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SWAT.
EQUIPO DE ASALTO SECRETO DE
HOMBRES LOBOS

El Beso del Peligro 1


Besos de Bliss 2

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Sinopsis

La felicidad de sus besos…


Erick Bliss nunca esperó encontrar a su compañero en medio del
robo de un banco que iba muy mal. Con un rehén caído y el asaltante
buscando suicidarse gracias a la poli, Erick tenía que actuar rápido para
evitar más derramamiento de sangre. Cambiar a su forma de lobo delante
de testigos es un error que está dispuesto a tomar para salvarlos,
especialmente al rehén que el atracador está disfrutando atormentando.
Atrapado en una vida de abuso y negligencia, Sax Eklund no ha
conocido el poder de la verdadera amistad y la fuerza de la compasión.
Cuando se convierte en el foco de la rabia de un ladrón, no se sorprende,
pero el rescate de un impresionante lobo prepara el escenario para
importantes cambios.
Salvar a Sax es sólo el comienzo para desentrañar la verdad detrás de
una vida su vida de miseria. La última cosa que Sax necesita es una
potencial pareja mortal. Erick se promete no agregar más problemas a Sax,
pero, ¿podrá ser capaz de resistirse al atractivo poder de Sax?

2
CAPITULO 1

Él no había sabido al niño en cuero negro, cadenas de cromo y un


collar de perro era un transeúnte inocente, Erick Bliss le habría vinculado
con uno de los ladrones del banco. El niño tenía sin duda el aspecto de
chicho malo. Su pelo negro oscurecía la mitad de su rostro y su actitud de
“Odio todo incluso la vida misma” emanaba de sus andares desgarbados.
Sin embargo, puesto que él estaba al otro lado del cañón de la pistola, Erick
reevaluó y se dio cuenta de que era sólo un chico gótico atrapado en un
atraco que había ido mal.
Uno de los rehenes estaba boca abajo en un charco de sangre. Él
había sido alcanzado porque algún comandante de la policía de LA no se
molestó en espera una evaluación completa de incidentes. La madre de
todas las ironías, el director del banco llevaba un traje inquietantemente
similar al del atracador. Lo que enfureció a Erick casi tanto como la
pérdida de la vida al idiota que exigió al tirador que tomara un tiro sin
sufrir la culpa aplastante de matar a un hombre totalmente inocente. El
tirador, aún sin nombre, probablemente tendría pesadillas y llevaría las
consecuencias de ese disparo para siempre.
Tan enfadado como Erick estaba con el fracasado, él estaba aquí para
asegurarse de que no disparaban a otra persona. Nadie aquí sabía que él
tenía vista de águila sobre la situación. Bueno, nadie salvo Xenos. Él era su
enlace con la policía. Cuando la mierda golpeaba el ventilador, y no podían
utilizar a los oficiales regulares para evaluar una situación, Xenos llamaba
a Hull Protection. Xenos los usaba con moderación, principalmente porque
él tenía que encontrar una manera de pagarles fuera de su escaso
presupuesto, pero también, porque Xenos no quería que nadie más
averiguar porque los hombres de Hull Protection eran tan malditamente 3
buenos en su trabajo.
Utilizando sus sentidos caninos, Erick evaluó la situación. El
vestíbulo del banco era igual al de cualquier otro. Los pisos eran pulidos de
mármol marrón con gruesos escalones negros para prevenir los accidentes
por resbalones y caídas. Había cuerdas de terciopelo atadas a postes de oro,
ubicados a los lados. Obviamente, no habían sido utilizados en mucho
tiempo. El solitario pistolero estaba parado frente a una solitaria cajera.
Mientras ella rellenaba una mochila con dinero, él la apuntaba con su arma.
La pobre mujer estaba más allá de angustiada y el criminal lo sabía. Por eso
era que le pegaba la pistola a la cara.
—Mejor te das prisa, o terminarás como ese listillo que hay allí—. Él
agitó su arma hacia el hombre caído. A Erick le pareció extraño que
estuviera tomando el crédito por el hombre muerto cuando la bala de un
francotirador era la que había causado el daño. Cuando la mujer saltó su
mirada aterrorizada recorrió las ventanas, Erick lo entendió. El ladrón había
convencido a todo el mundo de que él había dicho a su cómplice que matar
a alguien. Con un nivel de terror ya escandalosamente alto, aumento
cuando todos pensaron que había un cómplice fuera apuntándoles a todos
ellos.
Erick siguió evaluando la situación. La mayor parte de los clientes
del banco yacían boca abajo en el suelo con sus manos hacia arriba y
afuera, con las palmas planas. Tal vez eso fue lo que causó que el primer
oficial al mando solicito que dispararan sin una evaluación completa. A
primera vista parecía que ellos estaban muertos. Pero no había sangre y no
hubo ninguna matanza. Disparar a la gente no era un negocio limpio.
Dejaba marcas, especialmente cuando el tirador tenía una AK-47. Si él
abría fuego sobre la multitud, habría un montón de evidencias.
Algo extraño le sorprendió a Erick entonces. ¿Por qué era el chico
gótico el único que estaba de pie? ¿Estaba implicado de alguna manera?
Cuando él retiró su pelo de la cara, Erick se dio cuenta de que estaba
asustado. Tenía lágrimas que habían corrido el pesado delineador negro a
lo largo de sus mejillas y la punta de su nariz estaba roja. Sus labios - ¡Oh
Dios!, sus labios hacían un completo y dulce puchero – eran tan rosados
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como una frágil flor. Él no podía tener mucho más de veinte años.
—¿tienes visión o no, Bliss?
—Tengo visión, Coop. Dame un segundo para concretar— Dejó a un
lado su fascinación por el muchacho que era solo eso – un niño – Erick
volvió su atención al resto de la escena. Él fue capaz de evaluar la situación
sin que nadie lo supiera porque estaba en su forma de lobo. Anduvo
agazapado por el techo y luego uso el sistema de ventilación, dándole a
Erick una verdadera idea del robo. —Me parece que sólo es un chico.
—¿Por qué en el infierno ordenaron disparar?
Erick le contó su teoría acerca de cómo el rehén caído iba vestido
igual que el ladrón. —Eso es lo único que lo puede explicar. Pero todavía
hay algo realmente extraño—. Usaba su enlacen mental con su Alfa de la
manada, el hecho un rápido vistazo sobre el chico gótico.
—¿Él simplemente está allí?
—Sí. Y él es el único que está de pie además de la cajera.
—¿Esta él en esto?
—Mi instinto dice que no, pero ¿por qué estaría de pie mientras
todos los demás están tumbados?
Cuando el pistolero dejó de atormentar a la cajera, se dio la vuelta y
clavo su mirada inyectada en sangre sobre el chico. —¿Él está todavía
muerto?
Él chico asintió.
—¿Qué?— el atracador rugió. —No te he escuchado. ¡Habla jodida
basura!
Con una voz clara y calmada el chico dijo, —Él está muerto.
—Señor.
—Señor— el niño repitió.
—Ponlo junto a los otros ahora, jodido desperdicio de espacio.
—Él está todavía muerto, Señor
5
—Oh, mierda— Las voces de Erick y Cooper sonaron superpuestas.
Ambos tenían algún acuerdo de mierda. La única sosa que el chico había
hecho fue proporcional algún tipo de espantoso entretenimiento al criminal.
Al parecer, el atracador le ordenó que mirara si el hombre estaba realmente
muerto. Lo peor, la atónita mirada que Erick logró atrapar antes de que
dejara caer su pelo de nuevo, el chico sabía que el hombre estaba muerto.
En toda su vida, Erick nunca había visto algo tan enfermizo y retorcido.
—Aunque yo no haga nada más en este mundo, voy a hacer que ese
tipo sufra el mismo tormento que le está dando a ese chico sin ninguna
razón.
—Estoy de acuerdo con eso. Así que vamos a sacarlo de allí vivo—.
Cooper era el propietario y el analista táctico para el grupo. Él estaba en su
estación de bomberos reformada, dirigiendo la operación, porque su nuevo
compañero le quería en casa. Bien, eso fue lo que Coop dijo, en cualquier
caso. Erick sospechaba que la verdad era que Coop reconocía que
participar directamente en las operaciones era un juego para hombres más
jóvenes. Cooper se veía como de cuarenta y cinco pero tenía noventa y tres.
Los genes de lobo hacían cosas curiosas a su proceso de envejecimiento.
Erick tenía treinta y cinco, pero en este momento, se sentía como si fuera el
mucho más viejo que Coop. O tal vez lo que le hacía sentir sus años era
buscar a alguien que era casi dolorosamente joven.
¿Dónde etas el mejor punto para qué el resto del equipo se
coloque?— Cooper fuera capaz de vincularse directamente con Erick.
Mientras Erick exploraba la zona, Coop era capaz de ver lo que él veía.
— ¿Por qué siempre nos llaman para bancos que están en esquinas?
—¿Simplemente tenemos suerte?— Erick sugirió. Los bancos en
esquina eran difíciles desde un punto de vista táctico por la vista que el
asaltante tenía de la zona. Tenía una visibilidad clara a lo largo de dos
calles y del interior. Básicamente, era capaz de sentarse en el centro
mientras ellos estaban clavados fuera mirándole. —Aproximarse a él va a
ser imposible.
—¿Puedes conseguir un disparo desde dónde estás? 6
—No—. Erick estaría más que feliz de disparar al gilipollas, pero si él
no retiraba al humano de la trayectoria del disparo, simplemente no podría.
—Es demasiado ajustado. Pero creo que puedo conseguirlo de otro modo.
—Explícame eso— Cooper no rechazó la idea de plano, pero él
quería los detalles antes de dejar a Erick actuar.
—Hay un tubo que me dejaría caer en el centro del Hall de la
entrada
—No.
—Debería cambiar de forma en el aire y…
—¿Qué parte de no, no entiendes?
—No veo ninguna otra forma, Coop.
—Mira más—. Cooper esperó unos dos segundos. —Sabes que puedo
oír tus pensamientos ¿verdad? Cuando caigas al suelo serías humano,
pero no podrás conseguir el rifle en ese mismos momento. Él tiene una
AK47 que realmente tiene un gatillo rápido. La respuesta es no. Encuentra
otra forma Erick.
—Sí, Señor— A diferencia del chico de abajo, Erick no estaba
obligado a usar el término como una falsa demostración de respeto. A él
realmente le gustaba y apreciaba a su jefe. Erick sabía que su jefe tenía
razón en su evaluación. Nunca funcionaría, pero no estaba viendo otra
opción. Estaba asustado de que sí pasaba demasiado tiempo el atracador se
aburriría de su enfermizo juego y dispararía a el chico.
—Deseas salvarle. Yo también. Pero asegurémonos de que todos lo
demás consiguen salir de allí vivos también.
—Es más fácil decirlo que hacerlo.
—Esa es la historia de nuestras vidas.
—Está bien. Parece que él tiene el dinero—. Erick mantuvo su
atención en la sala. No quería concentrarse en el asaltante excluyendo a
todos los demás. Eso era un error de novato. En cualquier momento, uno de
los rehenes podría desmoronarse. El terror lo distorsionaba todo. Algunos
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sentían la presión de actuar, jugar al héroe, o simplemente no eran capaces
de hacer nada. En cualquier momento, alguien podía interponerse en los
planes del criminal. —¿Por qué no se marcha?
—¿Está evaluando?
—Él no está mirando hacia afuera del banco— Erick encontraba eso
particularmente extraño. Debía de estar aterrado de que el mismo tirador
que había disparado al rehén pusiera su objetivo en él. Pero no lo estaba. El
ladrón no parecía preocupado en absoluto.
—Bueno, sí, hay una tonelada de policías y equipos aquí fuera—
Cooper señalo.
—Correcto, ¿Cuál es su estrategia de salida?
—Tal vez él no tiene una
Tan pronto como las palabras salieron de la cabeza de Cooper y
entraron en la de Erick el sintió que su estómago se hundía. No había forma
de que el chico escapara. —¿Suicidio por la poli?
—Joder.
Si ese era el caso, el dinero no tenía sentido. Las posibilidades eran
que no había nada que ellos pudieran ofrecer para conseguir que el
asaltante liberara a los rehenes. Si era un hijo de puta vicioso, y todas las
indicaciones eran positivas en ese sentido, él mataría a todos en el banco
antes de girar la pistola hacia sí mismo. O esperar a que la policía lo hiciera
por él.
—¿Por qué ellos no solo se suicidan?— Erick preguntó
retóricamente. —¿Qué es lo que les obliga a llevarse a un manojo de
inocente con ellos?
—Si pudieras responder a eso, pondrías fin a uno de los más
terribles acontecimientos de los tiempos modernos
Los periodistas solían llamarlas juergas de matanza. Ese término
molestaba terriblemente a Erick. Juerga implica algún tipo de diversión. No
había ninguna. Probablemente ni siquiera por parte del asaltante. Que no 8
era feliz y que estaba resentido. Mataban porque se podía, porque llenaba
algún tipo de necesidad, pero dejaban atrás brutales heridas que nunca
podrían ser sanadas. Familiares buscando respuestas, sin encontrar ninguna.
Cualquier daño que podían haber hecho a ese tipo no le daba derecho a
matar a otros.
—Escuchar, idiotas
Erick se dio cuenta de que tenía que hacer algo y tenía que hacerlo
pronto. Había llegado la hora de poner fin al juego.
—¿Coop?
—No tengo nada. Necesitas bajar a la planta principal, pero no veo
cómo puedes hacerlo antes de que él se marche.
—Entonces tengo que distraerlo.
—¿Cómo?
Erick utilizo la única cosa que tenía. Levanto su cabeza y aulló.
Desde dentro del tubo de ventilación, sonaba más fuerte que un trueno,
pero a los de abajo le debía haber sonado sobrenatural.
—¿Qué coño fue eso? El asaltante bajó el arma, apuntando con el
cañón al suelo. Miró salvajemente hacia el vestíbulo. Extrañamente, el
chico gótico miraba directamente al tuvo de ventilación. Erick se recordó a
sí mismo que el chico no podía verlo a través de la rejilla. Simplemente no
podía. Sin embargo, había algún tipo de conexión entre ellos. Erick sabía
que debía dejarse caer al piso principal con el fin de sorprender al
atracador, pero estaba clavado. Los ojos gris pálido tiraban de Erick,
sintiéndose tan cerca que parecía que apenas había una pulgada entre ellos.
Oh, no. No ahora. Por favor ahora no. No de este modo.
Erick se dio cuenta de que él estaba mirando a su potencial pareja.

9
CAPITULO 2

Sax Eklund se mantuvo mirando la rejilla de ventilación. Alguien


había trabajado muy duro para que coincidiera con el color de la pared,
pero nada era perfecto. Dada su historia, él era excelente encontrando
diferencias en los tonos. El color era opaco en la pared, pero la parrilla era
ligeramente más brillante. Sólo un poco. Lo suficiente como para como
para destacar.
La otra diferencia era que detrás de la rejilla había una criatura.
Sax no podía decir que era. Él no podía verla tanto como podía sentir
que eso estaba allí. Mientras que el asaltante se giró alrededor intentando lo
que había hecho el ruido, probablemente él podría disparar, Sax se quedó
muy quieto, mirando sin ser obvio. Puesto que él tenía el pelo negro
bastante largo, tenía el camuflaje perfecto. Lentamente, él bajo la cabeza,
ocultando su mirada aún más. No quería que el ladrón disparara hacia la
rejilla, así que él envió su atención hacia un lugar diferente.
—¿De dónde mierda salió ese sonido?
Nadie respondió.
—¿Continua muerto todavía?
Una parte de Sax quería decirle que jódete y muérete, pero sabía que
si lo hacía, el chico probablemente le volaría la cabeza. Sax nunca había
querido estar vivo. No desde que tenía unos seis años y ganó la capacidad
más bien dudosa de recordar. Pero ahora que su padre había muerto, él no
estaba tan seguro de que quisiera seguir sus pasos. En lugar de permitir a
sus impulsos naturales guiarlo, él respondió. —Está todavía muerto, Señor.
—Tal vez era su fantasma—. El asaltante se dirigió hacia Sax. —
Patéale para estar seguros de que está muerto.
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Desgarrado por la orden, Sax se quedó muy quieto. Y miró a su
padre, pero todo lo que podía ver era el gran charco de sangre.
Distraídamente, él se preguntó si era tan grande porque el tirador había
alcanzado la cabeza. Sí hubiera dado en el pecho de su padre, ¿la cantidad
de sangre sería la misma? No es que le importara. Recordaba que el cuerpo
humano promedio tenía cinco litros de sangre. Cuando lo comparaba con
un brick de leche que tenía uno no parecía mucho. No realmente. Pero
cuando se derramaba en el suelo, parecía un vasto océano.
—Patéale o reúnete con él— Le apuntó con la pistola.
Saz miro hacia abajo del cañón. Se sentía extrañamente
desconectado.
—¿Bien?
No podía hablar, o actuar, o hacer algo estaba perdido en un
torbellino de confusas emociones, Sax hizo lo que siempre había hecho
antes. Bajo la cabeza y se escondió detrás de su pelo.
—Parece que he encontrado mi primera víctima.
A través de las negras líneas, Sax miró hacia arriba a la parrilla de
ventilación. Tal vez estaba equivocado. Tal vez no había nada ahí. El
sonido parecía un lobo aullando, pero podía haber sido algún tipo de
maquinaria silbando en la distancia. Ellos probablemente solo escucharon
eso porque el ladrón había hecho que todos se callaran. No es que el banco
fuera excesivamente ruidoso antes. Cuando Sax había caminado tres pasos
por detrás de su padre, y todo lo que había oído era el sonido de sus zapatos
contra el suelo, el sonido de su respiración, y el papel arrugándose. Ni
siquiera había sabido que había un robo hasta que el hombre gritó para que
todos se echaran al suelo. Sí él y su padre hubieran sido un poco más
rápidos firmando los documentos, ellos habrían estado fuera y lejos antes
de que el robo comenzara. Era sorprendente la diferencia que pueden hacer
unos pocos segundos.
Un nuevo sonido llenó el aire, lo que obligó al asaltante a girar y
enfrentarse a la fila de ventanillas. 11
—¿Qué joder es eso?
Sonaba como aullidos y gruñidos mezclados juntos. Sax no se
movió. Pensó que iba a morir, y él ni siquiera sabía cómo se sentía sobre
eso. Tal vez esto era lo mejor que le podía pasar. Su papá estaba muerto
ahora, liberándole pero Sax pensaba que estaba tan dañado que no creía que
nunca lograrían nada.
Cuando el ladrón movió su arma hacia arriba, apuntando hacia la
rejilla, Sax sintió un escalofrió de terror. Él nunca se había preocupado por
su padre o por sí mismo, pero ahora sabía que fuera, lo que fuera, que
estaba allí valía la pena morir por ello.
—¿Qué dijiste?— Cuando el ladrón se giró para hacer frente a Sax,
un tremendo rugido llenó el aire. La rejilla salió de la pared y un hermoso
lobo negro apareció de la rejilla de ventilación y aterrizó en la parte
superior de un archivador. El ruido de la rejilla de metal sonó
estrepitosamente haciendo que el ladrón se volviera.
—¡Oh, mierda!
Sax sintió una oleada de placer. Él nunca había creído en la magia. Si
lo hiciera, podría haber sido capaz de capear el temporal que fue su vida,
pero había perdido las pocas ilusiones que había tenido cuando tenía siete.
Alguien le comentó una vez a su padre que él era el niño más viejo del
universo. Sax se había sentido realmente de esa manera. Pero ahora, en una
hermosa explosión, vio la magia y creyó.
El lobo era brillante y oscuro. Sus ojos del mismo rico marrón que el
cuero antiguo. Cuando él abrió su boca y aulló, Sax sonrió. No podía
recordar la última vez que realmente había sonreído. Se sentía raro. Aun
así, era una reacción verdadera. Nadie le había forzado a mostrarla.
Y entonces el ladrón levantó la pistola. ¡Iba a disparar!
—¡No!— Sax tenía que actuar, y tenía que hacerlo rápido. Él empujó
al ladrón tan fuerte como pudo. La pistola salió volando. Para su sorpresa
no hubo una ráfaga de balas cuando el arma golpeó el suelo. Mirando hacia
arriba, el buscó al lobo, pero había desaparecido. Un hombre vestido de 12
negro con un equipo militar rodeaba la ventanilla de cajero. En lugar de
utilizar la puerta, el salto a través de una de las pequeñas ventanillas.
Corriendo directo hacia el ladrón.
Sax se quedó quieto y miró. Se sentía como si no pudiera respirar, no
pudiera pensar y no pudiera hacer nada porque si lo hacía el hombre que
era un lobo desaparecería. En cambio, mientras él estaba allí pasmado, el
hombre lobo inmovilizó al ladrón con una rodilla en la espalda, lo esposaba
y pasó algún tipo de señal que debía significar que tenía la situación bajo
control porque los policías empezaron a entra en el banco.
En el borrón de actividad, Sax perdió de vista a su lobo mágico. De
alguna manera no estaba sorprendido. No iba a permitir tener algo mágico
en su vida. Se supone que debería estar agradecido de haberle dado un
vistazo. Para alguien como él, eso era todo lo que merecía. Un oficial de
policía estaba hablando con él, sosteniendo su mano, pidiendo información.
Sax contestaba sus preguntas lo mejor que podía, pero él todavía se sentía
aturdido por el giro de los acontecimientos.
—¿Sabes algo del hombre que fue asesinado?— El primer impulso
se Sax fue mentir. Él ni siquiera sabía por qué. Tenía miedo de que si decía
que lo sabía sería responsable de su desaparición. Juez y parte apareciendo
y condenándolo antes incluso de abrir su boca para proclamar su inocencia.
Entusiastas oficiales con armas de fuego y porras lo golpeaban mientras le
ordenaban caminar hacia la cámara de gas. Allí no habría ninguna cárcel
para un mal hijo como él. Nop. Él no pasaría hacia la salida o cogería los
doscientos dólares. Se iría derecho hacia la horrible muerte que merecía tan
ricamente.
—¿Sr. Eklund?
—Ese es el nombre de mi padre—. Nadie le había llamado así nunca.
Sonaba gracioso y se rió. Puesto que él no se había reído durante tanto
tiempo el sonido que salió se parecía más a un ladrido que a una expresión
de alegría. Para su horror, Sax se dio cuenta de que estaba de pie cerca del
cadáver de su padre riendo. ¿Qué estaba mal en él? Claramente, su
comportamiento era sólo una prueba más de que deberían llevársele lejos y
matarle. 13
—Entiendo—. Ella estaba acariciando su mano otra vez, tratando de
reconfortarle. Él encontró que su tacto era frío. Se sentía enfermo. Cuando
ella trató de llevarle lejos del cuerpo, se negó a ir.
—Yo estaba a tres pasos por detrás de él.
Sus cejas demasiado espesas se juntaron. —¿Quién te dijo eso?
—Mi padre.
De repente, pareció reunir todas las piezas. —El difunto era tu… Oh.
Querido. Por favor deja… Yo no… déjame llevarte fuera— Estaba tan
nerviosa que no parecía capaz de hablar con claridad.
—¡Me tengo que quedar con él!— Sax puso su mano sobre su boca
pero ya era demasiado tarde. Él había levantado su voz a un adulto. Él se
agacho, con la esperanza de esquivar el golpe, pro luego se dio cuenta de
que su padre nunca lo golpearía de nuevo. Lo que le sorprendió fue el
hecho de que no aliviado. ¿Qué haría? ¿A dónde iría? Decenas de
preguntas llenaban su cabeza, confundiéndole.
—No estoy intentando separarte de él— Ella brindo a Sax otra
expresión compasiva mientras que mantenía acariciando su mano. —Hay
oficiales que van a ayudarle
—No.
—Es parte de su trabajo.
—No puedes traerle de vuelta.
Su expresión cambió de compasión a confusión.
—Si le traes de vuelta, él me matará—. Sax quitó su pelo de su rostro
así él podría mirar alrededor del cuarto. —Quiero ver al lobo.
El oficial de policía probablemente pensó que estaba siendo sutil, y
tal vez lo era. La mayoría de la gente no notaría la señal que ella le dio a
otro oficial. Sax no era como la mayoría de la gente. Se daba cuenta de
cosas como esa. Era hipersensible a otras personas. Su padre afirmó que era
un idiota que no tenía ni idea de nada, pero la verdad era que Sax veía y
sentía mucho más de lo que quería. Cuando ella levantó una ceje e hizo un
14
gesto con su mano, Sax lo notó pero él no sabía lo que ella estaba tratando
de transmitir.
Otro oficial se acercó. Él era más alto que la mujer, pero más
delgado. Sax calculó que probablemente pesarían lo mismo pero la
estructura de sus huesos distribuía de forma diferente el peso. No
importaba. Una vez más, su cerebro sólo procesaba todo lo que veía porque
él no quería concentrarse en lo que la muerte de su padre significaba. Casi
contra su voluntad, una lista de nuevas realidades entro en la conciencia de
Sax.
Él no tenía dinero.
Él no tenía amigos.
Él ni siquiera sabía su dirección. No de la manera en que las demás
personas sabían dónde vivían. Sabía el nombre de las calles transversales y
sabía el número de la casa. A pesar de que el viento se había llevado dos de
los delgados números de metal, su contorno permanecía. Siete dos seis. La
calle era Marcus o Devon. Era difícil para él saberlo ya que alguien o algo
habían torcido el letrero de la calle. En vez de alineada con la carretera, la
señal estaba dada la vuelta por lo que podía ser cualquier nombre. No
importaba. Sax no iría allí de nuevo. Él estaba dividido entre el alivio y la
desesperación. Si no volvía a casa de su padre ¿a dónde iría? ¿Dónde en el
mundo los hijos no deseados iban cuando la única persona en el mundo
dispuesta a aguantarles moría?
El oficial estaba hablando con él, pero Sax no podía oírle. Bueno, él
lo oía, pero sólo decidió no dejar que el sonido de la voz del oficial entrara
en su conciencia. Mientras continuaba la charla, Sax no prestaba atención.
La voz del oficial era como el sonido constante de sus propios latidos para
sus oídos. El ruido estaba allí todo el tiempo, pero él sólo notó cuando la
atención cambio de dirección. Ya que él no había estado atendiendo a lo
que el oficial le decía, Sax eligió no dirigir su atención fuera de él.
Cuando el hombre lobo caminó en su línea de visión, Sax sintió una
oleada de esperanza. Él lo protegería. Él sabría a donde debía ir y lo debía
hacer. El hombre con los ojos de cuero antiguo era el único en el mundo
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que podría entender el dolor de Sax. Él podría hacer que todo fuera mejor
porque era mágico.
—Le quiero a él.
Sorprendido, el oficial siguió la dirección de la mirada de Sax.
—¿Conoces a Erick Bliss?
—Sí—. Sax no sentía que él estuviera mintiendo. De alguna manera,
tal vez en una vida pasada, le conocía. Él siempre le había conocido. Una y
otra vez, Sax repitió su nombre. Erick Bliss era un nombre tan hermoso.
Bliss era un sentimiento que nunca había experimentado Sax. Pensaba que
si le daban la oportunidad él podría obtener ese estado con Erick. Era el
nombre del hombre después de todo. Tenía que haber alguna razón para
que sus caminos se cruzaran.
Cuando el oficial llamo a Erick, Sax sintió un pánico momentáneo.
Realmente no le conocía. Solo habían pasado sesenta segundos para que la
mentira quedara expuesta. Avergonzado, Sax giro sobre sus talones y
corrió.

