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La regulación jurídica del

emprendimiento en Latinoamérica y
España

Gustavo Adolfo García Arango


TESIS DOCTORAL

Lectura (julio de 2017)

GUSTAVO ADOLFO GARCÍA ARANGO

LA REGULACIÓN JURÍDICA DEL EMPRENDIMIENTO EN


LATINOAMÉRICA Y ESPAÑA

UNIVERSIDAD DE ALICANTE
2017
DEPARTAMENTO DE DERECHO MERCANTIL Y
DERECHO PROCESAL

FACULTAD DE DERECHO

LA REGULACIÓN JURÍDICA DEL EMPRENDIMIENTO EN


LATINOAMÉRICA Y ESPAÑA

GUSTAVO ADOLFO GARCÍA ARANGO

Tesis presentada para aspirar al grado de


DOCTOR POR LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE

DOCTORADO EN DERECHO

Dirigida por:

Dra. Dª. ESPERANZA GALLEGO SÁNCHEZ


Catedrática de Derecho Mercantil

Dra. Dª. NURIA FERNÁNDEZ PÉREZ


Profesora Titular de Derecho Mercantil
Dedicatorias

Haciendo uso de esta tradición, dedico el fruto de este esfuerzo, como


homenaje académico:

En primer lugar, a mi directora principal, Dra. Esperanza Gallego Sánchez,


porque luego de varios meses buscando director para este novedoso tema del
emprendimiento, fue la única docente de la que obtuve un aval de mi proyecto
casi que de manera inmediata, siendo visionaria ella en una temática de la que
no existen estudios doctrinales jurídicos, haciendo más dispendiosa esta labor
y más meritoria su dirección.

A las entidades y docentes que me brindaron su apoyo en las estancias de


investigación en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad
Nacional Autónoma de México; en el Área de Derecho de la Universidad
Andina Simón Bolívar en Ecuador; y en el Centro de Investigación,
Capacitación y Asesoría Jurídica (CICAJ) de la Pontificia Universidad Católica
del Perú. Así como a las personas que me atendieron en Guatemala y Costa
Rica.

Al equipo de docentes del Área de Derecho Mercantil de la Facultad de


Derecho de la Universidad de Alicante, coordinada por la Dra. Nuria
Fernández, co-directora de esta tesis, que me acogió como uno más de ellos;
por su trato, su apoyo, su calidez, sus aportes y sus ánimos.

A mis jefes y compañeros de trabajo del Municipio de Medellín, en los que


siempre encontré apoyo y admiración en este proceso.

A Dios y mi familia, fuente y motor de mi proceso de crecimiento personal.


ÍNDICE

Resumen p. 11

INTRODUCCIÓN p. 13

PRIMERA PARTE
OBJETO Y JUSTIFICACIÓN DEL TRABAJO

CAPÍTULO I
RAZONES QUE JUSTIFICAN UN ESTUDIO EN TORNO A LA REGULACIÓN
JURÍDICA DEL EMPRENDIMIENTO EN LATINOAMERICA Y ESPAÑA

I. La importancia del emprendimiento desde un punto de vista


económico. p. 21

1. Causas y antecedentes del emprendimiento. p. 23


1.1 Altos niveles de desempleo. p. 24
1.2 Tasa de paro juvenil. p. 25
1.3 Baja calidad de los empleos existentes. p. 26
1.4 Bajos ingresos. p. 26
1.5 Desarticulación de la educación con el mundo empresarial.
p. 27
2. Importancia para el sujeto. p. 28
3. Importancia económica. p. 29
3.1 Formalización de la informalidad. p. 30
3.
2 Generación de empleo y calidad de vida de los ciudadanos.
p. 32
3.3 Uso pleno de los recursos. p. 32
3.4 Incremento del PIB y ayuda para los indicadores. p. 33
3.5 Reducción del índice de pobreza. p. 34
3.6 Menor asistencialismo por parte del Estado. p. 34
3.7 Mayor captación de recursos por parte del Estado. p. 35
3.8 Reducción de las inversiones en responsabilidad social
empresarial. p. 35
3.9 Protección social. p. 35
3.10 Apoyo a las MIPYMES. p. 35

II. El carácter multidisciplinar del emprendimiento. La ausencia de un


estudio del fenómeno en su conjunto. p. 37

1. La multidisciplinariedad del emprendimiento. p. 37


2. Ausencia de estudio del fenómeno jurídico en su conjunto. p. 42
3. El Global Entrepreneurship Monitor. p. 43
4. Tipos de emprendimiento. p. 44
4.1 Según la motivación. p. 45
4.2 Según el sector p. 46
económico. 4.3 Según los p. 48
fines.
III. La falta de delimitación jurídica del emprendimiento. La
necesidad de distinguir las distintas parcelas normativas que regulan el
emprendimiento. p. 49

1. Estado de la cuestión en Latinoamérica. p. 49


2. Estado de la cuestión en España. p 52
3 Observaciones generales a las normas sobre emprendimiento. p. 60
3.1 El fomento del emprendimiento desde el Derecho
Administrativo. p. 62
3.1.1 Estrategias de apoyo financiero a la creación de
empresas. p. 66
3.1.1.1 Recursos Públicos. p. 67
3.1.1.2 Fondos mixtos y colaboración mutua. p. 69
3.1.1.3 Fomento de la inversión privada. p. 70
3.1.1.4 Impuestos y tasas. p. 71
3.1.2 Estrategias de apoyo en materia laboral y seguridad
social. p. 72
3.2 El fomento del emprendimiento desde el Derecho Mercantil.
p. 74
3.2.1 Responsabilidad. p. 74
3.2.2 Sociedades. p. 75
3.2.3 Títulos valores. p. 76
3.3 Promoción de sectores económicos. p. 77
3.3.1 Industria agropecuaria. p. 77
3.3.2 Industria del turismo. p. 78
3.3.3 Industria cultural. p. 79
3.3.4 Ciencia, tecnología e innovación. p. 81
3.3.5 Economía solidaria. p. 84
3.3.6 MIPYMES. p. 85
3.3.7 Ética y responsabilidad social empresarial. p. 87

CAPÍTULO II
EL EMPRENDEDOR EN EL DERECHO MERCANTIL

I. Marco constitucional p. 91

1. El significado de la libertad de empresa. p. 91


1.1 El concepto jurídico de empresa. p. 92
1.2 Libertad de empresa y otros conceptos jurídicos relacionados.
p. 105
1.3 Otros derechos que son presupuesto de la libertad de
empresa. p. 108
1.3.1 El derecho a elegir profesión u oficio. p. 108
1.3.2 El derecho a la propiedad privada. p. 110
1.3.3 Derecho a la libertad contractual o libertad de
negociación. p. 111
1.3.4 El derecho a libre circulación p. 112
1.3.5 Libertad de concurrencia y libre competencia. p. 114
1.4 Contenido del derecho a la libertad de empresa. p. 117
1.4.1 Derecho a iniciar la actividad empresarial. p. 120
1.4.2 Derecho a sostener en libertad la actividad
empresarial, libertad de ejercicio o de permanencia en el
mercado. p. 121
1.4.3 Derecho a cesar la actividad empresarial o salir del
mercado. p. 129
1.4.4 Otros aspectos a considerar de la libertad de
empresa. p. 130
2. Límites a la libertad de empresa. p. 132
2.1 La facultad planificadora de la economía por parte del Estado.
p. 132
2.2 El interés público. p. 140

II. Emprendedor y empresario. Notas conceptuales. p. 145

1. Concepto de empresario y emprendedor en España. p. 145


1.1 Concepto de empresario. p. 145
1.1.1 Persona física o jurídica. p. 147
1.1.2 Capacidad para actuar. p. 150
1.1.3 Ejerce actividad mercantil. p. 152
1.1.4 Actividad organizativa. p. 153
1.1.5 La actividad debe ser habitual. p. 154
1.1.6 El ánimo de lucro. p. 155
1.1.7 Titular de los derechos y obligaciones. p. 156
1.1.8 Sobre el registro. p. 157
1.2 Concepto de emprendedor en España. p. 157
1.2.1 El concepto de emprendedor según las etapas de la
actividad mercantil. p. 160
1.2.2 El concepto de emprendedor según el tamaño del
emprendimiento. p. 163
1.2.3 El concepto de emprendedor según la edad. p. 165
1.2.4 Las excepciones al concepto de emprendedor. p. 165
1.2.5 Conclusiones: las diferencias del concepto
emprendimiento y empresario. p. 167
1.2.6 El concepto de empresa emprendedora. p. 168
2. Concepto de empresario y emprendedor en Latinoamérica. p. 169
2.1 Concepto de empresario. p. 169
2.2 Concepto de emprendedor en Latinoamérica. p. 172
2.3 El concepto de reemprendedor. p. 176
2.3.1 El reemprendedor - empresario actual. p. 176
2.3.2 El reemprendedor - empresario cesante. p. 177
2.3.3 El reemprendedor - empresario concursado. p. 178
SEGUNDA PARTE
MARCOS NORMATIVOS RELEVANTES

CAPÍTULO I
FORMAS JURÍDICAS DEL EMPRENDIMIENTO

I. El empresario individual como emprendedor p. 187

1. España p. 187
1.1 Adquisición y pérdida de la condición de empresario p. 187
1.2 Prohibiciones e incompatibilidades p. 188
1.3 El ejercicio de la actividad mercantil por personas en
condiciones jurídicas especiales p. 190

2. Latinoamérica: empresario persona individual. p. 191


2.1 México p. 191
2.2 p. 192
Guatemala 2.3 p. 193
Colombia 2.4 p. 194
Perú p. 194
2.5 Chile
II. Los empresarios sociales como emprendedores.
Sociedades mercantiles: la elección del tipo social idóneo
para cada caso. p. 196

1. España p. 196
1.1 Sociedades mercantiles p.197
1.1.1 Aspectos generales p. 199
1.1.1.1 Sociedad colectiva p. 201
1.1.1.2 Sociedad comanditaria simple p. 203
1.1.1.3 Las cuentas por participación p. 203
1.1.2 Sociedades de capital p. 204
1.1.2.1 Caracterización p. 204
1.1.2.2 La fundación p. 205
1.1.2.3 El capital social p. 206
1.1.2.4 Obligación de aportación p. 208
1.1.2.5 Participaciones sociales y acciones p. 209
1.1.2.6 Régimen de transmisión p. 211
1.1.2.6.1 Transmisión de participaciones 211
1.1.2.6.2 Transmisión de acciones p. 212
1.1.2.7 Órganos p. 213
1.1.2.7.1 La junta general p. 213
1.1.2.7.2 El órgano de administración p. 217
1.1.2.8 Modificación de estatutos en las sociedades
de capital p. 222
1.1.2.8.1 Aumento de capital p. 222
1.1.2.8.2 Reducción de capital p. 224
1.1.3 Sociedades especiales p. 225
1.1.3.1 La sociedad unipersonal p. 226
1.1.3.2 La sociedad nueva empresa (SNLE) p. 227
1.1.3.3 Sociedades profesionales p. 228
1.1.3.3.1 Los socios. p. 228
1.1.3.3.2 La denominación social. p. 229
1.1.3.3.3 Formalización del contrato e
inscripción. p. 230
1.1.3.3.4 La responsabilidad p. 230
1.1.3.3.5 Normas especiales para las
sociedades de capitales p. 231

2. Latinoamérica: empresario persona jurídica. p. 231


2.1 México p. 231
2.2 p. 235
Guatemala 2.3 p. 238
Colombia 2.4 p. 242
Perú p. 245
2.5 Chile p. 248
3. Consideraciones de cierre
CAPÍTULO II
ELECCIÓN DE LA FORMA JURÍDICA PARA EL EMPRENDIMIENTO
p. 250

CONCLUSIONES p. 254

ANEXOS

ANEXO 1
TABLA. DEFINICIONES DE EMPRESARIO EN LA DOCTRINA
ESPAÑOLA p. 260

ANEXO 2
REGULACIÓN JURÍDICA DEL EMPRENDIMIENTO EN
LATINOAMÉRICA p. 261

2.1 Emprendimiento en México P. 261


2.2 Emprendimiento en Guatemala p. 304
2.3 Emprendimiento en El Salvador p. 307
2.4 Emprendimiento en Honduras p. 310
2.5 Emprendimiento en Nicaragua p. 313
2.6 Emprendimiento en Costa Rica p. 315
2.7 Emprendimiento en Panamá p. 318
2.8 Emprendimiento en Cuba p. 320
2.9 Emprendimiento en República Dominicana p. 326
2.10 Emprendimiento en Colombia p. 328
2.11 Emprendimiento en Venezuela p. 338
2.12 Emprendimiento en Ecuador p. 342
2.13 Emprendimiento en Perú p. 361
2.14 Emprendimiento en Bolivia p. 370
2.15 Emprendimiento en Brasil p. 374
2.16 Emprendimiento en Chile p. 381
2.17 Emprendimiento en Paraguay p. 384
2.18 Emprendimiento en Uruguay p. 387
2.19 Emprendimiento en Argentina p. 392

ANEXO 3
LA REGULACIÓN JURÍDICA DEL EMPRENDIMIENTO EN LAS
COMUNIDADES AUTÓNOMAS DE ESPAÑA p. 397

3.1 Comunidad Autónoma de Extremadura p. 397


3.2 Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha p. 398
3.3 Comunidad Autónoma de las Illes Balears p. 399
3.4 Comunidad Autónoma Valenciana p. 400
3.5 Comunidad Autónoma del País Vasco p. 401
3.6 Comunidad Foral de Navarra p. 402
3.7 Comunidad Autónoma de Castilla y León p. 403
3.8 Comunidad Autónoma de la Región de Murcia p. 404
3.9 Comunidad Autónoma de La Rioja p. 405
3.10 Comunidad Autónoma de Galicia p. 406
3.11 Comunidad Autónoma de Canarias p. 408
3.12 Comunidad Autónoma de Cataluña p. 409
3.13 Comunidad Autónoma de Andalucía p. 410
3.14 Otras comunidades autónomas p. 410

ANEXO 4
LA DEFINICIÓN JURÍDICA DEL EMPRENDIMIENTO p. 411
4.1. El concepto de emprendimiento en España p. 411
4.2. El concepto de emprendimiento en América Latina p. 413

BIBLIOGRAFÍA p. 420
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Abreviaturas

Art. / Arto. Artículo

BOE Boletín Oficial del Estado

Cfr. Confróntese

Ej. Ejemplo

Exp. Expediente

GEM Global Entrepreneurship Monitor

Ibíd. (Lat.) En la misma obra

Ibídem. (Lat.) En la misma obra y página

I+D+i Investigación, desarrollo e innovación

Op. Cit. (Lat.) Obra citada

MIPYME/ Mipyme Micro, pequeña y mediana empresa

No. Número

Núm. / núm. Número/ Numeral

p. Página

pp. Páginas

PYME Pequeña y mediana empresa

Ss Siguientes

STC Sentencia del Tribunal Constitucional (España)

STS Sentencia del Tribunal Supremo (España)

T. Tomo

Vol. Volumen

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Resumen

Desde la primera década del siglo XXI, empezaron a surgir normas haciendo
referencia a los conceptos de emprendimiento y emprendedores, los cuales
tomaron protagonismo en la segunda década en América Latina y España, con
la expedición de normas específicas sobre emprendimiento, en todos los
niveles, de lo cual no existe un análisis doctrinal en conjunto. Se evidencia
esta situación como parte de un fenómeno económico global, que ha
encontrado en el emprendimiento una estrategia para lograr crecimiento
económico, generación de empleo y equidad social. Revisados la mayoría de
países Iberoamericanos, se encuentra que casi todos han expedido normas
sobre el tema, las cuales versan sobre varias áreas del Derecho, haciendo
énfasis en algunos aspectos del mercado y determinados sectores
poblacionales. Dichas normas, también presentan definiciones de los
conceptos de emprendimiento y emprendedor, los cuales se analizan a la luz
de las instituciones jurídicas de libertad de empresa, empresa y empresario; así
como las formas jurídicas para el emprendimiento: el empresario individual y
los empresarios sociales.

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INTRODUCCIÓN

El emprendimiento, emprendedurismo, emprenderismo o


emprendedorismo, es un término que se ha ido haciendo cada vez más
reiterativo y común en múltiples escenarios sociales, como en los académicos,
en los empresariales, en los propios de la psicología y de la economía.

Su auge se evidencia en la creación de entidades y redes, tanto de


carácter nacional como internacional, a lo largo y ancho de toda Iberoamérica,
muestra de ello es el Instituto Nacional del Emprendedor en México, el Instituto
Europeo de Emprendimiento con sede en Madrid, la Red de Emprendimiento e
Innovación Social de Extremadura en España, la Red de Apoyo al
Emprendedor (México), el Centro Internacional Santander Emprendimiento en
España, la RedEmprendia (Red iberoamericana universitaria de incubación de
empresas), la Red Latinoamericana de Innovación y Emprendimiento , la Red
Latinoamericana de Emprendimiento y la Red Latinoamericana de
Universidades por el Emprendedurismo Social. Y la más relevante de todas, la
Global Entrepreneurship Research Association. A nivel universitario, se
encuentran, igualmente, múltiples estrategias relacionadas con el
emprendimiento, dentro de las cuales se cuentan las cátedras de
emprendedores1; encuentros, congresos, seminarios, foros internacionales y
centros o institutos universitarios de emprendimiento. También evidencia su
auge, la creación de fondos, premios, incubadoras, corporaciones,
fundaciones, observatorios; la creación de grupos de investigación y la
realización de investigaciones, la publicación de informes, libros, artículos de
revista, blog, videos y páginas Web en relación con el emprendimiento. En
realidad, todo un fenómeno en la actualidad.

Por ello, no han sido pocos los estudios al respecto, desde múltiples
enfoques. “De esta manera, el tema se ha venido estudiando desde diferentes
perspectivas como lo son, la Economía, la Psicología, la Sociología y la
Antropología. En un principio, la economía se encargó de estudiarlo buscando
la relación del mismo con el desarrollo desde un punto de vista puramente
económico. Posteriormente, la Psicología, la Sociología y la Antropología
desarrollaron aportes que se encargaron del estudio del fenómeno desde un

1
Solo para citar algunas en España, están la Cátedra de Emprendedores de la Universidad de
Cádiz, Cátedra Bancaja jóvenes emprendedores de la Universidad de Alicante, Cátedra
Bancaja de Emprendedores de la Universidad de Granada, Cátedra de Emprendedores de la
Universidad de La Rioja, Cátedra de Emprendedores y Creación de EBTs – Universidad
Politécnica de Cartagena. O la Cátedra Abierta Latinoamericana de Innovación y
Emprendedorismo en Argentina.
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punto de vista social.”2 Y dado que el tema del emprendimiento abarcó tantas
áreas, terminó convirtiéndose en un protagonista, especialmente para la
economía y por esta vía terminó permeando la política (económica), por la que
finalmente terminó entrando al Derecho, en algunos casos casi que de manera
imperceptible y en otros de forma tan categórica que en la actualidad son leyes,
tanto en el sentido tanto material como formal, y cuyo objeto es expresamente
el emprendimiento y los emprendedores. Ya de ahí, la proliferación de normas
jurídicas en materia de emprendimiento, se encuentran tanto a nivel
constitucional como municipal, generando una perspectiva bajo la cual, hasta el
momento, no ha sido estudiada.

“Como lo argumenta Porras (2006), en el emprendimiento, se reconocen


tres enfoques, desde la perspectiva de la empresarialidad o sobre la creación
de empresas: − Desde la ciencias humanas o la escuela psicológica. − Desde
una tendencia economicista. − Desde las ciencias de la gestión y la
organización (Fayole y Bruyat, 2002). Es decir, el fenómeno se aborda de
forma fragmentada y requiere ser planteado en nuevas perspectivas
integradoras, complejas y multidimensionales, pues según Filion (2002),
observamos con Mulholland (1994), Rosa y Bowes (1990), que el campo de
estudio y análisis está dominado por los positivistas-funcionalistas y que existe
una gran necesidad de abrir aún más las nuevas perspectivas para comprender
mejor el conjunto de lo que es y de lo que hace el emprendedor.”3 Esta
necesidad de nuevas perspectivas, la comprensión en conjunto del fenómeno
del emprendimiento y la producción jurídica existente sobre la materia,
justifican la necesidad de estudiarlo desde una nueva óptica: el Derecho
positivo, aspecto ausente en todos los escenarios y documentos revisados
sobre el tema, en los cuales, si acaso, se hace solo una enunciación de los
aspectos legales que deben considerarse a la hora de constituir una empresa o
a las políticas implementadas por los diferentes gobiernos. Sin embargo, la
importancia estratégica en la consolidación de la denominada cultura del
emprendimiento en los países, no ha sido aún dimensionada.

Pero ¿por qué si ya existe una regulación del aspecto comercial e


industrial en el Derecho mercantil, viene ahora la necesidad de estudiar las
normas sobre emprendimiento? La explicación se brinda desde tres factores:
Primero, la gran explosión normativa que se ha presentado en el tema
específico y concreto del emprendimiento o la creación de empresas. Normas
de contenidos muy específicos sobre este tema que, además, han incluido
nuevos conceptos al Derecho mercantil y que ha modificado las normas
existentes en varias áreas jurídicas. Esto se explica, también, desde el mismo
sistema legal, basado en el civil law, en el que es tan propio y exigente la
codificación y la positivización permanente de todo lo que se desea, y de lo que
no, también. Segundo, la regulación jurídica del emprendimiento como
fenómeno multinacional. Como se pudo establecer en el estado del arte del

2
BONILLA BALLESTEROS, Álvaro. Variables psicológicas y socioculturales involucradas en el
proceso de emprendimiento empresarial. En: Poliantea, Vol. 6, Nº. 11, 2010, p. 90.
3
NARVÁEZ CASALLAS, José Guillermo y PORRAS JIMÉNEZ, Jaime augusto. Dinámicas y
relaciones del emprendimiento desde el ámbito de la psicología. En: Punto de Vista, Vol. 1, Nº.
2, 2010, p. 25.
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proyecto de investigación, así como del rastreo de las normas, la expedición de


normatividad sobre emprendimiento se ha presentado prácticamente al mismo
tiempo en casi todos los países de la región. Y esto se puede explicar desde la
misma globalización. Tercero, porque el emprendimiento debe considerarse
una estrategia de motivación, de fomento económico (participación en los
mercados nacionales y extranjeros, nuevos productos, mayores ingresos,
mayor consumo, diversificación, aportes tributarios, estímulos financieros) y a
su vez, social (empleo, autoempleo, aportes a la seguridad social, mayor
calidad de vida).

Así, se justifica la presente investigación, cuyo objetivo general se


concentra en determinar el marco jurídico de las normas relacionadas con el
emprendimiento en Latinoamérica y España. Pero dado que no existe literatura
especializada sobre el emprendimiento desde una perspectiva jurídica y que
desarrollar todos los temas jurídicos que tocan con él lo harían inabarcable,
para efectos de concentrar y poder profundizar en la investigación, ésta se
centrará en el análisis del marco jurídico del emprendimiento en la normatividad
de Latinoamérica y España, enfocado en los conceptos básicos que se
requieren para poder realizar estudios y escritos posteriores, como son: la
noción jurídica de emprendimiento; el informe general sobre la regulación
jurídica del emprendimiento en los países estudiados, los presupuestos
constitucionales del emprendimiento, específicamente desde la libertad de
empresa, y el desarrollo conceptual jurídico del binomio emprendedor-
empresario.

El proyecto de tesis, en concreto, se presentó en un contexto de crisis


económica y cuando todavía se discutía en el Congreso de los Diputados de
España, la hoy Ley 14/2013, de fomento al emprendimiento y su
internacionalización, lo que le brindó un especial carácter de actualidad jurídica
al proyecto de tesis. Al mismo tiempo, en Colombia, por ejemplo, como en otros
países de la región latinoamericana, ya se contaba con leyes sobre el
emprendimiento, mientras que en otros ni siquiera se contemplaba dicha
opción.

En su momento, eran pocas las normas identificadas en el estado del


arte realizado para el proyecto de tesis, situación que cambió notoriamente
para inicios del año 2016. Tres años después de iniciado el proyecto de
investigación se pudo constatar el avance que tuvo la normatividad
iberoamericana sobre el emprendimiento, ampliando los esfuerzos y
dimensiones de la investigación, pero al mismo tiempo, enriqueciendo el
proyecto investigativo internacional, resultado que ahora se presenta.

En relación con el aspecto metodológico, dados los alcances jurídicos y


geográficos de la investigación, se optó por el derecho comparado, priorizando
para la revisión y búsqueda de normas relacionadas con el emprendimiento, las
páginas oficiales de la Presidencia de cada país; las páginas oficiales de los
respectivos parlamentos, congresos o asambleas nacionales o legislativas; las
páginas oficiales de los respectivos ministerios de industria o comercio; la
página oficial de la Corte Suprema, Corte Nacional o Poder Judicial respectivo
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y por lo menos una base de datos jurídica por cada país. También, como
derecho comparado, otro aspecto que se tuvo que considerar en la
investigación fue el manejo y el respeto por los conceptos y términos jurídicos
que corresponden a cada ordenamiento jurídico. Por ello se podrá observar el
manejo diferente de uso de mayúsculas, abreviaturas y términos que pueden
no sonar muy bien para el léxico técnico jurídico acostumbrado a manejar, pero
que obedece al respecto por el uso lingüístico de cada país.

Se utilizaron como criterios de búsqueda los términos: emprendimiento,


emprendedor, emprendedurismo, emprendedora y creación de empresas. En
dicha búsqueda, se encontró que en las normas de países como Brasil,
Uruguay y Argentina, es continuo, común y constante el uso del concepto
“emprendimiento”, como sinónimo de otros términos como proyecto, acciones,
empresas o iniciativa (v. gr. emprendimientos forestales, emprendimientos
energéticos, emprendimientos inmobiliarios). Esto dificultó un poco la revisión
en cuanto exigía entender en el conjunto de la norma si se estaba haciendo
referencia al término en el sentido de la tesis, es decir, de la creación de
empresas o sus primeras etapas.

Respecto del marco temporal, dado que la revisión normativa para el


proyecto de tesis demostró que era un tema muy reciente, se optó por no dar
un límite temporal, ya que no se evidenció que pudiera abrir demasiado los
alcances de la investigación.

Y en relación con el marco espacial, se ubicó en España, por ser


obviamente el espacio propio del doctorado, además porque al momento de
presentación del proyecto de tesis, apenas se estaba presentando el proyecto
de ley de emprendimiento español. Igualmente y con mayor énfasis, se opta
por Latinoamérica, el cual se puede tomar bajo dos acepciones: primero, como
un espacio netamente geográfico, lo cual incluiría la mayoría de países del
Caribe y Suramérica que políticamente pertenecen a países como Holanda y
Francia (Guadalupe, Guayana Francesa, Martinica, San Bartolomé y San
Martín). Bajo el criterio idiomático, está la identificación de los países
latinoamericanos como los de lenguas romances, que incluirían los países que
hablan español, portugués y francés. Bajo este mismo criterio, está la posición
que identifica los países latinoamericanos con los hispanoparlantes. Dada la
extensión territorial del trabajo y la necesidad de dar un marco más viable y
consistente a la investigación, se optó por esta última clasificación, ubicándose
solo los países de habla hispana, además por su identificación cultural y
compartir básicamente la misma plataforma jurídica. Sin embargo, lo anterior
implicó hacer la revisión particular de dos países concretos. Primero y en
relación con el sistema jurídico, fue necesario hacer una revisión previa del
Estado Libre Asociado de Puerto Rico, el cual, aunque latino, está bajo un
sistema common law al depender del Congreso de los Estados Unidos. De
manera, que fue descartado del proceso de revisión jurídica. En segundo lugar,
está el caso de Brasil, que siendo de cultura latina, pero no siendo
hispanoparlante, es considerado como uno de los países de mayor
emprendimiento en el continente. Esto, unido a su alta influencia económica en

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la región, fueron las razones por las cuales se optó por incluirlo en el proceso
de investigación.

Considerando los retos en materia de acceso a la información,


búsqueda, manejo de términos jurídicos, entendimiento del sistema jurídico
local, entre otros, desde el proyecto se contemplaron varias estancias de
investigación en universidades de algunos países de los estudiados, todas
ellas, escogidas previamente por ser 1) universidades de prestigio por su alta
calidad académica, 2) por cumplir con el requisito de poseer centros de
investigación y doctorados en derecho oficialmente aprobados, y 3) tener algún
reconocimiento en el medio en el tema de emprendimiento. Así, hubo las
debidas inversiones para realizar las estancias investigativas en las siguientes
universidades: - El Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad
Nacional Autónoma de México. Reconocida por ser la universidad más
prestigiosa de Latinoamérica en los ranking mundiales de universidades;
estancia que permitió la revisión, además, de la normatividad de los países
centroamericanos. - La Universidad Andina Simón Bolívar en Quito, primera
universidad con acreditación internacional en el Ecuador. Es una institución de
la Comunidad Andina de Naciones, organismo supranacional, a la cual
pertenecen Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, y participan como observadores
Chile y Venezuela. En el año 2014 tuvo el reconocimiento como la que más
invertía en el tema de emprendimiento en el país. En esta estancia, se pudo
realizar la revisión de los países andinos. - La Pontificia Universidad Católica
del Perú, la universidad privada más antigua de este país, en los rankings se
disputa entre el primer y el segundo lugar a nivel nacional y cuenta con el
Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor, que se considera como uno
de los más influyentes del país. Esta estancia permitió realizar la revisión
jurídica de los países ubicados en el cono sur del continente. Además, se
visitaron entidades públicas y facultades de Derecho en Guatemala y Costa
Rica, en estancias cortas de tres días que no generaron ninguna certificación,
pero que permitieron un acercamiento al contexto jurídico y social de esos
países y de la región centroamericana.

También se destaca que el trabajo de investigación ha tenido un alto


grado de complejidad, particularmente por tres cosas: primero, el enorme
trabajo que ha implicado revisar la normatividad de 20 países, que para el
momento del proyecto de investigación no presentaba mucha producción sobre
el tema del emprendimiento, pero que a la hora de realizar la búsqueda arrojó
una gran cantidad de iniciativas y normas, justamente presentadas y creadas
entre finales de 2013 y el año 2015, precisamente el periodo de revisión
jurídica. Segundo, lograr mantener el respeto por la técnica jurídica de cada
país, el manejo adecuado de los conceptos, de las instituciones y de las
vigencias normativas, requirió igualmente de muchas horas dedicadas a
verificar la información y consultar las fuentes permanentemente. En tercer y
último lugar, dada la multitud de normas, de disposiciones, de áreas y temas
jurídicos involucrados en el tema del emprendimiento, ha sido también alta la
exigencia de mantenerse permanentemente alineado en el contenido
específico del emprendimiento, además desde la perspectiva del derecho
empresarial, sin terminar perdiéndose en los temas generales de esta área
17
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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como el derecho societario, el concursal, el derecho financiero o incluso en el


derecho laboral; cosa que ha exigido una concentración permanente temática y
una revisión constante de los alcances jurídicos en los análisis realizados,
tratando siempre de permanecer dentro del momento y tema exacto de la
creación de empresas. Y sus primeras etapas.

En cuanto a la estructura del informe final de tesis, ésta se presenta en


dos partes, compuestas por capítulos y estos a su vez en apartados,
permitiendo un adecuado agrupamiento temático de los puntos desarrollados
en la investigación.

En la primera parte, se abordan los aspectos generales de la


investigación, en relación con el objeto y la justificación del trabajo. Se divide,
así, en dos capítulos.

En el primero, en el primero se exponen las razones que justifican el


estudio de la regulación del emprendimiento. Por ello, en un primer apartado,
se mostrará la importancia económica del tema, aspecto que es inseparable del
jurídico, siendo además su fuente. En el segundo apartado, se dará cuenta del
carácter multidisciplinar del emprendimiento y sus tipos, así como de la figura
del emprendedor y sus clasificaciones, tanto desde la perspectiva económica,
como psicológica; para luego entrar en el componente jurídico y presentar el
estudio correspondiente del concepto de emprendimiento desde el Derecho. En
el tercer apartado de este capítulo, se mostrará el estado del arte del tema en
materia normativa, mediante un informe detallado para el caso de España, un
informe de los aspectos más destacables en Latinoamérica y un informe
general de la regulación jurídica del emprendimiento en todos los países.

En el capítulo segundo de la primera parte, se desarrolla en concreto el


análisis de las nociones de emprendimiento y emprendedor desde la
perspectiva jurídica. En el primer apartado, se estudia el marco constitucional
sobre el cual se da todo el contexto jurídico del emprendimiento,
particularmente desde la libertad de empresa, del cual se analizará su
significado, su relación con otros derechos y libertades y el contenido de su
núcleo esencial, compuesto por tres derechos, siendo el primero de ellos, la
creación de empresas. Pero como no existen libertades absolutas y la libertad
económica se articula con la competencia de dirección económica que tienen
los Estados, además del marco Constitucional, también se abarcarán los
límites que tiene la libertad de empresa, en las economías mixtas, propias de la
mayoría de países en Iberoamérica. En el segundo apartado de este capítulo,
se definirán los aspectos conceptuales de la noción de empresario, tanto en
España como en América Latina y la forma en que se ha desarrollado el
concepto de emprendedor en los países estudiados.

En la segunda parte se abarcan las formas jurídicas en que se desarrolla


el emprendimiento, revisando en el primer apartado al empresario individual
como emprendedor y en el segundo apartado, las sociedades mercantiles. Y,
finalmente, las conclusiones generales de la investigación.

18
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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19
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PRIMERA PARTE
OBJETO Y JUSTIFICACIÓN DEL TRABAJO

CAPÍTULO I

RAZONES QUE JUSTIFICAN UN ESTUDIO EN TORNO A LA REGULACIÓN


JURÍDICA DEL EMPRENDIMIENTO EN LATINOAMERICA Y ESPAÑA

20
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Sumario: I. La importancia del emprendimiento desde un punto de vista económico. 1.


Causas y antecedentes del emprendimiento. 1.1 Altos niveles de desempleo. 1.2 Tasa de paro juvenil. 1.3
Baja calidad de los empleos existentes. 1.4 Bajos ingresos. 1.5 Desarticulación de la educación con el
mundo empresarial. 2. Importancia para el sujeto. 3. Importancia económica. 3.1 Formalización de la
informalidad. 3.2 Generación de empleo y calidad de vida de los ciudadanos. 3.3 Uso pleno de los recursos.
3.4 Incremento del PIB y ayuda para los indicadores. 3.5 Reducción del índice de pobreza. 3.6 Menor
asistencialismo por parte del Estado. 3.7 Mayor captación de recursos por parte del Estado. 3.8 Reducción
de las inversiones en responsabilidad social empresarial. 3.9 Protección social. 3.10 Apoyo a las MIPYMES.
II. El carácter multidisciplinar del emprendimiento. La ausencia de un estudio del fenómeno en su
conjunto. 1. La multidisciplinariedad del emprendimiento. 2. Ausencia de estudio del fenómeno jurídico en
su conjunto. 3. El Global Entrepreneurship Monitor. 4. Tipos de emprendimiento. 4.1 Según la motivación. 4.2
Según el sector económico. 4.3 Según los fines. III. La falta de delimitación jurídica del emprendimiento.
La necesidad de distinguir las distintas parcelas normativas que regulan el emprendimiento. 1. Estado
de la cuestión en Latinoamérica. 2. Estado de la cuestión en España. 3 Observaciones generales a las
normas sobre emprendimiento. 3.1 El fomento del emprendimiento desde el Derecho Administrativo. 3.1.1
Estrategias de apoyo financiero a la creación de empresas. 3.1.1.1 Recursos Públicos. 3.1.1.2 Fondos
mixtos y colaboración mutua. 3.1.1.3 Fomento de la inversión privada. 3.1.1.4 Impuestos y tasas. 3.1.2
Estrategias de apoyo en materia laboral y seguridad social. 3.2 El fomento del emprendimiento desde el
Derecho Mercantil. 3.2.1 Registros. 3.2.2 Responsabilidad. 3.2.3 Sociedades. 3.2.4 Títulos valores. 3.3
Promoción de sectores económicos. 3.3.1 Industria agropecuaria. 3.3.2 Industria del turismo. 3.3.3 Industria
cultural. 3.3.4 Ciencia, tecnología e innovación. 3.3.5 Economía solidaria. 3.3.6 MIPYMES. 3.3.7 Ética y
responsabilidad social empresarial.

I. La importancia del emprendimiento desde un punto de vista


económico.

Cuando se hace referencia al emprendimiento necesariamente debe


hacerse una remisión al contexto de la economía, máxime cuando se realiza un
trabajo jurídico, porque es justamente el factor económico uno de los motores
que han generado una gran producción de normas, proyectos, programas y
políticas públicas4 alrededor del emprendimiento a todo nivel, tanto
internacional, como nacional y local.

Y es que el estrecho enlace entre el emprendimiento y la economía se


refleja, más que en el articulado de las normas, en las exposiciones de motivos
de estas. Por ejemplo, en el Proyecto de Ley 143-2004C -que posteriormente
pasaría a convertirse en la Ley 1014 de 2006, Ley de Fomento a la Cultura del
Emprendimiento en Colombia-, la exposición de motivos explica: “Un reciente
estudio presentado por el BID evidencia la importancia de la ‘empresarialidad’:
Se define como la capacidad de los individuos para crear empresas, y la cual
contribuye al crecimiento económico, al aumento de la productividad, al
rejuvenecimiento de los tejidos socio-productivos, a la innovación y a la
generación de nuevos puestos de trabajo.”5

En este mismo sentido, en España, el entonces Proyecto de Ley de


apoyo a los emprendedores y su internacionalización, publicado en el Boletín
Oficial de Las Cortes Generales el 3 de julio de 2013, señalaba en su
exposición de motivos: “España viene atravesando una grave y larga crisis

4
“De hecho, en estos últimos años, tanto en los ámbitos políticos como en los económicos, se
ha notado una creciente atención hacia la figura del emprendedor como guía del cambio y del
crecimiento económico (…) En la misma línea, gobiernos de todo el mundo han puesto en
marcha distintas iniciativas dirigidas a fomentar el emprendimiento y el crecimiento económico”
MINNITI, María. El emprendimiento y el crecimiento económico de las naciones. En: Economía
Industrial. No. 383, 212, p. 23.
5
CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA. Proyecto de Ley 143-2004C. Fomento a la
Cultura del Emprendimiento. Exposición de motivos. 2004, p. 3.
21
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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económica con agudas consecuencias sociales. Entre 2008 y 2012 se han


destruido casi 1,9 millones de empresas en España, más del 99,5 % de ellas
con menos de 20 asalariados, frente a la creación de 1,7 millones de
empresas, a pesar de la grave situación del desempleo en España. (…) Esta
situación justifica por sí misma la necesidad de emprender reformas favorables
al crecimiento y la reactivación económica. Las reformas no sólo deben aspirar
a impulsar la actividad de manera coyuntural, sino que deben también abordar
los problemas estructurales del entorno empresarial en España, buscando
fortalecer el tejido empresarial de forma duradera.”6

Así, es claro el trasfondo económico que subyace a la regulación jurídica


del emprendimiento.

Y es que las profundas transformaciones sociales que ha surtido el


planeta entero en los últimos ochenta años, presentan algunas características
generales como la industrialización y la globalización de la economía, la
concentración de la población en las zonas urbanas, el incremento del costo
del espacio particularmente de la vivienda, el desarrollo de las megaciudades,
la dependencia de los modelos económicos basados en la producción
comercial y la prestación de servicios, la dependencia de las acciones del
Estado, la monetarización de las economías y la transversalización de las
tecnologías de la información y la comunicación.

Todo ello ha dado pie a una nueva configuración social en relación con
el manejo de los territorios, las relaciones sociales, el comercio, la industria y la
prestación de servicios, generando nuevas necesidades políticas, jurídicas,
sociales y económicas, que explican el fenómeno del emprendimiento, que ha
ido permeando varios sectores como la educación, la administración de
empresas, las ingenierías, la psicología organizacional e incluso el Derecho.

Esto, con indiferencia de la teoría económica que se maneje, que en la


actualidad puede decirse que a grandes rasgos son tres: el capitalismo, las
economías dirigidas y las economías mixtas.

De entrada debe reconocerse que el concepto empresarial es capitalista


por excelencia, eso no tiene discusión. La visión del empresario se desarrolla,
justamente, en un modelo económico de libertad de empresa y de disposición
del Estado para que el particular pueda acumular capital libremente, sin
injerencias que le limiten su ingreso y crecimiento dentro del mercado.

En el lado opuesto están las economías dirigidas o planificadas de corte


radical, en las que el Gobierno es quien planifica la economía y determina qué
se debe producir, cómo producirlo, establece las metas de producción y las
reglas de distribución y puede llegar a establecer, incluso, para quién se
produce7. En estos casos, la tierra y capital de trabajo son propiedad social y el
Estado genera incentivos de mercado para estimular la producción. Pero
6
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS. ESPAÑA. Proyecto de Ley de apoyo a los
emprendedores y su internacionalización. 2013.
7
Cf. CASE, Karl y FAIR, Ray. Principios de microeconomía. México: Pearson, 1997, p. 41.
22
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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incluso, frente a regímenes absolutos de este tipo, donde todos los medios de
producción deben ser del Estado, éste se ve forzado a crear empresas
estatales a través de las cuales pueda suplir las necesidades que la misma
sociedad va requiriendo de él, especialmente en sectores como el de
alimentos, construcción, salud, comunicación y metalurgia. No obstante, en
este régimen económico el nivel y la cantidad de proyectos de emprendimiento
productivo son muy bajos, dado que al no existir competidores, acceso a los
instrumentos empresariales ni fomentos a la creación, el mismo Estado no se
ve en la necesidad de estar innovando y por lo tanto, de estar creando nuevas
empresas o nuevos productos y servicios. Lo cierto es que en los países
denominados socialistas en la actualidad, como Cuba o China, han ido
migrando a un sistema mixto, donde se permite la creación de empresas para
poder paliar las necesidades de las poblaciones y como un modo de coadyuvar
con el Estado en la sostenibilidad económica.

Pero los países de estudio en la presente investigación, son en su


mayoría economías mixtas8, donde se encuentran algunas con preponderancia
pública, otras con preponderancia privada, porque como tal, no existe una
economía donde haya un control absoluto por parte del Gobierno ni donde
exista una libertad completa para el empresario.

Concretamente, para el caso del emprendimiento en estudio, el sistema


económico mixto ha sido el espacio perfecto de cultivo para la expedición de
normas en la materia, dado que –como se verá más adelante- han surgido
justamente como estrategias de Gobierno para incentivar la creación de
empresas, usando varias herramientas jurídicas procesales, financieras,
tributarias o societarias, como cuando se facilita la tramitación para la creación
y registro de empresarios y personas jurídicas, el acceso al crédito y la
financiación, la reducción de impuestos, insertando y articulando el
emprendimiento dentro del sector educativo y la oportunidad de rescate cuando
el proyecto productivo no se ha vuelto sostenible, entre otros.

Así, particularmente, las economías mixtas se han volcado a regular el


tema del emprendimiento, por múltiples causas.

1. Causas y antecedentes del emprendimiento.

Para el desarrollo de la presente investigación, se hace necesario


primero, entrar a identificar y reconocer los aspectos problemáticos que se
presentan en las sociedades y que permiten entender los alcances del
emprendimiento en la economía, para posteriormente, visualizar la relevancia
del tema desde la perspectiva jurídica, su particular desarrollo normativo en las
últimas dos décadas y su impacto en la sociedad, los cuales se mencionarán y
explicarán brevemente a continuación.

8
“Los países occidentales tienen lo que se denomina una economía mixta: aunque muchas de
las actividades económicas son realizadas por empresas privadas, otras son realizadas por el
Estado. Este influye, además, en la conducta del sector privado mediante toda una variedad
de reglamentaciones, impuestos y subvenciones.” STIGLITZ, Joseph. La economía del sector
público. Barcelona: Antoni Bosch, p. 12.
23
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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1.1 Altos niveles de desempleo.

El alto nivel de crecimiento de la población mundial, la concentración de


la población en las zonas urbanas, la industrialización, la sistematización, las
fusiones empresariales, las economías a escala y las fluctuaciones económicas
internacionales, han llevado a que los países se vean afectados por un mal que
termina generando muchos otros: el paro o desempleo.

La promoción del empleo es uno de los elementos que determinan la


repercusión positiva del crecimiento económico sostenible9, porque el empleo
implica capacidad de consumo, de gasto y de endeudamiento. A su vez, el
desempleo genera pérdida de renta, de consumo y de inversión, afectado toda
o parte de la economía: sector financiero, sector construcción, sector bienes de
lujo, sector recreación y cultura, entre otros.

Para el año 2014, la Comisión Económica para América Latina, CEPAL,


una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas, estimó la tasa
desempleo urbano para América Latina y el Caribe en 6%, considerando
países que cuentan con porcentajes mucho más altos, como Paraguay con el
8.0%, Costa Rica con el 8.5%, Colombia con el 9.9%, Jamaica con el 13.7% o
Bahamas con el 15%.10

Esta situación de desempleo ha sido una constante en la región:


“…históricamente, en América Latina un debilitamiento de la creación de
empleo, como el que se observa este año, se ha traducido en incrementos de
la tasa de desempleo y del empleo informal, así como en una presión a la baja
de crecimiento de los salarios nominales. La causa de esta evolución suele ser
la reacción de muchos hogares frente a menores opciones laborales, que
responden aumentando la oferta laboral para incrementar sus opciones de
generación de ingresos.”11

Para el caso de España, la tasa de paro se situó en el 23,8 % en el


primer trimestre de 201512. Incluso, el desempleo de un país afecta la
economía de los demás, como es el caso de este país: “La elevada tasa de
desempleo de España durante los últimos años forzó el retorno de muchos
emigrantes a sus países de origen y repercutió negativamente en la recepción
de remesas. Como consecuencia, los países de América del Sur que reciben la

9
REYES, Giovanni y LOAIZA SAA, Isabella. Colombia 2000-2013: relaciones entre crecimiento
económico y comercio internacional. En: Tendencias: Revista de la Facultad de Ciencias
Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño Vol. XV. No. 1, (enero-Junio de 2014), p.
137.
10
COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA Y ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL
DEL TRABAJO. Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe: Protección social universal en
mercados laborales con informalidad. Santiago de Chile: Naciones Unidas, 2015. P. 29-30.
11
COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA. Balance Preliminar de las Economías
de América Latina y el Caribe. Santiago de Chile: Naciones Unidas, 2014. P. 32.
12
PUENTE, Sergio y CATALÁN, Alba. La evolución del empleo y del paro en el primer trimestre
de 2015, según la encuesta de población activa. En: Boletín Económico, (mayo de 2015),
Madrid: Banco de España, p. 13.
24
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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mayor cantidad de remesas desde España (Bolivia (Estado Plurinacional de),


Colombia, Ecuador y Paraguay) mostraron caídas significativos en esos flujos
(-5,5% durante el primer semestre).”13

Así, el emprendimiento y el auto empleo se constituyen en una


estrategia para lograr la pérdida de capacidad adquisitiva de los ciudadanos, de
sostener sus mínimos de subsistencia sin mayor asistencialismo por parte del
Estado y de creación de nuevos empleos en el mediano y largo plazo, logrando
recuperar los puestos laborales perdidos en las crisis económicas.

1.2 Tasa de paro juvenil.

Dentro del desempleo, el paro juvenil centra la atención de una manera


particular, tanto en los estudios económicos como en los jurídicos.

En Ecuador, por ejemplo, se encuentra la exposición de motivos del


Proyecto de Ley de fomento a jóvenes emprendedores, del 18 de julio de 2013,
que basa su argumentación en que los jóvenes son motores productivos a
quienes se busca estimular para que creen nuevos negocios “con la
consecuente creación de riqueza, de fuentes y plazas de trabajo y mano de
obra.”14

En este mismo sentido, el entonces Proyecto de Ley español, de apoyo


a los emprendedores y su internacionalización, publicado en el Boletín Oficial
de Las Cortes Generales el 3 de julio de 2013, señalaba en su exposición de
motivos: “Teniendo únicamente en cuenta a los jóvenes empresarios, la
situación de España se vuelve especialmente dramática durante la crisis,
habiendo el número de empresarios de 15 a 39 años registrado una caída de
más del 30 % desde 2007 a 2012. (…) En primer lugar, uno de los graves
problemas de la economía y sociedad española es la alta tasa de desempleo
juvenil, que para el caso de los menores de 25 años duplica la media de la UE-
27.”15

El paro juvenil representa una gran preocupación especialmente para los


gobiernos, por los aspectos sociales y económicos que se desprenden de ello,
como por ejemplo, la limitación a la autonomía financiera de los jóvenes,
haciendo que su emancipación se retrase, lo que a su vez disminuye la
creación de nuevos hogares y lo que ello implica para la dinamización de la
economía y la tasa de natalidad16; asimismo, la carga que implica para la
seguridad social cuando no son aportantes y llegan a la vejez sin una

13
COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA. Balance Preliminar… Óp. Cit., p. 32.
14
REYES HIDALGO, Cristina. Proyecto de ley de fomento a jóvenes emprendedores. No. de
trámite: 145722. Asamblea Nacional de la República del Ecuador. 18 de julio de 2013. p. 2.
15
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS. ESPAÑA. Proyecto de Ley de apoyo a los
emprendedores y su internacionalización. Op. Cit.
16
Cf. BARBERO, Enrique y MOLINA, José Alberto. El desempleo juvenil en Europa y España.
En: Acciones e investigaciones sociales, No. 21, 2005, p. 55.
25
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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jubilación; y la propensión a la violencia como víctimas o victimarios cuando no


se encuentran en actividades productivas17.

Por eso, muchas de las políticas públicas en tiempos de crisis se ven


proyectadas a enfrentar la ocupación de la población joven, particularmente de
las zonas urbanas. Algunas de esas políticas se consolidan previamente a
través de normas o terminan siendo positivizadas posteriormente para darles
estabilidad y permanencia en el tiempo.

1.3 Baja calidad de los empleos existentes.

Otro factor que genera la creación de empresas y el estímulo para ello,


es la baja calidad de los empleos existentes, lo cual se ve reflejado en un clima
laboral estresante, jornadas extendidas, el no pago de horas extraordinarias, la
baja remuneración, el trabajo sin la afiliación y el pago de la seguridad social,
los escasos o nulos beneficios laborales, la flexibilización para el estudio o
atención de la maternidad, la vinculación laboral inestable o por cortos
periodos, entre otros factores, asociados a lo que se ha denominado como
flexibilización laboral.18

1.4 Bajos ingresos.

Otro factor que genera la necesidad económica de emprender proyectos


productivos, son los bajos ingresos tanto personales como familiares, respecto
de las necesidades básicas y el costo de la cesta básica familiar, así como de
las proyecciones que tengan estos a mediano y largo plazo (como la
adquisición de un coche o una vivienda), situaciones que obligan a las
personas a buscar ingresos alternativos o a dedicar su tiempo y esfuerzo a
trabajar para sí mismos, de manera independiente.

Así, de la necesidad o el deseo de obtener mayores ingresos, obtienen


las personas el impulso para iniciar pequeños negocios en gran medida
familiares, y desarrollados en las mismas viviendas, constituyéndose las
empresas de familia19, las microempresas familiares20 o famiempresas21, como

17
Cf. DE LA HOZ, Fabio; QUEJADA, Raúl y YÄNEZ, Martha. El desempleo juvenil: problema
de efectos perpetuos. En: Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud.
Vol. 10, No. 1, 2012, p. 433.
18
Cf. PINEDA DUQUE, Javier. Calidad del empleo e inequidades de género. En: Revista CS,
No. 1, 2008, pp. 60-98. / AGUADO CORREA, Rafael; MARTIN NAVARRO, José Luís y
RODRÍGUEZ RAMOS, Asunción. Aproximaciones al concepto de calidad en el empleo y su
medición. En: Temas Laborales: Revista andaluza de trabajo y seguridad social. No. 98, 2009,
pp. 77-97. / RAMOS, Joseph; SEHNBRUCH, Kisten y WELLER, Jürgen. Calidad del empleo en
América Latina. Teoría y datos empíricos. En: Revista Internacional del Trabajo. Vol. 134, No.
2, 2015, pp. 187-212.
19
“A fin de hallar un concepto que compendie las diversas características configuradoras de la
empresa familiar conviene no perder de vista que, ante todo, estamos ante una empresa, esto
es ante una organización de capital y trabajo destinada a la producción o distribución de bienes
o servicios para el mercado. El carácter familiar de esta empresa suele entenderse como
expresivo de que la propiedad o el poder de decisión de la empresa corresponden, total o
parcialmente a un grupo de personas que suelen ser parientes consanguíneos o afines entre
sí.” DÍAZ GÓMEZ, María Angustias. La empresa familiar y su organización en forma de
26
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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una de las principales iniciativas del emprendimiento, la mayoría de ellas, de


subsistencia.

No obstante, algunas logran evolucionar hasta constituirse en personas


jurídicas. Para el caso de España, en su mayoría optan por la forma de
sociedades de responsabilidad limitada, que a su vez son empresas familiares,
que para el año 2011 representaban el 85% del total de las empresas22 y tienen
vocación de internacionalización23.

1.5 Desarticulación de la educación con el mundo


empresarial.

Finalmente, un reclamo constante es la desarticulación entre los planes


de estudio de las universidades y las necesidades que presentan los
empresarios en su cotidianidad; así como la articulación universidad-empresa a
través de proyectos de investigación que mejoren la producción con desarrollo
de ciencia y tecnología u otros modelos de cooperación.24

sociedad mercantil, con especial referencia a la sociedad de responsabilidad limitada. En:


Pecunia: revista de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. No. 12, 2011, p. 3.
20
“Entendida como la acción de emprendimiento permanente para reproducirse y sobrevivir,
generalmente en condiciones de desventaja, cuyo principal capital es la capacidad de trabajo
de sus miembros, su esfuerzo para mantenerse a pesar de múltiples diversidades y su
necesidad de encontrar alternativas y oportunidades para una mayor retribución en su ingreso
y calidad de vida en su propio ámbito…” SEGOVIA, Adriana y MELGAREJO MOLINA, Zuray.
La famiempresa, un sistema vivo y abierto de desarrollo socioeconómico. En: Tendencias. Vol.
12, No. 2, 2011, p. 182.
21
“La famiempresa es una conjunción entre sistemas vivos y abiertos: familia y empresa,
pertenecientes a la economía popular, donde el objetivo principal es la supervivencia propia y
de la familia, generando autoempleo y ocupación a los miembros del grupo familiar, ya que en
muchos casos no existe la remuneración salarial y su ganancia no siempre es monetaria, sino
la satisfacción de ayudar, colaborar, apoyar a los miembros en la subsistencia del grupo.
Generalmente estas son guiadas por el jefe o jefa líder de la familia, la infraestructura y el
capital son bastante precarios e incluso en muchos casos casi nulos (trabajo con material
reciclable y herramientas adaptadas del mismo). Sin embargo, en esta conjunción de sistemas
organizacionales mutantes se desarrollan nuevas ventajas comparativas y competitivas
familiares y empresariales solidarias, propendiendo por la optimización de recursos y procesos
conducentes al crecimiento, la sostenibilidad y el empoderamiento, a fin de aumentar las
oportunidades y mejorar la calidad de vida individual y familiar a través del desarrollo
económico y social.” SEGOVIA RODRÍGUEZ, Adriana. Famiempresa, simbiosis
organizacional: una perspectiva de desarrollo, derechos y género. En: Revista Tendencia &
Retos. Vol. 17, No. 2, 2012, p. 51.
22
DÍAZ GÓMEZ, María Angustias. Óp. Cit., p. 3.
23
Cf. FUENTES, Guadalupe; VALLEJO, Manuel y CANO, Miriam. Peculiaridades de la
empresa familiar en su expansión internacional. En: Juan Carlos Ayala Calvo (Coord.)
Conocimiento, Innovación y emprendedores: camino al futuro. 2007. pp. 1356-1372. / SAÍZ
ÁLVAREZ, José Manuel. Factores claves de éxito en la internacionalización de la empresa
familiar. En: Economía Industrial, No. 380, 2011, pp. 57-92. / FERNÁNDEZ, Zulima y NIETO,
María Jesús. La estrategia de internacionalización de la pequeña empresa familiar. En:
Cuadernos de economía y dirección de la empresa. No. 22, 2005, pp. 107-125.
24
Cf. MARZO, Mercedes; PEDRAJA, Marta y RIVERA, Pilar. Un modelo de relaciones
empresa-universidad. En: Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa. Vol. 17,
No. 1, pp. 39-56.
27
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Pero, además, se plantea la cuestión sobre si las universidades están


formando empleados o empleadores; es decir, personal con capacidad para ser
subalterno o profesionales con potencial de emprendimiento, que tengan la
mentalidad empresarial y la disposición para estar intentando la creación y
consolidación de nuevas empresas y hacer alrededor de ello su proyecto de
vida.

2. Importancia para el sujeto.

Además de los aspectos económicos que se encuentran detrás de los


emprendimientos empresariales, también existen algunos aspectos personales,
que son de particular interés para el sujeto en concreto, que atraviesan el
aspecto humano y personal. Ello, teniendo como premisa que “el objetivo final
de toda acción económica y empresarial es el desarrollo integral de la
persona”.25

Así, el desempleo puede llevar a la desintegración familiar, pérdida de la


autoestima y la confianza en sí mismo, enfermedades o trastornos mentales
como la depresión, la posibilidad de que decline el control moral y se aumenten
las actuaciones delictivas.

Por ello, son igualmente importantes las iniciativas empresariales, donde


las personas obtienen otras ventajas personales como la independencia y la
posibilidad de trabajar y producir para sí mismos, teniendo el control absoluto
de su tiempo, de su esfuerzo, de su inversión, de sus decisiones y ganancias.
Por eso, no es extraño encontrar que en la exposición de motivos del Proyecto
de Ley de Fomento a la persona emprendedora de Costa Rica se exprese que
“El ser emprendedor representa la independencia laboral y por ende el
desarrollo personal.”

También, los emprendimientos ofrecen a las personas una estabilidad


económica, necesaria para poder realizar proyectos de inversión a corto y
mediano plazo, e incluso, dependiendo de la sostenibilidad que posee el
proyecto productivo, hasta de largo plazo, tanto para los objetivos personales,
como familiares y los mismos que la empresa requiera.

Los proyectos de emprendimiento, igualmente facilita que la persona


pueda tener un desarrollo profesional, aplicando en su empresa los
conocimientos adquiridos en la formación universitaria, con independencia de
su área profesional; ello le permite validar el conocimiento y le brinda la
posibilidad de especializarse en un sector específico de su conocimiento,
conforme vaya teniendo conocimiento y participación en el mercado.

Asimismo, se encuentra como factor personal para el inicio de


emprendimientos empresariales, todo lo que tiene que ver con el

25
GARCÍA ECHEVARRÍA, Santiago. Paro juvenil: sociedad y economía claves para su
respuesta. Documentos de trabajo, No. 351. Alcalá: Universidad de Alcalá, Instituto de
Dirección y Organización de Empresas (IDOE), 2013, p. 6.

28
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reconocimiento y el posicionamiento social, que ayuda profundamente a la


autoestima26. La sensación de saberse útil para su familia y para los demás, la
posibilidad de ser autosuficiente y tener capacidad adquisitiva, es uno de los
más fuertes motores de generación de empresas, incluso por parte de
personas que poseen estabilidad económica gracias a sus empleos.

Por último, igualmente dentro del aspecto personal, contar con los
medios para asegurar una vejez digna, se constituye en otra motivación para
iniciar un proyecto productivo, situación de la cual no se tiene mucha atención
en la juventud, pero sí en la adultez, donde se va obteniendo conciencia sobre
el paso del tiempo, los procesos cíclicos de la economía, el deterioro de la
salud, la pérdida de energía para algunas actividades rutinarias y la importancia
de contar con una estabilidad económica garantizada que permita asumir las
última etapas de la vida con mayor tranquilidad para consigo mismo y la de
quienes dependan de ello.

En general, el emprendimiento se observa en relación con la dignidad


humana, en la medida que el trabajo es considerado como un derecho, que
permite la realización de la persona, la satisfacción de sus necesidades, la
oportunidad de obtener logros personales, de sentirse útil a su familia y a la
sociedad, el disfrute de sus rendimientos económicos y la satisfacción
espiritual.

3. Importancia económica.

Pero además del impacto que pueda tener el emprendimiento para la


vida de las personas, el aparecimiento del concepto de emprendimiento en los
escenarios jurídicos en los países latinoamericanos y en el mismo Estado
español, tiene un interés netamente económico que ha trascendido lo político y
de ahí a lo jurídico.

Por ejemplo, la Ley para el desarrollo de la competitividad de la micro,


pequeña y mediana empresa, expedida en el año 2001 por el Congreso de los
Estados Unidos Mexicanos, expresa claramente en el artículo primero que
dicha ley “tiene por objeto promover el desarrollo económico nacional a través
del fomento a la creación de micro, pequeñas y medianas empresas y el apoyo
para su viabilidad, productividad, competitividad y sustentabilidad.”

Para confirmar el trasfondo económico del emprendimiento empresarial,


basta con revisar la organización mundial más grande sobre el tema: el Global
Entrepreneurship Monitor, una red de investigación mundial, de la cual hacen
parte en la actualidad más de cien países alrededor de todo el mundo. Estos
son algunos de los planteamientos de dicha red:

26
Algunas investigaciones sobre motivaciones empresariales, destacan los aspectos sociales
de la actividad empresarial, como la adquisición de «posición social» y la «valoración social»,
los cuales “obtienen una consideración media alta entre los encuestados.” ORTIZ GARCÍA,
Pilar y MILLÁN JIMÉNEZ, Ana María. Emprendedores y empresa: la construcción social del
emprendedor. En: Lan harremanak: Revista de relaciones laborales, Nº 24, 2011, pp. 227.

29
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“a. El espíritu empresarial es el combustible del crecimiento económico,


del empleo y de la prosperidad.

b. El espíritu empresarial y la innovación son elementos pivotes de los


procesos creativos en la economía.

c. Hay una tendencia que indica que los países con el mayor nivel de
actividad empresarial presenten los mayores niveles de crecimiento en su
producto nacional bruto y en su nivel de empleo.

d. Al menos una tercera parte de las tasa de crecimiento económico


puede explicarse por las actividades desarrolladas por las nuevas empresas.”27

Como puede verse, todo el tiempo existe la referencia a los criterios


económicos, por ello, se hace necesario –para entender el contexto en el cual
se mueve la normatividad iberoamericana en la materia- al menos enunciar
algunos de esos aspectos sobre los cuales incide la promoción del
emprendimiento y que han iniciado con tenacidad los diferentes gobiernos28, a
través de estrategias tanto políticas (programas de gobierno, políticas públicas,
proyectos institucionales, creación de entidades y dependencias o asignación
de funciones especiales en las oficinas ya existentes) como jurídicas (leyes,
decretos, resoluciones, acuerdos).

3.1 Formalización de la informalidad.

Económicamente los registros de empleo formal y subempleo o


informalidad son bastante relevantes a la hora de medir indicadores y
establecer niveles de calidad de vida logrados por las políticas públicas
implementadas por las diferentes administraciones públicas.

La regularización de las actividades comerciales realizadas por las


personas de manera informal y por fuera de los registros oficiales, facilita que
los datos generados en dichas actividades puedan ir a bases de datos que
permitan realizar mediciones y proyecciones, como el crecimiento de
determinados sectores, pago y evasión de impuestos, obligatoriedad y
regularidad en el pago de la cotización a la seguridad social, el pago de
servicios públicos y la inclusión dentro del sector financiero, particularmente la
bancarización.

27
VARELA, Rodrigo. Innovación empresarial: arte y ciencia en la creación de empresas.
Bogotá: Prentice Hall, 2001, p. 35.
28
“Por otro lado, cada vez más, el crecimiento económico, la generación de nuevos puestos de
trabajo y la innovación empresarial, preocupan a la sociedad y en general, a los distintos
gobiernos y administraciones públicas. La creación de empresas se está manifestando como
una de las opciones que incide en la solución de los tres problemas. Prueba de ello es la
atención que en las últimas décadas se le está prestando desde los poderes públicos y el auge
que la creación de empresas está teniendo como campo de investigación científica.” DÍAZ
CASERO, J.C.; URBANO PULIDO, D. y HERNÁNDEZ MOGOLLÓN, R. ÓP. Cit., p. 209.

30
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Esta situación se puede ver expresamente mencionada, por ejemplo, en


la Ordenanza Municipal 7 para fomentar y estimular el empleo y el
emprendimiento joven en el Distrito Metropolitano de Quito, publicada en el
Registro Oficial Suplemento 324 de 2 de septiembre de 2014, vigente en la
actualidad, expedida por el Concejo Metropolitano de Quito. Dicha ordenanza
establece como parte de su objeto, fomentar, estimular y regular el
emprendimiento de los jóvenes que residen en el Distrito Metropolitano de
Quito, estipulando expresamente en el artículo 10 que las entidades estatales
“establecerán mecanismos orientados a la formalización y disminución del
subempleo”.

Igualmente, el Estado chileno ha entendido este factor como un aspecto


relevante para la economía y por ello se han expedido leyes que faciliten la
creación y registro de sociedades comerciales y la adecuación de las normas
sobre derecho concursal, con el interés de estimular la creación y la
formalización de los emprendimientos.29

Así mismo, en Honduras, la Ley para el fomento y desarrollo de la


competitividad de la micro, pequeña y mediana empresa, crea el Programa de
Cultura Empresarial y Apoyo a Emprendedores que busca, entre otras cosas, la
incorporación de los microempresarios a la economía formal, como puede
leerse en el artículo 49 de dicha disposición.

En Costa Rica, una de las funciones que le asigna el artículo tercero de


la Ley 6054 de 1977 al Ministerio de Economía, Industria y Comercio es la de
“procurar la formalización de las PYMES informales ya existentes y apoyar el
nacimiento de nuevas empresas.”

Y la Ley 27.349, Apoyo al Capital Emprendedor en el país y su


expansión internacional, expresamente dispone que se puede adoptar un plan
de regulación para extender los beneficios que contiene esta norma a las
“personas no humanas” que no se encuentran registradas ni pagan seguridad
social.

De esta manera, se evidencia el claro interés del Estado por regularizar


los comerciantes que trabajan en la informalidad, haciéndolos visibles y parte
del sistema, dirigiéndolos a la creación de empresas formales con potencial de
crecimiento y aporte económico a la región y el país.

29
“De acuerdo a los datos provistos por el Ministerio de Economía, según la encuesta de
Micro-Emprendimiento de este ministerio del año 2011, de los emprendimientos informales, en
torno a 190.000 empresas estarían en condiciones de formalizarse, ya que al ser encuestadas
esgrimieron razones de costos, dificultad de tramitación y desconocimiento entre los motivos
por los cuales no han realizado los trámites ante el SII. Además, se sabe que 120.000
empresas han considerado formalizarse, pero finalmente no lo han hecho y otras 57.000 se
encontrarían en trámites de formalización en el SII al momento de ser encuestadas. De tal
forma, se tendría que los emprendimientos que potencialmente se podrían formalizar son
367.000, lo que representa a un 37% del total de emprendimientos informales.” VÁSQUEZ
PALMA, María Fernanda. Intentos modernizadores en el derecho societario chileno: análisis de
las leyes 20.494 y 20.659. En: Revista de Derecho Universidad Católica del Norte, Año 21, No.
1, 2014, p. 357.
31
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3.2 Generación de empleo y calidad de vida de los


ciudadanos.

Sin lugar a dudas, “la economía mundial se ve afectada por una fuerte
crisis económico-financiera que se ha trasladado al mercado laboral en forma
de inestabilidad laboral y destrucción del empleo…”30, que en Latinoamérica
mantiene índices que no han podido ceder sustancialmente y que en España
se agravó particularmente con la crisis de la segunda década del presente
siglo.

Por ello, el emprendimiento se dimensiona como una oportunidad para la


creación de empleos, como expresamente puede leerse en el preámbulo de la
Ley 14/2013, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización. Y con
mayor énfasis en la creación de empleo para los jóvenes, en el preámbulo de la
Ley 11/2013, de medidas de apoyo al emprendedor y de estímulo del
crecimiento y de la creación de empleo, ambas normas españolas.

Incluso, la urgencia en la generación de empleos mediante la creación


de empresas que facilitaran la contratación de trabajadores y especialmente la
inserción de los jóvenes en el mercado laboral, fue uno de los argumentos
esgrimidos para la expedición del Real Decreto-Ley 4/2013, de medidas de
apoyo al emprendedor y de estímulo del crecimiento y de la creación de
empleo; para dar cumplimiento a la exigencia de “extraordinaria y urgente
necesidad” establecida en el artículo 86 de la Constitución española, para este
tipo de normas.

También en el Anteproyecto de Ley de Emprendedurismo e Innovación


Empresarial de la República Dominicana del año 2011, se lee en el
considerando segundo: “Que la República Dominicana tiene una tasa total de
desempleo de aproximadamente un 15%, siendo uno de los países con mayor
tasa de desempleo en América Latina, por lo que resulta fundamental adoptar
políticas que promuevan concomitantemente la creación de empresas y la
disminución del desempleo existente en el país.”

Así, la vinculación entre desempleo-empleo y emprendimiento se


identifica claramente en la normatividad sobre el tema que se revisa en toda la
región iberoamericana.

3.3 Uso pleno de los recursos.

Otro factor económico al que apuntan las normas de fomento del


emprendimiento, es la optimización de los recursos existentes tanto en las
empresas como en el país, permitiendo mayor productividad y por tanto
mejorando la competitividad.

30
SORA, Beatriz; CABALLER, Amparo y PEIRÓ, José María. La inseguridad laboral y sus
consecuencias en un contexto de crisis económica. En: Papeles del psicólogo, Vol. 35, No. 1,
p. 15.

32
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Por ello, por ejemplo, para el caso del Ecuador, los proyectos de ley
presentados sobre la temática han apuntado a que haya oferta de nuevos
productos y servicios que satisfagan las necesidades de la población, dado que
a mayor competencia se reciben más y mejores productos y servicios a precios
más asequibles y competitivos.31

En esta misma dirección a apuntado España: “El marco regulatorio e


institucional en el que se desenvuelven las actividades empresariales resulta
de esencial importancia para impulsar ganancias de productividad y optimizar
los recursos.”32

3.4 Incremento del PIB y ayuda para los indicadores.

En la economía es fundamental la recolección sistemática de datos que


permitan la medición para un adecuado análisis de los comportamientos
económicos y así verificar la eficacia y eficiencia de los programas, proyectos o
estrategias, sus impactos y la evaluación de los hechos y eventualidades para
la toma de decisiones.

La fijación de estándares o metas, permite que los países puedan


compararse, generando un reto o competencia sana, que lleve bienestar a sus
ciudadanos, conforme los modelos de desarrollo acogidos por los organismos
internacionales, como las Naciones Unidas.

Por ello, no es de extrañar que la Ley española 14/2013, de apoyo a los


emprendedores y su internacionalización, contemple el tema de los indicadores
de la siguiente manera: “Artículo 36. Revisión del clima de negocios a través de
mejoras regulatorias. Indicadores e intercambio de mejores prácticas. 1. Con
carácter anual, el Ministerio de Economía y Competitividad, recopilará y
analizará propuestas para la mejora del clima de negocios para la inversión
productiva, procedentes de operadores económicos, departamentos
ministeriales, y administraciones autonómicas y locales. Asimismo, se analizará
la posición relativa de la economía española en los principales sistemas de
indicadores internacionales de competitividad y clima de negocios.”

Dentro de la estadística económica, el producto interno bruto (PIB) fue el


criterio de mayor reconocimiento para la medición del desarrollo, bajo la
concepción de que a mayor crecimiento económico (mayor producto interno) se
reducía la pobreza, ofreciendo mayor nivel de bienestar; no obstante, dicho
indicador ha sido cuestionado y revaluado para dicho fin, aunque conserva su
importancia económica.33

31
REYES HIDALGO, Cristina. Proyecto de ley de fomento a jóvenes emprendedores. No. de
trámite: 145722. Asamblea Nacional de la República del Ecuador. 18 de julio de 2013. p. 2.
32
ESPAÑA. Ley 11/2013, de medidas de apoyo al emprendedor y de estímulo del crecimiento
y de la creación de empleo.
33
“Durante muchos años el desarrollo fue considerado como sinónimo de crecimiento
económico: una nación era más o menos desarrollada en la medida en que su economía fuese
más poderosa y autónoma. Los indicadores de desarrollo se configuraron en función de
33
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Cosa, que a su vez se vuelve necesaria, dados los criterios de


evaluación que realizan las entidades certificadoras internacionales, requeridos
para acceder a créditos financieros o pertenecer a organismos multilaterales de
interés para los gobiernos y las entidades, tanto públicas como privadas.

3.5 Reducción del índice de pobreza.

Otro de los aspectos económicos de gran interés para la economía en


relación con el emprendimiento es la reducción de los índices de pobreza,
situación que guarda una estrecha relación con el paro o desempleo, pero que
además toma otros matices como los relacionados con las necesidades
concretas que presentan sectores poblacionales específicos como los
jóvenes34, las mujeres35, los indígenas36, los discapacitados37, los campesinos,
los inmigrantes38 y las personas en situación de pobreza extrema. El enfoque
diferencial poblacional, es claro en las normas sobre emprendimiento, como se
evidenciará más adelante.

3.6 Menor asistencialismo por parte del Estado.

Otro factor de relevancia económica para el emprendimiento, son los


ahorros presupuestales que el Estado logra obtener cuando sus ciudadanos
cuentan en su mayoría con recursos suficientes para su manutención. “Otro
hallazgo interesante es la relación directa entre tasa de desempleo y gasto
social. Este resultado estaría indicando que en períodos de desempleo el

reproducir y medir este modelo de crecimiento de tal manera que las políticas y programas
sociales estaban signados por el comportamiento del PIB o PNB.” PHÉLAN, Mauricio. Revisión
de índices e indicadores de desarrollo. En: Obets. Revista de Ciencias Sociales. Vol. 6, No. 1,
2011; p. 72.
34
RUBIO GIL, Ángeles. Juventud, emprendimiento y desarrollo: nuevos nichos de mercado y
yacimientos de empleo. En: Revista de Estudios de Juventud. No. 99, 2012, pp. 35-51.
35
ÁLVAREZ, María José; REBOLLO, Ángeles y RODRÍGUEZ, Rosario. Factores facilitadores y
bloqueadores del emprendimiento femenino: orientar para el emprendimiento desde una
perspectiva de género. En: Cardona, María Cristina; Chiner, Esther y Giner, Antonio (coords.)
Actas del XVI Congreso Nacional / II Internacional Modelos de Investigación Educativa de la
Asociación Interuniversitaria de Investigación Pedagógica (AIDIPE). Alicante, 4-6 de
septiembre, 2013, pp. 427-435. / CASTIBLANCO MORENO, Suelen E. La construcción de la
categoría de emprendimiento femenino. En: Revista Facultad de Ciencias Económicas:
Investigación y Reflexión, Vol. XXI, No. 2, 2013, pp. 53-66.
36
RUIZ FERNÁNDEZ, Ana Rosa. Emprendimientos productivos en grupos de mujeres
indígenas: el caso de Talamanca. En: Tecnología en marcha, Vol. 22, No. 1, 2009, pp. 90-94.
37
MENÉNDEZ CALVO, Remedios. Integración laboral de las personas con discapacidad:
modelo legal tras la reforma de 2012. En: Anuario de la Facultad de Derecho, No. 5, 2012, pp.
223-243.
38
BOLÍVAR, Alicia y HORMIGA, Esther. La influencia del proceso de migración en la
percepción del riesgo de crear una empresa. En: Investigaciones europeas de dirección y
economía de la empresa. Vol. 18, No. 1, 2012, pp. 69-85. / GONZÁLEZ GONZÁLEZ, José
María. Inmigración, emprendimiento y género en Andalucía. En: García, Francisco y Kressova,
Nina. Actas del I Congreso Internacional sobre migraciones en Andalucía. 2011, pp. 29-38.
TOVAR, Luis Miguel y VICTORIA, María Teresa. Migración internacional de retorno y
emprendimiento. En: Revista de economía institucional, Vol. 15, No. 29, 2013, pp. 41-65.
34
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Estado requiere de mayores recursos para hacer frente a los gastos sociales y
asegurar el bienestar de los individuos.”39

La disminución de los recursos públicos para el gasto social, permite que


más dinero se pueda destinar para otro tipo de inversión o se pueda focalizar
en la población más vulnerable.

3.7 Mayor captación de recursos por parte del Estado.

La formalización de los proyectos productivos y la constitución creciente


de nuevas empresas regulares y sostenibles, permite también al Estado captar
mayores recursos vía impuestos y tasas, que finalmente se ven revertidos en la
misma sociedad, sea por el gasto social, por las inversiones o incluso por los
gastos de operación, que implican, igualmente, generación de empleo y
movimiento de recursos en la economía.

3.8 Reducción de las inversiones en responsabilidad social


empresarial.

Las empresas privadas igualmente se benefician en las economías que


cuentan con un alto nivel de empleo o emprendimientos productivos, toda vez
que más personas contarán con capacidad de compra, tendrán mayor
capacidad adquisitiva y el margen de inversión en el tema de responsabilidad
social podrá disminuirse o focalizarse en otras áreas como sus mismos
empleados, sus áreas de influencia o temas ambientales.

3.9 Protección social.

La posibilidad de que la mayoría de la población se encuentre vinculada


a una actividad empresarial, social productiva o estatal de manera regular,
implica la cotización al sistema de seguridad social, lo que le da mayor
sostenibilidad a la financiación de la salud y la pensión, generando estabilidad
financiera al sistema y reduciendo los recursos que el Estado deba invertir para
mantener su equilibrio y la asegurabilidad de la vejez de sus ciudadanos.

3.10 Apoyo a las MIPYMES.

La economía de los países se sustenta, realmente, alrededor de los


pequeños negocios, no en las grandes empresas y los grupos empresariales y
económicos. “Por mucho tiempo se creyó que las grandes empresas eran las
responsables de la generación de empleo, bienestar y satisfacción, lo cual llevó
a tenerlas como ídolo y como meta la vinculación con una gran empresa, ojalá
multinacional. David Birch, en su trabajo investigativo en la década del 80, por
primera vez cuestionó esta afirmación y demostró que aun en economías

39
BARAHONA URBINA, Planck. Factores asociados a la desigualdad en la distribución de la
renta y la curva de Kuznets. En: GARCÍA LIZANA, Antonio; FERNÁNDEZ MORALES, Antonio
y PODADERA RIVERA, Pablo (coords.) Anales de Economía Aplicada 2014. Número XXVIII.
Málaga: Delta Publicaciones y Asociación Internacional de Economía Aplicable. P. 305. (p. 298-
314).
35
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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desarrolladas, como la de los EE.UU., los procesos de creación de empleo


están más asociados a las pequeñas y medianas empresas Pymes, y menos
las grandes empresas.”40

Conforme lo anterior, las investigaciones que se han realizado alrededor


de todo el mundo han demostrado que, tanto en países desarrollados como en
vías de desarrollo, los negocios pequeños y jóvenes son los que más empleos
generan, incluso más que los grandes y acreditados. También se ha
demostrado que los negocios pequeños, entendidos por el autor como aquellos
que tienen menos de quinientos empleados, tienen mayores niveles de
innovación y producen más avances tecnológicos que las grandes empresas;
además de ser más adaptables a los cambios ambientales.

Así, considerando que la economía se asienta en las PYMES, el Estado


entiende que es necesario establecer normas especiales que garanticen su
protección, porque su vulnerabilidad es grande. De hecho, el inicio del
preámbulo de la Ley 14/2013, de apoyo a los emprendedores y su
internacionalización, es dramático al evidenciarlo: “España viene atravesando
una grave y larga crisis económica con agudas consecuencias sociales. Entre
2008 y 2012 se han destruido casi 1,9 millones de empresas en España, más
del 99,5 por ciento de ellas con menos de 20 asalariados.” Pero esta misma
tendencia se presenta alrededor de toda Iberoamérica. Por ejemplo, en el
Proyecto de Ley de Fomento a la Persona Emprendedora, publicado en La
Gaceta, Diario Oficial, No. 223 del 17 de noviembre de 2015, en Costa Rica, se
lee en los considerandos, que “la tasa de mortalidad empresarial es de un 78%
en el primer año y un 85% dentro de los tres primeros años y solo un 50% llega
a los 10 años de vida...” Por ello, no se hace extraño que en todos los países
cuenten con una o varias normas especiales en materia de micro, pequeña y
mediana empresa y que las normas en materia de emprendimiento tengan un
fuerte componente en este sentido, como se verá más adelante.

Los anteriores tópicos se mencionan, sin perjuicio de muchos otros


aspectos que toca el emprendimiento en relación con la economía, como la
atracción de inversión extranjera en países con altos niveles de creación de
empresas, la incidencia de la inversión en innovación e investigación en el
emprendimiento, el retorno económico del gasto o inversión social en
educación para el emprendimiento, la importancia de la creación de empresas
en los ciclos económicos, el dinamismo del mercado financiero a través de
créditos y seguros para generación de nuevos proyectos productivos, el
crecimiento de las empresas nacientes y su impacto a mediano y largo plazo
en el mercado de valores, los emprendimientos tecnológicos y el incremento
del comercio electrónico, entre muchos otros que escapan a la esfera del
presente proyecto de investigación, quedando así evidenciada la dimensión del
trasfondo económico que subyace al tema de la regulación jurídica del
emprendimiento, lo cual se explica en un trabajo jurídico, -justamente- como un
ejercicio de entendimiento y justificación de estas mismas.

40
VARELA, Rodrigo. Innovación empresarial… Óp. Cit., p. 14.
36
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Concretamente en el caso del emprendimiento las razones que soportan


la expedición de normas sobre este tema son evidentes: “En la creación de
estas normativas se han esgrimido fundamentalmente aspectos económicos,
en aras de facilitar la creación de nuevas empresas. Para ello se ha
considerado que los costos financieros y temporales suelen significar un
obstáculo para los nuevos emprendedores, lo que a su vez puede terminar
haciendo inviable un negocio por implicar la pérdida de una oportunidad o
simplemente fomentar la informalidad empresarial, con las graves
consecuencias legales, tributarias y de funcionamiento de los mercados.”41

Ambas acciones, de explicación y justificación de las normas sobre el


emprendimiento, se ven claramente plasmadas en los prólogos y en las
exposiciones de motivos de las normas expuestas, y que llenan de sentido esta
misma investigación, dándole soporte en las condiciones actuales en las que
se mueve la sociedad y el mercado en gran parte del Occidente y que
finalmente terminan incidiendo en las decisiones que toman los legisladores y
operadores jurídicos a lo largo y ancho de la región.

II. El carácter multidisciplinar del emprendimiento y la


ausencia de un estudio del fenómeno en su conjunto.

Todo lo anterior evidencia la importancia del emprendimiento en varios


campos de la sociedad lo que ha estimulado su conceptualización y estudio
desde múltiples perspectivas de conocimiento.

1. La multidisciplinariedad del emprendimiento.

La institucionalización del emprendimiento en el Derecho no se explica


como una creación propiamente jurídica, sino que originalmente nace como un
concepto económico que evolucionó hasta convertirse en un fenómeno social e
institucional que por su importancia, terminó siendo estudiado desde múltiples
áreas del conocimiento como la administración de empresas, la psicología, la
antropología, obviamente desde la economía, donde se concibe como un
vehículo de la innovación y la optimización del mercado, a partir de creación de
productos y servicios que ayudan a la competitividad de los países.

Así, dada su importancia estratégica, se ha abordado desde múltiples


perspectivas. Por ello, se “reconoce el emprendimiento no como disciplina
formal sino como actividad transdisciplinaria, carente de una teoría universal y
soportada mayoritariamente en teorías prestadas de la economía, la ingeniería,
la historia económica y empresarial, la sociología, la administración y,
recientemente, de la psicología.”42

41
VÁSQUEZ PALMA, María Fernanda. Intentos modernizadores en el derecho societario
chileno: análisis de las leyes 20.494 y 20.659. En: Revista de Derecho Universidad Católica del
Norte, Año 21, No. 1, 2014, p. 357.
42
TOCA TORRES, Claudia. Consideraciones para la formación en emprendimiento:
explorando nuevos ámbitos y posibilidades. En: Estudios Gerenciales, Vol. 26, No. 117,
octubre-diciembre, 2010, p. 47.
37
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Según la abundante literatura existente en materia de emprendimiento 43,


el término emprendedor proviene del francés entrepreneur, que significa
pionero, aplicado inicialmente a personas aventureras, que iniciaban viajes de
exploración inciertos, el cual aparece en los inicios del silgo XVI. Igualmente,
se aplicaba en el aspecto militar, a los líderes de los grupos de soldados que
emprendían alguna campaña peligrosa y bélica, como asaltar o defender una
fortaleza. La palabra emprendedor se encuentra en 1732, en el sentido de
iniciar la ejecución de algo que no es fácil, con decisión y empeño. Y que para
el siglo XVIII, en Francia se amplió para referirse a los arquitectos y quienes
construían puentes y caminos.

En 1752 fue usado el término en sentido económico, por el francés


Richard Cantillon, para referirse a quienes iniciaban un proyecto y lo sacaban
adelante, contraponiéndose con la figura de los terratenientes y los rentistas. Y
para el siglo XIX, el industrial Jean Baptiste Say, usó el concepto en textos de
economía.

Pero el gran impulso al término lo dieron Joseph Alois Schumpeter, que


en 1934 asocia el concepto de emprendimiento con la innovación en los
procesos económicos, y Frank Hyneman Knight en 1947, en los estudios
relacionados con el riesgo y la incertidumbre. Posteriormente, la obra
“Innovation and Entrepreneurship” de Peter Drucker en 1985, retoma a
Schumpeter y desarrolla su impacto económico.

De ahí, numerosos estudios y publicaciones han salido desde diferentes


perspectivas, en varios campos del saber, particularmente desde la economía,
pero también desde la sociología y la antropología, con una fuerte tendencia en
la psicología44. Así, mientras los estudios económicos hacen revisión de las
condiciones y el impacto económico del emprendimiento, la psicología se ha
dedicado a estudiar el perfil del emprendedor.

Desde la perspectiva económica y como se ha explicado, las palabras


emprendimiento y emprendedor lograron el auge que tienen hoy, gracias a su
introducción en las teorías y propuestas económicas, principalmente como
motor de desarrollo económico y social, entendiéndose los emprendedores
como sujetos económicos.

43
Tanta que incluso hay análisis bibliométricos sobre el emprendimiento. Cfr. HERRERA
GUERRA, Carmen E. y MONTOYA RESTREPO, Luz Alexandra. El emprendedor: una
aproximación a su definición y caracterización. En: Punto de Vista, Vol. 4, Nº. 7, 2013, pp. 14-
16. / VIRGEN ORTIZ, Viviana; COBO OLIVEROS, Carlos y BETANCOURT GUERRERO,
Benjamín. Análisis bibliométrico del campo de formación de emprendedores. En: Cuadernos de
Administración, Vol. 31 N° 52, julio - diciembre de 2014, pp. 44-53. / Incluso, el tema del
emprendimiento se ha constituido en un fenómeno de estudio tan grande, que existen escuelas
alrededor de él, de ahí que se haga alusión al emprendimiento y al emprendedor desde la
teoría clásica, neoclásica, escuela de Schumpeter, escuela austriaca o que las ya existentes
escuelas de pensamiento empresarial le den un tratamiento especial (escuela comportamental,
escuela económica, escuela de procesos).
44
BONILLA BALLESTEROS, Álvaro. Variables psicológicas y socioculturales involucradas en
el proceso de emprendimiento empresarial. En: Poliantea, Vol. 6, Nº. 11, 2010, p. 90.
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Desde esta disciplina, de tantas posiciones existentes, se presentan de


manera ilustrativa las dos más relevantes45, la escuela clásica y la austriaca.

En la escuela clásica se ubica a quien se considera el más


representativo de los padres del emprendimiento en la economía: Richard
Cantillon (1680-1734), cuando separa los productores de la economía en dos:
los que trabajan por un salario o renta fija y los emprendedores, que asumen
riesgos bajo condiciones de incertidumbre, de manera que no tiene ingresos
fijos y sus rentas son inciertas. Esta teoría, posteriormente se complementó
con los análisis sobre las fuentes de capital que se disponían para la
innovación económica, donde Jacques Turgot (1727-1781) señalaba que el
capital se usaba de cinco formas: para la compra de tierras, para la agricultura,
la industria, el comercio o los préstamos de interés y sostuvo que los riesgos
asumidos por el emprendedor son amparados con su propio capital. Otra figura
relevante en esta época fue Jean-Baptiste Say (1767-1832) quien concebía la
creación de empresas como parte del desarrollo económico, incluyendo el
aspecto innovador cuando hace referencia a la necesidad de encontrar un valor
para el producto que haga retornar el capital empleado y destaca elementos
particulares del emprendedor como ser perseverante, tener juicio, ser
conocedor del negocio, buen supervisor y administrador.

Por el otro lado, la escuela austriaca tiene como su máximo


representante a Joseph Schumpeter (1883-1950), con quien toma todo el
impulso que tiene hoy el emprendimiento. Este economista asume que la
función del emprendedor es la de, a partir de las oportunidades que detecta en
el entorno, idear el negocio y tomar iniciativas para crear innovando, es decir, el
que pone la idea en movimiento y lo hace potencialmente rentable. El aspecto
de la iniciativa y la innovación, es la que para Schumpeter, diferencia al
emprendedor como sujeto económico, de otras figuras como el de los
administradores, que solo ejercen control y representación, el cual describe
como un trabajo común y corriente como cualquier otro; y diferenciándolo del
propietario de los recursos o de los consumidores, que considera simples
intermediarios en el flujo económico.46

45
RODRÍGUEZ, Carlos y JIMÉNEZ, Manuel. Emprenderismo, acción gubernamental y
academia. Revisión de la literatura. En: Innovar, Vol. 15. No. 26, Jul-2005, pp. 73-89. /
MONTOYA RESTREPO, Luz Alexandra. El emprendedor: una aproximación a su definición y
caracterización. En: Punto de Vista, Vol. 4, Nº. 7, 2013, pp. 14-16. / SUÁREZ, Luz y VÁSQUEZ,
Carmen. Evolución del concepto de emprendedor: de Cantillón a Freire. En: REDIP, Vol. 5, No.
3, 2015, pp. 882-894. / ALONSO, Cristian y FRACCHIA, Eduardo Luis. El emprendedor
schumpeteriano: aportes a la teoría económica moderna. Buenos Aires: Asociación Argentina
de Economía Política, 2009.
46
“Para Schumpeter el emprendedor es el fundador de una nueva empresa, un innovador que
rompe con la forma tradicional de hacer las cosas, con las rutinas establecidas. Debe ser una
persona con dotes de liderazgo, y con un talento especial para identificar el mejor modo de
actuar. El emprendedor tiene la habilidad de ver las cosas como nadie más las ve. Los
emprendedores no son managers (al estilo de Marshall) ni inversores, son un tipo especial de
personas.” CARRASCO, Inmaculada y CASTAÑO, María Soledad. El emprendedor
schumpeteriano y el contexto social. En: ICE-Revista de Economía, No. 845, nov-dic de 2008,
p. 122.
39
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De donde, el emprendedor, más que director, es creador, un hombre de


acción que está generando nuevas opciones en la economía, a través de cinco
actividades: aplicando nuevos métodos de producción, introduciendo al
mercando nuevos productos o incluyendo nuevas calidades a estos, generando
nuevas formas de organización de la industria, conquistando nuevos mercados
y obteniendo nuevas fuentes de aprovisionamiento, valorizándolas. No basta
con solo crear la empresa, de crear un modelo o reproducir un sistema que ya
se encuentra en la economía, sino en explorar posibilidades que todavía no
conoce el entorno económico. Para Schumpeter, estas actividades las puede
cumplir una persona que no necesariamente tiene que ser el propietario de la
empresa, sino que puede ser un administrador o director con carácter de
asalariado, que tenga las competencias para innovar47. Este autor también
establece que se puede ser emprendedor tanto en la empresa privada como en
la pública, aunque en esta última existen más limitaciones para la función
emprendedora; pero a la final, el ser emprendedor depende más que de un
estatus, de la voluntad y las acciones.

Ahora, para Schumpeter el emprendedor no necesariamente es quien


tiene la idea novedosa o participa en el proceso de creación, verbi gracia, de un
producto; por el contrario, puede tomarla de otra persona, pero el proceso
realmente emprendedor radica en identificar la oportunidad económica que
tiene, por ejemplo una invención, darle aplicación y valorizarla. Como
innovador, es un pionero, cosa que tampoco tiene que ejercer todo el tiempo.

Otro escritor destacado de esta escuela es Israel Kirzner (1930-), Premio


Mundial de Investigación en Emprendimiento del año 2006. La propuesta
económica de este autor, radica en que para que los mercados sean
competitivos los individuos siempre deben tener incentivos económicos y la
posibilidad de tener beneficios, es decir, obtener ingresos superiores a los
costos de poner los bienes y servicios en el mercado. Para ello, la función del
emprendedor y la esencia de la actividad emprendedora, es ser perceptivo a
las oportunidades e innovaciones que se van presentando en el mercado, que
otros no han visto o no han pensado, con la introducción de bienes nuevos,
mejorados o más baratos, anticipando los cambios y condiciones del mercado.

Pero el fenómeno, pasó de lo simplemente económico. “Por ello, el


estudio de los emprendedores, aunque inicialmente estuvo dentro del campo
económico, con Schumpeter en 1911 y Knight en 1947, poco a poco ha ido
ampliándose hacia otras áreas de las ciencias sociales como la Sociología y la
Psicología Social principalmente.”48

Ya desde el campo de la psicología, el emprendedor como una figura


particularmente destacada en la sociedad, se convirtió en el foco de múltiples
estudios que se centran básicamente en dos cosas: por qué el emprendedor

47
A esto se le asignará posteriormente el nombre de intra-emprendimiento, y a quien lo ejecuta
el de intra-emprendedor.
48
BONILLA BALLESTEROS, Álvaro. Óp. Cit., p. 86. / Cfr. GARCÍA TABUENCA, Antonio y
CRESPO ESPERT, José Luis. Desempeño de la actividad emprendedora temprana en
España. En: Economía industrial, No. 363, 2007, p. 62.
40
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actúa así y cuáles son sus características, generando una línea de trabajo en
psicología económica, psicología del empresario o psicología del
emprendedor49, bajo la premisa que el hombre por naturaleza siempre está
comparando y requiere saber “por qué algunas personas poseen o logran más
éxito que otras.”50

De allí, los estudiosos del tema empezaron a realizar investigaciones


orientadas a determinar si el emprendedor nace o se hace y en qué medida las
condiciones que lo rodean son determinantes para establecer su condición; lo
que generó incluso estudios desde un enfoque etiológico (estudio de las
causas), que inicia la explicación sobre el emprendimiento, haciendo referencia
a la necesidad de supervivencia que lleva al emprendedor a buscar la forma de
mejorar su calidad de vida, explorando la forma de generar ingresos y
produciendo empleo, impactando su entorno.51

Buscando el origen o las razones que estimulan a los emprendedores a


iniciar una empresa, algunos estudios destacan seis factores: la necesidad que
siente el emprendedor de recibir aprobación por parte de la sociedad, la
necesidad de independencia, la percepción instrumental que se tiene de la
riqueza, el grado de sentido comunitario, la necesidad de desarrollo personal y
la necesidad de escapar.52 Otras investigaciones señalan que los principales
factores que logran determinar la intención de emprender en los sujetos es la
viabilidad que percibe el emprendedor del proyecto y la conveniencia del
proyecto; otros consideran que son el conocimiento y la motivación los que
definen la decisión.53 Hay quienes proponen que los emprendedores lo son
porque poseen características psicológicas especiales que los diferencian de
los demás; otros que señalan que es determinante las condiciones del entorno,
tanto económicas, como geográficas, educativas, tecnológicas, institucionales,
forma de funcionamiento del mercado en el que vive y los valores sociales; y
hay quienes consideran que el emprendedor se debe tanto a unas
características personales como a factores del entorno.54 Por ello, algunos
concluyen que la conducta emprendedora es multidimensional y que es
influenciada por aspectos tanto económicos, como sociales y personales.55

Pero, además del origen, la psicología se ha dedicado a evidenciar


cuáles son los rasgos únicos, concretos y particulares que diferencian la
49
BONILLA BALLESTEROS, Álvaro. Óp. Cit., p. 88.
50
MARULANDA MONTOYA, Jorge A.; CORRE CALLE, Geovanny y MEJÍA MEJÍA, Luis
Fernando. Emprendimiento: visiones desde la teoría del comportamiento humano. En: Revista
EAN, No. 66, Mayo-Agosto de 2009, p. 158.
51
Ibíd., p. 156.
52
NARVÁEZ CASALLAS, José Guillermo y PORRAS JIMÉNEZ, Jaime augusto. Dinámicas y
relaciones del emprendimiento desde el ámbito de la psicología. Punto de Vista, Vol. 1, Nº. 2,
2010, p. 15-16.
53
BONILLA BALLESTEROS, Álvaro. Hacia una comprensión de la mente y el comportamiento
del emprendedor. En: Panorama, Vol. 5, Nº. 9, 2011, p. 143.
54
HERRERA GUERRA, Carmen E. y MONTOYA RESTREPO, Luz Alexandra. El
emprendedor: una aproximación a su definición y caracterización. En: Punto de Vista, Vol. 4,
Nº. 7, 2013, p. 18.
55
GARCÍA TABUENCA, Antonio y CRESPO ESPERT, José Luis. Desempeño de la actividad
emprendedora temprana en España. En: Economía industrial, No. 363, 2007, p. 62.
41
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personalidad del emprendedor de las demás personas, como tratando de


identificar “procesos únicos de pensamiento y comportamiento.”56 Así, el
emprendedor terminó siendo el foco de estudio de múltiples investigadores en
el campo de la psicología, al punto que se desarrollaron metodologías, técnicas
y pruebas expresamente para ello57.

Ya recientemente, el tema del emprendimiento se ha ido filtrando en los


sistemas jurídicos de los países a través de normas de todo nivel que definen
el concepto o regulan sus procesos, pero sin desconocer los soportes que le
brindan los demás saberes, principalmente la economía.

2. Ausencia de estudio del fenómeno jurídico en su conjunto.

Por otra parte, la importancia del tema del emprendimiento en los otros
saberes contrasta con la inexistencia de estudios que aborden el fenómeno
legal en su conjunto. Únicamente hay contribuciones que tratan el
emprendimiento de una manera parcial desde lo económico, lo administrativo o
lo sicológico y poco o nada desde lo jurídico, como se ha constatado tras
efectuar una revisión de estudios doctrinales existentes hasta el momento.

La ausencia de estudios sistemáticos sobre el emprendimiento desde el


aspecto jurídico es tan evidente, que el Global Intrepreneurship Monitor, que es
el programa mundial más completo de investigaciones y sistemas de
información sobre el emprendimiento en más de 100 países, no cuenta con
informes al respecto.

De hecho, en el informe mundial correspondiente al año 2014, si bien se


incluye un marco regulatorio legal (derechos de propiedad, derecho comercial)
como parte del marco conceptual del contexto social, cultural y político del
emprendimiento58, solo lo hace a manera de enunciación, sin entrar a brindar
ninguna información al respecto y mucho menos desarrollarlo, sea dedicando
un apartado al aspecto jurídico o remitiendo a algún informe realizado por
aparte.

Sin embargo, ello no quiere decir que el Derecho se haya limitado a


regular el tema del emprendimiento con las normas preexistentes en materia de
Derecho empresarial o Derecho comercial, sino que por el contrario, más
abundantes de lo que se hubiera podido prever, las estrategias jurídicas que se
han venido presentando en relación con el tema del emprendimiento en los
países objeto de estudio, incluyen la expedición de leyes, decretos,
ordenanzas, resoluciones y acuerdos; la modificación de las normas vigentes,
como las que versan sobre aspectos societarios o concursales, así como la

56
BONILLA BALLESTEROS, Álvaro. Hacia una comprensión de la mente… Óp. Cit., p. 142.
57
GARCÍA TABUENCA, Antonio y CRESPO ESPERT, José Luis. Desempeño de la actividad
emprendedora temprana en España. En: Economía industrial, No. 363, 2007, p. 65. Y
BONILLA BALLESTEROS, Álvaro. Variables psicológicas… Óp. Cit., p. 89.
58
AMORÓS, José Ernesto; MOSKA, Daniel y GLOBAL ENTREPRENEURSHIP RESEARCH
ASSOCIATION (GERA). Global Entrepreneurship Monitor, 2014 Global Report. Londres: Global
Entrepreneurship Association y Tecnológico de Monterrey, 2015, pp. 19 y 57.
42
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articulación con otras disposiciones jurídicas como leyes relacionadas con las
PYMES, los registros empresariales o normas sobre juventud.

Así, se identifica un tema novísimo en el Derecho que aún no ha sido


revisado de manera sistemática y en conjunto bajo la metodología del derecho
comparado, ofreciendo un análisis integral de la normatividad existente en
Latinoamérica y España, permitiendo ofrecer un estudio general que brinde las
bases para otras investigaciones que sigan indagando sobre la normatividad en
materia de emprendimiento y sus avances en los ordenamientos jurídicos.

Pero antes, es necesario y pertinente entrar a realizar un acercamiento


de lo que debe entenderse por emprendimiento desde las diferentes áreas del
saber que le han estudiado, así como del concepto mismo de emprendedor, del
cual se hará un primer acercamiento desde las disciplinas no jurídicas, para
posteriormente entrar a analizarlo desde el Derecho, junto con el concepto de
empresario. Este acercamiento es fundamental para entender el origen y el
contexto no jurídico de los conceptos, instituciones y disposiciones normativas
que se han expedido en Iberoamérica, sobre el tema.

3. El Global Entrepreneurship Monitor.

En la actualidad son múltiples los organismos nacionales e


internacionales que se dedican a la investigación y promoción del
emprendimiento y así mismo son variados los informes al respecto. Sin
embargo, ninguno de ellos es más notable que el Global Entrepreneurship
Monitor (GEM), siendo este el proyecto de medición de emprendimiento más
completo, actualizado y riguroso del mundo; que, a su vez, se conforma como
la red de investigación más grande del planeta en el tema. El proyecto nació
en 1997, pero se viene realizando desde 1999 por el London Business School
(Reino Unido) y el Babson College (USA), en la actualidad administrada por la
Global Entrepreneurship Research Association (GERA). De esta red forman
parte más de 100 países alrededor de todo el mundo, en el que participan más
de 300 instituciones académicas y de investigación, así como más de 500
especialistas.

El GEM realiza un trabajo en doble sentido, por una parte, con las redes
de los países miembros, genera investigaciones de alta calidad del respectivo
país, en donde se estudia tanto el comportamiento y las actitudes de los
emprendedores y la forma en que son vistos en la sociedad, como el contexto
nacional y la forma en que afecta la capacidad empresarial, de ahí salen los
reportes nacionales anuales. Esta información pasa a las bases de datos
centrales, con las que se generan los reportes globales anuales, que se usan
para comprender y mejorar los ambientes para la iniciativa privada; por
ejemplo, para identificar los factores que fomentan o dificultan la iniciativa
empresarial y evidencia la relación de las políticas con el fomento del
emprendimiento.

Las investigaciones del GEM se caracterizan por enfocarse en la


participación e impacto del individuo en la empresa (más que los mismos
43
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indicadores empresariales); pero, además, se consideran los emprendimientos


formales registrados y los que no lo están, dado que en este último grupo es
donde se ubican la mayoría; también se evalúan las motivaciones que llevaron
al emprendedor a iniciar los proyectos empresariales y sus aspiraciones. Y el
clima que rodea los emprendimientos, esencial para entender las decisiones
del individuo, aspecto que también estudia el GEM, verificando aspectos
financieros, de aceptación social, valores empresariales, políticas públicas,
entre otros. Todos estos aspectos se ven reflejados tanto en los informes
anuales nacionales como en los globales.

Por ejemplo, para el caso de España, varios equipos de investigación de


todas las Comunidades Autónomas, conforman la Asociación RED GEM
España, coordinada por el Centro Internacional Santander Emprendimiento
(CISE). En su página Web se pueden consultar los informes anuales
nacionales consolidados consecutivos desde el año 2000, así como los
informes por cada región.

4. Tipos de emprendimiento.59

El emprendimiento, más que un suceso, es un proceso que se compone


de por lo menos tres etapas. Siguiendo los informes del Global
Entrepreneurship Monitor60, las fases del emprendimiento son las siguientes:

Emprendimiento potencial: es la fase en la que las personas manifiestan


tener la intención de emprender un proyecto productivo en los próximos tres
años, con base en una idea que ya tienen.

Emprendimiento naciente: es la fase de despegue, en la que se pone en


marcha la empresa y se entra al mercado, se toman los tres primeros meses de
inicio de la actividad mercantil, en la que normalmente no hay excedentes.

Emprendimiento nuevo: la empresa entra en fase de consolidación y se


toma en el periodo que va desde el tercer mes hasta los cuarenta y dos meses
de actividad económica siguientes.

Empresas consolidadas: empresas que sobreviven a los tres años y


medio de operación en el mercado.

59
Respeto de la definición jurídica del emprendimiento, en el caso de España, las dos
principales leyes que posee el país en materia de emprendimiento no establecen lo que debe
entenderse por tal. Las normas de las comunidades autónomas contemplan el aspecto de la
creación o recién inicio de la empresa. Para el caso de América Latina, algunos países también
se han encargado de establecer límites conceptuales al tema del emprendimiento, en más
casos de lo presupuestado. En México, no se encuentra una definición en las leyes federales,
pero sí en las leyes estatales.

60
GLOBAL ENTREPRENEURSHIP MONITOR. Informe GEM España 2014. Santander:
Universidad de Cantabria, Asociación de RED GEM España y Centro Internacional Santander
Emprendimiento, 2015, 160p.
44
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Conforme el GEM, los emprendimientos corresponden a las tres


primeras categorías. Es decir, el emprendimiento se concibe desde la
concepción de la idea y la intención de iniciar una empresa, hasta tres años y
medio de funcionamiento; pasado este término, pasa de considerarse
emprendimiento a empresa consolidada.

Este aspecto es relevante para lo jurídico, porque explicará las


diferentes nociones de emprendimiento que se encontrará en las normas
estudiadas, así como la articulación de las medidas para el fomento del
emprendimiento.

Dado que el emprendimiento presenta múltiples variables, los estudiosos


del tema han presentado varias clasificaciones, según el criterio que se desea
destacar.

4.1 Según la motivación.

EL Global Entrepreneurship Monitor, divide los tipos de emprendimiento


en dos categorías, según la motivación que ha llevado al emprendedor a crear
empresa: 1) por necesidad y 2) por oportunidad. Pero, además, se encuentra
una ampliación de dicha categorización, añadiendo dos subcategorías a cada
una, las cuales se observan en multitud de referencias bibliográficas sobre el
tema; como por ejemplo, en los documentos del Centro para la Promoción de la
Micro y Pequeña Empresa en Centroamérica (CENPROMYPE) organismo de
carácter regional61 que, a su vez, hace parte del Sistema de Integración
Centroamericana (SICA).

Los emprendimientos por necesidad son los que se realizan para poder
tener ingresos con los cuales subsistir, de manera que su motivación es la
necesidad antes que el deseo de ser empresario, sea porque se convierte en
su única fuente de ingresos o porque con él buscan complementar sus ingresos
para cubrir sus necesidades básicas. Se caracterizan por no ser técnicamente
planeados, tienen muy poca inversión de capital, con bajos niveles de ventas,
poco o nulo valor agregado, sin visión de crecimiento y mucho menos de
internacionalización.

A su vez, este se clasifica en emprendimiento de subsistencia y


tradicional. 62 Los primeros se constituyen cuando las personas presentan la
necesidad de generar ingresos con sus propios recursos (autoempleo) para el

61
De este organismo forman parte los siguientes países: Belice, Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. Dicho organismo atiende los sectores de ciencia,
tecnología e industria; comercio, economía e integración y cooperación internacional.
62
Aunque, sin lugar a dudas los emprendimientos por necesidad son auténticos
emprendimientos, dado su contexto social y precariedad, algunos autores prefieren no contar
con ellos dentro de sus estudios. “Se excluye intencionalmente al emprendedor por necesidad,
ya que cuando uno pierde la posibilidad de escoger la función económica, ya no se puede
hablar de emprendedor, sino de sobreviviente.” LOZANO FRUTOS, Ángel. Características
personales y culturales de los emprendedores potenciales y su influencia en el autoempleo.
Tesis doctoral. Facultad de Psicología, Departamento de Psicología Social y Antropología.
Universidad de Salamanca, 2014, p. 17.
45
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diario vivir. Son emprendimientos informales, iniciados por personas pobres, en


su mayoría generados por mujeres, que no requieren de conocimientos
especializados, no aportan ningún grado de innovación, sin acceso a
financiamiento formal, sin perspectivas de crecimiento y normalmente no
reportan excedentes. Por su parte, el emprendimiento tradicional es la iniciativa
empresarial que busca la generación de ingresos a partir de una estructura
organizacional en la formalidad, donde hay conocimiento técnico aplicado, se
busca y logra la obtención de excedentes promedio para el sector, se enfoca
en mercados tradicionales y locales, emplean mano de obra contratada, pero
no presentan ningún aspecto innovador en sus productos o servicios.

A diferencia de los emprendimientos por necesidad, el emprendimiento


de oportunidad se presenta cuando el emprendedor toma la decisión racional y
planificada de crear la empresa, porque observa una oportunidad en el
mercado.

Pueden ser emprendimientos dinámicos o de alto impacto. Los primeros,


son los que se caracterizan por el uso y aplicación del conocimiento, la gestión
de la tecnología, de las competencias que le ofrece el talento humano,
permitiendo generar una ventaja competitiva respecto en el mercado con sus
productos o servicios innovadores; posee una estructura de gobierno
corporativo y una adecuada gerencia, accede a recursos financieros y al apoyo
de inversionistas. Todo ello, le permite tener un alto potencial de crecimiento,
crecen de manera sostenible y rentable, por lo que terminan convirtiéndose en
medianas empresas. Por otra parte, los de alto impacto, son empresas con
capacidad para transformar y dinamizar las economías a través de procesos
sistemáticos de innovación y generación de empleo. Es una empresa que crece
rápida y sostenidamente, ya que cuenta con altos niveles de financiación o de
inversionistas.

4.2 Según el sector económico.

Siguiendo la literatura existente sobre emprendimiento, se encuentra que


éste se ha ido sectorizando según el área económica en el cual se especializa
y por lo cual los estudiosos han empezado a realizar investigaciones
igualmente sectorizadas, describiendo y explicando el fenómeno focalizado.
De esta manera se deriva la clasificación del emprendimiento que se entra a
presentar de manera sucinta.

Así, se encuentran los emprendimientos industriales que son aquellas


iniciativas empresariales que tienen como propósito la extracción de materias
primas o su transformación en otros bienes, con la posibilidad de ser
producidos a gran escala y de manera estandarizada o en serie, mediante el
empleo de herramientas, máquinas y fuerza de trabajo asalariada, por lo que
requieren el uso de la técnica, la tecnología y el desarrollo de procedimientos
normalizados.

Los emprendimientos comerciales son las acciones encaminadas a la


compra de productos terminados para su posterior venta y consumo por parte
46
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de los clientes o la comercialización de servicios. Estos emprendimientos, que


suelen ser el mayor sector en los emprendimientos por necesidad, también
generan importantes niveles de innovación cuando los emprendedores
encuentran nuevas formas de comercializar los productos (ej., a través de
ventas móviles o adhiriéndose a establecimientos comerciales existentes y ya
consolidados, ofreciendo un complemento a la actividad del primero), de
exhibirlos (ej., proponiendo decoración y diseños originales en las vitrinas o
establecimientos comerciales), de ofrecerlos (empaquetando los productos con
otros afines o complementarios que le interesan al consumidor) o abriendo un
nuevo mercado.

Por otra parte y contemplados dentro del comercio mundial se servicios


culturales y creativos, los emprendimientos culturales son aquellas acciones
empresariales que crean empresa alrededor de temas como las artes
escénicas y artes plásticas, pero también en materias propias de la industria
cinematográfica, fonográfica o musical, artes gráficas y editorial, así como
relacionadas con la conservación y gestión del patrimonio; en general, la
gestión empresarial de los intangibles, de manera sostenible y rentable 63, lo
que implica considerar varios frentes. “Según las políticas para la creatividad de
la Unesco, el emprendimiento cultural debe darse desde seis frentes: el primero
es la competitividad y la innovación; el segundo, el recurso humano; el tercero,
la infraestructura y las inversiones; el cuarto, la financiación; el quinto, el marco
normativo, y el sexto, el desarrollo de mercados.”64

El sector turístico es uno de los más dinámicos en la economía y para


muchos países representa una fuente importante de ingresos. En este sector,
los emprendimientos turísticos son aquellas acciones encaminadas a crear
empresas con las cuales se ofrecen productos o servicios turísticos
relacionados con atractivos naturales y ecoturismo, atractivos culturales,
arqueológicos o históricos, arquitectónicos, gastronómicos y de experiencias,
que van desde la creación de espacios para el alojamiento de los turistas,
como guías, alimentación, información, souvenir, transporte, intermediación,
entre otros.

También se ha propuesto el concepto de emprendimiento pro-sostenible,


en el cual se integran los emprendimientos sociales y los emprendimientos
ecológicos. Los emprendimientos pro-sostenibles articulan la sostenibilidad de
la riqueza social (enfrentando problemas relacionados con pobreza, agua,
sanidad y educación) con la sostenibilidad ecológica; así, en estos
emprendimientos se canalizan la creatividad con el uso de recursos y el

63
“[E]l término Emprendimiento Cultural puede ser entendido como un concepto que lleva a la
organización cultural o creativa, impulsados explícitamente por una misión cultural estratégica;
asumir riesgos a la hora de equilibrar los valores creativos y de gestión; y contribuir a una
infraestructura vital en su entorno directo.” LAGUNA SÁNCHEZ, Pilar; VICO BELMONTE, Ana
y PALOMO MARTÍNEZ, Jesús. Mujer, emprendimiento e industrias culturales y creativas: una
combinación en auge en España en tiempos de crisis. En: Esic Market Economics and
Business Journal, Vol. 45, Nº 3, Septiembre-Diciembre 2014, pp. 679-694.
64
RÍOS CORTÉS, Bibiana. Más allá del formato: una mediateca virtual como propuesta de
emprendimiento cultural para creadores emergentes. En: Anagramas: Rumbos y sentidos de la
comunicación, Vol. 14, No. 26, 2005, p. 92.
47
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ofrecimiento de productos y servicios, que buscan soluciones sociales y


ambientales. Los emprendimientos ecológicos buscan opciones innovadoras
para mitigar los efectos negativos del cambio climático, reducir la degradación
ambiental y a conservar la biodiversidad, a través de productos amigables con
el medio ambiente o con la prestación de servicios que ayudan a la reducción,
eliminación o mitigación de los impactos negativos en la naturaleza65, haciendo
de ello negocios rentables.

Finalmente, están los emprendimientos tecnológicos, también conocidos


como emprendimientos de base tecnológica, son aquellas iniciativas
empresariales a través de las cuales se ofrecen productos o servicios
apoyados en procesos tecnológicos, informáticos, biotecnológicos o de
robótica, por ejemplo. Normalmente, nacen de proyectos de investigación y
desarrollo. Algunos autores señalan que para ser categorizados como tal
deben operar en sectores de media-alta o alta tecnología.66

4.3 Según los fines.

También puede señalarse otra clasificación mucho más relevante que


cualquier otra en la literatura existente sobre el tema: el emprendimiento
empresarial y el emprendimiento social.

El emprendimiento empresarial, también denominado emprendimiento


comercial o emprendedurismo, como tal, comprende las iniciativas para la
creación de una empresa que tiene por objeto el desarrollo de actividades en el
mercado y la creación de valor económico, sea a través de la producción o
comercialización de bienes y servicios; con el ánimo de distribuir los beneficios
obtenidos entre los asociados o con destinación al patrimonio del único
propietario.

Para los emprendimientos sociales, el bienestar o valor social es su


prioridad y la empresa gira alrededor de tal fin 67, como un aprovechamiento de
las oportunidades que la economía brinda para ello, pero no es el único medio
para conseguirlo. Algunos incluyen el componente ambiental dentro de este
tipo de emprendimiento. En función de ello, el emprendedor social es definido
como “aquella persona que inicia una actividad empresarial innovadora, cuyo
65
Cfr. GESSA PERERA, Ana y TOLEDANO GARRIDO, Nuria. Turismo, emprendimiento y
sostenibilidad en los espacios naturales protegidos: el caso de Andalucía-España. En: Estudios
y perspectivas de turismo, Vol. 20, No. 5, 2011, pp. 1154-1174. Cfr. OSORIO GUZMÁN, Jaime;
MONTOYA ARANGO, Jorge y BOTERO GIRÓN, Carlos Andrés. Aproximación a la gestión
ambiental empresarial apoyada en redes de emprendimiento. En: Scientia et Technica, Vol. 3,
Nº 49, 2011, pp. 56-62.
66
FARIÑAS GARCÍA, José Carlos y LÓPEZ, Alberto. Las empresas pequeñas de base
tecnológica en España: delimitación, evolución y características. En: Economía industrial, No.
363, 2007, pp. 150-151. / GARCÍA CABRERA, Antonia y GARCÍA SOTO, María Gracia.
Ecosistema Emprendedor para las empresas de base tecnológica: visión basada en los
recursos. En: Tec Empresarial, Vol. 4, Nº 1, 2010, p. 9.
67
“Los emprendedores sociales tienden a comunicar su visión en términos morales, guiados
por el deseo de justicia social más que por el dinero.” PALACIOS NUÑEZ, Guadalupe.
Emprendimiento social: integrando a los excluidos en el ámbito rural. En: Revista de ciencias
sociales, Vol. 16, No. 4, 2010, pp. 580.
48
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principal objetivo es la consecución del bien comunitario, social o


medioambiental, aunque no por ello debe prescindir de la obtención de
beneficio económico.”68

Si bien los emprendimientos sociales también pueden ir asociados a una


empresa económicamente rentable, se caracterizan por tener varias fuentes de
financiación. De ahí que existan emprendimientos sociales que obtienen sus
recursos de donaciones o a través de la ejecución de proyectos de inversión
pública o con entidades sin ánimo de lucro. Otras son realmente empresas
pero reinvierten sus excedentes en su propio objeto social, otras tienen un
fuerte sentido social pero sí tienen ánimo de lucro y otras que viven tanto de
recursos obtenidos vía donación o ejecución de proyectos sociales financiados,
como de recursos propios generados vía mercado.

No obstante la clasificación entre empresariales y sociales, existen


autores que opinan que realmente no existe diferencia entre emprendimientos
comerciales y sociales, porque a la final, todos tienen un impacto social, incluso
las primeras, al generar riqueza y empleo; por lo cual algunos señalan que el
valor social de los emprendimientos empresariales es tangencial, mientras que
para los emprendimientos sociales es la razón de ser de su actividad. 69

III. La falta de delimitación jurídica del emprendimiento. La


necesidad de distinguir las distintas parcelas normativas que
regulan el emprendimiento.

Como ya se ha podido visionar en el apartado anterior, el


emprendimiento ha sido atendido académicamente por la economía.
Igualmente se encuentran referencias al tema desde la administración de
empresas, la sociología e incluso desde la psicología.

No obstante lo anterior, al tema del emprendimiento se ha ido sumando


también el Derecho, que de manera dispersa y aleatoria ha brindado sus
aportes con normas concretas y específicas en la región iberoamericana.

1. Estado de la cuestión en Latinoamérica.

La economía Latinoamericana es la tercera más grande del planeta tal y


como ha destacado el Banco Mundial, con economías relativamente estables.
Los países latinoamericanos han venido teniendo un crecimiento sostenido en
la última década, como lo afirma la Comisión Económica para América Latina y
el Caribe (Cepal) de las Naciones Unidas. No obstante lo anterior, los
diferentes países latinoamericanos no han podido cubrir las necesidades de

68
NICOLÁS MARTÍNEZ, Catalina y RUBIO BAÑÓN, Alicia. Op. Cit., p. 40.
69
NICOLÁS MARTÍNEZ, Catalina y RUBIO BAÑÓN, Alicia. El emprendimiento social: una
comparativa entre España y países sudamericanos. En: FAEDPYME International Review -
FIR, Vol. 1, Nº 1, 2012, p. 38.
49
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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todos los habitantes, teniendo en la actualidad más de 167 millones de


personas (28.8% de los habitantes) por debajo de la línea de pobreza 70.

El nivel de empleo no alcanza para superar las necesidades de las


comunidades a pesar de las distintas estrategias políticas y económicas para
crear empleo atrayendo empresas del exterior y motivando a las existentes
para que creen nuevos puestos de trabajo. La situación laboral y de ingresos
de los jóvenes es particular y crítica, su participación en la sociedad se ve
limitada por factores económicos, también institucionales, culturales, de
experiencia y género.

Esta población, los jóvenes, son los más susceptibles a los impactos
negativos en sociedades o grupos poblacionales pobres y violentos, como
ocurre en los barrios periféricos y de bajos recursos en toda Latinoamérica.
Por ello, las políticas estatales dentro del marco jurídico nacional
(constitucional, legal, reglamentario y local) e internacional, se han
direccionado a la implementación de estrategias que permitan generar
desarrollo económico con equidad social, y ello apunta a la educación formal, la
formación y la capacitación para la inserción en el mundo laboral de las
poblaciones juveniles en mayor situación de inequidad social, tal como lo
señala la Organización Internacional del Trabajo en el documento “Tendencias
Mundiales del Empleo Juvenil 2012”: “Education and training are essential for
young people to enter the labour market successfully. They increase the
potential productivity and employability of young people, opening up new
opportunities in different sectors and occupations.”71

Y dentro de estas estrategias, se encuentra el estímulo del


emprendimiento y la creación de nuevas empresas, que permitan a las
personas generar sus propios ingresos sin necesidad de esperar a que se abra
un espacio laboral en alguna entidad ya creada.

En este contexto, han comenzado a surgir iniciativas legislativas en


diferentes países con el objeto de establecer las bases jurídicas para el
fomento del emprendimiento como forma de incentivar las diferentes
economías nacionales, aunque dicha iniciativa normativa también se ha
evidenciado en las autoridades locales.

Por ejemplo, los Estados Unidos Mexicanos cuentan con el Instituto


Nacional del Emprendedor, creado por decreto presidencial en el año 2013.
Este mismo decreto crea la Red Nacional del Emprendedor y el Observatorio
Nacional del Emprendedor. Complementando lo anterior y por disposición legal,
70
ORGANIZACIÓN PARA LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO ECONÓMICOS (OCDE)
Y COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (CEPAL). Perspectivas
Económicas de América Latina 2012 Transformación del Estado para el Desarrollo. Paris:
OCDE y CEPAL, 2011, 108p.
71
“La educación y la formación son esenciales para que los jóvenes entren en el mercado
laboral con éxito. Aumentan la productividad potencial y la empleabilidad de los jóvenes, la
apertura de nuevas oportunidades en los diferentes sectores y ocupaciones.” (Traducción del
autor). INTERNATIONAL LABOUR OFFICE. Global Employment Trends for Youth 2012.
Geneve: International Labour Organization, 2012, p. 29.
50
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

el Gobierno Nacional creó el Fondo Nacional Emprendedor y el Premio


Nacional del Emprendedor. También el Congreso de la Unión tiene desde el
año 2002 la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y
Mediana Empresa, que busca entre otras cosas fomentar la creación de
incubadoras de empresas, y la iniciativa de los Emprendedores.

A nivel regional (México es Estado federado), el Estado de Morelos


expidió en el año 2012 la Ley de Jóvenes Emprendedores, para “impulsar el
desarrollo económico del estado mediante el estímulo al espíritu emprendedor
e iniciativa productiva de la juventud”, como lo dispone en su artículo primero.
Igualmente, el Estado de Oaxaca tiene la Ley de Promoción e Impulso a la
Juventud Emprendedora y el Estado de Sinaloa con la Ley para la Promoción y
Desarrollo de los Jóvenes Emprendedores.

Por otra parte, el 27 de enero de 2006, el Congreso de la República de


Colombia expidió la Ley 1014, de fomento a la cultura del emprendimiento,
denominado también como emprendedurismo, la cual tiene, entre otras
finalidades, “disponer de un conjunto de principios normativos que sienten las
bases para una política de Estado y un marco jurídico e institucional, que
promuevan el emprendimiento y la creación de empresas”, tal como lo
establece en el artículo segundo.

También en este país, pero a nivel local, por ejemplo, el Concejo de


Medellín, órgano que emite las más altas normas a nivel local de la segunda
ciudad más importante de Colombia, ha expedido varios acuerdos municipales
relacionados con la promoción del emprendimiento en la ciudad: el Acuerdo 25
de 2005, “por medio el cual se crea el Proyecto Escuela Virtual de
Empleabilidad y Emprendimiento en el Municipio de Medellín”; Acuerdo 80 de
2009, “Por medio del cual se crea el programa Organizaciones Comunales con
Visión Empresarial” y el Acuerdo 359 de 2011, “Por medio del cual se acoge al
Parque del Emprendimiento como instrumento de política pública en el
municipio de Medellín para el Fomento de la Cultura Emprendedora y la
Creación de Empresas Innovadoras”.

Chile también ha dispuesto de algunas estrategias para el


emprendimiento, lideradas por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo
de ese país, como la Ley 20.494, que “agiliza trámites para el inicio de
actividades de nuevas empresas”72, promulgada el 19 y publicada el 27 de
enero de 2011; la Ley 20720 promulgada el 30 de diciembre de 2013,
publicada y vigente desde el 9 de enero de 2014, la cual “sustituye el régimen
concursal vigente por una ley de reorganización y liquidación de empresas y
personas, y perfecciona el rol de la Superintendencia del Ramo”73, la cual, por
cierto, pasó a denominarse Superintendencia de Insolvencia y
Reemprendimiento.

72
Título original de dicha ley.
73
Título original de dicha ley.
51
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Universidad de Alicante

Este mismo país cuenta con el Decreto 61, publicado el 27 de mayo de


2013, que instituye el día nacional del emprendimiento o el Decreto 244
publicado el 9 de marzo de 2015, que crea el Consejo Asesor para el
financiamiento de las pequeñas y medianas empresas y el emprendimiento.

Ecuador, pese a ser un país pequeño, demuestra una gran iniciativa


legislativa sobre el tema con varios proyectos de ley de fomento al
emprendimiento y varias dependencias del orden nacional, dedicadas al
emprendimiento tecnológico, cultural y solidario; así como normas nacionales
relacionadas con la financiación de los proyectos de emprendimiento. A nivel
local, cuentan con la Ordenanza Municipal 7 para fomentar y estimular el
empleo y el emprendimiento joven en el Distrito Metropolitano de Quito,
publicada en el Registro Oficial Suplemento 324 de 2 de septiembre de 2014,
vigente en la actualidad, expedida por el Concejo Metropolitano de Quito.

En Perú, han cursado dos proyectos de ley relacionados con la cultura y


la promoción del emprendimiento, que no han salido victoriosos en los
procesos legislativos.

Y Argentina cuenta con la Ley 27.349, publicada en abril de 2017, de


Apoyo al Capital Emprendedor en el país y su expansión internacional así
como la generación de capital emprendedor en la República Argentina.

Es decir, es evidente el interés que tanto los legisladores como los


gobiernos latinoamericanos han presentado en relación con el emprendimiento,
generando múltiples proyectos, programas y normas a todo nivel, promoviendo
políticas de fomento al emprendimiento en sus respectivos territorios.

2. Estado de la cuestión en España.

España junto con México son, sin lugar a dudas, los países que mayor
producción normativa tienen en materia de emprendimiento.

Revisadas las publicaciones de la Agencia Estatal Boletín Oficial del


Estado (BOE) y otras bases jurídicas, se identificaron varias normas que tocan
el tema del emprendimiento, tanto a nivel nacional como local, en las
comunidades autónomas74.

Pero, como se evidenciará más adelante, teniendo en cuenta el carácter


multidisciplinar del fenómeno del emprendimiento, no hay una clara
delimitación jurídica del tema, toda vez que existen muchas normas que
apuntan a diferentes aspectos de manera dispersa y sin una precisión
conceptual adecuada de lo que es el emprendimiento o el emprendedor, siendo
incluso disímil a lo planteado por la economía.

74
En el informe de investigación solo se abarcarán las normas del orden nacional, mientras que
las regionales se reportarán en los anexos.
52
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Por ejemplo, Gallego Sánchez ha criticado la Ley de Apoyo al


Emprendedor en los siguientes términos: “A nivel general, este texto legislativo
no carece de objeciones. Formalmente, integra una superposición de normas
inconexas, que carecen de la más mínima sistemática, y que afectan a
cuestiones de muy diversa índole que son objeto de tratamiento por diversas
ramas del ordenamiento jurídico (mercantil, fiscal, administrativo, etc.), muchas
de las cuales son más propias de un texto reglamentario que de un texto
legal.”75

Pero incluso, se nota una clara desarticulación del emprendimiento con


otros aspectos propios del mismo Derecho. Así, por ejemplo, la desarticulación
del fomento de emprendedores con el derecho rural y el derecho agrario o las
normas de economía social, en las cuales se contemplan las entidades que
expresamente se dedican a las actividades económicas y empresariales, tal
como se establece en la Ley de Economía Social.

Así, a nivel nacional, se ubica la Orden ITC/860/2010, de 29 de marzo,


por la que se establecen las bases reguladoras, el régimen de ayudas y la
gestión de medidas del programa de impulso a las redes de "Business Angels",
publicado en el BOE núm. 84, de 7 de abril de 2010, que busca el
financiamiento de dichas redes, con ánimo o sin ánimo de lucro, para que sean
puntos de encuentro entre inversores y emprendedores.

No obstante, se identifican normas relacionadas expresamente con el


emprendimiento a partir del año 2011, con la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de
Economía Sostenible, publicada en el BOE núm. 55, de 5 de marzo de 2011,
que ya desde este año, contemplando la transferencia de resultados en el
sistema universitario, dispuso que para garantizar el aporte en la economía
sostenible, la formación universitaria debía incorporar en sus planes de estudio
habilidades y destrezas relacionadas con la innovación, el fomento de la
creatividad, el emprendimiento y espíritu empresarial. Por ello, establece que el
Ministerio de Educación debe priorizar los proyectos que, entre otros,
desarrollen un entorno emprendedor. Además, determina que las
universidades deben favorecer la interacción entre la cultura académica y la
cultura empresarial, promoviendo la cultura emprendedora. Por lo anterior,
finalmente, termina incluyendo como uno de los objetivos de la formación
profesional fomentar la iniciativa emprendedora.

De este mismo año, se identifica la Orden ITC/1151/2011, de 26 de abril,


por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de
subvenciones destinadas a la promoción del emprendimiento en el marco del
programa Emprendemos Juntos, publicada en el BOE núm. 110, de 9 de mayo
de 2011, expedida por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y que le
brinda mayor estabilidad a este programa, que ya se venía realizando desde
hace varios años atrás.
75
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. La mediación concursal en la Ley de Apoyo a los
Emprendedores y su Internacionalización. En: "Practicum Mediación", Cizur Menor (Navarra),
Thomson Aranzadi, 2013, p. 486.

53
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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También está el Real Decreto-ley 4/2013, de 22 de febrero, de medidas


de apoyo al emprendedor y de estímulo del crecimiento y de la creación de
empleo, publicado en el BOE núm. 47, de 23 de febrero de 2013, aunque versa
sobre temas de promoción empresarial y generación de empleo, respecto del
fomento del emprendimiento inicia disponiendo una reducción durante los
primeros tres meses de la cuota de la Seguridad Social y una bonificación de la
cuota en los 15 meses siguientes a la reducción anterior, para los jóvenes
trabajadores por cuenta propia, hombres menores de 30 y mujeres de 35.
También sobre la compatibilización por los menores de 30 años de la
percepción de la prestación por desempleo con el inicio de una actividad por
cuenta propia, entre otras disposiciones. Como incentivos fiscales contempló
que las empresas nuevas solo tributarán en el primer periodo en que la base
imponible resulta positiva y los siguientes en porcentajes graduales crecientes.
También estimó una reducción del 100 por cien de la cuota empresarial de la
Seguridad Social para los trabajadores menores de 30 años que contraten por
primera vez personas desempleadas de 45 años o más. Lo anterior, refrendado
por Ley 11/2013, de 26 de julio, de medidas de apoyo al emprendedor y de
estímulo del crecimiento y de la creación de empleo, publicado en el BOE núm.
179, de 27 de julio de 2013.

Luego viene la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora


de la calidad educativa, publicada en el BOE núm. 295, de 10 de diciembre de
2013, en la que se declara que uno de los principales objetivos que persigue la
reforma es estimular el espíritu emprendedor. Así, modifica uno de los objetivos
de la educación primaria y secundaria obligatoria permitiendo que esta
educación desarrolle capacidades que permitan desarrollar el espíritu
emprendedor, establece que el emprendimiento se trabajará en todas las áreas
y materias, los estudiantes deben cursar la asignatura o materia de Iniciación a
la Actividad Emprendedora y Empresarial, y determina que la formación
profesional en el sistema educativo contribuirá a que los alumnos afiancen su
espíritu emprendedor para el desempeño de actividades empresariales.

Al año siguiente se identifica el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero,


por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria, publicado
en el BOE núm. 52, de 1 de marzo de 2014, el cual tiene el emprendimiento
como parte de su estructura. Así, entiende que una de las siete competencias
del currículo es la del espíritu emprendedor. Por ello, en el artículo séptimo,
sobre los objetivos de la educación primaria, incluye el desarrollo del espíritu
emprendedor; y el artículo décimo comprende el emprendimiento como un
elemento transversal que se debe trabajar en todas las asignaturas.

Y en el mismo año, mediante el Real Decreto 751/2014, de 5 de


septiembre, por el que se aprueba la Estrategia Española de Activación para el
Empleo 2014-2016, -publicado en el BOE núm. 231, de 23 de septiembre de
2014-, se hacen varias referencias al emprendimiento, pero la más
trascendente, sin duda, se presenta en la agrupación metodológica de los
objetivos estructurales de las políticas de activación del empleo, recogidos en

54
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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la derogada Ley 56/2003, de Empleo76, siendo el Eje 5, el del emprendimiento,


el cual comprendía todas las actividades que buscaban el fomento de la
iniciativa empresarial y que tenía como objetivos estructurales: 1) la formación
y asesoramiento de emprendedores que de mayor viabilidad a los proyectos
empresariales; 2) el apoyo a las iniciativas empresariales; 3) la promoción del
desarrollo territorial, con especial énfasis en la creación de nuevas empresas
en zonas rurales; 4) el fomento de la cultura emprendedora; 5) y la
incorporación de los desempleados al empleo autónomo y la economía social.

Por ello, se determinó que dentro de los servicios incluidos en la Cartera


Común de Servicios del Sistema Nacional de Empleo, se incluyera un servicio
especializado que facilite el emprendimiento en todas sus fases, especialmente
en la fase de consolidación, disponiendo de un tratamiento especial para los
emprendimientos colectivos.

También se expidió el Real Decreto Legislativo 3/2015, de 23 de


octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Empleo,
publicado en el BOE núm. 255, de 24 de octubre de 2015, que en el artículo
segundo contempla como uno de sus objetivos “Fomentar la cultura
emprendedora y el espíritu empresarial, así como mejorar la atención y
acompañamiento a las personas emprendedoras en la puesta en marcha de su
iniciativa empresarial.” En este sentido, el artículo 37 incluye dentro de los
principios generales de las políticas activas de empleo el fomento de la
iniciativa emprendedora, “incluyendo la atención y el acompañamiento a las
personas emprendedoras en la puesta en marcha de su iniciativa empresarial.”
Y en el artículo décimo sobre la Estrategia Española de Activación del Empleo
dispone que esta estrategia se articule alrededor de seis ejes, siendo el quinto
eje el emprendimiento, dentro del cual se integran las actividades dirigidas a
fomentar la iniciativa empresarial.

Y en este mismo año se identifica la Orden SSI/1449/2015, de 13 de


julio, por la que se establecen las bases reguladoras del Certamen Nacional de
Jóvenes Emprendedores, emitida por el Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad y publicado en el BOE núm. 171, de 18 de julio de 2015, a
través del cual el Instituto de la Juventud quiere fomentar entre los jóvenes la
cultura emprendedora con el Certamen Nacional de Jóvenes Emprendedores,
entregando una ayuda de 25.000€ a los diez primeros proyectos
seleccionados. Dicho concurso permite que se presenten personas físicas o
personas jurídicas cuyo representante legal no tenga más de 35 años.

No obstante todo lo anterior, la ley por excelencia en materia de


emprendimiento en España es la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo
a los emprendedores y su internacionalización, publicada en el BOE núm. 233,
de 28 de septiembre de 2013. Esta ley, que es tal vez la más diversa y
completa expedida sobre el tema en el país, se constituye en una enorme
compilación de reformas a otras normas sobre varios frentes jurídicos como el

76
Derogada por Real Decreto Legislativo 3/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley de Empleo.
55
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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societario, el concursal, el financiero, el tributario, el de la seguridad social, los


riesgos laborales y los contratos del sector público, entre otros.

En primer lugar, trae varias disposiciones sobre el emprendimiento en la


enseñanza primaria y secundaria, en las universidades y en relación a la
formación del profesorado en materia de emprendimiento. La disposición
adicional novena, señala que la miniempresa o empresa de estudiantes se
reconoce como una herramienta pedagógica y que una disposición
reglamentaria debe determinar sus alcances, no obstante, deberá inscribirse en
el registro respectivo para poder realizar transacciones económicas, abrir
cuentas bancarias y emitir facturas. También se dispone que la miniempresa
deba estar cubierta por un seguro de responsabilidad civil u otra garantía
equivalente que debe suscribir la organización promotora de dicha
miniempresa y tendrá una duración de un curso, máximo de dos, al final del
cual debe liquidarse presentando el acta de liquidación y disolución.

Además, se hacen dos modificaciones en el derecho mercantil: por un


lado, se crea la figura del Emprendedor de Responsabilidad Limitada, dirigido a
la persona física, con la que se busca que el emprendedor proteja su vivienda
habitual de la acción que tengan contra él los acreedores, por deudas
empresariales o profesionales (el bien puede ser embargado por deudas que
no corresponden a la actividad empresarial o profesional). Para ello debe: 1)
quedar constancia en el Registro Mercantil tanto de la condición de
emprendedor de responsabilidad limitada, 2) quedar registrado el inmueble
protegido, además de su nueva calidad en el Registro de Propiedad, 3) el
emprendedor debe depositar sus cuentas anuales en el Registro Mercantil so
pena de perder la calidad de emprendedor de responsabilidad limitada, 4) y no
haber actuado con fraude o negligencia grave en el cumplimiento de las
obligaciones que haya adquirido con terceros. Al emprendedor le subsiste la
responsabilidad universal del deudor por las deudas que haya contraído
anteriormente a la inmatriculación de su condición como emprendedor de
responsabilidad limitada en el Registro Mercantil. Conforme la disposición
adicional primera, este beneficio no se aplicará respecto de algunas deudas de
derecho público que tenga el emprendedor.

