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de matemáticas

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l FUNCIONES

l H I P E R B O L I C A S


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B. r. illEPBATOB

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LECCIO:,./ES POPUL.4.R:ES DE MATEMÁTICAS

V. G. SHERVÁTOV

FUNCIONES HIPERBÓLICAS

Segunda edición

Eb!TORIAL M,IR

MÓscO
Impreso en la URSS

Primera edición 1975

Segunda edición 1984

Traducido del ruso por el ingeniero

K. P. Medkóv

Ha ucna1mcOM ,,:11,me

© Traducción al español. Editorial Mir. 1975


INDICE

Prefacio 6

Capítulo I. Giro hiperbólico

§ l. Contracción a una recia 7

§ 2. Giro hiperbólico 16

§ 3. Propiedades de la hipérbola 21

Capítulo II. Funciones hiperbólicas

l. Ecuación de la hipérbola referida a los ejes 31

§ 2. Definición y propiedades fundamentales

de las funciones hiperbólicas 32

§ 3. Fórmulas de adición 37

Capitulo III. Funciones hiperbólicas y logaritmos

§ l. Teoría geométrica de logaritmos 46

§ 2. Expresiones analíticas para funciones hiperbólica'> 55

§ 3. Fórmulas de Eu!er 61
PREFACIO

Este folleto comprende una exposición elemental de la

íeoria de las asi llamadas funciones hiperbólicas que. en

buena parte, son análogas a las funciones trígcnometrfcas

comunes. Las funciones hiperbólicas se utilizan, con frecuen­

cia, en diversas investigaciones físicas y técnicas. Un papel

muy importante desempeñan ellas en la geometria no eucli­


dea, participando, prácticamente. en todas las dependencias

tngonometricas de ésta (véase, por ejemplo, el libro -Intro­

clucción elemental a la geometría de Lobechevskb- por

A. P. Norden, edición de «Goslejizdat». 1953.

Además de la aplicación mencionada, la teoria de Iuncio­

nes hiperbólicas es de interés considerable para los alumnos

y profesores <le la enseñanza secundaria o preuniversilaria,

puesto que la analogía entre las funciones trigonomélricas

e hiperbólicas ilustra muchos problemas de la trigonomelria

desde un punto de vista, diferente del común.

El folleto consta de tres capitulas. El primer capítulo


está dedicado al giro hiperbólico y su aplicación al estudio

de propiedades de la hipérbola. No obstante, por si mismo

puede representar un cierto teteres. La atención especial ha

sido atraída al capítulo segundo, en el cual son enunciados

los elementos de la teoría de funciones hiperbólicas. El ca·

pílulo tercero establece una relación estrecha con la leoría

de íunciones hiperbólicas y de logaritmos.

Existe otra construcción de la teoría de funciones hiper

bóiicas que no recurre al giro hiperbólico como medio de

razonamiento. Esta última teoría se expone en la obra 11:Teo·

ría geométrica de funciones hiperbólicas» por D. l. Pere­


pelk¡n. Se recomienda también al lector de obra «Gecmetrta

analítica» por B. N. Delone y D. A. Raikov, parte l", Gas·

1ejizdat, 1948. la cual comprende una amplia exposición

de los problemas considerados en la primera parle de este

folleto.
En ninguna parte de este folleto se requieren del lector

los conocimientos que no fueran dentro de los limites de la

enseñanza media.

El autor,
CAPITULO I

GIRO HIPERBOLICO

§ 1. Contracción a una recta

En la solución de ciertos problemas geométricos se usa,


con frecuencia, una transformación que se denomina con·

fracción al punto (homoiecia). La contracción al punto O

(llamado centro de contracción), realizada con el factor de


contracción k, significa que cada punto A de un plano pasa
1

al punto A' en el rayo OA, siendok=�� ,esdecir, OA'=

=k, OA (fig. 1 , a, b). Si el factor de contracción k es superior


a l, entonces OA '» OA (fig. l . b); en este caso la transforma-

O A' A

o)

o A
'
b)

1'10. 1

cion deberla llamarse «expansión desde el punto O>. El pro

pio punto O en la transformación de contracción al punto O

siempre queda en su lugar.

En la contracción al punto O cada iigura F se transforma

en la figura f1 (fig. 2), semejante a la original, con el centro


de semejanza en el punto O y factor de semejanza igual a k.

Si k > 1 , la figura se reduce en área; si k > l , la figura se

aumenta. Cada recta, al contraerse, se transforma también en

una recta (íig. 3a); las rectas paralelas se transforman en las

paralelas (fig. 3b). Cualquier Circuníerencia en la contracción

al punto se convierte en una circuníerencia (fig. 3c).


En la misma contracción todos los segmentos de un plano

se reducen (o aumentan) por una relación constante de k.


8

Las áreas de todas las figuras tambiéri se reducen (o aumentan)

por una relación constante, igual a ki (cuadrado del factor


de contracción).

PIG. 2

o o
'

e
' b

FIG. e

En efecto, sea F una figura plana. Examinemos una

retícula compuesta por un número de cuadrados peque­

ños (fig. 4). El área F es aproximadamente igual al número

de los cuadrados, que se encuentran dentro de la figura F,


multiplicado por el área de cuadrado. El error sera· tanto
menor, cuanto mayor es el número de cuadrados en la reti­

cula. Eligiendo cuadrados suficientemente pequeños, se


9

puede lograr que el error se haga inferior a cualquier número u,

tan insignificante como se desee. En la contracción al punto

la retícula de cuadrados se transforma en una nueva retícula

de cuadrados, mientras que la figura F se transforma en la

íigura F', dentro de la cual habrá tanlos cuadrados de la

nueva relícula (más pequeños en área si k < 1, y más grandes,

si k>l) cuantos los contenta la figura original F. El área F'


es aproximadamente igual éll número de cuadrados, que se

conlienen en ella, multiplicado por el área del cuadrado. Peru,

el área de cada cuadrado nuevo es igual a la del cuadrado ori­


ginal, multiplicada por k: (dado que la longitud del lado de

un cuadrado se mulliplica por k). Por eso. el área F' es igual


al área F multiplicada por k�.

Examinemos 111 rewlución del siguiente prcbkma que nos scrvirá


rle ejemplo <le !n eptrcncton práctica de la contrnccrón al punto: lnscribif

en el triánculo rectángulo ABC dado ,m r«tán¡¡ulo IJDEF (ri¡:. b) t11 ,.,¡


mol /t1 refac/On mire �11s lodos estd bien dl'tummada.
Al principio construyamos un rectánguln urburaric BD' E' F' de rela­
ción dada cnlre los lados, logrando que 10';> vérttccs D' y F' S\' thspong9n
en lo:s lados A 8 'j BC. respectivamente. D<"S1gnemos con {I un runtu CIJ
el que se cortan el rayo BE' y el Jallo AC del triángulo. Es lác! ver �IC

en la contracción, realizo da al centro B con el factor de tracción k=�.

el rectángulo BD' E'F' se tr:msforma e


n el rccUngulo buscado BDEF.

Haciendo uso tle esta lrru1:r.lorm:ición, no <'S dificil construir el red:i.ngulc,


1
mene ionado. )

1)
Del modo a11t1lóg1co se resuelve el problema pern
el caso en que el triángulo ABC no es reclángulo. i\.1as, este problema no
se examinará nquí.
10

En la geométria resulta, a veces. m é s cómoda otra trans­

formación, así llamada contracción a una recta. En la contrac­

ción a la recta o (denominada eie de contmccíóns, con el factor

de contracción k, cada punto A del plano pasa al punto A'

A
......_.,,__-,.
o•l--'llll

r
_L
' p • p

FF' e o) b)


flG. G
fl(,, s

'

flO. 1

del rayo PA, perpendicular a o, siendo Á;, =k ó PA'=

=k· PA (fig. 6, a, b). Si el lactor de contracción k es mayor a la

unidad, entonces PA' > PA (fig. 6, b). En este caso la trans­


formación se debería llamar «expansión desde el eje o». Todos

los puntos de la recta o en la contracción quedan en su lugar.


En la conlracción a una recta la figura F se transforma en

otra figura, F', no semejante a F (fig. 7).


11

La contracción a la recta tiene un nümero de propiedades

análogas a las de la contracción al punto:

a) En la coatraccián a una recta cada recta se transforma

también. en la recta.

8
'

,.
'
p

• p o •


FIG 6.

Si la recta l es paralela al eje o y d e s la distancia entre


estas rectas, la r ec t a l se transforma en la recta 1', paralela al
eje o, siendo igual a kd la distancia entre L' y o (fig. 8a).
Supongamos que l no es paralela al eje o y designemos por O
el punto de intersección d e l con o (fig. 8b). En la contracción

a la recta o el punto O queda en su lugar.


Sean:
A, un punto arbitrario en la recta l (diferente de 0):

A', un punto en el cual pasa A en la contracción al eje o;

PA'-k·PA.
'Elijamos en la r e c t a l otro punto B. Si 8' es un punto de

intersección entre la recta OA' y la perpendicular BQ, Ira·


B'Q A'P
aada desde el punto B al eje o. entonces: BA = AP =k

(lo que se deduce de la semejanza de los triángulos OQB


y OPA, OQB' y OPA') o sea, QB'-k·QB.

Vemos, por consiguiente, que en la contracción al eje o

el punto B pasa al punto B'. Puesto que B es un punto ar·


bitrario de la recta l, esta última pasa, en la contracción al
eje o, a la recta OA ', la cual, naturalmente, debe designarse

con l';
b) En ta contracción a una recta las rectas paralelas pasan

a fas rectas paralelas.


12

Sean l y m rectas paralelas. Siendo paralelas, no tienen

punto común. Las rectas l' y m', en las que se transforman las

rectas originales, tampoco tienen el punto común (el cual

podría resultar del punto común de las rectas l y m). Esto


1).
significa que las rectas l' y m' son también paralelas (fig. 9)

f' JG. 9

e) En la contracción a una recta queda en vigor la relación


entre los segmentos dispuestos en una misma recta.

Efectiva mente, según la propiedad de redas paralelas


que cortan los rayos de un haz, tenemos (fig. IO):

AB A'B'

BC = B'C'.

d) En la contracción a una recta las O.reas de todas las /i·


guras cambian en una relación constante (igual al factor de

contracción k).

1)
Si cp y qi' son los ángulos, formados por la recta
ocigina! l y J;¡ reda t', contrnida de In primera al eje o, entonces de la fi­
gura 8b se deduce con Iacrhdad que

, PA' k-PA PA
t¡:- ff' = PO = ---¡io = k PO =k lgqi.

De ln figur,1 se fullere tnmbién que las recias paralelas, que cortan el


'J'c o ba]o un mismo IÍnguln rp, se transforman en rectns paralelas que cortan
1: eje o bajo un mismo ángulo q¡'.
13

Examinemos la figura F y la retícula compuesta por

cuadrados. El área F es aproximadamente igual al número

de los cuadrados dentro de la F, multiplicado por el área del

cuadrado (fig. 11).