16
CAPITULO 3

Erick hizo todo lo que pudo para atravesar la escena, pero Xenos
tenía legiones de oficiales que estaban mucho mejor versados en lidiar con
las consecuencias que él. Declaraciones y fotografías que tomar. Diagramas
que debían ser hechos. Analizar la escena era algo que otras personas
tenían que hacer. Él hizo lo que pudo. Con la ayuda de su potencial
compañero, habían capturado al ladrón sin derramamiento de sangre.
Centrando su atención en el cuerpo del piso, el deseó haber llegado
antes de que hubiera ocurrido. Él podría haber evitado eso, seguro. El chico
gótico estaba de pie cerca del cuerpo, pero él no estaba mirando abajo.
Parecía estar mirando al tuvo de ventilación. Sin la rejilla que tapara el
agujero, parecía oscuro, casi amenazante. Dios sabría lo que estaba pasando
por la mente del chico mientras continuaba observando el oscuro cuadrado.
Erick sabía que el chico lo había visto en su forma de lobo. Se
preguntaba qué harían los oficiales si el niño decidiera decirles que un lobo
había saltado por el tubo de ventilación y se había convertido en hombre.
Cuando miro al chico, él no pensó que iba a decir nada. Realmente no
parecía creer lo que había visto. O tal vez no le importaba.
Deja de engañarte a ti mismo, Bliss, Erick se advirtió. Se
preocupaba. Él no habría aullado y atacado al pistolero si no se preocupara.
Si el chico no hubiera sido rápido de reflejos, Erick temía que habría sido
asesinado. Le había salvado a vida.
—Vuelve a casa, chico grande— Cooper dijo.
—Estoy en camino— Pero Erick no podía hacer que sus pies salieran
a la calle donde podría unirse al resto del equipo. Xenos tendría que
permitirle hacer una rápida declaración así se podría ir, pero Erick no
quería irse. Algo acerca del chico plantado al lado del cuerpo le irritaba. 17
Las personas expresaban su dolor de todas las maneras posibles. Algunos
gritaban, algunos lloraban y algunos permanecían completamente
impasibles. El chico parecía obligado a permanecer en el mismos sitio
exacto que había estado cuando Erick le vio por primera vez. Era un
pensamiento extraño, pero a Erick le parecía que el chico estaba haciendo
guardia al lado de él.
Mientras hablaba con Xenos de lo que había sucedido, Erick
mantuvo un ojo sobre el chico. Se las arregló para estar lo suficientemente
cerca para escuchar su entrevista pero no tan cerca que pareciera evidente.
Por la conversación, Erick se dio cuenta de que el hombre caído era el
padre del chico.
—Joder.
—No hay nada que puedas hacer. Regresa a casa. Erick.
—Sal de mi cabeza, Coop.
—Hey, tú eres el que está trasmitiéndomelo.
—Creo que…— Pero Erick no pudo completar el pensamiento. Tal
vez él estaba equivocado. Cooper había encontrado a su potencial pareja
quien resultó ser lo mejor que jamás le había pasado. Envidia no cubría
todos los complejos sentimientos que Erick tenía acerca de la situación. Él
estaba sinceramente feliz por su jefe, pero para ser honesto tenía que
admitir la triste verdad, él había abrazado su almohada mucho más.
Solitario y lujurioso no era una buena combinación. A veces cuando se
masturbaba, sentía ganas de llora, lo que solo hacia las cosas peor. Erick
quería un compañero casi desesperadamente, pero no podía hacerse a la
idea de reclamar al chico. ¿Por qué le mostraban una potencial pareja
cuando era claramente demasiado joven para él?
La pareja de Cooper, Kyler, era rico, guapo, inteligente con un
demonio y de la edad apropiada. Kyler tampoco se dejaba envolver por las
mierdas de Cooper. Él podía tener un cuarto de su edad y un beta, pero era
fuerte. También uno de los hombres más generosos que Erick había tenido
el honor de conocer. En lugar de revolcarse en la desesperación, Kyler 18
tomó una mala situación y la hizo mejor. Él también se hizo amigo de todos
los que vivían en la antigua estación de bomberos cuando dejo a los chicos
conducir su Bentley. Ese era el pensamiento que empujó a Erick a
contactar. No era sobre si el chico era o no un potencial. Aunque sí lo era,
eso no quería decir que Erick tuviera que besarle para averiguarlo. Lo qué
Erick necesitaba hacer era contactar con alguien que claramente necesitaba
compasión.
Cuando el oficial le llamó, Erick sintió una pequeña punzada de
ansiedad. Él no pensaba que el chico le dijera a nadie acerca de que él era
un lobo, pero tal vez estaba equivocado. Los hombres que habían tenido
sus ojos en la escena desde fuera del banco probablemente no podían ver la
parte superior de él cuando había aterrizado sobre el archivador. Eso era
bueno. Y todos los rehenes tenían la cabeza hacia abajo, pero el chico. Sin
duda le había visto. Eso podía poner a Erick en la difícil posición de
desprestigiar al chaval si mencionaba el incidente durante su interrogatorio.
Con la mirada de dolor permanentemente estampada en sus rasgos, era
probablemente algo que ocurría comúnmente al chico en su vida. Erick no
quería ser otro adulto que le fallaba.
—Dice que te conoce.
La mirada de Erick busco la del chico. Oh, sí. No había ninguna
pregunta esta vez. El calor atravesó el cuerpo de Erick y apretó a través de
su ingle. Afortunadamente, sus pantalones eran lo suficientemente
holgados como para ocultar su repentina erección, pero nada iba a ocultar
la verdad de que el chico – joven – era sin duda una pareja potencial. Un
beso le diría todo lo que necesitaba saber. Pero si lo era, un beso podría
costarle la vida.
Cuando Erick dio un paso en la dirección del oficial, el chico giro
sobre sus talones y corrió.
—¿Qué demonios?— el oficial fue tras él, pero no era necesario que
se molestara. Había policías por todas partes. Después de una docena de
pasos, uno de los oficiales agarró su hombro, deteniéndoles sobre sus pies.
—Yo pensé que dijiste…
—Solo tiene miedo—. Erick se movió para llegar al lado del chico
19
para poder intervenir. —Está bien. Estoy aquí para ti.
Inusuales ojos grises se giraron en la dirección de Erick.
Vulnerabilidad se mostró desde el fondo de su turbia mirada. Cuando Erick
levantó su mano, el chico parpadeó como si esperara que Erick le diera una
bofetada. Como las piezas de un gran engranaje, lentamente, todos los
dientes comenzaron a encajar en su lugar. El hombre en el suelo era el
padre de este chico, pero al parecer una mierda maltratadora. Eso explica la
mueca de dolor. Explicaba su indecisión cuando el ladrón le dijo que
pateara el cuerpo. Y lo peor de todo explicaba su incapacidad para dejarle.
Claramente, él no tenía ninguna parte a donde ir. Algo terriblemente malo
había sucedido entre el chico y su padre ahora muerto. Si Erick no ayudaba
a este pobre chico, él lamentaría su decisión para el resto de su vida.
—¿Le has interrogado?— Erick preguntó al oficial.
El oficial asintió pero luego objetó. —Creo que un cincuenta y uno
cincuenta sería lo correcto—. Era el código para decir que creía que el niño
necesitaba una evaluación psicológica. Erick no estaba en contra de tal cosa
en principio, pero le preocupaba que el chico pudiera haber mencionado
ver o escuchar a un lobo. Mientras él había estado evaluando la escena para
su propio informe, Erick había escuchado a varios rehenes mencionar el
aullido. Por lo tanto, parecía que los oficiales estaban haciendo una nota del
ruido pero no compraban la especulación en cuanto a lo que era. Sabían
que en el calor del momento la gente tendía a distorsionar lo que sus
sentidos precavían.
—¿Bliss?
—Creo que podría ser un poco demasiado—. Un cincuenta y uno
cincuenta no era voluntario. Erick creía que independientemente de la
situación actual el niño probablemente necesitaría ayuda para lidiar con
toda una vida de abuso. Pero Erick no iba a dejarlo caer a través de las
grietas del sistema. Una vez que entrabas en el mundo de la atención
mental estatal, nada te sacaba de ahí. —Conozco a su médico.
—Oh— El oficial no parecía convencido. Mas probablemente, no
quería que le culparan si algo salía mal. 20
—¿Xenos?— Erick llamó, tenía que respaldarle. Y entonces dijo. —
Voy a sacarlo de aquí.
—Hay formularios y…
—Yo respondo por él— Xenos movió su cabeza hacia el oficial. Tan
pronto como él se alejó, Xenos se disculpó con el chico. —No todo el
mundo se toma las charlas de sensibilidad en serio.
En lugar de responder el chico asintió.
—Voy a hablar contigo más tarde, Erick. Tenemos tu nombre y todo
eso. ¿Va a estar contigo en la estación de bomberos?
—Sí.
—Gracias por venir.
—De nada.
—Pásame la cuenta, ¿OK?
—Cooper estará feliz con eso.
Se giró para irse, pero Xenos susurró, —sé que él perdió a su padre,
pero todavía considero el día de hoy como una victoria.
—Yo también— A pesar de que el intercambio entre él y Xenos
había sido en voz baja, el chico aun así había escuchado dada la expresión
de dolor que Erick pudo vislumbrar. Erick se sentía horrible. Tal vez estaba
equivocado sobre las reacciones del chico. Podía ser que alguien más
estaba golpeándole y su padre era el único protector que tenía. Hasta que
Erick supiera la historia completa, él mantendría todos sus comentarios
para sí mismo. Sólo era una victoria si las personas involucradas no solo
salían vivos sino también con su mente intacta.
Cuando Erick estaba empezando a pensar que el chico podría estar
mejor con alguien más, él se movió acercándose rodeando la escena. Si
realmente tenía miedo de él, el chico mantendría su distancia.
Irónicamente, su muestra de confianza calmaba una parte de Erick y
alteraba otra. A esta distancia él podía olerle. Y él olía delicioso. Desde que
Erick nunca había estado expuesto a un potencial compañero antes,
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realmente no sabía que esperar. Por lo que decía Cooper, fue el deseo de
besarle lo que le hizo saber que Kyler era su potencial. Erick quería besar al
chico, pero él también tenía un deseo enloquecido de olerle y lamerle.
Señor ayúdame a mantener mis manos, boca y todo lejos del pobre
chico.
—¿Has ido alguna vez en moto?— Preguntó Erick.
En lugar de responder con palabras, el chico sacudió la cabeza
Mantuvo su rostro bajó para que su pelo oscureciera sus características.
—Sí no quieres, no tenemos que hacerlo. Estoy seguro de que uno de
los chicos estaría feliz de conducir la moto a la estación de bomberos.
—Quiero hacerlo.
Dios, su voz era linda. Tan débil como era la palabra, era la única
palabra en la que podía pensar para describir la calidad suave y cadenciosa
de la voz del chico.
—Bien— Erick le sonrió, pero el chico… —Está bien, esto tiene que
parar.
El chico se detuvo y se quedó completamente quieto.
—No tú. Lo siento. Yo sólo continuo llamándote chico. ¿Cuál es tu
nombre?
—Sax.
Lo que él había dicho era Sax, pero Erick había escuchado Sexo. Y
eso era en lo que pensaba. Por favor no me dejes hacer algo estúpido. —
¿Cuántos años tienes Sax?
—Veintiuno.
—Gracias a Dios—. Erick era mucho más viejo, treinta y cinco, pero
ellos no estaban tan separados en la edad para que resultara repulsivo. Hey,
Amigo, no te hagas ninguna idea. Tú vas a ponerle a salvo y entonces te
alejaras, ¿de acuerdo? Eso era lo que su cerebro quería, pero su polla tenía
otras ideas. Lo que termino la pelea entre los dos fue su corazón. A Erick le 22
encantaría estar enamorado, pero él no pensaba que fuera lo mejor para
Sax. O tal vez simplemente no quieres el trabajo que un compañero te
supondría. Genial, Erick pensó. Ahora su conciencia se subía a la disputa.
Tenía una verdadera mesa redonda en la cabeza.
—¿Por qué?— Sax miró hacia arriba a él entre dos mechones de
brillante pelo negro.
Desde que Erick había estado demasiado malditamente ocupado con
la discusión entre varias partes de su anatomía, él se había perdido parte de
la conversación con Sax. —Uh.
—¿Por qué mi edad es importante?
—Debido a mi seguro. No puedo llevar en la moto a menores de
veintiuno—. Era una buena excusa y Sax la compró.
—¿Cambiaste tu nombre?
La pregunta era una que Erick ya había escuchado antes. —Nop.
Erick Bliss es mi nombre real. ¿Raro, eh?
—No.
Cuando Sax no continuó, Erick se dio cuenta de que no estaba
cómodo compartiendo sus opiniones sobre las cosas. —¿Te gusta tu
nombre?
—No.
—A mí sí.
Otra mirada dudosa por debajo de la cortina negra aclaró que Sax no
le creía.
—Es inusual y único. Al igual que tú.
—Yo no soy más que un estúpido chico emo—. Salió como una
letanía. Alguien, posiblemente su padre, se lo había dicho a Sax tan a
menudo que él lo repetía y probablemente realmente lo creía.
—Tú no eres estúpido.
Sax no comento nado o le miro. Inseguro de lo que su postura
significaba, Erick no estaba seguro de cómo responder.
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—Pensé que eres gótico.
—¿Qué es eso?
—¿Qué es emo?
La cabeza de Sax se movió hacia atrás una fracción. Era obvio que
nunca había pensado lo que realmente significaban ser emo. Además aclaró
que su descripción de sí mismo venía del alguien más.
Cuando Sax no contesto, Erick dejó el asunto. En el callejón detrás
del banco, había un puñado de hombres de Hull Protección. Ellos habían
estado esperando las órdenes de Cooper para entrar pero nunca llegaron y
no salieron del SUV. Erick había llegado primero en la moto tratando de
conseguir un vistazo de la escena tan pronto como fuera posible con los
otros hombres detrás. Usaban a menudo esa técnica. Erick había hecho su
parte de escenarios esperando en el vehículo. Era tenso. Generalmente se
sentaban silenciosamente, ojos y oídos bien abiertos por cualquier
información que pudieran recibir. Cooper había convertido la estación de
bomberos en un centro de operaciones lo que era una nueva forma para
todos ellos, así que los hombres recibían órdenes para participar en la
operación si sucedía algo extraordinario. Cooper era bueno, pero no era
infalible. Puesto que todos eran miembros de la misma manada, todos ellos
podían conectarse mentalmente y compartir lo que estaban
experimentando. Hacia su respuesta mucho más rápida, y tampoco tenían
que preocuparse acerca de que cualquiera interfiriera sus comunicaciones.
—Bliss mi hombre—, Risk, el becario del departamento do policía,
era el conductor asignado ya que no había obtenido el derecho a entrar en
una situación de riesgo, —¿Quién es tu amigo?
—Hola, chicos, este es Sax Eklund—. Usando su sistema de
comunicación cerrado, o como todos lo llamaban el CCL, Erick dijo, —él
me vio cambiar. Su padre es el único fallecido. Y es un potencial— La
única persona en el SUV que no recibió toda la información fue Risk.
Cooper no había decidido aún si él quería otro alfa en su manada. No era
que no le gustara Risk. No era nada de eso. Cooper sólo era muy exigente
24
con quien entraba en su grupo ya que todos vivían y trabajaban justos.
Cualquier hombre que su uniera a su manada tenía que ser bueno en los
servicios de protección, lo que incluía conocer el uso de las armas y como
utilizar esos conocimientos. Pero su trabajo también exigía tener altas
habilidades para la negociación y asumir el mando de la escena, además del
hecho de que el hombre tenía que ser un shifter de alto nivel. Risk era
bueno. Era un experto. Trabajaba bien con los demás miembros del equipo,
pero tenía dificultades con el cambio. Cooper no podía unirlo a la manada
hasta que Risk no demostrara a sí mismo y a todos que podía ser bueno en
todos los campos.
—Voy a darle un paseo en mi moto— Erick recibió una ráfaga de
obscenos comentarios sobre lo que debería dar a Sax, pero rápidamente
fueron cortados cuando los hombres se dieron cuenta de la situación
particularmente vulnerable en la que estaba Sax. No era que los hombres
fueran crueles, solo que sus CCL se abrían a veces cuando deberían
mantenerse cerrados. Los chicos cerraron el enlace, pero no antes de que
Erick se formara una imagen de sus pensamientos. Ya que ellos cortaron,
sin daño no hay falta, lo dejo ir.
—Acercarme uno de los cascos extras, ¿Vale?— El de Erick estaba
en la moto, pero él necesitaba uno para Sax.
Sax no había dicho una palabra, pero se mantenía muy cerca de
Erick. O más bien, estaba de pie a unos dos o tres pasos detrás y a un lado.
Era extraño. Y entonces Erick se dio cuenta de que era la misma postura
que había mantenido el chico dentro del banco, de pie cerca del cuerpo de
su padre. Evidentemente había sido entrenado para ser totalmente sumiso.
Ya que ahora no era el momento ni el lugar para trabajar en ese tema en
particular, Erick lo dejo ir también.
—Nos vemos en la base—. Erick asintió a Rick, que estaba apoyado
en el gran SUV fuera del callejón.
—Aquí—. Erick entregó un casco a Sax y luego cogió el suyo. —
Hay una unidad de comunicación en los cascos por lo que podemos hablar
durante el viaje. 25
Sax asintió mientras consideraba el casco. Cuando se lo puso, no
aparto su pelo hacia atrás. Erick se habría reído pero tenía miedo de que
Sax lo tomara de un modo equivocado. Cuando Sax se dio cuenta de que no
podía ver nada, se quitó el casco, echando su cabello hacia atrás, y entonces
lo puso de nuevo sobre su cabeza.
Erick sintió como si cincuenta de las flechas de Cupido le hubieran
golpeado. La cara de Sax era fascinante. Tenían grandes ojos espaciados,
una larga y casi delicada nariz, pero fue su boca la que colocaba todas sus
características juntas. Sus labios estaban perfectamente delineados. Ya que
Sax estaba concentrado en su tarea, su lengua se deslizo a una esquina de
su boca. Húmeda, rosada y oh, dios ¿cómo se sentiría tener a Sax
tentándolo deslizándola en su boca?
Erick se dio cuenta de que estaba obsesionado con la lengua de Sax
sin excluir todo lo domes. Una bomba podría caer y apenas lo notaría. El
impulso de besarle se volvió casi insoportable. Lo que dejó frío a Erick fue
que cuando bajo su mirada y notó un moretón en el cuello de Sax. Llevaba
un collar de perro con pinchos, que era lo que le había hecho creer a Erick
que era gótico y no emo, pero ahora que estaba más cerca, el collar no era
una especia de declaración de moda. Estaba allí para encubrir el abuso.
Cada fibra protectora de Erick se reveló. —¿Quién te hizo eso?
Evidentemente sorprendido por el tono exigente de Erick, Sax se
tabaleó. Él hubiera tropezado y caído pero Erick le agarro por los hombros.
Cuando lo hizo, Sax pronunció un grito que su casco misericordiosamente
silenció. Si no fuera porque Erick conocía el motivo de su miedo habría
llamado a los oficiales.
—Lo siento— Una vez que Erick le estabilizó le soltó. —No quería
asustarte. Solo… ¿Quién te lo hizo?
Cuando Sax se dio cuenta de que Erick estaba mirando su cuello,
levantó su mano y toco el hematoma. Antes de que él hablara, Erick sabía
lo que iba a decir
—Me caí. 26
Era lo que los maltratadores entrenaban a sus víctimas para decir
cuando alguien fuera de la familia notaba sus marcas. Erick nunca había
trabajado en un hospital, pero él conocía las pautas debido a la formación
que había tenido como agente. Antes de incorporarse a la manada de
Cooper, había trabajado para la policía de San diego, California. Las
llamadas domesticas iban claramente mal no importaba en que ciudad el
oficial trabajaba. Erick había prendido que buscar y cómo ayudar a las
víctimas cuando ellos no podían ayudarse a sí mismos. El problema era que
algunas personas abusadas sufrían del Síndrome de Estocolmo.
Lamentablemente, en el trascurso de los implacables abusos, la víctima
comenzaba a sentir pena por su maltratador. Cuando se enfrentaba a los
extraños, la víctima a menudo defendía el comportamiento de su agresor.
Erick no sabía todavía si el hombre de dentro era el que había
lastimado a Sax. Sentía todas las preguntas burbujeando, pero no estaba a
punto de empezar un interrogatorio. Lento y fácil le ayudaría más. Si daba
al chico algo de espacio, él comenzaría a confiar en él y tal vez, sólo tal
vez, él se sentiría lo suficientemente seguro como para abrirse.
Desde que su pelo estaba echado hacia atrás dentro del casco, Sax no
era capaz de usar los mechones como escudo para ocultarse a sí mismo. En
cambio, se giró lejos. Colocándose su propio casco, Erick activo el
intercomunicador para que él no tuviera que gritar a Sax. El realmente
podía no llevar el casco, pero había algo sobre estar a salvo con él puesto.
No por él, sino por Sax.
—No tenía intención de agarrarte. Simplemente no quiero que te
caigas.
Sax se sorprendió visiblemente cuando escuchó la voz de Erick en su
casco, pero no dijo nada.
—Vamos.
—¿Dónde?— Su bonita voz ahora llenaba los oídos de Erick. ¿Cómo
en el infierno él iba a mantener su voto? Sin embargo, su lujuria se había
congelado una vez que su compasión salió. Erick nunca se aprovecharía de
Sax. Nunca. Manteniendo su salud mental y su seguridad física en su
27
cabeza mantendría sus manos y su boca para sí mismo.
—Voy a llevarte a Hull Protection.
—¿Tú no eres un policía?
—No exactamente. Lo era antes de entrar en el equipo de Cooper—
Erick explicó cómo todos ellos vivían y trabajaban juntos.
—¿Así que eso es como una casa de fraternidad?
Erick se rió entre dientes. —Sabes es realmente como eso. Pero,
bueno, menos cerveza y menos fiesta. Más bebidas energéticas y video
juegos—. Erick levantó su pierna sobre su elegante moto. Quien supiera de
moto lo llamaría tener un cohete en la entrepierna ya que pesaba poco y
tenía mucha velocidad, pero para Erick era diversión sobre dos ruedas. —
Súbete.
Puesto que era un ajuste más apretado con él ya en el asiento, Erick
se levantó, balanceando la moto entre sus piernas para que Sax pudiera
subir su pierna. Pasó torpemente, haciendo a Erick consciente de lo
incomodo que estaba con su cuerpo. Una vez se hubo colocado, Erick se
sentó.
—Está bien, pon tus manos a ambos lados de su cintura. Cuando me
incline, inclínate conmigo.
—¿Inclinarme?
—Cuando tomo una esquina, yo me inclino con la moto— Erick le
mostro.
Al igual que lo hacía la mayoría de la gente, Sax instintivamente
inclinó su cuerpo en la dirección opuesta. Suavemente, Erick corrigió a
Sax.
—¿No me caeré?
—Nop. La fuerza centrífuga nos empuja hacia la moto— Erick no
quería que Sax se sintiera preocupado. —Confía en mí—. Era algo que
Erick había dicho muchas veces, pero se dio cuenta de que probablemente
para Sax fuera imposible de hacer. Dada su historia, eso sería un milagro. 28
Mientras Erick abría su boca para decir algo más, Sax envolvió sus
brazos alrededor del cuerpo de Erick. —Confió en ti.
Erick estaba tan aturdido, que no sabía que decir. Él se sentía
honrado, pero se dio cuenta de que tenía que hacer todo lo posible para no
violar la confianza de Sax. Si lo hacía, tenía miedo de que el dolor le
destruyera.

