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FUTURISMO

Serie de artículos tomados


de la revista Present Truth
del 2 de enero al 5 de junio de 1930

CONTENIDOS

1- Futurismo:
Donde comenzó, a donde lleva, pág. 2
2- Dos dispensaciones, pág. 8
3- Dos pueblos, pág. 13
4- Dos reuniones, pág. 18
5- Dos regresos, pág. 25
6- Dos venidas, pág. 33
7- Dos días de reposo, pág. 41
8- Dos semanas, pág. 49
9- Dos Anticristos, pág. 55

1
El primero de una serie de artículos que exponen las falacias
de este sistema de interpretación bíblica
Por W. J. Young

ENTRE los diversos sistemas de


interpretación profética, hay tres grandes
escuelas destacadas. Estas son: la “Escuela
Preterista”, que declara que las profecías del
libro del Apocalipsis se cumplieron en los
primeros siglos de la era cristiana; la “Escuela
Histórica”, que cree que estas profecías se
aplican desde la era apostólica hasta el final de
los tiempos; y la “Escuela Futurista”, en la que se
considera que las profecías del Apocalipsis,
especialmente desde el capítulo cuatro, se
cumplirán todavía en un futuro lejano.
Desgraciadamente, el sistema de
interpretación futurista no se ha limitado al
Apocalipsis, sino que también se ha aplicado en
gran medida a las profecías del Antiguo
Testamento, descuidando totalmente su entorno
y cumplimiento local. No es demasiado decir
que la aceptación de este sistema de
interpretación bíblica es una de las causas
principales de la triste confusión y división entre
las iglesias protestantes.

2
¿DÓNDE SE ORIGINÓ?
Inventado por el jesuita Ribera, de
Salamanca, en el siglo dieciséis, el Futurismo
tuvo su origen en la Iglesia Romana. La
veracidad de este hecho ha sido admitida por
Roma. La siguiente es una cita de Antichrist and
His Ten Kingdoms [El Anticristo y sus diez reinos],
por Albert Close, página 13a:
"El reverendo G. S. Hitchcock, doctor en
Sagrada Escritura, Roma, en su folleto, The
Beasts and The Little Horn [Las Bestias y el
Cuerno Pequeño], página 7, dice:
"La Escuela Futurista, fundada por el
jesuita Ribera en 1591, busca al Anticristo, a
Babilonia y a una Jerusalén reconstruida, al
final de la dispensación cristiana.
"La Escuela Preterista, fundada por el
jesuita Alcásar en 1614, explica el
Apocalipsis por la caída de Jerusalén, o por
la caída de la Roma pagana en el 410 d.C".
Así, de las tres grandes escuelas de
interpretación apocalíptica, dos fueron
inventadas por los jesuitas. Roma debe haber
tenido una razón.
(Un jesuita es “alguien de una orden
religiosa fundada por Ignacio de Loyola, en
1534, bajo el título de La Compañía de Jesús;
Jesuitismo: los principios y prácticas de los
3
jesuitas; astucia; engaño; prácticas engañosas
para lograr un propósito”. - Ver The King's
English Dictionary).

¿POR QUÉ EL FUTURISMO?


¿Cuáles son las razones de la existencia del
Futurismo? El Rev. Joseph Tanner, B.A., en su
libro Daniel and the Revelation [Daniel y
Apocalipsis], páginas 10, 17, dice:
"La convicción de que el Papado era el
Anticristo se apoderó tanto de las mentes de
los hombres, que Roma finalmente vio que
debía ponerse en acción e intentar
contrarrestar la identificación del Papado con
el Anticristo mediante la proposición de otros
sistemas de interpretación.
"En consecuencia, hacia el final del siglo
de la Reforma, dos de los doctores más
eruditos se impusieron la tarea, cada uno de
ellos procurando por diferentes medios lograr
el mismo fin, a saber, el de desviar las
mentes de los hombres de percibir el
cumplimiento de las profecías del Anticristo
en el sistema papal".
Y cuánto éxito ha tenido Roma es algo que
puede verse fácilmente en la división de las filas
protestantes. En la Escuela Preterista del jesuita
Alcásar, el Anticristo se ve en los primeros siglos,

4
y en la Escuela Futurista del jesuita Ribera él aún
está por venir.
“Es una cuestión de profundo pesar”,
dice el reverendo Joseph Tanner, “que
aquellos que sostienen y defienden el sistema
futurista en el presente, protestantes como
son en su mayoría, están realmente sirviendo
los intereses de Roma, y ayudando a ocultar
al Papado para que no pueda ser detectado
como el Anticristo”. - Daniel and the
Revelation [Daniel y Apocalipsis], páginas 16,
17.
“Nunca hubo un momento en la historia
de la iglesia en que esta necesitara más las
barreras que la profecía ha erigido para su
protección. Y justamente ahora, cuando
dichas barreras se necesitan con tanta
urgencia, no se encuentran por ningún lado.
Con mucho sigilo, el Futurismo se ha
introducido en la Iglesia Protestante y ha
derribado estos muros sagrados. Los
romanistas, los ritualistas y los futuristas
protestantes todos concuerdan en que las
profecías de las Escrituras no son aplicables a
la Iglesia de Roma y al Papado” -Rev. H.
Grattan Guiness en “Romanism and The
Reformation” [El Romanismo y la Reforma],
página 257.

5
“Tened por seguro”, dijo otro escritor,
“que nada sería más gratificante para
Satanás que ver los ojos del pueblo de Dios
fijos en algún punto distante, mientras que al
mismo tiempo sus pies se estuviesen
quedando fijados en una de las trampas del
papismo; y este es el efecto inevitable de lo
que se llama sistema futurista de
interpretación”.-“The last vials” [Las últimas
copas], Anónimo.
Las breves citas anteriores deberían ser
suficientes para mostrar al lector el objetivo de
Roma al fundar tanto el Preterismo como el
Futurismo, a saber, el de apartar la fija mirada
de los cristianos del verdadero Anticristo (el
sistema papal) hacia un supuesto Anticristo, ya
sea uno que ya haya existido en los primeros
siglos, o uno que aún esté por venir.

CONSECUENCIAS DE LA
INTERPRETACIÓN FUTURISTA
Los efectos de largo alcance de este sistema
falaz de interpretación se ven en la siguiente
secuencia que muestra algunos de los errores
que han surgido de él:
 La teoría de la “Edad de la Ley y la Edad de la
Gracia”;
 los judíos como pueblo terrenal de Dios y los
cristianos gentiles como su pueblo celestial;
6
 el pueblo terrenal de los judíos desechado
hasta que el pueblo celestial, la novia, la esposa
del Cordero, haya sido recogido;
 el inminente regreso del pueblo terrenal a
Palestina y el rapto secreto del pueblo celestial;
 el Sábado confinado al pueblo terrenal y “el
día del Señor” al celestial;
 el reloj del tiempo celestial de la profecía
detenido hasta que comience la septuagésima
semana de Daniel 9:27;
 el Anticristo aún por venir;
 el milenio temporal;
 el clamor de paz y seguridad;
 la venida de Elías y de un futuro período de
prueba;
 la verdad de la iglesia y la verdad del reino;
 la discriminación entre las promesas terrenales
para un pueblo terrenal y las promesas
celestiales para el pueblo celestial;
 la teoría de una vez salvo, siempre salvo.
Así, una creencia errónea siempre engendra
otra. Estas teorías se describen a menudo como
verdades dispensacionales, pero en realidad son
falacias dispensacionales. En futuras ediciones
trataremos más a fondo algunos de los errores
que resultan de la aplicación de la regla futurista.
(Continuará).



7
Segundo artículo que expone las falacias del Futurismo
Por W. J. Young

¿QUÉ es una dispensación? Una


dispensación es un tiempo durante el cual se
dispensa algo. Se necesitan por lo menos tres
cosas para hacer una dispensación. Debe haber
un dispensador; algo que dispensar; y un
receptor de aquello que se dispensa. Se puede
añadir una cuarta, a saber, un agente o medio a
través del cual el dispensador dispensa. Los
cristianos han dividido la historia bíblica en
varias dispensaciones: patriarcal, mosaica,
cristiana, etc.
En general se reconoce que con la muerte
de Jesucristo hubo un cambio de dispensación.
Pero el hecho de no reconocer qué cambio tuvo
lugar ha conducido a muchas enseñanzas
erróneas.
“La ley”, dijo Juan, “por medio de Moisés
fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por
medio de Jesucristo”. Juan 1:17. A partir de
esta escritura muchos han sacado la conclusión
de que el cambio de dispensación fue de una
era de la ley a una era de la gracia, es decir,
que desde la era de Moisés hasta el primer
8
advenimiento fue un tiempo de dispensación de
la ley, y que desde la muerte de Cristo hasta su
segundo advenimiento es un tiempo de
dispensación de la gracia. Sin embargo, el texto
no habla de edades sino de los agentes a través
de los cuales vinieron la ley, la gracia y la
verdad. La ley podía venir por medio de Moisés,
pero la gracia y la verdad sólo podían venir por
medio de Jesucristo, ya que la gracia es el poder
que trae la salvación (Tito 2:11), y la salvación
no podía venir por otro medio que no fuera
Jesucristo (Hechos 4:12).

