Está en la página 1de 8

Los materiales

son el conjunto de
materia que se
utiliza para
diagnosticar, prevenir y tratar afecciones dentales y del
sistema estomatognático. Los biomateriales son
aquellos que están destinados a interactuar con
sistemas biológicos. Por lo tanto, los materiales dentales
son biomateriales.

Estas moléculas están unidas entre sí por enlaces de


tipo secundario. Los polímeros tienen una importante
de adaptar sus propiedades al tejido receptor a través
de un mecanismo de copolarización.

Cuando un material es puesto


en contacto con tejidos y
fluidos del cuerpo humano,
existe una interacción entre
ese material y el entorno biológico, dada por la biocompatibilidad. El
material es biocompatible cuando tiene la cualidad de no ser destructivo en un medio ambiente biológico. El material puede
ser alterado por el medio biológico y viceversa.

El material al ser colocado puede traer


reacciones biológicas en el organismo de tipo
favorable, desfavorable o inocua.

Inmunológica = respuesta inmediata, toxicológica = respuesta a largo plazo.

La respuesta inmunológica se
puede manifestar como una zona
eritematosa, por ejemplo, cuando
una persona es alérgica al níquel.
En el caso de las reacciones
toxicológicas, el elemento que
produce la toxicidad se incorpora al organismo y puede llegar a producir
algún tipo de daño a distancia en el tiempo.

La biodegradabilidad está
relacionada con la
capacidad de esa sustancia de descomponerse. Cuanto mayor es la
biodegradabilidad de ese material, más fácil es su descomposición.
Un material a ser colocado en un medio como la boca, puede llegar a ser
más estable o más fácil de degradar. La estabilidad o las formas de
degradación de un material van a depender de las características propias del
material, el tipo de uniones o la estructura, la superficie, moléculas que los
constituyen. No serán las mismas condiciones si está al aire libre, en el
medio bucal o al vacío, o expuesto a estímulos dentro de ese medio. En el
medio bucal puede ser como ejemplo una parafunción. Todo esto va a
modificar la forma de degradación que puede llegar a sufrir este material.

Ese medio tendrá componentes físicos, químicos y biológicos propios que pueden afectar al comportamiento del material. El
estímulo es un elemento externo a ese medio.
Cuando colocamos un material en la cavidad bucal debemos considerar
que ese material va a estar expuesto a estímulos.
Ese material que coloquemos
también va a estar sometido a
cambios de temperatura
extremos.

Otros estímulos pueden ser las


variaciones de pH provenientes
de los alimentos consumidos. Las fuerzas producidas en hábitos
parafuncionales también pueden influir.

La erosión es la pérdida de masa del material por acción química y en


general también está asociada al desgaste. El desgaste es la pérdida de
masa del material pero por acción mecánica.

El desgaste es una
forma de degradación
que involucra la
pérdida de masa por
acción mecánica que
puede ser sufrida por
todos los materiales
estudiados. El desgaste
aceptable, por ejemplo al esmalte dentario, es de 30 micrones al año. Algunos materiales pueden llegar a sufrir más o menos
desgaste de acuerdo a sus características y a su estructura.
Primera foto: desgaste en un material cerámico. Segunda foto:
desgaste en un material orgánico. Tercera foto: desgaste en un
material metálico.

El término sorción
incluye dos
términos:
adsorción y absorción. La absorción ocurre cuando un fluido (agua, saliva,
etc.) penetra entre las moléculas de un material (poliméricos). Parte de
los componentes del material se solubilizan y así se alteran sus
propiedades. La adsorción ocurre cuando un material orgánico atrae
hacia su superficie a un fluido pero el mismo no penetra en su interior.

La sorción acuosa que se produce en materiales orgánicos


cuando están en un medio acuoso puede causar efectos
perjudiciales en el material. Como por ejemplo la
contaminación con microoorganismos, la variación del
volumen, la pigmentación con colorantes del medio. No
se pierde masa, sino que se incorpora. Cuando la cantidad de líquido incorporado es
importante, se podrá observar un cambio de dimensiones en el material absorvente.