29
CAPITULO 4

Sax nunca había montado en una moto antes. Las había visto, por
supuesto, pero no entendía cómo permanecían verticales en las curvas. Aun
así, confió en Erick. Cuando surgió la primera vuelta, Sax cerró sus ojos,
apretó su agarre y permitió a su cuerpo inclinarse con el de Erick. Su
estómago hizo una serie de pequeños flip-flops, pero él no reaccionó. Él se
agarró más fuerte y muy pronto, volvieron a estar verticales.
—Allí. Eso no estuvo mal, ¿verdad?— Erick pregunto.
Sax movió la cabeza.
—Sabes que no puedo verte, ¿no?
—Lo siento.
—Eso está bien. Todo es nuevo para ti.
—No es tan malo— No era malo en absoluto. El asiento entre sus
piernas vibraba ligeramente, dándole una curiosa sensación de cosquillas.
No era para desternillarse, no realmente, pero no estaba muy seguro de lo
que estaba haciendo en él. Cuando Erick se detuvo en un semáforo, Sax fue
empujado hacia adelante hasta quedar clavado contra él. Erick era una
pared de músculo duro. De repente, Sax sabía exactamente lo que estaba
sucediendo. Él estaba excitándose. Avergonzado intentó retroceder. No
quería que Erick se pusiera furioso con él cuando no podía mantener el
control sobre sí mismo. Él se puso duro tan rápido que casi se maro.
—Está bien, Sax. Eso ocurre. A veces sólo estás sentado ahí y tienes
una erección sin ninguna razón. Es normal.
—¿Lo es?— Sax no tenía idea de lo que era francamente normal. Él
tenía un montón de reglas en su cabeza que él creía fervientemente hasta
que llego a los trece. En su cumpleaños, una chica del barrio le dio un iPod 30
viejo. Ella dijo que no lo necesitaba más y pensó que podría gustarle. Sax
lo había escondido antes de que su papa pudiera quitárselo. Usando el wi-fi
abierto de un vecino, Sax había aprendido sobre todo tipo de cosas
mediante el uso de Internet. Él había aprendido a tener cuidado con lo que
usaba, pero básicamente, ese vínculo con el exterior le dijo que no todo lo
que percibía como normal lo era.
—Seguro—. El tono de la voz de Erick fue casual. No estaba
enojado y no estaba diciendo una mentira para ver la reacción de Sax y
decir algo. Su padre hacía eso. Si Sax estaba de acuerdo con la mentira, él
era golpeado. Si no estaba de acuerdo, él era golpeado. El juego
prácticamente hizo que le aterrorizara hablar en absoluto. —Viene con ser
dueño de una polla. La maldita cosa se pone dura todo el tiempo. No te
preocupes por ello.
Sax dio un suspiro de alivio. Alentado por la tolerancia de Erick,
preguntó sobre algo que le había estado molestando. —¿Por qué la pistola
no se disparó cuando el ladrón la soltó?
—Eso son choradas de película—. Erick se echó a reír. —En la vida
real, tienes que tener el dedo en el gatillo.
—Oh.
—Hay un montón de cosas en las películas que simplemente no son
reales.
—¿Por qué lo ponen entonces?
—Hace el espectáculo más emocionante, supongo—. Erick tomó una
profunda respiración que Sax pudo oír en su casco y sentir ya que tenía sus
brazos en el pecho de Erick. —¿Era el hombre de allí tu padre?
Sax no respondió. No quería hablar de eso todavía. Tal vez nunca.
Temía que si lo hacía, Erick le mirara diferente. Incluso podría enviarlo
lejos. Sax no quería estar en cualquier lugar excepto cerca de Erick Bliss.
Era agradable. Él estaba a salvo. Le decía la verdad incluso cuando no era
agradable. Ese pensamiento hizo a Sax reacio a mentirle. Le parecía una
cosa despreciable para devolverle a alguien que solo había sido honesto con 31
él. Sax tuvo una idea. Si él no hablaba sobre su papa, él no podía mentir
acerca de él.
—¿Es el quien te hería?— Pregunto Erick. Al parecer, sabía que el
hombre era su padre y sólo había preguntado para que el hablara.
—Te lo dije. Me caí—. Sax se desplomó. Aquí estaba, apenas a dos
segundos de su voto de no mentir a Erick, cuando él había hecho
exactamente eso.
—Eso es una chorrada, Sax—. Erick no levantó la voz o amenazó
con golpearle. —Quiero ayudarte, pero para que yo pueda hacerlo tienes
que contarme. No podemos construir confianza entre nosotros a menos que
sea una calle de doble vía. ¿Me entiendes?
—Entiendo— Nadie realmente dijo nada más. Sax sabía que sonaba
extraño y raro, pero cuando Erick lo dijo sonó retro y cool.
—¿Era el hombre de banco tu padre?
—Si— Admitir eso picaba. Sax había deseado tanto que le hubieran
robado de su verdadera familia, pero no era así. Su padre fue su padre real
ya que ellos se veían iguales.
—¿Él te hirió?
—Tú tienes que contestar una.
—¿Qué?— Erick condujo por la autopista sin perder el ritmo de su
conversación.
—Calle de doble sentido. Yo respondo una pregunta y entonces lo
haces tú— Sax encontraba mucho más fácil hablar cuando no tenía que
mirar directamente a Erick.
—Está bien. Pregunta.
—¿Cómo te volviste un lobo?
Una larga pausa con una larga inhalación hizo que Sax se preguntara
si Erick iba a responder. O tal vez estaba armando una mentira. Cualquiera
de las dos cosas hacía que Sax se pusiera ansioso. 32
—No sé por qué puedo cambiar. Esa es la verdad. Es algo que me
ocurrió cuando llegué a la pubertad. Uno de nosotros, el compañero de mi
jefe, está tratando de averiguarlo. Nuestra historia, quiero decir.
—¿Pero tú realmente te convertiste en lobo?
—Realmente lo hice.
—Wow—. Sax había pensado que él había visto algo o soñado.
Había sido como una fantasía de ser rescatado por un apuesto hombre que
era mágico.
—Por favor no le digas a nadie lo que viste.
—¿Por qué?
—Me podría poner en peligro, podría hacer que la gente piense que
estás loco. No quiero ninguna de las dos opciones.
—Está bien—. Si hay una cosa en la que Sax era bueno, era en
mantener secretos. —¿Puedes enseñarme cómo?
—Es mi turno, ¿recuerdas?
Sax espero que Erick le interrogara acerca de la marca de su cuello.
—¿Te graduaste en la secundaría?
Sorprendido por la pregunta, Sax soltó una respuesta. —Sí. Algo así.
No fui a la escuela regular. Yo era…— Estuvo a punto de decir que fue
educado en casa, que era lo que le decía su padre a las autoridades. La
verdad era que todo lo que Sax hacia todo el día era cuidar de la casa
mientras su padre trabajaba. —Conseguí un certificado equivalente.
—¿Por tu cuenta?
—Sí.
—Enhorabuena.
—Gra… gracias— Nadie nunca lo había felicitado antes. No es que
él fuera diciendo lo que había logrado hacer con su iPod cuando su padre
no estaba mirando, pero era agradable de todos modos.
33
—Apuesto a que trabajaste muy duro.
—Lo hice. Tenía que madrugar y trasnochar—. Antes de que Erick
pudiera preguntar que había estado haciendo durante esas horas de en
medio, Sax preguntó. —¿Eres gay?
—Totalmente—. La risa de Erick era caliente y rica como la sombra
de sus ojos. —¿Tú?
—Totalmente— Sax sintió un nuevo giro en sus sentimientos. Él
sentía una curiosa clase de esperanza. Tal vez, si tenía suerte, podía estar
con Erick. No solo ser su amigo sino también su… ¿Cuál era la palabra que
había utilizado para describir al novio de su jefe? Compañero. Eso era todo.
Tal vez él podría ser el compañero de Erick. Si sólo tuviera un deseo, él
desearía eso.
—Es tu turno— Erick recordó.
Sax no estaba seguro de qué preguntar, pero entonces una terrible
idea retorció su estómago. —¿Tienes a alguien?
—¿Alguien?
—Una pareja.
—No.
El alivio cubrió a Sax, haciéndole cerrar los ojos y apretar su agarre
contra Erick.
—¿Qué hacías en el banco esta mañana?
—Mi padre dijo que tenía que firmar unos papeles.
—¿Para qué?
—No sé—. Sax dibujó una respiración profunda y susurro, —Él me
golpeaba todo el tiempo.
—Lo siento.
Sax asintió. Él nunca se lo había dicho a nadie antes. Siempre había
tenido demasiado miedo de que las personas no le creyeran y luego le
dijeran a su padre lo que él había contado, haciendo su castigo peor. Pero él 34
se había ido ahora. Su padre nunca podría golpearlo otra vez. Mientras Sax
se aferraba a Erick se preguntó cómo sería el lugar a donde iban, y cómo
serían los otros hombres de allí. Y entonces, se preguntó cómo sería su vida
ahora que era libre. En sus sueños, él se imaginaba viviendo en una casa sin
ventanas o puertas. Siempre estaba buscando la salida. A veces veía una
señal luminosa y él corría detrás de ella, pero los pasillos eran como
ilusiones ópticas. Contra más duro y rápido el corría más se alejaba. La
señal de salida nunca estaba cerca. Pero ahora, después de caminar en un
banco para firmar algunos papeles, la señal de salida de repente estaba justo
en su cara. Él nunca tendría que volver a casa de su padre otra vez. Él era
libre.
—Oh.
—¿Qué está mal?— Erick fue reduciendo la velocidad mientras se
acercaba a un enorme edificio de ladrillo marrón.
—¿Qué voy a hacer?
—¿Quieres decir esta noche?
—Sí. No. Todas las noches. No tengo un lugar a donde ir. No sé
cómo hacer nada—. Sin su padre, no tenía nada. No tenía casa. Ni comida.
Nada. Él había tenido el mismo pensamiento en el banco, pero lo olvido
cuando Erick se había acercado. Si Erick se enfadaba con él, podría echarlo
directo a la calle. Su padre le amenazaba con eso todo el tiempo. Ahora que
se había ido, la realidad de lo que había ocurrido era aún mayor.
Erick no hablaba, lo que sólo aumentó el temor de Sax. Condujo a
través de una puerta que se abrió automáticamente y se cerró detrás de
ellos.
—Bájate.
Sax bajó de la moto y se quitó su casco. Erick hizo lo mismo. El sol
golpeo directamente sobre él, reflejando hilos de oro a través de su pelo
marrón oscuro. De alguna manera, Erick parecía mágico incluso cuando era
humano. Saber que podría convertirse en un lobo en cualquier momento
cautivaba a Sax. 35
—No quería decir esto en la moto porque quería mirarte cuando te
hable.
Sax bajó la cabeza, escondiéndose detrás de su pelo. Sabía lo que iba
a venir. Erick iba a ser agradable y le diría que podría quedarse un día o
dos, o por lo menos hasta que otro individuo llevara los papeles que Sax
había firmado sobre el cuerpo de su padre, pero entonces él tendría que
irse.
Cuando sintió que Erick tomaba su barbilla, su primer instinto fue
estremecerse, pero algo le obligo a dejar que Erick no solo le tocara sino
que levantará su cabeza.
—Quería decirte en la cara que no voy a dejarte ir. ¿Está bien?
Permanecerás aquí donde estarás seguro hasta que te hayas asentado.
—¿Lo juras?
—Lo juro— Erick dejó ir su barbilla y entonces empezó a retirar su
cabello hacia atrás. —Yo te ayudaré a comenzar tu vida.
—Pero tengo veintiuno.
—Algunas personas no tienen su vida comenzada.
—No entiendo.
—Estuviste con tu padre toda tu vida. Él ha estado dirigiendo todo.
Ha sido su vida la que has vivido, no la tuya. Si me dejas yo te ayudaré a
averiguar qué vida quieres llevar.
—¿Por qué harías eso?
Su padre le habría golpeado por cuestionar sus motivos, pero Erick
sólo sonrió. —Porque me gustas, y que creo que puedes tener una muy
buena vida. Si tú lo deseas. ¿Quieres eso?
—Quiero eso. Pero exactamente no sé lo que quiero— Sax miró
hacia otro lado. —No tiene sentido. Lo que quiero decir es que quiero
aprender a cuidar de mí mismo. Ganar mi propio dinero. Hacer mis propias
reglas.
36
—Eso es genial. Puedo ayudarte a hacerlo.
—Pero no tengo ninguna habilidad.
—Tú conseguiste el bachiller. Eso es jodidamente increíble. No hay
nadie que ayudo con eso ¿cierto?
—No—. Sax considero. —Bueno, una chica lo hizo. Ella me dio un
iPod.
—¿Tienes tu bachiller por estudiar con un iPod?
Sax asintió.
—Eso es aún más increíble—. La mano de Erick retiro el cabello de
Sax otra vez. —Vamos a dentro. Quiero que conozcas a todo el mundo.
—¿Ellos serán… agradables conmigo?
—Lo serán. Son como hermanos para mí. Sí a mí me gustas, a ellos
les gustarás— Erick puso su brazo alrededor de los hombros de Sax. —Y
antes de que preguntes, tú realmente me gustas.
Había tres puertas de garaje en la parte posterior del edificio y una
puerta normal a un lado. Erick puso su brazo alrededor de los hombros de
Sax, pulsó el código en el teclado del picaporte y luego entro.
—Wow.
—¿Te gusta?— Erick sonrió. —Yo hice esto.
—¿Tú construiste una piscina?— Una enorme piscina ocupaba casi
la totalidad del espacio de la planta. En la parte superior del rectángulo,
más cerca de las tres puertas de garaje había una bañera de hidromasaje.
—Lo hice. Así es como llegué a la universidad.
—Tú construyes piscinas.
—Construyo piscinas— Erick paso por el borde. —¿Sabes nadar?
—Creo que sí.
—¿Crees que sí?
—Recuerdo nadar cuando era pequeño, pero hace mucho tiempo que 37
no lo hago. Pero quiero recordar cómo hacerlo— Miró hacia arriba a lo
lejos.
—Estaría feliz de ayudarte.
Sax asintió. La idea de estar en traje de baño y cerca de Erick le dio
otra erección. Él deseó tener su chaqueta para cubrirse pero había hecho
demasiado calor hoy para usar una así que la había dejado en casa.
Además, Erick le dijo que era normal. Cuando le miró a él no veía si tenía
una, pero llevaba pesados pantalones.
—Hey, Bliss, mi hombre. ¿Cómo te cuelga?— Un rubio con una
escayola en su brazo se acercó a Erick y le golpeo en la espalda. —¿Quién
es tu amigo?
—Cash Lowry, te presento a Sax Eklund.
—¿Qué pasa?— Cash ofreció su mano izquierda.
—No sé—. Sax saludo con su izquierda, se sentía raro puesto que él
era diestro. —¿Qué pasó en tu brazo?
—Nunca luches con la tentación. Siempre gana—. Cash se rió. —El
gran hombre te quiere arriba, Bliss.
—Informe. Sí. Vamos Sax. Apuesto a que tienes hambre.
Él asintió. No comía mucho. No porque no quisiera sino porque su
padre no tenía nunca ningún alimento en casa. —¿Bliss?
—¿Si?
—¿Por qué él te llama por su apellido?
—Porque Cash es extraño.
—¿Puedo llamarte yo Bliss?
—Seguro—. Erick subió las escaleras de dos en dos, lo que hizo que
sus nalgas se apretaran hacia arriba firmemente. La tela podía ser espesa,
pero no lo sufrientemente oscura para apreciar las formas de Bliss. —O tú
puedes usar ambos. Respondo indistintamente.
—¿Cómo se rompió el brazo Cash?
38
—No nos lo dijo— Bliss estaba esperando a Sax en lo alto de la
escalera. —Yo creo que fue algo realmente estúpido y se avergüenza.
—¿No puede tu jefe hacer que lo diga?
—Ohh. Esa es una buena idea. Voy a decírselo a Cooper— Subieron
unos pocos tramos de escaleras y entonces entraron en una enorme sala.
Sax no estaba seguro de cómo llamarlo. Era como una casa pero
mucho más grande. Había una cocina enorme, con uno de esos muros bajos
que la separaban del comedor y lo que parecía como una sala de estar.
—Erick— dijo un hombre desde la cocina.
—Oliver.
Bliss realizo la presentación. —Hey, Oliver ¿nos puedes hacer algo
para comer?
—Seguro. ¿Qué te apetece?
Sax se encogió de hombros. Cuando Oliver se dirigió a la nevera,
Sax noto que tenía una horrible cicatriz en un lado de la cara. Trató de no
mirar, pero realmente no lo estaba consiguiendo.
—Quítate tus zapatos y ponte cómodo— Erick palmeo la espalda de
Sax y comenzó a alejarse.
—Espera. ¿Adónde vas?
—Tengo que ir a cambiarme y hacer un informe con mi jefe.
—Por favor no me dejes aquí solo— Sax no soportaba la idea de
estar por sí mismo.
—Hey, alto. Tú no estarás solo—. Bliss lo llevo a una esquina entre
el comedor y la cocina. —Oliver está aquí va a hacerte algo para comer
mientras te cuenta sobre su cicatriz.
Sax pensó que Oliver seguro se enfadaría con Erick, pero él sólo se
rió y dijo, —es una historia de intriga.
—¿Pensé que era una comedia de terror?— Erick pregunto.
39
—Eso también—. Oliver sacó una bolsa de patatas del armario, la
abrió y echo en un recipiente, entonces coloco los aperitivos cerca de Sax.
—Toma asiento. Voy a procurar mantenerte entretenido.
Sintiéndose un poco nervioso, Sax se sentó. Miró a Bliss hasta que se
estuvo fuera de su vista.
—Por lo tanto, sobre la cicatriz.
—No tienes que hablar sobre ello si no quieres.
—No me importa. Pero primero, ¿quieres jamón o pavo?— Puesto
que él saco el pan de otro gabinete, Sax estaba seguro de que iba a hacerle
un sándwich. —Jamón.
—Jamón será.
Sax ya estaba babeando. Podía oler la carne tan pronto como Oliver
abrió el paquete. Raramente comía carne. Comió unas pocas patatas, pero
no estaba tan interesado en ellas como en el jamón.
—¿Suizo o cheddar?
—No sé— Sax solo había probado el cheddar. —Elige tú.
—Aquí—. Oliver se acercó con dos pequeños pedazos de queso.
Ambos eran blancos. —Pruébalos y decide.
—Yo creía que el cheddar era naranja.
—Si está teñido. El queso cheddar natural es amarillo pálido.
Sax probó ambos quesos. El cheddar era fuerte, pero el suizo era
cremoso. —Suizo.
—Suizo entonces— Oliver sonrió, y su cicatriz se torció hacia arriba.
—¿Te duele?— Sax pregunto.
—No— Oliver sacó un trozo de queso suizo y luego puso el resto del
paquete a un lado. —Tengo la cicatriz por jugar con productos químicos
cuando era niño.
—¿De veras? ¿Qué estabas tratando de hacer?
—Quería construir una bomba química. 40
—¿Por qué?
—Para ver si podía—. Oliver estaba hablando mientras continuaba la
construcción de lo que podría llamarse el sándwich más colosal del mundo.
—Literalmente estalló en mi cara y prendió fuego a mi cuarto.
—¿Tu papa te golpeo?
—¡No! Me metí en problemas por lo que hice, pero me curo y el
fuego fue apagado—. Oliver añadió otra capa de jamón. —Mi padre era un
químico. Me dijo lo que hice mal y me dijo que nunca robara cosas de su
laboratorio de nuevo—. Oliver sonrió con picardía. —Yo todavía le robaba
cosas, pero mi papa lo sabía. Él me hizo su aprendiz mientras mi madre me
enseñaba a cocinar. Según ella, cocinar es una manera más segura y mucho
más deliciosa de disfrutar de la química.
—Cocinar no es química.
—¡Au contraire! Cocinar es todo acerca de la química. Sin
reacciones químicos ¿cómo conseguirías que el pan aumentara o que el
azúcar se caramelizara?
Sax nunca había pensado de esa manera. Oliver le contó sobre las
maravillas de la cocina mientras continuaba construyendo el sándwich. Él
le ofreció hasta un vaso de leche y le pelo una naranja. Sax sentía las
lágrimas llegar. Ni una vez en toda su vida alguien había sido tan agradable
con él. Hoy había conocido a dos hombres que eran todo amabilidad. Justo
cuando él pensó que las cosas no podrían ser mejores, Bliss volvió.
Llevaba sólo una par de vaqueros desteñidos. Eran lo
suficientemente flojos para que él pudiera moverse con facilidad, pero ellos
se aferraban a él de interesantes formas. Sax uso su pelo para ocultar el
hecho de que su mirada estaba clavada en su paquete. Sí Bliss tuviera una
erección con esos pantalones, Sax sería capaz de notarlo. Él tuvo una visión
repentina de ellos montando en la moto otra vez, solamente que esta vez
Sax estaba sentado en el regazo de Bliss. Ninguno de ellos llevaba
pantalones.
—¡Bien, Dios, Oliver! Eso no es un sándwich. ¡Eso es una obra de 41
arte!—. Bliss se sentó en el taburete más cercano a Sax y empezó a comer
patatas. —Este hombre no se anda con chorradas en la cocina.
—¡Absolutamente no!— Oliver estuvo de acuerdo mientras cortaba
el sándwich en dos y lo ponía en dos platos separados. —Me gustaría hacer
esto en la azotea bajo las estrellas.
Sax iba a preguntar sobre la azotea, pero la pata de Bliss se froto
contra la suya. Su erección fue de semi dura a presionar sus pantalones en
un segundo. Cuando intento ajustarse, él se cayó del taburete. Mortificado,
yacía en el suelo, cubriendo su cara con sus manos.

42
CAPITULO 5

No pasó más de un segundo antes de que Erick se diera cuenta de lo


que había sucedido. Para proteger el frágil orgullo de Sax, Erick se puso de
pie y le ayudo sin mencionar el hecho de que tenía una enorme erección. —
Maldición Oliver. El sándwich es tan bueno que le saco fuera del taburete.
Sax le miro, aparentemente sorprendido y agradecido de que él
hubiera logrado hacer una broma. —Gracias—, Sax susurró.
—Sin problema.
Los dos se sentaron en los taburetes y comieron mientras
conversaban con Oliver. Erick no puedo evitar robar miradas de reojo a
Sax. Él comió como si fuera su última comida, pero sólo era una comida.
Erick esperaba que devorara la comida porque claramente no conseguía lo
suficiente, pero comía con moderación y atención casi sublime. Sax
saboreó su comida.
Dios, apuesto a que besa con la misma exquisita atención. Erick le
dijo a su libido que se callara. No iba a besar a Sax. Él necesitaba un
protector. Y eso era lo que iba a conseguir. Aunque lo matara, Erick iba a
mantener sus manos y todo lo demás lejos de Sax.
Después del almuerzo, Erick le dio un recorrido por el edificio
entonces le ayudo a enviar el papeleo a Xenos por fax. Sax eligió incinerar
a su padre, y Erick le ayudo a realizar él envió del cuerpo a la funeraria
cuando el forense terminara. A pesar de que la causa de la muerte era
obvia, aún se tenía que realizar la autopsia. Cuando Sax empezó a llorar,
Erick le calmo lo mejor que pudo.
—Me golpeaba todo el tiempo. Debería estar encantado de que esté
muerto—. Sax se limpió las lágrimas con el dorso de su mano.
Claramente, se trataba de un caso complejo de síndrome de
43
Estocolmo y lazos familiares. Inseguro de cómo proceder, Erick hizo lo
mejor que podía. Él empujo a Sax cerca y lo sostuvo mientras lloraba.
—Incluso aunque te lastimaba, todavía era tu padre. Eso hace que tus
sentimientos sean complicados. Llorar no siempre es malo, Sax. Sientes
tristeza, miedo, alivio, hay mucho sucediendo. Deja que suceda. Estas
seguro. — Se sentaron en el sofá por un largo tiempo con la cabeza de Sax
en su hombro.
Finalmente, las lágrimas se secaron, Sax limpio su rostro y parecía
más tranquilo. Erick sabía que estaba lejos de terminar, pero por lo menos
él había comenzado la curación. Cuando Erick pillo a Sax buscando en su
bolsillo y deteniéndose a sí mismo, se dio cuenda de que no estaba tratando
de coger su teléfono sino su iPod. Erick rápidamente se dio cuenta de que
había sido la única conexión de Sax con el mundo exterior. Cuando él
intento darle a Sax un ordenador portátil, él objeto.
—No tienes que hacer eso.
—Lo sé. Pero quiero hacerlo— Erick quería cubrirle de regalos.
—Me gusta tener algo que pueda llevar en mi bolsillo. Tuve cuidado
con el iPod para que mi papa no lo viera. Pero lo olvide en mi chaqueta.
—¿Quieres ir a buscarlo?
—No— Sax se estremeció. —No hay nada allí que quiera.
Erick tuvo una pequeña inquietud acerca de la propiedad, tenían que
avisar al propietario, dar de baja los servicios, ese tipo de cosas, pero lo
alejo de su mente dejando que Xenos se ocupara. Explico que Sax no
quería nada y que no podía manejar los detalles. Xenos prometió
encargarse él. Antes de colgar, Erick preguntó a Xenos si no le importaría
usar sus considerables recursos para ver si Sax tenía otros parientes. Sí
había alguien por ahí que no fuera su abusivo padre.
—¿Qué estás haciendo?
—Comprobando a Xenos— Erick colgó y puso su teléfono en su
bolsillo. —Vamos. 44
—¿Adónde?— Sax parecía profundamente preocupado.
—Necesitas cosas. Más ropa, algo de tecnología. Vamos a ir de
compras.
La expresión de Sax mostro interés.
—Vamos. Va a ser divertido. Llevaremos a algunos de los otros
chicos.
—No tengo dinero.
—Eso está bien. Lo tengo cubierto.
Sax parecía dudar hasta que Cash llego y prácticamente empezó a
saltar arriba y abajo. —Estoy tan enfermo de estar en casa. Por favor.
¿Puedo ir con vosotros? No puedo conducir, así que dependo de los demás.
¿Por favor?— Cash se puso de rodillas y logro convertir la palabra en un
interminable grito de angustia. —¿Por favorrrrrrr?
Riéndose de las payasadas de Cash, Sax acepto. Oliver, Aiden y Rick
se unieron. Mientras ellos recorrían el centro comercial, Erick noto una
cosa curiosa. Donde Sax antes se escondía detrás de su pelo y se encogía,
ahora parecía estar emulando a los hombres a su alrededor. Él estaba recto
y su pelo largo estaba retirado a un lado.
Cuando le dio la oportunidad de elegir su propia ropa, escogió cosas
como las que usaban los hombres a su alrededor. Vaqueros azules,
camisetas y zapatillas en tonos discretos rápidamente habían escogido y
pagados con la tarjeta de crédito de Erick. Sax estaba preocupado por el
dinero, pero Erick no. Él raramente gastaba dinero, y estaba feliz de
gastarlo en Sax. El no sólo necesitaba las cosas, además estaba
genuinamente agradecido.
—Pero debería cuidar de mí mismo.
—Esto es un empujoncito, no un regalo. Tendrás que devolvédmelo
algún día. ¿Lo pillas?
—Lo entiendo— Sax sonrió tímidamente.
—¿No hay ropa gótica?— Cash preguntó. 45
—Mi papá me hizo usar ese tipo de cosas.
Por un momento. Erick se quedó mudo mientras intentaba averiguar
por qué el padre de Sax quería emular ese estilo particular. Él se sintió
enfermo cuando se dio cuenta de que era la tapadera perfecta para los
abusos. Nadie miraba dos veces a un emo o a un chico gótico con
moretones. Ellos pensarían que su negativa a hablar y su actitud retraída
simplemente era parte de su carácter. El corazón de Erick se rompió de
nuevo y le hizo estar aún más decidido a ayudar a Sax a entrar en la vida
real.
—¿Así que tu pelo no es realmente negro?— Risk toco el cabello de
Sax, provocando un feroz gruñido por parte de Erick cuando le toco.
Todo el mundo volvió su mirada hacia él y ampliaron sus ojos.
—¿Qué fue eso?— Sax preguntó.
—Alguien está siendo posesivo—. Risk aún debía de aprender a ser
sutil o cuando tenía a callar. —Vamos, Sax. Vamos a conseguirte un corte
de pelo— Risk enlazó su brazo con el de Sax y luego se giró hacia la
peluquería del segundo piso. La única razón de que Erick no lanzara otro
gruñido fue que se controló a sí mismo.
—Risk sólo está tratando de ser amable—, dijo Oliver, mientras
caminaba al lado de Erick.
—Él no necesita ser tan amable—. Erick estaba luchado por no
gruñir. Él sabía que sólo era su lobo poniéndose todo posesivo pero eso no
significaba que él tenía que actuar como un matón con más bolas que
cerebro.
—Él está sujetando su brazo, no le está dando una mamada.
Intelectualmente, Erick entendía eso, pero él no podía dejar de
perforar la nuca de Risk sin importar cuánto trató de decirle que el tipo solo
estaba siendo amable con Sax. Erick finalmente pudo relajarse cuando Sax
se sentó en la silla de la peluquería. De alguna manera, fue diferente
cuando el bajo y fornido hombre empezó a tocar a Sax.
Después de cotorrear sobre el desesperado estado de los chicos hoy
46
en día, cortó el pelo de Sax que siguió siendo largo pero con más estilo. Ya
que el pelo de Sax era marrón oscuro natural, no quiso teñírselo ya que
crecería con su propio tono. Erick pensó que era un buen término medio
entre lo que Sax tenía y donde probablemente terminaría. Él pensó que Sax
podría ser sobrepasado si tenía demasiados cambios a la vez. Tras el corte
de pelo, fueron a por el equipo tecnológico y después a su casa donde
Oliver hizo enormes hamburguesas y patatas fritas crujientes.
Erick pasó el resto de la noche en el sofá con Sax, mostrándole cómo
usar su teléfono y el ordenador portátil.
Sax era mucho más inteligente del crédito que él mismo se daba. Él
era brillante como el infierno y pillaba los conceptos rápidamente. También
era muy frágil. Los ruidos hacían que se sobresaltará y cuando las voces se
levantaran casi entro en coma por el miedo incluso cuando las voces eran
solo de Cash y Aiden discutían sobre quien se comió la última galleta.
Erick hizo su mejor esfuerzo para calmar a Sax, pero él sabía que tomaría
tiempo que Sax se recuperara. También haría falta ayuda especializada.
Erick era el seudo-psiquiatra del grupo, y mientras disfrutaba
hablado con los chicos de sus problemas, él sabía que esto estaba fuera de
sus límites. Sax tenía PTSD1. Necesitaba a un profesional. Cuando sacó la
idea a colación, Sax no se negó. Él asintió. Ante el asombro de Erick, Sax
admitió que había leído acerca de esas cosas en línea, pero puesto que él
estaba atrapado con su padre, no podía hacer mucho acerca de la situación,
salvo leer.
Embelesado, Erick escuchó a Sax decirle como se había tratado.
Había más que un psiquiatra podría hacer, pero Erick estaba impresionado
de que Sax ya estuviera trabajando con terapia cognitivo conductual. No
era la cura para todo, pero le permitió a Sax hacer frente a la situación.
Probablemente era responsable de que Sax estuviera cuerdo.
—Eres increíble, ¿lo sabes?

