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I. ORDENADORA.
EJECUTORAS:
Estas dos ultimas autoridades con domicilio en la calle Úrsulo Galván S/N, esquina
Chichén del fraccionamiento Arboledas, de ciudad de Chetumal, Quintana Roo.
A la ordenadora:
F).- El acta circunstanciada de la diligencia que se llevo a cabo respecto de las ordenes de
clausura.
VII.- PROTESTO.- Bajo protesta de decir verdad manifiesto que los hechos y
abstenciones que constituyen los antecedentes de los actos reclamados son ciertos.
VIII.- ANTECEDENTES:
El día lunes 2 del mes de octubre del año en curso, aproximadamente a las 11:45 de la
mañana, me entere por medio de mi hermano JULIO JOAQUIN PEREZ VALDEZ, que me
habian clausurado mi acceso a mi predio denominado “Casas La Fé II”, por posibles faltas
administrativas en materia ambiental en mi contra derivado de las denuncias y/o quejas
interpuestas por el Sr. Jorge Madrigal, ya que mi hermano habia ido a investiga con la
autoridad correspondiente en esta ciudad capital; por tal motivo de manera casi inmediata
me apersone al lugar donde se encuentra mi predio y al llegar al camino que se utiliza
como servidumbre de paso el cual se ubica en las inmediaciones del kilómetro cuarenta y
nueve (tramo carretero Bacalar – Felipe Carrillo Puerto), desviación al Este del poblado de
Buena Vista, municipio de Bacalar, Estado de Quintana Roo, entrando por el paso de
servidumbre ubicado a 300 metros antes de la nueva subestación CFE - TREN MAYA;
observe que haban unos sellos, carteles de prohibición de paso y de clausura con la leyanda
y logotipo de la PPA (Procuraduria de Protección al Ambiente del Estado de Quintana
Roo), lo cual evidentemente me impedia pasar, al acercarme para verificar el contenido de
dichos anuncios señalaba unas órdenes de clausura (números PPA/DP/DPAA/0176/2023,
0174/2023 y 0175/2023) y que estaba prohibido el paso para todos, por lo que me acerque a
preguntar a la gente que se encuentra al interior del camino en una caseta rustica de madera,
la cual ahora se que es gente contratada por el invasor Jorge Madrigal el cual esta
invadiendo los terrenos de otros propietarios que pasan por la servidumbre y del Tren Maya
y estos me dijeron que no podia pasar por ordenes de la PPA y que mejor vaya para las
oficinas de esa dependencia para que me explicaran lo que paso. Ahora bien, al retirarme
me reuni de manera inmediata con mi hermano el cual si acudio a la ciudad de Chetumal a
las instalaciones de la Procuraduria de Protección al Ambiente para investigar lo que estaba
ocurriendo y efectivamente el tomo nota de los datos que le proporcionaron ahí y me dijo
que uno de los “licenciados del jurídico” lo atendio y le comento que que efectivamente
debido a las denuncias presentadas por Jorge Madrigal en mi contra y el de otros
propietarios y posesionarios se procedio a clausurar los accesos a los predios, asimismo me
informaron que los servidores publicos que participaron fueron Marilyn Contreras
Carmona, Inspectora del Departamento de Inspección y Vigilancia Cozumel, de la
Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo, Klever Alexander
Jimémez Ramos, Inspector de la Dirección de Inspección y Vigilancia Ambiental, de la
Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo y los elementos y el
Comandante de la patrulla número 10127 perteneciente a la Policía Quintana Roo
(Secretaría de Seguridad Ciudadana del Estado de Quintana Roo), ademas me señaló que
mi terreno junto con los de otras personas, iban a ser sujetos de ordenes de clausura con
todo y que me identifiqué y le mostre la documentación en copias certificadas relativas a la
propiedad de mi predio, los funcionarios publicos estatales cumplieron las órdenes de
clausura (números PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023, 0175/2023), colocando sellos y
cintas de clausura en la entrada y salida de mi predio, por orden del Procurador de
Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo.
Cabe destacar que la suscrita únicamente tiene conocimiento de los números de las
órdenes de clausura ya que los vi fisicamente en los carteles, sin embargo, no me
entregaron copia de las mismas, ni del acta circunstanciada de los hechos, por tanto,
desconozco su contenido.
