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EL NOVIAZGO Y LA PALABRA DE DIOS

INDICE

I. INTRODUCCIÓN: UN LLAMADO A ESCUDRIÑAR LAS SANTAS ESCRITURAS


II. LAS CITAS RECREACIONALES O EL NOVIAZGO MODERNO: UN PROBLEMA DE
LA IGLESIA DE HOY
III. LOS JOVENES Y EL CRECIMIENTO
IV. PRINCIPIOS DE CORTEJO BÍBLICO
V. ADVERTENCIAS CONTRA LA INMORALIDAD SEXUAL
VI. REALIDADES QUE ALERTAN
VII. EN BUSCA DE LA PAREJA PERFECTA
I. INTRODUCCIÓN: UN LLAMADO A ESCUDRIÑAR LAS SANTAS ESCRITURAS

1. El cortejo bíblico es simplemente la alternativa bíblica a una de las más desastrosas y destructivas
prácticas en la cultura occidental: las citas recreativas, o también llamado el “noviazgo”. El
noviazgo moderno es la cita “amorosa” o relación entre dos jóvenes sin el propósito de casarse.
2. Debe quedar claro desde el principio que estas citas recreativas o noviazgo es pecado. Por
ejemplo, dos jóvenes de dieciséis años quieren estar juntos en una relación y compartir experiencias
diversas: eso es pecado. Puedes pensar que es incorrecto decir que esto sea pecado, pero debes
observar la condición a la que ha llegado la iglesia de nuestros días.
3. Hay una gran inmoralidad en la gran mayoría de los grupos de jóvenes. ¿Cuántos en la iglesia
de nuestro país caen en la inmoralidad? Muchos. La razón es la siguiente: estamos ignorando lo
que dice la Palabra de Dios. La cultura en cada país no es producto de un cristianismo bíblico. No
naciste en un país cristiano, sino en uno gobernado por ideas, teorías y prácticas anti-bíblicas.
Por lo tanto, debe ser una bandera roja de alerta el que nuestras prácticas en la iglesia se conformen a
la cultura y a las prácticas en el mundo.
4. En la iglesia casi no existe ninguna diferencia entre las citas en el mundo y las citas entre
jóvenes que se dicen cristianos. Los mismos problemas que viven los jóvenes incrédulos son los
mismos que viven los jóvenes que se congregan en la iglesia ¿Por qué? Porque no estamos
viviendo bíblicamente. ¿Cuántas veces has estudiado lo que dice la Biblia, de Génesis a
Apocalipsis, acerca de cómo deben conocerse dos jovencitos? ¿Cuántos sermones has escuchado
acerca de cómo debe ser, según la Biblia, el acercamiento entre dos jóvenes que quieren
relacionarse? ¿Cuándo puede un joven comenzar a pensar en el sexo opuesto?
¿Cuándo deben pensar en casarse?
5. Jueces 17:6 dice: “En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía”.
Esto mismo es lo que están haciendo los padres, los hijos y los pastores y maestros si es que no han
estudiado lo que dice la Biblia sobre el cortejo: están enseñando “lo que a sus ojos” les parece
“bien”. Debes estar en la posibilidad de abrir la Biblia y explicar lo que la Biblia dice sobre este
tema, pues de otro modo, estás haciendo lo que a ti te parece mejor. Oseas 4:6 dice: “Mi pueblo fue
destruido, porque le faltó conocimiento”1. Isaías 1:4-6 dice: “¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de
maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de
Israel, se volvieron atrás. ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza
está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él
cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con
aceite”.

II. LAS CITAS RECREACIONALES O EL NOVIAZGO MODERNO: UN PROBLEMA DE LA


IGLESIA DE HOY
1. Las citas recreacionales o noviazgo moderno es tan distante de las Santas Escrituras que ni siquiera son
mencionadas en ellas. La Biblia no dice nada acerca de las citas modernas. Es un fenómeno reciente que
tampoco se puede encontrar en los anales de la historia de la humanidad. Estas citas o relaciones de
noviazgo modernas tienen su origen en la impiedad y en los deseos de la carne, y no en la Palabra y el
Espíritu de Dios. Es una práctica mundana que siempre lleva a la destrucción.
2. ¿Por qué las personas mantienen citas sin ninguna intención real de unirse en matrimonio?
Por ejemplo, un joven viene y dice: “Quiero salir con esa chica”, y entonces se le pregunta: “¿Tan
pronto estás pensando en el matrimonio?”. El joven replica: “¡Claro que no!”, a lo que se le puede

1 El resto del versículo dice: “Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la
ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”. Esta es una advertencia aplicable a los padres y a los ministros
que no instruyen a los jóvenes en la Palabra de Dios, particularmente en este tema del cortejo.
cuestionar: “¿Entonces, en qué estás pensando?”. El deseo hacia otra persona sin la intención seria de
unirse en matrimonio revela inmediatamente la intención pecaminosa de disfrutar de los placeres
sensuales y hallar diversión egoísta sin ninguna responsabilidad a costa de la integridad física y moral
de otro. Por lo tanto, la pregunta más urgente que todo joven debe hacerse es ¿Por qué quiero salir con
esa chica o con ese chico? Si no es para casarse y formar una familia ¿Entonces para qué?
3. El salir con otra persona porque “me gusta”, “me agrada” o “me parece interesante” no es suficiente. El
compromiso matrimonial demanda sacrificios y responsabilidades muy altas. Por lo tanto, la
tendencia moderna a mantener una relación de noviazgo sin la seria intención de casarse sólo es
producto de la necesidad de satisfacer pasiones personales sin asumir dichos compromisos delante de
Dios y de la sociedad.
4. Un padre mantiene, cuida y sostiene a su hija. Un esposo hace lo mismo con su esposa. Pero un joven
puede estar buscando a otra joven sin la mínima intención de hacerse cargo de ella como corresponde en
una relación matrimonial, y de hecho, puede estar satisfaciendo sus necesidades egoístas de juego y
distracción sin reparar en todo lo anterior.
5. La mentalidad consumista de nuestro tiempo es trasladada a las relaciones interpersonales: “debes
probar muchos modelos antes de quedarte con el correcto”. Por ello, muchos jóvenes razonan:
“voy a probar con esta persona, y si me gusta, entonces lo tomaré en serio”. Sin embargo, es
mentira que deban “probarse” varias parejas: hay muchos matrimonios felices en donde el hombre y la
mujer nunca conocieron otra persona antes de casarse, y hay muchos divorcios que provinieron de
personas que tuvieron múltiples parejas antes de unirse en matrimonio.
6. Los jóvenes en las iglesias normalmente cometen fornicación antes de casarse.