1
El trastorno por estrés postraumático o TEPT es un trastorno mental clasificado dentro del grupo de los 47
trastornos de ansiedad. Se caracteriza por la aparición de síntomas específicos tras la exposición a un
acontecimiento estresante, extremadamente traumático, que involucra un daño físico o es de
naturaleza extraordinariamente amenazadora o catastrófica para el individuo
Sax sonrió e intento esconderse detrás de su pelo, pero ahora estaba
más corto. —Gracias por lo de hoy. Por todas las cosas que hiciste. Voy a
devolverte el dinero.
—No te preocupes por eso— Erick se dio cuenta de que él estaba
pasando sus dedos a través del pelo de Sax suavemente. Él quería echarlo
hacía atrás pero estaba asustado de hacerlo y sobresaltar a Sax. Tan
suavemente como pudo, Erick comenzó a alejarse.
—¿Por qué gruñiste de ese modo antes?— Cuando Erick vaciló al
responder, Sax le presiono suavemente. —Fue una cosa de lobos, ¿verdad?
—Así es—. Erick no le mintió, pero no quería decirle a Sax sobre lo
que podía pasar entre ellos. Temía que Sax le quisiera sólo porque no tenía
ninguna parte a donde ir. No era justo enlazarse cuando él no había vivido
su propia vida. Por otra parte, Sax no era lo suficientemente fuerte para
sobrevivir al juicio de apareamiento.
—¿Me quieres?— Sax presionó un poco más, obligando a Erick a
aferrarse a su voluntad con todas las fuerzas que tenía. Ahora que el pelo de
Sax era corto y peinado hacia atrás, sus labios le llamaban fuertemente.
Cuando él mordió su labio inferior tentativamente, Erick juró que iba a
correrse en sus pantalones. Lo que resultaba más exasperante era que él no
creía que Sax estuviera tratando de ser seductor.
—¿Hace calor aquí? Se siente realmente caluroso para mí— Erick se
levantó y quito su camiseta. Él sentía que estaba teniendo un golpe de
calor. O tal vez en su caso un golpe de lujuria. Lo que fuera, tenía que
poner un poco de distancia entre él y Sax. Era la única manera para poder
mantener su lujuria en jaque. —Creo que es hora de irse a la cama.
—Está bien— Sax tomó una respiración profunda mientras se
preparaba para…
—¡Oh, no!— Erick movió su cabeza tan rápido que fue una suerte
que sus ojos no salieran volando fuera de su cráneo. —Sólo. Quiero decir
que voy a ir yo solo—. Él tragó duro. —Iré sólo a mi cama, y tu iras solo a 48
tu cama.
—De acuerdo— Sax dijo vacilante.
Erick se dio cuenta de que acababa de leer una reacción en el
comportamiento de Sax que probablemente no estaba allí. Tenía que salir y
tratar de no volverse loco.
—¿Dónde está mi habitación?— Sax pregunto.
Era una muy buena pregunta. Las habitaciones extras estaban en el
bunker de la planta baja. Sax estaría seguro allí pero también aislado. No
parecía la mejor idea para Erick. Antes de que él pudiera pensar una salida,
su boca apareció con, —Tu puedes usar mi habitación.
—¿Dónde dormirás tú?
—Aquí—. Erick miró el sofá. Era cómodo para sentarse pero no lo
sufrientemente grande para dormir. Pero le preocupaba que si él se iba a
dormir a la planta baja y Sax le necesitaba, estaría demasiado lejos. Era
difícil averiguar lo cerca que necesitaba estar para poder mantener a Sax
seguro pero cómo de lejos debía mantenerse para que Sax estuviera a salvo.
Erick rodó sus ojos ante su propia incapacidad para aclarar la situación en
su cabeza. Quería proteger a Sax de amenazas externas pero también de la
muy real amenaza que él representaba.
—Dormiré aquí contigo— Sax se instaló en el sillón.
—No. Necesitas estar en una cama—. Erick agarró su mano y tiro de
él levantándolo de la silla. Con su prisa, él apretó un poco demasiado duro
y Sax cayó contra él. Oh. Dios. Se sentía tan increíblemente bien, y el olor
conducía a Erick a la locura. Él quería levantarle la barbilla y darle un beso.
Lo que le detuvo fue que si Sax era una pareja potencial, besarle podría
terminar matándolo. Incluso peor, sí él no era una potencial no podrían
tener sexo sin repercusiones. Sax era emocionalmente frágil. Erick prefería
morir a tomar ventaja con él de cualquier manera.
—Quiero estar en la cama contigo.
—Me estas mentando.
49
—Quiero besarte— Sax se puso de puntillas para hacerlo, pero Erick
súbitamente dio un paso atrás. —Es porque soy feo, ¿verdad?
—Dios, no. No eres feo. Eres tan hermoso, Sax. Realmente. Lo
eres— Erick nunca había estado tan atraído por nadie, pero él no pesaba
que realmente eso fuera por la apariencia de Sax. Era guapo y empujaba los
botones correctos de Erick, pero su sentido del honor no le dejaría ir más
allá.
—¿Entonces es porque te gustan grandes como Oliver?
—Oliver es mi amigo. Me gusta pero no en ese sentido.
—Entonces debo ser yo.
—No eres tú— Erick no sabía cómo explicarse sin contarlo todo y él
simplemente estaba demasiado cansado para hacerlo ahora. —Prometo que
me voy a explicar. Pero no esta noche. Estoy agotado.
—Ha sido un largo día—, dijo Sax, claramente tratando de ser
comprensivo.
—Realmente estoy agotado. Mañana durante el desayuno te lo diré
todo, ¿bien?
—¿Tiene que ver con ser un lobo?
—Sí.
—Vale— Sax pareció calmarse.
Aliviado, Erick le llevó a su habitación. Estaba un poco desordenada
ya que él había tenido prisa por llegar al atraco pero nada tan horrible que
Sax no pudiera pasar la noche allí. Aunque, tan pronto como Erick le
mostro su cama, se dio prisa por salir de la habitación antes de que su polla
se hiciera cargo de su cuerpo y le obligara a hacer algo que lamentaría.

50
CAPITULO 6

Sax miro a su alrededor a la habitación de Erick. Había ropa en el


suelo, la cama estaba hecha, pero no ordenadamente y varias piezas de
equipamiento deportivo estaban esparcidos alrededor. No es que fuera
exigentemente pulcro pero si ordenado. Su primer impulso fue fisgar todas
sus cosas, pero no lo hizo. Sabía que no era la manera correcta de pagar su
amabilidad.
—Bliss— Sax dijo su nombre, cerró los ojos y suspiró. Cuando él
estuvo alrededor de los otros chicos durante el día, tuvo cuidado de
llamarlo Erick porque no quería que se burlaran. Para Sax, Bliss era como
su nombre secreto para Erick. No le gustaba nada cuando los otros hombres
le llamaban así, pero él no podía hacer nasa al respecto. Pero la mayoría le
llamaba Erick, y eso era bueno.
Mientras que ellos estuvieron de compras hoy, Sax se había sentido
completamente seguro. Cuando él iba con su papá, se suponía que le
seguiría por detrás sin decir nada, aunque le preguntaran directamente. Le
hacía sentir como un perro. Cuando se le dijo a su padre sobre sus
sentimientos le compro un collar de perro. Al darse cuenta de que todavía
le llevaba, Sax se lo arranco y lo lanzó lejos.
Capturo su reflejo en el espejo de la cómoda de Bliss, sobresaltando.
No se reconoció a sí mismo al principio. Con su corte de pelo y su ropa
nueva, él se sentía y parecía un hombre nuevo. Tentativamente, se levando
y tocó el hematoma en su cuello. Había ocurrido semanas atrás pero aún
era prominente. El resto de las marcas habían desaparecido. Eso era bueno
porque no quería que nadie supiera que su padre le había estrangulado. Sí
alguien no hubiera llamado a la puerta, él probablemente le habría matado.
—Pero todo eso está fuera ahora— Cuando él había llorado hoy,
confundido por odiar a su padre mientras se sentía triste porque estaba
51
muerto, Erick sugirió que era una reacción normal. De alguna manera, las
palabras de Erick hicieron que Sax se sintiera mejor. También había
accedido fácilmente a ver a un consejero profesional. Sax hizo lo que pudo
por su cuenta, pero sabía que necesitaba más ayuda.
Erick había sido tan bueno y generoso. Sax quería hacer algo a
cambio, pero no sabía el qué. Miró alrededor de su habitación de nuevo,
pensando que tal vez podría conseguir algo que le gustara, algo relacionado
con los deportes, obviamente, pero para hacer eso, él tenía que conseguir
un trabajo.
La ansiedad le golpeó de nuevo, haciéndole estremecer. Él nunca
había tenido un trabajo. Nunca había hecho nada fuera de la casa. Estar en
el mundo le asustaba porque no sabía muy bien cómo comportarse. Pero no
sintió nada de eso cuando había estado con la manada hoy. Él se había
sentido seguro. A salvo. Aceptado. Incluso cuando habían bromeado con él
sobre su comportamiento, lo hacían porque era uno de ellos. No con mala
intención.
Cuando volvieron y él se sentó cerca de Erick mientras le enseñaba a
usar su nuevo equipo tecnológico, pensó que él podría sentarse felizmente
allí el resto de su vida. Erick olía bien, y hacía que Sax se sintiera
inteligente. Cuando Erick tiró a Sax contra él sólo un momento antes,
pensó que había llegado el momento y finalmente él experimentaría su
primer beso. Pero entonces Erick se puso nervioso.
Sax estaba convencido de que había hecho algo mal, pero Bliss
insistió en que no tenía que ver con él que era algo sobre su herencia de
lobo.
—Como cuando el gruño hoy— Sax todavía entendía que había sido
eso. Risk había estado tocado su pelo cuando Bliss le gruño. Sax había
pensado que Erick le estaba gruñendo a él, pero Risk había dicho que Erick
estaba siendo posesivo.
Sacando su nuevo Smartphone, Sax se quitó sus zapatillas de deporte
y se colocó en la cama. Él busco lobos y encontró más información de la
que podía manejar. Descartando las cosas que no le interesaban, él
52
descubrió que los lobos eran extremadamente protectores con su manada.
Había seguridad en el número y ellos trabajaban juntos, así podían buscar
presas más grandes. Continuó leyendo, él se fue convenciendo de que había
semejanzas entre el animal y el hombre. Ambos usaban el contacto visual y
los sonidos. Centrando su atención en esto último, no podía encontrar nada
que le dijera lo que significaban los sonidos que hacían. Todo lo que
encontrar en la página fue que en general los animales gruñían en señal de
advertencia.
—¿Pero una advertencia de qué?
Risk no había estado lastimando a Sax. ¿Bliss pensó que Risk podría
hacerme daño? No. Si Risk no fuera un buen miembro del grupo no
pertenecería a él. Por todo lo que había visto hoy Sax, los hombres de
Protección Hull vivían como una manada. Tenían objetivos comunes y
cada uno hacia a todos su vida más fácil.
—¿Pero qué puedo hacer yo para la manada?— Sax consideró que
no tenía conocimientos reales. Estaba deprimido por eso pero luego se dio
cuenta de que no tenía habilidades ahora. Eso no significaba que no pudiera
aprender algo. Si fuera capaz de adquirir una habilidad que el grupo
necesitará, él tendría más probabilidades de ser contratado. Pero de nuevo,
cuando pensó en los hombres con los que había estado rodeado hoy, se dio
cuenta de que todos eran grandes. El más pequeño era Risk, y aun así era
más grande que Sax.
Dejando su teléfono, Sax se levantó y se quitó la camisa. Se
contempló en el espejo. Estaba flaco y pálido. Puaj. Erick había dicho que
era hermoso pero probablemente estaba siendo agradable.
—Pero yo quiero ser musculoso y guapo— Cerró su puño y lo apretó
tan fuerte como pudo. Tenía músculos, pero no eran muy grandes.
Francamente, parecía un niño pequeño. No es de extrañar que Erick no le
diera un beso.
Cerrando los ojos, Sax se imaginó a sí mismo un poco más alto, un
poco más musculoso, con el pelo más corto, más elegante. Su piel sin
contusiones y sus ojos no estaban inyectados en sangre. Ahora cuando él se
53
inclinó hacia Erick, este no pudo resistirse. Le beso y le acercó firmemente,
murmurando que nunca supo lo que quería hasta que lo tuvo en sus brazos.
Bliss continuaría besándolo hasta que ambos estuvieran sin aliento.
Perdido en la suavidad del momento, Sax se estableció en la cama. Él
cerró los ojos y dejo que la fantasía le envolviera. Finalmente, Erick se
quitó la ropa. Sax se encogió hasta que recordó que en su fantasía era más
atractivo. Después de eso, se relajó y dejó que su mente vagara al territorio
oscuro. Había visto porno en Internet. Él estaba convencido de que
probablemente se hiciera para que cada página pareciera dedicada al sexo,
pero raramente lo que vio era amor. A veces, sin embargo, encontró
imágenes sexis que expresaban amor. Eso era lo que quería con Bliss. Bliss
le besaría por todas partes y le dejaba a Sax que le besara igual. Se
quitarían su ropa mutuamente y frotarían sus cuerpos juntos.
Mientras Sax se sumergía más profundamente en la fantasía, él
deslizó su mano hacia abajo y froto su polla. Se sintió bien. Cuando él
imaginó que era Bliss quien le acariciaba, el roce se sintió aún mejor.
Durante todo el día, él había estado duro. Erick le había dicho que era
normal, pero ahora sintió el dolor de tantas erecciones sin alivio
presionando contra él.
Sintiéndose completamente a salvo, desabrocho sus pantalones
vaqueros y empujo su ropa interior hacia abajo. Deslizar su mano sobre su
polla se sentía un millón de veces mejor sin una barrera. La única vez que
él se había masturbado antes fue apresuradamente en la ducha, aterrorizado
todo el tiempo por ser atrapado. Aquí no se preocupaba porque sabía que
era normal. Todos los chicos lo hacían. Él fue uno de los chicos que no
tuvo el derecho de sentir placer sin herir a nadie.
Agarrando la almohada de debajo él, la coloco sobre su cabeza y
entonces se dio cuenta de que olía a Erick. —Oh, Dios—. Giro la cabeza y
respiro el aroma de Erick mientras continuaba acariciando su polla. Más
rápido y más duro, todo el tiempo imaginado que Bliss estaba allí con él.
Justo antes de llegar al punto de no retorno, él desaceleró el ritmo. Se dio
cuenta de que no tenía que apresurarse. Por primera vez en su vida, él tenía 54
la libertad de saborear su placer.
Relajándose en la cama, Sax imagino la mano de Bliss en su polla. Él
fue quien mantuvo a Sax excitado pero manteniendo su liberación fuera de
alcance. Cuando el paso su mano sobre los pezones, retorciéndolos
ligeramente, en su imaginación Erick estaba tentando a su cuerpo con una
mezcla de placer y dolor. Y por último, el cuerpo de Bliss se colocó sobre
él, separando sus piernas y deslizando su polla profundamente en su culo.
Mientras el orgasmo sacudía su cuerpo, Sax profirió un grito de
placer. Él nunca había sentido este tipo de alivio con el clímax. Había sido
tan deliciosamente bueno que estaba convencido de que Erick estaba allí
con él. Podía jurar que sentía su aliento en su oído, su poderoso cuerpo
encima de él. Aparto la almohada de su cara, con la esperanza de encontrar
a Erick de pie junto a la cama, duro y listo para tomar lo que estaba tan
dispuesto a dar.
Cuando se dio cuenta de que estaba solo, Sax soltó un grito de
angustia.

