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Que en términos del presente memorial, vengo a Solicitar el Amparo y Protección de la Justicia Federal, en
contra de los actos y de las autoridades que más adelante señalare, por lo que en cumplimiento a lo que se
establece en el artículo 108 de la Ley de Amparo, me permito manifestar lo siguiente:
II.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO PERJUDICADO: Bajo protesta de decir verdad,
manifiesto que desconozco la existencia de algún tercero interesado.
I. ORDENADORA.
A. Alonso Fernández Lemmen Meyer, Procurador de Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo,
con domicilio en la calle Ursulo Galvan S/N, esquina Chichén del fraccionamiento Arboledas, de ciudad de
Chetumal, Quintana Roo.
EJECUTORAS:
Estas dos ultimas autoridades con domicilio en la calle Úrsulo Galván S/N, esquina Chichén del
fraccionamiento Arboledas, de ciudad de Chetumal, Quintana Roo.
D. Capitán de Navío Julio Cesar Torres Gomez, Titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Estado
de Quintana Roo, con domicilio conocido en el kilómetro 12.5 de la Carretera Chetumal-Bacalar Colonia
Industrial, 77049 Chetumal, Quintana Roo.
E. Comandante de la patrulla número 10127 perteneciente a la Policía Quintana Roo (Secretaría de Seguridad
Ciudadana del Estado de Quintana Roo), con domicilio conocido en el kilómetro 12.5 de la Carretera
Chetumal-Bacalar Colonia Industrial, 77049 Chetumal, Quintana Roo.
A la ordenadora:
D).- La falta de notificación y emplazamiento del procedimiento administrativo o juicio de donde deviene la
emisión de las ordenes de clausura números PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y 0175/2023 las cuales
me impiden el libre tránsito y acceso a mi predio.
.
E).- La falta de notificación del mandamiento de ejecución relativa a los procedimientos administrativos
PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y 0175/2023. las cuales me impiden el libre tránsito y acceso a mi
predio.
G).- La ejecución de las ordenes de clausura números PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y 0175/2023 las
cuales me impiden el libre tránsito y acceso a mi predio.
V.- GARANTIAS VIOLADAS.- Las contenidas en los artículos 1º, 14 y 16 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos.
VI.- FUNDAMENTO DE LA DEMANDA.- Artículos 1, 2, 3, 5, 11, 15, 24, 35, 42, 125, 126, 127 Fracción
I, 128 Fracción I y demás relativos y correlativos de la Ley de Amparo.
VII.- PROTESTO.- Bajo protesta de decir verdad manifiesto que los hechos y abstenciones que constituyen
los antecedentes de los actos reclamados son ciertos.
VIII.- ANTECEDENTES:
El día lunes 18 de septiembre del año en curso, aproximadamente a las 10:50 de la mañana tuve conocimiento
por parte de uno de mis cuidadores en donde me informaron sobre una situación de una clausura de mi predio
denomiando “Rancho San Ignacio”, y el de otros propietario por parte de la “PPA”, mi predio se ubica en las
inmediaciones del kilómetro cuarenta y nueve, desviación al Este del poblado de Buena Vista, municipio de
Bacalar, Estado de Quintana Roo a aproximadamente 600 metros de la carretera federal a la laguna, entrando
por el paso de servidumbre ubicado a 300 metros antes de la nueva subestación CFE - TREN MAYA. Debido
a que estaba en un horario laboral no pude llegar a tiempo pero a mis trabajdores los abordaron unas personas
entre las que se encontraban Marilyn Contreras Carmona, Inspectora del Departamento de Inspección y
Vigilancia Cozumel, de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo, Klever
Alexander Jimémez Ramos, Inspector de la Dirección de Inspección y Vigilancia Ambiental, de la
Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo y los elementos y el Comandante de la
patrulla número 10127 perteneciente a la Policía Quintana Roo (Secretaría de Seguridad Ciudadana del
Estado de Quintana Roo), todas estas personas iban acompañadas de una persona del sexo masculino a la cual
recuerdo le decian la lic. Ferral y una persona del sexo masculino al cual ahora se responde al apellido
Madrigal, los cuales preguntaron por mi toda vez que tenian una orden de clausura de mi predio, los
funcionarios publicos de entrada impidieron el paso y procedieron a poner sellos de no pasar y de clausura a
mi predio junto con el de otras personas, ya que tenian una denuncia por parte del Sr. Madrigal y de la lic.
