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ESCRITO DE DEMANDA INICIAL DE JUICIO DE AMPARO.

JUICIO DE AMPARO NÚMERO:________________

C. JUEZ DE DISTRITO EN TURNO EN EL ESTADO.


CHETUMAL, QUINTANA ROO.
PRESENTE.-

SERGIO RAUL URRUTIA CANIZALEZ en mi caidad de apoderado legal del C. VIRGILIO


ALEJANDRO GARCIA MIS, personalidad que acredito con el instrumento público notarial que se anexa a
la presente, señalando como domicilio para oír y recibir todo tipo de notificaciones y documentos aun los de
carácter personal al predio ubicado en la Avenida Independencia número ciento ochenta y nueve entre las
calles de Cristobal Colón y Mahatma Gandhi de la Colonia Centro, de esta ciudad y autorizando en los
terminos de lo que dipsone el artículo 12 de la Ley de Amparo para oír y recibir todo tipo de notificaciones en
mi nombre y representación a los licenciados en Derecho Sergio Raul Urrutia Canizalez y Víctor Fernando
Beltran May; de igual manera solicito a este órgano jurisdiccional la vinculación digital del correo electrónico
urrutias@hotmail.com al igual que el número telefónico 9838391299 ambos para los mismos efectos de
notificación y seguimiento electrónico del sumario; por lo anterior, ante usted con el debido respeto,
comparezco y expongo:

Que en términos del presente memorial, vengo a Solicitar el Amparo y Protección de la Justicia Federal, en
contra de los actos y de las autoridades que más adelante señalare, por lo que en cumplimiento a lo que se
establece en el artículo 108 de la Ley de Amparo, me permito manifestar lo siguiente:

I.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO: Ya ha quedado indicado en el proemio de la presente


demanda.

II.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO PERJUDICADO: Bajo protesta de decir verdad,
manifiesto que desconozco la existencia de algún tercero interesado.

III.- AUTORIDADES RESPONSABLES:

I. ORDENADORA.

A. Alonso Fernández Lemmen Meyer, Procurador de Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo,
con domicilio en la calle Ursulo Galvan S/N, esquina Chichén del fraccionamiento Arboledas, de ciudad de
Chetumal, Quintana Roo.

EJECUTORAS:

B. Marilyn Contreras Carmona, Inspectora del Departamento de Inspección y Vigilancia Cozumel, de la


Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo.

C. Klever Alexander Jimémez Ramos, Inspector de la Dirección de Inspección y Vigilancia Ambiental, de


la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo.

Estas dos ultimas autoridades con domicilio en la calle Úrsulo Galván S/N, esquina Chichén del
fraccionamiento Arboledas, de ciudad de Chetumal, Quintana Roo.

D. Capitán de Navío Julio Cesar Torres Gomez, Titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Estado
de Quintana Roo, con domicilio conocido en el kilómetro 12.5 de la Carretera Chetumal-Bacalar Colonia
Industrial, 77049 Chetumal, Quintana Roo.
E. Comandante de la patrulla número 10127 perteneciente a la Policía Quintana Roo (Secretaría de Seguridad
Ciudadana del Estado de Quintana Roo), con domicilio conocido en el kilómetro 12.5 de la Carretera
Chetumal-Bacalar Colonia Industrial, 77049 Chetumal, Quintana Roo.

IV.- ACTOS RECLAMADOS:

A la ordenadora:

A).- El decreto y emisión de las órdenes de clausura números PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y


0175/2023, las cuales me impiden el libre tránsito y acceso a mi predio.
B).- El mandamiento de ejecución de las ordenes de clausura números PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023
y 0175/2023 las cuales me impiden el libre tránsito y acceso a mi predio.

A las autoridades ejecutoras:

D).- La falta de notificación y emplazamiento del procedimiento administrativo o juicio de donde deviene la
emisión de las ordenes de clausura números PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y 0175/2023 las cuales
me impiden el libre tránsito y acceso a mi predio.
.
E).- La falta de notificación del mandamiento de ejecución relativa a los procedimientos administrativos
PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y 0175/2023. las cuales me impiden el libre tránsito y acceso a mi
predio.

F).- El acta circunstanciada de fecha dieciocho de septiembre de dos mil veintitrés.

G).- La ejecución de las ordenes de clausura números PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y 0175/2023 las
cuales me impiden el libre tránsito y acceso a mi predio.

V.- GARANTIAS VIOLADAS.- Las contenidas en los artículos 1º, 14 y 16 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos.

VI.- FUNDAMENTO DE LA DEMANDA.- Artículos 1, 2, 3, 5, 11, 15, 24, 35, 42, 125, 126, 127 Fracción
I, 128 Fracción I y demás relativos y correlativos de la Ley de Amparo.

VII.- PROTESTO.- Bajo protesta de decir verdad manifiesto que los hechos y abstenciones que constituyen
los antecedentes de los actos reclamados son ciertos.