Me causa agravio los actos reclamados de las autoridades señaladas como responsables, ya
que vulneran en mi contra las garantías consagradas en los artículos 14 y 16 de nuestra
Constitución Política.
Se afirma lo anterior, porque las autoridades responsables no respetaron a la parte quejosa,
la garantía de audiencia tutelada por el artículo 14 constitucional, pues no le otorga la
posibilidad por demás legal de probar y alegar de su derecho, antes de ordenar y/o trabar la
orden de clausura.
“Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino
mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se
cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas
con anterioridad al hecho.”.
En relación con este numeral, por principio, tratándose de las facultades conferidas por el
legislador a las autoridades administrativas para emitir actos privativos, de especial
relevancia resulta conveniente señalar que la Suprema Corte reconoció su
constitucionalidad, precisando que si bien el referido precepto establece que los actos de tal
naturaleza deben realizarse mediante juicio seguido ante los Tribunales previamente
establecidos, tomando en cuenta las causas y los fines que tuvo el Constituyente para
establecer esa prerrogativa fundamental, la misma se cumple cuando la autoridad
administrativa al seguir un procedimiento semejante a un juicio, en el que se escuche al
interesado y se le permita desarrollar sus defensas, se torna en un auténtico tribunal, que
antes de la emisión del acto privativo respeta las formalidades esenciales a las que se refiere
la citada norma constitucional. Al efecto resultan ilustrativas la tesis de la Quinta Época;
Instancia: Tercera Sala; Fuente: Semanario Judicial de la Federación; Tomo: CXXI;
Página: 1610 que señala:
En efecto, tengo el carácter de tercero extraño por equiparación, ya que de los actos
cometidos por las autoridades responsables se desprende que al parecer el suscrito figura de
entre las múltiples personas a las que supuestamente se le instauro los procedimientos
administrativos PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y 0175/2023, en otras palabras,
formo parte de la controversia, sin embargo, no fui llamado al procedimiento ya que no fui
legalmente emplazado y por lo tanto no pude tener la oportunidad de contestar la demanda
y, por tal motivo fue que nunca me apersone de modo alguno al mismo, por lo que los
efectos de la concesión de la demanda de amparo serían para declarar la nulidad del
procedimiento desde el momento del emplazamiento hasta su última actuación. Al caso es
aplicable la tesis de jurisprudencia por reiteración número VII.2o.C. J/21, de la Novena
Época; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta; Tomo XXII, Julio de 2005; Materia(s): Común; Página: 1305 que
cuyo rubro y texto rezan:
Asimismo, señalo a su señoría que me causa agravios las actuaciones de las autoridades
responsables ya que violan los estatutos de la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos, concretamente en lo que respecta al numeral 1 del artículo 8 que habla de las
Garantías Judiciales y los numerales 1 y 2 del artículo 21 respecto del derecho a la
propiedad privada, mismos que se transcriben para mejor comprensión:
Artículo 8. Garantías Judiciales: 1. Toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente independiente
e imparcial establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
Artículo 21. Derecho a la Propiedad Privada: 1. Toda persona tiene derecho al uso y goce
de sus bienes. 2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el
pago de indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los
casos y según las formas establecidas por la ley.
Con lo anterior se demuestra el dolo con el que las autoridades actuaron, ya que nunca fui
oído ni vencido en el procedimiento, porque simplemente no me enteré del mismo y sí por
el contrario estoy siendo sujeto a una ilegal privación del uso y goce de mis bienes de los
cuales detento la legal propiedad y posesión, sin que fuera justamente informado,
indemnizado, ni tampoco demostraron dichas responsables la utilidad pública o el interés
social para con el bien en comento, ya que los actos ilegales cometidos por las autoridades
causan severo perjuicio y trasgreden mi derecho a la seguridad jurídica, ya que es de
hacerse notar que la clausura que la autoridad realiza sobre el paso de servidumbre de la
ubicación señalada me impide el tránsito vehicular y el acceso a pie hasta mi predio, no
obstante que tambien impide el paso a otras personas, entre ellos mis trabajadores los
cuales también utilizan la misma vía para ejercer su labor y con ellos devengar un sueldo
para el sostén de sus familias, así como para trasladarse a los poblados circunvecinos en
busca de víveres y servicios, maxime que los ahora señalados como responsables le otorgan
en deposito la custodia de dicha clausura del predio a la persona ya señalada con
anterioridad la cual desconozco. Por lo que es inminente la concesión del amparo, para el
efecto declarar la nulidad del procedimiento desde el momento del emplazamiento hasta su
última actuación (CLAUSURA).
