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El conjunto de materia utilizada para

diagnosticar, prevenir y tratar infecciones


dentales y del sistema estomatognático
recibe el nombre de materiales dentales.

Todos los materiales empleados en el pasado y en la actualidad están constituidos por materia. La materia tiene las mismas
características que las estudiadas en la física, es decir que la materia es todo aquello que tiene masa y ocupa un lugar en el
espacio, no es continua y está formada por partículas que se relacionan entre sí.

Cuando las partículas que se unen para formar un material


mantienen una distancia y una relación estable con las
partículas que las rodean se dice que el material está en estado
sólido. Cuando esas partículas tienen una relación menos
estable y sin una ubicación definida se dice que el material está
en estado líquido. Está en estado gaseoso cuando las partículas
no tienen tendencia a juntarse o a unirse, sino a rechazarse. La
materia puede presentarse en cualquiera de estos estados y
puede pasar de un estado a otro de acuerdo con las condiciones
ambientales de temperatura y presión.

Los primeros registros de práctica odontológica datan de varios


siglos a.C. Las distintas civilizaciones fueron utilizando los
materiales que tenían a su alcance para solucionar los
problemas odontológicos (metales, madera, caucho, porcelana,
marfil, dientes de animales, dientes cadavéricos). Los fenicios
utilizaban dientes de marfil, dientes de animales, dientes
cadavéricos y bandas de oro como férulas.
Se utilizaron dientes cadavéricos atados con hilos de oro para
mantenerlos en posición. Probablemente la búsqueda era devolver la forma
y la función perdida y en parte la estética.

En esta imagen se observan


incrustaciones de jade hechas por los
mayas con fines estéticos y ornamentales.
Hoy en día contamos con nuevas
tecnologías y materiales aplicables a cada etapa clínica. Ya no se trata
solo de materiales naturales, sino también de materiales combinados y
sintéticos creados para un determinado fin.

Por ejemplo, en las impresiones o copias en negativo de los maxilares se


necesitan materiales que puedan colocarse en la cavidad bucal en estado
plástico y una vez allí aumentar su consistencia de manera tal que quede
ese registro pero que pueda retirarse fácilmente de la boca. En el caso de los modelos, los materiales se colocan en estado
plástico en las impresiones y ahí endurecen.

Si el material lo vamos a utilizar para reemplazar tejido dentario


perdido en forma directa, es decir aplicado en la cavidad bucal,
también se necesitará colocar un material en estado plástico, que
endurezca en el
lugar y que
soporte las
condiciones del
medio bucal.

Cuando se deben reemplazar piezas perdidas y construir prótesis de gran


volumen, en algunos casos se deben utilizar bases metálicas y para ello
hay que tener en cuenta el tipo de aleación, las características, que no se oxide, que no libere sustancias tóxicas, que no se
deforme. En el caso de prótesis de gran volumen también será determinante el peso del material.
En esta imagen se reemplaza tejido dentario en forma indirecta, donde se
rehabilita la forma, la función y la estética. Para ello se seleccionan
materiales con las características para devolverle su aspecto natural.

Las diferencias entre distintos grupos de materiales se deben, entre otras


cosas, a que están constituidos por átomos diferentes. La tabla periódica es
un cuadro que presenta todos los elementos químicos que existen,
ordenados según sus propiedades físicas.

Uno de los grupos más importantes de la tabla


periódica es el de los metales. Son aquellos
elementos situados en el centro y en la parte
izquierda de la tabla. Los conforman los
elementos de los grupos 1 a 12 y algunos
elementos de los grupos 13 a 16. Estos átomos
dan origen a los materiales metálicos y tienden
a ceder sus electrones de valencia y de esta
manera quedar cargados positivamente
convirtiéndose en aniones. Si un átomo tiene una gran tendencia a atraer electrones, se dice que es muy electronegativo,
como los elementos próximos al flúor. Si su tendencia es a perder esos electrones se dice que es muy electropositivo.

Los átomos no metálicos tienden a tomar electrones


formando aniones, por lo tanto son electronegativos, son
malos conductores del calor y de la electricidad y se
encuentran en la zona superior derecha de la tabla
periódica.

En el grupo 14 de la tabla se encuentran los carbonoides, en el


cual los más importantes son el carbono y el silicio. Ambos tienen
4 electrones en su órbita externa y forman uniones de tipo
covalentes dando origen a materiales orgánicos y cerámicos.

Algunos electrones tienden a ceder sus electrones de valencia (electropositivos) y otros los
atraen (electronegativos).

La
electronegatividad
de los elementos de la tabla periódica aumenta
de abajo hacia arriba y de izquierda a derecha.

Según la regla del octeto, los átomos se unen en


un intento por
completar su capa
de valencia. Para
ello necesitan ganar, perder o compartir electrones en los enlaces químicos, así consiguen 8
electrones en la capa de valencia. Los elementos de alta electronegatividad tienden a ganar
electrones hasta alcanzar el octeto, mientras que los de baja electronegatividad tienden a
perder electrones para alcanzar el mismo equilibrio.
Las uniones entre los átomos reciben el nombre de uniones
primarias y son de tres tipos: metálicas entre los metales, iónicas
entre materiales cerámicos y uniones covalentes que se
encuentran en los materiales cerámicos y orgánicos en las
uniones intramoleculares. Cuando se producen las uniones entre
moléculas, o intermoleculares, se producen uniones secundarias
o llamadas dipolo y estas pueden ser fluctuantes o permanentes.