VIII.- ANTECEDENTES:

El día lunes 18 de septiembre del año en curso, aproximadamente a las 10:50 de la mañana tuve conocimiento
por parte de uno de mis cuidadores en donde me informaron sobre una situación de una clausura de mi predio
denomiando “Rancho San Ignacio”, y el de otros propietario por parte de la “PPA”, mi predio se ubica en las
inmediaciones del kilómetro cuarenta y nueve, desviación al Este del poblado de Buena Vista, municipio de
Bacalar, Estado de Quintana Roo a aproximadamente 600 metros de la carretera federal a la laguna, entrando
por el paso de servidumbre ubicado a 300 metros antes de la nueva subestación CFE - TREN MAYA. Debido
a que estaba en un horario laboral no pude llegar a tiempo pero a mis trabajdores los abordaron unas personas
entre las que se encontraban Marilyn Contreras Carmona, Inspectora del Departamento de Inspección y
Vigilancia Cozumel, de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo, Klever
Alexander Jimémez Ramos, Inspector de la Dirección de Inspección y Vigilancia Ambiental, de la
Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo y los elementos y el Comandante de la
patrulla número 10127 perteneciente a la Policía Quintana Roo (Secretaría de Seguridad Ciudadana del
Estado de Quintana Roo), todas estas personas iban acompañadas de una persona del sexo masculino a la cual
recuerdo le decian la lic. Ferral y una persona del sexo masculino al cual ahora se responde al apellido
Madrigal, los cuales preguntaron por mi toda vez que tenian una orden de clausura de mi predio, los
funcionarios publicos de entrada impidieron el paso y procedieron a poner sellos de no pasar y de clausura a
mi predio junto con el de otras personas, ya que tenian una denuncia por parte del Sr. Madrigal y de la lic.
Ferral de que en mi predio y en los colindantes existe una tala inmoderada de fauna vegetativa y animal los
cuales velan las leyes ambientales estatales y por ta motivo se iba a clausurar esos “supuestos” actos los
cuales no son ciertos porque en mi predio no se han realizado tales actos, los funcionarios publicos estatales
acompañados y auxiliados de los elementos de la Policia Estatal Preventiva de la patrulla 10127, procedieron
a cumplir unas órdenes de clausura (números PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023, 0175/2023), colocando
sellos y cintas de clausura en el acceso y salida de mi predio, por orden del Procurador de Protección al
Ambiente del Estado de Quintana Roo.

Cabe destacar que el suscrito únicamente tiene conocimiento de los números de las órdenes de clausura
proporcionados por las autoridades ejecutoras, sin embargo, no me entregaron copia de las mismas, ni
del acta circunstanciada de los hechos, por tanto, desconozco su contenido.

Dichas autoridades ejecutoras colocaron cinta amarilla y sellos con la leyenda “CLAUSURADO” en los
accesos y salidas del mencionado predio, sin importarles que otros propietarios de otros predios y trabajadores
que utilizan el paso de servidumbre, se encontraran en el interior del lugar y los amenazaron que en caso de
retirar dichas cintas y sellos para salir de ahí, los iban a detener y consignar ante la autoridad correspondiente.

Por tanto, es de manifestarle a su Señoría que nunca he sido notificado o emplazado a procedimiento
administrativo o juicio del cual derive como sanción cautelar o definitva la clausura o impedimento de acceso
y goce de mi bien, tampoco existe una inspección por parte de las autoridades, el suscrito no realiza ningun
daño al ambiente ya que inclusive las actividades que realizo en mi predio son totalmente recreativas,
ecológicas y de descanso sin afectar al medio ambiente, sin embargo es de llamar la atención que posterior a
que me impidieron el paso y goce de mi bien los inspectores de la PPA le entregaron en custodia al Sr. Jorge
Madrigal (un particular) la vigilancia del lugar, para que en los predios nadie se meta y le otorgaron la
posesión de cuidado al mismo, suponiendo con ello que estas conductas se derivan de actos de corrupción
entre los funcionarios de la Procuraduria de Protección del Ambiente, la Policia Estatal Preventiva y el Sr.
Jorge Madrigal.

Es por tales actos que solicito la protección de la Justicia Federal.

IX.- FECHA EN QUE ME HICE SABEDOR:


A los dieciocho dias del mes de septiembre del año dos mil veintitres.

X.- CONCEPTOS DE VIOLACION:

Me causa agravio los actos reclamados de las autoridades señaladas como responsables, ya que vulneran en
mi contra las garantías consagradas en los artículos 14 y 16 de nuestra Constitución Política.

Se afirma lo anterior, porque las autoridades responsables no respetaron a la parte quejosa, la garantía de
audiencia tutelada por el artículo 14 constitucional, pues no le otorga la posibilidad por demás legal de probar
y alegar de su derecho, antes de ordenar y/o trabar la orden de clausura.

En principio, es conveniente precisar el alcance del dispositivo constitucional que garantiza el derecho de
audiencia, atendiendo a los principales criterios que al respecto ha emitido nuestra Suprema Corte de Justicia
de la Nación.

El artículo 14, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece:
“Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio
seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho.”.

