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Los Gallegos
Los Gallegos, hasta hace poco el brazo armado del Tren de Aragua, sería la banda
delictiva más interesada en tomar el control total de las calles y las avenidas de La Victoria
y El Agustino. En estos puntos se congregan mototaxistas, ambulantes y todo tipo de
comerciantes informales, a quienes buscan extorsionar a diario con montos entre los
cinco y diez soles. Por menor que parezca lo recaudado por persona, la suma del total de
los cobros de cupos que realizan arroja un jugoso botín.
Dentro del grupo organizado que viene protestando contra los extorsionadores
venezolanos hay padres de familia desesperados por trabajar tranquilos, sin que ningún
delincuente le arrebate a punta de pistola y miedo sus pocas ganancias con las que
solventan a sus hijos. Sin embargo, en ese mismo grupo -según informes de inteligencia-
habrían integrantes de bandas criminales peruanas que no quieren ceder el control de
las zonas rentables. El problema, justamente, empezó por esto último.
Cota 905
Una conocida banda integrada por delincuentes extranjeros denominada La Cota 905 ha
llegado al Perú. Ellos se dedican a cometer delitos como extorsión y sicariato. Y en
nuestro país pretenden copar todas las plazas de explotación sexual, en especial en la
capital. Además, estarían involucrados en el asesinato de dos jóvenes venezolanas, cuyos
cuerpos se encontraron en la zona conocida como Pasamayito y del crimen de un hombre
en el distrito de Lince. “Es una banda muy peligrosa que tiene como línea principal
tomar espacio geográficos. Allí someter a los grupos a través de armas cortas,
fusiles, hacer disparos en la vía pública... Algunas damas en legítimo derecho
sometidas a esta línea tratan de ponerse a buen recaudo, salir de ese secuestro
psicológico y físico. Y estas mentes criminales, irrecuperables, que tienen como
bastión la economía manchada de violencia, tratan de mantenerlas cautivas para sus
intereses”, detalló el coronel de la PNP Víctor Reveoredo.
Además, las autoridades policiales informaron que esta banda criminal es conocida por su
peligrosidad y por su gran prontuario delictivo en Venezuela. Son sanguinarios asesinos
que en sus tierras se enfrentan a tiros a la policía haciendo alarde por la gran cantidad de
armas que poseen.