III. LOS JOVENES Y EL CRECIMIENTO

1. Los jóvenes despiertan al sexo opuesto en un momento de sus vidas, pero eso no significa que estén
listos para casarse, sino que es una señal de que están listos para prepararse. Es tarea de los padres
cuidar a sus hijos para que este despertar no ocurra prematuramente.
Nuestra sociedad invita a los niños a pensar en el sexo opuesto, y aún los padres no protegen a
sus hijos de esta influencia pecaminosa: la televisión y su pornografía, los comentarios a los niños de
tipo: “eres muy guapo y debes tener muchas novias” y otras exposiciones a la vida de los adultos
aceleran el despertad del niño al sexo opuesto y ponen en peligro su desarrollo normal. No debe
extrañarnos que al no proteger su inocencia lleguen muy pronto a tener una mente sucia.
2. El único que tiene derecho de participar en una relación con el sexo opuesto es un hombre, y no un
niño. La adolescencia es una etapa que no existe en la Biblia. El término “adolescencia” aparece en
Eclesiastés 11:9 pero no es una buena traducción. La psicología moderna ha definido adolescencia como
la etapa entre la niñez y la vida adulta. Se dice que es cuando descubre su identidad y afirma su
independencia (siendo rebelde). Pero eso no está en la Biblia: allí existen niños y hombres, pero no
adolescentes. Las teorías del mundo moderno hacen que un “adolescente” sea un niño que demanda
participar de los derechos de un hombre pero sin asumir su responsabilidad como tal. Un joven bajo
esta clase de educación reclama su derecho a salir con una chica pero pide a su padre que le solvente
económicamente la misma. Esto es tenido como completamente normal. Adolescencia es un término
usado para referir personas de dieciséis a treinta y cinco años, aproximadamente.
3. La iglesia necesita hombres. Los padres deben enseñar a sus hijos a serlo. El niño debe trabajar y
asumir, eventualmente, responsabilidades de hombres (por ejemplo, trabajando juntos en el campo o
jardín) bajo la supervisión de sus padres para que puedan ir aprendiendo. Muchos jóvenes se casan con
mujeres que consideran un sustituto de sus madres; esto se debe a que no han sido enseñados a ser
hombres.
4. Génesis 2:24 dice: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y
serán una sola carne”; no dice “el niño” o “el adolescente”, sino “el hombre”. Un joven no debe pensar
en una relación con el sexo opuesto a menos que esté preparado para sostenerse a sí mismo y a su
esposa, y esté dispuesto a caminar con Dios y a desarrollar su carácter moral de forma constante,
independiente de sus padres.

IV. PRINCIPIOS DE CORTEJO BIBLICO

1. Un joven que quiera acercarse a una hija debe recibir una pregunta fundamental de parte del padre:
“¿Te interesa trabajar duro para la gloria de Dios? ¿Sabes trabajar doce horas, sudando, con tus
propias manos?”. Un joven debe aprender a trabajar duro.
2. La relación entre un hombre y una mujer debe iniciar con el hombre: Génesis 2:24 dice “el hombre
dejará”; en la Biblia la mujer que persigue a un varón es considerada inmoral (Proverbios 7:).
Coquetear, por tanto, es pecado.
3. El joven varón debe evaluar en oración sus verdaderas intenciones respecto de una chica.
Lamentaciones 3:40 dice: “Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová”.
4. Las razones por las que un joven quiere estar con una mujer deben ir más allá de sus deseos egoístas. El
que una mujer sea bonita, haga sentir “completo” al varón y le parezca interesante son argumentos
centrados en la auto-complacencia. El sentir “química” con otra persona no es suficiente porque ¿qué
hará el joven cuando su secretaria o compañera de trabajo le parezca más bonita que su esposa? ¿Qué
pasará cuando su esposa, por alguna razón, deje de ser tan bonita como al principio de la relación? ¿Y
qué ocurrirá cuando la esposa, por momentos, haga la vida difícil?
5. La base del matrimonio debe ser el llamado irrevocable de Dios a entregar la propia vida a una de sus
hijas, para que ella crezca a la estatura de Cristo y sea una bendición. Si es bonita toda la gloria es
para Dios, pero la belleza no puede ser la base del matrimonio según las Santas Escrituras. Aún bajo
circunstancias hostiles en el matrimonio el llamado de Dios sigue siendo el mismo: cuidar y proteger a
la esposa y procurar su bienestar. El hombre sirve a Dios al atender a su esposa. De hecho, no existe
manera de amar como Cristo amó a menos que se experimente el amor sacrificial hacia la pareja,
aún cuando “no se lo merezca” después de una discusión.
6. Una cosa es ser atraído por la belleza bíblica y otra es ser atraído por la sensualidad. Marcos 7:21-23
dice: “Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las
fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la
maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al
hombre”.
7. Si la ropa que usa una mujer es un marco para su cuerpo, esa es sensualidad, y Dios aborrece la
sensualidad. La sensualidad es motivo de tropiezo para el hombre, y habría sido mejor no haber nacido.
Pero si una mujer usa ropa que es un marco para su rostro, en el cual resplandece la gloria de Dios,
entonces esa es belleza auténtica y santa. Sólo el esposo debe ver el cuerpo de su mujer. Por tanto, una
mujer que muestra su cuerpo con ropa sensual a otros hombres, o a un hombre que no es su esposo,
está pecando contra el Señor y debe arrepentirse. Un hombre de Dios jamás es atraído por una mujer
sensual. Una mujer que muestra su cuerpo antes de casarse lo seguirá haciendo después de casarse, y
con ello causará gran sufrimiento a su marido.
8. Un joven atraído por una mujer debe, primeramente, buscar consejo de parte de las autoridades bíblicas,
empezando por su padre. Proverbios 4:1: “Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, Y estad atentos, para
que conozcáis cordura”.
9. En segundo lugar, debe buscar consejo de los Ancianos de la iglesia: 1 Pedro 5:5:
“Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de
humildad; porque Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes”.
10. El joven varón debe buscar el permiso de las autoridades bajo las cuales se encuentra la chica (v.
gr. El padre, o en su defecto la madre), y no por otros intermediarios (como amigas o amigos de la
mujer). Salir con una chica sin hablar con su padre es motivo de vergüenza para un hombre.
11. Si el padre aprueba al joven varón él debe esperar para comunicarlo a su hija, y darle tiempo a ella para
que después de recibir consejo y orar se pueda determinar que existe el deseo de ambos jóvenes de
conocerse mutuamente, pensando en el matrimonio.
12. Si el padre sabe que dicho joven es muy inmaduro y/o no es un joven de Dios, debe negarse a dar los
permisos para cortejar a su hija, sin importar la oposición.
13. En cualquier caso, el cortejo debe darse en un lugar que siempre esté bajo la supervisión del
padre o la madre o de alguna de las autoridades bajo las cuales se encuentra la chica. Jamás deben estar
juntos y solos en ningún lugar. Esto es aplicable a cualquier tipo de relación (laboral, ministerial, de
amistad, etcétera) entre un hombre y una mujer.
14. Cualquier hombre o mujer que se crea sabio debe responder a la pregunta: “¿Cuánto tiempo pasas
estudiando las Santas Escrituras en oración y en devoción y obediencia al Señor?”.
15. El padre debe evitar que otro hombre tenga alguna confrontación con la hija o con la
esposa, sea cual sea la naturaleza del conflicto.
16. El contacto físico no dará claridad con respecto a si se debe o no casar una persona. Sólo producirá
confusión. Regularmente, los jóvenes cristianos se relacionan con el sexo opuesto alrededor de cinco
veces antes de casarse. Y aun cuando no tiene sexo dejan una parte de ellos con las cinco personas con
las que se involucraron emocionalmente.