En relación con este numeral, por principio, tratándose de las facultades conferidas por el legislador a las
autoridades administrativas para emitir actos privativos, de especial relevancia resulta conveniente señalar que
la Suprema Corte reconoció su constitucionalidad, precisando que si bien el referido precepto establece que
los actos de tal naturaleza deben realizarse mediante juicio seguido ante los Tribunales previamente
establecidos, tomando en cuenta las causas y los fines que tuvo el Constituyente para establecer esa
prerrogativa fundamental, la misma se cumple cuando la autoridad administrativa al seguir un procedimiento
semejante a un juicio, en el que se escuche al interesado y se le permita desarrollar sus defensas, se torna en
un auténtico tribunal, que antes de la emisión del acto privativo respeta las formalidades esenciales a las que
se refiere la citada norma constitucional. Al efecto resultan ilustrativas la tesis de la Quinta Época; Instancia:
Tercera Sala; Fuente: Semanario Judicial de la Federación; Tomo: CXXI; Página: 1610 que señala:

“DERECHO DE AUDIENCIA EN LOS PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS. La


garantía que concede el artículo 14 constitucional, en tratándose de procedimientos
administrativos, debe entenderse en el sentido de que las autoridades administrativas, deben de
seguir un procedimiento, que se asemeje a un juicio, o sea que en él se oiga al interesado y se le de
oportunidad para que se defienda; mas no en el sentido de que todo auto de autoridad
administrativa para adquirir firmeza legal, deba de ser examinado necesariamente, en última
instancia, por la autoridad judicial, ya que esto sería hacer que toda la esfera administrativa
quedara supeditada al Poder Judicial, lo cual de ninguna manera fue la mente el legislador; por
todo lo cual, si está probado que el quejoso fue notificado, dándosele oportunidad para alegar y
rendir pruebas, aun cuando el precepto legal combatido no establezca expresamente la audiencia
previa del interesado, si las autoridades responsables cuidaron de cumplir en tales términos, con el
artículo constitucional, no ha habido violación de garantías.”.

De igual manera resulta la tesis de la Quinta Época; Instancia: Segunda Sala; Fuente: Semanario Judicial de la
Federación; Tomo: LXXIX; Página: 5919, cuyo rubro y texto dicen:

“AUDIENCIA, GARANTÍA DE. CÓMO QUEDA CUMPLIDA, EN EL PROCEDIMIENTO


ADMINISTRATIVO. La garantía que otorga el artículo 14 de la Constitución Federal, sobre la
necesidad de un juicio previo para que pueda privarse a los ciudadanos de sus propiedades,
posesiones y derechos, se cumple satisfactoriamente cuando se trata de actos administrativos, si la
autoridad que los dicta y ejecuta se ha ceñido estrictamente a las normas del procedimiento
señalado por la ley, pues la connotación de ser oído y vencido, no puede referirse sino a la
existencia en la ley, de un procedimiento especial en el que se dé audiencia al interesado y
oportunidad de rendir sus pruebas; por lo que no hay necesidad de que se siga en contra del
quejoso un procedimiento judicial, para que la autoridad administrativa dicte el acto reclamado.”.

En el caso concreto, se encuentra una flagrante violación a la garantía de audiencia, toda vez que las
autoridades señaladas como responsables pretenden privarme de la libre disposición de mis bienes y posesión,
sin que hasta el momento haya recibido notificación, emplazamiento o noticia alguna relativa a los
procedimientos administrativos PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y 0175/2023, que fueran generado por
afectaciones a la flora y fauna protegida por el Estado, por lo que la parte quejosa tiene la calidad de tercero
extraño por equiparación a dicho procedimiento, resultando aplicable la jurisprudencia : 1a./J. 18/2011
(10a.), de la Décima Época, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Libro VI, Marzo de 2012, Tomo 1, Materia(s): Común, Página: 170, cuyo rubro y texto señalan:

“PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO SEGUIDO EN FORMA DE JUICIO. EL TERCERO


EXTRAÑO POR EQUIPARACIÓN NO DEBE AGOTAR LOS MEDIOS ORDINARIOS DE
DEFENSA PREVIAMENTE A LA PROMOCIÓN DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO,
SIENDO OBLIGATORIO PARA LOS TRIBUNALES DE AMPARO SUPLIR LA
DEFICIENCIA DE LA QUEJA. Al ser una formalidad esencial en los procedimientos
administrativos seguidos en forma de juicio, la notificación del inicio del procedimiento y sus
consecuencias cuando el quejoso no es emplazado al mismo o es citado en forma distinta de la
prevenida por la ley, -lo que le ocasiona el desconocimiento total del procedimiento-, debe
equiparársele a un tercero extraño, debido a que esa situación constituye una violación manifiesta a
la ley que le produce indefensión, siendo obligatorio para los tribunales de amparo suplir la
deficiencia de los conceptos de violación o agravios, con fundamento en la fracción VI del artículo
76 Bis de la Ley de Amparo. En esta circunstancia es factible que promueva el amparo indirecto sin
necesidad de esperar el dictado de la resolución definitiva y sin agotar previamente los recursos o
medios de defensa legales por virtud de los cuales pueda ser modificado, revocado o nulificado el
acto que estima inconstitucional, en razón de que el principio de definitividad sólo es aplicable a las
partes que intervienen en el juicio o procedimiento del cual emana el acto reclamado al haber sido
emplazados correctamente y, en ningún caso, a los terceros extraños por equiparación, pues en
relación con ellos, no se establece en sede constitucional o legal restricción alguna para la
promoción del juicio de amparo.”.