Por último, solicito a usted C. Juez de Distrito, dada la calidad del quejoso de tercero
extraño por equiparación, la suplencia de la deficiencia de la queja.
Con fundamento en los artículos 125, 128, 130, 131, 132, 147 y demás relativos y
correlativos de la Ley de Amparo Vigente, solicito la suspensión provisional y en su
momento la suspensión definitiva de los actos reclamados, para el efecto de que las
responsables se abstengan de continuar con los procedimientos administrativos
PPA/DP/DPAA/0176/2023, 0174/2023 y 0175/2023 las cuales me impiden el libre transito
y acceso a mi predio.
Esto es, el Juez de acuerdo con el sentido gramatical de la palabra "naturaleza", deberá
atender a la esencia y propiedades características, tanto del acto de autoridad materia de
impugnación, como del derecho subjetivo que se dice conculcado con dicho acto.
Sentado lo anterior, cabe señalar que son dos los extremos que hay que llenar para obtener
la medida cautelar:
2) Peligro en la demora.
Ello obedece a que las medidas cautelares, más que a hacer justicia, están destinadas a dar
tiempo a la justicia para cumplir eficazmente su obra.
La medida cautelar exige, por ello, un preventivo cálculo de probabilidad sobre el peligro
en la dilación, que no puede separarse de otro preventivo cálculo de probabilidad, que es el
que se hace sobre la existencia del derecho cuya tutela se solicita a los tribunales, es decir,
sobre la existencia de la apariencia de un derecho; así, cuando existe la presunción de que
la demanda es fundada, el Juez debe acogerla provisionalmente, pues es suficiente, en tal
supuesto, la invocación de un derecho justificado a primera vista de la demanda.
Acorde con lo anterior, el artículo 139 de la Ley de Amparo establece que en los casos en
que proceda la suspensión conforme al artículo 128 de la propia ley, si hubiere peligro
inminente de que se ejecute el acto reclamado con notorios perjuicios para el quejoso, el
Juez de Distrito, con la sola presentación de la demanda, podrá ordenar que las cosas se
mantengan en el estado que guarden hasta que se notifique a la autoridad responsable la
resolución que se dicte sobre la suspensión definitiva.
Ahora bien, en cuanto, a la clausura reclamada, esta se efectúo en un solo acto, empero sus
efectos se prolongan en el tiempo e impiden la continuación del uso, goce y disfrute del
bien propiedad del quejoso, sin necesidad de que la actuación de la autoridad se repita una
y otra vez.
Por tanto, en contra de la clausura ejecutada sí puede otorgarse la suspensión para que se
permita el acceso al predio propiedad del quejoso, sin que ello signifique volver las cosas a
su estado anterior, pues únicamente implica reponer al quejoso en el goce del derecho
violado.
Al respecto debe decirse que si toda medida cautelar descansa en los principios de la
verosimilitud o apariencia del derecho y el peligro en la demora, entonces nada impide que
ante un acto de autoridad que se prolonga en el tiempo, pueda el Juez de Distrito analizar
esos elementos y si la provisión cautelar, como mera suspensión, es ineficaz, debe dictar
medidas que implican no una restitución, sino un adelanto provisional del derecho
cuestionado, para resolverlo posteriormente en forma definitiva y, permitir, mientras tanto,
el desarrollo de ciertas conductas por parte del gobernado, que si se le impidieran
ocasionarían perjuicio a él y, algunas veces, a terceros, como los trabajadores que brindan
mantenimiento a mi predio que, de manera notoriamente inconstitucional, fue clausurado.
Lo anterior tiene sustento en la fracción X del artículo 107 constitucional, que dispone que
para la concesión de la suspensión deberá tomarse en cuenta la naturaleza de la violación
alegada, lo que supone la necesidad de realizar un juicio de probabilidad y verosimilitud del
derecho esgrimido por el solicitante, con miras a otorgar la medida cautelar para evitar
daños y perjuicios de difícil reparación al quejoso y conservar viva la materia del juicio, si
con ello no se lesionan el interés social o el orden público; pues resultaría incongruente que
el Juez de amparo advirtiera que el acto de autoridad es, a primera vista, violatorio de
garantías y no disponga de ningún medio legal para ponerle remedio, aun en forma
provisional, porque tal acto sea consumado.