Ferral de que en mi predio y en los colindantes existe una tala inmoderada de fauna vegetativa y animal los
cuales velan las leyes ambientales estatales y por ta motivo se iba a clausurar esos “supuestos” actos los
cuales no son ciertos porque en mi predio no se han realizado tales actos, los funcionarios publicos estatales
acompañados y auxiliados de los elementos de la Policia Estatal Preventiva de la patrulla 10127, procedieron
a cumplir unas órdenes de clausura (números PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023, 0175/2023), colocando
sellos y cintas de clausura en el acceso y salida de mi predio, por orden del Procurador de Protección al
Ambiente del Estado de Quintana Roo.
Cabe destacar que el suscrito únicamente tiene conocimiento de los números de las órdenes de clausura
proporcionados por las autoridades ejecutoras, sin embargo, no me entregaron copia de las mismas, ni
del acta circunstanciada de los hechos, por tanto, desconozco su contenido.
Dichas autoridades ejecutoras colocaron cinta amarilla y sellos con la leyenda “CLAUSURADO” en los
accesos y salidas del mencionado predio, sin importarles que otros propietarios de otros predios y trabajadores
que utilizan el paso de servidumbre, se encontraran en el interior del lugar y los amenazaron que en caso de
retirar dichas cintas y sellos para salir de ahí, los iban a detener y consignar ante la autoridad correspondiente.
Por tanto, es de manifestarle a su Señoría que nunca he sido notificado o emplazado a procedimiento
administrativo o juicio del cual derive como sanción cautelar o definitva la clausura o impedimento de acceso
y goce de mi bien, tampoco existe una inspección por parte de las autoridades, el suscrito no realiza ningun
daño al ambiente ya que inclusive las actividades que realizo en mi predio son totalmente recreativas,
ecológicas y de descanso sin afectar al medio ambiente, sin embargo es de llamar la atención que posterior a
que me impidieron el paso y goce de mi bien los inspectores de la PPA le entregaron en custodia al Sr. Jorge
Madrigal (un particular) la vigilancia del lugar, para que en los predios nadie se meta y le otorgaron la
posesión de cuidado al mismo, suponiendo con ello que estas conductas se derivan de actos de corrupción
entre los funcionarios de la Procuraduria de Protección del Ambiente, la Policia Estatal Preventiva y el Sr.
Jorge Madrigal.
Me causa agravio los actos reclamados de las autoridades señaladas como responsables, ya que vulneran en
mi contra las garantías consagradas en los artículos 14 y 16 de nuestra Constitución Política.
Se afirma lo anterior, porque las autoridades responsables no respetaron a la parte quejosa, la garantía de
audiencia tutelada por el artículo 14 constitucional, pues no le otorga la posibilidad por demás legal de probar
y alegar de su derecho, antes de ordenar y/o trabar la orden de clausura.
En principio, es conveniente precisar el alcance del dispositivo constitucional que garantiza el derecho de
audiencia, atendiendo a los principales criterios que al respecto ha emitido nuestra Suprema Corte de Justicia
de la Nación.
El artículo 14, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece:
“Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio
seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho.”.