Por el otro lado, se modifica el capital social mínimo de la sociedad de


responsabilidad limitada y de la sociedad anónima, además de permitir la
sociedad limitada de formación sucesiva (SLFS) hasta que alcance la cifra de
capital mínimo. Si la sociedad, mientras esté en formación sucesiva se liquida y
su patrimonio no es suficiente para atender las obligaciones, responden
solidariamente socios y administradores del desembolso de la cifra que falte
para el capital mínimo establecido en la ley. Así mismo, se modifica el
contenido de los estatutos de las sociedades de capital y la formulación de
cuentas anuales abreviadas y lo relacionado con el auditor de cuentas.

Se crean los puntos de Atención al Emprendedor, pertenecientes a


organismos públicos y privados, encargados de facilitar la creación de nuevas
empresas.

56
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Hace referencia a la inscripción de los emprendedores de


responsabilidad limitada, además de permitir la constitución de sociedades de
responsabilidad limitada con estatutos tipo en formato estandarizado y
reglamenta la constitución de estas sociedades sin estatutos tipo.

Establece que los empresarios individuales y las sociedades mercantiles


pueden realizan los trámites necesarios para el inicio de su actividad mediante
el Documento Único Electrónico. También hace referencia a la legalización
telemática de libros en el Registro Mercantil; a los Registros de la Propiedad,
Mercantiles y de Bienes Muebles; y la obligación de todo emprendedor de
identificar con los códigos correspondientes la actividad económica que mejor
la describa, conforme la Clasificación Nacional de Actividades Económicas.

La disposición adicional décima, dispone que cualquier operación


registral, dentro de la que incluye la publicidad formal, esté exenta del pago de
arancel para algunas entidades y fija los aranceles registrales para las
inscripciones del Emprendedor de Responsabilidad Limitada en el Registro
Mercantil y el Registro de la Propiedad, y exenta de pago de tasas la
publicación en el Boletín Oficial del Registro Mercantil.

También se modifica la Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal, en


relación con el acuerdo extrajudicial de pagos, el informe del experto designado
por el registrador mercantil, la remisión de las deudas insatisfechas por
resolución judicial cuando el deudor no hubiera sido condenado por un delito
penal relacionado con el concurso, el Registro Público Concursal, el
nombramiento de mediador concursal, la convocatoria a los acreedores, los
efectos de la iniciación del expediente, el plan de pagos, la reunión de
acreedores, impugnación del acuerdo extrajudicial de pagos, efectos del
acuerdo sobre los acreedores, el tratamiento de los créditos de derecho público
cuando hay acuerdo extrajudicial de pagos, remuneración de los mediadores
concursales y sobre los trámites administrativos necesarios para el cese de la
actividad de empresarios individuales y para la extinción y cese de la actividad
de sociedades mercantiles a través de los Puntos Atención al Emprendedor.

Además de los registros, de las modificaciones tanto del régimen


societario como del concursal, la Ley de apoyo a los emprendedores, también
presenta algunas disposiciones relacionadas con la Ley 37/1992, de 28 de
diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido, y el régimen especial del
criterio de caja; así como sobre el Régimen Económico Fiscal de Canarias, el
texto refundido de la Ley del Impuesto sobre Sociedades y la Ley 35/2006, de
28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en
relación con la deducción en los impuestos por inversión en empresas de
nueva o reciente creación. En la disposición final tercera, modifica la Ley
58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria, señalando que las
sociedades en constitución y los empresarios individuales que presenten el
documento único electrónico para realizar telemáticamente los trámites de
constituciones e inicio de actividad, quedan exoneradas de la obligación de
presentar la declaración censal de alta. Y en la disposición final octava,
modifica el artículo 7 de la Ley 11/2013, de medidas de apoyo al emprendedor,
57
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que a su vez, modifica las disposiciones adicional en el texto refundido de la


Ley del Impuesto sobre Sociedades, aprobado por el Real Decreto Legislativo
4/2004, de 5 de marzo, para señalar que las entidades de nueva creación
constituidas a partir del 1 de enero de 2013, solo tributarán en el primer periodo
en la base imponible sea positiva y progresivamente en las siguientes conforme
las fórmulas establecidas en esa misma norma.

Ya en el campo de la seguridad social, la Ley contiene disposiciones


sobre la cotización aplicable a los trabajadores incluidos en el Régimen
Especial de Trabajadores por cuenta propia o Autónomos en casos de
pluriactividad con jornada laboral e incluye modificaciones al texto refundido de
la Ley General de la Seguridad Social en relación con las reducciones a la
Seguridad Social aplicables a los trabajadores por cuenta propia que tengan
más de 30 años. También modifica la Ley 45/2002, de 12 de diciembre, de
medidas urgentes para la reforma del sistema de protección por desempleo y
mejora de la ocupabilidad, en relación con las reducciones y bonificaciones de
cuotas a la Seguridad Social para las personas con discapacidad que se
establezcan como trabajadores por cuenta propia.

Igualmente, dispone de un Título relacionado con el apoyo a la


financiación de los emprendedores, en el que también se hacen de nuevo
modificaciones a la Ley Concursal en relación con el nombramiento por parte
del Registrador Mercantil del experto independiente que debe verificar los
acuerdos de refinanciación, en la que el Registrador puede solicitar varios
presupuestos a varios profesionales antes de escoger el experto. También
modifica la Ley 24/1988, del Mercado de Valores, para incluir las cédulas y
bonos de internacionalización como valores negociables y establece en el
artículo 34 qué entidades y bajo qué condiciones pueden emitir ambos valores.
Y modifica la Ley 44/2002, de 22 de noviembre, de Medidas de Reforma del
Sistema Financiero en relación con la emisión de valores de renta fija con la
denominación exclusiva de "Cédulas Territoriales". Además, modifica el capital
mínimo de las Sociedades de Garantía Recíproca contenido en la Ley 1/1994,
de 11 de marzo, sobre Régimen Jurídico de las Sociedades de Garantía
Recíproca.

Frente a las actuaciones administrativas, se establece que el Ministerio


de Economía y Competitividad debe recopilar y analizar propuestas para
mejorar el clima de negocios, que se deberán simplificar las cargas
administrativas, como la reducción de la carga estadística que soportan los
emprendedores; modifica el Código de Comercio para hacer valer la anotación
conjunta de los totales de las operaciones por periodos que no superen tres
meses si su talle aparece en otros libros, para que no tener que llevar el
registro día a día en el Libro Diario.

Además, modifica la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de


Riesgos Laborales, en el sentido de que el empresario cuando tenga hasta diez
trabajadores puede asumir directamente la protección y prevención de riesgos
profesionales sin tener que designar a trabajadores para ello o tener que
concertar dicho servicio con una entidad especializada ajena a la empresa.
58
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Además, se dispone que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y el


Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, le presten a las
empresas de hasta 25 trabajadores, asesoramiento técnico en materia de
seguridad y salud en el trabajo.

También dispone que los apoderados de sociedades mercantiles o los


emprendedores de responsabilidad limitada puedan otorgar apoderamientos y
sus revocaciones suscritos con firma electrónica y ser remitido por medios
electrónicos al Registro que corresponda.

En materia contractual, modifica el texto refundido de la Ley de


Contratos del Sector Público, exonerando de la formalización a las uniones de
empresarios que se constituyan temporalmente para contratar con el Estado,
acreditación de garantías por medios electrónicos, la reducción del plazo para
la devolución o cancelación de las garantías para las PYME y la reducción del
plazo de demora en el pago para que el contratista pueda optar a la resolución
contractual, entre otros.

Presenta, además, varias disposiciones relacionadas con el fomento de


la internacionalización de la economía española, en el que se hace referencia
al Plan Estratégico; se definen instrumentos y organismos de apoyo a la
internacionalización de la economía y la empresa, como la Red Exterior y
Territorial del Ministerio de Economía y Competitividad, el ICEX España
Exportación e Inversiones; crea el sistema español de apoyo financiero oficial a
la internacionalización de la empresa; modifica la Ley 66/1997, de 30 de
diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social, para
adaptar el Fondo para Inversiones en el Exterior (FIEX) y modifica la Ley
11/2010, de 28 de junio, de reforma del sistema de apoyo financiero a la
internacionalización de la empresa española, para adaptar el Fondo para la
Internacionalización de la Empresa (FIEM). También hace referencia a la
participación española en las Instituciones Financieras Internacionales y la
elaboración de un programa de gestión de los Instrumentos de Ayuda Externa
de la Unión Europea que deberá ser aprobado por Acuerdo del Consejo de
Ministros.

En esta misma línea, se facilita la entrada y permanencia en España de


extranjeros que no sean ciudadanos de la Unión Europea, cuando acrediten ser
inversores, emprendedores, profesionales altamente cualificados,
investigadores o trabajadores en movimientos intraempresariales. Además, se
permite que los extranjeros no residentes que se propongan entrar en España
para una inversión significativa de capital puedan solicitar el visado de estancia
o de residencia para inversores y se establece la forma en que deben acreditar
dicha inversión.

En último lugar, entre otras normas modificadas, en la disposición final


primera, se modifica la Ley 13/1998, de 4 de mayo, de Ordenación del Mercado
de Tabacos y Normativa Tributaria; en la disposición final segunda, el
Reglamento de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados, aprobado
por Real Decreto 2486/1998, de 20 de noviembre; en la disposición final cuarta,
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el Reglamento de planes y fondos de pensiones, aprobado por Real Decreto


304/2004, de 20 de febrero y la Ley 12/2012, de 26 de diciembre, de medidas
urgentes de liberalización del comercio y de determinados servicios, en la
disposición final séptima.

Como puede observarse, más que un norma centrada en el aspecto


emprendedor, es una enorme reforma al ordenamiento jurídico para facilitar las
dinámicas empresariales, siendo uno de tantos aspectos, pero no el más
relevante, la creación de empresas, a pesar del título que se le ha brindado a
dicha ley.

3. Observaciones generales a las normas sobre


emprendimiento

Para iniciar, es evidente que si bien el uso de los conceptos


emprendimiento o emprendedor es recurrente en algunas normas de varios
países, incluso antes de entrar el siglo XXI y en el primera década de éste,
realmente no había un desarrollo jurídico como tal del denominado
emprendimiento, sino que es un concepto usado como sinónimo para referirse
a cualquier proyecto, acción o inicio de una actividad, situación que pervive en
la normatividad de países como Brasil, Uruguay o Argentina y que hizo más
difícil la búsqueda en dichos países de las normas que concretamente hablaran
del emprendimiento en el sentido que se desarrolla en esta investigación.

Pero en la segunda década de este siglo, particularmente entre los años


2012 y 2016 y con mayor fuerza entre los años 2014 y 2015, es que se ha
presentado un auge jurídico, normativizándose el tema del emprendimiento,
dando cuenta de la novedad con que éste se ha ido abriendo un espacio en los
sistemas jurídicos latinoamericanos y español.

Y se habla de normativización del emprendimiento por la expedición de


normas cuyo eje central es este tema, donde, incluso, en algunas ocasiones,
se presentan definiciones consideradas jurídicas por estar contenidas en una
disposición normativa positiva; asimismo, puede hablarse de normativización
porque empieza a establecerse de un sujeto con unas características
específicas77 sobre el cual recaen unas medidas jurídicas y que se denomina
emprendedor, diferenciándose de cualquier otro tipo de sujeto jurídico;
considerando una actividad concreta denominada emprendimiento;
estableciéndose obligaciones y derechos relacionados con los sujetos
(individuales y jurídicos, públicos y privados) que están alrededor de dicha
actividad mercantil.

77
Características diferentes que imponen las mismas normas como que la persona no tenga
más de determinada edad, 30 0 35 años, por ejemplo; que lleven uno o dos años de estar
registrado como comerciante o empresario o de haber iniciado actividades mercantiles; que se
encuentre registrado ante el Estado como emprendedor; que se dedique a determinada
actividad económica, según el énfasis que presente la misma norma; o que apenas se
encuentre en la fase de diseño de un plan de negocio. También se define el sujeto, en función
de reglas negativas, como que no haya ejercido actividad empresarial en determinado tiempo.
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La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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La trascendencia jurídica del tema ha llegado incluso a pasar de lo legal


hasta lo constitucional, como puede evidenciarse en la Constitución del Estado
Plurinacional de Bolivia, en la cual se hace referencia al concepto en dos
oportunidades: en el artículo 391 se ordena al Estado fomentar el acceso al
financiamiento de las actividades turísticas y ecoturísticas “y otras actividades
de emprendimiento regional”, en relación con la cuenca amazónica. Y en el
artículo 405, igualmente carga en el Estado la obligación de priorizar sus
políticas económicas y acciones para el fomento de los emprendimientos
económicos comunitarios para el desarrollo rural integral de manera
sustentable.

Y respecto de los jóvenes, la Constitución ecuatoriana hace una


mención expresa del emprendimiento en el artículo 39 al disponer que el
Estado reconoce a los jóvenes como actores estratégicos del desarrollo del
país y por ello el mismo Estado “fomentará su incorporación al trabajo en
condiciones justas y dignas, con énfasis en la capacitación, la garantía de
acceso al primer empleo y la promoción de sus habilidades de
emprendimiento.”

En relación propiamente con los conceptos, no se encuentra una


definición única, de hecho se usan los términos de emprendimiento o de
emprendedurismo, ambas aplicando a la misma acción: el inicio de una
actividad, que en la mayoría de casos es empresarial.

Lo que sí es una constante, es el apoyo a la creación de empresas, así


como la comprensión tanto del emprendedor físico como de la persona jurídica,
a través de sociedades mercantiles e incluso a través de cooperativas u
organizaciones sociales y en donde se hace mucho énfasis en el sector
solidario. Pero en general, ninguna norma exige de una forma societaria civil o
comercial específica para entender el concepto de emprendedor o de
emprendimiento.

Otra constante, es que toda la normatividad identificada crea un marco


jurídico favorable para los emprendedores y los emprendimientos, en un claro
contexto económico, donde el objetivo de las normas recurrentemente se
centra en el desarrollo económico y la generación de empleo, evidenciando,
desde lo jurídico, la perspectiva del emprendimiento como una estrategia de
desarrollo y generación de riqueza a partir de varios enfoques, como el de
género, la ruralidad, la cultura, la juventud o la tecnología, por ello con cierta
regularidad se leen normas que hacen referencia a los emprendimientos por
parte de mujeres, emprendimientos rurales, emprendimientos culturales,
emprendimientos juveniles y emprendimientos tecnológicos o de alto impacto
tecnológico, apuntando a la innovación y creación de nuevas empresas,
productos o servicios en varias áreas del mercado y la economía, en un afán
por su crecimiento y sostenibilidad, como más adelante se ampliará.

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La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Ahora, en cumplimiento del objetivo general trazado en esta


investigación y frente a la delimitación jurídica, se presenta el informe por áreas
del Derecho, de manera que se facilite la comprensión del fenómeno del
emprendimiento, desde las diferentes parcelas normativas, conforme lo
arrojado por esta investigación.

3.1 El fomento del emprendimiento desde el Derecho


Administrativo.

Como puede observarse de la normatividad identificada y revisada, el


Estado juega un papel preponderante en el marco jurídico del emprendimiento,
no solo por ser quien emite las normas a través de sus diferentes órganos y
estamentos, que van desde el mismo Legislador hasta las secretarías de
desarrollo económico a nivel regional o local, sino que las mismas
constituciones políticas determinan la competencia del Estado para dirigir la
economía, situación ésta que se presenta en esta investigación como el
fundamento jurídico que da piso a la multitudinaria expedición de normas en
materia de emprendimiento, en el marco de la libertad de empresa, teniendo ya
en consideración lo establecido sobre el contexto económico en el que se
desarrolla esta figura.

Así, dentro de las competencias y obligaciones del Estado para dirigir y


planificar la economía, el Legislador o el mismo Gobierno, han expedido
normas que apuntan en varias direcciones, para impulsar la creación de
empresas en sus respectivos territorios, conforme los fines que las mismas
normas establecen.

Para el caso, y dado que el poder estatal al que le corresponde tomar las
medidas para que se concrete el deber-ser que se proponen en las leyes, es al
Ejecutivo en sus múltiples niveles territoriales, la legislación general en materia
de emprendimiento o fomento de las empresas, utiliza verbos rectores que
marcan las obligaciones del Gobierno, determinando los objetivos tanto de las
normas como de las competencias que va asignando en el desarrollo
normativo; pero, igualmente, la gran mayoría de normas, determina las
obligaciones e incluso los programas, proyectos y hasta las acciones que las
diferentes dependencias estatales deben realizar en función del
emprendimiento; situación de la que, por lo general, no escapan ministerios de
desarrollo, comercio, producción o industria en primer lugar, seguidos de los
ministerios de finanzas, hacienda, educación y hasta cultura, vinculándolos
conforme los distintos sectores que va tocando las leyes en su articulado, para
fortalecer los distintos procesos relacionados con el fomento empresarial, sea a
través de la creación de empresas o el fortalecimiento de las ya existentes.

De igual manera, se observa el mismo modus operandi en los decretos


de gobierno, reglamentarios algunos, otros de iniciativa propia en su función
ejecutiva, que van creando obligaciones, programas y proyectos para las
dependencias o entidades sobre las cuales tienen competencia. Incluso, es
frecuente ver la creación de nuevas unidades, departamentos o entidades para

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La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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atender el tema del emprendimiento, en todos los frentes de la Administración


Pública.

Pero lo que sí es más constante encontrar en las normas, es la creación


de comisiones, las cuales cumplen con funciones de todo tipo, que van desde
la mera promoción, hasta la formulación de políticas, la supervisión y hasta la
competencia para tomar decisiones de trascendencia administrativa, que deben
respetar los que se encuentren sujetos a ellas, conforme lo estiman las
disposiciones que las crean. Dichas comisiones, normalmente son integradas
por funcionarios de varias dependencias y entidades, así como por personal
asignado por los distintos gremios representativos de diversos sectores
económicos del país.

También es común encontrar la obligación de los organismos del Estado


para conformar redes de emprendedores o redes de apoyo a estos, e incluso,
algunas normas llevan el mandato de crear y llevar registro de dichas redes,
así como de las personas y entidades que se vinculan a ellas.

Pero, además de las redes de apoyo, se hace énfasis en las acciones


que debe tomar el Gobierno para estimular la creación de incubadoras de
empresas privadas o mixtas y respaldar las existentes, de manera que se
articulen a la función promotora de empresas, como una estrategia de apoyo
indirecta del Estado, a través del estímulo de iniciativas particulares que
multipliquen la creación de empresas.

La promoción de redes e incubadoras, junto al tema de los fondos mixtos


donde van aportes del Estado y de particulares, demuestra una tendencia
normativa a generar estrategias donde haya alianzas entre el sector público, el
sector empresarial y el sector social, en función de la creación de empresas
que sean sostenibles en el tiempo, involucrando el sector privado en el
crecimiento económico a través de esta estrategia.

En relación con las funciones del Estado, es destacar, que los verbos
rectores más usados en las normas de emprendimiento o en las relacionadas
con el fomento y creación de empresas, son fomentar y promover. Términos
que se repiten una y otra vez dentro de las mismas normas, permitiendo
establecer claramente desde la teoría del Estado, que la función de éste en una
economía de mercado mixta, incluye la planeación. Como tal, sustentados en
constituciones económicas que establecen la libertad como base de su
desarrollo social y económico, reflejada en los derechos a la libertad
económica, a la propiedad privada, a la libertad contractual, a la libre
asociación, a la libre circulación, a la libertad de concurrencia en el mercado, a
la libre competencia y la libertad de empresa, libertad esta sobre la cual
descansa toda la construcción jurídica del emprendedor y el emprendimiento,
como creación de empresas y participación en el mercado.

Y es que, tal vez, una de las más importantes conclusiones que arroja la
investigación de la regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y
España, es que el emprendimiento siendo una actividad privada propia del
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derecho mercantil se desarrolla jurídicamente como una estrategia


gubernamental.

Conforme la normatividad revisada, el Estado es quien toma la iniciativa


dentro del marco del desarrollo económico. Es quien fomenta la creación de
empresas a través de varias herramientas y estrategias jurídicas y
administrativas, es decir, tanto a través de normas de todos los rangos (leyes,
decretos, resoluciones, acuerdos), como a través de políticas públicas que no
se encuentran propiamente positivizadas, pero que se desarrollan a través de
programas y proyectos, por iniciativa administrativa de las respectivas
entidades públicas sin que medie norma expresa que lo ordene, quedando a
merced de la voluntad política de la Administración Pública de turno.

Pero es, justamente, en virtud de esta actividad planificadora que los


Estados iberoamericanos han venido expidiendo múltiples normas en materia
de emprendimiento, haciendo especial énfasis en un verbo particular:
“fomentar”, así, las normas identificadas no se casan de repetir una y otra vez
que el Estado, que las entidades públicas, que los organismos sin ánimo de
lucro fomentarán la innovación, el emprendimiento, la creación de empresas;
fomentarán las creación de fondos, de incubadoras de empresas, la inserción
de planes de estudio relacionados con la creación de empresas y el
emprendimiento en la educación básica, universitaria, técnica y profesional;
que fomentará la cultura empresarial.

También, principalmente para el caso de los estados federados o


autonómicos para el caso de España, se evidencia una articulación entre las
normas y los programas del orden nacional y las de cada Estado o Comunidad
Autónoma, en un apoyo conjunto para el progreso de cada región.

Otro aspecto que se identifica en el que el Gobierno debe enfilar


acciones, es en el fomento de la ciencia, la tecnología y la innovación aplicada
al sector productivo. Múltiples normas relacionadas con el emprendimiento las
mencionan, pero además se encuentran leyes cuyo eje temático es este,
entendiendo el valor que representa para la economía.

Por otro lado, se observan disposiciones que apuntan a que el Estado


facilite la información con la que cuenta y que sea útil para los interesados en
crear empresa, para los inversionistas, para toda persona y organización
interesada en el tema; información que debe ser proporcionada de manera ágil
y para ello instan a las instituciones públicas a que concentre y divulgue la
información a través de páginas Web, sea en las páginas oficiales que ya se
encuentran en funcionamiento o en algunas nuevas que se creen para el
efecto.

Lo anterior, se ajusta dentro de un paquete de normas que encuadran


específicamente en el Derecho administrativo, como son los procedimientos
administrativos, como la creación de fondos, el otorgamiento de premios y
créditos con recursos públicos; así como la creación de cargos, dependencias y

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para el fomento del emprendimiento o la asignación de competencias sobre el


tema a las ya existentes.

Otro común denominador a lo largo y ancho de toda la normatividad


latinoamericana y española, es el referente a los procedimientos
administrativos que tocan con la creación de empresas. Al respecto, todas las
normas al unísono se unen para reclamar del Ejecutivo la racionalización y
simplificación de los trámites requeridos para el inicio de una actividad
empresarial, lo que tiene que ver con permisos, licencias o registros sanitarios
exigidos para la actividad comercial o industrial, sea para el inicio de la
producción o para la apertura de un local comercial, por ejemplo.

Estos procesos administrativos, aunados a los procesos


correspondientes al registro mercantil y demás exigencias propiamente
mercantiles, son un factor que ha permanecido en la mira de los observadores
internacionales que se dedican a medir la competitividad de los países, y que
cuentan dentro de sus indicadores, el tiempo que tarda un emprendedor en
iniciar su actividad económica en función de los trámites que debe hacer ante
la Administración Pública.

Lo anterior, dado que ello repercute principalmente en tres aspectos:


primero, en el ánimo emprendedor de la persona, que puede verse
desmotivada frente a una excesiva reglamentación y trámites que le pone
obstáculos, disminuyendo o apagando su interés de participar en el mercado
de manera lícita y responsable; segundo, en el costo económico que
representa para el emprendedor la demora en el inicio de su actividad
mercantil, supóngase el pago de arriendos, personal, intereses financieros
sobre créditos, impuestos y servicios públicos, por ejemplo, sin estar
generando ingresos que cubran, por lo menos, los gastos fijos de la actividad,
además del dinero que se deja de percibir por retrasar la actividad que
dependa de dichos trámites administrativos; y en tercer lugar, repercute en la
misma economía, al detener durante meses la generación de valor, que
multiplicado por cientos o miles de proyectos productivos, representa un
porcentaje relativo sobre el PIB no tanto local como el nacional. Ello, ni se diga
cuando son emprendimientos de alto impacto, sea por la cantidad de empleos
que generará de manera directa e indirecta, las dimensiones del mercado que
abarcará, la inversión inicial o la calidad de los empresarios (para el caso de la
inversión extranjera, por ejemplo), la generación de microempresas a la que
dará pie por la compra de materia prima o la tercerización de procesos.

Por todo lo anterior, el tema de la racionalización (eliminar pasos o


requisitos) y simplificación de trámites (hacer lo más fácil, con los menos
requisitos posibles, en un solo formato, en un solo momento y en un mismo
lugar) se constituye en una de las estrategias más recurrentes en las normas
que versan sobre el emprendimiento en los países estudiados.

Otro tema propio del derecho administrativo y que toca con el


emprendimiento, es la destinación de recursos públicos para el fomento
empresarial. Con exclusión del aspecto tributario, la financiación de los
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proyectos productivos por parte del Estado se encuentra en todas las normas
revisadas, como forma de promover y dar sostenibilidad a las ideas
empresariales, que siempre cuentan entre sus primeros obstáculos con el
acceso a los recursos para financiar sus planes de negocio.

La normatividad expedida, básicamente utiliza tres estrategias para el


apoyo financiero estatal: a través de los fondos de emprendimiento, de la
realización de concursos con otorgamiento de premios y la concesión de
créditos.

En general, todas estas orientaciones normativas de carácter


administrativo, apuntan reiterativamente a un objetivo común en todos los
países, que se ha llamado unánimemente la cultura del emprendimiento. Y
para lograr ello, además de todas las disposiciones que ya se han mencionado
para la organización estatal, resalta en todas las normas el componente
educativo.

3.1.1 Estrategias de apoyo financiero a la


creación de empresas.

Desde la perspectiva de sostenibilidad, como ya se ha dicho


previamente, uno de los principales obstáculos para que los emprendedores
logren cristalizar en la práctica su proyecto empresarial, es el del capital inicial,
que les permita costear los gastos iniciales de creación de empresa, como
pago de tasas, investigaciones sobre el producto, investigaciones de mercado,
arriendo o compra de inmuebles, adquisición de maquinaria industrial o equipos
de oficina, dotación de locales comerciales, compra de materia prima, pruebas
de laboratorio, fletes, adquisición de software y hasta pago de honorarios por
asesorías o asistencias especializadas, entre un sinfín de aspectos que implica
la creación y puesta en marcha de una empresa, bajo condiciones de legalidad,
salubridad y calidad.

Pero además, de los gastos con que debe correr un emprendedor al


inicio, se suman los que se generan por el periodo en que se inicia la actividad
mercantil y el momento en que empieza a obtener ventas que le permitan
obtener el punto de equilibrio, tales como pago de arriendos, seguros,
impuestos, salarios y seguridad social, gasolina para los vehículos, por
ejemplo. Por eso es bien sabido que la gran mayoría de empresas solo
generan pérdidas durante los primeros meses; y más que ello, pasa un buen
tiempo antes de obtener ganancias o utilidades netas que le permitan ahorrar
para su capitalización y crecimiento.

El emprendimiento como tal se caracteriza de las empresas ya


instaladas, justamente, por este proceso inicial, en el cual se genera un alto
grado de mortalidad, sea porque la idea de negocio nunca logra verse
concretada en el inicio de la actividad mercantil por falta de recursos o porque
logrando obtenerlos para el capital inicial, una vez funcionando, el
emprendedor no posee el dinero que le permita cubrir las pérdidas que va
arrojando mes tras mes la actividad empresarial, mientras logra posesionarse
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La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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en el mercado y obtener las ventas permanentes que le permitan cubrir por lo


menos los gastos.

De manera, que el capital inicial y los recursos para la sostenibilidad de


la empresa en el periodo de posicionamiento, presentan uno de los mayores
retos para una política de fomento del emprendimiento, situación que se vuelve
más gravosa cuando el emprendedor es realmente novato o joven, sin
patrimonio que le permita ofrecer una garantía inmobiliaria por ejemplo, sin
ingresos fijos, sin capacidad crediticia que le facilite acceder al sistema
financiero y obtener recursos frescos con los cuales iniciar y sostener la
actividad empresarial, mientras logra el punto de equilibrio.

La gran mayoría de emprendedores inicia sus proyectos empresariales


con el capital propio que han logrado sumar o con la ayuda o aporte de
familiares y amigos, pero no todos cuentan con esa posibilidad, menos si son
estudiantes universitarios o personas que precisamente por falta de empleo,
encuentran en el auto empleo la opción para poder garantizar su subsistencia.
Dada la importancia de la financiación de los emprendimientos, es que en
todas las normas sobre el tema se encuentran múltiples referencias,
disposiciones, estrategias y acciones encaminadas a garantizar que las ideas
de negocio puedan concretarse y no se pierdan por falta de capital. Para ello,
son varias las fórmulas que se encuentran en la normas en Latinoamérica y
España, dentro de las cuales están algunas ya citadas anteriormente, como la
creación de fondos, créditos y concursos con recursos públicos para financiar
los emprendimientos; estrategias que, incluso, se observan en los apartados
que hacen referencia al emprendimiento en el sistema educativo.

Revisadas las regulaciones jurídicas en materia de creación de


empresas, y considerando lo anterior, puede decirse que las normas apuntan
en cinco direcciones: primero, en la entrega de recursos públicos (recuperables
o no) directamente por parte del Estado a través de sus diferentes organismos
y dependencias; segundo, la entrega de recursos mixtos en alianza con el
sector privado; tercero, el fomento de crédito para emprendimiento por parte de
los privados; cuarto, la creación de mecanismos legales de financiación vía
derecho empresarial o financiero; y quinto, la disminución o exención de cargas
estatales como impuestos o tasas.

3.1.1.1 Recursos públicos.

La normatividad expedida, básicamente utiliza cuatro estrategias para el


apoyo financiero estatal: inversión inicial, préstamos iniciales, garantías
financieras y microcréditos. Para ello, las normas presentan múltiples opciones,
pero siempre persiguiendo los mismos objetivos.

En primer lugar, es frecuente encontrar disposiciones que autorizan la


destinación de ayudas al emprendimiento con recursos del Estado para los
gastos asociados al proyecto. Este es el caso, por ejemplo, del Decreto
27/2013, de 12 de marzo, de la Comunidad Autónoma de Extremadura, por el
que se establecen las bases reguladoras de la subvención destinada a
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financiar los gastos por asistencia jurídico-laboral y fiscal-contable necesarios


para el inicio de actividades empresariales o profesionales, las cuales cubren
los doce meses siguientes al inicio de las actividades empresariales. O como la
Ley 10/2013, de 21 de octubre, de apoyo a emprendedores, autónomos y
Pymes de La Rioja, que contempla expresamente financiación para los costes
de propiedad intelectual.

En Chile también se financia la protección de la propiedad intelectual e


industrial, gracias a la Resolución No. 844, de 2014, en la cual se establecen
las bases del Programa “Capital Semilla”. Este programa financia actividades
de adquisición de conocimiento, como estudios de mercado, de propiedad
intelectual, de validación comercial o adquisición de bases de datos; pero,
además, apoya el desarrollo de un producto viable, actividades de exploración
y búsqueda de clientes, actividades de constitución de la persona jurídica,
desarrollo de proveedores, elaboración o actualización de planes de negocio,
certificaciones de productos por entidades reguladoras, actividades de difusión
comercial, arrendamiento de inmuebles, empaquetamiento comercial y
adquisición de activos.

Pero también, las normas autorizan u ordenan la creación de fondos o


personas jurídicas de inversión o capital de riesgo, en donde la respectiva
entidad creada para ello, entra a formar parte de la empresa financiada como
inversionista, para luego gestionar la venta de su participación, cuando haya
alcanzado una etapa de madurez.

En segundo lugar, se encuentran los fondos o sociedades de capital


semilla78, que funcionan como bancos especializados para el préstamo de
recursos con los cuales los emprendedores iniciarán su empresa. Este tipo de
fondos o sociedades se encargan de hacer una revisión del plan de negocio
para identificar la viabilidad de la propuesta y hacer los ajustes requeridos para
mejorar y hacer viable la idea de negocio.

78
“Es el capital utilizado para iniciar un negocio en su etapa de idea o conceptualización, que
aún no ha generado ingresos por ventas. El capital semilla es requerido para investigación y
desarrollo, para cubrir los gastos operativos iniciales hasta que pueda empezar a generar
ingresos por la vía de generación de ventas y para atraer la atención de otros inversores.”
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA. Decreto Ejecutivo No. 37105-MEIC,
Reglamento de creación del Sistema Integrado de Desarrollo al Emprendedor y la PYME.
Artículo 3. También Colombia presenta una descripción de lo que se entiende por este
concepto: “Capital Semilla. Es la cantidad de dinero que el Estado entrega a través del Servicio
Nacional de Aprendizaje "SENA" de los recursos provenientes del Fondo Emprender, o por
intermedio de la entidad que el Estado designe cuando provengan de los demás fondos
públicos creados y destinados para cubrir, entre otros, la investigación, prueba y desarrollo de
un concepto inicial de empresa; los costos de creación de empresa, compra de activos y capital
de trabajo hasta alcanzar el punto de equilibrio, es decir, hasta el momento a partir del cual la
empresa ya genera suficientes ingresos para cubrir sus costos y gastos.” PRESIDENCIA DE
LA REPÚBLICA DE COLOMBIA. Decreto 4910 de 2011. Por el cual se reglamenta
parcialmente la Ley 1429 de 2010 y el artículo 616-1 del Estatuto Tributario. Artículo 16.

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En tercer lugar, están los fondos o sociedades de garantías, que ante la


falta de garantías que pueden ofrecer los emprendedores, estas dan su aval al
emprendedor cuando acuden al sector financiero para adquirir un crédito,
asumiendo ellas la responsabilidad de cancelar lo adeudado cuando el avalado
incumple con su obligación crediticia.

En cuarto lugar, están los microcréditos, que se presentan como una


opción para los emprendimientos o emprendedores denominados de
subsistencia, los cuales no presentan proyectos empresariales estructurados
sino que por su baja formación educativa o alto nivel de pobreza y necesidad,
requieren de acceso a créditos de bajo monto para el desarrollo de actividades
que pueden ser denominados micronegocios, que normalmente tienen la
calidad de informales.

Igualmente, sobresalen varias disposiciones que apuntan al apoyo


financiero de las redes de emprendedores, redes de inversionistas y de
incubadoras de empresas, tengan o no ánimo de lucro, como modo de ayuda
indirecta a los proyectos de emprendimiento. Se destaca en este sentido, la
Ley 9/2013, de 19 de diciembre, del emprendimiento y de la competitividad
económica de Galicia, que ordena la creación de la Red Gallega de Inversores
e Inversoras Particulares de Apoyo al Emprendimiento, la cual tiene entre otras
funciones, la mediación para la captación de inversiones para los
emprendimientos gestionados a través de ella y para lo cual debe crear un
sistema de acreditación de inversores en la que se valore la financiación
efectiva de los emprendimientos.

También, se encuentran normas como la Ley 2/2012, de 14 de junio, de


Medidas Urgentes de Apoyo a la Iniciativa Empresarial y los Emprendedores,
Microempresas y Pequeñas y Medianas Empresas de la Comunidad
Valenciana en España, que permite que los apoyos dados a los
emprendedores por el Institut Valencià de la Joventut, sean compatibles con
otras ayudas públicas dadas por la misma ley, situación jurídica que puede
tenerse en cuenta en otras reglamentaciones sobre el tema, permitiendo, por
ejemplo, que el emprendedor pueda obtener varias ayudas de varios
organismos públicos, mixtos o privados, para diferentes los diferentes procesos
que requiera el emprendimiento, obteniendo dichos beneficios en un proceso
meritocrático, que evidencie la viabilidad y pertinencia del proyecto
emprendedor, frente a otros.

3.1.1.2 Fondos mixtos y colaboración


mutua.

Pero, además de la destinación de recursos públicos para el apoyo en la


creación de empresas, también se encuentran múltiples disposiciones que
autorizan o estimulan a las entidades públicas para realizar acciones conjuntas
con el sector privado para apoyar el emprendimiento.

Así, algunas normas promueven la realización de acuerdos de manera


periódica, tanto con entidades públicas como privadas, para que se facilite a los
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emprendedores el acceso a crédito, en estrategias concretas como el


establecimiento de tasas preferenciales, la exoneración de penalidades por
prepago o pago anticipado, así como el congelamiento de intereses,
permitiendo reducir los costos de los créditos, tasas de interés preferencial,
creación de líneas de microcrédito o concediendo créditos de largo plazo,
dando mayor liquidez a las nuevas empresas.

Pero, adicional a las alianzas o convenios, también se presenta la opción


de crear fondos o sociedades mixtas, de capital de riesgo, capital semilla o de
garantías, con aportes de entidades públicas y privadas, en las cuales se
pueden otorgar créditos con los beneficios citados en el párrafo anterior.

A veces las normas van más allá, como el caso de Ecuador, que en el
Código Orgánico de la Producción, Comercio e Inversiones, ordena a la
autoridad reguladora del mercado de valores que expida normas especiales
para el acceso individual o asociativo al financiamiento a través del mercado de
valores y dispone que los inversionistas institucionales públicos deben crear
una normatividad especial que permita la compra de los títulos de valor
generados por las MIPYMES.

3.1.1.3 Fomento de la inversión privada.

Además de las estrategias de fomento financiero con recursos públicos y


del fomento y apoyo a las alianzas público-privadas para el emprendimiento,
las normas revisadas contemplan otras disposiciones que faciliten, promuevan
o estimulen líneas de crédito especializadas o la inversión privada directa en
los proyectos presentados por emprendedores.

Para ello, por ejemplo, la Ley de Estímulo a la Creación de Empresas en


Castilla y León, contempla como una maniobra para permitir que los
emprendedores accedan al sector financiero, el reforzamiento de las
Sociedades de Garantía Recíproca, para mejorar y además potenciar las líneas
de avales para esta población. Así como con la tutoría y formación de los
emprendedores en la presentación de proyectos para captación de fondos de
capital de riesgo e inversión; y potenciando las redes de inversores, de gran
importancia para la cultura del emprendimiento y la sostenibilidad de los
emprendimientos. De hecho, por eso a nivel nacional, se identifica la Orden
ITC/860/2010, de 29 de marzo, por la que se establecen las bases reguladoras,
el régimen de ayudas y la gestión de medidas del programa de impulso a las
redes de "Business Angels", que busca el financiamiento de dichas redes, con
ánimo o sin ánimo de lucro, para que sean puntos de encuentro entre
inversores y emprendedores.

A todo lo anterior y dentro de la estrategia de fomento de la inversión


privada en los proyectos de emprendimiento, se suman las disposiciones
relacionadas con la atracción de inversión extranjera para las nuevas empresas
y la formación de los emprendedores para aprender a captar dichas
inversiones.

70
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3.1.1.4 Impuestos y tasas.

Finalmente, el otro grupo de estrategias que se encuentra en las normas


revisadas para dar viabilidad y sostenibilidad financiera a las nuevas empresas,
tiene que ver, de nuevo, con una estrategia del Estado, esta vez desde el
Derecho tributario, con herramientas que se concentran básicamente en cinco
tipos de disposiciones:

Primero, están las normas que expresamente exoneran de impuestos.


Ejemplo de este caso, es el Decreto Nacional 4910 de 2011, expedido por la
Presidencia de Colombia, a través del cual reglamenta parcialmente un artículo
del Estatuto Tributario y que en el artículo 16 dispone que no se considerarán
renta ni ganancia ocasional para efectos del impuesto a la renta y
complementarios, los apoyos económicos no reembolsables que entregue el
Estado para el emprendimiento, como capital semilla.

Algunas normas incluso disponen que solo haya tributación cuando la


nueva empresa empiece a generar excedentes o un balance positivo,
brindando mayor tranquilidad al emprendedor y ofreciendo oportunidad para
darle sostenibilidad a la empresa mientras logra abrirse espacio en el mercado.

Segundo, las normas que no exoneran sino que reducen los impuestos a
las empresas recién creadas. Para el caso, España en la Ley 11/2013,
contempla varias disposiciones relacionadas con los incentivos fiscales, en la
cual determina que las entidades de nueva creación, incluyendo las
cooperativas, tributarán solo a partir del primer período impositivo en que la
base imponible resulte positiva, al tipo del 15% Por la parte de base imponible
comprendida entre 0 y 300.000 euros y 20% por la restante.

También en España, la Ley 9/2013, de 19 de diciembre, del


emprendimiento y de la competitividad económica de Galicia, modifica el Texto
refundido de las disposiciones legales de la Comunidad Autónoma de Galicia
en materia de tributos cedidos por el Estado, concede la deducción en la cuota
íntegra autonómica para los contribuyentes que hagan inversiones en la
adquisición de acciones o participaciones sociales en entidades nuevas, de
reciente creación. Igualmente, reconoce la reducción del 95 % de la base
imponible del impuesto sobre sucesiones y donaciones por la adquisición
mortis causa por hijos e hija de bienes destinados a la creación o constitución
de una empresa. Además de la deducción del 100% en la cuota gradual de la
modalidad de actos jurídicos documentados en el impuesto sobre
transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, para primeras
copias de escriturales notariales que documenten la constitución de créditos
hipotecarios destinados a financiar la adquisición de locales de negocio.

Se destaca el caso de Uruguay, en donde los emprendedores pueden


sustituir los impuestos nacionales y el de seguridad social por uno solo
unificado, que se denomina monotributo, creado por la Ley No. 18.874,
Monotributo Social MIDES, publicado en el Diario Oficial del 11 de enero de
2012, No. 283989. Esta ley permite que los emprendimientos personales
71
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(empresas unipersonales), los emprendimientos asociativos (sociedades de


hecho) de máximo cuatro socios o los emprendimientos asociativos
(sociedades de hecho) integrados por máximo cinco familiares de hasta un
cuarto grado de consanguinidad o un segundo de afinidad y que además de lo
anterior no tengan personal dependiente y se encuentren por debajo de la línea
de pobreza de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, pueden optar por no
pagar las contribuciones especiales de seguridad social y todos los impuestos
nacionales, los cuales son sustituidos por una prestación tributaria unificada
llamada Monotributo Social MIDES.

Y en Chile pueden diferir sus impuestos en varias cuotas mensuales,


cosa que es útil para quienes inician sus actividades empresariales, porque así
podrán y haciendo un plan de pagos conforme vayan generando las ventas de
sus bienes o servicios, y disminuir la carga tributaria gradualmente, de manera
que en caso de tener que cesar la actividad empresarial, la deuda con el
Estado sea menor y financieramente manejable.

Tercero, las normas que compensan deudas públicas o deducibles,


como aquellas que autorizan que las empresas de emprendedores puedan
solicitar la compensación de las deudas públicas con los créditos reconocidos
por la entidad pública a su favor por actos administrativos, ya tengan origen
tributario o no tributario.

Cuarto, las disposiciones que eliminan las tasas o costos por los
servicios y trámites que las mismas entidades cobran y que son requisito para
llevar a cabo el emprendimiento. La mayoría de normas invitan o autorizan a
las entidades y organismos públicos para que consideren la opción de eliminar
dichos costos. Se contempla la opción de que el primer certificado, trámite o
servicio que requiera el emprendedor sea sin costo y a partir del segundo se
cobren los valores normales.

Quinto, las normas que disminuyen los costos o tasas de los trámites
que corresponden a los trámites o servicios requeridos por el emprendedor
para legalizar y dar inicio a su empresa. Por ejemplo, la reducción para las
primeras copias de escriturales notariales que documenten la constitución de
créditos hipotecarios destinados a financiar la adquisición de locales de
negocio, como opera en España.

Todo lo anterior, aplica igualmente para las actividades de investigación,


desarrollo e innovación tecnológica, tema que va muy de la mano con la
creación de nuevas empresas, porque suelen ser el primer paso para la
generación de nuevos emprendimientos empresariales.

3.1.2 Estrategias de apoyo en materia laboral y


seguridad social.

Como ya se ha dicho, el emprendimiento en sí mismo ha sido visto como


una estrategia para contrarrestar el desempleo, sobre el cual actúa en dos
sentidos: primero, a través del denominado autoempleo, es decir, la generación
72
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de recursos por parte de la misma persona, ejerciendo actividades de


producción o comercialización de bienes y servicios por fuera de una relación
formal de subordinación a un empleador; segundo, generando empleo para
otras personas distintas del emprendedor.

Dada la posición jurídica que ocupan los derechos laborales en los


países estudiados, todos protegidos desde las mismas constituciones políticas
y reforzados por los tratados internacionales suscritos, las normas que
fomentan el emprendimiento no fueron ajenas a las cargas económicas que
representa el cumplimiento de las obligaciones laborales y de seguridad social
para un emprendimiento que apenas está naciendo y haciendo el esfuerzo por
echar raíces en el mercado. Por ello, en las normas revisadas se encuentran
múltiples disposiciones sobre el tema, tan diversas como la misma
normatividad existente en cada país.

En relación con el autoempleo y para el caso de España, por ejemplo, la


Ley 11/2013, de medidas de apoyo al emprendedor, modifica la Ley General de
la Seguridad Social, para disponer que a los trabajadores por cuenta propia o
autónomos, que sean menores de 30 años si son hombres o de 35 si son
mujeres, les aplicará una reducción equivalente al 30% de la cuota que resulte
de aplicar sobre la base mínima de cotización aplicable el tipo mínimo de
cotización vigente en cada momento, incluida la incapacidad temporal, durante
los 15 meses siguientes inmediatamente a la fecha de efectos de alta. Y una
bonificación por los 15 que le siguen.

De modo alternativo al anterior, para los trabajadores por cuenta propia


que tengan menos de 30 años de edad y que causen alta inicial o que no
hubieran estado en situación de alta en los cinco años inmediatamente
anteriores, a contar desde la fecha de efectos del alta, se les aplica una escala
de reducción que va del 30 al 80% por un periodo máximo de 30 meses.

Además, se modifica la misma ley para permitir que sea compatible la


percepción de la prestación por desempleo con el autoempleo, cuando así lo
dispongan los programas de fomento al empleo destinado a colectivos de
mayor dificultad de inserción en el mercado laboral.

Y de igual modo, la norma permite que los beneficiarios de la prestación


por desempleo de nivel contributivo, menores de 30 años, que se constituyan
como trabajadores por cuenta propia y que no tengan trabajadores a su cargo,
puedan compatibilizar la percepción mensual de la prestación que les
corresponda con el trabajo autónomo, por máximo 270 días.

Por otro lado, ya no en relación con la seguridad social del emprendedor


sino de las personas que se contraten en función del proyecto productivo,
también la Ley española 11/2013, contempla medidas al respecto.

Así, dispone que como incentivo a la contratación en nuevos proyectos


de emprendimiento joven, los trabajadores por cuenta propia, menores de 30
años, que no tengan a cargo trabajadores asalariados y contraten por primera
73
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vez a personas desempleadas de 45 años de edad, pero de forma indefinida,


mediante contrato a tiempo parcial o completo por mínimo dieciocho meses,
tienen derecho, durante los doce meses siguientes a la contratación, a una
reducción del 100% de todas las cuotas empresariales de la Seguridad Social,
incluidas las de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, además
de las cuotas de recaudación conjunta.

Además, la Ley 14/2013, de apoyo a los emprendedores, modifica la Ley


31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, haciendo
más fácil la carga de los microempresarios (nivel donde se encuentran la
mayoría de emprendimientos) en relación con los riesgos laborales. Así,
expone la norma que el empresario que tenga como máximo diez trabajadores
puede asumir directamente la protección y prevención de riesgos profesionales
sin tener que designar a trabajadores para ello o tener que concertar dicho
servicio con una entidad especializada ajena. Y le encarga al Ministerio de
Empleo y Seguridad Social y el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el
Trabajo, el asesoramiento técnico en materia de seguridad y salud en el trabajo
a las empresas que tengan máximo veinticinco trabajadores.

Si bien existen algunas normas que hacen referencia al tema laboral y


de la seguridad social, debe destacarse que la normatividad española, tanto en
sus leyes nacionales como en las de las Comunidades Autónomas, es la que
más desarrolla jurídicamente estos aspectos, de todos los países estudiados.

3.2 El fomento del emprendimiento desde el Derecho


Mercantil.

Por la naturaleza propia del emprendimiento empresarial, el Derecho


Mercantil es el área de donde toman las normas las primeras bases para el
desarrollo propio del tema. De manera, que en la normatividad general, se
encuentran varias disposiciones propias de esta área.

3.2.1 Responsabilidad.

En materia de responsabilidad, la normatividad española es la única de


las revisadas que trae una disposición en la materia de emprendimiento, con la
creación del emprendedor de responsabilidad limitada, contenida en la Ley
14/2013, entendiendo, claro está, que aplica para cualquier empresario,
aunque se le asigne el nombre de emprendedor. Dicha ley establece que
cuando el emprendedor sea una persona física y tenga bajo su propiedad la
vivienda en la cual habita, puede protegerla de terceros, asumiendo la
condición de emprendedor de responsabilidad limitada, la cual adquiere
mediante su inscripción en el Registro Mercantil, donde debe quedar registrado
y plenamente identificado el bien inmueble que se protege, además de la
inscripción de esta condición en el Registro de la Propiedad.

Sin embargo, la protección no es ilimitada. Por un lado, el emprendedor


no puede beneficiarse de esta condición cuando actúa respecto de sus
acreedores con mala fe o negligencia grave; dicha situación debe quedar
74
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acreditada por sentencia judicial en firme o porque fue declarado culpable en


un proceso concursal. Por otro lado, la vivienda solo queda protegida de las
deudas que tengan relación directa con la actividad mercantil y por las
obligaciones que se hayan contraído con posterioridad al registro, de manera
que la vivienda no queda protegida contra las obligaciones que se hayan
adquirido antes de la inscripción ni de las que se deriven de otras obligaciones.

El empresario con la inscripción se obliga a hacer constar en todos los


documentos su condición de emprendedor de responsabilidad limitada o el uso
de las siglas ERL en su nombre y datos de identificación. De igual modo, queda
obligado a formular y someter a auditoría las cuentas anuales que
correspondan a su actividad mercantil, tal como está previsto para las
sociedades unipersonales de responsabilidad limitada, depositando las cuentas
anuales en el Registro Mercantil, con la consecuencia de perder el beneficio de
responsabilidad limitada de no hacerlo dentro de los siete meses siguientes al
cierre del ejercicio social, pudiendo recuperar el beneficio solo en el momento
que la presente, pero la vivienda queda desprotegida por el tiempo en que no
se haya realizado dicha presentación.

3.2.2 Sociedades.

Al igual que en materia de responsabilidad, la normativa española sobre


emprendimiento es la única que contempla disposiciones en materia
societaria79, al modificar la Ley de Sociedades de Capital, al crear la sociedad
limitada de formación sucesiva, la cual se caracteriza por constituirse sin capital
mínimo, pero inferior a 3000 euros, ajustándose a las mismas normas de la
sociedad de responsabilidad limitada. Los socios no tienen la necesidad de
acreditar la realidad de las aportaciones dinerarias, pero todos los asociados
responden solidariamente respecto de la sociedad y a los acreedores por
dichas aportaciones, mientras se capitalice como sociedad de responsabilidad
limitada. Para brindar garantías, hace más gravoso el deber de dotación de
reserva legal hasta el 20% del beneficio; mientras la sociedad no alcance el
capital mínimo de la sociedad de responsabilidad limitada no puede distribuir
dividendos. En caso de que la sociedad se liquide sin llegar a ese mínimo,
socios y administradores responden solidariamente del desembolso del capital
faltante.

Igualmente, único en el caso de España, la Ley 14/2013, introduce


cambios en el Derecho concursal, que apuntan principalmente a modificar la
regulación de los Acuerdos de Refinanciación Formal, el procedimiento de
designación del experto independiente y facilitar los acuerdos extraconcursales,
con la implementación del acuerdo extrajudicial de pagos tramitado ante el

79
La Ley 1014 de 2006, de fomento a la cultura del emprendimiento, de Colombia, solo
dispone en el último artículo que las sociedades que se creen a partir de su vigencia,
cualquiera sea el tipo que sea, que tengan una planta no superior a diez trabajadores o activos
inferiores a quinientos salarios mínimos legales mensuales vigentes se constituirán mediante
documento privado, permitiendo su creación de manera simplificada y menos onerosa, tal
como lo ha expresado en su interpretación la Corte Constitucional, en la Sentencia C-392 de
2007.
75
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Notario o el Registrador Mercantil, como una herramienta que facilita a los


insolventes negociar con sus acreedores, los cuales, pueden aprobar o no la
propuesta que les presenta el deudor.

De resto, las demás normas sobre emprendimiento en Latinoamérica


solo hacen mención de las formas societarias ya existentes en los respectivos
países, sin entrar a realizar modificaciones o creación de nuevos tipos en sus
contenidos.

3.2.3 Títulos valores.

También se identificó que en las normas estudiadas de Latinoamérica y


España, se presentaron algunas estrategias al margen de las tradicionales ya
anteriormente vistas, como el caso de Colombia que cuenta con la Ley 1231 de
2008, en la cual se unifica la factura como título valor como mecanismo de
financiación para el micro, pequeño y mediano empresario, cuando realizan
ventas con pago en plazos y se les generan cuentas por cobrar.

La venta de facturas, también denominada factoring o compra de


cartera, es una práctica de vieja data, que operaba como la factura cambiaria
de compraventa, establecida en el Código de Comercio colombiano, sin
necesidad de una norma especial para ello; sin embargo, el Legislador
colombiano quiso regularla de manera expresa para darle mayor respaldo a las
negociaciones de los microempresarios y estimular su uso como estrategia de
financiación, obteniendo recursos líquidos sin necesidad de acudir a la deuda
para financiar sus necesidades y poder sanear sus aspectos contables.

Para el caso, la ley modifica el Código de Comercio para transformar la


factura cambiaria de compraventa y generalizar en todas las facturas la
naturaleza de título valor, permitiendo que el legítimo tenedor de la factura
pueda transferirla a terceros, mediante el endoso del original, penalizándose la
transferencia o endoso de más de un original de la misma factura, obligando al
deudor a pagar el valor adeudado al tenedor de dicha factura y entiendo por no
escrita cualquier estipulación que busque limitar, restringir o prohibir la libre
circulación de la factura o su aceptación.

Pero, además, en este mismo país, se busca facilitar la financiación de


los emprendimientos mediante la Ley 1676 de 2013, Por la cual se promueve el
acceso al crédito y se dictan normas sobre garantías mobiliarias, con la cual se
buscó articular y corregir los requisitos y procesos jurídicos alrededor de las
garantías mobiliarias, mediante la ampliación de los bienes, los derechos y las
acciones que pueden ser objeto de garantía, particularmente en beneficio de
los emprendedores que no son propietarios de bienes inmuebles a los cuales
se les hace más difícil el acceso a crédito por parte de las entidades
financieras.

En la exposición de motivos del entonces Proyecto de Ley 200 de 2012,


hoy Ley 1676 de 2013, se lee que, justamente, para la creación de las
empresas se hace necesario un régimen articulado y efectivo para la
76
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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financiación, a través del respaldo que pueda dar el emprendedor a sus


deudas, con los bienes muebles que se encuentren en su patrimonio, “de toda
naturaleza, presentes o futuras, determinadas o determinables y a todo tipo de
acciones, derechos u obligaciones sobre bienes corporales, bienes
incorporales, derechos o acciones u obligaciones de otra naturaleza sobre
bienes muebles o bienes mercantiles”, tal como lo señala en el artículo
segundo la ley. 80 En la norma se cuentan expresamente como garantías
mobiliarias, las licencias y sublicencias de propiedad industrial, diseños
industriales, secretos empresariales, nombres comerciales y la consideración
de las prendas sobre marcas, patentes, y establecimientos de comercios81.

También se destaca en el caso de Colombia y en relación con las


garantías mobiliarias, que la Ley 1014 de 2006, “De fomento a la cultura del
emprendimiento”, le establece al Estado la obligación de buscar que las
entidades financieras acepten los planes de negocio de las nuevas empresas
como garantías para el otorgamiento de los créditos.

Sobre las garantías mobiliarias, también se encuentra el Decreto Núm.


51-2007, Ley de Garantías Mobiliarias de Guatemala; el Decreto No. 488 de
2013, Ley de Garantías Mobiliarias de El Salvador; la Ley de Garantías
Mobiliarias de Costa Rica y la Ley N° 28677 de la Garantía Mobiliaria del Perú.

3.3 Promoción de sectores económicos.

Adicional a los aspectos relacionados con las diferentes áreas del


Derecho sobre las cuales versan las normas en materia de emprendimiento,
también se destaca en ellas, que el uso el fomento de los emprendedores
como estrategia para dinamizar determinados sectores económicos, que se
encuentran priorizados o considerados estratégicos, bien por el Legislador o
por el Ejecutivo.

3.3.1 Industria agropecuaria.

De esta manera, se observan disposiciones a fomentar, en primer lugar,


el desarrollo rural. Así se distinguen normas relacionadas con el fomento
empresarial en las Comunidades Autónomas de Extremadura y Galicia en
España.

80
La exposición de motivos y la ley misma, traen como ejemplos, garantías mobiliarias sobre
inventarios, maquinarias; cuentas por cobrar; ventas con reserva de dominio; obras literarias,
artísticas o científicas; volumen aprovechable o vuelo forestal; acciones, cuotas y partes de
interés representativas del capital de sociedades civiles y comerciales; y sobre bienes
inmuebles por adhesión o por destinación, siempre y cuando puedan separarse del inmueble
sin que se produzca su detrimento físico.
81
Respecto de esta última, el Código de Comercio colombiano, en el artículo 532, contempla la
prenda de un establecimiento de comercio, señalando los elementos que le componente y
cuáles no entrarían como prenda; y el artículo siguiente expresa que los establecimientos de
comercio podrán ser objeto de contrato de arrendamiento, usufructo o cualquiera que
transfiera, limite o modifique su propiedad o el derecho a administrarlos.
77
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Pero con mayor intensidad, se aprecian disposiciones relativas a la


empresa rural en México. En primera instancia, se identificaron, dos acuerdos
expedidos por el Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca
y Alimentación. El primero de ellos, es el Programa Joven Emprendedor Rural y
Fondo de Tierras, el cual es una estrategia para que los jóvenes entre los 18 y
los 39 años se vinculen a las actividades productivas relacionadas con la tierra,
accediendo a capital, desarrollando habilidades empresariales, consolidando
agroempresas e incrementando la producción del sector agrario mexicano. El
mismo Acuerdo, en el artículo primero, define las agroempresas como el
“negocio derivado de la explotación sustentable de la tierra social y los
recursos asociados a ella”. El segundo Acuerdo es el relacionado con el
Programa de Apoyo para la Productividad de la Mujer Emprendedora
(PROMETE), dirigido a apoyar los proyectos productivos liderados por grupos
entre tres y seis mujeres emprendedoras, mayores de 18 años.

En esta línea, la normatividad de varios Estados apunta a la creación de


empresas agrícolas, como en el Distrito Federal, en Michoacán y en Sinaloa.
Concretamente, en el Estado de Campeche se exige la creación de empresas
agrícolas, tanto en el medio rural como en el urbano. Y los Estados de Nuevo
León y Chihuahua, van más allá, buscando la promoción para la constitución
de empresas comercializadoras de las organizaciones de productores
dedicadas al acopio, venta, acondicionamiento y transformación industrial de
los productos ofertados la sociedad rural. En el Estado de Sinaloa se autoriza
la creación de Centro Estatal Público que pueda prestar el servicio de
incubación de empresas rurales de transformación agroindustrial. Sobre las
incubadoras de empresas rurales también existe normatividad en el Estado de
Tamaulipas, donde además de hace mención a la creación de empresas
sociales forestales.

De igual modo, se encuentran referencias al emprendimiento o creación


de empresas rurales en República Dominicana, Colombia, Paraguay, Uruguay
y Brasil. En el Municipio de Medellín, Colombia, se observa una norma que
crea la Unidad de Emprendimiento Rural, adscrita a la Secretaría de Desarrollo
Económico. Por último, en Bolivia, la misma Constitución Política hace
referencia al fomento del emprendimiento regional con énfasis en la soberanía
alimentaria y la Ley General de Turismo, hace varias referencias a los
emprendimientos turísticos de las comunidades rurales.

3.3.2 Industria del turismo.

Y en relación con este tema del turismo, son variadas las disposiciones
normativas en materia de emprendimiento, considerándose uno de los sectores
más estratégicos de la economía. Solo en México, múltiples Estados cuentan
con sus respectivas leyes de turismo y dentro de ellas se observan
disposiciones relacionadas con la creación de empresas. De esta manera, se
encuentra la Ley de Turismo para el Estado de Baja California Sur, expedida
por Decreto Número 1509 del 14 de diciembre de 2004, el cual expresa que
uno de los elementos a tener en cuenta para la planeación del desarrollo
turístico es “el impulso creación de pequeñas y medianas empresas turísticas,
78
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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buscando siempre generar nuevos empleos” (artículo 18, fracción IV). La Ley
para el Desarrollo y Fomento al Turismo en el Estado de Chiapas, adoptada
por Decreto número 262, crea en el artículo 32 un fideicomiso, que tiene entre
otras funciones, “la constitución de micro, pequeñas y medianas empresas
cuya actividad preponderante sea la prestación de servicios turísticos,
congruentes con las actividades preponderantes en la zona en que se ubiquen”
(Fracción III, literal a). En el Estado de Durango, la Ley de Turismo del Estado
de 2010, establece que el Ejecutivo debe encargarse de facilitar los procesos
internos administrativos, así como promover inversiones y alianzas para la
creación de empresas turísticas y el fortalecimiento de la creación de micro,
pequeña y medianas empresas turísticas (artículo 8 fracción III). Igualmente, la
Ley de fomento al turismo, de 2012, del Estado de Nayarit, establece que la
Secretaría de Turismo del Estado de Nayarit debe promover la creación de
empresas dedicadas a la actividad turística ante los sectores público, privado y
social. Iguales disposiciones relacionadas con la creación de empresas se
observa en la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Puebla,
en la Ley de Desarrollo Turístico del Estado de Tabasco, en la Ley de Turismo
para el Estado de Tamaulipas y en la Ley de Turismo para el Estado de
Tlaxcala.

Y al sur del continente, en la Provincia de Misiones de la República


Argentina, se encuentra la Ley 3736, sobre Regulación y organización de la
promoción y fomento de emprendimientos turísticos alternativos, en la cual se
busca la difusión de los emprendimientos de turismo alternativo, como el
turismo de aventura, educativo, temático, agroturismo y ecoturismo; asistencia
técnica y capacitación; promoción de sistemas de créditos e incentivos para
dichos emprendimientos; coordinación con organismos a nivel provincial y
nacional para obras de infraestructura y servicios para el desarrollo de los
emprendimientos; así como propiciar convenios con organismos tanto públicos
como privados.

3.3.3 Industria cultural.

También la industria cultural encuentra respaldo en las normas que


fomentan el emprendimiento en los distintos Estados Iberoamericanos. En
España, por ejemplo, la Ley Foral 12/2013, de apoyo a los emprendedores y al
trabajo autónomo en Navarra, la cual contempla dentro de sus objetivos en el
de la creación de nuevas empresas a través del apoyo a nuevos
emprendedores, configura como referentes para las actuaciones en políticas de
empleo, las medidas de emprendimiento relacionadas con actividades
económicas emergentes, relacionadas con energías renovables, turismo
sostenible, salud, nuevas tecnologías e industrias culturales.

Y en México, el Acuerdo por el que se aprueba el programa general de


desarrollo del Distrito Federal 2013-2018, contempla el apoyo a los Micro,
Pequeños y Medianos Emprendimientos Culturales. Por ello busca fortalecer la
capacidad para emprender que tienen las comunidades y plantea como el
objetivo 7, “Fortalecer la sustentabilidad de los procesos culturales y de las
prácticas artísticas, así como las capacidades emprendedoras y de innovación
79
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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del sector cultural y artístico de la Ciudad.” Y cuenta dentro de las líneas de


acción para este objetivo, “Impulsar la creación y el desarrollo de industrias
culturales para promover la inversión, el emprendimiento y la creación,
producción y comercialización de bienes y servicios de carácter cultural local.”

Siguiendo con México, pero a nivel estatal, se encuentra que el Consejo


Nacional para la Cultura y las Artes a través del Instituto de Cultura del Estado
de Durango -ICED-, desarrollan el concurso de emprendimientos de industrias
creativas y culturales. También está la Ley de desarrollo cultural para el Estado
de Nayarit, interesante en cuanto hace referencia a los emprendimientos
sociales en los siguientes términos: Primero, señala que el Consejo Estatal
para la Cultura y las Artes de Nayarit –CECAN-, tiene como atribución en
materia de cultura, “operar estrategias para impulsar la creación de
fundaciones, patronatos y similares, orientados al apoyo de productores
culturales y para la conformación de acervos culturales” (artículo 59, literal A,
fracción IV). Segundo, frente a la producción cultural es su atribución “Apoyar la
creación, elaboración y comercialización de los productos culturales que se
originen en el seno de los pueblos y comunidades” (literal F, fracción III). Y
tercero, respecto de las empresas e industrias, “Generar los mecanismos para
estimular la creación de empresas e industrias culturales que impulsen el
desarrollo estatal, regional y nacional” (literal I, fracción I).

En Ecuador, desde la perspectiva cultural y artística, los


emprendimientos culturales son muy importantes, tanto por el impacto social,
cultural y educativo, como por el hecho de que vincula al tema empresarial a
personas con proyectos distintos, porque los artistas también deben vivir de su
producción cultural en cualquier área: música, artes escénicas, artes plásticas,
entre otras. Esta visión ha sido asimilada por el Ecuador al punto que cuenta
con la Subsecretaría de Emprendimientos Culturales, del Ministerio de Cultura
y Patrimonio (hasta mayo de 2013 Ministerio de Coordinación de Patrimonio),
la cual tiene como responsabilidades: el Plan Nacional de Fomento a los
emprendimientos e industrias culturales, fomentar la producción de bienes y
servicios culturales, coordinar la creación de normas favorables para la
producción de emprendimientos culturales, ayudar al desarrollo de las
capacidades administrativas y gerenciales de los emprendedores culturales,
establecer los mecanismos para para posicionar los emprendimientos
culturales del país a nivel internacional. En general, apoyando la producción de
emprendimientos culturales bajo cualquier forma de organización económica,
sea pública, privada, mixta, popular o solidaria.

Pero más destacable aún, es que esta Subsecretaría cuenta con varias
direcciones especializadas en materia de emprendimiento cultural: 1) la
Dirección de Emprendimiento e Industria y Multimedia, que tiene entre otras
funciones, la de gestionar plataformas digitales para el acceso y descarga
comercial de obras y productos culturales producidos por los ecuatorianos. Y la
promoción de un programa de comercio electrónico que genere rentabilidad
para los emprendimientos culturales. 2) La Dirección de Emprendimiento e
Industrias del Diseño y las Artes Aplicadas, con funciones como la de promover
la cooperación entre los actores de la cadena productiva del sector
80
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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(diseñadores, artesanos, empresarios industriales, tiendas especializadas) y


con subsectores priorizados (turismo cultural, calzado, manufactura,
construcción de muebles); facilitar la creación de espacios comunitarios
permanentes en puntos turísticos estratégicos donde se pueden promocionar
las obras de diseño y artes aplicadas, organizar la red nacional de ferias y
tiendas, incentivar y asegurar la participación de los diseñadores y artistas
como proveedores en las compras públicas, apoyar los emprendimientos con
relación a la denominación geográfica y fomentar la comercialización de la
propiedad intelectual para las líneas gráficas y de diseño. 3) La Dirección de
Emprendimiento e Industria Editorial, tiene como unas de sus
responsabilidades fomentar el consumo obras editoriales nacionales, articular
la cadena de producción editorial, promover la defensa de los derechos de
autor de la producción editorial y el fomento de la exportación editorial nacional
y la promoción de la industria editorial en las Ferias del Libro Internacionales. 4)
Y la Dirección de Emprendimiento e Industria Fonográfica, que tiene entre otras
funciones, facilitar el uso de nuevas tecnologías en los emprendimientos de
esta industria, proponer mecanismos de acceso a recursos de financiamiento y
promover la participación en la cadena productiva de los emprendimientos
musicales y la industria fonográfica del Ecuador. Igualmente, el Ministerio
cuenta con Direcciones Provinciales de Cultura que de las que dependen la
Gestión de Artes y Creatividad y Emprendimientos Culturales y la Gestión de
Emprendimientos e Industrias Culturales. Esta estructura administrativa
evidencia la importancia estratégica que en el Ecuador se le da a los
emprendimientos culturales rentables y autosostenibles como forma de
desarrollo social y económico.

Y en Brasil, en el tema cultural, se identifica la Ley No. 12.343, de 2 de


diciembre de 2010, Plan Nacional para la Cultura - PNC, crea el Sistema
Nacional de Información y Culturales Indicadores - SNIIC y toma otras
medidas, trae varias referencias sobre el tema de estudio. Primero, señala que
es competencia de las autoridades públicas, promover y estimular los
emprendimientos culturales, valorizando los emprendimientos de economía
solidaria. Además contempla como estrategias de acción: participación del
Fondo Nacional de Cultura como socio de los emprendimientos culturales,
brindando oportunidades de emprendimiento, fomento de las incubadoras de
emprendimientos culturales en asociación con entidades públicas,
organizaciones sociales, instituciones educativas, agencias internacionales,
entre otros; la promoción del espíritu empresarial y el uso de tecnologías de la
información y comunicación en el fortalecimiento de la cultura; los
emprendimientos tradicionales y su inserción en las dinámicas comerciales
dentro del turismo.

3.3.4 Ciencia, tecnología e innovación.

Como se ha podido observar en apartados anteriores, el tema de la


innovación y la tecnología se articula bien con el emprendimiento empresarial,
por su altísimo valor económico, razón por la cual es común encontrar normas
específicas sobre el tema.

81
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Por ejemplo, en España, la Ley 14/2011, de 1 de junio, de la Ciencia, la


Tecnología y la Innovación, destina la Disposición adicional tercera a la joven
empresa innovadora, la cual debe tener una antigüedad inferior a seis años,
haber destinado como mínimo el 15% de los gastos totales de la empresa
durante el ejercicio anterior si la empresa tiene menos de dos años o en los dos
ejercicios anteriores si tiene más, a gastos de inversión, desarrollo e innovación
tecnológica, y el Ministerio de Ciencia e Innovación haya constatado mediante
evaluación de expertos, que la empresa desarrollará productos, servicios o
procesos tecnológicamente novedosos o sustancialmente mejorados con
respecto a lo que existe en el estado de la tecnología. Y ordena al Gobierno
aprobar el Estatuto de la joven empresa innovadora.

A nivel regional, la Ley 5/2013, de Estímulo a la Creación de Empresas


en Castilla y León, tiene como uno de sus objetivos el promover de manera
cuantitativa y cualitativa la creación de empresas innovadoras y de base
tecnológica, buscando no solo su creación, sino también su crecimiento y
competitividad. Para ello, ordena apoyar las acciones de I+D+i, la financiación
de estas empresas, los análisis técnicos para valorar la inversión en activos
tecnológicos, apoyar la creación de empresas de base tecnológica mediante la
utilización de la contratación precomercial y la compra pública innovadora,
entre otras estrategias y acciones. De modo similar la Ley 5/2013, de apoyo a
los emprendedores y a la competitividad e internacionalización de las pequeñas
y medianas empresas (PYMES) de la Región de Murcia, contempla
disposiciones de apoyo para emprendedores en materia de I+D+i, pero incluye
un aspecto adicional que no se menciona en las demás normas: el
asesoramiento y orientación en materia de propiedad industrial.

En México igualmente se encuentran normas sobre el tema, como el


Decreto 464 del 21 de mayo de 2014, Ley de Impulso al Conocimiento,
Competitividad e Innovación Tecnológica para el Desarrollo del Estado de
Chihuahua, en el cual desarrollan muchos elementos relacionados con el
fomento del emprendimiento. Así, desde el primer artículo sobre el objeto de la
ley, ella misma determina como uno de sus objetivos el de establecer los
mecanismos y apoyos que faciliten la promoción y creación como de
incubadoras de empresas del conocimiento o de base tecnológica, así como de
capital semilla y fondos de capital emprendedor (artículo 1, fracción XX; artículo
6, fracción XVII; artículo 70 y 72). Estos dos últimos son definidos por la norma
como apoyos de financiamiento o de capital que se concede a los nuevos
negocios cuando están en su etapa de incubación y etapas iniciales de
operación. Pero además, la ley autoriza el otorgamiento de premios con
entrega de recursos y apoyos a través de convocatorias públicas, equitativas y
transparentes para estimular a los emprendedores en materia ciencia,
tecnología e innovación. Siempre buscando que los desarrollos tecnológicos y
científicos que se convierten en aplicaciones comerciales den origen a nueva
empresas de alto valor agregado. Para dar cumplimiento a los fines de la
norma, la misma ley crea el Instituto de Innovación y Competitividad, como
organismo público descentralizado. Para terminar de conformar las
disposiciones legales en materia de emprendimiento y CT&I, la ley dedica un
capítulo al emprendimiento y a los negocios de innovación. Para ello está el
82
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Capítulo XV que destinan dos artículos para el tema del capital semilla y capital
emprendedor e insiste en la función del Instituto en coordinación con la
Secretaría de Economía y la Secretaría de Desarrollo Rural para promover
programas de emprendimiento, incubación y creación de nuevos negocios con
base en ciencia y tecnología. También en este Estado, se encuentra que la Ley
de Juventud para el Estado de Chihuahua la estipula en el artículo 7 que dentro
del Programa Estatal de Desarrollo Social y Humano, se deberá asesorar y
apoyar a los jóvenes emprendedores en la utilización de nuevas tecnologías.

De igual, también en México, se ubica la Ley de Ciencia, Tecnología e


Innovación del Estado de Sinaloa, Decreto número 687 del 8 de octubre de
2012. Esta ley es contundente al vincular la innovación con el emprendimiento,
de hecho es la ley de CT&I que más se desarrolla alrededor del concepto
emprendedor. Para iniciar, la Ley establece dentro de sus objetivos la
generación de mecanismos para promover la creación de incubadoras de
empresas del conocimiento y empresas del conocimiento o de base tecnológica
(Artículo 2). Y en este orden de ideas, define las incubadoras de empresas de
innovación de la siguiente manera: “Incubadoras de empresas de Innovación:
Espacios físicos o virtuales que cuentan con infraestructura experimental de
laboratorios y plantas piloto, y sistemas de gestión de negocios que apoyan la
generación de nuevas empresas, especialmente aquellas de alto valor
agregado o del conocimiento”. (Artículo 3 fracción XIV). Exige el apoyo a
nuevos negocios de innovación y dispone que el Consejo General de Ciencia,
Tecnología e Innovación tendrá entre sus facultades la de impulsar la creación
de nuevos negocios (Artículo 9 fracción II) y el Instituto de Apoyo a la
Investigación e Innovación la de diseñar y operar programas de apoyo a las
incubadoras de emprendimientos con nuevos negocios de innovación (artículo
14 fracción XVIII y XXI). Para rematar, esta ley destina todo el Capítulo XV al
emprendimiento y negocios de innovación, convirtiéndose en la ley de CT&I
que más énfasis pone en el emprendimiento en México.

Por otro lado, en Colombia, la Ley 1753 de 2015, Por la cual se expide el
Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 “Todos por un nuevo país”, en el
artículo 186 integra un único Sistema de Competitividad, Ciencia, Tecnología e
Innovación y determina que las redes Regionales de Emprendimiento, junto
con otros comités y consejos regionales, se integren a las Comisiones
Regionales de Competitividad de cada departamento. Y en esta misma línea, el
artículo 46 determina que el Fondo de Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones, además de las funciones asignadas en el artículo 35 de la
Ley 1341 de 2009, debe financiar planes, programas y proyectos para apoyar
emprendedores en todas las etapas del negocio cuando sean sector de
contenidos y aplicaciones digitales. Y en este mismo país, pero a nivel local, se
observa el Acuerdo Municipal 24 de 2012, “Por el cual se adopta el Plan de
Ciencia, Tecnología e Innovación de Medellín 2011-2021 como política pública
para el desarrollo de la innovación en la Ciudad”, el cual en el artículo tercero
determina que el Municipio de Medellín debe adoptar como programa
institucional el Parque del Emprendimiento, el cual tendrá como objetivo el
fomento de la cultura emprendedora y el apoyo a la creación de empresas de

83
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base tecnológica o de conocimiento, vinculados a las cadenas productivas de


salud, energía y TIC.

Y en Brasil, la Ley Federal No. 5.772 de 2005, por la cual se reorganiza


el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología – CONCIT-, establece entre sus
funciones la promoción de programas y actividades de innovación tecnológica y
emprendimiento, tanto en el sector público como en el privado, así como su
financiación con recursos del Estado.

Esto, solo por citar algunos ejemplos, porque en todos los países y
Estados, se encuentran normas específicas en materia de ciencia, tecnología e
innovación y su posterior introducción en el mercado.

3.3.5 Economía solidaria.

El emprendimiento no se visiona exclusivamente desde las sociedades


capitalistas, típicas en la distribución de las utilidades y la acumulación de
capital en el patrimonio de las personas. También se encuentra una amplia
variedad de normas que hacen referencia a la creación de empresas o
proyectos de emprendimiento desde el sector social, de la economía solidaria o
cooperativa. Para el caso de España, es claro que las cooperativas son
sociedades constituidas para realización de actividades empresariales, tal
como expresamente lo dispone el artículo primero de la Ley 27/1999, de 16 de
julio, de Cooperativas. Por ello, se encuentra la inclusión de las cooperativas en
algunas normas sobre emprendimiento, como en la Ley Foral 12/2013, de
apoyo a los emprendedores y al trabajo autónomo en Navarra, la cual, en el
artículo primero, entiende a los emprendedores como trabajadores autónomos,
pero también como cooperativistas.

Ecuador, por su parte, contempla múltiples normas en materia de


economía solidaria en relación con la creación de empresas. De hecho, la
misma Constitución, en el artículo 281, establece como responsabilidad del
Estado “Impulsar la producción, transformación agroalimentaria y pesquera de
las pequeñas y medianas unidades de producción, comunitarias y de la
economía social y solidaria.” En consonancia con lo anterior, el artículo 319 de
la Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria y del Sector Financiero
Popular y Solidario, reconoce diversas formas de organización de la producción
en la economía, como las cooperativas, las comunitarias, las familiares, las
empresariales tanto públicas como privadas. Esta misma ley acepta como una
de las formas de organización de la economía popular y solidaria, los
emprendimientos bajo otras formas denominadas por la ley como las unidades
socioeconómicas populares: “tales como, los emprendimientos unipersonales,
familiares, vecinales, las micro unidades productivas, los trabajadores a
domicilio, los comerciantes minoristas, los talleres y pequeños negocios, entre
otros, dedicados a la producción de bienes y servicios destinados al
autoconsumo o a su venta en el mercado, con el fin de, mediante el
autoempleo, generar ingresos para su auto subsistencia.” Y el Estatuto
Orgánico de Gestión Organizacional por Procesos del Ministerio de Agricultura,
Ganadería, Acuacultura y Pesca – MAGAP-, igualmente, hace algunas
84
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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referencias a los emprendimientos asociativos campesinos. Como se puede


observar, la misma normatividad abre el emprendimiento a todos los campos
posibles, con el interés de que las condiciones económicas de todos los
ciudadanos mejoren sin considerar aspectos específicos de carácter societario.

Del mismo modo que Ecuador, Bolivia cuenta con una amplia
normatividad en materia de emprendimientos colectivos, que inicia desde la
misma Constitución en la cual se señala que las pequeñas unidades
productivas por cuenta propia, tanto urbanas como rurales, gozan de un
régimen especial por parte del Estado, como asignaciones preferentes para
incentivar su producción, por ello se señala que se deberá fomentar las formas
comunitarias de producción, tal como lo establecen los artículos 47, 306, 307,
310 y 311. En esta misma línea, se encuentra la Ley No. 292, Ley General de
Turismo “Bolivia te espera”, de 25 de septiembre de 2012, en la cual se hacen
varias referencias a los emprendimientos turísticos de las comunidades rurales,
tanto de comunidades indígenas como de campesinos.

3.3.6 MIPYMES.

Solo en Europa, la prioridad de las PYMES se defiende sola con las


cifras, que contienen porcentajes altamente relevantes: “casi el 99% de las
aproximadamente 23 millones de empresas que existen en la Unión Europea
son PYME que dan empleo a las dos terceras partes de la mano de obra
privada y generan más de la mitad de la cifra de negocios del conjunto del
tejido empresarial. En España las PYME suponen el 99,86% de todas las
empresas dadas de alta en la Seguridad Social; representan el 64% del Valor
Aña - di do Bruto (VAB) y el 63% del empleo total. Su relevancia implica que
cualquier política orientada a la mejora del posicionamiento de nuestro país en
el entorno económico global, debe tomar en consideración de forma prioritaria
a las PYME.”82 Por ello, en el desarrollo de la investigación, en la revisión de
literatura económica, administrativa y jurídica sobre emprendimiento, se ha
encontrado que la relación entre emprendimiento y MIPYMES: micro, pequeñas
y medianas empresas, es un elemento constante en todos los documentos y
países.

Para el caso del Derecho mercantil español, “no existe distinción entre
grandes, medios y pequeños empresarios: todos están obligados a llevar una
contabilidad y todos cuentan con un instrumento de publicidad legal que es el
Registro Mercantil….”83 Se critica la ausencia en el Derecho español de “una
distinción clara entre grandes y pequeños empresarios (a efectos de atribuir a

82
CRISTETO BLASCO, Begoña. El fomento del emprendimiento y el apoyo a la PYME. En:
Economía industrial. No. 394, 2014, p. 19. La importancia de las PYME en España es clara, de
hecho, en el preámbulo de la Ley 11/2013, de medidas de apoyo al emprendedor, se lee lo
siguiente: “Dentro del tejido empresarial español, destacan por su importancia cuantitativa y
cualitativa las pymes y los autónomos. Los estudios demuestran que precisamente este tipo de
empresas y emprendedores constituyen uno de los principales motores para dinamizar la
economía española, dada su capacidad de generar empleo y su potencial de creación de
valor.”
83
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. En: Menéndez, Aurelio (Director). Lecciones de
derecho mercantil. Pamplona: Thomson Reuters, 2009, p. 49.
85
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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estos últimos una posición más aligerada).”84 También se hace el reclamo


respecto de una normatividad especial para los microempresarios: “Nuestro
legislador no ha dotado de un estatuto jurídico adecuado a las denominadas
«microempresas».”85 Aun que es claro sí ha sido de gran uso en el Derecho
administrativo.86

Sin embargo, la realidad es que la gran mayoría de emprendimientos


alrededor de todo el mundo y particularmente en los países en vías de
desarrollo, tienen las características de MIPYMES, de ahí su profundo vínculo
en la normatividad estudiada. Por ello, por ejemplo, en México, el “Acuerdo que
regula la organización y funcionamiento interno del Instituto Nacional del
Emprendedor”, expedido por el Secretario de Economía, contempla la
definición de MIPYMES y la Ley por excelencia de los Estados Unidos
Mexicanos para el fomento empresarial es la “Ley para el desarrollo de la
competitividad de la micro, pequeña y mediana empresa”. Desde el mismo
artículo sobre el ámbito de aplicación, esta ley hace referencia expresa a la
creación de empresas en los siguientes términos: “La presente Ley tiene por
objeto promover el desarrollo económico nacional a través del fomento a la
creación de micro, pequeñas y medianas empresas y el apoyo para su
viabilidad, productividad, competitividad y sustentabilidad.” Además, establece
como uno de sus objetivos promover la creación de una cultura empresarial
(artículo 4, fracción II, literal a), la constitución de nuevas empresas (literal c),
promover las condiciones para la creación y consolidación de las Cadenas
Productivas (literal f) y la creación y desarrollo de las MIPYMES en el marco de
la normativa ecológica (literal h). Y se ordena la constitución de incubadoras de
empresas y formación de emprendedores.

La clasificación de micro, pequeña y mediana empresa en México está


dada por el número de trabajadores que posee cada empresa y el monto de
ventas anuales, la cual se establece en el artículo 3 fracción III de la citada ley.
La misma ley aclara que en esta estratificación se incluyen los productores
agrícolas, ganaderos, forestales, pescadores, acuicultores, mineros, artesanos
y de bienes culturales, así como prestadores de servicios turísticos y culturales.
La Ley de protección, fomento y desarrollo de la micro y pequeña empresa de

84
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Manual de derecho mercantil. Vol.
I. 20 ed. Madrid: Tecnos, 2013, p. 89.
85
VICENT CHULIÁ, Francisco. Introducción al Derecho Mercantil. 19 ed. Valencia: Tirant Lo
Blanch, 2006, p. 107.
86
“Pero la contraposición entre grandes empresas, de una parte, y pequeñas y medianas
empresas, las PYMES, de otra -o, mejor, entre grandes y pequeños y medianos empresarios-,
relevante desde el punto de vista económico, ha trascendido, sin embargo, a la legislación
administrativa, que atendiendo distintos criterios clasificatorios trata en ocasiones de proteger a
los pequeños y medianos empresarios con medidas de muy distinto signo. En ocasiones, la
legislación mercantil se ha dejado influir por esta distinción.” ROJO, Ángel. Lección 2. El
empresario. Óp. Cit., p. 49. / “El Código de Comercio no establece una distinción clara entre los
empresario en función de su dimensión, de forma que el estatuto jurídico del empresario es, en
principio, único para todos ellos. No obstante, la clasificación económica que distingue entre
pequeñas, medianas y grandes empresas (en función de criterios diversos, como puede ser el
volumen de facturación, número de trabajadores y otros), se fue abriendo paso, primero en la
legislación administrativa, para pasar a ejercer también influencia en leyes mercantiles
especiales.” BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit. P. 921.
86
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El Salvador también cuenta con los mismos criterios para su definición, al igual
que Paraguay. En Uruguay, los criterios son el número de personas que ocupa
el valor de los activos. Y en Panamá el único criterio de clasificación son los
ingresos brutos o la facturación anual.

Pero más interesante es la clasificación que trae Honduras en el Decreto


No. 135-2008, Ley para el fomento y desarrollo de la competitividad de la
micro, pequeña y mediana empresa, norma que en sus definiciones trae los
conceptos de microempresa de subsistencia, microempresa de acumulación
simple, microempresa de acumulación ampliada, cuyas diferencias se basan en
dos aspectos: la generación de excedentes que permitan inversión en
crecimiento (no volumen de ventas) y el número de empleados. Como puede
verse, es inevitable hacer un símil con los tipos de emprendimiento ya vistos.

Se destaca de la normatividad existente en Panamá sobre MIPYMES,


que en la Ley 8 de 2000, de la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana
Empresa, se contempla la noción de las incubadoras de empresas y en la Ley
72 de 2009, que reforma la Ley 8 de 2000 y la Ley 33 de 2000 (que regulan la
micro, pequeña y mediana empresa), incluye el concepto de emprendedor,
crea fondos para el emprendimiento y adiciona múltiples referencias a estos
conceptos, evidenciando la inescindible relación entre emprendimiento y
MIPYMES. En este sentido, también la Ley No. 4.457/12, Para las micro,
pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) de Paraguay, incluye el concepto
de emprendedurismo, las incubadoras de empresas y la formación de
emprendedores.

3.3.7 Ética y Responsabilidad Social Empresarial.

En el marco de la constitucionalización del Derecho privado, se pone de


manifiesto la función social de la propiedad, presente con mayor fuerza en las
normas de los países latinoamericanos, principio que se ve reflejado en el
mercado, mediante la exigencia de la ética empresarial y la práctica de la
responsabilidad social empresarial o corporativa.

Esto se evidencia, solo por citar dos referencias, en la Constitución de


Ecuador y en la Constitución mexicana, la cual dispone en el artículo 25 que “al
desarrollo económico nacional concurrirán, con responsabilidad social, el sector
público, el sector social y el sector privado, sin menoscabo de otras formas de
actividad económica que contribuyan al desarrollo de la Nación.” Y en Perú, el
Tribunal Constitucional expresa que en una economía social de mercado, los
particulares deben ejercitar las libertades económicas con responsabilidad
social.87

Respecto de la función social, el emprendimiento se ve como un


instrumento para la inclusión de las personas menos favorecidas,

87
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. Nº 1963-2006-PA/TC, 5 de diciembre del
2006. Piura, Ferretería Salvador S.R.L.

87
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discapacitados, madres cabeza de familia, ancianos sin ingresos, personas con


baja autoestima, indígenas y artistas.

Esto, en términos empresariales, se ve reflejado en la ética y la


responsabilidad empresarial, aspecto este último que, incluso, es considerado
en la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo al Consejo, al
Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, Plan de
Acción Sobre Emprendimiento 2020. Este plan se asienta sobre tres pilares, Y
en el Pilar No. 1, sobre la educación en emprendimiento para la creación de
empresa, se expresa que las estadísticas evidencian que los jóvenes se
benefician del aprendizaje del emprendimiento desarrollando aptitudes y
actitudes como la creatividad, la iniciativa y el sentido de la responsabilidad.

Aspecto, éste último, bien conectado con el mundo empresarial actual, a


través de la denominada responsabilidad social empresarial o corporativa, la
cual ha venido sumando espacio en las normas relacionadas con la empresa y
que no fue ausente en las de emprendimiento. El país que mejor da muestra
de ello es España, que tiene múltiples disposiciones en este sentido, como
ninguno otro de los países estudiados, lo que lo lleva a constituirse en el país
modelo a seguir en la construcción jurídica de la responsabilidad social
corporativa en materia de emprendimiento.

Conforme lo anterior, se observa la Ley 5/2014, de Fomento y


Consolidación del Emprendimiento, el Trabajo Autónomo y las Pymes en la
Comunidad Autónoma de Canarias, la cual, en relación con la enseñanza no
universitaria, dispone que dentro de los contenidos que se deben introducir en
los decretos de desarrollo curricular, debe estar el fomento de “la
responsabilidad, la ética empresarial y la responsabilidad social”. Respecto de
esta última, más adelante la norma expresamente manifiesta que dentro de los
aspectos a tener en cuenta está el de “Promover la educación en los valores de
responsabilidad social que debe caracterizar el papel del empresariado en la
creación de empleo y como motor de la actividad económica, así como en
aquellos valores que caracterizan la actividad emprendedora.”

Dicha ley, en esta labor involucra, incluso, a las Cámaras Oficiales de


Comercio y las asociaciones empresariales, para desarrollar acciones
formativas en materia de emprendimiento, responsabilidad social corporativa y
ética empresarial.

Por su parte, la Ley 16/2012, de Apoyo a las Personas Emprendedoras y


a la Pequeña Empresa del País Vasco, exige el fomento y la incorporación del
concepto de ética empresarial y de responsabilidad social corporativa en todos
los niveles educativos, como una línea transversal del currículo. En este mismo
sentido, está la Ley 5/2013, de apoyo a los emprendedores y a la
competitividad e internacionalización de las pequeñas y medianas empresas
(PYMES) de la Región de Murcia.

La creación de empresas, el concepto de ética empresarial y papel del


empresario y su función decisiva en la creación de riqueza y generación de
88
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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puestos de trabajo, también se incluyen como temas en la Ley 10/2013, de


apoyo a emprendedores, autónomos y Pymes, expedida por el Parlamento de
La Rioja. Destinando, además, el artículo 14 solo al tema de la
Responsabilidad social, exigiendo acciones para que las actividades de los
emprendedores se realicen conforme con los principios establecidos en la
«Estrategia renovada de la Unión Europea 2011-2014 sobre la responsabilidad
social de las empresas».

Y evidenciando su trascendencia, la Ley 9/2013, del emprendimiento y


de la competitividad económica de Galicia, incorpora el compromiso ético a la
definición de actividad emprendedora y trata el tema del apoyo financiero de las
personas emprendedoras por parte de las empresas, como ejercicio de su
responsabilidad social empresarial. Por otro lado, la Ley 5/2013, de Estímulo a
la Creación de Empresas en Castilla y León, destina un artículo a definir lo que
se debe entender por la responsabilidad social de las personas
emprendedoras.

También se encuentra la referencia a las buenas prácticas en


responsabilidad social empresarial en la Ley 2/2012, de apoyo a los
emprendedores y las emprendedoras y a la micro, pequeña y mediana
empresa de la Comunidad Autónoma de las Illes Balears. Y en la Ley 2/2012,
de Medidas Urgentes de Apoyo a la Iniciativa Empresarial y los
Emprendedores, Microempresas y Pequeñas y Medianas Empresas de la
Comunitat Valenciana; siendo la Ley 5/2013, de 8 de julio, de apoyo a los
emprendedores y a la competitividad e internacionalización de las pequeñas y
medianas empresas (PYMES) de la Región de Murcia, la que desarrolla con
mayor énfasis el tema de la ética empresarial y la responsabilidad social
corporativa entre los organismos y órganos, emprendedores y las pymes de la
Región.

Finalmente, en Uruguay la definición de nuevo emprendimiento,


contemplada en la Ley 19.317, Biotecnología, toma en cuenta la producción de
bienes o servicios, de forma creativa, pero además, “responsable y ética.”

89
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CAPÍTULO II
EL EMPRENDEDOR EN EL DERECHO MERCANTIL

90
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Sumario: I. Marco constitucional. 1. El significado de la libertad de empresa. 1.1 El concepto


jurídico de empresa. 1.2 Libertad de empresa y otros conceptos jurídicos relacionados. 1.3 Otros derechos
que son presupuesto de la libertad de empresa. 1.3.1 El derecho a elegir profesión u oficio. 1.3.2 El derecho
a la propiedad privada. 1.3.3 Derecho a la libertad contractual o libertad de negociación. 1.3.4 El derecho de
asociación. 1.3.5 Libertad de concurrencia y libre competencia. 1.4 Contenido del derecho a la libertad de
empresa. 1.4.1 Derecho a iniciar la actividad empresarial. 1.4.2 Derecho a sostener en libertad la actividad
empresarial, libertad de ejercicio o de permanencia en el mercado. 1.4.3 Derecho a cesar la actividad
empresarial o salir del mercado. 1.4.4 Otros aspectos a considerar de la libertad de empresa. 2. Límites a la
libertad de empresa. 2.1 La facultad planificadora de la economía por parte del Estado. 2.2 El interés público.
II. Emprendedor y empresario. Notas conceptuales. 1. Concepto de empresario y emprendedor en
España. 1.1 Concepto de empresario. 1.1.1 Persona física o jurídica. 1.1.2 Capacidad para actuar. 1.1.3
Ejerce actividad mercantil. 1.1.4 Actividad organizativa. 1.1.5 La actividad debe ser habitual. 1.1.6 El ánimo
de lucro. 1.1.7 Titular de los derechos y obligaciones. 1.1.8 Sobre el registro. 1.2 Concepto de emprendedor
en España. 1.2.1 El concepto de emprendedor según las etapas de la actividad mercantil. 1.2.2 El concepto
de emprendedor según el tamaño del emprendimiento. 1.2.3 El concepto de emprendedor según la edad.
1.2.4 Las excepciones al concepto de emprendedor. 1.2.5 Conclusiones: las diferencias del concepto
emprendimiento y empresario. 1.2.6 El concepto de empresa emprendedora. 2. Concepto de empresario y
emprendedor en Latinoamérica. 2.1 Concepto de empresario. 2.2 Concepto de emprendedor en
Latinoamérica. 2.3 El concepto de reemprendedor. 2.3.1 El reemprendedor - empresario actual. 2.3.2 El
reemprendedor - empresario cesante. 2.3.3 El reemprendedor - empresario concursado.

I. Marco constitucional

El Derecho mercantil en general, sienta sus bases en el derecho de


libertad, principio consagrado en las constituciones políticas y que es la base
para muchos otros derechos que se derivan de este, como el de libertad de
empresa. Derecho que, a su vez, es presupuesto para adquirir la condición de
comerciante o empresario, para la creación de productos o servicios, y por
supuesto, para la creación de empresas y la introducción al mercado de bienes
o servicios a través de la ejecución de actos mercantiles. Por ello, hay quien
ha señalado incluso, que la libertad de empresa es el núcleo central del
derecho mercantil88.

De esta manera, la libertad de empresa se consolida como presupuesto


o marco también del emprendimiento, entendido en un modo inicial, como la
acción de inicio o creación de empresas y supuesto sobre el cual es imposible
entender la actividad creadora, innovadora y emprendedora de las personas
que se embarquen en un proceso que requerirá de inversiones, sobre todo en
dinero y tiempo.

Esta ineludible relación entre libertad de empresa y emprendimiento se


refleja en algunas normas que se han expedido en la materia, porque es clara
la importancia y preexistencia del principio de libertad de empresa para poder
desarrollar adecuadamente el aspecto normativo del emprendimiento, situación
que hace necesario hacer una revisión de este concepto jurídico para entender
el marco constitucional global en el que se desarrolla el emprendimiento en
Latinoamérica y España.

1. El significado de la libertad de empresa.

El derecho de libertad de empresa no aparece definido en ninguna


Constitución de los países revisados y su desarrollo doctrinal es basto y se

88
VICENT CHULIÁ, Francisco. Introducción al Derecho Mercantil. 19 ed. Valencia: Tirant Lo
Blanch, 2006, p. 41.
91
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vuelve complejo en cuanto vincula la economía, la teoría constitucional de la


intervención del Estado en la economía y los derechos fundamentales.

No obstante, dada la necesidad de hacer la lectura de este derecho a la


luz de la regulación jurídica del emprendimiento, es prioritario entrar a revisar
su significado para fijar sus alcances en la interpretación de las normas que
versan sobre los emprendedores y sus proyectos.

Pero antes, se precisa aclarar el concepto jurídico de empresa y los


demás derechos y libertades que se articulan con el de libertad de empresa.

1.1 El concepto jurídico de empresa.

Para obtener un marco conceptual jurídico de la libertad de empresa,


pero además del mismo emprendimiento89, es menester tener un acercamiento
previo al concepto de empresa desde el mismo Derecho, ya que ha sido
abarcado desde otros ámbitos del saber, particularmente desde la economía o
la administración, sin desconocer que la empresa es, antes que nada, un
fenómeno económico y social. Ello, además de reconocer y entender que en el
vocabulario común y muchas veces en el jurídico, se termina usando o
confundiendo el término empresa con el de sociedad comercial90 o con el de
establecimiento comercial91; y que, incluso, la misma doctrina jurídica presenta
múltiples interpretaciones y posiciones.

De manera global, se ha discutido ampliamente el concepto y su


contenido, llegando siempre a la conclusión de que no es posible una definición
única de empresa. De los estudios, se encuentran varias posiciones.

La primera posición, concibe la empresa como persona jurídica (teoría


subjetivista)92, como un sujeto con existencia y vida propia, bajo el argumento
de que la empresa sobrevive a la muerte del empresario, continuando con las
relaciones comerciales y contractuales; además de que puede arrendarse o
transferirse sin desaparecer y conservando su identidad. Así, se desplaza al
empresario como sujeto, quien entra a ser el primer empleado o en algunos
casos un elemento más de la empresa. Se reprocha de esta teoría, que no es
posible que la empresa siendo una cosa, sea al mismo tiempo sujeto y objeto

89
“La esencia de la empresa reside en el verbo emprender, llevar a buen término algún evento
que previamente se ha organizado”. MANGAS LÓPEZ, Víctor Eduardo. Introducción al derecho
empresarial. Editorial Trillas: México D.F., 2013, p. 11
90
Tal es el caso del Art. 931 del Código Civil de Brasil: “Art. 931. Ressalvados outros casos
previstos em lei especial, os empresários individuais e as empresas respondem
independentemente de culpa pelos danos causados pelos produtos postos em circulação.” Cf.
También: GUTIÉRREZ OSSA, Jahir A. El derecho empresarial internacional y el
reconocimiento del sujeto empresa. En: Revista CES DERECHO, Vol. 4, No. 1, (ene-jun de
2013), p. 25.
91
MANGAS LÓPEZ, Víctor. Óp. Cit., p. 11.
92
MORLES HERÁNDEZ, Alfredo. Curso de derecho mercantil: introducción, la empresa, el
empresario. T. I. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello. P. 220-221. FONT GALÁN, Juan
Ignacio. La empresa en el derecho mercantil. En: Guillermo Jiménez Sánchez (Coord.)
Derecho Mercantil I. Barcelona: Arial, 2009, p. 61-62.
92
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de derecho. Además, las críticas contra esta visión se han enfilado en señalar
que confunde la empresa con la sociedad, cuando se expresa que es la
empresa la que compra, la que vende o que la empresa es la que responde o
no ante terceros.93

Una segunda posición, contempla la empresa como patrimonio


separado94 del patrimonio civil del empresario (teoría patrimonialista), con una
finalidad determinada, con una administración interna propia, con nombre y con
representación ante terceros. Se sustenta en que aun destruidas las cosas,
subsiste la empresa o que extinguida ésta, subsisten los bienes. Esta teoría
recibe varias críticas, que apuntan a que aceptar esto, sería declarar la
empresa como patrimonio autónomo, el cual tiene unas condiciones jurídicas
específicas que no se cumplen en este caso. Además, ello implicaría, también,
la separación de la responsabilidad respecto del titular que es el empresario,
cosa que no es viable por la teoría de la imputación, de manera que no es
posible entender un patrimonio empresarial sin un sujeto jurídico que realice
actividades a través de dicho patrimonio. Finalmente, se sostiene que las
normas tampoco le reconocen autonomía al conjunto de bienes que forman
parte del patrimonio empresarial y, por el contrario, se somete a la unidad
patrimonial que corresponda al titular, sea éste persona física o jurídica.
Muestra de esto, para el caso de España, por ejemplo, es que los bienes
propios del empresario casado respaldan las obligaciones contraídas en su
ejercicio empresarial, conforme lo establece el artículo 6 del Código de
Comercio y que la Ley 14/2013, de apoyo a los emprendedores, crea la figura
del emprendedor de responsabilidad limitada, que permite a las personas
físicas evitar que su vivienda habitual sea afectada por la responsabilidad que
se deriva de sus deudas empresariales.

Derivada de la anterior, se encuentra otra postura, en la que se propone


la empresa como una universalidad95, como un conjunto de bienes, derechos y
relaciones jurídicas pertenecientes a una misma persona, con un destino
permanente y con una misma finalidad, que pierden su individualidad o por lo
tanto se les puede dar un trato indivisible. De esta teoría, se critica que en la
universalidad, como el caso de la herencia, se transmiten derechos y
obligaciones por disposición de la misma ley, cosa que no aplica cuando hay
trasmisión de la empresa.

93
Para el caso de Colombia existe la denominada “empresa unipersonal”, creada por Ley 222
de 1995, por la cual se modifica el Código de Comercio en relación con las sociedades. Esta
empresa unipersonal se crea cuando una persona física o jurídica, con calidades para ejercer
el comercio, destina parte de sus activos para la realización de una o varias actividades de
carácter mercantil. No obstante, para el caso, la empresa unipersonal, si bien no se considera
una sociedad, sí forma una persona jurídica mercantil, independiente de su creador, tal como lo
dispone el artículo 71 de dicha ley. Y a la cual se aplican preferencialmente las normas
relativas a las sociedades de responsabilidad limitada. Por el contrario, en Perú, Bolivia,
Uruguay y Argentina, la empresa unipersonal no forma una persona jurídica ni conforma un
patrimonio autónomo, sino que es el mismo empresario, que responde ilimitadamente con su
propio patrimonio.
94
MORLES HERÁNDEZ, Alfredo. Óp. Cit., p. 221. FONT GALÁN, Óp. Cit., p. 62-65.
95
MORLES HERÁNDEZ, Alfredo. Óp. Cit. P. 221-222. FONT GALÁN, Óp. Cit., p. 63.
93
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Una tercera y última teoría, describe la empresa como organización 96


(teoría organicista). Bajo esta perspectiva se mira la empresa como una unidad
organizada de todos los elementos que la componen, como un organismo
estructurado, no cosas meramente yuxtapuestas, sino integradas y articuladas
por la organización, con la que se busca la producción o intercambio de bienes
y servicios; “…se convierte en un organismo, en ente vivo, capaz de actuar”97, y
en virtud del cual se califican de mercantiles los sujetos y los actos que se
vinculen a ella. Se critica de esta posición que la idea organizadora no es una
noción jurídica y concretamente Rodrigo Uría manifiesta que la concepción
organicista, superada ya, tenía el riesgo de identificar empresa con
establecimiento mercantil.98

Todas estas posiciones son denominadas por la doctrina como teorías


atomistas, porque toman elementos aislados, sin considerar su fundamental
relación con otros aspectos de la empresa. Teorías que se contraponen a la
tesis unitaria, donde “la empresa es una unidad integral por virtud del mismo fin
económico que persigue, unidad que sustituye a la diversidad o individualidad
de los elementos que la integran.”99

Pero en general, el término empresa es plurívoco y hace referencia a por


lo menos cuatro conceptos: 1) a la actividad empresarial, 2) a la organización,
3) al patrimonio y 4) al sujeto.100

De hecho, ya de por sí, algunos sistemas jurídicos presentan problemas


internos (por ausencias, multiplicidad o contradicciones) para tener una
definición consensuada de empresa, situación que no es simple ni mucho
menos unificada en el derecho comparado, cosa que exige hacer una
aproximación de esta institución jurídica de manera individualizada en algunos
de los países estudiados.

Para efectos de este estudio y al margen del concepto económico de


empresa, se hará la revisión directamente normativa y jurisprudencial,
considerando solamente tres factores: los bienes o el patrimonio (que será
considerado como el criterio objetivo o patrimonial), el empresario, sea persona
física o jurídica (será el criterio subjetivo) o la actividad (que será el criterio
funcional).

Para iniciar, en México, undécimo país en el mundo en términos de


producto interno bruto, el Código de Comercio no define el concepto de acto

96
MORLES HERÁNDEZ, Alfredo. Óp. Cit. P. 223. OLIVENCIA RUIZ, Manuel. Derecho
mercantil y derecho de la empresa. En: Guillermo Jiménez Sánchez (Coord.) Derecho Mercantil
I. Barcelona: Arial, 2009, p. 24.
97
Ibíd., p. 25.
98
URÍA, Rodrigo. Derecho mercantil. Madrid: Marcial Pons, 2002, p. 33.
99
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit., p. 143. Estos autores
hacen mención a la concepción espiritualista como una tercera tesis, aparte de la unitaria y la
atomista, donde la empresa es concebida como un bien inmaterial o intangible que pertenece
al empresario y resulta de la actividad empresarial que ejerce éste.
100
VICENT CHULIÁ, Francisco. Óp. Cit., p. 64.
94
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de comercio ni de empresario ni de empresa101. Ante esta ausencia, la doctrina


y el Poder Judicial acuden al artículo 16 de la Ley Federal del Trabajo, el cual
dispone que “para los efectos de las normas de trabajo, se entiende por
empresa la unidad económica de producción o distribución de bienes o
servicios y por establecimiento la unidad técnica que como sucursal, agencia u
otra forma semejante, sea parte integrante y contribuya a la realización de los
fines de la empresa.” Esta definición es considera trunca por la doctrina, toda
vez que se limita a la producción y distribución, faltando el intercambio y el
consumo que es la etapa que le corresponde a los comerciantes102.

Bajo otra perspectiva, Quintana ofrece una interpretación más amplia e


integradora del concepto: “En el desenvolvimiento de la actividad comercial, la
empresa actúa como unidad económico-jurídica regulada por la Ciencia del
Derecho Mercantil desde el punto de la producción hasta el punto del consumo,
pasando por la intermediación de los bienes y servicios.”103

Ante la ausencia de una definición jurídica de empresa en la


normatividad federal de los Estados Unidos Mexicanos, Mangas López hace
una propuesta definiéndola como “toda acción que implica una realización o
motivo de emprender una labor que a todas luces es difícil, problemática y
entraña un grado de dificultad, es sinónimo de llevar a cabo un objetivo: su
realización.”104 Como puede observarse, la definición no contempla ningún
componente jurídico, pero se propone desde un criterio que se llamará
funcional, en el que empresa se destaca como una acción o actividad.

No obstante, tanto la doctrina como la norma, sí acuerdan en establecer


que la empresa mercantil es un conjunto de bienes, tanto materiales como
inmateriales y de derechos, que conforman un todo armónico y ordenado por
su titular, es decir, una unidad105.

Algunas normas, además del carácter patrimonial (criterio objetivo o


patrimonial, relacionado con los bienes y derechos), incluyen el ánimo de lucro.
En este sentido, el Estado de Nayarit cuenta con una definición en la Ley para
la competitividad y el empleo, publicada en el Periódico Oficial el 16 de
Septiembre de 2009, en los siguientes términos: “Artículo 2.- Para los efectos
de esta Ley se entenderá por: (…) VII. Empresas: Unidad de organización
dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios
con fines lucrativos.” Igual definición se lee en el artículo 2 de la Ley de Gestión
Empresarial y mejora regulatoria para el Estado de Aguascalientes.

101
Situación diferente se presenta a nivel estatal, dado que en las leyes de cada Estado sí es
posible encontrar definiciones expresas sobre lo que debe entenderse por empresa.
102
MANGAS LÓPEZ, Víctor. Óp. Cit., p. 12.
103
QUINTANA ADRIANO, Elvia Arcelia. Ciencia del derecho mercantil: teoría, doctrina e
instituciones. México D.F.: Editorial Porrúa y Universidad Nacional Autónoma de México, 2002,
p. 341.
104
MANGAS LÓPEZ, Víctor. Óp. Cit. p. 46.
105
Cf. Ibíd., p. 48; DÍAZ BRAVO, Arturo. Derecho mercantil. México D.F.: Iure Editores, 2006, p.
107-108 y QUINTANA ADRIANO, Elvia. Óp. Cit., p. 335. Como unidad que es, el art. 434-VII
del Código Federal de Procedimientos Civiles, prohíbe el embargo aislado de los elementos
indispensables para su operación.
95
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Además de las normas, algunos doctrinantes incluyen también el


propósito de lucro106, posición que no comparte Quintana Adriano, al señalar
que este aspecto no debería ser tenido en cuenta como un elemento esencial
de la empresa, porque también crean empresa las organizaciones no
lucrativas107, posición que ya es ampliamente asumida por la doctrina
española.108

Esta autora presenta una revisión sintética de las definiciones más


relevantes de la literatura jurídica en las cuales puede observarse una fuerte
influencia de la economía y una escasa o nula orientación jurídica.

Ya en la revisión normativa en México, se observa que el Estado de


Campeche sí tiene una definición de empresa en el artículo 3 de la Ley para el
fomento de las actividades económicas y empresariales, expedida por Decreto
número 128, publicado en el Periódico Oficial 2520 del 24 de diciembre de
2001, en la cual se dispone que “se considerará empresa la persona física o
moral que realice directamente actividades a que se refiere este artículo o las
que resulten de la integración de 2 o más empresas.”

Bajo esta definición, legal además, la empresa ya no se define desde un


criterio objetivo (bienes y derechos), sino que se basa en un criterio subjetivo-
funcional, donde la empresa es la persona que realiza las actividades
empresariales establecidas en el artículo 3, tales como las comerciales,
industriales, agrícolas, ganaderas, de pesca, silvícolas, artesanales y turísticas,
contemplando en todos ellos los bienes o servicios para la enajenación o
destinación al mercado.

Siguiendo este criterio subjetivo, con prioridad pero no desde la persona


física sino la jurídica, se encuentra que el Estado de Veracruz trae una
definición de empresa en la Ley de fomento económico para el Estado de
Veracruz de Ignacio de la Llave, publicada en la Gaceta Oficial, el 30 de enero
de 2009: “Artículo 4. Para efectos de esta Ley se entenderá por: (…) X.
Empresa. Persona jurídica, cualquiera que sea su régimen legal, cuya actividad
principal consista en la producción de bienes y servicios destinados al
mercado. Las personas físicas con actividad empresarial se consideran
equiparables a esta categoría.”

Esto lleva inevitablemente a concluir que para esta ley, empresario y empresa
corresponden al mismo concepto y realidad jurídica. De hecho, la norma no
define al empresario y éste término solo lo usa en dos oportunidades,

106
DIAZ BRAVO, Arturo. Óp. Cit., p. 109.
107
QUINTANA ADRIANO, Elvia. Óp. Cit., p. 341.
108
La doctrina jurídica de España ha entendido que el ánimo de lucro no forma parte de la
esencia misma de la actividad empresarial, toda vez que existen actividades económicas,
empresas y empresarios civiles, no mercantiles, como es el caso de la pesca, la agronomía, la
ganadería, la artesanía y el ejercicio de las profesiones liberales, por ejemplo; además del
ejercicio empresarial por parte de personas jurídicas que no tienen ánimo de lucro como las
cooperativas, las asociaciones, fundaciones y entidades o empresas públicas.
96
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generando mayor confusión a la hora de establecer los alcances jurídicos que


deben darse tanto a la empresa como al empresario, en términos de derechos
y obligaciones, además de los problemas que presenta para un adecuado
manejo de la técnica jurídica.

Podría pensarse, inicialmente, que bajo este concepto el Legislador


simplemente está haciendo uso del término empresa como un sinónimo de
persona jurídica o concretamente de sociedad comercial, lo que facilitaría
evacuar una discusión jurídica de manera más ágil; sin embargo, existen dos
variables que no permiten cerrar la discusión bajo esta hipótesis: primero, la
segunda parte de la definición expresamente señala que las personas físicas
se equiparan a la primera, es decir, que empresa es cualquier persona jurídica
con actividad empresarial; segundo, se reconoce la persona jurídica con
independencia de su régimen legal, lo que cubre tanto las personas morales o
jurídica con ánimo de lucro, como aquellas que no lo tienen, e incluso, bajo un
análisis exegético, las personas morales o jurídicas públicas y privadas. Así,
quedaría desvirtuada la probabilidad de que el concepto empresa pudiera
entenderse por sociedad comercial, manteniendo la ambigüedad.

En esta misma dirección, la Ley de Fomento a la competitividad y


desarrollo económico para el Estado de Baja California, publicada el 10 de
junio de 2005, también entiende por empresa la persona física o moral (natural
o jurídica), así como la Ley de Desarrollo Económico para el Estado de
Durango, del 31 de octubre de 2012. Esta última, incluye en su definición, que
pueden ser tanto personas nacionales como extranjeras y que la actividad
económica que ejercen, pueden hacerlo solas o aliadas en cualquier forma de
asociación empresarial.

Además, se encuentra la definición establecida en la Ley para la


Promoción y Desarrollo de los Jóvenes Emprendedores del Estado de Sinaloa,
Decreto 969, publicado en el Periódico Oficial el del 27 de noviembre del 2013,
donde empresa (igualmente bajo el criterio personalista-funcionalista) es “la
persona física o moral legalmente constituida, cuyo objeto sea el de llevar a
cabo actividades económicas para la producción o el intercambio de bienes o
servicios para el mercado.” Idéntica redacción contienen la Ley de Desarrollo
Económico y Competitividad para el Estado de Quintana Roo, del 11 de
septiembre de 2007 y en el Decreto 94, Ley para el Desarrollo y Competitividad
Económica del Estado de Guanajuato y sus Municipios, publicado en el
Periódico Oficial el 15 de noviembre de 2013.

Incluso, tomando todas las anteriores definiciones, haciendo no énfasis


en el criterio subjetivo sino en el funcional, también podría llegar a interpretarse
que las empresas no son en sí las personas sino realmente los actos
mercantiles, porque indistintamente que las leyes señalen que se entenderá
por empresa la persona física o jurídica (moral), ello en sí mismo no alcanza a
determinar el alcance de mercantil, porque lo que realmente le da dicha
connotación es el requisito de llevar a cabo actividades económicas, al fin y al
cabo, las actividades de este tipo solo lo hacen las personas, por lo que en
esencia, lo primero estaría sustancialmente incorporado en lo segundo.
97
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Frente a la ambivalencia conceptual en las normas mexicanas,


Nicaragua cuenta con una definición propuesta en el Reglamento de la Ley de
Promoción y Fomento de las Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ley
MIPYME), en donde empresa es toda “unidad económica propiedad de una o
más personas, natural o jurídica que tiene por objeto la elaboración,
transformación o comercialización de bienes o servicios con la finalidad de
ofrecerlos a los mercados nacionales e internacionales”. Así, esta propuesta
hace énfasis en los criterios objetivo y funcional, sin incorporar el componente
societario ni el ánimo de lucro, permitiendo englobar en pocas líneas los bienes
materiales e inmateriales, las personas físicas o jurídicas, con ánimo o sin
ánimo de lucro, vinculando los procesos de industria, comercio y servicios al
mismo tiempo, sin discriminar sectores económicos; esto facilita comprender,
también, como empresas, las unidades económicas destinadas a la ganadería,
la pesca, la agricultura y las artesanías, aun cuando sean realizadas por una
sola persona, siempre y cuando el interés sea introducir en el mercado el bien
o el servicio generado con dicha unidad.

Respecto de esta última observación, se encuentra en Colombia, la


definición dada en el artículo 2 de la Ley 590 de 2000, por la cual se dictan
disposiciones para promover el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas
empresas109, publicada en el Diario Oficial No. 44.078 el 12 de julio de 2000, y
en donde se presenta la empresa como “toda unidad de explotación
económica, realizada por persona natural o jurídica, en actividades
agropecuarias, industriales, comerciales o de servicios, en el área rural o
urbana”, logrando superar también el aspecto meramente comercial e
industrial, para englobar las actividades agropecuarias, pero centrándose en el
criterio objetivo.

En sintonía con la anterior definición y bajo el criterio objetivo, el Código


Sustantivo del Trabajo110 de ese mismo país, trae otra definición en el artículo
194111, entendiendo empresa como “toda unidad de explotación económica o
las varias unidades dependientes económicamente de una misma persona
natural o jurídica, que correspondan a actividades similares, conexas o
complementarias y que tengan trabajadores a su servicio.”

No obstante, Colombia sí cuenta con una definición de empresa en el


artículo 25 del Código de Comercio, en los siguientes términos: “Se entenderá
por empresa toda actividad económica organizada para la producción,
transformación, circulación, administración o custodia de bienes, o para la
prestación de servicios. Dicha actividad se realizará a través de uno o más
establecimientos de comercio.” Aquí, la empresa es entendida como actividad
y el establecimiento de comercio o la unidad de explotación económica, solo el
vehículo para ello, de manera que las dos primeras propuestas normativas no
se articulan con el Derecho mercantil.

109
Modificada en el artículo segundo por el artículo 43 de la Ley 1450 de 2011, Plan Nacional
de Desarrollo 2011-2014: Prosperidad para Todos.
110
Adoptado por el Decreto Ley 2663 del 5 de agosto de 1950.
111
Modificado por el artículo 32 de la Ley 50 de 1990.
98
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En la Ley de Mipymes es entendible que se resalte el aspecto objetivo


de la empresa, toda vez que el valor de los activos es uno de los dos
parámetros que entran a tenerse en cuenta para clasificar las empresas como
micro, pequeñas y medianas. No obstante, el otro parámetro es, justamente, el
número de trabajadores, lo que evidencia la falta de técnica jurídica empleada
por el legislador al no haber articulado la definición de la ley posterior con la ley
anterior, en virtud de su contenido y vigencia.

También puede observarse, que la definición del Código de Comercio


entiende la empresa como actividad económica organizada para lo cual se
utilizan bienes, mientras que las definiciones de la Ley de Mipymes y el Código
Sustantivo del Trabajo se centran en la unidad de explotación, para algunos
más cercana al concepto de establecimiento de comercio que al de empresa
propiamente112; pero en el lado opuesto de lo evidenciado en la normativa
mexicana, no hay un criterio subjetivo que identifique la empresa con el sujeto,
sea este persona física o jurídica113. De hecho, el mismo Código de Comercio
marca claramente la diferencia cuando en el artículo 98 sobre la sociedad
mercantil, establece que esta se constituye por el contrato de dos o más
personas que se obligan con el fin de “repartirse entre sí las utilidades
obtenidas en la empresa o actividad social”, reforzando el aspecto funcional del
concepto.

A diferencia de Colombia, y aunque comparten el mismo origen civilista,


Chile no tiene una definición de empresa en su Código de Comercio, pero al
igual que México y Colombia, cuenta con una definición en el artículo 3 del
Código del Trabajo, en donde “se entiende por empresa toda organización de
medios personales, materiales e inmateriales, ordenados bajo la dirección de
un empleador, para el logro de fines económicos, sociales, culturales o
benéficos, dotada de una individualidad legal determinada”, orientándose
igualmente por un criterio objetivo que de nuevo es identificado con el
establecimiento de comercio114. No así, algunos doctrinantes chilenos115 se
inclinan a reconocer la empresa como la actividad del empresario.

Para el caso de Perú, la doctrina señala que la legislación peruana se


refiere a la empresa, en unos casos, como sujeto de derechos y obligaciones;

112
BONILLA REYES, Julio Enrique. La empresa y el empresario. En: Revista de Derecho
Privado, No. 3, enero-junio de 1998, p. 109.
113
Aclarando que el criterio subjetivo en el sentido que se usa aquí, hace referencia sujeto, sea
persona física o jurídica; no bajo la connotación de las teorías clásicas que otorgan personería
a las empresas, tratándolas como sujetos de obligaciones y derechos en sí mismas, con
independencia de la persona y el patrimonio del empresario o que incluye a éste como uno de
sus elementos, posición que se encuentra ya superada ampliamente por la doctrina.
114
ARTEAGA ECHEVERRÍA, Ignacio. En busca del concepto jurídico de empresa. En: Revista
Chilena de Derecho. Vol. 29, No. 3, 2002, p. 610.
115
Ibídem.
99
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en otros, como un objeto de derecho, para éste último caso, como se evidencia
de las múltiples referencias que existen a la empresa en el Código Civil.116

Pero al igual que Colombia, en la Ley No. 28015, Ley de Promoción y


Formalización de la Micro y Pequeña Empresa, promulgada el 3 de julio del
2003, define la micro y pequeña empresa como unidad económica. Pero lo
destacable sobre el tema en este país, es que la anterior Ley de
Reestructuración Patrimonial, Decreto Legislativo No. 845, definía la empresa
en el artículo primero117, como una organización económica y autónoma. No
obstante, dicha Ley fue derogada por la Ley No. 27809, Ley General del
Sistema Concursal, del 8 de agosto de 2002, la cual ya no contempló la
definición de empresa sino la de actividad empresarial, definiéndola en el
artículo primero, como la “actividad económica, habitual y autónoma en la que
confluyen los factores de producción, capital y trabajo, desarrollada con el
objeto de producir bienes o prestar servicios”, pasando a un criterio funcional,
pero obviando en su redacción al empresario. Y donde, de hecho, hay que
decir que -como dato curioso- dicha ley no tiene ni una sola referencia a la
empresa ni una sola referencia al empresario, haciendo solo alusión al
patrimonio (bienes, derechos y obligaciones) y al deudor.

Ya en el otro lado del continente, al igual que en el resto de países pero


con mayor precisión conceptual y desarrollo teórico, España tiene claro que se
ha ido evolucionando de lo meramente comercial a lo empresarial y ahora al
mercado, pasando -en consecuencia- del derecho comercial (de allí el uso del
Código de Comercio), al derecho de la empresa y ahora al derecho del
mercado, situación que hoy se refleja en el Proyecto de Código Mercantil118.

Pero de igual modo, España tampoco presenta en el Código de


Comercio una definición del término empresa. Un sector de la doctrina
sostiene que el Código realmente no tiene por qué definirla, dado que no
corresponde a un término propiamente jurídico sino que es un concepto que
toma de la economía y que, por tanto, el Derecho debería adoptarlo como
concepto jurídico.119 En contraposición, otros expresan que la definición de
empresa de la economía está siendo superada porque no se ajusta a lo que se
exige en Derecho.120 Gallego Sánchez tampoco comparte la primera posición,
por ello señala que si bien el concepto jurídico de empresa se basa en el
económico, no se identifica con él porque, entre otras razones, la “noción

116
GALVÁN PAREJA, Gustavo. Apuntes sobre el uso del término empresa en la doctrina y en
la legislación peruana. En: Revista de la Facultad de Ciencias Económicas. Año 2, No. 5, 1997,
p. 97.
117
“Empresa.- Toda organización económica y autónoma en la que confluyen los factores de
producción, capital y trabajo, con el objeto de producir bienes o prestar servicios, establecida
de hecho o constituida en el país al amparo de cualquiera de las modalidades contempladas en
la legislación nacional. Se incluye a las sucursales en el Perú de organizaciones o sociedades
extranjeras.” Art. 1, Decreto Legislativo No. 845, Ley de Reestructuración Patrimonial del Perú.
118
Cf. GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 40.
119
BROZETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit., p. 140.
120
URÍA, Rodrigo. Óp. Cit. P. 31.
100
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jurídica de empresa está anudada exclusivamente a aquellos aspectos del


fenómeno económico con relevancia para el Derecho.”121

Sin embargo, en el sistema jurídico español sí se encuentra una


definición general122 en la disposición adicional cuarta, de la Ley 15/2007, de 3
de julio, de Defensa de la Competencia, publicada en el BOE núm. 159 de
2007, que dice así: “se entiende por empresa cualquier persona o entidad que
ejerza una actividad económica, con independencia del estatuto jurídico de
dicha entidad y de su modo de financiación”, identificando la empresa con el
sujeto que ejerce una actividad, como se observó en las normas mexicanas.

Esta posición, de entender por empresa al empresario, se repite en la


Ley 3/2004, de 29 de diciembre, por la que se establecen medidas de lucha
contra la morosidad en las operaciones comerciales, la cual, en el artículo
segundo123 entiende por “empresa, a cualquier persona física o jurídica que
actúe en el ejercicio de su actividad independiente económica o profesional.”124

Pero si bien las normas asumen un criterio subjetivo de empresa, la


doctrina española, considera tanto los aspectos patrimoniales 125 como
subjetivos de la empresa126, pero siempre recogiendo los aspectos de
organización y unidad económica o productiva 127. Así, Bercovitz Rodríguez la
define como la “organización de medios personales, materiales e inmateriales,
para la producción de bienes o servicios para el mercado. Pero esa
organización de medios en que consiste la empresa necesite
imprescindiblemente estar atribuida a una persona con capacidad jurídica, esto
es, a un empresario.”128 Aquí, si bien contempla la organización de los bienes
atribuida al empresario y contempla la producción de bienes y servicios, deja
por fuera la actividad expresamente comercial o de intercambio de bienes.
Incluso, bajo una lectura literal, es difícil pensar en la sola producción de un
servicio sin su comercialización, como el caso de un banco que diseña todo un

121
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 52.
122
En el sistema jurídico español igualmente se encuentran otras definiciones de empresa pero
de contenido muy específico que no son pertinentes desarrollar, en las que se hacen
definiciones de empresas en particular, ejemplo: empresa de inserción: Art. 4, Ley 44/2007, de
13 de diciembre, para la regulación del régimen de las empresas de inserción; pequeñas y
medianas empresas: Art. 1, Ley 1/1994, de 11 de marzo, sobre el Régimen Jurídico de las
Sociedades de Garantía Recíproca; o empresa de trabajo temporal, Art. 1, Ley 14/1994, de 1
de junio, por la que se regulan las empresas de trabajo temporal.
123
Modificado por el art. 1.1 de la Ley 15/2010, de 5 de julio, de modificación de la Ley 3/2004,
de 29 de diciembre, por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las
operaciones comerciales.
124
Frente a esta situación, la doctrina española en materia laboral, ha señalado que no se
deben confundir la empresa y el empresario, entendiendo la primera como una unidad
productiva. Cf. FERNÁNDEZ MARCOS, Leodegario. Derecho individual del trabajo. Madrid:
Universidad Nacional de Educación a Distancia, 2014, p. 110.
125
BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, Alberto. Apuntes de derecho mercantil. Pamplona:
Thomson Aranzadi, 2008, p. 181. / FONT GALÁN, Juan Ignacio. Óp. Cit., p. 58 y 63.
126
FONT GALÁN, Juan Ignacio. Óp. Cit., p. 61.
127
Ibíd., pp. 73-74 y 76. Para Broseta y Martínez este aspecto es el más relevante, por ello
señalan que la empresa “es, sobre todo, una organización patrimonial productiva y dinámica.”
Óp. Cit., p. 140.
128
BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, Alberto. Óp. Cit., p. 181.
101
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producto de atención financiera personalizada para transportadores, pero no lo


comercializa o de una empresa de servicios de estética que idee un paquete de
servicios integrales de cuidado de la piel y que no los oferte. De manera, que
se considera que esta definición adolece de la comercialización de bienes y
servicios.

Por otro lado, se expresa que la empresa es dos cosas: por un lado, el
fruto o el resultado de la actividad tanto creadora como organizativa del
empresario; pero al mismo tiempo, es el instrumento que usa éste para realizar
una actividad económica en el mercado129, de manera que la empresa contiene
en su naturaleza dos componentes: ser la actividad del empresario y ser una
cosa. Al ser una cosa, es algo externo y distinto al empresario (a diferencia de
lo expresado en las leyes ya vistas), lo cual permite formar parte de su
patrimonio y por tanto, ser objeto de múltiples acciones jurídicas sobre él, como
gravarlos o transferirlos, sea por transmisión voluntaria o forzosa. Esto implica
que al ser la empresa una cosa distinta del empresario, una misma empresa
puede tener sucesivamente distintos titulares en virtud de los negocios jurídicos
que se pueden realizar sobre ella.130 Y que, además, tiene un valor
económico.

En relación con esto último, la doctrina señala que la empresa, como


unidad de bienes organizados, posee un valor económico superior al que
resultaría de valorar individual y aisladamente cada uno de los elementos que
le componen o integran, sean estos objetos o derechos, dado que la
organización y la unidad que le son propias, le permiten realizar una valoración
integral.131

Pero, a pesar de ello, cada bien o derecho que se integra a la empresa


no pierde su naturaleza, sino que por el contrario, conserva su régimen jurídico;
así, la vinculación de trabajadores dependientes se sigue rigiendo por el
derecho laboral, las marcas y patentes por la propiedad industrial, las cuentas
bancarias por el derecho financiero, cada bien se puede avaluar de manera
independiente y conforme las normas según el tipo de bien, y cada bien puede
ser sustituido por otros sin que haya rompimiento de dicha unidad, mientras
permanezcan bajo la organización132.

Después de esta revisión normativa, queda claro que el concepto de


empresa no es unívoco. De hecho, algunas nociones jurídicas de empresa se
basan en el concepto económico, de manera que el concepto jurídico lo que
hace es basarse en los aspectos del fenómeno económico que sean relevantes
para el Derecho. “Esto explica que no exista un único concepto jurídico de
empresa, sino una pluralidad de nociones diseñadas precisamente en atención
a los aspectos económicos relevantes para cada sector del ordenamiento. Hay

129
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit., p. 142.
130
BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, Alberto. Óp. Cit., p. 224.
131
SÁNCHEZ CALERO, Fernando y SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE, Juan. Instituciones de
derecho mercantil. Vol. I. Pamplona: Arazadi-Thomson Reuters, 2009, p. 106. / BROSETA
PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit., p. 143.
132
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 143.
102
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así un concepto de empresa específico del derecho fiscal o del administrativo o


laboral, por ejemplo”.133

Sin embargo, no por ello, las multiplicidad de propuestas dejan de tener


aspectos comunes en la discusión, que permiten ofrecer una base para
entender la libertad de empresa en el marco del emprendimiento; aspectos que
giran de uno u otro modo alrededor del carácter patrimonial (bienes y
derechos), subjetivo (persona física o jurídica) o funcional (organización de
bienes/derechos y actividad económica).

De igual modo, el concepto seguirá estando en el foco de las


discusiones doctrinales y seguramente normativas y judiciales, en la medida
que se vayan incorporando nuevos fenómenos sociales con relevancia
económica, como ha sucedido con las tecnologías de la información (empresas
virtuales) y ahora con el emprendimiento.

Ahora bien, en la literatura jurídica se identifican varias referencias a la


finalidad de la empresa. Para unos, la finalidad es la producción para el
mercado de bienes o servicios134, para otros, la finalidad “es satisfacer
necesidades de terceros en el mercado”135; como sea, bajo esta perspectiva, la
empresa apunta al mercado y está en función de los sujetos externos. Por ello,
no podría ostentar la calidad de empresario quien produce para sí mismo 136,
como tampoco el que produce para su propia familia.137

Lo anterior, si se mira la finalidad interna y objetiva de la empresa; sin


embargo, bajo el supuesto que la empresa carece de sentido en sí misma si no
es en función de un empresario, que es quien organiza los bienes y ejerce la
actividad mercantil, la finalidad de ella debería estar afincada no en ella misma
sino en la finalidad de quien la crea y/o la usufructúa138. Así, la finalidad de la
empresa, no está simplemente en función del mercado como tal, sino en la
obtención de una ganancia139, con independencia de que haya ánimo de lucro
o no, porque de no haber utilidad la empresa se hace inviable y terminaría
liquidándose de manera obligatoria.

En último lugar, en las normas y en la doctrina jurídica, las empresas


cuentan con algunas clasificaciones, dependiendo del aspecto que se quiera
destacar. Así, según la naturaleza jurídica de la actividad, se observa la

133
Ibíd., p. 609.
134
SÁNCHEZ CALERO, Fernando y SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE, Juan. Óp. Cit., p. 107.
135
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 52.
136
SÁNCHEZ CALERO, Fernando y SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE, Juan. Óp. Cit., p. 107.
137
“Y el fin perseguido por la actividad así caracterizada habrá de ser la producción de bienes o
servicios o el cambio de los mismos en el mercado, y no el goce o consumo directo por el
producto o su familia. Sólo ejercitará una empresa quien produzca o cambie para satisfacer la
demanda del mercado.” URÍA, Rodrigo. Óp. Cit., p. 32.
138
Tal es el caso que plantea la Ley española 27/1999, de cooperativas, la cual señala que
estas son sociedades constituidas por personas para “la realización de actividades
empresariales, encaminadas a satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas y
sociales.” (Art. 1), reforzando la finalidad en el sujeto, antes que en la actividad misma.
139
SÁNCHEZ CALERO, Fernando y SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE, Juan. Óp. Cit., p. 107.
103
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clasificación de empresas civiles y mercantiles, en donde las primeras se


dedican a actividades mercantiles no económicas como la pesca, la ganadería,
la agricultura, las artesanías y el ejercicio de las profesiones liberales140, lo que
implica la noción de empresario civil. 141 También está la categorización clásica
por grandes sectores, en empresas de producción, de comercialización y de
servicios o intermediación, y en algunas normas se incluyen las agrícolas o
agropecuarias, como adicional a las anteriores142.

También está la clasificación según el sector económico, de ahí que en


las normas de todos los países se encuentren conceptos como empresas
agrícolas, empresas mineras, empresas de telecomunicaciones, empresas de
transporte, empresas de servicios públicos, empresas turísticas, entre otras.

De igual modo, se observa la clasificación según el tamaño, de ahí la


existencia de términos jurídicos como los de microempresas, pequeñas
empresas, medianas empresas143, grandes empresas144 o empresas de gran
dimensión145.

Además, se encuentran normas que hacen referencia a empresas


concretas, como a la agroempresa146 o a la empresa familiar. Incluso, como en
el caso de España, la empresa familiar agraria147. Particularmente para el tema
de los emprendimientos, es relevante el concepto de empresa familiar. Lo
anterior, dado que la mayoría de emprendimientos e incluso de empresas
consolidadas en los países de economías de mercado, corresponde a micro,
pequeñas y medianas empresas, de las cuales en una enorme proporción son
empresas constituidas entre familiares148.

140
JIMÉNEZ SÁNCHEZ, Guillermo (coord.) Nociones de derecho mercantil. Madrid: Marcial
Ponds, 2002, pp. 31-32.
141
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit., p. 90. / VICENT
CHULIÁ, Francisco. Óp. Cit., p. 101. / BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, Alberto. Óp. Cit. p.
184.
142
Ej. Ley para el fomento de las actividades económicas y empresariales, expedida por
Decreto número 128, publicado en el Periódico Oficial 2520 del 24 de diciembre de 2001, del
Estado de Campeche en México. O la Ley la Ley 590 de 2000, Ley de Mipymes de Colombia.
143
Ej. Ley para el desarrollo de la competitividad de la micro, pequeña y mediana empresa de
México; Ley de protección, fomento y desarrollo de la micro y pequeña empresa de El
Salvador; Ley N° 4.457/2012, para las micro, pequeñas y medianas empresas, de Paraguay;
Ley Núm. 20.416, fija normas especiales para las empresas de menor tamaño, de Chile.
144
Ej. Real Decreto 56/2016, de 12 de febrero, por el que se transpone la Directiva 2012/27/UE
del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2012, relativa a la eficiencia
energética, en lo referente a auditorías energéticas, acreditación de proveedores de servicios y
auditores energéticos y promoción de la eficiencia del suministro de energía. De España.
145
Este último concepto es empleado en la Ley Concursal de España.
146
Definida como “La unidad de producción, transformación, industrialización o
comercialización de productos o subproductos agropecuarios, integrada por productores
rurales y los medios de producción que la conforman.” Art. 7, de la Ley de desarrollo rural
sustentable del Estado de Jalisco, en México.
147
Ley 9/1985, de 24 de mayo de 1985, de Modernización de la empresa Familiar Agraria.
148
GALLEGO DOMÍNGUEZ, Ignacio. La empresa familiar: su concepto y delimitación jurídica.
Cuadernos de Reflexión de la Cátedra PRASA de Empresa Familiar, Nº 14. Universidad de
Córdoba, España. Marzo de 2012, p. 4. / DÍAZ GÓMEZ, Ma. Angustias y DÍAZ GÓMEZ, Elicio.
Reflexiones sobre el Real Decreto Español 171/2007, de 9 de febrero, por el que se regula la
104
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Respecto de esta noción, valga decir con la doctrina, que “no existe un
concepto unívoco, ni jurídico ni económico de «empresa familiar».”149 No
obstante, la doctrina propone considerar este concepto en dos sentidos: uno,
en el de la microempresa familiar, compuesto por un grupo pequeño en el que
no hay un trabajado pagado con salario, sobre todo dedicado a negocios
artesanales y agrarios; y otro, de sociedad familiar de capital, creada por una o
varias familias, que se transmite de generación en generación, manteniendo la
unidad, organización y gestión de la empresa150, a lo cual se le suman algunas
variables: que una familia o miembros de ella, tengan el control legal sobre la
empresa; que los miembros de la familia, además, formen parte de la dirección
de la empresa o de la sociedad; o los propietarios son familia, pero han cedido
la administración a personas externas a ella.