LA DISPENSACIÓN DEL EVANGELIO


Hablar de la primera era como una
"Dispensación de la Ley" y de la segunda como
una "Dispensación de la Gracia" no es bíblico.
Esto convierte a Dios en alguien que hace
acepción de personas, lo que Él declara que
nunca hace. Estrictamente hablando, sólo hay
una dispensación del Evangelio. Esta comenzó al
principio (Gén. 3:15), porque “donde abundó
el pecado, sobreabundó la gracia”. Rom. 5:20.
“De tal manera amó Dios al mundo” (Juan
3:16), no desde hace 2.000 años, sino desde el
mismo principio. Y desde ese momento Él ha
dispensado la gracia. Jesucristo es el canal a
través del cual Él dispensa esta gracia, y el

9
hombre es el receptor. Él es el mismo ayer, hoy y
siempre.
Otro texto que a menudo es mal utilizado
es Rom. 6:14: “Porque el pecado no se
enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la
ley, sino bajo la gracia”. Un observador del
séptimo día Sábado es invariablemente
informado por el futurista que se está poniendo
bajo la ley, es decir, volviendo a Moisés. El
futurista olvida, sin embargo, que de ser cierta
esta misma afirmación podría aplicarse a cada
uno de los mandamientos. De hecho, es el
hombre que transgrede la ley el que está bajo la
ley. La gracia es el poder de Dios que evita que
el hombre infrinja la ley. Es un error decir que
los santos del Antiguo Testamento estaban bajo
la ley y que los santos del Nuevo Testamento
están bajo la gracia. Ambos estaban y están
bajo la gracia. El Dr. A. T. Pierson dijo con
mucha verdad sobre Rom. 6:14:
“Esto no significa una diferencia de
dispensaciones históricas, como si los santos
del Antiguo Testamento y los del Nuevo
Testamento fueran salvos por principios
diferentes, unos por obras y otros por fe. Es
tanto a los romanos como a los gálatas que
Pablo cita a Abraham como el padre de los
fieles: padre de todos los que son justificados
por la fe”. Rom. 4; Gal. 3.

10
EL EVANGELIO ETERNO
El Evangelio son las buenas noticias de la
salvación por medio de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo. Se llama el “Evangelio eterno”.
Apocalipsis 14:6. El Evangelio ha sido
proclamado desde la fundación del mundo,
pues Jesús es el “Cordero inmolado desde la
fundación del mundo”. Apocalipsis 13:8. El
Evangelio fue proclamado a Abraham (Gálatas
3:8), a los israelitas (Hebreos 4:2), e incluso el
gran mundo pagano queda sin excusa (Salmos
19:1-6; Romanos 10:18; 1:16-20; 2:11-16;
etc.). Jesucristo siempre ha sido el camino de la
vida. En el Antiguo Testamento el Evangelio era
el arrepentimiento hacia Dios y la fe en un
Salvador que habría de venir, y en el Nuevo
Testamento es el arrepentimiento hacia Dios y la
fe en un Salvador que ha venido. En la primera
era el Evangelio fue proclamado en los tipos y
sombras del Cristo que habría de venir y en la
segunda, en el gran sacrificio, la ofrenda
antitípica, de la cruz del Calvario del Cristo que
ha venido.
Unos pocos pasajes de las escrituras
bastarán para mostrar que la primera era fue
una era de gracia, tanto como la segunda.
“Donde abundó el pecado”, dijo Pablo,
“sobreabundó la gracia”. Rom. 5:20. Esto nos
lleva de vuelta a Adán. Entonces, también, se
declara que “Noé halló gracia ante los ojos de
11
Jehová”. Gén. 6:8. Abraham fue salvado por la
gracia. (Rom. 4:1-4). Moisés halló gracia.
(Éxodo 33:12-23). Hubo un remanente escogido
por gracia en los días de Elías. (Rom. 11:2-5).
Los ojos del Jehová siempre han contemplado
toda la tierra para mostrar su poder a favor de
la humanidad. (2 Crón. 16:9). Jehovásiempre
ha sido sol y escudo, siempredarágracia y gloria.
No quitará el bien a los que andan en integridad.
(Salmo 84:11).
Cristo ha sido levantado tanto en la sombra
(el tipo) como en la realidad (el antitipo).
Multitudes de todas las épocas y de todas las
naciones, tribus, lenguas y pueblos han sido
atraídas hacia Él. Al final, todos ellos serán
juntamente perfeccionados. (Heb. 11:40).
Querido lector, ¿has oído la voz de Jesús
llamándote a la cruz levantada para que
encuentres descanso en Él? Si no es así, todavía
hay tiempo, porque ahora es el día de salvación.
(2 Cor. 6:2). Pronto, el tiempo de gracia, o la
dispensación de la gracia que se ha obtenido
desde la entrada el pecado, se cerrará.
Apresúrate, por tanto, antes de que sea
demasiado tarde.
(Continuará).



12
Tercer artículo que expone las falacias del Futurismo
Por W. J. Young

HA habido sólo dos clases de personas en


esta tierra desde la caída de Adán, a saber, los
que nacen según la carne (el nacimiento natural)
y los que nacen según el Espíritu (el nacimiento
espiritual). Dijo Jesús: “Lo que es nacido de la
carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,
espíritu es”. Juan 3:6.
Los hijos de la carne nunca han sido, ni son,
hijos de Dios. Sólo los que nacen del Espíritu
son suyos. (Rom. 9:8; 8:1-10). Estas dos clases
pueden ser llamadas por una variedad de
nombres, tales como santo y pecador; salvado y
no salvado; judío (verdadero) y gentil, etc., pero
sin importar cómo se designen, existen solo
estas dos clases, la una en Cristo y la otra en
Adán, la una es la simiente de la mujer y la otra
la simiente del malvado. (Gen 3:15; 1 Juan
3:10-12).

OTRA CLASE
El creyente en el Futurismo, habiendo
aceptado a Roma como su guía, ha hecho otra
división a fin de armonizar con su creencia
dispensacional de dos dispensaciones separadas
13
y distintas. Esta nueva división es que los judíos
son el pueblo terrenal de Dios, y que los
cristianos gentiles son el pueblo celestial de Dios,
o la Novia, la esposa del Cordero. No hay
ninguna base válida para tal división. Es cierto
que hay muchos que profesan ser Su pueblo,
pero sus “instintos sombríos” y sus “prácticas
terrenales” desmienten su pretensión. Jesús
habló de quienes así profesan en su sermón del
monte: “No todo el que me dice: Señor, Señor,
entrará en el reino de los cielos”. Mateo 7:21-
23. (Véase también Oseas 8:2).

FIGURAS MAL APLICADAS


De las promesas hechas a Abraham de que
Dios multiplicaría su simiente como el “polvo”
(Gén. 13:16) o como las “estrellas” (Gén. 15:5;
22:17; 25:4; 28:14) muchos han sacado la
conclusión de que el “polvo” representa la
simiente terrestre y las “estrellas” el pueblo
celestial. Que esto no es cierto puede verse
fácilmente por unas pocas referencias de las
Escrituras. El llamado pueblo terrenal es, en
número, comparado con las estrellas. (Deut.
1:10; 10:22; Neh. 9:23; etc.). Pero luego el
escritor a los Hebreos utiliza la misma figura al
considerar a los hijos de la fe que murieron
antes de la cruz. (Heb. 11:13). “Estrellas”,
“polvo” o “arena” son figuras utilizadas para
14
indicar un gran número, y no para designar
diferentes clases de personas.

CASTA MODERNA
La extendida creencia de una clase de que
los judíos son el pueblo terrenal de Dios,
mientras que ellos mismos son el celestial, no es
más que una repetición, con ropaje moderno,
de las afirmaciones de los fariseos (Lucas 18:9-
14): “Dios, te doy gracias porque no soy como
„esta clase terrenal‟”. Fue este sistema de castas
y de prejuicios judíos el que Jesús vino a destruir
para que el amor de Dios fluyera libremente
hacia todos. Y nuevamente, ha sido erigido por
los supuestos seguidores de Jesús. En una
parábola (Lucas 16), Él representó a uno de los
hermanos de la casta alta de su tiempo en el
infierno, es decir, rechazado, y a los otros cinco
hermanospeligrosamente cerca de él. No hay
lugar para las castas en el plan de Dios. Él no
hace acepción de personas “porque de tal
manera amó Dios al mundo”. Ninguna persona
pensante y amante del Señor toleraría las castas
en las familias terrenales, y mucho menos en la
familia de Dios. Es muy reconfortante saber que
Su amor es infinitamente más amplio que la
medida finita de la mente del hombre.

15
LOS HIJOS ESPIRITUALES
No es cierto que Dios tenga dos clases de
hijos en su familia, una terrenal y otra celestial.
Él no hace distinción de personas. Él es
totalmente espiritual. (Juan 4:24). No engendra
seres carnales. Sus hijos son todos espirituales,
nacidos de lo alto. (Juan 3:1-6). Esto fue un
gran problema para Nicodemo. A él Jesús le
dijo: “¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes
esto?” Juan 3:10. El sistema de castas había
cegado a este maestro de Israel a la sublime
verdad del nuevo nacimiento. Los futuristas, al
igual que Nicodemo, también han sido cegados;
no comprenden que Dios tiene una sola clase de
hijos en todas las épocas. Todos los hijos de la
fe, es decir, los que han nacido de lo alto, son
suyos. Abel fue justo, pero no por las obras;
Enoc caminó con Dios; Noé llegó a ser heredero
de la justicia, que es por la fe. (Heb. 11:4-7).
Abraham fue justificado por fe. (Gal. 3:8; Rom.
4). Isaac fue nacido del Espíritu. (Gal. 4:28-29).

CRISTIANOS O PUEBLO CELESTIAL


“[N]i por ser descendientes de Abraham,
son todos hijos; sino: En Isaac te será
llamada descendencia. Esto es: No los que
son hijos según la carne son los hijos de
Dios”. Rom. 9:7, 8.

