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´LA FORMA DE LA CRUZ EN LA

QUE MURIO JESÚS´.

En los últimos siglos diferentes opiniones se han expresado acerca de


la forma del instrumento en el que Jesús murió, tradicionalmente
creído una cruz con travesaño. Iglesias como la Católica no tienen
ninguna doctrina sobre su forma, pero no ven motivo para apartarse
de su imagen tradicional en forma de cruz. Los Testigos de Jehová,
por el contrario, enseñan que Jesús no murió en una cruz, sino en un
madero, y que la cruz es un símbolo pagano adoptado en el siglo IV
por una forma apóstata del cristianismo bajo la influencia de
Constantino el Grande.

Las dudas sobre la forma del instrumento de la muerte de Jesús


surgieron muy tarde. Todos los cristianos de los primeros siglos que
hablaron de su forma dijeron que tenía travesaño.

La apócrifa Epístola de Bernabé de autor cristiano desconocido,


escrita a inicios del siglo II, o en los últimos años del siglo I, describe
la cruz (σταυρὸς) como semejante a la letra T: "había de tener la
gracia en la figura de la T". Y dice que Moisés hizo "una figura de la
cruz y del que había de sufrir en ella" (τύπον σταυροῦ καὶ τοῦ
μέλλοντος πάσχειν) al extender sus brazos para salvar al pueblo de la
derrota (cf. Éxodo 17:8-13).

Justino Mártir (100–165) vio el mismo significado en el episodio de


Moisés que tenía los brazos extendidos a ambos lados (τὰς χεῖρας
ἑκατέρως ἐκπετάσας): si Moisés relajó "esta figura que imita a la
cruz (τοῦ σχήματος τούτου τοῦ τὸν σταυρὸν μιμουμένου), el pueblo
perdía la batalla, y si se mantenía en esta posición, el pueblo vencía a
causa de la cruz (διὰ τοῦ σταυροῦ). Añadió que la victoria se debía no
a la oración de Moisés sino a que quien mandaba en la batalla tenía el
nombre de Jesús (en griego, Josué se llama Ἰησοῦς, Jesús) y porque
Moisés estaba formando la señal de la cruz (τὸ σημεῖον τοῦ σταυροῦ
ἐποίει).

En la misma obra Justino describe la cruz (τὸν σταυρόν) como


compuesta de un madero en posición vertical encajado por otro
horizontal, mientras que otro sobresale en el medio, en el que se
sientan los crucificados. y dice que el cordero de Pascua es un
símbolo del sufrimiento de la cruz (τοῦ πάθους τοῦ σταυροῦ) al que el
Mesías tenía que someterse: para ser asado, fue dispuesto en la
forma de la cruz (σχηματιζόμενον ὁμοίως τῷ σχήματι τοῦ σταυροῦ):
un espetón lo atravesía desde la parte inferior hasta la cabeza y otro
en la espalda, al cual se unía las patas.

En otra obra Justino observa: "Mira la forma del cuerpo humano y


cómo difiere de los animales irracionales. Diferimos de los animales
en el hecho de que nosotros nos paramos erguidos. Y cuando
nuestros brazos se extienden formamos la figura de la cruz" (τὸ
σχῆμα τοῦ σταυροῦ).

Ireneo de Lyon (c. 130 - c. 202) repite lo que ya dice Justino, que la
forma de la cruz tiene cinco extremidades: dos a lo largo, dos a lo
ancho y uno en medio, sobre el que se asienta aquel que está clavado

En los Hechos de Pedro, libro apócrifo escrito en la segunda mitad del


siglo II, San Pedro, al ser crucificado, dice: "Es justo montar en la
cruz de Cristo (προσῆκεν γὰρ ἐπιβαίνειν τῷ τοῦ Χριστοῦ σταυροῦ),
quien uno y único es la palabra extendida, y del que el espíritu
dice: ¿Qué otra cosa es Cristo sino la Palabra, el Sonido de Dios? Así
la Palabra es la viga en posición vertical sobre la cual estoy
crucificado. Y el sonido es lo que lo atraviesa, la naturaleza humana.
Y el clavo que en el medio une el traversaño a la viga vertical es la
conversión y el arrepentimiento del hombre."

Tertuliano (c. 160 – c. 220), como varios escritores anteriores,


compara la cruz para la letra T y además informa que entre los
cristianos era ya entonces tradición trazar ritualmente una cruz en la
frente repetidas veces durante el día.