En relación con este numeral, por principio, tratándose de las facultades conferidas por el legislador a las
autoridades administrativas para emitir actos privativos, de especial relevancia resulta conveniente señalar que
la Suprema Corte reconoció su constitucionalidad, precisando que si bien el referido precepto establece que
los actos de tal naturaleza deben realizarse mediante juicio seguido ante los Tribunales previamente
establecidos, tomando en cuenta las causas y los fines que tuvo el Constituyente para establecer esa
prerrogativa fundamental, la misma se cumple cuando la autoridad administrativa al seguir un procedimiento
semejante a un juicio, en el que se escuche al interesado y se le permita desarrollar sus defensas, se torna en
un auténtico tribunal, que antes de la emisión del acto privativo respeta las formalidades esenciales a las que
se refiere la citada norma constitucional. Al efecto resultan ilustrativas la tesis de la Quinta Época; Instancia:
Tercera Sala; Fuente: Semanario Judicial de la Federación; Tomo: CXXI; Página: 1610 que señala:
De igual manera resulta la tesis de la Quinta Época; Instancia: Segunda Sala; Fuente: Semanario Judicial de la
Federación; Tomo: LXXIX; Página: 5919, cuyo rubro y texto dicen:
En el caso concreto, se encuentra una flagrante violación a la garantía de audiencia, toda vez que las
autoridades señaladas como responsables pretenden privarme de la libre disposición de mis bienes y posesión,
sin que hasta el momento haya recibido notificación, emplazamiento o noticia alguna relativa a los
procedimientos administrativos PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y 0175/2023, que fueran generado por
afectaciones a la flora y fauna protegida por el Estado, por lo que la parte quejosa tiene la calidad de tercero
extraño por equiparación a dicho procedimiento, resultando aplicable la jurisprudencia : 1a./J. 18/2011
(10a.), de la Décima Época, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Libro VI, Marzo de 2012, Tomo 1, Materia(s): Común, Página: 170, cuyo rubro y texto señalan:
En efecto, tengo el carácter de tercero extraño por equiparación, ya que de los actos cometidos por las
autoridades responsables se desprende que al parecer el suscrito figura de entre las múltiples personas a las
que supuestamente se le instauro los procedimientos administrativos PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y
0175/2023, en otras palabras, formo parte de la controversia, sin embargo, no fui llamado al procedimiento ya
que no fui legalmente emplazado y por lo tanto no pude tener la oportunidad de contestar la demanda y, por
tal motivo fue que nunca me apersone de modo alguno al mismo, por lo que los efectos de la concesión de la
demanda de amparo serían para declarar la nulidad del procedimiento desde el momento del emplazamiento
hasta su última actuación. Al caso es aplicable la tesis de jurisprudencia por reiteración número VII.2o.C.
J/21, de la Novena Época; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta; Tomo XXII, Julio de 2005; Materia(s): Común; Página: 1305 que cuyo rubro y texto
rezan:
Asimismo, señalo a su señoría que me causa agravios las actuaciones de las autoridades responsables ya que
violan los estatutos de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, concretamente en lo que
respecta al numeral 1 del artículo 8 que habla de las Garantías Judiciales y los numerales 1 y 2 del artículo 21
respecto del derecho a la propiedad privada, mismos que se transcriben para mejor comprensión:
Artículo 8. Garantías Judiciales: 1. Toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente independiente e imparcial establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
Artículo 21. Derecho a la Propiedad Privada: 1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. 2.
Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de indemnización justa, por
razones de utilidad pública o de interés social y en los casos y según las formas establecidas por la ley.
Con lo anterior se demuestra el dolo con el que las autoridades actuaron, ya que nunca fui oído ni vencido en
el procedimiento, porque simplemente no me enteré del mismo y sí por el contrario estoy siendo sujeto a una
ilegal privación del uso y goce de mis bienes de los cuales detento la legal propiedad y posesión, sin que fuera
justamente informado, indemnizado, ni tampoco demostraron dichas responsables la utilidad pública o el
interés social para con el bien en comento, ya que los actos ilegales cometidos por las autoridades causan
severo perjuicio y trasgreden mi derecho a la seguridad jurídica, ya que es de hacerse notar que la clausura
que la autoridad realiza sobre el paso de servidumbre de la ubicación señalada me impide el tránsito vehicular
y el acceso a pie hasta mi predio, no obstante que tambien impide el paso a otras personas, entre ellos mis
trabajadores los cuales también utilizan la misma vía para ejercer su labor y con ellos devengar un sueldo para
el sostén de sus familias, así como para trasladarse a los poblados circunvecinos en busca de víveres y
servicios, maxime que los ahora señalados como responsables le otorgan en deposito la custodia de dicha
clausura del predio a la persona ya señalada con anterioridad la cual desconozco. Por lo que es inminente la
concesión del amparo, para el efecto declarar la nulidad del procedimiento desde el momento del
emplazamiento hasta su última actuación (CLAUSURA).