La sorción acuosa es un fenómeno de degradación que se produce por la


incorporación de líquidos, en un medio acuoso, en un material orgánico. Este tipo
de sorción acuosa también se puede dar en un material combinado en la parte
polimérica o combinada del material orgánico. Un ejemplo odontológico de un
material orgánico que puede sufrir sorción acuosa es una prótesis acrílica.

La disolución es la separación de las partículas de un


medio sólido por medio de un líquido. El material actúa como soluto y el medio como un
solvente. Lleva a la degradación paulatina del material y se pierde masa.

La imagen representa a un material formado por moléculas o por iones que actúa como soluto. Al ser expuesto a un medio
líquido que actúa como solvente, el soluto se degrada paulatinamente. Las partículas de soluto se dispersan en el solvente
hasta lograr una mezcla homogénea.

La disolución es una forma de degradación con pérdida de sustancia


que pueden sufrir los materiales poliméricos u orgánicos y los
materiales cerámicos iónicos. Cuando un material orgánico es
expuesto a un solvente no polar o a un medio acuoso puede llegar a
sufrir este tipo de fenómeno. Los solventes no polares en general son
sustancias de tipo orgánico que carecen de un polo positivo y
negativo, es decir que no pueden considerarse como dipolos
permanentes. Algunos solventes de este tipo pueden ser el alcohol, el
benceno. También hay materiales orgánicos que pueden solubilizarse en los medios acuosos porque tienen una parte de las
moléculas que son afines al agua y pueden interactuar con esta.
Primera foto: juguetes con ftalatos solubles que provocaban reacción de
toxicidad al solubilizarse con la saliva. Segunda foto: balde desquebrajado por
estar a la intemperie debido a la solubilización de los componentes del mismo
material. Tercera foto: caso de prótesis completa colocada en un vaso con agua o
con enjuague bucal (el enjuague podría tener componentes no polares como el
alcohol de algunos enjuagatorios), lo cual podría producir la solubilización de
algún componente esencial y mermar las propiedades de la prótesis.

Un material orgánico en contacto con un medio acuoso puede sufrir sorción y esto a su vez
puede ocasionar o no la liberación de componentes solubles. Si se liberan estos
componentes, pueden provocar la destrucción parcial o total del material, así como generar
toxicidad si el elemento que se solubiliza es tóxico al incorporarse a la vía sistémica. No
siempre que hay sorción hay solubilización y la solubilización no siempre se produce a partir
de una sorción.

Los cerámicos iónicos expuestos a solventes polares como agua y ácidos


producen la disolución. Los solventes polares son sustancias asimétricas,
es decir que presentan un polo positivo y un polo negativo (ejemplo agua
y ácidos).

Primera imagen: vidrio


esmerilado (material
covalente en realidad, pero que recibe un tratamiento especial que genera
algunas uniones iónicas que hacen que el mismo sea susceptible al ataque de
algunos ácidos. Segunda imagen: cloruro de sodio (sal de mesa) que está
siendo disuelta en agua. Tercera imagen: esmalte que es un cerámico iónico
(no hay disolución del esmalte en agua por la disposición de los cristales,
pero si es expuesto a ácidos puede tener una disolución selectiva).

Los tejidos dentarios


pueden sufrir dentro de
la cavidad bucal ciertas
formas de degradación
como la
desmineralización
(caries), desgaste,
erosión y abrasión.
También, a través de un
ataque ácido o estimulación con ácidos fosfóricos se puede llegar a producir
una disolución selectiva del tejido adamantino.

La estructura anisotrópica
del esmalte permite que al estar expuesto al ataque ácido, se produzca
una disolución selectiva del esmalte, algunas partes se disuelven y otras
no, formando una superficie con rugosidades que favorece el logro de una
adhesión.

Todos los grupos de materiales pueden sufrir pigmentación pero en el


caso de los metales se pigmentan por presencia de sales o iones en el
medio, o por oxidación. Primera imagen: cucharas de plata. Segunda
imagen: Estatua de la Libertad de cobre. Tercera imagen: amalgamas,
unas antiguas pigmentadas y otras recién pulidas. La solución a cualquiera
de estas tres pigmentaciones es el pulido, para recuperar el estado
original del material.
A diferencia de la pigmentación que se produce en los metales, la
pigmentación además de ser superficial puede también ser subsuperficial,
producto de la sorción acuosa. En este caso, no puede ser eliminada por un
simple pulido.