V. ADVERTENCIAS CONTRA LA INMORALIDAD SEXUAL

1. Es imposible estar a solas con una persona del sexo opuesto por un tiempo prolongado sin caer en algún
pecado de inmoralidad sexual.
2. Cuando los padres confían en sus hijos en medio de situaciones sexualmente peligrosas, los
padres están confiando en el brazo de la carne exponiendo a sus hijos a situaciones peligrosas
en las cuales ellos mismo no entrarían a sabiendas o intencionalmente. Jeremías 17:5: “Así ha dicho
Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de
Jehová”. La réplica común de los hijos a sus padres de: “¿Acaso no confías en mí?” o la enseñanza
moderna de “dale confianza a tus hijos” no es lo que enseñan las Santas Escrituras.
3. De la misma manera en que un esposo no debe confiar en sí mismo al andar con otra mujer que no es su
esposa, ni una esposa hacer lo mismo con un hombre que no es su esposo, un joven no debe estar con
una persona del sexo opuesto a no ser que sea bajo la supervisión de alguna autoridad bíblica.
4. Efesios 6; Santiago 4:7…La Biblia dice que debemos resistir con el diablo, pero en cuanto a las
pasiones juveniles la Biblia dice “¡huye!” (2 Timoteo 2:22). Esto significa que lo que está adentro de
nosotros es más peligroso que el mismo diablo. Por ello no debemos colocarnos en situaciones que
puedan llevarnos a la inmoralidad sexual en ninguna de sus formas.

VI. REALIDADES QUE ALERTAN

Hoy los adolescentes viven relaciones que son temporales, a las que denominan transa, filo, que permiten
llegar al sexo sin el más mínimo compromiso. En general, son los mismos mayores, los padres incluidos, los
que empujan a entablar noviazgos a esta edad, y a mantener relaciones sexuales. Es común oír preguntar a
los adolescentes si ya tienen novio o novia, o qué están esperando para concretarlo.
Este tipo de relaciones se está infiltrando en la iglesia. Los adolescentes cristianos se sienten empujados por
los que los rodean y los medios masivos de comunicación, que aportan su buena dosis en incentivar a que se
entablen relaciones de este tipo, ya no sólo con personas incrédulas, sino incluso con otros cristianos, como
algo natural.
En la encuesta personal ya mencionada, fue sorprendente el concepto vertido sobre noviazgo entre
adolescentes, donde cerca de un 50 % no lo consideró peligroso, sino aceptable y normal. Esto es realmente
alarmante, pues fueron cristianos los que dieron estas respuestas. ¿Qué pasó? Al no tener una postura
cristiana clara al respecto, han adoptado como natural esta costumbre social de estos tiempos.

Los noviazgos adolescentes presentan varios peligros:


1. Noviazgo prolongado que hace más fácil la tentación sexual. El apóstol Pablo le aconseja al joven
Timoteo huir de las pasiones juveniles (2 Ti. 2:22); y huir significa apartarse del peligro.
2. Se pierde la riqueza de lo grupal, pues se está mucho tiempo a solas con la pareja. Suele suceder
que los novios se aíslen de los demás; son ellos dos y nadie más. Esto impide hacer amigos y
disfrutar de la compañía de otros adolescentes, que pueden ser de bendición y enriquecimiento en
su crecimiento.
3. Consume mucha energía, que a esta edad es necesaria para otras actividades como por ejemplo el
estudio. Los adolescentes que “están de novios” suelen bajar sus calificaciones, ya que pasan más
tiempo con su novio/a que el que dedican a estudiar.
4. Lo peor del caso es que provoca matrimonios prematuros, acelerando o salteando etapas de la
vida. Esta situación puede perjudicar la vida de ambos en gran manera, ya que tendrán que
hacerse cargo de cosas para las que aún no están preparados; por ejemplo: tener que trabajar para
sustentar una familia, criar hijos cuando aún ellos son niños, tener que depender de los padres para
muchos aspectos de la vida.

Lo correcto
En la vida todo tiene su tiempo. Es necesario aprovechar esta etapa para relacionarse haciendo muchos
amigos y amigas, ir viendo y orando. No es bueno saltear etapas de crecimiento. Es aquí donde se comenzará
a observar y analizar el accionar de las demás personas, y sentir atracción por algunas de ellas.
La iglesia debería generar ámbitos de encuentro para que los adolescentes tengan oportunidad de relacionarse
con otros del sexo opuesto, como: salidas, reuniones, campamentos; instando a una verdadera amistad entre
los mismos. Estas relaciones servirán para madurar lo suficiente para enfrentar la etapa siguiente.
Es bueno que a esta edad se desee salir con personas del sexo contrario. Es natural que así suceda. Pero estas
salidas deben darse de manera grupal. Deberían postergarse las salidas con una sola persona para cuando se
ha madurado lo suficiente como para entablar una relación de noviazgo.

Nunca se deben olvidar las más altas normas morales y de respeto que debemos a nuestros semejantes; en
estos casos a las personas de sexo opuesto con quienes se comparten estos momentos. Para los adolescentes
cristianos esto incluye una alta norma de pureza, que los ayudará a no equivocarse y así evitarse cargos de
conciencia.
Es necesario tener presente que una relación de noviazgo no es del todo buena para los adolescentes; por lo
tanto, se debe aprovechar esta etapa en lo que ya mencionaba: “hacer amistades”, pues el noviazgo es cosa
seria. Roberto y Alejandra Maida anteponen al noviazgo dos etapas previas: En primer lugar la etapa de
amistad, en la que prevalece lo grupal, mencionado anteriormente; y en segundo lugar, la etapa de amistad-
compromiso, en la que se comienza a salir a solas con la persona del sexo opuesto. Ambas muy importantes
y preparatorias para la etapa del noviazgo.2

El noviazgo sirve para:


1. Conocer mejor a la persona con la que quisiéramos compartir no sólo un buen rato, sino el resto
de nuestra vida.
2. Prepararse para el matrimonio. Planificar el futuro. Y por lo tanto,
3. Debería ser encarado siempre con mucha seriedad y oración.

