La ubicación histórica es Daniel 7 Apocalipsis 4 y 5
diferente Juicio investigador Recepción y entronización Lenguaje judicial Lenguaje de alabanza Los seres en el juicio Himno doxológico al están en silencio padre y al hijo se colocan tronos Los tronos están allí Hay libros, están abiertos Hay un libro sellado. Un hijo de hombre El cordero como inmolado 1. No hay lenguaje judicial. 2. Himno doxológico al padre y al hijo 3. Los seres en el juicio están en silencio 4. La ubicación histórica es diferente 5. Los tronos están allí, se colocan tronos 6. Hay un libro sellado. Los libros están abierto 7. El cordero como inmolado, el hijo del hombre 8. Un libro sellado, libros abiertos 9. En el quinto sello aún no comenzó el juicio porque claman por un juicio.
Síntesis: El héroe de guerra llega victorioso al cielo del campo de batalla
después de haber vencido al diablo, al mundo y la carne. El Padre acepta su sacrificio. El enfoque del capítulo se centra en Cristo como Redentor. Ningún Lenguaje Judicial Aunque hay una similitud entre Apocalipsis 4 y 5 y Daniel 7 también hay diferencias marcadas. Mientras que en Daniel 7 se colocan tronos para el comienzo del juicio, en Apocalipsis 4:2 los tronos sencillamente están allí. Mientras que en Daniel 7:10 se abren libros (plural), en Apocalipsis 5:1 hay solo un libro (singular) y está esta sellado. En Daniel 7 Jesús lleva el nombre de Hijo del Hombre (7:13), pero en Apocalipsis 5:6 se ve como un Cordero inmolado. El texto no se refiere a Jesús como el León de la tribu de Judá hasta que haya roto todos los sellos y abierto el libro.
Algunos eruditos de la iglesia adventista han concluido que en Apocalipsis
4 y 5 al igual que en Daniel 7, se halla una descripción del comienzo del juicio investigador en el cielo en 1844 DC. El problema con esta idea es que en Apocalipsis 4 y 5, a diferencia de Daniel 7, no hay terminología judicial.
terminología doxológica en Apocalipsis 4 se centra en Dios el Padre
como Creador y la terminología doxológica de Apocalipsis 5 se enfoca en Cristo como Redentor. El himno que exalta a Dios como juez no aparece en el libro de Apocalipsis hasta el capítulo 19:1, 2 a donde la ramera ya ha sido juzgada. En las escenas de juicio de la Biblia raras veces hallamos himnos de júbilo como aparecen en Apocalipsis 4 y 5. Mientras las escenas de juicio transpiran, los habitantes del cielo generalmente permanecen en silencio. Por ejemplo, en Daniel 7 cuando inicia el juicio y los libros se abren, los seres celestiales observan en silencio. De la misma manera, en Apocalipsis 20:11-15 mientras transpira el juicio después del milenio, hay silencio en el cielo y en la tierra. Debe tomarse en cuenta también que en Apocalipsis 5 hay solo un libro y esta sellado. Al contrario, en Daniel 7 hay varios libros que se abren en 1844 DC para el inicio del juicio celestial. El libro de Apocalipsis 5 no se abre hasta que se hayan roto todos los siete sellos y Cristo haya tomado posesión de su reino. Veremos que esto ocurrirá después del milenio cuando todos los impíos se hallen reunidos fuera de la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén. Es digno de notar que durante el quinto sello el juicio no ha comenzado aún. Sabemos esto pues los mártires debajo del altar están clamando para que se juzgue su caso y se les haga justicia. Esto significa que el juicio tiene que iniciarse en algún momento posterior a la apertura del quinto sello. Como veremos en breve, el proceso del juicio celestial no comienza hasta que hayan ocurrido las señales en el sol, la luna y las estrellas que se mencionan en Apocalipsis 6:12, 13, y estas ocurrieron en 1755, 1780 y 1833. Y la ejecución del juicio no ocurrirá hasta el capítulo 19:1, 2. En Apocalipsis 5, Juan describe a Jesús como Cordero inmolado que acaba de venir del campo de batalla y porta las heridas frescas de su crucifixión. El tiempo perfecto del verbo ‘como si hubiese sido inmolado’ se refiere a una acción que comenzó en el pasado pero cuyos resultados perduran en el momento en que Juan lo ve. “Cristo es nuestro Mediador y Sumo Sacerdote en presencia del Padre. Se reveló a Juan como el Cordero inmolado, como si hubiera estado en el mismo acto de derramar su sangre en favor del pecador.” Testimonios para la Iglesia, tomo 4, p. 388. Apocalipsis 6:16, 17 y 14:14-20 no describe a Jesús como un Cordero manso y sufriente sino como León o Hijo del Hombre que regresa para destruir a sus enemigos y para tomar posesión de su reino. Así es que Daniel 7 y Apocalipsis 4 y 5 describen dos contextos históricos distintos a donde están los mismos seres presentes.