En efecto, tengo el carácter de tercero extraño por equiparación, ya que de los actos cometidos por las
autoridades responsables se desprende que al parecer el suscrito figura de entre las múltiples personas a las
que supuestamente se le instauro los procedimientos administrativos PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y
0175/2023, en otras palabras, formo parte de la controversia, sin embargo, no fui llamado al procedimiento ya
que no fui legalmente emplazado y por lo tanto no pude tener la oportunidad de contestar la demanda y, por
tal motivo fue que nunca me apersone de modo alguno al mismo, por lo que los efectos de la concesión de la
demanda de amparo serían para declarar la nulidad del procedimiento desde el momento del emplazamiento
hasta su última actuación. Al caso es aplicable la tesis de jurisprudencia por reiteración número VII.2o.C.
J/21, de la Novena Época; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta; Tomo XXII, Julio de 2005; Materia(s): Común; Página: 1305 que cuyo rubro y texto
rezan:

“TERCERO EXTRAÑO STRICTO SENSU Y POR EQUIPARACIÓN. EFECTOS DE LA


SENTENCIA DE AMPARO. La persona extraña a juicio, propiamente dicha, es aquella persona,
moral o física, distinta de los sujetos de la controversia que en él se ventila, o sea, dicha idea de
"persona extraña" es opuesta a la de "parte" procesal; existe otra figura que jurisprudencialmente
ha sido equiparada a la persona extraña, que viene a ser el sujeto que, formando parte de la
controversia, por ser el demandado, no fue llamado a juicio al no haber sido legalmente emplazado
para contestar la demanda y, por tal motivo, no se apersonó de modo alguno al mismo. Así se dan
dos supuestos de persona extraña a juicio: el propiamente dicho o stricto sensu y el equiparado,
presentándose en cada uno de éstos, diversas particularidades que los distinguen: entre ellas los
efectos que se producen de concederse el amparo, como enseguida se pasa a enunciar. Cuando se
trata del tercero extraño stricto sensu, como su posición es la de ser una persona distinta de los
sujetos de la controversia que en él se ventila, los efectos del amparo no son el que se le llame a
juicio de origen de la controversia natural, pues no es parte, sino el de reintegrarla en sus derechos
afectados que lo son los bienes que están en litigio, pero sin que eso implique que en el juicio
natural se deba declarar la nulidad de todo lo actuado para ser emplazado. En cambio, cuando se
trata del tercero extraño por equiparación, como su condición resulta la de aquella persona que
debiendo ser sujeto de la relación procesal, por ser demandado no fue llamado a juicio, los efectos
del amparo serían los de declarar la nulidad del juicio desde el momento del emplazamiento hasta
su última actuación.”.

Asimismo, señalo a su señoría que me causa agravios las actuaciones de las autoridades responsables ya que
violan los estatutos de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, concretamente en lo que
respecta al numeral 1 del artículo 8 que habla de las Garantías Judiciales y los numerales 1 y 2 del artículo 21
respecto del derecho a la propiedad privada, mismos que se transcriben para mejor comprensión:

Artículo 8. Garantías Judiciales: 1. Toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente independiente e imparcial establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
Artículo 21. Derecho a la Propiedad Privada: 1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. 2.
Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de indemnización justa, por
razones de utilidad pública o de interés social y en los casos y según las formas establecidas por la ley.

Con lo anterior se demuestra el dolo con el que las autoridades actuaron, ya que nunca fui oído ni vencido en
el procedimiento, porque simplemente no me enteré del mismo y sí por el contrario estoy siendo sujeto a una
ilegal privación del uso y goce de mis bienes de los cuales detento la legal propiedad y posesión, sin que fuera
justamente informado, indemnizado, ni tampoco demostraron dichas responsables la utilidad pública o el
interés social para con el bien en comento, ya que los actos ilegales cometidos por las autoridades causan
severo perjuicio y trasgreden mi derecho a la seguridad jurídica, ya que es de hacerse notar que la clausura
que la autoridad realiza sobre el paso de servidumbre de la ubicación señalada me impide el tránsito vehicular
y el acceso a pie hasta mi predio, no obstante que tambien impide el paso a otras personas, entre ellos mis
trabajadores los cuales también utilizan la misma vía para ejercer su labor y con ellos devengar un sueldo para
el sostén de sus familias, así como para trasladarse a los poblados circunvecinos en busca de víveres y
servicios, maxime que los ahora señalados como responsables le otorgan en deposito la custodia de dicha
clausura del predio a la persona ya señalada con anterioridad la cual desconozco. Por lo que es inminente la
concesión del amparo, para el efecto declarar la nulidad del procedimiento desde el momento del
emplazamiento hasta su última actuación (CLAUSURA).

