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Introducción
Este artículo nos remonta a épocas pasadas en las que la vida se desarrollaba en armonía
y convivencia pacífica tanto en las grandes ciudades como en los pequeños pueblos. Pero de
repente este espejismo desapareció. Pero hoy es tema de nostalgia y conversaciones entre padres
e hijos que les muestran cómo era la vida en aquel entonces, pues ahora hay farmacias, pulperías,
licorerías y pequeños comercios que aparecen con rejas de hierro en las puertas a la entrada de
sus instalaciones, que parecían celdas caseras en la gran prisión de la ciudad. Las casas, ya sean
casas o apartamentos, también tienen rejas de hierro en puertas y ventanas, lo que sugiere que
nos hemos recluido voluntariamente en el siglo XXI. “Paradójicamente, hoy quienes
pertenecemos a una sociedad libre vivimos tras las rejas, mientras que los delincuentes viven
libres” (Miño, 2016) . Desde hace un tiempo nuestro país ya no es un lugar de paz y tranquilidad,
lo que difiere en el contexto regional debido a la Ausencia de violencia y agresión criminal. Los
tentáculos del crimen han logrado penetrar hasta los rincones más remotos de nuestra geografía.
Los pretextos para el aumento de la criminalidad son variados y no justifican sus acciones.
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Métodos
Metodología de la investigación
Resultados
Según el artículo 1454 del Código Civil, "un contrato o convenio es un acto por el cual
una parte se obliga a dar, hacer o no hacer algo a otra." Cada parte puede estar formada por una o
más personas. Como se desprende del texto transcrito, es obvio que la norma, como ya se dijo,
define la obligación, es decir, el género, aunque se refiere al tipo, el contrato, que como ya
hemos expresado, es la fuente más importante de obligaciones.
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Entonces podemos decir que la economía analiza la forma en que las personas y la
sociedad manejan los recursos disponibles para transformarlos en bienes necesarios para
satisfacer sus necesidades.
De la misma manera Denys nos menciona a Becker (1962), quien afirmó que la conducta
delictiva o el incumplimiento de las leyes no se basa en la cultura de la sociedad porque el
comportamiento humano se determina con base en principios económicos. Visto desde esta
perspectiva, contribuyó a la teoría de la economía criminal con argumentos que enfatizan los
costos-beneficios de cometer un delito; Esto significa que los delincuentes ponen un precio a
cada delito que cometerán y qué impacto o coste tendría. Por tanto, si el beneficio o beneficio es
mayor que el coste a pagar por cometerlo, los delincuentes cometerán el delito y viceversa.
Las normas morales que conducen a la comisión de un delito son irrelevantes al momento
de cometerlo, ya que los delincuentes, conociendo el beneficio a obtener antes de cometerlo,
toman como referencia los costos y beneficios, es decir, si cometer el delito es beneficioso o no
es mayor que el costo de comprometerse y ser atrapado, están dispuestos a pagar el costo
(Becker, 1962). Esto nos llevó a (Silva Castañeda, 2021) examina a fondo la teoría anterior y
describe el costo de cometer un delito como precios altos en el mercado ilegal (penas de prisión,
monto de las multas, etc.) y dice que si este precio aumenta, los delincuentes se verían obligados
a Moderar el consumo en este mercado ilegal reduciría la delincuencia.
La teoría de la elección racional afirma que las personas tienden a no guiarse por sus
sentimientos, sino a actuar de una manera que maximice sus intereses personales al conocer el
mercado en el que operarán, es decir, preferencias definidas. Por tanto, el individuo dispone de
información completa, teniendo en cuenta la capacidad de éxito que le ofrecen los recursos
disponibles y las consecuencias del fracaso. Para otros autores el incentivo que tienen los
delincuentes para delinquir está motivado por el aspecto económico; Esta relación se observa
directamente en el estudio realizado por Becker (1962), que observa cómo los delincuentes
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asignan un valor de costo y beneficio a cada actividad delictiva basándose en la racionalidad
económica. Por lo tanto, si los beneficios exceden los costos, el delincuente está dispuesto a
cometer un vicio y viceversa.