La empresa familiar no ha pasado completamente desapercibida en las


normativas Iberoamericanas, y de hecho se encuentra su mención en textos
doctrinales, normativos y jurisprudenciales. De hecho, la Constitución Política
de Venezuela, en el artículo 308, expresamente dispone que el Estado
promoverá y protegerá la empresa familiar. Y en el la Ley de Desarrollo Rural
Integral Sustentable para el Estado de Chihuahua, Decreto No. 707 de 2011,
en México, se trae como una de las obligaciones del Gobierno, impulsar la
creación de empresas familiares (Art. 89). Y el artículo 21 de la Ley de Minería
del Ecuador, también hace referencia a las empresas familiares, entre otras
disposiciones que se encuentran en los países estudiados. Para el caso de
España, este país cuenta con el Real Decreto 171/2007, de 9 de febrero, por el
que se regula la publicidad de los protocolos familiares.151

1.2 Libertad de empresa y otros conceptos jurídicos


relacionados.

Teniendo ya una noción básica de empresa para entender los alcances


del derecho a la libertad que se tiene de ella, también hay qué decir que la
noción de libertad de empresa tampoco es del todo definida y mucho menos se
evidencia un concepto unificado en la normatividad de los distintos sistemas
jurídicos examinados en esta investigación. De hecho, son múltiples los
conceptos que se identifican y entrelazan alrededor de este: libre iniciativa
privada152, libre ejercicio de empresa153, libertad de comercio, libertad de

publicidad de los protocolos familiares en las sociedades familiares. En: Pecvnia, núm. 12,
enero-junio de 2011, p. 92.
149
VICENT CHULIÁ, Francisco. Óp. Cit., p. 218.
150
Ibídem.
151
Este Real Decreto ofrece una definición de protocolo familiar, en los siguientes términos:
“aquel conjunto de pactos suscritos por los socios entre sí o con terceros con los que guardan
vínculos familiares que afectan una sociedad no cotizada, en la que tengan un interés común
en orden a lograr un modelo de comunicación y consenso en la toma de decisiones para
regular las relaciones entre familia, propiedad y empresa que afectan a la entidad.” Artículo 2.1.
152
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-616 de 2001.
153
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE EL SALVADOR, SALA DE LO CONSTITUCIONAL.
Sentencia N°1013-2008 de 20/12/2013.
105
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industria, libertad de competencia e incluso hasta libertad de


emprendimiento154.

Por ejemplo y respecto de este último, libertad de emprendimiento,


usado particularmente en Chile, ha sido entendido por el Tribunal
Constitucional como sinónimo de otros conceptos, como el de “libre iniciativa
privada para desarrollar cualquier actividad económica” y el de “derecho a
desarrollar cualquier actividad económica lícita.”155 La Corte Constitucional de
Colombia también entendió la libre iniciativa privada como sinónimo de libertad
de empresa.156

De otro lado, el Tribunal Constitucional del Perú, cuenta en sus


sentencias con varios conceptos, pero además, con varias definiciones. En una
primera sentencia, este Tribunal define la libertad de empresa “como la facultad
de poder elegir la organización y efectuar el desarrollo de una unidad de
producción de bienes o prestación de servicios, para satisfacer la demanda de
los consumidores o usuarios.”157 Ello, enmarcándolo dentro de la autonomía de
la actuación económica, que a su vez se encuadra en el modelo económico
social de mercado, el cual implica la imposición de límites al actuar
empresarial. Y conforme se ha visto anteriormente, en la descripción del
derecho se ha incluido también la definición de empresa desde una perspectiva
objetiva o patrimonial.

Pero adicional a ello, en Perú el derecho a la libertad de empresa se


entiende junto a otros como el derecho a la libre competencia y a la libre
iniciativa privada, situación que contrasta con lo ya visto en Chile en donde son
tratados como sinónimos. Sin embargo, lo particular en este país Andino, es
que se asumen como derechos diferentes de la libertad de empresa, la libertad
de comercio y la libertad de industria.158

Así, en sentencia del año 2003, el Tribunal Constitucional peruano,


define la libertad de comercio como la “facultad de elegir la organización y
llevar a cabo una actividad ligada al intercambio de mercaderías o servicios
para satisfacer la demanda de los consumidores o usuarios.”159 Aclara que

154
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE CHILE. STC Rol N° 513-06-INA, de 2 de enero de 2007.
Caso “Lacalle Soza”; STC Rol N° 467-06-INA, de 14 de noviembre de 2006. Caso “Empresa
Portuaria de Arica” y STC Rol N° 1413-09-INA, de 16 de noviembre de 2010. Caso “Síndico”.
155
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE CHILE. STC Rol. 280-1998, de 20 de octubre de 1998 y
ratificado en STC Rol Nº 467-2006, de 14 de noviembre de 2006.
156
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-616 de 2001.
157
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Sala Primera. Exp. Nº 1535-2006-PA/TC. 31 de
enero de 2008. Junín – Empresa de Transportes Turismo Imperial S.A. Esta definición
contrastará con una anterior propuesta presentada por el mismo Tribunal en la sentencia Exp.
0018-2003, del año 2004.
158
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Pleno Jurisdiccional. Exp. N° 01405-2010-
PA/TC. 6 de diciembre de 2010, Callao – Corporación Rey S.A. En igual sentido, la
Constitución de Venezuela, en el artículo 112, reconoce diferenciadamente la libertad de
empresa, comercio, industria.
159
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. Nº 0008-2003-AI/TC. 11 de noviembre de
2003. Lima, Más de 5.000 ciudadanos. En igual sentido Sentencia Pleno del Tribunal. Exp. N°
106
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este derecho debe ejercerse con sujeción a la ley. Además, señala el Tribunal
que esta libertad presupone el derecho de poder participar en el tráfico de
bienes siempre que sean lícitos, pero además a la dedicación de prestación de
servicios al público que no impliquen el ejercicio de una profesión liberal.

También, entiende la libertad de industria como “la facultad de elegir y


obrar, según propia determinación, en el ámbito de la actividad económica cuya
objeto es la realización de un conjunto de operaciones la obtención y/o
transformación de uno o varios productos.”160

En sentencia del año 2005161 señala que la libertad de empresa está


íntimamente relacionada con las libertades de comercio y de industria, lo que
implica que se toman por tres libertades diferentes, posición que no se
comparte en esta investigación, porque a lo sumo la libertad de empresa
debería ser considerada como el género y aquellas como la especie, es decir,
que tanto la libertad de comercio como de industria deberían ser consideradas
como derechos desglosados de lo que es la libertad de empresa.

Sin embargo, haciendo una interpretación textual de dichas definiciones,


se aprecia que el trato diferenciado de las tres libertades (empresa, comercio e
industria) podría obedecer a los problemas conceptuales que contiene la
misma definición de empresa, dado que hace referencia a la “unidad de
producción de bienes y prestación de servicios” dejando por fuera el comercio
de bienes, incluyendo el comercio de servicios, pero haciendo el énfasis en la
producción, cosa que lleva a sugerir que esta definición de libertad de empresa
engloba en sí misma la libertad de industria, lo que hace menos obligada la
definición de esta última, pero necesaria la de libertad de comercio de bienes,
por no quedar contemplada dentro de la de libertad de empresa.

Pero es mayor el desconcierto interpretativo, cuando se evidencia que el


Tribunal Constitucional en una sentencia donde define -en los términos ya
expresados- la libertad de comercio y de industria, presenta una definición de
empresa envolvente: “La expresión ‘empresa’ alude a una actividad económica
organizada para los fines de la producción o el cambio de bienes y servicios y
entre sus elementos constitutivos se considera a la organización y la dirección,
a los cuales se suman los bienes, el capital y el trabajo.”162 Como puede verse,
en esta definición se declara ya la empresa como una actividad, enfocándose
en el criterio funcional, pero incluyendo la producción y cambio de bienes y
servicios, lo que vuelve a generar la duda sobre por qué no se construyó
jurisprudencialmente una definición de libertad de empresa que fuera
incluyente de la libertad de comercio e industria, reorientando la fragmentación
conceptual que ha generado el artículo 59 de la Constitución al reconocer la

3330-2004-AA/TC. 11 de julio de 2005. En Lima, a los 11 días del mes de julio de 2005. Lima –
Ludesminio Loja Mori.
160
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. Nº 0008-2003-AI/TC, Óp. Cit. En igual
sentido, sentencia Pleno del Tribunal. Exp. N° 3330-2004-AA/TC. 11 de julio de 2005. Lima –
Ludesminio Loja Mori.
161
Ibídem.
162
Ibídem.
107
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libertad de empresa, comercio e industria, como si fueran tres cosas


relacionadas pero distintas. Sin embargo, lo que hace en la ya referida
sentencia Exp. Nº 1535-2006-PA/TC, es plantear una nueva definición que
ahonda la discusión ya expuesta.

En contraposición al desarrollo jurídico del Perú, Chile entiende todo ello


dentro de un mismo concepto: el de iniciativa privada, que para el Tribunal
Constitucional chileno, significa que todas las personas, sean naturales (físicas)
o jurídicas, tienen la facultad de iniciar con libertad cualquier actividad lucrativa
y en cualquier aspecto económico, así como de mantenerla. Y que por tanto, la
norma constitucional garantiza, entre otras actividades, las productivas, las de
servicios y de comercialización o intercambio de todo tipo de bienes. 163

Todas estas libertades, pueden incluso enmarcarse en un derecho más


global como es la libertad económica164, que comprende la facultad que tienen
los ciudadanos de participar y desarrollar actividades dentro de la economía del
país, sin que tengan que estar enmarcadas en lo estrictamente mercantil, como
es el caso de quienes ejercen las profesiones liberales, los artistas, los
artesanos, los pescadores, los empleados y las personas físicas que se
dedican a actividades agrícolas no industriales, por ejemplo.

Así, conforme lo anterior, existen otros varios derechos que conforman la


base principialística y real de la libertad económica -bajo el presupuesto de
economías de mercado que son las que corresponde a la gran mayoría de
países iberoamericanos-, como son el derecho a elegir profesión u oficio, el
derecho a la propiedad privada, la libertad contractual, la libertad de asociación,
la libertad de comunicación y expresión, por citar algunos, todos ellos
necesarios para el desarrollo eficaz de la libertad de empresa y que concurren
en él, de uno u otro modo.

1.3 Otros derechos que son presupuesto de la libertad de


empresa.

1.3.1 El derecho a elegir profesión u oficio.

El primero de estos derechos que se encuentra referido tanto en las


constituciones como en la doctrina, es el derecho a elegir profesión u oficio165.

163
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE CHILE. STC Rol. N° 467-06-INA, Óp. Cit.
164
En México, el Estado de Jalisco define la libertad económica como un “derecho fundamental
de todos los individuos para controlar su trabajo y propiedades, para producir, consumir e
invertir en la forma en que ellos mismos decidan, siempre y cuando no violen la libertad y
derechos de terceros, cuya tutela le corresponde a las entidades públicas del Estado facultadas
para ello…” (Ley para el Desarrollo Económico del Estado de Jalisco, Decreto número
23965/LIX/12, Art. 3). Y en Colombia, la Corte Constitucional en la Sentencia T-425 de 1992,
entiende la libertad económica como la “facultad que tiene toda persona de realizar actividades
de carácter económico, según sus preferencias o habilidades, con miras a crear, mantener o
incrementar un patrimonio.”
165
Art. 35 de la Constitución Española, Art. 5 de la Constitución mexicana, Art. 43 de la
Constitución guatemalteca, Art. 26 de la Constitución colombiana, núm. 12 del Art. 83 de la
108
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La Constitución mexicana, por ejemplo, dispone que no se le pueda


impedir a ninguna persona que se dedique a la profesión, a ser privado del
producto de su trabajo y que no puede admitirse ningún convenio en el que la
persona “renuncie temporal o permanentemente a ejercer determinada
profesión, industria o comercio.”166

Esto tiene todo su sentido para el tema central de la investigación,


porque muchos emprendedores realizan sus proyectos empresariales basados
justamente en sus conocimientos profesionales, en las oportunidades de
negocio que han detectado en el transcurso de sus estudios, mientras ejercen
su profesión de manera independiente o como empleados de alguna empresa.
Es la posibilidad que tiene el ciudadano de poder tomar posición respecto de
un área del saber que le gusta, conocerlo y vivir de él, dando aplicación de los
conocimientos personales que ha obtenido de dicho saber y que puede
generarle rentabilidad llevándolo al mercado.

En la jurisprudencia revisada, para el caso de Perú, por ejemplo, la


libertad de escoger profesión u oficio es la definición o contenido de la libertad
de trabajo.167 Por su parte, en Colombia se han entendido como dos atributos
complementarios, como lo ha expresado la Corte Constitucional de este país,
entre el derecho al trabajo y la libertad de escoger profesión u oficio existe una
“íntima relación” porque le permiten a la persona diseñar su proyecto de vida
de forma autónoma168.

El derecho al trabajo por lo general es visto como el derecho a conseguir


un empleo en alguna empresa o entidad, sea pública o privada, y a recibir un
salario por la prestación personal de la fuerza laboral, en una situación de
dependencia respecto del empleador.

No obstante, también se ha reconocido que este derecho cubre al


trabajador independiente, por ello, a nivel general, el Tribunal Constitucional del
Perú, señala que la libertad de trabajo puede ser entendido como la facultad
que posee toda persona para ejercer cualquier actividad que tenga como fin el
sustento vital de la persona.169

Continuando con Perú, el entendimiento de la libertad de trabajo como


“derecho accesorio” a la libertad de empresa se ha enfatizado en los
pronunciamientos judiciales de este país. Así, el Tribunal Constitucional señaló
que el Estado está en la obligación de garantizar que las personas puedan

Constitución ecuatoriana, Art. 16 de la Constitución chilena y Art. 20 de la Constitución


argentina.
166
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. Constitución Política, Art. 5.
167
“Respecto a la libertad de trabajo, este Colegiado ha precisado (…) que es una
manifestación del derecho al trabajo, y que se define como el derecho a elegir libremente una
profesión u oficio.” TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 2802-2005-PA/TC. 14
de noviembre de 2005. Piura- Julia Mabel Benavides García.
168
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-398 de 2011.
169
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 00210-2012-PA/TC. 27 de marzo de
2012. Cusco- Jim Guiberth Ramírez Torres.
109
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acceder a un puesto de trabajo y protegerlo frente a un despido arbitrario, pero


que igualmente debe garantizarle al ciudadano la libertad para que elija la
actividad mediante la cual se procurará los medios necesarios para su
subsistencia; es decir, protegiendo tanto al trabajador dependiente como al
independiente que realiza actividades económicas propias, ejerciendo la
libertad de empresa.170 Por eso, este Tribunal considera que “no existe
diferencia alguna entre el individuo que se gana la vida como trabajador por
cuenta ajena del que lo hace por cuenta propia”171.

Ya con base en el anterior análisis, el mismo Tribunal presenta una


nueva definición de libertad de empresa, mediante la cual ésta, “se manifiesta
como el derecho de las personas a elegir libremente la actividad ocupacional o
profesional que desee o prefiera desempeñar, disfrutando de su rendimiento
económico y satisfacción espiritual.”172

1.3.2 El derecho a la propiedad privada.

Por otra parte, es presupuesto esencial para el ejercicio empresarial que


se reconozca el derecho a la propiedad privada173, en relación con la “libertad
de empresa significa que los propietarios de los recursos son dueños de
emplearlos donde les parezca oportuno”174, condición esencial, toda vez que no
puede pensarse en la actividad empresarial sin la destinación de unos bienes
tanto tangibles como intangibles para el desarrollo de la empresa si se
considera como la empresa como actividad y con mayor razón si se abarca
como unidad productiva.

Basta mirar qué sería de la actividad empresarial industrial si no existiera


la posibilidad de acceder (por compra, arriendo, comodato o cualquier otra
forma jurídica) a insumos y maquinaria o del comercio si no hubiera locales
comerciales, vitrinas o exhibidores.

Pero además, cuáles serían los alcances de la responsabilidad del


empresario si no existiera un patrimonio con el cual poder cubrir las acreencias
generadas en virtud de la actividad contractual o de la responsabilidad
extracontractual. De no existir la propiedad privada las posibilidades de
crecimiento empresarial serían nulas, dado que no habría un respaldo que
permitiera al empresario poder contar con más recursos, como por ejemplo
acceso al sistema financiero, para poder expandir su empresa en términos de
mayor producción, actualización tecnológica, contratación de más personal,
apertura de mercados, inversión en publicidad, en investigación y desarrollo de
nuevos productos o servicios.
170
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 2802-2005-PA/TC. Óp. Cit.
171
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp.. N° 00393-2013-PA/TC. 25 de agosto de
2014. Cajamarca – Damián Tocas Leiva.
172
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 3330-2004-AA/TC. ÓP. Cit.
173
Art. 33 de la Constitución española, Arts. 14 y 27 de la Constitución mexicana, Art. 39 y 119
de la Constitución guatemalteca, Art. 58 de la Constitución colombiana, Arts. Lit. 26 del Art. 66
y Art. 321 de la Constitución ecuatoriana, Arts. 2 y 70 de la Constitución peruana, Art. 24 de la
Constitución chilena, Arts. 14 y 17 de la Constitución argentina.
174
SPENCER, Milton. Economía contemporánea. Barcelona: Editorial Reverté, 1993, p. 50.
110
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Además, sería imposible construir la base de una persona jurídica como


la sociedad anónima cuyo capital social se divide en acciones que pueden ser
negociadas y pertenecer a varias personas físicas o jurídicas175.

Ahora, si se entiende que del derecho al trabajo se deriva que las


personas puedan de manera independiente obtener los recursos que le
permitan subsistir lícitamente, el derecho de propiedad complementa aquel en
el sentido de disponer que las personas puedan usar, disfrutar y disponer de
sus bienes, además de percibir sus frutos, sus productos y poderlos destinar a
lo que estime conveniente de acuerdo a sus intereses.176

El derecho de propiedad, en relación con la empresa, puede recaer tanto


sobre bienes como sobre derechos, tal como ya lo ha establecido el Tribunal
Constitucional español en el caso de los derechos sobre la retransmisión
televisiva177 y en la revisión de constitucionalidad de la Ley de Reforma Agraria
de Andalucía, cuando entiende que la Constitución declara que nadie puede
ser privado de sus bienes y derechos sino por utilidad pública o interés social y
que los tres apartados del artículo 33 constitucional, donde se recoge el
derecho de propiedad, no pueden ser separados artificiosamente178.

1.3.3 Derecho a la libertad contractual o libertad


de negociación.

En el marco de todo el comercio, la libertad de negociación o libertad


contractual179 y de poder llegar a acuerdos vinculantes para una o ambas
partes juega, igualmente, un papel trascendental para el mercado, sin él no es
posible hablar de intercambio de bienes y servicios: contratos de compraventa
de materia prima, adquisición de tecnología, alquiler de locales comerciales,
transporte de mercancías, contratos de distribución, de publicidad, entre
muchos otros que surgen de la actividad empresarial, en relación con personas
físicas o jurídicas, con proveedores, clientes e inversionistas. En general, la
libertad contractual permite a las personas tomar decisiones en el mercado y
ejecutarlas180.

175
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-133/09. En esta sentencia hace
referencia al mercado público de valores y donde define “las características del derecho de la
propiedad y por ende de la propiedad accionaria.”
176
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 00239-2010. 5 de noviembre de 2012.
Lima, Promotora E Inmobiliaria Town House S.A.C. Y CORTE CONSTITUCIONAL DE
COLOMBIA. Sentencia C-133/09, en donde abarca los atributos de la propiedad: ius utendi, ius
fruendi o fructus y el derecho de disposición.
177
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 112/2006, de 5 de abril de 2006,
publicada en el BOE núm. 110, de 9 de mayo de 2006, en el caso revisó el caso de las
emisiones y retransmisiones de competiciones y acontecimientos deportivos.
178
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 37/1987, de 26 de marzo de 1987,
publicada en el BOE núm. 89, de 14 de abril de 1987.
179
Art. 10 de la Constitución española, núm. 14 del Art. 2, núm. 16 del Art. 66 de la
Constitución ecuatoriana y Art. 62 de la Constitución peruana.
180
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia T-240 de 1993.
111
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La Corte Constitucional de Colombia, expresamente señala el vínculo


entre libertad de empresa y libertad contractual, cuando declara que “la libre
iniciativa privada, conocida también como libertad de empresa, se fundamenta
en la libertad de organización de los factores de producción, la cual incluye la
libertad contractual, que ejercida por el sujeto económico libre, atiende la
finalidad de que en el mercado confluya un equilibrio entre los intereses de los
distintos agentes.”181

Frente a su definición, el Tribunal Constitucional peruano lo concibe


como “el acuerdo o convención de voluntades entre dos o más personas
naturales y/o jurídicas para crear, regular, modificar o extinguir una relación
jurídica de carácter patrimonial.”182

Siguiendo esta última institución y para efectos empresariales, el fruto de


la concertación de voluntades, debe versar sobre bienes o intereses que
puedan ser valorados económicamente, además de tener fines lícitos y no ir en
contravía de las leyes. Esta libertad, implica la autodeterminación para decidir
si se contrata o no, cómo, de elegir la persona con la cual se va a celebrar el
contrato, cuándo y la materia objeto del contrato.

Por otro lado, la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de


Costa Rica, haciendo referencia a la libre contratación como condición sine qua
non para el ejercicio del derecho de propiedad privada y libertad de empresa,
resumen en cuatro elementos su contenido esencial: 1) la libertad de elegir la
persona con la cual se contratará, denominada por esta Sala como co-
contratante; 2) la libertad para escoger el objeto del contrato; 3) la libertad de
determinar el precio o el valor económico cuando se estipula contraprestación;
4) y el equilibrio de las posiciones entre ambas partes y sus mutuas
prestaciones, equilibrio que exige el respeto por los principios de igualdad,
razonabilidad y proporcionalidad.183

Así, tanto el Tribunal peruano, como el colombiano y el costarricense,


reconocen que este derecho forma parte de las libertades económicas que
integran el régimen económico constitucional.184

1.3.4 El derecho a la libre circulación.

La libertad de circulación185 es otro derecho de vital importancia para el


mercado, el empresario y la empresa, dado que es necesario que el

181
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-616 de 2001.
182
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. No. 0011-2013-PI/TC. 27 de agosto de
2014. Lima – Colegio de Abogados de Lima Norte.
183
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE COSTA RICA, SALA CONSTITUCIONAL. Voto 3495-
92, del 19 de noviembre de 1992.
184
Ibídem. También la Corte Constitucional de Colombia declara su ámbito económico: “Dado
que el derecho a la actividad económica y a la iniciativa privada precisan del instrumento
contractual, no sorprende que las limitaciones ordenadas por la ley con el objeto de asegurar el
bien común, la libre competencia y la función social de la empresa (CP art. 333), se expresen
generalmente en variadas restricciones del propio ámbito contractual.” Sentencia T-240 de
1993.
112
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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emprendedor cuente con la libertad para desplazarse a donde considere que


puede estudiar y abrir mercado con sus productos o servicios, así como la
posibilidad de desplazarse para conseguir insumos o clientes.

Pero, además de esto, la importancia de este derecho radica también en


la posibilidad de circulación de bienes. El artículo 10 de la Constitución
argentina es expreso en señalarlo, cuando establece que “en el interior de la
República es libre de derechos la circulación de los efectos de producción o
fabricación nacional, así como la de los géneros y mercancías de todas clases,
despachadas en las aduanas exteriores.”

En España, la Constitución es igualmente contundente en el apartado


segundo del artículo 139: “Ninguna autoridad podrá adoptar medidas que
directa o indirectamente obstaculicen la libertad de circulación y
establecimiento de las personas y la libre circulación de bienes en todo el
territorio español.”

Así, el Tribunal Constitucional español ha establecido que la unidad del


orden económico nacional requiere de un mercado único y “unidad de mercado
supone, por lo menos, la libertad de circulación sin traba por todo el territorio
nacional de bienes, capitales, servicios y mano de obra y la igualdad de las
condiciones básicas de ejercicio de las actividad económica.”186 Posición que
ya ha había asumido en sentencia del año 2002187, cuando expresó que incide
directamente en la libertad de empresa toda medida que impida o fomente el
traslado de empresas.

Pero incluso, desde 1990 ya había adoptado postura cuando señaló que
“el traslado de industrias guarda estrecha relación con los principios de la
constitución económica (…) no sólo en la medida en que la actividad de
traslado industrial de un lugar a otro dentro del Estado implica desplazamiento
espacial de medios productivos y circulación, en consecuencia, de bienes y
personas por el territorio nacional, sino también por cuanto constituye una
relevante manifestación de la libertad de empresa que el art. 38 de la
Constitución reconoce –precisamente…”188

Así, la libertad de circulación tanto de personas (entendidas estas como


personas físicas o jurídicas) como de bienes, hace parte de la libertad de
empresa y forma parte del capital jurídico indispensable para el marco
regulatorio del emprendimiento.

185
Art. 19 y 139 de la Constitución española, Art. 26 de la Constitución guatemalteca (libertad
de locomoción), Art. 46 de la Constitución dominicana, Art. 24 de la Constitución colombiana,
Art. 2 de la Constitución peruana, Art. 43 de la Constitución chilena (libertad de locomoción) y
Art. 10 de la Constitución argentina.
186
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 96/2013, de 23 de abril de 2013,
publicada en el BOE núm. 123, de 23 de mayo de 2013.
187
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 96/2002, de 25 de abril de 2002,
publicada en el BOE núm. 122, de 22 de mayo de 2002.
188
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 64/1990, de 5 de abril de 1990,
publicada en el BOE núm. 109, de 7 de mayo de 1990.
113
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1.3.5 Libertad de concurrencia y libre competencia.

Dentro de una economía de mercado, la libertad para crear una


empresa, se enlaza con la posibilidad de entrar en el mercado, es decir, entrar
a participar de él junto con otros empresarios que se dedican o pueden dedicar
al mismo sector económico, sin que nadie le impida dicho acceso de manera
arbitraria e infundada. Es decir, que las personas cuando lo deseen puedan
entrar a un mercado para atraer clientes en igualdad de oportunidades y sin
discriminaciones injustificadas que no se encuentren previamente en la ley.

Este aspecto es de suma importancia en la cultura y el proceso del


emprendimiento, porque la imposibilidad de entrar a un mercado para capturar
consumidores y obtener ganancias189, genera de inmediato desmotivación en
las personas que desean crear empresa, limitando o anulando la posibilidad de
que más personas se animen a hacerlo porque de entrada saben que su
esfuerzo será estéril, lo que a la larga termina afectando el crecimiento
económico, siendo algunos sectores más sensibles que otros.

Y ninguna Constitución de las estudiadas como la de los Estados Unidos


Mexicanos, para ilustrar la notoria importancia que le ofrece dicho país al tema
de la libre concurrencia. Así, por ejemplo, en el artículo 28, ordena que la ley
debe castigar severamente los actos que eviten la libre concurrencia; para
garantizarla, expresamente crea la Comisión Federal de Competencia
Económica con competencia para ordenar medidas que eliminen las barreras a
la competencia y la libre concurrencia, y le asigna similares características al
Instituto Federal de Telecomunicaciones. En el mismo artículo y en el octavo
transitorio le asigna a la concurrencia la naturaleza jurídica de principio.

Ahora, consecuencia o en concurrencia con el acceso al mercado, está


la libre competencia190. En una economía de mercado ideal, la libre
concurrencia y la libre competencia se equilibran de manera perfecta.

En el derecho comparado, la Corte Constitucional de Colombia explica


que se presenta la competencia cuando en un marco normativo, varios
empresarios -que pueden ser personas naturales (físicas) o jurídicas-, ponen
sus recursos y esfuerzos para conquistar un mercado específico, en igualdad
de condiciones191; de manera que en la libre competencia no existen
obstáculos para que haya multiplicidad de empresarios ejerciendo una
actividad económica lícita, aunque ello represente necesariamente una tensión
de intereses opuestos entre todas las personas que participan en el mercado.

189
Como ya se observó en la primera parte del informe, algunas teorías económicas en materia
de emprendimiento, señalan que la posibilidad de obtener utilidades es la motivación real del
emprendimiento.
190
Art. 28 de la Constitución mexicana, Art. 119 de la Constitución guatemalteca, Art. 333 de la
Constitución colombiana, Art. 61 de la Constitución peruana.
191
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-186 de 2011.
114
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Partiendo de lo que ha señalado este mismo organismo judicial, se


destacan a continuación algunos aspectos que la doctrina y la jurisprudencia
desarrolla alrededor de la libre competencia192.

Primero, implica la libertad para que pueda haber varios agentes en el


mercado, es decir, cuando permanece abierto a que toda persona pueda actuar
en él buscando sus propios intereses193. El Tribunal Constitucional peruano lo
denomina “La autodeterminación de iniciativas o de acceso empresarial a la
actividad económica.”194

Segundo, que estas personas puedan ejercer una actividad económica


de manera libre.

Tercero, todo ello se debe darse dentro de las limitaciones o


restricciones y excepciones que por ley determine el Estado, en determinadas
actividades económicas, ello, para garantizar la libre concurrencia.

De donde se comprende que la regulación de la competencia, más que


una limitación a la libertad de empresa, es un mecanismo para su protección195,
como lo ha reconocido el Tribunal Constitucional español desde 1986196.

Este organismo ha dicho sobre este aspecto, que en la legislación sobre


defensa de la competencia existen dos sectores normativos: las normas que
protegen la libre competencia y las normas sobre la competencia desleal. Y
que “el principio de libertad de empresa, no se ve atacado, sino respaldado, por
las normas que integran el Derecho de la libre competencia y el de la
competencia desleal.”197 Admitiendo que la libre empresa puede restringirse y
graduarse, siempre y cuando se respeta la igualdad y la unidad de mercado.

Cuarto, la libertad de los agentes competidores para ofrecer las


condiciones y ventajas comerciales que estimen convenientes para lograr

192
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencias C-616 de 2001, C-1128 de 2008.
193
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 158.
194
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 01405-2010-PA/TC. 6 de diciembre de
2010. Callo – Corporación Rey S.A. (Óp. Cit.)
195
“Por tanto, la regulación del mercado debe servir a la misma salud del mercado: éste sería
el sentido último del Derecho de la Competencia y por lo tanto la defensa de la competencia es
un componente esencial de la libertad de empresa” RODRÍGUEZ PORTUGUÉS, Manuel. El
contenido esencial de la libertad de empresa. Algunas consideraciones jurídicas. En: Revista
Derecho y Opinión. No. 9, 2001, p. 100.
196
“Y una de las actuaciones que pueden resultar necesarias es la consistente en evitar
aquellas prácticas que puedan afectar o dañar seriamente a un elemento tan decisivo en la
economía de mercado como es la concurrencia entre empresas, apareciendo así la defensa de
la competencia como una necesaria defensa, y no como una restricción, de la libertad de
empresa y de la economía de mercado, que se verían amenazadas por el juego incontrolado
de las tendencia naturales de éste.” TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia
88/1986, de 1 de julio de 1986. Posición que ha sido sostenida por el mismo organismo, en
Sentencia 108/2014, de 26 de junio de 2014, publicada en el BOE núm. 177, de 22 de julio de
2014.
197
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 228/1993, de 9 de julio de 1993,
publicado en el BOE núm. 192, de 12 de agosto de 1993.
115
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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participación en el mercado. El Tribunal Peruano lo explica como “la


autodeterminación para elegir las circunstancias, modos y formas de ejecutar la
actividad económica (calidad, modelo, volumen de producción, etc.).”198

Quinto, la libertad que tienen los consumidores para escoger y contratar


con quien deseen, entre todos los que les ofrecen sus bienes o servicios.

Sexto, la competencia no solo está orientada a la defensa de los


intereses de los empresarios, sino que apunta también a la protección del
interés público o general, el cual se materializa en el beneficio que obtiene la
comunidad al acceder a más y mejores bienes y servicios, a menores precios.

Respecto de la relación con los consumidores, la posición del Tribunal


Constitucional de España presenta otro matiz, cuando ha señalado que en
ocasiones es difícil determinar de una norma lo que es propio de la defensa de
la competencia y qué de los consumidores, además de que ambas categorías
remiten a la ordenación del mercado. “De ahí también la dificultad adicional de
que, con frecuencia, las medidas protectoras de la libre competencia funcionen
también como garantías de los consumidores, y el que medidas adoptadas
para la protección de éstos no dejen de tener incidencia en el desarrollo de la
libre competencia.”199

Séptimo, la igualdad de los competidores ante la ley200, es decir, la


seguridad que tendrán las personas que ante el Estado supuestos de hecho
iguales, tendrán las mismas o similares consecuencias jurídicas. El Tribunal
Constitucional de Chile lo explica como el derecho que tienen los sujetos a la
no discriminación o diferenciación arbitraria en el tratamiento económico por
parte del Estado y sus organismos201, lo que exige que cuando haya un trato
diferenciado, éste sea bajo la existencia de factores y circunstancias especiales
y esté dado por ley.202

Conforme el Tribunal peruano, la igualdad se ve expresada cuando la


Constitución de su país dispone que las empresas públicas o privadas recibirán
el mismo tratamiento legal, lo mismo que las inversiones nacionales o
extranjeras.203

Así, se protege la competencia prohibiendo y sancionando los actos de


engaño, actos de confusión, omisiones engañosas, prácticas agresivas
(mermar la libertad de elección del cliente por acoso, coacción o influencia
indebida204), actos de denigración, actos de comparación, actos de imitación,
explotación de la reputación ajena, violación de secretos industriales, inducción
198
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 01405-2010-PA/TC. Óp. Cit.
199
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 88/1986, Óp. Cit.
200
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 01405-2010-PA/TC. Óp. Cit.
201
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE CHILE. STC Rol N° 513-06-INA, de 2 de enero de 2007.
Caso “Lacalle Soza”.
202
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE CHILE. STC Rol N° 577-06-CDS, de 26 de abril de
2007. Caso “Estero Carén”.
203
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 0018-2003-AI/TC, Óp. Cit.
204
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit. P. 204.
116
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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a la ruptura contractual, violación de normas (ventaja mediante infracción de


leyes), actos de discriminación de los consumidores, venta a pérdida y los
actos de publicidad ilícita.

1.4 Contenido del derecho a la libertad de empresa.

Ahora bien, el anterior entramado de derechos y libertades confluye de


uno u otro modo en la libertad de empresa, de la cual es necesario establecer
su definición y contenido.

Por una parte, el Tribunal Constitucional de República Dominicana


señaló que el derecho a la libre empresa “puede ser conceptualizado como la
prerrogativa que corresponde a toda persona de dedicar bienes o capitales a la
realización de actividades económicas dentro del marco legal del Estado y en
procura de obtener ganancias o beneficios lícitos.”205

Y la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El


Salvador expresa que dicha libertad “comprende o permite, en principio, todas
las conductas dirigidas a participar en el mercado, es decir, en la producción e
intercambio de bienes y servicios, según las preferencias o habilidades de cada
persona, para obtener un provecho patrimonial o ganancia.”206

También la Corte Constitucional de Colombia en las sentencias C-524


de 1995, C-616 de 2001 y C-830 de 2010 asumió la definición de libertad de
empresa propuesta por el español Martín Bassols Coma, quien la define en los
siguientes términos: “Por libertad de empresa hay que entender aquella libertad
que se reconoce a los ciudadanos para afectar o destinar bienes de cualquier
tipo (principalmente de capital) para la realización de actividades económicas
para la producción e intercambio de bienes y servicios conforme a las pautas o
modelos de organización típicas del mundo económico contemporáneo con
vistas a la obtención de un beneficio o ganancia. El término empresa en este
contexto parece por lo tanto cubrir dos aspectos, el inicial -la iniciativa o
empresa como manifestación de la capacidad de emprender y acometer- y el
instrumental -a través de una organización económica típica-, con abstracción
de la forma jurídica (individual o societaria) y del estatuto jurídico patrimonial y
laboral."

Por su parte, el Tribunal Constitucional del Perú, definió la libertad de


empresa como “un derecho fundamental mediante el cual se garantiza la
facultad de toda persona a elegir y crear libremente una institución u
organización con el objeto de dedicarla a la realización de actividades que
tengan fines económicos, ya sea de producción de bienes o prestación de

205
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE REPÚBLICA DOMINICANA. Sentencia TC/0049/13, de
9 de abril de 2013; Sentencia TC/0001/14, de 14 de enero de 2014; Sentencia TC/0280/14, de
8 de diciembre de 2014.
206
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE EL SALVADOR, SALA DE LO CONSTITUCIONAL.
No. N°11-2012. Fecha: 20/04/2015.
117
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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servicios, orientados a satisfacer necesidades (…), y disfrutar de su


rendimiento económico y satisfacción espiritual (…).”207

Partiendo del concepto ofrecido en Perú, debe señalarse que la libertad


de empresa, innegablemente es un derecho constitucional en Iberoamérica,
como se evidenciará en la revisión de este tema en las Cartas de varios países,
pero como derecho fundamental no ha escapado a discusiones tanto por parte
de la doctrina como de la jurisprudencia208.

En Chile, el derecho a desarrollar cualquier actividad económica lícita ha


sido considerado derecho fundamental protegido y amparado por la
Constitución209. Por su lado, el Tribunal Constitucional de República
Dominicana también ha hecho mención en sus sentencias del derecho
fundamental de libertad de comercio.210

De entrada, debe señalarse que el hecho de reconocer esta libertad


como derecho fundamental implicaría dos cosas: primero, que la vulneración a
la libertad de empresa podría ser protegida judicialmente vía acción de amparo
(España, Nicaragua, Perú, Argentina), juicio de amparo (México), acción de
tutela (Colombia) o recurso de protección (Ecuador, Chile); acción propia para
la salvaguardia de los derechos fundamentales. Segundo, que siendo derecho
fundamental solo podría regularse por medio de una ley especial (orgánica o
estatutaria, según el desarrollo constitucional de cada país), no de una ley
ordinaria.

Sin embargo, no en todos los países se le reconoce esta naturaleza


jurídica o se le dan los mismos alcances.

Por excepción, en Colombia, la Corte Constitucional le negó la


iusfundamentalidad argumentando que las libertades económicas enunciadas
en el artículo 333 de la Constitución no son valores inherentes a la persona,
contrario de la situación que la misma Carta le ha dado a los derechos
fundamentales, siendo estos preferentes sobre las libertades económicas 211.
Ello, sin dejar de reconocer que es un derecho constitucional, sujeto a las
limitaciones establecidas por la misma Constitución y la ley. Sin embargo, este
Alto Tribunal, posteriormente aclara que, no obstante lo anterior, las libertades
económicas no pueden ser restringidas de manera arbitraria ni impedirse su
ejercicio en condiciones de igualdad, por lo que puede incluso predicarse su ius
fundamentalidad cuando están en conexidad con otros derechos

207
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. Nº 00011-2013-PI/TC. Óp. Cit.
208
VIERA ÁLVAREZ, Christian. La libertad de empresa y algunos límites desde la perspectiva
del Estado social. En: Revista Jurídica Universidad Autónoma de Madrid, No. 21, 2010, p. 198.
209
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE CHILE. STC Rol N° 226-95-CPT, de 30 de octubre de
1995. Caso “Ley sobre Libertad de Información”.
210
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE REPÚBLICA DOMINICANA. Sentencia. TC/0109/15, de
29 de mayo de 2015.
211
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA, Sentencia C-265 de 1994.
118
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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fundamentales como el reconocimiento a la personalidad jurídica o la


igualdad.212

Pero siendo derecho fundamental o derecho constitucional-no


fundamental, todo el ordenamiento jurídico y los órganos del Estado deben
virar hacia su protección. “Por tanto, su protección hay que situarla dentro del
ámbito de competencia de los Tribunales de Justicia, toda vez que el titular de
este derecho ostenta un status jurídicamente protegible de acuerdo con lo
establecido en la propia Constitución. Y dicha protección ‘abarca todos los
aspectos de o dimensiones de la actividad empresarial’. De esta manera, el
reconocimiento constitucional de la libertad de empresa termina vinculando a
todos los poderes públicos, en especial a todos los Jueces y Tribunales.”213
Por ello, indistintamente de los alcances jurídicos que se le reconozcan a la
libertad de empresa, dado que en todos los países goza de la reserva de ley,
situación que más adelante se atenderá, las leyes que limiten dicha libertad,
podrán tener control judicial vía revisión de inconstitucionalidad. También
operan la protección a través de mecanismos administrativos cuando hay
vulneración a la libertad de empresa, como en el caso de la competencia o la
propiedad industrial e incluso, en algunos Estados se contemplan mecanismos
penales.

Ya en otro aspecto y con independencia de su nivel, pero con la certeza


de que es un derecho basado en la libertad, frente a la definición del concepto
y el contenido de la libertad de empresa, el Tribunal Constitucional de
España214 declara que su Constitución no establece el contenido esencial de
los distintos derechos y libertades, cosa que se atribuye a él como Tribunal. Y
por ello, vía jurisprudencial, haciendo un análisis de sus propios
pronunciamientos judiciales en sentencias que datan desde la década de los
ochenta, encuentra que la libertad de empresa implica 1) el derecho que tienen
los particulares-y por tanto la garantía- que tienen las personas de iniciar la
actividad empresarial, es decir, libertad de decisión para crear empresas y
actuar en el mercado; 2) libertad para establecer los objetivos de su empresa y
conforme las condiciones del mercado y sus propios recursos planificar y dirigir
su actividad215, en libre competencia.

En igual sentido, la Corte Constitucional de Colombia ha expresado que


la libertad de empresa implica: 1) la creación de empresas y el acceso al
mercado, 2) así como la libertad de producción, inversión, competencia leal y
contratación.216

212
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA, Sentencia SU-157 de 1999 y Sentencia C-352
de 2009.
213
IRURETA URIARTE, Pedro. El núcleo laboral del Derecho Constitucional a la libertad de
empresa. En: Estudios Constitucionales, Año 11, Nº 2, 2013, p. 375-376.
214
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 96/2013, de 23 de abril de 2013,
publicada en el BOE núm. 123, de 23 de mayo de 2013.
215
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 225/1993, de 8 de julio de 1993,
publicada en el BOE núm. 183, de 2 de agosto de 1993.
216
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-365 de 2012.
119
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Por su lado, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia


de El Salvador, ha expresado que la libertad de empresa se manifestaba en
tres libertades: 1) la de crear empresas, 2) libertad de funcionamiento de la
empresa y 3) libertad para cesar el ejercicio de dicha actividad. El Tribunal
peruano, también acoge la teoría de las tres libertades, denominándolas: de
acceso, auto-organización y cesación.

En sí, conforme lo ha propuesto la doctrina y lo ha avalado el Poder


Judicial, la libertad de empresa se conforma de tres derechos que le componen
de manera articulada: el derecho de iniciar la actividad empresarial, el derecho
de sostener la actividad empresarial y el derecho a cesar en la actividad
empresarial.

1.4.1 Derecho a iniciar la actividad empresarial.

Justamente, el primero de los contenidos del núcleo esencial de la


libertad de empresa, es la que guarda la relación más directa con el
emprendimiento, aspecto que será de relevancia para posteriormente entrar a
reflexionar sobre la naturaleza de este en un marco jurídico como el que se
estudia.

Esta libertad, a su vez, encierra múltiples situaciones abarcadas por el


Poder Judicial en varios de los países de la región.

Como ya se había manifestado, el Tribunal Español, establece que el


primer contenido de la libertad de empresa es el derecho que tienen los
particulares de crear o fundar empresas. Esto implica, a su vez, el derecho de
participar en el mercado eligiendo emprender una o varias actividades
económicas lícitas, conforme lo desee el emprendedor, en las áreas que
desee. Esto es, la libertad de acceso al mercado, ya visto previamente.

Para el efecto, también incluye el “derecho a la propiedad de bienes que


pueden ser dedicados a la producción.”217 Esto también involucra el derecho a
“adquirir, utilizar, destinar o afectar los bienes y servicios necesarios para el
real y efectivo ejercicio de esa actividad.”218 La doctrina incluye el acceso a
energía y patentes.219 Así mismo, incluye el derecho a acceder a información
verídica y oportuna que le permita tomar decisiones con miras al inicio de la
empresa, como líneas de financiación para iniciar la actividad, estudios de
mercadeo, de precios, de competencia, datos de consumo. Pero, además, el
derecho a acceder a la información estatal que le permita de forma ágil y
sencilla realizar los procedimientos administrativos y jurídicos necesarios para
poder constituir su empresa e iniciar la actividad empresarial.

Este primer contenido de la libertad de empresa, la Corte Suprema de


Justicia de El Salvador lo denomina libertad de establecimiento, la cual cubre

217
MARTÍNEZ VAL, José María. Óp. Cit., p. 667.
218
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE EL SALVADOR, SALA DE LO CONSTITUCIONAL.
Sentencia No. N°11-2012. Fecha: 20/04/2015. Y Sentencia N°1013-2008. Fecha: 20/12/2013.
219
MARTÍNEZ VAL, José María. Óp. Cit., p. 667.
120
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

además de lo anterior, el derecho que tiene el emprendedor de tomar la


decisión sobre dónde desea instalar su empresa220, en cuanto a la ubicación
geográfica que considere más adecuada según sus intereses y estrategia
empresarial. Igual, en qué lugares abrirá locales comerciales para el desarrollo
de su actividad o si se desea constituir una persona jurídica, o establecer su
domicilio. En relación con este aspecto es que se presentan algunas medidas
de fomento al emprendimiento y a la inversión, cuando el Estado o las
entidades estatales ofrecen beneficios tributarios o convenios de estabilidad
jurídica, por ejemplo, para que se generen o instalen nuevas empresas en sus
territorios y apalancar el crecimiento económico y la generación de empleo.

El derecho a iniciar una actividad mercantil, también comprende el


derecho que tiene el emprendedor a definir qué va a producir, a comercializar o
qué servicio va a prestar. Además, a determinar cómo lo va a hacer; el derecho
a acceder al sistema financiero para la obtención de créditos y a inscribirse en
el Registro Mercantil, por ejemplo, cuando así lo exijan las normas del
respectivo país.

Pero también implica el derecho de acceso a la información pública que


le sea útil y necesaria para poder realizar el emprendimiento, como normas,
requisitos, procedimientos y costos. También a obtener la información que sea
de acceso público como patentes que ya hayan pasado al dominio público y las
bases de datos públicas, que sean útiles para la actividad empresarial, como el
registro mercantil en lo que sea permitido, bases de marcas y diseños
industriales, entre otras.

En general, el derecho a iniciar la actividad empresarial implica que


todos los ciudadanos, siempre que cuenten con la capacidad, tienen el derecho
a ser empresarios, salvo las personas que conforme la ley, no puedan ejercer
actividades mercantiles o puedan ejercerlas con restricciones.

1.4.2 Derecho a sostener en libertad la actividad


empresarial, libertad de ejercicio o de permanencia en el
mercado.

Como segundo contenido de la libertad de empresa, está, el derecho


que tiene el empresario de activarse y permanecer en el mercado, que a la vez
corresponde a una segunda etapa en el ciclo de vida de la actividad
empresarial.

La libertad de permanencia en el mercado, implica la posibilidad que


tiene el empresario de tomar decisiones respecto de la organización interna y
externa que tendrá su empresa.

El Tribunal Constitucional del Perú221, engloba en dos libertades este


componente: la libertad de organización del empresario y la libertad de
220
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE EL SALVADOR, SALA DE LO CONSTITUCIONAL.
Sentencia No. N°11-2012, Óp. Cit.
221
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 01405-2010-PA/TC. Óp. Cit.
121
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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dirección de la empresa. Acogiendo esta propuesta, se desarrolla a


continuación el contenido de cada una, conforme los resultados arrojados en la
investigación, tanto por la doctrina, como por la jurisprudencia y las mismas
normas:

En la libertad de organización del empresario, se pueden compilar los


siguientes derechos, extraídos de la doctrina y los pronunciamientos
jurisprudenciales:

Primero, el “derecho a la libre iniciativa en la organización de los


elementos productivos…”222 Esta premisa se deriva de la función económica de
intermediación o coordinación que ejerce el empresario entre los factores de
producción, para ajustar el proceso a los fines que se propone, asumiendo el
riesgo de que no genere rentabilidad, es decir, que el costo de la actividad sean
mayores a los ingresos que obtiene con ella, “lo que justifica el poder de
dirección de los elementos personales y materiales integrados”223.

Segundo, libertad para escoger la forma más indicada.224 Bajo este


derecho, el emprendedor cuenta con la posibilidad de determinar si desea
emprender el proyecto empresarial solo a nombre personal o entrega la
actividad mercantil a personas jurídicas, como la sociedad o la empresa
unipersonal225, según la regulación de cada país. Pero, también, en el marco
de la libertad de asociación, el derecho de aunarse con otras personas para
constituir sociedades o cooperativas, situación de gran importancia por la forma
en que se puede sumar experiencia y aportes económicos, pero además por
los alcances que tendrá respecto del objeto social (como los requisitos
especiales que tienen las empresas del sector financiero o salud), del mercado
y en materia de responsabilidad.

Tercero, establecer sus fines u objetivos económicos226, tales como la


maximización (sea del tamaño o de la ganancia), lograr un determinado
número de clientes, de locales, presencia en mercados nacionales e
internacionales, metas en ventas o en ingresos, en productos nuevos lanzados
al mercado, recordación de marca, tener determinado número de acciones en
el mercado de valores, entre muchos otros aspectos propios de la
administración de empresas. Así mismo, incluye los objetivos económicos

222
MARTÍNEZ VAL, José María. Óp. Cit., p. 688.
223
ROJO, Ángel. Lección 2. Óp. Cit., p. 42.
224
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 00239-2010, Óp. Cit.
225
MARTÍNEZ VAL, José María. Óp. Cit., p. 669.
226
“En la tarea de concretar el contenido de la libertad de empresa sirve de auxilio también lo
dicho en el fundamento jurídico 3 b) de la STC 225/1993, de 8 de julio, cuando afirmamos que
‘si la Constitución garantiza el inicio y el mantenimiento de la actividad empresarial ‘en libertad’,
ello entraña en el marco de una economía de mercado, donde este derecho opera como
garantía institucional, el reconocimiento a los particulares de una libertad de decisión no sólo
para crear empresas y, por tanto, para actuar en el mercado, sino también para establecer los
propios objetivos de la empresa y dirigir y planificar su actividad en atención a sus recursos y a
las condiciones del propio mercado’.” TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia
112/2006, de 5 de abril de 2006. Cf. TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Sentencia
Exp. No. 0011-2013-PI/TC, Óp. Cit.
122
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personales del empresario, como la adquisición de inmuebles, de vehículos, un


poder adquisitivo alto y permanente, que le brindará las ganancias obtenidas
con la empresa.

Cuarto, elección de su nombre227, que incluye el nombre comercial


cuando se es emprendedor físico o la razón social para el caso de las personas
jurídicas. Este derecho incluye también el derecho a cambiarlo y defenderlo de
un uso inapropiado por parte de los demás.

Quinto, otorgar facultades a los administradores228, directores, gerentes


o representantes legales y a determinar la composición de los órganos de
dirección229.

Y en relación con la libertad de dirección de la empresa230, ya teniendo


la organización correspondiente de su actividad y/o entidad, los empresarios
tienen la facultad de tomar las decisiones que consideren pertinentes para
orientar el rumbo de la empresa, con base en los siguientes derechos:

Sexto, escogencia del modelo gerencial o administrativo, donde el


empresario podrá determinar de todos los modelos que puedan darse el que
considere el más conveniente o incluso crear el suyo propio. Así, con base el
modelo, algunos podrán hacer más énfasis gerencial en el talento humano que
tiene a su disposición, otros en la tecnología y sistematización de la actividad,
otros en el mercadeo, en la competencia, en los clientes, en el proceso, en la
innovación, otros en la calidad del producto o servicio, en la planificación -a
corte, mediano y largo plazo-, o algunos opten por la estrategia del outsourcing.

Séptimo, también involucra el “derecho de los empresarios a participar


en organismos y consejos que se constituyan para regular o planear la
economía.”231

Octavo, libertad de producción232, que incluye la posibilidad de tomar


decisiones respecto de qué tipos de productos fabricará, de la calidad de los
bienes o servicios que ofrecerá, incluso el volumen de producción o
atención233, sin más límites que su estrategia empresarial, el capital y los
medios con los que cuente y lo que el mismo mercado (consumo) le permita.

Pero la sola producción no tiene sentido sino dentro de un proceso de


introducción de esa producción en el mercado. Así, la jurisprudencia de El

227
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-365 de 2012. TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 00239-2010, Óp. Cit.
228
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 00239-2010, Óp. Cit.
229
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-365 de 2012.
230
Cf. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE EL SALVADOR, SALA DE LO
CONSTITUCIONAL. Sentencia No. N°11-2012. Fecha: 20/04/2015. / Y Sentencia N°1013-
2008. Fecha: 20/12/2013.
231
MARTÍNEZ VAL, José María. Óp. Cit., p. 669.
232
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-365 de 2012.
233
ALVEAR TELLEZ, Julio. Hacia una concepción comprehensiva de la libertad económica un
paradigma a desarrollar. En: Estudios constitucionales, Vol. 13, No. 1, p. 348
123
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Salvador también ha señalado, que una de las manifestaciones de la libre


iniciativa privada es “la distribución de esos bienes y servicios puestos al
alcance de los consumidores en la cantidad y en el tiempo que son
requeridos”234.

Noveno, libertad de contratación235 e inversión y desinversión236.


Consustancial al comercio, se deriva de la autonomía de la voluntad y de la
libertad de disposición de la propiedad, fundamental para los procesos de
comercialización (como el contrato de compraventa) y la prestación de
servicios. Pero, además, “la libertad de contratación presupone, asimismo, una
amplia facultad de inversión por parte del empresario, a fin de colocar el capital
o los bienes en el sector e industria que a su juicio sea más adecuado. Esta
libertad se expresará, por tanto, en la creación de una nueva empresa, en la
ampliación del capital existente, en la aplicación de diversas medidas de
contratación, en la elección de proveedores y clientes de sus mercancías...”237

Décimo, derivado de la anterior, se encuentra de modo concreto la


libertad en la contratación de personal238, indispensable para ejercer la
actividad empresarial y que implica la subordinación laboral en función del
proyecto de producción, comercialización o prestación del servicio que se
requiera. Este factor de subordinación es fundamental, ya que en función de la
capacidad de dirección, el empleador debe dar órdenes y organizar la gestión
empresarial, en función de tiempo, cantidad y modo de hacer las cosas, dentro
del cual se incluye la facultad del ius variandi que marca el contrato laboral.239
Al respecto, el Tribunal Constitucional de España ha reconocido que en
ejercicio de la potestad de dirección de las empresas, se pueden modificar las
condiciones de trabajo.240 “Esta adaptación a las necesidades de la empresa
entra dentro del poder de dirección, lo que podrá llevar a cabo el empresario
dentro de su ejercicio regular –art. 20.2 ET– o con algunas limitaciones legales
–art. 41 ET–.”241

234
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE EL SALVADOR, SALA DE LO CONSTITUCIONAL.
Sentencia No. 17-2006. Fecha: 13/10/2010.
235
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 112/2006, de 5 de abril de 2006.
236
ALVEAR TELLEZ, Julio. Óp. Cit., p. 348
237
IRURETA URIARTE, Pedro. El núcleo laboral del Derecho Constitucional a la libertad de
empresa. En: Estudios Constitucionales, Año 11, Nº 2, 2013, p. 392-393.
238
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 00239-2010, Óp. Cit. La doctrina
también avala la inclusión de este derecho dentro de la liberta de empresa: ““Derecho a la libre
contratación de trabajadores […] implica la posibilidad de seleccionar su personal,
perfeccionamiento del mismo, sistemas de promoción y ascenso, programas internos de
organización y mantenimiento, etcétera…” MARTÍNEZ VAL, José María. Óp. Cit., p. 668
239
“El empresario ejerce la dirección y organización de la empresa y a ellas quedan sujetas las
prestaciones a realizar por el trabajador puesto que es imposible que éstas puedan quedar
absolutamente prefijadas en el contrato y que se puedan prever, además, las alteraciones de
las circunstancias a lo largo de la relación que exijan una modificación de dichas prestaciones
encomendadas al trabajador.” MORENO DE TORO, Carmen y RODRÍGUEZ CRESPO, María
José. Ejercicio y límites del ius variandi del empresario. En: Temas laborales: Revista andaluza
de trabajo y bienestar social, No. 98, 2009, p. 203.
240
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. SENTENCIA 92/1992, de 11 de junio de
1992.
241
MORENO DE TORO, Carmen y RODRÍGUEZ CRESPO, María José. Óp. Cit. p. 203.
124
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Decimoprimero, la libertad política comercial242 o estrategia comercial,


así como de publicidad243.

Decimosegundo, la libertad para fijar las políticas de precios244, lo que


inicialmente debe obedecer a la ausencia de fijación de precios máximos o
mínimos, dentro del margen propio de la utilidad pública (cuando hay
regulación de precios por parte del Estado) y de la competencia leal.

Decimotercero, la libertad de competencia245.

Decimocuarto, el derecho a recibir un beneficio económico razonable. 246


Martínez Val lo denomina derecho al beneficio, “puesto que su consecución,
aparte de ser condición de viabilidad y pervivencia de la empresa privada, hay
que reconocerlo, según larguísima tradición, como objeto lícito de su actividad,
en cualquier sector económico (agrario, industrial, mercantil, transportes,
etc.”247 En términos económicos, asumir los riesgos de empresa248 es lo que
legítima apropiación de las ganancias que pueda obtener el empresario, en el
ejercicio riesgoso de la actividad comercial.249

Fortaleciendo esta posición desde el derecho constitucional español,


Antonio Cinchonda asume que el beneficio económico es lo que naturalmente
anima a que los empresarios participen en el mercado, “lo que, en términos
jurídicos ha de traducirse en la protección ‘iusfundamental’ del derecho al
beneficio.”250 De hecho, suprimir el derecho al beneficio, sería suprimir el
capitalismo.251

Decimoquinto, la libertad para adquirir créditos y seguros.252 Martínez


Val lo reconoce como uno de los contenidos de la libertad de empresa en los
siguientes términos: “Derecho al crédito y a vías de financiación en un mercado

242
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-365 de 2012.
243
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 00239-2010, Óp. Cit.
244
IRURETA URIARTE, Pedro. Óp. Cit., p. 393 / TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ.
Exp. N° 00239-2010, Óp. Cit. / CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-365
de 2012.
245
ALVEAR TELLEZ, Julio. Óp. Cit. p. 348. / CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA.
Sentencia C-365 de 2012. / TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 00239-2010.
Óp. Cit. / MARTÍNEZ VAL, José María. Óp. Cit., p. 668.
246
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencias C-263 de 2011 y C-197 de 2012.
247
MARTÍNEZ VAL, José María. Óp. Cit., p. 668.
248
“El empresario, líder, creador, visionario, tiene que enfrentarse a una multitud de problemas
y vicios tanto del interior como del exterior de la empresa; así, el empresario es el sujeto o
persona que detenta una empresa comercial o mercantil que realiza las actividades del
comercio en forma ordenada, como lo enmarca la ley.” MANGAS LÓPEZ, Víctor Eduardo. Óp.
Cit., p. 22.
249
ROJO, Ángel. Lección 2. Óp. Cit. 42.
250
CIDONCHA MARTÍN, Antonio. La liberta de empresa en el marco de la economía de
mercado: el artículo 38 de la Constitución española. Tesis doctoral, Facultad de Derecho,
Universidad Autónoma de Madrid, 2004, p. 302.
251
Ibíd., p. 58.
252
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 00239-2010, Óp. Cit.
125
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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libre de capitales, en condiciones de igualdad con las empresas públicas y la


iniciativa privada…”253

Decimosexto, la libertad de traslado de industrias. En el marco de la


libertad de circulación, el Tribunal Constitucional de España ha señalado la
estrecha relación que existe entre el traslado de industrias (el desplazamiento
espacial de medios productivos, de bienes y personas por el territorio nacional)
y la libertad de empresa.254

Decimoséptimo, el derecho a la propiedad industrial. Derivado del


derecho de propiedad, se reconoce a los empresarios sus derechos sobre la
propiedad industrial, con fuente original en las constituciones políticas, que si
bien hacen mención de la propiedad intelectual en general o de la protección a
la creación del intelectual, algunas expresamente referencian el aspecto
empresarial. Así, por, ejemplo, la Constitución de República Dominicana en el
artículo 52 reconoce y protege las denominaciones, marcas y signos distintivos.
Y la Constitución chilena en el artículo 25 dispone que “se garantiza, también,
la propiedad industrial sobre las patentes de invención, marcas comerciales,
modelos, procesos tecnológicos u otras creaciones análogas”.

Decimoctavo, el derecho a crear establecimientos de comercio255.

Decimonoveno, derecho para crear las filiales y entidades que estime


necesarias.256

Vigésimo, igualmente en Costa Rica, la Corte Suprema manifestó que en


ejercicio de la libertad de empresa y el principio de autonomía de la voluntad,
las empresas pueden manejar bases de datos personales, sujetos a una serie
de límites y restricciones razonables.257

También, dentro de lo posibilidad de mantenerse en el mercado y


cuando se esté en el riesgo de salir de él, los empresarios sociales tienen la
posibilidad de tomar varias acciones jurídicas que les permitan sostenerse en la
actividad empresarial, como las siguientes:

Vigesimoprimero, algunas normas presentan la posibilidad de


transformar el tipo de sociedad mercantil cuando dejan de cumplir con algunos
de los requisitos propios del tipo societario. Así, por ejemplo, si cuando se
presenta una disminución de los socios o del patrimonio llevándolos a la
disolución por disposición de la ley o de los estatutos, la sociedad puede

253
MARTÍNEZ VAL, José María. Óp. Cit., p.667.
254
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 96/2002, de 25 de abril de 2002,
publicado en el BOE núm. 122, de 22 de mayo de 2002.
255
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencias C-263 de 2011 y C-197 de 2012.
256
IRURETA URIARTE, Pedro. Óp. Cit., p. 399.
257
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE COSTA RICA, SALA CONSTITUCIONAL. Exp. 11-
005628-0007-CO. Res. Nº 2011007818, del 15 de junio de 2011.
126
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adoptar otra forma estipulada en la ley, sin necesidad de liquidación, en los


casos que jurídicamente sean permitidos.258

Vigesimosegundo, derecho a la fusión empresarial. Dentro del marco de


la libertad de empresa con que cuenta el empresario social, está la posibilidad
de crecer o tomar acciones para evitar su extinción. Así se ha establecido en
España: “Siendo indudable que las concentraciones económicas constituyen
una manifestación de la libertad de empresa (art. 38 CE) —de manera que, en
principio, la adquisición de empresas competidoras o la fusión entre empresas
competidoras debe entenderse libre-…”259

Incluso, de la revisión jurídica, se observa que amparado en la libertad


de empresa, el Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica, resolviendo
una consulta conceptúa que “las personas jurídicas pueden acordar beneficios
para sus socios más allá del pago de dividendos. Incluso, estos entes pueden
ceder el uso y disfrute de bienes, tanto de manera controlada como
discrecional.”260

Como vigesimotercero, también, dentro del derecho que tiene el


empresario para permanecer en el mercado y evitar su extinción, están las
estrategias que le presenta el mismo sistema jurídico para resolver su situación
garantizando los derechos y acreencias que tienen los terceros respecto de la
actividad mercantil, como se presenta en el derecho concursal, sea como
derecho o como beneficio, basado en el principio de conservación de la
empresa261, aspecto que expresamente se destaca en algunas de las leyes
sobre el tema.

Así, por ejemplo, en la Ley Federal de Concursos Mercantiles de México,


claramente se establece que tiene por objeto regular el concurso mercantil con
el interés de conservar las empresas y garantizar una adecuada protección de
los acreedores, para lo cual divide el concurso en dos etapas sucesivas
denominadas conciliación y quiebra, en donde la finalidad de la primera “es
lograr la conservación de la empresa del Comerciante mediante el convenio
que suscriba con sus Acreedores Reconocidos”, tal como lo establece el
artículo tercero. En igual sentido, la Ley 1116 de 2006, Por la cual se establece
el Régimen de Insolvencia Empresarial en la República de Colombia, declara
en el artículo primero, que “el régimen judicial de insolvencia regulado en la
presente ley, tiene por objeto la protección del crédito y la recuperación y
conservación de la empresa como unidad de explotación económica y fuente

258
Esta flexibilidad por lo general es permitida para las sociedades mercantiles, no obstante,
algunos países presentan restricciones para que determinadas entidades como las
cooperativas, las asociaciones o las fundaciones se transformen en otro tipo de persona
jurídica. También deben considerarse las exigencias propias societarias que exija cada país en
relación con determinadas actividades económicas, como el tipo de sociedad que se exige para
desempeñar actividades mineras, financieras o de salud, por ejemplo.
259
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 108/2014, de 26 de junio de 2014,
publicado en el BOE núm. 177, de 22 de julio de 2014.
260
TRIBUNAL SUPREMO DE ELECCIONES DE COSTA RICA. N.° 8612-E8-2012. 12 de
diciembre de 2012.
261
Aspecto importante para los que posteriormente se llamarán reemprendedores.
127
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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generadora de empleo”. Del mismo modo en Perú, la Ley 27.809, Ley General
del Sistema Concursal, señala en el artículo primero que “el objetivo del
Sistema Concursal es la permanencia de la unidad productiva, la protección del
crédito y el patrimonio de la empresa.”

El principio de conservación de la empresa, se basa en la consideración


de la importancia económica que representa, especialmente en las economías
en vías de desarrollo y época de crisis, dado que de ellas depende la
estabilidad económica general; además de la importancia social en relación con
la generación y sostenibilidad de los empleos, los aportes a la seguridad social
y los ingresos que le generan al Estado vía impuestos y tasas. Para ello, se
han creado instrumentos jurídicos como las leyes concursales que buscan la
permanencia de las empresas en el mercado.262 Todo ello, permitiendo que el
empresario ejerza su libertad de empresa, contenida en la libertad de
permanencia en el mercado.

En España, la conservación de la empresa gira en torno a la protección


de la masa para responder a los acreedores y no por el sostenimiento mismo
de la actividad productiva. Sin embargo, la Dirección General de los Registros y
del Notariado apunta a una tendencia claramente conservacionista, como
puede observarse en los fundamentos de una resolución en la que estima un
recurso y revoca una nota de calificación por la que se rechazaba la inscripción
de escritura de elevación a público de acuerdos de reactivación de sociedad
disuelta. Así se lee en dicha resolución:

“No existe problema conceptual que imponga que una sociedad de


capital disuelta de pleno derecho no pueda ser reactivada siempre que se
respeten los límites establecidos legalmente en el artículo 370 de la Ley de
Sociedades de Capital. Imponer la liquidación forzosa de la sociedad cuando
existe una voluntad de continuar su actividad no sólo resulta económicamente
irracional, es que carece de un fundamento jurídico que lo justifique. Nótese
que la dicción literal del artículo 370 de la Ley de Sociedades de Capital (y de
su precedente, el artículo 106 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad
Limitada), afirma para la sociedades disueltas de pleno derecho que «no podrá
acordarse»; afirmación que viene precedida por la que establece que la junta
de la sociedad disuelta podrá acordar el retorno a la vida activa de la sociedad.
Y es que cuando la sociedad está disuelta «ipso iure» por causa legal o por
haber llegado el término fijado en los estatutos ya no cabe un acuerdo social
sino que lo procedente, si se desea continuar con la empresa, es la prestación
de un nuevo consentimiento contractual por los socios que entonces ostenten
dicha condición. No otra cosa resulta del artículo 223 del Código de Comercio
cuando afirma: «Las compañías mercantiles no se entenderán prorrogadas por
la voluntad tácita o presunta de los socios, después que se hubiere cumplido el
término por el cual fueron constituidas; y si los socios quieren continuar en
compañía celebrarán un nuevo contrato, sujeto a todas las formalidades
prescritas para su establecimiento, según se previene en el artículo 119».
262
Cfr. HERNÁNDEZ, Diana Lucía. Excepción de empresa en crisis. Ideas generales sobre la
regulación de la figura en el derecho comparado y su aplicación en Colombia. En: Revista e-
mercatoria, Vol. 13, Nº. 1, 2014, p. 75.
128
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Cobra así sentido la afirmación del artículo 370 de la Ley de Sociedades de


Capital que lejos de imponer una liquidación forzosa contra la voluntad de los
socios, se limita a delimitar el supuesto de reactivación ordinaria, al que basta
un acuerdo social, de este otro que exige un consentimiento contractual de
quien ostente aquella condición.”263

Así, también queda evidenciada que el derecho concursal permite la


materialización del derecho de los empresarios de permanecer en el mercado,
a través de este instrumento jurídico establecido en los ordenamientos jurídicos
iberoamericanos, en virtud del principio de conservación de la empresa.

1.4.3 Derecho a cesar la actividad empresarial o salir


del mercado.

Y si el primer derecho que se deriva de la libertad de empresa es la del


emprendimiento empresarial, la consecuencia derivada de esta, es que la
persona tenga igualmente el derecho de cesar esta actividad comercial,
cerrando el ciclo completo de la empresa (creación, permanencia, cierre).264

El derecho a cesar la empresa se encuentra en múltiples


pronunciamientos judiciales, entendido como una de las tres libertades que
conforman el núcleo básico de la libertad de empresa.

Así, se observa que el Tribunal Constitucional del Perú, contempla tres


derechos: de acceso, de auto-regulación y de cierre o cesación, “a través del
cual se reconoce la potestad de decidir la salida del mercado de la empresa”265,
cuando lo considere oportuno266. La libertad de cesar se observa también en la
jurisprudencia de la Corte Suprema de El Salvador.267

El cese de las actividades mercantiles y por tanto la respectiva salida del


mercado, desde la connotación de derecho subjetivo, debe tener su origen en
dos fuentes: en primer lugar, en la voluntad libre y consciente del empresario

263
MINISTERIO DE JUSTICIA DE ESPAÑA, DIRECCIÓN GENERAL DE LOS REGISTROS Y
DEL NOTARIADO. Resolución de 9 de junio de 2014, de la Dirección General de los Registros
y del Notariado, en el recurso interpuesto contra la nota de calificación extendida por el
registrador mercantil y de bienes muebles XIV de Madrid, por la que se rechaza la inscripción
de escritura de elevación a público de acuerdos de reactivación de sociedad disuelta.
264
Aunque aquí se ha optado por presentarlo como un derecho adicional a los demás, existen
otros autores como Manuel Rodríguez Portugués (Universidad de Córdoba), que estiman que
el derecho a cesar la actividad empresarial se encuentra contenido en el derecho a sostener la
empresa, ya que el sostener implica la posibilidad de cesar, porque algo no se puede sostener
si no tiene la posibilidad de cesar, consecuencia lógica de no realizar las acciones conducentes
a mantener vigente la actividad mercantil. Cfr. RODRÍGUEZ PORTUGUÉS, Manuel. El
contenido esencial de la libertad de empresa. Algunas consideraciones jurídicas. En: Revista
Derecho y Opinión. No. 9, 2001, p. 97. También MARTÍNEZ VAL, José María. Óp. Cit.
265
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 0011-2013-PI. Óp. Cit. También lo ha
expresado en la Sentencia Exp. N° 01405-2010-PA/TC, Óp. Cit.
266
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 00239-2010. 5 de noviembre de 2012.
Lima- Promotora e Inmobiliaria Town House S.A.C.
267
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE EL SALVADOR, SALA DE LO CONSTITUCIONAL.
Sentencia No. N°11-2012 Fecha: 20/04/2015 y N°1013-2008 Fecha: 20/12/2013.
129
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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de parar su actividad empresarial por las razones personales que a bien


considere268; en segundo lugar, por la misma dinámica del mercado o de la
economía que lo han obligado a retirarse.

Esta última, se plantea bajo el supuesto de condiciones sanas y legales


del mercado, obedeciendo más a cuestiones de gerencia y competitividad, por
ejemplo, que el empresario no logró seducir al consumidor con su producto o
servicio, no estuvo innovando y fue quedando rezagado ante la oferta de los
demás empresarios, no le dio un adecuado manejo contable y financiero a su
actividad, descuidó el aspecto de la calidad del producto o servicio, no estuvo
actualizando sus instrumentos para la producción o prestación de servicio, no
reaccionó a tiempo o adecuadamente a un movimiento del mercado, no realizó
las inversiones necesarias para crecer y satisfacer la demanda, para lograr
capturar más mercado o para permanecer vigente en la mente del consumidor
a través de estrategias de mercadeo y publicidad, etc.

O porque las condiciones económicas generales dieron pie a su salida


forzosa del mercado, sin depender propiamente de la competencia sino de
coyunturas macroeconómicas que hacen entrar en crisis los países, como
puede ser un conflicto armado, la escasez de petróleo y combustibles,
inadecuadas medidas por parte de los gobiernos, factores ambientales que
pueden descompensar la producción nacional, la crisis de un país del cual
existía una alta dependencia económica, entre otras opciones, que dependen
propiamente de la estrategia gerencial del empresario ni de la competencia,
sino de factores que escapan de su esfera de decisión.

En contraposición, no hará parte de la libertad de empresa, el derecho


de cesación de la actividad mercantil, cuando sea causada por competencia
desleal, cuando la sociedad entra en casuales de disolución por constatación
de una causa legal269, es expropiada por el Estado o por liquidación forzosa, en
el caso de que entre en proceso concursal.

1.4.4 Otros aspectos a considerar de la libertad de


empresa.

La libertad de empresa abarca otros aspectos dentro de su delimitación


y aplicación, que se consideran necesarios mencionar.

Primero, este derecho no implica que se tenga ánimo de lucro o no. Ello
no se limita. La calidad de comerciante270 se adquiere por el ejercicio, no por el

268
Situación que puede contemplar tantas opciones como personas existan, como por ejemplo,
que el empresario se haya decepcionado de la actividad mercantil, se encuentre cansado y
desee descansar o cambiar de actividad, se entre en un proceso de relevo y el empresario
desee ceder su actividad a sus herederos, opte por ser solamente empleado, considere que ya
cerró una etapa o un ciclo de la vida, haya optado como prioridad por dedicar más a tiempo a
su familia, solo por brindar algunas opciones posibles.
269
Cf. GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 376.
270
Hoy entendido en un concepto más amplio como empresario, toda vez que éste último
cobija además de las actividades comerciales, también las industriales y la prestación de
servicios.
130
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ánimo, tal como puede desprenderse de la lectura del Art. 1 del Código de
Comercio de España.

Esto también la ratifica Chile: “A su vez, la Corte Suprema ha


sentenciado, siguiendo a la doctrina especializada, que ‘analizada la norma en
estudio desde este punto de vista, el contenido esencial del derecho
garantizado por el numeral 21° es la libertad que se garantiza a todas las
personas sean naturales o jurídicas, para satisfacer sus necesidades múltiples
e ilimitadas mediante la utilización de bienes escasos y limitados, no siendo
indispensable, ergo, el carácter lucrativo de las mencionadas actividades’.”271

Y la Corte Constitucional de Colombia lo estableció en relación con el


ejercicio mercantil de las cooperativas: “ello no puede entenderse como una
restricción, que impida a las organizaciones cooperativas realizar actos
mercantiles como se señaló anteriormente, los cuales se realizan dentro del
marco señalado por la Carta Política, ya que de otra forma no podrían funcionar
adecuadamente, al margen de los fines que cumplen como empresas que si
bien tienen objetos propios necesitan realizar actos civiles y mercantiles para
participar en la vida económica, jurídica y social.”272

Segundo, para efectos de la libertad de empresa, es indistinto que sean


micro, pequeñas, medianas o grandes empresas.

Tercero, este derecho no segmenta la actividad en el mercado, las cubre


todas, salvo los límites que se establezcan en la Constitución o la ley, como por
ejemplo el comercio de armas.

En general, el desarrollo del contenido de la libertad de empresa quedó


en manos del Poder Judicial, quien es el encargado a través de sus
organismos y múltiples pronunciamientos, el encargado de ir determinando en
cada caso de ir estableciendo los alcances que tiene respeto de otros derechos
o libertades, y de ir determinando la medida en que las limitaciones o
restricciones que le va imponiendo el Estado se ajustan o no a cada
Constitución. Así se han presentado múltiples sentencias en todos los países,
donde se establecen los alcances de la libertad de empresa con la libertad de
horarios273, se ha ponderado con la libertad de expresión y de información 274,
en relación con la libertad sindical275, la tributación276, la ordenación territorial y

271
CORTE SUPREMA DE CHILE. Sentencia STC Rol N° 467-06-INA, de 14 de noviembre de
2006. Caso “Empresa Portuaria de Arica”.
272
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-589 de 1995.
273
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencias 124/2003, de 19 de junio de 2003;
Sentencia 26/2012, de 1 de marzo de 2012; Sentencia 225/1993, de 8 de julio de 1993;
Sentencia 170/2012, de 4 de octubre de 2012; Sentencia 31/2011, de 17 de marzo de 2011.
274
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 127/1994, de 5 de mayo de 1994. /
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE CHILE STC Rol N° 226-95-CPT, de 30 de octubre de 1995.
Caso “Ley sobre Libertad de Información”. Y STC Rol N° 226-95-CPT, de 30 de octubre de
1995. Caso “Ley sobre Libertad de Información”. / CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA.
Sentencia C-830 de 2010.
275
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 119/2014, de 16 de julio de 2014.
CORTE CONSTIUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia T-434/11.
131
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urbanística277 e incluso la exigencia de licencias, registros y permisos278, solo


para ilustrar algunos aspectos que han sido revisados por los diferentes
tribunales.

2. Límites a la libertad de empresa.

Como ya se ha mencionado, la libertad de empresa no es un derecho


absoluto279, sino que se encuentra sujeto a varias condicionantes, algunas de
rango constitucional, otras de rango legal.

Básicamente estos límites se pueden dividir en dos grandes bloques:


uno, en la facultad planificadora que le otorga las constituciones políticas a los
Estados sobre la economía; y el otro, en las limitaciones que puedan
justificarse en el interés público o general, dentro del cual caben una serie de
condicionamientos concretos, ya desarrollados principalmente por la
jurisprudencia de cada país.

2.1 La facultad planificadora de la economía por parte del


Estado.

La limitación más controvertida y sobre la cual se encuentra más


literatura, es respecto de la sujeción de la libertad de empresa a la intervención
del Estado en la economía, que debe hacer de manera sistemática, integral,
regular y planificada.

Este mismo modelo de libertad de empresa bajo el marco de una


planeación por parte de los poderes públicos, es el general en los sistemas
jurídicos latinoamericanos.

Por ejemplo, la Constitución Política mexicana, contempla en el artículo


quinto la libertad de industria, comercio y trabajo, pero en el artículo 25
expresamente señala que al Estado le corresponde la rectoría del desarrollo
nacional -lo que implica planearla, conducirla, coordinarla y orientarla-, también
señala que le corresponde coadyuvar a generar condiciones favorables para el
crecimiento de la economía y del empleo y el fomento de las actividades que
demande el interés general.
276
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 126/1987, de 16 de julio de 1987. /
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE CHILE. STC Rol N° 219-95-CPT, de 31 de julio de 1995.
Caso “Reajuste Pensiones” (impuesto al tabaco). Y STC Rol N° 280-98-CPT, de 20 de octubre
de 1998. Caso “Impuestos tabaco y gasolina”. / CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA.
Sentencia C-264/13.
277
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 61/1997, de 20 de marzo de 1997.
278
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 3330-2004-AA/TC, Óp. Cit. / CORTE
CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-263 de 2011.
279
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Pleno. Sentencia 109/2003, de 5 de junio de
2003. Posición de nuevo asumida en la Sentencia 18/2011, de 3 de marzo de 2011 y Sentencia
135/2012, de 19 de junio de 2012. / TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE CHILE. STC Rol N°
513-06-INA, de 2 de enero de 2007. Caso “Lacalle Soza”; STC Rol N° 980-07-INA, de 13 de
mayo de 2008. Caso “Agencia de Turismo” y STC Rol N° 1413-09-INA, de 16 de noviembre de
2010. Caso “Síndico”. / CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA, Sentencias C-524 de
1995, C-228 de 2010, C-830 de 2010 y C-197 de 2012.
132
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Igualmente en Guatemala, si bien la Constitución Política reconoce en


los artículos 39 y 43 la propiedad privada como un derecho inherente a la
persona humana, así como la libertad de industria, de comercio y de trabajo,
también reconoce que el régimen económico y social de la república se funda
en la justicia social, que es obligación del Estado orientar la economía nacional
para incrementar la riqueza, lograr el pleno empleo y la distribución equitativa.
Y que para ello, la Constitución Política en el artículo 118, establece que el
Estado puede actuar complementando tanto la iniciativa como la actividad
privada.

Así, en el marco económico, el artículo 119 establece como algunas de


las obligaciones del Estado guatemalteco promover el desarrollo económico del
país, la inversión de capitales nacionales y extranjeros, promover el comercio
interior y exterior, el aprovechamiento de los recursos naturales, fomentar la
creación de cooperativas, impulsar el desarrollo rural con base en el principio
de propiedad privada, proteger la formación de capital, fomentar el mercado
para productos nacionales, prohibir e impedir los monopolios, promover
iniciativas industriales y turísticas, entre otras.

Por otra parte, conforme lo establece el artículo 101 de la Constitución


salvadoreña, es función del Estado promover el desarrollo económico y social,
lo cual debe conseguir mediante el uso racional de los recursos y el incremento
tanto de la producción como de la productividad, además de defender los
consumidores. Para ello, también se garantiza la libertad económica y por ello
el Estado debe proteger la iniciativa privada para incrementar la riqueza
nacional, sin desmedro del interés y la función social.

Se destaca que en el artículo 337, estipula que “la industria y el comercio


a pequeña escala, constituyen el patrimonio de los hondureños”, dado una
especial protección a las micro y pequeñas empresas.

Asimismo, la Constitución de República Dominicana declara en los


artículos 218 y 219 que la iniciativa privada es libre, que el Estado fomenta la
iniciativa económica privada y también puede ejercer la actividad empresarial
para promover la economía nacional. Y en el artículo 50 reconoce y garantiza
la libertad de empresa, comercio e industria y la libre competencia.

De igual modo, la Constitución de Colombia establece en el artículo 334,


que la dirección general de la economía está a cargo del Estado, el cual
interviene por mandato de la ley, entre otros, en la producción, distribución,
utilización y consumo de los bienes, y en los servicios públicos y privados, para
dar pleno empleo a los recursos humanos, promover la productividad y
competitividad y el desarrollo armónico de las regiones.

Aun así, el artículo 333 determina que son libres la actividad económica
y la iniciativa privada, que la libre competencia económica es un derecho de
todos y por eso el Estado debe impedir que se obstruya o restrinja la libertad

133
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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económica, que la empresa es la base del desarrollo y por eso el Estado


estimulará el desarrollo empresarial.

Pero en función del equilibrio económico y el bienestar general,


establece en el artículo 335 que las actividades financiera, bursátil,
aseguradora y cualquier otra relacionada con el manejo, aprovechamiento e
inversión de los recursos de captación son de interés público y sólo pueden ser
ejercidas previa autorización del Estado, conforme a la ley, la cual promoverá la
democratización del crédito.

Para el caso venezolano, la Constitución garantiza el derecho de


propiedad y en el artículo 112 establece que el Estado tiene la facultad de
dictar medidas para planificar, racionalizar y regular la economía e impulsar el
desarrollo integral del país.

También en el artículo 112 señala que todas las personas pueden


dedicarse libremente a la actividad económica que prefiera, que Estado
promoverá la iniciativa privada, garantizando la producción de bienes y
servicios, la libertad de empresa, comercio e industria. En el artículo 183
autoriza a los Estados y Municipios para que creen organizaciones,
cooperativas o empresas comunales de servicios. En el artículo 308 expresa
que “el Estado protegerá y promoverá la pequeña y mediana industria, las
cooperativas, las cajas de ahorro, así como también la empresa familiar, la
microempresa y cualquier otra forma de asociación comunitaria para el trabajo,
el ahorro y el consumo, bajo régimen de propiedad colectiva”. Y en el artículo
301 dispone textualmente que “el Estado se reserva el uso de la política
comercial para defender las actividades económicas de las empresas
nacionales públicas y privadas.”

En otro artículo establece que no se permitirán monopolios ni el abuso


de posición de dominio y en el artículo 299 contempla que el régimen
socioeconómico de la República se fundamenta en el principio de libre
competencia. También en otro apartado, declara la ilicitud de la especulación,
el acaparamiento, la usura y la cartelización. Y el artículo 300 determina que se
establecerán condiciones “para la creación de entidades funcionalmente
descentralizadas para la realización de actividades sociales o empresariales,
con el objeto de asegurar la razonable productividad económica y social de los
recursos públicos que en ellas se inviertan.”

En la República del Perú, como en la mayoría de países, el Estado


cuenta con una facultad especial para intervenir en la economía del país,
situación que se presenta desde la misma Constitución Política, en la cual se
dispone que el derecho de propiedad sea inviolable, que el Estado deba
garantizarlo y reconocer que hay diversas formas de propiedad. Además, se
estipula constitucionalmente que la iniciativa privada es libre, pero se ejerce en
una economía social de mercado, orientada al desarrollo del país.

En esta dirección, el Estado debe estimular la creación de riqueza;


garantizar la libertad de empresa, comercio e industria; reconocer que existen
134
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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diversas formas de empresa y debe promover las pequeñas empresas en todas


sus modalidades. También, el Estado debe facilitar la libre competencia, no
puede establecer ni autorizar monopolios y debe darle el mismo tratamiento
legal tanto a la actividad empresarial pública como privada280.

De otro lado, la Constitución Política boliviana hace un vasto desarrollo


del aspecto económico del Estado. Así, entre otras disposiciones, reconoce en
el artículo 56 que toda persona tiene derecho a la propiedad individual y
colectiva y en el artículo 47 que toda persona tiene derecho a dedicarse al
comercio, la industria o a cualquier actividad económica lícita. En este sentido,
el artículo 308 constitucional reconoce, respeta y protege la iniciativa privada,
en la búsqueda tanto del desarrollo económico y social. En el artículo 106
dispone que la economía es plural y está constituida por formas de
organización económica tanto comunitaria, como estatal, privada y social
cooperativa. Por ello, “se garantiza la libertad de empresa y el pleno ejercicio
de las actividades empresariales” (art. 308) y “el respeto a la iniciativa
empresarial y la seguridad jurídica.” (Art. 311) Y en general, se dispone en este
último artículo que el Estado ejercerá la dirección integral del desarrollo
económico y que podrá intervenir en toda la cadena productiva en los sectores
estratégicos; que le corresponde conducir la planificación económica, ejercer la
dirección y control de los sectores estratégicos de la economía, determinar el
monopolio estatal de actividades estratégicas cuando se considere necesario,
entre otras funciones establecidas en el artículo 316. Además, el artículo 318
señala que el Estado es quien determina la política productiva industrial y
comercial que cubra las necesidades básicas internas.

En su caso, la Constitución de España, en el artículo 38


específicamente, reconoce la libertad de empresa y seguidamente establece
que los poderes públicos le deben garantizar, pero de acuerdo a las exigencias
de la economía general y de la planificación. Dentro de un análisis sistemático,
este artículo debe leerse conjuntamente con el 131 de la misma norma, en el
cual el Constituyente ha establecido que el Estado planificará la actividad
económica general.

No obstante, el Constituyente español tampoco da una libertad absoluta


al Estado para el ejercicio de su competencia planificadora de la economía,
porque la misma Carta le impone los límites a dicha competencia:

En primer lugar, la condición de economía de mercado le pone el primer


límite a la facultad planificadora del Estado, así el Estado debe promover no el
sistema económico que desee, sino el de mercado, que además tampoco
podrá abolir. En segundo lugar, se limita a través de la reserva legal, es decir,
solo el Legislador puede imponer dichos límites mediante una ley. En tercer
lugar, debe ser de acuerdo con las exigencias de la economía general.
Requisitos que se pueden llevar al marco general de la cuestión en
Iberoamérica.

280
ASAMBLEA CONSTITUYENTE DEL PERÚ. Constitución Política. Artículos 58 a 60 y
artículo 70.
135
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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En relación con la primera limitación que se impone a la actividad


planificadora del Estado y para el caso de España, la Constitución misma
determina cuál es la forma en que el Estado debe organizar la economía y
expresa que debe ser bajo el marco de una economía de mercado. De esta
manera, podría decirse que la coordinación de la economía conforme la
disposición constitucional, se balancea entre dos fuerzas, una privada y otra
pública: el mercado, con la iniciativa y la libertad de las personas para hacer lo
que no les está prohibido y el Estado, a través de sus distintos órganos e
instrumentos jurídicos. Es decir, un sistema de economía mixta, que es el
imperante en la gran mayoría de países iberoamericanos.

El sistema de economía mixta presenta como características: 1) que hay


coexistencia de propiedad privada y propiedad estatal de los medios de
producción, 2) que se respeta la iniciativa empresarial, 3) que hay una
intervención parcial del Estado, 3) que el proceso económico se orienta
conforme lo determine el mismo mercado y la planeación que se haga del él. 281

El mercado, por su parte, se entiende como el intercambio acordado de


bienes y servicios, negociado a través de unos precios, definidos en el juego
de oferta y demanda282; en donde se espera que los bienes y servicios que
requiere la población sean producidos y distribuidos por los privados.

Así, el mercado puede ser considerado como parte de un lugar


geográfico donde confluye la oferta y la demanda de dichos bienes o servicios;
pero más que un espacio físico, es el punto común de convergencia, lo que
implica que también puede darse el mercado en los espacios virtuales, de gran
auge por las tecnologías de la información y la comunicación, particularmente,
gracias a la Internet.283

Existen básicamente tres clases de mercados: de productos, de factores


y el financiero. En los primeros, se presenta el intercambio tradicional de
bienes y servicios; en el segundo, se transa con trabajo, tierra (que contempla
terrenos, inmuebles construidos y arriendos) y capital (como dinero que se
invierte para crear, sostener o impulsar la actividad de una empresa); en el
tercero, se incluye tanto el mercado de dinero como de títulos, como por
ejemplo acciones, bonos y certificados. Y todos ellos, se basan en la misma
premisa: libertad para actuar.

281
ÁVIL AY LUGO, José. Introducción a la economía. México: Universidad Nacional Autónoma
de México y Editorial Plaza y Valdés, 2004, p. 186.
282
VARGAS SÁNCHEZ, Gustavo. Introducción a la teoría económica. México: Pearson –
Prentice Hall, 2006, p. 13.
283
Los mercados virtuales, mercados electrónicos o e-maketplaces, son definidos como sitios
web donde concurren compradores y vendedores “para el intercambio de información, compra
y venta de productos y servicios y transacciones financieras.” LAVIOS VILLAHOZ, Juan José;
DEL OLMO MARTÍNEZ, Ricardo; MARISCAL SALDAÑA, Miguel Ángel y GARCÍA HERRERO,
Susana. Mercados virtuales: situación actual y retos para el futuro. En: IX Congreso de
Ingeniería de Organización, Gijón, 8-9 septiembre de 2005, p. 1.
136
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Sin lugar a dudas, el mercado es esencial para la actividad empresarial,


cuando se desea ofrecer un servicio o un bien para poder generar ingresos o
generar rentabilidad económica de ello, es preciso contar con la libertad para
poder adquirir los bienes y servicios que se necesiten para generar los suyos
propios; así mismo la libertad para seducir clientes que tengan la posibilidad de
compra y la capacidad adquisitiva, lo que implica entrar en un mercado
específico donde seguramente habrán otras personas físicas o jurídicas
ofreciendo los mismos o parecidos bienes y servicios, lo que implicará, a su
vez, la libertad de participar con ellos en la competencia por conseguir que
clientes.

También los consumidores concurren en el mercado para elegir los


productos y servicios que requiera o desee, a cambio de una contraprestación
económica que normalmente está representada en dinero con un valor
denominado precio, que fluctúa según aumente o disminuya la oferta y la
demanda de dichos bienes y servicios o de los insumos que se requieran para
ello.

Todo ello, bajo la premisa que la actuación en el mercado, tanto de


consumidores como de oferentes debe hacerse bajo el principio de libertad.

Bajo este antecedente, el derecho a la libertad de empresa busca, como


todos los derechos relacionados con la libertad, asegurar que los individuos
tengan un margen de actuación libre de la intervención directa del Estado -lo
que impone una obligación al Estado de abstención-, permitiendo actuar a los
ciudadanos con independencia y autonomía, lo que además viene sujeto
intrínsecamente al libre desarrollo de la personalidad, para este caso, en el
ámbito del mercado.

Y es que al eliminar el mercado y quedar los medios, la producción y la


distribución en manos del Estado, se elimina la libertad de empresa. Pero la
libertad económica absoluta tampoco es confiable y ya se ha demostrado que
el mercado presenta lo que se ha denominado fallos, fallas o distorsiones,
como en los casos donde se da una competencia imperfecta por concentración
de poder en una o pocas empresas (sea por oferta o por demanda), en
perjuicio de los demás agentes del mercado; o cuando se presenta una
asignación ineficiente de los recursos, por exceso o por defecto; o un
inadecuado equilibrio del costo-beneficio, representado en el precio que va al
consumidor final, entre otras, lo que requiere de la intervención del Estado para
nivelar las situaciones.

Así, libertad de empresa y la planificación de la economía, antes que


excluirse, se complementan.

Pero, ¿cómo se concilian la libertad de empresa por un lado y la


planificación y la intervención del Estado por la otra? Justamente no existiría la
primera de no ser por la segunda, porque en un mercado sin reglas, el capital y
los medios de producción se terminarían concentrando cada vez más,
permitiendo el abuso y el acaparamiento por parte de uno o de unos pocos,
137
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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limitando la capacidad de las demás personas de acceder a materias primas,


clientes, medios de comunicación, información, al sistema financiero y por
ende, limitando o anulando injusta y materialmente la libertad de emprender
una actividad mercantil.

Así lo ha señalado, por ejemplo, el Tribunal Constitucional del Perú:


“Para ello, el Estado debe remover los obstáculos que impidan o restrinjan el
libre acceso a los mercados de bienes y servicios, así como toda práctica que
produzca o pueda producir el efecto de limitar, impedir, restringir o falsear la
libre competencia, para lo cual debe formular y establecer todos los
mecanismos jurídicos necesarios a fin de salvaguardar la libre competencia.
Por dicha razón, el artículo 61º de la Constitución reconoce que el Estado: a)
facilita y vigila la libre competencia; b) combate toda práctica que limite la libre
competencia; y c) combate el abuso de posiciones dominantes o
monopólicas.”284

Pero además de pensar en el mismo mercado, también debe


considerarse el interés o bienestar general, porque puede darse que un sector
empresarial en justo equilibrio de participación explote eficientemente el
mercado pero produciendo efectos sociales no deseables285, que aunque
inciden de manera colateral no necesariamente son económicos, como el
aspecto ambiental, el de la salubridad pública, la pobreza o la depresión. Aquí
es donde entra también el Estado en su función regulatoria y planificadora,
para equilibrar los intereses privados de carácter económico y el interés
general.

El segundo límite a la actividad planificadora se concreta a través de la


reserva legal, es decir, restando capacidad al Gobierno para tomar medidas
restrictivas sobre la actividad mercantil y llevando dichas decisiones al
Legislador286, de manera que bajo el régimen democrático de representación,
los ciudadanos puedan hacer control de las decisiones que restringirán sus
derechos, garantizando “las exigencias de seguridad jurídica en el ámbito de
los derechos fundamentales y las libertades públicas.”287

La reserva legal está contenida en la misma Constitución española, que


en el artículo 53.1 expresa que los derechos y libertades reconocidos en el
Capítulo Segundo del Título I (artículos 14 a 38) solo pueden ser regulados
mediante ley y siempre deben respetar su contenido esencial. Y siendo
justamente el artículo 38 el que reconoce la libertad de empresa, se entiende la
reserva de ley para ella sin discusión alguna.

La reserva de ley en materia de libertad económica se reproduce en los


países latinoamericanos, como en el artículo quinto de la Constitución

284
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. N° 01405-2010-PA/TC. Óp. Cit.
285
STIGLITZ, Joseph. Regulación y fallas. En: Revista de Economía Institucional, Vol. 12, No.
23, 2010, p. 14.
286
Llámese Parlamento, Congreso, Asamblea, según las distintas denominaciones que recibe
el órgano que ostenta el Poder Legislativo en los países estudiados.
287
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 112/2006, Óp. Cit.
138
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mexicana, en el cual se dispone que solo se pueda limitar el ejercicio de la


libertad de industria, comercio o trabajo por determinación judicial o resolución
gubernativa conforme lo establezca la ley. En Colombia, la Constitución en el
artículo 333 estipula que para la actividad económica y la iniciativa privada
“nadie podrá exigir permisos previos ni requisitos, sin autorización de la ley.” O
en República Dominicana, el artículo 50 de su Constitución.

Ahora, la reserva de ley es excluyente al prohibir la creación de


limitaciones o restricciones a la libertad de empresa a través de otras normas
que no sean del alcance del Poder Legislativo, como las que podría expedir el
Ejecutivo a través de su competencia administrativa288, salvo que sea la misma
ley que lo autorice, lo que implicaría ya una función reglamentaria.

No obstante, se ha cuestionado si la reserva de ley hace referencia a las


normas con fuerza de ley o a las leyes en sentido formal, es decir. Bajo la
primera premisa, la libertad de empresa podría ser limitada por los decretos
expedidos por el Ejecutivo que tienen fuerza material de ley; bajo la segunda,
solo las normas que han surtido el proceso formal de ley y solo bajo el órgano
constitucional expresamente considerado el Poder Legislativo, podría contener
dichas limitaciones.

Pero tampoco es suficiente el solo hecho de que sea una norma


expedida por el Poder Legislativo la que restrinja la libertad de empresa;
además, al Legislador se le han marcado unos límites en su función regulatoria.
Al respecto, los tribunales constitucionales han señalado que, como primero, la
intervención debe ser a través de ley, no de cualquier otra norma que pueda
expedir las autoridades legislativas, como resoluciones u otras de carácter
meramente administrativo; como segundo, la ley no puede afectar el núcleo
esencial de la libertad de empresa, que como ya se ha visto, está conformado
por el derecho de iniciar la empresa, sostenerla en el mercado y cesar su
actividad; como tercero, debe estar justificada dicha restricción en el marco del
interés general; y como cuarto, debe responder a criterios razonables y
proporcionales en relación con el bien o valor que se quiere proteger y no debe
ser tan extrema la medida que realmente termine haciendo imposible el
ejercicio mercantil, “lo hacen irrealizable, lo entraban más allá de lo razonable o

288
“La reserva de ley significa que otras fuentes normativas (otras vías o maneras de
producción de normas), como el reglamento y las ordenanzas municipales, tienen prohibido
regular las materias reservadas a la ley y esta tampoco puede delegarles, en lo esencial, dicha
regulación.” CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE EL SALVADOR, SALA DE LO
CONSTITUCIONAL. Sentencia No. N°11-2012. Fecha: 20/04/2015. “[S]i bien es efectivo que el
legislador haciendo uso de su facultad de ‘regular’ puede establecer limitaciones y restricciones
al derecho a desarrollar cualquier actividad económica, esta facultad no le corresponde al
administrador, pues de acuerdo al texto constitucional, por el artículo 60, N° 2, que establece
‘Sólo son materias de ley: Las que la Constitución exija que sean reguladas por una ley’, estas
atribuciones están entregadas expresamente al legislador, al disponer el constituyente que el
derecho a desarrollar una actividad económica se asegura ‘respetando las normas legales que
la ‘regulen’’. En otras palabras, el constituyente entrega al legislador y no al administrador la
facultad de disponer cómo deben realizarse las actividades económicas y a qué reglas deben
someterse” TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE CHILE. STC Rol N° 146-92-CDS, de 21 de abril
de 1992. Caso “Publicidad Caminera 1”.
139
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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lo privan de tutela jurídica”289, es decir, las decisiones tomadas, de todas las


opciones posibles, debe ser la menos restrictiva.

En tercer lugar, otro límite a las decisiones económicas que tome el


Estado, es que deben corresponder a varios fines u objetivos
macroeconómicos: atender necesidades colectivas, equilibrar y armonizar el
desarrollo sectorial y el desarrollo regional, estimular el crecimiento de la renta,
de la riqueza y su justa distribución.

Así, el Estado debe tomar decisiones (permitiendo, prohibiendo,


regulando o estimulando) que apunten también al desarrollo sectorial; pero
además debe considerar la incidencia de unos sectores en otros, que obligan a
buscar un equilibrio, verificando la justa distribución y la protección de los
intereses de la comunidad. Ello es lo justifica que existan mercados regulados
como la energía, el transporte, las telecomunicaciones o el sistema
financiero.290

2.2 El interés público.

Como ya se ha hecho mención, el modelo económico adoptado ha sido


el mixto, donde el control económico se equilibra entre dos grandes fuerzas: el
mercado y el Estado, el sector privado y el sector público, entre la libertad y la
regulación; integrados y articulados de tal modo que uno contenga al otro, en
beneficio de la población y la economía del país.

De la libertad económica se desprende la libertad de empresa, que no es


un derecho absoluto y por tanto cuenta con algunas limitaciones establecidas
por los mismos Constituyentes. La primera de ellas, ya vista, es la que tiene
que ver con la planificación económica, competencia con la que cuenta el
Estado en virtud del modelo económico que se ha adoptado desde las mismas
constituciones políticas y que han reforzado de manera sistemática y coherente
los respectivos tribunales constitucionales en cada país.

289
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE CHILE. STC Rol N° 513-06-INA, de 2 de enero de 2007.
Caso “Lacalle Soza”. / Cfr. CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-392 de
2007 y C-197 de 2012. / TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 112/2006,
Óp. Cit. No. 8.
290
Cfr. RODRÍGUEZ-CAMPOS GONZÁLEZ, Sonia. La creación de mercados regulados:
consecuencias para el Estado social de Derecho. En: Revista de Administración Pública, No.
167, 2005, p. 403-422. Para el caso, en España se explica adecuadamente el tema, aplicado
por ejemplo, al sector energía: “Sobre la base de lo anterior, una regulación estatal de mayor
intensidad, respecto a empresas prestadoras, se halla justificada; y esto porque, en los
contratos de servicios públicos, la libertad contractual no se ejerce en condiciones de simetría.
En concreto, los usuarios no negocian las cláusulas en virtud de las cuales se contrata el
servicio, sino que más bien la regla consiste en que ellos se ‘adhieren’ a una serie de cláusulas
y asumen obligaciones que han sido preestablecidas, sin que estas puedan ser realmente
‘negociadas’. Tal situación se extiende a los servicios de electricidad, agua, telefonía, salud,
educación, entre otros. Por esta razón, el Estado está legitimado para desarrollar un rol
regulatorio y de especial protección que excluya la posibilidad de que el usuario se vea forzado
a consentir condiciones abusivas en la contratación.” TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE
ESPAÑA. Expediente 0011-2013-PI/TC, Óp. Cit.
140
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La segunda limitación que se impone a la libertad de empresa es el


interés público o general.

Dado que el tema del emprendimiento se desarrolla inicialmente bajo el


derecho privado, entonces la actividad del particular va respaldada por el
principio de permisión, por el cual “todo lo que no está prohibido está
permitido”291, de manera que básicamente todo lo que no se encuentre reglado
puede ser realizado por el ciudadano sin sanciones ni acciones por parte del
Estado, es decir, prima inicialmente la libertad del sujeto.

Este principio se articula con el de legalidad292, del cual se rescata que


las prohibiciones y sanciones deben ser positivizadas, publicadas y además,
con efectos posteriores a su vigencia, por regla general. Con mayor
trascendencia cuando se trata de derechos fundamentales y particularmente en
relación con el derecho penal. De manera que cuando el Estado va a imponer
una restricción, sea prohibiendo o regulando, debe reunir estos requisitos, entre
otros.

Y dichas prohibiciones o restricciones deben buscar el interés común, el


bienestar general, el interés público. De ahí, que otra limitación que se impone
a la libertad de empresa, es que el empresario solo puede realizar actividades
lícitas y todo su actuar debe estar dentro de los límites de la legalidad.293

Pero además de lo estrictamente legal, también está una restricción que


para unos va adherida a la propiedad, para otros, forma parte de su esencia: la
función social. Claramente la Constitución de España dispone textualmente en
el artículo 33 que los derechos de propiedad privada y a la herencia se
encuentra delimitados por la función social, “de acuerdo con las leyes.” Y
posteriormente en el artículo 128 que “toda la riqueza del país en sus distintas
formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.”

El marco constitucional de estas limitaciones es amplio y prácticamente


uniforme en los países revisados. Así, por ejemplo, haciendo mención expresa
de la libre iniciativa privada para desarrollar cualquier actividad económica, el

291
O “está permitido todo lo que no esté prohibido” o “lo no prohibido está permitido”, entre
varias modalidades que acepta este principio, a los cuales se les da un alcance interpretativo
diferente según sea primero la permisión o la prohibición. Este principio contrasta con el
derecho público, donde el funcionario y las entidades públicas solo pueden hacer lo que les
está expresamente permitido.
292
Entendiendo legalidad en su sentido amplio por la cual se hace referencia al Derecho en su
conjunto (normas a todo nivel, disposiciones judiciales y costumbre). En este sentido, por
ejemplo, se debe entender el contenido del artículo 5 de la Constitución mexicana, en la cual se
señala que la libertad de profesión, industria, comercio o trabajo, “sólo podrá vedarse por
determinación judicial, cuando se ataquen los derechos de tercero, o por resolución
gubernativa, dictada en los términos que marque la ley, cuando se ofendan los derechos de la
sociedad. Nadie puede ser privado del producto de su trabajo, sino por resolución judicial.”
293
Por ello, el artículo 50 de la Constitución dominicana dispone que la libertad de empresa
puede ejercerse “sin más limitaciones que las prescritas en esta Constitución y las que
establezcan las leyes.” El artículo 47 de la Constitución boliviana expresa que toda persona
tiene derecho a dedicarse al comercio, la industria o a cualquier actividad económica lícita. En
igual sentido el artículo 5 de la Constitución mexicana.
141
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Tribunal Constitucional de Chile expresa que las actividades productivas, de


comercialización y de servicios se pueden realizar bajos dos grandes
condiciones: “la primera, que la actividad a realizar no sea, considerada en sí
misma, ilícita, y lo son sólo las que la propia Constitución menciona
genéricamente, esto es, las contrarias a la moral, al orden público y a la
seguridad nacional, y la segunda, que la actividad económica a realizar se
ajuste a las normas legales que la regulen.”294

Y la Constitución ecuatoriana fija en el artículo 66 sobre la libertad


económica, que dicho derecho se desarrolla conforme los principios de
solidaridad, responsabilidad social y ambiental. Por su lado, la Constitución
hondureña, hace énfasis en la moral, la salud y la seguridad pública.

Por ejemplo, el Tribunal Supremo España reitera la limitación que se


impone a la libertad de empresa cuando se acepta la prohibición de hacer
publicidad de bebidas alcohólicas, basada en las preocupaciones por la salud
pública y su interés público legítimo.295

También se encuentra que el Tribunal Constitucional de Perú ha dicho


que se extralimita la libertad de empresa cuando se ejerce contra la moral y las
buenas costumbres o pone en riesgo la salud y la seguridad de las personas,
tal como lo dispone el artículo 59 de la Constitución de su país. Ello incluye la
higiene y la preservación del medio ambiente. 296

En relación con este último aspecto, por ejemplo, el artículo 8 de la


Constitución chilena es contundente con el tema al disponer que “la ley podrá
establecer restricciones específicas al ejercicio de determinados derechos o
libertades para proteger el medio ambiente.”

Y es que en materia ambiental -que se enlaza, además, con los


derechos de salud y salubridad- se ha establecido que son los instrumentos de
protección del medio ambiente los que terminan incidiendo en las distintas
formas y etapas de la actividad empresarial, es decir, desde el momento en
que se inicia el emprendimiento o se accede al mercado, mientras se desarrolla
la actividad mercantil e incluso cuando cesa su ejercicio.297

Los límites a la empresa pueden verse materializados en dos aspectos:


en cargas o en abstenciones. En el primer caso, el empresario debe tomar
medidas y disponer de los medios para evitar, disminuir o contrarrestar los
efectos negativos de su actividad mercantil en el ambiente, para ello se le exige
que lleve determinado procedimiento o que haga uso de algunos materiales o
adquiera determinados bienes, tecnologías o pólizas, con mayor rigor cuando

294
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE CHILE. STC Rol N° 467-06-INA, de 14 de noviembre de
2006. Caso “Empresa Portuaria de Arica”. Esto con base en el No. 21 del artículo 19 de su
Constitución.
295
TRIBUNAL SUPREMO DE ESPAÑA. SALA CIVIL. STS 228/2011. 3 de enero de 2011.
296
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ. Exp. No. 3330-2004-PA/TC. Óp. Cit.
297
GARCÍA VITORIA, Ignacio. Prohibiciones ambientales y libertad de empresa. Tesis doctoral,
Universidad de Valladolid, 2004.
142
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se trata de la explotación de recursos naturales. En el segundo caso, en


contraposición a las acciones, debe abstenerse de realizarlas, por estar
prohibidas, lo que implica las respectivas consecuencias jurídicas que deberá
asumir en caso de realizar lo desaprobado.

Para el caso de los emprendimientos, existen medidas administrativas


como la medición del impacto ambiental del proyecto, que ayudan a establecer
los alcances que tendrá el emprendimiento en el ambiente en relación con
humos, gases, residuos sólidos, material biológico, material de construcción,
vertimientos a las aguas, lixiviados, etc.

Las restricciones ambientales a la libertad de empresa, encuentra todo


su sentido, además, en las actividades económicas que tienen relación con la
pesca, la minería, el manejo de sustancias radioactivas o de material genético.

También, la Corte Constitucional de Colombia, con base en la función


social de la propiedad, limita la libertad económica en función de la protección
al patrimonio cultural de la Nación.298

Pero, además de estos aspectos, se incluyen otros relacionados con el


interés general como son los derechos humanos y los derechos laborales.

En el caso de los derechos humanos, son claras las limitaciones que


tienen los empresarios en respetar los derechos de las personas y la protección
especial que debe darse a niños, minusválidos y personas de la tercera edad.
Además de la proscripción de tratos inhumanos y degradantes, en particular
contra las formas de esclavitud.

Por eso, en materia laboral, se ha reconocido que la empresa es la base


del desarrollo económico, que es la fuente de empleo, pero además de los
bienes y servicios para mejorar la calidad de la vida de las personas y en esta
medida, dicha actividad económica tiene una función social, una
responsabilidad con los demás que implica el respeto por los trabajadores y
con la sociedad, situación que involucra el pago de salarios justos.299

En el aspecto laboral, el Tribunal Constitucional de España ha declarado


en múltiples oportunidades los límites infranqueables laborales con la libertad
de empresa. Así en un fallo, reconoció la libertad ideológica de un trabajador
como límite infranqueable entre el derecho fundamental del trabajador y la
empresa300 y a la libertad sindical301.

298
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-365 de 2012.
299
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-620 de 2012.
300
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 49/2003, de 17 de marzo de 2003.
Publicado en el BOE núm. 91, de 16 de abril de 2003.
301
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 30/2002, de 11 de febrero de 2002.
Publicado en el BOE núm. 63. Suplemento. De 14 de marzo de 2012.
143
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En general, todas estas disposiciones constitucionales y legales,


conforman parte del marco jurídico de la ética empresarial.302

También, con base en el interés social, el artículo 128 de la Constitución


Política de España dispuso que el sector público podrá acordar la intervención
de empresas.

Como se deduce, las limitaciones o restricciones a la actividad


económica se ven reflejadas en situaciones jurídicas concretas, que son
adecuadamente ejemplificadas por la Corte Constitucional colombiana, la cual
expresa lo siguiente, en el contexto del interés común: “En consecuencia,
puede exigir licencias de funcionamiento de las empresas, permisos
urbanísticos y ambientales, licencias sanitarias, de seguridad, de idoneidad
técnica, etc., pero en principio y a título de ejemplo no podría en desarrollo de
su potestad de intervención interferir en el ámbito privado de las empresas, es
decir, en su manejo interno, en las técnicas que se deben utilizar en la
producción de los bienes y servicios, en los métodos de gestión, pues ello
atentaría contra la libertad de empresa y de iniciativa privada; pero sí puede,
desde luego, proteger los intereses sociales de los trabajadores, las
necesidades colectivas del mercado, el derecho de los consumidores y
usuarios, etc.”303

Y el Tribunal Constitucional de España ha declarado que las limitaciones


establecidas no infringen el contenido esencial de la libertad de empresa y que
efectivamente este derecho puede ser limitado en virtud de la función social.304

En resumen, la libertad económica -que comprende el ciclo de


producción y comercialización de bienes y servicios-, en algunos
ordenamientos jurídicos contiene la libertad de empresa, en otros se toman
como sinónimos, pero bajo ambas perspectivas, se hace referencia al carácter
económico de la libertad de las personas. Y se articula o conforma (según la
interpretación), con otros derechos como el de propiedad privada, la libertad de
iniciativa privada, de contratación, de asociación, de información.

A su vez, el núcleo esencial de la libertad de empresa se compone de


tres libertades: la libertad de emprender y acceder al mercado, de sostenerse
en él (que a su vez incluye el derecho de organización y dirección de la
empresa) y de cesar las actividades mercantiles, es decir, retirarse del
mercado.

Pero la libertad de empresa no es un derecho absoluto, sino que tiene


unas limitaciones que establecen las mismas constituciones: primero, que se
ejerce bajo el direccionamiento económico que le corresponde a los Estados y
el modelo económico social de mercado en virtud de las mismas constituciones

302
GARCÍA ARANGO, Gustavo Adolfo. Bioética, emprendimiento e innovación en el contexto
latinoamericano. En: Revista Lasallista de Investigación. Vol. 11, No. 1, 2014, p. 110-118.
303
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-524 de 1994.
304
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA. Sentencia 37/1987, de 26 de marzo de 1987,
publicada en el BOE núm. 89, de 14 de abril de 1987.
144
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políticas; competencia que solo puede ejercerse a través de leyes en virtud de


la reserva legal, las cuales, a su vez, deben ser racionales, fundamentadas y
proporcionadas, sin posibilidad de abolir dicha libertad o restringirla tanto que
se vuelva impracticable. El segundo límite que se impone, es que deben ser
actividades lícitas, enmarcadas en la función social de la propiedad o el interés
general, ajustándose a aspectos como la salud, la salubridad, el medio
ambiente, la moral y las buenas costumbres, el respeto por los derechos
laborales, por los derechos de los consumidores, por la libre y leal
competencia.

De todo lo anterior, puede concluirse que la libertad económica o la


libertad de empresa305 dentro de una economía social de mercado,
direccionada y planificada por el Estado, se constituye en la mayor premisa
fáctica y constitucional para el desarrollo normativo del emprendimiento en
Iberoamérica.

Además, queda entendido que la actual tendencia de expedir normas


específicamente en materia de emprendimiento, no es más que parte del
desarrollo normativo del primero de los tres elementos del núcleo esencial de la
libertad de empresa, conforme lo ha establecido la jurisprudencia constitucional
en cada país.

II. Emprendedor y empresario. Notas conceptuales.

1. Concepto de empresario y emprendedor en España.

1.1 Concepto de empresario

De entrada debe señalarse que el Código de Comercio español no


define al empresario sino que enumera los sujetos mercantiles y hace
referencia al comerciante.

Por el contrario, el Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre,


por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los
Trabajadores, sí contempla una definición en el segundo apartado del artículo
primero, en donde señala que para efectos de dicha ley, “serán empresarios
todas las personas, físicas o jurídicas, o comunidades de bienes que reciban la
prestación de servicios de las personas referidas en el apartado anterior”, es
decir, de los trabajadores. Bajo este supuesto, empresario es solo el que tiene
trabajadores asalariados a su cargo, de manera que un comerciante individual
podría no ser empresario sino no tiene trabajadores; y un empresario podría
no ser comerciante, pero tampoco un empresario mercantil, como los artesanos
que tengan un trabajador asalariado. Ello, bajo una interpretación en el
Derecho del trabajo.

305
Se recuerda que bajo algunos desarrollos jurisprudenciales la libertad económica y la
libertad de empresa son lo mismo; en otros, la segunda es una de las expresiones de la
primera.
145
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Sin embargo, como se ha señalado previamente, en el Derecho


mercantil el término comerciante se ha superado para entender que éste es
solo una clase de empresario, al comprenderse que el comercio es un sector
de la actividad mercantil, al cual se le suman la producción de bienes y la
prestación de servicios, postura pacífica en la doctrina española306.

Pero hay cambios económicos que se han surtido alrededor del mercado
en las últimas décadas como la consolidación de los Estados, el desarrollo de
los derechos humanos, así como el de los derechos económicos, sociales y
culturales; el crecimiento de la población, la masificación del comercio, la
industrialización y la sistematización, los tratados internacionales y la apertura
de fronteras, la unificación de las monedas, de las normas mercantiles, el
desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, entre otros
muchos factores; que han hecho que el Derecho comercial, como área que
regula un aspecto social de gran dinamismo, haya evolucionado ajustando sus
conceptos e instituciones a las nuevas exigencias económicas y del mercado,
pasando del derecho comercial al derecho de la empresa, y ahora, al derecho
mercantil o del mercado.307 Así que, naturalmente, el concepto jurídico de
comerciante igualmente ha evolucionado junto a las demás instituciones
jurídicas, para entender a éste como el empresario de hoy.308

Esta evolución ya se observa en normas más recientes del


ordenamiento jurídico español, como, por ejemplo, en el Real Decreto
Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y
otras leyes complementarias, publicado en el BOE núm. 287, de 30 de
noviembre de 2007, que en el artículo cuarto309, contempla la definición de
empresario en los siguientes términos: “toda persona física o jurídica, ya sea
privada o pública, que actúe directamente o a través de otra persona en su
nombre o siguiendo sus instrucciones, con un propósito relacionado con su
actividad comercial, empresarial, oficio o profesión.”

Partiendo de esta propuesta y en contraste con la doctrina, se proceda a


desglosar los elementos que contiene la institución jurídica del empresario:

306
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 53. / ROJO, Ángel.
Lección 2. Óp. Cit., p. 41.
307
Cf. GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., pp.37-38.
308
Ibíd., p. 53. / BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit. P. 88. / Esta
posición, además se ajusta a los parámetros de interpretación establecidas en el Código Civil,
el cual, en el artículo 3, señala que las normas se interpretarán en relación con “la realidad
social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y
finalidad de aquellas”, situación que innegablemente se presenta en el Derecho mercantil,
respecto de los conceptos Derecho comercial y comerciante.
309
Modificado por el artículo único de la Ley 3/2014, de 27 de marzo, por la que se modifica el
texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras
leyes complementarias, publicado en el BOE núm. 76, de 28 de marzo de 2014.
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1.1.1 Persona física o jurídica.

Es aceptado sin discusión alguna, que los empresarios pueden ser tanto
las personas físicas como las jurídicas, aunque el Código de Comercio, cuando
hace referencia a los comerciantes, no hace uso de estos conceptos, sino que
en términos generales habla de quienes pueden ejercer el comercio y se
dedican a él habitualmente, de las personas mayores de edad y las personas
casadas. En cuanto a este tipo del entonces comerciante, se hace necesaria la
remisión al Código Civil, el cual hace referencia a las personas naturales o
físicas310.

Pero el tema de las personas jurídicas es mucho más extenso, por lo


que es hacer una enunciación de todas las variables que comporta.

En primer lugar, dispone el Código de Comercio que se consideran


comerciantes, las compañías mercantiles o industriales que se constituyan
conforme dicho Código; personas jurídicas mercantiles que, inicialmente, son
de dos tipos: las sociedades personalistas y las sociedades capitalistas, pero
que han ido siendo modificadas por leyes posteriores.

Dentro de las sociedades personalistas se encuentran la sociedad


colectiva311, la sociedad comandita simple312 y las cuentas por participación313.

Por su lado, las sociedades capitalistas o sociedades de capital, son de


tres tipos: 1) la sociedad anónima (S.A.), 2) la sociedad de responsabilidad
limitada (S.R.L. o S.L.) y 3) la sociedad comandita por acciones (S. Com. por
A.)314.

Las sociedades anónimas, cuentan con tres subtipos: 1) la sociedad


unipersonal de responsabilidad anónima315, 2) la sociedad anónima laboral316 y
3) las sociedades cotizadas317.

En relación con las sociedades laborales, estas entran en la economía


solidaria, tal como lo determina el artículo 5 de la Ley 5/2011, de 29 de marzo,
de Economía Social. Al respecto, la Dra. Esperanza Gallego, señala que estas
sociedades entran en el ámbito de la economía social, al considerar que su

310
Ej. Ley 27/1999, de 16 de julio, de Cooperativas. Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo,
reguladora del derecho de asociación.
311
Artículos 125 a 144 del Código de Comercio.
312
Artículos 145 a 150 del Código de Comercio.
313
Artículos 239-243 del Código de Comercio. Cfr. GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho
Mercantil. Óp. Cit., pp. 392-393.
314
Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la
Ley de Sociedades de Capital, publicado en el BOE núm. 161, de 3 de julio de 2010.
315
Artículos 11 a 17 del Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital.
316
Ley 44/2015, de 14 de octubre, de Sociedades Laborales y Participadas. Publicada en el
BOE núm. 247, de 15 de octubre de 2015.
317
Artículos 495 a 523, del Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital.
147
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finalidad es la de facilitar a los trabajadores acceder a la titularidad del capital


social de la empresa.318

Para el caso, dado que solo pueden ser sociedades laborales las de
responsabilidad limitada y las anónimas, se ha optado por relacionarlas junto a
estas, para una mejor visualización de la estructura societaria.

Y las sociedades de responsabilidad limitada, a su vez, presenta otras


especialidades: 1) la sociedad unipersonal de responsabilidad limitada, 2) la
sociedad de responsabilidad limitada laboral319 y 3) la nueva empresa320.

Además de estas, se presentan otras sociedades con carácter especial


como la sociedad anónima europea321, las sociedades de garantía recíproca
(S.G.R.)322; y particularmente, las sociedades profesionales323 y las empresas
de inserción324, que pueden tomar cualquier forma societaria mercantil o
cooperativa, pero cuentan con un régimen especial. Además, existe otra figura
asociativa, las agrupaciones de interés económico (A.I.E.)325, que tienen
personalidad jurídica y carácter mercantil. Sin embargo, dada su configuración
y los objetivos a los que responden no se consideran tipos idóneos para un
pequeño empresario, por lo que no van a ser objeto de comentario en el
presente trabajo.

En segundo lugar, además de las sociedades anteriormente enunciadas,


están las entidades de economía social. Conforme las enumera el artículo 5 de
la Ley 5/2011, forman parte las cooperativas, las mutualidades, las fundaciones
y las asociaciones siempre que lleven a cabo actividades económicas, las
sociedades laborales326 y las empresas de inserción327, entre otras.

Para el caso concreto de las cooperativas, la Ley 27/1999, de 16 de julio,


expresamente señala que son sociedades constituidas “para la realización de

318
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 566.
319
Ley 44/2015, de 14 de octubre, de Sociedades Laborales y Participadas. Publicada en el
BOE núm. 247, de 15 de octubre de 2015.
320
Artículos 434-438 del Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba
el texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital.
321
Artículos 455 a 467 del Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba
el texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital.
322
Ley 1/1994, de 11 de marzo, sobre el Régimen Jurídico de las Sociedades de Garantía
Recíproca. Estas sociedades, como lo establece el artículo 4 de la ley, siempre tendrán
carácter mercantil y tendrán la consideración de entidades financieras.
323
Ley 2/2007, de 15 de marzo, de sociedades profesionales.
324
Ley 44/2007, de 13 de diciembre, para la regulación del régimen de las empresas de
inserción.
325
Ley 12/1991, de 29 de abril, de Agrupaciones de Interés Económico. A estas sociedades se
les aplica lo relacionado con la sociedad colectiva.
326
Que como ya se ha dicho, se relacionaron en el primer grupo dado que solo pueden ser
sociedades laborales las de responsabilidad limitada y las sociedades anónimas.
327
Ley 44/2007, de 13 de diciembre, para la regulación del régimen de las empresas de
inserción. Las empresas de inserción pueden tomar la forma de sociedad mercantil o de
sociedad cooperativa, conforme lo establece el artículo 4 de esta ley.
148
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actividades empresariales” y que pueden desarrollar cualquier actividad


económica lícita.

Un tercer grupo lo conforman las asociaciones328 y las fundaciones329.


Las primeras adquieren la condición de empresarios cuando ejercen una
actividad empresarial, con independencia de que dentro de su objeto sea su
actividad principal o accesoria330. La Ley Orgánica no les prohíbe el ejercicio
de la actividad mercantil, como tampoco que puedan obtener ganancias. Lo
que tienen prohibido es repartir las utilidades entre los asociados, sino que,
conforme lo estima la misma ley en el apartado 2 del artículo 13, los beneficios
netos deben ser destinados a los fines de la asociación. Pero, a pesar de que
puedan ejercer actividades mercantiles y obtener beneficios, no acceden al
Registro Mercantil y llevan normas de contabilidad específicas.

Por otra parte, las fundaciones “pueden realizar actividades


empresariales directamente, siempre que su objeto esté relacionado con los
fines fundacionales, o sean complementarias o accesorias de las mismas,
supuesto en que adquirirán la condición de empresarios”331, conforme el
apartado 1 del artículo 14 de la Ley de Fundaciones.

En cuarto y último lugar, además de las personas jurídicas mercantiles


(dentro de las que se cuentan las sociedades especiales) y las de economía
social, están las empresas públicas, que no se abarcarán en este trabajo, dado
que no se ajustan expresamente al tema de investigación.332

328
Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación.
329
Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones.
330
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., pp. 63-64.
331
Ibíd., p. 64.
332
A nivel estatal, la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones
Públicas, contempla las siguientes entidades: 1) Las entidades públicas empresariales (E.P.E.)
, que dependen de un Ministerio u organismo autónomo, tienen personalidad jurídica, y
aunque pueden tener potestades administrativas, su mayor financiación se hace vía mercado,
a través de la realización de actividades susceptibles de contraprestación, como producción de
bienes, o gestión de servicios, aspecto en el cual se rigen por el Derecho privado. 2) Las
entidades de Derecho Público, vinculadas a la Administración General del Estado o a
cualquiera sus organismos públicos, con la condición de que por lo menos el 50 por ciento de
sus ingresos provengan de operaciones que se hayan realizado en el mercado. 3) Las
sociedades mercantiles estatales, que se rigen también por el Derecho privado, indistintamente
la forma jurídica que adopte, con excepción de la normativa presupuestaria, contable, de
control financiero y contratación; y no pueden tener facultades que impliquen el ejercicio de
autoridad pública. Son aquellas donde más del 50 por ciento de su capital social pertenece de
manera directa a entidades del sector público estatal, incluyendo las sociedades mercantiles
estatales . Dichas sociedades pueden transformarse, fusionarse o escindirse con autorización
del Consejo de Ministros. Finalmente, valga aclarar, que en el caso de las sociedades no se
consideran empresarios los titulares de las participaciones y acciones porque el empresario es
la sociedad. De igual modo, en el sentido de las empresas públicas, Rodrigo Uría expresa que
“no serán los entes públicos quienes adquieran la condición de empresario, sino las sociedades
por ellos constituidas.” (URÍA, Rodrigo. Óp. Cit., p. 44.)
149
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1.1.2 Capacidad para actuar.

El segundo aspecto a considerar, y para el caso de las personas físicas,


es que el empresario debe gozar de capacidad333, que implica ser mayor de
edad y tener libre disposición de los bienes, conforme el artículo cuarto del
Código de Comercio. Esta capacidad implica el ejercicio de la actividad
mercantil a nombre propio334, sea directamente o por medio de otros,
normalmente a través de la representación voluntaria, en la cual se da el acto
de designación denominado apoderamiento.

El apoderado general se llama “factor”335, aunque en el Código de


Comercio se le denomina como gerente, también aplica para los directores
generales. Un mismo empresario puede tener varios factores336; cada uno
puede ser autónomo pero dependiente directamente del empresario o
depender de otro factor, apoderado general como él, pero con facultades más
amplias.337

El factor necesita un poder general para desempeñar las funciones


encomendadas. Si el apoderamiento no es general, no habrá calidad de
factor.338 Lo normal es que tenga facultades amplias y suficientes para
administrar, dirigir y contratar.339 Dicho poder puede ser otorgado de manera
expresa (verbal 340o escrita) o tácita.341 Pero si el empresario está inscrito en el
registro mercantil el poder debe registrarse342, de ahí depende que las
obligaciones del factor sean vinculantes para terceros. Y mientras haya
inscripción, se presupone que los actos en función de la empresa del factor
inscrito han sido efectuados en nombre del empresario.

Para el caso de los Gerentes o Directores Generales, se entiende que el


poder de representación “incluye toda clase de actos u operaciones que
recaigan sobre la actividad o las actividades que normalmente desarrolle ese
empresario individual o social, sin necesidad de que, al conferir el poder, se
realice una enumeración particularizada de facultades.”343 Con la salvedad de
los empresarios del mercado inmobiliario, dado que la enajenación o gravamen
de los bienes inmuebles exige de la facultad expresa para ello.

333
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 54.
334
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 54. / SÁNCHEZ CALERO,
Fernando y SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE, Juan. Óp. Cit., p. 108. / VICENT CHULIÁ,
Francisco. Óp. Cit., p. 108. / URÍA, Rodrigo. Óp. Cit., p. 31.
335
Artículos 281 a 283 del Código de Comercio.
336
ROJO, Ángel. Lección 6. La representación del empresario. Óp. Cit., p. 181. / SÁNCHEZ
CALERO, Fernando y SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE, Juan. Óp. Cit., p. 141.
337
ROJO, Ángel. Lección 6. La representación del empresario. Óp. Cit., p. 181.
338
Ibíd., p. 182. / SÁNCHEZ CALERO, Fernando y SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE, Juan. Óp.
Cit. P. 143.
339
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit., p. 120.
340
VICENT CHULIÁ, Francisco. Óp. Cit., p. 122.
341
ROJO, Ángel. Lección 6. La representación del empresario. Óp. Cit., p. 182.
342
SÁNCHEZ CALERO, Fernando y SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE, Juan. Óp. Cit., p.143.
ROJO, Ángel. Lección 6. La representación del empresario. Óp. Cit., p. 182.
343
Ibíd., p. 183.
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Además de la representación voluntaria, está la representación legal,


que no tiene como fuente la voluntad del empresario sino la misma ley “que
impone con carácter necesario esa representación para suplir la falta o la
limitación de la capacidad de obrar de un sujeto.”344

En relación con los menores de dieciocho años y los incapacitados, “la


capacidad para actuar en el tráfico no es un requisito específico del concepto
de empresario, existiendo empresarios que carecen de esa capacidad”345,
haciendo referencia a la población mencionada que carece de capacidad, pero
que pueden ejercer a través de sus representantes, conforme el artículo 5 del
Código Civil. Se complementa lo anterior, señalando que ello se hace como
excepción a la regla general, en virtud del principio de continuidad de la
empresa. “En esta hipótesis, empresario será el menor o incapacitado,”
quienes actúan por medio de representantes legales.346 Otros autores señalan
que una cosa es la capacidad para ser comerciante (capacidad jurídica
general, por representante) y otra la capacidad para actuar como comerciante
(de manera personal, mayoría de edad y disposición de bienes). 347 Para todos
los casos, se entiende que el comerciante es el menor o el discapacitado y no
el guardador, a través de quien actuarían. 348 Además, se aclara que no se
requiere títulos académicos para su ejercicio.349

Por último, en relación con este tema, se presentan casos en los cuales
el mismo ordenamiento jurídico limita o prohíbe, de manera relativa o absoluta,
el ejercicio de actividades mercantiles a quienes tienen la capacidad jurídica
para hacerlo, “por diversas razones anudadas al fundamento genérico del
interés público o al privado del beneficiario.”350

Las prohibiciones absolutas afectan a las personas que tienen negado el


ejercicio de cualquier actividad empresarial en todo el territorio nacional, de
conformidad con las leyes o disposiciones especiales. Es el caso de los
miembros del Gobierno de la Nación y los altos cargos de la Administración
General del Estado, así como jueces, magistrados y fiscales. Y las
prohibiciones relativas, limitan el desarrollo de las actividades mercantiles
únicamente en el ámbito territorial donde desempeñe sus funciones la persona
vetada o respecto de ciertas actividades, para el caso de los funcionarios
públicos respecto de las actividades que se relacionan directamente con las
actividades que desarrolle el Departamento, Organismo o entidad a la que
sirva. Otro ejemplo de limitación relativa es el que prohíbe a los socios
colectivos, factores o administradores de responsabilidad limitada a ejercer la

344
Ibíd., p. 177.
345
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 42.
346
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 55. / ROJO, Ángel.
Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 61.
347
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit., p. 95.
348
VICENT CHULIÁ, Francisco. Óp. Cit., p. 104.
349
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 54. / ROJO, Ángel.
Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 63.
350
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 56.
151
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misma actividad que se desarrolla la empresa o la sociedad a la que estén


vinculados.351

1.1.3 Ejerce actividad mercantil.

El tercer aspecto que el concepto de empresario debe contener, eje en


la esencia misma de esta institución jurídica, es el ejercicio de la actividad
económica, aspecto sobre el cual deben señalarse varias cosas.

Primero, la actividad económica debe ser lícita, conforme la Constitución


y las leyes. Así, no podrá ser tenido por empresario quien produce o comercia
por fuera de la ley.

Por un lado, la actividad económica implica la participación en el


mercado a través de la producción y comercialización de bienes y servicios,
procurando que, por lo menos, se cubran con los ingresos, los costos de
generación del producto o la comercialización, generando autosuficiencia
económica. El ejercicio mercantil es esencial para poder establecer la
condición de empresario, como ya se vio para el caso de las sociedades, las
fundaciones y las empresas públicas, como queda claro de las
correspondientes leyes y en la doctrina.

Por otro lado, la actividad empresarial puede ser de una o varias


actividades económicas, no es necesaria la dedicación a una sola; tampoco
tiene que ser la actividad principal de la persona, para que sea considerada
empresaria352, ello implica que la persona física puede dedicarse a otras
actividades, incluso a actividades dependientes bajo contrato de trabajo y
realizar actos de comercio en proporción menor a las tareas laborales
asalariadas. Y para el caso de las personas jurídicas, las mismas leyes
españolas dejan clara esta posición, por ejemplo, cuando el artículo 24 de la
Ley de Fundaciones dispone que estas podrán desarrollar actividades
económicas complementarias o accesorias a su objeto; también, cuando en las
Leyes 6/1997 y 40/2015 se expresa que a las entidades públicas empresariales
se les pueden atribuir potestades administrativas, además de las mercantiles; y
la Ley 33/2003 estipula que pueden haber entidades de Derecho Público
vinculadas a la Administración General del Estado o a sus organismos públicos
cuyos ingresos provengan, al menos en un 50 por ciento, de operaciones
realizadas en el mercado. Es decir, la calidad de empresario no exige
dedicación exclusiva a las actividades económicas.

También es indiferente el número de clientes para los cuales desarrolle


la actividad económica para que se reconozca el carácter de empresario, ya
que puede prestarse la actividad productiva, de comercio o servicio solo a un
cliente y ello ya cumple la exigencia de que se satisfaga la necesidad ajena 353 y
no personal o familiar que requiere la actividad para que sea económica.

351
Ibídem.
352
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 43.
353
Ibíd., p. 44.
152
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1.1.4 Actividad organizativa.

De igual modo, la actividad económica no debe ser una acción


esporádica e improvisada, sino que implica una actividad organizada, es decir,
planificada, que se articulen y coordinen los fines (empresariales), los bienes
materiales o inmateriales, incluso pueden ser solo financieros como en la
inversión. Esta organización tiene “un carácter instrumental para la gestión
empresarial.”354

Y dichos medios pueden ser propios o ajenos355, eso quiere decir que
puede ser empresario el arrendatario o usufructuario de una empresa, sin que
sea su propietario. Y en contraposición a lo ya planteado por el Estatuto de los
Trabajadores, el empresario puede realizar su actividad económica de manera
autónoma, con su propio trabajo, sin tener que recurrir de la fuerza laboral
asalariada de otras personas.356

El ejercicio mercantil de manera autónoma, da pie a asimilar al


empresario con el profesional liberal (médico, abogado, arquitecto, ingeniero),
aunque la legislación y la doctrina entienden que el primero no se asimila al
segundo357, “nada impide, sin embargo, que un profesional liberal sea
simultáneamente empresario, salvo incompatibilidad legal de ambas
profesiones. A la profesión liberal se añadirá entonces la profesión mercantil o
viceversa. Así acontece, por ejemplo, en el caso del licenciado en farmacia
que, previos los trámites administrativos correspondientes, abre al público una
oficina de farmacia. El farmacéutico no es comerciante en cuanto farmacéutico,
sino en cuanto titular de un establecimiento de comercio abierto al público en el
que revende medicamentos y productos análogos y complementarios.”358

Algunos doctrinantes señalan que las nuevas formas en que se están


organizando y actuando los profesionales liberales los está llevando a
acercarse tanto a los empresarios que es posible que terminan siendo regidos
por el mismo estatuto jurídico.359

Y junto a las profesiones liberales, se encuentran por fuera del concepto


de empresario, los agricultores, ganaderos y artesanos. Esto debido a que “las
circunstancias económicas y sociales en que nació y se desarrolló el ius

354
SÁNCHEZ CALERO, Fernando y SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE, Juan. Óp. Cit., p. 106.
355
BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, Alberto. Óp. Cit., p. 182.
356
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 44.
357
No obstante lo anterior, la Ley Concursal contempla una excepción al término, en el Título
sobre el acuerdo extrajudicial de pagos, artículo 231, en donde expresamente señala que en el
caos de situación de insolvencia, también se considera empresario persona natural, además de
los empresarios mercantiles, a las personas que ejerzan actividades profesionales, así como
los trabajadores autónomos; aunque en el artículo 242bis, tratando el mismo tema, ya hace
referencia a las personas naturales no empresarios.
358
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 45.
359
Con prospectiva, señalan que se pasará del derecho de los empresarios a un derecho de
los profesionales. Cf. BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit., p. 59.
En este mismo sentido SÁNCHEZ CALERO, Fernando y SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE,
Juan. Óp. Cit., p. 104.
153
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mercatorum eran muy distintas. De las que caracterizaban la actividad agraria


[…] El propio Código de Comercio, fiel a esta tradición, considera no mercantil
las ventas de agricultores y ganaderos de los frutos o productos de sus
cosechas o ganados (art. 326.2 C. de C.)”360 En cuanto a los artesanos,
expresamente el Código de Comercio en el artículo 326.3 declara que no es
mercantil la venta de los objetos fabricados por los artesanos en sus talleres.