Por último, solicito a usted C. Juez de Distrito, dada la calidad del quejoso de tercero extraño por
equiparación, la suplencia de la deficiencia de la queja.

XI.- SUSPENSION DEL ACTO RECLAMADO:

Con fundamento en los artículos 125, 128, 130, 131, 132, 147 y demás relativos y correlativos de la Ley de
Amparo Vigente, solicito la suspensión provisional y en su momento la suspensión definitiva de los actos
reclamados, para el efecto de que las responsables se abstengan de continuar con los procedimientos
administrativos PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y 0175/2023 las cuales me impiden el libre transito y
acceso a mi predio.

Respecto de la procedencia del otorgamiento de la medida suspensional, cabe destacar que el artículo 107,
fracción X de la Constitución General de la República establece:

"Artículo 107.- Todas las controversias de que habla el artículo 103 se sujetarán a los procedimientos y
formas del orden jurídico que determine la ley, de acuerdo con las bases siguientes:
[…]
X. Los actos reclamados podrán ser objeto de suspensión en los casos y mediante las condiciones que
determine la ley reglamentaria, para lo cual el órgano jurisdiccional de amparo, cuando la naturaleza del
acto lo permita, deberá realizar un análisis ponderado de la apariencia del buen derecho y del interés
social."

Esto es, el Juez de acuerdo con el sentido gramatical de la palabra "naturaleza", deberá atender a la esencia y
propiedades características, tanto del acto de autoridad materia de impugnación, como del derecho subjetivo
que se dice conculcado con dicho acto.

El Juez de Distrito para tomar en cuenta la naturaleza de la violación alegada, deberá realizar un juicio de
probabilidad y verosimilitud del derecho del solicitante, que podrá cambiar al dictar la sentencia definitiva, o
sea, tendrá el juzgador que asomarse anticipadamente al fondo del juicio principal, asomo que es provisional,
sólo para efectos de la suspensión, sin que vincule al Juez, necesariamente, a conceder la suspensión en todos
los casos.

Ahora bien, la suspensión de los actos reclamados en materia de amparo se asemeja, en el género próximo, a
las medidas cautelares, aunque también es evidente que la suspensión está caracterizada por diferencias que
perfilan su naturaleza de manera singular y concreta; sin embargo, le son aplicables las reglas de tales
medidas cautelares, en lo que no se opongan a su específica naturaleza.
Sentado lo anterior, cabe señalar que son dos los extremos que hay que llenar para obtener la medida cautelar:

1) Apariencia de buen derecho.

2) Peligro en la demora.

La apariencia de la existencia del derecho es un presupuesto que condiciona la admisibilidad de la medida y


apunta a una credibilidad objetiva y seria que descarte una pretensión manifiestamente infundada y temeraria
o muy cuestionable, lo que se logra a través de un conocimiento superficial, dirigido a lograr una decisión de
mera probabilidad respecto de la existencia del derecho discutido en el proceso.

Ello obedece a que las medidas cautelares, más que a hacer justicia, están destinadas a dar tiempo a la justicia
para cumplir eficazmente su obra.

En el caso concreto la pretensión de suscrito de obtener la suspensión solicitada obedece a la existencia de mi


derecho de uso, goce y disfrute del predio que es de mi propiedad, como lo acredito con el documento que
anexo a la presente, mismo bien que ahora se encuentra clausurado, por lo que se violenta mi derecho a la
propiedad privada y seguridad jurídica.

Con relación al segundo de los indicados elementos, el problema del Juez en sede cautelar no es el de
examinar si el derecho del reclamante está en peligro, sino el de ver si este peligro sería susceptible de
agravarse e incluso de transformarse en daño irreparable; es decir, el peligro en la demora consiste en la
posible frustración de los derechos del pretendiente de la medida, que puede darse como consecuencia de la
tardanza en el dictado de la resolución de fondo, aunque ésta fuere en sentido favorable.

La medida cautelar exige, por ello, un preventivo cálculo de probabilidad sobre el peligro en la dilación, que
no puede separarse de otro preventivo cálculo de probabilidad, que es el que se hace sobre la existencia del
derecho cuya tutela se solicita a los tribunales, es decir, sobre la existencia de la apariencia de un derecho; así,
cuando existe la presunción de que la demanda es fundada, el Juez debe acogerla provisionalmente, pues es
suficiente, en tal supuesto, la invocación de un derecho justificado a primera vista de la demanda.

Acorde con lo anterior, el artículo 139 de la Ley de Amparo establece que en los casos en que proceda la
suspensión conforme al artículo 128 de la propia ley, si hubiere peligro inminente de que se ejecute el acto
reclamado con notorios perjuicios para el quejoso, el Juez de Distrito, con la sola presentación de la demanda,
podrá ordenar que las cosas se mantengan en el estado que guarden hasta que se notifique a la autoridad
responsable la resolución que se dicte sobre la suspensión definitiva.

Ahora bien, en cuanto, a la clausura reclamada, esta se efectúo en un solo acto, empero sus efectos se
prolongan en el tiempo e impiden la continuación del uso, goce y disfrute del bien propiedad del quejoso, sin
necesidad de que la actuación de la autoridad se repita una y otra vez.