Convengamos en que una de las direcciones de las líneas

de la retícula sea paralela al eje de contracción. En la con­


traccíón. la retícula de cuadrados se transformará en la re! í­

cu1a de rectllngulos de áreas iguales, equivalentes al producto

e
'

FIG !C.

de! área cuadrada por el factor de contracción k (uno de !os


lados del cuadrado no cambia y la longitud del segunde lado

se multiplica por k). Nuestro razonamiento posterior no se


diferenciaré del ya utilizado en la demostración del postulado

que en la contracción al punto, realizarla con el factor de

contracción k, todas las áreas cambian k� veces (véanse las

páginas 8-9).
Como ejemplo de la aplicación de la contracción hacia

una recta examinemos la resolución del siguiente problema


1)
sobre la construcción geométrica: inscribir en el triángulo

rectángulo ABC dado el rectóngulo BDEF, en el cual el pro·

dueto de los lados representa un ualor bien determinado: BD · BF=

=d2 (en airas palabras, se debe inscribir un rectangulo de drea

dada) (Iig. 12). Para resolver el problema realicemos la con·

tracción del triángulo ABC al lado BC, con el factor de contrae·

1) Ccmpérese con el prnblema en la página 9.


14

cron k= ;�. El triángulo original se transformará en el

triángulo isósceles rectángulo A'BC en el cual BA'=k·BA=

-!�·BA=BC. El área del trléngulo A'BC es igual a kS

(donde S e s el área del triángulo ABC). En virtud de la pro­


piedad d, el rectángulo BDEF se transformará, al ser con-

'
' ;

"

'
FIC. 11

1•
traído, en el rectángulo BD'E'F de área igual a kd Ahora.

nos hace folla inscribir en el triángulo A'BC el rectángulo

BD' E' F de área conocida kd'!.

No es difícil hacerlo, dado que

SaFE'D' = Sti. acA' -(81,.rcc· + Su·o'E')

y, por consiguiente,
15

Pero, por otra parte:

1 1

St.FCE·+ S�A·o·e·=2 FE'' + 2 D'E'' -

=t (f?'
1

+D'E'') = ! B E ' '

(leniendo en cuenta que el triángulo A'BC y, por lo tanto,


los triángulos A'D'E' y E'FC, semejantes al primero, son

B r e

fl(;, u

todos isósceles). De este modo obtenernos:

! BE't=kS-kd 1 •

Ahora, conociendo la longitud del segmento BE', encon­

tramos sin dificultad alguna el punto E', después de que cons­


truimos los rectángulos BD'E'F y BDEF, inscritos en el

triángulo A'BC y el ABC, respectivamente.

El problema puede tener dos soluciones, una solución

o ninguna, según sea el valor de la magnitud d.

No se conoce otra resolución geométrica de este problema

que no usaría la transformación de contracción a una reda.1)

l) Del modo analógíco se resuelve el probfema en el


caso en que el triángulo dado ABC no sea rectángulo. Mas, este prolil('JJ)a
aqu¡ no se e:'lamma. ·
16

Contrariamente a la contracción al punto, la contracción


a una recta no transforma una circunferencia a otra circun­
ferencia. Realizada la contracción a una recta, la círcunle­
rencia se transforma en una curva de otra índole, llamada

FIG. 13

�lipse (fig. 13). Haciendo uso de las propiedades a) - d) de

la contracción a una recta, se puede derivar una serie de pro­


piedades geométricas. de la elipse. No obstante, esta tarea se

encuentra fuera de los marcos de esta obra.

§ 2. Giro hiperbólico

En adelante un gran papel desempeñará la gráfica que

expresa una dependencia de la proporcionalidad inversa, es


decir, la curva cuya ecuación tiene la forma:

a '
!J = x o xy=a.

Esta curva se denomina hipérbola. Está representada en

la figura 14.

Es evidente que cuanto mayor es la magnitud absoluta


de x, tanto menor es·y, e, inversamente: si x-oo, entonces
17

y-+O; si y-oo, entonces x-O. En lenguaje geométrico esto


significa que la hipérbola se aproxima indefinidamente a los
ejes de coordenadas sin cortarlos en ninglln punto (de la

ecuación xy=a se deduce que x e y no pueden ser nulos).

Se llama asintota de una curva a la recta hacia la cual

se aproxima indefinidamente la curva mencionada, sin cortar

'

t'IG, 14

a la recta en ningún punto. Así pues, los ejes de coordenadas

sirven de asíntotas para la hipérbola.


La hipérbola consta de dos ramas que para a>O se dis­
ponen en el primer cuadrante de los ejes de coordenadas

(xey son positivos) y en el tercer cuadrante (x eg son negativos).


La ecuación xy=a tiene el sentido geomélrico muy simple;
el área del rectángulo MQOP, limitado por los ejes de coorde­

nadas y las rectas trazadas por un punto M de la hipérbola


paralelamente a los ejes, es igual a a (fig. 14) y no depende

de la elección del punto M. En efecto, es evidente que OP=x,

PM=y y

S M o o p = O f' · P M = x · y = a .

2 .
.... 295'2
18

Si al rectángulo MQOP le damos el nombre de rectángulo


de coordenadas del punto M, podríamos determinar la iüpér­

bola como lugar geométrico de los puntos (dispuestos en los


cuadrantes primero y tercero del sistema de coordenadas) cuyos
rectángulos de coordenadas tienen un área constante.
La hipérbola cuenta con el centro de simetría: ambas ramas
de la hipérbola son simétricas con relación al origen de coor­

denadas O. Esta afirmación se comprueba por el hecho de que

FIO. 16

los reclángulos de coordenadas MQOP y M'Q'OP' (fig. 15}•

simétricos con relación a O, tienen áreas iguales. La hipér­


bola tiene también dos ejes de simetría que son representados
por las bisectrices de los ángulos de coordenadas aa

y bb (fig. 16). En efecto, los rectángulos de coordenadas MQOP


y M1Q10PL, simétricos referidos a- lá bisectr iz aa, tienen áreas
iguales. También tienen áreas iguales los rectángulos de

coordenadas MQOP y M1Q10P1, simétricos con relación a bb.


El centro de simetría O y los ejes de simetría aa y bb se
llaman, con frecuencia, centro y ejes de la hipérbola. Los
19

puntos A y B, en los cuales la hipérbola corta el ejeaa, reciben

el nombre de vtrtices de la hipérbola.


Sea una hipérbola xy=a. Realicemos la conlracción del
plano al eje x, con el factor de contracción k. La hipérbola
xy=a se transformará en la hipérbola xy=ak, dado que la
abscisa x de cada punto quedará invariable y la ordenada y


'

'

l'"IC, 15

se sustituirá por la y·k (fig. 17). Realicemos, luego, 1.w<.L

contracción más, esta vez al eje y, con el factor de contrac-

ción, igual a } . En esta transformación la hipérbola "X:y-ak

se convertirá en la hipérbola xy=9k� =a. En efecto, la orde­

nada y de cualquier punto queda invariable en esta última

contracción, mientras que la abscisa x se convierte en ; .

Resulta, pues, que la contracción consecutiva de UJt plan.o,


primero al eje x, con el factor de contracción k, y la segunda tm,

al eje y, con. el factor igual a k, transforma la hipérbola xg=a

en si misma. La sucesión de estas dos contracciones de un

,.
20

plano a la recta constituye una transformación, llamada giro

hiperbólico. El ·nombre «giro hlperbólícos se debe al género de

la transformación, durante la cual todos los puntos de la

hipérbola «resbalan por la curva »: así, en el dibujo J7 el

punto M pasa, al principio, al punlo M1 y luego este ú l t i m o

'

o p

FIC. 17

se convierte en el punto M', y, en definitiva, el giro hiper·


bólico transforma el punlo M de la hipérbola al punlo M'

de la misma hipérbola. Este giro es análogo al giro de una

circunferencia: parece. que la hipérbola como si diera vuelta.


Señalemos las siguientes propiedades del giro hiperbólico
en el cual:
a) cada recta se transiorma en la recta (corolario de la pro­
piedad a), § !);

b) loe ejes de coordenadas (asíntotas de la hipérbola) se


transforman en sí mismos (lo que se hace durante dos contrac­

ciones consecutivas que forman un giro hiperbólico):


e) tas rectas paralelas se transforman en rectas paralelas
(corolario de la propiedad b), § 1);

d) queda constante la relación entre los segmentos de una

misma recta (corolario de la propiedad c), § I);

e) las áreas de las figuras no varian su valor, dado que en

la primera contracción a una recta las áreas de todas las fi.


guras se multiplican por k, mientras que en la segunda con­

tracción ellas se dividen por k (véase la propiedad d), § l)

Es muy importante observar que el giro hiperbólico nos


permite trasladar cada punto de la hipérbola en otro punto
21

cualquiera. En efecto, la primera contracción hace pasar el

punto (x, y) de la hipérbola xy=a al punto (x, yk) de la hi­

pérbola xy=ak; en la segunda contracción el punto (x, yk)

de la hipérbola xy=ak pasa al punto ( f, yk) de la hipérbola

original (véase la íig. 17). De este modo, corno resultado del

giro hiperbólico el punto (x, y) pasa al p u n t o ( : ,yk). Resulta,

por consiguiente, que con la ayuda del giro hiperbólico ade­


cuado el punto (x, y) de la hipérbola se transforma en cual­

quier airo punto (x1, y1), de la misma hipérbola: es suficiente

, '
para ello escoger k de tal manera que sea x,=- ó k=- .
' ,,

§ 3. Propiedades de la hipérbola

Haciendo uso del giro hiperbólico, se puede obtener una


serie de propiedades de la hipérbola, muy interesantes. No
obstante, determinemos, previamente, una cuerda y una tan·

gente a la hipérbola.
Una recia, que corta a la hipérbola en dos puntos, se de­

nomina secante de la hipérbola. El segmento de la secante,

limitado por los puntos de la hipérbola, se denomina cuerda

de la hipérbola. Existen dos géneros de las secantes (como

también de las cuerdas). Las secantes de primer género cortan

a una sola rama de hipérbola, las de segundo género cortan

a ambas ramas (fig. 18a).


Examinemos una secante <le primer género. Entre las

rectas paralelas a esta secante habrá unas cuantas que cortan

a "la hipérbola en dos puntos, había rectas que no cortan la.

hipérbola y, por fin, dos de las rectas paralelas, llamadas

tangentes a la hipérbola, tendrán un punto común con la

misma (fig. 18b).n


En el giro hiperbólico la cuerda UV de la hipérbola se

transforma en la nueva cuerda U ' V ' ; si U y V son los puntos

de una misma rama (de ramas diferentes) de la hipérbola,

l> Una tangente a la hrpcrbcla puede ser definida

también como recia que tiene con la hrperbola un punto común, y no para­
lela a la asintola {toda recta, paralela a h asínloh1 c:orlaa la hipérbola,

en un solo punto, pero no es tangente)


22

'
I' ro. IS
23

entonces U' y V' pertenecen también a una rama (a ramas


diferentes). En efecto, los puntos U y V de la hipérbola se
transforman en los puntos U' y V', perteneciendo, por ejemplo,
U' y U a la misma rama (fig. 19).