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Desempleo estacional: se basa en cambios en la demanda de mano de obra
dependiendo de la temporada. Es más probable que esto ocurra durante actividades que
dependen de factores climáticos o estacionales. A estos empleados se les suele denominar
trabajadores estacionales porque al final de la temporada la demanda de empleados
disminuye y hay una disminución de personal hasta la siguiente temporada.
Nadie sabe lo que cada familia, cada individuo pasa y cómo cada persona vive por
circunstancias que laceran su ser y lo obligan a tomar caminos de violencia. La violencia puede
ser causada de muchas maneras, pero según (Aparicio Cabrera, 2006), factores económicos
como la situación laboral y el nivel socioeconómico tienden a ser muy importantes para explicar
los diferentes niveles de incidencia. “La tensión misma genera la inseguridad de vivir en la
pobreza, aumenta con las condiciones económicas precarias, la pobreza y el desempleo, amenaza
la integración social y genera marginalidad” (Estévez Calapaqui, 2021) ,en el caso del desempleo
indica un aumento porcentual del desempleo y un aumento de los delitos contra la propiedad
privada. Por ello, se considera que la creación de empleo es fundamental para contrarrestar la
violencia criminal como proyecto de integración y oportunidades, especialmente para los jóvenes
sin trabajo. Además, el empleo tiene un impacto positivo en el establecimiento de violencia,
como la violencia doméstica, ya que contribuye a cambiar el equilibrio de poder en las relaciones
individuales.
Según (Carrera, Govea, Hurtado, & Freire, 2019), incluso el Banco Mundial ha
encontrado que el crimen y la violencia tienen un impacto significativo en los índices de pobreza
de los países y están directamente relacionados con este problema. También es el primer estudio
de la relación entre la actividad criminal y la actividad económica en la sociedad. Desde una
perspectiva ética y jurídica, Otros autores sostienen que los delitos deben ser castigados porque
no entran dentro de los criterios legales por los que se castigan.
Cuando se trata de delincuencia, existe una relación entre la utilidad marginal y el costo
cuando se examina desde una perspectiva económica en términos del costo como medio de
castigo o arresto. los delincuentes tienen razón y conocimiento, pueden tomar sus propias
decisiones, pueden distinguir el bien del mal y utilizar esto para decidir si cometen un acto ilegal
o actúan de acuerdo con la ley. La existencia de una idea sólo se considera un acto criminal o
ilegal si los intereses superan los riesgos asociados durante su implementación. Por esta razón,
actores externos participan en la formulación de políticas públicas (Carrera, Govea, Hurtado, &
Freire, 2019)
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Depende de la seguridad del lugar. Algunos estudios han demostrado que las tasas de
criminalidad son más altas en áreas con malas condiciones económicas y clases sociales con un
nivel educativo relativamente bajo. La delincuencia causa dos tipos de daño social, directo e
indirecto. La causa directa es la pérdida simultánea de propiedades y vidas que conduce a una
recesión, pero en el caso indirecto va acompañada de un aumento de las pérdidas económicas y
de la seguridad. Explica que sufre un aumento de costes.
La realidad es que es casi imposible que las personas sin antecedentes penales claros o sin
antecedentes penales encuentren un buen trabajo. Un estudio demuestra que la interacción en
este entorno suele representar una barrera importante cuando las personas ingresan al mundo
criminal en busca de trabajo y empleo. Esto se debe a que su mente subconsciente registra los
malos comportamientos que cometen, por lo que no tienen la confianza para hacer lo correcto y
avanzar hacia la posición en la que se encuentran. Otra razón por la que los desempleados que
han participado en actividades ilegales en el pasado tienen dificultades para encontrar un empleo
estable y duradero es el hecho de que los individuos en la sociedad dependen del pasado y
pueden “aprender” sus diferencias. Tienen trabajo, es decir, primero los juzgan y les roban por
temor a que se repitan malas situaciones.
Desde una perspectiva social, los estudios han demostrado que ser arrestado es una
barrera importante para encontrar un trabajo legítimo. Sin embargo, no pertenecer a ninguna de
estas categorías puede resultar muy útil, como la experiencia laboral temprana. Su investigación
ha identificado momentos en los que la decepción puede retroceder entre las personas que han
vivido en la pobreza, por lo que sus raíces están cercanas. porque afecta a todas las relaciones
personales.
