayas asentado.
—¿Lo juras?
—Lo juro— Erick dejó ir su barbilla y entonces empezó a retirar su
cabello hacia atrás. —Yo te ayudaré a comenzar tu vida.
—Pero tengo veintiuno.
—Algunas personas no tienen su vida comenzada.
—No entiendo.
—Estuviste con tu padre toda tu vida. Él ha estado dirigiendo todo.
Ha sido su vida la que has vivido, no la tuya. Si me dejas yo te ayudaré a
averiguar qué vida quieres llevar.
—¿Por qué harías eso?
Su padre le habría golpeado por cuestionar sus motivos, pero Erick
sólo sonrió. —Porque me gustas, y que creo que puedes tener una muy
buena vida. Si tú lo deseas. ¿Quieres eso?
—Quiero eso. Pero exactamente no sé lo que quiero— Sax miró
hacia otro lado. —No tiene sentido. Lo que quiero decir es que quiero
aprender a cuidar de mí mismo. Ganar mi propio dinero. Hacer mis propias
reglas.
36
—Eso es genial. Puedo ayudarte a hacerlo.
—Pero no tengo ninguna habilidad.
—Tú conseguiste el bachiller. Eso es jodidamente increíble. No hay
nadie que ayudo con eso ¿cierto?
—No—. Sax considero. —Bueno, una chica lo hizo. Ella me dio un
iPod.
—¿Tienes tu bachiller por estudiar con un iPod?
Sax asintió.
—Eso es aún más increíble—. La mano de Erick retiro el cabello de
Sax otra vez. —Vamos a dentro. Quiero que conozcas a todo el mundo.
—¿Ellos serán… agradables conmigo?
—Lo serán. Son como hermanos para mí. Sí a mí me gustas, a ellos
les gustarás— Erick puso su brazo alrededor de los hombros de Sax. —Y
antes de que preguntes, tú realmente me gustas.
Había tres puertas de garaje en la parte posterior del edificio y una
puerta normal a un lado. Erick puso su brazo alrededor de los hombros de
Sax, pulsó el código en el teclado del picaporte y luego entro.
—Wow.
—¿Te gusta?— Erick sonrió. —Yo hice esto.
—¿Tú construiste una piscina?— Una enorme piscina ocupaba casi
la totalidad del espacio de la planta. En la parte superior del rectángulo,
más cerca de las tres puertas de garaje había una bañera de hidromasaje.
—Lo hice. Así es como llegué a la universidad.
—Tú construyes piscinas.
—Construyo piscinas— Erick paso por el borde. —¿Sabes nadar?
—Creo que sí.
—¿Crees que sí?
—Recuerdo nadar cuando era pequeño, pero hace mucho tiempo que 37
no lo hago. Pero quiero recordar cómo hacerlo— Miró hacia arriba a lo
lejos.
—Estaría feliz de ayudarte.
Sax asintió. La idea de estar en traje de baño y cerca de Erick le dio
otra erección. Él deseó tener su chaqueta para cubrirse pero había hecho
demasiado calor hoy para usar una así que la había dejado en casa.
Además, Erick le dijo que era normal. Cuando le miró a él no veía si tenía
una, pero llevaba pesados pantalones.
—Hey, Bliss, mi hombre. ¿Cómo te cuelga?— Un rubio con una
escayola en su brazo se acercó a Erick y le golpeo en la espalda. —¿Quién
es tu amigo?
—Cash Lowry, te presento a Sax Eklund.
—¿Qué pasa?— Cash ofreció su mano izquierda.
—No sé—. Sax saludo con su izquierda, se sentía raro puesto que él
era diestro. —¿Qué pasó en tu brazo?
—Nunca luches con la tentación. Siempre gana—. Cash se rió. —El
gran hombre te quiere arriba, Bliss.
—Informe. Sí. Vamos Sax. Apuesto a que tienes hambre.
Él asintió. No comía mucho. No porque no quisiera sino porque su
padre no tenía nunca ningún alimento en casa. —¿Bliss?
—¿Si?
—¿Por qué él te llama por su apellido?
—Porque Cash es extraño.