En el giro hiperbólico, que traslada el punto M al M'.

la tangente a la hipérbola en el punto M se transforma en la

I u
\

'

V'

M' �

FIG. 19

tangente a la nueva curva en el punto M'. Para demostrarlo

examinemos la cuerda UV, paralela a la primera tangente.


Es evidente que la cuerda UV se transformará en la U'V'.
Al mismo tiempo una recta, que es paralela a UV y tiene el

único punto común M con la hipérbola, se transformará en·


la recta que será paralela a U' V' y tendrá con la hipérbola
el único punto común M' (fig. 19).

Ahora, procedamos con la demostración de las propieda­

des de la hipérbola.
t. El segmento de la tangente a la hipérbola, encerrado entre
asíntotas por la curva, se diuide por el punto de tangencia en

dos partes iguales.


Dado que la bisectriz aa del ángulo de coordenadas sirve­
de eje de simetría de la hipérbola (fig. 20), el segmento E0L.
de la tangente en el vértice A I encerrado entre los ejes de
coordenadas, se divide por el punto A por la mitad: los
24

segmentos AK0 y AL 0 , si son simétricos con relación al eje aa,

pasan uno a otro.


Sea KL un segmento de la tangen le a la hipérbola en cual­
.quier otro punto M. Realicemos el giro hiperbólico que tras­
lada el punto M al punto A.

La tangente en el punto M se transformará, al mismo tiempo

a la tangente en el punto A, mientras que el segmento KL


'

o L Lo

FIG. 20

se convertirá en el Kolo (véanse las propiedades a) y b), § 2).

Como en el giro hiperbólico el centro del segmento pasa al

punto medio del segmento (véase la propiedad d), § 2), el

punto M es el centro del segmento KL, lo que se trataba de

demostrar.

2. las áreas de los triángulos, que se obtienen al cortar el


ángulo de coordenadas por las tangentes a la hipérbola xg =a,
son todas iguales.
Para comprobar esta propiedad examinemos el triángulo

KOL, que se obtiene al cortar el ángulo de coordenadas por

una tangente a la hipérbo!a xy=a en algún punto M de ésta


(fig. 20).

El giro hiperbólico, que traslada el punto M al punto A,

transforma el tri.ángulo KOL en el K00L0, en el cual Kolo


es la tangente a la hipérbola en el punto A. De aquí se deduce

en virtud de la propiedad e), § 2, que s�KoL=SAK.,ot.., es


decir, el área del triángulo KOL no depende de la elección

del punto M, lo que se trataba de demostrar.


25

De las propiedades I y 2 se desprende que una rama de


la hipérbola puede ser determinada como lugar geométrico

de los puntos medios de los segmentos que, al cortar el ángulo

recto do.do, forman triángulos de área igual (fig. 21).

FIG. :1

3. Los centros de todas cuerdas paralelas de la hipübola

se ubican en una recta que pasa por el punto medio de la hipér·

hola.
Sean: UV, la cuerda cualquiera de la hipérbola;

S centro de la cuerda;
T punto de intersección de la recta OS con la

hipérbola (fig. 22a). u


Realicemos el giro hiperbólico que convierte el punto T

en el vértice A de la hipérbola. Con esto la recta OT se trans­

formará en el ejeaa de la hipérbola, mientras que la cuerda UV,

en la cuerda UoVo, la cual se divide por la mitad por el eje de


simetría aa. J\1as, esto es posible sólo cuando UQVu sea per-

1)
Aquí nos umttcmos al caso en que la cuerda UV

es de primer ginero (véase la pág. 21), es decir, los puntos U y V pertenecen

a una misma rama (sólo este caso nos va a ser útil en lo posterior). Recomen·
damos que el mismo lector considere el caso en que los puntos U y V per·
teneacan a las r11mas dlstlntes de la hipérbola.
26


u

• o
'

u,
,,
,
,
,
R
,

" o
,
b

flG,U

pendicular a aa. En efecto, supongamos que U0Vo no es per­

pendicular a aa. Tracemos las cuerdas. UJ. y VoW, perpen


diculares a aa. Como aa es el eje de simetría de la hipérbola,

UoZVo W0 es un trapecio equilátero para el cual aa sirve de


eje de simetría. Pero, el eje de simetría del trapecio equilá­
tero no puede dividir por la mitad su diagonal (por ejemplo, en

la figura 22b tenemos: V�0=SoR<SoUo, lo que conduce a una


contradicción). Todas las cuerdas pa"ralelas a UV se trans­

forman en las cuerdas, paralelas a U,Vo, es decir, perpendi­


culares al eje de simetria aa de la hipérbola. Los centros de
27

todas las cuerdas están en la recta aa. De aquí se desprende

que los centros de todas las cuerdas, paralelas a UV, se dis­


ponen en la recta OT, lo que se trataba de demostrar.
Se llama diámetro de la hipérbola a cada recta que pasa

por el centro de la hipérbola (igual que los diámetros de una


circunferencia son las rectas que pasan por el punto medio

FIG. 23

de ésta)." El diámetro de la hipérbola que divide por la mitad


todas las cuerdas de una dirección dada se denomina diámetro

conjugado con estas últimas; inversamente, las cuerdas se


llaman conjugadas con el diámetro que las divide en dos par­
tes iguales. En adelante conoceremos el concepto del radío

de la hipérbola, sobreentendiendo bajo éste unsegmento del

diámetro, comprendido entre el centro de la hipérbola y el


punto de intersección del diámetro con la curva (es decir,

los radios de la hipérbola se determinan de la manera igual

a los de una circunferencia).


Observemos que 1-a circunferencia posee una propiedad
análoga a la propiedad 3 de la hipérbola: los puntos medios de
todas las cuerdas paralelas de la circunferencia se ubican e11
una misma recta que pasa, por el centro de la circunferencia

1
) En este folleto bajo el diámetro se entiende teda

la recta, y no el segmento de ella.


28

(a saber, en el diámetro de la circunferencia, perpendicular


a las cuerdas, fig. 23).

4. Las recias, trazadas por los extremos de una cuerda ar­


bitraria de la hipérbola paralelamente a las asíntotas de ésta,

se cortan en el diámetro, conjugado con la cuerda.

Sean: UV, la cuerda arbitraria de la hipérbola;

S, el punto medio de la cuerda;

T, el punto de intersección de la recta OS con


la hipérbola (íig. 24).

Realicemos el giro hiperbólico que transforma el punto


T a l vértice A de la hipérbola. Es evidente que la cuerda UV

se transformará en la cuerda U0V0, perpendicular al eje aa

(véase la demostración de la propiedad 3). Las rectas UR


y VR, paralelas a las asinlotas, se transformarán en las rec­
tas U0R0 y V0R11 que son también paralelas a las asíntotas
(véanse las propiedades b) y e), § 2).

Como aa es el eje de simetría de la hipérbola y, a la vez,


bisectriz del ángulo formado por las asíntotas, el punte Ro
de la intersección de las rectas U,R& y V,Ro se dispone en
el eje aa.
29

De aqul se deduce que el punto de intersección R de las


rectas UR y VR se dispone en el diámetro OT, lo que se tra­

taba de demostrar.

\ -, _.,.,.,-"

*::�·",·�·-
b
"
FJG. 2�

5. Las tange11tcs a la hipérbola en los..extrefTIJJS de una cuerda, eligida

arbitrariamente, se cortan. en el diámetro conjugado con csta cuuda (fig. 25a).

Recomendamos que el lector mismo lleve a cabo fa demostración de


la propiedad 5, que es plenamente analogs a la de la propiedad 4 de la hi·

petbofa.
Observemos que la citcunferenda también liene una propiedad aná­
toga: las t1111gentes a la ctrcuri.ferencia en. los extremos de una cuerda
arbitraria st cortan en et diámetro, perpendicular a /a cunda if1g. 251J).
CAPITULO JI

FUNCIONES HIPERBÓLICAS

§ 1. Ecuación de la hipérbola referida a los ejes

Sean x e y las coordenadas del punto M de la hipérbola


en el sistema de coordenadas cuyos ejes coinciden con las
asíntotas. En este caso la ecuación de la hipérbola tiene la

forma: xy=a (fig. 26}. Tomemos los ejes aa y bb de la hipér­


bola por los ejes nuevos de coordenadas. Designemos con

'
L ;¡ '
b 1 -,

-,
' -,

'
'
- - ---
-1 -:,_c-,_,,_,._:'>¡-M!:!,_

,
P,
'
º'(

' ""'' F'IC.. H

X e Y las coordenadas del punto M en el nuevo sistema de


coordenadas. Expresemos las coordenadas viejas x e y por

las nuevas X e Y.
Sea N "la proyección del punto M a l eje aa. Las proyeccio­

nes de los puntos M y N a los ejes Ox, Og, las designemos,


respectivamente, por P, Q y K. l (fig. 26). Entonces:

OP=OK-PK=ONcos 45º-NMcos 45°,

OQ=OL+LQ=ONcos 4oº+NMcos 45•

(puesto que la proyección de un segmente a una recta que

forma con el segmento el ángulo de 45°, es igual a la longitud


31

·-----------------·----------

del segmento multiplicada por el cos 45°). Pero:

OP-x, OQ=y. ON=X, NM=Y, y obtenemos n,

v,
x-(X-Y)-2-,

(')
¡r,
y-(X+Y)
}
2-.

Sustituyamos en la fórmula xy=a los valores obtenidos


de x e y. Tendremos:

1
1 1
(X -Y') =a, o sea xi-Y =2a
2

Esta es la ecuación de la hipérbola referida a los ejes o a las


asíntotas
La hipérbola

se llama hipérbola unidad, Su ecuación es análoga a la


ecuación de la circunferencia unidad") (circunferencia de

radio unidad):

i, Para el punto M¡ (iiR 26) tenemos:

x1 = OP1 = 0/(1 -i- K1P1 = ON1 cos 45º+ N1M1 ces 45Q=

y; V•
= X1 -2-+(-Yi) 2

y = OQ 1 =0L1 - Q , L , =0N cos 45º- N M cos 45Q=


1 1 1 1

v, ¡r,
=X1 -2--(-Y)--y,

es decir, las rmsmes !Ormu!as ["}. QU<' el mismo ledor compruebe que estas
fórmulas son válidas también para los puntos de la segunda rama de IA
hipérbola, dispuesta en el tercer cuadrante del sistema de coordenadas
x, y (aunque esta demos!raci6n no la necesitaremos).
') Sea M un punto cualquiera de la clrcunlerencta de

radio 1 .con el centro en el origen de coordenadas (íig. 27a). Supongamos


que X e Y son las coordenadas del punto M. Según el teorema de Pilágoras
1,
tenemos: OP1+PM'-OM pero OP-X. PM=Y, OM-I. Por consi­
guiente. la ecuactón xs+vi-1 es válida pnra cualquier punto de la elr­
cunferencla.
32

La ecuación de la hipérbola unidad en el sistema de coorde­

nadas, cuyos ejes coinciden con las asíntotas, tiene la forma


1
xy=T

1
(en este caso 2a=l y, por fo tanto, a =
2).