Por tanto, en contra de la clausura ejecutada sí puede otorgarse la suspensión para que se permita el acceso al
predio propiedad del quejoso, sin que ello signifique volver las cosas a su estado anterior, pues únicamente
implica reponer al quejoso en el goce del derecho violado.

Al respecto debe decirse que si toda medida cautelar descansa en los principios de la verosimilitud o
apariencia del derecho y el peligro en la demora, entonces nada impide que ante un acto de autoridad que se
prolonga en el tiempo, pueda el Juez de Distrito analizar esos elementos y si la provisión cautelar, como mera
suspensión, es ineficaz, debe dictar medidas que implican no una restitución, sino un adelanto provisional del
derecho cuestionado, para resolverlo posteriormente en forma definitiva y, permitir, mientras tanto, el
desarrollo de ciertas conductas por parte del gobernado, que si se le impidieran ocasionarían perjuicio a él y,
algunas veces, a terceros, como los trabajadores que brindan mantenimiento a mi predio que, de manera
notoriamente inconstitucional, fue clausurado.
Lo anterior tiene sustento en la fracción X del artículo 107 constitucional, que dispone que para la concesión
de la suspensión deberá tomarse en cuenta la naturaleza de la violación alegada, lo que supone la necesidad de
realizar un juicio de probabilidad y verosimilitud del derecho esgrimido por el solicitante, con miras a otorgar
la medida cautelar para evitar daños y perjuicios de difícil reparación al quejoso y conservar viva la materia
del juicio, si con ello no se lesionan el interés social o el orden público; pues resultaría incongruente que el
Juez de amparo advirtiera que el acto de autoridad es, a primera vista, violatorio de garantías y no disponga de
ningún medio legal para ponerle remedio, aun en forma provisional, porque tal acto sea consumado.

Luego, cuando la verosimilitud del derecho y el peligro en la demora lo ameriten, el Juez de Distrito puede
otorgar, excepcionalmente, la medida suspensional levantando el estado de clausura, lo cual no tendrá efectos
restitutorios, propiamente dichos, porque el tiempo que haya permanecido clausurado el lugar ya nadie puede
restituirlo al quejoso; así, el efecto de la suspensión será interrumpir el estado de clausura mientras se resuelve
el fondo del asunto, sin perjuicio de que si se niega el amparo, porque la "apariencia del buen derecho" sea
equivocada, la autoridad pueda reanudar la clausura hasta su total cumplimiento.

Lo anterior, hace patente que la clausura, si bien es un acto jurídico que se inicia con la imposición de los
sellos, sus efectos materiales se prolongan en el tiempo y, por esa razón, debe la suspensión del acto
reclamado, lograr levantar los sellos de clausuras ya ejecutadas; si esto acontece, el quejoso podrá tener
acceso al bien de su propiedad, mientras espera la sentencia de amparo que, en definitiva, resolverá si el acto
reclamado es o no inconstitucional.

Así, en el caso concreto, procede conceder la suspensión provisional a favor del quejoso, contra la clausura e
imposición de sellos en el acceso al predio de mi propiedad, así como su ejecución, consecuencias y efectos,
pues se cumple con los siguientes requisitos: a) Que el acto reclamado sea cierto; b) Que de acuerdo con su
naturaleza, sea susceptible de ser suspendido; c) Que la solicite la parte agraviada; y, d) Que con su concesión
no se siga perjuicio al interés social ni se contravengan disposiciones de orden público, caso en el cual se
podrá realizar un análisis ponderado de la apariencia del buen derecho y del interés social, cuando la
naturaleza del acto lo permita.

Lo anterior, porque tratándose de una clausura ejecutada por tiempo indefinido el Juez de Distrito puede
analizar la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora, y si la medida cautelar es ineficaz, debe
dictar medidas que impliquen no una restitución, sino un adelanto provisional del derecho cuestionado, para
resolver posteriormente, en forma definitiva, si el acto reclamado es o no inconstitucional; así, el efecto de la
suspensión será interrumpir el estado de clausura mientras se resuelve el fondo del asunto, sin perjuicio de
que si se niega el amparo, porque la apariencia del buen derecho sea equivocada, la autoridad pueda reanudar
la clausura hasta su total cumplimiento.

En consecuencia, cuando sea jurídicamente posible, la suspensión podrá tener efectos restitutorios
provisionales si se cumplen los requisitos señalados y que al dárselos no se afecte el interés social en mayor
medida que la apariencia del buen derecho permita advertir en cada caso.
En conclusión, el artículo 107, fracción X de la Constitución General de la República, establece como uno de
los requisitos para la procedencia de la suspensión del acto reclamado en el amparo, el de tomar en cuenta la
naturaleza de la violación alegada; esto es, el juzgador deberá realizar un juicio de probabilidad y
verosimilitud del derecho del solicitante, que podrá cambiar al dictar la sentencia definitiva, pues el hecho de
que anticipe la probable solución de fondo del juicio principal, es un adelanto provisional, sólo para efectos de
la suspensión.

