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Burgos San Pantaleón de Losa
Burgos San Pantaleón de Losa
Burgos San Pantaleón de Losa
S A N PA N TA L E Ó N D E L O S A / 1961
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remiten a la repoblación del Valle de Losa entre los siglos IX y XI, con documentos fechados
en 853, 860, 998 y 1011 entre otros.
Todo parece indicar que San Pantaleón era un lugar fortificado del alfoz de Losa. La
actual ermita se situaría fuera del antiguo castillo que coronaría la roca, adivinándose aún en
el terreno las ondulaciones de dos fosos por encima de la iglesia. Esta construcción amuralla-
da altomedieval corresponde a las fortalezas que actuaban como ordenadoras del territorio.
Por otro lado, el pueblo –del que no queda nada– se encontraba en la parte más baja, siendo
trasladado a la zona donde lo encontramos hoy en época posterior.
Ya en el siglo XII, encontramos diferentes documentos de donación en los que de una u otra
forma aparece vinculado San Pantaleón de Losa a grandes dominios monásticos burgaleses. Así,
en 1133 Alfonso VI dona a San Salvador de Oña la iglesia de San Pantaléon, en 1158 el monas-
terio de San Juan de Burgos recibe el lugar de San Pantaleón, y en 1178 Alfonso VIII da al
monasterio de San Juan de Burgos Sanctum Pantaleonem circa castello Sarracin. Posteriormente, en
1240 Gonzalo Gutiérrez vendió al monasterio de Valcárcel la hacienda de San Pantaleón.
Más tarde pasó su propiedad a manos de la encomienda sanjuanista de Vallejo de Mena.
El Libro Becerro de las Behetrías dice del lugar de San Panta leones que “es de la orden de Sant
Iohan” y que “a vn monesterio la orden e que ha XXX almudes de pan, por medio trigo e
çeuada”. Dicho monasterio no puede ser otro que este de San Pantaleón, que además cons-
ta recogía los tributos del lugar de Helachendo de Bigano, hoy Haedillo, en el norte del Valle
de Mena.
L
Exterior de la cabecera A TOPOGRAFÍA DEL TERRENO condicionó sobremanera
la arquitectura de esta iglesia. Al encontrarse en
una pronunciada pendiente, la adaptación consistió
en una altura baja para el ábside y muy alta para el único
tramo de la nave. Existe la posibilidad de que la obra se
cerrase sin más tramos por ese desnivel, pues la pen-
diente se hace más fuerte y hubiese requerido de una
extraordinaria altura de haberse construido un tramo
más. Es la única explicación que se encuentra en la rea-
lización de una cúpula sobre pechinas en el único tramo
de la nave, al igual que el recrecimiento que se hizo en
época gótica por el lado norte con una pendiente mucho
más suave. De esta manera se añadió otra nave en vez de
alargar la existente como ocurre en la mayoría de las
ocasiones.
En el interior, en el muro sur de la nave, hay una ins-
cripción que nos aporta un dato de especial importancia
para su datación.
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Planta
Alzado este
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despliegue escultórico, se localiza en el lado occidental, zonas en el interior la roca sobre la que asienta. Un banco
enmarcada por dos sólidos contrafuertes. Al norte se abrió decorado con un bocel recorre todo el hemiciclo. El ábside
una construcción de dos naves en época gótica, lo que se divide en tres tramos horizontales marcados por dos lí-
aportó un nuevo espacio a sus reducidas dimensiones y la neas de imposta, la inferior de doble nacela separada por
modificación de la estructura románica en esta parte. A doble línea de puntas de clavo, y la superior de triple nacela.
