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DIPLOMADO DERECHO EN LA
SEGURIDAD PUBLICA
El incesto se encuentra entre los delitos que suelen calificarse como delitos contra
la moral sexual, contra la honestidad, delitos de incontinencia, etc. Entre ellos se
incluyen, además del incesto aunque no se trata de una lista cerrada, el
amancebamiento o concubinato, adulterio, bigamia, poligamia, prostitución, estupro,
rapto de mujer de buena fama, sodomía, bestialidad y alcahuetería o rufianería.
En cuanto a la definición son los cometidos por los que no gocen en términos lícitos
y permitidos de los placeres sensuales comprende todas las especies de uniones
ilegítimas entre personas de diverso sexo, Se define como aquéllos que ofenden a
la moral y las buenas costumbres, que son el cimiento de las familias y la condición
indispensable de toda sociedad.
Estas razones son las que pueden explicar que en opinión de la doctrina nuestras
leyes, en esta cuestión y durante mucho tiempo, hayan dado muestras de una
severidad excesiva, traspasando los límites que tiene señalados la legislación, y
entrando en el campo de la moral.
Las leyes han castigado con su sanción penal actos ciertamente inmorales, pero
que deberían pasar desapercibidos por temor al escándalo que su publicación
pudiera producir, y por respeto "al pudor que tiene que ofender".
Por estas razones, sólo deben ser penados los hechos que producen escándalo, los
que demuestran un abuso malicioso de la sencillez e inocencia de personas de
corta edad, los que ultrajan la santidad del matrimonio y los que se llevan a cabo
por medio de violencia, y abandonarse los demás a la reprobación de la conciencia
pública"
Lo que no se tiene muy claro es quienes deben castigar estos delitos, si las leyes
civiles, las eclesiásticas o ambas. Desde la antigüedad existió la tendencia a ser
identificados o confundidos con el pecado, En las Partidas se llamaban pecados los
delirios o "yerros de lujuria, simonía, usura, perjurio, adulterio, incesto, estupro,
sodomía y suicidio.
Durante la baja Edad Media y también en los siglos modernos eran también
calificados indistintamente de pecados o delitos no sólo las acciones como la
herejía, apostasía, actos de brujería y demás incluidas bajo la jurisdicción del Santo
Oficio de la Inquisición, sino también aquellas otras que ofendían directamente a
Dios (perjurio, blasfemia, falso testimonio...), o que atentaban contra el sacramento
del matrimonio, como la bigamia o el adulterio, o la moral sexual tanto en sus más
graves preceptos pecados de incesto o de sodomía como en otras formas que la
mentalidad de la época estimaba mucho más livianas amancebamientos, "pecados
de sensualidad", "pecados y escándalos públicos. Es decir, aquellos "malos hechos
que son contra los Mandamientos de Dios como declara el Proemio de la Séptima
Partida.