Los autores Blau y Blau encontraron que la variable desempleo no era suficiente para
determinar si un delito era inestable, pero se utilizaron otras variables demográficas para
determinar la causa. se especifica cuando se incluye la investigación. Incluso el autor Neumayer
realizó una encuesta de 17 años en 59 países que finalizó en 1997 y los resultados muestran que
el desempleo aumenta a medida que aumentan las tasas de delincuencia en los países. Por lo
tanto, encontramos que a medida que aumenta el número de muestras analizadas, las relaciones
entre estas variables se vuelven cada vez más discretas. Las variables anteriores afectan a las
sociedades nacionales más que a las economías, ya que aumentan el gasto público en seguridad y
control del crimen. Economía del Ecuador. Esto puede reflejar el hecho de que no siempre se
comprende el vínculo entre desempleo y delincuencia
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En su investigación, (Mena Quinteros, 2023)nos muestra resultados de las encuestas y
algunas conclusiones de cómo factores como la pobreza, el desempleo, la variación de PIB, etc,
influyen en la delincuencia.
Con los resultados obtenidos que ayudan a explicar las variables PIB, desempleo y
pobreza de ingresos, se puede concluir que la situación económica y social del Ecuador está
influenciada por factores externos e internos, por lo que en el año 2020 el mayor impacto en
estas variables se produjo debido al COVID- 19, el PIB experimentó una regresión del 7.79%
respecto al 2019, así mismo la tasa de desempleo creció un 0.57%, aumentando a 3.23% en
2019, a 3.80% en 2020 y en 2021, aumentando a 3.80% en 2020. 4.31%, es el segundo mayor
aumento desde 2015, que creció un 0,62%, siendo estos dos años los más altos en cuanto a la
tasa de crecimiento de la actividad criminal.
Por otro lado, se puede concluir que el índice de pobreza de ingresos se relaciona
negativamente con el número de robos contra personas (CELIV, 2013) y (Comisión Económica
para América Latina y el Caribe, 2019), esto se debe a la posibilidad económica de la pobreza.
sociedad lo que les permite convertirse potencialmente en víctimas de actos delictivos, de
manera que en el 2020 la pobreza aumentó un 7.35% respecto al año anterior y al mismo tiempo
el robo disminuyó un 35.08% respecto al 2019, cabe señalar que en este periodo las variables la
variable está influenciada por las variaciones descritas anteriormente derivadas de la crisis
sanitaria.
• Pobreza y empobrecimiento.
• La desigualdad de ingresos.
• Desempleo y subempleo.
• Exclusión y marginación social.
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• Abandono escolar y desempleo juvenil.
• Crisis de valores en la familia.
• Debilidades y falta de confianza institucional.
• Crimen transnacional organizado.
• Migración de áreas rurales a urbanas.
Factores individuales:
El género y la edad influyen en una mayor incidencia tanto en víctimas como en agresores.
La mínima presencia de niños y adolescentes en escuelas y colegios se traduce en bajos
niveles de educación y tiempo libre que no se dedica a actividades positivas.
El abuso físico o psicológico que sufren los niños y adolescentes contribuye a una mayor
probabilidad de conflicto y violencia.
La falta de oportunidades para niños, niñas y adolescentes hace que se dediquen a actividades
ilícitas y luego delinquen.
El consumismo es un producto cultural de la sociedad, especialmente entre las generaciones
más jóvenes, quienes pueden cometer actos delictivos para obtener productos y/o servicios
que les otorguen estatus.
El abuso de drogas o alcohol, además de empeorar la salud física o mental, también tiene un
impacto en el entorno social, lo que puede aumentar la probabilidad de que ocurran otros
delitos relacionados.
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Familias que viven en condiciones de hacinamiento, con padres irresponsables,
desempleados, alcohólicos o drogadictos, esto afecta las relaciones familiares y da lugar a
conductas violentas.
Factores sociales o comunitarios:
Falta de espacios para la recreación, la integración y el deporte.
Urbanización y crecimiento no planificado de la ciudad.
Espacios públicos dañados y abandonados.
Medios que difunden y alientan la violencia.
Disponibilidad y facilidad de acceso a armas de fuego.
Falta de cultura policial.