esta zona, en su lado más septentrional se trasladó el En el centro se abre una ventana abocinada con una
sepulcro románico construyéndose un templete gótico columna a cada lado y con los fustes decorados –con
que todavía lo cobija. entrelazo con puntas de diamante a la derecha y entor-
Sin embargo, hay algunos datos arquitectónicos llama- chado a la izquierda–, basas con arcos, cimacios con roleos
tivos con respecto a esta ampliación. Ambas obras quedan (izquierda) y vid (derecha), chambrana con puntas de dia-
comunicadas en el presbiterio y en la nave. Pero mientras mante y arquivolta con bolas con caperuza. A cada lado
en el tramo del presbiterio el paso se efectúa mediante un hay un capitel. El de la derecha muestra una cabeza huma-
arco de medio punto sobre columnas fasciculadas de fac- na barbada, con cabello rizado y sacando la lengua, mien-
tura posterior a la obra románica, el tramo de la nave tras que el de la izquierda es una cabeza humana mons-
románica se une a la obra gótica por un arco formero truosa, con barba, pelo en punta, mostrando una amplia
románico que plantea no pocas dudas. fila de dientes. La iconografía de estas cabezas gesticulan-
El ábside, como ya se ha indicado, es semicircular y tes es muy frecuente en todo el entorno del norte burga-
cubierto por bóveda de horno, pudiéndose ver en algunas lés y provincias limítrofes en obras de fines del siglo XII y
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Alzado sur
Alzado oeste
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Sección longitudinal
Sección transversal
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cabeza de jabalí, le sigue una cabeza humana en el ángulo ábside, siguiendo un esquema parecido al existente en
de cuya boca salen unos tallos que se entrelazan y se Armentia (Álava), pero que se desechó inmediatamente el
extienden por los laterales de la cesta. Similar a este capi- proyecto o cuando las obras habían llegado a este punto,
tel es uno que hay en la ventana absidal de la iglesia viz- pues en el lado sur no está planteado. Otra posibilidad
caína de Zuméchaga, lo que vuelve a situar este templo en –más plausible– es la existencia de una capilla en este lado,
relación con San Pantaleón de Losa. El siguiente capitel asimetría extraña pero que podría encontrar su explicación
repite el motivo del hombre tumbado que es mordido por para cobijar el sepulcro románico que se encuentra en la
la serpiente, ya visto en el capitel del fajón del ábside. El actual obra gótica, bajo un templete pétreo abierto por los
último de los capiteles, el del extremo derecho, es una cuatro lados y con una bóveda de crucería. De ser así, el
cabeza humana, en la línea de la cabeza que vimos en un maestro podría haber planteando un falso crucero similar
capitel de la ventana absidal. al que podemos ver en Monasterio de Rodilla, donde se
Un elemento apenas recogido por los autores que han encuentran los dos ciborios (también en el tramo que se cu-
estudiado esta iglesia es la existencia del arco formero bre con una cúpula sobre pechinas), o similar a San Pedro
doblado en el tramo norte de la nave. Como ya hemos de Tejada (aquí con trompas), espacio suficiente para
señalado, se trata de un arco románico que apoya en capi- colocar el sepulcro sin modificar la planta.
teles del mismo estilo y que en la actualidad comunica con Dicho enterramiento no ha sido recogido en ninguna
la fábrica gótica. La existencia de este arco apunta varias ocasión como románico. Se trata de la tapa de un sepulcro
posibilidades. Una de ellas, poco probable, es que en un a dos aguas de labra a hacha de unas dimensiones de 2 m
primer momento se hiciese un planteamiento de una igle- por 42 cm, aunque fue mayor, pues en la parte delantera está
sia de mayores proporciones con un crucero y un único fracturado. En uno de los lados está retallado, lo que puede
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Consecratio
dispone a girar la muela de la prisión, por lo que el objeto que sólo se ve la cabeza y las piernas como ya vimos en
circular de forma sintética podría aludir a dicha muela. En una de las ventas del ábside.
el lado de la derecha hay un capitel con una escena litúr- Por encima de la portada hay una ventana abocinada con
gica compuesta por tres personajes sentados con trajes tres columnas a cada lado. Los capiteles remiten a los moti-
talares, el central con un libro entre las manos, el de la vos ya vistos, especialmente en los de tipo vegetal. Igual-
izquierda elevando una cruz y el de la derecha alzando mente se repite la cabeza humana que saca la lengua, tal y
otro libro. El capitel contiguo tiene una representación de como vimos en un capitel del interior y como novedad
una barca con dos personajes dentro y un tercero fuera de encontramos un capitel con Adán y Eva junto a un esque-
ella que ha sido identificado como Jonás devorado por la mático árbol y junto a una enorme cabeza monstruosa.