55
CAPITULO 7

Erick se iba a volver loco. No tenía que estar de pie en su dormitorio


para saber lo qué estaba pasando allí. Podía oía a Sax a través de la rejilla
de ventilación. Peor aún, podía olerlo. No es que oliera mal. Para nada. Era
un olor tan jodidamente bueno que Erick estaba cerca de derramar su crema
en sus pantalones. Erick no tenía ni idea de que la rejilla de ventilación
encima del sofá conectaba con su habitación. Supuso que nunca lo había
pensado, pero ahora él no podía pensar en otra cosa.
Cuando Sax terminaba con su sesión de masturbación, se oyó un
suave suspiro, el sumiso gimiendo llamó directamente al alfa de Erick. Él
quería responder a la llamada. Nada le gustaría más que ir allí y
suavemente sacar a Sax de su ropa, lamer y besar su hermoso cuerpo, y
luego introducir su polla en su virginal culo.
—Oh. Joder— Erick no pudo controlarse. Bajó su mano a sus
pantalones y los abrió. Agarrando su polla, él se colocó al mismo nivel de
excitación que su compañero con dos golpes. Una vez a la par de él, Erick
se emparejo al ritmo de Sax. Era fácil de seguir mientras escuchaba la
cadencia de su respiración.
Sax cambio a un ritmo más rápido convenciendo a Erick de que
estaba cerca de culminar, pero de repente volvió a un ritmo pausado
convenciendo a Erick de que nunca iba a correrse. Se sentía enloquecedor y
maravilloso al mismo tiempo. ¿Cómo en el infierno el chico tenía tanto
jodido control? Erick había estado impresionado con el intelecto de Sax,
pero ahora estaba impresionado en un nivel completamente nuevo. Sax
tenía una increíble resistencia física.
Justo cuando Erick pensó que no podía aguantar más, Sax se aceleró.
Sus gemidos volviéndose más fuertes y rápidos, más como respiraciones
jadeantes que parecían decir, jódeme, jódeme por favor. Erick estaba
56
agarrando su polla tan fuerte que temía que si no se corría, iba a herirse a sí
mismo. Y entonces Sax se corrió, llevando a Erick con él. Terminaron
juntos, sus gritos de placer mezclados.
Por un momento, Erick se quedó en el sofá, mirando al techo. Quería
ir con Sax, acercarle a sus brazos y sentir como sus latidos iban
calmándose. Erick había tenido amantes, pero nunca había experimentada
nada parecido a lo que había tenido con Sax.
—Y ni siquiera lo he tocado.
Eso fue lo que hizo el encuentro tan increíblemente sexy. Era una
manera de estar con su compañero, pero sin repercusiones. Erick estaba a
punto de dormirse cuando se dio cuenta de que se había referido a Sax
como su compañero. Él lo había hecho antes y ahora de nuevo.
Sabía entonces y ahora que ya estaba perdido. No importaba si
besaba a Sax o no. Sabía que Sax era su compañero. No podía estar más
claro. El problema era que Sax había pasado por mucho durante su corta
vida. Siendo justo, Erick no podía hacerle pasar por más. Erick se dio
cuenta de que si permanecía cerca de él terminaría besándole más pronto
que tarde.
Desesperado por relajarse con la esperanza de encontrar una
solución, se levantó, tomó una ducha y volvió a tumbarse en el sofá.
Parpadeó hacia el techo, preguntándose si Sax estaba dormido. Tres veces,
se atrapó a si mismo levantándose sólo para ir a comprobarle. Tres veces,
se detuvo con el picaporte en la mano. Tres veces, volvió al sofá. Sabiendo
que si lo hacía una cuarta vez no sería capaz de pararse a sí mismo, decidió
que tenía que hacer algo drástico.
—Tengo que ir a otro lugar.
Erick se dio cuenta que no podía enviar a Sax lejos. Esto sería
devastador para él. Dejarlo aquí sería mejor. Los otros chicos cuidarían de
él. Erick confiaba en ellos totalmente. Después de unos pocos meses de
terapia, Sax estaría listo para que Erick volviera y reclamarle. Tal vez.
Erick no iba a esperar eso de Sax, porque después de algún tiempo se 57
convertiría en un nuevo hombre, Sax podía no desearle ya. Lo único que
sabía seguro era que tenía que darle tiempo a Sax para recuperarse.
Alejarse le haría daño, pero no tanto como había a Sax. La idea de causarle
más daño revolvió el estómago de Erick. Resuelto, agarró la manta de la
parte de atrás del sofá, utilizándola para cubrirse y cayó dormido.
Lamentablemente, su subconsciente no iba a dejar ir la idea de
reclamar a Sax. Casi tan pronto como cerró los ojos, Erick soñó con ir a la
puerta de su dormitorio una última vez, girar la manilla y entrar. Estaba
desnudo y duro. Sax estaba en su cama en el mismo estado. Contra las
sabanas azul marino, Sax se veía maravillosamente pálido. Sus labios
parecían más oscuros en la tenue luz mientras que sus ojos brillaban.
Sax no habló. Él miró a Erick y emitió un lloriqueo.
Incapaz de resistirse, Erick se acercó. Se arrodilló en el borde de la
cama, inclinándose sobre el cuerpo acostado de Sax, le besó. Su boca era
casi insoportablemente suave. Cuando separaron sus labios, Erick no dudo.
Deslizó su lengua dentro, sellando su destino. Su sabor le dijo que Sax
definitivamente era su compañero.
Hambriento por conocer más de él, todo de él, Erick tiró a Sax sobre
su cuerpo, poniendo sus largas y fuertes piernas a ambos lados de sus
caderas. Sus pollas se frotaron juntas, haciendo una fricción deliciosa hasta
que liberaron suficiente pre semen para deslizarse juntos.
Cuando Sax lanzó un grito, Erick sintió que su estómago se revolvía.
No era un sonido de felicidad sino de dolor. Otro grito le arranco de su
sueño convertido en pesadilla. Sax estaba en el suelo cerca de la cama,
retorciéndose de dolor.
En menos de un segundo, Erick se dio cuenta de que él no había
estado soñando, no del todo. Sax había venido a él, se subió sobre su
cuerpo desnudo y le beso.
Yo sólo quería besarte—. Sax estaba mirando hacia Erick, su mirada
confusa, sus labios temblando.
—¡Oh, Dios!— Erick se levantó del sofá. —Tú no deberías…— Él
se tragó el resto porque no tenía sentido reprender a Sax ahora. La marca 58
estaba hecha. Si Erick fuera sincero consigo mismo, admitiría que una parte
de él estaba inmensamente complacido de que Sax hubiera tomado el
asunto en sus propias manos. Un beso había sellado su destino. No había
nada que hacer ahora. Erick ya no tenía que resistirse al poderoso atractivo
de Sax. Pero eso no significaba que todo estuviera arreglado. Él tenía que
mantener a Sax vivo y él no tenía idea de cómo hacerlo.
—¡Alguien que me ayude!— Era tarde y la estación de bomberos
estaba oscura, pero Erick sabía que alguien vendría a su desesperada
llamada.
Empujando la mesa de café, Erick tomó a Sax en sus brazos para
llevarlo al dormitorio. El olor persistente en el aire del placer de Sax le
golpeó, haciendo que su polla se endureciera. Él se sentía avergonzado de
su estado a pesar de que no había nada que pudiera hacer acerca de la
situación. Haciendo caso omiso de su erección, puso a Sax en la cama y
colocó la sabana sobre él para cubrir su cuerpo desnudo.
Corriendo a la cocina, prácticamente arrollo a Kyler.
—¡Kyler! Gracias a Dios. Sax se coló mientras estaba en el sofá y
me besó y ahora él se va a morir y todo es mi…
Kyler le abofeteó. Duro. La cabeza de Erick se balanceó, cortando
sus balbuceos.
—Consigue controlarte a ti mismo ahora— Kyler tenía las manos
sobre sus caderas mientras miraba arriba a Erick.
—Jesús, Kyler, eso no era…
—Era necesario— Kyler corto a Cooper. —Erick debe de estar ahí
para Sax y él no puede hacerlo si está corriendo como una gallina sin
cabeza. Céntrate, crece, y cuida de ese chico, o te juro que voy a matarte.
A Erick nunca le habían hablado con tanta dureza nadie. El hecho de
que fuera un hombre de la mitad de su tamaño quien le estaba dando
órdenes empujó se ego de alfa. Erick se enderezo y gruño.
El fuerte gruñido de Cooper llamó la atención de Erick hacia su 59
dirección. Empujando a su animal a un lado, reconoció que Kyler tenía
razón. Esto no era sobre él. Se trataba de Sax. Eso calmo su parte alfa.
—¿Qué tengo que hacer?
—Vístete y luego ve allí y sostenlo— Kyler chasqueo sus dedos
despectivamente hacia Erick. —Te traeremos lo que necesitas.
Erick hizo lo que Kyler dijo. Puesto que él y Cooper ya habían
pasado por los efectos secundarios que tenía un beso de lobo, Erick confió
en que supieran lo que estaban haciendo. En lugar de vestirle con lo que
había estado usando antes, Erick entró en su habitación, cogió un par de
pantalones del suelo y se los puso. Como demonios podía tener una furiosa
erección cuando su compañero podía estar muriéndose.
Sax había empujado las sabanas. Él estaba sudando a mares y hacia
unos pequeños gemidos que arrasaban el corazón de Erick. Él debería
decirle algo. El conocimiento era poder, y él había hecho que Sax estuviera
impotente al negarse a decirle la verdad.
Arrodillándose al lado de la cama, Erick tomó la mano de Sax. —
Estoy aquí. Estoy aquí.
Sax no respondió. Parecía perdido en otro mundo. Sus párpados
agitándose y su cuerpo moviéndose casi como si él estuviera soñando.
Cuando Kyler entró con un trapo húmedo, Erick lo tomo y usó para
limpiar a Sax. Se sentía totalmente inútil. Parecía que le estaba hiriendo,
pero no entendía lo que estaba haciendo mal.
—Suavemente— Kyler trepó a la cama con otro trapo y lo puso en la
cabeza de Sax. —Él es frágil. Piensa en él como si estuviera hecho de
cristal.
Ralentizando sus movimientos y no presionando tan fuerte, Erick
descubrió que Sax parecía relajarse en la cama.
—Bueno— Kyler mantuvo el trapo en la cabeza. —Cuando yo
estaba experimentando la trasformación, recuerdo estar así de caliente.
Para ayudar con eso, Erick encendió el ventilador que había sobre la 60
cama.
—Bien.
Erick escuchó atentamente mientras Kyler hablaba bajo, en un tono
calmado. Era obvio que contra más calmado él estaba Sax parecía relajarse
más. Hace tiempo, cuando estuvo entrenándose como francotirador, le
habían enseñado a relajarse concentrándose en sus latidos. Al meditar de
esa manera, él fue capaz de minimizar el temblor de su cuerpo, de ese
modo el aumentaba su precisión con el arma.
—¿Sabes que he estado investigando lo qué somos y cómo hemos
obtenido nuestros poderes?
—Cooper lo mencionó—. Erick cambio el trapo que había estado
utilizando por uno nuevo de Cooper. —Gracias.
—Nada— Cooper salió otra vez, probablemente para hacer algo más
para Sax.
—No he encontrado nada.
—¿Oh?— Erick no estaba seguro de por qué Kyler le decía esto,
pero él escucho de todos modos.
—Todavía no. Es difícil de rastrear.
—Kyler, si debo sacar alguna conclusión de esto, me está eludiendo.
—Todo lo que sabemos es lo que cada uno de nosotros en la manada
ha experimentado. Por lo que me dijo Cooper, sabías lo que eras cuando
llegaste a la pubertad.
—Sí. ¿Por lo tanto?
—Cuéntame sobre eso.
Mientras Cooper intercambiaba sus trapos calientes por unos nuevos
y frescos, y trajo un cubo de botellas con agua helada, Erick conto la
historia de su trasformación.
—Yo tenía apenas trece años. Caminaba a casa desde la escuela
cuando un gato se atravesó en mi camino. 61
—¿Un gato?— Kyler pregunto.
—Sí. Sólo un gato doméstico. Un gato atigrado. Y no estoy seguro
de lo que sucedió, pero tuve ese impulso de perseguirlo—. Erick se
mantuvo limpiando a Sax mientras contaba su historia. Al compartirla con
Kyler. Erick recordó la intensidad de los sentimientos que tuvo entonces.
No creía que nunca pudiera describir las sensaciones a alguien que no las
hubiera experimentado. Cooper asintió porque él había experimentado la
misma cosa, pero el viaje de Kyler había sido completamente diferente. Fue
entonces cuando Erick lo entendió. Kyler estaba pidiéndole que le contara
su trasformación y entonces el compartiría la suya.
—¿Así que perseguías al gato?
—Lo hacía—. Erick se rió ante la imagen de su mente. —Era un
desastre.
—¿Tú?
—Yo— Erick beso la frente de Sax.
Los párpados de Sax se agitaron, pero no había conciencia detrás de
su mirada.
—Dime— Kyler sugirió.
—No me di cuenta de que había cambiado de forma. Me fui
corriendo tras el gato y tropezando con mis patas. Fue una buena cosa que
yo estuviera entre los arbustos, o sólo Dios sabe lo que me hubiera
sucedido.
—¿Estabas en la ciudad?
—San Diego.
—No hay muchos lobos en esa zona.
—No muchos— Erick intercambió el trapo mojado por uno seco
cuando Sax empezó a temblar.
—Bien, vamos a taparlo con una manta— Kyler ayudo a Erick a
mover a Sax sobre el edredón. Enrollando una manta sobre él.
62
—Hemos hecho un burrito de compañero.
—Va a continuar subiendo y bajando toda la noche.
—No me importa. Mientras él viva, voy a hacer lo que tenga que
hacer— A pesar de que se sentía como horas, Erick sabía que sólo había
pasado media hora en realidad. —¿Cuánto tiempo duro tu último juicio?
—Unas doce horas.
—Va a ser una larga noche.
—¿Entiendes el punto de esto?
—No— Erick se apartó una lágrima. —No lo entiendo en absoluto.
—Sax tiene que demostrar que es físicamente fuerte para soportar su
transformación.
—Él es fuerte— Erick sabía que lo era.
—Yo sé eso, y tú sabes eso—. Kyler consideró a Sax durante un
momento. —Creo que parte del juicio es que él necesita mostrarse a sí
mismo que puede hacerlo. Esta es una manera para que él pruebe su
resistencia a todo el mundo.
—¿A mí?— Erick no entendía el punto del todo. Él no necesitaba la
prueba. Sabía que Sax era fuerte.
—A ti. A los dioses. Nunca se sabe. No he encontrado esa parte
todavía. Probablemente nunca lo hare. Pero después de mi cambio, estuve
hablando con Cooper y nosotros tuvimos la idea del cambio de estados.
—¿Cambio de estados?
—La pareja del beta tiene que demostrar su fuerza física mientras
que la del alfa tiene que demostrar su fuerza emocional.
—Yo no te sigo.
—Tienes que cuidar de él sin romperle.
Erick estaba empezando a entender el punto. Era de una forma para
que cada pareja demostrara su fortaleza a los demás. —Sí podemos
manejar esto, podremos manejar cualquier cosa que la vida nos lance.
63
—Eso es lo que pensamos. Si pasáis a través de esto para estar
juntos, ninguno de vosotros va a salir corriendo si las cosas se ponen
difíciles en el futuro— Kyler abrió una botella de agua y se la entregó a
Erick. Él intentó conseguir que Sax bebiera, pero se negó. Erick devolvió la
botella y Kyler la tapo. —Hay algo extrañamente lógico sobre esto.
—¿Y sí él muere? ¿Qué diablos demostrara eso?
Kyler movió la cabeza. —Él no es el indicado.
—Pero eso no es justo. A mí no me ocurrirá nada.
—Ahí es donde te equivocas.
Erick busco la mirada de Kyler.
—Cooper no tuvo otro compañero durante décadas. La devastación
que sentía por la pérdida de su primera pareja potencial lo detuvo porque él
no estaba dispuesto a hacer ese compromiso emocional.
Era confuso, pero con un tipo de retorcido sentido. —Yo daría mi
vida por él.
—Ni siquiera le conoces.
—Le conozco lo suficiente—. Erick acarició el sudoroso cabello de
Sax apartándolo de su frente. —Obtuvo su graduado por Internet
estudiando en un maldito iPod.
—¿Ese es el pequeño?
—Sí.
—Wow— Kyler se acomodó contra el cabecero. —Él es impulsivo.
—Lo es. Y es brillante. Él coge los concepto tan rápido que casi da
miedo— Mientras Erick contaba las alabanzas de su compañero se dio
cuenta de que estaba profundizando su compromiso con él. Qué habían una
fuerte atracción física entre ellos era evidente, pero Erick se dio cuenta de
que había más. —Puedo ser un buen compañero para él. Yo solo quiero…
oh, mierda. Esto es por mi culpa.
—¿Tienes la culpa de qué? 64
—Estaba pensando en irme lejos.
—¿Ibas a dejarlo?— Cuando Kyler alzó su voz, Sax luchó contra la
manta.
—Te juro que sólo me iba a ir para que tuviera tiempo para
recuperarse de lo que sucedió—. Erick besó suevamente a Sax. —Yo sólo
quería darle una oportunidad de conseguir lo que quisiera para su vida.
—¿Estabas intentado ser noble?
—Él es tan joven. Y su pasado tan oscuro. Pensé que sería lo mejor
que podía hacer por él. Si él sintió que me iba a ir, puede ser que eso le
haría acercarse a mí y darme un beso.
—No creo que eso fuera lo que paso— Kyler ayudo a Erick a
acomodar la cabeza de Sax. —Todo el mundo hoy vio cómo te miraba. No
estaba solo enamorado. Él te admiraba igual que tú le admiras a él.
Erick quisiera que eso fuera verdad. Odiaba la idea de que Sax se
había vuelto hacia él porque no tenía a nadie más. O porque tendría fijación
con el héroe. ¡Oh… deja de culparte! Él te beso. ¡El trato esta hecho! La
conciencia de Erick finalmente dejo de gritarle.
—Acaba de contarme sobre la primera vez que tú cambiaste.
—Oh. De acuerdo. No podía correr. Era como un potro recién nacido
sobre hielo.
—¿Así que el gato no estaba en peligro?
—No— Erick se rió ligeramente. —Lo único que salió herido fue mi
orgullo. Tenía mi pie enredado en un rosal y terminé acurrucando como
una bola y flipando durante unas dos horas.
—Ah. Pobrecito.
—Incluso no entendía que era un lobo. Cambie de nuevo a
humano… desnudo.
—¿No cambiaste con tu ropa?
—No. Eso es algo que no aprendí hasta más tarde. 65
—Cooper no me dijo a mí eso— Kyler miró hacia la puerta como si
se preguntara porque su pareja no se lo dijo.
—Podría haber sido diferente para él. De todos modos, corrí a casa,
pero no sin ser visto. Y entonces yo cambie pero solo…
—¿Solo?
—No puedes reírte.
—Intentaré no hacerlo.
—Yo sólo cambiaba cuando me ponía cachondo.
Kyler logró mantener el tipo durante unos veinte segundos. Para
cubrir su sonrisa, él fingió un ataque de tos.
—Sí. Adelante. Ríete. Era de locos.
—Yo tenía trece años entonces. De lo que recuerdo, estaba caliente
todo el tiempo.
—Estas corriendo mucho— Erick recordó el terror que sentía porque
no entendía lo que estaba sucediendo. —Tuve que fingir que estaba
enfermo durante una semana hasta que lo tuve bajo control.
—¿Y no había nadie para ayudarte?
—No— Erick recordó la soledad de aquel momento. —Me quedé
encerrado en mi habitación intentado averiguar lo que estaba ocurriendo y
cómo controlarlo—. Él acarició la cara de Sax. —Estoy aquí para ti, Sax.
Tú no estás sólo como yo lo estaba.
Para sorpresa de Erick, Sax agitó los parpados pero esta vez había
conciencia detrás de su mirada.
—¿Sax?
—¿Erick?
—Yo estoy aquí. Yo estoy aquí.
—¿Qué me está sucediendo?
—Estas transformándote en un lobo. 66
—¿Qué?
—Tú me besaste. Ahora somos compañeros.
—¿Te pertenezco?
—Lo haces. Pero yo también te pertenezco a ti.
Sax sonrió, pero luego sus ojos rodaron hacia atrás y empezó a
sacudirse tan fuerte que se habría caído de la cama si no fuera porque Erick
le bloqueaba el camino.
—Él está teniendo una convulsión. ¿Coop?— Cuando la voz de
Kyler se levantó, Erick se preocupó aún más. Claramente, por la reacción
de Kyler, esto no había ocurrido cuando él había sufrido su transformación.
Cuando Cooper no respondió, Kyler se levantó y fue tras él.
El pánico inundo el cuerpo de Erick. Pero entonces sintió el golpe de
la palma de Kyler contra su cara. Dejando su miedo atrás, él volvió su
atención a Sax. Puesto que la manta parecía estar haciendo que él se tensara
más, le desenvolvió con cuidado de que no se lastimara a sí mismo. Él
sabía gracias a Iván que no debía poner nada en la boca de las personas que
sufrían convulsiones – era un mito que podían tragarse su lengua – él hizo
su mejor esfuerzo por mantener a Sax en la cama donde no podía herirse a
sí mismo.
—Estoy aquí— Iván entro con su maletín medico en la mano. Su
pelo estaba mojado, y él olía a cloro. Debía de haber estado abajo en la
piscina. —Vale, parece un ataque, pero me resisto a darle cualquier cosa.
—¿Por qué?
—Podría empeorar las cosas. No entendemos lo que está pasando en
su organismo. Si algún medico hubiera intentado tratarte cuando tu sufriste
tu primer cambio, nunca sabríamos qué daño podría haberte hecho. No sólo
eso, yo no tengo los fármacos que se usan para parar las convulsiones…
está bien, él está calmándose.
Sax no tenía sus músculos tensos y ya no temblaba. Ahora estaba
sudando como loco. Erick agarró un trapo del cubo que Cooper había 67
traído, escurrió el exceso de agua, y luego comenzó a hacer un trabajo de
esponja con el cuerpo de Sax. Erick pensó que tal vez se estaba volviendo
loco porque Sax parecía más delgado que hacía apenas una hora.
Kyler volvió con Cooper a remolque. Ambos parecían tan asustados
como Erick se sentía. Cuando ellos llevaron a Iván a fuera para hablar con
él, sabiendo que Erick no podía seguirles, los nervios en sus tripas
multiplicado por una mariposa o dos o un batallón entero volviéndole loco.
—¿Erick? Sax pregunto débilmente.
—Estoy aquí. Estoy aquí— Erick continuo limpiándole en un
esfuerzo por mantenerlo cómodo. —¿Qué necesitas?
—Sólo tenerte cerca.
—No voy a ninguna parte.
—Tú ibas a dejarme.
—¿Es por eso por lo que me besaste?
—No puedo dejarte ir— Sax agarró su mano. —Eres lo único bueno
que me ha pasado.
—¿Cómo sabias lo que haría el beso?
—No lo sabía. Yo estaba medio dormido y pensé que estaba
soñando.
Erick se inclinó y le besó mientras él estaba consciente. —Nosotros
haremos este trabajo. Lo juro.
Sax asintió y justo antes de empezar a convulsionar.
Erick quería gritar de frustración. Más y más el entendía el juicio de
él. Tenía que mantener la calma y hacer lo que podía al mismo tiempo que
aceptaba el hecho de que no podía hacer nada para cambiar el resultado.
Hacer que su compañero estuviera cómo probablemente no haría nada para
que él se sintiera mejor. Sax parecía como si estuviera inconsciente todo el
tiempo. ¿Siquiera era consciente de lo que Erick estaba haciendo? Él no lo
sabía. Pero iba a seguir haciendo todo lo que podía.
El tiempo se movía tan lentamente que era enloquecedor. Él juraría 68
que cada vez que parpadeaba, Sax perdía peso. Él era tan delgado para
empezar que si continuaba cuándo llegará el amanecer parecía totalmente
demacrado. Erick continuó limpiando el sudor cuando lo necesitaba, pero
él era incluso más suave que antes. Cuando temblaba, él le envolvía y le
acunaba cerca, aterrado de que si lo abrazaba demasiado fuerte podría
destrozarle. Por una vez, su fuerza era algo de lo que era demasiado
consciente y le asustaba. Esto parecía ser parte de su juicio. Teniendo que
controlar su temperamento y volverlo más suave.
Curiosamente, Erick pesó en lo que sucedería cuando estuviera
acoplado. Antes, cuando habían estado masturbándose mutuamente con
una pared entre ellos, Erick había imaginado sus cuerpos uniéndose
suavemente al principio pero luego convirtiéndose en una violenta pasión.
Ahora tenía miedo que darle un beso podría ser demasiado apasionado y le
heriría.
—¿No puedo hacer nada para alimentarlo?
Iván negó con la cabeza. —Cualquier cosa que pongas en su boca
podría hacer que él se ahogara. Incluso si está despierto y hablando, yo no
recomendaría alimentarle.
—Yo comí después de mi trasformación— Kyler estaba sentado en
la silla de su escritorio. —Comí mucho según recuerdo.
Erick evaluó el delgado cuerpo de Kyler.
—Perdí veinte libras.
—Mierda— Erick estaba calculando las calorías en su cabeza. —
Esos son setenta mil calorías.
—Joder— Iván levantó sus oscuras cejas. —El hombre es una
calculadora.
—Realmente no. Sólo aprendí algunos trucos matemáticos— Miró
hacia abajo a Sax. Sus ojos estaban cerrados. Sus pómulos parecían tan
marcados que casi podían cortar la piel. Bajo sus ojos había ojeras que ya
habían estado ahí pero no tan marcadas. Sus labios parecían trágicamente
claros. —Yo sólo quiero protegerle.
69
—Tú estás haciendo todo lo que puedes— Cooper estaba en una silla
pelota en la esquina. —Créeme, sé cómo te sientes.
Cooper había experimentado el juicio dos veces. Había perdido su
primera ronda y no lo habían intentado otra vez durante décadas. Ese
pensamiento hizo que Erick apretara su agarre en Sax. Cuando él lanzó un
grito de dolor, Erick lo liberó mientras luchaba por no estallar en llanto.
Cada momento que pasaba lo contaba como un triunfo, pero temía que si se
alargaba mucho más, Sax no sobreviviría. Simplemente no había suficiente
carne en sus huevos para que siguiera perdiendo peso a ese ritmo.
—Voy a ir a buscar algo para que él coma— Cooper se levantó de la
pelota sin parecer demasiado torpe. —Sí necesitas cualquier cosa, grita.
Estaré justo fuera en la cocina.
—¿Dónde está Oliver?— Si Erick iba a alimentar a su compañero, él
quería darle algo rico y gourmet.
—Se ha ido. No dijo dónde— Cooper se encogió de hombros. —
Además tú sólo deseas carne.
—¿Sólo eso?
—Si— Kyler asintió vigorosamente. —Ligeramente cocinada sin
ninguna especia, ni siquiera sal. Es una buena idea que el haga eso ahora
así puede ir enfriándose.
—¿Tú la querías fría?
—Yo la quería cruda.
—Entonces nosotros no…
—Yo lo quería crudo como un lobo, pero cuando cambie de nuevo a
humano, la idea de comer carne cruda me hizo sentir un poco mal.
—Correcto. No quiero que el vomite— Erick miró abajo a sus rasgos
de nuevo. —No creo que sea bueno para él en absoluto.
Cooper salió a cocinar mientras Erick se preguntaba donde Oliver
estaba. Erick Había ido a buscar a Oliver un par de noches atrás y él se
había ido también. ¿Dónde iba Oliver por la noche? No es que importara.
70
Oliver era un adulto. En sus horas libres, él podía hacer lo que quisiera.
Cooper no esperaba que estuvieran de guardia veinticuatro horas los siete
días. Aunque, técnicamente, Erick estaba de guardia esta noche, sabía que
uno de los otros chicos le estaba cubriendo. Puesto que todos a su manera
tenían esperanza de encontrar un compañero, estaban más que
simpatizaban con su situación.
—¿Necesitas algo?— Kyler se levantó de la silla, y luego movió su
cabeza de lado a lado, tratando de recolocar sus vertebras.
—No, estoy bien.
—¿Estás seguro?— Kyler parecía poco convencido. —Pasando
hambre no le ayudaras.
—Sólo me parece mal comer cuando él no puede.
—Necesitas mantenerte fuerte para ayudarle— Kyler volvió su
atención a Iván. —Díselo.
—Él tiene razón. Tráenos unos sándwiches. Tal vez el olor de los
alimente haba que Bliss tenga hambre y Sax cambie.
—Bliss— Sax dijo su nombre tan suavemente que fue casi un
suspiro.
—¿Sax?
—Mi Bliss. Nadie debe llamarte por mi nombre secreto.
—Nadie lo hará ya. Sólo quédate conmigo y te juro por Dios que
nadie nunca me llamará Bliss salvo tú.
Sax abrió los ojos, mirando directo a los ojos de Erick y entonces
dejo de respirar
—¿Sax?
Él estaba totalmente flácido.
—¿Sax?— Erick pensó que iba a morirse justo aquí y ahora. —
¿Iván? Él no está respirando. ¡No respira!
Con calma, Iván desenredó a Sax de la manta y de los brazos de
71
Erick.
—¿Qué estás haciendo?
—Reanimación cardiaca. Tiene que hacerse sobre una superficie
firme— Antes de que Iván colocara su boca en la de Sax, Erick le golpeó.
No había manera en el infierno de que otro hombre le diera el aliento de
vida a su compañero.
—Yo hare la compresión en el pecho— Iván dijo, colocándose en
posición.
Entre respiraciones, Erick susurraba. —Por favor no me dejes. Por
favor no me dejes, Sax. No quiero vivir sin ti.

72
CAPITULO 8

Sax estaba perdido en un mundo que no tenía sentido. Sólo había


pequeños fragmentos de claridad en los que entendía lo que estaba
sucediendo. Casi se río con la idea de que su primer beso sería el último.
De alguna manera, parecía adecuado para su trágica existencia. Con sus
primeros tambaleantes pasos hacia una nueva vida de libertad y alegría, él
había cometido un error fatal.
Irónicamente, Erick había valido la pena. Medio dormido, y a pesar
de que había tenido la experiencia más épica de sus vidas sólo unas horas
antes, Sax estaba duro cuando el capto el olor de su compañero. La palabra
le había asustado en un principio, pero con cada paso que daba, con cada
respiración del olor de Erick, las palabras tenían más sentido. No había
nadie para él salvo Erick. Si él no podía tenerlo, no quería estar vivo.
Cuando Sax tiró de la manta de Erick, le complació que estuviera
duro, demasiado. Hizo que lo que estaba haciendo pareciera el destino.
Subiéndose encima de él, sacudió sus pollas juntas, amando la manera en la
que el vello púbico de Erick se sentía áspero contra su piel. Cuanto más se
movía uno contra el otro, más pre-semen cubrió su carne disipando la
fricción. Cuando finalmente bajó su cabeza y sus labios se tocaron, Sax
casi terminó. Erick sabía a oportunidad. Él era libertad. Era cualquier cosa
de la que Sax estuviera hambriento pero pensó que nunca tendría. Cuando
los ojos de Erick se abrieron, sus miradas se encontraron, sosteniéndose, y
supo que había hecho la elección correcta.
Y entonces el dolor golpeo.
Agonía envolviendo su cuerpo, quedándose rígido encima de Erick.
Lo último que recordaba era la mirada de pánico en los ojos de su
compañero. 73
Deslizándose dentro y fuera de la consciente, Sax había sido
consciente de Erick moviéndose sobre él. Sax se sintió mimado y
acariciado. Cuando él se preguntó lo que había sucedido, él oyó a Erick
hablando, pero las palabras no tenían ningún sentido. Había otros en la
habitación. Se dio cuenta de que estaba de vuelta en la habitación de Erick.
Ya que estaba tan caliente y sudoroso, pensó que realmente habían hecho el
amor. En su mente, mientras él se había estado masturbando, había
imaginado la escena tan vivamente que parecía real, continuaba jugando en
su cabeza. Pero no era real. Todavía era virgen, y aunque Erick estaba
cerca, estaba vestido.
Erick estaba hablando con alguien sobre lo que le ocurrió la primera
vez que se convirtió en un lobo. Fue entonces cuando Sax entendió lo que
le estaba pasando. Cuando beso a Erick, él había sellado su destino. Ellos
estaban, de hecho, unidos ahora debido a lo que había hecho. Pero Sax
tenía que probarse a sí mismo. Tenía que ser lo suficientemente fuerte para
sobrevivir a lo que le pasaba ahora. Si lo hacía, estaría con Erick para
siempre. O al menos tanto tiempo como su especie viviera. Esto no estaba
hecho. Mientras se sumergía dentro y fuera de la consciencia, oyó a alguien
hablando de la primera pareja de Cooper. No del hombre que estaba
ayudando a Erick a cuidarle, no Kyler sino otro. Alguien que no sobrevivió
a la transición.
Cuando Erick hablo sobre cuánto peso Sax había perdido, no
entendió de lo que estaba hablando. Se sentía bien. Pero entonces Erick le
toco y él se dio cuenta de que sus huesos de la cadera eran mucho más
prominentes igual que sus costillas. Fue entonces cuando empezó a luchar
para incorporarse. No quería que nadie lo viera desnudo y vulnerable. Ellos
estaban allí para ayudarle y para apoyar a Erick, pero aún así Sax se sentía
avergonzado. Con su cuerpo totalmente desnudo, no podría ocultar las
marcas de su abuso.
Lo último que recordó antes de que su cambió real comenzara era
que estaba diciendo a Erick que no quería que nadie le llamara Bliss. Ese
era su nombre secreto para él. Erick juró que haría que los chicos no lo
hicieran, y eso complació a Sax. Por un momento, él se dejó ir. Fue un
74
error. Sintió que se alzaba en una espiral hacia el techo. Cuando trató de
empujarse hacia abajo, él encontró que podía detener su ascensión
aterradora, pero no podía acercarse más a Erick que a la luz de encima de
su cama.
A bajo, en el suelo, Erick y otro hombre se cernían sobre un pálido
cuerpo…
¡Oh, Dios! ¡Soy yo! Sax estaba horrorizado. Parecía algo como la
autopsia de un extraterrestre. Los cardenales se marcaban a través de su
pálida piel. Estaba avergonzado, entristecido y también enfadado. Lo que él
veía no era su culpa. Su padre le había herido, dejando las marcas de su
furia en el cuerpo de Sax. Estaba tan delgado porque su padre se negó a
tener comida en casa. Él salía a comer, y Sax tenía que mendigar lo que
podía de los botes de basura de sus vecinos. A veces su padre traía las
sobras a casa, pero generalmente golpeaba a Sax si se las comía. Sax no
tardó mucho en darse cuenta de que su padre solo lo llevaba para mofarse
de él.
Decidido a regresar a su cuerpo y así poder comenzar de nuevo y
desterrar para siempre s su padre, pero él no podía bajar al suelo. Cada vez
que lograba ganar un centímetro, algo le empujaba más fuerte que su
voluntad.
Lo que cambió todo fue cuando él vio a Erick luchando por dar al
cuerpo del suelo su aliento. Entre cada respiración, Erick le rogaba que no
se fuera, que no le dejara. Él estaba prometiéndole algo, todo, cuando todo
lo que Sax realmente necesitaba era su amor. Sax nunca se había sentido
querido en su vida. Ahora lo hacía.
—Te necesito. Por favor no me dejes.
Sax lucho contra la fuerza que tiraba de su espalda. Iba a volver a su
cuerpo porque no quería herir a Erick. Más que eso, quería saber lo que era
darle un beso cuando estuviera totalmente consciente y despierto.
Luchando contra las manos invisibles que estaba decididas a
arrastrarlo hacia arriba. Sax finalmente volvió a su cuerpo. Estar dentro de 75
su piel parecía extraño al principio. Cuando él se hundió más
profundamente en su propia carne, se dio cuenta de que quería cambiar las
cosas. Desde este día en adelante, él sería el hombre que quería ser, no el
que su padre trató de que fuera.
—¡Esta respirando!— Erick se movió hacia atrás, pero no alejándose
totalmente. Mantuvo su mano en la cara de Sax, acariciándole mientras
farfullaba y temblaba. —¿Sax?
Puesto que él no podía hablar, Sax asintió, pero luego se sintió tan
extraño que él profirió un grito de angustia.
—Guau— Sax no estaba seguro de quién lo dijo, pero de repente
había mucho más espacio en el suelo. Sólo unos momentos atrás, había
querido una manta para cubrirlo pero no ahora. Él sentía que estaba
prácticamente en llamas.
—¿Sax?
La voz de Erick parecía más fuerte que antes. Además, había tantos
olores compitiendo por su atención que estaba abrumado. Se dio cuenta de
lo que había ocurrido cuando intento levantarse. En lugar de dos patas,
tenía cuatro. Él estaba tan entusiasmado que trató de saltar sobre Erick pero
acabó derrumbándose en un charco en el suelo.
—Aw— Erick acarició la cabeza de Sax. —¡Eres tan lindo!
—¿Lindo? No quiero ser lindo. Quiero ser temible— Sax dejo salir
un rugido que fue más un ronroneo que una demostración de dominación.
—Lo siento, amigo, estas simplemente todo hinchado y…
—¡Aww!
Sax se levantó. Cooper estaba en la puerta, haciendo el mismo ruido
que todos los demás. Cuando Kyler volvió, lo primero que dijo fuer lo
mismo que todo el mundo decía. Mientras trataba de averiguar cómo sus
piernas trabajaban, todo el mundo estaba haciendo un largo, agudo aww y
tratando de acariciarlo.
Giró su cabeza para atraer a su compañero, Sax se dio cuenta que
Erick era la voz principal de lo que él sólo podría describir como lindas 76
llamadas.
—Yo nunca te perdonare— Sax se giró lejos de Erick. Él quería ser
dramático pero terminó por tropezar consigo mismo. Él fue atrapado por
otro coro de aww.
—Tengo la esperanza de que me perdones.
—No lo haré.
—Tengo comida.
—Ohh, comida— Sax podía oler la carne, y él la deseaba mucho. Él
no podría recordar haber estado tan hambriento nunca como lo estaba
ahora.
—Está bien, denle algo de espacio. Tiene que conseguir que su lobo
se mantenga sobre sus piernas y él tiene que comer— Erick echó a todos
fuera del camino de Sax y luego le acerco un plato lleno de carne. Estaba
ligeramente cocido y todavía ligeramente caliente. Alguien la había cortado
en trozos de tamaño bocado. Sax pensó que era lo mejor que había tenido
en su vida. Mientras comía, Erick se quedó junto a él, acariciando su piel.
Cuando él le oyó inhalar bruscamente, pensó que iba a decirle lo lindo que
era otra vez. Furioso, Sax se giró pare decir algo y se dio cuenta de que
Erick estaba llorando suavemente. Él luchaba por ocultar el hecho y Sax no
iba a hacerle sentir mal, así que se volvió y continuó comiendo. Pero él
supo en ese momento, sin una sola palabra que su compañero estaba
aliviado de que él hubiera sobrevivido, aunque él probablemente nunca iba
a estar cómodo diciéndolo.
Y eso estaba bien. Sax no necesitaba palabras cuando él tenía
acciones que eran mucho más claras.