Aunque Ecuador limita con Colombia y Perú, dos países con constantes conflictos
internos, hasta principios de los años 1980 el país se caracterizaba por bajos niveles de violencia
e incluso era considerado una “isla de paz”. Sin embargo, a partir de mediados de los años 80 y
principios de los 90, la tasa de violencia comenzó a aumentar de manera alarmante, pasando de 6
asesinatos por cada 100.000 habitantes en 1980 a 17,6 asesinatos en 2010.
Según estadísticas oficiales del Ministerio del Interior (2013), la tasa de homicidios se
refiere al número de personas que mueren por agresiones físicas por parte de otros en un área
geográfica y período determinado por cada 100.000 habitantes. En Ecuador el comportamiento
de esta variable fluctúa, pero desde 2008 la tasa de homicidios muestra una tendencia a la baja. A
pesar de la disminución de los homicidios, los homicidios están superando a los homicidios, lo
que genera preocupación entre las autoridades y el público.
A finales de 2012, la tasa de homicidios en el país era de 12,7 casos por 100 mil
habitantes. Este resultado representa una disminución histórica respecto a lo obtenido en 2011
(15,36 casos/100 mil habitantes). En 2011 se reportaron 2.345 casos y en 2012 la cifra bajó a
1.884, la cifra más baja de los últimos doce años en el Ecuador. Según el Observatorio
Interamericano de Seguridad (2013), Ecuador tiene una tasa de asesinatos y homicidios inferior
al promedio latinoamericano (24,4 casos/100 mil habitantes). Los países con mayor incidencia
son: Honduras (81,91), El Salvador (65,09), Jamaica (39,52), Colombia (29,99), República
Dominicana (23,47) y México (21,69).
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Según el Ministerio del Interior (2013), los robos a personas aumentaron
aproximadamente un 50% durante el período 2000-2012. Las provincias con mayores índices de
este tipo de delitos son Pichincha, Esmeraldas, Santo Domingo de los Txachilas y Guayas. Los
robos a domicilio no han cambiado mucho en este periodo, con unos 10.000 robos al año según
el Plan Nacional de Seguridad Integral. Las provincias donde se presenta este tipo de delitos son
Pastaza, Napo, Islas Galápagos y Pichincha.
Estadística.
Las variables consideradas para este análisis son tanto el desempleo como la
criminalidad. Estos se realizaron con datos trimestrales del periodo 2013-2015 en la variable de
desempleo y se aplicó información trimestral del periodo 2014-2016 a la variable de
delincuencia. La variable delincuencia toma en cuenta todo tipo de delitos registrados en el
Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC): robos, hurtos, violaciones y asesinatos. Al
mismo tiempo, los datos de desempleo también se encontraron en el INEC y cabe señalar que las
tasas de ambas variables también estaban disponibles en números reales, por lo que no era
estrictamente necesario aplicar una fórmula para obtener los datos; El modelo se estimó con base
en los datos presentados posteriormente.
De acuerdo con los datos de resultados presentados en la Tabla 1, se puede agregar que
existe cierto grado de correlación positiva, lo que proporciona evidencia de que se puede
determinar que el movimiento o cambio de una variable influye en la otra. El resultado de este
estudio también muestra que existe una fuerte relación entre los datos de ambas variables. Por
tanto, es necesario continuar el estudio para poder comprobar las hipótesis planteadas
anteriormente. En consecuencia, el análisis de correlación muestra que la fuerza de la relación
lineal entre las tasas de desempleo y criminalidad es del 71,56%. Este indicador muestra una
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relación estadísticamente significativa. Los resultados obtenidos están respaldados por el análisis
de varianza. A diferencia de los datos presentados en la Tabla 2, se pudo determinar la suma de
los cuadrados del estudio y los grados de libertad para determinar el número de tratamientos
realizados.
Es importante señalar que el punto crítico de la función es igual a 4.3009, mientras que el
valor del punto calculado es 886.231. Estos números nos ayudan a validar las hipótesis
planteadas anteriormente. Además, la Figura 3 se ha estructurado para proporcionar una mejor
comprensión de los datos relevantes.