Teniendo presente esto, podemos decir y afirmar que un noviazgo adolescente nunca reúne los ítems
mencionados. Los noviazgos entre adolescentes son para “pasarla bien”, “no ser menos” ante los demás,

2Roberto y Alejandra Maida, “Pastoral de novios”, Hacer el amor en todo lo que se hace, René Padilla y Carmen Pérez
de Camargo (compiladores),FTL, Buenos Aires, Argentina,1996, pp. 31-40.
“considerarse galanes”, etc. Costumbres éstas de una sociedad hedonista.
Resumiendo, diría que para llegar a tener un buen matrimonio se debe comenzar por un buen compañerismo,
una verdadera amistad, un período de noviazgo que conducirá al matrimonio.

VII. EN BUSCA DE LA PAREJA PERFECTA.


Uno de los problemas o inquietudes en la vida de las personas, es el conseguir la pareja “perfecta” o la pareja
“ideal”. Esto con la idea de compartir sus vidas entre sí a través de una amistad primeramente, luego el
noviazgo, y finalmente llegar al matrimonio.

Algunos esperan que su pareja llegue, y esperan pacientemente a que ese momento se dé; por el contrario,
existen otros que se desesperan porque su pareja no ha llegado, y oran y le piden a Dios que les sea enviada
la persona, pero al no llegar ésta, se desesperan y se frustran.

Ante esta situación, podemos hacernos la siguiente pregunta:

“¿Qué debemos hacer para encontrar la pareja ideal?”


Dado que Dios tiene diferentes planes para cada uno de sus hijos, la respuesta a esta pregunta no podría ser la
misma para cada persona. Es decir, la manera en que tus padres se hayan conocido, no será la misma como tú
conozcas a “tu media naranja”.

Primero debemos dejar en claro las cualidades deseadas en nuestra “pareja ideal” :

1. Ser una persona que ame a Dios. Si somos cristianos, buscamos que nuestra pareja también lo sea;
de lo contrario, esto causará conflicto muy seguido. Como amigos no existe problema alguno, ya
que existe la tolerancia entre sí y se respeta el modo de pensar. Como novios, la ideología de uno
podrá afectar la del otro, dado que hay cierta dependencia entre la pareja, aunque también exista
libertad entre ellos. Como esposos, la conducta, actitud, decisiones, ideologías, etc., estarán
influyendo directamente en la pareja, así como en los hijos.

2. Que quiera una relación seria y estable. Algunas personas solo quieren tener pareja por algún
tiempo; solo por compañía, o porque aquella persona es la más atractiva y quieren presumir que la
tienen como su pareja. Después de unas semanas o meses, terminan su relación pretextando
cualquier cosa, para buscarse a alguien más. Lo que se busca es pasión, disfrazada de amor.

3. Que sea mentalmente madura. La persona que cree que su pareja está para cumplirle cualquier
capricho a la hora que se le antoje, es una persona inmadura que no sabe realmente lo que significa
una relación entre dos personas, ya que cree que solo ella deberá ser favorecida. Si la persona no
es madura, pasará la mayor parte del tiempo causando conflictos en la relación, pidiendo ser
atendida a toda hora como un niño, y además de esto, al confrontarla se hará la indigna alegando
tener la razón en lo que ella dice.

4. Que sea emocionalmente madura. Una persona que no tiene control de sus sentimientos y
emociones, que se pone nostálgica todo el tiempo, que siente celos de todo el mundo, que busca
que la pareja la mime a toda hora, que depende 100% de sus padres para hacerle todo, que llora por
cualquier cosa sin sentido, etc., no tiene la madurez emocional para mantener una relación de
pareja. Se pasará el tiempo haciéndose el mártir, y la persona más incomprendida del planeta.

5. Con gustos y diversiones afines. Si la persona gusta de ir al parque a caminar, o le atrae algún
deporte, o le gusta leer, tocar algún instrumento, o escuchar música, escribir, o declamar, ver
televisión, platicar, ir a comer fuera, hacer las actividades de la casa, etc., lo conveniente es que su
pareja tenga no todos los mismos gustos, pero al menos, que comparta algunos de ellos.

6. Con metas y objetivos en común. La pareja deberá tener metas afines a las de la otra persona, ya
que si se empieza la relación, habrá conflictos cuando uno de ellos exponga la idea de que no le
agradan los niños, o que le gustaría ir al extranjero a estudiar una carrera, o que siempre ha querido
cambiarse de ciudad; o por el contrario, que no le gustaría dejar su casa y quiere vivir en la casa de
sus padres aun después de casados, etc. Si las metas son distintas entre la pareja, difícilmente
podrá funcionar dicha relación.

7. El carácter y temperamento también juegan un papel importante, ya que si uno de los dos es muy
dominante, y el otro es exageradamente dócil, es obvio saber por quién estará dominada la relación.

Antes de continuar, debemos replantearnos la pregunta:

¿Se debe “buscar” la pareja o debemos esperar a que ella llegue por sí misma?

Como se dijo anteriormente, no puede generalizarse la respuesta, dado que Dios actúa de diferentes maneras
en las personas; no obstante, en muchos de los casos las parejas que se forman es porque los dos, o uno de
ellos tomó la iniciativa de buscar al otro.

A veces debe buscarse aquello que se quiere, y antes de hacerlo, deberá pedirse la dirección de Dios.

Algunos ejemplos bíblicos de esto se dan a continuación:

1. “Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la
tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo
lugar que pisare la planta de vuestro pie” (Josué 1:2-3).

Este pasaje habla de cuando Dios le dijo a Josué que tomara la tierra prometida. Josué tenía que cruzar el río
para tomarla, ya que Dios le había dado su aprobación.

Josué no se quedó esperando a que la gente del otro lado del río llegara a rendirse ante Israel, ni esperó que
un ángel bajara del cielo y tomara la tierra para él; más bien, al escuchar la aprobación de Dios, y saber que
tenían su dirección, se levantó junto con todo el pueblo para cruzar el río y hacer suya la promesa.

2. “Y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer
de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y
tomarás mujer para mi hijo Isaac” (Génesis 24:3-4). “Entonces se levantó Rebeca y sus doncellas, y
montaron en los camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rebeca, y se fue” (Génesis
24:61).

En este pasaje, Abraham envió un criado buscando esposa para su hijo Isaac. Abraham pudo haberse
ahorrado el esfuerzo de conseguirle pareja a su hijo entre las mujeres de su localidad; sin embargo, Abraham
quería lo mejor para su hijo, así que envió a buscar por la mujer que debería cumplir con ciertas cualidades.
Vemos que la búsqueda tuvo fruto.

3. “Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien?
¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la
parva de las cebadas. Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te
darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber” (Rut 3:1-3). “Booz, pues,
tomó a Rut, y ella fue su mujer” (Rut 4:13). También aquí vemos que la búsqueda tuvo fruto.

En conclusión podemos decir que cuando tenemos la dirección y la aprobación de Dios, sobre lo que estamos
haciendo, y confiamos en que él prosperará nuestra búsqueda, seguramente tendremos aquello que
buscamos.
Antes de buscar la pareja ideal, primero busquemos la dirección de Dios para saber dónde buscar
correctamente.