—¿Puedo llamarte yo Bliss?
—Seguro—. Erick subió las escaleras de dos en dos, lo que hizo que
sus nalgas se apretaran hacia arriba firmemente. La tela podía ser espesa,
pero no lo sufrientemente oscura para apreciar las formas de Bliss. —O tú
puedes usar ambos. Respondo indistintamente.
—¿Cómo se rompió el brazo Cash?
38
—No nos lo dijo— Bliss estaba esperando a Sax en lo alto de la
escalera. —Yo creo que fue algo realmente estúpido y se avergüenza.
—¿No puede tu jefe hacer que lo diga?
—Ohh. Esa es una buena idea. Voy a decírselo a Cooper— Subieron
unos pocos tramos de escaleras y entonces entraron en una enorme sala.
Sax no estaba seguro de cómo llamarlo. Era como una casa pero
mucho más grande. Había una cocina enorme, con uno de esos muros bajos
que la separaban del comedor y lo que parecía como una sala de estar.
—Erick— dijo un hombre desde la cocina.
—Oliver.
Bliss realizo la presentación. —Hey, Oliver ¿nos puedes hacer algo
para comer?
—Seguro. ¿Qué te apetece?
Sax se encogió de hombros. Cuando Oliver se dirigió a la nevera,
Sax noto que tenía una horrible cicatriz en un lado de la cara. Trató de no
mirar, pero realmente no lo estaba consiguiendo.
—Quítate tus zapatos y ponte cómodo— Erick palmeo la espalda de
Sax y comenzó a alejarse.
—Espera. ¿Adónde vas?
—Tengo que ir a cambiarme y hacer un informe con mi jefe.
—Por favor no me dejes aquí solo— Sax no soportaba la idea de
estar por sí mismo.
—Hey, alto. Tú no estarás solo—. Bliss lo llevo a una esquina entre
el comedor y la cocina. —Oliver está aquí va a hacerte algo para comer
mientras te cuenta sobre su cicatriz.
Sax pensó que Oliver seguro se enfadaría con Erick, pero él sólo se
rió y dijo, —es una historia de intriga.
—¿Pensé que era una comedia de terror?— Erick pregunto.
39
—Eso también—. Oliver sacó una bolsa de patatas del armario, la
abrió y echo en un recipiente, entonces coloco los aperitivos cerca de Sax.
—Toma asiento. Voy a procurar mantenerte entretenido.
Sintiéndose un poco nervioso, Sax se sentó. Miró a Bliss hasta que se
estuvo fuera de su vista.
—Por lo tanto, sobre la cicatriz.
—No tienes que hablar sobre ello si no quieres.
—No me importa. Pero primero, ¿quieres jamón o pavo?— Puesto
que él saco el pan de otro gabinete, Sax estaba seguro de que iba a hacerle
un sándwich. —Jamón.
—Jamón será.
Sax ya estaba babeando. Podía oler la carne tan pronto como Oliver
abrió el paquete. Raramente comía carne. Comió unas pocas patatas, pero
no estaba tan interesado en ellas como en el jamón.
—¿Suizo o cheddar?
—No sé— Sax solo había probado el cheddar. —Elige tú.
—Aquí—. Oliver se acercó con dos pequeños pedazos de queso.
Ambos eran blancos. —Pruébalos y decide.
—Yo creía que el cheddar era naranja.
—Si está teñido. El queso cheddar natural es amarillo pálido.
Sax probó ambos quesos. El cheddar era fuerte, pero el suizo era
cremoso. —Suizo.
—Suizo entonces— Oliver sonrió, y su cicatriz se torció hacia arriba.
—¿Te duele?— Sax pregunto.
—No— Oliver sacó un trozo de queso suizo y luego puso el resto del
paquete a un lado. —Tengo la cicatriz por jugar con productos químicos
cuando era niño.
—¿De veras? ¿Qué estabas tratando de hacer?
—Quería construir una bomba química. 40
—¿Por qué?
—Para ver si podía—. Oliver estaba hablando mientras continuaba la
construcción de lo que podría llamarse el sándwich más colosal del mundo.
