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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

Escuela de Negocios
Contabilidad Empresarial

Participante:
Tema V:

Filosofía y Religión.
Asignatura:

Filosofía General
Facilitador:

Pedro Diep
Fecha de entrega:
11 de Febrero del año 2022
Santiago de Los Caballeros, Rep. Dom.
Introducción

Filosofía y Religión.

La filosofía nace con el hombre y es que refiere a todo pensamiento en el que


trata de dar explicaciones a situaciones del mundo real. La filosofía expresa
esa reflexión que un individuo hace sobre la naturaleza de las cosas, acerca
cómo cada ser humano percibe desde su perspectiva muy particular, todo
aquello que capture su atención y lo lleva a plantear ideas o pensamientos,
para dar cierta lógica que justifique el por qué y el para qué de las cosas.

La palabra religión proviene del latín religare, que expresa la relación entre
todo lo creado y el creador, con una tendencia hacia lo divino y sobrenatural
para dar explicación al origen de todo. Igualmente, la religión puede ser
entendida como un medio que vincula al hombre con aquello que desconoce,
pero que siente en su interior, eso que llamamos la espiritualidad, y que posee
en cierta medida un carácter transcendental y omnisciente.

a) Construye un cuadro comparativo destacando las diferencias entre la


filosofía y religión.
 Sustenta a la razón.
Filosofía  Tiene como referente al hombre.
 Tiene un carácter personalizado.

 Se sustenta en la fe y en la tradición.
Religión  Tiene como referencia a un ser supremo.
 Tiene un carácter colectivo.

a) Redacta un resumen destacando la posición del fideísmo y la del


racionalismo con respecto a la fe y a la razón.

El fideísmo es la dotrina, profesada por algunos religiosos, de que a Dios no se


puede llegar por la razón, sino solamente a través de la fe. En la reología de
varias iglesias cristianas, el fideísmo es una de muchas perspectivas.
El racionalismo, no se pronuncia con respeto a la existencia de Dios o a la
validez o el valor de la religión, pero rechaza cualquier creencia basada
solamente en la fe.
El racionalismo sostiene que la verdad debería ser determinada por la razón y
el análisis de los hechos, más que en la fe, el dogma o la enseñanza religiosa.
La teología natural consideras que se y razón son compatibles, de manera que
la evidencia y la razón finalmente llevan a la creencia en los objetos de fe.

Sus argumentos son:

La teología cristiana enseña que la gente es salvada por la fe, pero si la


existencia de Dios puede ser probada, tanto por empirismo como por uso de la
lógica, la fe seria irrelevante.
Las creencias sostenidas por “fe” pueden valorarse según este sujeto su juicio
a relaciones de orden con la razón:
La fe subordinando a la razón: En esta posición, todo el intelecto humano y la
razón son vistos como dependientes de la fe.
La fe superordinado a la razón: En esta perspectiva, la fe se presenta
cubriendo asuntos que se consideran reales pero que la ciencia y la
racionalidad serian inherentemente ignorantes de tratar.
La fe sin orden a la razón: En esta óptica, la fe es vista como esas opiniones
que uno mantiene a pesar de que la evidencia y la razón digan lo contrario.

b) Investiga en qué consiste el racionalismo y explica cuál es la posición


de este con relación a la fe.

El racionalismo es el movimiento filosófico que se inicia en la Europa


continental en el siglo XVII reivindicando la primacía de la razón para alcanzar
la verdad. Este movimiento filosófico impregnará toda la filosofía moderna y
contemporánea desde la aspiración por comprender el mundo a través de un
conjunto de leyes. A partir de ciertos principios innatos de la razón, el ser
humano puede enfrentarse al entendimiento y dominio de la naturaleza
construyendo el saber desde regularidades matemáticas.
De igual forma, el racionalismo nos presenta una derivada ética de primera
magnitud al afrontar cuestiones como la posibilidad del carácter innato de las
ideas morales o la evidencia de los principios de la religión, lo que hace
innecesario el designio divino de la revelación, como sucede en el deísmo.
El racionalismo impregnará toda la filosofía moderna y contemporánea desde la
aspiración por comprender el mundo a través de un conjunto de leyes.

El origen del racionalismo se halla en la revolución científica del siglo XVII, que
situó el problema del conocimiento en el centro del debate filosófico al
preguntarse tanto por el origen y fundamento del conocimiento verdadero como
por el método más adecuado para alcanzar la verdad desde las ciencias. En
este sentido, las dos grandes corrientes de la época, racionalismo y empirismo
tienen en común la confianza en la nueva ciencia y en el método matemático y
experimental, pero se diferencian en su postura sobre el origen del
conocimiento.

El principal exponente del racionalismo es René Descartes, quien decidió


estudiar en “el gran libro del mundo” en busca de un saber universal. Frente
al escepticismo, la corriente de pensamiento que afirma la imposibilidad de
alcanzar el conocimiento verdadero por la propia incapacidad de la razón,
Descartes defiende exactamente lo contrario, convencido de la fortaleza de la
razón humana y de su potencial para lograr la verdad universal. Para ello se
propone construir un sistema de conocimientos en el que nada sea aceptado
como verdadero si no es indudable, lo que va a suponer renovar
completamente la filosofía y encontrar el método adecuado. De este modo, la
duda metódica y el cogito ergo sum se convertirán en el sostén del edificio
cartesiano, y la búsqueda de un método universal, en la parte central de su
programa, puesto que la razón es “una” y “la misma” en todos los seres
humanos.

Conclusión

La religión como la filosofía, cada una, constituye la continuación a la otra, son


importantes y necesarias para el ser humano por su recíproca relación. Ya que
la filosofía se ocupa de la parte lógica y razonable del pensamiento humano,
mientras la religión se encarga de la parte espiritual de su vida.

Si bien la Religión y la Filosofía tienen preocupaciones comunes como la


ontología y la moral existe una diferencia fundamental entre la ética filosófica y
la de las religiones, que es la referencia a una voluntad sagrada, a una
voluntad divina. Esta diferencia procede de la existencia en la Religión de un
principio de autoridad exterior. Por el contrario, el filósofo trata de comprender
la verdad que le es propuesta y de constatarla en sí mismo para integrarla a
través de una progresión de pensamiento y acción.

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