En este sentido, algunos autores dividen los empresarios en mercantiles


y no mercantiles. Estos segundos, los definen como “quienes realizan en
nombre propio una actividad económica para el mercado sin disponer de una
verdadera empresa, sino preponderantemente con el trabajo propio y con el de
los miembros de su familia.”361 Los cuales a su criterio, deberían ser
empresarios civiles. Otros autores, igualmente hacen referencia a los
empresarios civiles362, considerados como tal por la naturaleza civil y no
mercantil de la actividad económica363 por disposición del artículo 326.2 del
Código de Comercio, posición que critican los citados doctrinantes,
considerando que deben ser considerados empresarios mercantiles cuando,
aunque desarrollen esas actividades, las realicen a través de empresas, es
decir, de una forma organizada de los medios.

Pero con una visión más avanzada, se plantea incluso, que en el


Anteproyecto de Código Mercantil, basado en la propuesta presentada por la
Sección de Derecho Mercantil de la Comisión General de Codificación, se
abarca junto al empresario a los profesionales que ejercen actividades
intelectuales (sean liberales, científicas o artísticas) y cuyos bienes o servicios
se destinen al mercado.364

1.1.5 La actividad debe ser habitual.

Otro aspecto, propio del Código de Comercio es la habitualidad en el


ejercicio mercantil. Aunque para dicho Código la habitualidad y la
profesionalidad son lo mismo, son sinónimos365, dado que el ejercicio
profesional de la actividad exige que sea sistemática, con tendencia a durar366,
que no sea ocasional o esporádica, sino que debe ser planificada 367. Sin
embargo, esto no quiere decir que obligatoriamente se tenga que desarrollar de
modo continuado, permanentemente y sin interrupciones, porque “existen
actividades cíclicas o estacionales (v. gr.: la explotación de un hotel durante los
veranos) que son empresariales”368, que igualmente son mercantiles,
profesionales, sistemáticas y planeadas.

360
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 48.
361
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit., p. 90.
362
VICENT CHULIÁ, Francisco. Óp. Cit. p. 101. / BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, Alberto.
Óp. Cit., p. 184.
363
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit., p. 90.
364
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 40.
365
VICENT CHULIÁ, Francisco. Óp. Cit., p. 106.
366
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 42.
367
URÍA, Rodrigo. Óp. Cit., p. 33.
368
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 43.
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Gallego Sánchez es más analítica y crítica en relación con la necesidad


de exigir la habitualidad en el Código de Comercio, al considerarlo superfluo
porque “…la habitualidad está incluida en la dedicación al comercio; impreciso
porque no es disponible determinar el número de actos necesarios para que la
exigencia legal se estime cumplida; e insuficiente, ya que la actividad
constitutiva de una empresa no significa una mera realización reiterada de
actos, como literalmente da a entender. La aceptación de letras de cambio, por
ejemplo, atribuye la condición de empresario aunque sea realizada con
habitualidad. En atención a ello procede sustituir la habitualidad por la
profesionalidad. Ambas tienen en común la repetición de actos, la estabilidad,
la continuidad en el ejercicio de la empresa, pero, según la doctrina tradicional,
la última se compone, además, de otros tres elementos: la organización, la
exteriorización y el fin de lucro. ”369

1.1.6 El ánimo de lucro.

En relación con este último aspecto mencionado, está la discusión sobre


el ánimo de lucro, el cual se entiende como la capacidad que tiene la sociedad
de repartir los beneficios entre sus asociados. Ahora bien, considerando que la
“actividad económica no significa actividad lucrativa”370, la doctrina ha aceptado
que el ánimo de lucro no es un elemento esencial para el concepto de
empresario371. Y por ello, el Derecho español acepta la condición de
empresario para las personas, tanto físicas como jurídicas, que actúan en el
mercado sin ánimo de lucro372, es decir, que sus ganancias las reinvierten en
su objeto social en vez de ser distribuido entre sus asociados.

Ello no quiere decir que el empresario se dedique a una actividad


económica para obtener pérdidas, porque no sería sostenible y no podría
ejercerla de manera continuada. La actividad empresarial debe buscar un
beneficio, es decir, utilidades, que el empresario logre obtener beneficios
superiores a los costos que conlleva la producción o comercialización de
bienes y servicios. Otra cosa, es que haya un ánimo de lucro, es diferente.

El aspecto del lucro abarcando las que lo tienen como las que no, se
contempla en la Ley 2/2012, de 4 de abril, de apoyo a los emprendedores y las
emprendedoras y a la micro, pequeña y mediana empresa de la Comunidad
Autónoma de las Illes Balears; ley que en el apartado 4 del artículo 2 dispone
que el emprendedor debe dedicarse a una actividad económica, que “debe
tener como objetivo obtener un beneficio económico, independientemente de
que éste se pueda reinvertir o repartir entre las personas integrantes de la
organización”.

369
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 55.
370
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 43.
371
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 51 y 55. / SÁNCHEZ
CALERO, Fernando y SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE, Juan. Óp. Cit., p. 107.
372
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 43.
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1.1.7 Titular de los derechos y obligaciones.

Otra característica del empresario, es que éste es el que asume los


riesgos de la producción o la comercialización de bienes y servicios 373, es decir,
las pérdidas o las ganancias, pero de igual modo es quien responde ante
terceros.

Aquí “cobra su genuina significación el dato técnico de la imputación,


esto es, la atribución de derechos, deberes, poderes y responsabilidades que
se anudan al ejercicio de la actividad empresarial, porque es el empresario, y
no la empresa, el titular de los derechos y obligaciones que la actividad
empresarial genera.”374

Ello, debido a que el titular del patrimonio es el que puede y tiene que
entrar a responder por el cumplimiento de las deudas que hayan surgido en
virtud de la misma actividad empresarial; y siendo el empresario el titular, a él
es que se le imputan las consecuencias positivas o negativas de dicha
actividad, porque “no hay derechos y obligaciones de la empresa, sino
obligaciones y derechos del empresariado.”375

Dado el aspecto de la imputabilidad, los empresarios entran a responder


del cumplimiento de las obligaciones legales y contractuales que contraiga, así
como de las obligaciones cuasicontractuales y extralegales, en los términos
del artículo 1089 del Código de Comercio376; además de responder por los
actos de sus dependientes o subordinados, con ocasión de las funciones
relacionadas con la actividad del empresario.377

Por el principio de la responsabilidad patrimonial universal responde con


todos los bienes y derechos integrados tanto a la empresa378, como al
patrimonio personal en el caso de los empresarios individuales, es decir, con su
patrimonio tanto mercantil como civil379. Y en virtud del artículo 1911 del Código
Civil el empresario responde tanto con los bienes que poseía al momento de
contraer la obligación, como con los bienes futuros que entren a formar parte
de su patrimonio con posterioridad.
373
VICENT CHULIÁ, Francisco. Óp. Cit., p. 104.
374
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 53. / En igual sentido:
SÁNCHEZ CALERO, Fernando y SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE, Óp. Cit., p. 99.
375
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. Óp. Cit., pp. 42-43.
376
BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, Alberto. Óp. Cit., p. 187. / GALLEGO SÁNCHEZ,
Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., pp. 65-68.
377
Artículos 1903 y 1904 del Código de Comercio. Cfr. GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza.
Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 67.
378
BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, Alberto. Óp. Cit., p. 185. / ROJO, Ángel. Lección 2. El
empresario. Óp. Cit., p. 52.
379
En relación con los empresarios físicos, como ya se abarcó anteriormente, la Ley 14/2013
creó la figura del emprendedor de responsabilidad limitada, que le permite al emprendedor
proteger el inmueble que destina como vivienda habitual de las deudas que contraiga dentro de
su actividad mercantil y solo a partir del momento del registro, mientras actúe de buena fe y
someta a auditoría las cuentas anuales correspondientes.
156
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1.1.8 Sobre el registro.

La condición de empresario lo obtiene una persona física sin necesidad


de ningún requisito formal sino de un criterio material: el ejercicio profesional de
la actividad mercantil en nombre propio; por lo que la inscripción en el Registro
Mercantil o la certificación de tributar por licencia fiscal son medios de prueba
iuris tantum.380

Ya en el caso de los empresarios sociales, sí es necesario el


cumplimiento de las formalidades de escritura pública e inscripción en el
Registro Mercantil, para que la persona jurídica adquiera plena capacidad
jurídica (SA, SRL).381

1.2 Concepto de emprendedor en España.

La noción de empresario ha tenido tiempo suficiente para ser analizada,


depurada, ajustada y asumida tanto por la doctrina, como por el Poder Judicial
y el mismo Legislador. Da cuenta de ello la inevitable referencia al empresario
en los textos de Derecho mercantil. Sin embargo, a las instituciones jurídicas
normalmente trabajadas por esta área jurídica se le suma el concepto de
emprendedor, que lentamente ha empezado a hacerse de continuo uso por su
aparición en distintas normas jurídicas, tanto a nivel nacional como comunitario
e incluso local.

Por ello cabe preguntarse: ¿emprendedor es igual que comerciante o


empresario? Podría tratarse sólo de un asunto de moda o el nacimiento de una
discusión entre sinónimos que se resuelve sustituyéndolo por el término
empresario; pero más allá del rigor conceptual, comprender esta diferencia es
relevante para determinar los alcances de las disposiciones jurídicas, así como
enfocar adecuadamente los programas, proyectos y acciones exigidas, sea que
estén positivizadas en normas o en los programas de políticas públicas.

Inicialmente, partiendo de la ya dada discusión respecto de las nociones


comerciante-empresario, puede deducirse que el concepto emprendedor se
acerca más al de empresario, entendido éste como el género y el comerciante
como una especie; de manera que queda salvada de entrada la discusión,
pudiendo entender que un emprendedor también puede ser un comerciante, un
industrial, un prestador de servicios, un agroempresario o cualquier otra
especificidad que se le quiera dar, conforme las áreas económicas con las
cuales se pretenda hacer la segmentación.

La doctrina describe el empresario como un emprendedor.382 La cuestión


es, ¿todo empresario es emprendedor o todo emprendedor es empresario?
¿Cuál es la diferencia o son jurídicamente lo mismo?
380
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit., p. 103.
381
Ibídem.
382
VICENT CHULIÁ, Francisco. Óp. Cit., p. 101.
157
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Para definir el asunto, inicialmente debe darse lectura de la Ley 14/2013,


de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, que en el artículo tres
establece lo que debe entenderse por emprendedor, en los siguientes términos:
“Se consideran emprendedores aquellas personas, independientemente de su
condición de persona física o jurídica, que desarrollen una actividad económica
empresarial o profesional, en los términos establecidos en esta Ley.” Ante esta
definición legal cabe preguntarse: ¿hay alguna diferencia con el concepto de
empresario?

Esta ley tiene más de cien referencias al emprendedor, sin determinar


claramente qué tiene de especial. Cuando hace mención al emprendedor de
responsabilidad limitada, solo se señala que debe ser persona física, ejercer
cualquier actividad y se debe inscribir en el Registro Mercantil.

La ley menciona en algunas oportunidades las empresas nuevas o de reciente


creación sin definirlas. Y el artículo 13, haciendo referencia a los Puntos de
Atención al Emprendedor, dispone que estos se encargarán de facilitar la
creación de nuevas empresas y el inicio efectivo de su actividad, lo que podría
dar a entender bajo esta premisa, que los emprendedores son los que se
disponen a crear dichas empresas y apenas van a dar inicio de su actividad
mercantil. Sin embargo, ese no es el alcance real que le ha dado el legislador
al concepto en esta norma. Basta con mirar las tantas y variadas disposiciones
que trae la Ley de Apoyo a los Emprendedores, para darse cuenta que
realmente es una ley para facilitar la actividad y las cargas de las empresas ya
instaladas y para atraer inversión extranjera y que, salvo unas pocas
referencias, realmente no se dirige a emprendedores en el sentido del inicio de
la actividad mercantil.

Esta apreciación la confirma expresamente el preámbulo de la misma ley


cuando expresa: “El concepto de emprendedor se define de forma amplia,
como aquellas personas, independientemente de su condición de persona
física o jurídica, que van a desarrollar o están desarrollando una actividad
económica productiva. Así, se pretende que las medidas de la Ley puedan
beneficiar a todas las empresas, con independencia de su tamaño y de la etapa
del ciclo empresarial en la que se encuentren.” Y ahí está: con independencia
de que estén desarrollando una actividad económica productiva y de la etapa
del ciclo empresarial en la que se encuentre, cosa que realmente no
compagina con la definición misma del concepto y del contexto económico en
el que se desarrolla en la actualidad. Esto evidencia la inocuidad del concepto
emprendedor en toda la ley. Incluso, el mismo concepto jurídico planteado por
la norma, sería el mismo argumento para declarar la inutilidad del uso de este
concepto en la normatividad, porque realmente la ley está dirigida al
empresario en los mismos términos que ya la doctrina mercantil lo conoce. Así,
le hubiera venido mejor el título de “medidas para la reactivación económica” o
“de fomento empresarial”, sin necesidad de hacer uso de un término que
realmente no forma parte estructural de su objeto.

158
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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La doctrina también ha detectado el débil soporte que tiene el concepto


“emprendedor” en el marco jurídico, por ejemplo, sobre los aspectos
concursales contenidos en la Ley de Apoyo al Emprendedor se ha expresado:

“No hay en este ámbito la más mínima referencia al <<emprendedor>>.


Se trata, a mi juicio, de una solución idónea por cuanto esta nueva categoría
sustantiva de <<emprendedor>> es más propia de un lenguaje coloquial o de
estudios sociológicos que de un texto legislativo. En el ámbito del Derecho
Privado, se halla desprovista de connotaciones jurídicas, tanto conceptuales,
como, sobre todo, de régimen, por lo que, en su caso, podría tener alguna
trascendencia en el contexto del Derecho Administrativo en materia de
promoción, pero es inidónea para sustentar la aplicación de normas jurídicas
de carácter privado. Buena prueba de ello es que cuando el legislador se ve en
la necesidad de utilizarla para delimitar el ámbito de aplicación de un instituto
mercantil, como es el caso, prescinde absolutamente de ella, lo que pone de
manifiesto, con mayor contundencia si cabe, la impropiedad de dicha
categoría.”383

Basta comparar las demás normas, tanto españolas como


latinoamericanas, para corroborar la desafortunada definición que esta ley tiene
del emprendedor, que bien hubiera podido ser reemplazada por la ya existente
en el Derecho mercantil: empresario.

De manera que luego de tener una visión panorámica de las normas


sobre emprendimiento en casi todos los países iberoamericanos, puede
concluirse que la Ley 14/2013 no es realmente una norma para emprendedores
en sentido estricto. Como puede verse en dicha Ley, la gran mayoría de
disposiciones no están orientadas específicamente a la creación de empresas y
su viabilidad financiera, sino que apunta a darle beneficios a las empresas ya
consolidadas, brindándoles un impulso económico, a partir de descargas
económicas por parte del Estado y la facilitación de procesos concretos.

Ahora bien, haciendo una revisión de los conceptos normativos


relacionados con el emprendimiento y el emprendedor, se pueden observar
varios criterios contenidos en las definiciones jurídicas de las normas
españolas, a nivel comunitario, tales como la etapa de la actividad mercantil, el
tamaño del emprendimiento o la edad del emprendedor.

Abarcar estos aspectos será relevante para comprender los alcances


jurídicos de los conceptos, su interpretación en el contexto legal, la intención
del legislador y los beneficios de dichas disposiciones.

383
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. La mediación concursal en la Ley de Apoyo a los
Emprendedores y su Internacionalización. ÓP. Cit., p. 510.
159
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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1.2.1 El concepto de emprendedor según las etapas de


la actividad mercantil.

El primer aspecto que destaca en la revisión conceptual de los


conceptos emprendimiento y emprendedor, es la utilización del criterio
diferenciador según la etapa de la actividad mercantil; aunque la delimitación
del concepto de empresario es propia del Derecho estatal, en cuanto materia
mercantil, es posible aludir a las normas autonómicas en las que aparecen
criterios de fomento del emprendimiento.

Haciendo una revisión cronológica, se destaca el Decreto 95/2008, de 23


de mayo, por el que se intensifican las ayudas de apoyo al emprendimiento, de
la Comunidad Autónoma de Extremadura; el cual, en el artículo tres, entiende
por nueva empresa emprendedora, “aquellas empresas pendientes de
constituir o las ya constituidas y con menos de un año de antigüedad en el
ejercicio de su actividad.” Siguiendo esta definición, para el año 2008 ya podía
entenderse que el emprendedor estaba en una de dos condiciones: aquel que
está por iniciar, pero no ha iniciado, la actividad mercantil; o que, habiendo ya
iniciado actividades, tiene un marco de antigüedad muy corto, delimitado por la
misma norma; es decir, el punto diferencial se centra en la etapa en la que se
encuentra la actividad empresarial. Algunas normas, además, plantean unos
límites en cuanto al tamaño de la empresa. En términos generales, este marco
jurídico básico, bien alejado de lo propuesto por la Ley estatal 14/2013, es el
que se reproducirá en todo el sistema normativo sobre emprendimiento en
España.

Para el año 2011, en la Comunidad de Castilla-La Mancha, se expide la


Ley 15/2011, de 15 de diciembre, de Emprendedores, Autónomos y Pymes,
norma en la que se considera emprendedora a la “persona física que se
encuentre realizando los trámites previos para poder desarrollar una actividad
económica, bien como trabajador autónomo, bien como pequeña o mediana
empresa”384. Se observa que la norma, como ya se ha dicho en relación con la
definición de empresario, define que el emprendedor puede ser autónomo o
tener trabajadores asalariados, situación que lo aleja del concepto de
empresario establecido en la Ley de Empleo y lo acerca al Código Comercial.
Sin embargo, desconoce como emprendedor a las personas jurídicas, situación
que inicialmente permitiría generar una diferencia legal respecto de la noción
de empresario en el Derecho mercantil. Sin embargo, esto no se reproduce en
todas las normas españolas. Pero, también, asimila al concepto de
emprendedor, no solo a quienes estén en la etapa previa al inicio de la
actividad mercantil, sino a los que ya tengan la empresa, siempre y cuando
tengan menos de 24 meses de constituida o dado de alta en la seguridad
social.

384
La ley también asimila como emprendedores a las personas que hayan iniciado una
actividad nueva y no lleven más de veinticuatro meses de constituidos o dados de alta en la
seguridad social.

160
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Más ilustrativa para efectos de una definición jurídica de emprendedor,


es la que brinda la Ley 2/2012, de 4 de abril, de apoyo a los emprendedores y
las emprendedoras y a la micro, pequeña y mediana empresa, de la
Comunidad Autónoma de las Illes Balears, cuando detalla en el artículo
segundo que se consideran emprendedoras “las personas físicas o jurídicas
que están iniciando o ya han iniciado, en un tiempo no superior a 2 años, una
actividad económica”, entendiendo por esta última, “cualquier actividad de
carácter empresarial, siempre que suponga la ordenación por cuenta propia de
los medios de producción, los recursos humanos, o de ambos, a fin de
intervenir en la producción o distribución de bienes o servicios.” Además,
establece que “la actividad económica debe tener como objetivo obtener un
beneficio económico, independientemente de que éste se pueda reinvertir o
repartir entre las personas integrantes de la organización.” Estas mismas
disposiciones se encuentran en la Ley 10/2013, de 21 de octubre, de apoyo a
emprendedores, autónomos y Pymes de la Comunidad Autónoma de La Rioja.

Esta definición trae varios aspectos relevantes a considerar. Primero, a


diferencia de lo establecido por la Ley de Castilla-La Mancha, pero en sintonía
con la ley de Canarias, esta norma entiende por emprendedor tanto a las
personas físicas como las jurídicas, ajustándose a la premisa de articulación
que debe existir entre la noción jurídica de emprendedor y empresario. Este
enlace con la construcción jurídica ya establecida en el Derecho mercantil, se
evidencia igualmente cuando hace referencia a la ordenación de los medios y
el entendimiento de la actividad mercantil como producción o distribución de
bienes y servicios, superando las nociones del Código de Comercio y
asumiendo la posición jurídica vigente en materia empresarial.

Segundo, destacan los momentos en relación con la actividad


económica. La Ley de Castilla-La Mancha señala que el emprendimiento es la
etapa que corresponde a los trámites previos; la definición de Illes Balears,
ubica los emprendedores en otras dos etapas: el inicio de la actividad o la ya
iniciada, pero con un límite de tiempo máximo. A diferencia de la Ley nacional
14/2013, las leyes comunitarias hacen una ubicación concreta del momento de
la actividad que realiza la persona, para que pueda ser considerada
emprendedora y son estos tres momentos que se acaban de señalar.

Tercero, al establecer que la actividad económica debe buscar un


beneficio económico que se pueda reinvertir o repartir entre las personas que
integran la organización, está dejando claro que las personas jurídicas que no
tienen ánimo de lucro, pero que desarrollan actividades mercantiles, también se
consideran emprendedoras, articulándose nuevamente con las disposiciones
jurídicas relacionadas con el empresario en el Derecho mercantil actual.

También, la Ley 16/2012, de 28 de junio, de Apoyo a las Personas


Emprendedoras y a la Pequeña Empresa del País Vasco, entiende por
emprendedoras, a las personas físicas que “están realizando los trámites
previos para poder desarrollar una actividad económica, con independencia de
su forma jurídica, o bien ejerzan alguna actividad como autónomos o
autónomas, cooperativistas, socios o socias de microempresas, pequeñas y
161
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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medianas empresas, sociedades laborales o a través de cualquiera otra


fórmula mercantil”. Esta definición refuerza lo ya señalado: solo entiende por
emprendedor a la persona física, centra la actividad emprendedora en una
etapa previa al inicio de la actividad económica y avala cualquier forma jurídica
para ello.

Por otra parte, la Ley 2/2012, de 14 de junio, de Medidas Urgentes de


Apoyo a la Iniciativa Empresarial y los Emprendedores, Microempresas y
Pequeñas y Medianas Empresas de la Comunitat Valenciana y la Ley Foral
12/2013, de apoyo a los emprendedores y al trabajo autónomo en Navarra,
comparten casi que la misma definición de la Ley Vasca.

Sin embargo, se encuentra que en Navarra, el Decreto Foral Legislativo


4/2008, de 2 de junio, Texto Refundido de la Ley Foral del Impuesto Sobre la
Renta de las Personas Físicas, en la Disposición adicional cuadragésima
cuarta, trae el Régimen fiscal de las personas o entidades calificadas como
emprendedoras y de quienes inviertan en estas últimas, estableciendo como
personas emprendedoras “las personas físicas que inicien una actividad
empresarial o profesional emprendedora o bien la desarrollen como integrantes
de una entidad que tribute en régimen de atribución de rentas o como socios de
una sociedad cooperativa o de una sociedad mercantil”, con actividad
empresarial o profesional con máximo dieciocho meses desde su constitución.

Pero la Ley Valenciana aclara que también considera como


emprendedor a las sociedades mercantiles y otras formas societarias que ya
estén constituidas, pero les impone un límite de tiempo, como ya se ha
señalado anteriormente, de menos de 24 meses de constituidas o dadas de
alta en la seguridad social.

En la Región de Murcia, la Ley 5/2013, de 8 de julio, de apoyo a los


emprendedores y a la competitividad e internacionalización de las pequeñas y
medianas empresas (PYMES), también hace referencia los emprendedores
como personas físicas que “van a desarrollar una actividad económica” y las
sociedades mercantiles, cooperativas, sociedades laborales, trabajadores
autónomos y otras formas societarias que lleven menos de treinta y seis meses
de constituidas o dadas de alta en la Seguridad Social.

Además, la Ley 5/2013, de 19 de junio, de Estímulo a la Creación de


Empresas en Castilla y León, también considera como emprendedoras tanto
las personas físicas como las jurídicas, que vayan a realizar los trámites para
desarrollar una actividad económica lícita o que se encuentren realizando ya
dicha actividad pero que la hayan iniciado “en los dos años siguientes a la
fecha de la Declaración Censal de alta en el Censo de Empresarios,
Profesionales y Retenedores”.

Finalmente, está la Ley 9/2013, de 19 de diciembre, del emprendimiento


y de la competitividad económica de Galicia, que también contempla como
emprendedoras las personas físicas o jurídicas que estén en trámites previos a
desarrollar una actividad económica o ya lo esté haciendo con hasta cuarenta y
162
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dos meses de antigüedad. Pero, además, permite entender como


emprendedores a las personas sucesoras inter vivos o mortis den una
empresa, siempre que la persona sucesora cumpla los requisitos para ser
considerada emprendedora.

Así, se puede establecer claramente que el emprendedor, persona física


o jurídica –según lo disponga cada norma-, es aquella que dentro del ciclo
empresarial, se encuentra en tres posiciones: realizando los trámites para
iniciar la actividad mercantil, se encuentra iniciando o ya se encuentra
avanzada pero tiene un periodo máximo de tiempo, establecido por la misma
normatividad.

Dichos plazos varían según la norma, por ello para la Comunidad de


Extremadura se es emprendedor hasta un año contado desde el inicio de la
actividad económica; pero en Navarra son los primeros 18 meses desde el
inicio de la actividad empresarial o la adquisición de bienes o servicios con la
intención de destinarlos al desarrollo de la actividad empresarial. Para las Illes
Balears, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Valencia, el marco
temporal está dentro de los dos años siguientes al inicio de la actividad
económica, o cuando se ha dado de alta en la Seguridad Social. En la Región
de Murcia comprende los primeros 36 meses y en Galicia los primeros 42
meses.

Así, se evidencia que para el caso español no puede hablarse de unos


conceptos únicos o estandarizados de emprendimiento y emprendedor para
todo el país, por un lado por la vaguedad del término en las normas nacionales;
y por el otro, por la variedad de visiones que se destacan en los conceptos
adoptados por las diferentes comunidades autónomas, frente al momento o la
etapa de la actividad mercantil.

Pero, además de lo anterior, también se observa que las normas


comunitarias sobre emprendimiento, establecen unos límites respecto del
tamaño de las empresas.

1.2.2 El concepto de emprendedor según el tamaño de


la empresa.

En algunas ocasiones, las normas también condicionan el


reconocimiento de emprendedor al tamaño de la empresa, bien para acceder a
los beneficios que contemplan las normas o porque se tiene una visión del
emprendimiento como un aspecto empresarial a escala menor.

Así, en el Decreto 95/2008, por el que se intensifican las ayudas de


apoyo al emprendimiento, de Extremadura, no condiciona la definición de
empresa emprendedora al tamaño, pero sí establece que solo pueden
acogerse a dicho decreto los proyectos de inversión que no superen los
500.000 euros. La Ley de Castilla y León tampoco considera el emprendedor
desde el tamaño de la empresa, pero sí dispone que haya una especial
consideración de las pequeñas y medianas empresas. Asimismo, la norma de
163
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La Rioja no contempla en su definición una limitación del tamaño, pero sí


establece que la norma está dirigida a emprendedores y a las micro, pequeñas
y medianas empresas.

En el caso contrario, en la Comunidad de Castilla-La Mancha, la Ley


15/2011 considera emprendedora a la persona física que esté realizando los
trámites previos para poder desarrollar una actividad económica, sea como
trabajador autónomo o como pequeña o mediana empresa (PYME). En igual
sentido, la definición de la ley de las Illes Balears dispone expresamente que la
actividad comercial no pueda superar la condición de mediana empresa.
Incluyendo el tamaño como un elemento determinador del concepto.

Más adelanta explica que se considera microempresa la que tiene


menos de 10 trabajadores e ingresos anuales que no superen los 2 millones de
euros. Considera pequeña empresa la que tiene menos de 50 trabajadores y
un volumen de negocio anual o un balance general anual que no supera los 10
millones de euros. Y medianas empresas las que tienen entre 50 y 250
trabajadores, un volumen de negocio anual no superior a 50 millones de euros
o un balance general anual que no sea superior a 43 millones de euros.

En ninguna de las anteriores puede haber una participación del 25% o


más de su capital o de sus derechos de voto, de otras empresas que no
cumplan con estos requisitos. Todo ello, acogiéndose a lo establecido en el
anexo I del Reglamento (CE) número 800/2008 de la Comisión Europea.385

La ley de emprendedores de la Comunidad Valenciana, además de lo


anterior, deja abierta la posibilidad de considerar sociedades más grandes,
pero limita el número de socios a máximo cinco en la misma redacción de lo
que considera emprendedor. La Ley de la Región de Murcia, en esta misma
dirección, entiende por emprendedores a los socios de pequeñas y medianas
empresas y otras formas mercantiles, siempre que el número de socios no sea
superior a diez personas.

La Ley de emprendimiento de la Comunidad Autónoma del País Vasco,


también considera como emprendedores a los socios de microempresas,
pequeñas y medianas empresas y respecto de las microempresas, señala que
se considerará por tales, conforme lo establece la Recomendación
2003/361/CE386. En igual sentido se pronuncia la ley de emprendimiento del
País Vasco y la de Navarra, sin embargo, la ley de esta última, dentro de lo que
entiende por emprendedor, limita aún más la dimensión de la empresa,
reduciéndola solo a las microempresas.

385
Esta misma clasificación la adopta la Ley 2/2012, de 14 de junio, de Medidas Urgentes de
Apoyo a la Iniciativa Empresarial y los Emprendedores, Microempresas y Pequeñas y
Medianas Empresas de la Comunitat Valenciana; y la Ley 5/2013, de 8 de julio, de apoyo a los
emprendedores y a la competitividad e internacionalización de las pequeñas y medianas
empresas (PYMES) de la Región de Murcia.
386
La Ley de emprendimiento de La Rioja adopta para las PYMES los requisitos establecidos
en el Reglamento (CE) núm. 800/2008 de la Comisión Europea.
164
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Como sea, la concepción del emprendedor bajo criterios cuantitativos


relacionados con el emprendimiento, puede ser un criterio estratégico para
fomentar el autoempleo, estimular determinados sectores sociales o limitar los
recursos estatales para su apoyo; sin embargo, se considera que es
desafortunada la decisión de contemplar este factor como un aspecto
sustancial del concepto de emprendedor, desconociendo de plano la
posibilidad que tienen los grandes empresarios, sean considerados como
personas naturales o jurídicas, para iniciar nuevos proyectos empresariales,
innovadores y de gran envergadura, que afecten positivamente el mercado al
detectar un vacío o una necesidad por satisfacer.

1.2.3 El concepto de emprendedor según la edad.

Además del tamaño y la antigüedad de las empresas, de manera más


eventual, se ha evidenciado un manejo especial en la edad de los
emprendedores. Muestra de ello es la Ley estatal 11/2013 que beneficia con
unas reducciones y bonificaciones a la Seguridad Social aplicables a los
trabajadores por cuenta propia que tengan 30 o menos años de edad si son
hombres o 35 si son mujeres, sin entrar a determinar una categoría especial de
emprendedor teniendo el criterio de la edad. Y la Ley de emprendimiento del
País Vasco, al crear el Fondo de Capital Semilla, prioriza el apoyo financiero a
proyectos empresariales particularmente realizados por mujeres y jóvenes
menores de 35 años.

Pero la ley de emprendimiento de la Comunidad Valenciana concreta y


expresamente contempla la categoría de joven emprendedor, al disponer en el
artículo segundo, que son las personas que reúnen los requisitos para ser
considerados empresarios y que tengan menos de 35 años.

Este manejo especial de las edades en materia de emprendimiento se


considera obvio en el entendido que son normas de promoción, que apuntan
justamente al fomento de la creación de empresas en jóvenes, por las razones
ya vistas en el capítulo en el que se trató el aspecto económico del
emprendimiento.

1.2.4 Las excepciones al concepto de emprendedor.

Pero las normas enunciadas, también contemplan algunas excepciones


o restricciones a la hora de entrar a reconocer la figura del emprendedor,
aspecto relevante para entrar a determinar los alcances jurídicos de la figura
del emprendedor y su especial manejo frente a la noción de empresario. En
resumen, se observan las siguientes:

No se contempla como emprendedor, quien lleve constituida una


empresa en el tiempo máximo determinado en la ley, pero que sea una
continuación o ampliación de una actividad anterior.387

387
Esto lo disponen las leyes de Castilla-La Mancha, de la Comunidad Valenciana, de la
Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y de la Comunidad Autónoma de Galicia.
165
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En el caso de sociedades unipersonales no podrán ser considerados


emprendedores aquellos que ya ostenten la condición de socio único de otra
empresa unipersonal.388

No podrán ser considerados emprendedores aquellos que lleven dados


de alta en el régimen de autónomos más del tiempo establecido en la ley de la
respectiva comunidad.389

Ni se consideran emprendedores, las sociedades a las que se les


aplique el régimen de las sociedades patrimoniales regulado en el capítulo VI
del título VII del Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 de marzo, por el que se
aprobó el Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre Sociedades.390

“Tampoco se considera emprendedor a aquella persona física o persona


jurídica en la que alguno de sus socios se encuentre inhabilitado, en España o
en el extranjero, como consecuencia de un procedimiento concursal, se
encuentre procesado o, tratándose del procedimiento al que se refiere el título
III del libro IV de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, se hubiera dictado auto de
apertura del juicio oral, o tenga antecedentes penales, por delitos de falsedad,
contra la Hacienda Pública y contra la Seguridad Social, de infidelidad en la
custodia de documentos y violación de secretos, de blanqueo de capitales, de
receptación y otras conductas afines, de malversación de caudales públicos,
contra la propiedad, o esté inhabilitado o suspendido, penal o
administrativamente para ejercer cargos públicos o de administración o
dirección de entidades financieras.”391

Si la actividad emprendedora la realiza la persona en virtud de una


relación de trabajo sometida a la legislación laboral, o relaciones laborales de
carácter especial a las que se refiere el Estatuto de los Trabajadores.392

O las personas físicas con relación a aquellas actividades que se lleven


a cabo en el ámbito de dirección y organización de otra persona física o
jurídica, como por ejemplo, los actos como consejero o miembro de los órganos

388
Leyes de Castilla-La Mancha y de la Comunidad Autónoma de Galicia.
389
Leyes de la Comunidad Valenciana, de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y
de la Comunidad Autónoma de Galicia.
390
Leyes de la Comunidad Valenciana, de la Comunidad Foral de Navarra, Comunidad
Autónoma de Galicia y de la Comunidad Autónoma de Canarias. El capítulo VI del título VII
había sido derogado por la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de
las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades,
sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio. Pero, posteriormente el Real Decreto
Legislativo 4/2004 fue derogado por la Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto sobre
Sociedades.
391
Esto lo dispone la ley de la Comunidad Valenciana, de la Comunidad Foral de Navarra, de la
Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, de la Comunidad Autónoma de Galicia y de la
Comunidad Autónoma de Canarias.
392
Leyes de la Comunidad Foral de Navarra y de la Comunidad Autónoma de Canarias.
166
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de administración en las empresas que revistan la forma jurídica de


sociedad.393

No se consideran emprendedoras las sociedades que gestionan un


patrimonio mobiliario o inmobiliario y que, por lo tanto, no realizan una actividad
económica cuando concurran, durante más de 90 días del ejercicio social,
cualquiera de las condiciones siguientes: 1) Que más de la mitad de su activo
esté constituido por valores o 2) que más de la mitad de su activo no esté
afecto a actividades económicas.394 Tampoco tienen la consideración de
emprendedores los promotores de sociedades a las que se les aplique el
régimen de sociedades patrimoniales.395 Ni las personas físicas o personas
jurídicas en tanto que desarrollen actividades relacionadas con la actividad
bancaria, seguros y fondos de pensiones, y a aquellas que afecten a la
seguridad nacional.396

1.2.5 Conclusiones: Las diferencias del concepto


emprendimiento y empresario.

Como puede observarse de las mismas normas, si bien el concepto legal


de emprendedor tiene necesariamente que relacionarse y –más que eso-
articularse con el de empresario, jurídicamente no son propiamente asimilables,
en cuanto que:

Primero, el emprendimiento atendiendo a las normas para su fomento,


se enmarca en tres momentos específicos del proceso empresarial: los trámites
para el inicio de la actividad mercantil, el inicio o el desarrollo siempre y cuando
no supere los límites temporales establecidos en cada ley, que pueden variar
entre doce o cuarenta y ocho meses. Sin lugar a dudas, esta es la
característica más determinante para establecer la calidad de emprendedor y,
de hecho, podría ser la única, asumiendo en todo lo demás lo propio de la
noción de empresario, con independencia de otros criterios.

Segundo, aunque a criterio del investigador no debería ser así, algunas


normas reconocen el carácter de emprendedor solo a las personas físicas,
alejándose de la noción general –incluso clásica- de que empresarios también
lo son las personas jurídicas.

Tercero, a diferencia del concepto de empresario en el Derecho


mercantil, al que le es indiferente el tamaño de la empresa, las normas sobre
emprendimiento sí contemplan diferencias en este sentido haciendo un gran
énfasis en las micro, pequeñas y medianas empresas, situación que se justifica
desde la perspectiva económica, por ser las micro y PYMES las empresas de
mayor impacto en las economías estudiadas, tanto en número como en
generación de empleo y sostenibilidad del sistema económico, Pero, además,

393
Leyes de la Comunidad Foral de Navarra, de la Comunidad Autónoma de Galicia y de la
Comunidad Autónoma de Canarias
394
Ley de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
395
Ley de la Comunidad Autónoma de La Rioja.
396
Ley de la Comunidad Autónoma de Galicia.
167
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porque son las que mejor se adaptan a las medidas de choque para la creación
de autoempleo y tienen mayor nivel de ejecución dentro de los programas del
Estados y sus diferentes órganos y organismos, a diferencia de las empresas
de alto impacto que requieren grandes estudios e inversiones y suelen ser
pocas en su número de creación respecto de las PYMES.

Cuarto, las exclusiones que se incluyen en las mismas normas de


emprendimiento, evidencia que no se está asimilando completamente cualquier
empresario al emprendedor, por ello se desconoce como tal al empresario que
crea una nueva empresa para darle continuación a una actividad mercantil que
ya venía ejerciendo o los que ya participan en una sociedad unipersonal como
socios únicos o las personas que realizan actividades bancarias y de seguros.

1.2.6 El concepto de empresa emprendedora.

Pero así como se ha ido desarrollando un concepto específico para el


emprendedor, también se nota un casi imperceptible desarrollo de otro
concepto anexo a este: el de empresa emprendedora. Para el caso de la Ley
estatal 14/2013, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, el
concepto múltiples veces enunciado es el de “empresas, de nueva o reciente
creación”, el cual no define y que igualmente se encuentra en otras leyes
españolas397.

La primera referencia se identifica en el ya citado Decreto 95/2008, por


el que se intensifican las ayudas de apoyo al emprendimiento, de la Comunidad
Autónoma de Extremadura; el cual en el artículo tres, entiende por nueva
empresa emprendedora, “aquellas empresas pendientes de constituir o las ya
constituidas y con menos de un año de antigüedad en el ejercicio de su
actividad.” Dado que la empresa no puede entenderse de manera aislada del
empresario, en este mismo sentido, la empresa emprendedora tendrá que
compartir características con el emprendedor. Para el caso, este aspecto se
evidencia en la definición que propone este decreto, en el que usa el mismo
criterio de etapas: las que están pendientes de construir o las que ya están
constituidas pero con una plazo máximo de ejecución de actividades
mercantiles.

En un sentido similar, pero haciendo hincapié en el aspecto de ciencia,


tecnología e innovación, la Ley estatal 14/2011, de 1 de junio, de la Ciencia, la
Tecnología y la Innovación, trae el concepto de joven empresa innovadora, la
cual debe tener una antigüedad inferior a seis años, entre otros aspectos
relacionados con la inversión en investigación, desarrollo e innovación,
conforme la disposición adicional tercera. A esta definición se acoge
expresamente la Ley 5/2013, de 19 de junio, de Estímulo a la Creación de
Empresas en Castilla y León y se acerca un poco la Ley 2/2012, de Medidas

397
Ej., en el Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley de Sociedades de Capital y el Real Decreto-ley 8/2011, de 1 de julio, de
medidas de apoyo a los deudores hipotecarios, de control del gasto público y cancelación de
deudas con empresas y autónomos contraídas por las entidades locales, de fomento de la
actividad empresarial e impulso de la rehabilitación y de simplificación administrativa.
168
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Urgentes de Apoyo a la Iniciativa Empresarial y los Emprendedores,


Microempresas y Pequeñas y Medianas Empresas de la Comunitat Valenciana,
que dispone en el apartado quinto del artículo dos, sobre lo que debe
considerarse por joven empresa innovadora: “aquella pequeña empresa que
tenga una antigüedad inferior a seis años y cumpla los siguientes requisitos:
que pueda demostrar, mediante una evaluación realizada por un experto
externo, en particular sobre la base de un plan de negocios, que desarrollará,
en un futuro previsible, productos, servicios o procesos tecnológicamente
novedosos o sustancialmente mejorados con respecto al estado tecnológico
actual del sector correspondiente y que comporten riesgos tecnológicos o
industriales, o que haya realizado unos gastos en investigación, desarrollo e
innovación tecnológica que representen al menos el 15 % de los gastos totales
de la empresa durante los dos ejercicios anteriores, o en el ejercicio anterior
cuando se trate de empresas de menos de dos años.”398

Así, se puede ver que se cuenta con más desarrollo conceptual de las
empresas desde la perspectiva de la innovación, aunque es evidente la
conexión jurídica que hay entre las disposiciones en materia de
emprendimiento e I + D + i.

2. Concepto de empresario y emprendedor en Latinoamérica.

2.1 Concepto de empresario.

Teniendo ya el marco conceptual jurídico del empresario en España, se


presenta la revisión de este concepto en algunos países de América Latina.

Iniciando en el Norte con México, el Código de Comercio contempla la


clásica definición que contienen todos los códigos vigentes desde el siglo XX,
en los que haciendo referencia a los comerciantes, entiende por estos a “las
personas que teniendo capacidad legal para ejercer el comercio, hacen de él
su ocupación ordinaria, las sociedades constituidas con arreglo a las leyes
mercantiles; y las sociedades extranjeras o las agencias y sucursales de éstas,
que dentro del territorio nacional ejerzan actos de comercio.” Para este país,
comerciante es el sujeto que interviene en el mercado, sea como productor o
como intermediario tanto de bienes como de servicios.

Por su parte, el Código de Guatemala, entiende por comerciantes “Las


personas naturales titulares de una empresa mercantil, que se llaman
comerciantes individuales. II- Las sociedades, que se llaman comerciantes
sociales.”

El Código de Comercio de Colombia explica que “son comerciantes las


personas que profesionalmente se ocupan en alguna de las actividades que la
ley considera mercantiles.” Y que “la calidad de comerciante se adquiere

398
Esta misma redacción se encuentra en la ley de emprendimiento de la Comunidad
Autónoma de la Región de Murcia, sin hacer referencia al término de “joven empresa
emprendedora”, sino refiriéndose a cuáles empresas innovadoras considerará emprendedoras.
169
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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aunque la actividad mercantil se ejerza por medio de apoderado, intermediario


o interpuesta persona.”

En Chile, el Código de Comercio explica que son comerciantes “los que,


teniendo capacidad para contratar, hacen del comercio su profesión habitual.”

Y en Argentina, el Código de Comercio expresa: “Art. 1°. La ley declara


comerciantes a todos los individuos que, teniendo capacidad legal para
contratar, ejercen de cuenta propia actos de comercio, haciendo de ello
profesión habitual. Art. 2°. Se llama en general comerciante, toda persona que
hace profesión de la compra o venta de mercaderías. En particular se llama
comerciante, el que compra y hace fabricar mercaderías para vender por mayor
o menor.”

En términos más actuales, se encuentra en Panamá el Decreto Ejecutivo


No. 126 de 2010, “Por la cual se regula la Ley N°72 de 9 de noviembre de
2009, “que reforma y adiciona la Ley N°8 de 2000 y la Ley 33 de 2000, “sobre
la micro, pequeña y mediana empresa” y publicado en la Gaceta Oficial No.
26.562-C el 24 de junio de 2010, que trae en el artículo segundo la definición
de empresario en los siguientes términos: “Empresario: Persona natural titular
de una unidad económica de bienes y/o servicios, que con voluntad propia,
motivaciones individuales y capacidad de crear, desarrollar y hacer funcionar
una empresa, asume un riesgo en la realización de una actividad económica
comercial para satisfacer una necesidad o deseo existente en la sociedad a
cambio de una utilidad o beneficio.”

En Brasil, igualmente, se hace alusión al concepto de empresario,


noción la cual se desarrolla en el Código Civil, así: “Art. 966. Considera-se
empresário quem exerce profissionalmente atividade econômica organizada
para a produção ou a circulação de bens ou de serviços.”

Como puede observarse, se conservan los mismos elementos ya


tratados para el caso de España. Está el uso generalizado del concepto de
comerciante, aunque no en todos los países existe una necesaria diferencia
entre el comerciante y el empresario, entendiendo que todo empresario, incluso
el industrial, produce algo para vender. No obstante, la doctrina sí ha marcado
los alcances de estos conceptos como el caso de México y Venezuela. Por
ejemplo, de éste último se hace la siguiente aclaración: “El Código de Comercio
venezolano utiliza el término ‘comerciantes’ en sentido genérico para referirse a
una categoría equivalente a la de empresario. Por tal razón cuando define al
comerciante está en realidad caracterizando al empresario y englobando en la
definición no solo al comerciante en sentido estricto sino a los industriales,
banqueros, aseguradores, transportistas, constructores, etc. Las disposiciones
legales que se refieren al comerciante, en consecuencia, deben ser entendidas
como normas que atañen a los empresarios. La categoría de los empresarios
se amplía cada vez más, haciendo más impropio el vocablo de comerciante
con sentido genérico, por lo cual en la doctrina y en la práctica está
consolidada la referencia al empresario. Los empresarios no tienen todos el

170
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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mismo régimen jurídico, pero todos están sometidos a las reglas que con
carácter general prescribe el Código de Comercio para los comerciantes.”399

Pueden ser tanto las personas físicas como las jurídicas, también
llamadas personas morales. La actividad comercial debe ser ejercida por una
persona capaz legalmente, lo que implica que los menores de edad y los
incapacitados naturales no pueden ejercer actos de comercio por sí mismos. Y
la actividad debe ser habitual o profesional.

También se presentan alcances respecto de la actividad agrícola y


mercantil. Por ejemplo, en el Código de Comercio mexicano expresamente se
establece que los labradores que tengan almacén o tienda donde ofrezcan los
frutos de su finca, se consideran comerciantes en cuanto a la actividad que
realizan en sus almacenes o tiendas. Por el contrario, el artículo 23 del Código
de Comercio colombiano, dispone que no son actos de comercio, “las
enajenaciones que hagan directamente los agricultores o ganaderos de los
frutos de sus cosechas o ganados, en su estado natural. Tampoco serán
mercantiles las actividades de transformación de tales frutos que efectúen los
agricultores o ganaderos, siempre y cuando que dicha transformación no
constituya por sí misma una empresa.”

En Brasil queda por fuera de la consideración de empresarios los


profesionales que ejerzan actividad de naturaleza científica, literaria y artística,
tal como lo determina el parágrafo único del artículo 966 del Código Civil: “Não
se considera empresário quem exerce profissão intelectual, de natureza
científica, literária ou artística, ainda com o concurso de auxiliares ou
colaboradores, salvo se o exercício da profissão constituir elemento de
empresa.”

Pero, además de las definiciones contenidas en los Códigos de


Comercio, se observa que en algunas normas en materia de emprendimiento,
se presentan definiciones de empresario, así:

En el artículo quinto de la Ley de Fomento al Emprendedurismo Juvenil


del Estado de Durango del 15 de diciembre de 2012, se entiende por
empresario “toda aquella persona que ejercita y desarrolla una actividad
empresarial, en nombre propio, con habitualidad, adquiriendo la titularidad de
las obligaciones y derechos que se derivan de tal actividad, siendo esta una
actividad organizada en función de una producción o un intercambio de bienes
y servicios en el mercado…” Y en el Decreto número 1961, Ley de Promoción
e Impulso a la Juventud Emprendedora del Estado de Oaxaca, expedida el 4
de marzo de 2013, se entiende por empresario “aquella persona que desarrolla
una actividad mercantil, en nombre propio, adquiriendo la titularidad de las
obligaciones y derechos que se deriven de dicha actividad.”

También, como en el caso de España, se encuentra la definición de


joven empresario. En la Ley de Fomento al Emprendedurismo Juvenil del
399
MORLES HERNÁNDEZ, Alfredo. Curso de derecho mercantil: introducción, la empresa, el
empresario. Tomo I. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello. 2007, 769p.
171
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Estado de Durango, se define como tal, a “aquella persona de los dieciocho


hasta los treinta años de edad, que ejercita y desarrolla una actividad
empresarial, con habitualidad, adquiriendo la titularidad de las obligaciones y
derechos que se derivan de tal actividad, siendo esta una actividad organizada
en función de una producción o un intercambio de bienes y servicios en el
mercado.”

En otra definición, la Ley de Promoción e Impulso al Joven Emprendedor


para el Estado de Colima, entiende por joven empresario “toda aquella persona
de los 12 hasta los 29 años de edad, que ejercita y desarrolla una actividad
empresarial mercantil, en nombre propio, con habitualidad, adquiriendo la
titularidad de las obligaciones y derechos que se derivan de tal actividad,
siendo esta una actividad organizada en función de una producción o un
intercambio de bienes y servicios en el mercado.”

Y la Ley para la Promoción y Desarrollo de los Jóvenes Emprendedores


del Estado de Sinaloa, entiende por joven empresario a toda “persona menor
de 30 años de edad, que ejercita y desarrolla una actividad empresarial en
nombre propio, con habitualidad, adquiriendo la titularidad de las obligaciones y
derechos que se derivan de tal actividad, siendo esta una actividad organizada
en función de una producción o un intercambio de bienes y servicios en el
mercado.”

2.2 Concepto de emprendedor en Latinoamérica.

Si bien la noción de empresario es más establece en los diferentes


sistemas jurídicos revisados, al igual que el concepto de emprendimiento, los
países presentan múltiples variaciones, perspectivas y alcances.

Para el caso de México, el Acuerdo que regula la organización y


funcionamiento interno del Instituto Nacional del Emprendedor400, define los
emprendedores como “las mujeres y los hombres con inquietudes
empresariales, en proceso de crear, desarrollar o consolidar una MIPYME a
partir de una idea emprendedora.” Esta misma redacción la comparte la Ley del
Instituto Jalisciense del Emprendedor y casi similar en la Ley de Desarrollo
Económico y Competitividad para el Estado de Quintana Roo. Como se
observa, la definición se platea desde una perspectiva de equidad de género,
pero además se asocia al tema de las micro, pequeñas y medianas empresas,
que como ya se ha mencionado, es de gran relevancia en el tema de los
emprendimientos. Pero el corazón del significado, radica en entender que el
emprendedor está en el proceso de crear, desarrollar o consolidar una
empresa, contemplando las tres fases del emprendimiento que propone el
GEM, tal como ya se comentó.

400
Expedido por el Secretario de Economía y publicado en el Diario Oficial de la Federación el
15 de abril de 2013, por el cual se reglamenta el Decreto presidencial “por el que se reforman,
adicionan y derogan diversas disposiciones del Reglamento Interior de la Secretaría de
Economía”, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 14 de enero de 2013
172
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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A nivel estatal, la Ley para la Promoción y Desarrollo de los Jóvenes


Emprendedores del Estado de Sinaloa, Decreto 969, de noviembre del 2013,
define no al emprendedor en general sino al joven emprendedor, como la
“persona menor de 30 años de edad que identifica una oportunidad de negocio
o necesidad de un producto o servicio y organiza los recursos necesarios para
ponerla en marcha. Convirtiendo una idea en un proyecto concreto, ya sea una
empresa o una organización social, que genere algún tipo de innovación,
empleos dignos y de calidad.” Aquí de nuevo se hace el énfasis en el inicio de
la empresa, involucrando, además, el aspecto social. Casi con la misma
redacción, se la definición de joven emprendedor en la Ley de Fomento al
Emprendedurismo Juvenil del Estado de Durango, en la Ley de Promoción e
Impulso al Joven Emprendedor para el Estado de Colima y en la Ley de
Promoción e Impulso a la Juventud Emprendedora del Estado de Oaxaca,
salvo que en la norma del Estado de Durango se contempla la edad entre los
dieciocho y los treinta años, mientras que la segunda lo contempla desde los
doce hasta los veintinueve años y la última los contempla desde los dieciocho
hasta los veintinueve años.

De una manera más simple, el Decreto número 103 de 2013, expedido


por el Gobernador del Estado de Yucatán, crea el Instituto Yucateco de
Emprendedores, define al emprendedor de la siguiente manera: “la persona
que identifica una oportunidad de negocio y busca iniciar su propia empresa,
organizando los recursos necesarios para ponerla en marcha.” Y en el Decreto
94, Ley para el Desarrollo y Competitividad Económica del Estado de
Guanajuato y sus Municipios, emprendedor es la “persona o grupo de personas
que persiguen una oportunidad de negocio para iniciar un proyecto
empresarial”. Ambas hacen énfasis en el inicio de la empresa y la segunda
resalta la posibilidad de que el emprendedor sea colectivo.

Por otra parte, en Centro América, el Decreto No. 57-2013, por medio
del cual se reforma la Ley de Apoyo Financiero para los sectores productivos
de Honduras, determina que los recursos que vayan a fondos que se
constituyan como producto de la recuperación de capitales “deben ser
otorgados de manera preferente a Emprendedores, entendiéndose por tales,
aquellas personas que inician una actividad económica.” Así lo dispone en el
artículo primero de dicho decreto. Siendo la definición parca del concepto,
también debe decirse que podría ser la más inclusiva, al hacer referencia a las
personas de manera general, dentro de lo cual caben las personas físicas y
jurídicas; pero, también, hace referencia a la actividad económica en general,
pudiendo acoger tanto los emprendimientos empresariales como los sociales.
Igual, como en todos los casos, conserva el punto del inicio de las actividades
económicas, es decir, las primeras etapas del ciclo mercantil.

Siguiendo con Centro América, El Salvador no dispone de una norma


concreta que defina el concepto, pero en el documento de la Política Pública
Nacional de Emprendimiento, del año 2014, sí define al emprendedor como la
“persona con capacidad de innovar; entendida esta como la capacidad de
generar bienes y servicios de una forma creativa, metódica, ética, responsable
y efectiva”; aquí, como se observa, el eje central radica en la innovación, sin
173
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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hacer referencia a un momento específico del proceso empresarial, a diferencia


de lo que pasa con el Decreto Ejecutivo No. 39295-MEIC, reglamento vigente
de la Ley de Fortalecimiento de las Pequeñas y Medianas Empresas de Costa
Rica, donde se entiende por emprendedor a la “persona o grupo de personas
que tienen la motivación o capacidad de detectar oportunidades de negocio,
organizar recursos para su aprovechamiento y ejecutar acciones de forma tal
que obtiene un beneficio económico y social por ello. Se entiende como una
fase previa a la creación de una MIPYME.”

Destaca de esta definición la inclusión nuevamente del aspecto colectivo


del emprendedor, su vinculación al tema de las MIPYME, pero sobretodo, el
hecho de que entiende como emprendedor al que está en la fase previa de
creación de la empresa, rompiendo con la posición administrativa de que el
emprendimiento va hasta los cuarenta y dos meses posteriores al inicio de la
actividad mercantil. Esto podría dar pie a interpretar que el emprendedor es
quien no ha iniciado la empresa y que se constituye en empresario cuando la
ha constituido. No obstante, no se encuentra ningún planteamiento doctrinal o
jurisprudencial al respecto.

En República Dominicana, la Ley 88-13, mediante la cual se declara el


día 12 de Noviembre de cada año, como el día nacional del emprendedor. No
define el concepto de emprendedor en su articulado sino en los considerandos.
Así, en el considerando primero, se lee: “Que un emprendedor es aquella
persona que usando su talento creador o innovador ha convertido una idea en
primer negocio o empresa, mediante la organización de los recursos
necesarios para ejecutarla, y que, como resultado de ello, generará empleos y
promoverá una mayor productividad e innovación en el desarrollo de productos
y servicios en la economía nacional.” Y en Panamá, también se identifica el
concepto de emprendedor, en el artículo 4 de la Ley 8 de 2000401, igualmente
en relación con la micro, pequeña y mediana empresa. En esta norma se
entiende por emprendedoras las “personas que persiguen un beneficio
trabajando individual o colectivamente, mediante sus creaciones, innovaciones
y otras formas de crear o identificar las oportunidades de negocios.”

Y en el Sur de América, Colombia contempla una simple definición en la


Ley 1014 de 2006, De fomento a la cultura del emprendimiento, cuando
entiende que emprendedor es toda “persona con capacidad de innovar;
entendida esta como la capacidad de generar bienes y servicios de una forma
creativa, metódica, ética, responsable y efectiva.” Como puede observase,
comparte redacción con El Salvador. Finalmente, en Venezuela no se identifica
una definición general jurídica, pero en el Decreto No. 1.443 con Rango, Valor
y Fuerza de Ley de Inversiones Turísticas y del Crédito para el Sector Turismo,
se define el concepto de emprendedores turísticos, como “todas aquellas
personas naturales o jurídicas que con ocasión del crédito previsto en este
Decreto con rango, Valor, Fuerza de Ley, se inicien en la actividad turística.” Es
decir, entiende también el concepto desde las primeras etapas de la empresa.

401
De la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa; modificada por el artículo 3 de la
Ley 72 de 2009, Que reforma la Ley 8 de 2000 y la Ley 33 de 2000.
174
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Para el caso de Argentina, la Ley 27.349, Apoyo al Capital Emprendedor


en el país y su expansión internacional así como la generación de capital
emprendedor en la República Argentina, define en el artículo 2 como
emprendedores “a aquellas personas humanas que den inicio a nuevos
proyectos productivos en la República Argentina, o desarrollen y lleven a cabo
un emprendimiento en los términos de esta ley.” Y aunque la ley no le da
expresamente la connotación de emprendedores a las personas jurídicas, el
mismo artículo dispone que los beneficios de esta norma puedan extenderse a
las “personas no humanas” informales, que no se encuentren registradas ante
la Administración Federal de Ingresos Públicos y que no realicen los aportes a
la seguridad social, como una estrategia para regularizarlas.

De manera general, se observa que la figura jurídica del emprendedor,


se identifica con la persona que, o bien está preparando el inicio de una
empresa o se encuentra recién iniciado en ella, sin entrar a establecer el
término, dado que ello se determina en la definición que la norma contemple de
emprendimiento, pero confirmando sí, que el emprendedor es quien está en las
fases iniciales del ciclo empresarial.

Un aspecto a resaltar es el relacionado con la edad. Solo en México,


como se puede apreciar, se determina en la norma una edad para entender el
concepto de emprendedor, debido a que la normatividad está encaminada a
fomentar el emprendimiento en un sector poblacional específico como lo es la
juventud. Sin embargo, no se considera necesario que se establezca un
criterio basado en la edad para entender al emprendedor, porque los requisitos
básicos que debe cumplir la persona, están dados en los que se plateen para
los empresarios o comerciantes, en las respectivas normas.

También se destaca de varias definiciones, que el emprendedor se


concibe como aquel que organiza los recursos. Así se evidencia en la Ley para
la Promoción y Desarrollo de los Jóvenes Emprendedores del Estado de
Sinaloa, cuando señala que el joven emprendedor organiza los recursos
necesarios para poner en marcha un negocio. Este aspecto se contempla en el
Decreto número 103 de 2013, del Estado de Yucatán, el cual crea el Instituto
Yucateco de Emprendedores, en los considerandos de la Ley 88-13, mediante
la cual se declara el día nacional del emprendedor y en el Decreto Ejecutivo
No. 39295-MEIC, reglamento vigente de la Ley de Fortalecimiento de las
Pequeñas y Medianas Empresas de Costa Rica, donde se refiere a la
organización de recursos para su aprovechamiento, destacando todas ellas el
aspecto organizativo que caracteriza al empresario, como un elemento de
acción y creatividad propio del sujeto.

Y, por último, la clara y constante relación entre emprendedores y


MIPYMES.

Básicamente, se confirma que la diferencia entre empresario y


emprendedor es de grado, siendo el emprendedor solo un empresario en una
fase determinada del proceso empresarial: el inicio. De hecho, la doctrina
175
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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misma deriva uno del otro, por ello se dice que “el empresario es el que genera
la idea que se pretende llevar a cabo y crear una empresa determinada o forma
de hacer las cosas para cumplir un fin.”402 O que “los conceptos de empresa y
empresario, provienen, etimológicamente, del término ‘emprendere’, que
significa aventurarse, dedicarse a, o intentar alcanzar un fin u objetivo difícil,
mediante una acción riesgosa y ardua.”403

2.3 El concepto de reemprendedor.

Al margen del concepto de emprendimiento y emprendedor, se destaca


en la doctrina y en las normas un concepto que podría pasar desapercibido en
la lectura, pero que en la práctica tiene alcances reales. De hecho, se
encuentra que en España, la reempresa se considera como un nuevo modelo
de emprendimiento.404

El reemprendimiento, administrativamente conocido como el Fresh Start,


la segunda oportunidad, nueva oportunidad o nuevo comienzo, como lo traduce
la Comisión Europea y el consecuente término de reemprendedor o re-
emprendedor, puede ser entendido bajo tres condiciones: 1) como el
empresario que ejerce actualmente y va a crear otra empresa; 2) como el
empresario que ha cesado sus actividades mercantiles y vuelve a retomarlas
posteriormente; 3) o como el empresario que está en proceso de concurso o
liquidación y desea, bien rescatar su empresa o iniciar una nueva.

2.3.1 El reemprendedor - empresario actual.

La primera variable sobre la cual puede considerarse la figura de la


reempresa y del reemprendedor, es la noción de quien ejerce profesionalmente
en el mercado y se aventura en una nueva actividad mercantil. Esta, tiene, a
su vez, dos opciones: se reemprende iniciando una nueva empresa o
adquiriendo una nueva empresa ya constituida.

En el primer caso, pareciera que se ubica la Ley 5/2014, de Fomento y


Consolidación del Emprendimiento, el Trabajo Autónomo y las Pymes en la
Comunidad Autónoma de Canarias, de la cual se lee en el artículo 12:
“También se llevarán a cabo acciones formativas específicas dirigidas a
reemprendedores que deseen iniciar una nueva actividad empresarial,
adaptadas a sus especiales circunstancias, a fin de favorecer una segunda
oportunidad.” Se dice que pareciera, porque de la lectura integral de la norma
no puede deducirse que se refiera a los emprendedores que hayan fracasado
en su intento, pudiendo entender que son los emprendedores, que lograron con
éxito introducir en el mercado su proyecto y desean iniciar con un nuevo
proyecto.

402
MANGAS LÓPEZ, Víctor Eduardo. Óp. Cit., p. 21.
403
URQUIJO, José. Teoría de las relaciones sindicato-gerenciales. Caracas: Universidad
Católica Andrés Bello, 2004, p. 216.
404
MINISTERIO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y TURISMO DE ESPAÑA. Guía para la
reempresa. Barcelona: Centro de Reempresa de Cataluña y Fundació Privada Cecot Innovació,
2011. 62p.
176
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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El segundo caso, es la posición que se encuentra institucionalizada en


España. Bajo esta perspectiva, “la Reempresa es el mecanismo profesional
por el cual uno o más reemprendedores acceden a la propiedad de una
empresa ajena que ya funciona para hacerla crecer, con lo que se ahorra la
fase de tenerla que crear.”405 Bajo esta premisa, quien ya es empresario
actualmente, puede emprender una nueva actividad mercantil, no partiendo de
cero, sino adquiriendo una empresa ya existente.

Así, los reemprededores, serían “aquellos que son capaces no tanto de


crear una empresa desde cero —con las dificultades que el proceso conlleva—,
sino de impulsar una nueva etapa, un nuevo crecimiento, una nueva visión, la
apertura de mercados, etc., siempre desde la perspectiva del emprendedor
propietario e impulsor de la empresa.”406 Como lo destaca el documento, si
bien tomar una empresa ya consolidada tiene un costo superior al 60% de lo
que costaría crear una, algunos valoran el conocimiento, la experiencia y los
logros que ya ha obtenido la empresa, brindándole mayor estabilidad y
durabilidad a la inversión.

El texto justifica esta figura, en el entendido que seis cesiones


empresariales de cada diez que se presentan en el país, se deben a que el
propietario desea entrar a disfrutar de su jubilación y no cuenta con nadie en su
entorno familiar a quien pueda ceder la empresa; agravado por el hecho de que
más un tercio de las personas que poseen una empresa en España, llegará la
edad de jubilación en el año 2021. Ello sin desconocer que en otras
oportunidades, la transmisión de la empresa se realiza porque su propietario
desea capitalizarse para invertir en otra ya en funcionamiento o porque desea
iniciar una nueva.

2.3.2 El reemprendedor - empresario cesante.

Esta variable del reemprendedor, se encuentra en la Ley 15/2011, de


Emprendedores, Autónomos y Pymes, de Castilla-La Mancha, cuando en el
artículo cuarto hace referencia a los asimilados al concepto de emprendedor,
en los siguientes términos: “Se entiende asimilado al concepto de emprendedor
aquel que cumpliendo con la definición anterior lleve constituido o dado de alta
en la seguridad social, según corresponda, menos de veinticuatro meses,
siempre que no sea continuación o ampliación de una actividad anterior.” Aquí
se incluye el factor tiempo como un criterio discriminador y a la vez
determinador de quien puede ser entendido por reemprendedor.

Pero mucho más enriquecedora en este punto, es la Ley 5/2013, de


apoyo a los emprendedores y a la competitividad e internacionalización de las
pequeñas y medianas empresas (PYMES) de la Región de Murcia, que hace
alusión varias veces a ellos. Así, en el artículo cuarto, se establece que la
Administración Regional diseñará actuaciones “con el objeto incentivar a los

405
Ibíd., p. 5.
406
Ibídem.
177
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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empresarios que intentan empezar de nuevo, promoviendo una actitud positiva


de la sociedad.” Consecuente con lo anterior, en el artículo quinto contempla
como una de las iniciativas en materia de desarrollo curricular, la de “promover
una actitud positiva en la sociedad hacia los empresarios que quieren volver a
empezar tras una experiencia empresarial anterior.”

Pero en el artículo segundo, ofrece una definición completa del término:


“Se considerarán reemprendedores aquellas personas físicas que, iniciando
una nueva actividad empresarial en las condiciones del párrafo anterior, hayan
sido empresarios en el pasado, a través de fórmulas de autoempleo o en el
ámbito de una forma jurídica mercantil, y cuyas empresas se vieron abocadas
al cierre de su actividad por razones económicas. Se promoverá que los
reemprendedores disfruten del mismo tratamiento que las nuevas empresas,
incluso en lo relativo a los sistemas de apoyo. Cualquier mención que se
realice en esta ley a los emprendedores se entenderá también referida a
reemprendedores.” En el preámbulo de esta ley, también se hace alusión a
ellos: “reemprendedor, esto es: aquel empresario que, tras una iniciativa
fracasada, tiene la valentía de iniciar y arriesgar de nuevo en una actividad
empresarial.” Si bien de esta definición es posible rescatar el componente
cultural y de refuerzo positivo para quienes fracasaron en su intento
emprendedor, no está por demás criticar que se hubiera podido ofrecido una
conceptualización más incluyente, donde quedaran cobijadas las personas que
fueron empresarias y se retiraron de la actividad mercantil por otras razones,
sin implicar ello el fracaso de la empresa o su necesario cierre, porque, como
en la primera variable, la empresa pudo hacer sido objetivo de cesión.

La situación de reemprendedor bajo esta condición, es más común de lo


que se espera, tal como lo evidencian los estudios. En Chile, por ejemplo, un
estudio realizado evidencia que un 52% de los emprendedores realmente son
reemprendedores. Y de este porcentaje, el 26% tuvo que cerrar alguno de sus
negocios por problemas económicos.407 Esta misma investigación arroja que el
85% de los emprendedores de micro empresas estaría dispuesto a volver a
emprender, el 89% de los pequeños empresarios, el 94% de los medianos y el
95% de los grandes empresarios. Y quienes manifiestan no tener interés en
reemprender, un 25% manifiesta que los beneficios no compensando esa
responsabilidad, un 15% por las dificultades para acceder al financiamiento y
otro 15% por miedo al fracaso.

2.3.3 El reemprendedor - empresario concursado.

La tercera variable y tal vez la más polémica y sensible es la del


empresario que se encuentra en un proceso concursal y desea iniciar una
nueva con la empresa liquidada. Para el caso de España, tal como ya se ha
expresado en el subtítulo relacionado con el derecho a sostener la empresa
dentro del mercado, la Dirección General de los Registros y del Notariado, en

407
MINISTERIO DE ECONOMÍA, FOMENTO Y TURISMO DE CHILE. Los Re-Emprendedores
en Chile. En: Boletín ELE Re-emprendedores. Santiago de Chile: Ministerio de Economía,
Fomento y Turismo, 2011, p. 2.
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resolución del año 2014408 revocó una negativa para inscribir una escritura de
elevación a público de acuerdos de reactivación de sociedad disuelta. En dicho
acto, la entidad manifestó que no existe disposición que impida a una sociedad
de capital disuelta, volver a ser reactivada, siempre y cuando se cumplan los
presupuestos jurídicos que lo permitan.

La visión del reemprendimiento con perspectiva económica y jurídica, se


evidencia institucionalmente en Chile, con la Ley Núm. 20.720, Sustituye el
régimen concursal vigente por una Ley de reorganización y liquidación de
empresas y personas, y perfecciona el rol de la Superintendencia del ramo.
Esta norma crea la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, con
personalidad jurídica, además que sustituye el término “quiebras” por el
“insolvencia y reemprendimiento”, dando un giro conceptual a lo que se venía
manejando desde la perspectiva jurídica en las quiebras y rompiendo con la
estigmatización de los empresarios fracasados, muy de la línea por la ya
señalado por la Comisión Europea, que ha insistido en varias oportunidades
que el reemprededor cuenta con más posibilidades de éxito dado que ya tiene
una experiencia empresarial real. Por esto afirma:

“Jurídicamente es necesario que la rehabilitación sea rápida, sin imponer


indebidas restricciones. Por otra parte, las relaciones con los acreedores son
muy importantes; es esencial mantener frente a ellos una conducta
responsable, para garantizar la disponibilidad de capital. No han de darse,
pues, facilidades a los deudores irresponsables. Hasta ahora son pocos los
programas de apoyo dirigidos a los emprendedores que fracasan. Vista la
importancia de los reemprendedores para la economía, deben mejorarse las
posibilidades de financiación y prever apoyos adaptados a las necesidades
específicas de aquéllos.”409

Con la revisión jurídica de conjunto, ahora se analizan algunas


inquietudes que surgen alrededor de las nociones estudiadas, siendo la
primera de ellas, si los conceptos jurídicos de empresario y emprendedor son lo
mismo. A lo que habrá que responder que en sentido amplio no, en sentido
estricto sí.

En sentido amplio, emprendedor puede ser cualquier persona que inicia


un proyecto o una acción, el uso general de este término se encuentra
particularmente generalizado en las normas de Brasil, Uruguay y Argentina.
También dentro del concepto amplio, existen los emprendedores sociales que
son las personas que inician proyectos productivos en términos de rentabilidad
social aunque no necesariamente económico. Ejemplos de esto, se
408
MINISTERIO DE JUSTICIA DE ESPAÑA, DIRECCIÓN GENERAL DE LOS REGISTROS Y
DEL NOTARIADO. Resolución de 9 de junio de 2014, de la Dirección General de los Registros
y del Notariado, en el recurso interpuesto contra la nota de calificación extendida por el
registrador mercantil y de bienes muebles XIV de Madrid, por la que se rechaza la inscripción
de escritura de elevación a público de acuerdos de reactivación de sociedad disuelta.
409
COMISIÓN EUROPEA, DIRECCIÓN GENERAL DE EMPRESA. Cómo ayudar a las
empresas a resolver sus dificultades financieras. Guía de buenas prácticas y principios sobre
reestructuración, quiebra y nuevo comienzo. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales
de las Comunidades Europeas, 2002, p. 7.
179
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encuentran perfectamente en el voluntariado o en las actividades de las


fundaciones que no generan sus propios recursos sino que viven de otros
ingresos provenientes, en su mayoría, de donaciones por parte de personas
físicas y jurídicas que sí generan sus propios ingresos. También pueden ser
considerados emprendedores, los agricultores, ganaderos, artistas y
profesionales liberales, que sin tener la connotación de empresarios, al iniciar
una actividad productiva, están realizando un emprendimiento. De manera que
en sentido amplio, emprendedores y empresarios no se identifican
necesariamente.

En sentido estricto, empresario y emprendedor empresarial, son parte de


la misma figura. Pero, entonces, ¿en qué se diferencian el emprendedor del
empresario? La diferencia básicamente está en la etapa del proceso
empresarial, el emprendedor se ubica en las primeras etapas, que según los
diferentes criterios, abarcan la decisión de emprender, la planeación y los
trámites previos al registro de la empresa y el inicio de la actividad mercantil, el
lanzamiento e inicio de la empresa en el mercado (que según el GEM son los
tres primeros meses) y etapa de desarrollo (que según las normas jurídicas
revisadas, va entre el año –como en Extremadura- y los cuarenta y dos meses
–como en Galicia y como lo considera el GEM-). Pasado este término ya no se
considera emprendimiento sino empresa consolidada.

Como ya se ha manifestado, a criterio del investigador, la relación entre


la noción de empresario y emprendedor es solo de grado, siendo el primero el
género y el segundo una especie, como la relación que puede haber entre ese
y los conceptos de comerciante e industrial. La verdadera diferencia radica en
la etapa en la que se encuentre la actividad mercantil con independencia de los
demás criterios que han considerado los legisladores de las distintas
Comunidades Autónomas, como el hecho de que sean personas físicas o
jurídicas, que ya tengan participación en otra empresa, el tamaño o la actividad,
restricciones que obedecen más a la necesidad de crear unas limitaciones para
enfocar las acciones del Estado en la promoción o fomento de la actividad
empresarial.

Ahora, ¿cuánto tiempo debe durar el inicio para ser considerado


emprendedor y no empresario? Se puede hacer referencia al emprendedor
cuando la persona apenas tiene una idea que podría ser productiva pero tiene
el deseo de llevarla al mercado; también podría el caso de la persona que se
encuentra desarrollando el plan de negocio o que ya lo tiene. Puede ser
incluso definido como emprendedor la persona que ya tiene su establecimiento
mercantil (sea abierto o no al público) pero no ha empezado a operar. Incluso
se puede ir más allá a pensar que la persona ya está ofreciendo sus bienes o
servicios en el mercando pero no ha realizado ventas. ¿Entonces cuándo se
es empresario? ¿En qué momento el emprendedor empieza a ser empresario?
¿En qué momento un empresario deja de ser emprendedor? ¿O un
emprendedor deja de serlo cuando se transforma en empresario?

Crear una empresa no es menos importante que sostenerla y hacerla


rentable, pero sí exige más, representa mayores riesgos y experticia. Entonces,
180
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aquí podría decirse que el empresario es el profesional en su área. Eso


explicaría que las normas que tratan sobre emprendimiento, consideren
emprendedor a las personas que lleven hasta dos años o tres años y medio de
operación. Podría por defecto, considerarse que a partir del momento en que
superan el periodo de emprendimiento, son propiamente empresarios, pero
habría que considerar que existen empresas y empresarios jóvenes que son
mucho más exitoso en términos económicos que empresas de muchos años de
ejercicio, verbi gracia, las empresas de tecnología o incluso muchas de
alimentos, que vía franquicia han logrado sostenibilidad, crecimiento y
expansión en menos tiempo que lo que tardaba una empresa tradicionalmente
en posicionarse en un mercado.

Al respecto deben considerarse dos variables. La primera, relacionada


con el criterio del tiempo. Si jurídicamente es empresario quien ejerce
profesionalmente actos mercantiles y eso implica dedicarse a ello de manera
habitual, pues habrá qué estimar cuánto tiempo se requiere para ser
considerado un ejercicio habitual. Si se ejerce todos los días, podría decirse
que bastaría un mes, quince días o incluso una semana para poder
establecerlo. Pero como el ejercicio empresarial no tiene que darse de manera
continua, sino que puede serlo por temporadas, sería necesario revisar cada
caso en particular. La segunda variable, es la que tiene que ver con las
presunciones, la inscripción en el Registro Mercantil y la publicidad que se
haga de la actividad mercantil, como lo establecen los Códigos de Comercio.
En ambos casos, si el emprendedor, como suele pasar, se inscribe en el
Registro y se anuncia como empresario antes de iniciar la actividad mercantil,
sería considerado como tal, cosa que permite demostrar lo contrario por ser
presunción iuris tantum, y el emprendedor podría demostrar que aún no ostenta
la calidad de empresario, al no ejercer de manera habitual.

Ahora, ¿es emprendedor el empresario que compra una empresa ya


creada? La respuesta es tan variable como las mismas leyes que lo definen.
Esto es así, porque, por ejemplo, para el caso de la Ley estatal 14/2013, de
apoyo a los emprendedores, de España, se entiende por emprendedor todo
empresario y bajo cualquier actividad y etapa. En esta medida, todo acto
mercantil ejecutado por cualquier empresario se considera emprendimiento.
Pero, a diferencia de esta desacertada concepción, muchas normas
contemplan el emprendimiento como la creación de empresas, situación que no
permitiría dar como afirmativa la respuesta a la pregunta. Otras, más abiertas,
entienden por emprendimiento cualquier oportunidad innovadora, que permitiría
aceptar que el empresario que adquiere una empresa ya creada y le imprime
connotaciones de innovación, sí podría enmarcarse en el supuesto. Y la
respuesta es completamente afirmativa, bajo la visión de reemprendedor que
ya se ha visto por parte del Ministerio de Industria, Energía y Turismo de
España.

¿Y el emprendedor novato que adquiere una empresa? Si se entiende el


emprendimiento como la creación de empresas, la respuesta sería negativa. Si
se concibe como todo acto de innovación o desde la perspectiva del sujeto se
entiende por el inicio de actividades mercantiles, entonces sería positiva.
181
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Bajo las variables tratadas en los dos párrafos anteriores, está el caso
de las franquicias, en la cuales se pueden presentar las opciones miradas: que
adquiera una franquicia el emprendedor novato o el empresario experto. La
empresa como tal ya existe previamente a los sujetos: modelo de negocio,
marcas, patentes, modelos de utilidad, diseños industriales, secretos
empresariales, imagen corporativa, protocolos de atención, manejo de
productos, secretos empresariales, fórmulas y técnicas de producción,
estrategias de mercadeo, entre otros aspectos. Aquí, podría decirse que
realmente no habría en emprendimiento toda vez que no hay nueva empresa.
Sin embargo, aunque la empresa como tal ya esté posicionada en el mercado,
la persona realmente va a iniciar un nuevo negocio, a instalar un
establecimiento mercantil que no existía. Como se observa, se está asumiendo
una posición de emprendedor, abriendo un mercado específico, creando
nuevos puestos de trabajo, generando una nueva unidad económica que
generará de manera autónoma recursos y utilidades. Así, que se podría afirmar
que, efectivamente, quien inicia una franquicia, está iniciando una empresa y
por ello puede ser considerado un emprendedor, o según el caso,
reemprendedor. Además, que la apertura de una franquicia adquiere más
sentido como emprendimiento, si se entiende que el establecimiento mercantil
“es sinónimo de empresa en sentido objetivo.”410 La literatura sobre el tema, da
cuenta de la posibilidad de ser emprendedor a través de la figura de la
franquicia.411

Incluso, yendo más allá del tema de la franquicia, podría entenderse


como emprendedor o reemprendedor quien inicia su actividad económica
arrendando una empresa ya existente, porque, como ya se ha señalado, un
empresario no requiere ser el propietario de los bienes para tener la condición
de tal, en este sentido, “la condición de empresario pasa al arrendatario y deja
de ostentarla el arrendador, porque es aquél y no éste quien ejercitará la
actividad empresarial.”412

Pero bueno, al margen de todo lo anterior, la gran pregunta sobre el


concepto jurídico del emprendedor en más concreta: ¿Es necesario? Se ha
criticado el uso del concepto como un mero esnobismo, algo que se encuentra
de moda y que está sustituyendo innecesariamente el concepto de empresario.
Si desde la terminología jurídica se sustituye el término de emprendedor por el
de empresario, seguramente habrá que modificar la redacción para entender el
contexto de algunas normas, porque con él se está haciendo referencia a las
personas que no tienen experiencia o que apenas están iniciando el diseño del
proyecto sin iniciar la operación comercial o industrial. Sin embargo, solo sería
una diferencia conceptual para diferenciar un periodo de consolidación del

410
GALLEGO SÁCHEZ, Esperanza. Óp. Cit., p. 139.
411
SILVA DURATE, Jorge enrique. Franquicias: una alternativa para emprendedores. En:
Revista Escuela de Administración de Negocios, No. 47, 2003, pp. 116-121. / PALENCIA, Luis
y PORTILLO, Josep. Condiciones para emprender un negocio: franquiciar o en propiedad. En:
Estrategia financiera, No. 221, 2005, pp. 34-41.
412
BROSETA, Manuel y MARTÍNEZ, Fernando. Óp. Cit., p. 152.
182
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mismo empresario (como la plántula y la planta, el ternero y la vaca, el niño y el


ser humano).

No obstante, se encuentra que también el concepto “empresario” fue


catalogado como moda, cuando entró a sustituir a los comerciantes. Al
respecto se lee: “La Ley 19/89 de 25 de julio modificó el Cdeco413 extendiendo
el régimen de la contabilidad y del Registro mercantil a todos los
«empresarios», pero no parece que exista una voluntad del legislador se
someter al deber público de contabilidad a cerca de dos millones de pequeños
empresarios agrarios, artesanos y vendedores ambulantes. Creemos que sólo
es un esnobismo terminológico.”414 Y más adelante remata: “El Cdeco acoge el
prurito terminológico de los autores que hablan de «empresarios»”.

También cabe la pregunta: ¿Es útil? La utilidad del uso del concepto
emprendedor y emprendimiento en la norma tiene su sentido en ella misma,
cuando se lee cuál es el objeto de la respectiva norma. Y como ya se ha
mencionado, casi todas están concentradas en el verbo fomentar. El legislador
y el operador jurídico en general, al expedir normas relativas al emprendimiento
lo que está buscando es motivar a la ciudadanía para que cree unidades de
negocio (que es el medio) para conseguir el fin.

Así es, el uso de los conceptos de emprendimiento y emprendedor, es


realmente una estrategia a través de instrumentos jurídicos y políticos
(manuales, resoluciones, decretos, leyes, proyectos, programas, políticas
públicas), vía mercado (creación de empresas) para lograr lo que realmente se
quiere: pleno empleo, desarrollo económico y riqueza con equidad social. Esto
fácilmente se deduce de una lectura simple de las normas que versan sobre
emprendimiento y creación de empresas. Y esto se enmarca en las crisis o
dificultades económicas que han ido presentando los países.

Ahora bien, basta decir que antes de que se empezara a usar el


concepto bajo el significado normativo que tiene hoy, la táctica se dirigía por
otro lado: a través de las estrategias de apoyo a los micro, pequeños y
medianos empresarios y al fomento de las pymes. Sin embargo, los usos
sociales cambiaron y el Derecho, permeable como ciencia social que es de
otros saberes y de los usos sociales, fue asumiendo el concepto de la
economía y lo usó como estrategia para lograr su objetivo.

Volviendo a la pregunta sobre si es útil el uso del concepto en vez de los


ya existentes en el derecho mercantil, el tiempo será el que le dé la razón a los
legisladores y demás operadores jurídicos, siendo una cuestión de eficacia
jurídica, que ya le corresponderá estudiar a los sociólogos del Derecho o a los
analistas económicos del Derecho. Lo cierto, y antes de cualquier análisis de
eficacia jurídica, sí debe reconocerse que es una estrategia de incentivación,
de movimiento social y económico. Es una de las formas en que el Derecho
incide en la sociedad.

413
Abreviatura para Código de Comercio de uso en España.
414
VICENT CHULIÁ, Francisco. Óp. Cit., p. 37.
183
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El Estado tiene entre otras formas de incidir en la sociedad: prohibiendo,


permitiendo, fomentando. Para el caso económico y mercantil, el Estado ha
prohibido totalmente algunas actividades, consideradas como ilícitas (drogas,
secuestro, hurto, estafa, piratería, contrabando) y otras actividades las permite
con restricciones, como los mercados de energía, minerales. Ha permitido las
actividades comerciales lícitas, a las que va dirigido la ya vista libertad de
empresa. Y en el caso de los emprendedores y el emprendimiento, la actividad
del Estado se enfoca en fomentar la generación de nuevas empresas a partir
de todas las ya mencionadas estrategias tomadas en diferentes áreas del
Derecho como el Derecho financiero (para el acceso a crédito), el Derecho
tributario (para darle sostenibilidad a las empresas en sus primeros meses de
actividad productiva), promocionando la educación, la investigación, la
innovación, premiando la inversión de particulares en nuevas empresas, etc.

Esto, unido al hecho de que la aparición de los conceptos de


emprendimiento y emprendedor obedecen a una coyuntura de desaceleración
económica, podría dar lugar a pensar que se trata de una figura transicional
que irá desapareciendo de la legislación de la misma forma en que apareció, a
medida que la economía se vayan recuperando y la figura tradicional del
empresario termine absorbiendo la figura del emprendedor.

Como también es factible que con el tiempo, la estrategia jurídica del


emprendimiento sea tan eficaz y se apropie tanto de ella la sociedad, que se
termine volviendo una institución jurídica más del Derecho mercantil y de otras
áreas legales, situación que es muy factible, dado que son muchos los
aspectos jurídicos que se han entrelazado con él, como el Derecho
administrativo, el Derecho de las TIC y la innovación, las PYMES, el Derecho
del trabajo, el Derecho tributario, además de otros aspectos de alta sensibilidad
social e importancia estratégica política como el género, la juventud, la
discapacidad y la economía social. Por algo, se ha señalado que la transición
de una sociedad gerencial a una sociedad de emprendedores es como una
revolución silenciosa que puede llegar a influir en el siglo XXI, tanto y
probablemente más, que la Revolución Industrial en el siglo XIX415

Y como puede ya concluirse, la noción de emprendedor desde la


perspectiva jurídica, no se identifica plenamente con la de la economía y
mucho menos de la psicología; dicha diferenciación se basa concretamente en
el hecho de que mientras para las otras disciplinas el emprendedor es la
persona física, para el caso del Derecho –derivándose del concepto jurídico de
empresario-, el carácter de emprendedor también pueden ostentarlo las
personas jurídicas.

415
TIMMONS, Jeffry. New venture vreation, 1994. Citado por: MORRINSON, Alison;
RIMMINGTON, Mike y WILLIAMS, Claire. Entrepreneurship in the Hospitality, Tourism and
Leisure Industries. New York: Routledge, 1999, p. 4.
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SEGUNDA PARTE
MARCOS NORMATIVOS RELEVANTES

CAPÍTULO I
FORMAS JURÍDICAS DEL EMPRENDIMIENTO

186
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Sumario: I. El empresario individual como emprendedor. 1. España. 1.1 Adquisición y


pérdida de la condición de empresario. 1.2 Prohibiciones e incompatibilidades. 1.3 El
ejercicio de la actividad mercantil por personas en condiciones jurídicas especiales. 2.
Latinoamérica: empresario persona individual. 2.1 México. 2.2 Guatemala. 2.3 Colombia.
2.4 Perú. 2.5 Chile. II. Los empresarios sociales como emprendedores. Sociedades
mercantiles: la elección del tipo social idóneo para cada caso. 1. España. 1.1
Sociedades mercantiles. 1.1.1 Aspectos generales. 1.1.1.1 Sociedad colectiva. 1.1.1.2
Sociedad comanditaria simple. 1.1.1.3 Las cuentas por participación. 1.1.2 Sociedades de
capital. 1.1.2.1 Caracterización. 1.1.2.2 La fundación. 1.1.2.3 El capital social. 1.1.2.4
Obligación de aportación. 1.1.2.5 Participaciones sociales y acciones.1.1.2.6 Régimen de
transmisión. 1.1.2.6.1 Transmisión de participaciones. 1.1.2.6.2 Transmisión de acciones.
1.1.2.7 Órganos. 1.1.2.7.1 La junta general. 1.1.2.7.2 El órgano de administración. 1.1.2.8
Modificación de estatutos en las sociedades de capital. 1.1.2.8.1 Aumento de capital.
1.1.2.8.2 Reducción de capital. 1.1.3 Sociedades especiales. 1.1.3.1 La sociedad
unipersonal. 1.1.3.2 La sociedad nueva empresa (SNLE). 1.1.3.3 Sociedades profesionales.
1.1.3.3.1 Los socios. 1.1.3.3.2 La denominación social. 1.1.3.3.3 Formalización del contrato
e inscripción. 1.1.3.3.4 La responsabilidad. 1.1.3.3.5 Normas especiales para las
sociedades de capitales. 1.2 Responsabilidad del empresario. 2. Latinoamérica: empresario
persona jurídica. 2.1 México. 2.2 Guatemala. 2.3 Colombia. 2.4 Perú. 2.5 Chile. 3.
Consideraciones de cierre.

Cuando se va a iniciar un proyecto empresarial, el emprendedor tiene


múltiples posibilidades jurídicas para ejercer las actividades mercantiles. Para
el caso, puede realizarlo de manera individual y autónoma, puede crear una
sociedad civil, una sociedad mercantil, entre otras alternativas; las cuales, a su
vez, presentan diferentes formas, nombres y requisitos, conforme el desarrollo
normativo y constitucional de cada país. Para englobar las diferentes formas
jurídicas que pueden tomar los emprendimientos mercantiles, se presenta de
manera general algunos aspectos relevantes en España y algunos países de
Latinoamérica, en relación con los emprendedores como empresarios
individuales y como empresarios sociales.

I. El empresario individual como emprendedor

1. España.

El artículo 3 de la Ley 14 de 2013, de apoyo a los emprendedores,


entiende por emprendedores a las personas tanto físicas como jurídicas que
desarrollen una actividad económica empresarial o profesional. Como tal, el
empresario individual es aquella persona física o natural que realiza “en
nombre propio y por medio de una empresa una actividad económica
comercial, industrial o de servicios.”416 Dicha actividad puede ser ejercida de
manera personal o por medio de un representante417. En cualquier caso, su
empresa no constituye un patrimonio separado de su patrimonio civil, sea este
personal o familiar.418

1.1 Adquisición y pérdida de la condición de empresario.

En el caso de España, para adquirir la condición de empresario el


emprendedor individual solo requiere de capacidad jurídica y ejercer habitual o
416
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit. P. 91.
417
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 60.
418
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit. P. 91.
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profesionalmente la actividad que constituye la empresa419, tal como lo


establece el artículo 1 del Código de Comercio.

Respecto de la capacidad legal para el ejercicio del comercio, establece


el Código de Comercio que gozan de dicha capacidad las personas mayores
de edad, es decir, mayores de dieciocho años que tengan la libre disposición
de sus bienes. Los menores de esta edad o los incapacitados sometidos a
tutela o curatela pueden ejercer las actividades mercantiles a través de sus
guardadores o en caso que estos no cuenten con la capacidad legal para
comerciar deben nombrar factores para ello. La Dra. Gallego420 explica esta
situación bajo el entendido que aunque los menores de edad emancipados
rigen tanto su persona y sus bienes como si fueran mayores de edad, no tienen
la capacidad jurídica para disponer libremente de sus bienes, lo que les impide
realizar algunas actividades típicas mercantiles como tomar o dar dinero en
préstamo, gravar o enajenar bienes inmuebles o establecimientos mercantiles;
estas actividades solo podrán realizarlas con el consentimiento de sus padres
o, a falta de estos, de su curador, tal como lo dispone el artículo 323 del Código
Civil. Los actos jurídicos de carácter mercantil celebrados por un incapaz están
viciados de nulidad.

La condición de empresario se puede perder sea por el cese voluntario


de la actividad mercantil, la incapacitación absoluta o el fallecimiento.

Tal como lo establece el artículo 19 del Código de Comercio, la


inscripción de los empresarios individuales es potestativa, salvo los navieros. Si
el emprendedor desea inscribirse en el Registro Mercantil debe acreditar la
presentación de la declaración de comienzo de la actividad empresarial ante la
Administración Tributaria.421

“Por regla general, el domicilio mercantil del empresario individual


coincide con el domicilio civil”422, lo cual corresponde a su residencia habitual,
de acuerdo al artículo 4 del Código Civil, pero cuando vive en un lugar y su
centro de operaciones comerciales es en uno distinto, debe ser demandado en
este último, es decir, donde desarrolle la actividad mercantil.423

1.2 Prohibiciones e incompatibilidades.

El ordenamiento jurídico contempla algunas prohibiciones relativas o


absolutas para el ejercicio mercantil, basado en el interés público.

Las prohibiciones absolutas hacen referencia a la proscripción de ejercer


cualquier acto de comercio, tener cargo o intervención directa en sociedades

419
El ejercicio profesional del comercio ya se abarcó en el numeral 1.1.5 de la presente tesis.
420
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 55.
421
Artículo 89. Real Decreto 1784/1996, de 19 de julio, por el que se aprueba el Reglamento
del Registro Mercantil.
422
ROJO, Ángel. Lección 2. El empresario. Óp. Cit., p. 65.
423
BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, Alberto. Apuntes de derecho mercantil. Pamplona:
Thomson Aranzadi, 2008, p. 193.
188
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mercantiles o industriales, en todo el territorio nacional. Así, por ejemplo, se


tiene que en el artículo 13 de la Ley 3/2015, reguladora del ejercicio del alto
cargo de la Administración General del Estado, se establece que las personas
que ocupan altos cargos deben tener dedicación exclusiva y les prohíbe
compatibilizar el ejercicio de su cargo con cualquier otra actividad, sea pública
o privada, por cuenta propia o ajena; y en el artículo 57 de la Ley 50/1981, por
la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, se expresa que el
ejercicio de cargos fiscales es incompatible “con el ejercicio directo o mediante
persona interpuesta, de toda actividad mercantil.”

Por otro lado, las prohibiciones relativas limitan el ejercicio de la


actividad comercial ya no a nivel nacional sino en el ámbito territorial dentro del
cual la persona sometida al régimen jurídico desempeñe sus funciones o se
restrinja a determinadas actividades mercantiles. Este es el caso de las
disposiciones contenidas en el artículo 14 del Código de Comercio, el cual
establece la prohibición de ejercer la profesión mercantil a los magistrados,
jueces y funcionarios del Ministerio Fiscal, así como a los jefes gubernativos,
económicos o militares y los empleados encargados de recaudar los fondos del
Estado, que se encuentren en servicio activo, sea por sí mismos o a través de
un tercero, dentro del territorio en que desempeñan sus funciones. Esto apunta
a limitar las actividades que “impidan o menoscaben el estricto cumplimiento de
sus deberes como funcionarios, comprometan su imparcialidad o
independencia o perjudiquen los interese generales.”424

Otras prohibiciones relativas son las contempladas para los socios


colectivos, los cuales, conforme lo establecido en los artículos 136 y 137 del
Código de Comercio, no pueden realizar por cuenta propia actividades
mercantiles que desarrolle la sociedad sin autorización previa de ésta; así
como para los factores que no pueden ejecutar por cuenta propia o por
interpuesta persona las mismas actividades mercantiles que realizaron en
nombre de sus principales, salvo que estén expresamente autorizados,
conforme el artículo 288 de la misma norma; o la limitación dispuesta para los
administradores en el artículo 229 del Real Decreto Legislativo 1/2010, Ley de
Sociedades de Capital, en donde se les ordena abstenerse de realizar
transacciones con la sociedad o desarrollar actividades por cuenta propia o
cuenta ajena que generen competencia con la sociedad.

También se encuentran limitadas para ejercer el comercio o tener cargos


de intervención directa administrativa o económica, las personas que conforme
a la Ley Concursal sean inhabilitadas por sentencia firme, mientras no haya
concluido el periodo de inhabilitación.425

424
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 56.
425
Art. 13, Real Decreto de 22 de agosto de 1885 por el que se publica el Código de Comercio.
/ Art. 172, Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal.
189
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1.3 El ejercicio de la actividad mercantil por personas en


condiciones jurídicas especiales.

Respecto del ejercicio empresarial por parte de adolescentes, el menor


emancipado, mayor de dieciséis años pero menor de 18, no puede ejercer por
sí mismo el comercio por no cumplir el requisito objetivo del artículo 4 del
Código de Comercio relativo a ser mayor de edad y tampoco el requisito de la
libre disposición de sus bienes, conforme los artículos 317 y 323 del Código
Civil.426 De manera que no puede tomar dinero a préstamo, vender o grabar
sus inmuebles o establecimientos mercantiles sin el consentimiento de sus
padres o tutor. Aspecto de especial consideración en el sector educativo, en
donde se estimulan y forman los estudiantes en los temas relativos al
emprendimiento, proceso del cual salen algunas veces auténticas empresas.

En relación con el ejercicio de la actividad mercantil por persona casada,


las normas se ocupan principalmente de los bienes que responden de las
deudas contraídas por el cónyuge que ejerce la actividad empresarial, bienes
que presentan diferentes situaciones jurídicas.

En primer lugar, están los bienes y derechos propios con los que entra a
satisfacer el cónyuge empresario a los acreedores. Aquí se contemplan, los
bienes y derechos que pertenezcan a cada cónyuge antes de iniciar la
sociedad, los bienes que adquiera cada uno por herencia o donación,
el resarcimiento por daños inferidos a la persona de uno de los cónyuges o a
sus bienes privativos, entre otros. Por propio debe entenderse que es bien
privativo, pero no necesariamente individual, es decir, los bienes propios
pueden tener uno o varios titulares, que en algunas ocasiones puede ser el
mismo cónyuge, siempre que no forme parte de los gananciales.

En segundo lugar, están los bienes comunes adquiridos como consecuencia


del ejercicio de la actividad empresarial, los cuales también quedan afectos,
aun sin mediar el consentimiento del otro cónyuge; “la propia empresa está
sometida al carácter ganancial en razón del consentimiento tácito a la
afectación de la empresa que hay que deducir en cuanto el cónyuge no
empresario permite, al que lo es, su fundación.”427

En tercer lugar, están los bienes comunes sujetos a consentimiento.


Conforme lo establece la norma, se presume otorgado dicho consentimiento
“cuando se ejerza el comercio con conocimiento y sin oposición expresa del
cónyuge que deba prestarlo”428 o cuando al contraer matrimonio uno de los
cónyuges ya se encuentre ejerciendo la actividad empresarial y el otro no se
oponga. En ambos casos la presunción se da sobre el consentimiento, más no
sobre el conocimiento de la actividad empresarial, cosa que debe ser probada.
El cónyuge del empresario puede revocar su consentimiento, sea expreso o
presunto, así como oponerse expresamente. En cualquier caso, para que surta

426
BROSETA PONT, Manuel y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Óp. Cit. P. 95.
427
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 58.
428
Art. 7, Real Decreto de 22 de agosto de 1885 por el que se publica el Código de Comercio.
190
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efectos dicha oposición ante terceros, deben constar en escritura pública y ser
inscrita en el Registro Mercantil.

En cuarto lugar, el cónyuge no empresario puede quedar afecto a las


resultas del ejercicio de la actividad empresarial del otro cónyuge, si media
consentimiento expreso sobre cada bien o derecho, lo cual debe constar en el
Registro Mercantil.

2. Latinoamérica: empresario persona individual.

Dada la similitud de las instituciones jurídicas y las fuentes jurídicas


sobre las cuales se construyó el derecho latinoamericano, se realiza este
apartado con base en una muestra por región: México por Norteamérica;
Guatemala por Centroamérica; Colombia, Perú y Chile por Suramérica.

2.1 México.

El Código de Comercio de los Estados Unidos Mexicanos429, dispone en


el artículo 3 que se reputan en derecho comerciantes, “las personas que
teniendo la capacidad legal para ejercer el comercio, hacen de él su ocupación
ordinaria.” Respecto de la capacidad, el artículo 12 de la norma establece que
no pueden ejercer el comercio los corredores, “los quebrados que no hayan
sido rehabilitados” y las personas que hayan sido condenadas por delitos
contra la propiedad.

Además, se exige que la persona haga del comercio (que para efectos
del actual derecho privado debe entenderse cualquier acto mercantil) una
ocupación ordinaria. La Corte Suprema de Justicia de la Nación430 ha señalado
que la condición de comerciante no está sometida a la voluntad de la persona
como tal, es decir, no bajo un criterio subjetivo, sino objetivo, por lo que el
comerciante adquiere esta calidad como consecuencia de realizar actos
jurídicos de comercio431 de manera habitual, reiterada, repetida, haciendo de la
actividad un auténtico ejercicio profesional.

Pero dicho ejercicio debe realizarse en nombre propio a través de una


empresa mercantil, no a cuenta de un tercero, no en representación de nadie,
sea persona física o jurídica.432 Por ello, el carácter de comerciante no se
adquiere por el hecho de ser socio o accionista de una sociedad mercantil,
tampoco por desempeñar cargos de administración, ser gerente, factor o
dependiente de una sociedad.

429
El cual cuenta con una última reforma del 25 de enero de 2017.
430
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. Amparo civil en revisión 2014/37.
Ramírez Valenzuela Guillermo, Liquidación Judicial. 24 de enero de 1938.
431
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. Amparo administrativo en revisión 79/42.
Gochicoa Enrique F. 16 de marzo de 1942.
432
DÉCIMO PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 362/2004. Felipe Xacur Eljure. 27 de octubre de 2006.
191
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Los comerciantes cuentan con la obligación de inscribirse en el Registro


Público de Comercio, a mantener un sistema de contabilidad y a conservar la
correspondencia que tenga relación con la actividad mercantil.

Respecto del Registro Público de Comercio, éste opera con un programa


informático a través del cual se realiza la captura, almacenamiento, custodia,
seguridad, consulta, reproducción, verificación, administración y transmisión de
los actos relacionados con los comerciantes y los actos mercantiles. La
inscripción es potestativa para las personas físicas que se dediquen al
comercio pero obligatoria para las sociedades mercantiles, como lo establece
el artículo 19 del Código de Comercio. Cada comerciante cuenta con un folio
electrónico donde se anotan su nombre, la clase de comercio, la fecha que
inició o iniciará sus operaciones mercantiles, el domicilio, los poderes que haya
otorgado, las capitulaciones matrimoniales y sus modificaciones, las garantías
mobiliarias que haya otorgado, entre otros.

En relación con la conservación de documentación y correspondencia, el


Código de Comercio exige al comerciante el deber de conservar archivados los
comprobantes originales de las operaciones que realice (particularmente si son
contratos o convenios que generen derecho u obligaciones), sea en formato
impreso o por medios electrónicos; así como las cartas o correos que reciba en
relación con sus negocios. La conservación de dichos documentos debe ser
por un plazo mínimo de diez años.

Para el caso de las personas que ejercen el comercio y son casadas, si


se acogieron al régimen de separación de bienes, cada persona puede
disponer libremente de sus bienes para el ejercicio mercantil sin necesidad de
licencia por parte del otro cónyuge. Pero bajo la sociedad conyugal, ninguno
puede disponer de los bienes de la sociedad, ni los bienes propios cuyos frutos
o productos correspondan a la sociedad, sin el consentimiento del otro.

2.2 Guatemala.

Conforme el Código de Comercio de Guatemala, Decreto del Congreso


Número 2-70, el comerciante individual es el que ejerce como actividad
profesional la industria, la prestación de servicios, la intermediación en la
circulación de bienes y servicios, la banca, los seguros, la fianza y las auxiliares
de todas ellas, en nombre propio y con fines de lucro433. Este último aspecto
no se contempla, por ejemplo, en el Código Civil mexicano, aunque sí desde la
jurisprudencia y la doctrina.

En términos generales, el comerciante puede ejercer sus actos


mercantiles de manera personal o a través de representantes legales. Para el
caso, el factor es el apoderado general del comerciante individual y para las
sociedades mercantiles se le denomina gerente o administrador.

433
El artículo 9 de la misma norma, excluye de la categoría de comerciantes a los que ejercen
una profesión liberal o actividades agrícolas, pecuarias y artesanos.

192
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Los comerciantes individuales deben inscribirse en el Registro Mercantil


mediante declaración jurada, en un formulario que contiene los siguientes
datos: nombre completo, edad, estado civil, nacionalidad, domicilio, dirección,
actividad a que se dedique, régimen económico de su matrimonio, nombre de
su empresa, de sus establecimientos y direcciones, además de la fecha en que
haya dado inicio a su actividad mercantil. El registro de los comerciantes
individuales es obligatorio solo cuando cuenten con un capital de dos mil
quetzales o más434, dentro del mes siguiente de haber iniciado actividades
mercantiles.

También cuentan con la obligación de llevar una sola contabilidad y


registros de inventarios, libro de diario, libro mayor o centralizador y el de
estados financieros. De igual manera, cuentan con la obligación de conservar
los libros o registros del giro general de la empresa, por el tiempo que dure ésta
y hasta la liquidación de sus negocios y dependencias mercantiles. Asimismo,
deben conservar de manera organizada la correspondencia y la
documentación, por lo menos cinco años; en el caso de los documentos
relativos a actos o negocios, deben ser conservados hasta el tiempo de
prescripción de las acciones que se deriven de ellos.

2.3 Colombia.

El Código de Comercio de Colombia, Decreto Extraordinario 410 de


1971, dispone en el artículo 10 que "son comerciantes las personas que
profesionalmente se ocupan en alguna de las actividades que la ley considera
mercantiles. La calidad de comerciante se adquiere aunque la actividad
mercantil se ejerza por medio de apoderado, intermediario o interpuesta
persona." La actividad mercantil exige que se realice de manera habitual y no
ocasional, como se desprende del artículo 11 de la misma norma, en el que se
señala que "las personas que ejecuten ocasionalmente operaciones
mercantiles no se considerarán comerciantes en cuanto a dichas operaciones."
Se destaca, que al igual que México y a diferencia de Guatemala, no se incluye
el ánimo de lucro para determinar la calidad de comerciante, situación que ha
sido ratificada por la Superintendencia de Industria y Comercio.

El artículo 19 del Código establece como deberes de los comerciantes,


matricularse en el registro mercantil, inscribir en él los actos, libros,
documentos respecto de los cuales la ley exija esa formalidad y
establecimientos de comercio, llevar la contabilidad regular de sus negocios y
conservar la correspondencia y demás documentos relacionados con la
actividad mercantil. La persona que ejerza profesionalmente el comercio sin
estar inscrito o no inscriba un establecimiento de comercio en el registro

434
Equivalente a un poco más de 250 euros.
193
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mercantil incurre en multa impuesta por la Superintendencia de Industria y


Comercio.

2.4 Perú.

El Código de Comercio peruano, publicado en el año 1902 y basado en


el Código español, establece en el artículo primero que son comerciantes los
que teniendo capacidad legal se dedican al comercio habitualmente, señalando
que hay presunción de ejercicio habitual cuando la persona se anuncie en
circulares, periódicos, carteles, rótulos exhibidos al público, entre otras formas.

Se destaca que la norma no contempla ni el ánimo de lucro ni tampoco


señala que el ejercicio mercantil debe realizarse a nombre propio. Al respecto,
se sostiene lo siguiente:

“Sin embargo, la necesidad de que la actividad se ejerza en nombre


propio se deduce claramente del art. 5 del mismo texto. En efecto, si los que no
tienen “capacidad legal para ejercer el comercio” (es decir, los menores e
incapaces) lo pueden “continuar por medio de sus tutores” (el Código olvida a
los curadores, pero es evidente que también quedan comprendidos; de hecho,
a continuación se refiere a ambos con el término “los guardadores”), es
evidente que, en tanto así lo hagan, serán considerados comerciantes. Pero
“continuar por medio de sus tutores” la empresa no significa sino que la
actividad se realiza “en su nombre”. Así pues, es titular de la actividad aquella
persona en cuyo nombre se lleva a cabo, y no quien materialmente la
realiza.”435

De acuerdo al Código, pueden ejercer el comercio las personas mayores


de 21 años, sin embargo, el artículo 30 de la Constitución Política de 1993
estableció la mayoría de edad a los 18 años. También permite que sean
comerciantes los menores de edad que tengan libre disposición de sus bienes
por la emancipación, cosa que puede darse desde los 16 años conforme lo
establece el Código Civil. Los menores de 18 pero que no han sido
emancipados pueden ejercer el comercio mediante sus tutores.

La inscripción en el Registro Mercantil es facultativo para los


comerciantes particulares, pero tienen como obligatorio llevar libros de
contabilidad, libro de inventarios y balances, libro diario, mayor y cartas.

2.5 Chile.

Tal como lo dispone el artículo 7 del Código de Comercio de Chile, que


data de 1865, “son comerciantes los que, teniendo capacidad para contratar,
hacen del comercio su profesión habitual.” La definición se enfoca en tres
aspectos: la capacidad, los actos de comercio y la profesionalización. En

435
ZEGARRA MULÁNOVICH, Álvaro. Del comerciante al empresario: el derecho mercantil de
obligaciones actual. En: Revista Aequitas (Perú), Vol. II, No. 4, dic. de 2010, p. 27.
194
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relación con los actos de comercio, estos se encuentran relacionados en el


artículo 3 de la norma.

Respecto de la capacidad, el Código contempla varias disposiciones. Al


respecto, permite que el menor adulto pueda dedicarse al comercio, tener el
carácter de comerciante y responde solo hasta el monto de su propio
patrimonio. De hecho, es tal el grado de facultad que tienen los menores, que
el artículo 18 permite que pueda comparecer en juicio por sí solo en todas las
cuestiones relacionadas con su actividad comercial. Por otra parte, en relación
con el ejercicio del comercio por parte de la mujer, las orientaciones solo están
dadas por régimen patrimonial en el que se encuentre. En el caso de la
sociedad conyugal, se exige que para que sea considerada comerciante debe
ejercer actos mercantiles independientemente de los de su marido, dado que
para el ejercicio mercantil se consideran separados los bienes de la actividad
respecto de la sociedad, de manera que los acreedores del marido no tienen
acción sobre los bienes que la mujer destina para su ejercicio profesional. Así,
“la mujer divorciada y la separada de bienes pueden comerciar, previo al
registro y publicación de la sentencia de divorcio y separación o de las
capitulaciones matrimoniales, en su caso, y sujetándose, además, si fueren
menores de dieciocho años, a las reglas concernientes a los menores bajo
guarda”, tal como lo establece el Código en el artículo 16.

Por otra parte, está el ejercicio del comercio como profesión habitual. El
artículo 8 establece que la persona que ejecuta accidentalmente un acto de
comercio no es comerciante. En este sentido se pronunció la Corte Suprema
señalando que son comerciantes “…los que teniendo capacidad para contratar,
hacen del comercio su profesión habitual; de lo cual se deduce que no basta la
mera ejecución de uno o más actos mercantiles, o sea, de aquellos que están
comprendidos en la enunciación del artículo 3º de dicho Código, para constituir
la calidad de comerciante; sino que es indispensable la concurrencia de
diversos antecedentes o circunstancias, de los cuales se puede inferir que una
persona se dedica a operaciones de índole mercantil, y que las realiza
profesional y habitualmente; expresiones que suponen la consagración
constante a negocios propios del comercio, y el ánimo de aplicar al giro de ellas
una atención habitual, que es el término empleado en ese precepto legal.”436

Y como en el resto de los países revisados, se estipulan unas


obligaciones específicas a los comerciantes, como la inscripción; no obstante, a
diferencia de los demás Estados, no se exige la inscripción del comerciante
sino de ciertos documentos, como las capitulaciones matrimoniales, inventarios
solemnes, testamentos, actos de partición, sentencias de adjudicación,
escrituras públicas de donación, venta o permuta que impongan al marido
alguna responsabilidad a favor de la mujer; los poderes que los comerciantes
otorguen a sus factores o dependientes para la administración de sus
negocios, entre otros. También deben llevar una contabilidad mercantil con
libro diario, libro mayor, libro de balances y de cartas. En relación con esto

436
CORTE SUPREMA DE CHILE, Sentencia del 13 de Mayo 1927, Consid. 2º, tomo 25,
Segunda parte, sección 1ª, p.194.
195
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último, el artículo 45 del Código de Comercio dispone que los comerciantes


deban dejar copia íntegra de todas las cartas que escriban sobre negocios de
su giro en dicho libro. Todos estos libros deben ser conservados hasta que se
liquiden completamente los negocios.

La doctrina, señala que aunque la norma no hace referencia a la


ejecución de los actos mercantiles en nombre propio y no en representación de
otra persona, este requisito se deduce de los principios generales del derecho
privado y la necesidad de que esto sea así para que se el ejercicio profesional
y habitual del comercio.

En general, todos los países revisados, si bien sus respectivos Códigos


hacen referencia a los comerciantes, es claro que tanto la doctrina 437 como la
jurisprudencia han trascendido la noción a la de empresario y por ende se ha
ido mutando del derecho comercial al derecho mercantil.

Todas las normas estudiadas están articuladas en las obligaciones


relativas al registro, a las obligaciones de los libros, la contabilidad y la
correspondencia.

II. Los empresarios sociales como emprendedores. Sociedades


mercantiles: la elección del tipo social idóneo para cada caso.

La segunda opción con que cuentan los emprendedores para la


creación, operación y consolidación de sus empresas, son las sociedades, las
cuales son personas jurídicas creadas por voluntad de una, dos o más
personas (según la norma y el país), que disponen a manera de patrimonio, de
dinero, bienes o trabajo, buscando obtener un lucro económico para repartirla
posteriormente entre los socios o reinvertirlos en la sociedad. Los socios
(fundadores o asociados) y la sociedad como persona jurídica, son personas
diferentes, cada una con sus respectivos derechos y obligaciones.

1. España.

Los tipos de sociedades están expresamente señalados en la Ley de


manera que no existen sociedades atípicas438. En general pueden clasificarse
en dos grandes grupos: las sociedades civiles y las mercantiles.

Las sociedades civiles, están contempladas en el artículo 1665 y


siguientes del Código Civil. Por disposición de los artículos 1668 y 1670 se
pueden constituir de cualquier forma (verbal o escrita, salvo que se aporten

437
“Pero la doctrina, primero, y luego las leyes mercantiles, han ido dejando de lado el término
“comerciante”, aun tomado en el amplísimo sentido que le da el Código de Comercio, para
hablar cada vez más de “empresa” y de “empresario”. Una razón de coherencia de la
legislación, entonces, obliga también a identificar al empresario de las leyes mercantiles
modernas con el comerciante del Código de Comercio antiguo.” ZEGARRA MULÁNOVICH,
Álvaro. Óp. Cit., p. 24.
438
Cfr. GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 335.
196
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inmuebles o bienes reales, casos en los cuales se requiere de escritura


pública) y adoptar incluso las formas societarias contenidas en el Código de
Comercio. Deben tener objeto lícito y para interés de todos los socios. Los
socios son de dos clases: capitalistas que hacen su aporte en dinero o en
bienes y los industriales que aportan trabajo o industria.

La sociedad civil puede ser de dos tipos: universal o particular. En la


primera, los socios ponen sus aportes en común, al igual que las ganancias
que logren obtener. En la segunda, los bienes de cada socio siguen siendo de
cada uno pero se reparten las utilidades, es decir, solo el usufructo pasa a la
sociedad. Normalmente optan por la forma de sociedad civil las sociedades de
explotación agraria o las de artesanos, teniendo en cuenta que
tradicionalmente la pesca, la ganadería, la agricultura y la artesanía se
encuentran por fuera del derecho mercantil.

Los socios cuentan con varias obligaciones, entre otras están las
siguientes, contenidas en el Código Civil: lo que haya prometido cada socio se
constituye en deuda para con la sociedad; además, responden por los
perjuicios que causen su mora o incumplimiento; si la obligación era dar dinero,
debe hacer entrega de él con los intereses que se hayan causado desde el día
en que debía aportarlos; los socios se reparten tanto los beneficios como las
pérdidas, en la forma que hayan pactado o proporcional a su aportación; todos
los socios responde ante la sociedad por los daños y perjuicios que le haya
ocasionado por su culpa y no puede compensarlos con los beneficios que haya
obtenido por su industria; la sociedad queda obligada frente a terceros por los
actos de los socios cuando estos actúen por cuenta de la sociedad, tengan
poder para obligarla y sus actuaciones estén dentro de las competencias
otorgadas; los socios no quedan obligados solidariamente respecto de las
deudas de la sociedad, pero tampoco ninguno puede obligar a los otros por un
acto personal, si no se le ha autorizado.

Por otra parte, las sociedades mercantiles cuentan con un desarrollo


más extenso y específico, principalmente en el Código de Comercio y en la Ley
de Sociedades de Capital.

1.1 Sociedades mercantiles.

Se entiende que objetivamente son sociedades mercantiles las que


tienen por objeto una actividad comercial y deben llevar alguna de las formas
contempladas en el Código de Comercio, existiendo correlación entre la
actividad empresarial (materia) y el tipo societario (forma)439. Bajo un criterio
subjetivo son sociedades mercantiles las que tengan la calidad de empresario.
La sociedad anónima y la sociedad limitada son, en cualquier caso, con
independencia de su objeto, mercantiles desde un punto de vista objetivo y
subjetivo.

439
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 336-337.
197
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Las sociedades nacen de un negocio unilateral cuando son fundadas por


una sola persona o de un contrato cuando es un acuerdo entre dos o más, los
cuales toman la forma solemne de escritura, obligatoria para las sociedades de
capital. En cualquiera de los dos casos, la fundación societaria debe contener
los elementos esenciales para su validez, tales como la capacidad, el
consentimiento, objeto y causa lícita y honesta. La escritura, como tal, además
de los aspectos legales mínimos exigidos, incluyen todas las disposiciones que
los socios fundadores consideren, en el marco de lo jurídicamente permitido,
los nombres de los fundadores, lo que aporta cada socio y las cuotas de que le
corresponden a cada uno de ellos. En las sociedades de capital debe contener,
además, los estatutos sociales.

En el Registro Mercantil se inscriben los empresarios individuales, las


sociedades mercantiles, la legalización de los libros de los empresarios y la
publicidad de los documentos contables, entre otros. En relación con los
emprendedores, la inscripción en el Registro Mercantil es potestativa para los
empresarios individuales conforme lo dispone el artíuclo 19 del Código de
Comercio, por lo que es meramente declarativa; no así con las sociedades de
capital que tienen carácter constitutivo440. Además cumple una función de
publicidad por lo que los actos sujetos a dicha inscripción únicamente son
oponibles a los terceros de buena fe a partir de su publicación en el Boletín
Oficial de Registro Mercantil. Sin embargo, la inscripción no convalida aquellos
actos o contratos que jurídicamente sean inexactos o nulos.

Como ya se ha señalado, desde la posición del Código de Comercio, se


consideran comerciantes, las compañías mercantiles o industriales que se
constituyan conforme dicho Código; personas jurídicas que son de dos tipos:
las sociedades personalistas y las sociedades capitalistas.

La sociedades personalistas se caracterizan porque todos o parte de los


socios responden de manera personal, ilimitada y de manera solidaria por las
deudas sociales; si bien el patrimonio pertenece en conjunto a la colectividad
de los socios, sin porcentajes o cuotas, una vez agotado el patrimonio de la
sociedad para atender los acreedores, los socios responden con su propio
patrimonio; cada socio, por sí mismo, posee facultades de representante y
administrador. También, se diferencian en que tienen una estructura
organizacional simple, sin la obligatoria existencia de órganos con
competencias exigidas por la ley.441

Dentro de las sociedades personalistas se encuentran la sociedad


colectiva442, la sociedad comandita simple443 y las cuentas por participación444.

440
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 343.
441
Ibíd., p. 338.
442
Artículos 125 a 144 del Código de Comercio.
443
Artículos 145 a 150 del Código de Comercio.
444
Artículos 239-243 del Código de Comercio. Cfr. GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Óp. Cit.,
pp. 392-393.
198
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Por su lado, las sociedades capitalistas o sociedades de capital, tienen


una estructura corporativa, cuyos órganos y funciones vienen dadas por la ley,
que exigen decisiones por parte de las mayorías. Los socios no responden por
las deudas sociales con sus propios patrimonios. Este tipo de sociedades son
de tres tipos: 1) la sociedad anónima (S.A.), 2) la sociedad de responsabilidad
limitada (S.R.L. o S.L.) y 3) la sociedad comandita por acciones (S. Com. por
A.)445.

Las sociedades anónimas, cuentan con tres subtipos: 1) la sociedad


unipersonal de responsabilidad anónima446, 2) la sociedad anónima laboral447 y
3) las sociedades cotizadas448.

1.1.1 Aspectos generales.

El acto de fundación de una sociedad produce dos efectos concretos:


por un lado, generación de derechos, obligaciones y facultades entre socios y
sociedad; por el otro, la creación de una estructura organizacional que permite
las relaciones internas con los socios, las externas con terceros y sobre todo, el
ejercicio de la actividad mercantil.

Las sociedades deben contar con un domicilio único y estable, que


corresponde a un inmueble donde se ubica la sede social, debe estar incluido
en la escritura o en los estatutos además de referenciarse en todos los
documentos societarios; el cambio de domicilio generalmente implica una
modificación a los estatutos, que salvo disposición estatutaria, es competencia
del órgano de administración, así como la creación, supresión o traslado de las
sucursales tanto a nivel nacional como en el extranjero.

Para la identificación de las sociedades está la denominación social, uno


de los atributos de la personalidad jurídica. Cada sociedad puede tener una
sola denominación, la cual se compone de dos elementos: primero, el nombre
propio de la sociedad, que no puede contener siglas o abreviaturas pero sí
estar formado por letras del alfabeto de cualquiera de las lenguas oficiales de
España y números arábigos o romanos; segundo, el identificativo del tipo social
que puede darse con abreviaturas ya expresadas: la compañía en comandita
tendrá el nombre de todos los socios colectivos, de algunos de ellos o de uno
solo, debiendo añadirse, en estos dos últimos casos, al nombre o nombres que
se expresen, la palabra «y Compañía», y en todos, las de «Sociedad en
comandita»449; la sociedad limitada deberá decir «Sociedad de

445
Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la
Ley de Sociedades de Capital, publicado en el BOE núm. 161, de 3 de julio de 2010.
446
Artículos 11 a 17 del Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital.
447
Ley 44/2015, de 14 de octubre, de Sociedades Laborales y Participadas. Publicada en el
BOE núm. 247, de 15 de octubre de 2015. Para el caso, dado que solo pueden ser sociedades
laborales las de responsabilidad limitada y las anónimas, se ha optado por relacionarlas junto a
estas, para una mejor visualización de la estructura societaria.
448
Artículos 495 a 523, del Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital.
449
Art. 146 del Código de Comercio. Y art. 400 del Reglamento del Registro Mercantil.
199
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Responsabilidad Limitada», «Sociedad Limitada» o sus abreviaturas «S.R.L.» o


«S.L.»; la sociedad anónima este expresión o su abreviatura «S.A.», si es
sociedad anónima europea la sigla SE deberá constar delante o detrás de su
denominación450; la sociedad comanditaria por acciones puede usar el nombre
de todos los socios colectivos, de alguno de ellos o de uno solo, o bien una
denominación objetiva, con la necesaria indicación de «Sociedad comanditaria
por acciones» o su abreviatura «S. Com. por A.»451 Y la «Sociedad Limitada
nueva empresa» o su abreviatura «SLNE»452. Todo ello, tal como lo
establecen los artículos 398 y 399 del Real Decreto 1784/1996, por el que se
aprueba el Reglamento del Registro Mercantil. La relevancia de este
componente societario radica en que su omisión en los estatutos genera la
nulidad de la sociedad, como lo señala el artículo 56 de la LSC.

En relación con las nulidades, las sociedades de personas tienen


motivos de anulabilidad por defectos de capacidad o representación y vicios del
consentimiento, tales como el error o el dolor. Por el contrario, las sociedades
de capital solo pueden ser declaradas inexistentes o declararse su anulación
por las siguientes causas, conforme el artículo 56 de la LSC:

“a) Por no haber concurrido en el acto constitutivo la voluntad efectiva


de, al menos, dos socios fundadores, en el caso de pluralidad de éstos o del
socio fundador cuando se trate de sociedad unipersonal. b) Por la incapacidad
de todos los socios fundadores. c) Por no expresarse en la escritura de
constitución las aportaciones de los socios. d) Por no expresarse en los
estatutos la denominación de la sociedad. e) Por no expresarse en los
estatutos el objeto social o ser éste ilícito o contrario al orden público. f) Por no
expresarse en los estatutos la cifra del capital social. g) Por no haberse
desembolsado íntegramente el capital social, en las sociedades de
responsabilidad limitada; y por no haberse realizado el desembolso mínimo
exigido por la ley, en las sociedades anónimas.”

Sin embargo, como lo estipula el artículo 57 de la misma ley, la


declaratoria de nulidad no afecta la validez de las obligaciones o los créditos de
terceros con la sociedad y aquellos con ésta. Para el caso de las sociedades
de responsabilidad limitada que sean declaradas nulas cuando no se
desembolsa el capital social en su integridad, los socios están en la obligación
de desembolsar la parte que hubiera quedado pendiente.

Una figura jurídica relevante para el emprendimiento es la de la sociedad


en formación, que es aquella cuyos pactos fundacionales ya se encuentran en
escritura pública pero aún no están inscritos en el Registro Mercantil; no
obstante la falta de inscripción, los socios que hayan celebrado actos y
contratos a nombre de la sociedad responderán solidariamente por ello y hasta
el monto de lo que hubieran obligado a aportar, así que los terceros tienen
acción directa contra los socios fundadores de manera directa, cosa que no es

450
Art. 116, Reglamento del Registro Mercantil. Y Arts. 177, 403 del Reglamento del Registro
Mercantil.
451
Art. 6 de la Ley de Sociedades de Capital. Art. 403 del Reglamento del Registro Mercantil.
452
Art. 435 de la Ley de Sociedades de Capital.
200
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viable cuando la sociedad ya se encuentra inscrita. Como explicación a esto, la


LSC señala algunos casos en los que responde la sociedad en formación, no
como sociedad de capital, sino como una organización corporativa que asume
en nombre propio la titularidad de derechos y obligaciones, tales como los
actos y contratos necesarios para la inscripción de la sociedad, como gastos de
notariado, registro y liquidación de impuestos, las actuaciones realizadas por
los administradores para la fase anterior a la inscripción, entre otros.453

También es de relevancia la noción de sociedades irregulares, descritas


en el artículo 39 de la LSC como aquellas que no han sido inscritas pero actúan
en el mercado como tal. Las sociedades civiles no están obligadas a la
inscripción en el Registro Mercantil, tampoco las sociedades de personas, de
manera que no pueden ser irregulares y solo afectarían las relaciones con
terceros en relación con la publicidad. Pero sí son irregulares las sociedades de
capital, es decir, aquellas que no cuentan con la inscripción, porque esto es un
supuesto constitutivo del negocio fundacional. Esta situación es de tal
relevancia, que la ley permite que bajo esta situación, cualquier socio pueda
solicitar la disolución de la sociedad ante el juez de lo mercantil, la liquidación
patrimonial, la restitución de los aportes y la compensación de los perjuicios
generados, sin perjuicio de la responsabilidad correspondiente a los fundadores
y administradores por la falta de inscripción. Luego de haber pasado un año
desde el otorgamiento del otorgamiento de la escritura sin que se haya
solicitado su inscripción, se les aplican las normas de la sociedad colectiva o de
la sociedad civil.

1.1.1.1 Sociedad colectiva.

Cuando en un acto fundacional no se estable el tipo societario que se


está adoptando, se entiende que se ha optado por esta forma.

La fundación de esta sociedad exige de un contrato entre al menos dos


socios, el cual no requiere la solemnidad de una escritura pública ni la
inscripción en el Registro Mercantil, que no tiene carácter constitutivo. Además,
el interés que tenga cada socio en la compañía no se puede transmitir a
ninguna persona sin el consentimiento unánime de los socios. La doctrina
destaca la importancia de la confianza y la fidelidad para la subsistencia de la
sociedad, “se habla por ello del intuitus personae como elemento determinante
de la prestación del consentimiento y, por consiguiente, como rasgo
individualizador del acto constitutivo de la sociedad.”454

Los socios pueden ser capitalistas (aportan en dinero o en bienes) e


industriales (aportan trabajo o industria). “El socio industrial no podrá ocuparse
en negociaciones de especie alguna, salvo si la compañía se lo permitiere
expresamente; y en caso de verificarlo, quedará al arbitrio de los socios
capitalistas excluirlo de la compañía, privándole de los beneficios que le
correspondan en ella, o aprovecharse de los que hubiere obtenido

453
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 349.
454
Ibíd., p. 388.
201
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contraviniendo a esta disposición.”455 Los actos y los contratos que realicen los
socios que no estén autorizados para usar la firma social no obligan a la
sociedad aunque los realice a nombre de ésta, por lo que ellos responderán
civil y penalmente de manera personal por ello.

Respecto de algunos beneficios con que cuentan los asociados, es que


se permite la contratación entre socios y sociedad, tratados como terceros para
estos efectos. También tienen el derecho de participar en los beneficios
sociales, a ser indemnizados por sacrificios patrimoniales soportados en su
gestión. Cuando la compañía le encargue a los socios algún negocio, ella
deberá reconocerle los gastos en que hubieren incurrido, así como
indemnizarlos si les causa algún perjuicio, salvo que el daño se genere por
culpa exclusiva del socio o por caso fortuito. Igualmente, todos los socios
tienen el derecho de examinar el estado tanto de la administración como de la
contabilidad y realizar las reclamaciones respectivas. Asimismo, cuando la
sociedad tenga establecido en su acto de constitución el género de comercio
determinado al que se dedicará, los socios se pueden dedicar a todos los
demás géneros de comercio de manera independiente, salvo que la escritura
social determine otra cosa; pero si la sociedad no tienen un género de
comercio determinado, los socios no pueden realizar negocios por cuenta
propia sin autorización expresa de la sociedad, quien está obligada a acreditar
un perjuicio efectivo y manifiesto para impedírselos.

Además, si la administración de la sociedad no se ha limitado a alguno


de los socios, todos conservan la facultad de dirección y manejo de los
negocios, exigiéndoseles que se deben poner de acuerdo para toda obligación;
“su posición gestora es, pues, un atributo directamente aunado a la condición
de socio e implícitamente contenida dentro del vínculo jurídico socio-sociedad,
lo que advierte de la intensidad con que la consecución del fin social está
ligada al esfuerzo personal de los socios.”456 Pero si se encarga de la
administración a uno o varios socios, los demás guardan la obligación de no
contrariar o entorpecer sus gestiones. Cuando el gerente es nombrado en el
contrato social, no se le puede revocar su nombramiento y solo en caso de que
por su gestión le haya generado un daño manifiesto a todos los socios, estos
pueden nombrar un coadministrador o promover la rescisión del contrato ante
el juez o Tribunal competente, tal como lo establece el artículo 132 del Código
de Comercio.

En cuanto a las obligaciones, dispone la norma que “todos los socios


que formen la compañía colectiva, sean o no gestores de la misma, estarán
obligados personal y solidariamente, con todos sus bienes, a las resultas de las
operaciones que se hagan a nombre y por cuenta de la compañía, bajo la firma
de ésta y por persona autorizada para usarla.”457 Cuando haya pérdidas, las
asumen en partes iguales solo los socios capitalistas, salvo que expresamente
los socios industriales se hubieran obligado también. De igual manera, están
obligados los socios a indemnizar a la sociedad por los daños causados por
455
Art. 138 del Código de Comercio.
456
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 387.
457
Art. 127 del Código de Comercio.
202
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malicia, abuso de facultades o negligencia grave, sin permitirles a ellos que


aleguen una ratificación expresa o tácita por parte de la sociedad. De igual
modo, los socios tienen prohibido separar del acervo común más cantidad que
la designada a cada uno para sus gastos particulares; y de hacerlo, debe
reintegrarlo “como si no hubieres completado la porción del capital que se
obligó a poner en la sociedad.”458

1.1.1.2 Sociedad comanditaria simple.

Este tipo societario es una modalidad de la sociedad colectiva, cuya


diferencia radica en que tiene dos categorías de socios: los socios colectivos y
los socios comanditarios. Los colectivos, sean gestores o no, se rigen por el
mismo régimen de las sociedades colectivas.

Por su parte, los socios comanditarios son los que realizan aportes de
capital y su responsabilidad por obligaciones y pérdidas se limita a los recursos
que haya puesto o se hubiera obligado a aportar. Estos socios no pueden
realizar actos de administración de la sociedad ni siquiera como apoderados de
los socios gestores. Tampoco en la denominación social pueden ir los nombres
de los socios comanditarios, en caso de que esto sucediera con su orden o
autorización, responden ante los terceros con las mismas responsabilidades de
los gestores. Como en la sociedad colectiva, estos socios igualmente deben
indemnizar por daños y perjuicios cuando hay abuso de facultades o
negligencia grave. Además, gozan de un derecho de información limitado dado
que solo pueden examinar las cuentas sociales y los antecedentes y
documentos precisos para comprobarlo y juzgar de las operaciones, una vez al
año, durante un plazo mínimo de 15 días, pero en el contrato de constitución se
pueden acordar otros periodos.

1.1.1.3 Las cuentas por participación.

Bajo esta forma, uno o varias personas llamadas partícipes le hacen un


aporte a otra llamada gestor, con el interés de participar en los resultados de la
gestión (genere beneficios o pérdidas) que realiza éste último a su nombre y
bajo su responsabilidad, en la proporción que determinen. Las cuentas de
participación no están sujetas a ninguna solemnidad para su formación (ni
escritura ni inscripción en el Registro Mercantil), pudiendo hacerse de manera
verbal o por escrito. Son sociedades internas desprovistas de aspectos
organizacionales, de manera que la responsabilidad corre por cuenta del gestor
quien dirige los negocios bajo su propio nombre, razón por la cual no se puede
adoptar una razón social que incluya el nombre del partícipe, de manera que
los terceros solo pueden accionar contra el gestor y no contra los partícipes, al
igual que éstos no pueden tomar acciones contra el tercero que contrató con el
gestor, salvo que éste les haga cesión formal de sus derechos459.

458
Art. 139 del Código de Comercio.
459
Art. 242 del Código de Comercio.
203
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Respecto de las relaciones internas, el partícipe tiene el derecho de


información específicamente sobre el negocio para el cual se hace el aporte, lo
que implica, al mismo tiempo, una obligación del gestor de rendirle informe; los
aspectos y documentos sobre los cuales se puede ejercer el derecho de
inspección pero puede ampliarse conforme lo acuerden las partes. La
liquidación de las operaciones le corresponde al gestor y sobre esto debe
rendir cuentas a los partícipes.

1.1.2 Sociedades de capital.

1.1.2.1 Caracterización.

La LSC no define las sociedades de capital sino que solamente las


enumera, pero sí se deducen unos aspectos comunes, que claramente los
diferencia de las sociedades personalistas460:

Primero, todas deben contar con una estructura corporativa y sometida a


un régimen estatutario, lo que implica la existencia de un órgano con un
número de miembros determinado por la ley, así como sus competencias, tales
como la junta de socios y el órgano de administración, excluyéndose de éste
último la participación de los socios. Todos regidos por el régimen colegial y un
procedimiento legal que comprende básicamente la convocatoria, la reunión, la
deliberación y la votación, donde se toman las decisiones con el voto de la
mayoría. Gracias a esta estructura orgánica la organización puede actuar
como persona jurídica, de manera autónoma, diferenciándose de los socios.

Segundo, los socios realizan un aporte al capital de la sociedad, aspecto


esencial para su fundación, operación y como garantía para los terceros. Por
ello, la ley regula la integración del capital bajo el régimen de aportaciones, el
régimen de beneficios, el aumento y reducción de capital durante su vida, hasta
llegar finalmente a la disolución por pérdidas.

Tercero, las sociedades de capital se caracterizan porque los socios


responden hasta el monto de los aportes que hayan realizado en la sociedad y
ésta, a su vez, responde por las deudas presentes y futuras con todo su
patrimonio, el cual es independiente del patrimonio personal de sus socios.

Cuarto, es requisito esencial para la constitución de estas sociedades, la


inscripción en el Registro Mercantil, siendo éste el principal instrumento de
publicidad y protección de terceros.

460
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 395.
204
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Quinto, las sociedades de capital son mercantiles por el solo hecho de


adoptar las formas societarias estipuladas, con independencia de la actividad a
la que se dedique o del ánimo de lucro.

1.1.2.2 La fundación.

Las sociedades de capital se constituyen por contrato entre dos o más


personas, físicas o jurídicas, si son unipersonales es por acto unilateral; ambos
actos deben constar en escritura pública y ser inscritos en el Registro Mercantil.
La sociedad de responsabilidad limitada puede tramitar el proceso de
constitución de forma telemática. Entre otros aspectos, la escritura debe
contener la identidad del o los socios, el tipo social adoptado, los portes que
realice cada uno de los socios o las que se haya obligado a realizar en el caso
de las anónimas, los estatutos de la sociedad, la identidad de quien o quienes
se encargarán inicialmente de la administración y representación de la
sociedad, y además acuerdos o condiciones que los socios fundadores
estimen, siempre que se encuentren dentro del marco constitucional y legal.

La fundación puede ser simultánea, sucesiva o retardada. La primera,


consiste en el otorgamiento de la escritura de constitución por todos los socios
fundadores de manera directa o a través de representantes. Lo socios deben
asumir la totalidad de las participaciones sociales o suscribir la totalidad de las
acciones. En las sociedades de responsabilidad limitada, además, deben
realizar el desembolso íntegro del valor nominal de cada una de las
participaciones; pero en las sociedades anónimas o comanditas por acciones
se exige como mínimo el desembolso del veinticinco por ciento del valor
nominal de cada una de las acciones. Conforme lo establece el artículo 30 de
la LSC, “los fundadores responderán solidariamente frente a la sociedad, los
socios y los terceros de la constancia en la escritura de constitución de las
menciones exigidas por la ley, de la exactitud de cuantas declaraciones hagan
en aquella y de la adecuada inversión de los fondos destinados al pago de los
gastos de constitución”, situación que cobija a las personas por cuya cuenta
hayan actuado los fundadores.

