Está en la página 1de 3

MOOC Medicinas Complementarias

Módulo 4: Medicinas y terapias complementarias usadas en Chile


Ministerio de Salud

LA RESPIRACIÓN
La respiración consciente, una práctica fundamental para la vida saludable.

Lo primero que hacemos al llegar a la vida es inspirar, tomar aire; al irnos de la vida, lo último que
hacemos es dejar salir el aire, espirar. Dos movimientos opuestos y complementarios, inspirar y
espirar. Y la respiración es algo que simplemente nos ocurre por el hecho de estar vivos, no
podemos evitarla, está comandada por el sistema nervioso autónomo, sin embargo la podemos
dirigir, la podemos hacer más rápida o la podemos enlentecer, si queremos.

En la respiración tenemos dos movimientos corporales, uno de expansión al inspirar y otro de


contracción, al espirar, nuestro microcosmos. Y el macrocosmos con el big- bang se expande y
con el big-crunch se contrae. Al inspirar nos conectamos con la vida, el espirar nos recuerda la
muerte. Todo lo vivo danza a través del ritmo respiratorio, los seres humanos, el reino animal, el
reino vegetal, todos estamos unidos a través del mismo aire, todos participamos en esta gran danza,
la danza de la vida.

¿Qué misterio esconden estos dos movimientos que realizamos constantemente día tras día, noche
tras noche, en la vigilia y en el sueño? Nos acompaña en la quietud y en el estrés, en el llanto y en
la risa, en el amor y en el miedo; y para cada uno de estas situaciones respiramos de una forma
particular. Puede ser corta, rápida, entrecortada, natural, superficial o puede ser larga, profunda,
consciente. ¿Lo hemos observado alguna vez?

¿Por qué será que las tradiciones orientales dan tanto valor a la forma de respirar? ¿Habrá alguna
relación entre nuestra forma de respirar y nuestra forma de vivir o de sentir la vida? ¿Tendrá
relación con la agitación o la quietud de nuestra mente? ¿Tendrá relación con la salud?

La palabra respirar es muy interesante en su origen, en su etimología. Viene del latín “spirare”. De
ahí derivan los conceptos de inspirar (tomar aire), inspiración (tomar luz del espíritu) y espíritu
(soplo divino o alma). Quizás, al tomar aire o inspirar, si lo hacemos de cierta forma y con
consciencia, podemos coger también algo mucho más sutil que nos conecta con el espíritu y los
mundos espirituales. ¿Radicará aquí su importancia para las filosofías orientales antiguas?
MOOC Medicinas Complementarias
Módulo 4: Medicinas y terapias complementarias usadas en Chile
Ministerio de Salud

La respiración consciente, que puede ser natural o profunda, se practica en todos los ejercicios
milenarios como el Yoga, el Tai chi, el Lian Gong, el Chi Kung o Gigong. También se practica la
respiración consciente en los diferentes tipos de meditación, ya sea que procedan de Japón, de
China, del Tíbet, de India, del Viet Nam o de Indonesia; o en la meditación caminando y de la vida
cotidiana del Zen.

En todas estas prácticas milenarias la respiración es “la llave” para acceder a un estado mental de
una apacible y gentil quietud; desde esta “quietud mental consciente” y con años y años de
práctica, se puede llegar a acceder a un estado mental superior, desde donde se accede a
percepciones muy sutiles y de gran hermosura y armonía.

Bajo la dirección de un buen guía podemos aprender a practicar una respiración consciente, más
profunda, más lenta, direccionando nuestra mente para que siga el movimiento respiratorio, con
este objetivo y con paciencia y gentileza se va aprendiendo a apaciguar nuestra irascibilidad,
nuestra angustia, nuestros celos y apegos enfermizos. Esta respiración consciente se practica
sentado en posición de meditación o durante el lento movimiento consciente del Yoga, del Tai chi,
etc. Se trata simplemente de entregarse a la experiencia de respirar, observar como entra y sale el
aire, escuchar su sonido, sentir como el cuerpo se va entregando a este ritmo y danza;
paralelamente nuestra mente comienza a aquietarse y paran los pensamientos. Surge una especie
de espacio interno con una suave, pero profunda alegría que no necesita de palabras. Así, en esta
danza de silencio se pueden estar minutos, horas, días y finalmente incluirlo en la vida cotidiana
(práctica del Zen). Además cuando dejamos de hablar, tenemos la posibilidad de abrirnos y ser
receptivos a lo que verdaderamente ocurre en nuestro cuerpo y a nuestro derredor, no lo que está
sesgado por nuestro mental inferior. Pero lo más habitual hasta ahora, lo que nos sucede
diariamente, es que respiramos en forma superficial y casi no nos damos cuenta de lo que nos
sucede. Es una respiración corta, rápida, donde casi sólo movemos la caja torácica superior. Este
tipo de respiración es la que tenemos cuando estamos apurados, estresados, nerviosos, y la
consecuencia no es menor, le llega poco oxigeno al pulmón y a nuestras células, y además,
frecuentemente se acompaña de ciertas contracturas musculares habituales de nuestra tensión. Con
el estrés mantenido ponemos rígidas ciertas zonas del cuerpo, vamos construyendo, paso a paso,
una verdadera armadura muscular que no es más que un intento de sentirnos más seguros, menos
vulnerables, tratamos que el mundo no nos toque ese lugar tan sensible que todo ser humano posee.
No queremos sentir nuestra vulnerabilidad, nuestra sensibilidad humana.
MOOC Medicinas Complementarias
Módulo 4: Medicinas y terapias complementarias usadas en Chile
Ministerio de Salud

Referencias
1.- Chogyam Trungpa, “La senda sagrada del guerrero”
2.- Thich Nhat Hanh, “Las claves del zen. Guía practica para la practica del zen”

También podría gustarte