16
“Sabed, por tanto, que los que son de fe,
éstos son hijos de Abraham”. Gál. 3:7.
La verdadera mancomunidad de Israel (Efe.
2:11, 12) está conformada por los hijos de la fe
desde el principio del mundo hasta la venida de
Jesús. Estos son contados como la simiente de
Abraham. Son recogidos de todas las naciones y
de todas las épocas. Son de Cristo o cristianos
(Gálatas 3:26-29); son del único cuerpo (Éxodo
12:48; 1 Corintios 12:13; Efesios 3:7), ya sean
llamados judíos o gentiles. Estos, habiendo
nacido “no... de sangre, ni de voluntad de carne,
ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan
1:13), son los hijos de Dios, o el pueblo celestial.
Todos los demás, sean judíos o gentiles, son de
la carne y no son hijos de Dios.
Repitamos, por tanto, que sólo hay dos
clases de personas en el mundo, y sólo dos
clases: la celestial, o el pueblo de Dios de todos
los tiempos, y la terrenal, o los hijos del inicuo.
Querido lector, si aún no lo eres ¿quieres
ser miembro de la verdadera mancomunidad de
Israel? El camino es el Calvario. Acepta a Jesús
y únete a la familia celestial, porque no es
necesario que nadie perezca.
(Continuará).




17
Cuarto artículo que expone las falacias del Futurismo
Por W. J. Young

UNA vez que el creyente en el Futurismo, ha


hecho dos dispensaciones separadas y distintas
(una de la Ley y la otra de la Gracia) y, para
armonizar con esto, dos familias de Dios
separadas y distintas, una terrenal, los judíos
bajo la Ley, y la otra celestial, los cristianos
gentiles bajo la Gracia, nos informa que Dios ha
desechado a su pueblo terrenal, los judíos (por
su rechazo al Mesías) hasta que haya reunido a
los hijos celestiales, después de lo cual volverá a
reunir a sus hijos terrenales de vuelta a su reino
terrenal, mientras que los hijos celestiales
favorecidos serán exaltados para estar con Jesús,
y con Él reinarán sobre el reino terrenal y el
pueblo por la eternidad.

OTRO EVANGELIO
Para llegar a la anterior conclusión no
bíblica, los de ese moderno sistema de castas
celestiales no sólo han dividido las Escrituras,
sino que también han inventado otro Evangelio,
dejando entrever otra herencia. Sin embargo,
Pablo advierte solemnemente contra la
18
predicación de cualquier otro Evangelio que el
que él declaró. (Gal. 1:8-9).

ESCRITURAS DIVIDIDAS
Bastarán unas pocas citas, ya que todos los
escritores futuristas escriben en la misma línea.
El decano Clifton L. Fowler escribió lo siguiente
acerca de Mateo 10:7-8:
“En primer lugar, el pasaje no tiene
absolutamente nada que ver con la
predicación de esta época. Tiene que ver con
la predicación del reino cuando Jesús estaba
aquí y es predictivo de la predicación del
reino durante la Gran Tribulación
inmediatamente antes de que Él venga de
nuevo”. - "Foursquare Gospel Heresy”
[Herejía inequívoca del Evangelio], página 16.
Dice de Marcos 16:17:
“Su... error es forzar las Escrituras Judías
en la era de la iglesia. Si este pasaje de
Marcos pertenece a esta época, ¡entonces no
hay cristianos en la tierra hoy en día!”. -
Ibid, página 17.

OTRO EVANGELIO
J. H. Lowe en su libro, The Second Coming of
Our Lord [La Segunda Venida de Nuestro Señor],
escribe:
19
“El actual Evangelio de la Gracia de
Dios convierte al receptor en un santo
celestial, mientras que el receptor del
Evangelio del reino se convierte en un santo
terrenal”. - Página 145.
Nos informa que el Evangelio del reino
comenzó cuando vino Jesús, que se ha
suspendido porque Él fue rechazado; y que
desde entonces se ha predicado el Evangelio de
la gracia de Dios. Esto cesará con el rapto
secreto de los santos celestiales, después del
cual el Evangelio del reino se reanudará
nuevamente para reunir a los súbditos para el
dominio terrenal. (Ver páginas 145-147).

DOS HERENCIAS
Antes de prestar atención a la afirmación de
que Dios ha desechado a su pueblo terrenal, los
judíos, hasta que haya reunido a su pueblo
celestial, observemos las dos herencias del
pueblo terrenal y celestial.
“Además”, dice J. H. Lowe, “en este
nuevo Evangelio, Él proclama, a todos los
que lo reciban, la vida eterna, una relación
con Él como hijos amados, y una herencia
celestial junto con Cristo en la gloria eterna”.
-Ibid, página 145.

20
Por otra parte dice de los santos terrenales:
“Por lo tanto, estos santos están dotados
de inmortalidad en una constitución terrenal,
humana. Y todos estos que poseen la vida
eterna en la esfera terrenal ya no estarán
expuestos a la enfermedad y a la muerte”. -
Ibid, páginas 14, 174.
Qué triste es pensar que las tinieblas del
Futurismo han enredado de tal modo a la
cristiandad hasta el punto de llegar a tener dos
dispensaciones, dos clases de santos, dos
evangelios, dos esperanzas, dos herencias, una
celestial y otra terrenal, convirtiendo así a Dios
en alguien que hace acepción de personas y
arrojando una mancha de deshonra sobre Su
santo nombre y Su Palabra. La Biblia presenta
claramente un solo Evangelio, un solo Pastor,
una sola esperanza, una sola fe y un solo redil o
cuerpo en el que son bautizados tanto los judíos
como los gentiles. (Ef. 4:1-6). La unidad
impregna las sublimes verdades de la Palabra de
Dios. De tal manera amó al mundo entero; que
no hay acepción de personas con Él.

¿HA DESECHADO DIOS A SU PUEBLO?


Los de la Escuela Futurista dicen: “Sí”.
Obsérvese lo siguiente:
“Habiéndolos desechado Dios (a los
judíos) por un tiempo debido a su rechazo
21
del Mesías”. -J.G. Deck, “The Histories of
Jew, Gentile, and Church of God” [Las
historias de los judíos, los gentiles y la iglesia
de Dios], página 11.
“Cuando una mujer que ha sido objeto
del amor de un marido demuestra ser falsa, y
es expulsada como una paria, la tragedia no
es más que una insignificante y pequeña
ilustración de la estupenda crisis que ocurrió
cuando el Dios de Abraham desechó al
pueblo de Su elección”. - Sir Robert
Anderson, K.C.B., L.L.D. “Gift of Tongues” [El
don de lenguas], página 19.
Muchas veces Dios envió a su pueblo al
cautiverio para purgar a los rebeldes y purificar
al remanente. (Ezequiel 20:35-38, etc.). Pero en
ningún momento Dios desechó al pueblo que
conocía de antemano. La fidelidad de Dios
hacia su pueblo nunca ha fallado ni fallará, ni
alterará ni romperá el pacto que ha salido de su
boca. (Salmo 89). Sus promesas a la verdadera
simiente son tan seguras como las ordenanzas
de los cielos. (Jer. 33:19-26).
“Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia. Díganlo
los redimidos de Jehová, los que ha redimido
del poder del enemigo, y los ha congregado de
las tierras, del oriente y del occidente, del norte y
del sur”. Salmo 107:1-3. Ni una sola semilla o
22
grano de su pueblo debe caer a la tierra y
perderse. (Amós 9:9; Juan 6:39, etc.).

LOS DESECHADOS
Si Dios no desechó a su pueblo, entonces
¿a quiénes desechó? Pablo hace la pregunta:
“Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo?
En ninguna manera. Porque también yo soy
israelita, de la descendencia de Abraham, de la
tribu de Benjamín”. Rom. 11:1.
Si Dios desechara a su pueblo, entonces
Pablo habría sido desechado; pero no lo fue.
Responde a su propia pregunta: “No ha
desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes
conoció [conoció de antemano, KJV]”. Rom.11:2.
Siempre ha habido un remanente según la
elección de la gracia. (Rom. 11:5). Dios nunca
ha desechado a los tales. Ha desechado las
ramas incrédulas, pero no el árbol. Y las ramas
desechadas pueden ser injertadas de nuevo si no
permanecen en la incredulidad. (Rom. 11:17-
23). La nación judía fue rechazada (Mat. 21:33-
43) pero no el verdadero Israel de Dios, es decir,
los que buscaban la redención en Israel. (Lucas
2:38). Cuántas veces, dijo Jesús a su pueblo
profeso, “quise juntar a tus hijos, como la
gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y
no quisiste”. (Mateo 23:37-39). A todos los que
le recibieron, les dio potestad de ser hechos
23
hijos de Dios. (Juan 1:11). Estos no fueron
desechados.

LA REUNIÓN
El árbol, Israel, se compone de judíos y
gentiles. (Rom. 11:17; 1 Cor. 12:13; Efe. 3:6).
Pronto se completará el árbol y así todo Israel
(es decir, tanto los judíos como los gentiles de
todas las naciones) se salvará (Rom. 11:26), y
entonces Jesús vendrá para reunir a su pueblo.
(Mateo 24:31; Juan 11:51-52; 2 Tesalonicenses
2:1, etc). Querido lector, deseo que estés entre
aquellos que son reunidos.
(Continuará).