Por otra parte, la fundación sucesiva aplica solo para la sociedad


anónima, se realiza con anterioridad al otorgamiento de la escritura de
constitución, cuando se hace por cualquier medio de publicidad una promoción
pública de la suscripción de las acciones o a través de intermediarios
financieros. Bajo este tipo de fundación, el fundador queda sustituido por la
figura del promotor, quien se encarga de promover la constitución de la
sociedad, elabora el folleto informativo, depositar en el Registro Mercantil un
ejemplar del programa de fundación, entre otros. El promotor responde
solidariamente frente a la sociedad y frente a los terceros por la información y
veracidad de los documentos y datos, así como de la efectiva entrega a la
sociedad de las aportaciones no dinerarias. La suscripción de las acciones se
hace de forma ordinaria, depositando la cuarta parte de su valor como mínimo
en las entidades de créditos establecidas para ello. La suscripción se hace
constar en el Boletín de Suscripción, quedando el promotor con un ejemplar y
otro para el suscriptor. Luego de la suscripción se convoca la junta
205
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constituyente a la que deben concurrir los suscriptores que representen por lo


menos la mitad del capital suscrito. Las condiciones de constitución de la junta,
los acuerdos adoptados y las protestar formulas en la junta, se deben hacer
constar en un acta que va firmada por el suscriptor que haya sido designado
como secretario, con el visto bueno del presidente; dentro del mes siguiente se
debe otorgar escritura pública de la constitución de la sociedad y presentada
para su inscripción en el Registro Mercantil dentro de los dos meses siguientes.
Si pasa un año desde el depósito del programa de fundación y del folleto
informativo en el Registro Mercantil sin que se haya inscrito la escritura de
constitución, los suscriptores pueden exigir la devolución de sus aportaciones
con los frutos que hubiera producido.

Para el caso de la sociedad de responsabilidad limitada de formación


sucesiva, creada en la Ley de Apoyo al Emprendedor y su Internacionalización,
opera cuando la constitución se realiza con una capital social inferior a tres mil
euros y hasta tanto no alcance este tope mínimo, con las siguientes
características: debe destinarse a la reserva legal una cifra igual o superior al
veinte por ciento del beneficio del ejercicio; no es necesario acreditar la
realidad de las aportaciones dinerarias de los socios, pero los fundadores
responden solidariamente frente a la sociedad y acreedores sociales; además,
solo pueden repartirse dividendos cuando el valor del patrimonio neto sea
superior al sesenta por ciento del capital social mínimo, es decir, tres mil euros,
pero una vez cubiertas las atenciones legales o estatutarias; la retribución
anual de los socios y administradores no puede exceder del veinte por ciento
del beneficio del patrimonio neto; en el caso de que se haya de liquidar la
sociedad, de manera voluntaria o forzosa, los socios responden solidariamente
del desembolso de lo que falte para el capital mínimo exigido por la ley, en
caso de que el patrimonio de la sociedad sea insuficiente.

Y la fundación retardada, llamada en la LSC como adquisiciones


onerosas, está sujeta a la aprobación de la junta general de accionistas las
adquisiciones de bienes a título oneroso que tengan un valor superior a la
décima parte del capital social, realizadas por las sociedades anónimas desde
que se otorga la escritura de constitución hasta dos años posteriores a la
inscripción en el Registro Mercantil. Se excluyen las adquisiciones que se
realicen en las operaciones ordinarias de la sociedad, las que se realicen en
subasta pública o en el mercado secundario oficial. Los administradores deben
poner a disposición de la junta un informe que justifique la adquisición.

1.1.2.3 El capital social.

Uno de los aspectos propios de las sociedades es el capital, el cual


“desde una perspectiva jurídica es una cifra contable… que permanece
invariable mientras no se modifiquen los estatutos internos.”461 El capital social
es una cifra única, suma del valor nominal de todas las acciones o
participaciones; el importe exacto del capital debe figurar obligatoriamente en
los estatutos y es una cifra inalterable que no se puede aumentar ni disminuir

461
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 405.
206
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sin mediar la modificación de los estatutos. Para las sociedades anónimas el


capital social no puede ser inferior a sesenta mil euros, el de las sociedades de
responsabilidad limitada debe ser como mínimo de tres mil euros, con la
excepción de las sociedades de responsabilidad limitada de fundación
sucesiva.

El capital social se diferencia del patrimonio en cuanto es el conjunto de


bienes (muebles e inmuebles) y derechos con un valor económico que son
propiedad de la sociedad, deduciendo las deudas sociales. El patrimonio puede
disminuir o aumentar sin necesidad de modificarse los estatutos. Capital social
y patrimonio al momento de la constitución coinciden, pero mientras la cifra del
capital permanece estable, el patrimonio aumenta y disminuye conforme las
inversiones que vaya realizando la sociedad, así como los beneficios, las
deudas y las pérdidas.

El capital social cumple básicamente dos funciones: la organizativa y la


de garantía. La organizativa determina las relaciones internas entre socio y
sociedad, constituyéndose en la unidad de medida de lo es cuantificable en las
relaciones internas, como el número de votos, la legitimidad para tener
acciones jurídicas respecto de la sociedad, el porcentaje de participación en
beneficios o pérdidas, de control o de mayorías, entre otras462. Y la función de
garantía, que se adopta de cara a las relaciones externas, frente a clientes,
proveedores, empleados, Estado y terceros que se vean afectados de manera
extracontractual por la sociedad. También es garantía para los mismos socios y
de existencia de la misma sociedad463, por ello existen múltiples disposiciones
que apuntan a la protección de dicho capital, como la exigencia de un capital
mínimo, la obligación de aportes con valoración económica y en un porcentaje
total o mínimo, la prohibición de aportes de industria o trabajo o repartir

462
Cfr. Arts. 69.b (nombramiento de experto para valoración de activos), 72.1 (aprobación de
adquisiciones onerosas), 74.2 (acción de responsabilidad), 83 (impedimento para ejercicio de
voto por mora), 168 (solicitud a convocatoria de junta general), 172.1 (solicitud de publicación
con un complemento a la convocatoria) , 178 (junta universal), 179.2 (posesión de número
mínimo de acciones para asistir a la junta general), 196.3 (derecho de información en la
sociedad de responsabilidad limitada), 197.4 (derecho de información en la sociedad anónima),
198 (mayoría ordinaria para adoptar acuerdos), 199 (mayoría legal reforzada), 203 (solicitud de
presencia de notario para levantar acta de la junta general), 223 (cese de los administradores),
238.2 (acción social de responsabilidad), 243 (sistema de representación proporcional), 251.1
(impugnación de acuerdos del consejo de administración), 265.2 (nombramiento de auditor de
cuentas para que efectúe la revisión de las cuentas anuales), 275 (distribución de dividendos),
352 (para excluir un socio), 373 (autorización para intervención por parte del Gobierno), 380.1
(separación de los liquidadores), 381.1 (designación de interventor para la liquidación), 392
(derecho a la cuota de liquidación), 449 (remoción del administrador), 491 (Impugnación de
acuerdos de los órganos de administración), 492.1 (convocatoria de la junta general), 494
(inclusión de nuevos temas en el orden del día), 495.2.b (impugnación de acuerdos sociales),
497.2 (derecho a conocer la identidad de los accionistas), 519 (Derecho a completar el orden
del día y a presentar nuevas propuestas de acuerdo), 525 (proporción para validar acuerdos)
de la LSC.
463
Esto se evidencia jurídicamente en el hecho de que, conforme el art. 56 de la LSC, es
causa de nulidad para las sociedades de responsabilidad limitada no haberse desembolsado
íntegramente el capital social y en las sociedades anónimas por no haberse realizado el
desembolso mínimo exigido por la ley. O la disolución de la sociedad tal como se establece en
los arts. 100.1, 360 y 363 de la misma norma.
207
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beneficios ficticios, las restricciones para la reducción e incremento del capital o


la adquisición de acciones propias, por ejemplo.

1.1.2.4 Obligación de aportación.

En un sentido amplio, la aportación es una prestación de dar, hacer o no


hacer que se promete para la constitución de una sociedad y el ejercicio de su
actividad económica. Para el caso concreto de las sociedades de capital, la
aportación son bienes y derechos patrimoniales que pueden ser objetivamente
y económicamente valorados, siendo expresamente prohibido el
reconocimiento del trabajo o los servicios como aportación, en el artículo 58 de
la LSC. Toda aportación se entiende realizada a título de propiedad y confiere a
su titular la calidad de socio.

Las aportaciones pueden ser dinerarias o no dinerarias. Las dinerarias


son las que se realizan en dinero, que puede ser en moneda extranjera pero
establecerse en euros y requiere acreditar tal aportación para la constitución o
para el aumento de capital, mediante exhibición y entrega del monto
establecido en los resguardo de depósito o al Notario quien constituye el
depósito a nombre de la sociedad, lo cual se exceptúa en el caso de las
sociedades de responsabilidad limitada de fundación sucesiva.

Por otro lado, las aportaciones no dinerarias pueden realizarse a título


de propiedad o a título de uso, las cuales deben describirse en la escritura de
constitución o en la de ejecución del aumento del capital social. En caso de
estar dichos aportes sometidos a registro deben ir los datos registrales, la
valoración euros y el número de acciones o participaciones que les
corresponde por dicha aportación. Si la aportación son bienes muebles o
inmuebles deben estar saneados o de lo contrario el aportante se encuentra
jurídicamente obligado al saneamiento; igualmente, cuando la aportación sea
una empresa o establecimiento. En el caso de ser un derecho de crédito, el
aportante responde por la legitimidad del derecho y la solvencia del deudor, de
manera que si el deudor no cumple, quien hace el aporte debe responder por el
pago. Las aportaciones a título de uso solo transfieren a la sociedad el uso o
goce del bien o el derecho que aporta el socio, durante un periodo de tiempo
previamente establecido.

Sin problema en la valoración de los aportes dinerarios, los aportes no


dinerarios son los que requieren de mayor atención normativa por las
dificultades que pueden presentar. Por ello, la LSC exige que para el caso de
las sociedades anónimas, el valor de las aportaciones no dinerarias en la
escritura pública no pueda ser superior al valor contenido en el informe que
debe elaborar uno o varios expertos independientes designados por el
registrador mercantil del domicilio social. El experto responde ante la sociedad,
los accionistas y acreedores por los daños que puedan causar la valoración
realizada sin la diligencia y calidad mínima para este tipo de experticias.

La sociedad queda exonerada del informe del experto cuando la


aportación consista en valores mobiliarios que se coticen en un mercado
208
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regulado o en instrumentos del mercado monetario y se valorarán al precio


medio ponderado al que se hubieran negociado en los tres meses anteriores a
la aportación; pero si se presentaron circunstancias excepcionales que variaran
el valor promedio, se debe nombrar un experto para que emita un informe.
También hay exoneración del informe: 1) cuando se ofertan otros bienes que
no sean valores mobiliarios y tengan una valoración realizada por un experto
independiente no designado por las partes dentro de los seis meses anteriores
a la fecha de la realización efectiva de la aportación; 2) cuando se haya
elaborado un informe por experto independiente sobre un proyecto de fusión o
escisión; 3) “cuando el aumento del capital social se realice con la finalidad de
entregar las nuevas acciones a los accionistas de la sociedad que sea objeto
de una oferta pública de adquisición de acciones.”464

En caso de que las aportaciones no dinerarias se efectúen sin el informe


previo de expertos independientes nombrados por el registrador mercantil, los
administradores deben elaborar un informe que incluya la descripción de la
aportación, su valor, el origen y el método de esa valoración, así como dos
declaraciones: una en la que se precise si el valor obtenido corresponde al
número y al valor nominal de las acciones emitidas como contrapartida; y otra,
en la que se indique que no han aparecido circunstancias nuevas que afecten
el valor. Dentro del mes siguiente a la fecha efectiva de la aportación, se debe
depositar en el Registro Mercantil una copia autenticada del informe del experto
o de los administradores.

Las aportaciones o desembolsos se deben realizar en el mismo acto en


que se asumen las participaciones o se suscriben las acciones. En la sociedad
de responsabilidad limitada las aportaciones deben entregarse de manera
íntegra, salvo en el caso de las acogidas al régimen de fundación sucesiva;
para las sociedades anónimas debe entregarse, por lo menos, una cuarta parte
de cada una de las acciones. Las aportaciones pendientes de desembolso, que
operan para las sociedades anónimas, generan una obligación por parte del
socio de aportar el monto pendiente en un plazo y forma prevista en los
estatutos o bajo el plazo decidido por acuerdo de los administradores, plazos
que cuentan con unos límites legales, si son aportaciones no dinerarias el plazo
no puede superar los cinco años, contados de la constitución de la sociedad o
del acuerdo de aumento del capital social y una vez, efectuado el desembolso
se hace constar en escritura pública y se inscribe en el Registro Mercantil. Si
notificada o anunciada la exigencia del pago y vencido el plazo sin que se haya
efectuado el pago, el accionista se constituye automáticamente en mora, lo que
impide ejercer el derecho al voto ni recibir dividendos y deberá compensar los
daños que haya generado su incumplimiento.

1.1.2.5 Participaciones sociales y acciones.

Como lo dispone el artículo 1 de la LSC, en la sociedad de


responsabilidad limitada el capital se divide en participaciones sociales,
mientras que en las sociedades anónimas y comanditarias por acciones se

464
Art. 59 de la Ley de Sociedades de Capital.
209
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divide en acciones. La acción/participación se concibe como “una relación


jurídica y un derecho de carácter intemporal. El hecho de que la
acción/participación consiste en un complejo haz de derechos, deberes,
poderes y facultades explica sin más que su naturaleza jurídica sea la propia
de una relación jurídica que expresa la posición de miembro de la sociedad. Se
trata de una relación jurídica de carácter duradero y organizada.”465

La diferencia entre participaciones y acciones radica en que las primeras


no pueden incorporarse en títulos valores; sin embargo, comparten la misma
esencia en cuanto representan una parte del capital social y un conjunto de
derechos, obligaciones y facultades propios de los socios. Además, debe haber
concurrencia exacta entre el valor de las participaciones o las acciones y el
capital social que se ha establecido en los estatutos. Las acciones pueden
estar representadas por medio de títulos o por medio de anotaciones en
cuenta. El titulo valor puede ser nominativo, donde consta la identificación del
titular o al portador, donde no hay datos de quién es su propietario. La
representación de los valores por anotaciones en cuenta es irreversible, pero la
representación por medio de títulos sí lo es, de manera que se pueden ir
transformando a la primera modalidad.

No son viables acciones o participaciones sin valor nominal o que se


exprese a nivel general sobre un porcentaje de capital; en los estatutos deben
definirse el valor de cada uno de ellas, sin que norma alguna establezca
montos mínimo o máximos para fijar el valor nominal. Sin embargo, sí pueden
emitirse acciones de distintas series con diferente valor nominal, y de hecho, la
ley tampoco prohíbe que las participaciones posean un valor nominal distinto.
Tampoco es posible jurídicamente la creación de participaciones o emisión de
acciones que no estén respaldadas en una efectiva aportación patrimonial a la
sociedad con la consecuencia de ser nulas.

Las participaciones y acciones son acumulables en el sentido de que un


solo socio puede agrupar bajo su titularidad varias de ellas; pero son
indivisibles, lo que implica que el socio no puede fraccionarlas para crear otras
con un valor nominal menor o para repartirla entre varios, de manera que si dos
o más personas son titulares de una misma participación/acción, se entenderá
que hay una copropiedad en la que responden de manera solidaria y deben
designar una sola persona para el ejercicio de los derechos de socio, como lo
establece el artículo 126 de la LSC. Tampoco está permitido acumular varias
participaciones/acciones en una sola de mayor valor nominal. Estas acciones
de divisibilidad o acumulabilidad son competencias expresamente dadas a la
junta de socios mediante modificación estatutaria.

Teniendo en cuenta que cada participación o acción le confiere al titular


la condición de socio, esto le brinda el derecho de participar en las ganancias
sociales y del patrimonio resultante de la liquidación; asistir y votar en las juntas
generales, impugnar los acuerdos sociales y el derecho de información; y el
acceso preferente a nuevas participaciones o suscripción de acciones si se

465
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 405.
210
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presentan aumentos de capital o de obligaciones convertibles en acciones. Sin


embargo, dichos derechos pueden ser limitados como en el caso de la mora en
las aportaciones o en la emisión de acciones preferenciales sobre las
ordinarias, sin derecho a voto, por ejemplo.

Las sociedades de responsabilidad limitada pueden crear participaciones


sociales sin derecho de voto por un valor nominal que no puede ser superior a
la mitad del capital y las sociedades anónimas pueden emitir acciones sin
derecho de voto por un importe nominal que no puede superar la mitad del
capital social desembolsado. La creación de participaciones o la emisión de
acciones sin derecho de voto, es una herramienta jurídica y financiera para
capitalizar la sociedad sin perder el control; a cambio, el inversionista asume
unas ventajas especiales por encima de los socios ordinarios, como es el caso
de las acciones privilegiadas con derecho a percibir antes que a los titulares de
acciones ordinarias el dividiendo anual que establezcan los estatutos sociales
siempre que existan beneficios, y en caso de no haber beneficios o no ser
suficientes, se deben satisfacer dentro de los cinco ejercicios siguientes,
teniendo el derecho de voto mientras no se les satisfaga el derecho. Y en caso
de liquidación, los titulares de acciones privilegiadas tienen el derecho a
obtener el reembolso de su participación antes que los demás; entre otros
beneficios.

1.1.2.6 Régimen de transmisión.

1.1.2.6.1 Transmisión de participaciones.

Las transmisiones pueden darse por actos inter vivos, forzosa o mortis
causa. Para todos los casos, para el reconocimiento de la calidad de socio, la
sociedad debe tener conocimiento de la transmisión y realizar la inscripción en
el libro registro de socios, tal como lo establecen los artículos 104 y 106 de la
LSC.

Respecto de la transmisión de la participación social de manera


voluntaria por acto entre vivos, es libre y se puede realizar en favor del cónyuge
del titular, sus ascendientes, descendientes o en favor de sociedades
pertenecientes al mismo grupo que la transmitente. La transmisión debe
hacerse mediante contrato y constar en documento público, dado que se toma
como un derecho incorporal ante la imposibilidad de estar representada en un
título valor. Dado que no es un contrato solemne el defecto de forma no vicia
de nulidad el negocio pero no produce efecto alguno ante la sociedad, dados
los requerimientos de los artículos 107 y 112 de la LSC.

Conforme disposiciones del artículo 108 de la LSC, son nulas las


cláusulas estatutarias que den completa libertad a la transmisión voluntaria de
las participaciones sociales por actos inter vivos, también las cláusulas que
obliguen al socio a transmitir un número diferente de participaciones a las que
ofrezca. Se permiten las cláusulas que prohíban la transmisión voluntaria de
las participaciones por actos inter vivos, siempre y cuando todos los socios
aprueben en los estatutos la posibilidad de que el socio pueda separarse de la
211
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sociedad en el momento que desee. De igual modo, la LSC permite que los
estatutos puedan impedir la transmisión voluntaria de las participaciones por
actos inter vivos o el derecho de separación, durante un periodo máximo de
cinco años, contados desde la constitución de la sociedad, o cuando se
presenta una ampliación del capital, desde el otorgamiento de la escritura
pública de su ejecución.

El régimen de transmisión forzosa aplica en el caso de embargo de


participaciones sociales, el cual debe ser notificado a la sociedad por parte del
juez o la autoridad que lo haya decretado con la identidad de quien embarga y
las participaciones embargadas. La sociedad debe proceder a anotar el
embargo en el libro de registro de socios y remitir copia de la notificación a
todos los socios; luego se procede al remate o la adjudicación al acreedor;
mientras estos actos no adquieran firmeza los socios o la sociedad (si en los
estatutos se establece el derecho de adquisición preferente), pueden
subrogarse en lugar del rematante o del acreedor cuando hay adjudicación.

Para el caso de la transmisión mortis causa, la adquisición de


participaciones sociales por sucesión hereditaria, le confiere la condición de
socio al respectivo heredero o legatario; pero los estatutos pueden establecer
un derecho de adquisición de las participaciones del socio fallecido a favor de
los socios sobrevivientes o de la sociedad, reconociendo el valor que tenían al
momento del fallecimiento del socio y pagando al contado, dentro de los tres
meses siguientes desde el momento en que se le comunica a la sociedad la
adquisición hereditaria.

1.1.2.6.2 Transmisión de acciones.

Para el caso de las acciones como títulos al portador, la transmisión


exige la tradición o entrega del título por parte del titular de la acción o con su
autorización, protegiendo a los terceros que adquieran de buena fe y sin culpa
grave, sin perjuicio de las acciones que el legítimo propietario pueda ejercer
contra las personas que le privaron del dominio. Como lo determina el artículo
122 de la LSC, basta la exhibición de los títulos entregados o del certificado
acreditativo de su depósito en una entidad autorizada para ejercer los derechos
como socio.

Para el caso de las acciones nominativas, la transmisión puede darse


mediante contrato y entrega de títulos o mediante el endoso, que se hace
constar en el mismo documento. A través de la cláusula de endoso que incluye
la firma del transmitente o endosante y el nombre del adquiriente o endosatario.
Para que haya reconocimiento de la sociedad y pueda haber efectivo ejercicio
de los derechos societarios, se debe inscribir el titular en el libro de registro de
acciones nominativas.

Además, la transmisibilidad de las acciones nominativas puede ser


restringida, pero dicha restricción se somete a requisitos formales y de fondo.
En cuanto a la forma se exige que la limitación conste en los estatutos, de
manera precisa, mencionando expresamente las causas por las cuales podría
212
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restringirse; si es a través de modificación estatutaria, los accionistas que no


hayan votado a favor del acuerdo, no quedan sometidos a él durante tres
meses contados desde la fecha de publicación en el Boletín Oficial del Registro
Mercantil. Y las condiciones de fondo se basan en la libertad de transmisión,
permitiendo la restricción pero no eliminándola, de manera que son nulas las
cláusulas que directa o indirectamente hagan intransferible la acción, como
sujetar la transmisibilidad al consentimiento o autorización de un tercero; ya
que salvo otra disposición contenida en los estatutos, la autorización la puede
conceder o denegar los administradores de la sociedad. El artículo 123 de la
LSC considera que la autorización ha sido concedida si transcurren dos meses
desde que se presentó la solicitud a la sociedad.

La transmisión de las acciones representadas mediante anotaciones de


cuenta se realiza mediante el negocio que actúa de causa, además de la
inscripción en el registro contable.

1.1.2.7 Órganos.

Las sociedades de capital, como ficciones que son las personas


jurídicas466, necesitan auxiliarse de personas físicas que actúan bajo la forma
legal de “órganos”, para poder tomar decisiones y ejecutarlas, así como para
relacionarse internamente con sus socios y con los demás sujetos externos.
Para la LSC, son dos los órganos principales: la junta general y el órgano de
administración.

1.1.2.7.1 La junta general.

Este órgano, que no se constituye de manera permanente, se conforma


por los socios que tengan derecho de asistencia, es de carácter deliberante, es
decir, toman las decisiones que son la voluntad de la sociedad, mediante
acuerdos y no tiene funciones ejecutivas, sino que su competencia se limita a
temas de alta trascendencia societaria, como modificaciones a los estatutos;
transformación, fusión, escisión o disolución de la sociedad; el traslado del
domicilio para el extranjero; el aumento o la reducción del capital social; el
nombramiento y separación de administradores, liquidadores y auditores de
cuentas; adquisición o enajenación de activos esenciales; aprobación de
cuentas anuales y la aprobación del balance final de liquidación, y suplir
algunos aspectos que no se encuentran regulados en los estatutos, entre otras
competencias467.

466
Cfr. STS, Sala 3ª, Sección 7ª, 22/05/2015, RC 95/2014.
467
Otras de sus competencias se encuentran en los arts. 11bis.2 (autorizar creación de una
página web corporativa), 72 (adquisiciones onerosas), 107.2 (transmisión voluntaria de
participaciones sociales por actos inter vivos cuando no hay regulación estatutaria), 146.1
(adquirir sus propias acciones y las participaciones creadas o las acciones emitidas por su
sociedad dominante), 162 (conceder créditos o préstamos y prestar garantías a socios y
administradores en las sociedades de responsabilidad limitada), 211 (determinar número de
administradores cuando los estatutos solo establezcan mínimos y máximos), 214 (ante
ausencia de disposición estatutaria, podrá fijar las garantías que los administradores deberán
prestar o relevarlos de esta prestación), 218 (remuneración mediante participación en
beneficios), 219 (aplicación de la entrega de acciones como remuneración de los
213
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Los acuerdos deben ser adoptados por mayoría o por la totalidad de los
socios, conforme lo disponga la ley para cada caso y vinculan a todos los
socios, incluso los que no hayan asistido a la reunión o hayan votado de
manera contraria a la decisión que se impuso.

Las juntas pueden ser ordinarias y extraordinarias. La junta ordinaria se


reúne dentro de los seis primeros meses de cada ejercicio para aprobar la
gestión social, las cuentas del ejercicio anterior y resolver sobre la aplicación
del resultado. Las juntas extraordinarias son todas las demás. Pueden
convocar la junta los administradores o los liquidadores de la sociedad. Los
administradores deben convocarla en los periodos legales o estatutarios,
cuando lo solicite el o los socios que representen, al menos, el cinco por ciento
del capital social, indicando los asuntos a tratar; o cuando los mismos
administradores lo consideren necesario para los intereses sociales. Cuando el
administrador no realiza la convocatoria, la puede realizar el Juez de lo
Mercantil del domicilio social en tres casos: primero, a petición de cualquier
socio y con audiencia de los administradores, cuando sea junta ordinaria o
estatutaria; segundo, a solicitud del o los socios que representen el cinco por
ciento del capital social, si los administradores no han atendido su solicitud;
tercero, a petición de cualquier socio o administrador vigente cuando el tema
sea el nombramiento de los administradores faltantes.

Las reuniones de la junta tienen unos requisitos. La convocatoria debe


realizarse con un plazo de por lo menos un mes para las sociedades
anónimas468; mediante anuncio que se debe publicar en la página web de la
sociedad469, si no ha acordado la creación de la página web o no la tiene
debidamente inscrita, la convocatoria se debe publicar en el Boletín Oficial del
Registro Mercantil y en uno de los diarios de mayor circulación en la provincia
del domicilio social. Los estatutos también pueden establecer que la
convocatoria se realice con procedimientos de comunicación individual y
escrita, siempre y cuando se asegure la recepción de la convocatoria a todos
los socios e igualmente los estatutos pueden disponer un sistema telemático de
alerta a los socios, de las convocatorias que se inserten en la página web de la
sociedad. Normalmente, la junta se celebra en el lugar donde la sociedad tenga
su domicilio, salvo que se haya estipulado otras opciones en los estatutos.

En cuanto a los requisitos de contenido, la convocatoria debe incluir el


nombre de la sociedad, la fecha y hora de la reunión, orden del día y las

administradores), 238 (autorizar el ejercicio de la acción de responsabilidad contra los


administradores), 276 y 277 (distribución de dividendos), 352 (exclusión de socios).
468
Se exceptúa de la exigencia jurídica de la convocatoria cuando se presenta la junta
universal, es decir, cuando hace presencia todo el capital social y todos aceptan la celebración
de la junta.
469
Conforme lo establece la LSC, la página web obligatoria para las sociedades cotizadas,
debe ser acordada por la junta directiva; el acuerdo debe constar en el Registro Mercantil y
publicado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil de manera gratuita; mientras no se halle
inscrita en el Registro, las publicaciones que se hagan en la página no tendrán efectos
jurídicos. Es competencia del órgano de administración su modificación, traslado o supresión,
salvo que los estatutos dispongan otra cosa.
214
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personas con el respectivo cargo, que hacen la convocatoria. Si son


sociedades cotizadas, además, deben señalar la fecha en la que accionista
debe tener las acciones registradas a su nombre para poder votar, cómo puede
obtenerse el texto completo de los documentos necesarios para la reunión y las
propuestas de acuerdo, así como los trámites exactos que deben realizar los
accionistas para poder participar y emitir su voto en la junta general.

Los socios cuentan con varios derechos administrativos. Por una parte
están los derechos de asistencia y representación en la junta general; en las
sociedades limitadas todos los socios pueden asistir y no se puede exigir un
número mínimo de participaciones para la asistencia. En estas sociedades, el
socio se puede hacer representar en la junta general por su cónyuge, por
descendientes o ascendientes, por otro socio o por otra persona a la que se le
haya otorgado poder general conferido en documento público. La
representación siempre debe conferirse por escrito. Por el contrario, las
sociedades anónimas sí pueden exigir un número mínimo de acciones para
poder asistir, sin que el número mínimo pueda ser superior al uno por mil del
capital social; en las cotizadas, no se puede exigir la posesión de más de mil
acciones para asistir a la junta general. Además, los estatutos pueden autorizar
la asistencia a la junta por medios telemáticos. Y los accionistas tienen el
derecho para hacerse representar en la junta general por medio de otra
persona, que no tiene que ser accionista. Para todos los casos, la
representación en revocable.

También cuentan los socios con el derecho de voto, instrumento jurídico


esencial para determinar la gestión y la administración de la sociedad. Para las
sociedades de responsabilidad limitada, el socio tiene derecho a un voto por
cada participación social, salvo que los estatutos dispongan de otra cosa. En
las sociedades anónimas, existe una proporcionalidad entre el valor nominal de
la acción y el derecho de voto, cosa que no puede ser alterada por las
sociedades, pero se permite la agrupación de acciones y los estatutos pueden
fijar un máximo de votos que puede emitir un mismo accionista o las
sociedades pertenecientes a un mismo grupo. Así mismo, los accionistas
pueden emitir su voto a distancia y dicho voto será válido.

Sin embargo, el derecho al voto tiene tres excepciones establecidas en


la LSC: primero, cuando se permite la creación de participaciones sociales y
emisión de acciones sin derecho al voto; segundo, cuando se suspende el
derecho por estar en mora en el pago de los desembolsos pendiente, cuando
una sociedad hubiere adquirido acciones propias o participaciones o acciones
de su sociedad dominante, por ejemplo; tercero, cuando el socio presenta
conflicto de intereses para aprobar un acuerdo en el cual se le autorice a
transmitir acciones o participaciones sujetas a una restricción, busque excluirle
de la sociedad, lo libere de una obligación o lo conceda un derecho, le facilite
una asistencia financiera o le exima de las obligaciones derivadas del deber de
lealtad.

Por otro lado, los socios cuentan con el derecho de información, el cual
“debe distinguirse de la publicidad informativa. Esta última comprende los
215
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datos que, por disposición legal, están al alcance del socio, pero también de
cualquier tercero, como ocurre, por ejemplo, con las cuentas anuales a través
de su depósito en el RM. El derecho de información es el que corresponde al
socio en su condición de tal.”470 El derecho de información se restringe a la
sociedad y a la que solo pueden acceder sus socios; derecho que comprende
también el de examen de documentos, el cual exige a las sociedades poner a
disposición de los socios todos los documentos que requiere éste para
examinarlos y tomar las decisiones, en los plazos legales establecidos,
actividad que pueden realizar con el acompañamiento de un contador.

Este derecho también les otorga a los socios la facultad para exigir de
los administradores las informaciones o aclaraciones correspondientes; no
obstante, este derecho se sujeta a requisitos de tiempo, objeto y forma. Por
ejemplo, los socios pueden solicitar información o aclaración de los asuntos
comprendidos en el orden del día; respecto del tiempo y la forma, solo pueden
hacerlo por escrito con anterioridad a la reunión o de manera verbal durante la
misma. La información no puede negarse cuando la solicitud vaya avalada por
los socios que representen el veinticinco por ciento del capital social. Para el
caso de las sociedades anónimas, “si el derecho del accionista no se pudiera
satisfacer en ese momento, los administradores estarán obligados a facilitar la
información solicitada por escrito, dentro de los siete días siguientes al de la
terminación de la junta.”471 Para el caso de las sociedades cotizadas, además
de los medios escritos y verbales, éstas deben incluir en su página web las
solicitudes de informaciones, aclaraciones o preguntas realizadas por escrito,
así como las contestaciones facilitadas por escrito por los administradores. La
información incorrecta o no proporcionada que hubiera sido fundamental para
realizar una votación o adoptar un acuerdo, permitirá a los socios impugnar
dichos acuerdos.

Los acuerdos a los que lleguen los socios o las mayorías se hacen
constar en actas, las cuales resumen los asuntos que se trataron en la junta,
las intervenciones de las que se haya solicitado dejar constancia, los acuerdos
que se adoptaron, los resultados de las votaciones y su aprobación. El acta es
redactada por el secretario de la junta quien la firma con el visto bueno del
Presidente. Si es junta universal deben firmar todos los asistentes. Y en los
casos establecidos en la LSC, puede ser redactada por el Notario. El acta
debe ser aprobada por la junta al terminar la reunión o por el presidente de la
junta y un socio que represente la mayoría y otro que represente la minoría,
dentro de los quince días siguientes; también puede ser aprobada por la junta
en la reunión siguiente si así lo establecen los estatutos y en caso de ser
redactada por el Notario no requiere de aprobación.

Los socios que representen por lo menos el uno por ciento del capital
social, los administradores y los terceros que acrediten interés legítimo cuentan
con la acción de impugnación de los acuerdos sociales ante el juez de lo
mercantil del domicilio social, la cual caduca en un plazo de un año o tres
470
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 460.
471
Art. 197, Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley de Sociedades de Capital.
216
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meses para las cotizadas, salvo que sean actos contrarios al orden público,
caso en el cual la acción no caduca ni prescribe. La impugnación puede
presentarse porque son contrarios a la ley, contradicen los estatutos o el
reglamento de la junta de la sociedad, lesiona el interés social en beneficios de
uno o algunos socios así como de terceros, o se impone de manera abusiva
por la mayoría, aunque no haya daño causado. La LSC contempla los casos en
los cuales no procede la impugnación.

1.1.2.7.2 El órgano de administración.

“A los administradores corresponde realizar todas aquellas actividades


necesarias o convenientes, esto es, en relación instrumental, con la promoción
del objeto y fin social tanto, desde la perspectiva interna (gestión), como desde
la externa (representación) (art. 209 LSC).”472 Pero si bien la gestión es
compartida con la junta general, la representación es exclusiva del órgano de
administración, que puede ser un administrador único o varios solidarios. En las
sociedades anónimas la administración conjunta se ejerce simultáneamente
por los dos. Cuando hay consejo de administración éste actúa de manera
colegiada, pero los estatutos pueden atribuir la representación de manera
conjunta o individual.

La duración en el cargo de administrador varía. Para las sociedades de


responsabilidad limitada los administradores pueden permanecer en sus cargos
de manera indefinida, pero los estatutos pueden establecer un plazo, caso en
el cual pueden declarar la reelección. En el caso de las sociedades anónimas,
los administradores no pueden exceder los seis años. Para las sociedades
cotizadas el término se reduce a cuatro. La junta general posee la facultad de
cesar al administrador por acuerdo que puede ser adoptado en cualquier
momento, incluso cuando la separación del cargo no conste en el orden del
día. Además, en las sociedades anónimas opera la destitución inmediata a
solicitud de cualquier accionista cuando el administrador incurra en cualquiera
de las prohibiciones legales. Para el caso de las sociedades limitadas, los
estatutos pueden exigir para la aprobación del acuerdo de separación, una
mayoría que no puede ser superior a los dos tercios de los votos de las
participaciones en que se divida el capital social. Para el caso del administrador
persona jurídica, la revocación de su representante no produce efecto hasta
que se designe la persona que la sustituirá y tal designación debe ser inscrita
en el Registro Mercantil.

Aunque puede haber administradores de hecho (cuando desempeñan


sus funciones sin título, con un título extinguido o nulo, así como con otro
título), por regla general, le corresponde a la Junta General realizar el
nombramiento de los administradores, para los cuales pueden ser nombrados
suplentes, en caso de que cesen por cualquier causa. Tanto el nombramiento
como la aceptación de los suplentes como administradores se deben inscribir
en el Registro Mercantil cuando cesa el titular. Si los estatutos establecen un
plazo de duración del cargo, el suplente se nombra por el tiempo que reste a la

472
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 473.
217
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persona que ostentaba el cargo de titular. Para el caso de las sociedades


anónimas, el consejo de administración hará el nombramiento de los suplentes
por cooptación. En todo caso, el nombramiento de los administradores surte
efecto a partir de la aceptación aunque debe inscribirse en el Registro
Mercantil, sin que dicha inscripción sea constitutiva.

En cuanto a los requisitos, salvo que los estatutos lo dispongan, no es


necesario ser socio para ser administrador; que de hecho, pueden serlo tanto
las personas físicas como las jurídicas. En el caso de estas últimas, deben
nombrar una sola persona natural para ejercer de manera permanente las
funciones del cargo.

Respecto de la retribución, el cargo de administrador es gratuito pero lo


estatutos pueden establecer un sistema de retribución que pueden incluir una
cantidad fija, participación en beneficios, dieta de asistencia, remuneración en
acciones, por ejemplo; salvo en las cotizadas, en las cuales, por regla general,
el cargo de consejero debe ser remunerado al menos que los estatutos
dispongan lo contrario. Respecto de los máximos, la junta general es la que
debe aprobar el importe máximo de la remuneración anual de todos los
administradores y consejeros, pero cuando sea por participación en los
beneficios, serán los estatutos los que determinen el porcentaje máximo de
participación, pero la LSC establece unos máximos para las sociedades de
responsabilidad limitada, en las que no puede ser superior al diez por ciento de
los beneficios repartibles entre los socios. Y cuando la remuneración sea en
acciones, corresponde a la junta establecer el número máximo de acciones que
se puede asignar en cada ejercicio.

En relación con los deberes de diligencia y lealtad, estos obligan tanto a


los administradores de hecho como de derecho. El deber de diligencia exige el
cumplimiento diligente de los deberes contenidos en las leyes y los estatutos, lo
que le exige poseer las aptitudes y conocimientos que le permitan ejercer sus
actividades con calidad, como lo harían los empresarios normalmente
prudentes y eficientes, con una adecuada dedicación y adopción de medidas
que garanticen una buena dirección y el control de la sociedad. El deber de
diligencia se concreta particularmente en el deber de exigir información
suficiente y veraz, así como el deber de obtenerla, siempre y cuando sea
necesariamente para el cumplimiento de sus obligaciones.

Por otro lado, el deber de lealtad, contenido en el artículo 227 de la LSC,


exige al administrador obrar de buena fe, enfocando sus decisiones y gestiones
en el mejor interés de la sociedad, por encima de su propio interés y el de
terceros, en caso de conflicto. Así, en el marco de este deber se le imponen
múltiples obligaciones como el de no ejercer sus facultades con fines distintos
para lo que le han sido concedidas; guardar secreto sobre la información que
haya accedido en el desempeño de su cargo, incluso después de que haya
cesado en él; y varias obligaciones que apuntan a evitar situaciones de
conflicto de interés, como abstenerse de participar en la deliberación y votación
de decisiones en las que él o una persona vinculada a él.

218
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Para el caso de las personas físicas, son personas vinculadas, su


cónyuge, descendientes, ascendientes, hermanos, tanto de él como de su
cónyuge, los cónyuges de los descendientes, ascendientes y hermanos del
administrador; así como las sociedades en las que el administrador cuente con
alguna de estas posiciones, de manera directa o por persona interpuesta (sean
persona físicas o sociedades): posea directamente o por acuerdos celebrados
con terceros la mayoría de los votos o tenga la facultad de nombrar o destituir
la mayoría de los miembros del órgano de administración. Cuando el
administrador es una persona jurídica, se entiende que son personas
vinculadas: los socios que posean el mismo control sobre los órganos de
administración sobre la sociedad administradora; los administradores, los
apoderados con poderes generales y los liquidadores del administrador
persona jurídica; las sociedades que forman parte del mismo grupo, así como
sus socios y las personas vinculadas del representante del administrador
persona jurídica.

El deber de evitar conflictos comprende la prohibición de realizar


actividades por cuenta propia o a través de terceros, que sean o puedan ser
competencia de la sociedad o generen un conflicto respecto de la sociedad que
administra. También la prohibición de realizar transacciones con la sociedad,
salvo que sean de escasa relevancia, la prohibición de “b) utilizar el nombre de
la sociedad o invocar su condición de administrador para influir indebidamente
en la realización de operaciones privadas. c) Hacer uso de los activos sociales,
incluida la información confidencial de la compañía, con fines privados. d)
Aprovecharse de las oportunidades de negocio de la sociedad. e) Obtener
ventajas o remuneraciones de terceros distintos de la sociedad y su grupo
asociadas al desempeño de su cargo, salvo que se trate de atenciones de
mera cortesía.”473 Todo lo anterior aplica, igualmente, para las personas
vinculadas al administrador.

Otra obligación que le comporta al administrador en razón del deber de


lealtad es la de comunicar a la junta general, al consejo de administración o a
los demás administradores, cuando se encuentre ante una situación de
conflicto, sea directo o indirecto, de él mismo o de las personas vinculadas.

En general, todas las obligaciones derivadas del deber de lealtad son


imperativas y no pueden ser limitadas por los estatutos sociales, de manera
que las disposiciones estatutarias que le sean contrarias son inválidas. No
obstante lo anterior, la junta general guarda la competencia para dispensar al
administrador para competir con la sociedad, sea porque no entraña ningún
riesgo para la sociedad o porque puede generarle ventajas.

Respecto de sus obligaciones y responsabilidades, el administrador


siempre conserva la obligación de indemnizar el daño que cause al patrimonio
social, al patrimonio individual de los socios o de terceros, por actos u
omisiones que sean contrarios a las leyes o a los estatutos, así como

473
Art. 229, Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley de Sociedades de Capital.
219
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devolverle a la sociedad el enriquecimiento injusto que haya obtenido. Cuando


el órgano de administración sea colectivo, todos los miembros que hayan
adoptado el acuerdo o realizado el acto u omitido la acción que generó el daño
responden solidariamente, salvo que demuestren que no intervinieron en la
decisión o la desconocían o que conociéndola se opusieron a ello o trataron de
evitar el daño. Para el caso de los consejos de administración, cuando no
existe delegación permanente de facultades en uno o varios consejeros
delegados, la responsabilidad de los administradores se aplica a la persona
que tenga las facultades de la más alta dirección de la sociedad, con
independencia de su denominación. Para el caso del administrador persona
jurídica, ésta responde solidariamente con la persona designada para el
ejercicio permanente de las funciones propias del cargo de administrador. La
ley niega la exoneración de responsabilidad aunque el acto o acuerdo expedido
por el órgano de administración que generó el daño haya sido adoptado,
autorizado o ratificado por la junta general.

Considerando la forma colegiada de establecer el órgano de


administración, está el consejo de administración, que se conforma con mínimo
tres miembros, en la sociedad de responsabilidad limitada por un máximo de
doce, los cuales se denominan consejeros. El número de miembros se fija en
los estatutos, que además puede establecer mínimos y máximos,
correspondiendo a la junta de socios establecer el número concreto. A pesar de
la pluralidad de miembros, las decisiones se toman como un solo órgano por la
votación de las mayorías. Y a diferencia de las sociedades anónimas europeas,
no hay distinción interna entre la dirección y el consejo de control.

En términos generales, la junta de socios es quien designa los miembros


del consejo. En concreto, el artículo 529 decies de la LSC dispone que la
designación de suplentes no proceda en las sociedades anónimas cotizadas.

En cuanto a la organización y funcionamiento del consejo de


administración, las sociedades de responsabilidad limitada deben establecer en
sus estatutos la forma en que se organiza y su funcionamiento, con aspectos
como la convocatoria y constitución del órgano, el modo en que deben
deliberar y adoptar los acuerdos por mayoría. Para las sociedades anónimas, si
los estatutos no disponen otra cosa, el régimen de funcionamiento lo establece
el mismo consejo de administración, designar su propio presidente y aceptar la
renuncia de los consejeros.

El consejo de administración debe reunirse una vez al trimestre, como


mínimo, conforme convocatoria realizada por su presidente o por los
administradores que conformen al menos un tercio de los miembros del
consejo. El consejo queda constituido válidamente cuando concurran el número
previsto en los estatutos para la sociedad de responsabilidad limitada y la
mayoría de los vocales, tanto en estas sociedades como en las anónimas. En
estas últimas, los acuerdos del consejo de administración se adoptan por
mayoría absoluta de los consejeros que asistan a la sesión. Tanto discusiones
como acuerdos aprobados se llevan a un libro de actas que deben ser firmadas

220
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por el presidente y el secretario o levantada por notario, lo cual no requiere de


dichas firmas.

Los administradores cuentan con la facultad de impugnar los acuerdos


del consejo de administración o de cualquier otro órgano colegiado de
administración, lo cual deberá hacerse dentro de los treinta días siguientes a su
adopción. Los socios que representen un uno por ciento del capital social
también lo pueden hacer en los treinta días siguientes a la fecha en que lo
conocieron sin superar un año desde su adopción.

Además, el consejo de administración tiene la facultad de delegación. En


virtud de ello y cuando los estatutos no dispongan otra cosa, los consejos
pueden delegar de manera permanente alguna facultad del consejo en uno o
varios consejeros o comisiones ejecutivas, para lo cual se requiere el voto
positivo de las dos terceras partes de los miembros del consejo y produce
efecto a partir de su inscripción en el Registro Mercantil; siempre determinando
el contenido, los límites y las modalidades de delegación. No obstante lo
anterior, la LSC establece que es indelegable la facultad de supervisión del
funcionamiento efectivo de las comisiones que se hayan constituido, la
actuación de los órganos delegados o los directivos que haya designado; los
acuerdos sobre su propia organización y funcionamiento; las condiciones
contractuales de los consejeros delegados, así como su nombramiento y
destitución; la remuneración de los consejeros; la determinación tanto de las
políticas como de las estrategias generales de la sociedad; la formulación de
las cuentas anuales y su presentación en la junta general, así como la de
cualquier informe que exija la ley al órgano de administración cuando no pueda
ser delegada; las dispensas al administrador en situaciones donde se presente
conflicto de interés respecto de la sociedad; la convocatoria de la junta general
de accionistas, la elaboración del orden del día y la propuesta de acuerdos; la
política de la acciones o participaciones propias; el nombramiento y destitución
de los directivos que dependan directamente del consejo o alguno de sus
miembros, sus contratos y retribución; y las facultades que la junta general
hubiera delegado en el consejo de administración, salvo expresamente le haya
autorizado subdelegarlas.

En relación con las sociedades anónimas cotizadas cuentan con unas


disposiciones particulares en relación con su administración, las cuales se
mencionarán en el apartado 1.1.3.5.5 de este trabajo. Por su parte, la
administración de la sociedad comanditaria por acciones solo puede estar a
cargo de los socios colectivos, quienes cuentan con las mismas facultades,
derechos y obligaciones de los administradores de las sociedades anónimas.
Como lo establece el artículo 252 de la LSC, la separación del cargo requiere la
modificación de los estatutos, lo cual pone fin a su responsabilidad ilimitada
respecto de las deudas que contraiga la sociedad con posterioridad a la
publicación de la inscripción en el Registro Mercantil y tiene el derecho a la
indemnización por los perjuicios causados cuando la separación procede sin
justa causa.

221
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1.1.2.8 Modificación de estatutos en las


sociedades de capital.

Los estatutos sociales son las normas internas que rigen la sociedad y
hacen parte de la escritura de constitución de la sociedad, en ellos se
incorporan todos los pactos y condiciones que establezcan los socios. “Los
estatutos son la norma orgánica a la que debe sujetarse la vida corporativa de
la sociedad durante toda su existencia, siendo pues su finalidad fundamental la
de establecer las reglas necesarias para el funcionamiento corporativo de la
sociedad.”474 En ellas se contemplan todas las formas de organización
(denominación, objeto y domicilio social, el capital, modo de organizarse),
funcionamiento e incluso determinar su duración, se ahí su relevancia en el
orden jurídico. Su inadecuada redacción, como lo establece el artículo 56 de la
LSC, puede ser causal de nulidad de la sociedad. Por ello, “debido a la
trascendencia del acuerdo, su proceso de adopción está sujeto a reglas
especiales en materia de convocatoria, mayorías para su adopción y
publicidad.”475 Y todo acuerdo de modificación de los estatutos debe contar en
escritura pública e inscribirse en el registro mercantil.

Como regla general, el artículo 160 y el 285 de la LSC disponen que


cualquier modificación que se realice a los estatutos sea de competencia
exclusiva de la junta general. A pesar de lo anterior, la misma ley genera dos
excepciones: primero, al establecer que es competencia del órgano de
administración el cambio de domicilio social dentro del territorio nacional, salvo
disposición contraria de los estatutos; y segundo, al autorizar a la junta general
para que delegue en los administradores facultades relacionadas con el
aumento del capital social.

En relación con el aumento o disminución del capital social la LSC


establece para las sociedades anónimas un quórum de constitución reforzado
para la junta una mayoría legal reforzada en la votación, en los artículos 194 y
199.

1.1.2.8.1 Aumento de capital.

El órgano competente para acordar el aumento de capital puede ser la


junta general o el órgano de administración en relación al capital autorizado.

El aumento de capital puede darse mediante la creación de nuevas


acciones o participaciones, así como elevando el valor nominal de ellas. Para
este último caso, todos los socios deben dar su consentimiento, ya que no
pueden ser obligados a realizar nuevos aportes, pero cuando el aumento se

474
DIRECCIÓN GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO. Resolución de 25 de
abril de 2016, de la Dirección General de los Registros y del Notariado, en el recurso
interpuesto contra la nota de calificación extendida por el registrador mercantil y de bienes
muebles de Burgos, por la que se deniega la inscripción de determinado acuerdo social. BOE.
No. 136, de 6 de junio de 2016.
475
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 487.
222
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realice con cargo a los a beneficios o reservas ya incluidas en el balance, no


requiere de dicho consentimiento.

Cuando se presenta la emisión de nuevas acciones o participaciones


existe el derecho de preferencia, que consiste en derecho de cada socio de
suscribir un número de acciones o asumir un número de participaciones
sociales, de manera proporcional al valor nominal de las que posea, con cargo
a aportaciones dinerarias. “Su finalidad es evitar la disminución de poder
político y la dilución relativa del valor de las acciones/participaciones poseídas,
que puede provocar el aumento al reducir su valor real por el hecho de que las
reservas deben imputarse también a las nuevas.”476 En las sociedades de
responsabilidad limitada, una vez pasado el plazo previsto en la LSC sin que se
hayan suscrito o asumido de manera íntegra el aumento, las
acciones/participaciones que no hayan sido suscritas o asumidas se pueden
ofrecer a los socios que hayan ejercitado su derecho preferente y luego a
terceros. Para el caso de las sociedades anónimas, los socios morosos no
pueden suscribir nuevas acciones. Sin embargo, el derecho de preferencia no
se aplica cuando el aumento del capital obedece a la absorción de otra
sociedad, cuando se absorbe parte del patrimonio escindido de otra sociedad o
hay conversión de obligaciones en acciones.

Respecto del aumento de capital, este puede darse por nuevas


aportaciones dinerarias, de bienes o créditos a la sociedad (llamado aumento
real o efectivo) o por la capitalización de las reservas o beneficios que ya
figuraban en el patrimonio. Para el caso del aumento real, el desembolso debe
ser íntegro en las sociedades de responsabilidad limitada y de mínimo el 25%
de cada acción en las anónimas.

En las sociedades anónimas, el órgano de administración puede ser


delegado por la junta para que determinen el aumento del capital social hasta
una cifra determinada, en la oportunidad y en la cuantía que ellos decidan, sin
necesidad de mediar consulta previa a la junta general. Sin embargo, los
aumentos no pueden ser superiores a la mitad del capital de la sociedad en el
momento en que se autoriza y sin superar los cinco años desde el acuerdo de
la junta. “En las sociedades de responsabilidad limitada, cuando el aumento del
capital social no se haya desembolsado íntegramente dentro del plazo fijado al
efecto, el capital quedará aumentado en la cuantía desembolsada, salvo que
en el acuerdo se hubiera previsto que el aumento quedaría sin efecto en caso
de desembolso incompleto.”477 De igual modo se podrá proceder en las
sociedades anónimas, si las condiciones de la emisión hubieran permitido que
el capital se aumente en la cuantía de las suscripciones efectuadas, cuando no
se haya suscrito íntegramente el capital previsto dentro del plazo fijado para la
suscripción. Tanto el acuerdo de aumento del capital social como su ejecución
deben inscribirse de manera simultánea en el Registro Mercantil.

476
Ibíd., p. 489.
477
Art. 310, Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley de Sociedades de Capital.
223
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1.1.2.8.2 Reducción de capital.

Una reducción del capital es una operación con la cual se busca la


disminución de los del capital de la sociedad que consta en los estatutos, lo
que debe ser acordado por la junta general e implica la modificación de los
estatutos. Conforme lo establece el artículo 318 de la LSC, el acuerdo debe
como mínimo contener la cifra de reducción del capital, la finalidad por la cual
se hará la reducción, el procedimiento que se seguirá, el plazo de ejecución, la
suma que haya de abonarse a los socios. Para el caso de las sociedades
anónimas, además deben publicar dicho acuerdo en el Boletín Oficial del
Registro Mercantil y en la página web de la sociedad, en caso de que no
cuentan con ella, deben hacerlo en un periódico de gran circulación en la
provincia donde la sociedad tenga su domicilio. La reducción puede
presentarse por varias causales: por pérdidas, para dotar la reserva legal, para
la devolución del valor de las aportaciones, mediante adquisición de
participaciones o acciones propias para amortización.

La reducción por pérdidas, “es una reducción llamada contable o


nominal por cuanto su finalidad es restablecer el equilibrio entre el capital y el
patrimonio neto de la sociedad, disminuido por consecuencia de pérdidas, de
modo que no se produce ninguna variación económica real en la sociedad.”478
La reducción puede ser voluntaria u obligatoria para el caso de las sociedades
anónimas cuando las pérdidas disminuyan su patrimonio neto por debajo de las
dos terceras partes de la cifra del capital y ya hubiera pasado un ejercicio social
sin haberse recuperado el patrimonio neto. En esta operación se prohíbe los
reembolsos a los socios o a la condonación de las aportaciones pendientes en
las sociedades anónimas y debe darse aplicación al principio de paridad, es
decir, la reducción debe afectar a todas las participaciones sociales o a todas
las acciones, en proporción a su valor nominal, respetando los privilegios
concedidos por ley o estatutos.

La reducción para dotar la constitución o el incremento de la reserva


legal se rige por las mismas reglas de la anterior, pero permite el reembolso a
los socios o la condonación de la obligación de realizar las aportaciones
pendientes en las sociedades anónimas.

La reducción para la devolución del valor de las aportaciones implica una


reducción real del patrimonio lo que significa proteger a los socios que no se
ven beneficiados y a los acreedores que ven disminuidas sus garantías. Por
ello, cuando no se afecten por igual todas las participaciones o acciones, se
requiere el consentimiento individual de los titulares de las participaciones en la
sociedad de responsabilidad limitada y el acuerdo separado de la mayoría de
los accionistas interesados en la sociedad anónima. Además, la devolución del
valor de las aportaciones a los socios debe hacerse a prorrata del valor
desembolsado, salvo que por unanimidad los socios establezcan otro sistema.

478
GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 495.
224
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Para la protección de los acreedores, existen varias disposiciones


contenidas en la LSC. En primer lugar, se establece la responsabilidad
solidaria de los socios de sociedades de responsabilidad limitada por el pago
de las deudas que la sociedad hubiera contraído con anterioridad a la fecha en
que la reducción fuera oponible a terceros, aunque la responsabilidad tiene
como límite el importe de lo percibido en la restitución de la aportación social y
prescribe a los cinco años. Los socios quedan excluidos de la responsabilidad
solidaria cuando la sociedad guarde una reserva por un importe igual al
percibido por los socios en concepto de restitución de la aportación social o
cuando se establezca el derecho de oposición que puedan ejercer los
acreedores. Para ello, los estatutos de las sociedades de responsabilidad
limitada pueden establecer que las reducciones de capital se hagan efectivas
una vez transcurridos tres meses posteriores a la notificación personal de los
acreedores o a través del Boletín Oficial del Registro Mercantil y en un diario de
los de mayor circulación del lugar donde esté radicado el domicilio social.
Durante ese plazo los acreedores pueden oponerse a la ejecución del acuerdo
de reducción si los créditos no son satisfechos o la sociedad no presta
garantía. Toda restitución que se realice antes de transcurrir los tres meses o
que se haga a pesar de que los acreedores entablen oposición, será nula.

Para el caso de las sociedades anónimas los acreedores cuyos créditos


hayan nacido antes del último anuncio del acuerdo de reducción del capital,
cuentan con el derecho de oposición en un plazo máximo de un mes, siempre y
cuando no hayan vencido o no se les haya garantizado suficientemente dichos
créditos.

Finalmente, la reducción mediante adquisición de participaciones o


acciones propias para su posterior amortización, exige que la oferta de
adquisición deba realizarse a todos los socios. Para el caso de las sociedades
anónimas, si el acuerdo de reducción afecta solo una clase de acciones, debe
adoptarse con el acuerdo separado de la mayoría de las acciones que
pertenezcan a la clase que se vea afectada; además, la propuesta de
adquisición debe ser publicada en el Boletín Oficial del Registro Mercantil y un
periódico de gran circulación en la provincia del domicilio social. Las
participaciones adquiridas por la sociedad deben ser amortizadas en un plazo
máximo de tres años contados desde la fecha del ofrecimiento de la
adquisición. Y las acciones adquiridas por la misma sociedad deben ser
amortizadas dentro del mes siguiente a la terminación del plazo de la oferta de
adquisición.

1.1.3 Sociedades especiales.

Además de las sociedades civiles y las mercantiles, existen otras


sociedades con carácter especial como la sociedad anónima europea479, las

479
Arts. 455 a 467 del Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital.
225
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sociedades de garantía recíproca (S.G.R.)480; las sociedades profesionales481 y


las empresas de inserción482, que pueden tomar cualquier forma societaria
mercantil o cooperativa, pero cuentan con un régimen especial.

1.1.3.1 La sociedad unipersonal.

Las sociedades unipersonales son sociedades de capital, que pueden


ser anónimas o de responsabilidad limitada, integradas por un solo socio, el
cual puede ser una persona física o jurídica. De tal manera que la sociedad se
rige por el régimen propio que le es aplicable según el tipo social, sea anónima
o de responsabilidad limitada, en lo que sea compatible con el carácter
unipersonal.

Las sociedades unipersonales pueden ser originales o sobrevenidas, las


primeras, son las que desde su constitución nacen por la voluntad de un solo
socio; las segundas, se dan cuando la participación social o las acciones de
propiedad de dos o más socios, pasan a ser de un único socio; dicha situación
debe ser registrada en el Registro Mercantil. En ambos casos, se debe
expresar la identidad del socio único, tal como lo establecen los artículos 13 y
22 de la LSC.

Al haber un único socio, éste es quien ejerce las competencias de Junta


Directiva, sus decisiones se deben consignar en una acta que debe firmar él o
su representante y deben ser ejecutadas por él mismo o por el administrador
de la sociedad.

Mientras la sociedad mantenga la situación de unipersonalidad debe


dejar constancia expresa de esto en todos los documentos, facturas,
correspondencia y, en general, en toda publicidad que realice, en virtud de
obligaciones legales o estatutarias El socio único puede contratar con la
sociedad pero debe ser por escrito y dichos contratos transcritos en los libros
legalmente establecidos para ello. Dichos contratos se deben referenciar de
manera expresa e individualizada en la memoria anual, buscando la protección
de terceros y acreedores.

Esta modalidad societaria tiene como beneficio la limitación de la


responsabilidad que se derive del ejercicio de la actividad comercial o
industrial, separando el patrimonio personal del emprendedor del que destina a
la empresa, respondiendo ante los acreedores solo con el patrimonio social y
protegiendo el personal. También presenta como ventaja la posibilidad que
tienen las sociedades o los entes públicos de crear filiales o entidades bajo un
control absoluto sin necesidad de otros socios y que pueden operar de manera

480
Ley 1/1994, de 11 de marzo, sobre el Régimen Jurídico de las Sociedades de Garantía
Recíproca. Estas sociedades, como lo establece el art. 4 de la ley, siempre tendrán carácter
mercantil y tendrán la consideración de entidades financieras.
481
Ley 2/2007, de 15 de marzo, de sociedades profesionales.
482
Ley 44/2007, de 13 de diciembre, para la regulación del régimen de las empresas de
inserción.
226
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especializada, desconcentrada en actividades mercantiles o en territorios, o


bajo normas jurídicas especializadas sin afectar la sociedad matriz.

1.1.3.2 La sociedad nueva empresa (SNLE).

De acuerdo al artículo 434 de la LSC, la sociedad nueva empresa es


una especialidad dentro de las sociedades de responsabilidad limitada. Su
denominación se conforma por los apellidos y el nombre de uno de los socios
fundadores seguidos de un código que le brinde una identificación única e
inequívoca, seguida de la expresión “sociedad limitada nueva empresa” o su
abreviatura SLNE.

Los socios solo podrán ser personas físicas al igual que la transmisión
voluntaria por actos ínter vivos de la participación social; si la participación
social es adquirida por una persona jurídica, la sociedad nueva empresa queda
sometida a las normas de la sociedad de responsabilidad limitada. Puede ser
sociedad unipersonal siempre y cuando el socio no tenga la misma condición
en otra sociedad nueva empresa, cuestión que debe constar en la constitución
o en la escritura de adquisición; máximo pueden ser cinco socios al momento
de la constitución de la sociedad, sin embargo, en la transmisión de la
participación social pueden ser más. Conforme lo anterior, la fundación de la
sociedad puede darse por acto unilateral o por contrato.

Los socios pueden incluir en su objeto social cualquier actividad singular


siempre y cuando ésta no sea privativa de las sociedades anónimas. El capital
social se divide en participaciones sociales, que tiene que ser aportado en
dinero, no puede ser inferior a tres mil euros ni superior a ciento veinte mil
euros. Los socios responden solo hasta el aporte que hayan realizado. Como
órgano social deben tener una Junta General de Socios y el órgano de
administración puede ser unipersonal o pluripersonal; en este último caso, no
se puede adoptar la forma ni el régimen de un consejo de administración, pero
los miembros actúan solidariamente. Los administradores deben ser
obligatoriamente socios, pueden ejercer por periodos o a término indefinido y
pueden ser retribuidos.

La sociedad nueva empresa puede seguir con sus actividades


comerciales o industriales sometida al régimen general de las sociedades de
responsabilidad limitada cuando así lo apruebe la junta general, para lo cual se
deben adaptar los estatutos sociales y la escritura de adaptación debe
presentarse a inscripción en el Registro Mercantil máximo dentro de los dos
meses siguientes a la adopción de la junta general de socios.

La doctrina hace algunas críticas respecto de este tipo societario,


señalando que es una figura inútil toda vez que el proceso de constitución por
medios electrónicos es una opción que poseen todas las sociedades de
responsabilidad limitada; y que está sometida a formalidades rígidas más que

227
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las exigidas a las sociedades limitadas, que no permiten una adecuada gestión
a los socios.483

1.1.3.3 Sociedades profesionales.

Como se manifiesta en la exposición de motivos de la Ley 2/2007, de


sociedades profesionales, el ejercicio profesional de manera individual y
aislada ha ido mutando a una labor de equipo, facilitada por la complejidad de
los negocios y la eficiencia que presenta un trabajo especializado y la
repartición de las cargas laborales. Así, el legislador español permite el
ejercicio de la actividad profesional a través de la figura del profesional
colegiado bajo cualquiera de las formas societarias permitidas por la ley,
entidad a la que se le atribuyen derechos y obligaciones, entrando a responder
frente a sus clientes o usuarios, brindándoles a éstos seguridad jurídica en la
realización de los negocios jurídicos encomendados a la sociedad profesional.

Para efectos de la ley se entiende por actividad profesional la que


requiere para su ejercicio de un título universitario oficial e inscripción en el
Colegio Profesional que le corresponda. Y por ejercicio común de una actividad
profesional, cuando ésta sea ejercida a través de una sociedad, la cual solo
pueden tener por objeto social el ejercicio en común de actividades
profesionales, que pueden ser desarrolladas directamente o a través de la
participación en otras sociedades, de manera que los socios pueden ser tanto
profesionales individuales como otras sociedades profesionales. Siempre y
cuando la ley no decrete incompatibilidad, estas sociedades pueden ejercer
actividades profesionales multidisciplinares.

1.1.3.3.1 Los socios.

Solo pueden ser socios de estas entidades aquellos que no han sido
inhabilitados para el ejercicio de la profesión a través de resolución judicial o
corporativa. Como estas sociedades pueden adoptar cualquiera de las formas
sociales establecidas en el ordenamiento jurídico, se exige que en las
sociedades la mayoría del capital y de los votos sea de socios profesionales y
en las sociedades no capitalista, deben tener la mayoría del patrimonio y en
número de socios. Y las actividades profesionales propias de su objeto social
solo pueden ser ejercidas a través de personas colegiadas en el Colegio
Profesional respectivo.

En cuanto a los órganos de administración, si es unipersonal tiene que


ser ejercida por un socio profesional; en caso de ser colegiado, como mínimo
debe serlo la mitad más uno de los miembros. En todo caso, el voto favorable
requiere el voto favorable de la mayoría de los socios profesionales, sin
importar el número de miembros asistentes.

La condición de socio profesional únicamente se puede transmitir con el


consentimiento de todos los socios profesionales, pero en el contrato social se

483
Cfr. GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza. Derecho Mercantil. Óp. Cit., p. 504.
228
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puede pactar que la transmisión sea autorizada por la mayoría. De igual


manera, la mayoría de los socios profesionales pueden estipular o autorizar
con su aprobación que en caso de muerte de un socio profesional se prohíba la
transmisión de su participación a sus sucesores, sino que se abona la cuota de
liquidación que corresponda. Esta misma regla se aplica cuando se presente la
transmisión forzosa entre vivos pero se asimila la liquidación de regímenes de
cotitularidad, incluyendo la de la sociedad de gananciales.

Cuando la sociedad se constituya con una duración permanente, los


socios profesionales pueden retirarse de la sociedad cuando lo deseen,
teniendo eficacia a partir de la notificación a la sociedad. Si se ha constituido
por tiempo limitado, los socios únicamente pueden retirarse en los supuestos
establecidos en el contrato social, cuando exista justa causa o en los casos
previstos en la legislación mercantil para la forma societaria que corresponda.

Pero, además, los socios profesionales pueden ser excluidos por


acuerdo motivado de la junta general o asamblea de socios, con el voto
favorable de la mayoría del capital y de la mayoría de los derechos de voto de
los socios profesionales, por las causas que estén previamente señaladas en el
contrato social, cuando incumplan gravemente sus deberes para con la
sociedad, perturbe su buen funcionamiento, padezca de una incapacidad
permanente que limite el ejercicio de su actividad profesional o haya sido
inhabilitado para el ejercicio de la actividad profesional; en este último caso,
debe ser retirado como socio profesional puede seguir como socio no
profesional, si así se establece en el contrato social. La exclusión es eficaz a
partir del momento de la notificación al socio excluido.

Por último, la participación de los socios en los beneficios de los


resultados de la sociedad profesional o luego de cada ejercicio, se
determinarán conforme se establezca en el contrato social. En caso de que no
haya disposición contractual, los beneficios o las pérdidas se imputarán en
proporción a la participación de cada socio en el capital de la sociedad.

1.1.3.3.2 La denominación social.

En relación con la denominación social, esta puede formarse con el


nombre de todos, varios o alguno de los socios profesionales. En caso de que
se haya pactado lo contrario, los herederos de un socio que haya perdido tal
condición pueden solicitar que se retire el nombre de la denominación social.
Sin embargo, es revocable el consentimiento que haya dado un socio para que
la sociedad hiciera uso de su nombre en la denominación social luego de su
retiro. La denominación social se conforma con el nombre de la sociedad, la
forma social que se adopte, completa o en sigla, y la expresión “profesional” o
la letra “p”.

229
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1.1.3.3.3 Formalización del contrato e


inscripción.

El contrato social deberá formalizarse siempre en escritura pública. La


escritura de constitución debe cumplir los requisitos establecidos para el tipo
social que se haya adoptado, pero siempre debe contener la identificación de
los otorgantes, señalando cuáles son o no socios profesionales y el Colegio
Profesional al que pertenecen con el respectivo número de colegiado; la
actividad o actividades profesionales que constituyan su objeto social y la
identificación de las personas que inicialmente se encargarán de la
administración y representación, señalando para cada uno de ellos la condición
de socio profesional, para verificar el cumplimiento de los requisitos arriba
señalados para los órganos de administración.

La escritura pública de constitución así como cualquier cambio de socios


y administradores o modificación al contrato social deben constar en escritura
pública y ser inscritos en el Registro Mercantil. La sociedad profesional
adquiere la personalidad jurídica con dicha inscripción. La escritura y sus
modificaciones, también deben ser inscritas en el Registro de Sociedades
Profesionales del Colegio Profesional que corresponda al domicilio de la
sociedad, de manera que dicho colegio puede ejercer sobre ella las
competencias que jurídicamente tienen sobre los profesionales colegiados. Y el
contenido de la hoja abierta de cada sociedad profesional en ambos registros
se publica a través de Internet. Para ejercer un debido control, el Registrador
Mercantil debe comunicar de oficio al Registro de Sociedades Profesionales las
inscripciones que se vayan realizando. Además, los Colegios Profesionales
deben remitir permanentemente al Ministerio de Justicia y a la Comunidad
Autónoma respectiva las inscripciones practicadas en sus correspondientes
Registros de Sociedades Profesionales.

1.1.3.3.4 La responsabilidad.

Respecto de la responsabilidad, se establecen varias disposiciones en la


ley. En primer lugar, los derechos y obligaciones derivados de la actividad
profesional se imputan a la sociedad profesional, sin perjuicio de la
responsabilidad personal de cada socio.

En segundo lugar, tanto la sociedad profesional como los socios


profesionales deben ejercer su actividad siguiendo las reglas del régimen
deontológico y disciplinario que le corresponde a cada actividad profesional. Y
las incompatibilidades o inhabilitaciones para el ejercicio profesional que
afecten a cualquiera de los socios se extienden a los demás y a la sociedad,
salvo que se le excluya al socio incompatible o inhabilitado. Por lo tanto, la
sociedad profesional también puede ser sancionada en los mismos términos
que correspondan según la actividad profesional.

Como tercero, siguiendo la norma general, la sociedad responde con


todo su patrimonio de las deudas sociales y los alcances de la responsabilidad
de cada socio los determina la forma social adoptada. Pero responden
230
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solidariamente frente a las deudas sociales derivadas de los actos


profesionales propiamente dichos, la sociedad y los profesionales, sean socios
o no, que hayan actuado. La ley aclara que el socio que haya dejado de
pertenecer a la sociedad pero cuyo nombre continúa en la denominación social
no responde por las deudas sociales que hayan sido contraídas con
posterioridad a la fecha de su retiro, pero sí responde por las deudas sociales
que se hayan derivado de su actividad profesional al interior de la sociedad,
aunque esté retirado.

En cuarto lugar, se exige a las sociedades profesionales adquirir un


seguro que cubra la responsabilidad en la que puedan incurrir en el ejercicio de
las actividades que constituyan su objeto social.

1.1.3.3.5 Normas especiales para las


sociedades de capitales.

Cuando la sociedad profesional adopte una forma social en la que haya


limitación de la responsabilidad de los socios por las deudas sociales, en el
caso de las sociedades por acciones, estas deben ser nominativas; los socios
no gozan del derecho de suscripción preferente en los aumentos de capital,
sea para darle a un profesional la condición de socio profesional o para
incrementar la participación societaria de los socios que ya lo son. Sin
embargo, será válido si el contrato social lo permite. También, el contrato social
puede contemplar la reducción del capital social con el fin de ajustar la carrera
profesional a los socios.

Además, se permite que la sociedad adquiera sus propias acciones o


participaciones en los supuestos de la transmisión forzosa entre vivos, pero con
cargo a beneficios distribuibles o reservas disponibles. Y los socios
profesionales que sean titulares de acciones o participaciones cuentan con la
obligación de realizar prestaciones accesorias relacionadas con el objeto
social.

2. Latinoamérica: empresario persona jurídica.

Las sociedades mercantiles contempladas en las legislaciones


latinoamericanas son básicamente las mismas, diferenciándose en aspectos
muy puntuales, aunque en términos generales comparten las mismas
características. A modo de ilustración, se toman algunos países
representativos de Norte, Centro y Sur América, para efectos del presente
trabajo.

2.1 México.

Los Estados Unidos Mexicanos cuentan con la Ley de Sociedades


Mercantiles, de agosto de 1934, con una última reforma en marzo de 2016.
Esta ley establece las sociedades de manera taxativa, así: sociedad en nombre
colectivo; sociedad en comandita simple; sociedad de responsabilidad limitada;

231
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sociedad anónima; sociedad en comandita por acciones y sociedad por


acciones simplificada.484

La escritura constitutiva de todas ellas, también denominada póliza,


debe contener: los nombres, la nacionalidad y el domicilio de las personas
físicas o morales (jurídicas) que constituyan la sociedad; su objeto, razón social
o denominación; su duración, que puede ser indefinida; el importe del capital
social, lo que cada socio aporta en dinero o en otros bienes, el valor que se les
atribuye y el criterio para la valorización; el domicilio de la sociedad, la forma de
administración, las facultades de los administradores, su nombramiento y la
designación de los que han de llevar la firma social; la manera de hacer la
distribución de las utilidades y las pérdidas entre los socios; el importe del
fondo de reserva y los casos en que se disolverá anticipadamente.

Todas las sociedades pueden aumentar su capital, también disminuirlo


mediante el reembolso a los socios o la liberación de exhibiciones no
realizadas, es decir, de los aportes que estaban pendientes por realizar, en los
términos y plazos estipulados. Los acreedores societarios pueden oponerse a
dicha reducción ante el juez, de manera separa o conjunta.

La representación de la sociedad mercantil corresponde al administrador


o administradores, quienes tienen la facultad para realizar todas las
operaciones relativas al objeto social, salvo lo que expresamente se les prohíba
en la ley y el contrato social.

En relación con el reparto de las ganancias o pérdidas, la ley contempla


que las utilidades (beneficios) solo pueden distribuirse cuando hayan sido
aprobados los estados financieros por la asamblea de socios o accionistas. La
distribución de las utilidades debe hacerse proporcional a las aportaciones de
los socios capitalistas; al socio industrial le corresponde la mitad de las
ganancias y si son varios, se distribuyen entre ellos por igual y no reportarán
pérdidas. No produce ningún efecto legal las estipulaciones que excluyan algún
socio en la participación de las ganancias. No puede haber distribución de
utilidades mientras no hayan sido restituidas o absorbidas las pérdidas sufridas
en uno o varios ejercicios anteriores y en caso de pérdida del capital social,
este debe ser reintegrado reducido antes de repartir las utilidades. Además,
antes de repartir las utilidades, de debe separar anualmente mínimo el cinco
por ciento para formar el fondo de reserva hasta que importe la quinta parte del
capital social.

Respecto de las obligaciones, el socio que se separe o sea excluido de


la sociedad conserva la responsabilidad para con los terceros de las
operaciones que queden pendientes al momento de la separación o exclusión y
los pactos en contrario no producen efectos; además, la sociedad puede
retener tanto la parte del capital como las utilidades del socio hasta que
concluyan las operaciones pendientes. Para el caso de los socios que ingresen

484
La ley incluye las sociedades cooperativas dentro de las sociedades mercantiles, pero la
misma ley establece que se regirán por legislación especial.
232
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nuevos a una sociedad, estos responden por todas las obligaciones que tenga
la sociedad antes de su admisión y de igual manera, el pacto en contrario no
produce efectos. En el caso de los acreedores que particularmente tenga un
socio, estos pueden hacerse valer sus derechos sobre las utilidades que
correspondan al socio y en caso de que se disuelva la sociedad, sobre la
porción que le corresponda en la liquidación.

La sociedad en nombre colectivo se caracteriza porque todos los socios


responden de las obligaciones de forma subsidiaria, ilimitada y solidariamente;
pero pueden determinar que la responsabilidad de uno o varios socios se limite
a la cuota correspondiente. La razón social se compone con el nombre de uno
o varios socios y si en él no figuran los nombres de todos los socios, se le
añaden las palabras “y compañía”. Las personas que permitan que su nombre
figure en la razón social, responden en las mismas condiciones que los
asociados. Los socios no pueden ceder sus derechos, aceptar nuevos socios o
modificar el contrato social sin el consentimiento de todos los demás, salvo que
en los estatutos se acuerde que basta la aprobación de la mayoría; asimismo
puede pactarse que en caso de muerte, la sociedad continúe con los
herederos. Tienen prohibido dedicarse a negocios del mismo género de la
sociedad o formar parte en otras sociedades similares, salvo que medie
autorización de los demás socios. El o los administradores pueden ser socios o
personas externas y tanto sus nombramientos como remociones se hacen por
la mayoría de votos de los socios; pero si no hay administradores, todos los
socios responden por la administración de la sociedad. Los socios no
administradores pueden nombrar un interventor que inspeccione los actos de
los administradores. Los socios industriales deben percibir por lo menos lo que
necesiten para su sostenimiento y los socios capitalistas que administren
pueden percibir una remuneración.

La sociedad en comandita simple se conforma por uno o más socios


comanditados que responden subsidiaria, ilimitada y solidariamente de las
obligaciones sociales y de uno o varios socios comanditarios que solo tienen
por obligación realizar el pago de sus aportaciones y no pueden ejercer actos
de administración. La razón social se conforma igual que la sociedad en
nombre colectivo, seguida de las palabras “Sociedad en Comandita” o su
abreviatura “S. en C”. En su mayoría se aplican las normas de la sociedad en
comandita.

La sociedad de responsabilidad limitada se conforma por máximo


cincuenta socios, que solo están obligados al pago de aportes; el capital social
se establece en el contrato social y se divide en partes sociales que pueden
tener valor y categoría desiguales y son indivisibles, pero el contrato social
puede permitirlo; para constituirse el capital, debe estar suscrito y exhibido por
lo menos el cincuenta por ciento del valor de cada aporte. La razón social se
forma con el nombre de uno o más socios, seguida de las palabras “Sociedad
de Responsabilidad Limitada” o de su abreviatura “S. de R. L.” Para la cesión
de las partes sociales y la admisión de nuevos socios se requiere el
consentimiento de la mayoría del capital social si los estatutos no establecen
una proporción mayor. La asamblea de socios es el órgano supremo, sus
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resoluciones se toman por la mayoría de votos que representen por lo menos la


mitad del capital social, salvo que en el contrato social se establezcan un
porcentaje mayor y se debe reunir por lo menos una vez al año en el domicilio
de la sociedad; la asamblea toma decisiones respecto del balance general,
reparto de utilidades, remoción de gerentes, modificación del contrato social,
decide sobre los aumentos y reducciones del capital social y la disolución de la
sociedad, entre otras funciones. La administración está a cargo de uno o más
gerentes, que pueden ser socios o no, por tiempo limitado o indeterminado,
aunque la sociedad conserva el derecho de revocar en cualquier momento sus
administradores.

La sociedad anónima se conforma por socios cuya obligación se limita al


pago de sus acciones. Se puede denominar de cualquier manera pero siempre
debe ir seguida de las palabras “Sociedad Anónima” o de su abreviatura “S.A.”
Para su constitución se requiere de mínimo dos socios y cada uno con una
acción suscrita, sin número máximo de socios. El contrato social debe
establecer el monto mínimo de capital social y todas las acciones deben quedar
suscritas dentro del término de un año o un plazo menor. Una vez está suscrito
el capital social y estén hechas las exhibiciones legales, los fundadores
publican la convocatoria para la reunión de la Asamblea General Constitutiva,
que entre otras ocupaciones, debe aprobar el avalúo de los bienes que los
socios se hubieran ofrecido aportar y hacer el nombramiento de los
administradores. Luego de aprobada la constitución de la sociedad se
protocoliza y se realiza el registro del acta de la junta y de los estatutos. Las
acciones deben ser de igual valor, se representan por títulos nominativos y
cada acción da derecho a un voto. El contrato social puede contemplar
acciones ordinarias y acciones de voto limitado, que cuentan con preferencia
sobre las primeras a la hora de asignar los dividendos o liquidar la sociedad y
se les puede fijar un dividendo superior al de las ordinarias. Cada acción es
indivisible, de manera que si cuentan con copropietarios deben nombrar un
representante común. Las sociedades anónimas deben llevar un registro de las
acciones donde se anote el nombre del accionista, su nacionalidad y domicilio,
número de acciones que le pertenecen y las transmisiones que se hagan. La
sociedad no puede adquirir sus propias acciones salvo por adjudicación
judicial.

El órgano supremo de la sociedad anónima es la Asamblea General de


Accionistas, la cual realiza reuniones ordinarias y extraordinarias, que deben
realizarse en el domicilio social porque de lo contrario serán nulas. Entre otras
actividades, revisa el informe de los administradores, sus emolumentos, define
la prórroga de la duración de la sociedad, su disolución anticipada, aumento o
reducción del capital, cambio de objeto o nacionalidad, transformaciones y
fusiones, emisión de acciones privilegiadas y emisión de abonos. La
administración de la sociedad anónima debe estar a cargo de uno o varios
administradores, temporales y revocables, que pueden ser socios o no. Cuando
sean dos o más se debe constituir el Consejo de Administración. Pero,
además, la Asamblea General de Accionistas, el Consejo de Administración o
el Administrador pueden nombrar y revocar uno o varios gerentes generales,

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que pueden ser accionistas. La vigilancia de la sociedad está a cargo de uno o


varios comisarios, temporales y revocables, que pueden ser socios o no.

La sociedad en comandita por acciones se compone por uno o varios


socios comanditados que responden subsidiaria, ilimitada y solidariamente de
las obligaciones de la sociedad y uno o varios comanditarios que solo están
obligados a pagar sus acciones. El capital social se divide en acciones y no
pueden cederse sin el consentimiento de la totalidad de los socios
comanditados y el de las dos terceras partes de los comanditarios. La razón
social se forma con los nombres de uno o más comanditados y cuando en ella
no figuren todos los socios, deben estar seguidos de las palabras “y
compañía”. A la razón social se agregan las palabras “Sociedad en Comandita
por Acciones”, o su abreviatura “S. en C. por A”. De resto, se rigen por las
normas de la sociedad anónima.

La nueva figura, agregada a la ley en el año 2016, es el de la sociedad


por acciones simplificada, constituida por una o más personas físicas que solo
se obligan al pago de sus aportaciones representadas en acciones. Los
ingresos totales anuales no pueden superar los cinco millones de pesos y de
hacerlo se debe transformar en otro régimen societario, de no hacerlo, los
socios entran a responder ante terceros de manera subsidiaria, solidaria e
ilimitadamente. La denominación es libre y debe estar seguida de las palabras
“Sociedad por Acciones Simplificada” o de su abreviatura “S.A.S.” Su
constitución se realiza a través de un sistema electrónico de constitución y no
requiere escritura pública. Los estatutos solo deben contener: la denominación,
el nombre de los accionistas, su domicilio, el Registro Federal de
Contribuyentes de los accionistas, correo electrónico de cada uno de ellos; el
domicilio social, la duración de la sociedad, la forma y términos en que los
accionistas suscribirán y pagarán las acciones; el número, valor nominal y
naturaleza de las acciones en que se divide el capital social; el número de
votos que tendrá cada accionista, el objeto social y la forma de administración
de la sociedad.

El órgano supremo es la Asamblea de Accionistas, las decisiones se


toman por mayoría de votos y las reuniones pueden presenciales o por medios
electrónicos; cuando se componga por un solo accionista él será el órgano
supremo. La representación debe estar a cargo de un administrador que debe
ser un accionista; si la S.A.S. es de un solo accionista, éste ejercerá la
representación y la administración. La Asamblea de Accionistas debe ser
convocada por el administrador. Salvo pacto en contrario, las utilidades se
distribuyen en proporción a las acciones de cada accionista. En general, son
aplicables a estas sociedades las normas de la sociedad anónima, en lo que no
contradiga las disposiciones específicas.

2.2 Guatemala.

Conforme el Código de Comercio de Guatemala, Decreto número 2-70,


son sociedades comerciales la sociedad colectiva, la sociedad en comandita
simple, la sociedad de responsabilidad limitada, la sociedad anónima y la
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sociedad en comandita por acciones. Los actos relativos a la sociedad son


solemnes y por ello se exige escritura pública para su constitución, prórrogas,
aumento o reducción de capital, cambio de razón social, fusión, disolución,
separación o ingreso de socios en las sociedades no accionadas. Todo debe
presentarse en el Registro Mercantil. La omisión de la escritura social y de las
solemnidades establecidas produce nulidad absoluta, pero los socios
responden solidaria e ilimitadamente frente a terceros, con quienes hubieren
contratado a nombre y en interés de la sociedad de hecho.

Como regla general a todas las sociedades para la distribución de


utilidades y pérdidas, queda prohibida la distribución de utilidades que no se
hayan obtenido; la distribución entre los socios capitalistas debe hacerse
proporcionalmente al capital aportado; para los socios industriales, las
utilidades a distribuir deben ser iguales a los socios capitalistas, y el valor que
les corresponda se divide en partes iguales entre los socios industriales. Los
socios que tengan la doble calidad de capitalista e industrial, participa en cada
uno de los conceptos. Los socios industriales solo deben soportar las pérdidas
en la parte que excedan del capital. Y se entienden nulas las cláusulas que
excluyan a algún socio de participar de las utilidades y sin efectos frente a
terceros cuando exoneren de las pérdidas.

En términos generales, todas las sociedades deben separar anualmente


el cinco por ciento de las utilidades netas para la reserva legal; salvo en las
sociedades accionadas, solo pueden admitirse nuevos socios con el
consentimiento unánime de los demás y pactarse que la sociedad siga con los
herederos; la administración de la sociedad corresponde a uno o varios
administradores o gerentes, que pueden ser socios o no, los cuales son
nombrados y removidos por resolución de los socios; en las sociedades no
accionadas cuando el administrador sea un socio y se pacte su inamovilidad,
puede ser removido judicialmente.

En la sociedad colectiva, todos los socios responden subsidiaria,


ilimitada y solidariamente de las obligaciones sociales, cualquier disposición en
contrario no produce efectos ante terceros. La razón social se forma con el
nombre y apellido de uno de los socios o con los apellidos de dos o más de
ellos y la leyenda final “y compañía Sociedad Colectiva” o la abreviatura “y Cía
S.C.” Uno o más de los socios pueden ser administradores, en su defecto lo
son todos. Las decisiones o resoluciones de los socios se toman en Junta
General.

La sociedad comandita simple se compone por uno o varios socios


comanditados que responden subsidiaria, ilimitada y solidariamente de las
obligaciones sociales; y uno o varios socios comanditarios que responden solo
hasta el monto de sus aportes. El capital debe ser aportado íntegramente al
constituirse. Los socios comanditarios no pueden ejercer actos de
administración de la sociedad ni están obligados a restituir las utilidades que
hubieran cobrado de buena fe.

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La sociedad de responsabilidad limitada, cuyo capital está dividido en


aportaciones y se compone de máximo veinte socios, que solo tienen como
obligación el pago de estas aportaciones que no pueden incorporarse a títulos
de ninguna naturaleza. La razón social se forma con el nombre completo de
uno de los socios o con el apellido de dos o más de ellos y al final la palabra
Limitada o la leyenda: “y Compañía Limitada” o su abreviatura Ltda. o Cía.
Ltda. Expresamente se dispone que no puede haber socios industriales.

La sociedad anónima, con capital dividido y representado por acciones,


se denomina de forma libre finalizando con la leyenda: “Sociedad Anónima”,
que podrá abreviarse S.A. Cuenta con un capital autorizado (la suma máxima
que se puede emitir en acciones) y un capital suscrito (el pagado) que debe ser
de mínimo cinco mil quetzales (635 euros aprox.), el cual puede darse en
efectivo o en especie. Las acciones son indivisibles y pueden ser nominativas
o al portador, a voluntad del accionista y pueden crearse acciones de voto
limitado o preferente. La sociedad debe llevar un registro de las acciones y solo
puede adquirir sus propias acciones cuando se excluya o separe un socio si
tiene utilidades acumuladas y reservas de capital.

El órgano supremo es la asamblea general conformada por los


accionistas, se debe reunir al menos una vez al año y se ocupa, entre otras
funciones, de aprobar el estado de pérdidas y ganancias, así como del informe
de la administración; nombrar y remover a los administradores y al órgano de
fiscalización cuando lo haya, además de resolver la distribución de utilidades.
Las reuniones en principio deben realizarse en la sede de la sociedad y para
que la asamblea ordinaria tenga quórum debe estar representada por lo menos
la mitad de las acciones que tengan derecho al voto y las resoluciones se
deben tomar por la mayoría de votos de los asistentes.

La administración está a cargo de uno o varios administradores que se


constituyen en un consejo de administración. Los administradores pueden o no
ser socios y su nombramiento es por periodos de máximo tres años con
posibilidad de reelección y son revocables en cualquier tiempo sin necesidad
de justificación, mediante acuerdo adoptado por la asamblea general. La
escritura social determina la forma de designar el presidente del consejo de
administración cuando sean varios y a falta de estipulación será el que primero
sea nombrado o el que siga en orden de designación. La asamblea o los
administradores, según lo disponga la escritura social, pueden nombrar uno
más gerentes generales o especiales, que pueden o no ser accionistas y
pueden ser revocados en cualquier momento. Para la fiscalización, los
accionistas pueden ejercer la inspección por contadores, auditores o
comisarios, conforme lo establezca la escritura social.

La sociedad en comandita por acciones se constituye con socios


comanditados que responden de manera subsidiaria, ilimitada y solidaria por
las obligaciones sociales (además, tienen a su cargo la administración de la
sociedad y la representación legal de la misma) y uno o varios socios
comanditarios que responden hasta el monto de las acciones suscritas. La
razón social se forma con el nombre de uno de los socios comanditados o con
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los apellidos de dos o más de ellos, si son varios se agrega la leyenda: “y


Compañía Sociedad en Comandita por Acciones” o su abreviatura “y Cía.,
S.C.A.” En estas sociedades, es obligatorio establecer en la escritura
constitutiva un órgano de fiscalización integrado por uno o varios contadores,
auditores o comisarios nombrados exclusivamente por los socios comanditarios
y cuyo funcionamiento y atribuciones se rige por lo dispuesto para la
fiscalización de las sociedades anónimas. Pero los socios comanditados no
tienen derecho de voto por las acciones que les corresponden, en las
deliberaciones de la asamblea que verse sobre el nombramiento y a la
remoción de los órganos de fiscalización, el ejercicio de la acción de
responsabilidad y la aprobación de los actos de la administración.

2.3 Colombia.

La legislación colombiana, que incluye otras normas diferentes pero


complementarias al Código de Comercio, contempla las figuras tradicionales de
sociedad colectiva, comandita o comandita simple, comandita por acciones, de
responsabilidad limitada y anónima. Además de estas, se encuentran la
empresa unipersonal y la sociedad por acciones simplificada.

En las sociedades colectivas, todos los socios responden solidaria e


ilimitadamente por las actividades sociales. Cualquier tipo de sociedad
mercantil puede formar parte de una sociedad colectiva. La razón social, que
no puede formar parte de los establecimientos de comercio, se forma con el
nombre completo o el solo apellido de uno o varios socios seguido de las
expresiones “y compañía”, “hermanos” o “e hijos” u otras parecidas. A la
muerte de uno de los socios la sociedad puede continuar con los herederos y
se agrega la palabra “sucesores”. La administración corresponde a todos los
socios pero puede delegarse en otros socios o extraños. Salvo que los
estatutos dispongan otra cosa, la transferencia de partes de interés, la
enajenación de activos, el ingreso de socios nuevos o las reformas a los
estatutos, deben ser aprobados por voto unánime de todos los socios. Esta
sociedad presenta en Colombia unas causales especiales de disolución como
las siguientes: que salvo que se haya establecido otra cosa, muera o le
sobrevenga una incapacidad a alguno de los socios, por liquidación obligatoria
de algunos de los socios, por retiro o renuncia justificada de alguno de los
socios y por enajenación forzada del interés de alguno de los ellos a favor de
un extraño.

Las sociedades en comandita (simples o por acciones) se conforman por


socios gestores o colectivos, que tienen responsabilidad solidaria e ilimitada y
los socios comanditarios que solo responden hasta sus respectivos aportes; en
caso de duda de la calidad de un socio se presume que es colectivo. La razón
social se forma con el nombre completo o los apellidos de los socios colectivos
seguidos de la expresión “y compañía” o la abreviatura “& Cía.”, seguida de la
abreviatura “S. en C.” o SCA si es sociedad comandita por acciones. De no
tener estas indicaciones, se presume que es una sociedad colectiva. La
administración está a cargo de los socios colectivos. Los socios comanditarios
pueden ceder sus cuotas en la forma prevista para las sociedades de
238
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responsabilidad limitada. Si en el contrato social no se estipula otra cosa, las


utilidades sociales se deben distribuir entre los comanditarios a prorrata de sus
cuotas o acciones, pagando previamente el beneficio a los socios gestores. Las
decisiones se toman en junta de socios donde cada socio gestor tiene un voto y
el de los comanditarios se computan conforme el número de cuotas o acciones
que tenga cada uno.

Para el caso de las sociedades en comandita simple, se conforma con


mínimo dos socios: uno gestor y otro comanditario. Además, las reformas
estatutarias se aprueban por unanimidad de los socios colectivos y por la
mayoría absoluta de votos de los comanditarios. También, deben elevarse a
escritura pública. Esta sociedad se disuelve, además de las reglas generales,
cuando se reduzca su capital a la tercera parte o menos.

Para el caso de las sociedades comanditas por acciones no pueden


constituirse ni funcionar con menos de cinco accionistas. El capital, expresado
en acciones, debe estar representado en títulos de igual valor y mientras no
hayan sido totalmente pagados deben ser obligatoriamente nominativos. El
aporte de los socios gestores no forma parte del capital social pero pueden
suscribir acciones sin perder dicha la calidad. En la constitución de la sociedad
se debe suscribir como mínimo el cincuenta por ciento de las acciones en que
se divide el capital autorizado y pagarse por lo menos la tercer parte del valor
de cada acción suscrita. Esta sociedad debe crear una reserva legal de por lo
menos el cincuenta por ciento del capital suscrito, formado por el diez por
ciento de las utilidades netas de cada ejercicio. Se disuelve, además de las
normas generales, si las pérdidas reducen el patrimonio neto a menos del
cincuenta por ciento del capital suscrito. En los temas no tratados
específicamente para este tipo de sociedad, se aplican las normas de las
sociedades colectivas a los socios gestores y las de las sociedades anónimas a
los comanditarios.

En la sociedad de responsabilidad limitada, como en los demás países,


los socios responden hasta el monto de sus aportes. Pueden ser mínimo dos y
máximo veinticinco, siendo nula de pleno derecho la sociedad que se
constituya con más socios de los permitidos. La sociedad debe llevar un
registro de los socios y ser registrado en la Cámara de Comercio. Los
estatutos pueden estipular para todos o algunos socios, mayores
responsabilidades o prestaciones accesorias o garantías suplementarias. El
capital social se paga completamente al constituirse y se divide en cuotas de
igual valor. La denominación o razón social se conforma seguida de la palabra
“limitada” o la abreviatura “Ltda.”, que de no aparecer, hace que todos los
socios respondan de manera solidaria e ilimitada. El máximo órgano es la junta
de socios, en donde cada cuota equivale a un voto y las decisiones se toman
por la mayoría absoluta de las cuotas en que esté divido el capital. Los socios
pueden ceder sus cuotas y salvo que los estatutos digan otra cosa, los demás
socios guardan el derecho de preferencia para su adquisición y en caso de que
muera un socio, la sociedad puede continuar con los herederos. Estas
sociedades presentan dos causales especiales de disolución: cuando las

239
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pérdidas reduzcan el capital por debajo del cincuenta por ciento o cuando los
socios superen los veinticinco.

En la sociedad anónima, que se puede constituir por acto único o por


suscripción sucesiva, igualmente los socios responden hasta el monto de sus
aportes y su denominación va seguida de las palabras “sociedad anónima” o la
abreviatura “S.A.” Se constituye y funciona con mínimo cinco socios sin tope
máximo. El capital social de divide en acciones de igual valor que son
indivisibles y se representan en títulos negociables. Estas sociedades, cuentan
con un capital autorizado, al constituirse debe suscribirse485 no menos del
cincuenta por ciento del capital autorizado y pagarse no menos de la tercera
parte del valor de cada acción de capital que se suscriba. Las acciones
pueden ser nominativas o al portador, pero deben ser nominativas mientras no
se hayan pagado en su totalidad. Se permite la creación de acciones de goce o
industria para compensar aportaciones de servicios, trabajo, conocimientos
tecnológicos, secretos empresariales, asistencia técnica, entre otros. Las
acciones pueden ser ordinarias o privilegiadas; estas últimas tienen derecho
preferencial para su reembolso en caso de liquidación o para la distribución de
las utilidades, con dividendo preferencial pero sin derecho al voto. La sociedad
puede adquirir sus propias acciones y debe constituir una reserva legal que
debe ascender como mínimo al cincuenta por ciento del capital suscrito,
formada por el diez por ciento de las utilidades líquidas de cada ejercicio.
Cuando la reserva legal exceda el cien por ciento del capital suscrito, se debe
repartir el setenta por ciento de las utilidades.

El máximo órgano es la asamblea general que debe reunirse en el


domicilio principal de la sociedad, pero puede reunirse en cualquier sitio
cuando esté representada la totalidad de las acciones suscritas. La asamblea
elige al órgano administrativo que es la junta directiva, compuesta por mínimo
tres miembros, cada uno con suplente. Y mínimo un representante legal
nombrado por la junta directiva o por la asamblea si así lo establecen los
estatutos, para periodos fijos, de reelección indefinida y revocable en cualquier
momento.

Mediante Ley 222 de 1995 se creó la empresa unipersonal, persona


jurídica nacida por la voluntad de una sola persona (natural o jurídica), la cual
destina unos activos para la realización de actividades mercantiles. Se
constituye por documento privado y forma persona jurídica solo con la
inscripción en el registro mercantil486. La razón social debe finalizar con la

485
Conforme lo detalla el art. 384 del Código de Comercio, la suscripción de acciones es un
contrato a través del cual la persona se obliga con la sociedad a pagar un aporte por cada
acción.
486
Aunque su denominación como “empresa unipersonal” también se encuentra en Perú, debe
aclararse que en éste último país la empresa unipersonal no cuenta con una regulación
normativa expresa más allá de los aspectos tributarios y difiere sustancialmente de la
institución jurídica colombiana, en cuento que: primero, en Colombia constituye una persona
jurídica diferente del titular y requiere de formalidades como la escritura de constitución y el
registro mercantil, mientras que en Perú no se presentan ninguna de las dos condiciones;
segundo, el titular de la empresa no responde con su patrimonio personal de las obligaciones
contraídas por la empresa, salvo que haya dolo o culpa grave, en Perú, la responsabilidad del
240
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expresión “Empresa Unipersonal o la sigla “E.U”. La empresa puede realizar


cualquier acto lícito de comercio y tener un término indefinido. El capital de la
empresa se divide en cuotas de igual valor nominal. La administración está en
cabeza del titular, el cual puede delegarla. Le está prohibido al titular de la
empresa contratar con ella, así como tampoco pueden contratar entre sí las
empresas unipersonales constituidas por el mismo titular. Éste puede ceder
total o parcialmente las cuotas sociales a otras personas, naturales o jurídicas,
pero cuando la empresa pertenezca a dos o más personas, debe adoptar la
forma de sociedad comercial; por el contrario, cuando una sociedad comercial
reduzca sus socios a uno, puede transformase a empresa unipersonal. En lo
no previsto para esta empresa, se aplican las normas generales de las
sociedades comerciales, en especial las de la sociedad de responsabilidad
limitada.

La última novedad en materia de sociedades mercantiles, lo trajo la Ley


1258 de 2008, por la cual se crea la sociedad por acciones simplificada,
“S.A.S.”, que se caracteriza por ser una sociedad de capitales flexible. Se
constituye por una o varias personas, naturales o jurídicas, mediante
documento privado que se inscribe en el Registro Mercantil, y puede pasar de
ser unipersonal a plural sin ningún trámite particular. Su capital se divide en
acciones que no pueden negociarse en bolsa; debe contar con capital
autorizado, suscrito y pagado. Puede crear acciones privilegiadas, acciones
con dividendo preferencial y sin derecho a voto, acciones con dividendo fijo
anual y acciones de pago. Las acciones se pueden pagar en un plazo máximo
de dos años. Para elección de juntas directivas o cuerpos colegiados, los
accionistas pueden fraccionar su voto. Aunque tenga un solo accionista, debe
llevar un libro de accionistas. Solo responden hasta el monto de sus aportes y
no se hacen responsables por las obligaciones laborales, tributarias o de
cualquier otro tipo en que incurra la sociedad, salvo en casos de fraude o
abuso del derecho.

Su objeto social puede ser indeterminado, es decir, dedicarse a


cualquier actividad lícita; también puede contemplar en su objeto social
actividades civiles, pero su naturaleza será siempre comercial y para efectos
tributarios se rige por las reglas de las sociedades anónimas. Además, puede
tener un término de duración, pero si no se dice nada en el acto de constitución
se entiende que es indefinido.

Puede determinar libremente su estructura orgánica, a falta de


estipulación se entiende que el órgano máximo es la asamblea o el accionista
único y la administración a cargo del representante legal. No está obligada a
tener junta directiva y mientras tenga un solo accionista éste ejerce todas las
funciones de los órganos sociales, incluida la representación legal. La
asamblea puede reunirse en cualquier lugar mientras haya quórum. Cualquier
sociedad se puede transformar en S.A.S. o de ésta a cualquiera de las

titular es ilimitada y responde con su patrimonio personal cuando el de la empresa sea


insuficiente. Siendo más cercana a la empresa unipersonal colombiana la empresa individual
de responsabilidad limitada de Perú.
241
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sociedades mercantiles establecidas en el Código de Comercio, con la decisión


unánime de todos los asociados.487

2.4 Perú.

Perú cuenta con la Ley General de Sociedades, Ley No. 26887, en la


cual se establece que las sociedades se constituyen cuando menos por dos
socios, personas naturales o jurídicas, cuando queda una sola persona la
sociedad se disuelve de pleno derecho. La constitución se hace por Escritura
Pública, la cual contiene el pacto social, que a su vez incluye el estatuto. La
sociedad colectiva, las sociedades en comandita, la sociedad comercial de
responsabilidad limitada y las sociedades civiles sólo pueden constituirse
simultáneamente en un solo acto; la sociedad anónima, además, puede hacerlo
en forma sucesiva mediante oferta a terceros. La duración de la sociedad
puede ser por plazo determinado o indeterminado.

La sociedad responde con su patrimonio social sin perjuicio de la


responsabilidad personal de cada socio en las sociedades personalistas. El
socio nuevo responde por las obligaciones que haya contraído la sociedad con
anterioridad, cualquier pacto en contrario no tiene efectos frente a terceros. En
general, la distribución de utilidades solo puede realizarse conforme los
estados financieros, las sumas que se repartan no pueden superar el monto de
las utilidades obtenidas. Tampoco pueden distribuirse utilidades si se ha
perdido parte del capital y hasta tanto no se haya reintegrado o reducido el
capital.

La sociedad anónima, puede tomar cualquier denominación seguida de


la indicación “sociedad anónima” o las siglas “S.A.” Cuando sean sociedades
que realicen actividades que por ley solo pueden realizar este tipo de
sociedades, el uso de la indicación o la sigla es facultativo. El capital está
representado en acciones nominativas e indivisibles, los socios no responden
personalmente de las deudas sociales y no se admite el aporte de servicios.
Para la constitución de la sociedad es necesario que tenga el capital suscrito
totalmente y cada acción esté pagada por lo menos en una cuarta parte. Todas
las acciones deben tener el mismo valor nominal y cada acción suscrita da
derecho a un voto. Las acciones se crean en el pacto social o posteriormente
por acuerdo de la junta general. Las acciones solo se emiten cuando han sido
suscritas y pagadas en por lo menos el veinticinco por ciento de su valor
nominal. Pueden crearse diversas clases de acciones, tanto en el pacto social
como por acuerdo de la junta general; puede haber acciones con derecho a

487
El Comité Jurídico de la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en
Washington, adoptó el modelo colombiano como el “Proyecto de Ley Modelo sobre Sociedad
por Acciones Simplificada”, mediante la Resolución CJI/RES.188 (LXXX-0/12). Así mismo, se
encuentra en estudio en la UNCITRAL y con adaptaciones fue incorporada a la Ley de
Sociedades en México en el año 2016. También Argentina, en la Ley 27.349, de abril de 2017,
que tiene por objeto apoyar la actividad emprendedora en el país y su expansión internacional,
así como la generación de capital emprendedor en la República, crea la sociedad por acciones
simplificada -SAS- como un nuevo tipo societario, la cual se puede constituir por una o varias
personas humanas o jurídicas, por instrumento público o privado y por medios digitales. Ello,
como estrategia para el impulso del emprendimiento en Argentina.
242
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voto y sin derecho a voto pero con dividendo preferencial. La sociedad puede
adquirir sus propias acciones con cargo a beneficios y reservas libre o con
cargo al capital únicamente para amortizarlas, previo acuerdo de reducción del
capital adoptado conforme a ley.

El órgano supremo de la sociedad es la junta general de accionistas, que


se celebra en el lugar del domicilio social, salvo que el estatuto prevea la
posibilidad de realizarla en lugar distinto. Se reúne obligatoriamente por lo
menos una vez al año dentro de los tres meses siguientes a la terminación del
ejercicio económico. La adopción de los acuerdos requiere del voto favorable
de la mayoría absoluta de las acciones representadas. Se reconoce la Junta
Universal cuando se encuentren presentes la totalidad de las acciones
suscritas con derecho a voto y se acepte por unanimidad la celebración de la
junta y los asuntos a tratar.

La administración de la sociedad está a cargo del directorio y de uno o


más gerentes. El directorio es un órgano colegiado elegido por la junta general
y pueden ser removidos en cualquier momento. El estatuto social puede
establecer un número fijo de directores o establecer un número mínimo (que no
puede estar por debajo de tres) y uno máximo. El directorio debe tener
periodos determinados, no menores de un año ni mayores a tres. Los
directores pueden ser reelegidos, salvo disposición contraria del estatuto. El
directorio elige entre sus miembros a un presidente y designa el o los gerentes,
salvo que el estatuto establezca que es facultad de la junta general. Si se
designan más de un gerente se debe indicar cuál o cuáles recae el título de
gerente general; a falta de indicación, se considera que será el designado en
primer lugar. El gerente es designado por tiempo indefinido si el estatuto no
establece un plazo fijo, pero puede ser removido en cualquier momento.

Las sociedades anónimas deben crear una reserva legal equivalente a la


quinta parte del capital, constituido como mínimo por el diez por ciento de la
utilidad distribuible en cada ejercicio, deducido el impuesto de renta. La
distribución de la mitad de las utilidades distribuibles es obligatoria si lo solicita
los accionistas que representen cuando menos el veinte por ciento de las
acciones suscritas con derecho al voto. Solo se pueden pagar dividendos en
razón de utilidades obtenidas y todas las acciones tienen derecho al dividendo
así no se encuentren totalmente pagadas. La normativa peruana discrimina
entre la sociedad anónima cerrada y abierta. La primera tiene máximo veinte
accionistas y no tiene acciones inscritas en el Registro Público del Mercado de
Valores; la denominación debe contener la indicación "Sociedad Anónima
Cerrada", o las siglas S.A.C. Las abiertas han hecho oferta pública de acciones
y tienen más de 750 accionistas; debe denominarse con la indicación
"Sociedad Anónima Abierta" o las siglas "S.A.A."

En la sociedad colectiva, los socios responden en forma solidaria e


ilimitada por las obligaciones sociales y cualquier pacto en contrario no produce
efecto contra terceros. La razón social se integra con el nombre de alguno,
algunos o todos los socios, seguido de la expresión "Sociedad Colectiva" o las
siglas "S.C.". Como en todos los demás países revisados, la persona que no
243
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sea socio pero permita que su nombre aparezca en la razón social, responde
como si lo fuera. La sociedad tiene una duración fija pero puede ser prorrogada
con el consentimiento unánime de los socios. El socio excluido o separado
responde ante terceros por las obligaciones sociales contraídas hasta el día en
que termina su relación con la sociedad. De igual modo, los herederos del
socio responden, pero su responsabilidad está limitada a la masa herencial del
causante.

Las sociedades en comandita, que pueden ser simples o por acciones,


se conforman con socios colectivos que responden solidaria e ilimitadamente y
los socios comanditarios que solo responden hasta la parte del capital que se
hayan comprometido a aportar. La razón social se conforma con el nombre de
uno, algunos o todos los socios colectivos, seguidos de las expresiones
"Sociedad en Comandita" o "Sociedad en Comandita por Acciones", o sus
respectivas siglas "S. en C." o "S. en C. por A.". A la sociedad en comandita
simple se le aplican las normas de la sociedad colectiva, pero particularmente
el pacto social debe señalar el monto del capital y cómo se divide, dejando
claro que no pueden ser representadas en ningún título negociable y los
aportes de los socios comanditarios solo se pueden constituir con bienes en
dinero o especie. Por su lado, a las comanditas por acciones se les aplica las
normas de la sociedad anónima, pero en particular, su capital debe estar
dividido en acciones tanto para los socios colectivos como comanditarios, los
primeros ejercen la administración social y pueden ser removidos; además, los
socios comanditarios pueden asumir la administración pero adquieren la
calidad de colectivos.

Otras tipo societarios es la sociedad comercial de responsabilidad


limitada, cuyo capital se divide en participaciones iguales, acumulables e
indivisibles, que no pueden incorporarse en títulos valores. Los socios pueden
ser máximo veinte y no responden personalmente por las obligaciones de la
sociedad. La denominación debe añadir la indicación "Sociedad Comercial de
Responsabilidad Limitada" o su abreviatura "S.R.L.". La administración la
ejerce uno o más gerentes, que pueden ser socios o no y ser removidos en
cualquier momento; sin embargo, si el nombramiento ha sido condición del
pacto social, solo pueden ser removidos judicialmente.

Además de las anteriores, Perú cuenta con la figura de las sociedades


civiles, que se constituyen para un fin común pero de carácter económico que
se realiza mediante el ejercicio de una profesión, oficio o práctica personal de
uno, algunos o todos los socios. Puede ser ordinaria y los socios responden de
manera personal y subsidiaria en proporción a sus aportes o de
responsabilidad limitada, los socios no pueden superar los treinta y no
responden por las deudas sociales. La razón social se integra con el nombre
de uno o más socios y con la indicación "Sociedad Civil" o su expresión
abreviada "S. Civil"; o, "Sociedad Civil de Responsabilidad Limitada" o su
expresión abreviada "S. Civil de R. L." El capital social debe estar íntegramente
pagado al celebrarse el pacto social. Las participaciones no pueden ser
incorporadas en títulos valores, ningún socio puede transmitir a otra persona
sin el consentimiento de los demás; la administración corresponde a uno o
244
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varios socios revocables en cualquier momento; las utilidades y pérdidas las


asumen todos de acuerdo al pacto social o en proporción a sus aportes. El
órgano supremo es la junta de socios. La sociedad debe llevar las actas y
registros contables de las sociedades comerciales.

Adicional a las anteriores, mediante Decreto Ley No. 21621 de 1976, se


crea la empresa individual de responsabilidad limitada, con carácter netamente
mercantil, que es la conformada por una persona natural, con patrimonio
propio, distinto al de su titular, creada para el desarrollo exclusivo de
actividades económicas. El titular responde solo con los aportes. La razón
social debe incluir el nombre y el apellido del constituyente, debiendo concluir
con las palabras “Empresa Individual de Responsabilidad Limitada o su
abreviatura “E.I.R.L.” Puede desarrollar operaciones civiles y comerciales,
menos las que por ley solo pueden realizar las sociedades anónimas. En esta
empresa los bienes comunes de la sociedad conyugal pueden ser aportados a
la Empresa.

Cada persona natural podrá ser titular de una o más Empresas


Individuales de Responsabilidad Limitada y el derecho del Titular sobre el
capital de la Empresa tiene la calidad legal de bien mueble incorporal; este
derecho no puede ser incorporado a títulos valores y puede ser transferido por
acto intervivos o por sucesión mortis causa. La empresa es de duración
indeterminada y en el objeto social quedan incluidos todos los actos
mercantiles y que coadyuven a la realización de sus fines empresariales,
aunque no estén expresamente indicados en el pacto social o en su estatuto.
La Empresa se constituye por escritura pública y debe ser inscrita en el
Registro Mercantil. La inscripción otorga personalidad jurídica a la Empresa,
considerándose el momento de la inscripción como el de inicio de las
operaciones.

Los órganos de la empresa son el titular y la gerencia. El primero es el


máximo órgano y toma las decisiones sobre los bienes y actividades de la
empresa. La gerencia, que puede ser desempeñada por una o más personas
designadas por el titular y ser revocadas en cualquier momento, se encarga de
su administración y representación por tiempo indeterminado. Quien ocupe
este cargo se denomina Gerente, el cual también puede ser asumido por el
titular, debiendo usar la denominación “Titular–Gerente”. Cualquier decisión
que establezca la irrevocabilidad del Gerente es nula. Las sociedades
comerciales se pueden transformar en empresas individuales de
responsabilidad limitada y éstas en sociedades.

2.5 Chile.

El sistema jurídico chileno cuenta con las siguientes sociedades: la


sociedad colectiva, las sociedades en comandita (Código de Comercio), la
sociedad de responsabilidad limitada (Ley N° 3.918) y la sociedad anónima
(Ley Nº 18.046, sociedad anónima cerrada, Ley N° 18.046; sociedad anónima
de garantía recíproca, Ley N° 20.179). Además, la empresa individual de
responsabilidad limitada (Ley N° 19.857).
245
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La sociedad colectiva se forma por escritura pública inscrita en el


registro de comercio que le corresponda conforme su domicilio. La razón social
se configura con el nombre solo de algunos o todos los socios, agregando las
palabras “y compañía”. El nombre de un socio muerto o separado debe ser
suprimido y la inclusión del nombre de una persona extraña se constituye en
estafa. La administración les corresponde a todos los socios, cosa que pueden
delegar en otros socios o extraños.

Los socios son responsables solidariamente de las obligaciones de la


sociedad, la cual responde con su fondo social, compuesto por los aportes de
cada uno de los socios y el aporte puede ser en dinero o en especie, materiales
o inmateriales como créditos, patentes de invención, la mera industria, entre
otras opciones. Los socios capitalistas dividen ganancias y pérdidas entre sí en
la forma que hayan acordado, a falta de esta, se las dividen a prorrata de los
aportes. Las ganancias y pérdidas del socio industrial se asumen como esté en
el contrato y a falta de estipulación, no cargará con las pérdidas y de las
ganancias le corresponderá una cuota igual al aporte más módico.

La sociedad por acciones cuenta con un capital fijado de manera precisa


en el estatuto, representado en acciones nominativas. Cada acción da al
accionista un voto y estos responden solo hasta el monto de sus respectivos
aportes. El estatuto social puede establecer porcentajes mínimos y máximos
del capital social que puede ser controlado por uno o más accionistas, en forma
directa o indirecta. Las acciones pueden ser ordinarias o preferidas, acciones
sin derecho a voto, con derecho a voto limitado o conceder más de un voto por
acción. La sociedad se rige supletoriamente por las normas aplicables a las
sociedades anónimas cerradas en lo que no se oponga a las normas
particulares para esta sociedad.

El nombre de la sociedad debe terminar con la expresión “SpA”, su


objeto siempre será mercantil, puede tener una duración indefinida y su
máxima autoridad es la junta de accionistas. Esta sociedad no se disuelve por
reunirse todas las acciones en un solo accionista. Y conforme lo establece el
artículo 430 del Código de Comercio, la sociedad por acciones “que durante
más de 90 días seguidos tenga 500 o más accionistas o, a lo menos, el 10% de
su capital suscrito pertenezca a un mínimo de 100 accionistas, excluidos los
que individualmente o a través de otras personas naturales o jurídicas, excedan
dicho porcentaje, por el solo ministerio de la ley se transformará en una
sociedad anónima, siéndole totalmente aplicables las disposiciones pertinentes
de dicha ley, las que en este caso prevalecerán sobre el estatuto social.” La
sociedad puede adquirir acciones de su propia emisión pero se deben
enajenarse en un plazo de un año, con el riesgo que si no se enajenan, el
capital queda reducido de pleno derecho y las acciones se deben eliminar del
registro.

La sociedad comandita se celebra entre mínimo una persona que


promete realizar un aporte (socios comanditarios) y uno o varias personas que
se obligan a administrar la sociedad (socios gestores). La razón social
246
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comprende el nombre de uno o más socios gestores, prohibiéndose el uso del


nombre de los socios comanditarios. Los socios gestores son responsables de
manera solidaria e indefinida, los comanditarios hasta la concurrencia de sus
aportes prometidos o entregados.

Tiene dos especies: la sociedad comandita simple y por acciones. La


comandita simple se forma como la sociedad colectiva. La comandita por
acciones divide su capital en acciones nominativas. Las decisiones se toman
en la asamblea con la mayoría de los accionistas presentes o representados, la
mayoría se compone de la cuarta parte de los accionistas, que representen la
cuarta parte del capital social. En todas las comanditas por acciones se debe
establecer una junta de vigilancia, compuesta por mínimo tres accionistas y
nombrada por la asamblea general por un periodo de cinco años. En los
términos del artículo 507bis, “la sociedad en comandita que durante más de 90
días seguidos tenga 500 o más accionistas o, a lo menos, el 10% de su capital
suscrito pertenezca a un mínimo de 100 accionistas, excluidos los que
individualmente o a través de otras personas naturales o jurídicas, excedan
dicho porcentaje, por el solo ministerio de la ley se transformará en una
sociedad anónima.”

Además de las anteriores, está la sociedad anónima, que siempre es


mercantil aunque se forme para la realización de negocios civiles, debe constar
de escritura pública y la falta de este requisito la hace nula de pleno derecho
sin posibilidad de ser saneada. Se forma por un fondo común, dividido en
acciones nominativas de igual valor, cuyos aportes los realizan los accionistas,
los cuales solo responden por sus respectivos aporte. Las acciones podrán
pagarse en dinero efectivo o con otros bienes, la duración de la sociedad
puede ser indefinida y su razón social debe incluir las palabras "Sociedad
Anónima" o la abreviatura "S.A." Esta sociedad es administrada por un
directorio integrado por miembros revocables.

Hay de tres clases: las sociedades abiertas que hacen oferta pública de
sus acciones en el mercado de valores, tienen 500 o más accionistas y
aquellas en las que a lo menos el diez por ciento de su capital suscrito
pertenece a un mínimo de cien accionistas; las sociedades cerradas que no se
comprenden en la anterior descripción; y las sociedades especiales, que son
las que tienen un tratamiento legal especial como las compañías aseguradoras,
las administradoras de fondos mutuos y las bolsas de valores, por ejemplo. El
capital inicial debe quedar totalmente suscrito y pagado en término máximo de
tres años, de no ocurrir en este plazo, el capital social queda reducido al monto
suscrito y pagado. Las acciones pueden ser ordinarias o preferidas. Cada
accionista tiene un voto por cada acción que posea o represente. Sin embargo,
los estatutos podrán contemplar series de acciones preferentes sin derecho a
voto o con derecho a voto limitado y se prohíbe la creación de acciones de
industria y de organización.

Los accionistas se reúnen en juntas ordinarias (una vez al año) y


extraordinarias (en cualquier tiempo). La administración de la sociedad
anónima la ejerce un directorio elegido por la junta de accionistas. Los
247
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estatutos establecen el número de directores que es invariable, elegidos para


periodos que no pueden ser superiores a los tres años, pero pueden ser
reelegidos indefinidamente. Si los estatutos no disponen nada sobre el
periodo, el directorio se debe renovar cada año. El directorio de las sociedades
anónimas cerradas se conforma con mínimo tres directores y el de las abiertas
por no menos de cinco. Los estatutos pueden establecer directores suplentes.
También, las sociedades anónimas tendrán uno o más gerentes designados
por el directorio, los cuales tendrán la representación judicial de la sociedad.
Respecto de la fiscalización de la administración, las juntas ordinarias de las
sociedades anónimas cerradas deben nombrar anualmente dos inspectores de
cuenta o auditores externos independientes para examinar la contabilidad, el
inventario, el balance y otros estados financieros. Las sociedades anónimas
abiertas deben designar anualmente auditores externos e independientes.

Mediante la Ley 3.918 se crearon las sociedades civiles y comerciales,


constituidas por escritura pública y con responsabilidad de los socios limitada a
sus aportes o a la suma que se indique. El número de socios máximo es de
cincuenta y no pueden dedicarse a negocios bancarios. La razón social puede
contener el nombre de uno o más socios o una referencia al objeto de la
sociedad, siempre terminando con la palabra “limitada”. En lo no previsto para
estas sociedades, se aplican las normas de las sociedades colectivas.

Finalmente, está la empresa individual de responsabilidad limitada,


siempre comercial, pero no puede realizar operaciones reservadas a las
sociedades anónimas. Se debe constituir por escritura pública. El nombre de la
empresa debe contener el nombre y apellido del constituyente o un nombre de
fantasía, sumado al de las actividades económicas que constituirán el objeto de
la empresa y debe concluir con las palabras "empresa individual de
responsabilidad limitada" o la abreviatura "E.I.R.L.". Puede tener duración
indefinida. El titular de la empresa solo responde con su patrimonio del pago
del aporte al que se comprometió a realizar en conformidad al acto constitutivo
y sus modificaciones. La administración le corresponde al titular de la empresa,
quien puede nombrar un gerente general. Cualquier sociedad puede
transformarse en empresa individual de responsabilidad limitada y ésta en una
sociedad de cualquier tipo.

3. Consideraciones de cierre.

En general se evidencia que las formas societarias mercantiles en todos


los países estudiados, conservan las mismas características: hay sociedades
personalistas y capitalistas, contemplan parecidas disposiciones respecto de
las denominaciones, los tipos de socios, los alcances de su responsabilidad,
las características de los aportes, entre otras que evidencian una
estandarización en las instituciones jurídicas mercantiles, atribuible a que todas
las sociedades mercantiles en Iberoamérica tuvieron las mismas fuentes: el
Código de Comercio francés o el español.

Sin embargo, también es destacable que los países han ido adaptando
sus normas societarias a los requerimientos o necesidades que los
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empresarios o el mercado en general ha sido requiriendo, como por ejemplo, al


permitir entidades de un solo socio, que puedan dedicarse a cualquier actividad
mercantil sin definirlas o que cada vez sea más ágil y flexible su constitución.
Por ello, se observa que los sistemas jurídicos empiezan a apartarse entre sí
para ir creando nuevas formas societarias, que a la final, buscan motivar la
creación y formalización de más empresas y empresarios.

249
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CAPÍTULO I
ELECCIÓN DE LA FORMA JURÍDICA PARA EL EMPRENDIMIENTO

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Como ya es posible apreciarse, el emprendedor dispone de múltiples


opciones que los diversos sistemas jurídicos ponen a su disposición para poder
desarrollar sus ideas emprendedoras y ejercer eficientemente la actividad
mercantil: el ejercicio como empresario individual o a través de múltiples
personas jurídicas como sociedades, empresas o, incluso, entidades sin ánimo
de lucro. Lo que le queda al emprendedor es realizar un adecuado análisis de
su propuesta mercantil, las necesidades y perspectivas que tiene, las
condiciones de los socios en caso de haberlo, así como un estudio de las
ventajas y desventajas que le ofrece cada institución jurídica.

Cuando es uno solo el emprendedor, los ingresos son bajos, la inversión


de capital es baja y no hay trabajadores o son pocos, es posible que la mejor
opción sea la del empresario autónomo. Sin embargo, la escogencia de la
forma jurídica adecuada es algo más compleja. Para ello, y teniendo en cuenta
las características que cada persona jurídica pueda tener en cada país, deben
entrar a considerarse varios aspectos o factores, algunos jurídicos, otros no,
como los siguientes:

El tipo de actividad mercantil. Algunas disposiciones legales


determinan el tipo de sociedad según las actividades mercantiles, como ocurre
particularmente con las actividades financieras y de seguros, la prestación de
servicios públicos, agencias de viaje, seguros o la explotación de recursos
mineros, por ejemplo.

Los socios. De igual modo se debe tener en consideración si la


actividad mercantil se desea ejercer en solitario o con la participación de
socios. De ahí, establecer con cuántos se iniciará y cuántos están proyectados
a participar, dado que algunas sociedades tienen como exigencia unos
mínimos o unos máximos. Si se desea que extraños entren a formar parte de la
sociedad o si por el contrario desean limitarla solo a quienes la constituyen.
También es importante tener presente que en algunos tipos sociales no se
permite la participación de personas jurídicas o la posibilidad de que ésta
participe en la conformación de otras personas jurídicas.

La responsabilidad. También es de relevancia establecer el grado de


riesgo que carga el empresario para optar por la forma jurídica que le
represente mayor seguridad para su patrimonio; así mismo, debe establecerse
qué tipo de responsabilidad están dispuestos a asumir cada uno de los socios,
para con base en ello, realizar la escogencia del tipo de sociedad. Es
importante que si el emprendimiento se hará acompañado, se deben verificar
las condiciones financieras y legales de o los socios, no vaya a ser que se opte
por el tipo social no indicado y las deudas o responsabilidades de estos
terminen afectado el patrimonio social. Otro factor a considerar es la experticia
del socio y los riesgos de que la empresa no logre ser rentable por una
inadecuada gestión.

Los aportes. Considerando los aportes que se harán para conformar el


capital social, también se puede estimar qué tipo de sociedad es la más
adecuada, dado que algunas disposiciones legislativas presentan límites a la
251
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hora de permitir que el capital se conforme con bienes materiales o


inmateriales, muebles o inmuebles. De igual modo, si los socios cuentan con
los recursos para realizar los aportes de una vez al constituirse la sociedad o si,
por el contrario, requieren de un tipo social que les permita ir realizando aportes
graduales; y revisar el requisito de capital mínimo que algunos países
establecen para la constitución de la sociedad o las condiciones de capital
mínimo para poder contratar o participar en algunos procesos contractuales.

Aspectos financieros. Si el empresario requiere de recursos financieros


para su negocio, debe considerar la exigencia por parte de las entidades de
crédito, de constitución de una sociedad.

Los impuestos. Verificar con base en el patrimonio, la actividad o las


ventas, cuál opción es más favorable en relación con el pago de impuestos o
las obligaciones fiscales.

Control de la sociedad. El o los socios fundadores también deben


prever adecuadamente qué tipo social les permite mantener el control de la
sociedad, porque puede pasar que por la conformación del órgano supremo, de
administración o la designación de los representantes legales, puedan terminar
siendo relegados en la toma de decisiones trascendentales de la sociedad.
Aunque en un menor grado, algunos países restringen la participación de
familiares o cónyuges como socios o en los órganos de administración, aspecto
que debe revisarse con detenimiento si se considera esta necesidad.

La competencia y las opciones de mercado. Para tomar una decisión


que además sea ofrezca una ventaja competitiva frente a los empresarios que
están en el mismo mercado, también es importante considerar qué tipos de
sociedades tienen y la relevancia de ello en el mercado y en la imagen que
tiene el consumidor.

Por otro lado, conociendo adecuadamente el mercado en el cual se


desarrolla o desarrollará la actividad mercantil, es posible establecer el tipo
social que puede generar mayores opciones de negociación o, por el contrario,
limitarlas. Por ejemplo, si un amplio campo del mercado está en la contratación
con entidades estatales, en algunas ocasiones las normas internas limitan la
contratación pública con determinados tipos sociales.

La flexibilidad que presenta la sociedad para realizar algunos procesos


mercantiles es otro aspecto que debe ser considerado por el emprendedor,
dado que algunos tipos sociales contemplan más controles por parte de los
órganos internos (como para la transmisión de las participaciones, la venta de
bienes, la modificación del objeto social, entre otros) o intervenciones de las
autoridades públicas, disminuyendo la capacidad de respuesta a necesidades u
oportunidades que presente el mercado.

Flexibilidad en la transformación. Dependiendo de la estrategia de


crecimiento y proyección, es importante prever que la sociedad puede iniciar
bajo un tipo societario y a medida que crezca transformarse en otro tipo social
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que le permita expandirse con mayor fuerza en el mercado. Esto, dado que
muchas veces las leyes prohíben que determinadas personas jurídicas se
transformen en otras.

A la vista de las consideraciones anteriores y conforme la normativa española,


cabría concluir que, considerando al emprendedor persona natural, la forma
más idónea sería la del empresario individual, aprovechando las ventajas
jurídicas que le presenta la figura del emprendedor de responsabilidad limitada,
al poder ejercer su actividad mercantil, protegiendo al mismo tiempo su
vivienda, pero garantizando los derechos de los acreedores y la buena fe en la
gestión.

Y entre las sociedades, la sociedad de responsabilidad limitada sería la mejor


opción, ya que le permite al emprendedor contar con una sociedad que protege
su capital personal y define claramente las obligaciones cuando haya
asociación con otras personas para el ejercicio mercantil. Además, por las
múltiples ventajas que le ofrece el marco jurídico de este tipo de sociedad. Por
un lado, concede la exención de pago de tasas de publicación en el Boletín
Oficial del Registro Mercantil; por otro lado, permite su constitución de forma
telemática y con estatutos tipo, lo que hace más ágil el proceso para el
emprendedor.

Además, España cuenta con un modelo único introducido con la Ley de Apoyo
al Emprendedor y su Internacionalización, que facilita los emprendimientos
societarios, y es el de la sociedad limitada de formación sucesiva que permite
la constitución sin capital mínimo pero no mayor a tres mil euros, permitiendo a
los emprendedores crear las sociedades sin limitaciones presupuestales.

Además, estas sociedades pueden crear participaciones sociales sin derecho a


voto, lo que les permite aumentar los aportes y contar el apoyo de personas
estratégicas sin ceder el control de la sociedad y otorgar apoderamientos
suscritos con firma electrónica.

A todo lo anterior, se suma la posibilidad de crear sociedades unipersonales de


responsabilidad limitada, lo que le permite al emprendedor administrar y
rentabilizar la sociedad con mayor libertad.

Para el caso de Latinoamérica, igualmente la figura del comerciante o


empresario individual es una forma jurídica válida.

En los países donde existen las sociedades unipersonales o las sociedades por
acciones simplificadas, de igual modo se presentan como una excelente opción
jurídica para el emprendimiento, dadas las facilidades y agilidades tanto para
su constitución como para su administración, permitiendo que una sola persona
pueda constituir una sociedad mercantil que le facilite el acceso a determinados
créditos o mercados.

253
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CONCLUSIONES

Luego de la basta revisión de la regulación jurídica sobre el tema del


emprendimiento en Latinoamérica y España, las conclusiones son muchas y a
todos los niveles.

En primer lugar, el emprendimiento o en general la normatividad jurídica


sobre la creación de empresas, tiene su contexto en un modelo constitucional
de economía mixta, donde se conjugan la libertad económica y la capacidad
regulatoria y de dirección que tiene el Estado sobre la economía; marco
general de la libertad de empresa y cuyo núcleo esencial contempla, en
primera instancia, el derecho de crear empresas, aspecto estudiado y avalado
ampliamente, tanto por la doctrina como por la jurisprudencia; situación que
evidencia no solo la constitucionalidad sino la legitimidad y la juridicidad de las
normas en materia de emprendimiento.

En segundo lugar, queda demostrado que es abundante la producción


normativa en materia de emprendimiento en los países estudiados,
presentando varias características: 1) se observan normas que ya mencionan
expresamente el emprendimiento entendido como creación de empresas,
desde la primera década del siglo XXI. 2) La mayoría de normas, articuladas
con el concepto económico de emprendimiento, entienden este como la etapa
inicial del proceso empresarial, que puede contemplar tanto las actividades
previas a la creación de la empresa, como su inicio de actividades e ingreso al
mercado y sus primeros meses de sostenimiento. 3) El concepto de
emprendimiento empieza a verse, bajo el anterior significado, en normas a
todos los niveles, tanto constitucionales, como legales y reglamentarias; a nivel
nacional, regional como local. 4) Las normas en materia de emprendimiento
vienen vinculadas inescindiblemente a aspectos económicos y a las facultades
constitucionales que tienen los Estados para intervenir en la economía. 5) La
mayor generación de normas que tienen como eje el emprendimiento, fueron
expedidas entre los años 2013 y 2015, posiblemente motivado por la
expedición de la Ley 14/2013 de España, que tuvo una amplia difusión,
estimulando tanto a los Legisladores y a los Gobiernos a expedir normas sobre
el tema, tanto en las Comunidad Autónomas Españolas, como en los países de
América Latina. 6) Se identifica que algunos países no cuentan con normas
específicas en materia de emprendimiento, pero sí lo incluyen en normas que
versan sobre otras materias y se observan varios proyectos de ley y
pronunciamientos sobre la necesidad de tener normas concretas sobre el tema,
lo que evidencia la tendencia a seguir expidiendo normas en este sentido y su
consecuente positivización. 7) La positivización jurídica del emprendimiento se
presenta no tanto por regularización de la actividad sino por estímulo, mediante
disposiciones que apuntan al fomento de la actividad. 8) Las normas apuntan a
varios aspectos y áreas del Derecho, antes que enfocarse en el Derecho
254
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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mercantil como podría ser lo natural, las normas en materia de emprendimiento


también tocan el Derecho administrativo, el Derecho financiero, el Derecho
tributario, el Derecho laboral y la seguridad social, principalmente. 9) Así como
las normas versan sobre diferentes áreas jurídicas, también se encuentra que
las normas hacen énfasis en los emprendimientos de determinados sectores
económicos, como el cooperativo, el rural, el turismo, las pymes y las nuevas
tecnologías. 10) Igualmente, se destacan que algunas disposiciones tienen un
enfoque diferencial, conectando el emprendimiento con las mujeres, las
comunidades campesinas, los jóvenes, los discapacitados, la tercera edad y la
población afrodescendiente. 11) No puede decirse que exista el fenómeno del
corte-pegue de normas entre países, aunque algunas definiciones puedan
encontrarse en dos o más países, realmente no puede decirse que haya una
tendencia a la copia de normas en materia de emprendimiento, lo que
evidencia un trabajo de genuina producción autóctona, lo que no quita que
haya habido revisiones y estudios de la forma en que lo han hecho en otros
países. Sí es evidente, que se copian normas los diferentes Estados al interior
del país, como es el caso de México y España.

En tercer lugar, una de las más destacadas conclusiones que arroja la


investigación de la regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y
España, es que el emprendimiento siendo una actividad privada propia del
derecho mercantil se desarrolla jurídicamente como una estrategia
gubernamental.

En cuarto lugar, en toda la normatividad encontrada, se identificaron


dieciséis temas constantes, que bien pueden entenderse como los aspectos
que deben considerarse en las normas que se expidan sobre la materia: 1)
Disposiciones en materia de financiación de los emprendimientos, tanto antes
del inicio de actividades como para el sostenimiento, una vez que ya ingresó en
el mercado; así mismo, se hace referencia a la financiación con recursos
públicos, privados y mixtos. 2) Disposiciones enfocadas particularmente en
materia de juventud. 3) Un fuerte componente en materia educativa, a todos los
niveles, tanto universitaria como no universitaria, alrededor del concepto de
cultura del emprendimiento. 4) Disposiciones, acciones, proyectos o programas
en los que se establece el apoyo directo por parte del Estado a los
emprendimientos. 5) Disposiciones encaminadas a fomentar y facilitar el apoyo
del sector privado a los emprendimientos. Así como de actividades conjuntas
entre el sector público y privado. 6) Un insistente énfasis en relación empleo-
autoempleo y el estímulo a la independencia laboral. 7) Disposiciones
encaminadas al desarrollo de empresas relacionadas con ciencia, tecnología e
innovación o a la incorporación de estas en las empresas ya establecidas. 8)
Disposiciones especiales en materia de fomento del emprendimiento en el
sector turismo y ecoturismo. 9) Mucho énfasis en el emprendimiento asociativo,
particularmente en el cooperativo. 10) Ampliación del espectro empresarial,
para incluir también el fomento y apoyo a los emprendimientos sociales. 11)
Disposiciones en materia de impuestos, sean por exoneración o reducción,
como estrategia para la sostenibilidad de los emprendimientos en los primeros
meses de actividades. 12) Reducciones en las cargas prestacionales, cuando
la nueva empresa genera empleo, para alivianar los costos fijos y darle
255
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viabilidad a mientras se consolida en el mercado, pero, además, como forma


de estimular la generación de empleo. 13) Se busca la disminución de trámites
y tiempos para la legalización de los emprendimientos, apuntando a la
formalización de los proyectos productivos. 14) También se consideran normas
que buscan la flexibilización de las formas societarias y la facilidad en su
constitución. 15) Se dictan normas de fomento, protección y apoyo a las micro,
pequeñas y medianas empresas. 16) Recurrente pronunciamientos tanto de
incubadoras de empresas, como de creación y consolidación de redes
empresariales, tanto públicas como privadas.

En quinto lugar, podría decirse que son nulos los pronunciamientos


judiciales sobre el tema del emprendimiento, porque si bien en algunas
sentencias se encuentran los conceptos de emprendimiento, emprendedurismo
y emprendedor, realmente no hacen un desarrollo jurídico de las figuras o las
disposiciones al respecto. De igual modo, es nula la doctrina formal jurídica
sobre el emprendimiento, es decir, si bien se encuentran artículo en blog,
comentarios y algunos escritos en relación con el emprendimiento y el
Derecho, no existe aún una producción científica o académica rigurosa,
plasmada en artículos de revistas indexadas o arbitradas, tesis doctorales o
informes de investigación. Así, no hay doctrina ni jurisprudencia que permita
realizar una lectura interpretativa de las respectivas normas de cada país.

En sexto lugar, se observa que si bien antes el emprendimiento era un


terreno de exclusiva iniciativa privada, ahora se ha ido trasladando al sector
público, dado que los Gobiernos lo están encontrando como una estrategia
política y económica. Por ello, muchas normas sobre el tema, se dedican a
expedir disposiciones que generan obligaciones y cargas a las diferentes
entidades y organismos del Estado, para el fomento, apoyo y sostenibilidad de
los emprendedores y sus emprendimientos. Por eso se encuentran normas que
determinan que el Estado debe estimular o modificar los currículos educativos,
que debe fomentar o crear fondos de apoyo a los emprendedores (sea para
financiar o dar garantías financieras), fomentar o crear incubadoras y redes de
apoyo, reducir los costos y trámites de legalización de los emprendedores y las
empresas, así como los impuestos. Incluso, se está generando una estructura
estatal para el emprendimiento: se crea organismos, se modificación funciones,
se crean oficinas, se crean cargos y se destina presupuesto para atender
expresamente el tema del emprendimiento.