Tal anticipación es posible porque la suspensión se asemeja, en el género próximo, a las medidas cautelares,
aunque es evidente que está caracterizada por diferencias que la perfilan de manera singular y concreta.

Sin embargo, le son aplicables las reglas de tales medidas, en lo que no se opongan a su específica naturaleza.

La apariencia de la existencia del derecho apunta a una credibilidad objetiva y seria que descarte una
pretensión manifiestamente infundada, temeraria o cuestionable, lo que se logra a través de un conocimiento
superficial, dirigido a lograr una decisión de mera probabilidad respecto de la existencia del derecho discutido
en el proceso; el peligro en la demora consiste en la posible frustración de los derechos del pretendiente de la
medida, que puede darse como consecuencia de la tardanza en el dictado de la resolución de fondo.

En síntesis, la medida cautelar exige un preventivo cálculo de probabilidad sobre el peligro en la dilación, que
no puede separarse de otro preventivo cálculo de probabilidad, que se hace sobre la existencia del derecho
cuya tutela se solicita a los tribunales.

Consecuentemente, si toda medida cautelar descansa en los principios de verosimilitud o apariencia del
derecho y el peligro en la demora, el Juez de Distrito puede analizar esos elementos en presencia de una
clausura ejecutada por tiempo indefinido, y si la provisión cautelar, como mera suspensión, es ineficaz, debe
dictar medidas que implican no una restitución, sino un adelanto provisional del derecho cuestionado, para
resolver posteriormente, en forma definitiva, si el acto reclamado es o no inconstitucional.

Así, el efecto de la suspensión debe ser el de interrumpir el estado de clausura mientras se resuelve el fondo
del asunto, sin perjuicio de que si se niega el amparo, porque la "apariencia del buen derecho" sea equivocada,
la autoridad pueda reanudar la clausura hasta su total cumplimiento.

Sirve de sustento a las consideraciones antes vertidas la jurisprudencia P./J. 16/96, del Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, con registro digital: 200137, de rubro y texto siguientes:

“SUSPENSION. PROCEDENCIA EN LOS CASOS DE CLAUSURA EJECUTADA POR TIEMPO


INDEFINIDO. El artículo 107, fracción X de la Constitución General de la República, establece como uno
de los requisitos para la procedencia de la suspensión del acto reclamado en el amparo, el de tomar en
cuenta la naturaleza de la violación alegada; esto es, el juzgador deberá realizar un juicio de probabilidad y
verosimilitud del derecho del solicitante, que podrá cambiar al dictar la sentencia definitiva, pues el hecho de
que anticipe la probable solución de fondo del juicio principal, es un adelanto provisional, sólo para efectos
de la suspensión. Tal anticipación es posible porque la suspensión se asemeja, en el género próximo, a las
medidas cautelares, aunque es evidente que está caracterizada por diferencias que la perfilan de manera
singular y concreta. Sin embargo, le son aplicables las reglas de tales medidas, en lo que no se opongan a su
específica naturaleza. En este aspecto cabe señalar que son dos los extremos que hay que llenar para obtener
la medida cautelar: 1) Apariencia de buen derecho y 2) Peligro en la demora. La apariencia de la existencia
del derecho apunta a una credibilidad objetiva y seria que descarte una pretensión manifiestamente
infundada, temeraria o cuestionable, lo que se logra a través de un conocimiento superficial, dirigido a
lograr una decisión de mera probabilidad respecto de la existencia del derecho discutido en el proceso; el
peligro en la demora consiste en la posible frustración de los derechos del pretendiente de la medida, que
puede darse como consecuencia de la tardanza en el dictado de la resolución de fondo. En síntesis, la medida
cautelar exige un preventivo cálculo de probabilidad sobre el peligro en la dilación, que no puede separarse
de otro preventivo cálculo de probabilidad, que se hace sobre la existencia del derecho cuya tutela se solicita
a los tribunales. Consecuentemente, si toda medida cautelar descansa en los principios de verosimilitud o
apariencia del derecho y el peligro en la demora, el Juez de Distrito puede analizar esos elementos en
presencia de una clausura ejecutada por tiempo indefinido, y si la provisión cautelar, como mera suspensión,
es ineficaz, debe dictar medidas que implican no una restitución, sino un adelanto provisional del derecho
cuestionado, para resolver posteriormente, en forma definitiva, si el acto reclamado es o no inconstitucional;
así, el efecto de la suspensión será interrumpir el estado de clausura mientras se resuelve el fondo del asunto,
sin perjuicio de que si se niega el amparo, porque la "apariencia del buen derecho" sea equivocada, la
autoridad pueda reanudar la clausura hasta su total cumplimiento. Lo expuesto anteriormente se sustenta en
la fracción X del dispositivo constitucional citado, que establece que para conceder la suspensión deberá
tomarse en cuenta la naturaleza de la violación alegada, lo que supone la necesidad de realizar un juicio de
probabilidad y verosimilitud del derecho esgrimido, con miras a otorgar la medida cautelar para evitar
daños y perjuicios de difícil reparación al quejoso y conservar viva la materia del juicio, si con ello no se
lesionan el interés social y el orden público, lo cual podrá resolver la sensibilidad del Juez de Distrito, ante
la realidad del acto reclamado, pues si el perjuicio al interés social o al orden público es mayor a los daños y
perjuicios de difícil reparación que pueda sufrir el quejoso, deberá negar la suspensión solicitada, ya que la
preservación del orden público y el interés de la sociedad están por encima del interés particular afectado.”