El buscar la pareja ideal o esperar a que se den las cosas por sí mismas, dependerá de los planes de Dios para
nuestra vida, dependerá de nuestra fe, de nuestra confianza en Dios, del tiempo de Dios, y de muchos
factores que ni siquiera imaginemos.

NOTA:
* El tema de liderazgo fue adaptado por el autor y tomado del libro “Jesús, el líder modelo” de Bob Briner y
Ray Pritchard; publicado por la editorial Mundo Hispano. (2ª Edición).

*Los temas de El significado de ser Cristiano, La Oración, La Humildad, La pareja perfecta, La difícil tarea
de ser padres, y ¿Cómo ayudar a nuestros padres en su difícil tarea?, son propios del autor.

*Los temas IV al XIV, fueron adaptados por el autor y tomados del libro “Enciclopedia de Problemas
Sicológicos”, de Clyde M. Narramore de la editorial Unilit. (9ª Edición).

VI. EL AMOR VERDADADERO


A. TIPOS DE AMOR
‫ אָ מַ ר‬amar; raíz: permanecer (que se usa con gran latitud):—afirmar, anunciar, añadir, aviso, canto,
considerar, contar, contestar, convocar, dar, deber, decidir, decir, declarar, desear, determinar, dicho,
gozar, hablar (de, en contra de), llamar, mandar, meditar, orden, ordenar, pedir, pensar, proclamar,
proferir, prometer, publicar, punto, querer, razonar, recitar, referir, responder, señalar, tratar,
vanagloriar.
‫ אָ הַ ב‬ajáb o ‫ אָ הֵ ב‬ajéb; raíz: tener afecto (sexual o de otro tipo) por:—amado, amador, amante, amar,
amigo, amor, deleitar, enamorado, enamorar, gustar, querer.
‫ ָרצָ ה‬ratsá; raíz: agradarse con; específicamente satisfacer una deuda:—aceptar, acepto, afecto,
agradable, agradar, amado, amar, complacer, conformar, correr, desear, estimar, favor, gozar, gracia,
perdonar, propicio, querer, recibir, reconocer, someter.
En términos generales, este verbo equivale al vocablo «amar» en castellano, o sea, un marcado
sentimiento de atracción y deseo hacia algo o alguien que se quiere poseer o estar con él. Primero, el vocablo
se refiere al amor que un hombre siente por una mujer y una mujer por un hombre. Dicho «amor» se basa en el
deseo sexual, que en general se mantiene dentro de los límites de relaciones lícitas: «Y la trajo Isaac a la
tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer y la amó» (Gn 24.67). El término puede referirse a un
amor erótico aunque legal fuera del matrimonio. Tal emoción implica el deseo de casarse y de cuidar del
objeto de ese amor, como en el caso del «amor» de Siquem por Dina (Gn 34.3). En contados ejemplos ˒ahab
(o ˒aheb) no pasa de pura lascivia: un deseo desmesurado de tener relaciones sexuales con el objeto (cf. 2 S
13.1). Por otro lado, puede consumarse el matrimonio sin que exista amor por una de las partes (Gn 29.30).
Contadas veces se refiere ˒ahab (o ˒aheb) al propio acto sexual: hacer el amor. Por lo general, el término
para esto es yada˓, «conocer», o shakab, «acostarse con». No obstante, en 1 R 11.1, ˒ahab pareciera asimilar
esta connotación adicional: «Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres
extranjeras» (cf. Jer 2.25). El mismo matiz podría estar presente en Os 3.1 cuando escribe que Dios le ordenó:
«Vé, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera». Este mismo significado predomina cuando
el verbo aparece en su modalidad causativa (participio). Con solo una excepción (Zac 13.6), ˒ahab (o ˒aheb)
denota aquellos con los que uno ha hecho el amor o piensa hacerlo: «Sube al Líbano y clama, y en Basán da tu
voz, y grita hacia todas partes; porque todos tus enamorados son destruidos» (Jer 22.20; cf. Ez 16.33).
˒Ahab (o ˒aheb) denota también el amor entre padres e hijos. La primera vez que aparece en la Biblia
expresa el cariño que sentía Abraham hacia su hijo Isaac: «Toma ahora a tu hijo, tu único, Isaac, a quien
amas» (Gn 22.2). ˒Ahab (o ˒aheb) pudiera referirse al amor de familia que una nuera siente hacia su suegra
(Rt 4.15). Este tipo de amor se expresa también con la palabra rajam.
˒ahab (o ˒aheb) a veces representa un apego especial que un siervo puede sentir hacia su señor bajo cuya
dominación quiere permanecer: «Y si el siervo dijere: yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré
libre» (Éx 21.5). Tal vez haya aquí matices de amor en familia; «ama» a su señor como un hijo «ama» a su
padre (cf. Dt 15.16). El mismo énfasis parece encontrarse en 1 S 16.21, donde leemos que Saúl «amó mucho
[a David]». Israel llegó a «amar» y admirar profundamente a David que «salía y entraba delante de ellos» (1 S
18.16).
Una acepción particular de ˒ahab es cuando hay un apego especial entre amigos: «El alma de Jonatán
quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo» (1 S 18.1). En Lv 19.18: «Amarás a tu
prójimo como a ti mismo» (cf. Lv 19.34; Dt 10.19), ˒ahab (o ˒aheb) se refiere a esta misma clase de amor
fraternal o entre amigos. El término sugiere, además, que uno debe procurar relacionarse con su hermano y el
prójimo de acuerdo a lo que especifica la legislación que Dios dio a Israel. Este debería ser el estado normal
entre los seres humanos.
«Amar» se usa en sentido político para describir la lealtad de un vasallo o subordinado hacia su señor:
como Hiram de Tiro «amó» a David en el sentido de serle totalmente leal (1 R 5.1).
El fuerte deseo y atracción emocional que sugiere ˒ahab (o ˒aheb) puede concretarse también en objetos,
circunstancias, acciones y relaciones.