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El análisis realizado muestra que se rechaza la hipótesis nula y se confirma la hipótesis
alternativa. La hipótesis alternativa plantea que el número total de casos de criminalidad en
Ecuador aumenta a medida que aumenta el número de desempleados. Los resultados obtenidos
respaldan la evidencia teórica, por lo que se puede argumentar una relación causal entre ambas
variables, es decir, como mecanismo de supervivencia de actos delictivos que están fuera del
orden de una sociedad. (Carrera, Govea, Hurtado, & Freire, 2019)
En general, los resultados de este estudio parecen ser consistentes con el análisis de
Bergman (2011), que refleja la relación específica encontrada entre las variables desempleo y
criminalidad. Además, parece tener algunos desacuerdos con diversos estudios internacionales
ya que los resultados son inconsistentes, así como Andersen (2012) afirmó que estas variables
desempleo y criminalidad no siempre están relacionadas en un país. Además, el estudio de Feliz
(2012) representa el primer intento de examinar sistemáticamente el impacto de la actividad
criminal en el crecimiento económico de México. Al estimar un modelo de convergencia
condicional, el autor encuentra que un aumento del diez por ciento en la tasa de homicidios se
asocia con una disminución del 0,13 por ciento en la tasa de crecimiento.
Una crítica importante al modelo utilizado es el uso de pruebas paramétricas, que pueden
comprometer la confiabilidad de los resultados. Se recomienda utilizar pruebas no paramétricas
para validar los resultados obtenidos desde una perspectiva estadística diferente. El presente
trabajo de investigación conduce a avances en el conocimiento sobre estas variables, aunque
implican un alto grado de complejidad en su comportamiento. Dependiendo de su relevancia
para el momento actual, es necesario realizar nuevas investigaciones que exploren las diferentes
perspectivas y metodologías que conduzcan al desarrollo de la dirección establecida por este
trabajo. Las investigaciones futuras podrían centrarse en utilizar diferentes métodos estadísticos,
por otro lado, se podrían utilizar datos transversales, teniendo en cuenta todos los países
registrados en el Banco Mundial.
En general, los resultados del estudio nos permiten confirmar algunas teorías sobre la
relación entre desempleo y criminalidad en el Ecuador, a su vez con estudios científicos
internacionales similares. Si bien el presente análisis sugiere avances en el conocimiento sobre la
relación desempleo-crimen estudiada en Ecuador, es claro que las relaciones causales entre ellas
tienen un alto grado de complejidad. Debido a la riqueza de este tema desde una perspectiva
legal y de políticas, se esperan más investigaciones que exploren diferentes enfoques y
metodologías para seguir avanzando en la misma dirección establecida en este estudio.
Conclusión
El principal problema del Ecuador con este fenómeno es la falta de estudios estadísticos
que ayuden a determinar las causas y costos reales de la violencia. Sin embargo, se pueden
encontrar algunos estudios cualitativos que sirven para aportar cierta claridad sobre el panorama
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e importancia del tema y darle la prioridad que merece. En este sentido, esta investigación tuvo
como objetivo contribuir, desde una perspectiva descriptiva, basada en la limitada y no siempre
confiable información disponible, y desde diferentes perspectivas sociales, al conocimiento de la
situación de inseguridad ciudadana que afecta a la región y al Ecuador en particular. como
económico.
Ecuador es un país inseguro donde los hurtos y robos son muy comunes, especialmente
por violencia individual de robos. También hay un nivel muy alto de desempleo, especialmente
en el año anterior. Aunque cada pensador tiene sus propios puntos de vista, muy a menudo se ve
una conexión. La delincuencia juega un papel fundamental en un país y es uno de los mayores
problemas de este país. Además, la producción depende en gran medida del país en el que
estamos ubicados. Por lo tanto, los gobiernos deben encontrar una manera de crear empleos para
aumentar la productividad, además de proporcionar las herramientas para mejorar la oferta y la
demanda laboral.
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Bibliografía
Arteaga, M. (2000). Inicios del pensamiento sociólogo en el Ecuador. Núcleo del Guayas: Casa
de la cultura ecuatoriana.
Carrera, F., Govea, F., Hurtado, G., & Freire, C. (2019). Estudio Correlacional de Factores como
Desempleo e Índices de Delincuencia en Ecuador. Información Tecnológica, 30(3), 287-
294. Obtenido de http://dx.doi.org/10.4067/S0718-07642019000300287
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