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24
Quinto artículo de la serie que expone las falacias del
Futurismo
Por W. J. Young

COMO en los días de Jesús (Hechos 1:6),


los judíos nacionales siguen esperando que el
Mesías restablezca el reino de Israel, y los haga
cabeza y no cola. (Deut. 28:13). Pero los judíos
modernos, como los de antaño, no conocen las
palabras de los profetas que se leen todos los
días de reposo. (Hechos 13:27). Porque cuando
vino el Mesías (Marcos 1:14) lo rechazaron y lo
mataron (1 Tesalonicenses 2:14), y así, como
nación, alcanzaron su perdición. (Mat. 21:33-
43).
Del mismo modo, el moderno pueblo
celestial de la elevada casta del Futurismo (que
también considera a los judíos como el pueblo
terrenal de Dios) espera el establecimiento del
25
reino terrenal de Dios durante la era milenaria,
junto con la restauración de Israel y el regreso
de los judíos nacionales a Palestina como un
pueblo purificado y convertido.
Unas pocas citas verificarán estas
declaraciones de creencia:
“El reino de Dios durará mil años,
durante los cuales Cristo y sus hermanos
gobernarán las naciones mortales de la
tierra”.
“El establecimiento del reino de Dios
mediante la restauración del reino de Israel,
implicará la reunión de los judíos de su
actual dispersión entre las naciones de la
tierra”.
“La ciudad de Jerusalén... se convertirá
entonces en la ciudad reina del mundo, la
residencia del Señor Jesús”. -“A Declaration
of the Truth revealed in the Bible as
distinguished from the Theology of
Christendom”[Una declaración de la verdad
revelada en la Biblia a diferencia de la
teología de la cristiandad], páginas 6, 7, 15.
“Londres, París, Nueva York, ya no serán
los centros de atracción. Serán eclipsados
por la gloria de Jerusalén... Jerusalén será el
centro de atracción de todo el mundo”. -
Wm. Grant, “What We Believe” [Lo que
creemos], página 13.
26
“Posiblemente todos estén juntos al
principio, y reconstruyan el templo y
restablezcan el antiguo culto judío, el
sacrificio diario y la oblación”. -J. G. Deck,
“The Histories of Jew, Gentile, and Church of
God” [Las historias de los judíos, los gentiles
y la iglesia de Dios], página 22.
“Así, en todas estas escrituras del
Antiguo Testamento,... siempre está la venida
del Señor, el Rey, viniendo como Señor
soberano para tomar posesión de su dominio
terrenal”. “Así que al final la nación se
convertirá, y reconocerá a su legítimo rey”.
-J. H. Lowe, “The Second Coming Of Our
Lord” [La Segunda Venida de Nuestro Señor],
páginas 13, 21.
En lo que acabamos de leer se nos informa
que los judíos serán reunidos de entre las
naciones, y el reino terrenal les será restaurado.
Construirán el templo y establecerán
nuevamente el antiguo culto y los sacrificios. La
ciudad de Jerusalén será el gran centro de
atracción, y su gloria eclipsará la de las otras
grandes ciudades. Será la residencia de Jesús,
quien, con sus hermanos, es decir, la clase
celestial, reinará sobre las naciones mortales de
la tierra. ¿Pero es esto bíblico?

27
EL REGRESO DE LOS JUDÍOS
Hay muchas predicciones en el Antiguo
Testamento sobre el regreso de los judíos como
nación a Palestina. Estas profecías, sin embargo,
fueron pronunciadas tanto antes como durante
el exilio de Babilonia y tuvieron su cumplimiento
local en el retorno del pueblo del cautiverio.
Dios lo había prometido. (Jer. 29:10). Y Él
cumplió generosamente su parte de la promesa.
(Véase Zac. 1-8). Al expirar los setenta años,
Dios suscitó un libertador especial en la persona
de Ciro. (Esdras 1:1 ; Isaías 44:28, 45:1-13,
etc.). Una vez purgados los rebeldes, tanto Israel
como Judá regresaron (Jeremías 50:4, 33); la
ciudad, el templo y el culto fueron restaurados,
como lo atestiguan Esdras, Nehemías, Hageo y
Zacarías. Pero no muchos años después de su
regreso volvieron a recaer en el mal (Neh. 13).

LA PACIENCIA DE DIOS
Dios dio a la nación 490 años de gracia
(Dan. 9:24), setenta veces siete, pero en lugar
de arrepentirse llenaron la copa de la iniquidad
(ver el testimonio de Esteban, Hechos 7:51-53),
como nación (Mat. 23:13-39; 1 Tes. 2:14-16),
hasta que no hubo remedio. Entonces la ira de
Dios vino sobre ellos hasta su máximo grado.
“Todo el día” (1.500 años o más) Dios le
había extendido su mano a esa nación (Rom.
28
10:21), pero ellos fracasaron como
mayordomos (Lc. 16:1-18), y Dios se vio
obligado a despedirlos como nación y echarlos
lejos. (Lucas 16:11-13). Cuántas veces, dijo
Jesús, quise juntar a tus hijos, como la gallina
junta sus polluelos debajo de las alas, y no
quisiste (Mateo 23:37-38; Lucas 15:28), y en
consecuencia su casa les fue dejada desierta.
Declararon no tener ningún rey sino al César.
(Juan 19:15). Con asesinato premeditado y robo
en sus corazones (Mateo 21:38-39) mataron al
Hijo de Dios y trajeron su sangre sobre sus
cabezas. (Mateo 27:25). Por lo tanto, Dios le
quitó el reino a la nación. (Ver Mateo 21:43; y
también el testimonio de Pablo, Hechos 13:46).

LA RESTAURACIÓN
¿Restablecerá Dios a los judíos nacionales
en Palestina una vez más como nación? Sí,
dicen los de la escuela del Futurismo. La Biblia,
sin embargo, dice muy categóricamente: No,
como lo revelará claramente la siguiente
evidencia:
(a) Abraham y su simiente, antes de la cruz,
nunca se limitaron a mirar solamente a Palestina
para la realización de sus esperanzas.
Confesaron que eran extranjeros y peregrinos en
la tierra (Salmo 39:12; 1 Crón. 29:15; Heb.
11:13), y que buscaban un país mejor, a saber,
29
uno celestial, con una ciudad que tuviera
fundamentos. (Heb. 11:8-16).
(b) Las promesas hechas a Abraham sólo
pueden realizarse por medio de Cristo, la
verdadera simiente. (Gal. 3:16). Estas promesas
abarcaban el mundo (Rom. 4:11), el cual debía
ser hecho de nuevo (2 Ped. 3:13; Apoc. 21:5). Y
las promesas incluían a toda la simiente (Rom.
4:9-17), es decir, a los hijos de la fe de todas las
naciones. (Gálatas 3:7, 27-29). Por consiguiente,
el cumplimiento de la promesa depende de la
resurrección y no del regreso de los judíos
carnales a Palestina. (Véase Hechos 7:5; Heb.
11:35; etc). En ese momento los hijos de la fe se
perfeccionarán todos juntos. (Heb. 11:39-40).
No habrá personas terrenales en la familia de
Dios; todas serán celestiales, es decir, los que
han nacido de lo alto en todas las edades. (Juan
3:1-6; 1:12, 13; Gálatas 4:28, 29; etc.).
(c) Las promesas no fueron hechas a la
simiente carnal de Abraham. Estos son ismaelitas
y esclavos, y no los hijos de la promesa.
(Gálatas 4:20-31; Romanos 9:7, 8). La esclava
(la Jerusalén terrenal) y su hijo (los judíos
carnales) no deben ser herederos de la mujer
libre (la Jerusalén celestial) y su hijo (los nacidos
del Espíritu). La semilla carnal y la Jerusalén
terrenal deben ser expulsadas.

30
(d) La mancomunidad de Israel se compone
tanto de los judíos como de los gentiles de todas
las épocas (Efe. 2:11-22; 3:6; Rom. 11:17; etc.).
Todas las promesas pertenecen a esta
mancomunidad y a su pueblo. (Rom. 9:1-8).

POR QUÉ FRACASARON LOS JUDÍOS


Las siguientes son algunas de las razones
por las que, los judíos según la carne,
fracasaron en su tarea divinamente asignada:
(a) Al igual que los futuristas modernos,
limitaron las promesas de Dios a un solo pueblo,
los judíos nacionales; por lo tanto, fracasaron en
su mayordomía. (Lucas 16:1-18). Abraham
debía ser el padre de muchas naciones. (Rom.
4:17). Su simiente debía esparcirse (Gén. 28:14)
y llenar la tierra. (Isa. 27:6).
(b) No se dieron cuenta de que no hay
diferencia entre el judío carnal y los gentiles.
(Rom. 3:22, 23; 10:11-13; Hechos 15:7-11;
etc).
Y una vez que fracasaron como
mayordomos, fueron destituidos de su cargo y
arrojados lejos (Lucas 16:19-31), de modo que,
como nación, no pueden cruzar el abismo
infranqueable. (Lucas 16:26). El reino de Dios
les fue quitado y entregado a otra nación.
(Mateo 21:33-43). Y no hay ninguna evidencia
en la Palabra de Dios de que se les quitará a
31
estos últimos para volvérselo a dar a los
primeros. En respuesta a la pregunta:
“¿Restaurarás el reino a Israel en este tiempo?”
(Hechos 1:6), Jesús respondió: “Me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria
y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1:8. El
Futurismo moderno ha añadido a esto: “y luego
de vuelta a Jerusalén”.

EL GRAN RETORNO
El retorno de los judíos de la antigua
Babilonia fue un tipo [un símbolo] de un retorno
mayor del pueblo de Dios (el verdadero Israel de
cada época) de la tierra del enemigo (Jer.
31:15,16), y de la moderna Babilonia (Apoc.
18:4). Pronto el gran Ciro (Jesús el Redentor)
vendrá con las llaves (Apocalipsis 1:18) para
abrir los portales del dominio de Satanás y
liberar a los cautivos. Entonces aquellos que en
todas las épocas han sido atraídos a la cruz
levantada (Juan 12:32), la elección de la gracia
de todos los tiempos, volverán a la herencia
prometida. Entonces se cumplirá la palabra de
Jesús: “Los mansos heredarán la tierra”. Deseo
que tú, querido lector, estés entre ellos.
(Continuará).




32
Sexto artículo de la serie que expone las falacias del Futurismo
Por W. J. Young

UNA vez que han inventado dos clases


diferentes de santos en la familia de Dios (es
decir, los santos celestiales y los terrenales), los
futuristas deben, para armonizar con tales clases,
tener dos venidas. Estas se designan
respectivamente como una venida y una
aparición. Como declaró E. Dennett en The
Blessed Hope [La bendita esperanza], página 83:
“La diferencia entre la venida del Señor y su
aparición es que en la primera viene por sus
santos, y en la segunda viene con sus santos”.
Se dice que estas dos venidas son
realmente dos etapas de la única venida, es
decir, una venida secreta para los santos
celestiales, y luego una aparición con estos
santos para gobernar sobre los santos terrenales.