En séptimo lugar, como se deduce de su desarrollo teórico en la


economía como en la psicología y la sociología, además de su regulación
jurídica, el emprendimiento no puede ser una institución completamente
autónoma, por el contrario, es integral y se entiende como parte de un proceso;
por ello, necesariamente las normas sobre el emprendedor y el
emprendimiento, deben considerar: 1) la relación entre las diferentes área del
Derecho, como ya se ha mencionada anteriormente; 2) también, deben
integrarse a un concepto más amplio como lo es la cultura del emprendimiento,
lo que implica hacer uso de diferentes dimensiones sociales: la educación, la
psicología, la sociología, la economía, la administración de empresas, por
256
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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señalar algunas disciplinas que sirven de apoyo al fomento emprendedor; 3)


teniendo en cuenta que el proceso empresarial, es justamente eso, un proceso,
deben considerarse que las normas deben apuntar a articular no solo las
etapas de incubación de la idea empresarial, sino además, la sostenibilidad
posterior de la empresa; porque no tiene sentido hacer grandes esfuerzos e
inversiones para crear empresas, si estas no tienen vocación o la posibilidad de
ser permanentes en el tiempo, es decir, de ser viables y posibilidad de
crecimiento.

En octavo lugar, la tendencia es seguir regulando el tema del


emprendimiento, los países irán, no solo modificando las normas que ya
existen para incluirles el aspecto del emprendimiento, sino que, seguramente,
seguirán expidiendo normas específicas sobre ello y nuevas normas que
modifiquen estas, ajustándolas a las necesidades que vayan surgiendo. El reto
está en que las normas que se expidan estén realmente articuladas, tanto
dentro del respectivo ordenamiento jurídico, como en el institucional y, de
considerarlo pertinente y eficaz, con las teorías, investigaciones y sugerencias
que vayan surgiendo por parte de las entidades y organismos especializados
en emprendimiento.

En noveno lugar, se concluye que la utilidad o efectividad del tema del


emprendimiento se verá posteriormente y requerirá de investigaciones
sociojurídicas o del análisis económico del Derecho para entrar a establecer de
manera científica sus alcances. Además, el tiempo será el que establezca si la
regulación jurídica del emprendimiento no pasará de ser una simple moda
jurídica, o si por el contrario, se avanzará tanto que se convierta en una nueva
institución jurídica.

Finalmente, basta decir que el objetivo general del proyecto, orientado a


determinar el marco jurídico de las normas relacionadas con el emprendimiento
en Latinoamérica y España se considera cumplido con este informe de tesis y
sus anexos y que dada la gran variedad de áreas jurídicas y temas que se
entrelazan en la regulación jurídica del emprendimiento, ya establecido el
marco general de la normatividad y de los conceptos de emprendedor y
emprendimiento en el Derecho, queda abierto el estudio para nuevos proyectos
de investigación sobre el tema, como la verificación de la eficacia de las
normas sobre emprendimiento y otras investigaciones que pueden darse desde
el análisis económico del Derecho. Porque, dadas las dimensiones del proyecto
y como sucede en todas las investigaciones, muchas variables quedaron por
fuera de la investigación, así como muchos puntos no tuvieron la profundidad
que se hubiera deseado, pero que por cuestiones de tiempo y bajo las
limitaciones de escritura y temática no pudieron ser estudiadas con el alcance
que se hubiera deseado. No obstante, sacando de los inconvenientes
oportunidades, se destaca que esos elementos que quedaron por fuera o a los
que les faltó profundidad, dan pie a la generación de nuevas investigaciones,
257
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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permitiendo que la regulación jurídica del emprendimiento se constituya en un


nuevo objeto de estudio no solo para el Derecho mercantil, sino también para
otras áreas jurídica, interesadas en innovar y ofrecer nuevos elementos de
estudio desde su perspectiva legal, como el derecho cooperativo, el derecho
administrativo, el derecho educativo, el derecho tributario, el derecho laboral,
entre otros, según lo permita la producción jurídica de cada país.

258
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ANEXOS

259
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ANEXO 1
DEFINICIONES DE EMPRESARIO EN LA DOCTRINA ESPAÑOLA

Definición Autor/Fuente

“El empresario es quien ejercita una actividad GALLEGO SÁNCHEZ, Esperanza.


empresarial en nombre propio.” Derecho mercantil. Parte primera. 3ed.
Valencia: Tirant Lo Blanch, 2015, p.
53.
“Persona física o jurídica que en nombre propio y BROSETA PONT, Manuel y
por sí o por medio de otro ejercita, organizada y MARTÍNEZ SANZ, Fernando. Manual
profesionalmente, una actividad económica dirigida de derecho mercantil. Vol. I. 20 ed.
a la producción o a la mediación de bienes o de Madrid: Tecnos, 2013, p. 54.
servicios para el mercado.”
“…es empresario la persona natural o jurídica que, ROJO, Ángel. Lección 2. El
por sí o por medio de representantes, ejercita en empresario. En: MENÉNDEZ, Aurelio
nombre propio una actividad económica de (Director). Lecciones de derecho
producción, de distribución de bienes o de servicios mercantil. Pamplona: Thomson
en el mercado, adquiriendo la titularidad de las Reuters, 2009. P. 42.
obligaciones y derechos nacidos de esa actividad.”
“El empresario es […] la persona física o jurídica que SÁNCHEZ CALERO, Fernando y
profesionalmente y en nombre propio ejercita la SÁNCHEZ-CALERO GUILARTE,
actividad de organizar los medios precisos para la Juan. Instituciones de derecho
producción o cambio de bienes y servicios para el mercantil. Vol. I. Pamplona: Thomson
mercado.” Reuters, 2009, p. 99.
“…toda persona física o jurídica, ya sea privada o Art. 4. Real Decreto Legislativo 1/2007,
pública, que actúe directamente o a través de otra de 16 de noviembre, por el que se
persona en su nombre o siguiendo sus aprueba el texto refundido de la Ley
instrucciones, con un propósito relacionado con su General para la Defensa de los
actividad comercial, empresarial, oficio o profesión.” Consumidores y Usuarios y otras leyes
complementarias, publicado en el
BOE núm. 287, de 30 de noviembre de
2007
“…todo sujeto que produce bienes o servicios para VICENT CHULIÁ, Francisco.
otros asumiendo el riesgo de pérdidas en su Introducción al Derecho Mercantil. 19
patrimonio.” ed. Valencia: Tirant Lo Blanch, 2006,
p. 101
“…persona física o jurídica que por sí o por medio URÍA, Rodrigo. Derecho mercantil.
de delegados ejercita y desarrolla en nombre propio Madrid: Marcial Pons, 2002, p. 31.
una actividad en el mercado constitutiva de
empresa, adquiriendo la titularidad de las
obligaciones y derechos nacidos de esa actividad.”
Fuente: obras referenciadas.

260
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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ANEXO 2
REGULACIÓN JURÍDICA DEL EMPRENDIMIENTO EN
LATINOAMÉRICA

2.1 Regulación jurídica del emprendimiento en México488

2.1.1 Tipo de Estado.

Lo primera cuestión que jurídica y políticamente debe aclararse sobre la


revisión de la regulación del emprendimiento en México, es que los Estados
Unidos Mexicanos, son una república federal, al igual que Venezuela, Brasil y
Argentina.

La fundación de un país federal implica la expresión de voluntad de


varios “estados libres y soberanos de unirse en una sola nación, para lo cual es
necesario contar con los principios y las normas esenciales que regirán para
todos y que se expresan en la Constitución Federal. Además, supone también
que cada uno de los Estados que se unen reclaman para sí cierta autonomía,
consistente en conservar su propio régimen jurídico al interior de sus
territorios.”489

Pero al aceptar integrarse bajo un pacto federal cada Estado quedó


obligado a respetar y sujetarse a la Carta Magna, conforme los artículos 40, 41
y 133 de la Constitución490

La Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos fue publicada


en el Diario Oficial de la Federación el 5 de febrero de 1917, con una última
modificación en el año 2016.

El Supremo Poder de la Federación se divide en el Poder Legislativo


depositado en el Congreso general de naturaleza bicameral: Cámara de
Diputados y Cámara de Senadores (artículos 50 a 70); Poder Ejecutivo en
cabeza del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos (artículo 80); y
finalmente, el Poder Judicial de la Federación encabezado por la Suprema
Corte de Justicia, el Consejo de la Judicatura Federal, un Tribunal Electoral,
Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito, Juzgados de Circuito (Artículo

488
Este apartado se realizó bajo estancia de investigación en el Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, en octubre de 2014.
489
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN E INSTITUTO DE INVESTIGACIONES
JURÍDICAS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO. Caso Tabasco:
Procedencia de la acción de inconstitucionalidad para impugnar constituciones locales. México:
Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2005, p. 11.
490
Ibíd., p. 79.
261
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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94). Y un Ministerio Público, como órgano autónomo, organizado como Fiscalía


General de la República como órgano público autónomo (artículo 102).

Por su lado, los Estados tienen los mismos tres poderes: Ejecutivo
(presidido por un Gobernador), Legislativo (legislaturas integradas por
Diputados) y Judicial (conformado por los por los tribunales que establezca
cada Constitución, con sus respectivos magistrados y jueces) (artículo 116),
todos con unas prohibiciones claras para garantizar el orden y la unidad de la
Federación (Artículo 117 y 118).

A su vez, los Estados están conformados por municipios gobernados por


un Ayuntamiento de elección popular, el cual se conforma de un Presidente
Municipal y unos regidores o síndicos (artículo 115).

Por último, está el Distrito Federal, cuyo gobierno está a cargo de los
Poderes Federales y de los órganos Ejecutivo, Legislativo y Judicial de carácter
local, representados en el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, la Asamblea
Legislativa, y el Tribunal Superior de Justicia (artículo 44 y 122).

Así que hay un órgano legislativo para toda la federación y asambleas


legislativas por cada Estado, pero entre leyes locales no hay jerarquías.
Cuando hay conflicto entre una constitución estatal y una ley federal, se
resuelve el conflicto conforme la interpretación constitucional federal.

Respecto de los temas, los Estados, tienen facultad para legislar en todo
aquello que no esté expresamente reservado como facultad del Congreso
General (artículos 40, 41, 73 y 124).

“[E]l Congreso General mantiene una condición dudal: en nuestro


sistema constitucional, por una parte tiene facultades expresas respecto
de los 31 Estados por lo que solo puede legislar en las materias y con los
alcances expresamente señalados en la Constitución; por otra, tiene
facultades residuales respecto del Distrito Federal, por lo que no puede
legislar en las materias que se han reservado expresamente a la
Asamblea Legislativa.”491

Y a su vez, los municipios no tienen facultades legislativas propias, sino


que sus normas son reglamentarias de las leyes estatales.

Lo anterior implica la coexistencia de diferentes sistemas jurídicos (que


incluyen para cada estado su propia Constitución, su propio Código Civil y sus
propias leyes), pero siempre dentro del marco de la Constitución Federal.

Como tal, los Estados Unidos Mexicanos están formados por 31 estados
y un Distrito Federal, con Congresos, Tribunales y leyes propias, lo que exigió

491
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN E INSTITUTO DE INVESTIGACIONES
JURÍDICAS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO. Los órganos
legislativos federales y locales, en su propio ámbito de competencia, pueden legislar en materia
de seguridad privada. México: Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2009, p. 105.
262
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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realizar un estudio general para la federación y un rastreo específico por cada


estado.

2.1.2 Normatividad a nivel federal.

Si bien existe una normatividad por cada Estado, igualmente la


Federación tiene las disposiciones generales que cobijan a los estados
federados, conforme las competencias dadas en la Constitución Política. Para
ello, se hizo revisión de la normatividad federal, lo cual arrojó los siguientes
resultados.

2.1.2.1 Sobre la dirección económica del país.

A nivel nacional existe la Ley General de Desarrollo Social que establece


las pautas contra la pobreza. Esta norma determina en el artículo 19 los
programas prioritarios entre los cuales se encuentra en octavo lugar “los
programas de y fondos públicos destinados a la generación y conservación del
empleo, a las actividades productivas sociales y a las empresas del sector
social de la economía” (fracción VIII).

Esta competencia del Congreso general de establecer lineamientos


económicos de la Federación deriva de la misma Constitución que estipula:
“Artículo 73. El Congreso tiene facultad: (…) XXIX-D. Para expedir leyes
sobre planeación nacional del desarrollo económico y social, así como en
materia de información estadística y geográfica de interés nacional…” (Fracción
adicionada DOF 03-02-1983. Reformada DOF 07-04-2006).

El artículo 14 de la Ley consagra los elementos mínimos que debe


contener la Política Nacional de Desarrollo Social y en donde expresamente
exige la “superación de la pobreza a través de la educación, la salud, la
alimentación, la generación de empleo e ingreso, autoempleo y capacitación”
(fracción I) y el “fomento de del sector social de la economía” (fracción V).

Y esta facultad de legislar en materia de desarrollo social, como lo ha


explicitado la Suprema Corte de Justicia de la Nación, obedece a la función de
planeación que la Constitución Federal le ha brindado al Congreso: “En la
exposición de motivos se señaló que esta facultad surgía como parte integral
de la instauración constitucional del sistema de planeación económica,
democrática y social, el cual reconoce la naturaleza mixta del Estado y la
coordinación entre los distintos niveles de gobierno con los particulares…”492

Pero mucho más que esto, la dirección económica (planeación,


conducción y orientación) viene dada por la misma Constitución Federal que en
los artículos 25 y 26 dispone que al Estado le corresponde la rectoría del

492
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN E INSTITUTO DE INVESTIGACIONES
JURÍDICAS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO. Pobreza,
marginación y vulnerabilidad conforme a la Ley General de Desarrollo Social y su reglamento.
México: Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2010, p. 48.
263
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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desarrollo nacional fortaleciendo la competitividad, el empleo, la inversión y el


crecimiento económico.

Por lo anterior, el Estado debe apoyar las empresas sociales y privadas,


posee el control sobre los correos, telégrafos y radiotelegrafía; minerales
radiactivos y generación de energía nuclear; le compete la planeación y el
control del sistema eléctrico nacional y de la transmisión y distribución de
energía eléctrica, la exploración y extracción del petróleo y de los demás
hidrocarburos; debe tener un banco central (en los términos del artículo 28
constitucional) y le corresponde impulsar áreas prioritarias para el desarrollo,
que para el caso sería el emprendimiento, el fomento de la creación de nuevas
empresas. Esto, dentro del mismo marco establecido por la Constitución
cuando dispone que “La ley alentará y protegerá la actividad económica que
realicen los particulares y proveerá las condiciones para que el
desenvolvimiento del sector privado contribuya al desarrollo económico
nacional, promoviendo la competitividad e implementando una política nacional
para el desarrollo industrial sustentable…” (Párrafo reformado DOF 05-06-
2013, 20-12-2013).

Así, el Estado ejerce la rectoría de la economía, cuando concede


subsidios para estimular la producción, crea la condiciones para la exportación
de productos nacionales o para la importación de materias primas, cuando
realiza la planeación sistemática del desarrollo económico pero también el
social, entre muchas otras acciones que puede tomar el Estado en su función
directora, dentro de la cual se encuentra el fomento al crecimiento empresarial
y al estímulo de creación de nuevas empresas.

2.1.2.2 Fomento a la empresa.

La Ley por excelencia de los Estados Unidos Mexicanos para el fomento


empresarial es la “Ley para el desarrollo de la competitividad de la micro,
pequeña y mediana empresa”, publicada en el Diario Oficial de la Federación –
DOF- el 30 de diciembre de 2002, y que tiene por última reforma la publicada
en el DOF 18-01-2012.

Desde el mismo artículo sobre el ámbito de aplicación, esta ley hace


referencia expresa a la creación de empresas en los siguientes términos: “La
presente Ley tiene por objeto promover el desarrollo económico nacional a
través del fomento a la creación de micro, pequeñas y medianas empresas y el
apoyo para su viabilidad, productividad, competitividad y sustentabilidad.”
(Artículo 1).

Además, establece como uno de sus objetivos promover la creación de


una cultura empresarial (artículo 4, fracción II, literal a), la constitución de
nuevas empresas (literal c), promover las condiciones para la creación y
consolidación de las Cadenas Productivas (literal f) y la creación y desarrollo de
las MIPYMES en el marco de la normativa ecológica (literal h).

264
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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Por otro lado, estipula que una de las responsabilidades de la Secretaría


de Economía, es la de “Impulsar un entorno favorable para la creación,
desarrollo y crecimiento con calidad de las MIPYMES” (artículo 12, fracción II).
De igual manera, deja como obligación de la Secretaría, promover convenios
con los Estados, el Distrito Federal y los municipios, entre otros fines, para
generar un entorno favorable para la creación de MIPYMES (artículo 13,
fracción I), particularmente en regiones turísticas para incrementar su
productividad y competitividad (fracción VI).

Para concretar lo anterior, la misma norma ordena la consideración de


programas orientados al “Fomento para la constitución de incubadoras de
empresas y formación de emprendedores” (artículo 11, fracción II), instrucción
que es reiterada en el artículo 14 al establecer que la Secretaría de Economía
deberá promover la participación del sector público con otros sectores para el
“El fomento a la constitución de incubadoras de empresas, y a la iniciativa y
creatividad de los emprendedores” (artículo 14, fracción II); y que de nuevo es
mencionado al crear el Consejo Nacional para la Competitividad de la Micro,
Pequeña y Mediana Empresa (conformado por 31 integrantes) y al establecer
como uno de sus objetos el de “Fomentar la constitución de incubadoras de
empresas, y la iniciativa y creatividad de los emprendedores” (artículo 22,
fracción III).

Como puede observarse, la ley claramente apunta a la creación de


empresas, fomentando el emprendimiento, término al cual hace referencia en
tres oportunidades: justamente cuando hace mención de las incubadoras de
empresas.

Y es que en México, el desarrollo de esta figura es amplio, al punto que


se cuenta a nivel federal con el Sistema Nacional de Incubación de Empresas
(SNIE), liderado por la Secretaría de Economía, la cual propone tres tipos de
incubadoras: de negocios tradicionales, de tecnología media y de alta
tecnología.

Como la declara la misma Secretaría, las incubadoras son


independientes y no son operadas por la Secretaría, de manera que cada
incubadora determina los servicios que presta, así como sus costos, aunque
eso sí, todos los que se encuentran en el SNIE son reconocidos por esa
dependencia federal.

Esta alianza entre el sector público y el sector privado para el fomento


empresarial, tiene su fundamento constitucional en el artículo 25 de la
Constitución Federal, en el cual se declara que el desarrollo económico
nacional es una responsabilidad tanto del sector público, como del social y el
sector privado.

2.1.2.3 El Instituto Nacional del Emprendedor.

De igual modo, por creación jurídica, se encuentra el Instituto Nacional


del Emprendedor -INADEM-, órgano público administrativo especializado y
265
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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desconcentrado de la Secretaría de Economía de los Estados Unidos


Mexicanos.

Este instituto fue creado mediante Decreto presidencial “por el que se


reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones del Reglamento Interior
de la Secretaría de Economía”, publicado en el Diario Oficial de la Federación
el 14 de enero de 2013. En los artículos 57 BIS, 57 TER y 57 QUÁTER, se
crea la entidad, se establecen sus funciones, se crea un Consejo Consultivo
con sus funciones, y finalmente se le da una estructura organizacional básica.

Las 34 funciones básicas que el Decreto le atribuye al Instituto se


destacan las de apoyar la creación de micro, pequeñas y medianas
empresas innovadoras; manejar fondos, fideicomisos y otros instrumentos
de apoyo a los emprendedores; impulsar políticas de formación y
capacitación para emprendedores; brindar asesoría en materia de formación
emprendedora e incubación, entre otras.

Así, el Secretario de Economía expide el “Acuerdo que regula la


organización y funcionamiento interno del Instituto Nacional del Emprendedor”,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 15 de abril de 2013.

Para el desarrollo económico tanto nacional como regional, el Instituto


celebra convenios marco de coordinación con los Estados mexicanos;
convenios en los cuales se establecen las bases y procedimientos de
coordinación y cooperación entre cada Estado y el Instituto, como aporte de
recursos y los instrumentos de mecanismos de control tanto de la parte
operativa como financiera.

De esta manera, se busca desde la institucionalidad, un desarrollo


empresarial sistemático, planificado desde el fortalecimiento de una economía
innovadora y competitiva.

2.1.2.4 Red Nacional del Emprendedor.

El Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas


disposiciones del Reglamento Interior de la Secretaría de Economía, expedido
por el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, crea el Instituto Nacional
del Emprendedor, pero además ordena la creación de la Red Nacional del
Emprendedor, la cual es asumida como una atribución del Instituto en los
siguientes términos: “XV. Conformar la Red Nacional del Emprendedor para
lograr una adecuada y eficiente coordinación con todos los participantes en la
ejecución de políticas de apoyo a los emprendedores y a las micro, pequeñas y
medianas empresas y con las redes internacionales de emprendedores
para generar y aprovechar las oportunidades que surjan tanto en el ámbito
nacional como en el internacional… (Artículo 57 BIS, fracción XV)

La Red se encargar de vincular todas las dependencias y entidades del


Gobierno y las empresas del sector privado y de articularlas con sus
respectivos programas de apoyo alrededor de las MIPYMES.

266
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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Los emprendedores que estén interesados en participar de la Red,


deben inscribirse y luego podrán acceder a capacitación especializada en caso
de requerir formación o a los programas de apoyo que ofrecen tanto las
entidades públicas como privadas, que se traducen en descuentos, ofertas
exclusivas y otros servicios.

La Red se materializa en varios puntos físicos de atención ubicados en


todos los Estados de la República donde se brinda la asesoría y capacitación a
las personas que lo solicitan. Así mismo cuenta con centro de atención
telefónica y página de Internet.

La creación jurídica de esta Red tienen su sustento en el artículo 25 de


la Constitución y en la Ley para el Desarrollo de la competitividad de la micro,
pequeña y mediana empresa, que establece como unos de sus objetivos
promover apoyos a las MIPYMES en los que se integren los sectores público,
privado, social y académico (artículo 4, fracción II, inciso d); e igualmente
promover “la cooperación y asociación de las MIPYMES, a través de sus
Organizaciones Empresariales en el ámbito nacional, estatal, regional y
municipal, así como de sectores productivos y Cadenas Productivas” (inciso i).

Para ello establece como objetivo del Consejo Nacional para la


Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa facilitar la integración
entre las MIPYMES, su vinculación con la gran empresa, y estimular las
cadenas productivas y la participación de los sectores público, privado, social e
investigativo.

Para ello, descarga en la Secretaría de Economía la obligación de


celebrar convenios con las autoridades Federales, Estatales, del Distrito
Federal y Municipales, así como con particulares para el apoyo a las
MIPYMES, tal como se lo encarga dicha ley en el artículo 2, artículo 13 fracción
II, artículo 14 fracción VIII).

2.1.2.5 Observatorio Nacional del Emprendedor.

Así como en el caso de la Red Nacional del Emprendedor, el Decreto


presidencial por el que se reforman, adicionan y derogan diversas
disposiciones del Reglamento Interior de la Secretaría de Economía, ordena la
creación del Observatorio Nacional del Emprendedor –ONE-, a cargo del
Instituto Nacional del Emprendedor: “XVI. Instaurar y operar el Observatorio
Nacional del Emprendedor para dar seguimiento y obtener datos, análisis,
estudios, estadísticas, casos de éxito, modelos replicables y otra información
de utilidad para la generación, actualización y toma de decisiones en la
instrumentación de las políticas públicas a favor de los emprendedores y de las
micro, pequeñas y medianas empresas del país, observando las disposiciones
legales en materia de información estadística… (Artículo 57 BIS)

Como tal, el Observatorio se crea como una institución dedicada a


monitorear las actividades de emprendimiento. De ahí toma datos y
estadísticas, levanta el catálogo de programas estatales genera información
267
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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que además divulga y con base en ella tomar las medidas políticas y orientar o
crear los programas que sean necesarios para la creación y promoción de las
MIPYMES.

2.1.2.6 Fondo Nacional Emprendedor.

Los fondos de apoyo para los emprendedores, tiene su fundamento en


el artículo 25 de la Constitución y en la Ley para el Desarrollo de la
competitividad de la micro, pequeña y mediana empresa, la cual establece
dentro de sus objetivos promover “el acceso al financiamiento para las
MIPYMES, la capitalización de las empresas, incremento de la producción,
constitución de nuevas empresas y consolidación de las existentes” (artículo 4,
fracción 2, inciso c).

En esta dirección la Ley dispone que la Secretaría de Economía debe


diseñar, fomentar y promover la creación de instrumentos que faciliten a las
MIPYMES el acceso a la financiación (artículo 7), tanto pública como privada
(artículo 11); obligación que también se exige para el Consejo Nacional para la
Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (artículo 22, fracción
X).

Con fundamento en lo anterior, entre los años 2001 y 2003 el Gobierno


Federal creó cuatro fondos de apoyo empresarial: el Programa de Centros de
Distribución en Estados Unidos (FACOE), el Fondo de Fomento a la
Integración de Cadenas Productivas (FIDECAP), el Fondo de Apoyo para la
Micro, Pequeña y Mediana Empresa (FAMPYME) y el Fondo de Apoyo para el
Acceso al Financiamiento de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas; todos
dentro del marco del plan nacional de desarrollo.

Así, como lo aclara el Acuerdo por el que se establecen las reglas de


operación para el otorgamiento de apoyos del Fondo de Apoyo para la micro,
pequeña y mediana empresa (Fondo PYME), publicado en el Diario Oficial de
la Federación el 27/02/2004, todos los fondos contemplaban aspectos comunes
o similares respecto de la población a la cual iban dirigidos, objetivos y líneas
de apoyo, de manera que solo se dejó el Fondo PYME.

Por otro lado, en virtud del nacimiento del Instituto Nacional del
Emprendedor se creó el Fondo Emprendedor que busca fortalecer las
MIPYMES con la incorporación de las Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones.

Pero en el año 2014, buscando hacer eficientes los recursos, se


fusionaron el Fondo de Apoyo para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa y el
Fondo Emprendedor en el Fondo Nacional Emprendedor, situación que quedó
adoptada en el documento de las Reglas de Operación del Fondo Nacional
Emprendedor para el Ejercicio Fiscal 2014 en lo sucesivo denominadas
las "Reglas de Operación del Fondo Nacional Emprendedor", publicado el 28
de diciembre de 2013 en el Diario Oficial de la Federación.

268
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Conforme el reglamento de operación del Fondo para la vigencia 2014,


el Fondo contaba con cobertura nacional bajo dos modalidades: I. Por medio
de convocatorias públicas, y II. Asignación directa de apoyos.

2.1.2.7 Premio Nacional del Emprendedor.

La Ley para el Desarrollo de la competitividad de la micro, pequeña y


mediana empresa dispone como uno de los objetivos del Consejo Nacional
para la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, “Instituir los
premios nacionales que reconozcan la competitividad de las MIPYMES en los
términos que él mismo determine” (artículo 22 fracción XI). Bajo este
encargo, el Consejo en su primera sesión del 30 de agosto de 2011, acordó la
creación del Premio Nacional de los Emprendedores y solicitó expedir su
reglamento, el cual se realizó mediante el Acuerdo por el que se establece el
Premio Nacional del Emprendedor, expedido por el Secretario de Economía,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 23 de mayo de 2012.

El Premio es un reconocimiento a cargo de la Secretaría de Economía, a


través del Instituto Nacional del Emprendedor, que se otorga “anualmente a la
persona física o moral mexicana que haya realizado acciones valiosas y
relevantes para la creación de empresas o la formación de emprendedores”
(artículo primero), y en su primera reglamentación se entregó en tres
categorías: emprendedores, incubadoras de empresas y organismos
impulsores de la cultura emprendedora.

Para el 27 de agosto de 2013, el Consejo celebró su segunda sesión


ordinaria y autorizó cambios al Acuerdo del año 2012 para hacerlo más claro y
atractivo, entre los cuales se encuentran unas nuevas categorías: idea
innovadora, mujer emprendedora, emprendimiento de Sustentabilidad
Ambiental, emprendedor social, organismos impulsores del ecosistema
emprendedor, Instituciones Educativas que impulsan el Espíritu Emprendedor y
liderazgo emprendedor.

De estas categorías pueden destacarse dos en particular; primero, el


enfoque de género que se brinda al crear la categoría de mujer emprendedora
para las empresas que hayan tenido el liderazgo femenino, y, segundo, el
reconocimiento para las instituciones educativas que fomentan el espíritu
emprendedor como parte de la formación de la persona y el profesional.

2.1.2.8 Programas de fomento al emprendimiento


rural.

El artículo 27 de la Constitución Federal, estipula en la fracción XX que


el Estado debe promover condiciones para el desarrollo rural integral, con el fin
de que se genere empleo, se brinde bienestar a la población campesina, se
incorporen al desarrollo nacional, se brinde un uso óptimo de la tierra y
elevando a interés público la producción agropecuaria, su industrialización y
comercialización.

269
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En este marco normativo, en el rastreo normativo se identificaron,


además, dos acuerdos expedidos por el Secretario de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, relacionados con lo arriba mencionado
en relación con el emprendimiento, situación que no debe extrañar porque la
Ley para el desarrollo de la competitividad de la micro, mediana y pequeña
empresa, busca justamente articular los esfuerzos de todas las dependencias
gubernamentales y por ello, el Secretario en mención hace parte del Consejo
Nacional para la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa.

El primero de ellos, es el Programa Joven Emprendedor Rural y Fondo


de Tierras, cuyas reglas fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación
el 28 de febrero de 2013, expedidas por el Secretario de Desarrollo Agrario,
Territorial y Urbano. Posteriormente fue publicado en el DOF del 6 de junio de
2013 el Acuerdo por el que se modifican las Reglas de Operación del Programa
Joven Emprendedor Rural y Fondo de Tierras, para el ejercicio fiscal 2013
actualizando la normatividad al respecto.

Como la afirma la introducción del Acuerdo, el Programa Joven


Emprendedor Rural y Fondo de Tierras, es una estrategia para que los jóvenes
se vinculen a las actividades productivas relacionadas con la tierra,
fortaleciendo el talento humano, adoptando nuevas tecnologías y consolidando
agroempresas incrementando la producción del sector agrario mexicano.

El mismo Acuerdo define las agroempresas como el “negocio derivado


de la explotación sustentable de la tierra social y los recursos asociados a ella”
(Artículo 1).

Así, el Programa busca como objetivo principal que los jóvenes


emprendedores rurales entre los 18 y los 39 años, implementen y consoliden
su propia agroempresa, que les genere rentabilidad y sean sustentables, con
preferencia en el mismo núcleo agrario al que pertenecen o en uno cercano a
su residencia; “con el fin de propiciar el arraigo, el acceso a la propiedad social
y mejorar sus ingresos” (artículo 2).

Y como objetivos específicos busca que el joven emprendedor rural


desarrolle capacidades para trabajar en equipo, desarrolle habilidades técnicas
y empresariales, también que pueda acceder a capital y a la propiedad social
de la tierra para emprender su agroempresa (artículo3).

El segundo Acuerdo relacionado con el emprendimiento en lo rural


expedido por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca
y Alimentación es el relacionado con el Programa de Apoyo para la
Productividad de la Mujer Emprendedora (PROMETE), el cual se articula con
otras políticas públicas transversales para enfrentar las condiciones de
desigualdad de las mujeres rurales, en cumplimiento particularmente de los
artículos 1 y 4 de la Constitución Política mexicana, y la Ley General de
Igualdad entre Mujeres y Hombres (LGIMH).

270
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

El programa se dirige a apoyar los proyectos productivos liderados por


grupos entre tres y seis mujeres emprendedoras, mayores de 18 años, que no
hayan sido apoyadas en los cinco años anteriores en otros programas de
apoyo agrario.

2.1.3 Revisión de la regulación jurídica del


emprendimiento en los Estados Unidos Mexicanos.

Siendo los Estados Unidos Mexicanos una federación, cada Estado es


independiente en sus poderes orgánicos, por ello fue necesario hacer de cada
Estado una revisión en las respectivas páginas Web oficiales: del Ejecutivo, del
Congreso del Estado y del Poder Judicial.

2.1.3.1 Aguas Calientes.

Capital Aguas Calientes. Revisadas las páginas oficiales de los tres


poderes del Estado se evidenciaron varias normas que hacían referencia al
emprendimiento.

Primero, se encuentra la “Ley para el fomento a la economía, la


inversión y el empleo en el Estado de Aguascalientes”, publicada en la Sección
Primera del Periódico Oficial del Estado de Aguascalientes, el 11 de julio de
1999 y con una última reforma el 11 de noviembre de 2013.

El artículo 4 de esta norma establece sus propios objetivos dentro de los


cuales se encuentra el fomento de una cultura emprendedora entre las clases
sociales más desprotegidas (fracción IX) y la simplificación administrativa que
estimule la creación de nuevas empresas la ampliación de la planta productiva
(fracción XI), objetivo que se enlaza con el artículo 21 de la misma ley, en la
cual se asigna a la Secretaría de Desarrollo Económico tomar las medidas para
desregularizar los trámites que permitan facilitar la apertura de empresas
(fracción VIII).

Posterior a esta ley, fue expedido el Decreto Número 381 del 29 de julio
de 2013, por el cual se aprueba la “Ley de Gestión Empresarial y mejora
regulatoria para el Estado de Aguascalientes”, con el objeto de impulsar la
gestión empresarial así como la mejora regulatoria en el Estado.

Esta ley crea el Instituto Estatal de Gestión Empresarial y Mejora


Regulatoria como organismo público desconcentrado de la Administración
Pública, con personalidad jurídica propia, el cual tiene como una de sus
atribuciones, fortalecer los Centros Municipales de Negocios y la Ventanilla
Única de Gestión Empresarial para facilitar las actividades emprendedoras
(artículo 13, fracción V).

A su vez, los Centros Municipales de Negocios, son los espacios físicos


integrados con recursos humanos y herramientas tecnológicas que los
municipios del Estado pueden destinar “con la finalidad de brindar una atención

271
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

integral a los emprendedores, micro, pequeñas y medianas empresas.”


(Artículo 74).

Así mismo, la ley fortalece el Sistema de Apertura Rápida de Empresas.

De manera, que el Congreso del Estado de Aguascalientes


efectivamente cuenta con una normatividad que impulsa el emprendimiento en
su territorio, dotando al ejecutivo de herramientas para el fomento
emprendedor.

Pero además, la Secretaría de Desarrollo Económico cuenta con el


apoyo a emprendedores, que busca incentivar la cultura del emprendimiento, a
través del apoyo a ideas de negocio consideradas viables y que busquen crear
empresa y generar empleo.

Este apoyo se establece a través de tres programas concretos:

1) El premio estatal al emprendedor: que cuenta con tres categorías: I.


Educación Superior, II. Educación Media, III. Profesionista, IV. Libre, y V.
Incubadoras. El premio otorga financiación para los tres primeros puestos en
cada categoría.

2) Capital semilla: el programa financia proyectos que estén en fase de


incubación, con créditos para tres tipos de proyectos: tradicional, de tecnología
intermedia y de alta tecnología.

3) Incubadoras: la Secretaría de Desarrollo Económico ha certificado


ocho incubadoras, que operan como centros de atención a los emprendedores.
En estos centros se orienta y ayuda al emprendedor en el proceso de
planeación y creación del negocio. Allí se les brinda consultoría especializada
sobre contabilidad, mercadotecnia, diseño gráfico, entre otras. Incluso, algunas
incubadoras ofrecen al emprendedor un espacio físico mientras inicia el
negocio para un acompañamiento más eficiente, en un ecosistema
empresarial.

Pero lo más destacable de lo hallado en el Estado de Aguascalientes es


el Decreto número 31 del 3 de enero de 2014, por el cual se aprueba la Ley
que Crea el Cetro de Competitividad e Innovación del Estado de
Aguascalientes, como organismo público descentralizado de la Administración
Pública Estatal, con personalidad jurídica y patrimonio propio (artículo 1), el
cual tiene como objeto incentivar el incremento en la inversión, la productividad
y el empleo, y presentado a iniciativa del Gobernador Constitucional del Estado
el 6 de diciembre de 2013.

El Centro es administrado por dos órganos: la Junta de Gobierno y el


Director General, el cual tiene entre sus facultades el de “Coadyuvar
permanentemente con la Secretaría de Desarrollo Económico en el desarrollo,
gestión e implementación de instrumentos de apoyo a emprendedores del

272
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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Estado en el campo de la competitividad e innovación” (Artículo 15, fracción


IV).

Si bien esta es la única referencia que hay en la Ley sobre el


emprendimiento y que tiene un claro énfasis en la innovación empresarial, no
puede desconocerse que los contenidos son claramente orientados al
emprendimiento, tal como se desprende de las atribuciones concedidas al
Centro por el legislativo; así es que jurídicamente se derivan acciones del
Centro relacionadas directamente con el emprendimiento como la creación de
empresas y la operación como promotor de empresas y proyectos
empresariales, constituyéndose esta entidad en competente para la promoción
de proyectos emprendedores.

De hecho, como ya se ha mencionado, la innovación forma parte de los


emprendimientos, en tanto que introducir una innovación de un bien o servicio,
implica igualmente poner en marcha estrategias que generan valor para el
mercado.

2.1.3.2 Baja California.

Capital Mexicali. El Gobierno del Estado de Baja California por medio de


la Secretaría de Desarrollo Económico cuenta con un fondo para incubadoras
que cuenten con la certificación del SNIE (Sistema Nacional de Incubación de
Empresas) o tengan una certificación por parte del Gobierno del Estado. Se le
entregan recursos para consultoría y creación de nuevas empresas.

Además se encuentra la Ley de fomento a la competitividad y desarrollo


económico para el Estado de Baja California, publicada el 10 de junio de 2005,
con la última modificación publicada en el Periódico Oficial el 28 de junio de
2013. Esta norma tiene varias referencias sobre el tema de este trabajo.

En primer lugar, la norma dispone que las autoridades estatales deben


tomar las acciones que le determina la ley en coordinación con el sector
privado y deberán promover, entre otras, el impulso de la creación de
empresas regionales y la cultura del emprendimiento en el Estado (artículo 4,
fracción II, incisos b y j).

Pero, además, como segundo, la norma establece unos estímulos no


fiscales para el desarrollo empresarial (artículo 9, fracción I, inciso b, numeral
1), que consiste en apoyos directos a las MIPYMES enfocados a la formación
de emprendedores.

Y por último, en tercer lugar, la última modificación a esta ley publicada


en el Periódico Oficial el 28 de junio de 2013, incluyó el capítulo VII BIS, sobre
el Fondo de Fomento para el Desarrollo Económico de Mujeres y Jóvenes (el
cual entró en vigor el 1 de enero de 2014), el cual tiene por objeto “financiar
proyectos de inversión emprendidos por jóvenes y mujeres, principalmente, por
madres solteras, mediante el otorgamiento de microcréditos.” (Artículo 22 BIS)

273
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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2.1.3.3 Baja California Sur.

Capital La Paz. Este Estado cuenta con la Ley de Turismo para el


Estado de Baja California Sur, expedida por Decreto Número 1509 del 14 de
diciembre de 2004, el cual expresa que uno de los elementos a tener en cuenta
para la planeación del desarrollo turístico “el impulso creación de pequeñas y
medianas empresas turísticas, buscando siempre generar nuevos empleos”
(artículo 18, fracción IV).

Posteriormente se expide el Decreto 1608 del 31 de enero de 2006, Ley


de fomento y desarrollo económico para el Estado de Baja California, que
efectivamente trae varias referencias a la creación de empresas.

Así, en el artículo 1, la Ley señala que tiene por objeto impulsar el


desarrollo económico de la región mediante la inversión productiva con el
propósito de “promover la creación de empresas que generen valor agregado a
los productos sudcalifornianos” (literal c), “promover la creación de empresas
que generen nuevas fuentes de empleo atendiendo a una equitativa
distribución de la riqueza” (literal e) y “promover e impulsar la cultura de
emprendedores” (literal m).

Por otro lado, el artículo 40 faculta al Gobernador del Estado y a los


Presidentes de cada municipio para que realicen convenios con instituciones
tanto públicas como privadas, para tomar acciones encaminadas a fomentar la
creación de microindustrias en la zona rural (fracción III).

2.1.3.4 Campeche.

Capital Campeche. Revisado este Estado, se observa que no desarrolla


ampliamente normas ni programas relacionados directamente con el
emprendimiento, sino que se articulan a los programas del nivel federal, con el
apoyo de la Secretaría de Fomento Industrial y Comercial –SEFICO-.

Se identifica que esta Secretaría maneja un programa denominado


Política de desarrollo 360º PYME, el cual brinda apoyo a los emprendedores o
empresarios, a través de un proceso encadeno por once eslabones y apoyo
financiero.

A nivel normativo, la única norma expresa sobre el concepto de


emprendimiento que se observa la Ley de la Juventud del Estado de
Campeche, expedida mediante Decreto número 136 publicado en el Periódico
Oficial No. 4795 del 31 de julio de 2011, la cual establece en el artículo 33,
sobre el fomento a proyectos propuestos por iniciativa de la juventud, que el
Estado debe promover “la constitución de fideicomisos y fondos de
financiamiento para empresas juveniles y proyectos de beneficio social, con la
participación de los sectores público, social y privado”.

Pero a pesar de lo anterior, sí se ubican otras disposiciones legislativas


relacionadas con la creación de empresas.
274
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Por ejemplo el Reglamento interior de la Secretaría de Fomento


Industrial y Comercial, en función del artículo 21 de la Ley Orgánica de la
Administración Pública del Estado, crea unas direcciones de apoyo a la
Secretaría entre las que se encuentra la Dirección de Desarrollo Comercial y
Servicios, que tiene entre sus funciones la de “Coadyuvar en la creación de
microempresas, mediante la elaboración y certificación de las actas
constitutivas de sociedades de responsabilidad limitada y microindustrial y/o
artesanal.” (Artículo 11, fracción XII). Y la Dirección de Fomento Artesanal le
atribuye la misión de promover la creación de empresas comercializadoras que
colaboren en el incremento de la venta de artesanías propias del Estado en el
mercado nacional e internacional (artículo 12, fracción XXI).

Así mismo, está la Ley para el fomento de las actividades económicas y


empresariales en el Estado de Campeche, expedida por Decreto número 128,
publicado en el Periódico Oficial 2520 del 24 de diciembre de 2001. Esta
norma, para incentivar el desarrollo económico ofrece unos beneficios fiscales
para lo cual exige entre sus requisitos invertir en la creación de empresas
nuevas (artículo 4, fracción I).

Y por otro lado, se encuentra la promoción empresarial desde la


perspectiva rural en la Ley Agrícola del Estado de Campeche, que le atribuye
como una de las funciones a la Secretaría de Desarrollo Rural, la de promover
la creación de empresas agrícolas en el medio rural pero también el urbano
(artículo 7, fracción X)

Y justamente, en este sentido, dispone finalmente la misma norma que


las asesorías y la asistencia técnica que proporcione el Estado deben estar
orientados, entre otros, a la creación de empresas agrícolas (artículo 66,
fracción VIII).

2.1.3.5 Coahuila.

Capital Saltillo. El rastreo normativo en este Estado no arrojó normas,


pero se identificó un documento titulado “Programa Estatal de Desarrollo
Económico 2011-2017”, dentro del cual se establecen varios programas
relacionados con el tema de investigación.

En este documento se destaca que el fomento a los pequeños y


medianos emprendedores de la industria extractiva y de transformación
requiere de acciones por parte del sector público.

Dentro del objetivo 2, relacionado con el fomento de la micro, pequeña y


mediana empresa, se propone como línea de acción: “2.3 Instrumentar un
programa permanente de capacitación y formación de emprendedores
destinado a la creación y operación de la micro, pequeña y mediana empresa,
a partir de las vocaciones productivas de las regiones y de las características
de su estructura económica, así como de las oportunidades que se deriven de
las cadenas de valor.”
275
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Además, se contempla una financiación especial para los


emprendedores: “2.8 Promover la creación de un Fondo de Apoyo a las
MIPyMES como una política integral de acceso al financiamiento para la
creación y consolidación de nuevas micro, pequeñas y medianas empresas,
que otorgue garantías y que asegure tasas preferenciales a los
emprendedores.”

En el objetivo 3, sobre la Innovación como base del crecimiento


económico, se propone en el numera 3.14 como línea de acción la de generar
oportunidades de negocios acercando los emprendedores en Tecnologías de la
Información a través de un portal de Internet.

También, se propone la creación del Consejo para la Competitividad del


Estado de Coahuila de Zaragoza que tendrá entre sus objetivos diseñar
esquemas de asesoramiento a emprendedores. No se encuentra que
efectivamente haya sido creado este consejo para el momento de la revisión.

2.1.3.6 Colima.

Capital Colima. A nivel del Ejecutivo se encuentra que la Gobernación


firmó un acuerdo con el Consejo de la Comunicación –Voz de las Empresas-,
constituido por varias empresas, para trabajar por la cultura del
emprendimiento y la estrategia de vincular empresarios colimenses para
impulsar a los emprendedores que deseen constituir su propia empresa. Así
mismo, se observa la articulación con los programas del orden nacional.

De igual modo, se destaca el programa “Colima emprende” que impulsó


el contexto jurídico sobre el tema.

Así mismo, se encuentra que en el Plan Estatal de Desarrollo 2009-2015


de la Administración Estatal se formuló la promoción de la cultura
emprendedora a jóvenes a partir del nivel básico de instrucción secundaria.

La Secretaría de la Juventud cuenta con el programa de incubación de


empresas (en Colima y Manzanillo) que se financian a través del Sistema
Estatal de Financiamiento para el Desarrollo del Estado de Colima (SEFIDEC).

También la Secretaría de Fomento Económico cuenta con el programa


Modelo Jóvenes Emprendedores, que es un curso taller diseñado entre el
Tecnológico de Monterrey, el Instituto Politécnico Nacional y la Fundación E.

En cuanto a la financiación de los proyectos de emprendimiento, Colima


posee varios programas como el "Emprendedores Juveniles" de la Secretaria
de la Juventud, más los apoyos que brinda la Secretaria de Fomento
Económico (como el Capital Semilla) y la Secretaría de Desarrollo Rural.

276
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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Destaca de este Estado el énfasis en el apoyo al emprendimiento juvenil.


Así, a nivel normativo, se identifican varias normas de promoción del
emprendimiento:

Por Decreto número 415, publicado el 23 de septiembre de 2006, que


reforma el artículo 19 y se adiciona el artículo 24 BIS 5, Integrado por las
fracciones I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII, XIV, XV, XVI, XVII, XVIII
Y XIX de la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado, es la norma
por la cual se crea la Secretaría de la Juventud, a la cual se le atribuye la
función expresamente de “Promover una cultura emprendedora que permita
generar autoempleo, así como la elevación de la productividad y del poder
adquisitivo” (artículo 24 BIS 5, fracción VIII).

El marco de la anterior ley, el Reglamento Interior de la Secretaría de la


Juventud (publicado el 12 de abril de 2008) crea la Dirección de Desarrollo
Económico y Educación que tiene como objetivo principal dar asesoramiento a
la juventud en el desarrollo de proyectos de emprendimiento (artículo 8), así
como promover la cultura del emprendimiento entre los jóvenes que impulse la
creación de empresas tanto de manera individual como colectiva (fracción XII),
“administrar las acciones de la incubadora de empresas para jóvenes” (fracción
XV).

Además, se cuenta con el Decreto que crea el Consejo para el


Desarrollo Emprendedor de los Jóvenes Colimenses, expedido por el
Gobernador del Estado y publicado el 5 de mayo de 2007. Este Consejo de
crea como organismo público descentralizado del Gobierno del Estado de
Colima, con personalidad jurídica y patrimonio propios, sectorizado a la
Secretaría de la Juventud.

Dentro del objeto que tiene este Consejo se encuentra el de “Fomentar una
cultura emprendedora, con la participación del sector público, privado,
académico y social” (artículo 3 fracción II), con múltiples y destacadas
atribuciones consagradas en el artículo 4 del Decreto, tales como gestionar los
recursos públicos y privados para el apoyo de los proyectos juveniles y la
promoción de la cultura emprendedora, fomentar la creatividad de los
emprendedores, identificar y recibir ideas productivas y sociales analizando su
viabilidad, velar por la asesoría y capacitación de los emprendedores tanto
productivos como sociales, facilitar la cooperación entre ellos, apoyar la
operación de incubadoras de empresas, coordinar con las instituciones
educativas la promoción de la cultura emprendedora, la participación de los
emprendedores en ferias y otros eventos, entre otros.

Se enfatiza de este decreto la insistencia en el apoyo de


emprendimientos tanto productivos como sociales, situación que se plantea
desde los mismos considerandos, cuando declara: “Que apoyar la creatividad
de los jóvenes colimenses que desean emprender un proyecto productivo o
social, a través del establecimiento de una micro, pequeña o mediana empresa
así como de organizaciones no gubernamentales, detonará las oportunidades

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La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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de empleo y de igualdad social, generando mayor riqueza, para una vida digna
con mayores beneficios para los jóvenes y familias colimenses.”

Por último, sobresale la Ley de promoción e impulso al joven


emprendedor del Estado de Colima, Decreto 141 publicado el 3 de agosto de
2013. Se destaca de esta norma los considerandos en los cuales se justifica
adecuadamente la necesidad de crear un marco jurídico para el
emprendimiento, teniendo en cuenta consideraciones demográficas,
económicas y de ocupación juvenil.

Esta ley se estructura básicamente en cuatro ejes: 1) el fomento de la


cultura emprendedora entre los jóvenes; 2) la asesoría y el acompañamiento en
todo el proceso de emprendimiento; 3) el apoyo financiero para la creación por
parte de los jóvenes de nuevos negocios o empresas. Para ello, crea el Fondo
para el Joven Emprendedor (artículo 13 y siguientes) y autoriza estímulos
fiscales y tributarios (artículo 18 y siguientes); 4) la articulación con la
educación básica y media superior tanto del sector público como del privado,
con la creación de la cátedra de emprendimiento, transversal a los temas y
contenidos extracurriculares, para lo cual le establece unas obligaciones a la
Secretaría de Educación (artículo 9).

Adicional a la ley anterior, en el Estado de Coimbra se encuentra,


además, la Ley para el Desarrollo Forestal Sustentable del Estado de Colima,
publicada mediante Decreto número 408, el 02 de septiembre de 2006. Esta
ley señala en el artículo 12 que le corresponde al Estado asesorar y apoyar a
comuneros, pequeños propietarios, comunidades indígenas y productores
forestales en la creación de empresas sociales forestales (fracción XIII).

2.1.3.7 Chiapas.

Capital Tuxtla Gutiérrez. Desde la Administración, como servicio de la


Secretaría de Economía, se ofrece capacitación y acompañamiento a los
emprendedores en las incubadoras a través de la Dirección de Capacitación
Empresarial y el Centro Chiapas Emprende, adscritas a la Subsecretaría de
Micro, Pequeñas, Medianas y Grandes Empresas.

Ello, en virtud del Art. 33 de la Ley Orgánica de la Administración Pública


del Estado de Chiapas, que contempla algunas disposiciones relativas al
fomento empresarial, como la obligación de la Secretaría de Economía de
“elaborar los programas anuales de desarrollo económico y ejecutarlos,
procurando la creación de fuentes de empleo, impulsando la creación de las
micro, pequeñas, medianas y grandes empresas.” (Fracción III).

Pero no solo en la Secretaría de Economía recae la obligación del


fomento al emprendimiento, sino, además, en la Secretaría para el Desarrollo y
Empoderamiento de las Mujeres, se tiene como una de sus funciones la de
coordinar la operación de los programas sociales en donde se ofrezca
microfinanciamiento para las microempresas sociales (artículo 31-A, fracción
III).
278
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Además, está el apoyo financiero. El Gobernador de Chiapas, mediante


decreto publicado en el Periódico Oficial el 26 de septiembre de 2007, creó un
fideicomiso público de inversión, administración y garantía, para la atención
integral de las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas en el Estado,
denominado “Fondo de Fomento Económico Chiapas Solidario”, conocido con
la sigla FOFOE. Uno de sus fines es otorgar el financiamiento para la
constitución de empresas que tengan como actividad principal la producción y
comercialización de productos chiapanecos (artículo 2, fracción I, literal b).

El Estado de Chiapas cuenta también con otras normas de fomento


empresarial, como la Ley para el Desarrollo y Fomento al Turismo en el Estado
de Chiapas, adoptada por Decreto número 262 y con última reforma el 21 de
octubre de 2009, la cual crea en el artículo 32 un fideicomiso, que tiene entre
otras funciones, “la constitución de micro, pequeñas y medianas empresas
cuya actividad preponderante sea la prestación de servicios turísticos,
congruentes con las actividades preponderantes en la zona en que se ubiquen”
(Fracción III, literal a).

Así mismo, cuentan con la Ley de Fomento y Desarrollo Agrícola del


Estado de Chiapas, acogida por Decreto 338, publicada el 12 de agosto de
1998, y dentro de la cual se hacen varias referencias al desarrollo de nuevas
empresas agroindustriales (artículo 76, 77, 86, 100), que también se constituye
en una obligación de la Secretaría de Agricultura y Ganadería.

Igualmente, cuentan con la Ley de Desarrollo Económico y Atracción de


Inversiones del Estado de Chiapas, publicada mediante Decreto 341, publicada
en el Periódico Oficial 091 el 5 de marzo de 2014. Esta ley tiene como una de
sus finalidades la de “estimular una cultura emprendedora” (artículo 4, fracción
IV) y “fomentar la creación y el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas
empresas” (fracción XV).

2.1.3.8 Chihuahua.

Capital Chihuahua. Como tal, este Estado no cuenta con una ley
emprendimiento, no obstante posee el Decreto 464 del 21 de mayo de 2014,
Ley de Impulso al Conocimiento, Competitividad e Innovación Tecnológica para
el Desarrollo del Estado de Chihuahua, en el cual desarrollan muchos
elementos relacionados con el fomento del emprendimiento.

Así, desde el primer artículo sobre el objeto de la ley, ella misma


determina como uno de sus objetivos el de establecer los mecanismos y
apoyos que faciliten la promoción y creación como de incubadoras de
empresas del conocimiento o de base tecnológica, así como de capital semilla
y fondos de capital emprendedor (artículo 1, fracción XX; artículo 6, fracción
XVII; artículo 70 y 72). Estos dos últimos son definidos por la norma como
apoyos de financiamiento o de capital que se concede a los nuevos negocios
cuando están en su etapa de incubación y etapas iniciales de operación
(artículo 2, fracción II; artículo 6, fracción XXVI). Pero además, la ley autoriza
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La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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el otorgamiento de premios con entrega de recursos y apoyos a través de


convocatorias públicas, equitativas y transparentes para estimular a los
emprendedores en materia ciencia, tecnología e innovación (artículo 6, fracción
XXVII).

Siempre buscando que los desarrollos tecnológicos y científicos que se


convierten en aplicaciones comerciales den origen a nueva empresas de alto
valor agregado, (artículo 6, fracción XVII y XXVI).

Para dar cumplimiento a los fines de la norma, la misma ley crea el


Instituto de Innovación y Competitividad, como organismo público
descentralizado, con personalidad jurídica, patrimonio propio y autonomía
administrativa, sectorizado a la Secretaría de Economía (artículo 16) y entre
sus obligaciones se le faculta para impulsar “el emprendimiento y la creación
de nuevos negocios de alto valor agregado” (artículo 17, fracción III), así como
“diseñar las bases y operar el programa de apoyo a la incubación y
emprendimiento de nuevos negocios de innovación” (fracción XIX), elementos
que deben estar en el programa estratégico elaborado por el Consejo General
del Instituto con una perspectiva anual, sexenal y de 25 años (artículo 29,
fracción X).

Dicha programa estratégico debe incluir las modalidades de apoyo


enfocadas a crear y fortalecer “las capacidades de emprendimiento para
transformar el conocimiento, conectarlo con el capital y crear nuevos negocios
de alto valor agregado a partir de la innovación” (artículo 33, fracción IV).

De igual modo, le corresponde al Instituto de Innovación y


Competitividad crear el Sistema Estatal de Información y Evaluación para
Impulsar el Conocimiento y la Innovación Tecnológica para el Desarrollo
(artículo 41), el cual debe contener entre otros elementos “el estado que guarda
la capacidad de emprendimiento en la entidad, la incubación, los apoyos y
capital emprendedor para la creación de nuevos negocios basados en la
investigación e innovación” (fracción VIII).

Para terminar de conformar las disposiciones legales en materia de


emprendimiento y CT&I, la ley dedica un capítulo al emprendimiento y a los
negocios de innovación. Para ello está el Capítulo XV que destinan dos
artículos para el tema del capital semilla y capital emprendedor e insiste en la
función del Instituto en coordinación con la Secretaría de Economía y la
Secretaría de Desarrollo Rural para promover programas de emprendimiento,
incubación y creación de nuevos negocios con base en ciencia y tecnología
(artículo 69).

También se encuentra que la Ley de Juventud para el Estado de


Chihuahua Publicada en el Periódico Oficial del Estado No. 10 del 03 de
febrero del 2010, Decreto 744/09, estipula en el artículo 7 que dentro del
Programa Estatal de Desarrollo Social y Humano, deberá: “XIII. Asesorar y
apoyar a jóvenes emprendedores mediante capacitación, utilización de nuevas

280
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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tecnologías, desarrollo de procesos productivos y de comercialización, acceso


a información de mercados y fuentes blandas de financiamiento”.

Y la Ley de Desarrollo Rural Integral Sustentable para el Estado de


Chihuahua, Decreto No. 707 de 2011, con una última reforma publicada en el
Periódico Oficial el 2 de octubre de 2013, contiene la obligación de auspiciar
condiciones para la creación de empresas y sociales (artículo 44) y rurales
(artículos 44 y 87); promover la constitución de “empresas comercializadoras
de las organizaciones de productores de los sectores social y privado,
dedicadas al acopio, venta, acondicionamiento y transformación industrial de
los productos ofertados por los agentes de la sociedad rural” (artículo 58);
impulsar la creación de empresas colectivas y familiares (artículos 68 y 89).

2.1.3.9 Distrito Federal.

Capital, Ciudad de México. En el Distrito Capital se observan varios


programas de orden administrativo a favor del emprendimiento.

Uno de ellos fruto de la alianza entre el Consejo de la Comunicación,


Samsung Electronics México y la Dirección General de Educación Secundaria
Técnica dependiente de la Administración Federal de Servicios Educativos en
el Distrito Federal, de la cual nace el Gran Concurso para Emprendedores que
busca, como objetivo principal, fomentar en los estudiantes de las secundarias
técnicas.

También cuenta con una Agenda de Innovación que tiene entre sus
objetivos el de Impulsar una cultura de la innovación y el emprendimiento al
interior de cada ente público y de cara hacia la ciudadanía en general.

Dentro del marco administrativo, el Acuerdo por el que se aprueba el


programa general de desarrollo del Distrito Federal 2013-2018, expedido por el
Jefe de Gobierno del Distrito Federal y publicado en la Gaceta Oficial el 11 de
Septiembre de 2013, contempla el apoyo a los Micro, Pequeños y Medianos
Emprendimientos Culturales. Por ello busca fortalecer la capacidad para
emprender que tienen las comunidades y plantea como el objetivo 7,
“Fortalecer la sustentabilidad de los procesos culturales y de las prácticas
artísticas, así como las capacidades emprendedoras y de innovación del sector
cultural y artístico de la Ciudad.” Y cuenta dentro de las líneas de acción para
este objetivo, “Impulsar la creación y el desarrollo de industrias culturales para
promover la inversión, el emprendimiento y la creación, producción y
comercialización de bienes y servicios de carácter cultural local.” Todo ello
administrado por la Secretaría de Cultura.

La Secretaría de Desarrollo Económico del Distrito, por otra parte,


fomenta el emprendimiento también a través de las Expo PYMES. Igual para el
desarrollo económico rural y sustentable.

Y para generar nuevas inversiones y la articulación entre los sectores


público, privado y social, se busca crear una unidad de asesoramiento para
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emprendedores; fomentar las incubadoras de MIPyMES culturales y creativas;


promover la creación y financiamiento de MIPYMES en las industrias ligeras,
como es el caso del turismo y de servicios de alto valor agregado; consolidar
acuerdos, fondos y recursos de apoyo para la creación de estas industrias
ligeras; diseñar y ejecutar un programa de asesoría a los y las emprendedoras
para la apertura de empresas; y apoyar a mujeres innovadoras,
emprendedoras y empresarias, para acceder al crédito y fortalecer sus
capacidades productivas y competitivas.

En materia educativa el programa general de desarrollo se plantea


generar modelos educativos flexibles, formales y no formales, que contribuyan
a la capacitación de la población económicamente activa en temas de
emprendedurismo; así como generar mecanismos e instrumentos educativos
escolarizados y no escolarizados que contribuyan al desarrollo de incubadoras
de negocios, de cooperativas y de alternativas de autoempleo.

De igual manera cuentan con el “Proyecto Estratégico para el Desarrollo


del Emprendedurismo en los Jóvenes del Distrito Federal” en dos líneas:
Jóvenes Emprendiendo en la Ciudad y Campamento emprendedor para
Universitarios.

En general, los programas del Distrito igual se articulan con los del nivel
Federal, máxime teniendo en cuenta que los organismos y las sedes se
encuentran en la misma ciudad.

Ya a nivel normativo se observan varias disposiciones legales que


contienen aspectos relacionados con el emprendimiento.

La primera que reluce es la Ley Orgánica de la Administración Pública


del Distrito Federal, publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 29 de
diciembre de 1998, con una última reforma publicada en la Gaceta Oficial del
Distrito Federal el 15 de abril de 2014. El artículo 25 dispone que la Secretaría
de Desarrollo Económico tiene, entre otras atribuciones, la de formular y
proponer acciones que incentiven la creación de empresas.

Y en el reglamento interior de la Administración Pública del Distrito


Federal, promulgado por el Jefe de Gobierno del Distrito, publicado en la
Gaceta Oficial el 28 de diciembre de 2000 con modificación publicada en la
Gaceta Oficial de Distrito Federal 14 de Marzo de 2014, se modifica
precisamente en el año 2014 una de las funciones de la Coordinación General
de Modernización Administrativa, para incluir la de: “Fomentar una cultura de
innovación, emprendimiento y colaboración entre las dependencias, órganos
desconcentrados, órganos político-administrativos, entidades de la
Administración Pública del Distrito Federal, sector académico y otros sectores
de la sociedad civil, con la finalidad de impulsar y difundir casos de éxito y las
mejores prácticas de innovación y modernización de la Administración Pública
del Distrito Federal.” (Artículo 101 Bis, fracción XLVII)

282
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Además, está el Decreto por el que se expide la Ley para el Desarrollo


Económico del Distrito Federal como ciudad digital y del conocimiento,
publicada en la Gaceta Oficial del Distrito el 29 de febrero de 2012 y con una
última reforma publicada en la Gaceta Oficial el 7 de agosto de 2014.

Esta ley hace dos referencias expresas al emprendimiento. La primera,


en el artículo 3 al hacer la claridad de que la ley es el marco jurídico para lograr
el desarrollo del Distrito con una base de justicia social, que busca entre
muchas cosas, la “Impulsar una cultura de la innovación y el emprendimiento
en materia de Tecnologías de la Información y del Conocimiento, así como la
debida aplicación de éstas como herramienta fundamental para la innovación
en todos los ámbitos de actividad ciudadana” (fracción VIII), así como “Impulsar
la creación y el desarrollo de empresas de conocimiento y de las tecnologías
de la información y comunicación hacia estándares de competitividad mundial”
(fracción X).

Y consonancia con las normas arriba citadas, la Ley consagra como una
de las funciones de la Secretaría de Desarrollo Económico la impulsar la
creación de nuevas micros, pequeñas y medianas empresas de base
tecnológica (fracción I); gestionar incentivos que impulsen la creación de estas
empresas (fracción III); así como generar condiciones la creatividad de los
jóvenes emprendedores de las industrias de Tecnologías de la Información y
Comunicación y del Conocimiento puedan desarrollarse, apoyándolos a través
de la incubación de esas empresas (artículo 38 fracción IV).

Además, ya no desde el concepto de emprendimiento sino desde la


creación de empresas, la Ley de Desarrollo Rural Sustentable del Distrito
Federal, publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 31 de enero de
2008, consagra en el artículo 145 que el Gobierno del Distrito debe impulsar y
fomentar la formación de empresas rurales en coordinación con el Gobierno
Federal.

En esta dirección se dispone que los apoyos de reconvención productiva


agropecuaria y agroindustrial se deben orientan preferentemente a la creación
de empresas de carácter familiar y colectivo que generen empleos en la zona
(artículo 70 fracción I, artículo 81 y 86 fracción III); y la organización y
asociación económica debe tener como prioridad la constitución de empresas
rurales (artículo 122).

2.1.2.10 Durango.

Capital Durango. En alianza con los sectores educativo y social la


Secretaría de Seguridad Pública en coordinación con el Instituto de la Mujer
Duranguense impulsa un programa denominado “Mujeres sin fronteras” que
busca formar en el emprendimiento y el autoempleo a las reclusas del Estado,
para que cuando recuperen la libertad tengan una forma de ganarse la vida.

283
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Igualmente, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes a través del


Instituto de Cultura del Estado de Durango -ICED- desarrollan el concurso de
emprendimientos de industrias creativas y culturales.

Desde lo normativo, la primera norma que arroja la búsqueda es la Ley


de Fomento al Emprendedurismo Juvenil del Estado de Durango del 15 de
diciembre de 2012 y publicada en el Periódico Oficinal del 23 de diciembre de
2012.

La misma ley establece como su objeto el desarrollo económico regional


y estatal. Pero hace la claridad que se desea lograr a partir del fomento al
espíritu emprendedor y la iniciativa productiva de la juventud (artículo 1).
También tiene entre sus finalidades fomentar, promover, establecer
mecanismos para el desarrollo de la cultura emprendedora y empresarial y la
creación de micro, pequeñas y medianas empresas creadas por jóvenes
(artículo 2 y 3).

La Ley establece sus principios y las autoridades competentes para el


cumplimiento de la Ley, tales como la Secretaría de Desarrollo Económico
(artículo 8), la Secretaría de Educación (artículo 10) y la Secretaría del Trabajo
y Previsión Social del Estado (artículo 9).

Desarrolla unos incentivos fiscales (artículo 11) y en el artículo siguiente


establece unas prioridades para la adjudicación de los beneficios y apoyos.
Esas prioridades son para los proyectos que protegen el ambiente con
proyectos que hacen uso racional de los recursos naturales, recursos hídricos y
reciclaje, uso de energías limpias y renovables, aplicación de tecnologías de
punta, crea empleo para los jóvenes y les genera arraigo en sus comunidades.

Con esta ley se encuentra la Ley de Fomento a la Competitividad de la


Micro, Pequeña y Mediana Empresa del Estado de Durango, del 15 de
diciembre de 2012, Decreto 383. Esta ley tiene como uno de sus objetos
fomentar la creación de las micro, pequeñas y medianas empresas del Estado
(artículo 1), así como “promover la cultura emprendedora a través de los
programas educativos y las incubadoras de empresas, para impulsar la
constitución de nuevas empresas y la consolidación de las existentes” (artículo
4 fracción III); “impulsar el respeto y conservación del medio ambiente en la
creación y desarrollo de las MIPYMES” (fracción IV).

Para ello descargan en la Secretaría de Desarrollo Económico la


responsabilidad de fomentar la creación de incubadoras de empresas y la
formación de los emprendedores (Artículo 6 fracción I).

De igual modo, la Ley de Turismo del Estado del 15 de junio de 2010,


publicada en el Periódico Oficial del 22 de julio de 2010, con última
actualización el 5 de agosto de 2014, el Ejecutivo debe encargarse de facilitar
los procesos internos administrativos, así como promover inversiones y
alianzas (artículo 28) para la creación de empresas turísticas y el

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fortalecimiento de la creación de micro, pequeña y medianas empresas


turísticas (artículo 8 fracción III).

Así mismo, la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable del Estado de


Durango del 9 de junio de 2004, dispone que le corresponde al Estado el
asesoramiento, capacitación y orientación de comunes, indígenas y pequeños
propietarios y poseedores de terrenos para la creación de empresas sociales
forestales (Artículo 12 fracción XVI).

2.1.3.11 Guanajuato.

Capital Guanajuato. Aquí no se encuentra ninguna norma exclusiva para


el tema del emprendimiento, pero se observa que el Decreto 94, Ley para el
Desarrollo y Competitividad Económica del Estado de Guanajuato y sus
Municipios, publicado en el Periódico Oficial el 15 de noviembre de 2013, sí
hace referencia en el artículo 1 sobre la naturaleza y objeto de la ley, que entre
sus objetivos está el de fomentar la cultura emprendedora (artículo 2, fracción
12) y dar impulso a los emprendedores, facilitando y apoyando la apertura de
nuevas empresas (fracción XVIII), a través de otorgamiento de incentivos,
apoyos y estímulos a los emprendedores (fracción XIX).

Dentro de este marco, determina la ley que son facultades de la


Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable, coordinar y ejecutar las
políticas públicas y los programas para impulsar la cultura emprendedora
(artículo 6, fracción II; artículo 21, fracción IX); “apoyar la creación y
consolidación de micro, pequeñas y medianas empresas innovadoras” (artículo
6, fracción VI) que contribuyan al desarrollo económico (fracción XI); la
capacitación y formación de emprendedores (fracción IX), cultura
emprendedora y desarrollo de emprendedores (artículo 37, fracción V).

Y para ello, la Secretaría debe “impulsar una cultura empresarial que


fomente el espíritu emprendedor, a través de los programas establecidos por la
Secretaría y el gobierno federal” (artículo 25, fracción VII). Además, en
coordinación con la Secretaría de Educación del Estado, debe incluir
programas académicos relacionados con la cultura emprendedora en los
niveles medio superior y superior (artículo 27).

Además, la Ley para la Juventud del Estado de Guanajuato, Decreto


205, publicada en el Periódico Oficial, número 200, tercera parte de 16 de
diciembre de 2014, dispone que tanto el Gobierno Estatal como el municipal
deben generar programas para estimular la generación de micro y pequeñas
empresas cuyos titulares sean considerados jóvenes emprendedores (artículo
39). Y para su promoción, la misma ley determina que el Gobierno del Estado
puede otorgar estímulos a los proyectos juveniles en temas como el
emprendimiento (artículo 82).
285
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2.1.3.12 Guerrero.

Capital Chilpancingo. En relación con el emprendimiento, el Plan


Municipal de Desarrollo de 2012-2015 del Municipio de Chilpancingo,
contempla en el Eje de Desarrollo Económico Integral tres acciones para la
generación del autoempleo: cursos para aprender artes, oficios y
manualidades; crear un mercado de artesanías en el sur de la ciudad; y,
realizar exposiciones empresariales de las PyMES para impulsar sus proyectos
productivos.

A nivel estatal, el Estado de Guerrera tiene en la Ley número 913 de la


Juventud Guerrerense, publicada en el Periódico Oficial el 13 de marzo de
2012, varias referencias al emprendimiento juvenil.

Por un lado, expone que las políticas públicas para jóvenes debe
comprender, entre otras acciones, la de promover capacitación para los
jóvenes emprendedores y créditos para los proyectos que presenten (artículo
18, fracción XVII).

Y le atribuye a la Secretaría de Desarrollo Económico la obligación de


“impulsar el emprendimiento juvenil, mediante el desarrollo de programas
específicos que asesoren, capaciten y gestionen recursos, para proyectos
comerciales y alienten así su autoempleo” (artículo 34, fracción XII, literal C).

2.1.3.13 Hidalgo.

Capital Pachuca. En este Estado se identifica el Decreto 541, Ley de


Fomento y Desarrollo Económico del Estado de Hidalgo, publicada en el
Periódico Oficial del 31 de diciembre de 2007, con una última reforma
publicada el 22 de julio de 2013. De acuerdo al artículo 1 esta ley tiene como
uno de sus objetos el de “Fomentar la creación, desarrollo y consolidación de
las micro, pequeñas y medianas empresas, así como de proyectos
emprendedores y de las empresas sociales” (fracción VII). Así mismo otorga
apoyos y estímulos a las unidades económicas de nueva creación (Artículo 57).

En esta dirección, se observa que por Decreto del Gobernador


Constitucional del Estado, publicado en el periódico oficial el 17 de octubre de
2011, reformado y adicionado por decreto del 13 de febrero de 2014, se creó el
Instituto Hidalguense de Competitividad Empresarial, el cual tiene dentro de
sus atribuciones “Proponer, desarrollar y ejecutar los programas, estrategias y
acciones que se aprueben para el apoyo, promoción, atención, creación,
consolidación y competitividad desarrollo integral de las micro, pequeñas y
medianas empresas, los emprendedores y las franquicias”; la introducción de
nuevos productos o servicios al mercado, así como su permanencia;
especializar los emprendedores en nichos de mercado con oportunidades de
negocio; así como poner a su disposición sistemas de información que
fomenten sus negocios (Artículo 4).
286
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Asimismo, se encuentra dentro de sus funciones todo lo relacionado con


el diseño y operación de instrumentos financieros (como fondos de garantía y
fideicomisos) para la obtención de capital, así como para el acceso y
otorgamiento de créditos en el sistema financiero; y su integración con
inversionistas que tengan operaciones en México (Artículo 4)

La actividad de dicho instituto en materia de emprendimiento se ve


reflejada en el Programa Institucional de Competitividad Empresarial 2011-
2016, que se encuentra articulado al Plan estatal de Desarrollo 2011-2016,
evidenciando una estrategia programática en el fomento del emprendimiento.

Y adicional a la Ley de Fomento y Desarrollo Económico del Estado, se


encuentra el Decreto 540, Ley de la Juventud del Estado de Hidalgo, la cual, en
el artículo 26 dispone que las dependencias, las entidades del nivel estatal,
municipal y los organismos públicos autónomos, deben apoyar los proyectos
empresariales de los jóvenes. En este sentido, señala el artículo 58 que el
Instituto Hidalguense de la Juventud debe promover el autoempleo en jóvenes
con espíritu emprendedor.

2.1.3.14 Jalisco.

Capital Guadalajara. La Ley para el Desarrollo Económico del Estado,


del 24 de enero de 2012 y publicada el 31 de marzo de 2012, manifiesta que
uno de sus objetivos es “Fomentar la generación de empleos y su
conservación, la construcción de una cultura emprendedora y del autoempleo,
en especial en las zonas más desprotegidas en el Estado, mediante la
aplicación de programas de promoción económica de contenido social” (artículo
6, fracción XIII). Así como apoyar la creación de centros de emprendimiento
(fracción XV).

Y para ello, a la Secretaría de Desarrollo Económico le pone como una


de sus atribuciones la promover la creación de micro, pequeñas y medianas
empresas, así como cooperativas.

Además, cuentan con la Ley de Ciencia, Desarrollo Tecnológico e


Innovación del Estado de Jalisco, aprobada el 11 de septiembre de 2014 y
publicada el 9 de octubre de 2014, la cual crea en el artículo 32 el Consejo
Estatal de Ciencia y Tecnología de Jalisco, COECYTJAL, como un Organismo
Público Descentralizado del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco (artículo 32),
al cual le pone asigna como objeto “tiene por objeto coadyuvar con la
Secretaría en el desarrollo de las acciones públicas y privadas relacionadas
con la investigación, innovación científica, tecnológica y educativa, el
emprendimiento empresarial y social, la protección de la propiedad intelectual”
(artículo 33).

Para finalizar, el Estado cuenta con la Ley del Instituto Jalisciense del
Emprendedor, aprobada el 12 de septiembre de 2013 y publicada el 12 de
octubre de 2013. Esta ley le asigna las funciones al Instituto en función del
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apoyo, atención, creación, consolidación y competitividad de las MIPYMES y


de los emprendedores (artículo 2), define su estructura y órganos de gobierno;
así como normas relacionadas con su patrimonio.

2.13.15 Estado de México.

Capital Toluca. En este Estado se encuentra Decreto del Ejecutivo del


Estado, por el que se crea el organismo público descentralizado de carácter
estatal denominado Instituto Mexiquense del Emprendedor, publicado en el
Periódico Oficial el 1 de diciembre de 2005.

Dicho instituto está sectorizado en la Secretaría de Desarrollo


Económico del Estado buscando apoyar la actividad emprendedora y fomentar
una cultura emprendedora. Dirigido por un Consejo Directivo y administrado por
un Director General.

Entre las atribuciones que trae el artículo cuarto para el Instituto están
las de fomentar la creatividad de los emprendedores, analizar la viabilidad de
los proyectos emprendedores, brindarles asesoría y facilitarles la coordinación
y la cooperación entre ellos.

También existe el Decreto número 160, Ley de Fomento Económico del


Estado de México, publicado el siete de septiembre de 2010, con una última
reforma el 18 de diciembre de 2014; norma que en el artículo 5 dispone que las
autoridades deben promover acciones para estimular la iniciativa
emprendedora en proyectos que sean industriales, comerciales o de servicios,
mediante asesorías, capacitación, financiamiento y canales de comercialización
de sus productos o servicios.

Asimismo, con la ley se busca concientizar a los emprendedores sobre


la importancia de la modernización de su infraestructura para ser más
competitivos y rentables.

También hace referencia al Instituto Mexiquense del Emprendedor, al


cual se le asignan, entre otros objetos, apoyar la actividad emprendedora de
nuevos negocios, fomentar la creatividad de los emprendedores y la cultura
emprendedora incluyendo las instituciones de educación superior, apoyar la
creación de nuevos negocios, facilitar la integración y cooperación entre los
emprendedores, impulsar el acceso al financiamiento de sus proyectos y
apoyarlos tanto en ferias como exposiciones (Artículos 22 y 23).

2.1.3.16 Michoacán.

Capital Morelia. En Michoacán no se encuentra una norma concreta


sobre el emprendimiento, solo una iniciativa con Proyecto de Decreto por el
que se crea la Ley de Impulso a la Competitividad y Productividad del Estado
de Michoacán, presentada en febrero del año 2014 y que hace una escueta
mención del emprendimiento en la exposición de motivos.

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La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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No obstante, cuentan con el Decreto número 310, Ley Orgánica de la


Administración Pública del Estado de Michoacán de Ocampo, publicada en el
Periódico Oficial el 9 de enero de 2008.

En esta norma se evidencia tres referencias al emprendimiento y a la


creación de empresas. Primero, se encuentra como función de la Secretaría de
Desarrollo Económico, fomentar la creación y el desarrollo de industrias y
empresas, en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Rural (fracción
XVIII).

Y a esta última, le atribuye fomentar la creación de agroindustrias en el


medio rural (artículo 28, fracción XVIII)-

Luego, en el artículo 38 en relación con las atribuciones que le confiere a


la Secretaría de los Jóvenes, está la de crear en convenio espacios de
formación integral con programas que generen una cultura emprendedora de
los jóvenes (fracción XIV).

2.1.3.17 Morelos.

Capital Cuernavaca. El Estado cuenta con la Ley de Jóvenes


Emprendedores del Estado de Morelos, expedida el 28 de agosto de 2012 y
publicado en el Periódico Oficial el 29 de agosto del mismo año.

Como lo dispone la misma norma, tiene por objeto impulsar el desarrollo


económico del Estado mediante el estímulo del espíritu emprendedor,
promover la cultura y la formación emprendedora, así como promover que los
jóvenes se inserten en el mundo empresarial (artículo 1), básicamente desde
las micro, pequeñas y medianas empresas (artículo 2).

Y entre las obligaciones del Estado para dar cumplimiento a la ley están
las de vincular el sistema educativo y el productivo, “desarrollar estrategias
para motivar el espíritu emprendedor entre los Jóvenes, bajo un esquema
científico y tecnológico, crear el Fondo de Promoción e Impulso al Joven
Emprendedor, promover y crear un programa de microcréditos para jóvenes
emprendedores, así como otorgar incentivos las nuevas empresas creadas por
jóvenes (artículo 4).

De igual modo, la Ley de Desarrollo Económico Sustentable del Estado


Libre y Soberano de Morelos, publicado en el Periódico Oficial el 4 de junio de
2008, dispone que una de las funciones de la Secretaría de Economía sea
“promover el fomento a la cultura emprendedora y empresarial que logren
impulsar la creación de nuevas empresas” (artículo 5) y para ello debe
instrumentar los “programas de fomento al Emprendedor y al Joven
emprendedor” (artículo 25), además de programas de fomento a MIPYMES que
deberán incluir la formación de emprendedores (artículo 29).

289
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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2.1.3.18 Nayarit.

Capital Tepic. En este Estado se identifica un programa creado por


Decreto denominado Fondo de Inversión y Reinversión para la Creación y
Apoyo de Empresas Sociales del Estado de Nayarit (FIRCAES).

Así mismo, la Ley para la competitividad y el empleo del Estado de


Nayarit, publicada en el Periódico Oficial el 16 de Septiembre de 2009, la cual
determina en el artículo 3 fracción X que uno de sus objetivos es la coadyuvar
en la creación de nuevas empresas dentro del marco normativo ecológico
(fracción XIV).

En esta dirección, la ley autoriza a los municipios del Estado a otorgar


incentivos económicos para la creación de MIPYMES (artículo 13, fracción II).
Y carga en la Secretaría de Desarrollo Económico la obligación de impulsar la
creación de empresas regionales mediante la promoción de la cultura
emprendedora (artículo 54, fracción IV), así de fomentar la creación de
incubadoras de empresas, así como la iniciativa y la creatividad de los
emprendedores (fracción VIII).

Además se encuentra la Ley de fomento al turismo, publicada en el


Periódico Oficial el 4 de mayo de 2005 y reformada conforme publicación del
24 de marzo de 2012. En esta ley se establece que la Secretaría de Turismo
del Estado de Nayarit debe promover la creación de empresas dedicadas a la
actividad turística ante los sectores público, privado y social (artículo 32).

De igual manera está la Ley de desarrollo cultural para el Estado de


Nayarit, publicada en el Periódico Oficial el 27 de julio de 2011, con una última
reforma publicada el 23 de marzo de 2013, interesante en cuanto hace
referencia a los emprendimientos sociales en los siguientes términos:

Primero, señala que el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de


Nayarit –CECAN-, tiene como atribución en materia de cultura, “operar
estrategias para impulsar la creación de fundaciones, patronatos y similares,
orientados al apoyo de productores culturales y para la conformación de
acervos culturales” (artículo 59, literal A, fracción IV).

Frente a la producción cultural es su atribución “Apoyar la creación,


elaboración y comercialización de los productos culturales que se originen en el
seno de los pueblos y comunidades” (literal F, fracción III).

Y respecto de las empresas e industrias, “Generar los mecanismos para


estimular la creación de empresas e industrias culturales que impulsen el
desarrollo estatal, regional y nacional” (literal I, fracción I).
290
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2.1.3.19 Nuevo León.

Capital Monterrey. A nivel de Administración, se encuentra el Programa


Emprendimiento para las mujeres del Instituto Estatal de las Mujeres que
buscar capacitarlas tanto para fortalecerlas empresas ya existentes como
capacitarlas en la creación de nuevas.

También se identifica la firma de un Convenio General de Colaboración


celebrado entre el Gobierno del Estado de Nuevo León y el Instituto
Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey –ITESM- en el año 2011,
con el fin de crear una cultura del emprendimiento para la comunidad
inmigrante del Estado de Nuevo León y generación de microempresas o
proyectos productivos en sus localidades de origen a través de incubadoras
sociales del Instituto para el Desarrollo Social Sostenible del ITESM y articular
los apoyos de otras organizaciones privadas y sociales alrededor del programa.

De igual manera se observa que el Instituto de Innovación y


Transferencia de Tecnología de Nuevo León se crea con el Decreto número
243 de fecha 22 de junio de 2005, promueve la innovación en proyectos de
emprendimientos juveniles.

A nivel normativo no se encuentra una norma específica sobre el tema


del emprendimiento. Sin embargo, otras normas sí hacen referencia al
concepto o a la creación de empresas.

Por ejemplo, se identifica el Decreto número 076 por el cual se expide la


Ley de Fomento a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa del Estado de Nuevo
León, publicado en el Periódico Oficial el 4 de junio de 2013. En el artículo 4, la
norma es contundente al afirmar que uno de sus objetivos es “Promover la
cultura emprendedora a través de los programas educativos y de incubadoras
de empresas, para impulsar la constitución de nuevas empresas y la
consolidación de las existentes” (fracción III).

Para ello el fomento a la creación de incubadoras de empresas y la


formación de emprendedores se considera como uno de los programas a
ejecutar (artículo 8 fracción II, artículo 16 fracción V).

Así mismo, le señala a la Secretaría de Desarrollo Económico del Estado


la obligación de promover entre los municipios un entorno favorable para la
creación de MIPYMES (artículo 12 fracción I, artículo 16 fracción II) y al
Consejo Estatal de Fomento a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, la
atribución de analizar y acordar medidas para apoyar la creación de empresas
(artículo 24 fracción II).

Además, el Decreto 251, publicado en el P.O. 28 de julio de 2008 con


última reforma el 26 de junio de 2013, Ley de la Juventud para el Estado de
Nuevo León, trae solo dos consideraciones sobre el tema en el artículo 37
sobre los contenidos que debe tener el Programa Estatal de la Juventud, entre
291
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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los cuales se incluyen acciones para la creación de una incubadora de


empresas (fracción V) y programas que impulsen los proyectos innovadores y
emprendedores de los jóvenes con discapacidad.

Por último, se encontró que el Decreto 308, Ley de Desarrollo Rural


Integral Sustentable del Estado de Nuevo León, publicado en el P.O. el 31 de
diciembre de 2008, que se debe ofrecer formación, capacitación y asesoría
técnica para la creación de empresas rurales (artículo 100 fracción V) y que se
deben crear empresas comercializadoras que permitan incrementar la
competitividad del sector rural (artículo 90).

2.1.3.20 Oaxaca.

Capital Oaxaca. De la revisión realizada se encuentra el Decreto número


1325, publicado en el Diario Oficial el 4 de marzo de 2013, mediante el cual se
aprueba la Ley que crea el Instituto de la Juventud del Estado de Oaxaca, el
cual tiene entre sus atribuciones, “fomentar el espíritu emprendedor y
capacidad de autogestión de las y los jóvenes para integrarlos a los sectores
productivos” (artículo 6).

Y en esta misma línea fue expedido el Decreto número 1961, Ley de


Promoción e Impulso a la Juventud Emprendedora del Estado de Oaxaca,
publicado igualmente el 4 de marzo de 2013.

El artículo 2 de esta ley establece como sus objetivos: Promover la


cultura para la formación de las y los jóvenes emprendedores; ofrecer
herramientas financieras, fiscales y materiales para la consolidación de los
proyectos de los emprendedores jóvenes; promover que los bienes y servicios
provenientes de empresas creadas por las y los jóvenes emprendedores se
inserten en los mercados; incentivar a los jóvenes emprendedores a que
incorporen en sus empresas ciencia y tecnología; trabajar articuladamente
entre dependencias, entidades e instituciones públicas y privadas para el apoyo
a emprendimientos juveniles; inducir a la juventud oaxaqueña hacia la cultura
emprendedora; constituir el Fondo de Promoción e Impulso de la Juventud
Emprendedora, entre otros.

La Ley dispone que son responsables de la aplicación de la ley la


Secretaría de Finanzas, el instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, la
Secretaria de Turismo y Desarrollo Económico, la Secretaría del Trabajo, El
Instituto de Capacitación y Productividad para el Trabajo del Estado de Oaxaca
y la Comisión Estatal de la Juventud (Artículo 8).

2.1.3.21 Puebla.

Capital Puebla. La búsqueda arroja la iniciativa de Ley de Promoción e


Impulso a la Juventud Emprendedora del Estado de Puebla, del 11 de julio de
2013; sin embargo, no se encuentra que haya sido efectivamente aprobada y
que se encuentre en vigencia.

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Se observa que los programas que desarrolla la Administración del


Estado se articulan con los del orden Federal. Y que hace mucho énfasis en el
emprendimiento en la educación.

Por ello, la Secretaría de Educación Pública dentro de sus planes y


programas cuenta con la línea de emprendedores, para lo que han formado
docentes especialistas en el área emprendedora. De igual modo se observa el
programa de emprendedurismo en Bachillerato General.

No obstante, la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de


Puebla, señala que le corresponde a la Secretaría de Turismo del Estado,
“XIX.- Promover y estimular en coordinación con las autoridades competentes,
la creación de empresas y desarrollos turísticos ejidales o comunales.” Se
destaca que, curiosamente, a la Secretaría de Competitividad, Trabajo y
Desarrollo Económico no se le asigna ninguna función concreta en relación con
la creación de empresas, sino que se hace referencia al establecimiento de de
micro, pequeñas y medianas empresas, unidades de explotación minera,
talleres artesanales y comercios y el impulso a la inversión local por parte de
inversionistas nacionales y extranjeros.

1.2.3.22. Querétaro.

Capital Querétaro. En la página de la legislatura del Estado se


encuentran algunos documentos sobre discusiones que hacen alusión a la
importancia del emprendedurismo, pero no se encuentra una ley exclusiva
sobre emprendimiento.

Sin embargo, en la Ley Orgánica del Estado de Querétaro sí existen


referencias sobre todo a la creación de empresas. Por ejemplo, le asigna a la
Secretaría de Turismo “promover y estimular, en coordinación con las
autoridades competentes, la creación de empresas” (artículo 26, fracción XLI).

Y a la Secretaría de la Juventud la atribución de diseñar y ejecutar


políticas públicas dirigidas a promover una cultura emprendedora en el sector
juvenil (artículo 34, fracción IV).

2.1.3.23. Quintana Roo.

Capital Chetumal. En el rastreo normativo se encuentra que la Ley de


Desarrollo Económico y Competitividad para el Estado de Quintana Roo, del 11
de septiembre de 2007, con una última Reforma Publicada en el Periódico
Oficial del Estado el día 8 de Octubre de 2014, con una ley denominada “Ley
de Tu Primer Negocio”, destina el Capítulo I del Título III al emprendimiento y
desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa.

En este capítulo se dispone que la Secretaría de Desarrollo Económico


tiene como objetivos “Fomentar la creación de incubadoras y aceleradoras de
empresas” (artículo 44, fracción I); “Planear y coordinar las políticas y acciones
de fomento para el emprendimiento de los jóvenes para la creación de Micro,
293
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Pequeñas y Medianas Empresas” (fracción XX), “Fomentar la creación y el


desarrollo de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, en favor de los
emprendedores, mediante instrumentos de financiamiento y gestión de apoyos
municipales, estatales y federales” (fracción XXI). Para ello, la Secretaría debe
contar con la Dirección del Emprendedor, la cual “tiene por objeto instrumentar,
ejecutar y coordinar la política Estatal de apoyo a emprendedores y a las Micro,
Pequeñas y Medianas Empresas, y estará a cargo de un Director General,
quien será designado por el Gobernador del Estado” (Artículo 44-BIS), a la cual
se le asignan sus respectivas atribuciones sobre el tema (Artículo 44-TER).

2.1.3.24 San Luís Potosí.

Capital San Luís Potosí. En este Estado no se encuentran normas que


hagan versen concretamente sobre el emprendimiento.

No obstante, sí cuentan con iniciativas administrativas como los apoyos


para proyectos de emprendedurismo juvenil del Instituto Potosino de la
Juventud (INPOJUVE); y los programas de financiación de los proyectos de
emprendimiento a través del Sistema de Financiamiento para el Desarrollo del
Estado, Sifide.

2.1.3.25 Sinaloa.

Capital Culiacán. La única ley sobre emprendimiento identificada en el


Estado fue la Ley para la Promoción y Desarrollo de los Jóvenes
Emprendedores del Estado de Sinaloa, Decreto 969, publicado en el Periódico
Oficial el del 27 de noviembre del 2013.

La norma establece a través de qué estrategias el Gobierno del Estado


fomentará el emprendimiento juvenil (artículos 3 y 4), para entrar a desarrollar
los principios rectores que regirán las actividades emprendedoras juveniles
(artículo 5, cfr. Artículo 2), las definiciones, las autoridades y los órganos
competentes (artículo 7 y siguientes), los incentivos fiscales y tributarios
(artículo 13 y siguientes) y las formas de financiación (artículo 15 y siguientes).

Se aclara que para la fecha de revisión normativa en este Estado


(octubre de 2014) no tienen aprobada una Ley de Juventud.

Ya en cuanto a la creación de empresas, se identifican varias normas.

La primera de ellas es la Ley de Fomento a la Inversión para el


Desarrollo Económico del Estado de Sinaloa, Decreto 166, Publicado en el
P.O. No. 143, de 27 de noviembre de 1996, con una última reforma publicada
el 8 de agosto de 2014, a través de la cual se busca fomentar la inversión para
el desarrollo económico, considerando entre varias estrategias, otorgar
estímulos para empresas de nueva creación.

También está la Ley de Desarrollo Rural Sustentable del Estado de


Sinaloa, Decreto número 896, publicado en el Periódico Oficial el 27 de
294
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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noviembre de 2013, la cual determina que es obligación de la Secretaría de


Agricultura, Ganadería y Pesca “impulsar la creación y el fortalecimiento de la
agroindustria” (artículo 19 fracción VIII).

De igual manera, dispone que el Gobierno del Estado impulsará el


desarrollo dando condiciones favorables para la creación y fortalecimiento de
empresas rurales y sociales (artículo 47) y autoriza la creación de Centro
Estatal público que pueda prestar el servicio de incubación de empresas
rurales de transformación agroindustrial (Artículo 84 fracción XV).

Igualmente, está la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado


de Sinaloa, Decreto número 687 del 8 de octubre de 2012, con una última
reforma publicada en el P.O. el 17 de Octubre de 2012. Esta ley es
contundente al vincular la innovación con el emprendimiento, de hecho es la ley
de CT&I que más se desarrolla alrededor del concepto emprendedor.

Para iniciar, la Ley establece dentro de sus objetivos la generación de


mecanismos para promover la creación de incubadoras de empresas del
conocimiento y empresas del conocimiento o de base tecnológica (Artículo 2).

En este orden de ideas, define las incubadoras de empresas de


innovación de la siguiente manera: “Incubadoras de empresas de Innovación:
Espacios físicos o virtuales que cuentan con infraestructura experimental de
laboratorios y plantas piloto, y sistemas de gestión de negocios que apoyan la
generación de nuevas empresas, especialmente aquellas de alto valor
agregado o del conocimiento”. (Artículo 3 fracción XIV)

Ya en el artículo 6 como uno de los principios que debe regir el apoyo


gubernamental se destaca el emprendedurismo. Bajo esta premisa, dispone la
norma que el Consejo General de Ciencia, Tecnología e Innovación tendrá
entre sus facultades la de impulsar la creación de nuevos negocios (Artículo 9
fracción II) y el Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación la de diseñar
y operar programas de apoyo a las incubadoras de emprendimientos con
nuevos negocios de innovación (artículo 14 fracción XVIII y XXI).

De igual modo, dispone en la fracción VIII del artículo 35 que el Sistema


de Información y Evaluación se debe conformar con los temas de incubación y
los apoyos y capital de riesgo para la creación de nuevos negocios basados en
la investigación e innovación.

Para rematar, esta ley destina todo el Capítulo XV al emprendimiento y


negocios de innovación, convirtiéndose en la ley de CT&I que más énfasis
pone en el emprendimiento en México.

2.1.3.26 Sonora.

Capital Hermosillo. En este Estado se encuentran varios programas de


apoyo al emprendimiento desde la parte Administrativa desde la política de
empleo juvenil.
295
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Para ello cuentan con el Programa de formación de emprendedores


dentro del cual se imparten cursos a jóvenes emprendedores, así como talleres
para negocios tradicionales.

El Instituto Sonorense de la Juventud opera el Programa de


Emprendedores Juveniles que financia proyectos a través del Fondo Nuevo
Sonora que apoya, entre otros, proyectos de desarrollo empresarial y de
innovación y tecnología.

Se ha buscado la incubación de negocios o empresas de base


tecnológica, por ello ha estado en proceso de operación la incubadora de
empresas de tecnología intermedia, a través de la Secretaría de Economía.

También se ha promovido el Foro Estatal de emprendedores y el


impulso de las empresas de estudiantes de secundaria técnica y superior.

De igual manera, se ha fortalecido el programa para el desarrollo de la


cultura emprendedora mediante la generación de concursos.

Se aclara que para la fecha de revisión normativa (octubre de 2014) el


Estado de Sonora no contaba con una ley de la juventud, situación que explica
la variedad de programas emprendimiento juvenil por iniciativa del Ejecutivo.

Para el Estado de Sonora solo se evidencia una mención normativa al


emprendimiento, en la Ley Número 156, Ley de Fomento Económico, publicada
en el Boletín Oficinal el 1|90 de diciembre de 2002, en la cual se establece
como una de las funciones de la Comisión para el Desarrollo Económico del
Estado, la de “fomentar una cultura emprendedora y generadora de nuevos
negocios” (artículo 27 fracción IX).

Por lo demás, no se encuentra normas referentes expresamente al


emprendimiento. No obstante, se destaca dentro del concepto de creación de
empresas, la fracción 11 del artículo de la Ley de los Adultos Mayores del
Estado de Sonora (promulgada el 5 de septiembre de 2007 y publicada en el
Boletín Oficial el 7 de septiembre del mismo) que ordena el fomento y la
facilitación de la creación de empresas u organizaciones que se creen con el
objetivo del mejoramiento social de los adultos mayores o que la mayoría de
sus empleados sean mayores. El fomento se haría mediante descuentos,
asesorías gratuitas y permisos, para las o los tengan como la mayoría

Y de hecho, valga destacar que este fragmento es una reforma que ha


introducido el Congreso del Estado mediante Decreto del 6 de mayo de 2014.

Así mismo, en la Ley de Desarrollo Rural Sustentable del Estado de


Sonora, publicado en el Boletín Oficial el 17 de septiembre de 2009, se
encuentran que busca estimular la formación de empresas de alcance regional
(artículo 25) y la incubación de empresas rurales de transformación
agroindustrial (artículo 10 fracción IX, artículo 79, fracción XV).
296
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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También se encuentra la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado


de Sonora, Ley 26 publicada en el Boletín Oficial el 30 de diciembre de 1985,
con última modificación publicada el 28 de abril de 2014. Esta ley señala como
una de las obligaciones de la Secretaría de Economía en cuanto al fomento del
desarrollo económico, “Promover la creación y fomento del desarrollo de la
micro, pequeña y mediana empresa, así como la creación de parques
industriales” (Artículo 30, Literal A, fracción V).

2.1.3.27 Tabasco.

Capital Villahermosa. En la revisión normativa del Estado no se encontró


ninguna norma que hiciera referencia al emprendimiento de manera directa.

Además, los programas desarrollados por el Ejecutivo del Estado se


alinean con los programas del orden Federal.

Respecto de la creación de empresas, se encuentra la Ley de Desarrollo


Turístico del Estado de Tabasco (publicada en el Periódico Oficial el 30 de
diciembre de 2006) que en el artículo 20 dispone que le corresponde a la
Secretaría de Turismo fomentar la creación de empresas turísticas que realicen
inversiones en las áreas turísticas que se encuentren priorizadas.

Por su lado, la Ley agrícola para el Estado de Tabasco del 13 de mayo


de 2010, en el artículo 65 señala que el Estado debe prestar asesoría y
asistencia técnica orientada, entre otras, a la creación de empresas agrícolas
(fracción IX).
Por último, la Ley de Fomento Económico del Estado de Tabasco (con
última modificación publicada el 1 de junio de 2011 en el Periódico Oficial),
establece como prioritario para el desarrollo económico del Estado que el
Ejecutivo promueva procesos de mejora y operatividad de las ventanillas
únicas que den ventajas al Estado en la creación de empresas (artículo 3,
fracción XV).

Y autoriza estímulos fiscales para las empresas nuevas que se creen y


adopten procesos de modernización para su producción con base en
tecnologías limpias (artículo 6, fracción IV).

También reconoce estímulos a las empresas nuevas que contraten


personas de 60 años en adelante, jóvenes o personas con discapacidad
(artículo 6 Ter).

3.1.3.28 Tamaulipas.

Capital Ciudad Victoria. Cuenta con varios programas de apoyo al


emprendimiento juvenil como el Premio Estatal Juvenil que se entrega en ocho
áreas dentro de la que se encuentra el ingenio emprendedor. Así como talleres
sobre emprendedurismo. Así como facilitar la creación de empresas a través
de la ventanilla única de atención a microempresas y la entrega de créditos
297
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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para creación de empresas y la articulación con la Red de Incubadoras de


Empresas por parte de la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo.

A nivel normativo se observa que por los años 2011 y 2012 el Congreso
aprobó la cuenta pública del Fideicomiso Estatal denominado Fondo de
Financiamiento para el Emprendedor Tamaulipeco.

Pero la norma con énfasis en el emprendimiento es la Ley para el


Desarrollo Económico y la Competitividad del Estado de Tamaulipa, publicada
en el Periódico Oficial número 141 de fecha 24 de noviembre del 20, con una
última reforma POE No. 79, 02 de julio de 2014.

Esta norma inicia señalando en el artículo 2 sobre los conceptos, que


debe entenderse por apoyo, todos los incentivos económicos y fiscales que el
Estado le otorga a los emprendedores para la ejecución de proyectos
productivos (fracción); que le compete a la Secretaría de Desarrollo Económico
y Turismo del Estado dar cumplimiento a los objetivos de la Ley y por ello tiene,
entre otras atribuciones, la de estimular la capacidad emprendedora de los
jóvenes apoyando sus proyectos productivos y de innovación (artículo 4
fracción XX).

De igual modo, establece la ley que para impulsar el desarrollo


económico y la vinculación entre el sector empresarial, educativo de
investigación científica se deben vincular al sector educativo para que estimule
la vocación emprendedora de los jóvenes.

Se crea el Fondo Tamaulipas con el objetivo de apoyar proyectos


productivos de mujeres empresarias y jóvenes emprendedores (artículo 27).

Pero las referencias más contundentes para el tema del


emprendimiento, se encuentra en el Capítulo VI dedicado por completo al
apoyo a emprendedores, micro, pequeña y mediana empresas, el cual fue
reformado por última el 2 de julio de 2014, lo que evidencia una vez más la
tendencia actual de enfatizar en este aspecto desde la normatividad.

Entre otros aspectos, este capítulo enfatiza en la necesidad de que los


sectores público, social y empresarial trabajen de manera coordinada en la
creación de empresas y el apoyo a los emprendedores (artículo 29).

Y en el artículo 30 se le plantean los objetivos a la Secretaría de


Desarrollo Económico y Turismo, entre los que se destacan: apoyar a los
emprendedores en la creación de nuevas empresas y apoyar la elaboración de
estudios tendientes a identificar oportunidades de negocios-

Se resalta de la norma, que el artículo 20 trae estímulos fiscales para las


empresas nuevas que contraten personas jóvenes, mayores de 60 años o
personas con discapacidad.

298
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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De igual manera, se identifica la Ley turismo para el Estado de


Tamaulipas, Decreto número 35 del 29 de abril de 1993, publicado en el
Periódico Oficial el 30 de junio de 1993, norma que consagra la obligación para
el Estado de promover la creación de empresas turísticas.

Se encuentra que Decreto número LXI-472, del 20 de junio de 2012,


publicado en el Periódico Oficial No. 80, P.O No. 80, del 4 de julio de 2012,
mediante el cual se expide la Ley de Desarrollo Rural Sustentable del Estado
de Tamaulipas, que en el artículo 66 ordena a la Secretaría de Desarrollo Rural
del Estado, que junto con otras instancias debe instrumentalizar las políticas
públicas contempladas en la Ley, teniendo como uno de los criterios, la
incubación de empresas rurales (fracción XII). Y a la organización de
productores rurales tanto privados como del sector social le define como una
de las finalidades la constitución de empresas rurales (artículo 89 fracción VI).

Por último, también la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable para el


Estado de Tamaulipas (Decreto número LIX-915, del 18 de mayo de 2007,
publicado en el P.O. No. 67, del 5 de junio de 2007), establece como
responsabilidad de la Secretaría de Desarrollo Rural asesorar en la creación de
empresas sociales forestales (artículo 13, numeral 2, fracción XXII).

2.1.3.29 Tlaxcala.

Capital Tlaxcala. De lo hallado en este Estado se encuentra:

El Decreto número 145 por el cual se decreta la Ley para el desarrollo de


la competitividad de la micro, pequeña y mediana empresa del Estado de
Tlaxcala.

La norma no hace ninguna referencia al emprendimiento, sin embargo sí


se pronuncia en algunas oportunidades a la creación de MIPYMES en los
siguientes términos:

Primero, esta ley establece dentro de sus objetivos promover “la


creación y desarrollo de las MIPYMES en el marco de la normativa ecológica y
que éstas contribuyan al desarrollo sustentable y equilibrado de largo plazo”
(artículo 4, fracción II, literal h) y descarga la responsabilidad en la Secretaría
de Desarrollo Económico del Estado.

Más adelante, como segundo, en el artículo 11 considera como uno de


los programas que deben considerarse para la ejecución de las políticas
trazadas, el “Fomento para la constitución de incubadoras de empresas y
formación de emprendedores” (fracción II), para lo cual la Secretaría de
Desarrollo Económico debe promover la participación de los sectores público,
social y privado, fomentando la iniciativa y creatividad de los emprendedores
(artículo 14 fracción II). Esta obligación también corresponde al Consejo
Estatal para la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa
creado por la ley para tal fin (artículo 22 fracción III).

299
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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En el artículo siguiente, dispone que dentro de las responsabilidades que


tiene la Secretaría está la de impulsar un entorno estatal y municipal favorable
para la creación de las MIPYMES (artículo 12 fracción II, artículo 13 fracción I),
considerando las necesidades, el potencial y la vocación de cada región.

También el Estado cuenta con el Decreto número 104 del 4 de diciembre


de 2009, Ley de fomento económico, que establece como su objeto sentar las
bases para fomentar “la atención al empresario y al emprendedor, de manera
que estimule la creación de nuevas empresas” (Artículo1 fracción IV). Además
de fomentar la creación de micro, pequeñas y medianas empresas a través de
instrumentos de financiamiento y apoyos municipales (fracción XXI)-

Además, se identifica en la Ley de Turismo para el Estado de Tlaxcala,


Decreto número 139 del 30 de marzo de 2010, la orden a la Secretaría de
Turismo del Estado, de que auspicie la creación de empresas turísticas
(artículo 22)

A nivel de programas de la administración, se encuentra información


acerca de la Oficina de Emprendimiento, en la cual se desarrollan los
programas: Feria de jóvenes emprendedores, programa de emprendedores
juveniles (estos dos programas es dirigido a jóvenes entre 18 y 29 años) y
asesorías y talleres de fomento a la Cultura Empresarial, así como asesoría en
la creación, desarrollo y Administración de Organizaciones No
Gubernamentales (ONG´S) Juveniles fomentando el emprendimiento social.

Estos programas se basan en la Ley de la Juventud para el Estado de


Tlaxcala, Decreto número 104, publicada en el Periódico Oficial del Gobierno
del Estado el día 3 de noviembre del 2006, la cual dispone en el artículo 24 que
exige de las dependencias y entidades estatales el apoyo a los proyectos
empresariales de los jóvenes.

Pero además, la misma ley crea el Fideicomiso Estatal de Atención a la


Juventud, el cual otorga estímulos a creadores y emprendedores mediante
dinero o especie, becas crédito, capacitación, asesoría o asistencia (artículo 74
y 75).

De igual manera, cuenta con el programa de capacitación a


microempresarios y orientación al emprendimiento.

2.1.3.30 Veracruz.

Capital Jalapa. En el Estado de Veracruz, de numerosas menciones


sobre el emprendimiento, se destacan tres programas concretos.

El primero de ellos es el Premio al Emprendedor, que se concibe como


un estímulo estatal entregado por la Secretaría de Desarrollo Económico y
Portuario para los jóvenes emprendedores, estudiantes de instituciones de
educación media superior y superior, con ideas emprendedoras en cinco

300
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categorías: ideas de negocio, innovaciones, empresas incubadas, proyectos


sociales y proyectos no universitarios.

Entre otros, el objetivo del premio es promover la cultura de


emprendimiento, se fomenten más y mejores emprendedores y se favorezca la
creación de más y mejores empresas.

El segundo, es la creación del iLab Veracruz, un espacio donde se


forman a estudiantes, jóvenes graduados de carreras universitarias o de
postgrados y empresarios para que adquieran habilidades en las Tecnologías
de la Información y la Comunicación y a partir de ahí, crear modelos de
negocios incubables.

En esta misma ruta, el tercer programa identificado es el de proyectos


emprendedores basados en las Tecnologías de la Información y la
Comunicación, que apoya propuestas relacionadas con turismo, promoción de
productos, desarrollo social y logística para PYMES, en una alianza entre
sector público y privado.

A nivel normativo se identifica la Ley de fomento económico para el


Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, publicado en la Gaceta Oficial el día
viernes 30 de enero de 2009, con una última reforma publicada el 30 de julio de
2013. Esta ley establece como uno de sus fines el impulsar y agilizar la
instalación de nuevas empresas a través de la ventanilla única e gestión
empresarial (artículo 5 fracción VI y artículo 21).

De manera expresa, el artículo 21 ordena que la Secretaría de


Desarrollo Portuario apoyará a emprendedores en la creación de nuevas
empresas.

Se observa el Decreto 319 expedido por el Gobernador de Veracruz, por


el cual se autoriza al Honorable Ayuntamiento de Huayacocotla, Veracruz de
Ignacio de la Llave, la creación del Instituto Municipal de las Mujeres
Emprendedoras de Huayacocotla, como un Organismo Público
Descentralizado, con Personalidad Jurídica y Patrimonio Propios; situación que
evidencia también un trabajo jurídico, político y administrativo a favor del
emprendimiento a nivel municipal, además del Federal y Estatal.

2.1.3.31 Yucatán.

Capital Mérida. Revisada la normatividad de este Estado se identifican


varias disposiciones normativas, así como programas gubernamentales sobre
el emprendimiento.

Lo primera que reluce en la búsqueda es el Código de la Administración


Pública de Yucatán, Decreto número 21, Publicado en el Diario Oficial del
Estado el 16 de octubre de 2007, el cual tiene varias referencias normativas a
la creación de empresas.

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La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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A la Secretaría de Desarrollo Rural le encomienda la misión de


promover y gestionar recursos y la articulación de los sectores público, social y
privado que permitan la creación de empresas (artículo 44, fracción IX).

En la Secretaría de Fomento Económico, el legislativo deposita la


función de promover proyectos de inversión para la creación de nuevas
unidades productivas (artículo 42, fracción I).

Así mismo, dispone en el artículo 39 que a la Secretaría de la Juventud


le corresponde entre otros asuntos, “V.- Proporcionar asesoría y capacitación
en materia empresarial y laboral a fin de fomentar en la juventud, una cultura
de iniciativa para desarrollar nuevas empresas que contribuyan a generar
empleos.” Esta función es reiterada en el artículo 36 de la Ley de Juventud, en
donde dispone que esta Secretaría apoye las actividades juveniles que
fomenten el espíritu emprendedor.

En este marco de la juventud, la Gobernación del Estado emite el


Decreto número 199 del 15 de mayo de 2009, por el cual se expide el
Reglamento de la Ley de Juventud del Estado de Yucatán que comprende dos
disposiciones relacionadas con el emprendimiento en la juventud:

Primero, se observa que la ley crea el Premio Estatal de la Juventud. El


reglamento define que uno de los criterios a tener en cuenta para definir el o los
ganadores, será que los participantes se hayan destacado “a) Por su espíritu
emprendedor en la industria, la empresa, el comercio, los servicios o en las
actividades agropecuarias, o b) En el fomento a la formación y consolidación de
micros y pequeñas empresas, de programas de capacitación o de creación de
fuentes de empleo.” (Artículo 32, fracción II).

Como segundo y consecuente con lo anterior, el artículo 41 de la


reglamentación dispone que el Fondo para el desarrollo de los jóvenes
(formado por aportes públicos y privados, tanto de personas físicas como
morales), se destinará, entre otros, la creación de empresas propuestas por
jóvenes emprendedores que quieran ejecutar un proyecto novedoso o una
empresa (artículo 43, fracción I).

Pero sin duda lo que jurídicamente se destaca en la normatividad del


Estado es la creación del Instituto Yucateco de Emprendedores.

Mediante Decreto número 229, publicado en el Diario oficial del


Gobierno del Estado el día 17 de noviembre de 1999, el Poder Ejecutivo crea el
Instituto Yucateco de Calidad, organismo público descentralizado, que se había
creado con el objeto de impulsar y participar en la certificación de calidad de los
sistemas, productos y servicios generados en el Estado.

Posteriormente, por Decreto número 662, se reformó la denominación,


objeto y funciones del Instituto Yucateco para la calidad y competitividad, que
en adelante se denominaría Instituto para la Innovación, Calidad y
Competitividad; que a su vez fue modificado por el Decreto número 422 por el
302
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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cual se reforma la estructura, el objeto y las funciones del Instituto para la


Innovación y Competitividad; que fue igualmente modificado por el Decreto
número 11 publicado el 19 de diciembre de 2012.

Finalmente, por Decreto número 103, publicado en el Diario Oficial el 26


de agosto de 2013, se vuelve a transformar el Instituto para la Innovación,
Calidad y Competitividad para ajustarlo al Plan Estatal de Desarrollo 2012 –
2018, tal como lo señala el mismo Decreto, dado que dentro de este plan se
encuentra el Eje de Desarrollo titulado “Yucatán Competitivo”, con el tema
“Empleo y Desarrollo Empresarial” que tiene entre sus objetivos el identificado
con el número 1 relativo a “Incrementar la creación de empresas en el estado”.
Entre las estrategias para dar cumplimiento al objeto antes señalado se
encuentran las de “Desarrollar la cultura del emprendedor en la entidad
federativa”, “Apoyar el desarrollo de la incubación de empresas en actividades
económicas estratégicas”, y “Apoyar a emprendedores con esquemas de
financiamiento accesible”.

Bajo este contexto político y administrativo, el decreto crea el Instituto


Yucateco de Emprendedores, sectorizado a la Secretaría de Fomento
Económico, en el cual destacan entre 17 atribuciones que le establece el
artículo 5 del Decreto 103, dentro los cuales destaca fomentar la cultura
emprendedora, desarrollar en los individuos competencias para emprender,
contribuir al fomento del espíritu emprendedor, brindar información y
capacitación especializada, fomentar y apoyar el ingreso de emprendedores en
las incubadoras de negocios y promover la cultura emprendedora.

El Instituto está dirigido por la Junta de Gobierno y la Dirección General.

Así mismo, se encuentra que la Secretaría de Desarrollo Social incentiva


la generación de micronegocios con el programa de Créditos Sociales.

2.1.3.32 Zacatecas.

Capital Zacatecas. La revisión en el Congreso del Estado, arrojó solo un


resultado, una mera mención en la “Ley de Becas, Estímulos Educativos y
Apoyos Financieros del Estado de Zacatecas” (Decreto 435, publicado el 3 de
febrero de 2010) y cuyo reglamento expedido por el Gobernador del Estado fue
publicado en el Periódico Oficial Núm. 91, el 12 de noviembre de 2011; norma
en la cual se reconocen estímulos educativos bajo la figura de apoyos
financieros en calidad de préstamo, para los estudiantes de educación básica y
superior oficiales, que cuenten con talento en actividades académicas,
culturales, deportivas y cívicas además de aquellos que demuestren un espíritu
emprendedor. Solo esto. Ni la norma ni el reglamento van más allá de señalar
que se estimulará a quién evidencia un espíritu emprendedor.

Pero, aunque no se encontró ninguna norma o pronunciamiento judicial


expreso relacionado con el emprendimiento, sí se evidencia que el Estado tiene
programas sobre el tema.

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La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Por ejemplo, se encuentra que la Subsecretaría de la Juventud de la


Secretaría de Desarrollo Social cuenta con el programa de apoyo a los
proyectos productivos de jóvenes emprendedores.

Este programa lo sustentan jurídicamente en el artículo 34 de la Ley


Orgánica de la Administración Pública del Estado de Zacatecas, con vigencia
desde el 1 de enero de 2013. El artículo citado versa sobre las funciones de la
Secretaría de Desarrollo Social, dentro de las cuales se destaca la generación
de instrumentos de financiamiento para la creación de microempresas y
pequeños negocios.

Revisada esta ley, se observa que las funciones de la Secretaría de


Desarrollo Social se articulan con la Secretaría de Economía (artículo 28), que
tiene obligaciones encaminadas casi en su totalidad a la generación de fuentes
de empleo a través de incentivos a la actividad productiva, tanto de la micro,
como de la pequeña, mediana y gran empresa, familiares, artesanales,
mineras; con programas de formación, capacitación, asesorías en varios
aspectos (jurídicos, financieros, técnicos), financiamiento, tecnología,
coordinación entre los sectores público y privado, desarrollo equilibrado entre
municipios, vinculación del sector educativo con el artesanal, entre otras.

A su vez, la Secretaría de Economía se coordina con la Secretaría del


Campo para la creación y desarrollo de agroindustrias competitivas en el
Estado (artículo 28, fracción XIV y artículo 29), generando un trabajo
mancomunado entre secretarías trabajando en pro del fomento empresarial.

De igual modo, en relación con la educación, la Secretaría de Educación


Pública, a través de la Subsecretaría de Educación Media Superior, diseño el
“modelo de emprendedores de educación media superior (MEENS)”, dentro del
cual se brinda a los estudiantes formación en emprendimiento que les posibilite
la ubicación laboral o la generación de auto-empleo.

2.2 Regulación jurídica del emprendimiento en Guatemala.

Para el rastreo normativo en la República de Guatemala, se revisaron


las páginas oficiales del Gobierno Nacional493, del Congreso de la República494,
de la Corte de Constitucionalidad495, del Organismo Judicial496 el cual es
administrado por la Corte Suprema de Justicia y el Presidente del Organismo
Judicial, del Ministerio de Economía497 y del Ministerio de Desarrollo Social498.

493
REPÚBLICA DE GUATEMALA. GOBIERNO NACIONAL. Página web:
http://www.guatemala.gob.gt/
494
REPÚBLICA DE GUATEMALA, CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Página web:
http://www.congreso.gob.gt/
495
REPÚBLICA DE GUATEMALA, CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD. Página web:
http://www.cc.gob.gt/
496
REPÚBLICA DE GUATEMALA, ORGANISMO JUDICIAL. Página web: www.oj.gob.gt
497
REPÚBLICA DE GUATEMALA, MINISTERIO DE ECONOMÍA. Página web:
http://www.mineco.gob.gt/
498
REPÚBLICA DE GUATEMALA, Ministerio de Desarrollo Social. Página web:
http://mides.gob.gt/
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Universidad de Alicante

Se usaron como criterios de búsqueda los términos emprendimiento,


empredurismo y emprendedor, tanto en la normatividad nacional como a nivel
descentralizado.

2.2.1 Sobre el Estado.

La Constitución Política, publicada en el Diario Oficial de fecha 3 de


junio de 1985 y reformada por Acuerdo legislativo No. 18-93 del 17 de
noviembre de 1993, determina que Guatemala es una república que cuenta con
los organismos Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

La potestad legislativa la tiene el Congreso compuesto en una sola


cámara por diputados electos por el pueblo. Por otro lado, el Presidente de la
República, el Vicepresidente (ambos de elección popular), los Ministros,
Viceministros y demás funcionarios dependientes integran el Organismo
Ejecutivo.

Y el Organismo Judicial está conformado por la Corte Suprema de


Justicia, la Corte de Apelaciones, Tribunales Militares, Tribunales de Cuentas y
el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.

Como órganos autónomos, la Constitución, también reconoce el


Ministerio Público, el cual cuenta con funciones autónomas aunque es una
institución auxiliar de la administración pública y de los tribunales. El Jefe del
Ministerio Público es el Fiscal General de la República al cual le corresponde el
ejercicio de la acción penal.

De igual modo, está la Procuraduría General de la Nación que tiene


como función la asesoría y consultoría de los órganos y entidades estatales. Es
presidida por el Procurador General de la Nación quien ejerce la representación
del Estado y es nombrado por el Presidente de la República.

Dentro de los órganos independientes, también está la Corte de


Constitucionalidad, que es un tribunal permanente.

Respecto del régimen administrativo, el territorio está dividido en


departamentos a cargos de gobernadores escogidos por el Presidente de la
República y éstos se dividen, a su vez, en municipios, los cuales tiene como
gobierno municipal a los concejos, integrados por los alcaldes, los síndicos y
los concejales.

Guatemala, está dividida en 22 departamentos y 338 municipios.

2.2.2 Intervención del Estado en la economía.

Si bien la Constitución Política de Guatemala reconoce en los artículos


39 y 43 la propiedad privada como un derecho inherente a la persona humana,
así como la libertad de industria, de comercio y de trabajo, también reconoce
305
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

que el régimen económico y social de la república se funda en la justicia social,


que es obligación del Estado orientar la economía nacional para incrementar la
riqueza, lograr el pleno empleo y la distribución equitativa. Y que para ello, la
Constitución Política en el artículo 118, establece que el Estado puede actuar
complementando tanto la iniciativa como la actividad privada.

Así, en el marco económico, en el artículo 119, se encuentran como


algunas de las obligaciones del Estado guatemalteco promover el desarrollo
económico del país, la inversión de capitales nacionales y extranjeros,
promover el comercio interior y exterior, el aprovechamiento de los recursos
naturales, fomentar la creación de cooperativas, impulsar el desarrollo rural con
base en el principio de propiedad privada, proteger la formación de capital,
fomentar el mercado para productos nacionales, prohibir e impedir los
monopolios, promover iniciativas industriales y turísticas, entre otras.

2.2.3 Normatividad.

En el rastreo realizado en la República de Guatemala, solo identificó una


única norma en materia de emprendimiento, la cual fue iniciativa
gubernamental: el Acuerdo Gubernativo No.150-2015 del 22 de junio del 2015
(22/06/2015) del Consejo de Ministros y por el cual se Aprueba la Política
Nacional de Emprendimiento “Guatemala Emprende”, publicado en el Diario de
Centro América el 17 de julio de 2015, formulado por el Ministerio de
Economía.

La Política Nacional de Emprendimiento ha sido construida para un


periodo de 15 años (2015-2030) bajo cinco ejes: 1) Industria de soporte, con el
que se busca crear Centros de Desarrollo de Emprendimiento e Innovación y el
acompañamiento técnico; 2) financiamiento, con la creación de fondos y
estímulos tributarios; 3) articulación institucional de soporte, a través de la
articulación virtual del Ecosistema de Emprendimiento y la creación de la Red
Nacional de Emprendimiento; 4) mentalidad y cultura del emprendimiento; y 5)
sistema educativo, que busca “transferir modelos, metodologías y herramientas
de emprendimiento para educación temprana, básica, media, educación
superior y extra escolar”499.

Esta política que busca apoyar a jóvenes emprendedores, es una


alianza entre el sector estatal, empresarial y académico, con el apoyo de
Taiwán. Dentro del programa se busca bridar acompañamiento en todas las
etapas del proceso empresarial mediante la articulación institucional, apoyar el
financiamiento y fomentar su internacionalización. Para ello se pretende crear
una cultura emprendedora y mejorar la visión empresarial.

Esta norma, nace dentro del marco del Sistema de Integración


Centroamericano –SICA-, el cual lo conforman ocho países: Guatemala, El

499
REPÚBLICA DE GUATEMALA, VICEMINISTERIO DE DESARROLLO DE LA
MICROEMPRESA, PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA. Política Nacional de Emprendimiento:
Guatemala Emprende. Ciudad de Guatemala: Ministerio de Economía, p. 5.
306
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Belice, Panamá y República


Dominicana.

Por lo anterior, este será un punto común en la revisión de los demás


países de Centroamérica y los examinados de la región Caribe, dado que
comparten este mismo sistema de integración.

El SICA se relanza en el año 2010 como un órgano especializado en la


promoción de la MIPYME y le asigna al Centro Regional de la Promoción de la
MIPYME –CENTROMYPE- la misión de priorizar la promoción y fomento del
emprendimiento.

Así, entre agosto de 2012 y marzo de 2013, se realizó el Diagnóstico


sobre la Situación del Emprendimiento en Centroamérica (ya se había
realizado otro en abril de 2010500) sobre el cual los países centroamericanos
proyectaron varias políticas en relación con el tema, razón por la cual se
encontrará como elemento común en los documentos encontrados.

De la revisión normativa en Guatemala, se encuentran otras normas que


si bien no hacen mención expresa al emprendimiento, sí hacen referencia a
estructuras organizacionales para el fomento de las MIPYMES.

En este sentido, se identifica el Acuerdo Gubernativo de Fomento a la


Microempresa, 253-94, expedido por la Presidencia de la República el 30 de
mayo de 1994, por el cual se crea el Consejo Nacional para el Fomento de la
Microempresa y Pequeña Empresa. Este Acuerdo es tratado como la norma
de fomento por excelencia en ese país, aunque no hace referencia expresa al
emprendimiento ni a la creación de empresas.

A nivel local solo se identifica el Centro Municipal de Emprendimiento,


como un programa de la Municipalidad de Guatemala, que tiene como objetivo
principal la difusión de la cultura del emprendimiento a través de beneficios
gratuitos como espacio de trabajo, servicio de Internet, mentorías, talleres,
conferencias y participación en redes de contactos.

Así mismo, cuentan con los “semilleros de emprendedores y


emprendedoras del futuro en Guatemala”, que hacen parte del Programa de
Fortalecimientos Institucional del Sector Juventud en Guatemala.

2.3 Regulación jurídica del emprendimiento en El Salvador.

En El Salvador, se realizó la búsqueda de información normativa sobre


el emprendimiento en la página oficial de la Presidencia, del Ministerio de

500
BANCO CENTROAMERICANO DE INTEGRACIÓN ECONÓMICA (BCIE), BANCO DE
DESARROLLO DE ALEMANIA KFW, COOPERACIÓN TÉCNICA ALEMANA (GTZ),
CENPROMYPE. Diagnóstico sobre la Situación del Emprendimiento en Centroamérica. San
Salvador: Banco Centroamericano de Integración Económica, 2010. 146 p.

307
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Economía, del Instituto Nacional de la Juventud, de la Asamblea Legislativa y


la Corte Suprema de Justicia.

2.3.1 Sobre el Estado.

La Constitución de la República, publicada el 16 de diciembre de 1983 y


con una última modificación el 12 de junio de 2014, establece que El Salvador
es una república, que cuenta con el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial como
órganos fundamentales del Gobierno.

El Poder Legislativo se encuentra a cargo de la Asamblea Legislativa,


cuerpo colegiado conformado por Diputados.

A su vez, el órgano Ejecutivo se encuentra conformado por el Presidente


y el Vicepresidente de la República, los Ministros y Viceministros de Estado y
sus funcionarios dependientes.

Y la Corte Suprema de Justicia, las Cámaras de Segunda Instancia


(conformadas por dos Magistrados), Juzgados de Primera Instancia y Juzgados
de Paz, que integran el Órgano Judicial.

Adicional a lo anterior, el Estado salvadoreño cuenta con el Ministerio


Público, que es ejercido por el Fiscal General de la República, el Procurador
General de la República y el Procurador para la Defensa de los Derechos
Humanos.

También de manera independiente, la Constitución contempla el Tribunal


Supremo Electoral, encargado de dichos temas.

A nivel local, el territorio se divide en departamentos encabezados por


un Gobernador. Los Departamentos, a su vez, se dividen en municipios, que
cuentan con personalidad jurídica y son administrados por los Concejos, que
son conformados por un Alcalde, un Síndico y dos o más Regidores cuyo
número es proporcional a la población.

Los municipios pueden decretar las ordenanzas y reglamentos locales


que les correspondan conforme sus atribuciones. Los instrumentos jurídicos de
las decisiones del Concejo Municipal se denominan acuerdos.

El Salvador tiene 14 departamentos y 262 municipios.

2.3.2 Intervención del Estado en la economía.

Conforme lo establece el artículo 101 de la Constitución salvadoreña, es


función del Estado promover el desarrollo económico y social, lo cual debe
conseguir “mediante el incremento de la producción, la productividad y la
racional utilización de los recursos”, además de fomentar los diferentes
sectores de la producción y defender los consumidores.

308
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

Para ello, también se garantiza la libertad económica y por ello el Estado


debe proteger la iniciativa privada para incrementar la riqueza nacional, sin
desmedro del interés y la función social

2.3.3 Normatividad nacional.

Para iniciar y como ya se ha hecho mención en el apartado de


Guatemala, los países centroamericanos comparten una misma plataforma
política para el emprendimiento en el Sistema de Integración Centroamericana
(SICA) . Por ello, al igual que el país ya mencionado, El Salvador cuenta con la
Política Nacional de Emprendimiento, expedida en el año 2014 por el Ministerio
de Economía (MINEC) y la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa
(CONAMYPE), dentro de la cual se crea el Consejo Asesor de
Emprendimiento.

De este documento se evidencia que todo marco jurídico del


emprendimiento en este país, se centra básicamente en la Ley de Fomento,
Protección y Desarrollo para la Micro y Pequeña Empresa, publicada en el
Diario Oficial No. 90 el 20 de mayo de 2014.

Esta ley tiene por objeto, tal como lo establece el artículo primero,
“fomentar la creación, protección, desarrollo y fortalecimiento de las Micro y
Pequeñas Empresas, en adelante también denominadas MYPE…”

Y dentro del marco institucional de apoyo a nuevos emprendimientos,


determina que tanto el Gobierno Central como los Municipios deben propiciar el
apoyo a los nuevos emprendimientos, promoviendo y desarrollando tanto
programas como instrumentos que estimulen la creación de MYPE; así como
fomentando el “el espíritu emprendedor y creativo de la población, apoyando la
creación de nuevas empresas; promoviendo la iniciativa e inversión privada y la
libre competencia…”

Por lo anterior, en el artículo 8 le atribuye al Ministerio de Economía


(como órgano rector) promover “programas de creación de empresas que
permitan el desarrollo de las MYPE” y así como “mecanismos de flexibilización
y simplificación de trámites que faciliten su creación, fusión, transformación,
cierre y liquidación.

Y como órgano ejecutor, crea la Comisión Nacional de la Micro y


Pequeña Empresa, CONAMYPE, a la que le asigna en el artículo 10, como
algunas de las funciones, la de coordinar con las instituciones públicas y
privadas, tanto del orden nacional como internacional, la ejecución de la política
nacional, tendiente a la creación de las micro y pequeñas empresas,
especialmente ofreciéndoles servicios de asistencia técnica y financiera;
promover la formación de una cultura emprendedora y apoyar a los
emprendedores en el cumplimiento de sus obligaciones formales a través de
apoyo técnico, legal y capacitaciones al respecto, en los términos del artículo
26. También la ley exige la simplificación de los trámites de registro de las
MYPE
309
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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Para llevar un control, las personas interesadas en registrar


emprendimientos de iniciativa económica deben inscribirse ante el CONAMYPE
para poder obtener la calificación como micro o pequeña empresa.

El artículo 52 de esta misma ley, crea el Fondo para el Emprendimiento


y Capital de Trabajo, para financiar nuevos proyectos.

Y aunque no se hace referencia de ella ni en una sola oportunidad en el


documento de la Política Nacional de Emprendimiento del año 2014, también
se identifica la Ley de Fomento de la Producción, publicada en el Diario Oficial
el 31 de enero de 2011, con una última modificación el 20 de abril de 2012.
Dicha ley crea el Sistema Integral de Fomento de la Producción Empresarial,
encargando de la coordinación de todas las instituciones que integran dicho
sistema al Ministerio de Economía, las cuales deben elaborar los programas de
fortalecimiento de la producción, dentro de los cuales una de las áreas debe
ser el de la generación de una cultura de emprendimiento, tal como lo
establece el artículo 9. Y los recursos del sistema deben orientarse a atender
actividades de emprendimiento innovador, entre otras.

Además, la Ley General de Juventud, publicada en el Diario Oficial No.


24, el 29 de octubre de 2012, haciendo referencia a los derechos
fundamentales en el artículo 7, establece el Estado debe formular políticas y
programas que fomenten la participación y el emprendedurismo de la población
joven.

Y en el artículo 18 dispone que las políticas de promoción del empleo


juvenil deben “promover convenios con el sistema financiero público y privado,
para el desarrollo individual o colectivo de la población joven emprendedora,
microempresaria o cooperativista, con otorgamientos de crédito con intereses
bajos y programas de ayuda técnica.”

Igualmente, se identifica que la Ley de Igualdad, equidad y erradicación


la discriminación contra las mujeres, publicada en el Diario Oficial No. 70 el 8
de abril de 2011, dispone en el artículo 24 que el Estado debe otorgar
incentivos a las instituciones que otorguen créditos y fomenten programas
especiales de emprendimiento económico para las mujeres.

2.4 Regulación jurídica del emprendimiento en Honduras.

En Honduras, se realizó la búsqueda de información normativa sobre el


emprendimiento en la página oficial de la Presidencia501, del Congreso
Nacional502 y de la Rama del Poder Judicial503.

501
REPÚBLICA DE HONDURAS, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Página web:
www.presidencia.gob.hn
502
REPÚBLICA DE HONDURAS, CONGRESO NACIONAL. Página Web:
http://www.congresonacional.hn/
503
REPÚBLICA DE HONDURAS, PODER JUDICIAL. Página Web: www.poderjudicial.gob.hn
310
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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2.4.1 Sobre el Estado.

La Constitución de la República, Decreto No. 13|1, publicada en el diario


oficial La Gaceta No. 23.612 del 20 de enero de 1982, establece a Honduras
como una república, gobernada por tres poderes: Legislativo conformado por
un Congreso Nacional de Diputados, el Ejecutivo cuya titularidad la ejercen el
Presidente504 y el Vicepresidente de la República y el poder Judicial integrado
por la Corte Suprema de Justicia, las Cortes de Apelaciones y los juzgados.

De manera independiente, existe un Tribunal Supremo Electoral, así


como el Registro Nacional de las Personas y el Tribunal Superior de Cuentas
(ente rector del control de los recursos públicos) y la Procuraduría General de
la República, que tiene la representación legal del Estado.

Territorialmente se divide en departamentos, divididos a su vez en


municipios y el Distrito Central conformado por Tegucigalpa.

Honduras tiene 298 municipios agrupados en 18 departamentos.

2.4.2 Intervención del Estado en la economía.

La Constitución hondureña, declara que el sistema económico se basa


en la coexistencia armónica de las diversas formas de propiedad, de empresa y
factores de producción, por ello el Estado debe promover el desarrollo
económico y social, tal como lo declara en el Título dedicado al régimen
económico.

En ese marco, establece que el Estado fomenta la libertad de comercio,


industria y de empresa, en el marco del interés social, la moral, la salud y la
seguridad pública.

Se destaca que en el artículo 337, estipula que “la industria y el comercio


a pequeña escala, constituyen el patrimonio de los hondureños”, dado una
especial protección a las micro y pequeñas empresas.

2.4.3 Normatividad nacional.

Como parte de la Estrategia Regional de Fomento del Emprendimiento


del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), este país cuenta con la
“Estrategia de Fomento al Emprendimiento de Honduras”.

Sin embargo, a nivel normativo, se identificó el Decreto No. 135-2008,


Ley para el fomento y desarrollo de la competitividad de la micro, pequeña y
mediana empresa, decretado por el Congreso Nacional y publicado en La
Gaceta No. 31.811 del 14 de enero de 2009, la cual establece como uno de sus
objetivos el de promover el acceso al financiamiento para la constitución de

504
Quien expide decretos, reglamentos, acuerdos y órdenes, conforme el artículo 248 de la
Constitución.
311
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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nuevas empresas, fortaleciendo el desarrollo emprendedor, como lo establece


en el artículo segundo.

Además, el artículo 4 determina que el ente rector y autoridad


competente para aplicar dicha ley es la Secretaría de Estado en los Despachos
de Industria y Comercio, el cual tiene dentro de sus funciones velar porque se
establezcan programas de emprendedurismo, igual función que le asignó al
Consejo Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CONAMIPYME)
en el artículo 7.

En este sentido, la misma ley crea el Programa de Cultura Empresarial y


Apoyo a Emprendedores que busca, entre otras cosas, el apoyo de asistencia
técnica y financiera a nuevos empresarios, dentro del cual se incluyen varios
componentes como la revisión de programas de educación media y técnica que
promuevan la cultura emprendedora y de jóvenes emprendedores, en los
términos del artículo 50 de dicha ley.

También se encontró en el Congreso Nacional, que en mayo del año


2010 se había presentado un anteproyecto denominado: “Ley marco de las
políticas públicas sociales dirigidas a la población vulnerable y en condiciones
de pobreza extrema”, que nunca nació en el sistema jurídico, y el cual ya
contemplaba la necesidad de transformar las condiciones materiales y
humanas para fortalecer el emprendedurismo.

De igual modo, se ubicó el Decreto No. 57-2013, expedido por el


Congreso Nacional y publicado en La Gaceta No. 33.138 del 31 de mayo de
2013, por medio del cual se reforma la Ley de Apoyo Financiero para los
sectores productivos de Honduras, con el cual autoriza al Banco Central para
que habilite recursos financieros canalizados a través de entidad financieras
para diversos apoyo, pero determina que los recursos que vayan a fondos que
se constituyan como producto la recuperación de los capitales referidos, “deben
ser otorgados de manera preferente a Emprendedores, entendiéndose por
tales, aquellas personas que inician una actividad económica.” Así lo dispone
en el artículo 1 de dicho decreto.

Posteriormente, se ubica el Decreto Ejecutivo número PCM-04-2015,


publicado en La Gaceta No. 33641 del 26 de enero de 2015, con el cual se
crean los programas de empleo “Chambita” y Chamba Comunitaria”. Conforme
el artículo 15, con el primero programa se busca fomentar el
emprendedurismo, mediante el diagnóstico, orientación, asesoría laboral,
formación profesional o certificación de competencias laborales.

Seguido y complemento del anterior, fue expedido el Decreto Ejecutivo


número PCM-05-2015, publicado en La Gaceta No. 33.672, el cual, para
fomentar la calidad de vida a través de emprendimientos solidarios, crea el
Programa Presidencial Crédito Solidario, conocido como “Tu Banca Solidaria”,
teniendo como uno de sus objetivos, el apoyo al emprendimiento de economía
social a través de la creación de microempresas, para generar autoempleo en
las familias, con la asistencia de entidades pública y privadas, como los
312
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Centros de Desarrollo Empresarial para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa


(CDE-MIPYME, el cual se articula con el programa “Chambita” para apoyar la
obtención de créditos y microcréditos para el fomento del emprendedurismo.

Otro objetivo del programa, contemplado en este decreto, es el de


propiciar la participación y la coordinación de los líderes comunitarios en la
promoción, capacitación y formación de emprendimientos solidarios que
puedan acceder a créditos solidarios.

Finalmente se observa que el 5 de agosto de 2015, se presentó ante el


Congreso Nacional el proyecto de Decreto: Ley de promoción del
emprendedurismo juvenil, el cual se articula con la Política Nacional de
Juventud 2007-2021, presentado por el Instituto Nacional de la Juventud y
dentro del cual se incluye el desarrollo de las competencias y capacidades
emprendedoras y competitivas a través de la capacitación, microcrédito de
apoyo al emprendedurismo, especialmente para egresados de la formación
profesional.