Así como la Tesis XXIV.1o.11 A (11a.) con Registro digital: 2027149, que indica:
“SUSPENSIÓN PROVISIONAL EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO. REQUISITOS PARA
QUE PROCEDA CONCEDERLA CONTRA LA CLAUSURA E IMPOSICIÓN DE SELLOS EN UN
LOCAL COMERCIAL, ASÍ COMO SU EJECUCIÓN, CONSECUENCIAS Y EFECTOS.

Hechos: En un juicio de amparo indirecto la parte quejosa señaló como actos reclamados la clausura e
imposición de sellos en una negociación comercial, así como su ejecución, consecuencias y efectos. El Juez
de Distrito negó la suspensión provisional solicitada, al considerar que de concederse se causaría perjuicio
al interés social y se contravendría una disposición de orden público, además de que la clausura constituía
un acto consumado.

Criterio jurídico: Este Tribunal Colegiado de Circuito determina que procede conceder la suspensión
provisional en el juicio de amparo indirecto contra la clausura e imposición de sellos en una negociación
comercial, así como su ejecución, consecuencias y efectos, siempre y cuando la parte quejosa cumpla con los
siguientes requisitos: a) Que el acto reclamado sea cierto; b) Que de acuerdo con su naturaleza, sea
susceptible de ser suspendido; c) Que la solicite la parte agraviada; y, d) Que con su concesión no se siga
perjuicio al interés social ni se contravengan disposiciones de orden público, caso en el cual se podrá
realizar un análisis ponderado de la apariencia del buen derecho y del interés social, cuando la naturaleza
del acto lo permita.

Justificación: Lo anterior, porque tratándose de una clausura ejecutada por tiempo indefinido el Juez de
Distrito puede analizar la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora, y si la medida cautelar es
ineficaz, debe dictar medidas que impliquen no una restitución, sino un adelanto provisional del derecho
cuestionado, para resolver posteriormente, en forma definitiva, si el acto reclamado es o no inconstitucional;
así, el efecto de la suspensión será interrumpir el estado de clausura mientras se resuelve el fondo del asunto,
sin perjuicio de que si se niega el amparo, porque la apariencia del buen derecho sea equivocada, la
autoridad pueda reanudar la clausura hasta su total cumplimiento. En consecuencia, cuando sea
jurídicamente posible, la suspensión podrá tener efectos restitutorios provisionales si se cumplen los
requisitos señalados y que al dárselos no se afecte el interés social en mayor medida que la apariencia del
buen derecho permita advertir en cada caso; sin que ello signifique que mediante la suspensión se puedan
constituir derechos que la parte quejosa no tenía antes de la demanda de amparo, pues conforme al segundo
párrafo del artículo 131 de la ley de la materia, en ningún caso su otorgamiento podrá tener por efecto
modificar o restringir derechos ni constituir aquellos que no haya tenido el quejoso antes de su presentación.
Ello implica que la suspensión solamente se justifica cuando hay apariencia suficiente de un derecho previo
que necesita de protección provisional por haber sido afectado por un acto probablemente inconstitucional.
Por tanto, sin la existencia de un derecho que corra peligro mientras dura el proceso, no se justifica la
medida cautelar.”

PRUEBAS.

Con fundamento en los artículos 119 y 143 de la Ley de Amparo, ofrezco las pruebas consistentes en:

1. Documental consistente en la solicitud de enajenación hecha ante la SEDATU y su acuse de recibo


de folio 534/2022 y de fecha 28 del mes de julio del año 2022.
2. Presuncional legal y humana.
3. Instrumental de actuaciones.

Por lo anteriormente expuesto de Vuestra Señoría, respetuosamente PIDO SE SIRVA:

PRIMERO.- Tenerme por presentado con el escrito de cuenta solicitando el Amparo y Protección de la
Justicia Federal, en contra de los actos reclamados de las autoridades señaladas como responsables.

SEGUNDO.- En el momento procesal oportuno decretar la suspensión provisional y posteriormente la


suspensión definitiva de los actos reclamados a las autoridades responsables. Solicito también copia de la
suspensión provisional y su entrega a cualquiera de mis autorizados.
TERCERO.- Razón a disenso de los actos señalados que constituyen una violacion, solicito en su momento a
mi favor la suplencia de la queja.

CUARTO.- En el momento procesal oportuno dictar sentencia definitiva mediante la cual se me otorgue el
amparo y protección de la justicia federal.

PROTESTO LO NECESARIO.
CHETUMAL, QUINTANA ROO A 5 DE OCTUBRE DE 2023.

SERGIO RAUL URRITIA CANIZALEZ.


APODERADO LEGAL

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