77
CAPITULO 9

Erick no podía dejar de tocar a Sax aunque él estuviera en su forma


de lobo. Tenía muy poco que ver con el hecho de que fuera imposiblemente
lindo. Él era como un peluche con sus cuatro patas sobresaliendo. Su pelaje
era un gris suave con mechones de color blanco y rayas de color negro. Sus
ojos eran del mismo gris pálido que cuando era humano. Su mirada parecía
tener tanta inteligencia como antes y la misma tierna vulnerabilidad que se
escondía detrás de los conocimientos. La razón por la que Erick no podía
dejar de acariciarlo era por el hecho de que casi le había perdido. Erick no
quería pensar que habría sucedido si Sax hubiera muerto.
Las lágrimas habían venido después de los hechos, una vez que él
estuvo a salvo. Erick había experimentado una situación similar después de
una negociación de rehenes intensa. Él estuvo así sólo un minuto después
de que la tormenta emocional le golpeará y le convirtiera en un charco
tembloroso durante más de una hora. Lo que había carcomido su alma ese
día fue el hecho de que el hombre con el arma semiautomática había
utilizado a un niño como escudo. Cuando el niño comenzó a llorar, él había
lanzado al tierno niño con su madre, dando al francotirador una salida. Era
pequeña, igual que todos los rehenes ese día, pero ese niño inocente había
pegado fuerte en su cabeza.
Curiosamente, Erick sintió un extraño vaivén entre empujar sus
emociones hacia abajo al pozo más oscuro de su ser o compartirlos. Los
hombres duros, especialmente los shifters alfa, solían permanecer estoicos
sin importa lo que pasara. Pero Erick no creía en ese tipo de mierda. Él no
quería poner espacio con su compañero. A la larga, esa actitud no sería
saludable para cualquiera de ellos.
—Está bien— Erick dijo, acariciando la espalda de Sax. —Sé que
me viste llorando. 78
Sax le miró y luego volvió al plato de carne. —Yo todavía creo que
eres varonil.
Erick se echó a reír. —Gracias. Pero eso no es lo que me preocupa—
. Él considero brevemente. —Bien, honestamente. Yo estoy intentando ser
honesto aquí, así que sí, yo estoy preocupado por la apariencia varonil, pero
sé que no eres un neandertal que piensa que los alfas son tipos sin
emociones.
—Yo no te querría si estuvieras vacío de emociones.
—Es un alivio. Quiero que seamos buenos compañeros.
—Pero no quiero que te acurruques sobre mí y berrees cada noche.
—Eh. Pienso lo mismo.
—¿No me quieres todo lloroso y necesitado?
—Tal vez a veces. ¿Pero todo el tiempo? No. Creo que envejecería
demasiado rápido— Erick nunca había visto a nadie, humano o animal,
comer tanta carne de una sola vez. —No vas a vomitar más tarde, ¿verdad?
—No lo creo. Creo que después de todo esto necesito mucha comida.
—Yo calculo alrededor de setenta mil calorías.
—Tal vez sólo debería comer barras de mantequilla.
Erick sonrió entonces se puso serio. —Estaba llorando porque el
pensamiento de verte herido me estaba matando.
—Pero estoy vivo. Estoy a salvo.
—Lo sé pero en el calor del momento, tengo que distanciarme.
Después es cuando me golpea como un tren de carga. Pensé que si fuera
otra persona la que te lastimo yo sólo…— Erick lucho por mantener el
equilibrio. —Quiero ser bueno para ti.
Sax era un esponjoso lobo un momento y entonces él era humano.
Antes de que Erick pudiera tomar su próximo aliento, Sax estaba en sus
brazos. —Eres bueno para mí.
—Mejor que estés seguro de eso ya que estas pegado a mí desde
79
ahora.
—Estoy seguro— Sax envolvió sus brazos alrededor de él,
abrazándolo ferozmente. —Yo nunca he estado más seguro de nada en mi
vida.
—¿Todavía tienes hambre?
—No. Quiero tomar una ducha— Sax miro hacia arriba y luego a lo
lejos.
Erick entendió su sutil señal. Una parte de él pensó que debería
esperar, pero no tenía sentido. Ya no. Ellos eran compañeros de vida. Si
tenían sexo ahora o en un año a partir de hoy seguiría siendo el único el
uno para el otro siempre. Erick se levantó y tiró a un desnudo Sax a sus
brazos, él no pensaba que pudiera esperar.
—¿Dónde están todos?
—Supongo que una vez se dieron cuenta de que ibas a sobrevivir, se
fueron para que pudiéramos tener algo de intimidad.
—Eso es bueno. Me sentía tan expuesto cuando estaba mirando hacia
abajo.
—¿Mirando hacia abajo?— Erick lo llevó al baño principal y salió
precipitadamente de sus pantalones.
—Cuando morí, estuve flotando alrededor del techo, observándote a
ti y a Iván trabajar sobre mí. Me veía tan flaco y fantasmal.
—Estas delgado y pálido— Erick le empujo más cerca. —Dos cosas
que encuentro muy atractivas.
—¿De verdad?— Sax no sonaba como si le creyera en absoluto.
—De verdad—. Erick lo llevó a la ducha y se limpiaron juntos.
—Siento que he estado despierto durante tres días—. Sax se inclinó
hacia adelante para enjuagarse la espuma de su cabello. Su apretado
pequeño culo se veía malditamente bueno y Erick se encontró a si mismo
intentado tocarle. Se detuvo, pero hacerlo había sido difícil.
80
Por el momento, Erick tenía que controlar su libido. Sax acababa de
atravesar el infierno. Él había tenido una comida y ahora un baño, lo que
necesitaba era comodidad y un completo descanso. Una vez salió de la
ducha, se cepilló los dientes, y luego Erick lo llevó nuevamente a su
habitación
—Guau—. Sax puso su mano sobre su corazón. —¿Quién hizo esto?
—Probablemente Kyler y Cooper— alguien había venido mientras
ellos estaba fuera y cambiaron sus sabanas, arreglaron las mantas y
ahuecaron las almohadas. Todas las pruebas de lo que había ocurrido aquí
se habían ido. —Vamos. Tiempo de ir a la cama.
—Esperaba algo más—. Sax miro hacia arriba a él, su sonrisa
tentativa. Los círculos oscuros bajo sus ojos eran prominentes, mostrando a
Erick claramente sus intenciones.
—Tendremos tiempo para eso más adelante, Sax. Déjame cuidar de
ti.
—Eso es lo que has estado haciendo toda la noche—. Sax miró hacia
la luz del amanecer a través de la ventana. —Bien, también toda la
mañana.
—Y no he terminado todavía—. Erick cerró las pesadas cortinas,
dejando la luz fuera, y luego retiró las mantas hacia abajo, deslizándose
suavemente en la cama y llevando a Sax con él. —Primero dormir.
—Gracias.
—No hay de que— Erick se preparó para discutir. Que Sax no
intentará incluso cambiar sus ideas le impresiono otra vez. —Buenas
noche, mi pareja.
—Buenas noches, mi pareja—. Sax se empujó hacia arriba y le besó.
Era un beso lleno de promesas pero no para ese preciso momento. El beso
de Sax parecía decir pronto. Dentro de poco ellos estarían listos. Y habría
valido la pena esperar.
—¿Bliss?
—¿Sí? 81
—Sólo sé que después tú rockearas mi mundo.
Le amaba tanto por su manera de ser, Erick se echó a reír y lo atrajo
más cerca. —Yo solemnemente juro que en una fecha futura, rockearé tú
mundo.
Erick no tenía idea de qué hora era cuando se despertó. Lo que le
despertó fueron los besos de su compañero a lo largo de su cuello.
Tentativamente, Sax acarició alrededor del pezón de Erick, haciéndole
gemir.
—Esta es una buena manera de despertar— Erick dijo.
—¿Duro?
—Duro y totalmente preparado— Erick atrapó la mano de Sax.
—Eh. Yo estaba disfrutando de eso.
—Sí, bueno, hice una promesa— Erick se movió hasta que quedo
encima de Sax.
—¿Qué promesa?
—Prometí rockear tu mundo—. Erick le besó, encantado al descubrir
que Sax había deslizado un caramelo de menta en su boca. —Um, menta.
—No quería tener aliento mañanero.
—¿Pero qué hay de mí?
—Compartirás conmigo— Sax se empujó hacia arriba mientras
besaba a Erick él le pasó su menta.
Mientras se la pasaban de uno al otro, profundizaban sus besos, él
nunca se había imaginado que algo tan simple pudiera ser tan
increíblemente sexy. Cuando la última pastilla había desaparecido, él
estaba tan duro que casi dolía. La necesidad de estar dentro de Sax le
volvió casi loco, pero su necesidad de ser tierno y cuidadosa templo su
lujuria. Erick no quería joder a Sax. Quería hacerle el amor lento y dulce.
En su opinión, Sax había visto demasiado de la brutalidad del mundo. Erick
quería mostrarle que aunque el mundo podía ser cruel, también había
sorprendentes y maravillosas cosas que el mundo tenía para dar. Tener una
82
fuerte pareja a tu lado sólo era una.
Beso un camino abajo por el cuerpo de Sax, bromeó con su lengua
alrededor de los bordes de sus pezones, deleitándose de la forma en que
Sax respondía. Sax agarró la cabeza de Erick deslizando sus dedos por su
cabello, mientras se arqueaba hacia arriba. Deslizando sus grandes manos
hacia abajo, Erick capturó la polla de Sax, utilizando el pre-semen de Sax
para humedecer su dedo pulgar. Una vez que estuvo resbaladizo, frotó
deliberadamente el punto más sensible entre el eje y la cabeza.
Sax profirió un grito de rendición mientras sus caderas se alzaban.
Estaba buscando la liberación, pero Erick no estaba incluso cerca de
dárselo. —Rockear tu mundo incluye una gran dosis de preliminares.
—No duraré.
—Lo harás— Erick se mantuvo centrado en sus burlas. —Duraste
una cantidad loca de tiempo la otra noche.
Sax se incorporó y miró hacia abajo.
—La ventilación—, dijo Erick, señalando con la cabeza hacia la
apertura en la parte superior de la pared. —No sabía eso, pero está justo
encima de la cama y da a la sala de estar.
—¿El lugar donde estaba durmiendo?
—Sí.
—¿Has oído todo?
—Lo hice— Erick lamió el pezón de Sax mientras continuaba
provocando su polla.
Sax se cubrió el rostro.
—No te atrevas a estar avergonzado. Fue caliente.
—¿Caliente?
—Estaba masturbándome allí a la vez que tú—. Erick cambió el
ritmo, lo que hizo a Sax emitir nuevos y ardientes sexis sonidos. —Puedes
durar mucho tiempo. 83
—Nunca he tenido oportunidad de hacerlo sin tener el tiempo
limitado—. Sax le explicó que él nunca tuvo mucha privacidad en casa.
—Lo siento. No debería…
—Por favor no te disculpes. Me alegro de compartir eso contigo. Tal
vez eso es lo que me obligó a salir y darte un beso—. Sax se acercó. —Y
no quiero hablar de eso cuando te tengo justo donde quiero
—Para ser virgen eres bastante hábil.
—Podría ser virgen, pero ciertamente puedo leer.
—Ah. Así es como has aprendido todos esos sexis movimientos.
—¿Sexis movimientos? Hasta ahora todo lo que he hecho es
volverme masilla en tus manos.
—Confía en mí. Todo lo que haces me enciende— sonriendo, Erick
agarró la botella de lubricante de su mesilla de noche y se abrió camino
bajo las sábanas. Erick separó las piernas de Sax, humedeciendo sus dedos
y empezó a burlarse de su polla y del pequeño agujero apretado al mismo
tiempo.
En poco menos de sesenta segundo, Sax estaba rebotando de éxtasis.
Después de tres minutos de la erótica tortura de Erick, él echó las cubiertas
para poder observar. Diez minutos después la paciencia de Erick
desapareció. Estaba tan duro que prácticamente dolía. Tanto como él quería
llenar a Sax y atarse aún más prietos juntos, él no podía soportar la idea de
herirle.
—Estoy listo. Jesús, Bliss, estoy realmente listo. Nunca voy a estar
más listo de lo que lo estoy ahora.
—¿Jesús Bliss? ¿Ese es mi nuevo apodo? Un poco sacrílego, ¿no
crees?
Claramente, Sax había tenido suficiente. Se deslizó fuera del alcance
de Erick, empujándole sobre su espalda y entonces montando a horcajadas
sus caderas.
—Guau. Te mueves rápido.
84
—La lujuria es un motivador muy poderoso.
—¿Sólo lujuria?— Erick le entregó la botella de lubricante y lucho
por controlarse a sí mismo mientras su compañero untaba su polla. Sus
dedos eran largos y aunque sus manos parecieran delicadas, eran realmente
fuertes.
—Más que lujuria— Sax busco su mirada mientras se levantaba.
Cuidadosamente, centró la polla de Erick en su agujero y se deslizó hacia
abajo. Cuando cerró sus ojos, Erick pensó que estaba sufriendo, pero Sax
alzo su cabeza hacia atrás y lanzó un grito de felicidad que probablemente
se oiría en toda la casa. A Erick no le importaba. Él estaba consumido con
la sensación de penetrar a su compañero. Había tenido sexo antes, pero
nada como esto. Siempre había usado condones, pero con su compañero ya
no tenía que hacerlo, había tantas sensaciones que estuvo malditamente
cerca de terminar cuando Sax estaba sólo a mitad de camino. Pero cuando
Sax abrió sus ojos, sus miradas se encontraron, Erick se dio cuenta de que
esta era la primera vez que tenía una completa conexión con otra persona.
Emocionalmente, se sintió expuesto. No es que fuera una sensación
dolorosa, en absoluto. Sólo que era nuevo y totalmente desconocido. Él
sentía todo de manera mucho más profunda. Lo que compartían era mucho
más que sexo, más que apareamiento. Era casi amor.
Sax era hermoso en su éxtasis. Sus ojos grises parecían humeantes,
casi hipnóticos mientras continuaba su descenso. Cuando él golpeo la parte
inferior, habiendo tomado toda la polla de Erick en él, Sax cerró los ojos y
abrió su boca. Ningún sonido salió, pero él se apretó alrededor de la polla
de Erick, haciéndole gruñir.
Cada vez que Sax apretaba su culo alrededor de su polla, Erick
pronunciaba otro grito animal. Quería agarrar sus caderas y clavar su polla
dentro de Sax, pro él estaba encima y claramente amaba el control. Tener a
su pequeño socio tomando el control agitó la mente de Erick. Siempre
había sido tan dominante, pero tal vez él había perdido. O tal vez iba a
aprender tanto de su compañero como él quisiera enseñarle. 85
Esa fue la idea que le permitió a Erick relajarse y dejar que Sax se
hiciera cargo. Técnicamente, era la primera vez de Sax, pero también era la
primera vez de Erick de muchas maneras.
Después de hacerle aullar como un lobo en celo, Sax abrió los ojos y
sonrió.
—Estas volviéndome loco a propósito.
—Lo hago—. Sax se apretó una vez más alrededor de su eje.
—Oh, mierda— Erick agarró las caderas de Sax. —¿Puedo
preguntarte por qué?
—Puedes preguntar— Sax añadió una nueva capa a su tormento. Se
levantó hasta que sólo la punta de la polla de Erick permaneció enterrado
en su apretado agujero entonces apretó alrededor de esa particularmente
sensible carne.
Erick pensó que iba a explotar su carga ahí mismo, Pero Sax aún no
había terminado con él. Muy lentamente, él se deslizó hacia abajo
manteniendo su canal tenso. Él estaba tan apretado que Erick tenía
dificultades para penetrarle. Era una deliciosa locura.
—¿No vas a preguntar?— Sax movió sus caderas en círculo,
haciendo que Erick olvidara la pregunta que iba a hacer. Joder. Estaba tan
excitado que casi había olvidado su nombre.
En respuesta, Erick movió la cabeza y se aferró más firmemente a las
caderas de Sax. —Termina conmigo. Dios, Sax, ten compasión de mí
y…— Erick nunca llegó a terminar lo que estaba diciendo.
Inclinándose hacia adelante, Sax capturo su boca y le besó
apasionadamente. Erick deslizó las manos desde las caderas de Sax hasta
sus nalgas. Mientras lo acunaba, Erick empujo hacia arriba. Ahora que
finalmente era capaz de moverse, pensó que iba a enloquecer. Quería follar
duro y rápido y oh, Dios la única cosa que le hizo detenerse fue su
determinación de no herir a Sax.
—Estoy bien. 86
—¿Qué?
—Puedes moverte. Has sido tan cuidadoso, pero ahora quiero que te
muevas.
Erick hizo movimientos tentativos, midiendo la reacción de Sax. Sax
fue a su encuentro clavando sus rodillas en la cama y apretando cuando
Erick tocó fondo en su culo. Cuando Sax lanzo un gemido de sumisión,
algo en el cerebro de Erick hizo clic sobre el control de su alfa.
—¿Quieres que me mueva?— Justo cuando Sax iba a responder,
Erick empujo hacia arriba mientras presionaba hacia abajo el culo de Sax.
Su única respuesta fue un jadeo mientras se aferraba a los hombros de
Erick. —¿Más?
—Más—. Sax se aferró a él con sus manos y entonces apretó sus
muslos como si estuviera decidido a montar un caballo salvaje.
Moviéndose como un bronco, Erick gruñó mientras penetraba a su
compañero una y otra vez. Justo en el pico, Sax se levantó, dando a Erick
un poco más de profundidad. Él se corrió duro, capturando el cuerpo de
Sax en sus brazos. Envolviendo sus piernas alrededor del cuerpo de Erick,
Sax se estremeció y tembló mientras se corría entre sus vientres.
Durante mucho tiempo permanecieron entrelazados.
—¿Eso fue bueno?— Sax pregunto, alzándose para poder ver a
Erick.
—No.
—¿No?— Sus ojos se ampliaron.
—Eso fue jodidamente épico.
Sax sonrió.
—¿No estas contento contigo mismo?
—Lo estoy— Sax se acurruco y suspiró.
—¿Dónde aprendiste esto?
—Libros. 87
—Ah, sí. Sabía que no podía ser porno.
—El porno solo muestra la mecánica. Los libros muestran todo lo
demás—. Sax le besó suavemente. —Me di cuenta de que cualquiera podía
hacerme llegar al clímax pero solo alguien a quien realmente le importara
podría darme verdadero placer.
—¿Mente, cuerpo y alma?
Sax asintió. —Tú…
—Sentí eso. Por primera vez sentí lo que estas describiendo. Fue
como una conexión total—. Erick sentía que eso era amor, pero él pensó
que era demasiado pronto. Había conocido a Sax durante sólo dos días.
Habían sido muy intensos, y eso podía hacer que los sentimientos
aumentaran, pero él no estaba seguro de como etiquetarlas exactamente. Y
entonces se dio cuenta de que no tenía que hacerlo. No le preocupaba que
nombre darle a lo que sentía. Todo lo que importaba era que sentía algo
muy poderoso por su increíble compañero.