En la corrosión se da una
combinación entre la oxidación y
la pérdida de masa. La corrosión
es la pérdida de propiedades y
cualidades deseadas de un
material como producto del deterioro por acción del medio ambiente.

Puede ser química o electroquímica. También se puede clasificar de acuerdo al ambiente donde se
desarrolla, como húmedo o seco. En nuestro ámbito, el tipo de corrosión es la de tipo húmeda.
Puede ser uniforme si el metal se corroe a una misma velocidad en toda su superficie, o bien
localizada en cuyo caso resultan afectadas pequeñas áreas.

En la corrosión química, el metal se combina con el oxígeno proveniente del agua, de la lluvia o de la atmósfera y se oxida.

También llamada galvánica, es aquella que se produce con el transporte


simultáneo de electricidad a través de un electrolito. Un electrolito es un ion
capaz de conducir la corriente eléctrica. Para que se produzca, es necesario un
medio electrolítico y dos o más metales con diferente potencial electroquímico.
El medio electrolítico puede ser la saliva. El potencial electroquímico tiene que
ver con la capacidad de un metal de atraer electrones.

En este ejemplo se muestra una amalgama (ánodo)


y una corona (cátodo). La amalgama se oxida y
pierde electrones que se dirigen en forma de
corriente eléctrica hacia el metal que actúa como
cátodo (corona de oro). Se produce una reacción de
reducción. Desde el ánodo se libera también
cationes al medio, que pueden ser por ejemplo
compuestos de plata. En el cátodo esos electrones
se combinan con los cationes del medio formando
diferentes compuestos que se depositan sobre la
superficie pigmentando el cátodo. Estas
restauraciones se encuentran en un medio
electrolítico, que es la saliva y esto forma un circuito
eléctrico con diferente potencial entre ambas restauraciones. La magnitud y la dirección de la corriente dependen de los
potenciales electrodo de los metales individualmente. El potencial electrodo del oro es mayor que el de la plata y el mercurio
que forman la amalgama. La aleación de amalgama tiende a oxidarse y el oro tiende a pigmentarse.

Los materiales metálicos cuando son expuestos a un material electrolítico o al


oxígeno sufren corrosión.

Cuando el metal se corroe, se produce la


destrucción de ese material y la
liberación al medio de elementos tóxicos.

Todos los metales reaccionan al oxígeno, sufren oxidación y se corroen, pero la velocidad de esta reacción es distinta para
cada tipo de metal. Por ejemplo, en los metales nobles, el oro y el platino, esta velocidad es muy lenta y tarda miles de años
en producirse, por lo cual estos materiales pueden utilizarse sin riesgo de que se deterioren o que se liberen compuestos
tóxicos al medio. Por el contrario, los metales no nobles sufren una velocidad rápida, por lo que se combinan con metales
que se pasiven para evitar los efectos negativos de la corrosión.
CROMO-ALUMINIO-TITANIO. Estos tres metales sufren una reacción rápida con el
medio, pero en vez de formar óxidos que se desprenden del material, forman una
capa de óxidos que se quedan firmemente adheridos a la superficie, con lo cual se
evita la pérdida paulatina de sus componentes. A estos tipos de óxidos se los
denomina óxidos protectores. En este ejemplo vemos que el metal se combina con
el oxígeno proveniente del agua de la lluvia, de la atmósfera, y sin embargo no
sufre corrosión, ya que tiene incorporado en su composición algún metal que se
pasiva. La pasivación, entonces, es la formación de óxidos en la superficie del metal
firmemente adherido que actúa como una capa protectora a la degradación del material.

Son ejemplos de metales con capa de pasivación el acero inoxidable, la capa de óxido de cromo, las aleaciones de cobalto-
cromo, níquel-cromo, níquel-titanio.

También podría gustarte