La representación de la figura del orante, que se encuentra


frecuentemente en las catacumbas, indica que los primeros cristianos
oraban con los brazos extendidos en forma de cruz, mientras que los
paganos oraban con las manos elevadas por encima de la cabeza. la
posición orante, con los brazos extendidos, que tomaban los primeros
cristianos al rezar representaba la posición de Jesús en la cruz. La
representación de la figura del orante crípticamente evocaba para los
cristianos entonces bajo persecución la cruz y la crucifixión de Jesús
de una manera que no entendían los no iniciados.

STAUROS
Staurós (σταυρός), a veces españolizada como "estaurós", es una
palabra griega que en la forma actual de ese idioma significa "cruz".
En las formas del griego más antiguas (cuatro o más siglos antes del
nacimiento de Cristo) se empleaba el plural para significar estacas,
postes o palos colocados en posición vertical para formar una
empalizada o para actuar como base de una casa construida en un
lago. En la forma koiné (c. 300 a.C. – c. 300 d.C.) se usaba el
término en singular para indicar un instrumento de ejecución
capital.Ya mucho antes del siglo IV d.C., se usaba la
palabra σταυρός para significar una cruz de ejecución con travesaño.
En A Greek-English Lexicon de Liddell y Scott el último escritor griego
citado por haber usado σταυρός para significar claramente una estaca
vertical es Jenofonte, que murió en el año de 354 a. C. Con la palabra
"cruz" la misma fuente traduce la palabra σταυρός usada en relación
a una ejecución en un texto del historiador griego del siglo I a.C.
Diodoro Sículo. Alrededor del año 100 d.C., la palabra σταυρός en el
contexto de una ejecución ya significaba claramente una cruz con
travesaño, como se ve en la Epístola de Bernabé, que dice que la cruz
tenía la forma de la letra Τ, y que Moisés al tener los brazos
extendidos, fabricó "una figura de la cruz y del que había de sufrir en
ella". No se sabe precisamente en qué año el significado de la palabra
σταυρός pasó de "palo" de empalizada a "cruz" de ejecución, pero el
segundo significado fue bien consolidado en el tiempo de Luciano de
Samosata (125-181), que en su Pleito entre las Consonantes hace
proponer la pena de muerte a la letra Τ (Tau), "pues afirman que los
tiranos se inspiraron en su forma e imitaron su figura para construir
maderos de forma análoga y crucificar hombres en ellos; y de ahí
recibe este maldito invento su maldita denominación. Por todos esos
crímenes, ¿cuántas penas de muerte estimáis que merece la Tau? Por
mi parte, estimo de justicia reservar este único castigo a la Tau: que
sea ejecutada sobre su propia forma, ya que la cruz llegó a tallarse
por ella, y así es llamada por los hombres." y el mismo Luciano habla
de crucifijar (ἀνασταυρῶ) Prometeo "con los brazos extendidos".
También Justino Mártir (c. 100/114-162/168) ve en los dos espetones
con los cuales se asaba el cordero de la Pascua hebrea la forma del
σταυρός.
COMPUESTA DE MÁS DE UNA MADERA.
Ireneo de Lyon (principios del siglo II - 202 dC) comenta en su
Contra las herejías que "la forma de la cruz tiene cinco extremidades:
dos a lo largo, dos a lo ancho y uno en medio, donde se clavan los
clavos".

Justino Mártir (100–165) hace la misma observación al comentar en


su Diálogo con Trifón sobre el texto de Deuteronomio, 33,17: "Nadie
podría decir o probar que los cuernos de un unicornio representan
cualquier otra cosa o forma que el tipo que retrata la cruz, ya que
una viga se coloca en posición vertical, desde la que la extremidad
más alta se levanta hacia arriba en un cuerno, cuando se le ajusta la
otra viga, y las extremidades en ambos lados aparecen como cuernos
unidos al primer cuerno, y la parte que se fija en el centro, sobre la
cual se suspende a los crucificados, también se destaca como un
cuerno y parece esa también un cuerno unido y ajustado con los
otros cuernos".

A los paganos que se burlaban de los cristianos llamándoles devotos


de la cruz Tertuliano (c. 155 – c. 240) respondió que también los
paganos veneran imágenes de madera adorando una parte de la
cruz, mientras que a los cristianos se les atribuía "la cruz completa
con la viga transversal y el asiento que se proyecta". Y agregó: "La
misma estructura de nuestro cuerpo sugiere el contorno esencial y
primordial de la cruz. La cabeza asciende a la cima, la columna
vertebral se coloca vertical, los hombros cruzan la columna vertebral.
Si se coloca a un hombre con los brazos extendidos, se crea la
imagen misma de la cruz.