Por último, solicito a usted C. Juez de Distrito, dada la calidad del quejoso de tercero extraño por
equiparación, la suplencia de la deficiencia de la queja.
Con fundamento en los artículos 125, 128, 130, 131, 132, 147 y demás relativos y correlativos de la Ley de
Amparo Vigente, solicito la suspensión provisional y en su momento la suspensión definitiva de los actos
reclamados, para el efecto de que las responsables se abstengan de continuar con los procedimientos
administrativos PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y 0175/2023 las cuales me impiden el libre transito y
acceso a mi predio.
Respecto de la procedencia del otorgamiento de la medida suspensional, cabe destacar que el artículo 107,
fracción X de la Constitución General de la República establece:
"Artículo 107.- Todas las controversias de que habla el artículo 103 se sujetarán a los procedimientos y
formas del orden jurídico que determine la ley, de acuerdo con las bases siguientes:
[…]
X. Los actos reclamados podrán ser objeto de suspensión en los casos y mediante las condiciones que
determine la ley reglamentaria, para lo cual el órgano jurisdiccional de amparo, cuando la naturaleza del
acto lo permita, deberá realizar un análisis ponderado de la apariencia del buen derecho y del interés
social."
Esto es, el Juez de acuerdo con el sentido gramatical de la palabra "naturaleza", deberá atender a la esencia y
propiedades características, tanto del acto de autoridad materia de impugnación, como del derecho subjetivo
que se dice conculcado con dicho acto.
El Juez de Distrito para tomar en cuenta la naturaleza de la violación alegada, deberá realizar un juicio de
probabilidad y verosimilitud del derecho del solicitante, que podrá cambiar al dictar la sentencia definitiva, o
sea, tendrá el juzgador que asomarse anticipadamente al fondo del juicio principal, asomo que es provisional,
sólo para efectos de la suspensión, sin que vincule al Juez, necesariamente, a conceder la suspensión en todos
los casos.
Ahora bien, la suspensión de los actos reclamados en materia de amparo se asemeja, en el género próximo, a
las medidas cautelares, aunque también es evidente que la suspensión está caracterizada por diferencias que
perfilan su naturaleza de manera singular y concreta; sin embargo, le son aplicables las reglas de tales
medidas cautelares, en lo que no se opongan a su específica naturaleza.
Sentado lo anterior, cabe señalar que son dos los extremos que hay que llenar para obtener la medida cautelar:
2) Peligro en la demora.
Ello obedece a que las medidas cautelares, más que a hacer justicia, están destinadas a dar tiempo a la justicia
para cumplir eficazmente su obra.
Con relación al segundo de los indicados elementos, el problema del Juez en sede cautelar no es el de
examinar si el derecho del reclamante está en peligro, sino el de ver si este peligro sería susceptible de
agravarse e incluso de transformarse en daño irreparable; es decir, el peligro en la demora consiste en la
posible frustración de los derechos del pretendiente de la medida, que puede darse como consecuencia de la
tardanza en el dictado de la resolución de fondo, aunque ésta fuere en sentido favorable.
La medida cautelar exige, por ello, un preventivo cálculo de probabilidad sobre el peligro en la dilación, que
no puede separarse de otro preventivo cálculo de probabilidad, que es el que se hace sobre la existencia del
derecho cuya tutela se solicita a los tribunales, es decir, sobre la existencia de la apariencia de un derecho; así,
cuando existe la presunción de que la demanda es fundada, el Juez debe acogerla provisionalmente, pues es
suficiente, en tal supuesto, la invocación de un derecho justificado a primera vista de la demanda.