Como todos los átomos metálicos tienden a perder electrones


para ganar su estabilidad, los mismos los comparten entre
todos generando una estructura donde hay iones positivos
rodeados de una nube electrónica.

El calcio, como todos los metales, es muy electropositivo,


es decir que tiende a ceder electrones. Los electrones
quedan libres y los átomos se convierten en cationes. Este
tipo de unión se da en los materiales metálicos.

Las uniones iónicas se producen entre elementos metálicos


y no metálicos. Lo que sucede es que el elemento metálico,
el cual tiene tendencia a perder sus electrones para su
estabilidad, cede estos electrones al elemento no metálico,
que los acepta para obtener su estabilidad.

En este ejemplo vemos al sodio metálico que cede sus electrones


mientras que el cloro los acepta. Así quedan formados aniones y
cationes que se atraen por cargas opuestas. Este tipo de enlace es
característico de los materiales cerámicos iónicos.

Las uniones covalentes se producen entre elementos no


metálicos. En este tipo de enlace sucede que ambos
átomos desean ganar electrones, por los que los
comparten. Este tipo de enlace generan dos tipos de
sustancias: moléculas individuales o materiales
cerámicos covalentes.

En este ejemplo se observa el enlace entre el silicio y el oxígeno. Como los


electrones se encuentran compartidos, no hay electrones libres.

En este caso, las uniones


que se dan entre
moléculas van a ser de tipo secundario, de baja energía, que se llaman
dipolos. Los dipolos se basan en las reglas de la atracción por polos
opuestos. Cuando la molécula es asimétrica, es decir que un grupo es
distinto en su estructura, genera una zona de carga más negativa y lo más
probable es que se ubique en una determinada manera a nivel espacial,
creando un dipolo permanente. En el caso de una molécula simétrica, sin variaciones en su extensión, su ubicación espacial
puede variar con facilidad creando un dipolo fluctuante.
Las moléculas de mayor tamaño pueden generar dipolos de mayor intensidad
que una molécula de tamaño más reducido
En este ejemplo, la molécula superior es
simétrica que genera un dipolo fluctuante,
mientras que la molécula inferior es
asimétrica y por lo tanto genera un dipolo
permanente. Los materiales formados por
dipolos fluctuantes son más fáciles de
destruir, romper o fundir que los formados por permanentes.
Si bien ambas moléculas generan un dipolo fluctuante, el dipolo va a tener más fuerza
en la molécula inferior que es de mayor tamaño.

En el caso de que los átomos se unan y formen moléculas a


través de uniones primarias, esas moléculas al relacionarse entre sí van a alcanzar un estado sólido y dar origen otros
materiales que son los polímeros. También existen un cuarto grupo de materiales que son los combinados.

Al unirse átomos o moléculas para la


formación de un sólido, la distribución de
los mismos en el espacio puede ser
ordenada, conservando ciertas distancias y
posiciones dando lugar a una estructura
cristalina u ordenada, como sucede en los
materiales metálicos. Por el contrario,
pueden haber otros átomos o materiales en
el que las moléculas se ubican en forma
aleatoria dando lugar a una estructura amorfa o vítrea, que es frecuente en los polímeros por ejemplo. Pueden existir
combinaciones con zonas cristalinas y amorfas, como puede ser en los materiales cerámicos.

La unión metálica (metales-metales, uniones


primarias) es un enlace fuerte que hace que estos
materiales tengan alto punto de fusión, por ello la
mayoría son sólidos a temperatura ambiente,
salvo en algunas excepciones como en el caso del
mercurio. La estructura interna de estos
materiales es cristalina, ordenada. Existe la
presencia de cationes que están rodeados por
una nube electrónica, lo cual les da la a los
materiales las características de ser buenos
conductores térmicos y eléctricos. Son materiales con alta capacidad de deformación plástica, que permite obtener hilos y
láminas, algunos se oxidan más que otros y brillan al ser pulidos.
Se forman a través de uniones primarias iónicas o covalentes
entre metales y no metales. Ambas uniones son de alta
energía. Poseen estructuras que pueden ser cristalinas o
amorfas y pueden ser opacos, translúcidos o transparentes.
Este grupo se caracteriza por tener muy baja capacidad de
deformación, se rompen sin deformarse. Como sus electrones
no están libres, son materiales sin capacidad de transmisión
térmica o eléctrica, son aislantes.

Los polímeros son materiales formados por moléculas con


uniones intramoleculares primarias que para llegar al estado
sólido se unen a otras moléculas a través de uniones
secundarias o dipolos. Estas son uniones de baja energía, por
lo que pueden deformarse, desgastarse y derretirse con
facilidad. No presentan electrones libres, por lo que son
también materiales aislantes y no son buenos conductores
térmicos ni eléctricos. Su estructura interna suele ser amorfa.
Pueden ser transparentes si en su estructura no poseen
porciones capaces de refractar internamente la luz, haciéndolos translúcidos u opacos.

Los materiales combinados o composites son formados por


dos o más materiales para conseguir la combinación de
propiedades que no son posibles de obtener en los
materiales originales. En el caso de los materiales dentales, si
bien se utilizan varios materiales combinados, la unión más
frecuente es la de los polímeros reforzados con materiales
cerámicos, que se utilizan como materiales de restauración.

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