—Literalmente estalló en mi cara y prendió fuego a mi cuarto.
—¿Tu papa te golpeo?
—¡No! Me metí en problemas por lo que hice, pero me curo y el
fuego fue apagado—. Oliver añadió otra capa de jamón. —Mi padre era un
químico. Me dijo lo que hice mal y me dijo que nunca robara cosas de su
laboratorio de nuevo—. Oliver sonrió con picardía. —Yo todavía le robaba
cosas, pero mi papa lo sabía. Él me hizo su aprendiz mientras mi madre me
enseñaba a cocinar. Según ella, cocinar es una manera más segura y mucho
más deliciosa de disfrutar de la química.
—Cocinar no es química.
—¡Au contraire! Cocinar es todo acerca de la química. Sin
reacciones químicos ¿cómo conseguirías que el pan aumentara o que el
azúcar se caramelizara?
Sax nunca había pensado de esa manera. Oliver le contó sobre las
maravillas de la cocina mientras continuaba construyendo el sándwich. Él
le ofreció hasta un vaso de leche y le pelo una naranja. Sax sentía las
lágrimas llegar. Ni una vez en toda su vida alguien había sido tan agradable
con él. Hoy había conocido a dos hombres que eran todo amabilidad. Justo
cuando él pensó que las cosas no podrían ser mejores, Bliss volvió.
Llevaba sólo una par de vaqueros desteñidos. Eran lo
suficientemente flojos para que él pudiera moverse con facilidad, pero ellos
se aferraban a él de interesantes formas. Sax uso su pelo para ocultar el
hecho de que su mirada estaba clavada en su paquete. Sí Bliss tuviera una
erección con esos pantalones, Sax sería capaz de notarlo. Él tuvo una visión
repentina de ellos montando en la moto otra vez, solamente que esta vez
Sax estaba sentado en el regazo de Bliss. Ninguno de ellos llevaba
pantalones.
—¡Bien, Dios, Oliver! Eso no es un sándwich. ¡Eso es una obra de 41
arte!—. Bliss se sentó en el taburete más cercano a Sax y empezó a comer
patatas. —Este hombre no se anda con chorradas en la cocina.
—¡Absolutamente no!— Oliver estuvo de acuerdo mientras cortaba
el sándwich en dos y lo ponía en dos platos separados. —Me gustaría hacer
esto en la azotea bajo las estrellas.
Sax iba a preguntar sobre la azotea, pero la pata de Bliss se froto
contra la suya. Su erección fue de semi dura a presionar sus pantalones en
un segundo. Cuando intento ajustarse, él se cayó del taburete. Mortificado,
yacía en el suelo, cubriendo su cara con sus manos.
42
CAPITULO 5
1
El trastorno por estrés postraumático o TEPT es un trastorno mental clasificado dentro del grupo de los 47
trastornos de ansiedad. Se caracteriza por la aparición de síntomas específicos tras la exposición a un
acontecimiento estresante, extremadamente traumático, que involucra un daño físico o es de
naturaleza extraordinariamente amenazadora o catastrófica para el individuo
Sax sonrió e intento esconderse detrás de su pelo, pero ahora estaba
más corto. —Gracias por lo de hoy. Por todas las cosas que hiciste. Voy a
devolverte el dinero.
—No te preocupes por eso— Erick se dio cuenta de que él estaba
pasando sus dedos a través del pelo de Sax suavemente. Él quería echarlo
hacía atrás pero estaba asustado de hacerlo y sobresaltar a Sax. Tan
suavemente como pudo, Erick comenzó a alejarse.
—¿Por qué gruñiste de ese modo antes?— Cuando Erick vaciló al
responder, Sax le presiono suavemente. —Fue una cosa de lobos, ¿verdad?
—Así es—. Erick no le mintió, pero no quería decirle a Sax sobre lo
que podía pasar entre ellos. Temía que Sax le quisiera sólo porque no tenía
ninguna parte a donde ir. No era justo enlazarse cuando él no había vivido
su propia vida. Por otra parte, Sax no era lo suficientemente fuerte para
sobrevivir al juicio de apareamiento.