§ 2. Definición y propiedades fundamentales

de las funciones htperb6licas

Procedamos ahora con la exposición de la teoría de fun­


ciones hiperbólicas (se llaman también funciones hiperbólicas

lrigonometricas), que en muchos aspectos es análoga a la de

funciones trigonométrlcas comunes, es decir, circulares. Para

,
r.
B
'

--l--CM1\ 1 u,

' '

' "•· '


,,u;. n

recalcar la analogía entre las funciones circulares e hiperbó­

licas, se le da a la exposición una forma en dos columnas:

en la columna izquierda se exponen los conocidos postulados

de la teoría de funciones trigonométricas circulares, en la

columna derecha, la teoría de funciones hiperbólicas.

Examinemos unacircun- Examinemos una hipér-

ferencia unidad (fig. 27a) bola unidad (fig. 27b)

x�+Y'= 1. x2-v1= 1.

Se llama ángulo a (en Se llama ángulo hiper­

radianes), formado por ]0$ bólico t, formado por dos


33

radios OA y OM de la cir­ radios OA y OM de la hi­

cunferencia, a un número pérbola, al número igual al

igual a la longitud del arco doble del área del sector,

AM, o al doble del área del limitado por estos radios y

sector OAM, limitado por los el arco de la hipérbola."

radios mencionados y el arco


de la circunferencia.
Tracemos una perpendi­ Tracemos una perpendi­

cular MP del punto M de cular MP del punto M de

la circunferencia al diáme­ \a hipérbola al diámetro OA

tro OA; tracemos también que es el eje de simetría

una tangente a la circun­ de la hipérbola que corta a

ferencia en el punto A, ésta en el vértice A; tracemos

procurando que se corten la también una tangente a la


tangente y el diámetro OM hipérbola en el punto A,

en el punto N. Entonces, procurando que la tangente

el segmento PM de la per­ corte el <liámetro OM en


pendicular será linea del el puntoN. ElsegmentoPM

seno. El segmento OP del de la perpendicular se llama

diámetro será linea del co­ linea del seno hiperbólico,

seno y el AN, línea de la el segmento OP del diá­

tangente. metro se llama línea del

coseno hiperbólico y el A N ,
linea de la tangente hiper·

bólica.

Las longitudes de los Las longitudes <le Ics


segmentos PM, OP y AN segmentos PM. OP y AN

son iguales al seno, coseno se llaman, respectivamente,

y tangente del ángulo o:., seno hiperbólico, ccseec hi­

respectivamente: perbólico y tangente- hiper­

bólica del ángulo hiperbó·


PM = sen et, OP = coso:,
lico t, y se designan ii:

AN-tga.
PM=sht, OP=cht,

A N -:- - l h t .

1) La principal propiedad dl'! flngu\o tL ccnstste en

la mvariabilidad de SLI rnlor al girar el sector AOM alrededor rfo O . Ana­

logamente, el 3np:u!o hiperbólico t no varia su valor e


n el giro hiperbólico
de la ligu�a AOM {véase la propiedad e , § 2, cap1tul() 1) .

• >
1
L J • l 1 1
as re serones PN' Op y AN so drnommrm, a veces,

cosecante hiptrbólfca, secante híperb(jlica y couuurnte hiprr/JrJficu del

ángulo hiperbó\!to t.
34

-------- ----------
Se conoce que las funciones trigonométricas del ángulo

varían periódicamenle, con el período igual a 2:n. Las fun­

ciones hiperbólicas son aperiódicas. El ángulo hiperbólico t


puede variar en los límites desde O hasta oo. Para compro­

barlo (o, e
n otras palabras. comprobar que el área del sector

---------

rr c. n

hiperbólico AOM puede ser tan grande como se quiera) exa­

minemos el ángulo hiperbólico AOM1 cuyo valor designare­

mos con 11. Realicemos el giro hiperbólico que traslada el


punto A al punto M 1 ; el punto M1 pasará, con ello, al punto

Mi. M1 en el M�. Jl-1� en el M 4, ele. (fig. 28). En virtud de la


propledad e ) § 2. capílulo l , las áreas de los sectores hiperbó·
licosAOM,, M10M�. M20M3, M30M, . . . son todas iguales,

razón por la cual los ángulos hiperbólicos AOM 1 , AOM2,

AOMa, AOM, son iguales, respectivamente, a t1, 21,, 3t1,

4ti ... De aquí se deduce que el ángulo hiperbólico puede ser

tau grande como se quiera.

De la definición de funciones hiperbólicas se desprende

que (fig. 27b) al variar el :íngulo hiperbólico t desde O hasta oo,

el seno hiperbólico sh t ver la desde O hasta oo, ch t varía

desde 1 hasta oo, th I varía desde O hasta 1 . Si, rigiéndose por

la analogía completa con funciones circulares, consideramos


36

el ángulo AOM1 (fig. 76b) negativo, igual a -11, (/1 es el

doble del área del sector A O M 1 ) y admitamos que

sh(-f 1)=-M 1P 1 =-sh/11

ch(-t1)=0P1=cht1,

th(-t1)=-N 1A =-tht1,

entonces las gráficas de funciones hiperbólicas tendrán la

forma representada en la figura 29. Observemos, además,

'

FIG. as

que sh O=thO=O y ch 0= l (de modo igual que sen O = t g O = O

y cos o-o.
Deduzcamos, ahora, las dependencias principales entre

las funciones trigonométricas (tanto circulares como hiperbó­

licas).

De la semejanza de los De la semejanza de los

triángulos OM P v ON A triángulos OM P y ON A

(fig. 27a) se deduce: (fig. 27b) se deduce:

AN P1W AN PM,

OA = OP. OA = OP .

,.
36

AN l AN
Pero OA = ga (dado que Pero o,- th 1 (dado que

OA - 1 ) y OA = 1; para el punto A

la coordenada Y = O, por lo
2 1
queOA =X =l+Y'=I)

PM sht

OP = c h t ·

De este modo obtenemos: De este modo obtenemos:

sh t
( 1) t h l = cht · ( 1)

Luego, las coordenadas Luego, las coordenadas


del punto M de la circunfe­ del punto M de la hipér­
rencia son: O P = X , PM=Y. bola son O P - X , P M = Y .
La ecuación de la cír­ La ecuación de la hi­
cunferencía unidad tiene la pérbola unidad tiene la Ior­
forma: x i + y2 = 1. Por con· ma X•-Yt""' l. Por consi­
siguiente, guiente,

OPt+P:W= 1,

ó bien, ó bien,

1 2
ch /-sh t=l. (TI)

Al dividir ambos miem­ Al dividir ambos miem­

bros de la identidad (ll) bros de la identidad (11)


primero por cose e, y luego, primero por ch! t, y luego,
1
por sens c. obtenemos dos por sh t, obtenemos dos fór­
fórmulas más mulas más:

1
2
1 +tg ct = co�lo.• (111) 1-thtt=chªt' (III)

1 1
1
cotg ct + l sen� o: , (IV) c h ' t - l =shªt"· (IV)
37

§ 3. Fórmulas de adición

Deduzcamos las fórmulas de adición para las funciones

circulares e hiperbólicas.

y
r

FIG, 30

------

Supongamos que el giro Supongamos que el giro

alrededor del punto O tras­ hiperbólico traslada los ra­

lada los radios OA v OM dios OA y OM de la hiper.

de la circunferencia (él án­ bola (A es el vértice, t es

gulo AOM =a) a la posi­ el ángulo hiperbólico AOM)

ción de los radios OA' y en los radios OA' y OM'

OM' (lig. 30a). Las líneas (íig. 30b, véase la referen­

PM y OP del seno y co­ cia en la página 33). Las

seno del angulo MOP se líneas PM y OP del seno

trasladarán a los segmentos y coseno (hiperbólicos) del

P' M' y OP'. Es evidente ángulo t se transladarán en

que el segmento M'P' es los segmentos P' M' y OP'.

perpendicular al diámetro Si M y M', son 'los segun­


OA'. Puesto que P' M' =PM dos puntos.en los que MP
38

y OP' = OP (en el giro no y M' P' cortan la hipérbola,


cambia la longitud del seg­ entonces podemos decir que
mento), las igualdades MP.....:. PM (dado que OA es
sena=PM y cosa=OP nos el eje de simetría de la hi­

dan: pérbola) y M ' P ' = P ' M ' ( l o

sena=P'M'; cosa=OP'. que se deduce de la igual­

dad MP=PM, en virtud

de la propiedad d), § 2, ca­

pítulo 1). En otras palabras.

las cuerdas MM y M' M'

son conjugadas con los diá­

metros OP y OP', respec­

tivamente (véase la página


27).

Las igualdades sh I =P,

cht=OP se pueden escri-

bir en la forma sh t = ��,

OP
cht=oA (puesto que OA=

= 1; véase la página 30),


Demostremos que

P'M' OP'
sht= OA', c h t = o,;, ·

Tracemos por los puntos

M y M, M' y M' las rec­


tas paralelas a las asíntotas:

MRIIM'R'l!Oy.

MRII M'R'IIOx

(fíg. 30b). En virtud de la

propiedad 4, § 3 , capítulo r,

los puntos R y R' pertene­

cen, respectivamente. a los

diámetros OA y OA'. Como

L. MRM - L. M ' R ' M ' - ­

= L. yOx = 90'.
los triángulos MRM y

M' R' M' son rectángulos.


39

------
Lo3 puntos P y P' son

medios de las hipotenusas

de estos triángulos; al mis·


mo tiempo sirven de pun­

tos medios de las circunle­


rencias circunscritas aire-

y
y

M'

rir.. 3 1

dedor de los triángulos


Por consiguiente,

PM�.:iiP-RP.

P'M'=M'P'=R'P'.

Ahora se puede escribir:

RP OP
sh t = OA • ch t = O A .

Mas, según la propiedad

d), § 2, cap. 1), tenemos

RP R'P' OP OP'

0 1 = 0 A . ; o A """ o , ,i · ·
40

Por lo tanto,

R'P' P'M'
sh l=OA" - o? ,

OP'
cht=OA'

lo que se trataba de demos­


trar.

Supongamos ahora que Supongamos ahora que

L A O M - a y LMOM'=� los ángulos hiperbólicos

(fig. 3la). Tracemos las per­ AOM y MOM' son iguales

pendiculares M P y M' Q de a t y u, respectivamente

los puntos M y M' a OA. (fig. 31 b). Tracemos las

Del punto M' tracemos la perpendiculares M P y M' Q

perpendicular M' P' al radio de los puntos M y M' a

OM, y del punto P' trace­ OA. Luego, del punto M'

mos dos perpendiculares: tracemos la cuerda M' M'.