LA TEORÍA DEL RAPTO SECRETO


Cuando aquellos que aman la verdad se
detienen a pensar y, al igual que los bereanos
de antaño, buscan para ver si esta “teoría del
rapto secreto” está en armonía con las Escrituras
(Hechos 17:11), descubrirán rápidamente que

33
da lugar a muchas dificultades desconcertantes.
Por ejemplo:
(a) ¿Cómo se le puede llamar una venida a
dos venidas? La teoría enseña que Jesús viene
en secreto por sus santos y los lleva al lugar que
Él ha preparado para ellos; luego se celebran
las bodas, y después de siete años vuelve a
reunirse con ellos. Aquí hay dos venidas distintas
y separadas, que seguramente habrían sido
descritas por separado en las Escrituras si éste
hubiera sido el plan de Dios.
(b) Si, tal como enseña la teoría, los santos
al morir van a estar con Jesúsy están con Él (con
la excepción de un pequeño remanente al final),
¿cómo se puede decir que Él viene por ellos?
(c) Si los santos, que supuestamente han ido
a estar con el Señor, fueron en condición de
espíritus, es decir, dejaron sus cuerpos en las
tumbas, ¿por qué, después de vivir cientos de
años sin tener cuerpos, habrían de quererlos de
nuevo, y por qué debería haber una resurrección
meramente de cuerpos?
(d) El remanente, es decir, los vivos que son
arrebatados en el rapto secreto, deben, por
supuesto, llevar sus cuerpos con ellos; de lo
contrario, no sería secreto, pues los que tuvieran
la desgracia de quedar descubrirían los cuerpos.
(e) Puesto que no hay un minuto de las
veinticuatro horas del día sin que cientos de
34
almas en los lugares más recónditos de la tierra
estén bien despiertas, ¿cómo es que ninguna de
ellas ve subir a los santos celestiales?
Las anteriores son sólo algunas de las
muchas perplejidades que podrían citarse, pero
bastarán para mostrar cuán antagónica es la
teoría del rapto secreto con las Escrituras.

LA BIBLIA Y LAS DOS VENIDAS


La Biblia es ciertamente muy clara en el
asunto de las dos venidas de Cristo; no hay
necesidad de confusión. Dijo el escritor a los
hebreos: “así también Cristo fue ofrecido una
sola vez para llevar los pecados de muchos; y
aparecerá por segunda vez, sin relación con el
pecado, para salvar a los que le esperan”. Heb.
9:28.
El versículo anterior es un epítome de las
dos venidas. Aquel que dijo: “Y yo, si fuere
levantado de la tierra, a todos (judíos y gentiles)
atraeré a mí mismo” (Juan 12:32), vino por
primera vez hace unos 1.900 años para llevar
los pecados de muchos (es decir, tanto de los
judíos como de los gentiles) y a los que le
esperan, sean judíos o gentiles, vendrá por
segunda vez sin relación con el pecado para
salvar.

35
LA PROMESA
La Biblia es esencialmente un libro acerca
de estas dos venidas. La historia comienza con
Génesis 3:15. Como Simiente de la mujer,
“herido fue por nuestras rebeliones”. Isa. 53:5.
Pronto vendrá por segunda vez y finalmente
destruirá a la serpiente y a su simiente. Cada
año, cuando, en el día de la expiación, el gran
sumo sacerdote salía del santuario sin pecado
para bendecir al pueblo, prefiguraba esa
segunda venida (Lev. 16). “Vendrá nuestro Dios”,
dijo el salmista. (Salmo 50:3). “Vendré otra vez”,
dijo Jesús. (Juan 14:1-3). A los asombrados
apóstoles, al ver a Jesús ascender, les llegó el
reconfortante mensaje de los ángeles: “Este
mismo Jesús... así vendrá como le habéis visto ir
al cielo”. (Hech. 1:11) ¡Sí! “A los que le esperan
se les aparecerá por segunda vez”, no una
venida y una aparición, o dos etapas de la única
venida, sino que “aparecerá por segunda vez,
sin relación con el pecado, para salvar a los que
le esperan”. Heb. 9:28. Finalmente, en el último
capítulo de las Escrituras se nos hace tres veces
la promesa: “vengo pronto”. Y “amén, sí, ven,
Señor Jesús”, es la respuesta de la iglesia que
espera. (Apocalipsis 22:20).

36
¿CÓMO VENDRÁ JESÚS?
En secreto, responden los rapturistas
secretos. En forma abierta y visible, dicen las
Escrituras. En el día de la expiación en el antiguo
servicio del santuario, después de que los
pecados del pueblo habían sido borrados, el
gran sumo sacerdote aparecía sin pecado para
bendecir al pueblo (un tipo de la venida de Jesús,
el gran Sumo Sacerdote, sin pecado). Venía
abiertamente, no en secreto. Toda la gente en el
campamento, tanto israelitas como extranjeros,
podían verlo salir y los que no participaban en el
servicio eran cortados. Del mismo modo, en el
gran día de la expiación, cuando los pecados
confesados del pueblo de Dios hayan sido
borrados para siempre por Jesús, el gran Sumo
Sacerdote, aparecerá sin pecado para salvación.
Y vendrá abiertamente, no en secreto. Todos,
tanto judíos como gentiles, lo verán venir.
(Apocalipsis 1:7; Mateo 24:30). Entonces, para
todos los que no hayan confesado sus pecados
será para siempre demasiado tarde; y serán
“cortados”. (Ver Lev. 16; Heb. 9).
Jesús vendrá no sólo visiblemente sino
también audiblemente. “Vendrá nuestro Dios, y
no callará”, dice el salmista. (Sal. 50:3). “Porque
el Señor mismo con voz de mando [“with a
shout”, KJV, literalmente, “con un grito”], con
voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
37
resucitarán primero”, es el testimonio inspirado
de Pablo. (1 Tes. 4:16).
Él vendrá con los ángeles celestiales, o sus
santos (Mateo 16:27; 1 Tesalonicenses 3:13),
en obediencia a la voluntad de su Padre
(Hechos 3:20), y enviará a sus ángeles, con un
gran sonido de trompeta, para reunir a sus
elegidos (Mateo 24:31), es decir, a aquellos, ya
sean judíos o gentiles, que hayan hecho con Él
pacto con sacrificio. (Salmo 50:5). Él vendrá a
transformar estos cuerpos corruptibles (Fil. 3:20,
21) y a completar la gran obra de la redención.
(Job 19:25-27; Lucas 21:28). Vendrá a cumplir
su propia promesa y predicción. (Juan 14:1-3) y
a tomar para sí su propio trono y reino, y a
reinar sobre su pueblo por siempre. (Ezequiel
21:25-27; Daniel 7:13, 14; Apocalipsis 1:15).

EL EFECTO DE SU VENIDA
Sobre los justos. - En los días anteriores al
diluvio, Noé preparó un arca para salvación de
su casa. (Heb. 11:7; Gén. 7:1; 1 Pedro 3:20).
Así también, en los días de la venida del gran
Noé (el Señor Jesús) su pueblo será arrebatado
para encontrarse con él en el aire y será llevado
al arca de seguridad preparada para ellos. (1
Tes. 4:16-18; Juan 14:1-3, etc).
Sobre los impíos. - En los días de Noé, los
impíos fueron destruidos por el diluvio, y del
38
mismo modo, en los días de la venida del Hijo
del Hombre, los impíos morirán por el
resplandor de su venida.
“Como fue en los días de Noé, así también
será en los días del Hijo del Hombre. Comían,
bebían, se casaban y se daban en casamiento,
hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino
el diluvio y los destruyó a todos... Así será el día
en que el Hijo del Hombre se manifieste”. Lucas
17:26-30.
La descripción anterior no necesita
comentarios. No permite que haya ningún lugar
para el rapto secreto.
Es cierto que la venida de Cristo será como
un ladrón en la noche, pero sólo en el sentido
de que será totalmente inesperada para la gran
mayoría. Para aquellos que lo están buscando,
será en verdad un rapto glorioso, aunque no
secreto. Para los que no lo buscan, significará
una destrucción repentina. (Mateo 24: 42-51;
Lucas 12:31-40; 1 Tesalonicenses 5:1-4, etc).

CINCO CLASES
Los habitantes de la tierra pueden ser
divididos en cinco clases según su actitud hacia
la venida del Señor: (a) los que no saben que Él
viene otra vez; (b) el burlador que ridiculiza la
segunda venida (2 Pedro 3:3, 4); (c) el rapturista
secreto, que ha confundido las mentes de los
39
cristianos haciendo dos venidas de una; (d) el
siervo infiel que dice: “Mi Señor tarda en venir”.
(Mat. 24:48-51); (e) el siervo leal, que, en
respuesta a la promesa de su Maestro,
“Ciertamente vengo en breve”, clama desde lo
más profundo de su alma, “Amén, sí, ven, Señor
Jesús”. (Apocalipsis 22:20). Que tú, querido
lector, te encuentres entre la clase que anhela
que Jesús venga a poner fin al pecado, al dolor,
al sufrimiento y a la muerte.
(Continuará).