88
CAPITULO 10

—Por favor, ten cuidado—. Sax estaba goteando después de nadar


esa mañana. Él quería pegarse contra su compañero pero no quería
conseguir agua por todo su equipo.
—Sabes eso—. Erick se inclinó hacia delante y lo besó sin que sus
cuerpos se tocaran. Se sentía incompleto.
—Erick, yo…
—Vamos, Bliss. Muévete o te dejaremos atrás— Risk pasó corriendo
por la zona de la piscina mientras salía.
—Me tengo que ir— Erick sonrió. —Prepárate para mí para cuando
vuelva
Sax asintió y le vio pasar. Quería decirle a Erick que le amaba, pero
no mientras estaba corriendo para marchar. Parecía el momento
equivocado. Él temía que si lo hacía, Erick podía estar preocupado por eso
en lugar de mantener su enfoque en su trabajo. Sax sentía que Erick sabía
que él le amaba, pero aún debía decir las palabras.
Después de su decepcionante adiós, Sax regresó a la piscina.
Después de algunas sesiones con Erick, recordó cómo nadar. Él no estaba
seguro de quien le había enseñado. No fue su padre. Una mujer, tal vez. No
fue su madre. A su padre le gustaba demasiado decirle a Sax que había
matado a su madre el día que nació. Así que tal vez en algún momento su
padre había tenido una novia que realmente se preocupó por él. No es que
importara ahora. Esa parte de su vida había terminado.
Sax hizo unos largos tan rápido como pudo. Él estaba haciendo esto
por dos razones. Una era tonificar su cuerpo, pero la otra era mucho más
importante. Había descubierto que hacer algo físico era la única manera en
que podía afrontar el estrés. Amaba a Erick y parte eso era dejarle que fuera
89
lo que estaba destinado a ser. Erick hacia lo que hacía porque quería ayudar
a otras personas, pero también era muy bueno en ello. Sax no podía pedirle
que renunciara a su trabajo porque le ponía nervioso. Ese día en el banco
siempre volvía a él. Si no hubiera sido por Erick y sus habilidades
especiales, Sax probablemente no estría vivo hoy.
Ambos reconocían que el trabajo de Erick era peligroso, peo también
que él era muy cuidadoso. No era un adicto a la adrenalina. No trabajaba
para Hull Protection para alimentar alguna retorcida necesidad de su ego.
Erick no sufría de un complejo de héroe. Hacia lo que hacía porque el
realmente se preocupaba. Era una de las razones por las que Sax le amaba.
Cuando él estuvo lo suficientemente agotado por la natación, Sax
salió de la piscina y se duchó en el vestuario. Después de dos meses, él se
había adaptado casi como si siempre hubiera estado aquí. O, más probable,
perteneciera aquí. Por lo que él había entendido escuchando a los demás,
cada alfa tenía parejas potenciales. Se descubrían sólo después de besarlas.
Por supuesto, un beso sellaba sus destinos.
Sax se había preguntado lo que podría haber sucedido si Erick
hubiera logrado marcharse antes de que Sax lo besar. ¿Desaparecería la
necesidad con la distancia? ¿Le olvidaría si otra potencial se cruzaba en su
camino? Como el más viejo del grupo, Cooper tenía más información, pero
también era el más reacio a hablar. Los otros alfas especulaban que esto era
parte de la naturaleza de su clase. Los alfas humanos tendían a ser más
estoicos y autónomos, pero Sax no creía que ere fuera el caso en absoluto.
Él sabía por los otros que Cooper había besado a un potencial y le había
perdido. Cooper había quedado claramente más marcado de lo que quería
admitir.
Lo que interesaba a Sax era que no creía que fuera el orgullo lo que
le impedía a Cooper compartir. No creía que Cooper fuera tan alfa que no
pudiera admitir lo profundamente que había sido herido. El motivo por lo
que Cooper no hablaba era más pragmático. Él temía que si los otros
supieran lo devastador que era la perdida de una pareja potencial, no
tomarían el riesgo. Cooper estaba feliz con Kyler, también al revés. Hacían 90
un buen equipo, y claramente había amor entre ellos aunque no hicieran
excesivas demostraciones alrededor de los otros hombres.
Sax creía que la razón de eso era clara, también. Ninguno quería
restregar su felicidad en la cara de los otros hombres. Sax y Erick se
comportaban del mismo modo. Estaban locos el uno por el otro, pero
mantenían sus demostraciones de afecto públicas al mínimo.
Tanto como Sax entendía las razones del comportamiento de Cooper,
todavía consideraba que el conocimiento era poder. Tenía su mente en
Kyler. Sax quería saber lo que él era y por qué era una de las potenciales
parejas de Erick. ¿Era por el olor, una característica física o algo más
esquivo como que te tocara un sorteo? No importaba, no realmente. Estaba
aquí, y él había sobrevivido a la prueba así que tenía a Erick, pero Sax
sentía curiosidad. La última noche, finalmente le dijo a Erick lo mucho que
quería obtener respuestas.
—¿Qué pasa si no hay respuestas?— Erick le acariciaba la espalda a
Sax mientras ellos se abrazaban en la cama.
—Siempre hay una respuesta.
—No siempre. A veces sólo podemos especular.
—Entonces quiero más información para poder tener mejores
especulaciones.
—Me gusta este lado tuyo.
—¿Este lado?—. Sax preguntó, levantándose así que pudiera mirar a
su compañero.
—Sí. Esa determinación, el erudito hambriento de conocimientos en
que te has convertido.
—Hambriento por conocer la verdad.
—Me encanta.
—¿Lo hace?— Sax continuó acariciando el ligeramente peludo
pecho de su compañero.
91
—Lo hace— Erick sonrió. —Estoy contento de que diriges tu
intelecto a algo más que a volverme loco de lujuria.
—No he terminado con eso, sabes— Sax deliberadamente continuo
tocando todo el cuerpo de Erick excepto su polla Esto hacia que se tensara
cada vez que llegaba cerca de esa zona. Cuando Sax alejaba su mano Erick
hacia un gruñido de frustración. Finalmente, agarró a Sax, girándolo sobre
su espalda y le beso hasta perder el sentido. Su conversación se perdió
cuando Erick agarró su polla y no perdió tiempo en llenar el culo de Sax.
—Te pago con la misma moneda.
Cuando finalmente estuvo tan profundo dentro de él como podía
estarlo, Erick había conseguido que Sax le prometiera cualquier cosa. Él no
podía recordar todo lo que había jurado hacer, pero sabía que su compañero
se lo recordaría. Por el momento, estaba demasiado consumido amando la
manera en que su compañero lo hizo sentir. Cuando se encontraban
físicamente entrelazados, Sax se sentía libre. Era tan extraño para él al
principio que estar atrapado bajo el cuerpo más grande de su compañero le
hiciera sentirse protegido, pero se dio cuenta de que la libertar que sentía
era más espiritual. En su dormitorio, ellos podían pedir lo que querían y se
sentían libres para experimentar. Eso le daba a Sax un gran poder.
—¿Estás listo?— La voz de Erick sonó ahogada, mostrándole a Sax
que estaba peligrosamente cerca del orgasmo.
—Sí— Sax busco su mirada. —Duro.
—¿Duro?
—Follame muy duro.
Erick meneo la cabeza, pero cuando Sax mordió su cuello, Erick
empujó sus caderas más y más rápido hasta que Sax llego al clímax.
Después, jadeando y cariñosamente, Erick rodo, llevando a Sax con él para
que así quedara encima de su pecho. Erick entonces le hizo a Sax prometer
que cumpliría su palabra.
—¿Acerca de qué?
92
—Ir a la universidad.
—Correcto—. Sax se quedó dormido pensando en lo que le gustaría
estudiar. Tenía algún tiempo antes de que las clases comenzaran, pero no
quería perderlo relajándose. Estaba decidido a conseguir un trabajo y
mantenerse a sí mismo. Fue su empuje por ser autosuficiente lo que
comenzó su primera discusión.
—Sí estas en la universidad, no quiero que trabajes.
¿Tú no quieres?— A Sax no le había gustado ni un poco el tono de
Erick.
—Guau. Está bien. Retrocedamos e intentémoslo de nuevo. Yo no
quiero ser tu jefe. ¿De acuerdo?
—Está bien—. Sax se sentó en el borde de la cama y Erick hizo lo
mismo. A veces se tomaba las cosas mal, pero siempre estaba dispuesto a
escuchar. El día después de emparejarse a Erick, Sax había comenzado la
terapia. Decir que tenía problemas era como decir que un árbol tenía hojas.
Tenía un montón de ellos. El mayor problema que tenía era con la
confianza. Su padre debería haber sido la única persona en el mundo en la
que Sax confiara, pero su comportamiento abusivo había sesgado el sentido
de la seguridad de Sax. Desde que era pequeño, Sax nunca se sintió
cómodo o seguro porque su padre siempre estaba cambiando las reglas. En
lugar de detenerse en el pasado, su siquiatra estaba haciendo que Sax
desafiara sus propios pensamientos contraproducentes. Solo porque pensara
que Erick estaba intimidándole no significaba que realmente lo hiciera. La
única manera de averiguarlo era hablar abiertamente. Curiosamente, a Sax
a veces le resultaba muy difícil decir lo que quería.
—Cuando estaba en la escuela, trabajaba a tiempo completo—. Erick
pasó sus dedos distraídamente por el pelo de Sax. —Era difícil. Realmente
difícil. Yo solo quiero hacer las cosas fáciles para ti.
—Pero tal vez tener las cosas difíciles te hizo como eres.
—Tú no necesitas ser fuerte.
—Correcto. Porque yo tengo un alfa grande que no me dejara hacer 93
nada que me lastime.
—Eso no es lo que digo
—Tal vez no conscientemente, pero inconscientemente estás tratando
de mantenerme envuelto como débil.
—No lo hago— Erick le miraba horrorizado. —Eso no es lo que
estoy tratando de hacer para nada. Honestamente. Sólo quiero ayudarte.
Eso es todo. Eres mi compañero y si puedo hacer tu camino un poco menos
estresante, ¿por qué no debería hacerlo?
Sax lo consideró.
—Si yo realmente fuera un jodido alfa total, yo no te dejaría ir a la
escuela en absoluto. Te haría quedarte en casa y te mantendría encadenado
y desnudo en mi cama— Erick miró a lo lejos. —Um.
—Ninguna idea pervertida, maestro.
—¿Sin cadenas?
—Tal vez de vez en cuando, pero sólo si puedo usarlas yo también.
—Pervertido—. Erick beso la frente de Sax. —Me gusta tu manera
de pensar.
—¿Qué te parece si llegamos a un acuerdo?— Sax había estado
trabajando arduamente en buscar soluciones ganar – ganar a los problemas.
Incluso algo tan simple como que aperitivo comer mientras miraba la
televisión beneficiaba su enfoque.
—¿Cómo?
—Trabajaré a tiempo parcial mientras voy a la escuela. Durante el
verano, puedo trabajar a tiempo completo.
—¿No es eso lo que querías desde el principio?
—Quería trabajar a jornada completa todo el tiempo.
—Oh—. Erick lo consideró. —¿Qué pasa si no trabajas…
—Erick.
94
—Déjame terminar.
—De acuerdo.
—Si no trabajas en absoluto, podrías tomar más créditos y te
graduarías más rápido.
Eso realmente era una buena idea. —Pero me siento incómodo con
que tú tengas que pagar por todo.
—Pero tú eres mi pareja.
—Lo sé, pero debería ser capaz de cuidar de mí mismo. ¿Y sí te pasa
algo?— Justo después de que el comentario se deslizara fuera de su boca,
Sax se dio cuenta de lo perjudicial que podría ser para Erick. En su rapidez
para suavizar el golpe, solo lo empeoro. —No quiero decir que te vayas a
morir ni nada.
—Pero eso es algo que te preocupa— Cuando Sax agachó su cabeza,
Erick agarró su barbilla y levantó suavemente su rostro. —No te escondas.
Deberíamos hablar acerca de esto. Tu necesidad de ser autosuficiente tiene
mucho más sentido cuando lo pienso de esa manera.
Se habían quedado hasta tarde hablando y tratando de encontrar la
manera de que pudieran estar cómodos. Erick se iba a hacer un seguro de
vida que protegiera a Sax si le ocurría algo. Y Sax se iba a centrar en
conseguir una educación de modo que él pudiera ser autosuficiente cuanto
antes. No era el mejor de todos los mundos, pero la mayoría de los
compromisos no lo eran. Era suficiente por ahora. Y entonces Erick había
sacado el tema del matrimonio.
—Sería la manera de que tengas todo lo mío sin tener que tratar con
un Tribunal de testamentos. Incluso si todo va bien, podría haber problemas
técnicos.
—¿Quieres casarte?
—Sí. Tiene sentido para mi.
—Qué romántico— Sax suspiró.
—Ah, maldición soy un estúpido… Lo siento, Sax. No pensé. 95
¿Quieres un anillo y una gran proposición?
—Bueno, tal vez no ahora. No parecería verdadera.
—¿Quieres que borre todo eso de tu memoria?
—¿Puedes hacerlo?—Sax estaba riéndose.
—Podría intentar joder tu mente.
—Me gusta esa idea.
Y aunque su compañero ciertamente habían intentado follarlo hasta
dejarle sin sentido, no había sido capaz. Sax estaba tratando las cosas como
mejor podía, y sin embargo, la espontanea propuesta hizo un llamamiento a
una parte de su naturaleza romántica, realmente no era el estilo de su
compañero. Además, la propuesta no era lo importante. Tampoco lo era la
ceremonia. Lo que realmente importaba era el matrimonio. Por eso Sax
quería pasar su tiempo trabajando en… su relación. La parafernalia exterior
no era importante.
Ahí es donde ellos habían dejado las cosas cuando Erick le dijo que
estuviera listo para cuando volviera, Sax calculó que probablemente se iba
a proponer oficialmente. O tal vez intentara volver a joder sus sesos. Con
cualquiera de los dos, Sax estaba emocionado.

96
CAPITULO 11

—¿Hablando con Xenos?— Iván estaba sentado en la camioneta al


lado de Erick. Estaban esperando mientras que los otros exploraban la
zona. Habían sido llamados como refuerzos para una detención importante.
Eran el SOP del equipo de SWAT para ayudarles cuando cogieran al
objetivo que podía estar armado, este criminal en particular era resbaladizo.
Xenos quería que estuvieran cerca para rastrearlo en caso de que
desapareciera. Era poco probable que existiera algún problema, pero Xenos
no iba a tomar ningún riesgo. Le gustaba tenerlos a todos en caso de
necesitar sus habilidades especiales.
—¿Quieres decir se he hablado con Xenos hoy?
—No. Sobre el francotirador del robo del Banco.
—Oh. Sí. Lo hice. Tengo su número, Xenos me lo dio, así que puedo
llamarle—. Erick no había querido al tipo lamentándose por lo que había
sucedido. —Sé que probablemente no mitigara sus pesadillas, pero quería
que supiera que el hombre al que disparó no era el mejor del mundo—.
Erick le había dicho al hombre que era un abusador violento. No le dio
nombres, pero no quería dejar al tipo colgado. Cuando se lo dijo a Sax, le
había apoyado. Sax no quería que tuviera el disparo sobre su conciencia
cuando sólo estaba siguiendo órdenes. Saber que el hijo del hombre no
tenía ningún resentimiento contra él mitigo su culpabilidad.
—Él presento una solicitud a Cooper.
—¿De veras?
—Sí.
—¿Es uno de los nuestros?
—No lo sé—. Iván se encogió de hombros. —Supongo que Cooper 97
le dará el viejo gruñido de prueba
Erick se rio entre dientes. Cuando trabajaba para el departamento de
policía de San Diego, él había promocionado al máximo nivel por lo que
había estado buscando algo más. Había escuchado sobre el equipo de
Cooper a Iván durante una operación en la que ambos habían estado en
diferentes departamentos. Cuando conoció a Cooper, todo parecía normal
hasta que le ofreció su mano al final de la entrevista. Cooper agarró la
mano de Erick, le atrajo más cerca y gruño en su oído. La reacción de Erick
había sido gruñir de vuelta y tirar hacia atrás. En ese momento, se
reconocieron como compañeros alfas. Después de eso, Erick había hecho
unas prácticas. Cuando Cooper estuvo seguro de que quería a Erick en su
manada, hubo una ceremonia oficial.
—¿Crees que sería una buena opción?— Erick pregunto.
—No lo sé porque no lo conozco, pero si Cooper piensa que es un
buen tipo, yo estoy de acuerdo.
—Supongo que yo también—. Erick realmente nunca se había
preocupado de quien entraba en la casa ya que él era uno de los últimos. —
No hemos tenido a ningún alfa nuevo desde Oliver.
—Ya. Pero ahora estamos trayendo betas.
—Sí— Erick considero a Iván. —¿Estás pensando en lo que te
espera?
—¿En una pareja?— Iván se echó a reír. —Dios, no. Soy un tipo
imposible que no sería capaz de ser fiel durante más de dos minutos.
—Mentiroso.
—Sí—. Iván dirigió su atención hacia el final del callejón. —No me
gusta tener mis esperanzas desparramadas por todas partes como una
sandía que cayó de un rascacielos.
—Guau. Te gustan las comparaciones complicadas.
—Así es como soy—. Iván se rio entre dientes y luego frunció el
ceño. 98
—¿Qué?
—Me estaba preguntando sobre todas las cosas en las que no me
permito pensar.
—¿Sobre compañeros?
—Sí—. Iván asintió. —Siempre me he preguntado quien soy yo y
cómo sucedió todo, pero tener dos betas en la casa nos tiene a todos los
alfas hambrientos.
Estaba exponiéndolo suavemente. No es que Erick no lo entendiera.
Lo hacía. Sí él estuviera como Iván mirando a las otras dos parejas desde
fuera, él podría sentirse un poco demasiado nervioso. Iván no era una puta,
no del todo, pero tampoco era un monje. Pero tener sexo no era lo mismo
que estar vinculado físicamente con tu compañero. Erick se dio cuenta de
que tenía ganas de llamar a esto hacer el amor pero no estaba seguro de que
fuera eso exactamente. Creía que el amor estaba allí. Pero eso sólo parecía
una expresión cursi. Follar era demasiado crudo, sexo no abarcaba las
emociones involucradas, pero hacer el amor estaba en el extremo opuesto
de follar.
—Lo que realmente me tiene preocupado es Oliver.
—¿Por qué?— Erick reviso su equipo. Era algo que hacia cada pocos
minutos. El acto de tocar su arma le calmaba saber que estaba allí si lo
necesitaba. —¿No crees que él sería una buena pareja?
—Me preocupa por qué joder el sale furtivamente fuera de casa todas
las noches.
Erick, también, había notado la desaparición de Oliver, pero él estaba
allí cuando estaba de guardia. Erick pensó que Iván deliberadamente había
cambiado de tema porque no estaba listo para hablar de su necesidad de
encontrar a un compañero. —No tengo ninguna pista de a dónde va Oliver
o lo que está haciendo. Mientras él realice su trabajo, ¿eso importa?
—Yo sólo… es raro, ¿sabes? Él parece nervioso.
—Creo que he estado un poco demasiado ocupado con Sax para
notarlo realmente.
99
—Te has estado perdiendo un montón de cosas que están
sucediendo.
—¿Cómo?
—Nada.
—Eh, si crees que estoy siendo negligente, deberías decirlo— Desde
que Erick había estado trabajando en ser honesto con Sax, él estaba
haciendo lo mismo con todos los demás. A veces ser honesto dolía, pero la
mayoría de las veces, ser sincero hacía la vida más fácil.
—No. Tú eres tan bueno como siempre.
—Entonces ¿qué?
—Yo sólo… Estoy jodidamente celoso, ¿vale? Puedo escucharos por
la noche.
—Oh, Joder— Erick se sentía horrible. —Ivan, lo lamento. No tenía
ni idea.
—Lo sé. No eres un capullo. Tú no tienes mucho sexo caliente,
ruidoso sexo, con tu pareja sola para burlarte de mí.
—No lo hago. Te juro que no de verdad.
—Ya. No tengo la necesidad de oír mejor.
—¿Qué quieres que haga?
—Me mudé.
—¿Qué?— ¿Había estado Erick tan envuelto en su propio mundo
que no había notado tan siquiera que Iván se había ido de la estación de
bomberos?
—Estoy abajo en el búnker.
—Oh—. Erick hizo otra revisión de su equipo. —Quieres…
—Quiero una pareja para follar.
—Bueno, si todo lo que quieres hacer es joder con alguien, estoy
seguro de que puedes encontrar a alguien— Erick intento que el comentario 100
sonara totalmente plano.
—Te estar riendo.
—Un poco. Pero lo entiendo. Realmente lo hago. No creo que yo
supiera cuanto quería a alguien con quien compartir mi vida hasta que
encontré a Sax.
—¿Y no te importa que el este dañado?
—¿Qué?— Erick se enfadó tan rápido que juro que su rostro estaba
brillando al rojo vivo.
—Oh, mierda. Eso no… Soy un idiota. No lo dije como si él fuera un
capullo. Él es grande. Realmente. Pero es frágil.
—No lo es.
—¿Por eso no le dejar ir a ninguna parte solo?
La conversación que había tenido con Sax sobre el trabajo, la escuela
y la vida cotidiana apareció ante Erick. ¿Había estado protegiendo a Sax
con un agarre tan apretado que no podía ver lo que él estaba haciendo? —
¿Te dijo Sax algo sobre eso?— En cuanto la pregunta salió de su boca, él
comprendió que no había sido así. Si Sax tenía un problema, venía a él. Él
siempre lo había hecho.
—No. Es solo que el otro día realmente me hubiera gustado que
viniera conmigo al centro comercial y parecía que tú no querías que fuera.
—Oh. Joder— Erick se dio cuenta de que lo que para él era algo
inocente para Iván parecía algo malo. —Yo quería que él se quedara en
casa porque yo le había comprado algo.
—¿Qué?
—Una cosa para la habitación—. Erick le había conseguido algunos
juguetes sexuales.
—¡Oh!— Los ojos de Iván se ampliaron para estrecharse luego. —
Dios. Soy tan estúpido.
—No del todo. Sólo pregunta la próxima vez. 101
—O yo podría sólo meterme en mis putos asuntos— Bajando su voz
Iván dijo. —Pero supongo que sería de ayuda que consiguiera mi propio
negocio en primer lugar.
—Tal vez deberías seguir a Oliver y averiguar lo que está haciendo.
—Seguro. Si no tengo una vida propia, debería meter mi nariz en la
de otras personas. Tal vez eventualmente sus vidas se restrieguen en mis
narices.
—O te restriegues mientras miras.
—No he caído tan bajo.
—Ya—, Erick dijo en un tono inquietante.
Iván se echó a reír. —Dios me ayude si alguna vez lo hago
—Necesitaras a Jesús si estás haciéndolo.
Él e Iván se sentaron en silencio durante un rato, dándole tiempo a
Erick para pensar sobre Sax. A pesar de lo que Iván pensó fuer claramente
un malentendido, Erick se peguntaba si estaba siendo demasiado
controlador. Cuando el tema surgía, ellos eran cuidadosos de exponer las
cosas. Era parte de la terapia de Sax, pero también era bueno para la
relación de Erick con otras personas. A pesar de que él y el equipo eran
capaces de mantener una comunicación mental unos con otros, podían
ocultar cosas, y lo hacían. Él no estaba seguro de si era su forma de ser, o
una cosa de alfas o qué. Sin embargo, ahora, que el más honesto sobre lo
que quería y necesitaba, parecía que su actitud rozaba con los otros chicos.
—Es surrealista lo de sus parientes, ¿verdad?— Iván dijo.
—¿Qué parientes?
—Los de Sax.
—¿Me perdía algo?— Erick se sentía como que había caminado en
medio de una conversación.
—Xenos.
—¿Xenos tiene parientes surrealistas? 102
—Xenos llamo buscando a Sax para hablarse sobre sus familiares.
—¿Cuándo?
—Después de que el hablara con Cooper.
—Oh— Eso lo explicaba. Sax había estado en la piscina cuando la
llamada llego. —Así qué, ¿qué es tan surrealista sobre los familiares de
Sax?
Iván estaba a punto de responder cuando hubo una gran explosión.
La onda expansiva fue tan violenta que sacudió la furgoneta.
—¿Qué joder?— Iván estaba fuera de la furgoneta y evaluando la
situación antes de que el temblor terminara.
—¿Coop? ¿Tienes alguna información sobre esto?— Erick se unió a
Iván fuera en el callejón. A pesar de que Cooper estaba en la estación de
bomberos, era capaz de evaluar la situación a través de los ojos y oídos de
todos sus hombres. Era una de las habilidades del úberalpha de la manada.
—Nada todavía
Erick quería preguntar si todo el equipo estaba vivo, pero si había
una muerte, ellos lo sabrían. Cooper se lo diría inmediatamente. Descubrir
un muerto de tu propio equipo puede ser psicológicamente devastador.
—¿Podéis vosotros dos subir a la azotea del edificio dos?
—Seguro— el edificio uno era la locación para el entrar – coger –
salir. El edificio dos estaba detrás de donde ellos estaban esperando. Había
poca gente, por lo que no deberían tener ningún problema para llegar al
techo sin atraer mucha atención.
Después de abrir la cerradura de la escalera, Iván tomó la delantera
con Erick en sus talones. Cuando llegó a la cima de las escaleras, Erick se
dio cuenta de que tenía que hacer más ejercicio. Follar dos o tres, a veces
cuatro, veces al día, claramente no era suficiente. Mientras Sax parecía
estar cada vez más en forma, Erick estaba sin aliento.
—Madre mía—. La voz de Iván baja sonó asombrada. El edificio
cruzando la calle, junto al del punto para la extracción, estaba en llamas. 103
Por lo que Erick podía decir, el fuego parecía haberse originado en el tercer
piso. Evaluada la situación, que la policía mantuviera un perfil bajo para la
operación ahora estaba fuera de posibilidad.
Erick vio a un hombre esposado y se dio cuenta de que era el
delincuente. —No creo que la explosión tenga nada que ver con la
operación, Coop.
—Tengo información de que tienen al tipo y a otros dos en custodia.
Nadie sabe qué pasa con la explosión.
—Necesitamos ir allí y ver si podemos ayudar—. Erick no podía sólo
pararse y mirar.
—Xenos no quiere a nadie de mi equipo quedándose atrás.
—¿Qué pasa?— Iván pregunto.
—Él no lo sabe, pero esto no está relacionado con la razón por la
que fuimos contratados.
—Aun así podemos ayudar— Erick no le gustaba la idea de gente
inocente en peligro debido a que no estaban en el cheque de pago.
—Según Xenos, el edificio esta vació.
—Entonces ¿por qué podemos ver gente a través de las ventanas?—
Iván tomó sus binoculares de su cadera y miro a través de ellos. —Oh,
Dios.
—¿Qué?— Erick preguntó.
—No son personas. Son un montón de perros en el quinto piso.
—¿Perros?
—Parece que estuvieran enjaulados.
Erick no se molestó en sacar sus prismáticos. Confiaba en lo que
Iván decía que vio. —Tenemos que ayudarles.
Cooper trasmitió la información a Xenos, que se lo dijo a sus
hombres.
104
—Voy—. Erick ya se estaba moviendo hacia la salida de la azotes.
—Erick, tenemos órdenes de estar aquí.
—¡No voy a dejar a un montón de cachorros morir quemados!—
Erick fue corriendo hacia las escaleras. Esta vez, Iván estaba justo detrás de
él.
Estaban en la calle y corriendo hasta el quinto piso antes de que
Erick pudiera pensar acerca de lo que estaba sucediendo. En el momento en
que llegaron al tercer piso, podían oír a los perros aullando. Para cuando
llegaron hasta el quinto piso, el llanto de los perros era tan desgarrador que
Erick apenas podía contenerse. Él sabía incluso antes de que abriera la
puerta de que nadie que estuviera haciendo algo bueno guardaría un
montón de perros en un edificio abandonada. Él nunca había estado tan
triste por tener razón.
No había bastantes palabras desagradables en el mundo para
describir las condiciones despreciables de lo que encontraron. En una
evolución rápida, parecía ser un criadero de cachorros para las peleas de
perros. Una fila de jaulas con perras y cachorros estaba enfrente de otra fila
de jaula de perros agresivos. Lo que rompió totalmente su corazón fuer que
había otro grupo de jaulas con perros de cebo. Que su utilizaban para
hostigar a los perros agresivos en la lucha. Por naturaleza, los perros no
eran así cuando nacían. Hombres sin moral les hacían ser de esa manera.
—¿Coop? Consigue un camión de bomberos con una escalera. Es la
única manera de que consigamos ponerles a todos a salvo.
—Xenos, no nos contrató para eso.
—¡Yo pagaré por esto!— A Erick no le importaba si tenía que
trabajar el resto de su vida para pagar el rescate de los perros. En sus ojos
atormentados, Erick vio a su compañero. Ese día en el banco, Sax había
tenido esa misma expresión en su mirada. Era el último resquicio de
esperanza. Sí Erick les volvía la espalda, sería literalmente responsable de
su muerte. —Ellos se merecen la oportunidad de una vida decente.
—Está bien, sólo deja de enviarme imágenes. Lo tengo. Déjame que 105
cobre algunos favores.
Erick estaba luchando para no llorar. En sus ojos, vio el mismo
horror que había visto en Sax. ¿Cómo demonios podía alguien lastimar a
animales inocentes? Nunca lo entendería. Él todavía no podía entender lo
que motivaba al padre de Sax a hacer daño a un niño inocente, ¿cómo iba a
poder entender esto?
—Va a estar bien. Pondremos a todos a salvo— Iván estaba luchando
para no llorar también. Erick ya se había recuperado. No le preocupaba si la
gente le veía berrear como un bebé. Cualquier ser con alma no podría mirar
este tipo de dolor sin querer romper a llorar. Esto era despreciable porque
era totalmente innecesario. Esto era deliberado, con intención de infligir
dolor a inocentes como deporte.
—Los sacaremos de aquí— Erick ya estaba moviendo las jaulas más
cerca de las ventanas.
—Juro por Dios que voy a saber quién hizo esto— dijo Iván. —Y
voy a hacerlos pagar.