—¿Me quieres?— Sax presionó un poco más, obligando a Erick a
aferrarse a su voluntad con todas las fuerzas que tenía. Ahora que el pelo de
Sax era corto y peinado hacia atrás, sus labios le llamaban fuertemente.
Cuando él mordió su labio inferior tentativamente, Erick juró que iba a
correrse en sus pantalones. Lo que resultaba más exasperante era que él no
creía que Sax estuviera tratando de ser seductor.
—¿Hace calor aquí? Se siente realmente caluroso para mí— Erick se
levantó y quito su camiseta. Él sentía que estaba teniendo un golpe de
calor. O tal vez en su caso un golpe de lujuria. Lo que fuera, tenía que
poner un poco de distancia entre él y Sax. Era la única manera para poder
mantener su lujuria en jaque. —Creo que es hora de irse a la cama.
—Está bien— Sax tomó una respiración profunda mientras se
preparaba para…
—¡Oh, no!— Erick movió su cabeza tan rápido que fue una suerte
que sus ojos no salieran volando fuera de su cráneo. —Sólo. Quiero decir
que voy a ir yo solo—. Él tragó duro. —Iré sólo a mi cama, y tu iras solo a 48
tu cama.
—De acuerdo— Sax dijo vacilante.
Erick se dio cuenta de que acababa de leer una reacción en el
comportamiento de Sax que probablemente no estaba allí. Tenía que salir y
tratar de no volverse loco.
—¿Dónde está mi habitación?— Sax pregunto.
Era una muy buena pregunta. Las habitaciones extras estaban en el
bunker de la planta baja. Sax estaría seguro allí pero también aislado. No
parecía la mejor idea para Erick. Antes de que él pudiera pensar una salida,
su boca apareció con, —Tu puedes usar mi habitación.
—¿Dónde dormirás tú?
—Aquí—. Erick miró el sofá. Era cómodo para sentarse pero no lo
sufrientemente grande para dormir. Pero le preocupaba que si él se iba a
dormir a la planta baja y Sax le necesitaba, estaría demasiado lejos. Era
difícil averiguar lo cerca que necesitaba estar para poder mantener a Sax
seguro pero cómo de lejos debía mantenerse para que Sax estuviera a salvo.
Erick rodó sus ojos ante su propia incapacidad para aclarar la situación en
su cabeza. Quería proteger a Sax de amenazas externas pero también de la
muy real amenaza que él representaba.
—Dormiré aquí contigo— Sax se instaló en el sillón.
—No. Necesitas estar en una cama—. Erick agarró su mano y tiro de
él levantándolo de la silla. Con su prisa, él apretó un poco demasiado duro
y Sax cayó contra él. Oh. Dios. Se sentía tan increíblemente bien, y el olor
conducía a Erick a la locura. Él quería levantarle la barbilla y darle un beso.
Lo que le detuvo fue que si Sax era una pareja potencial, besarle podría
terminar matándolo. Incluso peor, sí él no era una potencial no podrían
tener sexo sin repercusiones. Sax era emocionalmente frágil. Erick prefería
morir a tomar ventaja con él de cualquier manera.
—Quiero estar en la cama contigo.
—Me estas mentando.
49
—Quiero besarte— Sax se puso de puntillas para hacerlo, pero Erick
súbitamente dio un paso atrás. —Es porque soy feo, ¿verdad?
—Dios, no. No eres feo. Eres tan hermoso, Sax. Realmente. Lo
eres— Erick nunca había estado tan atraído por nadie, pero él no pesaba
que realmente eso fuera por la apariencia de Sax. Era guapo y empujaba los
botones correctos de Erick, pero su sentido del honor no le dejaría ir más
allá.
—¿Entonces es porque te gustan grandes como Oliver?
—Oliver es mi amigo. Me gusta pero no en ese sentido.
—Entonces debo ser yo.
—No eres tú— Erick no sabía cómo explicarse sin contarlo todo y él
simplemente estaba demasiado cansado para hacerlo ahora. —Prometo que
me voy a explicar. Pero no esta noche. Estoy agotado.
—Ha sido un largo día—, dijo Sax, claramente tratando de ser
comprensivo.