40
¿Falsificado o auténtico?
Séptimo artículo sobre las falacias del Futurismo
Por W. J. Young

EL propósito de Satanás siempre ha sido


falsificar la verdad, y esto especialmente en el
ámbito religioso. Su éxito resulta demasiado
evidente en las filas divididas de la cristiandad,
donde lo falsificado parece aproximarse tanto a
lo genuino que es muy difícil detectar su falso
carácter. En una época así, si queremos conocer
la verdad, debemos emular el ejemplo de los
bereanos de antaño (Hechos 17:10-11) y, al
igual que Pablo, examinarlo todo; retener lo
bueno. 1 Tes. 5:21.
En el presente artículo, es nuestro propósito
aplicar esta prueba a la enseñanza del
Futurismo con respecto al día de descanso
semanal.
En su Sistematic Theology [Teología
Sistemática] el Dr. Strong ataca las enseñanzas
de los llamados Hermanos de Plymouth. En
respuesta a dicho ataque, H. A,. Ironsides dice:
“El día del Señor no es el Sábado
[Sabbath]1. Si lo es, que el Dr. Strong
presente la escritura que lo dice. El Sábado
41
era el séptimo día. El día del Señor es el
primer día de la semana. El Sábado fue dado
a un pueblo terrenal, y su observancia fue
prescrita bajo las más severas penas por
desobediencia. El día del Señor es guardado
por un pueblo celestial, sin requisitos legales
ni sanciones. El Sábado era para Israel; el
día del Señor para la iglesia”. - “The
Teaching of the so-called Plymouth Brethren:
Is it Scriptural?” [La enseñanza de los
llamados Hermanos de Plymouth: ¿es
bíblica?], página 13.
A lo anterior podemos añadir dos citas más
que completarán una visión general de la
enseñanza futurista sobre este tema.
“El judaísmo y su observancia del
Sábado es, por lo tanto, dejado de lado
hasta aquel día en que aclamen a su Mesías
como su Rey”. -“The Seventh-Day Adventists
and the Sabbath” [Los adventistas del séptimo
día y el Sábado], por Wm. Easton, páginas
12, 13.
“Para mí está claro que el Sábado del
séptimo día se observará de nuevo en la
tierra, cuando los judíos sean restaurados”.
- “What was the Sabbath?” [¿Qué era el
Sábado?], por G. Stanley, página 4.
En las breves citas anteriores, se nos
informa categóricamente que hay dos días de
42
descanso: uno, el Sábado del séptimo día, dado
a un pueblo terrenal (Israel) y, su observancia,
prescrita bajo las más severas penas por
desobediencia; y el otro, el “día del Señor”2, o
domingo, guardado por un pueblo celestial sin
requisitos legales ni penas. Además, se nos
informa que el séptimo día Sábado del pueblo
terrenal ha sido dejado de lado por un tiempo
porque Israel rechazó y crucificó a su Rey, pero
que será restaurado y guardado por el pueblo
terrenal después de que la clase celestial haya
sido arrebatada en el supuesto rapto secreto y
los judíos hayan sido restablecidos en su tierra.
Antes de considerar el séptimo día de
reposo del llamado pueblo terrenal, examinemos
brevemente el “día del Señor” del llamado
pueblo celestial.

UN FALSO DÍA DE DESCANSO


“El día del Señor no es el Sábado... El día
del Señor es el primer día de la semana” (la
cursiva es mía), dice H. A. Ironsides.
Naturalmente, esta honesta confesión da lugar a
la pregunta: ¿Qué día del Señor guarda el
pueblo celestial?
El diccionario Webster dice del primer día
de la semana: “Domingo3, llamado así porque
este día estaba antiguamente dedicado al sol, o
a su adoración”. Por lo tanto, domingo, día de
43
Baal, y día del Señor son términos sinónimos4. El
día fue tomado por los primeros padres del
calendario pagano. Era bien conocido por ellos
como el Dies Dominica, es decir, “el día del
Señor”, un día en honor al sol o a Baal. La
siguiente cita es interesante en este sentido:
“El primer día lo llamaban Dies
Dominicus, o Dominica, el „día del Señor‟,
refiriéndose al „Señor Sol‟, ya que el sol
siempre fue llamado Dominus Sol, el „Señor
Sol‟. Así, los persas llamaban a su Dios Mitra
(el sol), „el Señor Mitra‟...
"Porfirio, en una oración al sol, lo llama
Dominus Sol; y, en forma abreviada, todas
las naciones orientales daban al sol el título
de Señor, o Maestro. Aunque los romanos
llamaban al primer día de la semana el día
del Señor Sol, o brevemente Dies Dominica,
„el día del Señor‟, y se limitaban a llamar a
los demás por los simples nombres de los
planetas a los que estaban dedicados.
Así, llamaban al:
"1er día, Dies Dominica, el día del Señor
Sol.
"2º día, Dies Lunae, el día de la Luna.
"3º día, Dies Martis, el día de Marte.
"4º día, Dies Mercurii, el día de Mercurio.
"5º día, Dies Jovis, el día de Júpiter.
44
"6º día, Dies Veneris, el día de Venus.
"7º día, Dies Saturnii, el día de Saturno."
- “Bunyan's Sabbatic Blunders” [Erores
sabáticos de Bunyan], por Lancelot Holland,
página 137.
El Dr. Edward T. Hiscox, autor de The
Baptist Manual [El manual bautista], dijo:
“Por supuesto, sé muy bien que el
domingo se utilizó en la historia cristiana
primitiva como día religioso, como llegamos
a saber por los padres cristianos y por otras
fuentes. Pero ¡qué pena que venga marcado
con la marca del paganismo, y bautizado
con el nombre del dios del sol, luego
adoptado y sancionado por la apostasía
papal; y legado como una herencia sagrada
al protestantismo!”.
En respuesta a nuestra pregunta, ¿El día de
qué Señor es el domingo? debería estar muy
claro para aquellos que desean la verdad que el
domingo es un falso día del Señor y no el
genuino día del Señor.

DOS DÍAS DE DESCANSO Y EL FUTURISMO


El creyente en el Futurismo, habiendo
dividido a los santos en dos bandos, es decir, los
judíos o el pueblo terrenal y los cristianos o el
pueblo celestial, debe, para armonizar con el
mismo, tener dos días de descanso, uno para el
45
pueblo terrenal y otro para el celestial. De ahí
que el llamado pueblo celestial, habiendo
dejado de lado el Sábado bíblico, haya
adoptado el día que fue engendrado en el
vientre del paganismo y amamantado en el seno
del papismo, y lo haya cubierto con un halo de
gloria celestial. Qué extraño que lo que
pertenece a las filas del paganismo, haya sido
elevado a una posición celestial y lo que
pertenece a lo celestial haya sido relegado a
una terrenal.

EL GENUINO DÍA DEL SEÑOR


Habiendo estudiado brevemente el origen
del domingo, el “día del Señor” del paganismo,
tratemos de encontrar el genuino día del Señor,
no en las páginas mohosas de la controversia
religiosa o en el lodazal del paganismo, sino en
la Palabra de Dios pura y sin adulteración.
En el principio, después de seis días de
trabajo creativo, Dios descansó. (Génesis 2:1-3).
No descansó por agotamiento (Isaías 40:28),
sino para dar ejemplo a la humanidad tanto con
el trabajo como con el descanso. Hay una
prueba clara y convincente en la Palabra de que
este Sábado de la creación, es decir, el día del
descanso de Dios, es el auténtico día del Señor.
Jesús dijo de este día que fue hecho para el
hombre. (Marcos 2:27). Hombre es un término
46
genérico que comprende la raza humana. Dios
hizo el Sábado y lo dio como un regalo al
hombre. Los de la escuela del Futurismo,
habiendo rechazado este regalo, han aceptado
un día pagano en su lugar. Observe las
siguientes Escrituras que establecen el Sábado
como el día del Señor:
“Mañana es el santo Sábado, el reposo
de Jehová” [RV1909]. Éxodo 16:23.
“Mas el séptimo día es reposo [el
Sábado] para Jehová tu Dios...”. Éxodo
20:10; Deut. 5:14.
“Con todo eso vosotros guardaréis mis
Sábados” [RV1909]. Éxodo 31:13.
“Y notificásteles el Sábado tuyo santo...”
[RV1909] “Y les diste a conocer tu santo
Sábado” [KJV]. Neh. 9:14.
“Si retrajeres del día de reposo tu pie, de
hacer tu voluntad en mi día santo, y lo
llamares delicia, santo, glorioso de Jehová...”
Isa. 58:13. Se notará que debemos llamar al
Sábado “delicia, glorioso de Jehová”.
Muchos se deleitan en llamarlo judío. Pero es
mucho más seguro pensar en los
pensamientos de Dios según Él que pensar
en los pensamientos de los hombres.
“Porque Señor es [aún] del Sábado el
Hijo del hombre”. Mateo 12:8. La palabra
“aún” entre corchetes es una palabra
47
añadida. “Así que el Hijo del Hombre es
Señor aun del Sábado”. Marcos 2:28.
Juan dice: “Yo estaba en el Espíritu en el
día del Señor”. Apocalipsis 1:10.
Estas escrituras, tanto del Antiguo como del
Nuevo Testamento, deberían ser suficientes para
convencer a quienes buscan la verdad de que el
único día del Señor que la Biblia reconoce es el
séptimo día de reposo, es decir, el día del Señor
Jehová. El primer día es el día del Señor Baal, el
falso día del Señor. Jesucristo guardó el día del
Señor Jehová. Y nos ha dejado un ejemplo para
que sigamos sus pasos, pues “El que dice que
permanece en él, debe andar como él anduvo”.
1 Juan 2:6.
Por lo tanto, deseo que pronto rechaces el
día de reposo espurio y te regocijes, con un
número cada vez mayor de fieles, en el genuino
Sábado de Dios.

(Continuará).

NOTAS DE TRADUCCIÓN:
1
En inglés existen dos palabras que nosotros en español
traducimos como sábado: “Saturday” y “Sabbath”:
- “Saturday” señala al día de la semana que viene luego del
viernes y antes del domingo y que en el calendario es el séptimo
día.
- “Sabbath” se refiere al reposo en el sentido religioso.
Algunos protestantes, como los descritos en este texto, dicen que
el Sabbath ya no está en vigencia y que es solo para los judíos
48
mientras que otros protestantes prefieren decir que este concepto
se aplica al domingo y le llaman sábado cristiano [Christian
Sabbath], cambiando así el significado de la palabra “sábado”.
La palabra “sábado” en la biblia, cuando habla del día semanal,
siempre lo hace refiriéndose al día después del viernes y antes del
domingo.
A fin de diferenciar ambos términos (ya que en español ambos se
traducen como “sábado”) colocaremos sábado (Saturday) en
minúscula y Sábado (Sabbath) en mayúscula.