Existen ocho tipos de amor según los antiguos griegos


A pesar de los diferentes puntos de vista, el lenguaje griego permitió expresar los distintos estadios y
relaciones afectivas. Es por ello que cabe destacar la importancia de conocer los contextos para el
entendimiento de estos términos.
1. agapao (ἀγαπάω, 25) y el correspondiente nombre agape (B, Nº 1 más abajo) constituyen «la palabra
característica del cristianismo, y ya que el Espíritu de la revelación la ha usado para expresar ideas
previamente desconocidas, la investigación de las formas en que se utiliza, tanto en la literatura helénica como
en la LXX, arroja más bien poca luz sobre su significado distintivo en el NT. Cf., sin embargo, Lv 19.18; Dt
6.5.
»Agape y agapao se usan en el NT: (a) para describir la actitud de Dios hacia su Hijo (Jn 17.26); hacia la raza
humana, en general (Jn 3.16; Ro 5.8); y hacia aquellos que creen en el Señor Jesucristo, en particular (Jn
14.21); (b) para expresar su voluntad a sus hijos con respecto a la actitud que tienen que mostrarse
mutuamente (Jn 13.34), y hacia todos los hombres (1 Ts 3.12; 1 Co 16.14; 2 P 1.7); (c) para expresar la
naturaleza esencial de Dios (1 Jn 4.8).
»El amor solo puede conocerse a base de las acciones que provoca. El amor de Dios se ve en la dádiva de su
Hijo (1 Jn 4.9, 10). Pero es evidente que no se trata de un amor basado en la complacencia, ni afecto, esto es,
no fue causado por ninguna excelencia en sus objetos (Ro 5.8). Se trató de un ejercicio de la voluntad divina
en una elección deliberada, hecha sin otra causa que aquella que proviene de la naturaleza del mismo Dios (cf.
Dt 7.7, 8).
»El amor tuvo su perfecta expresión entre los hombres en el Señor Jesucristo (1 Co 5.14; Ef 2.4; 3.19; 5.2); el
amor cristiano es el fruto de su Espíritu en el cristiano (Gl 5.22).
»El amor cristiano tiene a Dios como su principal objeto, y se expresa ante todo en una implícita obediencia a
sus mandamientos (Jn 14.15, 21,23; 15.10; 1 Jn 2.5; 5.3; 2 Jn 6). La propia voluntad, esto es, complacer los
propios deseos, es la negación del amor debido a Dios.
»El amor cristiano, sea que se ejercite hacia los hermanos, o hacia hombres en general, no es un impulso que
provenga de los sentimientos, no siempre concuerda con la general inclinación de los sentimientos, ni se
derrama solo sobre aquellos con los que se descubre una cierta afinidad. El amor busca el bien de todos (Ro
15.2), y no busca el mal de nadie (13.8-10); el amor busca la oportunidad de hacer el bien a «todos, y
mayormente a los de la familia de la fe» (Gl 6.10). Véanse además 1 Co 13 y Col 3.12-14. (De Notes on
Thessalonians por Hogg y Vine, p. 105.)
Con respecto a agapao cuando se usa de Dios, expresa el profundo y constante amor e interés de un ser
perfecto hacia objetos totalmente indignos de este amor, produciendo y promoviendo en ellos un amor
reverente hacia el dador, y un amor práctico hacia aquellos que participan del mismo, y un deseo de ayudar a
otros a que busquen al dador. Véase AMADO.
El término griego hace alusión a un tipo de amor incondicional y reflexivo, cuyo objetivo principal es
proporcionar el bienestar al ser amado. Algunos filósofos griegos extendieron el significado para designar el
amor hacia la humanidad y la verdad.
A diferencia de otros tipos de amor, el agape se desprende del deseo sexual y romántico para volverse
altruista, compasivo y empático. También es una forma de definir la vocación hacia una actividad en
particular y está conectado con la espiritualidad.

LXX Septuaginta
2. fileo (φιλέω, 5368) se debe distinguir de agapao en que fileo denota más bien un afecto entrañable. Las
dos palabras se usan del amor del Padre hacia el Hijo (Jn 3.35, Nº 1; y 5.20, Nº 2); hacia el creyente (14.21, Nº
1; y 16.27, Nº 2); ambos, del amor de Cristo hacia un cierto discípulo (13.23, Nº 1; y 20.2, Nº 2). Pero
permanece la distinción entre los dos verbos, y nunca se usan indiscriminadamente en el mismo pasaje; si cada
uno de ellos se usa con referencia a los mismos objetos, como se acaba de mencionar, cada palabra retiene su
carácter esencial y distintivo.
Fileo nunca se usa en ningún mandato a que los hombres amen a Dios; se lo usa, sin embargo, como
advertencia en 1 Co 16.22; en lugar de ello se usa agapao (p.ej., Mt 22.37; Lc 10.27; Ro 8.28; 1 Co 8.3; 1 P
1.8; 1 Jn 4.21). La distinción entre los dos verbos aparece de una manera conspicua en la narración de Jn
21.15-17. El mismo contexto indica que agapao sugiere en las dos primeras preguntas el amor que es capaz de
valorar y estimar (cf. Ap 12.11). Este es un amor desprendido, dispuesto a servir. El uso de fileo en las
respuestas de Pedro y en la última pregunta del Señor comporta el pensamiento de valorar al objeto por
encima de cualquier otra cosa, de manifestar un afecto caracterizado por la constancia, motivado por la más
alta veneración. Véase también Trench, SYNONYMS, xii.
Además, amar (fileo) la vida, a base de un deseo indebido de preservarla, con olvido del verdadero propósito
de vivir, se encuentra con la reprobación del Señor (Jn 12.25). Al contrario, amar la vida ( agapao) tal como se
usa en 1 P 3.10, significa considerar el verdadero motivo de vivir. Aquí, la palabra fileo sería totalmente
inapropiada.
El verbo epipotheo, desear, se traduce «os amo» en la RV y RVR en Flp 1.8 («tengo deseos», VHA; «ardiente
afecto», VM). Véanse ANHELAR, DESEAR. (2) Filadelfos aparece en 1 P 3.8, traducido como «amándoos
fraternalmente».¶ (3) Filandros aparece en Tit 2.4 «amar a sus maridos», lit.: ser amantes de sus maridos. (4)
Filoteknos, «amar a sus hijos», lit.: amantes de hijos, aparece solamente en Tit 2.4.
Hace referencia a la amistad y la camaradería. Los griegos consideraban este tipo de amor como una de las
expresiones más sublimes que existía, puesto que no involucraba la superficialidad ni la intensidad del eros.

En algunos libros se incluyen relaciones no solo amistosas, sino también aquellas entre dos amantes jóvenes,
contactos políticos, compañeros de viaje, soldados, miembros de una misma sociedad religiosa y la relación
generada como consecuencia de la cooperación entre ciudadanos que trabajan para un bien común.

Existen varios tipos de philia:


– Aquella basada en las ventajas mutuas.
– Aquella basada en el amor placentero.
– Aquella basada en la admiración mutua.

3. Eros. En la mitología griega, Eros era el dios del amor y el sexo. Eros es la representación de la fuerza
erótica, del impulso de la creatividad, el deseo y la fertilidad. Es un tipo de amor impulsivo, superficial, carnal
y pasional. Tanto así, que los griegos pensaban que era peligroso porque podría propiciar la pérdida de
control, por lo que era conveniente no darle demasiada importancia debido a su volatilidad.
Por esta razón no figura en la Biblia y que expresa amor sexual, pero la palabra no se encuentra en ningún
lugar del Nuevo Testamento.

4. Storge. Traducido como amor familiar, esta toma en cuenta la relación natural que se desarrolla entre
padres e hijos, y viceversa. Algunos llegan a encontrarle similitudes con la philia, con la diferencia de que no
existe atracción física.