—Realmente estoy agotado. Mañana durante el desayuno te lo diré
todo, ¿bien?
—¿Tiene que ver con ser un lobo?
—Sí.
—Vale— Sax pareció calmarse.
Aliviado, Erick le llevó a su habitación. Estaba un poco desordenada
ya que él había tenido prisa por llegar al atraco pero nada tan horrible que
Sax no pudiera pasar la noche allí. Aunque, tan pronto como Erick le
mostro su cama, se dio prisa por salir de la habitación antes de que su polla
se hiciera cargo de su cuerpo y le obligara a hacer algo que lamentaría.
50
CAPITULO 6
55
CAPITULO 7
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CAPITULO 9
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CAPITULO 10
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CAPITULO 11
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CAPITULO 12
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CAPITULO 13
—Sabía que esto iba a pasar—. Cooper estaba sentado en una de las
grandes sillas reclinables de la sala de estar con una cerveza en una mano y
a su pareja en la otra. Bueno, no en la mano exactamente, pero Kyler estaba
sentado en el brazo del sillón reclinable con la mano de Cooper en su
pierna. —Eso es por lo que le llame para la reunión.
—Creo que todo el mundo sabe que mi voto es sí—. Iván estaba en
el suelo, sentado con las piernas cruzadas. Él tenía una cerveza en una
mano y su Smartphone en la otra.
Erick ya sabía que podía contar con el voto de Iván. Sax también se
lo había dado. Habían hablado un poco en los últimos días.
—No creo que nadie quiera decir que no—. Kyler miro a Erick y
sonrió.
—No se trata de eso. No realmente—. Cooper suspiró. —Todos
ustedes son un montón de malvaviscos, y yo debo ser uno también, porque
mis tripas me dicen que debemos hacer esto. Lo único que me preocupa es
tener a alguien aquí para cuidar de ellos sí o más bien cuando nosotros
tengamos un caso importante.
—Yo puedo hacer eso— Sax levantó su mano.
—Tu estar yendo a la universidad—, Erick le recordó. —
Necesitamos a alguien aquí veinticuatro de siete.
—Pero siempre hay alguien aquí—, señaló Kyler. —Y se hubiera
una crisis donde todos estuvieran fuera, podría hacer a mi secretario venir a
alimentarlos por muchos perros que decidamos tener aquí.
—¿Aquí?— Erick había pensado que la reunión de la manada era
acerca de cuántos de los perros rescatados podría traer a la estación de 115
bomberos. Claramente, Kyler tenía otra idea.
—Estaría feliz de tener algunos en la finca.
—¿Puedo besarlo?— Erick preguntó a Cooper.
En respuesta, Cooper gruñó y a apretó su agarre en Kyler.
—Voy a tomar eso como un no— Erick sonrió.
—Tú puedes besarme a mí— Sax se inclinó y le dio un sonoro beso.
—Y gracias, Kyler. Eres muy generoso.
—Realmente quiero ayudar. Pobrecitos.
—Otro malvavisco— Cooper dijo, pero estaba claro que solo estaba
bromeando.
—No puedo evitarlo—. Kyler se inclinó y besó a su compañero. —
Apoyo al más débil.
—¿Podemos ponernos serios aquí?— Iván levantó su cerveza y se
tragó la mitad de ella. —Quiero volver a la calle para poder rastrear a los
cabrones que en primer lugar, pusieron a esos perros en el ring.
Erick se dio cuenta que mientras que él estaba enfadado con la
situación y quería algún tipo de justicia para los perros, Iván estaba furioso.
La rabia de Iván no había disminuido en absoluto. Erick tenía la sensación
que desde el momento que el prometió perseguir a los responsables de las
peleas de perros, Iván no había hecho nada más. Había estado tan
concentrado que probablemente había olvidado todo sobre las
desapariciones de Oliver.
—Iván, ya he usado todos los recursos que tengo para hacer eso.
—Lo siento, Coop. Esto sólo… es duro para mí.
—Lo sé. Nosotros no estamos quitándole importancia a la situación
—Está bien— Calmado, Iván se relajó.