Acorde con lo anterior, el artículo 139 de la Ley de Amparo establece que en los casos en que proceda la
suspensión conforme al artículo 128 de la propia ley, si hubiere peligro inminente de que se ejecute el acto
reclamado con notorios perjuicios para el quejoso, el Juez de Distrito, con la sola presentación de la demanda,
podrá ordenar que las cosas se mantengan en el estado que guarden hasta que se notifique a la autoridad
responsable la resolución que se dicte sobre la suspensión definitiva.
Ahora bien, en cuanto, a la clausura reclamada, esta se efectúo en un solo acto, empero sus efectos se
prolongan en el tiempo e impiden la continuación del uso, goce y disfrute del bien propiedad del quejoso, sin
necesidad de que la actuación de la autoridad se repita una y otra vez.
Por tanto, en contra de la clausura ejecutada sí puede otorgarse la suspensión para que se permita el acceso al
predio propiedad del quejoso, sin que ello signifique volver las cosas a su estado anterior, pues únicamente
implica reponer al quejoso en el goce del derecho violado.
Al respecto debe decirse que si toda medida cautelar descansa en los principios de la verosimilitud o
apariencia del derecho y el peligro en la demora, entonces nada impide que ante un acto de autoridad que se
prolonga en el tiempo, pueda el Juez de Distrito analizar esos elementos y si la provisión cautelar, como mera
suspensión, es ineficaz, debe dictar medidas que implican no una restitución, sino un adelanto provisional del
derecho cuestionado, para resolverlo posteriormente en forma definitiva y, permitir, mientras tanto, el
desarrollo de ciertas conductas por parte del gobernado, que si se le impidieran ocasionarían perjuicio a él y,
algunas veces, a terceros, como los trabajadores que brindan mantenimiento a mi predio que, de manera
notoriamente inconstitucional, fue clausurado.
Lo anterior tiene sustento en la fracción X del artículo 107 constitucional, que dispone que para la concesión
de la suspensión deberá tomarse en cuenta la naturaleza de la violación alegada, lo que supone la necesidad de
realizar un juicio de probabilidad y verosimilitud del derecho esgrimido por el solicitante, con miras a otorgar
la medida cautelar para evitar daños y perjuicios de difícil reparación al quejoso y conservar viva la materia
del juicio, si con ello no se lesionan el interés social o el orden público; pues resultaría incongruente que el
Juez de amparo advirtiera que el acto de autoridad es, a primera vista, violatorio de garantías y no disponga de
ningún medio legal para ponerle remedio, aun en forma provisional, porque tal acto sea consumado.
Luego, cuando la verosimilitud del derecho y el peligro en la demora lo ameriten, el Juez de Distrito puede
otorgar, excepcionalmente, la medida suspensional levantando el estado de clausura, lo cual no tendrá efectos
restitutorios, propiamente dichos, porque el tiempo que haya permanecido clausurado el lugar ya nadie puede
restituirlo al quejoso; así, el efecto de la suspensión será interrumpir el estado de clausura mientras se resuelve
el fondo del asunto, sin perjuicio de que si se niega el amparo, porque la "apariencia del buen derecho" sea
equivocada, la autoridad pueda reanudar la clausura hasta su total cumplimiento.
Lo anterior, hace patente que la clausura, si bien es un acto jurídico que se inicia con la imposición de los
sellos, sus efectos materiales se prolongan en el tiempo y, por esa razón, debe la suspensión del acto
reclamado, lograr levantar los sellos de clausuras ya ejecutadas; si esto acontece, el quejoso podrá tener
acceso al bien de su propiedad, mientras espera la sentencia de amparo que, en definitiva, resolverá si el acto
reclamado es o no inconstitucional.