P'D al segmento M'Q y Conjugada con OM (véase

P'K, a OA. En este caso la pág. 27). La cuerda

tenemos: M' M' corta a OM en el


punto P'; de este punto
sena=PM, cosa=OP,
tracemos dos perpendicula­
senJl=P'M', cos�=OP':
res: P'D al M'Q y P'K al
sen ( a + � ) = QM',
segmento OA. En este caso
cos(a+�)=OQ.
tenemos-

sh 1 = PM, cht =OP;


P'M' OP'
sh u = ""oji;1 • ch u = oiIT

sh(t+u)=QM',

ch(t+u)=OQ.

Los triángulos OMP y Los triángulos OM P y

OP'K son semejantes: am­ OP'K son semejantes: am­

bos son rectángulos y tie­ bos son rectángulos y tie­


nen un ángulo común. nen un ángulo común.

Los triángulos OMP y Los triángulos OMP y

M' P' D también son seme­ M'P'D también son seme­

jantes. dado que ambos jantes, dado que ambos son

son rectángulos y, además. rectángulos y, además,

LMOP=LP'M'D, como L_ M O P = L P ' M ' D . En


41

ángulos con los lados recí­ efecto, la recta M' R, para­


procamente perpendiculares. lela a la asíntota Oy de la

hipérbola, corla el diámetro

OM en el punto R. y al eje

OA, en el punto S. Entcn­

ces, L QM'S= L QSM'=


=45�. Luego, LP'M'R=
=LM'RP', dado que

P'M' =RP' (véase la pág

39).
Pero,

L M O P = L. M ' S Q ­

-LSRO=LM'SQ-

-L.M'RP', L. P ' M ' D =


= L_ S M ' Q - L. RM'P'.

Por tanto,

L_ M O P - L. P ' M ' D .

Es evidente que (fig. Es evidente que (fig.

3la): 3 lb):

se n ( a + 6 ) = Q M ' = s h ( t - 1- u ) = Q M ' =

=KP'+DM', = KP' -1-DM',

cos(a+�)=OQ=! ch U+u)=OQ =OK + P'D.

=OK-DP'.

De la semejanza de los De la semajanza de los

triángulos OMP y OP'K se triángulos OMP y OP'K se

deduce: deduce:

KP' PM , OP' KP' PM , OP' .

OP' =oM' ,KP = OM P M ; OP' = 'o'M , KP = o M P M .

OK OP OP' OK OP OP'

OP' = O M , OK = OMOP. OP' = oM' OK= DMOP.

De la semejanza de los
De la semejanza de los

triángulos OMP y M' P' D triángulos OMP y M'P'D

tenemos: tenemos:

DM' OP , P'M' DM' OP , P'M' .

P'M'=OM'DM = OM OP, P ' M ' = O M ' DM = OM OP,

DP' PM P'D PM

P'M'=OM' P'M'=OM'

, P'M'
, P'M'
DP = OM PM. P D = OM PM.
42

Tomando en considera­ Tomando en considera-


ción que ción que

PM =Sen a, OP=cosa; PM=sht, OP=cht;

P'M' OP' P'M' OP'


7J7í:t = se n !} , OM-cosp !JM = s h u ; OM = c h u

tenemos en difinitiva: tenemos en difinitiva:

-sen (a.+ P) .e scn c cos f' + sh (t + u } = s h t ch u+ch t X

-L- cosa sen B, (V) xsh u, (V)

C05 (a+�)= COS!X COS �­ ch (t + u ) = ch t ch u+sh f x

-sena.sen p. (VlJ xsh u. (VI)

De las fórmulas (V), ( V I I De las fórmulas (V), (VI)

y de las (1) y (11) del pá­ y de lns (1) y ( 1 1 ) del pá­

rrafo anterior se deducen to­ rrafo anterior se pueden ob­


das las Iérmulas restantes tener todas las fórmulas res­
de la trigonometría. tantes de la trigonometría

Así, por ejemplo, tene­ hiperbólica. Así, por ejem­

mos: plo, tenemos:

lg(a -'-") =�(a+�)­ th (t + u ) = :sh {l-i-u) =


' t' cos (a+�) ch(t+u)

sen a- cos j3 + cos a-sen , :sh t ch u+<:h t sh u

""' c o s a - co s � se n a , s e n fl ' = ch ( ch u+:sh t sh e "

Al dividir por cos c cos ñ Al dividir por c h t c h u


el numerador y denomina­ el numerador y denomina­
dor de la fracción en el se· dor de la fracción en el se­

gundo miembro, obtenemos: gundo miembro, obtenemos:

tht+thu
t ( " -l - " ) = lga-(-lg� _
g t' l-tga·tg �
th(t+u)=1+thlthu·

(VII¡ (Vil)

Si � =a, las fórmulas Si u = t . losfórmulas(V),

(V), (Vil y (VII) toman la (VI) y (Vil) toman la for­

forma: ma:

sen 2a=2sen !X .cosc., (V 1 1 1 ) sh2t=2shtchf, (V I I I )

1 1
cos2o:=cos'a-sen'o:, ( I X ) ch2t=ch t+sh t, (IX)
. 2th t
o 2Lga (X)
t (X)
g :xt= 1 1g: a th2t= i+tg't.
43

De lasíórmulas(V), (VI) De las fórmulas (V),

encontramos que (VI), encontramos que

sena-= sen (a+P) cosp­ sht=sh{t+u)chu­

-cos (a+P) senñ. -ch(t+u)shu,

cosa= cos (a+ P) cos P+ ch t = ch (t +u) ch u­

+ se n ( a + � ) se n � . -sh(t+u) sh u.

Si en las últimas fór­ Si en las últimas fórmu­


mulas sustituimos (cx+P) las sustituimos (t +u) por

por a, y a por (a-P), obten­ t, y t, por (t-u), obten­


dremos: dremos:

sen (a-P) =sena· cos P ­ sh(l-u)=shtchu-

-cosa-sen P, {XI) -chtshu, (Xl)

cos(a-P) e.cosc-cos ñ -l­ ch (t-u) = ch tch u-

-c-sen c-sen B. (XII) -sh t sh u. (XII)

Al dividir, miembro por Al dividir, miembro por

miembro, la fórmula (XI) miembro, la íórmuJa (XI)

por la (X 11), resulta: por la (XII), resulta:

tgo:-trdl )= tht-thu
th(.1_
tg ( a - � ) = 1 + t o a + t oíl · u 1-thtlhu'

(XIII) (XIII)

Representamos sena, Representamos s� t, ch t


cosa y tgo: por la tangente y th t por la tangente (hi·

de medioangulo. perbólica) de medioángulo.

De las Iórmulas (VJIJ)­ De las fórmulas (VII 1)­

(X).y (III) se deduce: (X) y ( I l l ) se deduce:


· a a t t
se n a = 2 se n -cos = s h t = 2 s h :z c h =
2 2 2
a t
sen a: sh2 t t
2 1
= 2 --cos� - - =2-ch --2th-x
a 2
ch..!. 2 2
cos,
2

a 1
= 2 t g - , - -= 2 th .!.._
1 2
2
=, • "
x--, = t '
l/ch"2" 1 - th1
a 2
21g2
(XIV)
1
(XIV)
= I+tg 1 �

2
44

1 1
cosa =-cos' • sen' • = cht=ch•2+sh• =
2- 2 2

sen • .,;.)

-=cos•i 1 - � =­ - c h • -'- ( 1 + ' ' ' ; ) =


2
( cos12 ch'_!_

' '
=-'-(
• •
1 - ! g • .': ) =
2
= - ' - ( 1 + t h • -'-
2
)=
1
l/ch .!....
sec 2 2

1 -}
1+th

(XV)
- 1-th'z
1
(XV¡

/,,
.: M'

r1,,. 3t

y y

2tg2
• 2 th l.
2
tga=---.� (XVI) lh t = (XVI)
1
1-lgZ 2 1 +th �

Observemos que al deducir [as fórmulas de ndrción para funciones 111-


perbólicas no tuvimos la necesidad de medir el primer án1?ulo I a partir
del eje de simctr¡a OA de ln hipérbohi. De una manera. casi igual .'.I ta
45

ex:puesla nrríba, podemos detludr las fórmulas V y VI parn el caso en que

el diámetro OA ocupa una posición arbitraria �fig. 32):


- los ángulos hiperbólicos AOM y MOM son iguales a t y u, res-

¡>eetivaffit'nl e;
- MP y M'Q son conjugadas con el eje OA;
- M' P' es conjugada con la OM,
)', por consiguiente,

PM OP
s h t = 0 A ; cht=
0A;

P'M' OP'
shu= O M ; chu= O M ;

QM'
s h ( l + u ) � OA ;

OQ
ch(l+u)� O A ,

de lo cual se deducen las lórmulas V y VI.


CAPlTULO lll

FUNCIONES HIPERBÓLICAS Y LOGARITMOS

§ l. Teoría geométrica de logaritmos

Examinemos la hipérbola xy=l (fig. 33). Tomemos en

esta curva dos puntos arbitrarios M y N y bajemos las per­

pendiculares MP y NQ al eje x. Consideremos un trapecio


curvilíneo PQNM i). El área SPQNM de este trapecio depende

"

FIG. JJ

de las abscisas OP=x1 y 0Q=x2 de los puntos M y N (x�x1),

Aclaremos ¿cómo depende SPQNM de las abscisas X1 y Xz,

es decir, cómo calcular esta área, conociendo x1 y x,?


Ante todo demostremos que el área SPQNM depende sólo

de la relación x't. En otras palabras, señalemos que si dos


x,
trapecios curvilíneos, PQNM (0P=x1, OQ-xJ y P'Q'N'M'
(OP'-x�. OQ'=x;), son tales que se verifica la correlación

'
Ki X1

---.'
Xi XJ

enlonces, las áreas de estos trapecios son iguales (fig. 33).


Realicemos el giro hiperbólico que traslada MP a M' P'. En

1)
Recibe el nombre de trapecio c-urvilineo una fi­
gura limitada por dos ordenadas ¡abscisas), segmento del eje de abscisas
(ordenadas), comprendido entre as ordenadas (nbscisas) mendonadas,
y por el arco de una curva.
47

virtud de la propiedad d), § 2, capítulo 1, el punto Q se trans

formaré en punto Q tal que será válfda la relación :.=i�,


es decir, el punto Q pasa al punto Q' (dado que �=.c.:).
x X¡
1

Esto quiere decir que NQ se transformará en N'Q', mientras

que el trapecio curvilíneo PQNM se convertirá en trapecio

P'Q' N' M'. Por consiguiente, según la propiedad e), § 2,

capitulo 1, SPQNM =Sp-Q'N'M'·

Así pues, vemos que el área SPQNM depende sólo de la

relación ;; =z, es decir es una función de z. Designemos esta

función por S(z):

SPQNM =S ( :: ) =S(z).