Justino Mártir dice también: "En efecto, el cordero [pascual] se asa


colocándole en forma de cruz. Porque una punta del asador le
atraviesa recta desde los pies a la cabeza; y otra por las espaldas, y a
ella se sujetaban las patas delanteras del cordero"

Estas afirmaciones de cristianos del siglo II cinciden con las de los no


cristianos contemporáneos. Artemidoro declara que la cruz de
ejecución se compone de más de una sola madera al decir que para
los que están a punto de emprender un viaje por mar es presagio de
buena suerte soñar con ser crucificados, "pues también el barco está
compuesto de maderas y clavos y su mástil se asemeja a una cruz".
Dionisio de Halicarnaso (hacia el año 60 aC - después del 7 aC)
cuenta que, en cierta ocasión, "un prominente romano entregó a uno
de sus esclavos a los compañeros para ser llevado a la pena de
muerte. Para hacer manifiesto su castigo, les ordenó de arrastrarlo
azotándolo a través del Foro y cada otra parte concurrida de la ciudad
antes de la procesión que en ese momento la ciudad estaba llevando
a cabo en honor del dios. Los encargados de llevar al esclavo a su
castigo estiraron ambos sus brazos y los ataron a una madera que se
extendía a través de su pecho y hombros hasta sus muñecas y lo
acompañaron desgarrando su cuerpo desnudo con látigos". Dionisio
no especifica si la madera que el esclavo llevaba sobre los hombros
debía servir como travesaño de una cruz de ejecución, pero algunos
eruditos la interpretan así.

Los primeros cristianos vieron en la costumbre de orar con las manos


extendidas una figura de la cruz de Cristo. Tertuliano interpretó así el
vuelo de los pájaros: "Incluso las aves cuando levantan el vuelo y se
elevan hasta el cielo, extienden en forma de cruz sus alas, como si
fueran manos, y hacen algo que parece también oración". Y vio en
esa forma de orar una representación de la crucifixión de Jesús: "No
solo alzamos las manos, sino que también las extendemos, y al imitar
la pasión del Señor, y al orar, confesamos a Cristo". Según Naphthali
Wieder, fue precisamente porque los cristianos interpretaron la
oración con los brazos extendidos como una referencia a la crucifixión
del Mesías que los judíos abandonaron esta postura de oración
previamente tradicional en la liturgia judía.

Justino Mártir interpretó como presagio de la forma del σταυρός de


ejecución el episodio del Libro del Ex 17,8-13. El texto bíblico dice
que Moisés "levantó" (‫ירים‬, ἐπῆρεν en la versión griega Septuaginta)
las manos, sin especificar de qué manera. Justino describe la postura
de Moisés con un término más específico y dice que Moisés "extendió"
sus manos por ambos lados (τὰς χεῖρας ἑκατέρως ἐκπετάσας). Agrega
que cuando Moisés relajó "esta figura que imitó la cruz" (τοῦ
σχήματος τούτου τοῦ τὸν σταυρὸν μιμουμένου), el pueblo fue
derrotado, y cuando Moisés lo mantuvo, el pueblo prevaleció "a causa
de la cruz" (διὰ τοῦ σταυροῦ); y atribuyó este efecto no a la oración
de Moisés, sino al hecho de que Moisés "formaba el signo de la
cruz" (τὸ σημεῖον τοῦ σταυροῦ ἐποίει).

La misma interpretación del evento del Antiguo Testamento se


encuentra también en la anterior Epístola de Bernabé, según la que
fue una señal profética de "la cruz y del que iba a ser crucificado"
(περὶ τοῦ σταυροῦ καὶ τοῦ σταυροῦσθαι μέλλοντος) lo que Moisés hizo
cuando, "poniéndose más alto que todos los demás, extendía sus
brazos. Y de esta manera vencía de nuevo Israel. Luego, cuando los
bajaba, otra vez eran pasados a cuchillo". Dice que en esto "el
Espíritu inspiró en el corazón de Moisés que fabricara una figura de la
cruz y del que había de sufrir en ella" (ἵνα ποιήσῃ τύπον σταυροῦ καὶ
τοῦ μέλλοντος πάσχειν).