Así, en el caso concreto, procede conceder la suspensión provisional a favor del quejoso, contra la clausura e
imposición de sellos en el acceso al predio de mi propiedad, así como su ejecución, consecuencias y efectos,
pues se cumple con los siguientes requisitos: a) Que el acto reclamado sea cierto; b) Que de acuerdo con su
naturaleza, sea susceptible de ser suspendido; c) Que la solicite la parte agraviada; y, d) Que con su concesión
no se siga perjuicio al interés social ni se contravengan disposiciones de orden público, caso en el cual se
podrá realizar un análisis ponderado de la apariencia del buen derecho y del interés social, cuando la
naturaleza del acto lo permita.
Lo anterior, porque tratándose de una clausura ejecutada por tiempo indefinido el Juez de Distrito puede
analizar la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora, y si la medida cautelar es ineficaz, debe
dictar medidas que impliquen no una restitución, sino un adelanto provisional del derecho cuestionado, para
resolver posteriormente, en forma definitiva, si el acto reclamado es o no inconstitucional; así, el efecto de la
suspensión será interrumpir el estado de clausura mientras se resuelve el fondo del asunto, sin perjuicio de
que si se niega el amparo, porque la apariencia del buen derecho sea equivocada, la autoridad pueda reanudar
la clausura hasta su total cumplimiento.
En consecuencia, cuando sea jurídicamente posible, la suspensión podrá tener efectos restitutorios
provisionales si se cumplen los requisitos señalados y que al dárselos no se afecte el interés social en mayor
medida que la apariencia del buen derecho permita advertir en cada caso.
En conclusión, el artículo 107, fracción X de la Constitución General de la República, establece como uno de
los requisitos para la procedencia de la suspensión del acto reclamado en el amparo, el de tomar en cuenta la
naturaleza de la violación alegada; esto es, el juzgador deberá realizar un juicio de probabilidad y
verosimilitud del derecho del solicitante, que podrá cambiar al dictar la sentencia definitiva, pues el hecho de
que anticipe la probable solución de fondo del juicio principal, es un adelanto provisional, sólo para efectos de
la suspensión.
Tal anticipación es posible porque la suspensión se asemeja, en el género próximo, a las medidas cautelares,
aunque es evidente que está caracterizada por diferencias que la perfilan de manera singular y concreta.
Sin embargo, le son aplicables las reglas de tales medidas, en lo que no se opongan a su específica naturaleza.
La apariencia de la existencia del derecho apunta a una credibilidad objetiva y seria que descarte una
pretensión manifiestamente infundada, temeraria o cuestionable, lo que se logra a través de un conocimiento
superficial, dirigido a lograr una decisión de mera probabilidad respecto de la existencia del derecho discutido
en el proceso; el peligro en la demora consiste en la posible frustración de los derechos del pretendiente de la
medida, que puede darse como consecuencia de la tardanza en el dictado de la resolución de fondo.
En síntesis, la medida cautelar exige un preventivo cálculo de probabilidad sobre el peligro en la dilación, que
no puede separarse de otro preventivo cálculo de probabilidad, que se hace sobre la existencia del derecho
cuya tutela se solicita a los tribunales.
Consecuentemente, si toda medida cautelar descansa en los principios de verosimilitud o apariencia del
derecho y el peligro en la demora, el Juez de Distrito puede analizar esos elementos en presencia de una
clausura ejecutada por tiempo indefinido, y si la provisión cautelar, como mera suspensión, es ineficaz, debe
dictar medidas que implican no una restitución, sino un adelanto provisional del derecho cuestionado, para
resolver posteriormente, en forma definitiva, si el acto reclamado es o no inconstitucional.
Así, el efecto de la suspensión debe ser el de interrumpir el estado de clausura mientras se resuelve el fondo
del asunto, sin perjuicio de que si se niega el amparo, porque la "apariencia del buen derecho" sea equivocada,
la autoridad pueda reanudar la clausura hasta su total cumplimiento.