Es evidente que S(z) es el área clel trapecio limitado por

la hipérbola, eje de abscisas y las rectas x= 1 y x=z (puesto


z
que =z).
1
La función S(z) está explícita para cada z mayor que l.

Del sentido geométrico no se proviene que es la función ere·

dente (si z1>z2, entonces S(z1)>S(z2)) y continua (a los va­

lores próximos de z les corresponden valores próximos. en

magnitud de la función S(z)). Es natural que S (1)=0 (el

trapecio se degenera en segmento). Para los valores de z


suficientemente grandes la expresión S(z) puede hacerse tan

grande como se desee (lo que se demuestra por el procedi­

miento igual al ya utilizado para demostrar que el ángulo hi­

perbólico puede ser tan grande como se quiera; véase la

pág. 34). De aquí se deduce que existe un número z>l la!


que S(z)=l. Este número en adelante juega un papel Im­

portante; designémoslo por e. De este modo, S(e)=l (fig. 34).


Deduzcamos, ahora, una fórmula para la función S(z).
Ante todo demostraremos que para dos números 21 y z, cua­
lesquiera, mayores que 1, se verifica la ecuación:

S(z,) + S(z,) �S(z,z,)

(si, por ejemplo, z 1 = l , esta relación se pone evidente, dado

que S(l)�O). ·
48

En efecto, S(z1) es el área del trapecio curvilíneo l(P1M1A

en el que 0/(=I, OP1=Z1 (íig. 35); S(z,) es el área del tra­


pecio curvilíneo K.P 2M tA en el cual OP 1=z., es decir, el área
equivalente del trapecio curvilíneo P1QNM 1, donde OQ=z1z2
1111
(dado que = za). De aquí inm�diatamente proviene que
,,

S(Z1) +s (z,) =SKP,M,A +sP,QNM, "°" SxqNA =S {Z1Zt),

o que se trataba de demostrar.

'
f"IC\, U

Haciendo uso de la relación obtenida, se puede demostrar


que para cualquier número a posilit>O se verifica la igualdad

S(z•)=aS(z).

Examinemos unos cuantos casos posibles.


Si a.=n y ,i es un número entero, entonces tenemos:

S (z') = S (z, ,•-•) -s (z) + S (z"-') -

=S (z) +s (z-z•-•) = 2S (z) +s (,•-•) = 2S (z) +


+ S ( z · z " - ' l = 3 S ( z ) + S ( z ' - ' ) = . . . =(n-2) X

X S (z) +s (z') = ( n - 2 ) S (z) +s (Z·Z)= «s (z).

Si ci = � , donde m es un número entero, entonces, según

lo demostrado, tenemos:

S(z) =S [(, ,l;- )•] = mS (,! ) de donde S (, ,l;-) = ,� S(z).


49

Si a=: es racional, según lo demostrado, tenemos:

S ( z : ) = S [( , : ) "] - nS ( ,--.:.- ) =n · � S(z) = ; S (z)

En fin, si a es irracional, entoncea z> se determína como

.!.l. .!!.. ...::.!.


limite de los números Z "' • , Z "' • , . . . , z"'� . . . , en que

las fracciones racionales tienden al

n úmeroa.

o
'

f l G, . u

Dado que, según lo demostrado,

s(,:: l = i'L S ( z ) , s(,:•, l - l'L S ( z ) ,


m1 • m,

. . . , s ( z : ' ..1: ) = .!!.!. S ( z ) ,


m,

1)
en el limite oblenemos

S(z')=aS(z).

Supongamos, ahora, que z es un número arbitrario, mayor


que J. Es evidenle que z=t1<>11·.r, donde log, z es un logaritmo
del número z de base e. Como e>l (véase la pág. 47) y

1)
Recordemos que la función S (z) es continua.

4 x, 2t52
50

log4'z>O (dado que z>l), resulta:

S (z) -S (e'º',') - log,z ·S (e) - log,,

fS(e)=-1, según la definición del número e].

En difinitiva tenemos:

S(z)=log 1 z.

Esla es precisamente la fórmula que queríamos obtener.


De la íórmula se deduce que ef área del trapecio curvilíneo

PQNM limitado por la hipérbola y = __!_, eje de abscisas y


X

las rectas x=x1 y x=x21 (x2>x1) es igual a log/'.


x,

Así pues de las consideraciones geométrícas relacionadas


con las áreas, hemos llegado a los logaritmos. Observemos

que la base de logaritmos no es arbitraria (tal como ocurre

en la aplicación ordinaria de los logaritmOs) sino que es un

cierto número determinado e. A esta circunstancia se Je debe


el hecho de que Neper y Bourgui, inventores de la teoría de

logaritmos, trabajando independientemente, llegaron a los

logaritmos de una misma base e (y no de base decimal tO que,

al parecer, habría sido más fácil).

La misma definición «geométrica» de logaritmos tiene

un gran sentido por la razón de que los logaritmos ce base

e aparecen, con frecuencia, en los problemas matemáticos

y físicos que, a primera vista, no tienen nada que ver con


1).
las funciones logarítmicas

Evaluemos el número e. El área S(2) del trapecio curvilíneo

}(PMA (OK=I, OP=2) es menor que el área del rectángulo

KPMA, la cual es igual al producto l( A · l( P = i x l = l

(véase la fig. 34). Por tanto, S(2)<l. Por otra parte, el área

S (3) del trapecio curvilineo KQNA (0Q=3) es mayor que el

área del trapecio KQNA (AN es tangente a la hipérbola en el


1 .

punto M), igual a PM · K Q =-- ·2=1. De este modo, S (3)>1.


2
2)
De las desigualdades S (2)<1<8(3) se infiere que

2<e<3.

1)
A la historia de los log aritmos es dedicndo un libro
popular d e / . B. Abe/son «Nacimiento de logaritmos», Goslejizdat. M.-L.,
1948. Véase también el folleto de A . l. Mark11.sh.évich careas y logarttmos»,
Gostejízda!, M.-L, 1952, (Lecciones populares M matemáticas).
') S (z) es una función creciente.
51

Se puede apreciar e con una exactitud mayor. Examinemos


un trapecio curvilíneo KPMA en el cual O K =- 1 , O P =- 1 +

+ 2.. (fig. 36). El área de este trapecio que, según lo demos-


• .

trado más arriba, igual a)og, (}+¿), esta comprendida entre

'

FIG. U

las áreas de los rectángulos KPFiA y KPMA(representadosen

la fía 36) es decir entre K A · K P = l · __!_ = ...!._ Y


�· ' ' n n

1 J I n + I 1
K.P-PM =n. --1 = n: -.-= ,¡:¡:-¡·
1 + ,¡-

Así pues:

1 ( 1 ) 1
-;; > log, 1 +-;; > ñ+T

De aquí obtenemos:

1 > n log, (1 + ! ) = log .. ( 1 + i )'';

1 < \n+l)log, ( 1 + ¿ ) = l og , ( ! + ! )"'

De las desigualdades lag .. ( 1 + ! r< 1 < log" ( 1 + ! )" +i

se infiere que

(1+¿J"<•<(1+:r"-

,.
52

Estas ú l t i m a s desigualdades pernuten evaluar e con cual


quier grado de exactitud: basta poner en ellas n lo suficiente
mente grande. Así por ejemplo, haciendo n= 100, obtenemos

1 ,... ( 1 )'" •
2 , 7 04 < ( 1 + ) <e< 1+100 <2,732
1 00

de donde

e�2.7.

Tomando en consideración la desigualdad

( 1 + } ) " < • < ( 1 + ¿ )" "

y de que para n-CC>, la relación

( 1 + ,!_
n
)" ", (

1 + ,!_ )"
11
- 1 + ,!_
n

tiende a la unidad, tenemos:

e= lim ( 1 + ..!.. ) ' -, (')


" - ,,, f
l

Esta fórmula se toma, con frecuencia, por la definición

del número e.
Observemos, además, que la fórmula (•) puede ser gen'e­

ralizada de la manera siguiente:

lim ( 1 + � ) ' - , • . (")


11 - "' 11

La demostmcién de Ja tórmute (º º) casi no se diferencia de la deduc­

ciUn de la fórmula(º). Supongamos que, en la figura 36 OP= 1+�


n

a
donde a es positivo. En este cuse tenernos SKPA1,1=log� (l+¡-J,

a a
S ., P M A = K A · K. P = I ·-=-
" n n

a I a n a
S
K.PMA
-=KP·PM=-·--
ti a
=-·-----
n n . f- a n+a'

'+­

ª
de donde

a
- > log�
( 1+-
a) > --.
a
ti n 11 +a
53

Razonando del modo igunl que nrrtba, obtenemos:

a> n log .. ( 1-4- � )=logq( 1 + : )n.

e e {n-t- a} log, ( 1 + � )=log,. (1 +: )"u.

es decir,

! o t1: ..- ' a


\ I + -; )" < a < l o g .. ( a
1 + -;¡ )"'" ,

o !Jien,

Tomando en consrderactón las últimas desigualdades y que la relación

tiende a ln unidad para n-e cc ,


" ) " ": (
( 1+n 1+n ª)" = ( 1+n
ª)º

deducimos b fórmula {º)

De uu rno.Jo plc'lamente igual se puede- demcstrnr que la f(Jrmula {º)


es válida también par<1 t1 n<:gntivos.

SupongmnllS que en L1 figurn 36 el segmente OQ= 1- �. donde a>O.

"
: OK 1 ( a)
En este cese et 1ireaSq�...1.v= log .. OQ=log,--,-=- lo�.. 1-ñ

1--
n

H? encuentra ccmprcndrda <mire

SQKAN= \ • ª
-=- ª y sQK.AN=-
- ª• --=___.___.
I u
n n n ]-� n-a

Deducimos, como antes, que

hm ( 1-�)n =e-".
11 .... ... ti

En conclusión determinemos el área del lrapecio FQNM,


limjlada por una hipérbola xy=a, eje de abscisas y las rectas

x=Xi, x=s, (fig. 37). Realicemos la contracción al origen

de coordenadas con el factor de contracción k= �;¡(véase la

pág. 7). Evidentemente, la hipérbola xy=a se transformará

en la hipérbola xy=l (el punto (x,y) pasará al punto ( ;ax,

Ja y). mientras que la curva xy-a se convertirá en la curva


ó4

xy= 1) y el lrapeciocurvil ineo.PQN M, en el trapecio P'Q' N' M',


también curvilíneo.

Como ya sabemos,

. ( º º ' )
Sp,q•N•1w- log, OP' ;

por otra parte, en virtud de las propiedades de contracciOn

xy-t

'

FU:.. 37

al punto (véanse las págs. 7-9) tenemos:

2
I OQ' OQ x,
Sp,q·N·M·=k SPQNf.1=aSPQNM• op·=op= x •
1

De aquí obtenemos:

SPQNM = a log, ( :: ) .