Lo anterior, hace patente que la clausura, si bien es un acto jurídico que se inicia con la
imposición de los sellos, sus efectos materiales se prolongan en el tiempo y, por esa razón,
debe la suspensión del acto reclamado, lograr levantar los sellos de clausuras ya ejecutadas;
si esto acontece, el quejoso podrá tener acceso al bien de su propiedad, mientras espera la
sentencia de amparo que, en definitiva, resolverá si el acto reclamado es o no
inconstitucional.
Así, en el caso concreto, procede conceder la suspensión provisional a favor del quejoso,
contra la clausura e imposición de sellos en el acceso al predio de mi propiedad, así como
su ejecución, consecuencias y efectos, pues se cumple con los siguientes requisitos: a) Que
el acto reclamado sea cierto; b) Que de acuerdo con su naturaleza, sea susceptible de ser
suspendido; c) Que la solicite la parte agraviada; y, d) Que con su concesión no se siga
perjuicio al interés social ni se contravengan disposiciones de orden público, caso en el cual
se podrá realizar un análisis ponderado de la apariencia del buen derecho y del interés
social, cuando la naturaleza del acto lo permita.
Lo anterior, porque tratándose de una clausura ejecutada por tiempo indefinido el Juez de
Distrito puede analizar la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora, y si la
medida cautelar es ineficaz, debe dictar medidas que impliquen no una restitución, sino un
adelanto provisional del derecho cuestionado, para resolver posteriormente, en forma
definitiva, si el acto reclamado es o no inconstitucional; así, el efecto de la suspensión será
interrumpir el estado de clausura mientras se resuelve el fondo del asunto, sin perjuicio de
que si se niega el amparo, porque la apariencia del buen derecho sea equivocada, la
autoridad pueda reanudar la clausura hasta su total cumplimiento.
Sin embargo, le son aplicables las reglas de tales medidas, en lo que no se opongan a su
específica naturaleza.
La apariencia de la existencia del derecho apunta a una credibilidad objetiva y seria que
descarte una pretensión manifiestamente infundada, temeraria o cuestionable, lo que se
logra a través de un conocimiento superficial, dirigido a lograr una decisión de mera
probabilidad respecto de la existencia del derecho discutido en el proceso; el peligro en la
demora consiste en la posible frustración de los derechos del pretendiente de la medida, que
puede darse como consecuencia de la tardanza en el dictado de la resolución de fondo.
Sirve de sustento a las consideraciones antes vertidas la jurisprudencia P./J. 16/96, del
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con registro digital: 200137, de rubro y
texto siguientes:
Así como la Tesis XXIV.1o.11 A (11a.) con Registro digital: 2027149, que indica:
Hechos: En un juicio de amparo indirecto la parte quejosa señaló como actos reclamados
la clausura e imposición de sellos en una negociación comercial, así como su ejecución,
consecuencias y efectos. El Juez de Distrito negó la suspensión provisional solicitada, al
considerar que de concederse se causaría perjuicio al interés social y se contravendría una
disposición de orden público, además de que la clausura constituía un acto consumado.
Criterio jurídico: Este Tribunal Colegiado de Circuito determina que procede conceder la
suspensión provisional en el juicio de amparo indirecto contra la clausura e imposición de
sellos en una negociación comercial, así como su ejecución, consecuencias y efectos,
siempre y cuando la parte quejosa cumpla con los siguientes requisitos: a) Que el acto
reclamado sea cierto; b) Que de acuerdo con su naturaleza, sea susceptible de ser
suspendido; c) Que la solicite la parte agraviada; y, d) Que con su concesión no se siga
perjuicio al interés social ni se contravengan disposiciones de orden público, caso en el
cual se podrá realizar un análisis ponderado de la apariencia del buen derecho y del
interés social, cuando la naturaleza del acto lo permita.
PRUEBAS.
Con fundamento en los artículos 119 y 143 de la Ley de Amparo, ofrezco las pruebas
consistentes en:
TERCERO.- Razón a disenso de los actos señalados que constituyen una violacion,
solicito en su momento a mi favor la suplencia de la queja.
PROTESTO LO NECESARIO.
CHETUMAL, QUINTANA ROO A 17 DE OCTUBRE DE 2023.