Aunque el término storge está vinculado principalmente con la familiaridad, también incluye el afecto hacia
las mascotas y la amistad generada desde la niñez.
Se relaciona con el amor natural y familiar, como el amor entre padres e hijos. En el Nuevo Testamento, la
forma negativa de storge se usa dos veces. Astorgos significa "desprovisto de afecto natural o instintivo, sin
afecto a los familiares".

RV Reina Valera (revisión de 1909)


RVR Reina Valera Revisada (1960)
VHA Versión Hispanoamericana
VM Versión Moderna de H.B. Pratt (revisión de 1923)
¶ ¶ Indica que en ese artículo o subdivisión de artículo están mencionadas todas las veces que aparece la palabra griega bajo consideración.
Romanos 1:31 describe a la humanidad pecadora como "sin entendimiento, sin fidelidad, sin amor, sin
misericordia". La palabra griega traducida como "sin amor" es astorgos. El otro ejemplo de esta palabra se
encuentra en 2 Timoteo 3: 3, donde se traduce "sin amor". Pablo advierte que una marca de los "tiempos
terribles en los últimos días" (versículo 1) es que las personas carecerán de amor natural para sus propias
familias.

En Romanos 12:10 encontramos un compuesto interesante: philostorgos se traduce como "ser devoto". La
palabra combina filosofia y storge y significa "querer a nuestros familiares". dedicados los unos a los otros en
amor ”. Como parte de la familia de Dios, debemos mostrar afecto amoroso hacia los demás y ser propensos al
amor. Filostorgus se usa solo una vez en el Nuevo Testamento, y eso está en Romanos 12:10.

5. Ludus. Aunque tiene ciertas características similares al eros, los griegos profundizaron un poco el
concepto para llevarlo a la atracción que se produce entre dos jóvenes amantes.
También tiene que ver con el estadio inicial de una relación, cuando las dos personas juguetean y flirtean entre
sí.

6. Manía0 Tiene que ver con la obsesión y la locura del amor producto de un desbalance entre el eros y
la philia. La manía impulsa comportamientos de codependencia, celos extremos y violencia.
Se manifiesta también por la baja autoestima de la persona que la experimenta. Existe la urgencia de la
atención y aprobación de los demás.

7. Pragma. Es el amor que ha madurado, que perdura a través del tiempo y que es común en amistades o
parejas que tienen varios años juntos.
Aunque es un tipo de amor ideal, es uno de los más complicados que existe porque necesita de compromiso de
ambas partes. Implica paciencia, tolerancia y entendimiento.

8. Philautia. Los griegos entendieron que para poder dar y demostrar afecto hacia otras personas era
importante cuidarse y amarse a sí mismo.
Esto no tiene relación con el narcisismo, una forma negativa de la philautia, ya que está enfocada en la
vanidad y a la obsesión hacia sí mismo.

La philautia está caracterizada por lo siguiente:


– Sentirse bien con lo que se hace.
– La autocompasión.
– El auto-entendimiento.

Otras clases de amor


Aunque estos ocho tipos de amor son los más conocidos, también cabe incluir un par de tipos más:

– Xenia
En la Grecia Antigua la hospitalidad en una práctica común y respetada. La palabra xenia hace alusión a la
relación que se establecía entre el anfitrión y el huésped.

– Phileo
Tiene que ver con la forma en la que nos sentimos con los demás, desde el punto de vista del amor platónico.
El phileo produce una sensación cálida que impulsa el deseo de tener una amistad con una persona.

B. CUERDAS DE AMOR

“Desde lejos el Señor se le apareció, diciendo: Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con
misericordia.” Jeremías 31:3.

Por el contexto sabemos que este pasaje se refiere primordialmente al antiguo pueblo de Dios, es decir, a los
descendientes naturales de Abra- ham. Él los eligió desde tiempos antiguos, y los separó de las otras nacio-
nes del mundo. Su elección llena un largo capítulo de la historia, y brilla en la profecía con un lustre
resplandeciente. Hay un intervalo durante el cual ellos han experimentado extrañas vicisitudes, han recibido
pesados castigos, y han adquirido una mala reputación por la perversidad de su mente y por la obstinación de
su corazón.
Sin embargo, una gloria futura los espera cuando ellos se volverán nuevamente al Señor su Dios, serán
restaurados a su tierra, y reconoce- rán a Jesús de Nazaret como el Rey de los Judíos, el Rey ungido de ellos.
Sin cambiar ni una jota ni una tilde del significado literal de estas pala- bras según fueron dichas por el
profeta Jeremías al pueblo hebreo, las podemos aceptar como un oráculo de Dios referido a toda la iglesia
que forma Su familia redimida, y aplicable a cada miembro individual de esa sagrada comunidad.
Por lo tanto, cada cristiano cuya fe pueda captar el testimonio, puede apropiarse del texto. De la misma
manera que muchos creyentes lo han hecho, así cada creyente puede oír la voz del Espíritu Santo que le dice al
oído estas palabras: “Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia.” Hay dos cosas
sobre las que nos proponemos hablar brevemente esta noche: la dádiva indecible, “Con amor eterno te he
ama- do” ; y la evidencia inconfundible: “por eso te he atraído con misericordia.”
¡Cuán grande y preciosa es esta afirmación! Es una bendición que no tiene precio, ser abrazados por el amor,
por el amor eterno de Dios! Nuestro Dios es un Dios de infinita benevolencia. Él muestra su buena voluntad
hacia todas sus criaturas. Sus tiernas misericordias se extienden sobre todas sus obras. Él desea el bien de toda
la humanidad. ¡Con cuánta fuerza y con cuánto sentimiento Él afirma esto! “Vivo yo, dice el Señor