En un caso particular, si a=lge<-:;;0,43, es decir, un logaritmo deci­


mal del número e), entonces resulta:

SpqNM=lge·log, ( :: )=lg( ;: ) .
De la igualdad

log Z (¡o'<•)lOII' l !Qlg�·lO¡¡' l

z-e " = " = "

y z= !Qlgz se deduce que lgz=lge· toa, z. De este modo, el logantmo dect·


mal del número z se puede drfinirlo como área del trapecio curvilineo
KPMA, limitado por la hipérbola xv=lge�0,43, eje de abscisas y las

rectas x=I, x=z {edcfinlclón geométrica de logaritmos decimales»).


55

§ 2. Expresiones analíticas
para funciones hiperbólicas

2 1
Volvamos a examinar la hipérbola unidad X -Y =I.

Sea M un punto arbitrario de esta hipérbola; el ángulo (hi·


perhólico) AOM es igual a t (lig. 38). Es evidente que las

coordenadas de los puntos M y A en el sistema de coordenadas,


cuyos ejes coinciden con los ejes de la hipérbola son, respecti­

vamente: OP=ch t; PM=sh t y O A = l ; O. Las coordenadas


de estos mismos puntos en el sistema de coordenadas· con los

ejes coincidentes con las asintotas de la hipérbola se deter·


minan según las f ó r m u l a s ( • ) , § 1, capítulo IJ (pág. 31) y son,

respectivamente, iguales a

OQ = (chl-sh t) q..,
OR-(chl+sht) y,'
J'2 J'2
OK=(l-0)-2-= --, .

,¡-,- J'2
OL= ( 1 + 0 ) --, = --, .

Es fácil ver que Jas áreas de los trapecios curvilíneos


QKAM y RLAM son iguales entre sí y al área del sector hi­
perbólico OAM. En efecto, según la deíinición de hipérbola
(véase la pág. 17) las áreas de los rectángulos de coordenadas

de los puntos M y A son iguales: s,,QMR=SogAL· Por consí­

guiente, SQKAM = SQKAM- SoKAL +SoQM� = SRLAM Por otra

parle, S1J.MoQ-=S1J.AoK (dado que S o. M o Q -= 2 S o Q M R , SIJ.AoK=

=-4-SoKu)·
De aquí tenernos:

SQKAM = SQK,Lu-SIJ.AoK+s.&.MOQ =SoAM·

Como, según L
a definición del ángulo hiperbólico, SoAM=

1
-2,, entonces:

SQKA,n=SRuM= 2 t.
·

Ya sa bemos que en el sistema de coordenadas de ejes


coinciden tes con las asín lotas la ecuación de la hipérbola
56

unidad es xy=}(pág. 3}). Por eso (véase la parte final deJ

párrafo anterior)

V2
1 (OK) 1 ,--

Sq¡.;,1,11 = z log, \ OQ =
2
lag, V2 =
(ch 1-sh t) -r

1
=- lag, (ch t-sh !).
3

' '

'

'
FIG. 3R

Por tanto,

1 1

2 t =- log,(ch t-sb t),


2

-i=log,(cht-�ht). (')

Del modo igual tenemos:

1 (OR) 1 ( c h l -j- s h ( ) V2
SQAM= SRLA.11=2 1
oge,ol =2iog�-· V2 ·-2--

,--
1
=zlog, (ch t + sh t),
57

de donde

l=log.(ch t+sh t).

Por las fórmulas (•) y ( •• ) se relacionan las funciones

hiperbólicas y los logaritmos de base e. De estas fórmulas

obtenemos:

1,
ch t-sh t=e- ch t+sh t=e';

por consiguiente,

e'+e-1
chl=- -, ( 1)
2

ef-e-t

sht= -r- · (2)

Dado que th l=sht tenemos:


cht'

(3)

Estas son las expresiones analíticas de las funciones hiper­


bólicas. Como regla se usan en el curso de la escuela superior

para determinar las funciones hiperbólicas.

Así, por ejemplo:

ch
2
t-sh' t = ,,,�,-')' - (''-•-')'
(-'- - -
2 2
-

1, (!)

ei1+2+e-:I, e2t_2+e-llt

- 4 T 4

ch 21, (IX)
58

(VIII)

2 th l: 1
2 e +e �
---=--= =

•-•h' 4- 1-
[·+ _, -+]
1 1

eT +e -7

' ) ( ' < \ '


2
(e '1 -e 2
• e i +e t J

11)
=r3·+e- [(e+-re-+y_(e+-e-+r=

( + -+) ( + -+) • -·
=2 e -e 4 e +e -�=sht. (XIV)

De un modo análogo se pueden obtener otras fórmulas.

Con el íín de obt�ner de las fórmulas (l)-(2) algunos corolarios ne­


cesarios, transformemos la fórmula (º) de! párrafo anterior (¡)ág. 53):

lím ( 1 + :r =e".
Según la fórmula del binomio de Newton tenemos:

(i+!:)11
= I + .!!. !:.... + n (n-1) � +
n I n 2 1 n z

n(n-l)(n-2) a3+ + n ( n - 1 ) . . . (n-(n-l)J X


+ 31 ;¡r ··• nl

X � = l + � + ( 1 - .!_ \ � + ( 1 - .!. ) ( 1 - .!. ) X


11
n ¡ n } 2 ! n n

x;;+ . . . + ( 1 - � ) ( 1 - { ) · · · ( 1 - n n 1) ��-
= l + u 1 + u 1 + . . . -f-u,,,
donde:

U 1: -= ( J - ! ) ( ! - ! ) ( 1-k n ') =� (k=], 2, . . . , 11).

En la suma 1+u,+u1 + +u,. omitimos todos los términos U,t,-1,

".t+i, . . . , u,. después de cierto término u11..


59

El error cometido será igual a

U .t + 1 + U .t - u + U .t + •
. + . . . +u,,.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

- ' .

(con rayas verticales se designan valores absolutos de un número).

Por eso, el valor absoluto de la suma U.t+1+ui..:+· . . +1111 no es


superior a

Supongamos, ahora que k + l > l a l , considerando n lo suüctentemeote


grande para poder elegir k de la manera indicada. En este caso la Ultima

expresión es menor que

1 • 1

m 141 .;;; f a ] "' l a l

1 u 1
,1, lal ::oe j u .t l k , I [c ] kl k - 1 · 1 - l a l

l-k+I

( dado que 11,t� \ � t ) -

Así pues, sustituyendo (1+�)


11
por la suma 1+u1+u1 +. . . + IIJ<. co­
n
la j l! + l

melemos un error cuyovolor absoluto no es superior a k l(k + 1


_ 1 a I)' es

decir, para cualquier n superior a k


60

En la última expresfón pasemos nl limite n-o:,. Como

!ím ( 1 + !:.. ) " =e"


r. - ., n

(fórmula (º), p;ilo(. 53) y

(véose la ft')rmuln que determina el valor u¡,). rescna entonces:

En esta expresión pasemos al ltrmte k - a; .

Demostremos que

I a ¡.t+1
lim o
k!(k+l-lal)
·-·
Introduzcamos 111 drsignación

I a ¡A+l

kl(k+I l a l ) """ V II .

En este caso

[ a l u i -1 -1 l a l l !+ l

V.1r+1 = (k+I) 1 (k-!-l+ 1-1 a 1) k!(k+l-jal) X

1 1
k+I-lal lal la\
X "k
'i+--,
'i
1+ -;
c"'
1 r
¡a__/ -
,
� •
- +""'
"'"
J )"k
(�.,
cc.2
" ¡
- .-- -
- (
-,-
k+ )1 < V.t -
-.-,,- ,
-',.,
"".�1¡"'"1

(el factor k: j; � 1 � � I es menor que, la unidad, lo hemos presctndi-

1
I a 1

do; en el factor (k + I) (k +
2)
. . . (k + l) hemos sustttuido por (k+ 1)

todos los lectores del denominador). Antes nos hemos convenido en que

k+l>I al. Por consiguiente, ],1 relación kl �l l =a es menor que la unidad.

Dado que V.t-u< V11 aJ, a-e: l,

resulta: Va+,-.O pnm l --> eo , u


lím V 1r = O .

·-�
61

Ea

nos du-

o bien·
a a1 aJ u-)
e"= lim
(
1+-1 .¡.
21
+:;;-+- . . +¡- .
¡, •• "" . ,J • ¡
1

En conctestón, e ª ,..., igual ;'I l.1 suma de una serre inlmila

Estn 1
·� l.i ronuura que querlmnos obtener.
Poniendo en IJ fórmula ( • .,.) a=f y a=--1, k11('111os·

, , � , , , .

e l = J + 1 + : :n + 31 + ¡-¡ + . .,

r Ó o Ó v
,-i= 1
- T + IT - 3 ! .¡. E -

l\hord, tomando ,·11 e ll.:nL.1 las Iórmnles {!) y 12) obtcuemoe

,� ¡+ fd

c h ! = 1 + 21 + 41 + ¡¡ f + . . . , (4)

/ ¡1 ,�

(5)
:1111 < r + sr + rr +

L,� Iónnulas \4) y ('i) permiten calcetar. con cu.1lquin JotTJd,) de

cx11,:!1tud. J.,,_ valores de �h I y ch t (}', por t1111lo, th 1- cltt) parn cada


'"
valor delermi1u1(1<1 de t PH11 f i l o ..- � nr,.·e-,;iirio i¡uc d uúmoro de tfrmi11..t:,

de tus senes inf1ni\11� rcrn-spm1dientcs sea :-11 rctentcmcntc w1111dt'. Las


tablas de funciones hlpcrbohcas �C' componen pr1'<"t\J1111·11!� ron 1.+ ;iyuda

de <'SIJs lonn uta-.

§ 3. Fórmulas de Euler

En et cwso de �li;thr" ,lc,;tin:Hlo para l,1 escueto S(."t.1111d;1ri,1 se define

1� potf\11ria ":,,) de un númcru; Ias expresiones ti¡)(, ')f ó r.t-" 110

están dcfinldas hasta ahora y. por P$0, dchrrian n,11si.l,·ur� µri\'adn, (lf'
62

seuudc. Definamos. ahora, una potencia compltia o de! número e. �irvi&n·


donos de la Iórrnula (•º). pág. 53;

, ( a \ •
e"�lim l + - J (**)
,, _,. .,, n

P1m1 calcular este limite hagamos uso de la fórmula oc M01vrc.

(Coslf+ i sen cp)"-con nq,+i sen n q:.