2.5 Regulación jurídica del emprendimiento en Nicaragua.

En Nicaragua, se realizó la búsqueda de información normativa sobre el


emprendimiento en la página oficial de la Presidencia505, del Ministerio de
Fomento, Industria y Comercio506, la Asamblea Nacional507 y de la Rama del
Poder Judicial508.

2.5.1 Sobre el Estado.

La Constitución Política de Nicaragua, publicada en La Gaceta No. 5, del


9 de enero de 1987 y con una última reforma mediante la Ley No. 558,
publicada en el año 2005, determina que el Estado se organiza en los Poderes
Legislativo (ejercido por la Asamblea Nacional), Ejecutivo (ejercido por el
Presidente de la República), Judicial (encabeza por la Corte Suprema de
Justicia, Tribunales de Apelaciones y juzgados) y el Electoral (ejercido por el
Consejo Supremo Electoral).

De manera independiente, está la Contraloría General de la República,


como el organismo rector del sistema de control de la administración pública y
del Área Propiedad del Pueblo.

Administrativamente, Nicaragua está dividida en 15 departamentos y dos


regiones autónomas (Atlántico Norte y Atlántico Sur), subdivididos en 153
municipios.

505
REPÚBLICA DE NICARAGUA, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Página web:
www.presidencia.gob.ni/
506
REPÚBLICA DE NICARAGUA, MINISTERIO DE FOMENTO, INDUSTRIA Y COMERCIO.
Página Web: www.mific.gob.ni
507
REPÚBLICA DE NICARAGUA, ASAMBLEA NACIONAL. Página Web:
www.asamblea.gob.ni
508
REPÚBLICA DE NICARAGUA, PODER JUDICIAL. Página Web: www.poderjudicial.gob.ni
313
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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2.5.2 Intervención del Estado en la economía.

La Constitución nicaragüense establece en el Arto. 5 y en el 103, que el


Estado garantiza la economía mixta, con distintas formas de propiedad:
pública, privada, asociativa, cooperativa y comunitaria; y el Arto. 99 dispone
que el Estado sea quien dirige y planifica la economía nacional.

Y el Arto. 104 señala que la iniciativa económica es libre y que las


empresas gozan de igualdad ante la ley las políticas económicas.

2.5.3 Normatividad nacional.

Nicaragua no ofrece ninguna norma concreta y específica sobre el


emprendimiento o emprendedurismo.

De la revisión realizada, solo tres normas del orden nacional hacen una
mera referencia, sin hondar mayormente en él sobre lo conceptual y menos
desde lo jurídico.

Así se identifica la Ley No. 645, Ley de promoción, fomento y desarrollo


de la micro, pequeña y mediana empresa (Ley MIPYME), publicada en La
Gaceta No. 28 el 8 de febrero de 2008, señala que el órgano rector de la ley es
el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (MIFIC), el cual cuenta dentro
de sus funciones, conforme el artículo 8, flexibilizar y simplificar la operación
que facilite la creación de las MIPYME, promover programas de creación de
empresas, estimular la creación de empresas y empresarios rurales, formular
políticas para la creación de empresas incluyentes, donde hagan presencia
jóvenes, mujeres, personas de la tercera edad y personas con capacidades
diferentes. Finalmente, el artículo 19 le impone la obligación, junto al Ministerio
de Educación, así como con universidades e institutos tecnológicos, tanto
públicos como privados, de incentivar la iniciativa empresarial, a través de
estudios, programas de extensión y cátedras abiertas.

En esta misma línea, en el Art. 9, dispone como una de las funciones del
Instituto Nicaragüense de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (INPYME),
la de “promover el nacimiento de nuevas empresas mediante la
implementación de creación de empresas.”

En cumplimiento de la anterior norma, el Reglamento de la Ley de


promoción, fomento y desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa (Ley
MIPYME), Decreto No. 17-2008, publicado en La Gaceta No. 83 del 5 de mayo
de 2008, dispone en el artículo 23 que debe flexibilizarse el acceso al crédito y
otras fuentes de capital a los nuevos emprendimientos. Y al crear los Centros
de Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa en los territorios, les asigna
en el artículo 18, como una de las funciones, la de “promover la creación de
nuevas empresas y unidades productivas.”

314
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Por último, se identificó la Ley No. 885, Ley de reformas y adiciones a la


Ley No. 290, “Ley de organización, competencia y procedimientos del Poder
Ejecutivo”, publicada en La Gaceta, Diario Oficial, No. 199, el 21 de octubre de
2014, en la que manifiesta que el Ministerio de Economía Familiar,
Comunitaria, Cooperativa y Asociativa, se rige entre otros ejes, por los
pequeños y medianos negocios, que son definidos en el reformado Art. 31 de la
Ley No. 290, como “emprendimientos económicos familiares, agrícolas y no
agrícolas, que contribuyen al sostenimiento socio económico de las familias, a
la vez que aportan a la economía comunitaria y nacional.”

2.6 Regulación jurídica del emprendimiento en Costa Rica.

En Costa Rica, se realizó la búsqueda de información normativa sobre el


emprendimiento en la página oficial de la Presidencia509, del Ministerio de
Economía, Industria y Comercio510, la Asamblea Legislativa511 y del Poder
Judicial512.

2.6.1 Sobre el Estado.

La Constitución Política de Costa Rica, que entró en plena vigencia el 8


de noviembre de 1949, con una última reforma en el año 2015. En el Poder
Legislativo está la Asamblea Legislativa, el Poder Ejecutivo lo ejercen el
Presidente de la República y los Ministros de Gobierno y el Poder Judicial
encabezado por la Corte Suprema de Justicia, los Tribunales y los Jueces de
Mayor y Menor Cuantía.

De manera independiente, existe el Tribunal Supremo de Elecciones y la


Contraloría General de la República, que pese a ser independiente, es una
institución auxiliar de la Asamblea Legislativa en la vigilancia de la Hacienda
Pública.

Para efectos de la Administración Pública, el territorio nacional se divide


en provincias; éstas en cantones y los cantones en distritos.

Cada cantón está a cargo del Gobierno Municipal o Municipalidad que es


una persona jurídica encargada de administrar los intereses del cantón. La
municipalidad está integrada por un Concejo integrado por los regidores y un
alcalde municipal, Tal como lo estipula la Ley No. 7794, Código Municipal.

Y cada distrito tiene un Concejo de Distrito presidido por un síndico.

509
REPÚBLICA DE COSTA RICA, GOBIERNO DE LA REPÚBLICA. Página web:
http://presidencia.go.cr/
510
REPÚBLICA DE COSTA RICA, MINISTERIO DE ECONOMÌA, INDUSTRIA Y COMERCIO.
Página Web: http://www.meic.go.cr/
511
REPÚBLICA DE COSTA RICA, ASAMBLEA LEGISLATIVA. Página Web:
www.asamblea.go.cr/
512
REPÚBLICA DE COSTA RICA, PODER JUDICIAL. Página Web: www.poder-judicial.go.cr
315
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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En la actualidad, Costa Rica se conforma de siete provincias, divididas


en 81 cantones y 478 distritos.

2.6.2 Intervención del Estado en la economía.

Si profundizar ni tener lineamientos constitucionales expresos, la


Constitución costarricense solo señala que la propiedad es inviolable, que son
prohibidos los monopolios de carácter particular y que todo comerciante tiene
derecho a su nombre comercial y a explotar su invención o marca.

2.6.3 Normatividad nacional.

Como primera norma, se detecta la Ley Nº 6054 del 14 de junio de 1977,


Ley Orgánica del Ministerio de Economía, Industria y Comercio, que en el
Artículo 3 dispone como una de las obligaciones de este organismo, la de
establecer mecanismos de simplificación y descentralización que faciliten la
creación de PYMES, así como la creación de incubadoras de empresas.

En este sentido, el Decreto Ejecutivo No. 37457-MEIC, Reglamento a la Ley N°


6054 "Ley Orgánica del Ministerio de Economía, Industria y Comercio",
Publicado en La Gaceta N° 6/Alcance digital N° 3 del 09/01/2013, le asignó al
Ministerio la obligación de formular y supervisar la ejecución de las políticas
empresariales, especialmente para las PYMES y emprendedores; mantener
actualizado el registro de emprendedores y emitir las certificaciones de la
condición de emprendedor cuando se requieran.

Y al Ministro como tal, las de definir y coordinar las políticas públicas en


materia emprendimiento y fomento a la iniciativa privada, en especial para la
consolidación de las micro, pequeñas y medianas empresas; así como elevar
ante el Presidente de la República, la promulgación de proyectos de ley,
decretos y reglamentos que faciliten el accionar de los emprendedores.

El reglamento también contempla en el artículo 45 los Centros


Regionales de Atención a las Pequeñas y Medianas Empresas y
Emprendedores (CREAPYMES)513, que tienen entre otras funciones, asesorar
a los emprendedores sobre ofertas de servicios financieros y no financieros que
ofrecen las instituciones tanto públicas como privadas.

Mediante Decreto Ejecutivo Nº 36343-MEIC del 16 de diciembre del


2010, se creó el Sistema Nacional de Emprendimiento, que conforme el
Artículo 1º, tiene a su cargo el fomento de la cultura emprendedora, la
articulación de los procesos de formación y consolidación de proyectos
empresariales y la coordinación interinstitucional de apoyo a la Política
Nacional de Emprendimiento.

513
Los CREAPYMES también están contemplados y desarrollados en el Decreto Ejecutivo
39295-MEIC de 2015.
316
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

Este decreto fue derogado mediante Decreto Ejecutivo No. 37105-MEIC,


publicado en Alcance Digital N° 65 a la Gaceta N° 96 del 18 de mayo de 2012.

Finalmente, este decreto es igualmente derogado por el Decreto


Ejecutivo No. 39295-MEIC, decreto vigente.

Pero la norma sobre la cual se soportan las decisiones en materia de


emprendimientos en Costa Rica, es la Ley No. 8262, Ley de fortalecimiento de
las pequeñas y medianas empresas y sus reformas, publicado en el Diario
Oficial La Gaceta No. 94 el 17 de mayo de 2002. Aunque dicha norma no hace
mención expresa al emprendimiento, sienta las bases para una permanente
creación de empresas. De hecho, entre los objetivos que esta ley se plantea en
el artículo 2, expresamente está la del fomento de la creación permanente de
PYMES e inducir el establecimiento de mejores condiciones del entorno
institucional para ello, como la creación de mecanismos de simplificación y
descentralización que faciliten la creación de PYMES e incubadoras de
empresas, como lo estable en el artículo tercero.

Pero si bien la ley no hace referencia expresa al concepto de


emprendimiento, el Decreto Ejecutivo No. 39295-MEIC expedido en junio de
2015, reglamento vigente de la Ley de Fortalecimiento de las Pequeñas y
Medianas Empresas, sí lo contempla y de manera expresa y en el artículo
primero manifiesta que dicho reglamento “tiene por objeto fomentar y promover
el desarrollo integral de las PYMES y los emprendedores” y donde se hace
énfasis nuevamente en la necesidad de establecer mecanismos de
simplificación y descentralización que faciliten la creación de PYMES, así como
promover las incubadoras de empresas. De igual modo, crea el Sistema de
Información Empresarial Costarricense (SIEC) en el cual se registra lo relativo
al fomento y apoyo de emprendedores, entre otros.

También contempla y establece definiciones jurídicas respecto del


emprendimiento514, conserva la figura de los Centros Regionales de Apoyo a la
Pequeña y Mediana Empresa (CREAPYME) que pueden ser instituciones tanto
públicas como privadas, las cuales deben brindar información sobre los
procesos de atención a los emprendedores, registrar el expediente de los
emprendedores en el SIEC, aplicarles el diagnóstico empresarial y asesorarlos
sobre ofertas de servicios financieros y no financieros que ofrecen las
instituciones tanto públicas como privadas; así como brindar información y
asesoría sobre los trámites que contribuyan a la creación de nuevas empresas.

Este decreto también regula lo relacionado con el registro y el


reconocimiento de la condición de emprendedor; se crea el Consejo Asesor
Mixto PYME, que conforme el artículo 42 tiene entre sus funciones, evaluar las
políticas y programas de emprendedores y se continúa con la figura del
Consejo Nacional de Emprendimiento al cual está asignado el fomento de la
cultura empresarial, la coordinación institucional de apoyo, seguimiento y
514
Emprendimientos por oportunidad, emprendimientos dinámicos, emprendimientos de alto
impacto, emprendimientos por necesidad, emprendimiento de subsistencia, emprendimiento
tradicional y emprendimiento social.
317
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

evaluación de la Política Nacional de Emprendimiento; analizar, estudiar y


proponer mecanismos e instrumentos de apoyo al desarrollo de
emprendedores y a fomentar la constitución de incubadoras de empresas, así
como la iniciativa de los emprendedores. Igualmente crea la Red de Apoyo a la
PYME y Emprendedores (RED), así como la Red Nacional de Incubación o
Aceleración (RNIA).

Respecto del Capital Semilla, se observa en La Gaceta Nº 75 del 19 de


abril del 2013, el Reglamento para Consulta Programa Capital Semilla,
expedido por el Consejo Rector del Sistema de Banca para el Desarrollo, con el
que se busca fomentar el surgimiento de emprendimientos mediante la
asignación de recursos financieros.

Y en La Gaceta Nº 214 del 6 de noviembre del 2014, se observa el


Acuerdo N° 052-MEIC-2014, por el cual se declara de interés público el evento
denominado “Semana Global de Emprendimiento-Costa Rica 2014” que se
realizó en el mes de noviembre del año 2014, con el fin de promover y fomentar
la cultura emprendedora en el país e instó a todas las dependencias del Sector
Público y del Sector Privado, para que apoyaran la realización de actividades
relacionadas con dicho evento.

Finalmente, en La Gaceta, Diario Oficial, No. 223 del 17 de noviembre


de 2015, se observa el Proyecto de Ley de Fomento a la Persona
Emprendedora, expediente No. 193729, que tiene estricto contenido
prestacional, en la que define la cobertura del seguro de salud y del fondo de
pensión del emprendedor con pago de tarifas preferenciales, tanto para el
emprendedor como persona física o como persona jurídica.

2.7 Regulación jurídica del emprendimiento en Panamá.

En Panamá, se realizó la búsqueda de información normativa sobre el


emprendimiento en la página oficial de la Presidencia515, del Ministerio de
Economía y Finanzas516; de la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana
Empresa517; de la Asamblea Nacional518 y del Órgano Judicial519.

2.7.1 Sobre el Estado.

La Constitución Política de la República de 1972, con una última reforma


en el año 2004, establece el Órgano Legislativo constituido por la Asamblea
Nacional, el Órgano Ejecutivo conformado por el Presidente de la República y

515
REPÚBLICA DE PANAMÁ, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Página web:
https://www.presidencia.gob.pa
516
REPÚBLICA DE PANAMÁ, MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS. Página Web:
www.mef.gob.pa
517
REPÚBLICA DE PANAMÁ, AUTORIDAD DE LA MICRO, PEQUEÑA Y MEDIANA
EMPRESA. Página Web: http://ampyme.gob.pa/
518
REPÚBLICA DE PANAMÁ, ASAMBLEA NACIONAL. Página Web: www.asamblea.gob.pa
519
REPÚBLICA DE PANAMÁ, ÓRGANO JUDICIAL. Página Web: www.organojudicial.gob.pa
318
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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los Ministros de Estado; y el Órgano Judicial del cual hacen parte la Corte
Suprema de Justicia, los Tribunales y juzgados.

Además, cuenta con el Ministerio Público conformado por el Procurador


General de la Nación, el Procurador de la Administración, los Fiscales y
Personeros.

De manera independiente, también están el Tribunal Electoral, la


Fiscalía General Electoral, la Defensoría del Pueblo, la Contraloría General de
la República y el Tribunal de Cuentas.

Administrativamente, Panamá está dividido en 10 provincias (cada una


representada por un Gobernador y un Concejo Provincial), conformadas por 78
distritos (en algunas veces denominados municipios, con un Alcalde como jefe
de la Administración y un concejo municipal) y estos, a su vez, cuentan con 655
corregimientos. También se reconocen cinco comarcar indígenas.

2.7.2 Intervención del Estado en la economía.

La Constitución Política, en el artículo 39 establece que está permitido


formar compañías y en el artículo 282 que el ejercicio de las actividades
económicas corresponde primordialmente a los particulares, pero que dichas
actividades el Estado las orientará, reglamentará o creará. Y para ello, el
artículo 282 establece que el Estado para cumplir sus fines debe “promover la
creación de empresas particulares” y “establecer empresas estatales e
impulsar la creación de las mixtas”. Además, el artículo 284 señala que el
Estado intervendrá en toda clase de empresas con la regulación de tarifas, así
como con la coordinación de servicios y producción de artículos. En el artículo
293 establece quiénes pueden ejercer el comercio al por menor y en el
siguiente el comercio al por mayor.

También prohíbe los monopolios y la restricción al libre comercio,


fomentando la libre competencia y libre concurrencia de mercados.

2.7.3 Normatividad nacional.

A nivel general no se encuentra ninguna norma expresa sobre el tema


del emprendimiento, sin embargo, nuevamente se encuentra en las normas
sobre PYMES, las referencias básicas a la creación de empresas.

Así, la Ley No. 8 de 2000, publicada en la Gaceta Oficial No. 24.064 del
31 de mayo de 2000, crea la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana
Empresa (AMPYME), encargada de promover la creación de este tipo de
empresas.

También está la Ley No. 33 de 2000, “Que dicta normas para el fomento
a la creación y desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa”, la cual
establece el régimen normativo para fomentar la creación de micro, pequeñas y
medianas empresas (con particular énfasis en la región interoceánica).
319
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Posteriormente viene la Ley No. 72 de 2009, “Que reforma la Ley 8 de


2000 y la Ley 33 de 2000, que regulan la micro, pequeña y mediana empresa”,
publicada en la Gaceta Oficial No. 26.404 del 11 de noviembre de 2009 e
insistiendo en la creación de empresas sostenibles e ingresando en la Ley No.
8 de 2000 la definición de emprendedores.

Esta ley, también modifica los objetivos de la AMPYME, haciendo un


especial énfasis en la creación de empresas y específicamente el de “estimular
en la población panameña la cultura emprendedora” y entre las funciones, las
de concertar iniciativas para la creación de incubadoras de empresas, así como
desarrollar metodologías dirigidas a emprendedores para la gestión
empresarial.

También modifica la Ley No. 33 de 2000, modificando las funciones del


Sistema Nacional de Fomento Empresarial, incluyendo la de “facilitar recursos
financieros y no financieros, asistencia técnica, capacitación y otros servicios a
las entidades microfinancieras y a los emprendedores…” y dentro de este,
creando el Fondo de Fomento Empresarial, destinado al fomento del
emprendimiento empresarial, al que se le asignan, entre otros objetivos, el de
“fomentar el emprendimiento, la creación de empresas, el fortalecimiento de
empresas existentes, a través de la capacitación y asistencia técnica para
emprendedores…” Para ello, se incluyen al interior de este, el Fondo de Capital
Semilla y el Fondo de Garantía, destinados a apoyar nuevos emprendedores.

Finalmente, el Decreto Ejecutivo No. 126 de 2010, “Por la cual se regula


la Ley N°72 de 9 de noviembre de 2009, “que reforma y adiciona la Ley N°8 de
2000 y la Ley 33 de 2000, “sobre la micro, pequeña y mediana empresa” y
publicado en la Gaceta Oficial No. 26.562-C el 24 de junio de 2010, en el cual
se desarrolla el Sistema Nacional de Fomento Empresarial y el Fondo de
Fomento Empresarial, creando unas líneas especiales de concursos: para
emprendimientos de subsistencia, para emprendimientos de organizaciones de
base productiva que trabajen colectivamente en áreas rurales e indígenas, y
para emprendimientos en actividades económicas estratégicas como el
turismo, la agroindustria, el comercio, los servicios y las artesanías; así como
apoyo a incubadoras de empresas.

2.8 Regulación jurídica del emprendimiento en Cuba.

En Cuba, se realizó la búsqueda de información normativa sobre el


emprendimiento en la página oficial del Gobierno de la República de la cual se
encuentra la información del Ministerio de Economía y Planificación 520, de la

520
REPÚBLICA DE CUBA, GOBIERNO. Página web: http://www.cubagob.cu/
320
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Cámara de Comercio521, del Tribunal Supremo Popular522, del Comité Central


del Partido Comunista de Cuba523 y de la Universidad de la Habana524

2.8.1 Sobre el Estado.

La Constitución de 1976 declara que Cuba es un Estado socialista,


organizado como como República unitaria y democrática.

Ésta establece que la Asamblea Nacional del Poder Popular es el


órgano supremo del poder del Estado y órgano legislativo.

Tal como lo estima el artículo 74 de la Constitución: “La Asamblea


Nacional del Poder Popular elige, de entre sus diputados, al Consejo de
Estado, integrado por un Presidente, un Primer Vicepresidente, cinco
Vicepresidentes, un Secretario y veintitrés miembros más. El Presidente del
Consejo de Estado es jefe de Estado y jefe de Gobierno.”

El Jefe de Estado y de Gobierno es el Presidente, a su vez, del Consejo


de Ministros, que es el máximo órgano ejecutivo y administrativo. El Consejo
de Ministros es el Gobierno de la República y lo conforman, además, el Primer
Vicepresidente, los Vicepresidentes, los Ministros y el Secretario.

También cuentan con la Fiscalía General de la República, que es una


unidad subordinada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y al Consejo de
Estado, recibiendo instrucciones directas de éste último.

La justicia es ejercida por el Tribunal Supremo Popular, el cual cuenta


con un Consejo de Gobierno.

Conforme la Ley No. 82 De los Tribunales Populares, también se cuenta


con los Tribunales Provinciales Populares, Tribunales Municipales Populares y
Tribunales Militares.

Territorialmente, Cuba se divide en provincias y estas en municipios.


Ambos cuentan con sus respectivas Asambleas Provinciales y Municipales,
que escogen a sus propios presidente y vicepresidente. Las Asambleas, se
apoyan en los Consejos Populares, los cuales se pueden constituir en
ciudades, pueblos, barrios, poblados o zonas rurales.

En la actualidad, Cuba cuenta con 15 provincias, 168 municipios, de


ellos la Isla de la Juventud es un municipio especial.

521
REPÚBLICA DE CUBA, CÁMARA DE COMERCIO. Página Web:
http://www.camaracuba.cu/
522
REPÚBLICA DE CUBA, TRIBUNAL SUPREMO POPULAR. Página Web: http://www.tsp.cu/
523
REPÚBLICA DE CUBA, COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA.
Página Web: www.granma.cu/
524
REPÚBLICA DE CUBA, UNIVERSIDAD DE LA HABANA. Página Web: www.uh.cu/
321
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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2.8.2 Intervención del Estado en la economía.

La Constitución de la República de Cuba establece, entre muchas otras


disposiciones, que es el estado el que organiza, dirige y controla la actividad
económica nacional. Que el Estado dirige y controla el comercio exterior y para
ello puede crear empresas de comercio exterior.

Que son de propiedad estatal socialista de todo el pueblo, los centrales


azucareros, las fábricas, los medios fundamentales de transporte, bancos
nacionalizados y expropiados, fábricas, empresas e instalaciones económicas
adquiridos por el Estado y que éste administra directamente dichos bienes o
que puede crear empresas para ello.

Pero reconoce la propiedad de los pequeños agricultores sobre las


tierras que le pertenecen y los muebles e inmuebles que les sean necesarios
para la explotación a la que se dedican. Por ello, se prohíbe los préstamos
hipotecarios o cualquier gravamen o cesión a particulares de dichos bienes.

También se establece que los agricultores pequeños pueden asociarse


entre sí y a organizar cooperativas para los fines de producción agropecuaria.

Igualmente, el artículo 23 señala que el Estado reconoce la propiedad de


las empresas mixtas, el uso, disfrute y disposición de los bienes que hagan
parte de su patrimonio.

2.8.3 Normatividad nacional.

Como ya se ha planteado en el apartado relacionado con el aspecto


económico del emprendimiento, éste y todo lo que tiene que ver con la
empresa y los empresarios, es más propio de un sistema económico capitalista
que aboga por la libertad absoluta del mercado y ahora mucho más de las
economías mixtas, donde se ha visto en el emprendimiento una estrategia para
superar la pobreza.

Pero, ¿cómo puede hablarse de emprendimiento, de empresa y de


empresarios en un país que se caracteriza por tener una economía dirigida?

La pregunta, desde el aspecto científico se ha planteado también: “¿Se


ha gestionado exitosamente el emprendimiento para el conocimiento y la
ciencia en las sociedades donde se ha renunciado a la ley de la selva? ¿Es la
planificación socialista la solución? (…) ¿Se puede planificar el emprendimiento
de una iniciativa, que por definición tiene que ser de éxito imprevisible? ¿Existe
algún paradigma científicamente fundamentado y demostradamente efectivo
para promover el emprendimiento y la competitividad en una sociedad que no
se caracterice por la ‘ley de la selva’?” 525

525
El texto original define el capitalismo como la ley de la selva. Así lo expresa: “La existencia
capitalismo o la ley de la selva en una sociedad humana no es causa del progreso científico o
el desarrollo del conocimiento, como suele a veces simplificarse cuando se constata la
existencia de algunos productos del sistema empresarial mundial desarrollado en nuestros
322
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Cuba cuenta con un Ministerio de Economía, con una Cámara de


Comercio, con políticas en materia de inversión extranjera (como en
infraestructura hotelera), zonas francas y parques industriales.

Reconoce como forma de propiedad las empresas mixtas, así como las
sociedades y asociaciones económicas que se constituyan conforme la ley.

De acuerdo a la Ley 77, Ley de Inversión Extranjera, las empresas de


capital mixto son definidas en el artículo como toda “compañía mercantil
cubana que adopta la forma de sociedad anónima por acciones nominativas,
en la que participan como accionistas uno o más inversionistas nacionales y
uno o más inversionistas extranjeros”.

Según el articulado de esta ley, la empresa mixta 526 es una persona


jurídica distinta de las partes que la conforman, debe adoptar la forma de
compañía anónima por acciones nominativas y se les aplica la legislación
vigente, con proporciones de capital social según sea acordada por los socios
con autorización gubernativa, emitida por el Comité Ejecutivo del Consejo de
Ministros.

Los socios no pueden cambiarse sino por acuerdos de las partes y con
autorización previa de la autoridad que haya otorgado la Autorización para la
constitución de la empresa.

La empresa mixta requiere la forma de escritura pública a la que deben


anexarse los estatutos y la Autorización de la entidad respectiva. Y pueden
crear sucursales y filiales, tanto en el territorio nacional como en extranjero y
tener participación en otras entidades del exterior. Igualmente están facultadas
recibir aportes de propiedad industrial.527

La legislación cubana, también acepta las empresas donde el capital y la


dirección son completamente extranjeros. El inversionista puede ser persona
natural o jurídica, siempre con registro ante la Cámara de Comercio de la
República. Estas empresas pueden realizar inversiones extranjeras en todos
los sectores, menos en salud y educación; y gozan de plena protección y
seguridad, no pudiendo ser expropiadas, salvo por motivos de utilidad públicas
o interés social, conforme la legislación vigente y los acuerdos internacionales

días.” MONTERO CABRERA, Luis Alberto. Emprendimiento en la ciencia cubana: la


modelación computacional de sistemas nanoscópicos como caso que se ha proyectado
imprevista al futuro. En: Revista Anales de la Academia de Ciencias de Cuba. Vol. 2, No. 1,
2012, p. 1-36.
526
Para septiembre de 2010 habían inscritas 147 empresas mixtas en la Cámara de Comercio
de la República de Cuba: Cfr. MESA TEJEDA, Natacha. Reflexiones en torno a la adopción de
acuerdos sociales en la sociedad anónima cubana: especial referencia a las empresas mixtas.
En: Revista e-mercatoria, No. 2, 2010, p. 8.
527
MORÁN MARTÍNEZ, Liudma; ODRIOZOLA GUITART, Johana y ROMERO SUÁREZ,
Pedro. La gestión de la propiedad industrial en la transferencia de tecnología: análisis de Cuba.
En: Revista de Derecho, Universidad del Norte, No. 36, 2011, pp. 160-183.

323
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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sobre promoción y protección recíproca suscrito por Cuba. La expropiación


requiere, según la Constitución, de indemnización previa.

Aunque Cuba cuenta con un Código de Comercio de 1885 vigente en la


actualidad, un compendio sobre la legislación mercantil en este país, señala al
respecto: “Resulta difícil en extremo compendiar en un solo volumen las leyes
que regulan la actividad estatal y privada en Cuba pues en su mayoría se trata
de Decretos de los ministerios cubanos y la Asamblea Nacional del Poder
Popular que fueron que fueron emitidos sin conexión aparente con el cuerpo de
leyes de comercio en la Isla.”528

Algunas otras referencias dan cuenta de la ambivalencia del derecho


mercantil en Cuba.

Por ejemplo, haciendo referencia a las sociedades anónimas que deben


constituirse en las empresas mixtas, respecto del Código de Comercio se
expresa: “Actualmente, consideramos que dicha normativa se ha quedado
totalmente retrasada, en tanto no logra exponer los aspectos esenciales
relacionados con el funcionamiento de las sociedades anónimas.”529 Por ello,
en este artículo, la autora concluye: “Todo lo antes expuesto nos permite
afirmar la necesidad de una ley de sociedades mercantiles en nuestro país que
ordene la materia societaria, y que sirva de fundamento jurídico al proceso de
constitución y ulterior funcionamiento de estas sociedades.”530

No obstante, han considerado que las sociedades anónimas “atraen al


inversor extranjero y dan vida a un nuevo mercado con vocación
internacional”531, en palabras de quien se firma como Directora del registro
Mercantil de Cuba.

De esto se deriva, que no existe un derecho mercantil muy desarrollado


en dicho país, que dado su sistema económico y jurídico se hace mayor énfasis
en la inversión extranjera, que en las iniciativas empresariales propias de sus
ciudadanos.

Dado que a nivel estatal y jurídico no se identifica información alguna, se


recurrió a buscar información alterna, de carácter académico.

En esta línea académica, la Facultad de Ciencias Económicas y de


Administración de la Universidad de la Habana creó en el año 2006 el
Programa CCEEmprende532, en el que se identifican varios programas e
investigaciones como el proyecto “Innovación y emprendimiento empresarial

528 AUTORES VARIOS. Código de Comercio de Cuba. Barcelona: Red Ediciones, 2016. 255p.
529 MESA TEJEDA, Natacha. Op. Cit., p. 4.
530
Ibíd., p. 12.
531
ALCÁNTARA OLIVA, Isabel. Aspectos claves de la sociedad anónima cubana. En: Revista
de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de Elche. Vol. I, No. 3, 2008, pp. 161-178.
532
UNIVERSIDAD DE LA HABANA. Facultad de Ciencias Económicas de la Administración,
Programa CCEEEmprende. Disponible en:
http://www.ccee.edu.uy/extension/emprendedores2009/index.html
324
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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en Cuba” que busca contribuir al emprendimiento empresarial en Cuba. En


dicha entidad ofrecen el curso: “Emprendimientos en Cuba: creación y
desarrollo de negocios”, dirigido a los denominados “cuentapropistas”, que son
las personas que no son empleados sino que trabajan por cuenta propia.

Concretamente, sobre el aspecto empresarial en Cuba, se encuentra un


avance de una investigación sobre la gerencia en dicho país, publicado por el
Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de la Habana, en
el que se expresa que a pesar de contar con conocimientos científicos y
productores innovadores y desarrolladores, “la empresa cubana no logra el
impacto económico en términos de eficiencia y eficacia.”533 Algunas razones
que ofrecen para ello son la centralización de las actividades de
comercialización, excesiva normación del trabajo, poca información pública
sobre el sector empresarial, concentración del sector empresarial en objetivos
priorizados a nivel nacional que limita la satisfacción de los requerimientos
propios de las empresas o escasez de recursos financieros, entre otros.

De allí se preguntan: “¿Cómo gestionar el emprendimiento empresarial en Cuba?


¿Quiénes son los responsables de esta gestión? Este es un tema de moda hoy en el
mundo entero, fundamentalmente en los países en desarrollo en América Latina y ha
estado evolucionando producto de las nuevas teorías que abogan por el desarrollo
local. En el caso de Cuba tiene un interés especial pues es una forma de potenciar el
llamado trabajo por cuenta propia. Aquí reviste un peso importante, los modelos de
spin-off Universitarios y las distintas formas de lograr en Incubamiento empresarial.”
534

El trabajo que se menciona, hizo una revisión de varios negocios de


personas que han establecido su propio negocio de cafeterías, arrendamientos,
venta de ropa y CD, peluquerías, arreglo de celulares, venta de flores y
artículos religiosos, servicios de impresión y limpieza de autor, así como
alquiler gimnasios y decoración de locales, que han tenido como mayor fuente
de recursos para capitalizarse las remesas recibidas por familiares o conocidos
que se encuentran en otros países, ahorros y venta de bienes propios.

Finalmente, en relación con el aspecto jurídico, en dicho trabajo se


expresa: “Un aspecto que consideraríamos más táctico que estratégico, son los pocos
esfuerzos realizados para el perfeccionamiento del marco legal. Ciertamente no es
tarea fácil, luego de tantos desaciertos. Aún está pendiente el perfeccionamiento de la
ley en aspectos relativos a las facultades del estado, las estructuras de las
instituciones públicas, el incentivo a los emprendimientos empresariales y la
financiación de estos y la innovación.”535

De esta manera se verifica que, efectivamente, en materia de derecho


del emprendimiento no existe nada aún en Cuba.

533
MULET CONCEPCIÓN, Yailenis. ¿Cuál es la solución para enfrentar las deformaciones
estructurales en el sistema económico cubano? Interrogantes para la reflexión. En: Boletín
Cuatrimestral del Centro de Estudios de la Economía Cubana, abril 2012, p. 3.
534
Ibíd., p. 11.
535
Ibíd., p. 7.
325
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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2.9 Regulación jurídica del emprendimiento en República


Dominicana.

En República Dominicana, se realizó la búsqueda de información


normativa sobre el emprendimiento en la página oficial de la Presidencia 536, del
Ministerio de Industria y Comercio537, del Senado de la República538, de la
Cámara de Diputados539 y del Poder Judicial540.

2.9.1 Sobre el Estado.

La Constitución Política del año 2010, dispone que el Gobierno se divide


en Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder Judicial.

El Poder Legislativo se ejerce en nombre del pueblo por el Congreso


Nacional, órgano bicameral, conformado por el Senado de la República y la
Cámara de Diputados. El Poder Ejecutivo es ejercido el Presidente de la
República. Y el Poder Judicial lo ejerce la Suprema Corte de Justicia, Cortes o
Tribunales de Apelación, Jueces de Primera Instancia y Jueces de Paz.
También cuentan con el Tribunal Constitucional.

Además, está el Ministerio Público integrado por el Procurador General


de la República y nombrado por el Presidente de la República. El Ministerio
Público se encarga de la política del Estado contra la criminalidad, dirige la
investigación penal y ejerce la acción pública en representación de la sociedad.

Y por aparte, el Defensor del Pueblo salvaguarda los derechos


fundamentales de las personas y los intereses colectivos.

Territorialmente se divide en provincias (administradas por un


gobernador civil), municipios (a cargo del ayuntamiento, constituido por dos
órganos complementarios entre sí, el Concejo de Regidores y la Alcaldía),
distritos municipales (a cargo de una Junta de Distrito, integrada por un director
que actúa como órgano ejecutivo y una Junta de Vocales con funciones
normativas, y reglamentarias), secciones y parajes. Y un Distrito Nacional
donde se encuentra la capital.

536
REPÚBLICA DOMINICANA, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Página web:
http://presidencia.gob.do/
537 REPÚBLICA DOMINICANA, MINISTERIO DE INDUSTRIA Y COMERCIO. Página web:
www.mic.gob.do
538
REPÚBLICA DOMINICANA, SENADO DE LA REPÚBLICA. Página Web:
www.senado.gob.do
539
REPÚBLICA DOMINICANA, CÁMARA DE DIPUTADOS. Página Web:
www.camaradediputados.gob.do
540
REPÚBLICA DOMINICANA, PODER JUDICIAL. Página Web: www.poderjudicial.gob.do
326
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República Dominicana cuenta con 31 provincias, 159 municipios y 203


distritos municipales.

2.9.2 Intervención del Estado en la economía.

La Constitución dominicana declara en los artículos 218 y 219 que la


iniciativa privada es libre, que el Estado fomenta la iniciativa económica privada
y también puede ejercer la actividad empresarial para promover la economía
nacional. Y en el artículo 50 reconoce y garantiza la libertad de empresa,
comercio e industria y la libre competencia.

2.9.3 Normatividad nacional.

En este país solo se encuentra una norma vigente exclusiva para el


emprendimiento, la Ley 88-13, mediante la cual se declara el día 12 de
Noviembre de cada año, como el día nacional del emprendedor, para la
promoción de la cultura y la actividad emprendedora.

Fuera de esta norma, se evidencian dos proyectos de ley que se han


venido presentando sobre el tema:

El primero es el Proyecto de ley sobre emprendimiento e innovación


empresarial, expediente 02411 de 2012. La Cámara de Diputados aprobó el
proyecto de urgencia en primera lectura pero la Comisión Permanente de
Hacienda rindió informe desfavorable al proyecto de ley el 10 de julio de 2013
esgrimiendo, entre otras razones, que el "Registro Nacional de
Emprendedores" que proponía el proyecto de ley era innecesario y que
constituiría en una traba para ellos, porque en vez de facilitar la actividad
emprendedora la dificulta, convirtiéndolo en una formalidad procesal adicional;
que no se debe crear un sistema nuevo de trámites sino que se debe articular
al "Programa Nacional de Formalización de Empresas y Ventanilla Única para
trámites", en la que los emprendedores encontrarán en un solo lugar todos los
pasos para constituir la empresa; y no comparten el sistema de incentivos
fiscales propuestos, porque puede convertirse en una vía de evasión fiscal.

El segundo, es el Proyecto de ley que crea el Fondo para el Desarrollo e


Innovación del Emprendimiento (FODINE), expediente No. 02178 de 2015.
Este proyecto figura en el Sistema de Gestión de Expedientes del Senado
como perimida, ya que caducó en enero de 2016.

No obstante, el Ministerio de Industria de Comercio, cuenta con la


Dirección de Emprendimientos del Viceministerio de Fomento a las Pymes, con
la Red Nacional de Emprendimiento, la Red Nacional de Incubadoras de
Empresas Dominicana (INCUBA).

También, la Ley No. 392-07, sobre Competitividad e Innovación


Industrial, del 4 de diciembre de 2007, publicada en la Gaceta Oficial No.
10448, del 6 de diciembre de 2007, transforma la Corporación de Fomento
Industrial en el Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial
327
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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(PROINDUSTRIA) a la que le asigna la competencia para participar en la


creación de empresas industriales y al Director General la obligación de
estimular la creación de nuevas industrias.

Pero sin lugar a dudas, la norma de mayor importancia para el tema de


los emprendimientos en República Dominicana, se encuentra en la Ley No.
488-08, que establece un Régimen Regulatorio para el Desarrollo y
Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES),
publicada en la Gaceta Oficial No. 10502, del 30 de diciembre de 2008.

Esta ley, entre otros objetivos, se plantea como objetivos específicos


fomentar la creación de cada vez más cantidad de micro, pequeñas y medianas
empresas (MIPYMES), inducir un entorno institucional favorable para ello y
estimular la creación y fortalecimiento de MIPYMES rurales.

Para ello, se articula el Consejo Nacional de Promoción y Apoyo a la


Micro, Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYMES) como un programa que
se creó mediante Decreto No.238-97 de 1997, como dependencia
administrativa del Ministerio de Industria y Comercio. La Ley No. 488-08 en el
artículo 17 obligó a este Consejo a destinar no menos del cinco por ciento (5%)
de los fondos destinados al financiamiento de las MIPYMES, para financiar
nuevas propuestas de desarrollo empresarial dirigidas a la creación de
empresas y formación de emprendedores. Así mismo, que dicha entidad debe
promover Ventanillas Únicas para MIPYMES para prestar información como
creación e incubación de pequeñas empresas. Y el artículo 35 le asigna, en
coordinación con el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional
(INFOTEP), la ejecución de programas educativos para la creación de
empresas y formación de emprendedores.

Y a través del Fondo para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa


(FOMIPYMES) a financiar programas y proyectos de creación de empresas y
formación de emprendedores.

2.10 Regulación jurídica del emprendimiento en Colombia.

En la República de Colombia, se realizó la búsqueda de información


normativa sobre el emprendimiento en la página oficial de la Presidencia 541, del
Ministerio de Comercio, Industria y Turismo542, del Senado de la República543,

541
REPÚBLICA DE COLOMBIA, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Página web:
www.presidencia.gov.co
542 REPÚBLICA DE COLOMBIA, MINISTERIO COMERCIO, INDUSTRIA Y TURISMO. Página
web: www.mincit.gov.co
543
REPÚBLICA DE COLOMBIA, SENADO DE LA REPÚBLICA. Página Web:
www.senado.gov.co y www.secretariasenado.gov.co
328
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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de la Cámara de Representantes544, de la Corte Constitucional545 y de la Rama


Judicial546.

2.10.1 Sobre el Estado.

La Constitución Política de Colombia de 1991, con una última reforma


en el año 2015, definió que el Estado está estructurado en tres ramas.

El Poder Legislativo en cabeza del Congreso de la República, el cual es


bicameral, conformado por el Senado y la Cámara de Representantes.

La Rama Ejecutiva, en la que el Presidente de la República es Jefe del


Estado, Jefe del Gobierno y suprema autoridad administrativa. Las
gobernaciones y las alcaldías, así como las superintendencias, los
establecimientos públicos y las empresas industriales o comerciales del
Estado, forman parte de la Rama Ejecutiva.

En el Poder Judicial están la Corte Constitucional, la Corte Suprema de


Justicia, el Consejo de Estado, la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, la
Fiscalía General de la Nación, los Tribunales y los Jueces.

Como órganos o autoridades autónomas de las ramas del poder público,


está el Ministerio Público, conformado por la Procuraduría General de la
Nación, la Defensoría del Pueblo y la Personerías Municipales.

La organización electoral conformada por el Consejo Nacional Electoral


y la Registraduría Nacional del Estado Civil.

También son órganos independientes la Contraloría General de la


Nación, el Banco de la República.

Territorialmente, Colombia se divide en 32 departamentos. Los


departamentos cuentan con una autoridad gubernativa presidida por el
Gobernador y la Asamblea Departamental. Los departamentos se conforman
de 1.123 municipios o distritos, los cuales cuentan con Alcaldes Municipales o
Distritales y los Concejos Municipales o Distritales. Aquí se incluye el Distrito
Capital de Bogotá. A su vez, los municipios y distritos cercanos pueden
asociarse en corporaciones públicas denominadas Áreas Metropolitanas.
También son entidades territoriales los territorios indígenas.

2.10.2 Intervención del Estado en la economía.

La Constitución establece en el artículo 334, que la dirección general de


la economía está a cargo del Estado, el cual interviene por mandato de la ley,

544
REPÚBLICA DE COLOMBIA, CÁMARA DE REPRESENTANTES. Página Web:
www.camara.gov.co
545
REPÚBLICA DE COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Página web:
www.corteconstitucional.gov.co
546
REPÚBLICA DE COLOMBIA, RAMA JUDICIAL. Página Web: www.ramajudicial.gov.co
329
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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entre otros, en la producción, distribución, utilización y consumo de los bienes,


y en los servicios públicos y privados, para dar pleno empleo a los recursos
humanos, promover la productividad y competitividad y el desarrollo armónico
de las regiones.

Aun así, el artículo 333 determina que son libres la actividad económica
y la iniciativa privada, que la libre competencia económica es un derecho de
todos y por eso el Estado debe impedir que se obstruya o restrinja la libertad
económica, que la empresa es la base del desarrollo y por eso el Estado
estimulará el desarrollo empresarial.

Pero en función del equilibrio económico y el bienestar general,


establece en el artículo 335 que las actividades financiera, bursátil,
aseguradora y cualquier otra relacionada con el manejo, aprovechamiento e
inversión de los recursos de captación son de interés público y sólo pueden ser
ejercidas previa autorización del Estado, conforme a la ley, la cual promoverá la
democratización del crédito.

2.10.3 Normatividad nacional.

Inicialmente, se identifica en Colombia la Ley 590 de 2000, por la cual se


dictan disposiciones para promover el desarrollo de las micro, pequeñas y
medianas empresas, publicada en el Diario Oficial No. 44.078 el 12 de julio de
2000, la cual presenta como unos de sus objetos, el inducir el establecimiento
de mejores condiciones de entorno institucional para la creación de micro,
pequeñas y medianas empresas; así como apoyar la creación de Mipymes
rurales asentados en áreas de economía campesina.

Esta ley crea el Sistema Nacional de Mipymes creando el Consejo de


Pipymes teniendo entre sus funciones la de establecer programas
emprendedores y espíritu empresarial regional.

En el artículo 24 crea el Fondo de Inversiones de capital de riesgo de las micro,


pequeñas y medianas empresas rurales, Emprender, para estimular la creación
de Mipymes rurales.

Pero también apunta a la formación en el tema empresarial, por ello, en


el artículo 31, modificado por la Ley 905 de 2004, dispone que las instituciones
de educación superior del país, deben ofrecer diplomados, programas de
extensión y cátedras para promover la iniciativa empresarial.

Y al Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, establecimiento público


del orden nacional, le asigna la función de asesorar a los estudiantes que
terminen su capacitación en la creación de Mipymes, acorde con estudios
previos de factibilidad de mercados y acreditándolos ante las entidades
encargadas de otorgarles microcréditos para sus emprendimientos.

330
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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En esta dirección el artículo 44 dispone que el Gobierno Nacional deberá


formular políticas para fomentar la creación de empresas gestionadas por
jóvenes profesionales, técnicos y tecnólogos.

En materia tributaria, el artículo 42 modificado por la Ley 905 de 2004,


estableció que los municipios, distritos y departamentos, para fomentar la
creación de Mipymes, puedan establecer regímenes especiales sobre los
impuestos, tasas y contribuciones, exclusiones, periodos de exoneración y
tarifas inferiores a las ordinarias en su respectiva jurisdicción.

Adicional a lo establecido en el artículo 24 de la Ley 590 de 2000 y


reforzando lo estipulado en el artículo 31 ya citado, la Ley 789 de 2002, “Por la
cual se dictan normas para apoyar el empleo y ampliar la protección social y se
modifican algunos artículos del Código Sustantivo de Trabajo”, en el artículo 40
creó el Fondo Emprender, FE, como una cuenta especial e independiente
adscrita al Servicio Nacional, SENA, para financiar las iniciativas empresariales
desarrolladas por los aprendices de la entidad o entre estos (con participación
mayoritaria) y estudiantes, practicantes o profesionales de establecimientos de
educación reconocidos por el Ministerio de Educación Nacional. Dicho fondo
fue reglamentado mediante Decreto Nacional 934 de 2003.

Pero sin lugar a dudas, la norma más relevante sobre la materia en


Colombia, es la Ley 1014 de 2006, “De fomento a la cultura del
emprendimiento”, publicada en el Diario Oficial No. 46.164, el 27 de enero de
2006.

Esta ley presenta por objeto, promover el espíritu emprendedor, la


cultura del emprendimiento en el sistema educativo del país, la creación de
empresas, mejorar las condiciones institucionales para ello, el vínculo entre el
sistema educativo y el sistema productivo nacional y el apoyo a las redes de
emprendimiento.

Para ello, le establece al Estado unas obligaciones claras para que dicha
ley sea eficaz, como el vínculo entre el sistema educativo y el sistema
productivo, buscar recursos públicos –incluso periódicos- para apoyar las redes
de emprendimiento registradas en el Ministerio de Comercio, Industria y
Turismo, buscar que las entidades financieras acepten los planes de negocio
de las nuevas empresas como garantías para el otorgamiento de los créditos,
generar las condiciones para que en las regiones se creen fondos de capital
semilla o de capital de riesgo para el apoyo a las nuevas empresas.

Se crea la Red Nacional para el Emprendimiento, conformada por varios


ministerios y representantes de instituciones de educación superior, la
Asociación Colombiana de Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), de la
Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), de la Banca de Desarrollo y
Microcrédito, de las cajas de compensación familiar, de las fundaciones y las
incubadoras dedicadas al emprendimiento.

331
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Y también se crea en cada departamento la Red Regional para el


Emprendimiento, conformada por representantes de la Gobernación
Departamental, el SENA, la Cámara de Comercio de la ciudad capital, de los
alcaldes, de las oficinas de juventud, de las instituciones de educación
superior, gremios e incubadoras de empresas, entre otros.

Para el fomento de la cultura emprendedora, el artículo 13 dispone la


obligatoriedad para los establecimientos educativos de todos los niveles hasta
la educación media, tanto públicos como privados, de crear un área específica
de formación para el emprendimiento y la generación de empresas. Esta área
debe estar incorporada al currículo y desarrollarse a través de todo el plan de
estudios. Además, la creación de la “Cátedra Empresarial”, y promoción de
ferias empresariales, foros, seminarios, macroruedas de negocios, concursos y
otras actividades que desarrollen en los estudiantes capacidades
emprendedoras para crear empresas, con el apoyo de las Asociaciones de
Padres de Familia.

Y para el caso de las instituciones de educación superior, tanto públicas


como privadas, les autoriza para que reconozcan el desarrollo de planes de
negocios como requisito de grado, en vez de los trabajos de grado.

También autoriza a las Cámaras de Comercio y a sus empresarios


asociados a que constituyan el voluntariado empresarial para el
acompañamiento en la creación de empresas.

Como actividades de promoción de la cultura del emprendimiento,


establece la ley que el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo debe dar
prioridades a actividades como ferias de trabajo juvenil, macroruedas de
negocios para contactar los nuevos empresarios con inversionistas,
compradores y el sistema financiero, concursos para emprendedores sociales y
de negocios, concursos para acceso a créditos o fondos de capital semilla,
cofinanciación y apoyo financiero para programas de promoción, asistencia
técnica o asesorías que brinden fundaciones, Cámaras de Comercio,
universidades, incubadoras de empresas y ONG.

La ley autoriza a los municipios, distritos, gobernaciones y Áreas


Metropolitanas para que presupuesten y destinen cada año los recursos
necesarios para las nuevas empresas.

Asimismo establece beneficios para quienes se vinculen a las redes de


emprendimiento y para cultura del emprendimiento y la creación empresarial
invita a las Cámaras de Comercio, a las incubadoras de empresas y a la
Autoridad Nacional de Televisión a desarrollar programas de promoción,
orientación, formación y consultoría sobre el tema.

Finalmente, el artículo 22, estableció que las nuevas sociedades que se


constituyeran a partir de la vigencia de la ley, cualquier tipo que fuera, con una
planta no superior a 10 trabajadores o activos inferiores a 500 salarios
mínimos mensuales legales vigentes, se deben constituir bajo las normas
332
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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propias de la empresa unipersonal. Y si son Sociedades en Comandita, debe


guardarse el requisito de pluralidad previsto en el Código de Comercio. Esta
disposición tuvo bastantes críticas y fue revisada primero por la Corte
Constitucional en la sentencia C-392/07, posteriormente ajustada en su
vigencia mediante la Ley 1258 de 2008547 que creó y sustituyó la sociedad
unipersonal, figura que tuvo que ser revisada finalmente por la Corte
Constitucional mediante sentencia C-597/10.

La Ley 1014 de 2006 cuenta con dos reglamentaciones: el Decreto


Nacional 1192 de 2009, por el cual se reglamenta la ley y el Decreto Nacional
4463 de 2006, por el cual reglamenta el artículo 22 sobre las sociedades
comerciales unipersonales, que como ya se ha dicho, se presentó una
discusión jurídica.

Luego vino la Ley 1429 de 2010, “Por la cual se expide la Ley de


Formalización y Generación de Empleo”, publicada en el Diario Oficial No.
47.937 de 29 de diciembre de 2010, y que en el artículo 16 dispone que los
apoyos económicos no reembolsables para el emprendimiento como capital
semilla, no son ingresos constitutivos de renta o ganancia ocasional. Y el
artículo 60 de la Ley 1429 de 2010, establece que se debe incorporar el
sistema de formación para el trabajo con las actividades de emprendimiento.

Esta ley cuenta con dos decretos reglamentario. Por un lado, la


exclusión de los apoyos económicos no reembolsables para emprendimientos
como base gravable, se ratifica en el artículo 16 del Decreto Nacional 4910 de
2011, publicado en el Diario Oficial No. 48.294 de 26 de diciembre de 2011.

Y el Decreto Nacional 489 de 2013, Diario Oficial 48732 de marzo 14 de


2013, sobre la focalización de los programas de desarrollo empresarial, estimó
en el artículo primero, que el Fondo Nacional de Garantías S.A. debía ofrecer
un descuento no inferior al 20% en el valor de las comisiones de las garantías
para empresas creadas por jóvenes menores de 28 años, víctimas del conflicto,
con estudios técnico, tecnológicos o profesionales. Si se constituyeron
sociedades para tal fin, el joven a beneficiar debe contar con la mitad más uno
de las cuotas, acciones o participaciones en que se divide el capital societario,
para lo cual las Cámaras de Comercio deben ajustar sus registros para
evidenciar dicha situación.

También se expidió el Decreto Nacional 4800 de 2011, “Por el cual se


reglamenta la Ley 1448 de 2011 y se dictan otras disposiciones", sobre las
víctimas del conflicto armado, estableció en el artículo 67 que el Ministerio del
Trabajo, el Ministerio del Trabajo, el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y
la Unidad de Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a
Víctimas debían diseñar un programa para éstas, que contemplara una fase de
implementación de estrategias y proyectos para generación masiva de empleo
rural y urbano por medio de procesos de emprendimiento, lo que incluye

547
Por la cual se crea la sociedad por acciones simplificada.
333
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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programas de orientación, formación y capacitación para emprendedores, en


los términos del artículo 68 y 96 de la misma norma.

Más tarde, el Gobierno Nacional emite el Decreto 1500 de 2012, "Por


medio del cual se dictan medidas para la organización, articulación y
funcionamiento del Sistema Administrativo Nacional de Competitividad e
Innovación", publicado en el Diario Oficial 48494 del 17 de julio de 2012, en el
que se establece que la Comisión Regional de Competitividad coordina,
también, las políticas de fomento de la cultura para el emprendimiento, por lo
que se articula con las Redes Regionales de Emprendimiento.

Siguiendo con la articulación del sistema de emprendimiento, la Ley


1618 de 2013, “Por medio de la cual se establecen las disposiciones para
garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las personas con
discapacidad”, publicada en el Diario Oficial 48717 del 27 de febrero de 2013,
en el artículo 13, sobre el derecho al trabajo de las personas con discapacidad,
dispone que el Ministerio de Trabajo debe fortalecer el emprendimiento y
crecimiento empresarial de las entidades que ayudan a esta población,
mediante programas de potencien la comercialización o venta de servicios
generados por esta población.

Y al Banco de Comercio Exterior de Colombia, Bancóldex, le ordena


crear líneas de crédito con tasas de interés blandas, para los emprendimientos
económicos o de las empresas en que sean titulares las personas con
discapacidad en el 20%.

Luego vino la Ley 1622 de 2013, “Por medio de la cual se expide el


estatuto de ciudadanía juvenil y se dictan otras disposiciones”, publicada en el
Diario Oficial No. 48.776 de 29 de abril de 2013, que incluye dentro de las
medidas de promoción para esta población, el diseño e implementación de
programas de fomento al emprendimiento, para la creación de empresas en
diversos sectores económicos, facilitando el acceso a crédito, capital de riesgo
y capital semilla.

También el Decreto Nacional 0510 de 2015, “Por el cual se adopta el


Plan Estratégico para el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa
Catalina”, cuenta con el Centro de servicios MiCITio de San Andrés, para
atención integral a empresarios y emprendedores adaptando la metodología
Small Business Development Center - SBDC de los Estados Unidos y como
proyectos estratégicos, generando incentivos al emprendimiento de crecimiento
verde en Turismo.

En la actualidad, la Ley 1753 de 2015, Por la cual se expide el Plan


Nacional de Desarrollo 2014-2018 “Todos por un nuevo país”, publicado en el
Diario Oficial No. 49.538 de 9 de junio de 2015, en el artículo 186 integra un
único Sistema de Competitividad, Ciencia, Tecnología e Innovación y determina
que las redes Regionales de Emprendimiento, junto con otros comités y
consejos regionales, se integren a las Comisiones Regionales de
Competitividad de cada departamento.
334
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Y en esta misma línea, el artículo 46 determina que el Fondo de


Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, además de las funciones
asignadas en el artículo 35 de la Ley 1341 de 2009, debe financiar planes,
programas y proyectos para apoyar emprendedores en todas las etapas del
negocio cuando sean sector de contenidos y aplicaciones digitales.

Finalmente, existe el Proyecto de Ley 150 de 2015, radicado en la


Cámara de Representantes, “Por medio de la cual se promueve el empleo y el
emprendimiento juvenil”, presentado a iniciativa del Ministerio de Trabajo,
destina el Título I a la vinculación de los jóvenes (edades entre 18 y 26 años) al
sector productivo, propone la financiación de programas de emprendimiento
por parte del Fondo de Solidaridad de Fomento al Empleo y Protección al
Cesante, administrado por las Cajas de Compensación Familiar. Y propone la
modificación de la Ley 1636 de 2013, “Por medio de la cual se crea el
mecanismo de protección al cesante en Colombia”, para incluir el
financiamiento del autoempleo a través de la promoción del emprendimiento.

2.10.4 Normatividad local.

Ya a nivel local, destaca la producción jurídica del Municipio de Medellín,


capital del Departamento de Antioquia, segunda ciudad del país en términos de
población, infraestructura y desarrollo comercial e industrial.

Esta ciudad se ha destacado por sus procesos de innovación y


emprendimiento, tanto que fue ganadora como la ciudad más innovadora del
mundo en los premios “Innovative City Of The Year”548 y sede del Global
Entrepreneurship Congress en 2016549, entre otros reconocimientos
internacionales.

Esta ciudad, presenta un marcado respaldo jurídico al tema del


emprendimiento, desde el Concejo de la ciudad, órgano encargado de emitir
las normas superiores que rigen el municipio.

Así, de la búsqueda, se evidencia un paquete de varias normas que se


han presentado en un periodo específico entre el año 2005 y 2012, apuntando
al fomento del emprendimiento desde diferentes sectores y perspectivas, así:

Acuerdo 25 de 2005, “Por medio el cual se crea el Proyecto Escuela


Virtual de Empleabilidad y Emprendimiento, se Incorporan las Competencias
Laborales Generales y de Emprendimiento en la Educación Básica y Media y
se acompañan a las Instituciones de Educación Superior en la Formación de
Competencias de Emprendimiento y Empresarismo en el Municipio de
Medellín”. En este Acuerdo se establecen varias estrategias para el

548
Organizado por el Wall Street Journal y Citi Group, quedando entre los finalistas Tel Aviv,
New York y Medellín.
549
Han sido sedes de este evento: Moscú (Rusia), Milán (Italia), Río de Janeiro (Brasil),
Liverpool (Inglaterra), Shangai (China), Dubai (E.A.) y Kansas City (USA).
335
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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emprendimiento en la educación básica, en la educación media y en la


educación superior.

Acuerdo 76 de 2006, “Por el cual se adopta el Plan Estratégico Municipal


de Desarrollo Juvenil de Medellín 2007-2015”, contemplaba en el artículo 7 los
escenarios, líneas y proyectos de desarrollo, dentro del cual se encontraba
como uno de los objetivos, la promoción de la cultura del emprendimiento y la
creación de empresas con la juventud de Medellín, a través de procesos de
formación, apoyo crediticio y asesoría técnico-administrativa.

Acuerdo 5 de 2008, “Por el cual se crea el Programa Medellín Digital”,


mediante el cual la Administración debe fomentar el uso de las tecnologías de
la Información en la educación, el gobierno y el emprendimiento, para apoyar
los procesos de desarrollo social y económico de la ciudad. Por ello, se
establece en el artículo segundo, que este programa debe ser apoyo a la
cultura del emprendimiento para lo cual se deben desarrollar contenidos
enfocados a ello.

Acuerdo 80 de 2009, “Por medio del cual se crea el programa


Organizaciones Comunales con Visión Empresarial”, buscando potencializar la
capacidad empresarial de las Juntas de Acción Comunal (JAC), en el marco de
una cultura emprendedora y buscando empresas o proyectos rentables.
Programa que incluye capacitaciones en emprendimiento y planes de negocio,
de manera que las JAC puedan celebrar contratos con entidades públicas y
privas, acceder a empréstitos, así como créditos con el Banco de las
Oportunidades, programa de la Secretaría de Desarrollo Económico de
Medellín.

Esta norma se complementa con el Acuerdo Municipal 28 de 2014, “Por


medio del cual se adopta la Política Pública de los Organismos de Acción
Comunal en la Ciudad de Medellín”, la cual dentro del programa de
sostenibilidad económica y social de la organización comunal, continúa con la
estrategia de “organizaciones comunales con visión empresarial”, incluyéndolos
en los proyectos de cultura emprendedora, Banco de las Oportunidades, con el
Banco de Proyectos Empresariales de las JAC, la creación de comisiones
empresariales a su interior, y la creación del premio que lleva el mismo nombre
de la estrategia.

Acuerdo 49 de 2010, “Por el cual se autoriza al Municipio de Medellín


para asociarse a la Corporación Ruta N Medellín, se autoriza el aporte a la
Corporación Ruta N Medellín”, el cual es el centro de innovación y negocios de
la Alcaldía de Medellín, que potencia nuevos negocios basados en el
conocimiento con participación internacional, a través del fomento, desarrollo y
fortalecimiento del ecosistema de la ciencia, la tecnología y la innovación.

Acuerdo 67 de 2010, “Por medio del cual se conceden beneficios


tributarios a las empresas de la cadena productiva de los Clúster en el
Municipio de Medellín para los impuestos de Industria y Comercio y Predial”, el
cual exenciona por los primeros cinco años del pago de impuesto de industria y
336
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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comercio a las nuevas empresas que se creen y se articulen a los clúster de


Confección-diseño-moda, construcción, turismo de negocios-ferias y
convenciones, medicina y odontología, TIC y energía eléctrica.

Acuerdo 55 de 2011, “Por el cual se establece la Política Pública


Municipal de Desarrollo Empresarial para la Ciudad de Medellín en el marco del
Plan Estratégico de Emprendimiento Regional”, teniendo como estrategia “del
apoyo y fomento a las prácticas de emprendimiento y empresarismo, que
generen dinámica, competitividad y proyección económica para la Ciudad, con
el fin de construir tejido empresarial.” Esta norma define varios tipos de
emprendimiento: de alto impacto, de alto valor agregado y de inclusión
socioeconómica.

Desde los principios, el Acuerdo Municipal establece que se atenderá


todas las modalidades de emprendimiento, tanto las de inclusión
socioeconómica, como las empresas sociales y solidarias, como las de alto
impacto, buscando siempre la participación de emprendedores y empresarios.

Para el cumplimiento del Acuerdo, se establecen cinco líneas


estratégicas: 1. Creación y fortalecimiento empresarial, especialmente a través
de la promoción de spin off empresariales y universitarias, así como
promoviendo la creación de emprendimientos de inclusión socioeconómica y su
inserción en las cadenas productivas de los sectores estratégicos de la ciudad
agrupados en Cluster. 2 Programas de apoyo a la actividad emprendedora,
vinculado, por ejemplo, el fomento del emprendimiento en la educación media
(grado 10 y 11), así como en la educación técnica, tecnológica y universitaria.
3. Creación de capacidades de emprendimiento a emprendedores, con
acciones de fomento igualmente educativo y promoviendo la transferencia
tecnológica entre universidades y de éstas con los emprendedores y
promoviendo programas y proyectos que incrementen el número y la calidad de
los asesores en emprendimiento, como de las entidades dedicadas a ello. 4.
Esquemas de financiación, teniendo como algunas de sus acciones, el
apalancamiento de la creación de fondos de inversiones, fondos de capital de
riesgo, la red de ángeles inversionistas, así como la atracción de inversión
extranjera para el apoyo de esos proyectos de emprendimientos. 5.
Articulación, a través de sistemas completos de información sobre
emprendedores y emprendimientos, el fortalecimiento de la capacidad
asociativa de los empresarios y la articulación para establecer conexiones con
fondos de financiación y mercados.

Para ello se crean ocho programas: 1. Programa de fomento de la


cultura emprendedora y apoyo a la creación de empresas (Parque del
Emprendimiento y CREAME incubadora de empresas); 2. Programa de
articulación institucional para el fomento al emprendimiento (Ciudad E); 3.
Acompañamiento a la Creación de Empresas; 4. Fomento a la financiación; 5.
Programa de fortalecimiento del tejido empresarial (Medellín Ciudad Cluster); 6.
Programa de sensibilización y creación de cultura del Emprendimiento; 7. Ruta
N; y 8. Proyectos o Instrumentos nuevos a ser desarrollados. Todos estos
programas cuentan con varios instrumentos como la Incubación de empresas
337
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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de alto impacto y de base tecnológica, los Centros de Desarrollo Empresarial –


CEDEZO-, los concursos de capital semilla, el Banco de las Oportunidades y
Medellín Digital.

Acuerdo 24 de 2012, “Por el cual se adopta el Plan de Ciencia,


Tecnología e Innovación de Medellín 2011-2021 como política pública para el
desarrollo de la innovación en la Ciudad”, el cual en el artículo tercero
determina que el Municipio de Medellín debe adoptar como programa
institucional el Parque del Emprendimiento, el cual tendrá como objetivo el
fomento de la cultura emprendedora y el apoyo a la creación de empresas de
base tecnológica o de conocimiento, vinculados a las cadenas productivas de
salud, energía y TIC.

Como puede observarse, el Municipio de Medellín cuenta con una


variedad de normas locales que integran todo el sistema de emprendimiento de
la ciudad, el cual se une a los programas y proyectos que desarrolla en el tema
la Secretaría de Desarrollo Económico a través de la Subsecretaría de
Creación y Fortalecimiento Empresarial, así como de la Unidad de
Emprendimiento Rural.

2.11 Regulación jurídica del emprendimiento en Venezuela.

En la República Bolivariana de Venezuela, se realizó la búsqueda de


información normativa sobre el emprendimiento en la página oficial de la
Presidencia550, del Ministerio del Poder Popular para Industria y el Comercio551,
de la Asamblea Nacional552 y del Tribunal Supremo de Justicia553.

Dada la poca información que se puede revisar en las páginas estatales,


a nivel privado se consultó Fedecámaras554.

2.11.1 Sobre el Estado.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, con


una última enmienda en el año 2009, se establece como un Estado federal
descentralizado.

Conforme el artículo 136, el Poder Público Nacional se divide en Legislativo,


Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral.

550
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, MINISTERIO DEL PODER POPULAR DEL
DESPACHO DE LA PRESIDENCIA Y SEGUIMIENTO DE LA GESTIÓN DE GOBIERNO.
Página web: www.presidencia.gob.ve
551 REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, MINISTERIO DEL PODER POPULAR
PARA INDUSTRIA Y COMERCIO. Página web: http://www.mppi.gob.ve/
552
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, ASAMBLEA NACIONAL. Página Web:
www.asambleanacional.gob.ve
553
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA.
Página Web: www.tsj.gob.ve
554
FEDERACIÓN DE CÁMARAS Y ASOCIACIONES DE COMERCIO Y PRODUCCIÓN DE
VENEZUELA, FEDECAMARAS. Página web: www.fedecamaras.org.ve/
338
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

El Poder Legislativo es ejercido por la Asamblea Nacional, conformada


unicameralmente por diputados.

El Poder Ejecutivo es ejercido por el Presidente de la República, el


Vicepresidente Ejecutivo y los Ministros.

Este Poder cuenta con el Consejo de Estado, como órgano superior de


consulta del Gobierno y la de la Administración Pública Nacional. Lo preside el
Vicepresidente Ejecutivo con cinco personas más nombradas por el Presidente.
Su principal competencia radica en recomendar políticas de interés nacional.

Asimismo, está la Procuraduría General de la República, la cual asesora,


defiende y representa judicial y extrajudicialmente los intereses patrimoniales
de la República, conforme lo dispone el artículo 274 y asiste con voz a las
reuniones del Consejo de Ministros.

El Poder Judicial lo asume el Tribunal Supremo de Justicia.

El Poder Ciudadano se ejerce por el Consejo Moral Republicano


integrado por el Defensor o Defensora del Pueblo, el Fiscal o la Fiscal General
y el Contralor o Contralora General de la República.

El Ministerio Público está bajo la dirección y responsabilidad del Fiscal


General de la República y tiene entre sus funciones que se respeten los
derechos y garantías constitucionales en los proceso judiciales, la celeridad y
buena marcha de la Administración de Justicia, el debido proceso, ejercer en el
nombre del Estado la acción penal, así como ordenar y dirigir la investigación
penal de los hechos punibles.

Finalmente, el Poder Electoral es ejercido por el Consejo Nacional


Electoral como ente rector; y se entienden como organismos subordinados a
éste, la Junta Electoral Nacional, la Comisión de Registro Civil y Electoral y la
Comisión de Participación Política y Financiamiento.

A nivel territorial, la nación se divide en 24 Estados autónomos


conformados por 335 municipios, el Distrito Capital de Caracas, dependencias
y territorios federales.

Cada Estado cuenta con su Constitución estadal y un Consejo


Legislativo unicameral que emite las leyes para su territorio y representa el
Poder Legislativo en los Estados.

En los municipios el poder ejecutivo lo ejerce el Alcalde Municipal, la


función legislativa le corresponde al Concejo Municipal.

El Área Metropolitana de Caracas, comprendida por cinco municipios y


que cuenta con personería jurídica, es una unidad político-territorial especial,
dentro de la que está incluido el Distrito Metropolitano de Caracas.

339
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

2.11.2 Intervención del Estado en la economía.

La Constitución garantiza el derecho de propiedad y en el artículo 112


establece que el Estado tiene la facultad de dictar medidas para planificar,
racionalizar y regular la economía e impulsar el desarrollo integral del país.

También en el artículo 112 señala que todas las personas pueden


dedicarse libremente a la actividad económica que prefiera, que Estado
promoverá la iniciativa privada, garantizando la producción de bienes y
servicios, la libertad de empresa, comercio e industria. En el artículo 183
autoriza a los Estados y Municipios para que creen organizaciones,
cooperativas o empresas comunales de servicios. En el artículo 308 expresa
que “el Estado protegerá y promoverá la pequeña y mediana industria, las
cooperativas, las cajas de ahorro, así como también la empresa familiar, la
microempresa y cualquier otra forma de asociación comunitaria para el trabajo,
el ahorro y el consumo, bajo régimen de propiedad colectiva”. Y en el artículo
301 dispone textualmente que “el Estado se reserva el uso de la política
comercial para defender las actividades económicas de las empresas
nacionales públicas y privadas.”

En otro artículo establece que no se permitirán monopolios ni el abuso


de posición de dominio y en el artículo 299 establece que el régimen
socioeconómico de la República se fundamenta en el principio de libre
competencia. También en otro artículo declara la ilicitud de la especulación, el
acaparamiento, la usura y la cartelización.

Y el artículo 300 determina que se establecerán condiciones “para la


creación de entidades funcionalmente descentralizadas para la realización de
actividades sociales o empresariales, con el objeto de asegurar la razonable
productividad económica y social de los recursos públicos que en ellas se
inviertan.”

2.10.3 Normatividad nacional.

De la búsqueda realizada se destaca el Decreto con Rango, Valor y


Fuerza de Ley para establecer los lineamientos de financiación a las
organizaciones de base del poder popular, publicado en la Gaceta Oficial No.
40.540 el 13 de noviembre de 2014, el cual tiene por objetivo, según su artículo
primero, “establecer los lineamientos de financiamiento que realizan los
órganos y entes del sector público dirigidos a emprendedores y emprendedoras
individuales o asociados…” para promover su inclusión en los medios de
financiamiento del Estado. Financiamientos que pueden ser otorgados con o
sin intereses.

En esta misma Gaceta se encuentra el Decreto con rango, valor y fuerza


de ley No. 1.392 del 13 de noviembre de 2014, Ley para la Juventud
Productiva, el cual ordena en el artículo 14 que el Ejecutivo Nacional debe
340
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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“desarrollar programas de créditos y microcréditos de obligatorio cumplimiento


para el sistema financiero nacional, orientados a la creación y fomento de
unidades productivas integradas por jóvenes venezolanos y venezolanas.” En
esta línea, el artículo 15 crea el Fondo Nacional para los proyectos de la
Juventud Productiva, destinado al financiamiento de proyectos productivos
presentados por los jóvenes y las jóvenes, quienes –conforme el artículo 17-
tendrán preferencia si sus proyectos productivos se encuentran registrados en
el sistema de Información de la Juventud. Además, gozarán de preferencia los
emprendimientos productivos vinculados a los sectores estratégicos señalados
en el Plan de Desarrollo Económico y Social.

También, en la Gaceta Oficial No. 6.153 Extraordinario del 18 de


noviembre de 2014, se encuentra el Decreto No. 1.443 con Rango, Valor y
Fuerza de Ley de Inversiones Turísticas y del Crédito para el Sector Turismo,
define el concepto de emprendedores turísticos y establece que los ministerio
deben facilitar los trámites y gestión que permitan la creación y apertura de
negocios y empresas que tenga por objeto la actividad turística.

El artículo determina que el Presidente podrá conceder a los


emprendedores turísticos exoneración total o parcial del impuesto sobre la
renta y se otorga financiación a varios proyectos productivos, con periodos de
gracia, tasas de interés preferencial y fijas, y hasta reestructuración del crédito.
Declara que el Ministerio del Poder Popular con competencia sobre el turismo
debe brindar asesoría y asistencia técnica a los emprendimientos turísticos que
se inicien con ocasión del crédito.

2.11.4 Normatividad local.

A nivel local, dada la calidad de Estado Federado se ha realizado la


correspondiente búsqueda normativa en todos los Estados de Venezuela y de
allí se evidenció en el Estado de Lara que existe la Fundación Parque
Tecnológico de Barquisimeto creada por la Asamblea Legislativa y promulgada
mediante Decreto N° 72 del 11 de febrero de 1993. Aunque no se encuentra la
norma, en la página Web de la entidad se señala que fue creada “para apoyar
y promover la creación y modernización de empresas y entidades
socioproductivas que contribuyan al crecimiento de la economía del Estado
Lara, a través de la capacitación de los emprendedores, el estímulo a la
innovación, la identificación de oportunidades de negocios y la asistencia
técnica integral.”555

La Administración de este Estado, cuenta con el Programa Plan Fénix,


dirigido a niños, adolescentes y jóvenes para el uso del tiempo libre, la salud
física, los valores y la formación para el empleo. Dentro de este último
componente se evidencian varios proyectos formativos en el tema del
emprendimiento. Sin embargo, no se encuentra norma relacionada con el
tema.

555
ESTADO DE LARA, TECNO PARQUE. Página Web:
http://tecnoparque.lara.gob.ve/index.php/la-institucion/quienes.
341
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

En el Estado de Trujillo, el Consejo Legislativo del Estado emitió la Ley


del Instituto de la Mujer, publicado en la Gaceta Oficial del 16 de agosto de
2009. En el artículo 10, señala como atribuciones de dicha entidad “otorgar
financiamiento a los proyectos de inversión presentados por emprendedoras” e
“impulsar el diseño de proyectos productivos que conlleven a la creación de
empresas de propiedad social”.

En general, como puede observarse, es bastante escasa la mención al


tema del emprendimiento empresarial y con mayor razón su positivización en
normas de gobierno o de los Consejos Legislativos, aunque revisados otros
informes no jurídicos, se declara que los deseos e iniciativas empresariales son
altos.

2.12 Regulación jurídica del emprendimiento en Ecuador556

Para la revisión normativa del emprendimiento en Ecuador, se revisaron


las páginas Web oficiales de la Asamblea Nacional557, de la Corte
Constitucional558, la Presidencia de la República y del Ministerio de Industrias y
Productividad559.

Así mismo, se tuvo acceso a través de la Universidad Andina Simón


Bolívar a dos bases de datos jurídicas: Lexis560, enciclopedia virtual
especializada en el ámbito jurídico del Ecuador; administrador del Sistema
Integrado de la Legislación Ecuatoriana eSilec. Y, FielWeb561.

Se usaron como criterios de búsqueda los términos emprendimiento y


emprendedor, tanto en la normatividad nacional como a nivel descentralizado.

2.12.1 Sobre el Estado.

Conforme lo establece su propia Constitución, Ecuador es una República


unitaria, independiente, intercultural y plurinacional562.

La función legislativa la ejerce la Asamblea Nacional, unicameral,


conformada por los Asambleístas.

556
Este apartado se realizó durante estancia de investigación en el mes de mayo de 2015 en la
Universidad Andina Simón Bolívar, en la Ciudad de Quito (Ecuador), dicha universidad es una
entidad de la Comunidad Andina de Naciones.
557
REPÚBLICA DEL ECUADOR, ASAMBLEA NACIONAL. Página web:
www.asambleanacional.gob.ec
558
REPÚBLICA DEL ECUADOR, CORTE CONSTITUCIONAL. Página Web:
www.corteconstitucional.gob.ec
559
REPÚBLICA DEL ECUADOR, MINISTERIO DE INDUSTRIAS Y PRODUCCIÓN. Página
Web: www.industrias.gob.ec
560
LEXIS. Página Web: www.lexis.com.ec
561
FIELWEB. Página Web: www.lexis.com.ec
562
REPÚBLICA DEL ECUADOR. Constitución de la República del Ecuador. Quito: Asamblea
Nacional, 2008. Art. 1.
342
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

Por su parte, los órganos jurisdiccionales son la Corte Nacional de


Justicia, los tribunales y juzgados y los juzgados de paz.

El Consejo de la Judicatura es el órgano de gobierno, administración,


disciplina y vigilancia de la Función Judicial.

El órgano de control, interpretación constitucional y administración de


justicia en esta materia es la Corte Constitucional.

Y la función ejecutiva cuenta con el Presidente de la República a la


cabeza. Pero, además del poder central, cuentan con gobiernos autónomos
descentralizados organizados territorialmente en regiones, provincias, distritos
metropolitanos autónomos, cantones y parroquias rurales.

Cada región autónoma elige por votación a su consejo regional y a su


gobernador regional y cada provincia cuenta con un consejo provincial con
sede en su capital (el cual expide ordenanzas), integrado por un prefecto y un
viceprefecto elegidos por votación popular; por alcaldes, o concejales en
representación de los cantones; y por representantes elegidos de entre quienes
presidan las juntas parroquiales rurales. El prefecto es la máxima autoridad
administrativa y preside el Consejo con derecho a voto.

En relación con el emprendimiento, el Estado central tiene competencias


exclusivas, entre otras, sobre “las políticas económica, tributaria, aduanera,
arancelaria; fiscal y monetaria; comercio exterior y endeudamiento”, tal como
se lo dispone el Art. 261 de la Constitución.

No obstante lo anterior, en el marco de las libertades, el Artículo 66


constitucional dispone que se reconoce y garantiza a las personas “15. El
derecho a desarrollar actividades económicas, en forma individual o colectiva,
conforme a los principios de solidaridad, responsabilidad social y ambiental.”

Respecto del régimen de desarrollo, la Constitución ecuatoriana señala


en el Art. 276 que uno de sus objetivos será el construir un sistema económico
que sea productivo, solidario y sostenible, entre otros elementos.

Pero todo en la Constitución se encuentra enmarcado en el principio del


buen vivir y dentro de este, se considera deber del Estado “4. Producir bienes,
crear y mantener infraestructura y proveer servicios públicos. 5. Impulsar el
desarrollo de las actividades económicas mediante un orden jurídico e
instituciones políticas que las promuevan, fomenten y defiendan mediante el
cumplimiento de la Constitución y la ley. 6. Promover e impulsar la ciencia, la
tecnología, las artes, los saberes ancestrales y en general las actividades de la
iniciativa creativa comunitaria, asociativa, cooperativa y privada.” (Art. 277)

En materia de política económica se le definen al Estado como objetivos,


asegurar la distribución de la riqueza, incentivar la competitividad, la
producción, la productividad nacional y el conocimiento científico como
tecnológico, promocionar la incorporación de valor agregado, mantener la
343
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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estabilidad económica, propiciar el intercambio complementario de bienes y


servicios e impulsar un consumo social y ambientalmente responsable, entre
otros (Art. 284).

De esta manera, se da el marco constitucional sobre el cual se


desarrolla la normatividad relacionada con el emprendimiento en la República
del Ecuador.

2.12.2 Normatividad nacional.

A nivel nacional la República del Ecuador cuenta con una Asamblea


Nacional, que es la que ejerce la función legislativa. La Asamblea nombra
comisiones especializadas permanentes y los proyectos de ley se someten a
dos debates con la Asamblea en pleno, es decir, todos los Asambleístas.

Una de las comisiones creada por la Ley Orgánica de la Función


Legislativa, publicada en el Registro Oficial Suplemento 642 del 27 de julio de
2009, con última modificación el 27 de marzo de 2012, es la del Desarrollo
Económico, Productivo y la Microempresa, en la cual se deben debatir, por su
naturaleza, los temas relacionados con el emprendimiento.

Los proyectos de ley se presentan y son calificados previamente por el


Consejo de Administración Legislativa quien verifica el cumplimiento de los
requisitos establecidos en la Constitución y en la ley orgánica. Si es calificado,
pasa a la comisión respectiva quien presenta un informe para el primer debate.
Si no es calificado no podrá seguir el proceso legislativo.

Conocer el proceso anterior es relevante, toda vez que revisados los


archivos de la Asamblea Nacional, se encuentran varios proyectos de ley
presentados entre los años 2013 y 2014, ninguno en el año 2015 hasta la fecha
de revisión (mayo de 2015), que requieren entender el proceso anterior.

2.12.2.1 Proyectos de ley sobre emprendimiento.

A continuación se hace una breve presentación de los proyectos563:

1) Proyecto de ley de fomento a jóvenes emprendedores. Número de


trámite: 145722, del 18 de julio de 2013. Presentado por la Asambleísta
Cristina Reyes Hidalgo.

Esta proyecto de ley tenía por objeto promover el espíritu emprendedor


en todos los niveles educativos del país y para ello le carga varias
responsabilidades al Estado, tales como establecer un conjunto de principios
normativos que sirvan de base para una política de Estado, crear un marco
normativo y un marco institucional para la creación de empresas, mecanismos
para el desarrollo de la cultura empresarial y una red de instrumentos de

563
Revisión realizada hasta el momento de la estancia investigativa en este país, surtida en el
mes de mayo de 2015.
344
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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fomento productivo, creación de una cátedra transversal de emprendimiento


que sea un vínculo entre el sector educativo y el productivo, buscar entre las
redes de emprendimiento el sostenimiento de las nuevas empresas, entre
otros. En relación con este último, el proyecto obliga al Estado a asignar
recursos públicos para apoyar y sostener las redes de emprendimiento
debidamente registradas.

Además, propone principios generales de emprendimiento como la


formación integral; el desarrollo del gusto por la innovación; el fortalecimiento
del trabajo asociativo alrededor de proyectos productivos con responsabilidad
social; el apoyo a emprendimientos sostenibles desde lo social, cultural y
ambiental; y el reconocimiento del desarrollo de las personas como individuos.

Propone la creación de la Red Nacional para el Emprendimiento


compuesto en su mayoría por varios delegados de diferentes dependencias
públicas e instituciones de educación superior.

Entre otras, ordena al Ministerio Coordinador de Producción, Empleo y


Competitividad, que priorice actividades como ferias de trabajo juvenil,
macrorruedas de negocios de inversión para jóvenes empresarios, concursos
para facilitar el acceso a crédito y programas de cofinanciación empresarial.

Este proyecto no fue aprobado y al parecer ni siquiera fue sometido a


primer debate en la comisión correspondiente en la Asamblea Nacional, toda
vez que no superó la revisión previa por parte del Consejo de Administración
Legislativa, con base en las observaciones realizadas por la Unidad Técnica
Legislativa.

2) Proyecto de ley de fomento a jóvenes emprendedoras y


emprendedores. Número de trámite: 153243, del 23 de septiembre de 2013.
Presentado por la Asambleísta Cristina Reyes Hidalgo.

Este proyecto de ley se presenta como una reforma al anterior,


presentado por la misma Asambleísta y en la que se reproducen los mismos
elementos básicos antes mencionados.

El 19 de diciembre de 2013, la Comisión Especializada Permanente del


Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa para el informe para el
primer debate, en el cual se recomendó a la Asamblea el archivo del proyecto
por varias razones entre las que se resaltan las siguientes:

* La Comisión considera que enfocar la ley solo a los jóvenes, es una


exclusión injustificada en razón de la edad, desconociendo la oportunidad y la
predisposición de las demás personas que deseen emprender, por lo que no se
adecua a lo dispuesto en artículo 11, numeral 2 de la Constitución, al señalar
que todas las personas son iguales y gozan de los mismos derechos y
oportunidades.

345
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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* Al proyecto le hace falta un enfoque de desarrollo sostenible, toda vez


que le falta la dimensión ambiental, la dimensión social es reducida y no
desarrolla el principio constitucional de acceso democrático a los factores de
producción para todos los sectores.

* La iniciativa no se articula con los lineamientos del Plan Nacional de


Desarrollo para el fomento de la producción.

* No aborda la priorización de iniciativas de emprendimiento asociadas a


las TIC.

* Los expertos que aportaron a la discusión señalan que no se concibió


el emprendimiento como un ecosistema en el que confluyen: el marco
normativo, el talento humano, la cultura, las redes, el soporte y la asesoría, la
innovación, los mercados y el financiamiento. De todo ello, para los
intervinientes, el proyecto solo trató dos.

* Además, se critica el hecho de que el proyecto de ley solo le crea


obligaciones al Estado, obviando el incentivo del emprendimiento desde la
empresa privada.

Dado lo anterior, el proyecto no pasó en la Asamblea Nacional.

3) Proyecto de ley orgánica de fomento al emprendimiento. Número de


trámite: 155619, del 10 de octubre de 2013. Presentado por la Asambleísta
Mae Montaño Valencia.

El proyecto propone la creación del Permiso de Operación Provisional


otorgado por los alcaldes y que faculta al titular por 180 días hábiles para iniciar
y ejercer las actividades comerciales sin sanción por carecer de los requisitos
formales. El término es prorrogable por otro igual si el titular demuestra que ya
ha iniciado los trámites para obtener los permisos regulares. Además, sanciona
al funcionario que exija más de los requisitos expresamente contenidos en la
norma.

Igualmente, propone varias reformas a la Ley de Régimen Tributario


Interno, como la eliminación de la obligación de contar con un contador público
cuando las sociedades operen por debajo de un límite establecido en la misma
ley; también, estima que para las declaraciones tributarias basta la firma del
representante legal, se modifica la tabla de ventas anuales por salarios básicos
unificados para la declaración del impuesto por operaciones, y por último,
exime de multa por la no declaración tributaria en los plazos establecidos
cuando no hubieran existido ventas o ingresos en el periodo a declarar.

También pretendía modificar varios apartados de la Ley de Empresas


Unipersonales de Responsabilidad Limitada en relación con el capital asignado,
estableciendo un tope mínimo (que no podrá ser inferior al 50% del capital
mínimo señalado para la sociedad de responsabilidad limitada) y
consideraciones sobre el aumento de capital; también propone la derogatoria y
346
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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modificación de muchos más artículos en relación con la inscripción y cambios


en el Registro Mercantil, enajenación de activos y transformación en otro tipo
de sociedad.

Asimismo, reforma el Código Orgánico de Organización Territorial,


Autonomía y Descentralización en materia de base imponible y reducción de
impuestos cuando demuestre haber sufrido pérdidas.

De igual manera, reforma la Ley de Turismo en lo que se consideran


actividades turísticas y la Ley de Defensa contra Incendios en relación con los
permisos para los locales comerciales.

No obstante, el Consejo de Administración Legislativa no lo califica por


no cumplir con los requisitos que la Constitución de la República y la Ley
Orgánica establecen sobre la iniciativa legislativa, sin especificar cuáles
aspectos en concreto.

4) Proyecto de ley orgánica de fomento al emprendimiento. Número de


trámite: 159910, del 19 de noviembre de 2013. Presentado por la Asambleísta
Mae Montaño Valencia, que es el proyecto anterior, pero nuevamente no fue
calificado por el Consejo de Administración Legislativa bajo el mismo
argumento de incumplimiento de los requisitos constitucionales y legales sin
especificar cuáles en la resolución.

5) El último, es el Proyecto de ley orgánica de defensa de


emprendedores urbanos. Número de trámite 165300, del 15 de enero de 2014.
Presentado también por Mae Montaño Valencia y su equipo político.

Este proyecto, más que una norma propia de emprendimiento, hace


referencia al subempleo y las ventas informales callejeras, las cuales han sido
atacadas desde los gobiernos autónomos municipales tratando de dar orden al
espacio público, para lo cual autorizan la confiscación de mercancías o
elementos de trabajo a las personas que ejercen su actividad comercial en las
calles y que son denominados en este proyecto de ley como comerciantes
minoristas y emprendedores.

Concretamente señala el proyecto de norma en el Art. 1: “Compréndase


por emprendedor urbano toda persona que sale a comerciar pacíficamente por
las calles y plazas públicas de los centros urbanos, que no pueden superar por
falta de recursos las barreras tributarias y requisitos burocráticos normalmente
exigidos para sui actividad, que se ve obligado a ganarse la vida ejerciendo su
talento creativo ante la adversidad económica.”

Este proyecto no fue calificado por no cumplir con los requisitos de


iniciativa para presentar proyectos de ley.

El último registro sobre el tema identificado es de principios del año


2014, en el que se inició un trabajo conjunto entre el sector público, el privado y
la academia, con el acompañamiento de la Corporación Andina de Fomento
347
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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(CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), articulados por la


Comisión de Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa de la
Asamblea Nacional, para presentar el proyecto de ley sobre emprendimiento e
innovación, que a la fecha no se ha presentado.

Pero si bien no existe una norma concreta sobre el tema del


emprendimiento, ello no quiere decir que existan otras normas del orden
nacional que tengan relación con ello.

2.12.2.2 El Código de Producción, Comercio e


Inversiones.

Ecuador cuenta un Código Orgánico de Producción, Comercio e


Inversiones de 2010, con una última reforma el 5 de mayo de 2015.

El artículo primero de esta ley establece que se aplica a todas las


personas, tanto naturales como jurídicas y demás formas asociativas, que
desarrollen una actividad productiva, entendida esta como el “proceso
mediante el cual la actividad humana transforma insumos en bienes y servicios
lícitos, socialmente necesarios y ambientalmente sustentables, incluyendo
actividades comerciales y otras que generen valor agregado.” Y, además,
abarca el aprovechamiento de los factores de producción, la transformación
productiva, la distribución y el intercambio comercial.

Como tal, bajo la anterior definición quedarían también cobijados los


emprendimientos, tema que es mencionado en múltiples oportunidades en la
norma.

Así, la generación de un sistema integral para el emprendimiento, se


trata expresamente en el literal e del artículo 4 que presenta como uno de los
fines de la ley “generar un sistema integral para la innovación y
el emprendimiento, para que la ciencia y tecnología potencien el cambio de la
matriz productiva; y para contribuir a la construcción de una sociedad de
propietarios, productores y emprendedores.”

Esta ley establece que el rol del Estado es el de fomentar el desarrollo


productivo y para ello, como una de las estrategias, es la generación de un
ecosistema de innovación, emprendimiento y asociatividad, tal como lo señala
en el artículo 5. El diseño del Sistema de Innovación, Capacitación y
Emprendimiento está en cabeza del Consejo Sectorial de Producción, sistema
el cual debe articular la labor de instituciones públicas y privadas
(particularmente universidades e incubadoras) en la capacitación para la
generación de competencias emprendedoras y financiamiento de
emprendimientos.

Justamente en relación con la generación de competencias, el Consejo


Sectorial de la Producción tiene entre sus deberes

348
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Como una de las estrategias de fomento, se desarrolla la posibilidad


para que el Gobierno Nacional autorice zonas de destino aduanero y atracción
de inversiones, denominadas Zonas Especiales de Desarrollo Económico
(ZEDE) que pueden ser de tres tipos, dos de las cuales son para
emprendimientos en proyectos de desarrollo tecnológico y emprendimientos
industriales, como se establece en el artículo 36.

2.12.2.3 El emprendimiento en el Ministerio de


Industrias y Producción.

En el marco de la producción y la industria, se identifica el Acuerdo


Ministerial 444, publicado en el Registro Oficial Suplemento 342 de 28 de
septiembre de 2012 (con última reforma el 9 de junio de 2014), por el cual se
expide el Estatuto Orgánico de Gestión Organizacional por Procesos del
Ministerio de Industrias y Productividad, en el cual se visiona el tema del
emprendimiento el cual es asignado a la Subsecretaría de Desarrollo de
MIPYMES y Artesanías, la cual tiene entre otras responsabilidades, proponer
políticas de fomento y desarrollo para los emprendimientos, definir políticas
para promover el valor agregado en los emprendimientos, definir políticas para
el acceso a recursos financieros para los emprendimientos, así como su
participación en ferias nacionales e internacionales y políticas para la asistencia
técnica.

Para ello, la Subsecretaría cuenta con la Dirección de Desarrollo de


MIPYMES y Emprendimientos que tiene como propósito generar incentivos
para que las MIPYMES desarrollen nuevos emprendimientos, promover un
mejor clima para el emprendimiento y la incubación de negocios, supervisar las
acciones encaminadas a la creación de incubadoras de MIPYMES.

A su vez, dentro de esta dirección se encuentra la Unidad de Desarrollo


de Emprendimiento que impulsa el emprendimiento con líneas de créditos
especiales, el fomento de creación de incubadoras de empresas, fomento y
mejoramiento del ecosistema del emprendimiento, entre otras.

Pero, además, se identifica en otras Direcciones, funciones relativas a


generar incentivos para emprendimientos sostenibles de las Artesanías y
emprendimientos agroindustriales.

También se encuentra con la Dirección de Normativas y Control de


MIPYMES y Artesanías, que tiene como algunas de sus funciones proponer
normativas e instrumentos legales para el cumplimiento de las políticas sobre
emprendimiento, normas el acceso a mecanismos de desarrollo de los
emprendimientos y controlar el cumplimiento de las políticas, normas y
reglamentos sobre el tema.

A nivel de proyectos o programas, se encuentra que la Dirección


Nacional de Desarrollo de Emprendimiento del Ministerio de Industrias y
Productividad, tiene la Red Nacional de Apoyo al Emprendimiento con sus
respectivas redes regionales, y así mismo para fortalecer las iniciativas de
349
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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emprendimiento han creado los denominados Centros de Desarrollo


Empresarial y Apoyo al Emprendimiento –CDEAE-, cerca de 60 centros,
ubicados en todas las regiones del país

También se desarrolló un sistema integrado de consultas en línea para


los emprendedores, con acceso a estudios de mercado gratuito.

2.12.2.4 Empresas de base tecnológica.

Un tema obligado en la revisión de la normatividad sobre


emprendimiento es el que tiene que ver con las incubadoras. Revisado el caso
de Ecuador, se encuentra una sola dirección jurídica en este sentido,
relacionada con el Proyecto YACHAI.

El proyecto nace jurídicamente con el Decreto Ejecutivo 1457, Registro


Oficial Suplemento 922 de 28 de marzo de 2013, con la creación de la
Empresa Pública YACHAI EP, encargada de la administración del Proyecto
Ciudad del Conocimiento YACHAI, lo cual incluye en el Art. 1 la “Administración
y generación de instrumentos de apoyo a emprendedores, innovadores y
científicos a través de pre incubadoras de empresas, incubadoras de
empresas, hábitat tecnológicos (parque tecnológico), centro de transferencia de
tecnología, centro de prototipos industriales (capital de riesgo) y diversidad de
áreas de negocio.”

Para ello, esta empresa cuenta en su organigrama administrativo con la


Dirección de Emprendimiento e Innovación, perteneciente a la Gerencia de
Desarrollo Industrial y Fomento Productivo.

Si bien hay múltiples menciones a las incubadoras y aceleradoras de


empresas, sobre todo en el ámbito de la educación superior, como tal, es la
única estrategia identificada en la normatividad ecuatoriana en relación con las
incubadoras de empresas y lo hace solo en referencia a las de base
tecnológica.

En función de este decreto ejecutivo, el Gerente General de esta


empresa pública, expidió la Resolución 10, publicada en el Registro Oficial
Suplemento 498 de 12 de mayo de 2015, Reglamento de creación y operación
del programa de incubación y aceleración de empresas de base tecnológica en
la ciudad del conocimiento YACHAY. Este reglamento define en el artículo 5 las
incubadoras de empresas de base tecnológica como los programas que
fomentan la creación, constitución y consolidación de empresas nuevas (dos
años de creación) basadas en tecnologías de punta.

Así, el Proyecto YACHAI se creó con el propósito de apoyar a los


emprendedores desde el nacimiento hasta el funcionamiento de la empresa,
situación que incluye lo técnico, lo tecnológico, lo científico, lo administrativo y
lo legal, que incluye asesoría en el tema de propiedad intelectual; para lo cual
se debe suscribir un contrato entre el emprendedor y YACHAI EP, en el que se
definen derechos y obligaciones de las partes, vigencia del contrato, causas de
350
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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terminación anticipada, condiciones de confidencialidad y el cobro por la


entrega de servicios que incluye, conforme el Art. 25 del Reglamento, incluye
el pago de una tarifa mensual y un porcentaje entre el 10 y el 15% de las
utilidades antes de impuestos, cuando empiece a generarlas.

El reglamento, en el artículo 27, incluye las prohibiciones para la


empresa pública de divulgar ideas o proyectos expuestos por los
emprendedores que desean instalarse en la incubadora; difundir los estudios o
investigaciones sobre productos o servicios, terminados o en proceso, sin el
consentimiento de los emprendedores o empresas incubadas; comercializar los
resultados para ella misma o transferir conocimientos entre los emprendedores
o incubadoras sin previa autorización.

2.12.2.5 Emprendimientos culturales.

Desde la perspectiva cultural y artística, los emprendimientos culturales


son muy importantes, tanto por el impacto social, cultural, educativo, como por
el hecho de que vincula al tema empresarial a personas con proyectos
distintos, porque los artistas también deben vivir de su producción cultural en
cualquier área: música, artes escénicas, artes plásticas, entre otras.

Esta visión ha sido asimilada por el Ecuador al punto que cuenta con la
Subsecretaría de Emprendimientos Culturales.

El Ministerio de Cultura y Patrimonio (hasta mayo de 2013 Ministerio de


Coordinación de Patrimonio), ejerce la rectoría del Sistema Nacional de Cultura
y para hacerlo operativo, mediante Acuerdo Ministerial 4, publicado en el
Registro Oficial Suplemento 265 del 16 de marzo de 2012 (con una última
modificación el 14 de octubre de 2013), se expidió el Estatuto Orgánico de
Gestión Organizacional por Procesos del Ministerio de Cultura en el que se
destaca que el Ministerio de Cultura se estructura, entre otros, por la
Subsecretaría Técnica de Emprendimientos Culturales, la cual tiene como
responsabilidades: el Plan Nacional de Fomento a los emprendimientos e
industrias culturales, fomentar la producción de bienes y servicios culturales,
coordinar la creación de normas favorables para la producción de
emprendimientos culturales, ayudar al desarrollo de las capacidades
administrativas y gerenciales de los emprendedores culturales, establecer los
mecanismos para para posicionar los emprendimientos culturales del país a
nivel internacional. En general, apoyando la producción de emprendimientos
culturales bajo cualquier forma de organización económica, sea pública,
privada, mixta, popular o solidaria.

Para ello, la Subsecretaría Técnica cuenta con varias direcciones


especializadas:

La Dirección de Emprendimiento e Industria y Multimedia, que tiene


entre otras funciones, la de gestionar plataformas digitales para el acceso y
descarga comercial de obras y productos culturales producidos por los

351
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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ecuatorianos. Y la promoción de un programa de comercio electrónico que


genere rentabilidad para los emprendimientos culturales.

La Dirección de Emprendimiento e Industrias del Diseño y las Artes


Aplicadas, con funciones como la de promover la cooperación entre los actores
de la cadena productiva del sector (diseñadores, artesanos, empresarios
industriales, tiendas especializadas) y con subsectores priorizados (turismo
cultural, calzado, manufactura, construcción de muebles); facilitar la creación
de espacios comunitarios permanentes en puntos turísticos estratégicos donde
se pueden promocionar las obras de diseño y artes aplicadas, organizar la red
nacional de ferias y tiendas, incentivar y asegurar la participación de los
diseñadores y artistas como proveedores en las compras públicas, apoyar los
emprendimientos con relación a la denominación geográfica y fomentar la
comercialización de la propiedad intelectual para las líneas gráficas y de
diseño.

La Dirección de Emprendimiento e Industria Editorial, tiene como unas


de sus responsabilidades fomentar el consumo obras editoriales nacionales,
articular la cadena de producción editorial, promover la defensa de los
derechos de autor de la producción editorial y el fomento de la exportación
editorial nacional y la promoción de la industria editorial en las Ferias del Libro
Internacionales.

Finalmente, la Dirección de Emprendimiento e Industria Fonográfica, que


tiene entre otras funciones, facilitar el uso de nuevas tecnologías en los
emprendimientos de esta industria, proponer mecanismos de acceso a
recursos de financiamiento y promover la participación en la cadena productiva
de los emprendimientos musicales y la industria fonográfica del Ecuador.

Igualmente, el Ministerio cuenta con Direcciones Provinciales de Cultura


que de las que dependen la Gestión de Artes y Creatividad y Emprendimientos
Culturales y la Gestión de Emprendimientos e Industrias Culturales.

Esta estructura administrativa evidencia la importancia estratégica que


en el Ecuador se le da a los emprendimientos culturales rentables y
autosostenibles como forma de desarrollo social y económico.

También está el Acuerdo Ministerial 32, Registro Oficial 944 del 30 de


abril de 2013, Reglamento de incentivos de iniciativa Emprende Patrimonio
Cultura, el cual tiene como uno de sus ejes el fortalecimiento de los
emprendimientos patrimoniales que fomenten el desarrollo local, el cual
presenta como una de sus estrategias la identificación de las denominadas
“potenciadoras” que trabajan con los ganadores del programa de Fondos
Concursables “Emprende Patrimonio-Cultura” en la realización de estudios de
mercado, elaboración de planes de negocio, asesoría y acompañamiento
empresarial especializado.

Los emprendimientos, conforme esta reglamentación, deben cumplir


estas características: que desarrolle un bien o servicio innovador que no exista
352
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en el mercado o que sustituya alguno pero con un mejor costo para el usuario,
que genere ingresos más altos de los mínimos para la subsistencia del
propietario, que se reinviertan las utilidades en el mismo negocio, que tenga
tasas de crecimiento en ventas iguales o superiores al 15% anual y que genere
cinco fuentes de empleo en el primer año de funcionamiento como mínimo.

No obstante, aunque la norma figura vigente solo se registran dos


convocatorias, la última en el año 2012.

Y junto con lo cultural, también se evidencia la articulación del


emprendimiento con la educación, en el aspecto normativo.

2.12.2.6 Emprendimiento y educación.

Respecto del emprendimiento en relación con la educación en Ecuador,


se observa que la Ley Orgánica de Educación Intercultural, publicada en el
Registro Oficial Suplemento 417 del 31 de marzo de 2011, con una última
reforma el 16 de enero de 2015, en el artículo 3, trae de manera expresa como
uno de los fines de la educación: “r. La potenciación de las capacidades
productivas del país conforme a las diversidades geográficas, regionales,
provinciales, cantonales, parroquiales y culturales, mediante la diversificación
curricular; la capacitación de las personas para poner en marcha sus iniciativas
productivas individuales o asociativas; y el fortalecimiento de una cultura
de emprendimiento.”

Es decir, uno de los fines de la educación es el fortalecimiento de una


cultura del emprendimiento, que la misma ley, más adelante, clasifica en
emprendimiento social y económico cuando hace referencia al bachillerato.

La estructura del Sistema Nacional de Educación contempla dos tipos de


educación: escolarizada y la no escolarizada. La primera es una educación
acumulativa, progresiva, con una duración específica y con estándares y
currículos técnicos determinados; mientras que la segunda, es una educación
que no tiene relación con currículos determinados y se puede hacer a lo largo
de toda la vida, como lo dispone el Art. 38.

Por su lado, la educación escolarizada es de tres niveles: inicial (para


niños de tres a cinco años), básico (compuesta por diez años de atención
obligatoria) y bachillerato (con una duración de tres años).

En esta última, la educación escolarizada a nivel bachillerato, tiene como


uno de sus propósitos preparar al estudiante para el trabajo y el
emprendimiento, así lo establece el Art. 43.

A este nivel se ofrecen dos opciones: bachillerato en ciencias (con


formación complementaria en áreas científico-humanistas) y bachillerato
técnico, en el cual se ofrece “una formación complementaria en áreas técnicas,
artesanales, deportivas o artísticas que permitan a las y los estudiantes
ingresar al mercado laboral e iniciar actividades de emprendimiento social o
353
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económico”, conforme lo establece la Ley Orgánica de Educación Intercultural,


Registro Oficial Suplemento 417 de 31 de marzo de 2011, en el Art. 43.

Se evidencia en esta investigación que esta disposición normativa se


articula con el Código de la Niñez y Adolescencia, el cual dispone que las
medidas socioeducativas deban ser progresivas dentro del modelo de atención
integral, el cual se desarrolla bajo cinco ejes: autoestima y autonomía, salud
integral, vínculos familiares o afectivos, educación y la ocupación laboral.

Bajo esta última línea se debe garantizar que la formación le permita al


adolescente mayor de quince años desarrollar destrezas que le permitan
insertarse en el mercado laboral a través de estrategias de micro
emprendimiento.564

Así, se pone en evidencia que las disposiciones legales realizan un


desarrollo normativo de la Constitución del Ecuador, la cual hace una mención
expresa del emprendimiento al disponer en el Art. 39 que el Estado reconoce a
los jóvenes como actores estratégicos del desarrollo del país y por ello el
mismo Estado “fomentará su incorporación al trabajo en condiciones justas y
dignas, con énfasis en la capacitación, la garantía de acceso al primer empleo
y la promoción de sus habilidades de emprendimiento.”

Este artículo se relaciona con el Art. 329 de la misma Constitución, en el


cual se establece que los jóvenes tienen el derecho de ser “sujetos activos en
la producción, así como en las labores de autosustento.”

Para ello, la Ley 49, de la Juventud en el Art. 15 establece que las


políticas de promoción del empleo juvenil deben cumplir entre otros objetivos el
acceso de los jóvenes a créditos para la realización de sus proyectos.

En esta dirección se observa que en el Plan Nacional para el Buen Vivir


2013-2017, aprobado por el Consejo Nacional de Planificación, en el Objetivo
4, “Fortalecer las capacidades y potencialidades de la ciudadanía”, en relación
con la educación, en el numeral 4.4 sobre la mejora en la calidad de la
educación se proponen como uno de los lineamientos estratégicos “k)
Redireccionar la oferta académica y el perfil de egreso de profesionales
creativos y emprendedores para vincularse con las necesidades del aparato
productivo nacional en el marco de la transformación de la matriz productiva y
el régimen del Buen Vivir.”

Esta disposición se articula con el ya mencionado Código Orgánico de


Producción, Comercio e Inversiones, en el cual establece que el Consejo
Sectorial de la Producción tendrá las siguientes atribuciones y deberes:
“Propiciar la participación de universidades y centros de enseñanza locales,
nacionales e internacionales, en el desarrollo de programas

564
Cfr. REPÚBLICA DEL ECUADOR, CONGRESO NACIONAL. Código de la Niñez y
Adolescencia. Registro Oficial Suplemento 737 de 3 de enero de 2003. Última reforma el 7 de
julio de 2014. Art. 390.

354
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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de emprendimiento y producción, en forma articulada con los sectores


productivos, a fin de fortalecer a las MIPYMES.” (Lit. e, Art. 54)

Así, queda evidenciado el interés estratégico del Legislador ecuatoriano


por sentar las bases jurídicas para un ecosistema de emprendimiento que inicie
con la formación escolar en los temas de emprendimiento, pero además, la
vinculación de la

2.12.2.7 Emprendedores individuales y


colectivos.

De la normatividad revisada, se evidencia que el fomento del


emprendimiento se hace no solo desde lo meramente individual, sino también
desde lo colectivo, pero no solo desde la perspectiva netamente empresarial
sino también social.

Lo anterior tiene su base constitucional en el numeral 15 del Art. 66 de la


Constitución ecuatoriana, en relación con el derecho de libertad, en el cual se
dispone que las personas tengan “el derecho a desarrollar actividades
económicas, en forma individual o colectiva, conforme a los principios de
solidaridad, responsabilidad social y ambiental.”

Esto se evidencia normativamente cuando se define el apoyo a


emprendimientos por parte de personas individualmente consideradas como
para los proyectos presentados en diferentes niveles de organización
asociativa como asociaciones de productores, redes de proveedores o
colectivos de microempresas, tal como se desprende del Art. 15 del Acuerdo
Ministerial 552, por el cual se expide el Reglamento operativo para el programa
de fomento para las MIPYMES ecuatorianas, publicado en el Registro Oficial
362 el 13 de enero de 2011.

También en la Ley de Minería, Registro Oficial Suplemento 517 del 29


de enero de 2009, con una última reforma el 29 de diciembre de 2014, enlaza
la minería artesanal con los emprendimientos unipersonales, familiares y
domésticos, tal como se deriva del Art. 134.

De igual forma, se identificó la pluralidad de opciones, en el Estatuto


Orgánico de Gestión Organizacional por Procesos del Ministerio de Cultura,
Acuerdo Ministerial 4 de 2012, en el que se hace un fuerte énfasis en la
creación de bienes y servicios culturales, apoyando la producción de
emprendimientos culturales bajo cualquier forma de organización económica,
sea pública, privada, mixta, popular o solidaria.

2.12.2.8 Economía social y solidaria.

El emprendimiento no se visiona desde el Derecho exclusivamente


desde las sociedades del derecho comercial o empresarial, típicas en la
distribución de las utilidades y la acumulación de capital en el patrimonio de las
personas.
355
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La Constitución en el Art. 281 establece como responsabilidad del


Estado “1. Impulsar la producción, transformación agroalimentaria y pesquera
de las pequeñas y medianas unidades de producción, comunitarias y de la
economía social y solidaria.”

La Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria y del Sector


Financiero Popular y Solidario, publicada en el Registro Oficial 444 de 10 mayo
de 2011, con una última modificación el 12 de septiembre de 2014, la cual
define de la siguiente forma la economía popular y solidaria: “Art. 1.-
Definición.- Para efectos de la presente Ley, se entiende por economía popular
y Solidaria a la forma de organización económica, donde sus integrantes,
individual o colectivamente, organizan y desarrollan procesos de producción,
intercambio, comercialización, financiamiento y consumo de bienes y servicios,
para satisfacer necesidades y generar ingresos, basadas en relaciones de
solidaridad, cooperación y reciprocidad, privilegiando al trabajo y al ser humano
como sujeto y fin de su actividad, orientada al buen vivir, en armonía con la
naturaleza, por sobre la apropiación, el lucro y la acumulación de capital.”

En consonancia con lo anterior, el Art. 319 reconoce expresamente


diversas formas de organización de la producción en la economía, como las
cooperativas, las comunitarias, las familiares, las empresariales tanto públicas
como privadas.

Para el caso, está la Ley de la Economía Popular y Solidaria, que en el


Art. 2 reconoce como una de las formas de organización de la economía
popular y solidaria los emprendimientos bajo otras formas denominadas por la
ley como las unidades socioeconómicas populares: “tales como, los
emprendimientos unipersonales, familiares, vecinales, las micro unidades
productivas, los trabajadores a domicilio, los comerciantes minoristas, los
talleres y pequeños negocios, entre otros, dedicados a la producción de bienes
y servicios destinados al autoconsumo o a su venta en el mercado, con el fin
de, mediante el autoempleo, generar ingresos para su auto subsistencia.”

A su vez, el Reglamento de esta ley, Decreto No. 1061 Registro Oficial


Suplemento 648 de 27 de febrero de 2012, determina que el “Ministerio de
Coordinación de Desarrollo Social será el encargado de determinar la forma y
los requisitos a través de los cuales los emprendimientos personales, familiares
o domésticos se inscribirán en el Registro Público” (Art. 10).

Y el Estatuto Orgánico de Gestión Organizacional por Procesos del


Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca – MAGAP-,
igualmente hace algunas referencias a los emprendimientos asociativos
campesinos.

Como se puede observar, la misma normatividad abre el


emprendimiento a todos los campos posibles, con el interés de que las
condiciones económicas de todos los ciudadanos mejoren sin considerar
aspectos específicos de carácter societario.
356
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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2.12.2.9 La financiación del emprendimiento.

Todo emprendimiento implica una inversión y ésta requiere de recursos


económicos que muchas veces no poseen las personas que desean
emprender. Por ello, parte del ecosistema del emprendimiento incluye,
justamente, el modo de acceder a estrategias de financiación, las cuales han
sido igualmente consideradas en la normatividad encontrada en el Ecuador.

Así, se identifica que este país cuenta con normas claras sobre la
financiación de los proyectos productivos.

En primer lugar, la misma Constitución establece en el Art. 285 que la


política fiscal tendrá, entre otros objetivos, el financiamiento y la generación de
incentivos para la inversión y producción de bienes y servicios.

Bajo esa directriz, se encuentra que el Código Orgánico Monetario y


Financiero, estipula expresamente en el inciso b del Art. 369 que el
financiamiento que otorguen las entidades financieras públicas, deben buscar,
entre otros objetivos, “la innovación y el emprendimiento para incrementar la
intensidad tecnológica y de conocimiento.”

En consonancia con lo anterior, el Art. 124 ordena al Banco Central del


Ecuador que sus excedentes de liquidez deben invertirlos prioritariamente en
promover “la innovación y el emprendimiento para incrementar la intensidad
tecnológica y de conocimiento de la producción nacional”.

En este contexto, el Código Orgánico de la Producción, Comercio e


Inversiones, dispone en los artículos 64 a 68 que la autoridad reguladora
financiera deba establecer un régimen especial de garantías para el
financiamiento público y privado de las MIPYMES; que se otorgarán créditos
flexibles implementados por el Gobierno Nacional para el desarrollo de nuevas
inversiones, tasas de interés preferencial, créditos de largo plazo; ordena a la
autoridad reguladora del mercado de valores que expida normas especiales
para el acceso individual o asociativo al financiamiento a través del mercado de
valores; y dispone que los inversionistas institucionales públicos deben crear
una normatividad especial que permita la compra de los títulos de valor
generados por las MIPYMES.

Pero, en segundo lugar, el apoyo institucional y financiero no se reduce


a las entidades de carácter netamente comercial, sino que también incluye la
economía popular y solidaria.

Articulado con lo anterior, el Estatuto Orgánico de Gestión por Procesos


de la Corporación Nacional Finanzas Populares Solidarias –CONAFIPS-,
publicado en el Registro Oficial Suplemento 112 el 24 de marzo de 2014 y con
una última reforma el 14 de octubre de 2014, al cual se le asigna como uno de
sus objetivos estratégicos “f) Articular los esfuerzos de los diferentes
programas de inclusión económica y social del Gobierno Nacional, orientados
357
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al desarrollo de emprendimientos productivos, con iniciativas de financiamiento


mediante mecanismos de asignación de recursos reembolsables o no
reembolsables para la implementación de: fondos semilla, capital en riesgo,
asistencia técnica, capacitación u otros que contribuyan a este fin” (Art. 3)

Este sentido, el reglamento de la Ley Orgánica de la Economía Popular


y Solidaria dispone que la Corporación pueda realizar operaciones
encaminadas a “9. Otorgar garantías crediticias a favor de emprendedores del
Sector de la Economía Popular y Solidaria, con cargo al fondo que creará para
el efecto.”

Finalmente, se debe destacar que la Ley de la Juventud ya mencionada,


que es del año 2001, dispuso expresamente que las políticas de promoción del
empleo juvenil deben estar enfocadas a “conceder créditos para que los y las
jóvenes puedan realizar sus proyectos productivos individuales o colectivos”,
como se lee en el Art. 15, literal C de esta ley.

2.12.2.10 El emprendimiento por parte del


Estado.

Además de todo lo anterior, en esta investigación se pudo evidenciar en


la normatividad ecuatoriana disposiciones que hacen referencia al
emprendimiento en el marco de la empresa pública.

Por ejemplo, en la Constitución se dispone que es deber general del


Estado para la consecución del buen vivir, “4. Producir bienes, crear y
mantener infraestructura y proveer servicios públicos.” (Art. 277) Es decir,
constitucionalmente hablando la producción de bienes y servicios por parte del
Estado no es una opción sino una obligación que apunta a la calidad de vida de
los ciudadanos.

Y esa creación de bienes y servicios no requieren que sean justamente


gratuitos y asumidos en su totalidad por las arcas del mismo Estado sino que
alrededor de ellos puede consolidarse toda una plataforma empresarial,
aunque pública, sobre la cual se lleve a nivel de empresa la producción de los
bienes o la prestación de los servicios y así se hace también en el Ecuador.

Por ello la Ley Orgánica de Empresas Públicas, publicado en el Registro


Oficial Suplemento 48 de 16 de octubre de 2009 y con una última modificación
el 20 de abril de 2015, estipula en el Art. 4 que hay empresas públicas (que
pertenecen al Estado), empresas filiales (que son sucursales de las empresas
públicas) y las empresas subsidiarias o de economía mixta, que son
sociedades mercantiles con patrimonio público y privado, en donde el Estado
tenga mayoría accionaria.

Así, se encuentra que la Ley Orgánica de Empresas Públicas dedica los


Arts. 36 y 37 al tema del emprendimiento de las empresas públicas,
permitiendo la asociación en consorcios, alianzas, constituir empresas
subsidiarias, conformar empresas de economía mixta con empresas públicas o
358
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privadas, tanto nacionales como extranjeras, adquirir participación en otras


empresas e incluso hacer emprendimientos en el exterior cuando sean
autorizadas por el Directorio (máximo órgano de administración) de la empresa
pública.

Bajo este marco jurídico, se encuentra el Decreto Ejecutivo 443, Registro


Oficial Suplemento 225 del 11 de agosto de 2010, por el cual se transforma la
empresa Telecomunicaciones Móviles del Ecuador S.A. -TELECSA- en la
empresa pública Telecomunicaciones Móviles del Ecuador TELECSA EP, y
cuyo objeto empresarial comprende “La promoción, inversión y creación de
consorcios, alianzas estratégicas y nuevos emprendimientos…” (Art. 2, numeral
7). Igual disposición se encuentra en la norma de creación de la Empresa
Pública Corporación Nacional de Telecomunicaciones -CNT EP565, la Empresa
Pública Hidroeléctrica del Litoral HIDROLITROAL EP566 y la Empresa Eléctrica
Pública de Guayaquil EP567, entre otras.

Con particular énfasis, se hace mención también de la empresa pública


Yachay EP, a la cual se le asigna como objeto la “4. Administración y
generación de instrumentos de apoyo a emprendedores, innovadores y
científicos a través de pre incubadoras de empresas, incubadoras de
empresas, hábitat tecnológicos (parque tecnológico), centro de transferencia de
tecnología, centro de prototipos industriales (capital de riesgo) y diversidad de
áreas de negocio.”568 De esta empresa ya se hizo referencia anteriormente en
relación con las incubadoras de empresas.

A nivel descentralizado, se observa la Ordenanza Municipal 1, Registro


Oficial 226 del 31 de diciembre de 1997 con una última modificación el 14 de
octubre de 2013, expedida por el Concejo Metropolitano de Quito, y por la cual
se expide el Código Municipal para el Distrito Metropolitano de Quito, en la cual
se crea la Empresa Pública Metropolitana de Servicios Aeroportuarios y
Gestión de Zonas Francas y Regímenes Especiales, a la cual se le permite
para cumplir su objeto “b) Efectuar emprendimientos comerciales
complementarios o vinculados a los servicios públicos aeroportuarios; y, en
general, todas aquellas actividades de desarrollo aeroportuario, en condiciones
comerciales y estratégicas de negocio competitivas, contribuyendo a la
economía local y regional, con una administración eficiente.” (Art. 12, numeral
2, literal b.)

565
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR. Decreto Ejecutivo 218. Registro Oficial
122 del 3 de febrero de 2010. Crea la Empresa Pública CORPORACION NACIONAL DE
TELECOMUNICACIONES -CNT EP-.
566
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR. Decreto Ejecutivo 400, Registro Oficial
229 del 6 de julio de 2010. Crea la Empresa Pública Estratégica HIDROELECTRICA DEL
LITORAL, HIDROLITORAL EP.
567
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR. Decreto Ejecutivo 887, Registro Oficial
548 del 4 de octubre de 2011. Creación de la Empresa Eléctrica Pública de Guayaquil, EP.
568
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR. Decreto Ejecutivo 1457, Registro
Oficial 922 del 28 de marzo de 2013. Creación de la Empresa Pública Yachay EP. Art. 1

359
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Como se puede ver, se destaca su contribución a la economía local y


regional, situación que pone a las empresas públicas y a las subsidiarias en
una posición estratégica respecto de los emprendimiento públicos en el país.

2.12.3 Normatividad descentralizada.

En relación con la normatividad descentralizadas, en la investigación se


identificó, además de la normatividad nacional, la Ordenanza Municipal 7 para
fomentar y estimular el empleo y el emprendimiento joven en el Distrito
Metropolitano de Quito, publicada en el Registro Oficial Suplemento 324 de 2
de septiembre de 2014, vigente en la actualidad, expedida por el Concejo
Metropolitano de Quito.

Dicha ordenanza establece como parte de su objeto, fomentar, estimular


y regular el emprendimiento de los jóvenes que residen en el Distrito
Metropolitano de Quito.

En esta Ordenanza se crean dos programas: “Empleo Joven” que


consiste básicamente en una reducción de impuestos para los empleadores
que contraten jóvenes entre los 18 y 29 años. Y el programa “Emprendimiento
Joven”, el cual se deja bajo la rectoría de la Secretaría de Desarrollo Productivo
y Competitividad y la ejecución de la Corporación de Promoción Económica
(CONQUITO), quienes debe fomentar nuevos emprendimientos y fortalecer los
existentes, a través de mecanismos que faciliten el acceso al crédito de apoyo
para emprendimientos tanto desde las entidades financieras como desde la
economía popular y solidaria.

Además de las estrategias de financiamiento, también se establecen


estímulos tributarios para quienes inicien emprendimientos, con una
disminución del 50% sobre el impuesto de patente569 por los primeros tres años
y el 1.5 por mil sobre los activos totales570 por los primeros cinco años.
569
La patente es una autorización municipal que deben obtener todas las personas naturales o
jurídicas, nacionales o extranjeras, que deseen realizar actividades comerciales, industriales,
financieras, inmobiliarias y profesionales en el respectivo municipio. El impuesto de patente es
un impuesto de carácter municipal y se debe pagar cada año, lleven o no contabilidad
obligatoria y se paga sobre el patrimonio (diferencia entre el total de activos y el total de
pasivos). Solo se exoneran las actividades económicas efectuadas por los artesanos, las
entidades públicas y las entidades sin ánimo de lucro.
570
Por su parte, el impuesto del 1.5 por mil sobre activos totales, que también es un tributo
municipal y anual, lo pagan los comerciantes que estén obligados a llevar contabilidad. Ambos
impuestos se encuentran en el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y
Descentralización, publicado en el Registro Oficial Suplemento No. 303 de 19 de octubre de
2010. De acuerdo al Reglamento para Aplicación de la Ley de Régimen Tributario Interno,
deben llevar contabilidad: a) todas las sucursales y establecimientos permanentes de
compañías extranjeras; b) las personas que al inicio de sus actividades económicas o al
primero de enero de cada ejercicio tengan un capital superior a los 60.000 dólares; c) que
hayan tenido ingresos en el año fiscal anterior por 100.000 dólares; d) o que los costos y
gastos anuales propios de la actividad empresarial del año anterior hayan sido superiores a
USD 80.000 dólares. Debe considerarse que, al menos para Latinoamérica, son pocos los
emprendimientos que inician con un capital superior a los 60.000 dólares y quienes lo hacen
seguramente será con base en créditos, de manera que este estímulo podría ser inocuo si lo
que se desea es incentivar la creación de empresas por parte de jóvenes.
360
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Como se ve, esta ordenanza que regula el tema del emprendimiento en


Quito, tiene su respaldo en la autonomía que le da el Código Orgánico de
Organización Territorial, Registro Oficial Suplemento 303 del 19 de octubre de
2010, con una última reforma el 16 de enero de 2015, la cual se trae a colación,
porque la norma, expresamente señala que a los gobiernos autónomos
descentralizados regionales, provinciales y parroquias rurales les corresponde
el impulso de los emprendimientos económicos y empresas comunitarias, tal
como lo establece en el Art. 135.

2.13 Regulación jurídica del emprendimiento en Perú571

Para la revisión normativa del emprendimiento en Perú, se consultaron


las páginas Web oficiales del Congreso de la República572, de la Corte
Constitucional573, la Corte Suprema574, la Presidencia de la República575, el
Sistema Peruano de Información Jurídica del Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos576 y del Ministerio de la Producción577.

Así mismo, se tuvo acceso a través de la Pontificia Universidad Católica


del Perú a dos bases de datos jurídicas: Lexis Nexis578 y Vlex.

Se usaron como criterios de búsqueda los términos emprendimiento,


emprendedurismo y emprendedor, tanto en la normatividad nacional como a
nivel descentralizado.

2.13.1 Sobre el Estado.

Conforme lo establece su propia Constitución Política, Perú es una


república.

En cuanto a la estructura del Estado, cuenta con órganos de los poderes


tradicionales: un Congreso unicameral para el Poder Legislativo, el Presidente
de la República y el Consejo de Ministros, en el Poder Ejecutivo.

571
Apartado realizado en estancia de investigación en el mes de julio de 2015 en el
Centro de Investigación, Capacitación y Asesoría Jurídica (CICAJ) del Departamento
Académico de Derecho la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
572
REPÚBLICA DEL PERÚ, CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Página web:
http://www.congreso.gob.pe/
573
REPÚBLICA DEL PERÚ, TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Página Web:
http://www.tc.gob.pe/
574
REPÚBLICA DEL PERÚ, CORTE SUPREMA. Página Web: http://www.pj.gob.pe/
575
REPÚBLICA DEL PERÚ, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Página Web:
www.presidencia.gob.pe/
576
REPÚBLICA DEL PERÚ, MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS. Sistema
Peruano de Información Jurídica. Página Web: http://spij.minjus.gob.pe/
577
REPÚBLICA DEL PERÚ, MINISTERIO DE LA PRODUCCIÓN. Página Web:
www.produce.gob.pe/
578
LEXIS NEXIS. Página Web: http://www.lexisnexis.com/.

361
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El Poder Judicial está estructurado con la Corte Suprema de Justicia, las


cortes superiores de justicia (todas organizadas por salas), los juzgados
especializados (civiles, penales, de trabajo, agrarios y de familia) y mixtos.
Finalmente, en la base, los jueces de paz.

Y, entre otras, algunas entidades autónomas como el Tribunal


Constitucional, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Ministerio Público
presido por el Fiscal de la Nación y el Defensor del Pueblo, entre otros.

A nivel descentralizado, el territorio de la República se integra por


regiones (equivalentes territorial y administrativamente a los departamentos),
provincias, distritos y centros poblados. Conforme sus leyes orgánicas, las
regiones cuentan con un consejo regional, compuesto por un presidente, un
vicepresidente, consejeros de las provincias; además, tienen un consejo de
coordinación de carácter consultivo.

En la actualidad, Perú se divide en 24 departamentos y la Provincia


Constitucional del Callao, además de 196 provincias, conformadas por 1854
distritos.

Por su parte, las provincias y los distritos, tienen la municipalidad como


gobierno local, de la cual hacen parte los concejos municipales, presididos por
los alcaldes y los regidores. Los concejos expiden ordenanzas, acuerdos y
resoluciones; los alcaldes decretos y la administración municipal están a cargo
de un gerente.

2.13.2 Intervención del Estado en la economía.

Como en la mayoría de países, el Estado cuenta con una facultad


especial para intervenir en la economía del país, situación que se presenta
desde el artículo 70 de la misma Constitución Política, en la cual se dispone
que el derecho de propiedad es inviolable, que el Estado debe garantizarla y
reconocer que hay diversas formas de propiedad (Artículo 60). Además, se
estipula constitucionalmente que la iniciativa privada es libre, pero se ejerce en
una economía social de mercado, orientada al desarrollo del país (Artículo 58).

En esta dirección, el Estado debe estimular la creación de riqueza;


garantizar la libertad de empresa, comercio e industria; reconocer que existen
diversas formas de empresa (Artículo 60) y debe promover las pequeñas
empresas en todas sus modalidades (Artículo 59).

También, el Estado debe facilitar la libre competencia, no puede


establecer ni autorizar monopolios (Art. 61) y debe darle el mismo tratamiento
legal tanto a la actividad empresarial pública como privada (Art. 60).

Dentro de este marco constitucional, la Ley Orgánica de


Municipalidades, Ley Nº 27972, dispone en su título preliminar que es función
de los gobiernos locales promover el desarrollo económico su circunscripción

362
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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territorial, a través de los planes de desarrollo económico local (Artículos VI y


36), con especial incidencia en la micro y pequeña empresa (Artículo VI).

Y la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales, Ley N° 27867 modificada


por la Ley N° 27902, crea las gerencias regionales (Artículos 25 a 29) dentro de
las cuales dos comparten acciones relacionadas con la promoción empresarial:
la Gerencia de Desarrollo Económico, a la que “le corresponde ejercer las
funciones específicas regionales en los sectores industria, comercio, turismo,
artesanía, pesquería, minería, energía e hidrocarburos y agricultura” (Artículo
29-A). Y la Gerencia de Desarrollo Social la cual debe ejercer funciones
relacionadas con el trabajo, la promoción del empleo, y de la pequeña y
microempresa.

Como puede observarse, es clara la orientación constitucional y legal en


el sentido de que le compete al Estado estimular la iniciativa empresarial
privada para el fomento económico del país.

2.13.3 Normatividad nacional.

A nivel nacional, se identificaron varias normas en relación directa e


indirecta al emprendimiento.

2.13.3.1 Proyectos de ley sobre emprendimiento.

Para iniciar, en la investigación se observa que no existe una norma


dedicada solo al tema del emprendimiento aunque se identificó que en
noviembre de 2010 se radicó el proyecto de ley No. 4457/2010-CR, fomento del
emprendimiento, compuesto de 25 artículos, en los que se desarrollan
básicamente dos aspectos: el fomento de la cultura emprendedora y la
generación de instrumentos para el emprendimiento.

Respecto del primero, el proyecto busca el fomento a través de la


inserción del emprendimiento en el sistema educativo; promoción de
actividades como foros, seminarios y concursos. También, la formación de
formadores para una cultura emprendedora y destinación de espacios en la
televisión pública para transmitir programas relacionados con la cultura del
emprendimiento.

En relación con el segundo aspecto, el proyecto busca la generación de


instrumentos para el emprendimiento, como la creación de redes (una nacional
y las demás regionales), de empresas articuladas con los cluster y el enlace del
sector productivo con el educativo; el voluntariado empresarial para que los
empresarios sean mentores en la creación de otras personas; ferias
empresariales, macrorruedas de negocios y concursos dirigidos a
emprendedores sociales y de negocio; programas de financiación y
cofinanciación de proyectos productivos y unidades de emprendimiento.579
579
En términos generales se observa que este proyecto de ley comparte mucho de su
propuesta con la Ley 1014 de 2006, expedida por el Congreso de la República de Colombia.

363
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Esta ley fue retirada por el proponente a los seis días de haberla
presentado.

Posteriormente, fue presentado el 9 de junio de 2014 por otro


congresista, el proyecto de ley 3582-2013-CR, ley de promoción y desarrollo
del emprendimiento, el cual hace un fuerte énfasis en la formación de los
emprendedores; igual que su predecesora propone crear la Red Nacional y la
Red Regional para la Competitividad Emprendedora, así como mesas de
trabajo.

Además, el proyecto contempla los fines de la norma y los principios del


desarrollo del emprendimiento (sostenibilidad, inclusión, descentralización,
integralidad, prospectividad y transparencia).

Ninguno de los dos proyectos de ley ha salido avante en el proceso de


expedición de la ley.

2.13.3.2 Leyes de promoción de


emprendimientos.

Si bien a la fecha de revisión de las normas en el Perú no había ley


exclusiva en relación con el emprendimiento, sí se observaron otras normas
que hacen referencia expresa al tema y a la creación de empresas.

De esta manera, se encuentra la Ley No. 28015, Ley de Promoción y


Formalización de la Micro y Pequeña Empresa (promulgada el 3 de julio de
2003), en donde se señala que el Estado debe promover un entorno favorable,
programas e instrumentos para la creación y formalización de las MYPE
(Artículos 4, 5 y 14), así como “el apoyo a nuevos emprendimientos” (Artículo
4).

Así mismo, se determina que uno de los lineamientos estratégicos de la


acción del Estado es el de fomentar “el espíritu emprendedor y creativo de la
población y promueve la iniciativa e inversión privada, interviniendo en aquellas
actividades en las que resulte necesario complementar las acciones que lleva a
cabo el sector privado en apoyo a las MYPE.” (Artículo 5, literal c).

Esta ley establece unos instrumentos para la promoción de nuevos


emprendimientos con capacidad innovadora, tales como el acceso a los
servicios de desarrollo empresarial, mecanismos de acceso a los servicios
financieros, a los mercados e información estadística, aplicables en las MYPE;
y los mecanismos que faciliten la inversión en investigación, desarrollo e
innovación y creación de MYPES innovadoras.

En esta dirección, se identifica el Decreto Supremo No. 007-2008-TR,


por el cual se aprueba el Texto Único Ordenado de la Ley de Promoción de la
Competitividad, Formalización y Desarrollo de la Micro y Pequeña Empresa y
del Acceso al Empleo Decente. En esta norma se insiste de nuevo en que el
364
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Estado promueve un entorno favorable para a creación de las MYPE y el apoyo


a nuevos emprendimientos.

De igual modo dispone que la acción del Estado se debe orientar a


fomentar el espíritu emprendedor y creativo de la población, a promover la
iniciativa y la inversión privada, así como programas de capacitación y
formación técnica para la creación de empresas a través del Consejo Nacional
para el Desarrollo de la Micro y Pequeña Empresa (CODEMYPE).

De la misma ley se encuentra su reglamentación, a través del Decreto


Supremo No. 008-2008-TR, Reglamento del Texto Único Ordenado de la Ley
de Promoción de la Competitividad, Formalización y Desarrollo de la Micro y
Pequeña Empresa y del Acceso al Empleo Decente. Esta norma vuelve a
insistir en la obligación del Estado en crear un ambiente favorable para el
emprendimiento y la capacitación para ello. Sin embargo, trae un artículo que
desarrollo algo sobre las incubadoras de empresas, cosa que hace especial
este decreto, aunque lo hace a nivel general.

Este decreto dispone que el Estado cumple, entre otros, con los
siguientes roles en relación con las incubadoras de empresas: definir las
políticas y normas para su fomento y desarrollo, promover la participación del
sector privado en los procesos relacionados con las incubadoras, generar y
difundir información sobre los procesos de las incubadoras de empresas,
fomentar el incremento de la innovación y la tecnología empresarial, aumentar
y diversificar el empleo a partir de nuevas iniciativas empresariales, promover
el acceso a los recursos de las MYPE que inician su gestión dentro de las
incubadoras, así como articular y sistematizar las experiencias de la
incubadoras de empresas en el país.580

El artículo 2 del Texto Único Ordenado de la Ley de Impulso al


Desarrollo Productivo y al Crecimiento Empresarial, aprobado por el Decreto
Supremo Nº 013- 2013-PRODUCE581, dispone que el Estado promueve un
entorno favorable para la creación y formalización, desarrollo y competitividad
de las MYPE y el apoyo a los nuevos emprendimientos, a través de los
Gobiernos Nacional, Regionales y Locales; y para ello se da al Estado unos
lineamientos generales como la promoción de programas y priorización de
recursos que estimulen la creación de empresas, particularmente de las
MYPES innovadoras, el fomento del espíritu emprendedor, la facilitación de
acceso tanto a los servicios estatales como a los servicios financieros por parte
de las personas que presentan proyectos de emprendimiento y la
cofinanciación de proyectos de alto impacto.

Finalmente, un tema recurrente en la normatividad peruana relacionada


con los emprendimientos y las MYPES es el de la tecnología, por ello, se pone
de relevancia la Ley Nº 30078, Ley que Promueve el Desarrollo de Parques

580
Al respecto, el país cuenta con la Asociación Peruana de Incubadoras de Empresas, que es
una asociación civil sin ánimo de lucro, que cuenta con 18 incubadoras asociadas, en su gran
mayoría universidades del país.
581
El cual deroga el Decreto Supremo No. 007-2008-TR.
365
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Industriales Tecno-Ecológicos, de origen tanto público como privado, en la que


se establece como uno de los fines de estos parques desarrollar
emprendimientos productivos agroindustriales con base en tecno-ecológica; fin
el cual se reproduce en el decreto por el cual se aprueba el reglamento de esta
ley, Decreto Supremo Nº 013-2015-PRODUCE.

2.13.3.3 El emprendimiento desde los


ministerios.

Para el apoyo empresarial, diferentes ministerios cuentan con funciones


que apuntan a ello.

En primer lugar, está el Ministerio de Producción, que es la autoridad


para industria, comercio interno, promoción y fomento de cooperativas, así
como de la micro, pequeña y mediana empresa. Una de sus funciones es la de
formular, planear, dirigir, coordinar, ejecutar, supervisar y evaluar la política
nacional de su sector, como el Programa Nacional de Innovación para la
competitividad y productividad, creado mediante Decreto Supremo No. 003-
2014-PRODUCE, que tiene como uno de sus objetivos específicos impulsar el
emprendimiento innovador.

También cuenta con el Plan Nacional de Diversificación Productiva,


aprobado por Decreto Supremo No. 004-2014-PRODUCE, que tiene como una
de sus estrategias la diversificación productiva, que cuenta dentro de sus
acciones expandir las posibilidades tecnológicas mediante el fortalecimiento de
las actividades de innovación y emprendimiento innovador, con la financiación
de emprendimientos e incubadoras y la creación de un programa para formar
asesores para los emprendedores en la generación de patentes.