—Tenemos que establecer un límite en el número de perros que
traemos aquí, sin embargo. Sé que os gustaría que todos tuvieran su hogar
aquí, pero simplemente no podemos hacerlo. En primer lugar, existen 116
límites legales. Según la ley podemos tener tres— Cooper estaba tratando
de ser amable, pero también era práctico. Erick entendía eso. Simplemente
no podían traer a todos los perros abandonados aquí. No sería bueno para la
caso o para los perros. Rehabilitarlos y darles una buena vida, llevaba
tiempo y atención, no era solo un lugar para vivir. Con la oferta de Kyler
para quedarse con algunos, eso hacía que la adopción de los demás fuera
más fácil.
—¿Cuántos sobrevivieron?— Kyler preguntó suavemente.
—En total hay veinticuatro— Erick tomo una respiración profunda
para contener sus emociones. Realmente habían rescatado treinta y seis,
pero no todos ellos sobrevivieron. —Hay seis de ellos que probablemente
no puedan ser capaces de rehabilitarse.
Iván hizo una mueca. Eran los perros que Erick e Iván más deseaban
poder salvar, pero habían sido tan adoctrinados en el deporte que
simplemente no había esperanza. O eso era lo que la gente de control de
animales dijo. Erick e Iván estaban pagando para mantener a los perros
vivos a la espera de poder encontrar una solución. Probablemente eso es lo
que estaba volviendo loco a Iván.
—¿No podemos hacer nada?— Sax luchaba por contener las
lágrimas. Había ido con Erick al refugio de animales para visitar a los
perros y todavía no se había recuperado de la vista. Erick sabía que
probablemente Sax no sería y no volvería a ser él mismo. Fue desgarrador
ver a tantos animales inocentes con la marca de no adoptable debido a lo
que les habían hecho contra su voluntad. —No puedo soportar el
pensamiento de ellos siendo sacrificados cuando ellos no han hecho nada
malo.
La reunión en la casa se había derrumbado un poco para ese
momento. Todo el mundo tenía ideas sobre lo que podrían hacer, pero el
hecho era que ahora, control de animales tenía la última palabra sobre lo
que pasaba con los perros.
—¿Iván? Tú estás muy tranquilo ahora. Por favor se honesto y dinos
cómo te sientes—. Cooper estaba aprendiendo nuevas habilidades de
117
comunicación desde que observaba a Erick y Sax interactuar. Erick estaba
realmente contento de que gracias a la integración de compañeros beta en
la casa, los alfas estaba absorbiendo nuevas formas de relacionarse. Kyler
les había enseñado acerca de compartir sin expectativas y Sax parecía estar
introduciendo nuevas romas de afrontar las dificultades.
—Me siento fracasado—. La voz de Iván era baja, y mantuvo su
atención en el suelo. Su Smartphone y la cerveza estaban en sus manos,
pero él no estaba mirando ninguno de ellos.
—No lo eres— Erick quería asegurarse de que Iván entendía eso. —
Mírame— Cuando Iván encontró su mirada, Erick dijo, —Yo no soy un
fracasado. Tú no eres un fracasado. Ninguna persona que ayudo a salvar a
eso perros es un fracasado. Si no hubiéramos ido allí, habrían muerto de
una de las formas más horribles imaginables.
Iván asintió, pero él no parecía convencido.
—Háblalo. Si no, vas a tenerlo comiéndote el alma—. Erick no iba a
dejar que eso le sucediera a Iván.
—Bien. ¿Quieren saber lo que estoy pensando? Voy a averiguar
quién hizo esto. Y voy a hacerle pagar al hijo de puta.
Erick realmente se sentía un poco preocupado por Iván. Él era un
hombre apasionado y un miembro sólido del equipo, pero desde el rescate
de los perros, se había retirado y dedicado totalmente a la caza de los
autores. No es que Erick le culpara. Para nada. Para Erick nada sería mejor
que ver a las personas que estaban detrás de la operación encerradas en un
edificio en llamas. —Yo también quiero eso.
—Y yo— dijo Cooper.
—Yo también— dijo Kyler.