2
En el mundo de las iglesias protestantes que guardan el
domingo también se utiliza la expresión “día del Señor” para
referirse al domingo. Como podemos ver, el autor de este texto
demuestra justamente que quienes guardan el domingo adoran
(quizá sin saberlo) al señor Baal y no al Señor Jesús.

3
En inglés “Sunday” significa literalmente “día del sol”.

4
Pues Baal significa “señor”.




49
EL TIEMPO DE DIOS FRENTE AL TIEMPO DEL
HOMBRE
Octavo artículo de la serie que expone Las falacias del
Futurismo
Por W. J. Young

“CONOCIDAS son a Dios desde el siglo


todas sus obras”. Hechos 15:18 [RV1909]. A
diferencia del hombre, Dios es un Dios de orden,
no de confusión. “[Su] obra es perfecta”, y sus
tiempos son exactos. Los cuerpos celestes, que se
mueven por el espacio sin ninguna variación,
todos dan testimonio de la perfección infinita de
Dios, tanto en el orden como en el tiempo.
“Ciertamente se hará de la manera que lo he
pensado”, dijo el Señor, “y será confirmado como
lo he determinado”. Isa. 14:24. “[Q]ue anuncio lo
por venir desde el principio, y desde la antigüedad
lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo
permanecerá, y haré todo lo que quiero”. Isa.
46:10 (también 48:3-7).
Dios hace según su voluntad; y no hay quien
detenga su mano. (Dan. 4:35). Él obrará y nadie
podrá hacerlo retroceder. (Isa. 14:27; 43:13, nota
marginal KJV).

50
LA PROFECÍA Y SU CUMPLIMIENTO
El cumplimiento exacto de las profecías es
una evidencia muy fuerte de la omnisciencia de
Dios. Él nunca se equivoca, y sus cálculos son
infinitamente perfectos.
Uno o dos ejemplos bastarán para ilustrar
esto. A Abraham, con respecto a su simiente,
Dios le dijo: “Ten por cierto que tu descendencia
morará en tierra ajena...Y en la cuarta
generación volverán acá”. Gén. 15:13, 16. A
pesar de que todo el poderío de Egipto estaba
dispuesto en contra del cumplimiento de esta
promesa, así como la infidelidad de su propio
profeso pueblo, Dios los liberó a tiempo.
(Hechos 7:17; Éxodo 12:40-42).
“...[Y] servirán estas naciones al rey de
Babilonia setenta años”. “Porque así dijo Jehová:
Cuando en Babilonia se cumplan los setenta
años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros
mi buena palabra, para haceros volver a este
lugar”. Jer. 25:11; 29:10. Aunque no había
ningún hombre entre su propio profeso pueblo
que se levantara como libertador (Isa. 50:2),
Dios levantó a Ciro, un rey pagano, y liberó
triunfalmente a Israel en el momento indicado.
(Véase Isa. 45:1-13; Zac. 1, etc).

51
SETENTA SEMANAS
Una y otra vez Dios había liberado a su
pueblo de las manos de sus enemigos, pero
ellos se rebelaban continuamente contra Él. Así
que, finalmente, les dio un último período de
prueba de “setenta semanas” proféticas, o
cuatrocientos noventa años literales. (Dan. 9:24).
Las setenta semanas se dividieron en tres
períodos distintos: “siete semanas”, “sesenta y
dos semanas” y “una semana”. (Dan. 9:25-27).
No necesitamos dedicar mucho espacio a
las “siete semanas” y a las “sesenta y dos
semanas”. Nuestros amigos futuristas están
todos de acuerdo en que estas sesenta y nueve
semanas se extendieron desde el regreso de los
cautivos de Babilonia hasta los días de Jesús,
aunque hay cierta confusión entre ellos en
cuanto a cuándo comenzaron las semanas y el
tiempo exacto de su finalización.

LA SEMANA ÚNICA
Naturalmente, se esperaría que la semana
única, o la última semana de las setenta,
siguiera a la sexagésimo novena semana,
comenzando con el bautismo y la unción de
Jesús.La crucifixión en medio de la semana
cumpliría entonces con la predicción del cese
del sacrificio y de la oblación, y la semana
52
terminaría con el apedreamiento de Esteban
(Hechos 7), el rechazo de los judíos como
nación y el envío del Evangelio a los gentiles
(Hechos 8:4).
La Escuela del Futurismo, sin embargo,
declara que después del cierre de la sexagésima
novena semana Dios dejó de contar el tiempo
hasta que el llamado pueblo celestial haya sido
recogido en el supuesto rapto secreto. Entonces,
dicen, Él comenzará a contar la “semana única”
restante.
J. G. Deck en The Histories of Jew, Gentile,
and Church of God [Las historias de los judíos,
los gentiles y la iglesia de Dios], dice:
“El tercer período, la última semana,
todavía espera su realización. El intervalo
entre los dos últimos períodos, que ya dura
más de 1.800 años, es un espacio profético
en blanco en la historia de Israel, ya que Dios
los ha desechado por el momento debido a
su rechazo del Mesías”. “El cómputo del
tiempo de Israel se ha detenido por el
momento, pues Dios no cuenta el tiempo
cuando Israel no es reconocido por Él”.
Páginas 11, 18.
Un cuadro profético futurista habla así de
nuestro tiempo:
“El período actual del rechazo de Israel
no se cuenta en las setenta semanas”. -
53
“The Prophecy of the Seventy Weeks of
Daniel and its Fulfilment,” [La profecía de las
setenta semanas de Daniel y su
cumplimiento], cuadro entre las páginas 8 y 9.
Y Arthur E. Ware dice del futuro inmediato:
“Es la „Septuagésima Semana‟ de Daniel
9 la que ahora está a punto de abrirse para
Israel; la semana cancelada de hace
diecinueve siglos está siendo incorporada
una vez más en la agenda divina”. -“The
Hour of Translation” [La hora de la traslación],
página 49.
Al leer las citas anteriores, uno
naturalmente se preguntaría ¿en qué parte de la
Palabra se nos informa que Dios ha desechado
al verdadero Israel? De hecho, se nos dice
categóricamente que él no ha desechado a su
pueblo Israel. (Rom. 11:1, 2). Además ¿dónde
se dice que Dios ha dejado de contar el tiempo?
¿No es extraño que Gabriel no diga nada al
respecto? El hecho es que los futuristas han
inventado otro Evangelio.

OTRO EVANGELIO
J. H. Lowe en su libro, The Second Coming of
Our Lord [La Segunda Venida de Nuestro Señor],
escribe :
“El presente Evangelio de la gracia de Dios
convierte al receptor en un santo celestial,
54
mientras que el receptor del Evangelio del reino se
convierte en un santo terrenal” -página 145.
A partir de esta creencia en dos Evangelios
han surgido toda una serie de teorías erróneas,
entre las cuales se encuentra la doctrina de que el
reloj celestial de la profecía se ha detenido, o, en
otras palabras, que Dios ha dejado de contar el
tiempo desde que las sesenta y nueve semanas
terminaron en los días de Jesús, y que no volverá
a contar el tiempo hasta que la iglesia haya sido
arrebatada en el supuesto rapto secreto.
“Setenta semanas”, dijo Gabriel a Daniel.
(Dan. 9:24). La voz de la historia respondió a las
palabras proféticas y las setenta semanas
terminaron apenas tres años y medio después de
la muerte de Jesús. Lo que Dios ha unido que
nadie procure separarlo, porque cuando dijo
“setenta semanas”, ni más ni menos, Él dijo lo que
quiso decir, y quiso decir, justamente, lo que dijo.
Por lo tanto, escuchemos su Palabra y rechacemos
para siempre las suposiciones y locuras del
sistema futurista de interpretación de las profecías,
que conduce a una confusión total e inextricable.
(Continuará).




55
Noveno y último artículo de la serie que expone Las falacias del
Futurismo
Por W. J. Young

HOY en día existe mucha confusión sobre el


Anticristo en las dos escuelas erróneas de
interpretación bíblica, el Preterismo y el Futurismo,
fundadas respectivamente por los jesuitas Alcásar
y Ribera. Los preteristas creen que apareció en
algún momento de los cuatro primeros siglos, y los
futuristas esperan que aún ha de venir. El
reverendo G. S. Hitchcock, doctor en Sagradas
Escrituras, Roma, en su folleto The Beasts and the
Little Horn [Las bestias y el cuerno pequeño],
página 7, dice:
“La Escuela Futurista, fundada por el jesuita
Ribera en 1591, busca al Anticristo, a Babilonia
y a un templo reconstruido en Jerusalén al final
de la dispensación cristiana”.
“La Escuela Preterista, fundada por el
jesuita Alcásar en 1614, explica el Apocalipsis
por la caída de Jerusalén, o por la caída de la
Roma pagana, 410 d.C”.
La razón principal para la invención de estos
dos sistemas de interpretación bíblica fue desviar
las mentes de las personas de Roma, el verdadero
Anticristo. Roma no podía aplastar el
56
protestantismo, pero podía, a través de las
instrucciones secretas dadas a los jesuitas,
corromper sus enseñanzas. (Ver Rome‟s Tactics
[Tácticas de Roma], páginas 6-12).
El estado de división en el que se encuentra el
protestantismo es una evidencia permanente de su
éxito. Un escritor dice:
“Es una cuestión de profundo pesar que
aquellos que sostienen y defienden el sistema
futurista en el presente, protestantes como son
en su mayoría, están realmente sirviendo los
intereses de Roma, y ayudando a ocultar al
Papado para que no pueda ser detectado como
el Anticristo. Muy bien se ha dicho que „el
Futurismo tiende a borrar la marca puesta por el
Espíritu Santo sobre el Papado‟”. -“Daniel and
the Revelation” [Daniel y el Apocalipsis], por el
reverendo Joseph Tanner, B.A., páginas 16, 17.
Otro autor escribe:
"El hecho de dividir al pueblo de Dios
creando escuelas de interpretación opuestas ha
sido un golpe maestro del adversario para traer
confusión; y en la medida en que interponemos
nuestras voluntades al sostener nuestros puntos
de vista, ya sean falsos o verdaderos, nos
convertimos en ayudantes de su obra maligna" -
“The Hour of Translation” [La hora de la
traslación], por Arthur E. Ware, página 16.