Justino Mártin reconoció la forma de la cruz en cosas que tienen un


elemento transversal además del vertical: "Justamente lo que es,
como predijo el profeta, el símbolo más importante de la fuerza de
Cristo y de su autoridad, como se muestra aún por las mismas cosas
que caen bajo nuestros ojos. Consideren en efecto, si cuanto hay en
el mundo puede ser administrado o tener consistencia sin esta figura.
Porque el mar no se surca si ese trofeo, llamado mástil, no se alza
intacto en la nave; sin ella no se ara la tierra; ni cavadores ni
artesanos llevan a cabo su obra si no es por instrumentos que tienen
esa figura. La misma figura humana no se distingue en otra ninguna
cosa de los animales irracionales, sino por ser recta, poder extender
los brazos y llevar, partiendo de la frente, la prominencia llamada
nariz, por la que se verifica la respiración del viviente, designando
precisamente la imagen de la cruzOtro escritor del siglo II más joven
que Justino, Minucio Félix, declara: "Por supuesto, vemos el signo de
la cruz naturalmente en la nave impulsada por velas hinchadas o
deslizada por remos desplegados; y cuando se levanta el estandarte
militar, es el signo de la cruz, así como cuando un hombre con las
manos extendidas adora a Dios con mente pura".

El no cristiano Luciano de Samósata (125 – después de 180) describe


el castigo de Prometeo en el Cáucaso como una crucifixión con las
manos extendidas lateralmente: "En este precipicio puede ser
crucificado: extenderá una mano hacia este acantilado, y la otra hacia
este opuesto ... así se hará más oportunamente la cruz".

Artemidoro, otro no cristiano, afirma que soñar con bailar en una


altura es un mal augurio, dado que tanto la altura como el extender
las manos son presagios de ser crucificado como criminal.

EN FORMA DE LA LETRA T
La Epístola de Bernabé, de entre los años 70 y 132, interpreta
alegóricamente la cifra 315 (τιη’ en la numeración griega): "Dice la
Escritura: Y circuncidó Abraham de su casa a trescientos dieciocho
hombres. Ahora bien, ¿cuál es el conocimiento que le fue dado?
Atended que pone primero los dieciocho y, hecha una pausa, los
trescientos. El dieciocho se compone de la I, que vale diez, y la H,
que representa ocho. Ahí tienes el nombre de IHSOUS. Mas como la
cruz había de tener la gracia en la figura de la T, dice también los
trescientos. Consiguientemente, en las dos primeras letras significa a
Jesús, y en otra, la cruz." Esta interpretación alegórica del texto
antiguo (citado en griego) a la luz de la forma de la cruz de ejecución
al tiempo del autor es un ejemplo clásico de la interpretación
midrashica entonces en boga en círculos judíos y cristianos.

Clemente de Alejandría (c. 150 – c. 215) interpretó de la misma


manera el número τιη’ (318) y para hablar de la cruz de Cristo usó la
expresión "signo del Señor":Dicen que el número 300, debido a su
forma, es un tipo del signo del Señor y las letras iota y eta son
indicaciones del nombre del Salvador"; y por la misma razón de la
forma de la letra τ, indica que también el arca de Noé (300 codos de
largo) era vista como presagio de la cruz de Jesús: "Algunos dicen
que 300 codos son un símbolo del signo del Señor".

El teólogo escocés William Barclay señala que, debido a que la letra T


tiene la forma exacta de la crux commissa y porque la letra griega Τ
representaba el número 300, "los padres donde sea que encontraron
en el Antiguo Testamento el número 300 lo interpretaron como
prefiguración mística de la cruz de Cristo".

Tertuliano, que hablaba latín, no griego, y usaba la numeración


romana no la griega, comentó que la letra griega τ y la latina T tienen
la forma de la cruz de ejecución.
No sólo los cristianos notaron que la cruz de ejecución de ese tiempo
(llamada σταυρός en griego) tenía la forma de la letra Τ (Tau). En el
Pleito entre consonantes de Luciano de Samósata, la letra Sigma
acusa la Tau de haber proporcionado a los tiranos el modelo para
aquel instrumento con el que crucificar a la gente y exige que la Tau
sea ejecutada en su propia forma: "Los tiranos se inspiraron en su
forma e imitaron su figura para construir maderos de forma análoga y
crucificar hombres en ellos; y de ahí recibe este maldito invento su
maldita denominación. Por todos esos crímenes, ¿cuántas penas de
muerte estimáis que merece la Tau? Por mi parte, estimo de justicia
reservar este único castigo a la Tau: que sea ejecutada sobre su
propia forma."

