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SER SANTO ES POSIBLE

El pasado 10 de octubre en Asís se beatifico


a un joven de 15 años llamado Carlo Acutis.
No era sacerdote, no fundo grandes obras,
no hizo misiones en África, sino que amo
profundamente a Dios. Este joven no es del
siglo 4 to ni mucho menos, sino que es un
joven que murió hace solo unos años atrás
en el 2006. Carlo nos quiere decir, nos
quiere gritar, que la santidad es posible. La
santidad no es algo que les toca a los
sacerdotes, las religiosas y las personas
mayores. La santidad es tu herencia como
bautizado. Si un niño nace, pero no crece
nos preocupamos, lo llevamos al doctor a
ver porque no crece porque sabemos que lo
normal es que una persona crezca y madure.
Pero en la vida espiritual muchos no crecen
y esto lo vemos como normal. La santidad
ha pasado a ser algo extraordinario cuando
debería ser la condición normal de cada
persona.
Es normal que una persona que ama a Dios se deje
llenar por El. Lo que pasa es que nos hemos mentido
al decir que la santidad es para los religiosos
exagerados. Decimos: “la santidad no es para mi, yo
solo me conformo con ser bueno.” O a veces nos
entre la falsa humildad y decimos” “¿Yo santo? ¿Con
lo pecador que soy? Imposible.” Pero es falsa
humildad. Claro que eres pecador, pero no se trata de
mirarte a ti mismo sino mirar a Jesús que te ha
redimido. ¿O es que tus pecados son mas grandes
que la misericordia de Dios? ¿No te has dado cuenta
que el primer santo era un ladrón y que su mayor
apóstol era un asesino? Si Dios ha hecho cosas
grandes con ellos, ¿que no podrá hacer contigo?
Carlo nos enseña que es posible ser joven, moderno,
normal y santo. El amaba mucho a Dios y decía que
la Eucaristía era su autopista al cielo. Al recibir su
primera comunión a los 7 años decidió ir todos los
días a la misa. Imagínense. ¡Y cuanto nos cuesta
a los adultos ver la necesidad de ir así sea una
vez a la semana los domingos! El decía que su
proyecto de vida era estar cerca de Jesús. Pienso
en los jóvenes de hoy que siempre se les pregunta:
“Que quieres estudiar cuando vayas a la
universidad?” “Que quieres ser cuando seas grande”
Le preguntamos sobre lo que ellos quieren hacer sin
ponerle ningún marco de referencia de Dios en sus
vidas. Nunca le preguntamos: “Que talentos te ha
dado Dios y como los vas a usar?” Cuando juegan
bien un deporte o sacan buenas notas les felicitamos
diciendo: “Tu si eres inteligente, si tu eres buen
estudiante.” En vez de decir, “que bello ver como
usas los talentos que Dios te dio.” Carlo nos recuerda
que nuestros talentos y habilidades son regalos de
Dios que tenemos que usar para su mayor gloria y
para nuestro bien.
Carlo decía algo muy interesante. Decía que la
tristeza viene cuando nos miramos a nosotros
mismos y la felicidad cuando miramos a Dios.
Pienso en tantas personas que sufren ansiedad,
depresión y problemas serios. Es verdad que puede
tener una causa biológica, pero muchas veces, en los
casos de los jóvenes, se ha demostrado que esta
directamente relacionado con sus usos de los
medios. Se comparan con otros, tratan de crear un
mundo imaginario virtual, proyectando vidas que no
son reales y ganando su identidad y sentido de
autoestima por la cantidad de “likes” que tienen.
Solo suben fotos seductoras, o puros selfis. Es
imposible ser auténticamente feliz cuando la mirada
esta solo en uno mismo. La vanidad y el egoísmo
nunca dan buenos frutos. La mirada en Dios, el
servicio a los demás, el olvido de uno mismo en
función del otro da una paz y una alegría que nadie
puede quitar. La mirada puesta en Dios y no puesta
en el ombligo nos hace seguros en nuestra identidad
ya que no depende de lo que digan los demás o de la
moda pasajera.
Carlo además supo usar muy bien sus talentos. En
vez de atraparse en el mundo cibernético
virtual supo controlarlo (se disciplinaba en las
horas que jugaba videojuegos) y ponerlo al
servicio de Dios. Con su pasión por la Eucaristía
creo una pagina web que contenía todos los
milagros eucarísticos del mundo
(miracolieucaristici. org/es/Liste/list.html).
No perdió su tiempo en el internet, no hizo blogs,
Snapchat, Instagram, Twitter de sí mismo sino para
hablarle al mundo de Dios.
Que hermoso ver en la misa de beatificación a sus
papas asistiendo a la misa y viendo a su hijo honrado
por la Iglesia como un ejemplo para los jóvenes y
para todos. Papas, ayuden a sus hijos a ser santos.
De nada sirve que se maten en comprarle cosas, que
hagan todo lo posible para darles “lo que necesitan”,
de endeudarse para que vayan a la universidad (nada
de eso es malo) si no cuidan de darle lo mas esencial
en sus vidas: la amistad con Dios. Nada, nada, nada
es mas importante que el cielo y una relación
autentica y viva con Dios. Carlo nos ha enseñado que
es posible tener esta relación con Dios aun de joven.
A todos los papas y jóvenes que lean estas palabras
los animo a buscar una foto de Carlo Acutis y tenerlo
cerca. Pídele su intercesión para que los ayude a
santificar a su familia y a santificar sus vidas. Por
favor no nos quedemos solo admirando a este joven
debemos saber imitarlo. Su beatificación y si Dios
quiere futura canonización es una llamada de
atención para todos para decirnos que la santidad no
solo es posible sino que es nuestro deber y será
nuestra mayor alegría.

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