Cada hombre aquí quería lo mismo. Erick pensaba que Iván sabía
eso, pero oír que todo el mundo estaba de acuerdo realmente traía el
mensaje de que la casa era solidaría.
—Estoy seguro de que si necesitas cualquier cosa para ayudarte a 118
rastrear a esos cabrones, puedes contar con nosotros.
—Gracias— Iván busco con la mirada a todos. —Creo que estaba
pensando que estaba solo en esto. Gracias por dejarme saber que no lo
estoy.
Una alarma zumbo advirtiéndoles de que Risk estaba mandando a
alguien desde entrada principal.
—¿Quién demonios puede ser?— Cooper fue a ir a las escaleras,
pero Sax se adelantó antes de que él pudiera levantarse de la silla.
—Apuesto a que es Xenos— Sax se dirigió hacia la entrada.
—¿Qué hace aquí?— Erick preguntó.
—Él tiene algo que decirme sobre mi familia.
Con todo el drama, Erick se había olvidado totalmente del
comentario de Iván sobre los parientes de Sax. Cuando él miro a Iván, él
estaba mirando hacia su Smartphone. Por la intensa expresión en su cara, él
seguía persiguiendo a los organizadores de las peleas de perros.
Xenos entro, saludó a todos y preguntó por una oficina o un cuarto
donde pudiera hablar con Sax en privado.
—Está bien. Puedes decir lo que sea delante de todos. No me
importa— Sax precedió a Xenos a la sala de estar. —Se lo voy a contar a
todos de todos modos. Puedes ahorrarme una explicación.
—Bien. Seguro. Uh— Xenos se colocó en el sofá. —Creo que no
hay ningún modo de suavizar esto, así que sólo voy a explicarlo
claramente.
—Está bien—. Sax se acercó y tomo la mano de Erick.
—Tú y tu padre eran los últimos de su línea familiar. Así que ahora
que ha muerto, sólo quedas tú.
—¿Y por qué es eso raro?— Erick preguntó.
—Quién… no importa— Xenos se ruborizó un poco cuando se dio
cuenta de que le había dado parte de la información a Iván sin decírselo 119
primero a Sax. No es que realmente importara tanto. Todo el mundo iba a
descubrirlo tarde o temprano. La casa no era tan grade, y todos ellos
hablaban.
—Tus abuelos eran extremadamente ricos. También odiaban a tu
padre. Él fue expulsado de su casa cuando tenía veinte.
—Bien, por lo menos no soy la una persona con la que fue un
capullo— Sax arrojó el comentario con aire casual, pero Erick podía ver el
dolor que todavía estaba allí y probablemente siempre estaría.
—Él fue un capullo con todos. Francamente, eso es diciéndolo
suavemente. Por lo que puedo decir y esto es pura especulación de mi parte
ya que no hay ninguna prueba, tu padre mato a su hermano y a sus padres.
O más bien mando a alguien que hiciera el trabajo sucio por él.
La noticia golpeo a Sax duro porque normalmente él estaba muy
pálido pero logró volverse más blanco.
—¿Por qué les mataría?
—Por el dinero— Xenos negó con la cabeza. —Pero las cosas no
fueron como esperaba. No como el planeo. Puesto que él tenía una coartada
infalible, tu padre nunca fue declarado culpable de pos asesinatos, pero él
no sabía que sus padres habían cambiado su testamento. Todo su dinero iba
a ir a sus nietos, no a sus hijos.
—Así que los mató para nada.
—Eso es una tragedia.
—No tuve ningún primo… oh. Claro soy el único que queda.
—Y tú eres el único heredero.
Sax se mantuvo calmado, pero Erick podía ver las ruedas girando.
Ellos habían estado hablando sobre las finanzas a causa de su deseo de ir a
la universidad y Erick quería que se concentrase en sus estudios y no en
trabajar. Si tenían cuidado con su dinero, ellos podían hacerlo así, pero
ahora, sí Sax tenía el dinero de sus abuelos, las cosas serían muchísimo más
fáciles. Pero esa no era la principal preocupación de Erick.
—Siento que ellos se hayan ido— Erick apretó la mano de Sax.