106
CAPITULO 12

Sax activo otra vez el mensaje. Escuchaba atentamente como Xenos


explicaba que él había buscado a los parientes de Sax. El mensaje era
breve, pero había algo raro en su tono que Sax no podía entender. Después
de oírla una docena de veces, decidió que Xenos sobaba vacilante. No
inseguro, exactamente, simplemente reacio a hablar. Lo único que Sax
realmente sabia era que el mensaje le daba escalofríos. Algo estaba mal, y
Xenos no quería dejar un mensaje diciéndolo. Xenos dejo un número, pero
Sax no le llamaría ya qué él sabía que estaba en la escena con el equipo de
Erick.
La atención de Sax se dirigió a Erick. Él quería tener todo listo para
cuando él regresara. Después de una situación intensa, él necesitaba ser
reconfortado. Él diría que no, que Sax no tenían que tratarle como un bebe,
pero Sax comprendía que cuando las cosas eran malas, Erick necesitaba
mimos. Sax sabía que Cooper estaba en el edificio, dirigiendo al equipo,
pero Sax no iría a su oficina. Cuando Cooper estaba en la sala de
operaciones, necesitaba estar totalmente enfocado. Lo último que haría Sax
era distraerle.
Como quería tener las cosas listas para todos ellos, Sax prepara
algunos bocadillos y los puso en la nevera. Oliver le había estado
enseñando como cocinar y aunque los bocadillos no eran técnicamente
cocinar, él entendía que Oliver le había enseñado como mezclar sabores
para hacerlo más rápido y fácil. Sax no sabía cuándo los chicos volverían,
pero le gustaba tener algo listo para que pudieran agarrar. También preparó
una gran cafetera pero no la encendió. Cuando ellos estuvieran en camino,
él lo haría así estaría reciente. También se aseguró de que hubiera toallas
limpias en el vestuario y refrescos y cervezas en hielo.
—Oh, sí— De la despensa, él saco varias bolsas de patatas y los puso 107
en el mostrador sin abrirlos. Entonces puso las galletas que él había hecho
más temprano junto a las patatas.
—Ellos están volviendo— Cooper entró en la cocina, su rostro
sombrío.
Sax se estiró para encender la cafetera cuando la expresión en la cara
de Cooper penetró en su cerebro. —¿Cooper?
—Es malo
—Esta Erick…— Sax ni siquiera pudo acabar el pensamiento mucho
menos decirlo.
—¡No! Mierda. Lo siento te hice pensar… Erick está bien— Cooper
levantó sus manos abiertas con las palmas hacia fuera. —Todo el mundo
está bien. No es eso— Cooper alcanzó la encimera y encendió la cafetera.
—La detención se produjo sin problemas, pero hubo una explosión
Sax se tensó.
—No estaba relacionado con la detención. Pero Erick e Iván entraron
en el edificio
—¿Para salvar personas?— Sax no podía hacer que su corazón se
calmara.
—Para salvar algunos perros.
Y entonces Sax lo entendió. —¿Encontraron perros heridos en un
edificio en llamas?— Él no tenía que estar ahí para sentir que su estómago
se revolvía.
—Sí. Por lo que dijeron y las imágenes que me enviaron, era bastante
malo. Alguien estaba haciendo algo muy muy enfermizo.
—Sax no quería conocer los detalles. —¿Qué puedo hacer?
—Sólo estar ahí para él.
Cuando Erick entró, cubierto de hollín, Sax estaba allí para él. El
único lugar que estaba limpio era alrededor de sus ojos, pero la ceniza
cubría las líneas de su rostro, haciéndole parecer décadas más viejo de lo 108
que era. Sin una palabra, Sax lo llevó a los vestuarios. Mientras Erick se
quitaba su equipo, Sax lo llevo fuera.
—Necesito limpiarlo.
—Nosotros podemos hacer eso más tarde.
Erick no discutió. Entregó sus artículos hasta que estuvo desnudo.
Sax se quitó sus pantalones cortos y entro con su compañero en la ducha.
Lavarle mientras permanecía allí con los ojos cerrados le dijo a Sax que lo
que había visto era más que horrible. Sax no pregunto. Él sabía que Erick
hablaría cuando estuviera listo. Una vez estuvieron limpios y con toallas
envueltas alrededor de sus caderas, Sax lo llevó hasta la cocina, pero Erick
no tenía hambre. Después de llevarle a su habitación, Sax volvió a la
cocina.
—¿Dónde está Iván?
—Él debería estar de vuelta— Cooper miro a su alrededor.
—Asegúrense de que él no está sólo— Sax se preocupaba por Iván
ya que él no tenía un compañero. Volver de una situación intensa
significaba que necesitaba alguna comodidad tanto si se daba cuenta como
si no.
—Yo cuidaré de él— Risk se ofreció. Por una vez, Risk redujo su
exuberante naturaleza. Él no estuvo en la habitación con Iván y Erick, pero
aparentemente, él había escuchado detalles que hacían que su rostro se
viera pálido.
Una vez que supo que todo el mundo estaría cuidado, Sax volvió a su
dormitorio y a Erick. Él estaba parado junto a la ventana, mirando hacia
abajo a la calle. Estaba claro que su mente estaba a kilómetros de distancia.
—Ven a la cama conmigo.
—Eres muy dulce— Erick se quitó la toalla, colgándola en la silla
del escritorio.
—¿Yo?— Sax puso su toalla en el respaldo de la silla.
—Asegurándote de que todo el mundo este cuidado. Supongo que
109
podríamos llamarte El Comforter.
—¿Cómo la ropa de cama?
—No— Erick sonrió un poco. —Todo el mundo en el grupo tiene
algo. Oliver la cocina por lo que es el Chef, Iván es el Doctor, soy el
Solucionador de problemas y tú eres quien consuela a los soldados cuando
vuelve, así que tú eres El Comforter2.
—Me gusta—. Sax haría honor al nuevo título insistiendo en que
Erick se metiera en la cama. Cuando él no lucho, Sax supo que él estaba
realmente herido. Cuando se deslizo a su lado y Erick se volvió y reclino su
cabeza sobre el hombro de Sax, se dio cuenta de que mal no era la palabra.
Debía haber sido más allá de horrible. Erick se aferraba a Sax como si fuera
el único hombre en el mundo, o al menos el único que posiblemente podría
entenderle. Sax no tenía que ver la escena para captar lo atroz que debía
haber sido. El hecho de que Erick comenzara a sollozar suavemente le dijo
todo.
Murmurando suavemente, Sax tranquilizó a Erick lo mejor que pudo.
No tenía que hablar, por lo menos no ahora. Lo que le hacía falta a Erick
era exactamente lo que estaba haciendo. Él necesitaba llorar. A veces, la
única manera en que la mente humana pudiera soportar algo era
simplemente dejar que las lágrimas fluyeran.
Llegando a la mesita de noche, Sax agarró algunos pañuelos para
Erick. Cuando hubo limpiado sus ojos y sonado su nariz, Sax arrojó el
acoplado pañuelo al suelo. Normalmente, era muy ordenado, como Erick,
pero esta era una circunstancia especial, si alguna vez hubo una.
Después de mucho tiempo, Erick su durmió. Sax no estaba cansado,
pero él dormito porque no quería molestar a su compañero. Puesto que
todavía no creía que fuera el momento adecuado para decirle que lo amaba,
Sax decidió que lo siguiente mejor era mostrarle.
No tenía ni idea de que hora era cuando Erick se despertó, pero sabía
que estaba despierto cuando tomo una respiración profunda y abrazó a Sax
tan duro que chillo.
110
2
Comforter, significa edredón y consolar, de ahí el juego de palabras.
—Gracias por ser lo suficientemente fuerte para sostenerme cuando
lo necesité.
—Eso es lo que los compañeros hacen.
—Creo que eso es parte del juicio— Erick se levantó. Sus ojos
estaban inyectados en sangre y la punta de su nariz estaba enrojecida, pero
para Sax, se veía mucho mejor que cuando el volvió. —Eso me dijo que
erres realmente fuerte. Cuando llegué a casa no quería que tú pensaras que
era débil por necesitar que me sostuvieras.
—Tú no eres débil. Eres el hombre más fuerte que conozco— Sax
busco su mirada. —Te amo.
Erick sonrió, quitándose años de encima al eliminar sus rasgos
preocupados. —Te amo.
De repente, Sax se sentía torpe. —Voy a ir a por algo para comer—.
Sax intentó levantarse, pero su compañero lo agarró.
—Nop. Te vas a quedar aquí para que yo pueda hacer el amor
contigo— Erick besó la punta de su nariz. —Y aquí yo pensando que
sonaría cursi.
—Un poco. Pero me gustan los sentimientos.
—¿Sí?
—Me encanta.
Erick se echó a reír mientras rodaba sobre su espalda, llevando a Sax
con él colocándose encima. —Sí, tú no puedes decir eso.
—Lo sé. Sólo te lo diré a ti.
—Voy a hacer lo mismo sobre hacerte el amor. Alrededor de los
chicos golpearé tu culo caliente y eso de follar tu dulce agujero.
—Eh. ¿Realmente tú y los chicos habláis así?
—No. Pero pensé que sonaba divertido.
—Suena terrible. Como si tú fueras nada más que una máquina del
111
sexo.
—Oh. Una maquina sexual— Erick se levantó lo suficiente para que
el pudiera mirar alrededor de la habitación. —Creo que podemos cambiar
el puf por una. Tal vez el escritorio, también, ya que casi nunca lo usamos.
—No, no, no. Tenemos suficientes juguetes sexuales—. Sax tenía
miedo de que si mostraba la más mínima curiosidad, Erick obtendría uno.
No es que estuviera en contra de jugar, pero realmente no quería que otros
tipos supieran como de pervertido era.
—Uno nunca puede tener suficientes juguetes sexuales.
—Tú eres degenerado, y retorcido, y…
—Tú me amas.
—Lo hago.
—Recuerda esas palabras.
—Espera. ¿Qué?— Sax literalmente sintió vértigo, cualquier cosa
que contestara, Erick le beso. De la manera que atrapó sus labios, Sax supo
que no iba a ser un acoplamiento áspero y salvaje. Esto iba a ser suave y
dulce. Era una de las cosas que amaba de su compañero. Erick podría ir
desde el límite de la perversión a la cima de la dulzura, golpeado todos los
puntos de en medio. Él era un verdadero amante que buscaba el placer para
cada uno de ellos según lo que necesitaban más en ese momento. Y lo que
tanto anhelaba ahora era ternura.
Erick beso a Sax mientras acariciaba con sus manos todo el cuerpo
de Erick, despertándolo y relajándolo todo al mismo tiempo. Deslizándose
hacia abajo, Sax fue capaz de frotar sus pollas juntas. Era una de las cosas
favoritas de Erick. Moviéndose lentamente, balanceo y balanceo sus
caderas, Sax llevó a ambos a la cima de la excitación y luego tomo el
lubricante.
En lugar de untar el gel en Erick, Sax coloco un montón sobre su
polla y luego se froto contra Erick.
—Dios, me encanta cuando haces esos. 112
—Por eso lo hago—. Sax continuó moviéndose justo por encima de
su pareja hasta que estuvo totalmente encima.
—Necesito estar dentro de ti.
Trabajando juntos, Sax se deslizó hacia arriba en el pecho de Erick
hasta que fue capaz de alinear su polla con el culo de Sax. Una vez que
estuvieron listos, Erick ayudo a deslizar a Sax lentamente arriba y debajo
sobre la longitud de su cuerpo. Tomó un condenando montón de lubricante
convertir a su compañero en un virtual tobogán, pero totalmente valió la
pena teniendo en cuenta la forma en que gemía.
Cada vez que Sax se deslizaba hacia abajo, tomaba más de la polla
de Erick dentro de su culo. Finalmente, estuvo enterrado, cada uno de ellos
suspirando. Sax amaba estar cerca de su compañero. Aquí, unidos, estaban
en perfecta alineación y con una maravillosa satisfacción.
—Siempre que estoy contigo es así, creo que esto es la vida. Tal vez
no el Edén, la respuesta a todo, pero está muy muy cerca.
—¿El sexo es vida?
—Hacer el amor es vida— Erick le dio un beso. —Esto realmente no
es Sexo cuando es como esto. De alguna manera es más.
Sax asintió porque la naturaleza romántica de Erick le llegaba
profundamente. Nunca seria del tipo de pétalos de rosa sobre la cama del
chico, pero no necesitaba que lo fuera. Erick danzaba a su propio ritmo, y
Sax descubrió que era una melodía que estaba más que feliz de seguir.
Trabajando juntos, llegaron a un ritmo perfecto en el que Sax se
deslizaba a lo largo del cuerpo de Erick. Contra más rápido ellos se
movían, más calor generaban. Finalmente, el pelo del pecho de Erick
comenzó a rozar la piel de Sax. Levantándole mientras afianzaba sus
rodillas, Erick acuno a Sax en con sus brazos y piernas mientras él
bombeaba con sus caderas. Capturado y sin poder moverse, Sax se rindió a
su compañero. Amaba cuando Erick se hacía cargo de él de esta forma. Era
una prisión temporal que siempre terminaba con un poderoso orgasmo.
Esta vez no fue diferente. Cuando Sax término, cayó sobre la polla de 113
Erick, haciendo imposible que se moviera mientras llegaba a su orgasmo.
Cuando Erick le libero, Sax se derrumbó sobre su pecho.
—Ahora esto es lo que llamo vida
—Un buen orgasmo siempre es una buena cosa
—¿Bueno?— Erick pregunto, sonando un poco desconcertado. —
Pensé que había sido espectacular.
—¡Por supuesto!— Sax bostezó. —¿Ves? Tuvo que haber sido épico
o de lo contrario yo no estría tan cansado.
—Igual que cualquier hombre. Tú consigues lo tuyo y entonces te
duermes.
Sax se levantó para poder mirar a su compañero. —¿Tu no
conseguiste lo tuyo?— Sax apretó su culo contra la polla ahora demasiado
sensible de Erick.
—¡Oh, Dios! Sí, lo hice. ¡Oh, deja de hacer eso! Es como un dolor
que me hace cosquillas.
—Sólo si queda claro que estamos en igualdad por aquí.
—Estamos claros— Erick se rio mientras le besaba una docena de
veces. —Sé que esto es repentino, y no tienes que contestar
inmediatamente, pero…
—¿Sí?— Sax no podía creer que iba a proponerlo ahora, pero una
vez más, era muy del estilo de Erick.
—¿Quieres un perrito?
Inicialmente sorprendido, Sax se recuperó rápidamente. —Me
encantaría.

114
CAPITULO 13

—Sabía que esto iba a pasar—. Cooper estaba sentado en una de las
grandes sillas reclinables de la sala de estar con una cerveza en una mano y
a su pareja en la otra. Bueno, no en la mano exactamente, pero Kyler estaba
sentado en el brazo del sillón reclinable con la mano de Cooper en su
pierna. —Eso es por lo que le llame para la reunión.
—Creo que todo el mundo sabe que mi voto es sí—. Iván estaba en
el suelo, sentado con las piernas cruzadas. Él tenía una cerveza en una
mano y su Smartphone en la otra.
Erick ya sabía que podía contar con el voto de Iván. Sax también se
lo había dado. Habían hablado un poco en los últimos días.
—No creo que nadie quiera decir que no—. Kyler miro a Erick y
sonrió.
—No se trata de eso. No realmente—. Cooper suspiró. —Todos
ustedes son un montón de malvaviscos, y yo debo ser uno también, porque
mis tripas me dicen que debemos hacer esto. Lo único que me preocupa es
tener a alguien aquí para cuidar de ellos sí o más bien cuando nosotros
tengamos un caso importante.
—Yo puedo hacer eso— Sax levantó su mano.
—Tu estar yendo a la universidad—, Erick le recordó. —
Necesitamos a alguien aquí veinticuatro de siete.
—Pero siempre hay alguien aquí—, señaló Kyler. —Y se hubiera
una crisis donde todos estuvieran fuera, podría hacer a mi secretario venir a
alimentarlos por muchos perros que decidamos tener aquí.
—¿Aquí?— Erick había pensado que la reunión de la manada era
acerca de cuántos de los perros rescatados podría traer a la estación de 115
bomberos. Claramente, Kyler tenía otra idea.
—Estaría feliz de tener algunos en la finca.
—¿Puedo besarlo?— Erick preguntó a Cooper.
En respuesta, Cooper gruñó y a apretó su agarre en Kyler.
—Voy a tomar eso como un no— Erick sonrió.
—Tú puedes besarme a mí— Sax se inclinó y le dio un sonoro beso.
—Y gracias, Kyler. Eres muy generoso.
—Realmente quiero ayudar. Pobrecitos.
—Otro malvavisco— Cooper dijo, pero estaba claro que solo estaba
bromeando.
—No puedo evitarlo—. Kyler se inclinó y besó a su compañero. —
Apoyo al más débil.
—¿Podemos ponernos serios aquí?— Iván levantó su cerveza y se
tragó la mitad de ella. —Quiero volver a la calle para poder rastrear a los
cabrones que en primer lugar, pusieron a esos perros en el ring.
Erick se dio cuenta que mientras que él estaba enfadado con la
situación y quería algún tipo de justicia para los perros, Iván estaba furioso.
La rabia de Iván no había disminuido en absoluto. Erick tenía la sensación
que desde el momento que el prometió perseguir a los responsables de las
peleas de perros, Iván no había hecho nada más. Había estado tan
concentrado que probablemente había olvidado todo sobre las
desapariciones de Oliver.
—Iván, ya he usado todos los recursos que tengo para hacer eso.
—Lo siento, Coop. Esto sólo… es duro para mí.
—Lo sé. Nosotros no estamos quitándole importancia a la situación
—Está bien— Calmado, Iván se relajó.
—Tenemos que establecer un límite en el número de perros que
traemos aquí, sin embargo. Sé que os gustaría que todos tuvieran su hogar
aquí, pero simplemente no podemos hacerlo. En primer lugar, existen 116
límites legales. Según la ley podemos tener tres— Cooper estaba tratando
de ser amable, pero también era práctico. Erick entendía eso. Simplemente
no podían traer a todos los perros abandonados aquí. No sería bueno para la
caso o para los perros. Rehabilitarlos y darles una buena vida, llevaba
tiempo y atención, no era solo un lugar para vivir. Con la oferta de Kyler
para quedarse con algunos, eso hacía que la adopción de los demás fuera
más fácil.
—¿Cuántos sobrevivieron?— Kyler preguntó suavemente.
—En total hay veinticuatro— Erick tomo una respiración profunda
para contener sus emociones. Realmente habían rescatado treinta y seis,
pero no todos ellos sobrevivieron. —Hay seis de ellos que probablemente
no puedan ser capaces de rehabilitarse.
Iván hizo una mueca. Eran los perros que Erick e Iván más deseaban
poder salvar, pero habían sido tan adoctrinados en el deporte que
simplemente no había esperanza. O eso era lo que la gente de control de
animales dijo. Erick e Iván estaban pagando para mantener a los perros
vivos a la espera de poder encontrar una solución. Probablemente eso es lo
que estaba volviendo loco a Iván.
—¿No podemos hacer nada?— Sax luchaba por contener las
lágrimas. Había ido con Erick al refugio de animales para visitar a los
perros y todavía no se había recuperado de la vista. Erick sabía que
probablemente Sax no sería y no volvería a ser él mismo. Fue desgarrador
ver a tantos animales inocentes con la marca de no adoptable debido a lo
que les habían hecho contra su voluntad. —No puedo soportar el
pensamiento de ellos siendo sacrificados cuando ellos no han hecho nada
malo.
La reunión en la casa se había derrumbado un poco para ese
momento. Todo el mundo tenía ideas sobre lo que podrían hacer, pero el
hecho era que ahora, control de animales tenía la última palabra sobre lo
que pasaba con los perros.
—¿Iván? Tú estás muy tranquilo ahora. Por favor se honesto y dinos
cómo te sientes—. Cooper estaba aprendiendo nuevas habilidades de
117
comunicación desde que observaba a Erick y Sax interactuar. Erick estaba
realmente contento de que gracias a la integración de compañeros beta en
la casa, los alfas estaba absorbiendo nuevas formas de relacionarse. Kyler
les había enseñado acerca de compartir sin expectativas y Sax parecía estar
introduciendo nuevas romas de afrontar las dificultades.
—Me siento fracasado—. La voz de Iván era baja, y mantuvo su
atención en el suelo. Su Smartphone y la cerveza estaban en sus manos,
pero él no estaba mirando ninguno de ellos.
—No lo eres— Erick quería asegurarse de que Iván entendía eso. —
Mírame— Cuando Iván encontró su mirada, Erick dijo, —Yo no soy un
fracasado. Tú no eres un fracasado. Ninguna persona que ayudo a salvar a
eso perros es un fracasado. Si no hubiéramos ido allí, habrían muerto de
una de las formas más horribles imaginables.
Iván asintió, pero él no parecía convencido.
—Háblalo. Si no, vas a tenerlo comiéndote el alma—. Erick no iba a
dejar que eso le sucediera a Iván.
—Bien. ¿Quieren saber lo que estoy pensando? Voy a averiguar
quién hizo esto. Y voy a hacerle pagar al hijo de puta.
Erick realmente se sentía un poco preocupado por Iván. Él era un
hombre apasionado y un miembro sólido del equipo, pero desde el rescate
de los perros, se había retirado y dedicado totalmente a la caza de los
autores. No es que Erick le culpara. Para nada. Para Erick nada sería mejor
que ver a las personas que estaban detrás de la operación encerradas en un
edificio en llamas. —Yo también quiero eso.
—Y yo— dijo Cooper.
—Yo también— dijo Kyler.
Cada hombre aquí quería lo mismo. Erick pensaba que Iván sabía
eso, pero oír que todo el mundo estaba de acuerdo realmente traía el
mensaje de que la casa era solidaría.
—Estoy seguro de que si necesitas cualquier cosa para ayudarte a 118
rastrear a esos cabrones, puedes contar con nosotros.
—Gracias— Iván busco con la mirada a todos. —Creo que estaba
pensando que estaba solo en esto. Gracias por dejarme saber que no lo
estoy.
Una alarma zumbo advirtiéndoles de que Risk estaba mandando a
alguien desde entrada principal.
—¿Quién demonios puede ser?— Cooper fue a ir a las escaleras,
pero Sax se adelantó antes de que él pudiera levantarse de la silla.
—Apuesto a que es Xenos— Sax se dirigió hacia la entrada.
—¿Qué hace aquí?— Erick preguntó.
—Él tiene algo que decirme sobre mi familia.
Con todo el drama, Erick se había olvidado totalmente del
comentario de Iván sobre los parientes de Sax. Cuando él miro a Iván, él
estaba mirando hacia su Smartphone. Por la intensa expresión en su cara, él
seguía persiguiendo a los organizadores de las peleas de perros.
Xenos entro, saludó a todos y preguntó por una oficina o un cuarto
donde pudiera hablar con Sax en privado.
—Está bien. Puedes decir lo que sea delante de todos. No me
importa— Sax precedió a Xenos a la sala de estar. —Se lo voy a contar a
todos de todos modos. Puedes ahorrarme una explicación.
—Bien. Seguro. Uh— Xenos se colocó en el sofá. —Creo que no
hay ningún modo de suavizar esto, así que sólo voy a explicarlo
claramente.
—Está bien—. Sax se acercó y tomo la mano de Erick.
—Tú y tu padre eran los últimos de su línea familiar. Así que ahora
que ha muerto, sólo quedas tú.
—¿Y por qué es eso raro?— Erick preguntó.
—Quién… no importa— Xenos se ruborizó un poco cuando se dio
cuenta de que le había dado parte de la información a Iván sin decírselo 119
primero a Sax. No es que realmente importara tanto. Todo el mundo iba a
descubrirlo tarde o temprano. La casa no era tan grade, y todos ellos
hablaban.
—Tus abuelos eran extremadamente ricos. También odiaban a tu
padre. Él fue expulsado de su casa cuando tenía veinte.
—Bien, por lo menos no soy la una persona con la que fue un
capullo— Sax arrojó el comentario con aire casual, pero Erick podía ver el
dolor que todavía estaba allí y probablemente siempre estaría.
—Él fue un capullo con todos. Francamente, eso es diciéndolo
suavemente. Por lo que puedo decir y esto es pura especulación de mi parte
ya que no hay ninguna prueba, tu padre mato a su hermano y a sus padres.
O más bien mando a alguien que hiciera el trabajo sucio por él.
La noticia golpeo a Sax duro porque normalmente él estaba muy
pálido pero logró volverse más blanco.
—¿Por qué les mataría?
—Por el dinero— Xenos negó con la cabeza. —Pero las cosas no
fueron como esperaba. No como el planeo. Puesto que él tenía una coartada
infalible, tu padre nunca fue declarado culpable de pos asesinatos, pero él
no sabía que sus padres habían cambiado su testamento. Todo su dinero iba
a ir a sus nietos, no a sus hijos.
—Así que los mató para nada.
—Eso es una tragedia.
—No tuve ningún primo… oh. Claro soy el único que queda.
—Y tú eres el único heredero.
Sax se mantuvo calmado, pero Erick podía ver las ruedas girando.
Ellos habían estado hablando sobre las finanzas a causa de su deseo de ir a
la universidad y Erick quería que se concentrase en sus estudios y no en
trabajar. Si tenían cuidado con su dinero, ellos podían hacerlo así, pero
ahora, sí Sax tenía el dinero de sus abuelos, las cosas serían muchísimo más
fáciles. Pero esa no era la principal preocupación de Erick.
—Siento que ellos se hayan ido— Erick apretó la mano de Sax.
120
—Yo también— Sax le dijo una noche a Erick que él se sentía
totalmente solo en el mundo. Él había estado esperando que Xenos pudiera
encontrar a alguien, cualquier pariente. Al que su padre hubiera logrado
mantener lejos de él, todo eso enfurecía a Erick de nuevo. Sintió que nunca
pudiera golpear la mierda del maltratador padre de Sax.
—Hay más—. Xenos estaba mirando hacia abajo al suelo.
—¿Más?— Sax preguntó.
—Conseguirás tu herencia en tu vigésimo primer cumpleaños.
—Eso fue hace casi tres meses.
—Fue dos días antes del robo del banco, ¿no?
Sax asintió y frunció el ceño.
—Tu padre te llevo ahí para pasar el control de los vienes a él.
—Firmé algo sobre dejarle ser… no mi abogado, pero algo por el
estilo. No podía ver los documentos. Mi padre dijo que los necesitaba
para…— Sax balbuceaba mientras todas las piezas empezaban a encajar.
—Él tenía el poder en el bolsillo cuando murió. Cuando el médico
forense enumero todas sus posesiones, dijo que estaba allí, pero no
comprendía la importancia que tenía. No hasta que comencé a investigar.
—¿Estabas abandonando el banco cuando ocurrió el robo?— Erick
simplemente asumió que estaban de pie en la cola para hablar con un
cajero.
—Tuve que firmar con testigos. Y un poder notarial— Sax lo
considero. —¿El robo fue sólo una coincidencia extraña?
—No— Xenos parecía casi verde, Erick estaba alerta ante lo que
vendría. Después de todo lo que Sax había sufrido, estaba a punto de
descubrir lo profundamente que su propio padre se hundiría para poner sus
manos en el dinero. —El atracador se estaba muriendo de cáncer. Tu padre
le pago para… para…
Cuando Xenos no pudo terminar, Erick atrajo a Sax a sus brazos. — 121
Él estaba allí para matarte.
—No— Sax parecía incapaz de aceptar este último horror de su
depravado padre.
Xenos asintió. —Lo siento, Sax. Con el poder notarial, tu padre
podría poner sus manos en el dinero que ibas a heredar y luego desaparecer
fácilmente. Para cuando alguien descubriera la historia del atracador, él
habría sido cosa del pasado.
—¿La historia del atracador?
—El atracador estaba tan enfermo que murió esta mañana. Para darle
algún crédito, hizo una confesión en el lecho de muerte de todos los
detalles. No importa mucho en este momento. Todo lo que ha hecho es
confirmar lo que habíamos averiguado.
En el lapso de cinco minutos, Sax descubrió que era rico y que su
padre era más que un bastardo abusivo era un homicida perdedor. Matando
a su propio hijo sólo para poner sus manos en el dinero, eso era algo
realmente jodido.
—Es por eso que me mantenía. No podía matarme, no hasta que yo
tuviera la edad suficiente para tener el dinero. Por eso esa noche, cuando él
estaba estrangulándome dijo que deseaba fueran dos meses más tarde.
Estuvo planeando matarme durante años.
Erick pensó que Sax iba a encerrarse en una bola y gritar, pero él lo
impresiono con su fuerza una vez más. Sax estaba molesto, y era legítimo
que se sintiera así, pero él no estaba aplastado. Durante el tiempo que
habían estado juntos, Sax había aprendido a creer en sí mismo. Él capearía
este temporal. De eso, Erick no tenía ninguna duda.
—Yo no voy a dejarle que me haga más daño a mí o a mi vida. Solo
voy a coger ese dinero y hacer algo bueno con él—. Sax se reunió con la
mirada de Erick. —La primera cosa que voy a hacer es dar a los perros un
hogar.
Erick se volvió a enamorar de él.
—Y lo siguiente que voy a hacer es casarme contigo—. Sax encontró
122
la mirada de Erick. —Sé que estabas planeando hacer alguna maravillosa
cosa romántica, pero no puedo esperar. ¿Quieres casarte conmigo?

Fin

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Créditos
Nuestro agradecimiento al Staff de

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