Tertuliano informa que por tradición los cristianos trazaban


repetidamente en sus frentes la señal de la cruz: "A cada movimiento
y a cada paso, al entrar y al salir de casa, al ponernos la ropa y los
zapatos, al tomar un baño, en la mesa, al prender las luces, al
acostarnos, al sentarnos, en cualquiera de las tareas en que nos
ocupemos, marcamos nuestras frentes con el signo". Y al hablar en
otro lugar de la misma tradición, especifica el signo con la que se
marcaba la frente era la cruz en forma de T: "Marcados con ese signo
del que habla Ezequiel: "El Señor me dijo: Pasa por la puerta, por en
medio de Jerusalén, y pon la marca Tau sobre la frente de los
hombres". Pues la letra griega Tau y nuestra propia letra T son la
misma forma de la cruz, que predijo que traemos en la frente".

La universalidad de la práctica cristiana primitiva de trazar el signo de


la cruz en la frente, no limitada a la provincia romana de África,
donde Tertuliano vivió, se muestra por el hecho que el egipcio
Orígenes, tan solo unos treinta años menor que él, interpreta de
manera similar el pasaje del Libro de Ezequiel al que se refería
Tertuliano, con la diferencia de que Orígenes vio en el signo en la
frente del que habló Ezequiel una referencia no a la letra griega tau,
sino al tau del alfabeto hebreo, que en el pasado tenía la forma de
una cruz. Orígenes vio esto como una profecía de la costumbre de los
primeros cristianos primitivos de marca sus frentes con una cruz al
emprender las actividades, especialmente la oración y la lectura de
los textos sagrados.

ESTAUROGRAMA
La palabra griega σταυρός, que en el Nuevo Testamento se refiere a
la estructura en la que murió Jesús, aparece ya en 200 dC en dos
papiros, Papiro 66 y Papiro 75, en una forma que incluye el uso de
una combinación en forma de cruz de las letras griegas tau y ro. Este
símbolo, el estaurograma, aparece también en el Papiro 45 (fechado
en 250), siempre en relación con la crucifixión de Jesús. En 2006
Larry Hurtado notó que los primeros cristianos probablemente vieron
en el estaurograma una representación de Jesús en la cruz, la cruz
representada (como en otros contextos) por la tau y la cabeza por el
bucle de la ro, como ya habían sugerido Robin Jensen, Kurt Aland y
Erika Dinkler. En 2008, David L. Balch apoyó esta interpretación,
agregando más papiros que contienen el estaurograma (Papiro 46,
Papiro 80 y Papiro 91) y afirmando: "El estaurograma constituye,
dentro de la tradición textual más antigua, una énfasis artística
cristiana en la cruz"; "en uno de los primeros artefactos cristianos
que tenemos, el texto y el arte se combinan para enfatizar Christus
crucifixus". En 2015, Dieter T. Roth encontró el staurograma en
todavía más papiros y en partes de los ya mencionados que habían
escapado a la atención de los anteriores estudiosos.

LA WATCH TOWER RECONOCE QUE EL STAUROS DESPUÉS


SIGNIFICA UNA CRUZ.
La watch tower en su misma literatura nos dice que el stauros
significa posteriormente una cruz con travesaño, reconociendo de esa
manera que la palabra griega stauros evoluciono , que stauros no se
mantuvo estático en su significado, que stauros al final es una cruz
con travesaño, el libro razonamiento a partir de las escrituras editada
por la watch tower de los testigos de Jehová dice así en las páginas
91, 92:

'La palabra griega que se traduce “cruz” en muchas versiones


modernas de la Biblia (“madero de tormento” en NM) es
STAUROS. En el griego clásico, esta palabra significaba simplemente
un madero, o palo, vertical. POSTERIORMENTE TAMBIÉN SE LLEGÓ A
USAR PARA REFERIRCE A UN MADERO DE EJECUCIÓN QUE TENIA UN
TRAVESAÑO".

De esa manera, la watch tower nos da la razón al reconocer que el


staurós no siempre significo un poste , sino que staurós también se
refiere a una cruz con travesaño tal como lo demuestra la historia , la
patristica, la arqueologia y la erudiccion.

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