Sirve de sustento a las consideraciones antes vertidas la jurisprudencia P./J. 16/96, del Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, con registro digital: 200137, de rubro y texto siguientes:
Así como la Tesis XXIV.1o.11 A (11a.) con Registro digital: 2027149, que indica:
“SUSPENSIÓN PROVISIONAL EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO. REQUISITOS PARA
QUE PROCEDA CONCEDERLA CONTRA LA CLAUSURA E IMPOSICIÓN DE SELLOS EN UN
LOCAL COMERCIAL, ASÍ COMO SU EJECUCIÓN, CONSECUENCIAS Y EFECTOS.
Hechos: En un juicio de amparo indirecto la parte quejosa señaló como actos reclamados la clausura e
imposición de sellos en una negociación comercial, así como su ejecución, consecuencias y efectos. El Juez
de Distrito negó la suspensión provisional solicitada, al considerar que de concederse se causaría perjuicio
al interés social y se contravendría una disposición de orden público, además de que la clausura constituía
un acto consumado.
Criterio jurídico: Este Tribunal Colegiado de Circuito determina que procede conceder la suspensión
provisional en el juicio de amparo indirecto contra la clausura e imposición de sellos en una negociación
comercial, así como su ejecución, consecuencias y efectos, siempre y cuando la parte quejosa cumpla con los
siguientes requisitos: a) Que el acto reclamado sea cierto; b) Que de acuerdo con su naturaleza, sea
susceptible de ser suspendido; c) Que la solicite la parte agraviada; y, d) Que con su concesión no se siga
perjuicio al interés social ni se contravengan disposiciones de orden público, caso en el cual se podrá
realizar un análisis ponderado de la apariencia del buen derecho y del interés social, cuando la naturaleza
del acto lo permita.
Justificación: Lo anterior, porque tratándose de una clausura ejecutada por tiempo indefinido el Juez de
Distrito puede analizar la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora, y si la medida cautelar es
ineficaz, debe dictar medidas que impliquen no una restitución, sino un adelanto provisional del derecho
cuestionado, para resolver posteriormente, en forma definitiva, si el acto reclamado es o no inconstitucional;
así, el efecto de la suspensión será interrumpir el estado de clausura mientras se resuelve el fondo del asunto,
sin perjuicio de que si se niega el amparo, porque la apariencia del buen derecho sea equivocada, la
autoridad pueda reanudar la clausura hasta su total cumplimiento. En consecuencia, cuando sea
jurídicamente posible, la suspensión podrá tener efectos restitutorios provisionales si se cumplen los
requisitos señalados y que al dárselos no se afecte el interés social en mayor medida que la apariencia del
buen derecho permita advertir en cada caso; sin que ello signifique que mediante la suspensión se puedan
constituir derechos que la parte quejosa no tenía antes de la demanda de amparo, pues conforme al segundo
párrafo del artículo 131 de la ley de la materia, en ningún caso su otorgamiento podrá tener por efecto
modificar o restringir derechos ni constituir aquellos que no haya tenido el quejoso antes de su presentación.
Ello implica que la suspensión solamente se justifica cuando hay apariencia suficiente de un derecho previo
que necesita de protección provisional por haber sido afectado por un acto probablemente inconstitucional.
Por tanto, sin la existencia de un derecho que corra peligro mientras dura el proceso, no se justifica la
medida cautelar.”
PRUEBAS.
Con fundamento en los artículos 119 y 143 de la Ley de Amparo, ofrezco las pruebas consistentes en:
PRIMERO.- Tenerme por presentado con el escrito de cuenta solicitando el Amparo y Protección de la
Justicia Federal, en contra de los actos reclamados de las autoridades señaladas como responsables.
CUARTO.- En el momento procesal oportuno dictar sentencia definitiva mediante la cual se me otorgue el
amparo y protección de la justicia federal.
PROTESTO LO NECESARIO.
CHETUMAL, QUINTANA ROO A 5 DE OCTUBRE DE 2023.