Si o-�+io:, � y o: son reales, entonces:

1 +�
a
= (l +1.)
n
+ i ..!!..
n
= r, (ces e, + i sen cp,,),

donde

n
tg�.�--p
1+-
n

)¡(¡..
· -""-�-�-�
,;
== --
-= �-:-;::¡_
,, ,
a

FJC. 3t

flg. 39). De aquí obtenemos·

( 1+ � r =r� (cos n q: ,, + i sen a q:,,,)

;y. por consiguiente,

eº= lim ( 1 + � ) " = R. ( c o s '11 7 i se n lll ) ,


, , ...,. e;, 11

donde

R= lím (r11)", 4'= lim (nlf',.),

·-·
63

Determmcmos R u ©. Tenemos que

R. = lim ( .. Í¡-!-�+ a��Bi)•


" - "" V n n

2
- \im (' Í1+ P + P:)"
,, .... .., V n n

[véase 1� Iórrn ula (•• ). Luego tenemos·

,, !'.•')"
(y 1+-+--
_R_= lím n nz

,, ·-· ( -v · P')"
1+-+- ,p
n n'

+P'+."''"
. n n-
= lim t =

,,__ ({1+�
l+�+il__ l
1
· n n /

- iim ({1+ ; p•)"


,._,., 1+-+-
n ,•

y. por tanto,
64

Nos queda sólo pur apreciar las expresiones

" '

lím ( R)" = lim


( 1+::)T =- lim ·r,
\ +,,a
ª')"']'"
" _ .., 11 n .... "' ,¡..;,. :r,
l
y

'

[( '+!:'.)"']"'

En virtud de la fórmula (º) para grandes n tenemos:

•••
'ª'J.,,, -
"')"'
( 1+,13 � eO y ( 1+9112 :::: e º .

1)
Dado que

1 4czi _1
_

Um
,, __ "'
(é'').,¡=I y lim
,. __,. �
(••)i"""'1

resulta, pues, que los dos límues que nos hueresan deben ser iguales .i la
unidad.

Cuando �<0 y n es suüctcutcmeute grande, tenemos:

� \• 1 1 ,, 1
I :;,: 1 - 1- - ) > ¡ 1 - - 1 =-
(
' n , 2 ; 4

y en la fórmula, análoga u la (a), los signos dc de�igualdad,s se deben


cambiar por los contrancs.

La demos1rnción posterior queda la misma que antes.


De este modo, para � cualquiera

!im , /,+ ,; ,.)" _,


(
·-· V ,-1--+-
n ¡¡•

1)
Esto se deduce, por ejemplo, de que parn cnda uLI·
mero a

lo¡¡ a
lím -,--•O;

·-· -·
por consiguiente,
65

y. por ccnstguicnte.

Procedamos ahora ron la de,íinición de 41. Tenemos:

<11= lim (nf{ln)= Hm ( , " " - . n t g 'l'.. ) = lim (�·�)·


,. .... "" ,, _ "' gqi,, n -+ .., gqi" 1+.r

Pero, q¡,,-+0, cuando n-+oo (dado que, en este caso

"
n
t � ip .. =--B -o¡.
1+-
n

Por este

lím <p,, lim _j:_ = lim ___.!._ • ces e= l ,


" .... .. lg'J',, - ip ...... o t g rp "' .... 0 s e n qi

puesto que

lim ....L= 1 y l(m cos qi= l.


,p - o sen(f) ip - o

Y como, arlcmás,

l.,m "
--¡;:-=a.

n - "" 1 + L

"
entonces, · resulta:

Asi pues, R=/j ©=a, y, por consjguicnte,

efl+ia: =di (eos a+i sen o:).

Ahora, llegamos a la convención que nuestra definición de potencia

c.ompleia (eª) del número e ha sido bastante acertada. En efecto, esta


deünictón satisface a los dos requisuos que de antemano pudieron ser
\ev;u1l11do.1:
1°. Con a real esta dc!inidón coincide con la com\ln {dado que para a
reales la formula (•• ) fue ya demostrnda más arriba);
2". De esta manera ciertas potencias complejas sattsrecen a la regla
principal ele operactones con potencias del número

5 N1 2952
66

Efectivamente, si a 1 =� 1 --/-za 1, a2=�.+ia,, entonces·

eº•. e°•= ell' + fo;, · el3,+la, """ ell, (cos a:


1
+ i sen a,) el'1•(cos a:
2
+ í sena.:i) =

= efl•e�• (cos (a1 + i sen a1) (cos a


1
+i sen a,)=

11•
= e + "· reos («¡+a,) -t- i sen (a, -i- «,)] =

=efl,+11,+i(a,+a,' -li:,+o:,

En la expresión obtenida para ee pongamos los valores a= i a y a = - ia.

Obtendremos:

eí ª - c o s a + i s e n a ,

t1-1a = cos a-i sen a,

De estas dos fórmulas inmediatamente se deduce que

e•ª+e-•ª
ce s a - (I ')
2

(2')

y, por consiguiente

(3')

1)
Estas son las fórmulas de Euler que expresan la relación entre las
funciones trigonométncas y la función exponencial.

De las fórmulas (1) y (2)se pueden sacar ulteriores corolarios En efecto.


sustituyamos en la fórmula(º*) (pág 60) los valores a=ta y a=-i 2).

Obtendremos:

i
a «� faª a4 ia• a•
eí ª = 1 + , - 2 , - 3! +41+ 5!-61- ... ,

1
) Leonardo Euler (1707-1783), destacado matemá­
tico del siglo XVIII, miembro de la Academia tle ciencias rusa. Vivia
y trabajaba en Petersburgo.
:) La deducción de la fórmula (.... "') partiendo de
la (•• ) (véanse las páginas 59--60), conserva plenamente su veudez para
valores complejos de a (tomando sólo en cuenl:i que las rayas verticales
signilican magmturl absolufa o módulo del número complejo, es decir,
raíz cuadrada de la suma de cuadrndos de la parle real del número y el
factor de su parle im.1gin:ma).
67

1)
Tomando en coosrderacrón (1 y (2'), obtenemos:

1
a' '.1 a•
c os a - 1 - 2f + ¡¡ - 6f + · . . , (4')

,x -:x' u&
sena-T-3! +sr- . . . (5')

Las fórmulas (4')-(5') permiten calcular con cualquier grado de exac­

lilud los valores de sen et y rosa (y, por tanto. lga=::) para cuatquíer a

determinado. Para dio basta tomar el número suñcrentc de lérmmos uc


las correspondientes series mtinítas En el caso particular, estas íórmulns
se usan p:ira hacer las l Jamadas tahlas de funciones trigonomélncas.
A NUESTROS LECTORES:

,Mir, edrtn hbros soviéticos traducidos al español, ingli::s, francés,


.árabe y otros idiomas extranjeros. Entre ellos ligur.in las mcjcees
obras de las distintas ramas de la ciencia y la !�nica: manuales para

los centros de enseñanza superior y escuelas !ecnológJcas; literatura


sobre ciencias naturales y médicas. También se incluyen monogrnfias,

libros de divulgación cienlifica y ciencia ficción.

Dirijan sus opiniones a Editorial cMiu,

I Rizhsk! per., 2, 129820, Moscú, 1·110, GSP, URSS.


Ya está en la veni a las siguientes obras de esta serie publicadas
por MI�:

Arcas y logaritmos

tk M arkushéuich A.

Este trabajo del vice-presidente de la Academia de Ciencias

Pedagógicas de la URSS. doctor en ciencias ñslco-matemá­

ticas, caledrático Aleksey 1\farkushévich, fue enunciado prl­

meramente en la Universidad de Moscú ante los alumnos de


grados superiores de las escuelas secundarias.
En la obra se expone la teorfa geométrica de los logaritmos en

la que los últimos aparecen como ciertas áreas. Las pro­


piedades de logaritmos se obtienen del análisis de las propie­
dades respectivas de las áreas. Junto con esto el libro propcr­
ciona las más simples nociones y- propiedades del cálculo

integral.

No es forzosamente necesario que el lector sepa qué es un lo­

garitmo. No obstante, el lector debe tener conocimientos


primarios sobre las funciones y su _representación graíica,

progresión geométrica y un límite.


En el caso de que el lector desee obtener la mayor información
sobre los logaritmos podria referirse a la obra "Series" del

mismo autor.
El libro será útil como libro de lectura para escolares: y aque­

llos lectores que estén interesados por los problemas c¡ue en el


mismo se exponen.
Análisis matemático en el intervalo
de las funciones racionales

de Shlloo G.

Este libro es una introducción al curso general "Análisis ma­


temático" escrito por el eminente matemático G. Shílov.

Las nociones de derivada e integral, siendo fundamentales


para el análisis matemático están muy lejos de ser elementa­
les; en el curso sistemático les preceden la teoría de los

límites, la teoría de los números reales y la teoría de las


funciones continuas. Tal preparación preliminar es necesaria
para formular las nociones de la derivada e integral en una
forma bastante generalizada, aplicándolos a un círculo de
problemas lo más amplio posible. Sin embargo, si nos
limitamos a una clase relativamente estricta de las funciones

racionales y utilizamos la lengua evidente de las gráficas, se


puede contar de una manera substanciosa y estricla sobre la
derivada e integral casi al mismo tiempo.

Esto se hace en el libro de texto destinado para los escolares


y estudiantes que no aspiran a especializarse en las matemá­
ticas.
Método de la inducción matemática

de Sominski J.

Este libro trata acerca del método de la inducción matemé­

tica que es aplicado ampliamente en distintas ramas de las


matemáticas, desde el curso de la matemática elemental hasta
las más comp lejas esleras de las investigaciones matemáticas.
Es imposible estudiar las ma{emáticas sin tener previo cono­
cimiento acerca de este método.
Al mismo tiempo, la idea de la inducción matemática tiene
gran importancia para la instrucción general; debido a eso
presenta interés para la masa de lectores que no tienen su­
ficiente preparación en la rama de matemáticas.
El libro está dedicado a los escolares de .los últimos años

de la secundaria. Se recomienda también a los estudiantes


menores de los centros de enseñanza superior.
La máquina de Post

V. Uspenski

El libro narra acerca de una máquina calculadora abstracta (es de­

cir, inexistente en el arsenal de la técnica actual), la llamada má­

quina de Post. Los cálculos en esta máquina reflejan muchos ras·

gos esenciales de cómputo en las calculadoras electrónicas reales.

La enseñanza de los principios de programación en la máquina de

Post y la explicación de las posibilidades de esta máquina, se reali­

zan en ejemplos elementales que, pese a la extraordinaria sen­

cillez, resultan bastante extensos.

No es necesario que el lector posea conocimientos de matemáticas

que rebasen el marco de la escuela primaria. El libro ofrecido, en

cierta medida, habrá de contribuir a la introducción de tales con­

ceptos como "algoritmo", "máquina calculadora universal",

"programación" en la escuela de enseñanza secundaria, incluso en

sus primeros cursos. Hasta los escolares de los primeros grados y

los niños en edad preescolar pueden efectuar sin trabajo opera­


ciones en la máquina de Post, según un progrwna dado. Este

folleto se basa en las conferencias dictadas por el autor para los

estudiantes de enseftanza media y de la Universidad de Moscú.

El folleto está destinado a los estudiantes de enseñanza media y a

todos los amantes de las matemáticas.


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lecciones populares
de matemaltlcas
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Yu. l. Lyúbich, LA. Shor •


Método cinemático en problemas geométrioos •

N.Ya Vilenkin •

Método de aproximaciones sucesivas

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mecánica a las matemáticas

G.E. Shllov

Gama simple

Cómo construir les grtificas

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Sistemas de desigualdades lineales

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Editorial MIR Moscú •






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