ballena. No queda clara esta interpretación por la ausencia Recapitulando, podemos decir en primer lugar que la
de la ballena, pero sí es conveniente recordar que en el inscripción que data la iglesia en 1207 se corresponde per-
entorno del norte burgalés existen diferentes representa- fectamente con las características escultóricas y arquitectó-
ciones de una posible pesca milagrosa planteadas todas nicas. Los motivos del glouton nos remiten igualmente a
ellas de diferente manera, como en La Cerca, Vallejo de modelos del tardorrománico, y lo mismo ocurre con la recu-
Mena o Astúlez (Álava). El último de los capiteles es una rrencia a la utilización de ventanas abocinadas con tres
cabeza de animal que no se puede identificar por su dete- pares de columnas a cada lado, la presencia de fustes deco-
rioro. Sobre esta cabeza y de forma similar a lo que ocu- rados, la utilización de estatuas columnas, los motivos de
rría sobre Sansón, se sitúa un relieve en el arranque las cabezas humanas que ocupan toda la cesta del capitel y que
arquivoltas y a la altura de la línea de los cimacios del que se muestran tan expresivas como las que sacan la lengua o,
sólo queda un trozo que representa a un personaje arrodi- en fin, la vinculación con otras obras tardías como las cita-
llado y con corona que no llegamos a identificar. das iglesias románicas vascas. En cuanto a sus relaciones
Uno de los fustes presenta un curioso zigzag que hace estilísticas, podemos señalar que dentro de su carácter de
que se enmarque dentro del barroquismo que caracteriza a obra tardía recoge buena parte de los modelos que enton-
esta iglesia, tal y como hemos visto en otros fustes deco- ces circulaban. No es ajena a las influencias borgoñonas que
rados con entrelazos. se observan especialmente en algunos capiteles vegetales,
Las arquivoltas presentan una decoración basada en en los fustes decorados o en determinados motivos florales,
boceles y medias cañas, con la salvedad de la chambrana, muy posiblemente llegados a San Pantaleón vía Oña y vía
que posee bolas con caperuza, una de tacos y en el Estíbaliz. El glouton nos lleva a modelos del Anjou, Poitou y
arranque de otra con figuras encerradas en el bocel de las Saintonge, aunque aquí ya trufados por los que circulaban
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en los entornos del norte peninsular. Por último, cabe resal- 172-173; GARCÍA SÁINZ DE BARANDA, J., 2002, pp. 36, 42, 58, 64, 120;
tar igualmente que el proyecto inicial nos lleva a creer en un GONZÁLEZ GONZÁLEZ, J., 1960, t. II, doc. 306; HERNANDO GARRIDO, J.
truncado planteamiento arquitectónico de mayores dimen- L., 1992, p. 67, n. 51; ÍÑIGUEZ ALMECH, F., 1941b, pp. 63-67; LECAN-
DA ESTEBAN, J. Á., 1994, pp. 518-519; LOJENDIO, L. M.ª de y RODRÍ-
siones; posiblemente la inclinación del terreno desestimó
GUEZ, A., 1966 (1978), pp. 195-207; LOJENDIO, L. M.ª de y RODRÍ-
una obra que de haberse continuado en su nave hubiera
GUEZ, A., 1996, pp. 125-140; LÓPEZ MARTÍNEZ, N., 2001, p. 117; LUIS
supuesto una desproporcionada altura.
MONTEVERDE, J., 1954, pp. 45-47; MADOZ, P., 1845-1850 (1984), p.
405; MANSILLA REOYO, D., 1951, pp. 319-320; MARTÍNEZ DÍEZ, G.,
Texto: AGG - Planos: FJFS - Fotos: JNG/JLAO 1981, t. II, pp. 425, 459-460; PALOMERO ARAGÓN, F. e ILARDIA GÁLLI-
GO, M., 1991-1992, t. IV, pp. 14-15, 114; PEÑA PÉREZ, F. J., 1983, doc.
29; PÉREZ CARMONA, J., 1956 (1986), pp. 6, 17, 36-38, 43, 47, 49;
Bibliografía PÉREZ CARMONA, J., 1959 (1975), pp. 20, 45-46, 65, 72, 75, 91, 93,
119, 235-236; RIVERA BLANCO, J. (coord.), 1995, p. 279; RIVERO, E.
ÁLAMO, J. del, 1950, t. I, doc. 8; ALONSO ORTEGA, J. L., 1990, pp. 82- del, 1997, pp. 74-75; RODRÍGUEZ PAJARES, E. J., 1999a, p. 568; RODRÍ-
84; ANDRÉS ORDAX, S., 1987, pp. 27-28, 50, 69, 71; BANGO TORVISO, GUEZ PAJARES, E. J., s.f., pp. 1-16; RUIZ VÉLEZ, I. et alii, 1986, pp. 62-
I. G., 1994a, pp. 134-135; CANA GARCÍA, F., 1992, pp. 600-602; CRUZ, 65, 107-109; SERRANO PINEDA, L., 1905, pp. 240-241; VALDIVIELSO
V. de la, 1976, pp. 95, 98; FAVREAU, R., 1989, p. 219; GARCÍA GRINDA, AUSÍN, B., 1999, pp. 103-106.
J. L., 1984, pp. 86-87; GARCÍA SÁINZ DE BARANDA, J., 1934 (1988), pp.