También se encuentra la Resolución Suprema Nº 002-2012 del


Ministerio de Producción, por la cual se crea el “Premio Nacional a la Micro y
Pequeña Empresa – MYPE para la Inclusión Productiva”. Esta norma expresa
en sus considerandos que dicha entidad tiene entre sus competencias
promover la inclusión económica y para ello se busca la reducción de la
pobreza y la distribución de la riqueza a través del fomento del espíritu
emprendedor e innovador en los peruanos, así como la formalización. Y para
ello, crean el premio que visibiliza a las micro y pequeñas empresas que
destaquen por su emprendimiento, esfuerzo y desarrollo empresarial.

En segundo lugar, está el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo,


el cual, según la Ley No. 29381 -Ley de organización y funciones del Ministerio-
, tiene como una de sus áreas programáticas de acción la promoción del
empleo y el autoempleo. Por ello y con el ánimo de fortalecer el autoempleo
juvenil, dicho Ministerio cuenta con la Unidad Gerencial de Emprendimiento
Juvenil del Programa Nacional de Empleo Juvenil “Jóvenes a la Obra”. Dicho
programa fue creado mediante Decreto Supremo Nº 013-2011-TR, modificado
por Decreto Supremo Nº 004-2012-TR, que busca la inserción laboral de los
jóvenes de 15 a 29 años de edad, de escasos recursos económicos y/o
situación de vulnerabilidad.
366
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Además, mediante Resolución Ministerial Nº 344-2009-TR, se creó el


“Premio Reconocimiento al Trabajo y al Emprendimiento”, entregado
trimestralmente por el Ministerio en dos categorías: “Trabajo en Igualdad de
Oportunidades”, y “Emprendimiento y Solidaridad”.

Esta última categoría se entrega a las personas que hayan desarrollado


iniciativas creativas, innovadoras e inclusivas a favor de la creación de empleo
formal, contribuyendo a la solución de problemas sociolaborales.

Por último, también el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, cuenta


dentro de sus funciones, la de “promover nuevos emprendimientos para el
aprovechamiento de oportunidades y mejora de los ingresos de la
población.”582

2.13.3.4 Emprendimiento y educación.

Respecto del emprendimiento en el sector educativo, se encuentra que


en el Proyecto de ley 4457/2010-CR, sobre el fomento del emprendimiento
(que no llegó a ser ley de la República), se hace un fuerte énfasis en el tema
del emprendimiento en la educación. Por ello, dentro de los fines que trae
sobre el tema, se encuentra el de promover el espíritu emprendedor en todos
los niveles de educación, es decir, en la educación inicial, primaria, secundaria
y superior; tanto dentro como fuera de las aulas.

También propone la creación de una cátedra transversal de


emprendimiento, que debe incorporarse al currículo y desarrollarse en todo el
plan de estudios, en la cual se vinculen el sistema productivo y el sistema
educativo, tanto en la educación formal como no formal, para la formación en
competencias empresariales. Para ello, el proyecto de ley proponía la
incorporación de lo más avanzado de la ciencia y la técnica, que le ayudaran al
estudiante a crear su propia empresa o actuar como emprendedor en su puesto
de trabajo.

También autorizaba las universidades para que reconocieran como


trabajo de grado los planes de negocio presentados por los estudiantes.

Vinculaba a la Red Nacional de Emprendimiento al Ministerio de


Educación y a la Asamblea Nacional de Rectores; además, la Dirección
Regional de Educación a la Red Regional para el Emprendimiento.

Luego viene el proyecto de ley 3582-2013-CR, ley de promoción y


desarrollo del emprendimiento, que tiene como uno de sus fines la formación
de excelencia en el campo del emprendimiento de manera obligatoria en el
currículo de educación primaria, secundaria y universitaria. Pero, a diferencia

582
REPÚBLICA DEL PERÚ, CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley No. 29792, Ley de
Creación, Organización y Funciones del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. Publicado
el 20 de octubre de 2011, El Peruano 451893. Artículo 12, literal c.

367
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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de su predecesora, no incluye al Ministerio de Educación ni a la Asamblea


Nacional de Rectores en la Red Nacional para la Competitividad Emprendedora
y en la Red Regional para la Competitividad Emprendedora incluye solo un
representante de las universidades de la región. A estas redes se le daban,
entre otras funciones, la de crear una red de trabajo con la educación
empresarial, administrar un registro de las instituciones y programas de
educación empresarial, categorizándolos según calidad y prioridades. También,
se le asignaba la misión de concretar intercambios de estudiantes, profesores y
programas de educación emprendedora, a través de acuerdos con escuelas de
negocios prestigiosas alrededor del mundo.

El artículo 12 del proyecto de ley se dedicaba a los mecanismos de


formación del emprendedor que incluía la exigencia de aplicar un currículo
acorde con las nuevas prácticas de enseñanza empresarial, realización de
proyectos colaborativos y asociaciones estratégicas con instituciones
mundiales con educación empresarial de alto nivel, instalaciones de Centros de
Excelencia Regionales que fueran líderes en la enseñanza y práctica del
emprendimiento, creación de una plataforma de intercambio de mejores
prácticas de formación de emprendedores y elevar la calidad a través del uso
de las tecnologías de la información.

Por otro lado, el artículo 14 hacía referencia a la formación integral en


emprendimiento, obligando a las instituciones educativas de todo el país para
que implementaran la “Cátedra de la Creatividad”, donde se buscaran
soluciones prácticas e innovadoras labores y empresariales.

También se asignaba la función de buscar formación al más alto nivel a


la Red Nacional; al Ministerio de Educación Nacional le encargaba la misión de
realizar un estudio sobre las competencias que debían tener los estudiantes en
materia de emprendimiento con el fin de armonizar la formación sobre el tema
a nivel local y regional y que las redes empresariales debían ejecutar un
programa de becas en el exterior.

En relación con el contexto educativo, no se encontró normatividad


relacionada con el emprendimiento cultural, situación que brilla por su ausencia
en un país con una tradición cultural de mucha riqueza y potencial económico
en este campo, por ejemplo, desde el turismo o la exportación.

2.13.3.5 La financiación del emprendimiento.

En materia de financiación de los emprendimientos, ninguna de las


normas revisadas contempla una disposición específica para ello; no obstante
se encuentra que sí existe normatividad relacionada con las MYPES (micro y
pequeñas empresas) que son aplicables a los proyectos de emprendimiento
comercial y que involucran tanto las entidades financieras como las dedicadas
a los microcréditos.

También se ubica el Texto Único Ordenado de la Ley de Impulso al


Desarrollo Productivo y al Crecimiento Empresarial, aprobado por el Decreto
368
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Supremo Nº 013- 2013-PRODUCE, que trae varias disposiciones en este


sentido como la promoción del desarrollo de fondos de inversión de capital de
riesgo para apoyar las MYPES innovadoras, destinar recursos públicos para
ello a través de las entidades financieras del Estado, así como de las entidades
de microfinanzas no reguladas, el diseño de metodologías para el desarrollo de
productos financieros y gestión de recursos por parte de la Corporación
Financiera de Desarrollo (COFIDE); así mismo, la destinación de recursos para
crear o fomentar fondos que sirvan de garantías para el acceso a los recursos
por parte de las MYPES.

2.13.4 Normatividad descentralizada.

En relación con la normatividad descentralizada, en la investigación se


identificaron otras disposiciones de nivel local que toman el tema del
emprendimiento.

Así, se identifica la Ordenanza Regional Nº 0018-2006-GORE-ICA del


Consejo Regional del ICA, en la que se aprueban los “Lineamientos de
Políticas Públicas Regionales en materia de Emprendimiento Empresarial y
Generación de Micro Empresas”.

También la Ordenanza Nº 018-2008-CR/GOB.REG.TACNA, expedida


por el Consejo Regional del Gobierno de Tacna, la cual declara como política
pública la inclusión del emprendimiento en la currícula de la educación básica
regular e incluyendo los Centros de Educación Técnico Productivos en la
Región; para ello dispone la capacitación de los docentes, el desarrollo de
material pedagógico y especializado sobre emprendimiento empresarial y
cultural y los demás que se vayan requiriendo.

También en Tacna, se identifica la Ordenanza Nº 02 1 -2009-


CR/GOB.REG.TACNA, por el cual el Consejo Regional dispone la creación del
Centro Integral Asesoramiento, Formalización y Desarrollo Empresarial en la
Región Tacna, como espacio para facilitar la información y la creación de
empresas.

De igual modo, se observa la Ordenanza Regional Nº 019-2013 del


Gobierno Regional del Callao, por el cual se aprueba el Plan Regional para las
Personas Adultas Mayores 2013-2021 de la Región Callo, dentro de la cual se
incorporan como uno de los lineamientos de la política para las personas
adultas mayores el “aprender a emprender” aprovechando los conocimientos y
experiencias en la tercera edad. Para ello, se buscar desarrollar una cultura
emprendedora en esta etapa de la vida, desarrollar o fortalecer las capacidades
que tienen los adultos mayores para ser microemprendedores de acuerdo a su
experiencia, facilitar el acceso a crédito y ser tomados como micro
empresarios.

Finalmente, el Concejo de la Municipalidad Distrital de La Victoria (en la


Provincia de Chiclayo) aprobó la Ordenanza No 242- MDLV de 2014, por la
cual se autoriza exonerar el pago de los tributos por licencia de funcionamiento
369
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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a las personas del distrito que tengan iniciativas en el emprendimiento de


actividades económicas e instalen sus negocios en el distrito, apuntando al
desarrollo económico local.

2.14 Regulación jurídica del emprendimiento en Bolivia.

Para la revisión normativa del emprendimiento en el Estado Plurinacional


de Bolivia, se consultaron las páginas Web oficiales Presidencia583, Portal del
Estado584 y la Gaceta Oficial de Bolivia585.

Así mismo, se tuvo acceso a través de la Pontificia Universidad Católica


del Perú a la base de datos jurídica Vlex y a la base LexiVox586.

Se usaron como criterios de búsqueda los términos emprendimiento,


emprendedorismo y emprendedor, tanto en la normatividad nacional como a
nivel descentralizado.

2.14.1 Sobre el Estado.

De acuerdo a la Constitución del Estado que entró en vigencia en el año


2009, Bolivia cuenta con la Asamblea Legislativa Plurinacional, entidad
encargada de la expedición de las leyes, compuesta por la Cámara de
Diputados y la Cámara de Senadores.

Por su parte, el Órgano Ejecutivo lo conforman el Presidente, el


Vicepresidente y los Ministros de Estado.

El Órgano Judicial tiene la jurisdicción ordinaria (Tribunal Supremo de


Justicia, los tribunales departamentales de justicia, los tribunales de sentencia y
los jueces), la jurisdicción agroambiental (Tribunal y jueces agroambientales) y
la jurisdicción indígena originaria campesina. Además, hacen parte de este
órgano, el Tribunal Constitucional Plurinacional y el Consejo de la Magistratura.

También cuenta con un Órgano Electoral Plurinacional., la Contraloría


General del Estado, la Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público (Fiscal
General del Estado) y la Procuraduría General del Estado.

Territorialmente el país se divide en nueve departamentos, divididos en


112 provincias, con 339 municipios y territorios indígena originario campesinos.
Varios municipios o provincias colindantes geográficamente pueden conformar
una región, siempre que no trasciendan los límites departamentales

583
ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA, MINISTERIO DE LA PRESIDENCIA. Página
Web: http://www.presidencia.gob.bo/.
584
ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA. Portal Oficial del Estado. Página Web:
http://www.bolivia.gob.bo/.
585
ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA. Gaceta Oficial. Página Web:
http://www.gacetaoficialdebolivia.gob.bo/.
586
LEXI VOX. Portal Jurídico Lexi Vox. Página Web: http://www.lexivox.org/.
370
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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respectivos. La región cuenta con una asamblea regional y un órgano ejecutivo


regional autónomo del gobierno departamental.

El gobierno autónomo departamental está constituido por una Asamblea


Departamental y el órgano ejecutivo dirigido por el Gobernador. El gobierno
autónomo municipal está constituido por un Concejo Municipal y el órgano
ejecutivo presidido por el Alcalde.

2.14.2 Intervención del Estado en la economía.

La Constitución Política boliviana hace un vasto desarrollo del aspecto


económico del Estado.

Así, entre otras disposiciones, reconoce en el artículo 56 que toda


persona tiene derecho a la propiedad individual y colectiva y en el artículo 47
que toda persona tiene derecho a dedicarse al comercio, la industria o a
cualquier actividad económica lícita. En este sentido, el artículo 308
constitucional reconoce, respeta y protege la iniciativa privada, en la búsqueda
tanto del desarrollo económico y social.

En el artículo 106 dispone que la economía es plural y está constituida


por formas de organización económica tanto comunitaria, como estatal, privada
y social cooperativa. Por ello, “se garantiza la libertad de empresa y el pleno
ejercicio de las actividades empresariales” (Artículo 308) y “el respeto a la
iniciativa empresarial y la seguridad jurídica.” (Artículo 311). Lo anterior, con
énfasis económico-constitucional concreto: priorizando “el apoyo a la
organización de estructuras asociativas de micro, pequeñas y medianas
empresas productoras, urbanas y rurales.” (Artículo 318)

En general, se dispone en el artículo 311 que el Estado ejercerá la


dirección integral del desarrollo económico y que podrá intervenir en toda la
cadena productiva en los sectores estratégicos; que le corresponde conducir la
planificación económica, ejercer la dirección y control de los sectores
estratégicos de la economía, determinar el monopolio estatal de actividades
estratégicas cuando se considere necesario, entre otras funciones establecidas
en el artículo 316.

Además, el artículo 318 señala que el Estado es quien determina la


política productiva industrial y comercial que cubra las necesidades básicas
internas.

2.14.3 Normatividad nacional.

Para iniciar, se destaca que la Constitución boliviana hace referencia al


emprendimiento en dos oportunidades: primero, cuando en el artículo 391
dispone que el Estado debe fomentar “el acceso al financiamiento para
actividades turísticas, ecoturísticas y otras iniciativas de emprendimiento
regional.”

371
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Y en el artículo 405, en relación con el desarrollo rural integral


sustentable, se señala que el Estado debe fomentar todos los emprendimientos
económicos de carácter comunitario, con énfasis en la soberanía alimentaria.

El concepto emprendimiento sí encuentra en este país una definición


legal, contenida en la Ley N° 3420 de 2006, en los siguientes términos:
“EMPRENDIMIENTO PRODUCTIVO: Actividad lícita, consistente en la
identificación, evaluación y desarrollo de una idea hasta transformarla en un
concepto de negocio operativo o en un producto, mediante la obtención de los
recursos necesarios para su ejecución y posterior comercialización (actividades
productivas y turísticas).”587

También se encuentra la Ley N° 3193 de 2005, que expresamente


menciona que con el objetivo de facilitar e impulsar el desarrollo del
emprendimiento se establece la semana de la “competividad y el
emprendedorismo” que debe establecer cada departamento, durante la cual
“todas las instituciones públicas y privadas, empresariales, cívicas, educativas,
realicen actividades relacionadas con el desarrollo de las iniciativas,
emprendimientos y fomento de la mentalidad empresarial” (Artículos 1y 2).

Pero la ley con mayor énfasis en el emprendimiento, es la ya


mencionada Ley N° 3420 de 2006, en la que se hace varias menciones al
tema, respecto de los beneficios para los emprendimientos que han realizado o
realicen inversiones en la Zona Económica Especial Exportadora y Turística del
Trópico de Cochabamba, que permitan el fomento de la inversión productiva y
el desarrollo económico a través de actividades pecuarias, forestales, agrícolas
o cualquier otro emprendimiento productivo.

Dicha actividad se verá recompensada con exenciones tributarias como


el Impuesto a las Utilidades de las Empresas (IUE), del Impuesto al Valor
Agregado (IVA) o el Impuesto a la Propiedad de Bienes Inmuebles (IPBI),
reducción en gravámenes arancelarios para importaciones y descuentos
parciales de los impuestos de dominio municipal sobre los valores que fueron
invertidos en obras de mejoramiento urbano o barrial realizados en forma
coordinada con los Gobiernos Municipales. Esto, fuera de los incentivos
tributarios y administrativos (como el cambio de uso de suelos para la
instalación de emprendimientos productivos) que concedan los Gobiernos
Municipales.

También contempla los parques tecnológicos, definiéndolos como centro


de transferencia de tecnología, “de formación de emprendimientos y de nuevos
negocios basados en el conocimiento orientador de la investigación del país en
función de sus requerimientos.” (Artículo 2)

587
ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA, CONGRESO NACIONAL. Ley Nº 3420. Zona
económica especial exportadora y turística del Trópico de Cochabamba. Artículo 2. Gaceta
Oficial 2897 del 22 de junio de 2006.

372
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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2.14.3.1 Emprendimiento y educación.

Para el año 2005, ya se encontraba vigente el Decreto Supremo N°


28158, en relación con la educación, el cual tiene por objeto la creación del
proyecto “Educación para el Desarrollo”, con el cual se busca impulsar las
competencias de emprendimiento de jóvenes, hombres y mujeres a través de
programas de capacitación para el emprendimiento en centros públicos
(Artículos 1 y 3).

La conexión entre el sector educativo y el emprendimiento también se


evidencia en la Ley de la Educación “Avelino Siñani _ Elizardo Pérez”, la cual
dispone que el Subsistema de Educación Alternativa y Especial deberá
contribuir al desarrollo de emprendimientos comunitarios, según las vocaciones
y potencialidades productivas de cada región; y en este mismo sentido, señala
la ley que los Institutos Técnicos e Institutos Tecnológicos, son instituciones
que “están orientadas a generar emprendimientos productivos en función a las
políticas de desarrollo del país.”588

Como se puede observar, Bolivia hace énfasis en el emprendimiento en


la educación superior, a diferencia de Colombia o Perú por ejemplo, que
disponen la enseñanza del emprendimiento desde los más bajos niveles del
sistema educativo en sus respectivos países.

2.14.3.2 Emprendimiento asociativo.

Al igual que Ecuador, Bolivia cuenta con una amplia normatividad en


materia de emprendimientos colectivos, que inicia desde la misma Constitución
en la cual se señala que las pequeñas unidades productivas por cuenta propia,
tanto urbanas como rurales, gozan de un régimen especial por parte del
Estado, como asignaciones preferentes para incentivar su producción, por ello
se señala que se deberá fomentar las formas comunitarias de producción, tal
como lo establecen los artículos 47, 306, 307, 310 y 311.

En esta misma línea, se encuentra la Ley No. 292, Ley General de


Turismo “Bolivia te espera”, de 25 de septiembre de 2012, en la cual se hacen
varias referencias a los emprendimientos turísticos de las comunidades rurales,
tanto de comunidades indígenas como de campesinos.

2.14.3.3 Estado empresario.

En relación con la actividad empresarial por parte del Estado, la


Constitución boliviana es contundente en disponer en el artículo 316, que la
función del Estado en la economía consiste, entre otras, en participar
directamente en la economía mediante la producción de bienes y servicios,
tanto económicos como sociales.

588
ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA, CONGRESO NACIONAL. Ley N° 070. Ley de la
Educación “Avelino Siñani - Elizardo Pérez”. Artículo 19 y 43. Gaceta Oficial 204NEC del 20 de
diciembre de 2010.

373
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Por ello, en el artículo 309 señala que la organización económica estatal


comprende las empresas y otras entidades económicas de propiedad estatal,
que tienen, entre otros objetivos, administrar los derechos propietarios de los
recursos naturales y ejercer el control estratégico de las cadenas productivas y
los procesos de industrialización de dichos recursos; administrar los servicios
públicos directamente o por medio de empresas mixtas.

Y expresamente, menciona que una de las funciones del Estado en la


economía consiste en “determinar el monopolio estatal de las actividades
productivas y comerciales que se consideren imprescindibles en caso de
necesidad pública”, tal como se expresa en el Artículo 316 de la Constitución.

De esta manera queda claramente evidenciada la viabilidad jurídica para


la participación directa del Estado en la economía y la posibilidad de adelantar
emprendimientos empresariales, principalmente en el campo de los recursos
naturales.

2.14.4 Normatividad descentralizada.

A nivel descentralizado, se encuentra en el Departamento de Tarija, la


Ley Departamental Nº 42 de 2011, por el cual se decreta la creación de centros
de capacitación técnica “Personas Emprendedoras”, a cargo de la Dirección
Departamental de Educación. La norma busca desarrollar competencias de
emprendimiento para la inserción en el ámbito laboral a través de la creación
de estos centros, para trabajar sobre áreas como la “salud, medio ambiente,
peluquería, Cosmetología, corte y confección, pintura, artesanías, computación,
repostería, gastronomía, parvularios, carpintería, mecánica automotriz,
plomería, electrónica.” (Artículo 1)

2.15 Regulación jurídica del emprendimiento en Brasil.

En la República Federativa de Brasil se realizó la búsqueda de


información normativa sobre el emprendimiento en el Portal oficial del Estado
brasileño589, de la Secretaría de Micro y Pequeña Empresa (la cual tiene
estatus de Ministerio)590, del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio

589
REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL, PORTAL OFICIAL DEL ESTADO BRASILEÑO.
Página web: http://www4.planalto.gov.br/legislacao
590
REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL, SECRETARÌA DE MICRO Y PEQUEÑA
EMPRESA. Página web: www.smpe.gov.br/
374
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Exterior591, el Portal del Emprendedor592, del Congreso Nacional593, del


Supremo Tribunal Federal594 y de la Imprenta Oficial595.

2.15.1 Sobre el Estado.

La Constitución brasileña de 1988, tomó la forma de República Federal,


con poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

El Poder Legislativo lo ejerce el Congreso Nacional, compuesto por la


Cámara de Diputados y del Senado Federal.

Le ayuda en el control de las cuentas públicas, el Tribunal de Cuentas


de la Unión. También existen Tribunales de Cuentas de los Estados o de los
Municipios.

Como órganos del Poder Judicial, está encabezando el Supremo


Tribunal Federal y le siguen el Superior Tribunal de Justicia, el Superior
Tribunal Militar, los Tribunales Regionales Federales y Jueces Federales, los
Tribunales y Jueces del Trabajo, Electorales y Militares, así como los
Tribunales y Jueces de los Estados, del distrito Federal y los Territorios.

Con independencia funcional, está el Ministerio Público, que comprende


el Ministerio Público Federal, Ministerio Público del Trabajo, Ministerio Público
Militar, el Ministerio Público del Distrito Federal y Territorios y los Ministerios
Públicos de los Estados. El Jefe del Ministerio Público es el Procurador
General de la República. Está dentro de las funciones de este Ministerio,
ejercer la acción penal pública, la protección del patrimonio público y ambiental,
ejercer el control externo en la actividad policial, entre otras.

Territorialmente se divide en 26 Estados (compuestos de 5.568


municipios) y el Distrito federal, donde funciona la capital y tiene prohibido
dividirse en municipios y tiene competencias tanto de Estado como de
municipio.

Cada Estado cuenta con su propia Constitución, Asamblea Legislativa y


Gobernador. Por su lado, los Municipios, cuentan con Prefecto (alcalde), un
Vice-prefecto. Y un Poder Legislativo Municipal representado en la Cámara
Municipal conformado por los Vareadores (concejales).

591
REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL, MINISTERIO DE DESARROLLO, INDUSTRIAY
COMERCIO EXTERIOR. Página Web: http://www.mdic.gov.br/
592
REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL, SECRETARÍA DE MICRO Y PEQUEÑA
EMPRESA-PORTAL DEL EMPRENDEDOR. Página Web:
http://www.portaldoempreendedor.gov.br/
593
REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL, CONGRESO NACIONAL. Página Web:
http://www.congressonacional.leg.br/portal/
594
REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL, SUPREMO TRIBUNAL FEDERAL. Página Web:
www.stf.gov.br
595
REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA-IMPRENSA
OFICIAL. Página Web: http://portal.in.gov.br/pesquisa/
375
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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2.15.2 Intervención del Estado en la economía.

La Constitución establece en el artículo 22 que es competencia privativa


de la Unión legislación sobre el derecho civil y comercial, comercio exterior,
registros públicos y publicidad comercial, entre otros.

En términos económicos, entre más disposiciones, establece el artículo


170 que el orden económico se funda en la libre iniciativa y reconoce los
principios de propiedad privada, función social de la propiedad, libre
concurrencia y tratamiento favorable para las empresas brasileñas de capital
pequeño y nacional, así como el libre ejercicio de la actividad económica. Que
el Estado no permitirá el abuso de poder económico y el aumento arbitrario de
los beneficios.

Por otra parte, el artículo 173 dispone que las empresas públicas y las
sociedades de economía mixta se rijan en todo a las empresas privadas,
incluso en lo laboral y lo tributario, no pudiendo gozar de beneficios fiscales.

2.15.3 Normatividad nacional.

En el orden nacional se identifican varias normas relacionadas con el -


denominado en portugués- “empreendedorismo”.

En materia educativa, se identifica el Decreto No. 6.041, de 8 de febrero


de 2007, Instituye la Política de Desarrollo de la Biotecnología, crea el Comité
Nacional de Biotecnología y de otras medidas, dentro de las acciones
estructurales de la política, contempla como uno de sus objetivos específicos,
estimular la constitución de nuevas empresas a investigadores que desarrollen
investigaciones con potencial, la participación de capital de empresas de la
industria farmacéutica y química en nuevas empresas de base tecnológica o
entrar en acuerdos de cooperación, estimular gestores de fondos de capital de
riesgo en Brasil que constituyan fondos especializados.

También contempla el fomento del espíritu emprendedor en la formación


científica de magíster y doctores.

En el tema cultural, se identifica la Ley No. 12.343, de 2 de diciembre de


2010, Establece el Plan Nacional para la Cultura - PNC, crea el Sistema
Nacional de Información y Culturales Indicadores - SNIIC y toma otras
medidas, trae varias referencias sobre el tema de estudio. Primero, señala que
es competencia de las autoridades públicas, promover y estimular los
emprendimientos culturales, valorizando los emprendimientos de economía
solidaria. Además contempla como estrategias de acción: participación del
Fondo Nacional de Cultura como socio de los emprendimientos culturales,
brindando oportunidades de emprendimiento, fomento de las incubadoras de
emprendimientos culturales en asociación con entidades públicas,
organizaciones sociales, instituciones educativas, agencias internacionales,
entre otros; la promoción del espíritu empresarial y el uso de tecnologías de la
información y comunicación en el fortalecimiento de la cultura; los
376
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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emprendimientos tradicionales y su inserción en las dinámicas comerciales


dentro del turismo.

También está el Decreto No. 7.743, de 31 de mayo de 2012, Aprueba la


Estructura del Regimiento y la Declaración Marco de la Participación en la
Comisión y las Funciones Gratificadas del Ministerio de Cultura; decreto el cual
contempla el Consejo de Emprendimiento, Gestión e Innovación, al cual se le
asigna la competencia para articular órganos y entidades públicas para el
desarrollo de proyectos y programas de apoyo a los emprendedores y a los
emprendimientos; planear, implementar y apoyar las creación y estructuración
de incubadoras de emprendimientos en asociación con instituciones públicas
de todos los niveles (Federales, de estado, del Distrito Federal y Municipios);
fomentar programas de formación para el desarrollo de competencias creativas
y gestión de emprendimientos creativos, dirigidos a emprendedores; articular
acciones de desarrollo para intercambio de experiencias de emprendimientos
entre emprendedores; crear y consolidar redes internacionales de
emprendimientos creativos; finalmente, proponer y ejecutar líneas de crédito a
emprendimientos y emprendedores creativos, en colaboración con las
instituciones financieras.

Igualmente determina que la Secretaría de Economía Creativa, es la


responsable de, entre otras, formular y apoyar acciones de formación de
emprendedores y cualificación de emprendimientos en sectores creativos;
formular e implementar herramientas y modelos de negocios de
emprendimientos creativos, sea de manera individual o en asocio con
entidades públicas o privadas.

Respecto del emprendimiento juvenil, el Decreto No. 6.629, de 24 de


noviembre de 2008, Reglamento el Programa Nacional de Inclusión de Jóvenes
– Projovem, instituido por la Ley No. 11.129, de 2005. Aunque esta ley no hace
referencia al emprendimiento, el Decreto contempla el emprendimiento como
forma de inclusión de los jóvenes en el mundo laboral; además, incluye los
estudiantes o egresados de la educación superior en los programa de
emprendimiento.

En relación con la CT&I, la Ley No. 10.973, de 2 de diciembre de 2004,


Prevé incentivos para la innovación y la investigación científica y tecnológica en
el entorno de producción y da otras medidas, originalmente no incluye ninguna
referencia al emprendimiento. No obstante, esta Ley fue modificada por la Ley
No. 13.243, de 11 de enero de 2016, por la cual se prevé incentivos al
desarrollo científico, la investigación, la capacidad científica y tecnológica y la
innovación y modifica varias leyes, la cual sí le introduce varias disposiciones
sobre el tema: incluye el concepto de incubadora de empresas y parques
tecnológicos para brindar apoyo al emprendimiento y la capacitación de
recursos humanos en emprendimiento.

Ya en materia laboral y de seguridad social, se evidencia que Brasil


cuenta con las Leyes No. 8.212 y No. 8.213 ambas de 1991, las cuales
contienen las disposiciones sobre la organización, los planes y beneficios de la
377
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Seguridad Social, pero que contemplaban inicialmente la figura del


emprendedor como tal.

Estas leyes fueron modificadas por la Ley Complementaria 123, de 14


de diciembre de 2006 (Ley General de la Micro y Pequeña Empresa) que
tampoco incluyó expresamente a los emprendedores.

Pero dos años después, se emite la Ley Complementaria No. 128, de 19


de diciembre de 2008, que modifica la Ley Complementaria No. 123, de
diciembre de 2006, y crea la figura del Microemprendedor individual. Estas
normas buscan facilitar la formalización de los emprendedores agilizando los
procesos de inscripción, así como concediendo beneficios, particularmente a
los emprendedores de economía solidaria, como la exención de tasas y otros
importes relacionados la supervisión y vigilancia de la salud.

De aquí se derivan varias resoluciones expedidas por el Comité de


Gestión de la Red Nacional para la Simplificación del Registro y la Legalización
de Empresas y Negocios (CGSIM, por sus siglas en portugués): la Resolución
CGSIM No. 2, de 1 de julio de 2009, Disposiciones sobre un procedimiento
especial para el registro y legalización del microemprendedor; la Resolución
CGSIM No. 10, de 7 de octubre de 2009, por la cual se estandariza la dirección
a ser utilizada en la Red Nacional para la Simplificación del Registro y la
Legalización de Empresas y Negocios (REDESIM, por sus siglas en Portugués)
y por el Sistema de Registro del Microemprendedor Individual, para su
constitución, modificación o extinsión; la Resolución CGSIM No. 16, de 17 de
diciembre de 2009, Disposiciones sobre el procedimiento especial para el
registro y la legalización del Microemprendedor Individual; la Resolución
CGSIM No. 18, de 9 de abril de 2010, el cual Reglamenta la Transferencia de
Datos del Microemprendedor Individual a entidades representadas en la
CGSIM y sus grupos de trabajo, instituciones financieras y otras.

Asimismo, la Ley General de Micro y Pequeña Empresa, Ley


Complementaria No. 123, de 2006, es modificada por la Ley Complementaria
No. 139, de 2011 y Ley Complementaria No. 147, de 2014, en las que se
mejoran las condiciones de trámites simplificándolos.

2.15.4 Normatividad local.

A nivel local, dado que no existe un Boletín Oficial que compile las
normas de todos los Estados, se consultó el Diario o la Prensa Oficial de cada
uno de ellos.

Así, se evidenció que en el Estado de Mato Grosso, si bien no se


encuentran normas expresas sobre materia de emprendimiento, sí se observa
tienen disposiciones que refuerzan su estructura organizacional sobre el tema
con la Ley Complementaria No. 566, de 20 de mayo de 2015, que dispone la
organización administrativa del Poder Ejecutivo del Estado, emitida por la
Asamblea Legislativa del Estado, que en el inciso VI del Art. 26 establece como

378
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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una de las funciones de la Secretaría de Desarrollo Económico del Estado, la


promoción, el fomento y el apoyo al espíritu empresarial.

A su vez, el Gobernador del Estado, emite el Decreto No. 257, de 23 de


septiembre de 2015, en el cual determina la estructura administrativa de la
Secretaría de Desarrollo Económico del Estado, determinando que dicha
dependencia tendrá como una de las unidades administrativas, la Oficina del
Subsecretario de Emprendimiento e Inversión, además de la Superintendencia
de Apoyo al Pequeño y Micro Emprendedor y la Coordinación de
Emprendimiento.

De igual modo, en el Estado de Mato Grosso del Sur, se observa que


cuentan con la Secretaría de Estado de Cultura, Turismo y Emprendimiento.
Pero, además, tienen la Ley No. 3.974, de 29 de noviembre de 2010, en la cual
se establece la Semana Estatal del Joven Emprendedor.

Por su parte, la Asamblea Legislativa del Estado de Paraná cuenta con


la Ley Complementaria No. 163, de 29 de octubre de 2013, por la cual se
establece un trato especial y favorable a las microempresas y pequeñas
empresas, buscando, entre otros, incentivar y formalizar los emprendimientos,
particularmente el del microemprendedor individual y en la que se prioriza la
instalación del Portal del Emprendedor Paranaense, y dentro de este, el Centro
Virtual de Servicios y Licencias Estatales, además de la creación del Salón del
Emprendedor Paranaense, el cual tiene como objetivo asegurar la prestación
del servicio unificado por parte de los organismos del Estado brindando
información detallada y requerida para la apertura de empresas, expedir los
certificados que el empresario requiera, permitir el acceso electrónico necesario
para el registro y formalización de las micro y pequeñas empresas; también, en
convenio con instituciones públicas o privadas, ofrecer servicios de manera
física o virtual, sobre planes de negocio, estudios de mercado, orientación
sobre créditos y programas de apoyo por parte del Estado.

En el Estado Pernambuco se observa que la Secretaría de Micro y


Pequeña Empresa, cuenta con la Agência do Empreendedorismo Individual e
Autônomo, que se encarga de intermediar entre emprendedores y clientes.

Del Estado Río de Janeiro, se encuentra la Ley No. 4340, de 6 de


noviembre de 2012, por la cual se instituye el Programa de Educación
Emprendedora en las escuelas públicas del Estado, con el que se busca
desarrollar el espíritu emprendedor, incentivar el surgimiento de negocios
innovadores y algunas de las actividades contenidas en la ley son la
elaboración del plan de negocio, visita a empresas, la Feria del Joven
Emprendedor y la exposición de proyectos emprendedores, entre otros.

Y en el Estado de San Pablo, se observa el Decreto No. 52.185, de 20


de septiembre de 2007, que organizacionalmente, sustituye el nombre de la
Coordinación de Políticas de Relaciones Laborales por el de Coordinación de
Políticas de Emprendimiento, que hace parte de la Secretaría de Empleo y
Relaciones Laborales, y se le asignan entre otras funciones, las de promover y
379
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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ejecutar planes, programas y proyectos de fomento del autoempleo y el


cooperativismo, estimular el desarrollo de emprendimientos a través de líneas
de microcrédito y colaborar con las administraciones municipales para que
ofrezcan un ambiente favorable al desarrollo del emprendimiento.

También se encuentra la Ley No. 15.693, de 3 de marzo de 2015, que


crea el Plan Estatal de Educación Emprendedora, para inclusión del
emprendimiento en las escuelas de enseñanza media y en las escuelas
técnicas, en el cual, además se proponen como actividades dentro del Plan, la
Feria del Joven Emprendedor, el Club Juvenil de Emprendimiento y el Centro
de Educación Empresarial.

Y la Ley No. 16.335, de 30 de diciembre de 2015, que instituye el


Programa Municipal San Pablo Afroemprendedor, el cual platea dentro de sus
objetivos, el de desarrollar acciones para el fortalecimiento del emprendimiento
negro, así como de grupos y comunidades tradicionales, en los sectores
cultural, artístico, turístico, estético y de identidad. Asimismo, crear la Red
Municipal de Micro y Pequeños Afroemprendedores, que posible el intercambio
de experiencias y desarrollo de negocios solidarios. Y ordena al Poder
Ejecutivo crear una Comisión Especial de Apoyo al Afroemprendedor,
conformado por entidades y representantes, tanto del sector público como
privado.

De la Asamblea Legislativa del Estado de Sergipe, se encuentra la Ley


No. 5.772, de 12 de diciembre de 2005, el cual dispone sobre la reorganización
del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (CONCIT), el cual establece en el
Art. 3 como competencias de este organismo, promover, coordinar y articulas
los programas y actividades de investigación, innovación tecnológico y
emprendimiento; incentivar el emprendimiento tecnológico en los sectores
público y privado; acompañar y evaluar el desempeño de las actividades de
investigación, innovación tecnológica y emprendimiento que sean financiadas
con recurso estatales.

En último lugar, para el caso del Distrito Federal, se encuentra el


Decreto No. 34.720, del 7 de octubre de 2013, expedido por el Gobernador del
Distrito, por el cual se modifica el Decreto que reglamenta la Ley
Complementaria No. 704, de 18 de enero de 2005, sobre incentivos
económicos para la generación de empleo. En este decreto se hace referencia
al apoyo y financiamiento de los emprendedores económicos, tanto urbanos
como rurales, sean microemprendedores individuales, micro o pequeñas
empresas.

Además, de la Ley No. 5.447, de 12 de enero de 2015, por el cual se


instituye el Programa Afroemprendedor, que tiene entre otros objetivos,
desarrollar estrategias y acciones para el fortalecimiento y desarrollo de los
emprendedores afro-brasileros del Distrito, en todos los segmentos de la
economía, con especial énfasis en las comunidades y territorios tradicionales;
crear la Red del Distrito Federal de Micro y Pequeños Afroemprendedores,
para facilitar el intercambio de experiencias y el desarrollo de negocios
380
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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solidarios, especialmente el cooperativo. Para lo anterior, autoriza celebrar


convenios y asociaciones con personas físicas o jurídicas, de derecho público o
privado, nacionales o extranjeros, que tengan afinidad con el Programa.

Igualmente, se encuentra el Decreto No. 36.688, de 21 de agosto de


2015, mediante el cual se crea el Comité Gestor de Emprendimiento,
encargada de coordinar las acciones gubernamentales para promover el
emprendimiento empresarial en todas sus variables: startups, emprendedores
digitales, emprendedores de comidas, emprendedores juveniles,
emprendedores sociales, por ejemplo; promover una política pública de
emprendimientos que se complemente e interactúe con otras políticas, incluso
las que están a cargo de otras dependencias gubernamentales; promover un
ambiente socioeconómico, político y tecnológico favorable para el
emprendimiento; simplificación de trámites para creación de empresas; buscar
mecanismos de identificación de emprendedores potenciales; promover la
capacitación de los emprendedores; fomentar el emprendimiento a través de
microcréditos; promover estudios relacionados con el tema; entre otros.

También se observa el Decreto No. 36.826, de 22 de octubre de 2015, el


cual dispone sobre la estructura administrativa de la Secretaría de estado de
Economía, Desarrollo Sostenible y Turismo del Distrito Federal; norma que
incluye dentro de las competencias de esta dependencia el área del
emprendimiento y la capacitación de los microemprendedores individuales.

Asimismo, se identifican varias normas relacionadas con la simplificación


de trámites y beneficios financieros y tributarios para microemprendedores y
emprendimientos cooperativos y rurales.

2.16 Regulación jurídica del emprendimiento en Chile.

En la República de Chile, se realizó la búsqueda de información


normativa sobre el emprendimiento en la página oficial del Gobierno 596, del
Ministerio de Economía, Fomento y Turismo597, de la Corporación de Fomento
de la Producción (Corfo)598, el Congreso Nacional599, del Poder Judicial600 y de
la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile601.

2.16.1 Sobre el Estado.

La Constitución Política chilena, de 1980 con una última reforma en el


año 2015, determina un Estado unitario, con un Presidente de la República a
quien corresponde el gobierno y la administración del Estado.
596
REPÚBLICA DE CHILE, GOBIERNO. Página web: http://www.gob.cl/
597
REPÚBLICA DE CHILE, MINISTERIO DE ECONOMÌA, FOMENTO Y TURISMO. Página
Web: www.economia.gob.cl
598
REPÚBLICA DE CHILE, CORPORACIÓN DE FOMENTO DE LA PRODUCCIÓN (CORFO).
Página Web: / http://www.corfo.cl/
599
REPÚBLICA DE CHILE, CONGRESO NACIONAL. Página Web: http://www.congreso.cl/
600
REPÚBLICA DE CHILE, PODER JUDICIAL. Página Web: http://www.pjud.cl/
601
REPÚBLICA DE CHILE, CONGRESO NACIONAL. Biblioteca del Congreso Nacional de
Chile. Página web: http://www.leychile.cl/
381
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Un Congreso Nacional, compuesto por dos ramas: la Cámara de


Diputados y el Senado.

El Poder Judicial, conforme el Código Orgánico de Tribunales de 1943,


establece como tribunales ordinarios a la Corte Suprema, las Cortes de
Apelación, los tribunales de juicio oral en lo penal, los juzgados de letras y los
juzgados de garantías. Como tribunales especiales tiene a los juzgados de
familia, los Juzgados de Letras del Trabajo, los Juzgados de Cobranza Laboral
y Provisional y los Tribunales Militares.

Como organismos autónomos están el Ministerio Público, encargado de


la investigación de los hechos que constituyan delito. Se organiza por una
Fiscalía Nacional y un Consejo General que funciona como órgano asesor del
primero, Fiscalías Regionales y estas se organizan a través de fiscalías locales.

También, como organismo autónomo se cuenta con el Tribunal


Constitucional; el Tribunal Calificador de Elecciones (para elección del
Presidente, diputados, senadores y plebiscitos) y los Tribunales Electorales
Regionales; el Servicio Electoral dirigido por un Consejo Directivo; la
Contraloría General de la República, para el control de legalidad de los actos
de la Administración y los fondos del Fisco; y el Banco Central.

Ya a nivel territorial, se divide en 15 regiones (gobernadas por un


intendente nombrado por el Presidente) y estas en 54 provincias, cuyo
gobierno regional se constituye por el intendente y el consejo regional. De
manera desconcentrada al intendente, existe la figura del gobernador,
nombrado por el Presidente y de acuerdo a las instrucciones del intendente, la
supervigilancia de los servicios públicos de la provincia.

Las provincias se dividen en comunas cuya administración reside en la


municipalidad, constituida por el alcalde y el concejo.

2.16.2 Intervención del Estado en la economía.

La Constitución chilena reconoce el derecho de los ciudadanos a


desarrollar cualquier actividad económica y garantiza la propiedad industrial.
De igual modo, permite que el Estado y sus organismos puedan desarrollar
actividades empresariales o participar en empresas, sometidas a la legislación
aplicable a los particulares.

2.16.3 Normatividad nacional.

A nivel nacional se identifica el Decreto 61, de 2013, publicado el 27 de


mayo de 2013, instituye el 29 de abril como el “Día Nacional del
Emprendimiento”.

Además se encuentra el Decreto 244, de 2014, publicado el 9 de marzo


de 2015, en el que crea el Consejo asesor temporal del Ministerio de
382
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Economía, Fomento y Turismo, denominado "Consejo Asesor para el


Financiamiento de las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) y el
Emprendimiento", para proponer una "Estrategia Nacional de Financiamiento
de las Pequeñas y Medianas Empresas y el Emprendimiento".

Y el Decreto 101, de 2015, publicado el 21 de enero de 2015, por el cual


se crea el programa Más Capaz, con el fin de apoyar el acceso y permanencia
en el mercado laboral de mujeres, jóvenes y personas con discapacidad. Una
de las líneas establecidas en la norma es “Más Capaz Mujer Emprendedora”,
dirigido a mujeres entre 18 y 64 años, que busca que pretendan desarrollar un
emprendimiento económico, que incluye la gestión del negocio, el diagnóstico y
fortalecimiento de las capacidades productivas, asistencia técnica y asignación
de un fondo.

Pero la más alta relevancia en el tema, la tiene la Corporación de


Fomento de la Producción (Corfo), la cual fue creada en 1939 por el Estado y
que ha sido promotora de grandes empresas chilenas.

Esta dependencia, fomentadora del emprendimiento y el desarrollo


económico del país, cuenta con varios programas que jalonan los proyectos en
toda la República. Así, cuenta con varios instrumentos:

Primero, el Corfo tiene en su estructura diez gerencias y una dirección.


Dentro de estos, existe la Gerencia de Emprendimiento, cuyo objeto es
justamente facilitar la puesta en marcha y desarrollo de nuevas empresas. De
esta Gerencia dependen la Subgerencia de Financiamiento Temprano de
Emprendimientos, la Subgerencia de Ecosistema de Emprendimientos y la
Unidad Programa Start–Up Chile.

Segundo, cuenta con el Comité de Emprendimiento. Para ello, la


Resolución (A) No. 379, de 2012, ejecuta el Acuerdo de Consejo No. 2.738, de
2012, y aprueba el Reglamento del Comité de Emprendimiento, con una última
modificación mediante Resolución (A) No. 40, de 2014. Este Comité es el
encargado de aprobar la creación, las bases y sus modificaciones de los
programas, convocatorias concursos y líneas de financiamiento de postulación
permanente.

Tercero, tiene el Programa de Promoción y Atracción de Inversiones de


Alta Tecnología, con una última modificación mediante Resolución (A) No. 147,
de 2008.

Cuarto, disponen del Comité de Asignación Regional de Fondos de


Emprendimiento e Innovación, reglamentado mediante la Resolución (A) No.
166, de 2012, el cual pone en ejecución el Acuerdo de Consejo No. 2.717, de
2012.

Quinto, unas de las estrategias más relevantes es el Programa de


Emprendimientos Locales (PEL), reglamentado mediante Resolución (E) No.
1158, de 2012. El objetivo de dicho programa es fortalecer la gestión de los
383
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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emprendedores de una localidad a través del desarrollo de competencias y la


cofinanciación de la inversión, además de diagnosticar y elaborar planes de
negocio, para personas naturales y jurídicas que lleven menos de un año de
actividad.

Sexto, otro instrumento de apoyo con el que cuenta esta Corporación es


el Programa de Apoyo a los Centros Chile Emprende, reglamentado mediante
Resolución (A) No. 11, de 2014, a través de los cuales se busca brindar
servicios de orientación y asistencia técnica a los emprendedores. Un servicio
de orientación integral sobre los apoyos disponibles en la Red de Fomento
Pública para facilitar la creación de las empresas.

Séptimo, la Gerencia de Emprendimiento, expidió la Resolución No. 844,


de 2014, en la cual establece las bases del Programa “Capital Semilla”, cuyo
objetivo es apoyar a emprendedores en el desarrollo de sus proyectos de
negocio de alto potencial de crecimiento, mediante la cofinanciación de
actividades para su creación y puesta en marcha. A este programa pueden
postularse personas naturales o jurídicas que no hayan iniciado actividades
ante el Servicio de Impuestos Internos en los 24 meses anteriores a la
postulación del proyecto.

Este programa financia actividades de adquisición de conocimiento


(como estudios de mercado, de propiedad intelectual, de validación comercial o
adquisición de bases de datos), desarrollo de un producto viable, actividades
de exploración y búsqueda de clientes, actividades de constitución de la
persona jurídica, desarrollo de proveedores, protección de la propiedad
intelectual e industrial, elaboración o actualización de planes de negocio,
certificaciones de productos por entidades reguladoras, actividades de difusión
comercial, arrendamiento de inmuebles, empaquetamiento comercial y
adquisición de activos.

Si bien Chile no tiene una alta producción normativa en materia de


emprendimiento, destaca por su espíritu emprendedor. El secreto que hace de
Chile un país emprendedor por esencia, radica en una fuerte cultura
empresarial que poseen sus habitantes y un estructurado paquete normativo
que le ayuda a ser más competitiva, con un régimen tributario ajustado a las
empresas de menor tamaño con base en los ingresos efectivamente
percibidos, agilidad en los trámites de creación de empresas a través de
medios electrónicos, por ejemplo.

2.17 Regulación jurídica del emprendimiento en Paraguay.

En la República Oriental del Uruguay, se realizó la búsqueda de


información normativa sobre el emprendimiento en la página oficial de la
Presidencia602, del Ministerio de Industria y Comercio603, dela Gaceta Oficial604,
del Congreso605, y de la Corte Suprema de Justicia606.

602
REPÚBLICA DEL PARAGUAY, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Página web:
www.presidencia.gov.py
384
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

2.17.1 Sobre el Estado.

La Constitución de la República de 1992, define que el Poder Legislativo


es ejercido por el Congreso, compuesto de una Cámara de senadores y otra de
diputados.

El Poder Ejecutivo es ejercido por el Presidente de la República y cuenta


con la Procuraduría General de la República, que representa los intereses
patrimoniales de la República y asesora jurídicamente la Administración
Pública.

La administración de justicia está a cargo del Poder Judicial, ejercido por


la Corte Suprema de Justicia, por los tribunales y por los juzgados. Dentro de
los tribunales, la misma Constitución define el Tribunal de Cuentas en el
artículo 265 y el Tribunal Superior de Justicia Electoral en el artículo 275.
Además, el Ministerio Público, que goza de autonomía funcional y
administrativa, lo ejerce el Fiscal General del Estado y los agentes fiscales.

Como órganos autónomos están la Defensoría del Pueblo, la Contraloría


General de la Nación y la Banca Central de Estado.

Para efectos políticos y administrativos, el territorio nacional se divide en


dos regiones, oriental y occidental, compuestos por 17 departamentos (cuyo
gobierno es ejercido por un gobernador y por una junta departamental) y
250municipios (a cargo de un intendente y de una junta municipal).

El Distrito Capital de Asunción es un Municipio, pero independiente de


todo Departamento.

2.17.2 Sobre la intervención del Estado en la economía.

La Constitución paraguaya establece en el artículo 176 que el Estado


debe promover el desarrollo económico con el objeto de impulsar un
crecimiento ordenado y sostenida, crear nuevas fuentes de trabajo y la riqueza.

En este marco, en los artículos 107 y siguientes, se reconocen algunos


derechos económicos como el de dedicarse a la actividad económica que más
prefiera, que los bienes de producción pueden circular libremente por el país,
se reconoce la propiedad privada y se permite la creación de monopolios y que

603
REPÚBLICA ORIENTA DEL URUGUAY, MINISTERIO DE INDUSTRIA Y COMERCIO.
Página Web: www.mic.gov.py
604
REPÚBLICA DEL PARAGUAY, DIRECCIÓN DE PUBLICACIONES OFICIALES. Página
web: http://www.gacetaoficial.gov.py/
605
REPÚBLICA DEL PARAGUAY, CONGRESO. Página web: www.congreso.gov.py
606
REPÚBLICA DEL PARAGUAY, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Página Web:
www.pj.gov.py

385
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

el Estado fomentará la empresa cooperativa (art. 113), así como la promoción


de la pequeña y de la mediana empresa agrícola (art. 115).

De igual modo se permite que el Estado tenga empresas o pueda participar en


ellas con inversionistas privados creando empresas mixtas.

2.17.3 Normatividad nacional.

Básicamente se encuentra la Ley No. 4.457 de 2012, “Para las micro,


pequeñas y medianas empresas (Mipymes)”, reglamentada por Decreto No.
11.453 de 2013, la cual trae por objeto proveer un marco regulatorio que
permita promover y fomentar la creación, desarrollo y competitividad de las
micro, pequeñas y medianas empresas. Para ello crea el Sistema Nacional de
Mipymes, el cual cuenta en el artículo 12 como uno de sus fines “fomentar la
constitución de incubadoras de empresas y formación de emprendedores”.

Para ello, una de las estrategias es la creación dentro del Ministerio de


Industria y comercio, del Viceministerio de las Micro, Pequeñas y Medianas
Empresas, al cual se le asigna en el artículo 14, entre otras funciones, la de
coordinar la implementación de programas de estudios como
emprendedurismo, ideas de negocio, plan de negocios y gestión empresarial,
con el Ministerio de Educación y Cultura para el nivel secundario.

A nivel tributario, el artículo 39 de esta ley, exonera a las microempresas


de todo tributo nacional, salvo del Impuesto al Valor Agregado (IVA y del
Impuesto Selectivo al Consumo (IC). Además, les autoriza a los Gobiernos
locales reducir el costo de las tasas y contribuciones municipales con el ánimo
de incentivar la formalización y la creación de microempresas en su
jurisdicción.

Por último, se identificó el Decreto No. 2794 de diciembre de 2014, por


medio del cual se aprueba el Plan Nacional de Desarrollo Paraguay 2030,
publicado en la Gaceta No. 1 del 2 de enero de 2015 y elaborado bajo la
coordinación de la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo
Económico y Social de la Presidencia de la República, el cual tiene numerosas
referencias al emprendimiento, como el hecho de incluir la promoción del
emprendimiento mediante el apoyo a empresas nuevas y jóvenes, el estímulo a
la creación de fondos de capital privado e incubadoras de empresas, como
elemento clave de la Política; fortaleciendo la capacidad de emprendimiento
productivo para las personas en situación de pobreza; la libertad de
emprendimiento para un crecimiento económico, inclusivo; líneas de acción
para promover el emprendimiento en jóvenes e incluso de personas recluidas;
inclusión de capacitación en emprendimiento en la educación a nivel medio y
superior; gestionar el emprendimiento rural; e impulsar el capital semilla e
implementar el fondo de garantía para fortalecer el emprendimiento y la
capacidad productiva de las MiPyMEs.

386
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

2.18 Regulación jurídica del emprendimiento en Uruguay.

En la República Oriental del Uruguay, se realizó la búsqueda de


información normativa sobre el emprendimiento en la página oficial de la
Presidencia607, del Ministerio de Economía y Finanzas608, del Ministerio de
Industria, Energía y Minería609, del Parlamento610, y del Poder Judicial611.

2.18.1 Sobre el Estado.

La Constitución de la República dispone que el Poder Legislativo es


ejercido por la Asamblea General, compuesta por dos cámaras: una de
Representantes y otra de Senadores; el Poder Ejecutivo ejercido por el
Presidente de la República actuando con los Ministros respectivos y el Poder
Judicial ejercido por la Suprema Corte de Justicia y por los Tribunales de
Apelaciones y el Contencioso Administrativo, además de los Juzgados.
También se cuenta con una Corte Electoral.

Con carácter autónomo están el Tribunal de Cuentas para presupuestos,


gastos y pagos; el Banco de Previsión Social, el Banco Central de la República.

A nivel territorial, Uruguay se divide en 19 departamentos gobernados


por un Intendente elegido por sufragio universal y una Junta Departamental
conformada por ediles, que emite decretos con fuerza de ley para el respectivo
departamento. Estos, a su vez, se dividen en 89 municipios gobernados por
alcaldes y concejales.

2.18.2 Sobre la intervención del Estado en la economía.

A diferencia de los países de la región, Uruguay no contempla en su


Constitución una disposición expresa relativa a la dirección económica por
parte del Estado.

No obstante, en relación con la actividad empresarial, el artículo 36


dispone que toda persona puede dedicarse a la industria y al comercio, salvo
las limitaciones que le imponga la ley. Situación que refuerza el artículo 53 al
señalar que todo ciudadano tiene el deber de aplicar sus energías físicas o
intelectuales para ganar su sustento a través de una actividad económica.

607
REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Página web:
www.presidencia.gub.uy
608 REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY, MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZASA.
Página web: www.mef.gub.uy/
609
REPÚBLICA ORIENTA DEL URUGUAY, MINISTERIO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y
MINERÍA. Página Web: www.miem.gub.uy/
610
REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY, PODER LEGISLATIVO. Página web:
www.parlamento.gub.uy
611
REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY, PODER JUDICIAL. Página Web:
www.poderjudicial.gub.uy

387
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Universidad de Alicante

Al igual que las demás constituciones, el artículo 108 de la Carta


uruguaya, autoriza al Estado para que participe en actividades industriales y
comerciales de empresas que hayan sido formadas por aportes de obreros,
cooperativos o capitales privadas, siempre y cuando haya libre consentimiento
de la empresa y las partes.

2.18.3 Normatividad nacional612

2.18.3.1 Proyectos de ley.

Revisadas las páginas oficiales del Parlamento y Ministerio de Industria,


Energía y Minería, se encuentran varios proyectos de ley que no nacieron a la
vida jurídica.

Primero, se encuentra el proyecto de ley, política de jóvenes


emprendedores, Repartido No. 1140 de mayo de 2013, presentado ante la
Cámara de Representantes, en el cual se declara de interés general dicha
política para apoyar los estudiantes de últimos años de carreras técnicas o
tecnológicas, así como egresados recientes que deseen desarrollar sus propias
empresas, creando sus propias fuentes de trabajo.

Para ello, se proponía la creación de un Comité de Apoyo a Jóvenes


Emprendedores dirigido por la Dirección Nacional de artesanías, Pequeñas y
Medianas Empresas, Dinapyme, e integrado por varias entidades como la
Corporación Nacional para el Desarrollo y el Banco de Previsión Social, así
como por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Ministerio de
Desarrollo Social, además de exigir de todos los organismos del Estado el
apoyo a esta política.

Y se ordenaba la generación de un plan de capacitación en el cual se les


ayudara a los jóvenes emprendedores a definir la idea y el plan de negocio, la
gestión de una pequeña empresa y tutorías durante la puesta en marcha del
emprendimiento; además de crear un Portal del Joven Emprendedor donde se
alojara toda la información de utilidad para orientar a los jóvenes
emprendedores.

Todo ello, enmarcado en la igualdad de oportunidades y sustentado en


dos ejes principales: el apoyo técnico al emprendimiento y la ayuda al
desarrollo mismo.

Este proyecto, pasó a la Comisión de Legislación del Trabajo cuyo texto


fue revisado en una sesión ordinaria en el año 2013 y una extraordinaria en el
año 2015, siendo finalmente archivado en virtud del Artículo 147 del
Reglamento de la Cámara de Representantes, el cual ordena el archivo de los

612
Revisada la normatividad uruguaya en materia de emprendimiento, se observa que el
Parlamento de este país hace un uso constante de este término en su sentido común de iniciar
algo, un proyecto, un programa, una intervención en infraestructura, minería, en ejecutar una
obra.

388
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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proyectos pendientes de la Legislatura anterior por cambio de periodo ordinario


de sesiones o que hayan sido desechados por la Cámara.

En segundo lugar, también se identifica un proyecto de ley presentado


en abril del año 2013 por la Dirección Nacional de artesanías, Pequeñas y
Medianas Empresas, Dinapyme, el cual al parecer nunca fue radicado en el
Parlamento. En dicho borrador se presenta una definición de emprendedor; se
crea el Instituto Nacional de Emprendimiento; se destina un capítulo para el
fomento de la educación para el desarrollo de una cultura emprendedora que
incluye la formación docente, la educación primaria, secundaria, técnico-
profesional y terciaria; se promueve la creación de centros de emprendimiento
y incubadoras de empresas en las universidades públicas y privadas; se
propone una exoneración porcentual por meses de actividad de aportes
jubilatorios patronales, igual para el IVA Mínimo, exoneración del impuesto a
las rentas de las actividades económicas, beneficios que el Poder Ejecutivo
podría hacer retroactivos.

También se propone la creación de un Fondo Nacional de Fomento a los


Emprendedores financiado por un 3% del impuesto del Fondo de Reconversión
Laboral, con tres líneas: fondo de garantía para emprendedores, capital semilla
y fondo de crédito.

2.18.3.2 Normas vigentes.

La normatividad encontrada en Uruguay, ha podido agruparse según el


aspecto del emprendimiento a fomentar.

Incubadoras de empresas. A nivel nacional, se identifica inicialmente la


Ley 17.581, creación de diversos programas, publicada en el Diario Oficial del
12 de noviembre de 2002, No. 26134, en la cual se crea el Programa de
Incubadora de Empresas, con la finalidad de facilitar el surgimiento y
consolidación de nuevas empresas innovadoras. Así como el Programa de
apoyo a las Sociedades de Garantía Recíproca, para apoyar emprendimientos
de carácter innovador y que busquen la exportación y la creación de empleo.

A nivel general, la Ley No. 18.602, del año 2009, crea la Agencia
Nacional de Desarrollo, a la cual le asigna como uno de sus cometidos,
promover el emprendedurismo en todo el territorio nacional.

Apoyo financiero. En materia de apoyo financiero se identifica la Ley


16.622, Fondo Nacional de Garantía, publicada en el Diario Oficial del 23 de
noviembre de 1994, No. 24179. Este Fondo fue creado con el fin de garantizar
los créditos obtenidos en el sistema financiero público o privado o afianzar los
adeudos comerciales originados en las adquisiciones de bienes de capital. Y
tratándose de empresas nuevas o emprendimientos originales, se toma en
cuenta para efectos de su categorización, la creación de nuevas fuentes de
ocupación laboral, la viabilidad comercial o exportadora del proyecto y el capital
a integrar (sea financiero o tecnológico), tal como dispone en su artículo sexto.

389
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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En materia rural, se identifica la Ley 17.115, Desarrollo Apícola,


publicada en el Diario Oficial del 1 de julio de 1999, No. 25304, en el cual se
crea el Fondo de Desarrollo Apícola, con el cual se busca financiar proyectos
de producción, industrialización, comercialización y exportación de productos
apícolas (como miel, colmenas, propóleo, jalea real, cera, polen y derivados)
tratando con preferencia a los emprendedores de menor capacidad económica,
tal como lo señala en el Artículo 6 de la citada ley.

Igualmente, dentro del aspecto del financiamiento por parte del Estado,
se identifica la Ley 18.406, por el cual se crea el Instituto Nacional de Empleo y
Formación Profesional, publicada en el Diario Oficial el 10 de noviembre de
2008, No. 27608, y que contempla como algunos de sus cometidos, apoyar la
capacidad emprendedora de las personas, brindar apoyo crediticio a los
emprendimientos productivos que generen empleo decente, así como
desarrollar acciones, programas, investigaciones y asistencia técnica que
respondan a los requerimientos de los emprendimientos del sector productivo.

Beneficios tributarios. Los tributos en Uruguay, pueden clasificarse en


tres: impuestos, tasas y contribuciones especiales de seguridad social.

Conforme la Ley No. 16.713, publicada en el Diario Oficial el 11 de


septiembre de 1995, No. 24372, las contribuciones especiales de seguridad
social se generan por el desarrollo de actividad personal remunerada de
cualquier naturaleza, sea como trabajador dependiente o independiente y se
aplican sobre las remuneraciones (sean en dinero o especie) realmente
percibidas por los sujetos pasivos de los tributos, que en general hacen
referencia a los aportes personales jubilatorios y por servicios bonificados, que
se paga por las actividades que ponen en riesgo la vida, la integridad física o
mental o exijan un alto grado de esfuerzo que haga imposible un rendimiento
normal y regular más allá de cierta edad.

En relación con las contribuciones especiales, el Parlamento del


Uruguay cuenta con la Ley No. 18.874, Monotributo Social MIDES, publicado
en el Diario Oficial del 11 de enero de 2012, No. 283989. Esta ley permite que
los emprendimientos personales (empresas unipersonales), los
emprendimientos asociativos (sociedades de hecho) de máximo cuatro socios
o los emprendimientos asociativos (sociedades de hecho) integrados por
máximo cinco familiares de hasta un cuarto grado de consanguinidad o un
segundo de afinidad y que además de lo anterior no tengan personal
dependiente y se encuentren por debajo de la línea de pobreza de acuerdo al
Instituto Nacional de Estadística pueden optar por no pagar las contribuciones
especiales de seguridad social y todos los impuestos nacionales los cuales son
sustituidos por una prestación tributaria unificada llamada Monotributo Social
MIDES.

Además, la misma norma estipula en el Artículo 15 que el Ministerio de


Desarrollo Social debe asumir el costo del impuesto al Valor Agregado por las
compras que realice cuando contrate con un monotributista social MIDES.

390
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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Emprendimientos biotecnológicos. La Ley 19.317, Biotecnología,


publicada en el Diario Oficial No. 29161 del 2 de marzo de 2015, presenta una
definición de lo que debe entenderse por “nuevo emprendimiento” y en el
artículo 5 determina que la actividades orientadas de desarrollar nuevos
emprendimientos biotecnológicos, así como su comercialización, se encuentran
comprendidas en dicha ley.

Se crea el Consejo Sectorial de Biotecnología al cual se le asigna en el


artículo 11 como uno de sus objetivos el desarrollo conjunto de nuevos
emprendimientos entre la academia, el sector productivo público y el privado.

Y la Autoridad de Aplicación nombrada para ello, es la encargada de


llevar el Registro Nacional de Emprendimientos Tecnológicos, conforme el
artículo 12, para lo cual, el artículo siguiente crea el Registro Nacional de
Emprendimientos Biotecnológicos para los emprendedores que deseen
acogerse a los beneficios de la ley, dependiente del Ministerio de Industria,
Energía y Minería.

Además, el artículo 14 crea el Fondo de Estímulo a la Biotecnología para


financiar aportes de capital inicial a nuevos emprendimientos.

Emprendimiento juvenil. También se encuentra la Ley No. 19.133,


empleo juvenil, publicado en el Diario Oficial el 16 de octubre de 2013, No.
28822, que tiene un buen componente de emprendimiento.

En primer lugar, la misma ley determina que parte de su objeto es


promover el trabajo decente de las personas jóvenes para lo cual regula
instrumentos para la promoción de emprendimientos juveniles autónomos,
destinando un capítulo solo a los emprendimientos juveniles.

El Artículo 28 de la norma define el emprendimiento juvenil como toda


iniciativa productiva que no tenga más de cinco años de iniciada, cuya
dirección sea ejercida por una persona joven entre 18 y 29 años de edad o que
intervengan al menos el 51% de jóvenes en el emprendimiento.

Para su apoyo, la ley se enfoca en cinco aspectos: 1) la formalización de


los emprendimientos; 2) la financiación, para lo cual faculta a los organismos
crediticios del Estado y a las personas públicas no estatales para formular
programas de acceso a créditos con intereses y plazos preferenciales; 3)
asistencia técnica por parte de los organismos del Estado y de las personas
públicas no estatales; 4) incluye dentro estos beneficios a las cooperativas
sociales juveniles; y 5) el seguimiento a emprendedores y microempresarios
jóvenes.

391
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

2.19 Regulación jurídica del emprendimiento en Argentina.

En Argentina se realizó la búsqueda de información normativa sobre el


emprendimiento en la página oficial de la Presidencia613, del Ministerio de
Industria y Comercio614, del Congreso de la Nación615, del Senado de la
Nación616, de la Cámara de Diputados617, del Boletín Oficial618, del Sistema
Argentino de Información Jurídica619 y del Centro de Documentación de
información620.

2.19.1 Sobre el Estado.

La Constitución de la Nación Argentina data de 1853, siendo su última


reforma del año 1994, adopta el gobierno de república federal.

El Poder Legislativo lo tiene el Congreso, compuesta de dos cámaras:


Cámara de Diputados y Senado. La Constitución dispone que sea competencia
del Congreso dictar los Códigos Civil y Comercial. A este organismo también le
corresponde el control económico y financiero del sector público, con apoyo de
la Auditoría General de la Nación.

El Poder Ejecutivo lo desempeña el Presidente de la Nación.

El Poder Judicial es ejercido por la Corte Suprema de Justicia y los


Tribunales inferiores. La administración de dicho poder y el nombramiento de
los magistrados les corresponden al Consejo de la Magistratura.

Como órgano independiente está el Defensor del Pueblo, cuya función


gira alrededor de la defensa de los derechos humanos y los intereses tutelados
por la Constitución y la Ley, así como de hacer control de las funciones
administrativas públicas.

613
REPÚBLICA ARGENTINA, PRESIDENCIA DE LA NACIÓN. Página web:
www.argentina.gob.ar/
614
REPÚBLICA ARGENTINA, MINISTERIO DE INDUSTRIA. Página web:
www.industria.gob.ar. Se aclara frente al nombre de este organismo, que antes se
denominaba Ministerio de Producción, luego Ministerio de Industria y Turismo y en la
actualidad conserva el nombre de Ministerio de Industria, de manera que se encuentran
normas vigentes que hacen uso de los tres nombres pero que se refieren en la actualidad al
mismo que se cita.
615
REPÚBLICA ARGENTINA, CONGRESO DE LA NACIÓN. Página Web:
www.congreso.gob.ar/
616
REPÚBLICA ARGENTINA, SENADO DE LA NACIÓN. Página Web: www.senado.gov.ar/
617
REPÚBLICA ARGENTINA, CÁMARA DE DIPUTADOS. Página Web: www.diputados.gov.ar
618
REPÚBLICA ARGENTINA, BOLETÍN OFICIAL. Página Web: www.boletinoficial.gob.ar
619
REPÚBLICA DE ARGENTINA, PRESIDENCIA DE LA NACIÓN. Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos, Sistema Argentino de Información Jurídicas. Página web:
http://www.infojus.gob.ar/. Esta página tiene como especial que aquí se encuentra la
información contenidas de todas las fuentes del derecho: normas, jurisprudencia y doctrina
interrelacionadas entre sí, tanto del ámbito nacional como del provincial agilizando la búsqueda
de normas sobre emprendimiento en el país.
620
REPÚBLICA ARGENTINA, PRESIDENCIA DE LA NACIÓN. Ministerio de Economía y
Finanzas, Centro de Documentación de Información, InfoLeg. Página web:
http://infoleg.mecon.gov.ar/
392
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

También, de manera independiente, está el Ministerio Público, integrado


por el Procurador General de la Nación y el Defensor General de la Nación, los
cuales promueven la defensa de la legalidad de los intereses generales de la
sociedad.

La Nación se divide en estados federados denominados provincias, cada


una cuenta con su propia constitución y un gobierno federal está presidido por
los Gobernadores. En total, son 24 provincias más la ciudad Autónoma de
Buenos Aires, que tiene un régimen de gobierno autónomo.

Todas las provincias tiene su Poder Legislativo, unas con órgano


unicameral, otras con órgano bicameral y todas tienen su Poder Judicial, en
algunas provincias denominadas Superior Tribunal de Justicia o Tribunal
Superior de Justicia.

Conforme la Constitución, cada provincia tiene la facultad para regular el


régimen municipal y la Corte Suprema de Justicia de la Nación, mediante
sentencia del 21 de marzo de 1989621, estimó que los municipios tienen
personalidad que los diferencia del resto de la administración provincial y
dotado para llevar a cabo su el gobierno y la administración de los asuntos
locales.

2.19.2 Intervención del Estado en la economía.

La Constitución argentina es muy corta y solo se limita a reconocer que


todos los habitantes de la Nación gozan de derecho a trabajar, a comerciar y a
ejercer toda industria lícita.

Y en general, le atribuye al Congreso la competencia de proveer lo


conducente al desarrollo humano, al progreso económico y a la productividad
de la economía nacional.

2.19.3 Normatividad nacional.

En el orden nacional argentino, sobresale la Ley No. 25.872, publicado


en el Boletín Oficial de 9 de Febrero de 2004, por la cual se creó el Programa
Nacional de Apoyo al Empresariado Joven. Como uno de los objetivos de la
ley, se plantean fomentar el espíritu emprendedor en la juventud promoviendo
la creación de empresas, brindar herramientas fiscales y financieras para la
juventud empresaria, incentivar proyectos que incorporen innovación
tecnológica y articular la acción del Estado con otras entidades públicas o
privadas, así como con universidades. También crea Programa de Fomento
Financiero para Jóvenes Emprendedores dentro del Programa Nacional de
Apoyo al Empresariado Joven. Además, entre otras herramientas que plantea
la ley al Poder Ejecutivo, está la promoción y el fomento no financiero, como
asistencia técnica, capacitación e investigación a los jóvenes emprendedores.

621
Caso Ángela Digna Balbina Martínez de Rivademar vs. Municipalidad de Rosario.
393
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
Universidad de Alicante

Se priorizan los proyectos presentados por micros, pequeñas y medianas


empresas, juventud excluida en situación de riesgo y los emprendedores
regionales donde haya altos índices de pobreza o desempleo.

Con posterioridad, se emite la Resolución 125/2011 del 10 de mayo,


expedida por la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo
Regional, en el cual se aprueban las condiciones de acceso al Programa
Capital Semilla, dirigido a los jóvenes emprendedores, de 18 a 35 años, con
una idea de negocio o con un plan de negocios.

La más reciente es la Ley 27.349, publicada en el Boletín Oficial el 12 de


abril de 2017, ley de Apoyo al Capital Emprendedor en el país y su expansión
internacional así como la generación de capital emprendedor en la República
Argentina, la cual tiene por objeto “apoyar la actividad emprendedora en el país
y su expansión internacional, así como la generación de capital emprendedor
en la República Argentina.” Y dispone varias estrategias financieras,
simplificación de trámites, deducciones de impuestos y la creación de las
sociedades por acciones simplificadas.

2.19.4 Normatividad local

Ya a nivel provincial, se encuentran muchas más disposiciones.

La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sanciona la Ley


3.252, publicada en el Boletín Oficial el 5 de noviembre de 2009, por la cual se
instituye el Día del Emprendedor Porteño, el cual debe coincidir con el último
día hábil de la Semana Global del Emprendedorismo (GEW).

También se encuentra la Ley 5.315, publicada en el Boletín Oficial de 7


de agosto de 2015, en la cual se Instituye el "Diploma al/la Emprendedor/a",
como un reconocimiento a los emprendedores que hayan realizado un
significado aporte a la sociedad con su actividad en distintos campos.

Por su lado, la Provincia de Buenos Aires, cuenta con el Decreto


Reglamentario de la Ley 13.136, Apoyo y promoción de las unidades
económicas de actividades laborales de autoempleo y subsistencia, publicado
en el Boletín Oficial de 30 de octubre de 2006, con la que se busca dar apoyo a
las unidades económicas para el autoempleo, formación, capacitación,
asistencia técnica; difundir la cultura emprendedora; promover asociaciones
entre emprendedores; facilitar acceso al capital inicial e inscripción de los
emprendedores.

También se observa la Ley No. 14.029, publicada en el Boletín Oficial el


24 de septiembre de 2009, por la cual la Provincia de Buenos Aires se adhiere
a la Ley Nacional 25.872 de creación del Programa Nacional de Apoyo a
Jóvenes Empresarios. Esta adherencia se hace el objetivo de promover la
creación de nuevas empresas en el territorio bonaerense; promover la inserción
de los jóvenes en el mundo empresarial; conceder herramientas técnicas,
fiscales y financieras con el objeto de crear proyectos elaborados por
394
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
Departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal – Facultad de Derecho
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empresarios jóvenes; entre otras, a través de acciones de promoción de


políticas de estado en la creación de empresas, inclusión en la currícula
educativa programas de promoción del espíritu emprendedor entre todos los
niveles de enseñanza y otorgamiento de beneficios tributarios y crediticios.

Para ello, crea el Programa Provincial de Apoyo a Jóvenes Empresarios


en la órbita del Ministerio de la Producción de la Provincia de Buenos Aires y
crea el “Premio provincial al joven empresario”, entre otras disposiciones.

Esta ley fue reglamentada mediante Decreto 304/2014, publicado en el


Boletín Oficial el 26 de junio de 2014.

Por su lado, la Provincia de Entre Ríos, cuenta con la Ley No. 10.394,
publicada el 16 de octubre de 2015, Régimen de Promoción para el
Emprendedurismo Joven Entrerriano, que crea el “Fondo Especial para
Desarrollo del Emprendedurismo Joven Entrerriano”, con formación,
capacitación, promoción y financiamientos de los proyectos productivos de los
jóvenes.

En otro campo, la Cámara de Diputados de la Provincia de La Pampa,


sanciona la Ley No. 1534, publicada en el Boletín Oficial de 30 de marzo de
1994, Instituyendo nuevo régimen de promoción industrial y minera, con la que
se busca apoyar la industria y la actividad minera, sea de grandes, medianos o
pequeños emprendimientos o incluso de microemprendimientos de
características artesanales (a escala reducida y aporte personal preeminente
del emprendedor y su familia); señalando que existen emprendimientos nuevos
(los que inician actividad productiva con posterioridad a la presentación de la
inclusión en este régimen) y emprendimientos en marcha (al momento de la
solicitud de beneficios ya se encuentra en etapa productiva).

En la Provincia de La Rioja, la Cámara de Diputados sancionó la Ley No.


6.983, publicada el 14 de noviembre de 2000, Programa de Promoción y
Fomento a la Producción y Empleo Riojano, que busca apoyar ideas
emprendedoras y viables, crea el Sistema Riojano de Garantías para
Microemprendedores, el Fondo de Promoción de Microempresas y un sistema
de "Premios al Emprendedor Riojano".

En la Provincia de Misiones, la Cámara de Representantes, sancionó la


Ley 3736, publicada en el Boletín Oficial el 2 de enero de 2001, sobre
Regulación y organización de la promoción y fomento de emprendimientos
turísticos alternativos, para lo cual se busca la difusión de los emprendimientos
de turismo alternativo, como el turismo de aventura, educativo, temático,
agroturismo y ecoturismo; asistencia técnica y capacitación; promoción de
sistemas de créditos e incentivos para dichos emprendimientos; coordinación
con organismos a nivel provincial y nacional para obras de infraestructura y
servicios para el desarrollo de los emprendimientos; así como propiciar
convenios con organismos tanto públicos como privados.

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La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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En la Provincia de San Juan, cuentan con el Decreto No. 1.126/15,


publicado el 13 de Octubre de 2015, que aprueba el Programa Emprendedor
en Potencia, con destino al fomento y fortalecimiento de la industria, con el
objeto de impulsar el espíritu emprendedor, mediante financiación,
asesoramiento técnico y vinculación con entidades que promuevan su
desarrollo.

El Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de San Luis,


expidieron la Ley No. 1-0658-208, Ley Generación de Empleos, publicada en el
Boletín Oficial de 16 de enero de 2009, en el capítulo relacionado al
autoempleo, se hace alusión al apoyo económico del mini-emprendimiento, sin
definirlo pero aludiendo como ejemplos a los emprendimientos de huertas y
crianza de animales, y concediéndoles la exención de abonar tributos
provinciales.

Finalmente, la Legislatura de la Provincia de Santa Fe, expidió la Ley


12.375, publicada en el Boletín Oficial el 27 de diciembre de 2004, sobre
Creación del "Programa de Promoción y Asistencia a emprendimientos
productivos sociales", tiene como el primero de sus objetivos, incentivar,
acompañar y favorecer iniciativas para la creación de unidades productivas
sostenibles buscando la creación de puestos de trabajo. Para ello, la misma ley
crea el Fondo de Promoción y Asistencia a Emprendimientos Productivos
Sociales y el Registro Provincial de Emprendedores.

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La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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ANEXO 3

REGULACIÓN JURÍDICA DEL EMPRENDIMIENTO EN LAS


COMUNIDADES AUTÓNOMAS DE ESPAÑA

En España, a nivel regional, se evidencia que las comunidades


autónomas también han expedido varias normas relacionadas con el tema del
emprendimiento, las cuales se presentan por cada Comunicad, guardando el
orden cronológico de las normas:

3.1 Comunidad Autónoma de Extremadura.

En esta Comunidad se destaca el Decreto 95/2008, de 23 de mayo, por


el que se intensifican las ayudas de apoyo al emprendimiento, publicado en el
Diario Oficial de Extremadura (DOE) Núm. 103, el 29 de mayo de 2008,
establece en el artículo 1, que su objeto está en regular las bases para el inicio
del Plan Emprende, con el cual se busca prestar apoyo adicional a los
proyectos presentados por los emprendedores en la Comunidad Autónoma.

En el artículo tercero, define la “nueva empresa emprendedora” como


aquella que está pendiente de constituir o que estando ya constituida tenga
menos de un año de antigüedad en el ejercicio de su actividad.

Lo que hace esta norma es asignar mayores recursos a programas y


ayudas creados por otras normas, como al régimen de incentivos industriales
extremeños a la inversión para el tejido empresarial de la Comunidad
Autónoma de Extremadura, al programa de financiación prioritaria del tejido
empresarial de la Comunidad Autónoma de Extremadura, al programa de
ayudas de impulso de la competitividad empresarial en Extremadura,
apostando por la promoción de la cultura emprendedora y por el fomento de la
Iniciativa Emprendedora.

En la Ley 4/2011 de 7 de marzo, de Educación de Extremadura, se


observa que el artículo 81 se dedica a la capacidad emprendedora y en
relación con esta, se evidencia de la Consejería de Educación, la Orden de 31
de mayo de 2011 por la que se crea la Red Extremeña de Escuelas
Emprendedoras y se regula la convocatoria para la incorporación a la misma de
los centros educativos públicos de enseñanza no universitaria de Extremadura,
publicado en el DOE Núm. 113, de 14 de junio de 2011, la cual establece como
objetivos de dicha Red fomentar la iniciativa emprendedora entre los jóvenes,
trabajarlo de manera transversal a lo largo de todo el currículo e involucrando a
todos los agentes de la comunidad educativa, consolidar también una red de
apoyo a los docentes y acercar a los ciudadanos al emprendimiento.

397
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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La norma establece, además, los objetivos específicos de la Red,


determina quiénes pueden acogerse a ella y el procedimiento de incorporación,
estima que cada centro debe crear la figura de coordinador de iniciativa
emprendedora y desarrolla sus funciones. Establece los compromisos de los
centros que se adhieran a la Red, la expedición por cada centro de un
documento marco que recoja todas las actividades denominado “Proyecto
Emprendedor”. También crea la Comisión de Coordinación Autonómica de la
Red Extremeña de Escuelas Emprendedoras para el seguimiento y apoyo a la
Red. Esta Red luego se integrará a las Redes de Apoyo Social e Innovación
Educativa en los centros educativos sostenidos con fondos públicos de
enseñanza no universitaria de la Comunidad Autónoma de Extremadura,
reguladas en el Decreto 75/2015, de 21 de abril y publicado en el DOE Núm.
79, de 27 de abril.

Con fundamento en el artículo 81 de la ley educativa de esta comunidad,


se aprobaron los Decretos 108/2012 y 109/2012, de 15 de junio, (DOE Núm.
120, de 22 de junio de 2012), en los que se introdujeron contenidos en materia
de cultura emprendedora en el currículo tanto de Educación Primaria como de
Educación Secundaria Obligatoria.

También está el Decreto 27/2013, de 12 de marzo, por el que se


establecen las bases reguladoras de la subvención destinada a financiar los
gastos por asistencia jurídico-laboral y fiscal-contable necesarios para el inicio
de actividades empresariales o profesionales, las cuales cubren los doce
meses siguientes al inicio de las actividades empresariales.

Además, mediante el Decreto 89/2014, de 27 de mayo, se crea el


distintivo “Municipio Emprendedor Extremeño” el cual es modifica en el Decreto
8/2015, de 3 de febrero, publicado en el DOE Núm. 26, de 9 de febrero de
2015.

E igualmente, de la Consejería de Educación y Cultura se desprende la


Orden de 3 de marzo de 2015, (DOE Núm. 45, de 6 de marzo de 2015) por la
que se establecen y convocan los Premios de Cultura Emprendedora en la
Comunidad Autónoma de Extremadura, en la cual se establecen los Premios
de Cultura Emprendedora denominados Teenemprende, dirigidos a proyectos
presentados por centros que impartan Educación Secundaria Obligatoria y
Formación Profesional Básica. Igualmente, los premios Expertemprende, que
destaca los proyectos presentados por centros que impartan Bachillerato y
Ciclos de Formación Profesional de grado medio y superior.

Del rastreo, igual se evidencian múltiples resoluciones que dan


publicidad a variados acuerdos para desarrollar programas de emprendimiento
social, desarrollo rural, apoyo a la mujer y a la juventud emprendedora.

3.2 Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.

En esta Comunidad se observa la Ley 15/2011, de 15 de diciembre, de


Emprendedores, Autónomos y Pymes. Publicada en el BOE núm. 74, de 27 de
398
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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marzo de 2012. Esta ley, ya en el año 2011, buscaba promover la actividad


empresarial a través del apoyo a emprendedores. Y dentro de las estrategias
que plantea, se contempla la incorporación de los contenidos sobre cultura
emprendedora y creación de empresas en los decretos de desarrollo curricular,
tanto de la educación básica, como bachillerato y en la formación profesional,
estableciendo medidas de fomento en la enseñanza universitaria.

También considera la simplificación administrativa a través de la


tramitación telemática de creación de empresas, ventanillas únicas y agilización
de trámites. Crea el Observatorio Regional de Mercado como apoyo a los
emprendedores y dispone medidas relacionadas con la Prevención de Riesgos
Laborales, ordenando que la Administración de la Junta de Comunidades de
Castilla-La Mancha prestará asesoramiento técnico gratuito en prevención de
riesgos laborales a las personas emprendedoras, organizará encuentros y les
brindará formación en el tema. También ordena establecer una línea de
subvención para cofinanciar durante el primer ejercicio de la actividad el coste
derivado de la organización preventiva de la persona emprendedora, con un
servicio de prevención de riesgos laborales.

Crea la tutela a emprendedores como el apoyo y asesoramiento técnico


que precise toda actividad empresarial para su funcionamiento ordinario y para
ello estima que el Gobierno debe fomentar y promover el asociacionismo de los
diferentes sectores empresariales representativos de los emprendedores que
tutelen las iniciativas de aquellos durante los tres primeros años de actividad.

En materia de ayudas insta a la coordinación económica entre entidades


públicas y privadas; y autoriza que las empresas de emprendedores puedan
solicitar la compensación de las deudas públicas con los créditos reconocidos
por la entidad pública a su favor por actos administrativos, ya tengan origen
tributario o no tributario.

Y ordena el Registro de autónomos y microempresas constituidas por


emprendedores, la promoción de acuerdos periódicos con las distintas
entidades financieras para posibilitar el acceso al crédito a los emprendedores,
facilitar contactos de los emprendedores con los “Business angels” e
inversores privados y facilitar mecanismos de internacionalización para los
emprendedores.

3.3 Comunidad Autónoma de las Illes Balears.

De esta comunidad se identifica la Ley 2/2012, de 4 de abril, de apoyo a


los emprendedores y las emprendedoras y a la micro, pequeña y mediana
empresa, publicada en el BOE núm. 105, de 2 de mayo de 2012, establece que
se debe desarrollar las políticas públicas y regulas los procedimientos
necesarios para fomentar el espíritu emprendedor y la figura del empresario,
crear un marco favorable para la creación de la micro, pequeña y mediana
empresa, así como crear instrumentos de apoyo económico, financiero y fiscal
que faciliten el desarrollo de los emprendedores.

399
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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En esta línea, esta ley establece que se debe incorporar en los decretos
de desarrollo curricular contenidos sobre formación y motivación para la
creación de empresas, particularmente en la educación secundaria y formación
profesional, así como su fomento en las universidades. Así mismo, exige
potenciar la capacitación técnica en gestión empresarial del emprendedor.

También solicita impulsar las políticas de responsabilidad social


empresarial para fomentar la implantación de actividades, planes y programas
de responsabilidad social en el desarrollo de los proyectos empresariales.

Asimismo, contiene disposiciones para la eliminación y reducción de


cargas administrativas, como la reducción de los tiempos, la ventanilla única,
automatización de la recogida de información y mejor coordinación
interadministrativa, por ejemplo. Le asigna la competencia a la Vicepresidencia
Económica, de Promoción Empresarial y de Empleo de coordinar las políticas
de apoyo a emprendedores y a la micro, pequeña y mediana empresa, la
elaboración de un plan de acciones cuatrienial, entre otras. Y le ordena al
Gobierno impulsar la coordinación de las infraestructuras existentes (como
viveros de empresas, parques industriales e Infraestructuras científico-técnicas
e industriales) para hacerlas más eficientes.

Por último, ordena acciones para el impulso a la financiación de proyectos


empresariales (como atrayendo inversión extranjera y creando una sociedad de
capital semilla y otra de capital de riesgo), entre otras alternativas que propone
el texto legal.

3.4 Comunidad Autónoma Valenciana.

En esta Comunidad se encuentra la Ley 2/2012, de 14 de junio, de


Medidas Urgentes de Apoyo a la Iniciativa Empresarial y los Emprendedores,
Microempresas y Pequeñas y Medianas Empresas de la Comunitat Valenciana,
publicada en el BOE núm. 161, de 6 de julio de 2012, que tiene por finalidad
fomentar el emprendimiento, destina un capítulo a la simplificación
administrativa, sustituyendo las licencias municipales para el ejercicio de la
actividad comercial por una declaración responsable del emprendedor y otros
dos requisitos.

Concedió exención y bonificación por tasas autonómicas por dos años


para los que iniciaran actividades empresariales en dichos años, además de
autorizar que las empresas soliciten la compensación de las deudas que
tengan con el Gobierno, seas tributarias o no, con los créditos reconocidos por
la Generalitat a su favor por actos administrativos. También dispone que la
Administración debe promover acuerdos periódicos entidades financieras, tanto
públicas como privadas, para facilitar el acceso al crédito a los emprendedores.

Dentro del tema del financiamiento, también considera las acciones que
se deben emprender para ello: como entregando el fondo de previsiones
técnicas de la Sociedad de Garantía Recíproca de la Comunitat Valenciana
para que se creen líneas de avales para financiar emprendedores en sus
400
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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distintas fases, participando la Administración minoritariamente en fondos de


capital de riesgo que inviertan en proyectos de emprendedores, creando capital
semilla con capital de riesgo y financiación público-privada, y líneas de
préstamos participativos con financiación pública para los proyectos de los
emprendedores. Además, permite que los apoyos dados a los jóvenes
emprendedores por el Institut Valencià de la Joventut sean compatibles con las
ayudas dadas por esta ley.

De igual manera, crea el Consejo Valenciano del Emprendedor, como el


máximo órgano en materia de apoyo a los emprendedores, con funciones de
coordinación y consulta; y crea la Plataforma del Emprendedor, en el marco de
la Administración Electrónica de la Comunitat, en la que se debe agrupar toda
la información útil al emprendedor, especialmente en materia de financiación.

Esta ley, presenta el mayor desarrollo normativo relacionado con el


fomento del emprendimiento en el ámbito educativo, de todas las normas
revisadas en España. Al respecto, toma medidas para la cultura del
emprendimiento en la educación primaria, secundaria, en el bachillerato y la
formación profesional, así como en la educación superior.

Para todo ello, se establecen disposiciones relacionadas con la


vinculación entre el sector productivo y el educativo; la promoción del
emprendimiento en estudiantes, docentes y personal administrativo; la inclusión
del incentivo al emprendimiento en las bases de ayudas, becas, premios y
subvenciones; la incorporación de la enseñanza para el emprendimiento en los
planes de estudio, incluso con asignación de créditos; promoción de la
investigación vinculada al emprendimiento y buscando siempre que los
estudiantes adquieran competencias y capacidades para el emprendimiento.
Para medir esto, le asigna funciones a la Agència Valenciana d'Avaluació i
Prospectiva en relación con el fomento del emprendimiento.

En las decisiones finales, termina haciendo algunas modificaciones a la


Ley de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos
Públicos; a la Ley sobre usos y edificación del suelo en la ley de la Generalitat,
Urbanística Valenciana; a la Ley de Prevención de la Contaminación y Calidad
Ambiental en relación con las licencias y autorizaciones ambientales; al Texto
Refundido de la Ley de Tasas de la Generalitat sobre las tarifas aplicables a los
emprendedores; y a las leyes de Consejos Sociales de las Universidades
Públicas Valencianas y de Coordinación del Sistema Universitario Valenciano,
en relación con la cultura y la iniciativa emprendedora.

3.5 Comunidad Autónoma del País Vasco.

Esta Comunidad cuenta con la Ley 16/2012, de 28 de junio, de Apoyo a


las Personas Emprendedoras y a la Pequeña Empresa del País Vasco,
publicada en el BOE núm. 172, de 19 de julio de 2012, la cual tiene por objeto
la promoción y el fomento de la actividad emprendedora.

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La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Contiene varias disposiciones relacionadas con el componente educativo


tanto en la educación secundaria como en la formación profesional y la
educación universitaria, haciendo especial énfasis en la ética empresarial y la
responsabilidad social, así como la conexión entre el mundo empresarial y el
académico.

También establece, buscando la simplificación administrativa, la


reducción y supresión de trámites, documentos, autorizaciones, plazos, así
como la homogeneización, normalización de producción documental y la
unificación de procedimientos.

A la par, se exige del Gobierno un informe de evaluación del impacto en


la constitución, puesta en marcha y funcionamiento de las empresas, así como
en la competencia y en la libertad de empresa, además de un índice anual de
carga y simplificación administrativa de las empresas en el País Vasco,
Además, ordena al Gobierno expedir un plan de apoyo a la actividad
emprendedora, de carácter interinstitucional y cuatrienal. Y establece los
objetivos básicos de los programas y actuaciones de apoyo a la actividad
emprendedora, en los que se busca facilitar la actividad emprendedora y la
creación de empresas, coordinar las políticas de apoyo públicas a los
emprendedores, la extensión de la cultura emprendedora, su financiación, el
desarrollo de un sistema integrado de información y orientación de la actividad
emprendedora y la internacionalización de la actividad emprendedora.

De igual modo, estipula la publicación de textos consolidados de las


disposiciones vigentes a través de redes telemáticas y el funcionamiento de
los puntos de asesoramiento e inicio de tramitación para personas
emprendedoras con los cuales se busca facilitar la creación de nuevas
empresas con la prestación de servicios de información, asesoría, tramitación
de documentos y apoyo a la financiación empresarial.

En este sentido, ordena a las administraciones públicas vascas


garantizar el acceso a toda la información sobre los procedimientos para el
inicio, ejercicio y conclusión de una actividad emprendedora, a través de una
ventanilla única y de medios electrónicos.

Contempla, igualmente, la compensación de las tasas municipales


vinculadas al inicio de actividad empresarial crea el Fondo de Capital Semilla
Mixto Público-Privado y ordena al Gobierno establecer unos montos anuales
para microcréditos. Del mismo modo busca la vinculación de inversoras e
inversores privados de carácter informal denominados «business angels»,
brindando apoyo a las redes de estos inversionistas.

3.6 Comunidad Foral de Navarra.

Esta Comunidad cuenta con el Decreto Foral Legislativo 4/2008, de 2 de


junio, Texto Refundido de la Ley Foral del Impuesto Sobre la Renta de las
Personas Físicas, publicado en el Boletín Oficial de Navarra No. 80, de 30 de
junio de 2008 y en la que, sin ser una norma expresa en materia de
402
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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emprendimiento, existen varias referencias al emprendimiento y los


emprendedores. Por ejemplo, contempla dentro de las rentas exentas las
ayudas concedidas por la Administración de la Comunidad Foral mediante el
programa "Beca Emprendedor". En la Disposición adicional cuadragésima
cuarta establece las características de la actividad emprendedora y los
requisitos para considerar las personas o entidades emprendedoras.

Pero, además, tiene la Ley Foral 12/2013, de 12 de marzo, de apoyo a


los emprendedores y al trabajo autónomo en Navarra, publicada en el BOE
núm. 83, de 6 de abril de 2013, la cual contempla dentro de sus objetivos la
creación de nuevas empresas a través del apoyo a nuevos emprendedores,
establece los principios informadores y desarrolla las políticas activas de
fomento del empleo autónomo y apoyo al emprendedor, dentro de la cual se
establecen -entre otros objetivos- el remover los obstáculos que impidan o
dificulten el inicio de la actividad económica, así como proveer la capacidad de
iniciativa empresarial.

Para ello, define ayudas para el aspecto financiero, para la asistencia


técnica, para la formación, el estudio de mercado y el análisis de viabilidad.

Se configuran como referentes para las actuaciones en políticas de


empleo, las medidas de emprendimiento relacionadas con actividades
económicas emergentes, relacionadas con energías renovables, turismo
sostenible, industrias culturales, salud, nuevas tecnologías y ecoindustriales; la
promoción de emprendimientos por parte de personas desempleadas y
personas jóvenes; formación para la creación de empresas; tramitación
electrónica en la creación de empresas; medidas para facilitar la viabilidad
financiera de los proyectos de emprendimiento y asesoramiento.

Para la financiación determina que el Gobierno de la Comunidad debe


promover la creación de fondos de inversión social públicos o mixtos, para el
apoyo de emprendedores y empresas, participando como cuenta en
participación o en el capital social. También contempla la creación de un
sistema autonómico de microfinanciación y ordena al Gobierno establecer un
sistema de incentivos fiscales para los nuevos emprendimientos y para las
entidades de apoyo.

3.7 Comunidad Autónoma de Castilla y León.

En Castilla y León se encuentra la Ley 5/2013, de 19 de junio, de


Estímulo a la Creación de Empresas en Castilla y León, publicada en el BOE
núm. 168, de 15 de julio de 2013, por la cual se busca el fomento de la
creación empresarial y la promoción de la figura del emprendedor. Dispone de
un capítulo para la iniciativa emprendedora en el Sistema Educativo, así como
la formación de emprendedores fuera de los centros educativos; se toman
medidas específicas de reducción de trabas administrativas (como aporte de
copias, peticiones de oficio, supresión de la obligación de presentar
traducciones juradas, así como creación de un repositorio electrónico con las
escrituras de constitución de las empresas), y se concede el carácter
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preferente a los procedimientos administrativos iniciados para la creación e


instalación de empresas y la posibilidad de la tramitación de urgencia para
gestionarlas en la mitad del plazo, así como la posibilidad de conceder
autorización o licencia provisional condicionada.

De igual forma, se constituye el Sistema Integral de Apoyo al


Emprendedor para la Creación de Empresas (SIAE), conformado en un
conjunto de recursos públicos y privados; también se decreta un acceso único y
coordinado a dicho Sistema por parte de los emprendedores.

La norma autoriza la presentación coordinada de medidas de apoyo al


desarrollo inicial de la idea de negocio (como revisión de planes de negocio,
disponer de un agente de acompañamiento empresarial, proporcionar viveros e
incubadoras, creación de un banco de ideas y la creación de una comunidad
digital de emprendedores), apoyo a la producción y a la comercialización,
apoyo a la innovación (como creación de empresas de base tecnológica) y a la
financiación (con ayudas públicas, acceso al crédito para inversión a través de
la bonificación de los costes financieros, acceso al crédito a través del
reforzamiento de las Sociedades de Garantía Recíproca, tutorías al
emprendedor para captación de fondos de capital riesgo e inversión, capital
semilla y captación de inversión extranjera, entre otros.)

Esta ley orden la elaboración de un plan de apoyo a la creación de


empresas así como la celebración de un Foro Regional de Apoyo a la Creación
de Empresas y hace referencia a la coordinación de Infraestructuras para
proyectos empresariales, tales como viveros de empresas, incubadoras,
parques científicos y tecnológicos y parques empresariales.

3.8 Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

Esta Comunidad dispone de la Ley 5/2013, de 8 de julio, de apoyo a los


emprendedores y a la competitividad e internacionalización de las pequeñas y
medianas empresas (PYMES) de la Región de Murcia, publicado en el BOE
núm. 195, de 15 de agosto de 2013. Tiene como una de sus finalidades
promover el emprendimiento. Se toman medidas en la enseñanza no
universitaria, universitaria y la formación de emprendedores y
reemprendedores por fuera de los centros educativos. También hace referencia
a la simplificación de la tramitación administrativa, a través de los Puntos de
Atención al Emprendedor, la simplificación de procedimientos administrativos y
utilización de medios electrónicos, se crea la Plataforma del Emprendedor y de
la Pyme, así como la Oficina de Atención del Emprendedor y de la Pyme. Se
crea el reconocimiento «Municipio Emprendedor» para los ayuntamientos que
en acuerdos suscritos con el Instituto de Fomento de la Región de Murcia
incentiven la actividad emprendedora. También se crea el Consejo del
Emprendimiento de la Región de Murcia.

Además, desarrolla el concepto de tutela a emprendedores,


entendiéndolo como el apoyo y asesoramiento técnico que precise toda
actividad empresarial para el inicio ordinario de la empresa, concibiendo como

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uno de los medios de tutela la colaboración público-privada y el asociacionismo


de la sociedad civil para brindar apoyo a los proyectos empresariales.

La norma, de igual modo, ordena la elaboración de un plan cuatrienal de


apoyo a emprendedores y establece su contenido. Contempla disposiciones en
materia de ayuda pública y financiación de para la creación de empresas, la
cooperación empresarial, además de exigir instrumentos para la
internacionalización. Y destina un apartado relacionado con la creación de
empresas de base tecnológica y la incorporación de tecnologías en sus
emprendimientos.

3.9 Comunidad Autónoma de La Rioja.

El Parlamento de La Rioja expidió la Ley 10/2013, de 21 de octubre, de


apoyo a emprendedores, autónomos y Pymes, publicado en el BOE núm. 268,
de 8 de noviembre de 2013, en la que se establece que deberán desarrollarse
las medidas para “fomentar y potenciar la figura del empresario, el espíritu
emprendedor, la creatividad y la innovación”, para crear un marco jurídico
favorable a los emprendedores para la creación de empresas, reduciendo las
obligaciones y cargas administrativas, así como para coordinar e instrumentar
políticas y medidas de apoyo que faciliten la actividad de los emprendedores.

Además, constituye la Oficina única empresarial como el sistema integral


de apoyo a los emprendedores, orientados a la creación de empresas y el
acceso de los emprendedores a este sistema será único y coordinado en toda
la Comunidad Autónoma a través de la red de oficinas de apoyo a la creación
de empresas, que pueden ser públicas o privadas.

Todo el Título I lo dedica al fomento de la cultura emprendedora en el


ámbito educativo universitario y no universitario, dentro de los cuales se
formulan algunas líneas de acción relacionadas con la proyección de la
actividad emprendedora de los estudiantes a la exportación, el diseño de
prácticas en todas las asignaturas adecuadas para fomentar la creación de
empresas con créditos universitarios asignados, plan tutorial de apoyo en la
actividad emprendedora o la constitución de empresas innovadoras de base
tecnológica producto de investigaciones en alianza con el sector productivo.

De igual modo hace referencia a la simplificación de procedimientos que


sean rápidos, sencillos y seguros para la obtención de autorizaciones,
permisos, licencias o subvenciones que se requieran en la creación de
empresas, como la exigencia de originales o copias compulsadas, recepción de
documentación en cualquier unidad. En esta dirección se declaran de carácter
preferente los procedimientos administrativos para la creación de empresas y
dárseles trámite de urgencia para reducir los plazos a la mitad. Asimismo,
determina potenciar la automatización de los procedimientos de la
Administración y su conexión con otras administraciones públicas, de manera
especial para la creación de empresas.

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El Título III se destina al apoyo de los emprendedores, determinando


que a nivel financiero, el Gobierno de La Rioja apoyará el otorgamiento de
microcréditos para emprendedores, los cuales pueden ser compensados con
las deudas de naturaleza pública que tengan los emprendedores , realizará
acuerdos con entidades públicas y privadas para facilitar el acceso de los
emprendedores a créditos, apoyará a las sociedades de capital semilla y
sociedad de capital riesgo, fomentará la atracción de inversión nacional y
extranjera y mecanismos de financiación de los costes de propiedad industrial.

También hay disposiciones encaminadas a garantizar la seguridad y


salud laboral de los emprendedores como la asesoría técnica gratuita por parte
de la Consejería competente

La Ley, además, determina que la Comunidad Autónoma debe tomar


medidas para la elaboración de planes de desarrollo, tutores que hagan el
acompañamiento empresarial al emprendedor, crear un banco de proyectos al
servicio de los emprendedores, proporcionar a los emprendedores espacios
físicos donde puedan realizar su actividad, así como viveros e incubadoras,
parques empresariales y parques científicos y tecnológicos, así como líneas de
ayuda que aceleren los proyectos emprendedores; medidas de apoyo a la
consolidación del proyecto, medidas de apoyo a la innovación y a la
internacionalización.

Finalmente, se hacen varias modificaciones a la Ley 5/2002, de 8 de


octubre, de Protección del Medio Ambiente de La Rioja, en relación con las
licencias ambientales para las instalaciones y actividades comerciales.

3.10 Comunidad Autónoma de Galicia.

En esta Comunidad se identifica la Ley 9/2013, de 19 de diciembre, del


emprendimiento y de la competitividad económica de Galicia, publicada en el
BOE núm. 25, de 29 de enero de 2014, corregida dos veces en el mismo año
de publicación y modificada una vez el año siguiente en relación con los
impuestos, busca incentivar la creación de empresas, define quién se
considera emprendedor y qué es una actividad emprendedora y establece un
listado de seis condiciones en las cuales no se considerará una persona
emprendedora, establece unos principios y medidas de simplificación
administrativa, potenciando la administración electrónica, asignando a los
puntos de atención al emprendedor funciones de recepción de solicitudes de
creación de empresas, comunicaciones y declaraciones, entre otras.

Ordena la creación de la unidad Galicia Emprende como programa


transversal de apoyo a las personas emprendedoras, con asesoría y apoyo
para la maduración de la idea empresarial, evaluación de proyectos,
presentación de informes anuales y remisión del emprendedor a la entidad con
competencias en materia de emprendimiento.

Determina que la entidad instrumental del sector público autonómico con


competencias en materia de emprendimiento debe recopilar la información de
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los viveros e incubadoras de empresas de la comunidad y creará con ellas una


red virtual.

Como medidas para facilitar la financiación de las personas


emprendedoras y poner en marcha las nuevas empresas, establece que la
Administración General de la Comunidad Autónoma puede conceder
préstamos, crédito, garantías o avales de manera directa o a través de otras
entidades públicas o privadas; incentivos a fondo perdido y fondos de capital
riesgo y capital semilla, para lo cual ordena crear un fondo de capital riesgo
Galicia Emprende, programas de microcrédito para emprendimiento,
cofinanciación concertada con entidades públicas y privadas, por ejemplo, a
través de las participaciones minoritarias en capital o a través de préstamos
participativos y creará fondos de coinversión público-privada.

Igualmente, hace referencia a los inversores de apoyo al


emprendimiento limitando su participación hasta el 50% del capital de la
empresa participada. En este sentido se ordena la creación de la Red gallega
de inversores e inversoras particulares de apoyo al emprendimiento como
recopilación de personas inversoras; dicha Red recibirá los proyectos de
emprendimiento y mediará la captación de inversiones para ellas. Para ello se
debe crear un sistema de acreditación de inversores en la que se valorará la
financiación efectiva de los emprendimientos.

Asimismo, trae medidas en el ámbito educativo; servicios de acompañamiento


en todo el ciclo de capacitación previa, consolidación y crecimiento; considera
medidas de fomento en ámbito específicos como igualdad de género y apoyo
en el medio rural; crea el Consejo Gallego de Economía y Competitividad y los
comités ejecutivos.

También considera varias medidas en la racionalización de trámites


como la supresión en la Comunidad Autónoma la necesidad de obtención de
licencia municipal de actividad, apertura o funcionamiento para la instalación de
cualquier actividad económica empresarial, industrial o comercial, bastando
solo una comunicación previa al Ayuntamiento. No obstante lo anterior, se
conservan la autorización ambiental y los procedimientos de evaluación de
impacto e incidencia ambiental.

Más adelante, contempla varias disposiciones relacionadas con los


espectáculos públicos y actividades recreativas, su tramitación mediante
licencia municipal (su contenido, vigencia, extinción, revocación y caducidad).

Y presenta un régimen sancionador con un listado de infracciones leves,


graves y muy graves, relacionadas con condiciones de legalidad, veracidad,
seguridad, incumplimientos.

Finalmente, contempla varias disposiciones transitorias, derogatorias y


finales. Dentro de estas últimas, destaca la disposición final primera, en la cual
se modifica el Texto refundido de las disposiciones legales de la Comunidad
Autónoma de Galicia en materia de tributos cedidos por el Estado, aprobado
407
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por Decreto legislativo 1/2011, de 28 de julio, en la cual se resalta, entre otra


disposiciones, la deducción en la cuota íntegra autonómica para los
contribuyentes que hagan inversiones en la adquisición de acciones o
participaciones sociales en entidades nuevas, de reciente creación. También la
reducción del 95 % de la base imponible del impuesto sobre sucesiones y
donaciones por la adquisición mortis causa por hijos e hija de bienes
destinados a la creación o constitución de una empresa. Y la deducción del
100% en la cuota gradual de la modalidad de actos jurídicos documentados en
el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados,
para primeras copias de escriturales notariales que documenten la constitución
de créditos hipotecarios destinados a financiar la adquisición de locales de
negocio.

3.11 Comunidad Autónoma de Canarias.

El Parlamento de esta comunidad, expidió la Ley 5/2014, de 25 de julio,


de Fomento y Consolidación del Emprendimiento, el Trabajo Autónomo y las
Pymes en la Comunidad Autónoma de Canarias, publicada en el
BOE núm. 238, de 1 de octubre de 2014. De entrada, dicha ley establece que
su objeto es la promoción de la actividad emprendedora, mediante la creación y
consolidación de las pymes; la misma ley trae la definición de emprendedores,
así como de las Microempresas, pequeñas y medianas empresas. El Título I lo
destina al fomento del espíritu emprendedor en la enseñanza no universitaria y
universitaria, incluyendo aspectos como los vínculos entre los empresarios y el
sistema educativo, módulos prácticos sobre creación de empresas, impulsando
la creación de oficinas de emprendedores en las universidades y se hace
referencia a los reemprendedores, que son personas que desean iniciar una
nueva actividad empresarial. También se establece la simplificación
administrativa, reduciendo cargas con las ventanillas únicas empresariales o
los puntos de atención al emprendedor. La norma incluye aspectos sobre
financiación e invita a los ayuntamientos para que con base en el real Decreto
Legislativo 2/2004, fijen precios públicos inferiores al coste incurrido en los
servicios que prestan a los emprendedores, sean personas físicas o
microempresas. Para todo ello, crea el Consejo de Apoyo al Emprendimiento,
al Trabajo Autónomo y a las Pymes Canarias.

De seguido, viene la Ley 6/2014, de 25 de julio, Canaria de Educación


no Universitaria, publicado en el BOE núm. 238, de 1 de octubre de 2014, la
cual señala en el artículo 33, que la formación profesional incluirán en su
currículo el fomento de la cultura emprendedora, así como creación y gestión
de empresas. También la disposición adicional novena, dispone que la
consejería competente en materia de educación deba disponer por sí misma o
en colaboración con otras entidades, recursos y procedimientos para que los
jóvenes con edades entre los 16 y los 25 años sin título académico o empleo,

408
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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permanezcan en una actividad formativa que mejore su capacidad de


emprendimiento.

3.12 Comunidad Autónoma de Cataluña.

De esta Comunidad se evidencian varias normas, siendo unas de las


más prolíficas sobre el tema. Así, se encuentra la Ley 10/2015, de 19 de junio,
de formación y cualificación profesionales, expedido por el Parlamento de
Cataluña y Publicado en el BOE núm. 164, de 10 de julio de 2015, señala en el
artículo 3 que el sistema de formación y cualificación profesionales tiene como
una de sus finalidades “desarrollar la identidad profesional y la actitud
emprendedora”; por eso el artículo 29 sobre el protocolo de orientación
académica o formativa y profesional, tiene en cuenta la orientación al
emprendimiento que tenga la persona.

Y el artículo 51 lo destina específicamente al tema del emprendimiento,


señalando las obligaciones que le corresponden a la Agencia Pública de
Formación y Cualificación Profesional de Cataluña, en relación con el tema,
como promover que se incluya formación básica relacionada con la aptitud y
competencias profesionales para la iniciativa emprendedora, los mecanismos
de creación de empresa y la economía social y cooperativa; velar porque los
centros de formación que desarrollen proyectos de fomento de la creación de
empresas puedan recibir ayudas en materia de empresa; y que estos centros
fomenten la creatividad y la ejecución de trabajos y proyectos con iniciativas
relacionadas con el emprendimiento y la creación de empresas y cooperativas.

Esta Comunidad cuenta también con la Ley 13/2015, de 9 de julio, de


ordenación del sistema de empleo y del Servicio Público de Empleo de
Cataluña, publicado en el BOE núm. 194, de 14 de agosto de 2015, incluye
igualmente el tema del emprendimiento. Así, esta norma señala que uno de sus
objetos consiste en facilitar la colaboración, cooperación y coordinación del
Servicio Público de Empleo de Cataluña con los departamentos con
competencias en políticas de fomento del emprendimiento, así como “facilitar la
cooperación con las universidades como agentes clave para la formación inicial
y a lo largo de la vida laboral, el fomento del emprendimiento, el nacimiento de
nuevas empresas intensivas en conocimiento…”. Igual, dentro de los servicios
ocupacionales, que son el conjunto de servicios y programas públicos que
integran las políticas de empleo de Cataluña, incluye el ámbito del fomento del
emprendimiento y en el artículo 24 establece como una de las funciones del
Servicio Público de Empleo de Cataluña fomentar el emprendimiento.

Por último, cuentan con la Ley 18/2015, de 29 de julio, de las


organizaciones interprofesionales agroalimentarias, publicado en el
BOE núm. 215, de 8 de septiembre de 2015, trae como una de sus finalidades,
“potenciar la formación y el emprendimiento de las mujeres en el sector
agroalimentario”.

409
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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3.13 Comunidad Autónoma de Andalucía.

La Ley 1/2015, de 21 de diciembre, del Presupuesto de la Comunidad


Autónoma de Andalucía para el año 2016, expedida por el Parlamento de
Andalucía y publicado en el BOE núm. 13 del 15 de enero de 2016, evidencia
la existencia de la Fundación Pública Andaluza Andalucía Emprende y de dos
fondos: el Fondo para emprendedores tecnológicos y el Fondo para el fomento
de la cultura emprendedora en el ámbito universitario.

3.14 Otras comunidades autónomas.

Dado que de cinco comunidades no se registraron normas en materia de


emprendimiento, se procedió a realizar la consulta directamente en el Boletín
Oficial de Aragón, en el Boletín Oficial del Principado de Asturias, el Boletín
Oficial de Cantabria y en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid. En
dichas publicaciones se encuentran algunas normas (en materia de educación,
convocatorias, subvenciones, contratos, convenios, presupuesto y empleo) en
las que se incluye el concepto de emprendimiento o emprendedor, pero sin
desarrollo alguno de manera específica.

Ya identificadas las normas sobre emprendimiento en la mayoría de


países de la región Iberoamericana y luego de hacer su respectiva revisión,
puede presentarse el siguiente análisis que ofrece su lectura conjunta y
sistemática622.

622
El informe compendiado de las normas identificadas país por país en materia de
emprendimiento en Latinoamérica, se puede consultar en los anexos del presente documento.
410
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ANEXO 4

LA DEFINICIÓN JURÍDICA DEL EMPRENDIMIENTO

Visto el marco general del emprendimiento, es pertinente plantear la


conceptualización desde el Derecho positivo, situación que se hace toda vez
que, efectivamente, se encuentra que en la normatividad existente en materia
de emprendimiento, sí se aclara en varias oportunidades lo que debe
entenderse por tal, en aplicación de las mismas normas.

4.1. El concepto de emprendimiento en España.

En el caso de España, las dos principales leyes que posee el país en


materia de emprendimiento no establecen lo que debe entenderse por tal, ni
siquiera para efectos de dar aplicación a las disposiciones contenidas en ellas
mismas. Sin embargo, en el Real Decreto Legislativo 3/2015, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley de Empleo, se establecen unos ejes de las
políticas de activación para el empleo, siendo el quinto de estos ejes el
emprendimiento. Así, en el artículo décimo se lee, que éste “comprende las
actividades dirigidas a fomentar la iniciativa empresarial, el trabajo autónomo y
la economía social, así como las encaminadas a la generación de empleo,
actividad empresarial y dinamización e impulso del desarrollo económico local.”
Como puede observarse, sintonizándose con las propuestas económicas, el
emprendimiento aquí se identifica con la iniciativa empresarial y las actividades
encaminadas a la actividad empresarial, ubicándose claramente en el
emprendimiento empresarial y desechando el intra-emprendimiento (es decir, el
emprendimiento de un trabajador o directivo al interior de una entidad ya
constituida), al exigir el trabajo autónomo.

Pero, además de ello, las normas regionales también contemplan el


aspecto de la creación o recién inicio de la empresa. De esta manera se
identifica el Decreto 95/2008, de 23 de mayo, por el que se intensifican las
ayudas de apoyo al emprendimiento, de la Comunidad Autónoma de
Extremadura, el cual en el artículo tres, entiende por nueva empresa
emprendedora, “aquellas empresas pendientes de constituir o las ya
constituidas y con menos de un año de antigüedad en el ejercicio de su
actividad.” Bajo una interpretación a partir de esta definición, se entiende que
el concepto de emprendimiento asumido para este norma, es el empresarial y
acoge la identificación por fases que, como se ha visto, es el sistema
establecido por el GEM para establecer cuándo una actividad empresarial se
considera emprendimiento o empresa consolidada; sin embargo, no puede
decirse que se acoge completamente a ello, toda vez que para el GEM los
emprendimientos van hasta los tres años y medios desde el inicio de
actividades mercantiles, mientras que la norma citada solo hace referencia a un
año.

También y de manera aún más extensa, el Decreto Foral Legislativo


4/2008, de 2 de junio, Texto Refundido de la Ley Foral del Impuesto Sobre la
Renta de las Personas Físicas, de la Comunidad Foral de Navarra, en la
411
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Disposición adicional cuadragésima cuarta, entiende por actividad


emprendedora “la actividad empresarial o profesional que tenga el carácter de
nueva, en el sentido de que no haya sido ejercida en los cinco años anteriores,
en todo o en parte, bajo otra titularidad. Se considerará actividad distinta la que
tenga diferente grupo en el Impuesto sobre Actividades Económicas. No se
considerará nueva la actividad que haya sido ejercida en los cinco años
anteriores por el cónyuge del emprendedor, así como por los ascendientes,
descendientes, o por una entidad en régimen de atribución de rentas en la que
hayan participado alguna de las personas citadas anteriormente. Tampoco
tendrá el carácter de nueva la actividad o explotación que haya sido adquirida
al titular ni en el supuesto de que se produzca una sucesión en la titularidad o
en el ejercicio de una actividad empresarial o profesional.” De esta basta
definición, se resalta el componente de novedad que exige la norma como
elemento determinante del emprendimiento y el plazo de cinco años que
establece como marco temporal para aceptar la actividad económica como
nueva. También queda claro que la norma hace referencia al emprendimiento
empresarial.

Igualmente, se observa que la Ley 16/2012, de Apoyo a las Personas


Emprendedoras y a la Pequeña Empresa del País Vasco, en el artículo
segundo, “entiende por actividad emprendedora el proceso mediante el cual
una persona física, una nueva empresa o una empresa ya existente en el
mercado inicia una nueva actividad productiva”, haciendo referencia al
emprendimiento en un sentido amplio, donde no se mira el emprendimiento
reducido a la generación de una empresa, sino a la nueva actividad productiva,
es decir, aquí sí se hace referencia de manera tanto a los extra-
emprendimientos realizados por las personas físicas, como a los intra-
emprendimientos, generados dentro de las empresas ya existentes. Pero,
además, se contempla no solo al emprendimiento realizado por la persona
natural sino que, además, puede deducirse que de manera indirecta está
aceptando los emprendimientos realizados por las personas jurídicas cuando
se señala que una empresa ya existente inicia una nueva actividad
productiva623.

Por último, para el caso de España, la Ley 9/2013, del emprendimiento y


de la competitividad económica de Galicia, contempla una larga definición de
actividad emprendedora, en la que incluye algunas variables en el artículo
quinto, de la siguiente manera:

“1. A efectos de la presente ley, se entenderá como actividad


emprendedora la consistente en realizar todo el conjunto de actuaciones

623
La lectura de esta disposición permite dos interpretaciones: una primera, en la que el
legislador vasco al hacer referencia a la empresa que inicia una nueva actividad económica, se
refiere a la persona jurídica, como pueden ser las sociedades comerciales o las cooperativas;
en una segunda posición podría optarse por entender que el legislador está reconociendo
personalidad jurídica a la empresa como tal, como patrimonio independiente y organismo
autónomo. Sin embargo, como se hará mención más adelante, esta segunda postura ha sido
seriamente revaluada por la doctrina jurídica, de manera que prima en la vigencia la primera
interpretación dada.
412
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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precisas para el comienzo efectivo de una actividad empresarial o profesional


por personas emprendedoras que mantengan y desarrollen un compromiso
ético permanente en su actuación, reflejado, entre otros aspectos, en la
vinculación al territorio y en el compromiso de mantenimiento de la actividad,
bien sea de forma autónoma, como autónomo o como cooperativista, socio o
socia de una pequeña o mediana empresa, sociedad laboral, o a través de
cualquier fórmula empresarial admitida en derecho, siempre que el domicilio
fiscal y social de la entidad se vaya a ubicar en Galicia y que la mayoría del
capital social sea de titularidad de personas emprendedoras.

2. También se considera actividad emprendedora la realización efectiva


de una actividad empresarial o profesional por personas emprendedoras
siempre que desde el comienzo de la misma haya transcurrido un plazo no
superior a cuarenta y dos meses, y siempre que la actividad no sea
continuación o ampliación de otra actividad anterior.

3. En relación con las medidas relativas a la sucesión de la empresa, se


considera actividad emprendedora la realización efectiva de la actividad
empresarial o profesional por la persona sucesora inter vivos o mortis causa
siempre que la persona sucesora cumpla los requisitos para ser considerada
persona emprendedora.

4. El inicio del ejercicio efectivo de la actividad económica se acreditará


mediante la justificación del alta en el impuesto de actividades económicas o en
el censo de obligados tributarios.”

Aquí, de nuevo se hace clara alusión a la actividad empresarial, pero al


igual que la norma de Navarra, incluye también el ejercicio profesional como
emprendimiento; también se enfatiza en el aspecto de novedad y el plazo
temporal en el que encierra dicha novedad es de cuarenta y dos meses,
acogiéndose al año y medio establecido por el GEM para los emprendimientos
empresariales.

4.2. El concepto de emprendimiento en América Latina.

Para el caso de América Latina, algunos países también se han


encargado de establecer límites conceptuales al tema del emprendimiento, en
más casos de lo presupuestado, de manera directa o a través de términos
análogos.

Iniciando con México, no se encuentra una definición en las leyes


federales, pero sí en las leyes estatales. Por ejemplo, en el Decreto 464 del 21
de mayo de 2014, Ley de Impulso al Conocimiento, Competitividad e
Innovación Tecnológica para el Desarrollo del Estado de Chihuahua, se hace
referencia a los nuevos negocios, “cuando están en su etapa de incubación y
etapas iniciales de operación” (artículo 2, fracción II; artículo 6, fracción XXVI).
De nuevo, se observa con claridad la alusión al aspecto empresarial y a las dos
etapas: previa y de inicio de actividades.

413
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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Y en el Decreto 541, Ley de Fomento y Desarrollo Económico del Estado


de Hidalgo, publicado en diciembre de 2007, en el artículo segundo se describe
el proyecto emprendedor como el “proceso de creación de una micro, pequeña
o mediana empresa, a partir de una idea o proyecto de negocio, de carácter
tradicional o innovador, que aporte tecnología, aumente valor al producto,
incursione en nuevos mercados y en general, a la iniciativa empresarial para
emprender nuevos proyectos o mejorar la competitividad de los existentes.”
Continuando la línea que ya traen las demás definiciones, de comprender el
emprendimiento desde la perspectiva empresarial y entendiéndolo como el
momento de creación empresarial, resaltando en esta norma, el aspecto
innovador.

Para el caso de El Salvador, no se presenta una norma concreta que


presente una descripción, como se ha observado en el caso de España y
México. Sin embargo, este país cuenta con la Política Pública Nacional de
Emprendimiento, que presenta una serie de definiciones, dentro de las cuales
se tiene el emprendimiento como “una manera de pensar y actuar orientada
hacia la creación de riqueza para aprovechar las oportunidades presentes en el
entorno o para satisfacer las necesidades de ingresos personales generando
valor a la economía y a la sociedad.” Se puede observar una definición amplia,
centrada a nivel general en el aspecto económico, aunque muy cercana a una
descripción de emprendimiento por necesidad, en los términos ya vistos
anteriormente.

En Honduras, se ubican varias referencias. Por ejemplo, en el Decreto


No. 135-2008, Ley para el fomento y desarrollo de la competitividad de la
micro, pequeña y mediana empresa, en el artículo tercero, sobre las
definiciones, trae como concepto el emprendedurismo, así: “Un emprendedor
es toda persona que tenga la iniciativa y decisión de llevar adelante un
proyecto empresarial en cualquier sector de actividad económica, ya sea con
fines económicos o sociales.” De este redacción se destaca, primero, que
aunque se establece un concepto, la definición corresponde es a la del
emprendedor; segundo, que puede derivarse el emprendedurismo como la
iniciativa y decisión de llevar adelante un proyecto empresarial, con indiferencia
del sector económico; tercero, que define expresamente el carácter empresarial
y además que se identifica con el proceso anterior a la consolidación de la
empresa; cuarto, que a diferencia de todas las demás definiciones, está sí
contempla tanto el emprendimiento económico como el social, pero al hacer
expresa referencia a la empresa, habrá que entender que el legislador
hondureño hace alusión a los emprendimientos sociales que generan sus
propios ingresos vía mercado.

Respecto de la etapa empresarial, el Decreto No. 57-2013, por medio del


cual se reforma la Ley de Apoyo Financiero para los sectores productivos de
Honduras, en uno de sus considerandos, define el emprendedurismo como “el
aglutinante de aquellas personas que tienen como propósito el inicio de una
actividad económica…” Aquí, como puede verse respecto de la definición
contenida en la ley del año 2008, ya no se incluyen los fines sociales. No se
pudo establecer si las razones de ese cambio obedecen a la exclusión del
414
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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emprendimiento social como estrategia económica o porque se está


entendiendo que todo emprendimiento social también es un emprendimiento
económico.

También en este país, se observó que en mayo del año 2010, se había
presentado ante el Congreso Nacional un anteproyecto denominado: “Ley
marco de las políticas públicas sociales dirigidas a la población vulnerable y en
condiciones de pobreza extrema”, que nunca nació en el ordenamiento jurídico
y el cual, ya contemplaba la necesidad de transformar las condiciones
materiales y humanas para fortalecer el emprendedurismo y hacía énfasis en el
aspecto innovador en el artículo tercero, donde entendía esto como la
“aplicación del talento creador e innovador para iniciar proyectos o negocios
propios. Capacidad emprendedora y pionera, de convertir una idea en un
proyecto concreto que genera oportunidades para la persona, su familia y
comunidad.” Sin embargo, la hoy Ley Marco de las Políticas Públicas en
Materia Social y Reducción de la Pobreza, del año 2011, no hace referencia
alguna al tema del emprendimiento.

En Nicaragua, si bien no existe una definición concreta del término, la


Ley No. 885, Ley de reformas y adiciones a la Ley No. 290, “Ley de
organización, competencia y procedimientos del Poder Ejecutivo”, sí trae una
breve referencia a lo que debe entenderse por pequeños y medianos negocios,
que son definidos en el reformado artículo 31 de la Ley No. 290, como
“emprendimientos económicos familiares, agrícolas y no agrícolas, que
contribuyen al sostenimiento socio económico de las familias, a la vez que
aportan a la economía comunitaria y nacional.”

Por otro parte, en Costa Rica, se encuentra el Decreto Ejecutivo No.


39295-MEIC, reglamento vigente de la Ley de Fortalecimiento de las Pequeñas
y Medianas Empresas, que trae la misma definición de emprendimiento que se
trató en la Política Pública Nacional de Emprendimiento de El Salvador,
entendida como “una manera de pensar orientada hacia la creación de riqueza
para aprovechar las oportunidades presentes en el entorno o para satisfacer
las necesidades de ingresos personales generando valor a la economía y la
sociedad.” Esta situación puede explicarse debido a que Centroamérica posee
varios organismos y programas de carácter regional. Pero el real aporte
jurídico que hace Costa Rica a la investigación sobre la regulación jurídica del
emprendimiento, es la positivización expresa de las nociones de
emprendimiento de oportunidad, dinámico, de alto impacto, por necesidad, de
subsistencia y tradicional, que ya se había explicado anteriormente desde la
perspectiva económica; además de considerar expresamente el
emprendimiento social. Así se lee en la norma:

“14. Emprendimientos por oportunidad: Corresponde a la acción


empresarial iniciada por personas, que al momento de tomar la decisión de
poner en marcha una actividad económica, lo hicieron motivados por la
identificación de una oportunidad de mercado. Esta categoría se divide en dos
tipos de emprendimiento. Se encuentran dentro de esta categoría los
emprendimientos dinámicos y de alto impacto.
415
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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15. Emprendimientos Dinámicos: Acciones empresariales con alto


potencial de crecimiento, donde el uso de conocimiento, la gestión tecnológica
y del talento humano, el potencial de acceso a recursos de financiamiento y
una estructura de gobierno corporativo le permite generar una ventaja
comparativa y diferenciación de sus productos y servicios.

16. Emprendimientos de Alto Impacto: Son las acciones empresariales


con capacidad para transformar y dinamizar la economía por medio de
procesos sistemáticos de innovación y generación de empleo. Es una empresa
que crece rápida y sostenidamente, y cuenta con altos niveles de
financiamiento.

17. Emprendimiento por Necesidad: Acción empresarial iniciada por


personas, que al momento de tomar la decisión de poner en marcha una
actividad económica lo hicieron motivados por la falta de ingresos necesarios
para su subsistencia. Forman parte de esta categoría los emprendimientos de
subsistencia y los tradicionales.

18. Emprendimiento de Subsistencia: Acciones empresariales dirigidas a


generar ingresos diarios para vivir, sin una planificación o estrategia de
crecimiento estructurada en el mercado y que tiende a no generar excedentes.
Generalmente se desarrollan en el sector informal de la economía y por
poblaciones en condición de pobreza, sin oportunidades de conocimiento o de
financiamiento para desarrollar dichos emprendimientos.

19. Emprendimiento Tradicional: Acciones empresariales dirigidas a la


generación de ingresos que cuentan con una estructura organizacional y que
utilizan el conocimiento técnico, para la generación de excedentes que
permiten la acumulación. Usualmente, desarrollan su actividad en la economía
formal, en mercados y sectores tradicionales de la economía, sin elementos
diferenciadores en sus productos y servicios.

20. Emprendimientos Sociales: Acciones sin fines de lucro que surgen


con el propósito de alcanzar objetivos sociales y ambientales, generando
empleo e ingresos.”

De esta manera ya se puede ver de manera clara y contundente la forma


en que el desarrollo conceptual del emprendimiento desde otras áreas del
conocimiento se va incorporado directamente en el sistema normativo de los
países.

Ya en Suramérica, Colombia, en la Ley 1014 de 2006, de fomento a la


cultura del emprendimiento, define en el artículo primero el emprendimiento
como “una manera de pensar y actuar orientada hacia la creación de riqueza.
Es una forma de pensar, razonar y actuar centrada en las oportunidades,
planteada con visión global y llevada a cabo mediante un liderazgo equilibrado
y la gestión de un riesgo calculado, su resultado es la creación de valor que
beneficia a la empresa, la economía y la sociedad.” Aquí, más que en el
416
La regulación jurídica del emprendimiento en Latinoamérica y España
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aspecto de la creación de empresa o el factor innovación, es el aspecto


económico el que prima, pudiendo entender que también cobija los
emprendimientos sociales que crean valor y al mismo tiempo benefician a una
población específica.

También, dentro de Colombia, destaca a nivel local, el Acuerdo 55 de


2011, “Por el cual se establece la Política Pública Municipal de Desarrollo
Empresarial para la Ciudad de Medellín en el marco del Plan Estratégico de
Emprendimiento Regional”, norma que en el artículo quinto desarrolla los tipos
emprendimiento, asumiendo la misma definición contenida en la Ley 1014 de
2006, además de definir los emprendimientos de alto impacto. Pero incluye dos
conceptos nuevos, el de emprendimiento de alto valor agregado y el de
emprendimiento de inclusión socioeconómica. El primero, lo describe como
aquellos “con niveles medios y altos de innovación que buscan satisfacer
necesidades actuales o futuras en un contexto global y con potencialidad de
generar alto valor agregado a un producto o servicio que generan trabajo
decente”; y el segundo, como los emprendimientos que tienen “niveles medios
o bajos de innovación que responden a necesidades específicas del contexto
local (barrios, comunas, corregimientos) y de la población que se beneficia del
mismo, las cuales buscan trascender de la economía popular hacia iniciativas
asociativas, sociales y solidarias con mayores niveles de sostenibilidad, que a
futuro generen trabajo decente. Es generador de riqueza familiar”, proponiendo
una definición de emprendimiento social muy ajustada a su propia realidad.

En Ecuador, a pesar de su gran variedad de normas alusivas al


emprendimiento y a la creación de empresas, no se identifica una definición
normativa del concepto. Solo se observa que en el Proyecto de Ley de
fomento a jóvenes emprendedores del año 2013, usa la misma redacción de la
Ley 1014 de 2006, de Colombia.

Por otra parte, se destaca en Bolivia, que la Constitución hace referencia


al emprendimiento económico, aunque sin entrar a describirlo. Pero es
relevante hace mención de ello, porque, primero, la inclusión del concepto en
una norma de rango constitucional hace más factible el desarrollo normativo
específico sobre el tema; y en segundo lugar, se considera que puede hablarse
de un emprendimiento económico como una especie de tantos
emprendimientos que pueden darse, como el emprendimiento personal o el
familiar, donde no hay componentes económicos. Y, a su vez, dentro del
emprendimiento económico, se podrían establecer las categorías de
emprendimiento empresarial y el emprendimiento social624. Pero al margen de

624
Como ya se ha mencionado, los emprendimiento sociales, además de la búsqueda del
bienestar de las personas, pueden tener un impacto económico, aunque no tengan una
vocación empresarial o netamente comercial, como puede ser el caso de los emprendimientos
rurales o agropecuarios, donde la gente tiene emprendimientos (proyectos productivos) para el
consumo sin ser propiamente empresarios. Igualmente, los pescadores pueden desarrollar
emprendimientos económicos sin ser ello empresarial. Y algunas fundaciones
emprendimientos económicos (pulseras, relojes, muñecas de trapo, fiestas, eventos) para
recaudar dineros para destinarlos a obras sociales. Incluso los artistas crean cuadros,
fotografías, obras de teatro que les pueda generar una renta y por ello ser considerados
emprendimientos económicos pero no tienen la connotación comercial o empresarial.
417
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lo anterior, el concepto emprendimiento sí encuentra en este país una


definición legal, contenida en la Ley N° 3420 de 2006, Zona económica
especial exportadora y turística del Trópico de Cochabamba, en los siguientes
términos: “Emprendimiento productivo: Actividad lícita, consistente en la
identificación, evaluación y desarrollo de una idea hasta transformarla en un
concepto de negocio operativo o en un producto, mediante la obtención de los
recursos necesarios para su ejecución y posterior comercialización (actividades
productivas y turísticas)”, con una clara orientación económica y empresarial.

En esta misma línea, se encuentra que en Uruguay se tiene una


definición de nuevo emprendimiento, en la Ley 19.317, Biotecnología,
publicada en marzo de 2015 y en donde “se entiende por Nuevo
Emprendimiento la creación de una empresa o una unidad de negocio ya
existente en el área de la industria biotecnológica en el territorio nacional
destinadas a producir bienes o servicios de forma creativa, metódica,
responsable y ética.” Es interesante esta propuesta en el sentido de que hace
referencia expresa al emprendimiento, no solo desde la creación de empresas,
sino además de la creación de unidades de negocio dentro de las empresas ya
consolidadas, haciendo una clara alusión a los intra-emprendimientos, que
como ya se puede ir dilucidando, es de recurrente utilización en la
normatividad, seguramente porque este tipo de emprendimiento al interior de
las empresas ya consolidadas, genera importantes aportes económicos y
normalmente cuentan con financiación y recursos que los llevan a ser más
viables y exitosos.

Por último, se destaca en Argentina, el considerando sexto del Decreto


Reglamentario 2.993/2006, de la Ley 136.136, Apoyo y promoción de las
unidades económicas de actividades laborales de autoempleo y subsistencia.
En dicho considerando se hace una alusión expresa a los emprendimientos
locales de subsistencia, “que no constituyen entes empleadores con un fin
lucrativo por encima del concepto de distribución igualitaria y/o acumulación de
capital en beneficio de una de las partes, sino establecimientos de producción
familiar, cuyos ingresos no provienen de la explotación de empresas sino
exclusivamente de su actividad productiva caracterizada por la ausencia de la
división orgánica del trabajo y la existencia de una escasa división técnica del
mismo, en los que tampoco existe la separación entre trabajo y capital ya que
sus propios dueños y su familia se constituyen en trabajadores.” Aquí, como en
ninguna otra norma, se encuentra una definición muy completa y única de lo
que son los emprendimientos de subsistencia, tenidos en cuenta desde el
mismo desarrollo jurídico, aunque separándolos de la actividad empresarial.

Y más reciente, la Ley 27.349, publicada en abril de 2017, Apoyo al


Capital Emprendedor en el país y su expansión internacional así como la
generación de capital emprendedor en la República Argentina, trae en el
artículo segundo la definición de emprendimiento, como “cualquier actividad
con o sin fines de lucro desarrollada en la República Argentina por una persona
jurídica nueva o cuya fecha de constitución no exceda los siete (7) años.”
Reforzando los conceptos de novedad y de tiempo como criterio identificador.

418
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Además de ello, trae una categoría especial que denomina


“emprendimiento dinámico”, el cual es concebido como una actividad
productiva con fines de lucro ejercida por una persona jurídica. Pero, además,
requiere que los emprendedores originales conserven el control político de
dicha persona jurídica, es decir, que tengan los votos necesarios para tomar las
decisiones sociales y elegir los miembros del órgano de administración.

En general, todo lo anterior evidencia varias cosas: primero, la gran


diversidad conceptual que se maneja jurídicamente respecto del concepto de
emprendimiento, situación que implica distintos alcances jurídicos del término.
Segundo, la interdisciplinariedad del concepto emprendimiento, pero además
de ello, de su complejidad dados los alcances personales (como factor de
realización personal, generador de autoestima, promotor de calidad de vida,
estabilidad personal y familiar), económicos (generación de empleo y
autoempleo, crecimiento económico), sociales (como aspecto cultural, como
cohesionador de relaciones, como satisfactor de necesidades insatisfechas,
como generador de conocimiento y promotor de tecnología e innovación) y
jurídicos (creación de normas, funcionamiento de todo un aparato estatal,
sanciones, litigios) que tiene en la realidad. Tercero, sí es claro que el
emprendimiento como ha sido asumido normativamente, tiene un enfoque
económico y hace alusión al inicio, creación o primeras etapas del proceso
empresarial. Cuarto, tanta diversidad y la definición jurídica del
emprendimiento, demuestra que no existe una fuente única de donde estén
alimentándose los legisladores o los operadores jurídicos para proyectar las
normas sobre la materia, aunque podría señalarse que existe una leve
influencia de los documentos expedidos en el marco del Global
Entrepreneurship Monitor, sin ser del todo decisivos en la construcción
normativa estudiada.

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