Dios, no quiero la muerte del impío, sino que el impío se convierta de su camino y viva.” Y cualquier hombre
que, arrepentido de sus pecados pa- sados, se vuelva a Jesús, el Salvador de los pecadores, encontrará en Él
perdón por su pasado y gracia para el futuro. Esta verdad general, que siempre hemos sostenido con
firmeza y acerca de la cual nunca hemos dudado, y que hemos proclamado tan lejos como nuestro
ministerio ha podido alcanzar, no es en absoluto inconsistente con el hecho que Dios tiene un pueblo elegido
entre los hijos de los hombres, que han sido ama- dos por Él, conocidos de antemano por Él, y ordenados por
Él para here- dar todas las bendiciones espirituales desde antes de la fundación del mundo.
Como un pueblo elegido, ellos son el especial objeto de Su amor. El pacto de la gracia fue realizado a
favor de ellos; por ellos la sangre de Cris- to fue derramada en el Calvario; en ellos el Espíritu de Dios obró de
manera eficaz para su salvación. Las palabras “Con amor eterno te he ama- do” han sido dichas en relación a
ellos y para ellos; un amor muy superior a la simple benevolencia, mucho más elevado que la benevolencia
como las montañas son más altas que el mar; un amor más intenso, más pro- fundo, más dulce que ese tesoro
de la providencia que dora la tierra con la luz del sol o que dispersa las gotas del rocío de la mañana; un amor
que revela su preciosidad en las gotas de sangre destiladas por el corazón del Salvador y que manifiesta su
favor personal e inmutable para las almas amadas en el don del Espíritu Santo, que es el sello de su redención
y el signo de su adopción. Así que el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
Ahora, piensen por un momento en esto:
Consideremos el texto palabra por palabra. “Te he amado.” ¿Quién es el que habla? “Yo”; el gran “Yo soy,”
Jehovah el Señor. No hay sino un solo Dios, y ese Dios llena todas las cosas. “Porque en El fueron creadas
todas las cosas, y en El todas las cosas permanecen.” Él no está lejos, no puede decirse que esté a una infinita
distancia de nosotros, aunque el cielo sea su trono; pues Él está aquí con nosotros. Vivimos en Él, nos
movemos en Él, y tenemos nuestro ser en Él. Los máximos esfuerzos de la imaginación no pueden establecer
ninguna verdadera concepción de lo que es Dios. El ala poderosa de la razón, aunque fuera mucho más fuerte
que el ala famosísima del albatros, fallaría de manera rotunda si pretendiera encontrar a Dios. ¡Tú eres
incomprensible, oh Jehovah! ¡Tu ser es demasiado grande para que la mente mortal lo entienda! Sin embargo
podemos en- tender esto: tu voz ha llegado hasta nosotros; desde la excelente gloria los diversos tonos de tu
voz han sonado de manera clara en nuestros oídos: “Te he amado.” Creyente en Cristo, ¿has oído esa voz? El
amor de cualquier criatura es precioso. Para nosotros vale mucho el amor del mendigo
de la calle. Nos halaga. No podemos compararlo ni al oro ni a la plata. La mayoría de los hombres buscan la
relación o estiman la amistad de quienes se distinguen de alguna manera ya sea por su rango, o por su prepa-
ración, o por su riqueza. Hay un encanto cuando se vive en la estimación de quienes son estimables. Pero
ninguna pasión de nuestra naturaleza me podrá dar la comparación adecuada cuando pregunto ¿en qué
consistirá ser amado con el amor de Dios?
Ser amado por Él cuya dignidad es sin medida, cuyo poder de bendecir es infinito, cuya fidelidad nunca
cambia, cuya inmutabilidad permanece firme como una gran montaña. Ser amado por Quien no muere, y que
estará con nosotros a la hora de nuestra muerte. ¡Ser acariciados por Quien nunca cambia en relación a todos
nuestros cuidados, ser protegidos por Su amor cuando estemos ante el tribunal, durante la última
espantosa prueba por la que tienen que pasar las criaturas responsables! ¡Oh, ser amados por Dios!
Entre el grandioso Corazón del cielo y este pobre corazón adolorido y tembloroso de la tierra hay un amor
establecido; un amor del tipo más querido, verdadero, dulce y fiel. De hecho, el amor de la mujer, el amor
de una madre, el amor de una esposa, no son más que agua; pero el amor de Dios es el vino; aquel amor no es
sino parte de las cosas de la tierra, pero el amor de Dios es lo celestial. El amor de la madre refleja el
amor de Dios, de la misma manera que la gota de rocío refleja al sol; pero así como la gota de rocío no puede
contener al sol poderoso, así tampoco ningún amor que palpite en un pecho humano puede contener alguna
vez, ni las palabras pueden tampoco expresar la altura, la profundidad, la longitud ni la anchura del amor de
Dios que es en Cristo Jesús nuestro Señor. “Te he amado.” ¡Oh! Cristiano, entonces acércate más. Tu Padre,
que te castigó ayer, te ama. Él, a quien has olvidado con tanta frecuencia, y a quien has ofendido tan
constantemente, sin embargo Él te ama. Tú sabes lo que es amar. Traduce el amor que le tienes a tu más
querido amigo, y míralo y di: “Dios tiene por mí un amor mucho más grande.” Piensas que hay personas por
las que podrías morir con gusto, cuyo dolor asumirías libre- mente si pudieras liberarlos de ese dolor por
un momento. Con gusto intercambiarías su lugar en sus lechos de enfermos si les pudieras evitar una
noche de sufrimiento. Pero tu Padre te ama con un amor mayor que todo eso, y Jesús te lo demuestra. Él cargó
con tus pecados, con tus dolo- res, tu muerte, tu tumba para que pudieras ser perdonado, aceptado y recibido
en el favor divino, y así pudieras vivir y ser bendecido por toda la eternidad.

C. LA DECISIÓN DE AMAR COMPLETA


Un misionero ante la pregunta de una joven de la iglesia ¿cómo podría hallar el verdadero amor?, le dijo “El
amor verdadero es cuando halles a alguien quien ame a Dios más que ti”
Mientras más entrega le tenga a tu pareja, mientras mayor pasión demuestre y sea su dedicación, hallarás a la
persona idónea. Es seguro que esa persona será alguien quien te llevará al perfecto amor de Dios. Solo que
debes asegurarte de que tenga tu misma visión, y propósito, de lo contrario, no podrá ser tu idóneo si buscas
el placer del mundo.

RECOMENDACIONES:
El maestro de escuela dominical deberá hacer la mayor cantidad de preguntas posibles a los alumnos para
fomentar la participación de estos y hacerles ver lo útil de cada tema.
En cada estudio se dan citas y preguntas que los alumnos deberán de leer y discutir entre sí. El propósito de
hacer polémica es el de que los jóvenes expresen su sentir sobre algún tema y manifiesten su punto de vista,
y de esta manera el maestro conocerá realmente cuál es el nivel espiritual de cada joven y cuáles sus dudas y
necesidades, y así poderlo ayudar y guiar de una mejor manera en el camino de Dios.
Cuando algún joven tenga un punto de vista contrario a la Biblia o al maestro, no debe de censurarse, ya que
si se hace esto, el joven aprenderá que su opinión no importa, o bien, que siempre que opine será censurado.
Más bien, debe decirle que se respeta su opinión, pero hacerle ver los argumentos contrarios a su idea bien
fundamentados en la palabra de Dios, para que el joven comprenda su error y cambie su manera de pensar
por él mismo.

Los temas que se relacionan con los padres de familia, se recomienda se den a toda la congregación de
manera conjunta, esto es, una escuela dominical donde estén juntos los padres e hijos, para que sea de mayor
provecho.

Quien dé la escuela dominical ha de mostrar interés y preparación en lo que esté diciendo, y de esta manera
contagiar su entusiasmo a los demás.

Si por cuestión de tiempo no se alcanza a ver todo el tema, puede continuarse a la siguiente escuela
dominical para que realmente sea de provecho la lección.

Finalmente, las conclusiones de cada tema dependen de quien los esté dando, concluyendo lo que se
considere más importante.

Video en Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=PuHeIl2BReg

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