120
—Yo también— Sax le dijo una noche a Erick que él se sentía
totalmente solo en el mundo. Él había estado esperando que Xenos pudiera
encontrar a alguien, cualquier pariente. Al que su padre hubiera logrado
mantener lejos de él, todo eso enfurecía a Erick de nuevo. Sintió que nunca
pudiera golpear la mierda del maltratador padre de Sax.
—Hay más—. Xenos estaba mirando hacia abajo al suelo.
—¿Más?— Sax preguntó.
—Conseguirás tu herencia en tu vigésimo primer cumpleaños.
—Eso fue hace casi tres meses.
—Fue dos días antes del robo del banco, ¿no?
Sax asintió y frunció el ceño.
—Tu padre te llevo ahí para pasar el control de los vienes a él.
—Firmé algo sobre dejarle ser… no mi abogado, pero algo por el
estilo. No podía ver los documentos. Mi padre dijo que los necesitaba
para…— Sax balbuceaba mientras todas las piezas empezaban a encajar.
—Él tenía el poder en el bolsillo cuando murió. Cuando el médico
forense enumero todas sus posesiones, dijo que estaba allí, pero no
comprendía la importancia que tenía. No hasta que comencé a investigar.
—¿Estabas abandonando el banco cuando ocurrió el robo?— Erick
simplemente asumió que estaban de pie en la cola para hablar con un
cajero.
—Tuve que firmar con testigos. Y un poder notarial— Sax lo
considero. —¿El robo fue sólo una coincidencia extraña?
—No— Xenos parecía casi verde, Erick estaba alerta ante lo que
vendría. Después de todo lo que Sax había sufrido, estaba a punto de
descubrir lo profundamente que su propio padre se hundiría para poner sus
manos en el dinero. —El atracador se estaba muriendo de cáncer. Tu padre
le pago para… para…
Cuando Xenos no pudo terminar, Erick atrajo a Sax a sus brazos. — 121
Él estaba allí para matarte.
—No— Sax parecía incapaz de aceptar este último horror de su
depravado padre.
Xenos asintió. —Lo siento, Sax. Con el poder notarial, tu padre
podría poner sus manos en el dinero que ibas a heredar y luego desaparecer
fácilmente. Para cuando alguien descubriera la historia del atracador, él
habría sido cosa del pasado.
—¿La historia del atracador?
—El atracador estaba tan enfermo que murió esta mañana. Para darle
algún crédito, hizo una confesión en el lecho de muerte de todos los
detalles. No importa mucho en este momento. Todo lo que ha hecho es
confirmar lo que habíamos averiguado.
En el lapso de cinco minutos, Sax descubrió que era rico y que su
padre era más que un bastardo abusivo era un homicida perdedor. Matando
a su propio hijo sólo para poner sus manos en el dinero, eso era algo
realmente jodido.
—Es por eso que me mantenía. No podía matarme, no hasta que yo
tuviera la edad suficiente para tener el dinero. Por eso esa noche, cuando él
estaba estrangulándome dijo que deseaba fueran dos meses más tarde.
Estuvo planeando matarme durante años.
Erick pensó que Sax iba a encerrarse en una bola y gritar, pero él lo
impresiono con su fuerza una vez más. Sax estaba molesto, y era legítimo
que se sintiera así, pero él no estaba aplastado. Durante el tiempo que
habían estado juntos, Sax había aprendido a creer en sí mismo. Él capearía
este temporal. De eso, Erick no tenía ninguna duda.
—Yo no voy a dejarle que me haga más daño a mí o a mi vida. Solo
voy a coger ese dinero y hacer algo bueno con él—. Sax se reunió con la
mirada de Erick. —La primera cosa que voy a hacer es dar a los perros un
hogar.
Erick se volvió a enamorar de él.
—Y lo siguiente que voy a hacer es casarme contigo—. Sax encontró
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la mirada de Erick. —Sé que estabas planeando hacer alguna maravillosa
cosa romántica, pero no puedo esperar. ¿Quieres casarte conmigo?
Fin
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Créditos
Nuestro agradecimiento al Staff de
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