57
EL ANTICRISTO DEL FUTURISMO
Al escribir sobre las dos bestias de
Apocalipsis 13, el reverendo F. J. Horsefield,
D.D. (canónigo honorario de Bristol) dice:
“Ahora se puede cuestionar cuál de
estas dos bestias (la primera o la segunda)
debe ser considerada como el Anticristo, o si
representan la misma personalidad en forma
dúplex.... Las opiniones difieren mucho en
cuanto a esto”.-“Antichrist and His Coming
Overthrow” [El Anticristo y su próximo
derrocamiento], página 10.
Otras dos citas de la misma fuente pueden
interesar a nuestros lectores:
“Quizás es posible continuar
describiéndolo, gracias a la notable
expresión de Apocalipsis 17:8: „la bestia que
has visto, era y no es...; y los moradores de
la tierra... se maravillarán... viendo a la
bestia que era y no es, y será‟, parece indicar
que el Anticristo será un espíritu perdido
unido a un cuerpo humano revivido”. -
Página 18.
“Una sugerencia asombrosa goza de
amplia aprobación en algunos sectores, y es
que Judas Iscariote será resucitado de entre
los muertos para ser el agente del diablo, y
será el Anticristo”. -Página 20.

58
Otro escritor dice:
“El Anticristo se levanta como la séptima
cabeza del imperio. Es asesinado al final de
la primera mitad de la semana, pero es
resucitado de entre los muertos y se convierte
en el verdadero Anticristo, la octava cabeza”.
-“The Hour of Translation” [La Hora de la
Traslación], por Arthur E. Ware, página 78.
Algunos futuristas dicen que el Anticristo
será un judío; otros dicen que no será ni un
judío ni un romano. Algunos comienzan a
preguntarse si Mussolini no será el que viene. El
reverendo F. W. Pitt, en una reunión del
Movimiento del Testimonio del Adviento en el
Kingsway Hall, hizo las siguientes observaciones
sobre esta sugerencia:
“Se les preguntó muy a menudo en esa sala
y en otros lugares si Mussolini era el „príncipe
venidero‟, el emperador mundial, que tendría su
sede en Roma. Se veían obligados a decir que
no lo sabían, pero él creía que ellos podían
añadir con confianza que, si no era él mismo, le
estaba manteniendo tibio el lugar hasta que
pudiera desarrollarse, tan pronto como esto
fuese posible”.
Dijo además: “Él [Mussolini] también había
hecho una alianza con el Papa. Eso les
recordaba el libro del Apocalipsis, en el que
veían a la mujer escarlata montada en la bestia
59
escarlata, la bestia llevaba a la mujer a donde
ella quería llevarla. Sin duda, Mussolini llevaría
al Papa a donde él quisiera llevarlo. Mussolini
había desafiado a Dios; exactamente lo que
haría el hombre que viniera a oponerse a todo
lo que se llamaba Dios; justo lo que iba a hacer
la bestia de Apocalipsis 13”. -“Life of Faith”
[Vida de fe], página 640, 1927.
En las brevísimas citas anteriores se nos
informa que el Anticristo puede ser tanto la
primera bestia como la segunda bestia de
Apocalipsis 13, o que puede ser ambas cosas
combinadas. Parece ser un espíritu perdido
unido a un cuerpo humano revivido. Puede ser
un judío o puede no serlo. Puede ser Judas
Iscariote resucitado de entre los muertos, o
puede ser Mussolini, o uno de sus sucesores.
Todos están de acuerdo en que el Anticristo será
un rey ateo o infiel, que se manifestará durante
la semana número setenta, cuando comenzará
toda la angustia, de la cual, sin embargo, los
futuristas habrán sido llevados para estar con el
Señor en la gloria hasta que cese la angustia.
Entonces volverán y reinarán sobre el pueblo
terrenal por la eternidad.

EL ANTICRISTO DE LA PROFECÍA
El Anticristo de las Escrituras, sin embargo,
no es el Anticristo fantasma o imaginario del
60
Preterismo o del Futurismo. Si nuestros amigos
los futuristas hubieran vivido en los días del
gobierno despótico de Roma durante la Edad
Media, no habrían tenido ninguna dificultad en
detectar al verdadero Anticristo. Daniel, Pablo y
Juan predijeron su aparición. Y los mártires, los
primeros padres y los reformadores, tenían muy
claro que estas predicciones se cumplían en el
Papado.
Los primeros padres declararon que la
Roma pagana era el “impedimento” o el
obstáculo para la plena manifestación del
hombre de pecado (2 Tesalonicenses 2), y
predijeron que la ruptura de Roma en diez reinos
sería justo antes de la aparición del Anticristo.
El primer sermón de John Knox en Escocia
fue sobre el cuerno pequeño de Daniel 7, que él
que dijo que era el hombre de pecado, el
Anticristo, o el Papado.
La Confesión de Fe de Westminster
[Westminster Confession of Faith], página 87,
dice muy categóricamente:
“No hay otra cabeza de la iglesia sino el
Señor Jesucristo; ni puede el Papa de Roma en
ningún sentido ser cabeza de ella; sino que es
ese Anticristo, ese hombre de pecado, el hijo de
perdición, que se exalta en la iglesia contra
Cristo, y todo lo que se llama Dios”.

61
Si esta afirmación es cierta, entonces Roma
se autocondena, pues varios de sus escritores
han declarado que o bien ella es la
representante de Cristo o bien lo es del Anticristo.
Así el Cardenal Manning en su obra “Caesarism
and Ultramontanism” [Cesarismo y
Ultramontanismo] (1874, página 36), dice: “Es
Cristo o Anticristo”. El Cardenal Newman, en su
ensayo sobre el Desarrollo de la Doctrina
Cristiana [Development of Christian Doctrine]
(página 73), dice: “O bien Roma es la columna
y el fundamento de la verdad o es el Anticristo”.
Y en el número de febrero de 1914 del Órgano
de la “Cofradía de Nuestra Señora del Rescate”
[Guild of Our Lady of Ransom], editado por el
Padre Philip Fletcher, se encuentra la afirmación:
“El Vicario de Cristo o el Anticristo... Si el papa
no es el vicario de Cristo, debe ser el Anticristo;
no hay punto intermedio”.

EL ANTICRISTO
“Anticritsto” es un término compuesto
conformado por dos palabras: “Anti” y “Cristo”.
Un escritor afirma:
“La preposición „anti‟ se usa
comúnmente para designar un substituto
(tanto en la literatura clásica como en las
Sagradas Escrituras). Por ejemplo, antibasileo,
aquel que es el locum tenens (el que ocupa el
62
lugar) del rey, o como ahora le diríamos
„virrey‟, „anti‟ tiene en este caso la fuerza del
término español „vi‟ o „vice‟. Aquel que
ocupaba el lugar de un cónsul era
anthupatos, procónsul. Aquel que tomaba el
lugar de un huésped ausente en una fiesta
era llamado antideipnos. La preposición se
utiliza en este sentido de gran substituto de Él
mismo. Se dice que Cristo se ha dado a sí
mismo como un antilutron, un rescate en
lugar de todos”.
“Resulta claro que el Anticristo, tal como
lo describe nuestro Señor por medio de su
apóstol Juan, ha de usar una máscara y
profesar una cosa mientras en realidad hace
otra. Ha de entrar en la iglesia como Judas
entró en el jardín (profesando querer besar al
Maestro, pero con la verdadera intención de
traicionarlo. Ha de venir con palabras de paz
en su boca pero con guerra en su corazón.
Ha de ser una falsificación de Cristo), con la
semejanza de Cristo estampada en vil metal.
Ha de ser una imitación de Cristo: una
imitación muy similar, inteligente y sagaz, que
engañará al mundo por siglos, con la
excepción de aquellos que, enseñados por el
Espíritu Santo, podrán ver a través del
engaño y detectar al enemigo bajo la
máscara de un amigo”. — The Papacy is the

63
Antichrist [El Papado es el anticristo]”. por el
Rev. J. A. Wylie, páginas 12, 13, 17, 18.
Y el barón Porcelli, en su libro, The
Antichrist [El anticristo], página 16 añade su
testimonio:
“El Anticristo, no puede ser otro que este:
el pretendido, autodenominado, como
divinamente designado Pro-Cristo, Vice-Cristo,
substituto de Cristo, el imitador de Cristo,
aquel que sin tener sentido del cristianismo, ni
agrado o corazón por las cosas de Cristo
(sino que es el enemigo y adversario de
Cristo) llega a ser el usurpador, consciente o
inconsciente, que actúa en nombre de Cristo,
ocupa el lugar de Cristo y se apodera de sus
prerrogativas, cargos, títulos y funciones en la
profesa iglesia visible”.
Pero pronto el verdadero Cristo ha de venir,
y el Anticristo perderá su mal habido dominio. Este
será dado por el Padre a Aquel a quien le
pertenece por derecho, y los santos, junto con Él,
poseerán el reino. (Dan. 7:11, 21, 26 y 7:13, 14,
22, 27). Deseo que tú, querido lector, seas un
súbdito de ese reino.

64

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