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HERMENÉUTICA B101-13

“El Proceso de Leer, Estudiar y Aplicar la Palabra de Dios en la Vida:


¿Y ahora, qué hacemos con la Biblia? Parte II”

Prof. José Mendoza

Ahora entramos a la penúltima clase —la clase número 13. Seguimos con: “¿Y
ahora, qué hacemos con la Biblia? Segunda parte. Durante la clase anterior y
en esta clase, continuaremos con nuestra reflexión práctica acerca de cómo
estudiar la palabra de Dios. Ya hemos pasado por diferentes episodios, hemos
tratado de describir las Escrituras, hemos dedicado bastante tiempo a definir
cada uno de los géneros literarios con los que nos encontramos en la Biblia; y
ahora, estamos en el proceso de estudiarla directamente.

No basta solamente con conocer las herramientas que el Señor nos ha provisto,
sino ver elementos prácticos para llevar de una manera sistemática, ordenada,
directa, un estudio de la Escritura que nos permita interpretarla con todo
nuestro corazón y aplicarla también en nuestras vidas.

Recordando alguno de los pasos que vimos la semana pasada:

Pasos Básicos del Estudio bíblico

Leer

Hablábamos que todo estudio bíblico empieza con la lectura de las Escrituras.
Aunque suene redundante, es una de las áreas en donde más fallamos, nos
cuesta mucho leer las Escrituras. A veces existe como un temor a la lectura de
la Biblia.

Sin embargo, la lectura fluida, sistemática, corriente de la Palabra, nos puede ir


ayudando a poder entenderla en un proceso de varias capas en donde vamos
recorriendo la Biblia una y otra vez tratando de ir conociendo su significado, sus
demandas, entendiendo los personajes, registrando los puntos claves,
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determinando algunas palabras, entendiendo un poco de la geografía del
tiempo, reconociendo los sucesos tal como sucedieron, entendiendo la línea de
oratoria de los diferentes autores, todo eso nos va guiando a un entendimiento
básico de las Escrituras.

Registrar

Sin embargo, muchas veces no llegamos a poder obtener un avance en nuestra


lectura de la Biblia porque no entramos a ese segundo paso necesario que es
fundamental en nuestro estudio, que es el hecho de registrar aquello que
estamos revisando. Es muy importante que vayamos por las Escrituras
registrando nuestro paso a través de ellas.

Por eso, la invitación siempre, de que usted tenga una Biblia de estudio —de
estudio no significa que tenga notas que traen otros autores, sino que sea una
Biblia de estudio personal— una Biblia donde usted pueda recordar y recorrer y
registrar su paso por la palabra de Dios. De tal forma, que usted tome notas,
pueda tener un cuaderno adicional, pueda registrar de acuerdo a las claves que
nosotros les hemos propuesto de diferentes maneras, que pueda recordar los
versículos más importantes, que puede registrar las aplicaciones que usted ha
hecho a la palabra del Señor o las demandas que la palabra del Señor le hace.

No solamente en términos positivos, sino también un registro que podríamos


llamarlo en términos negativos ¿Cuáles son las preguntas que quedan
pendientes cada vez que paso por un capítulo de la Biblia? ¿Cómo poder
registrar esas dificultades que yo encuentro en mi paso por las Escrituras? Eso
también requiere ser analizado. Si yo no registro mis preguntas, mis
cuestionamientos y mis dificultades, difícilmente, más adelante, voy a tratar de
responderlas. Es importante, entonces, el leer, pero también el hecho de que
nosotros registremos todo aquello que vamos viendo en la Escritura. Una
persona que no registra su paso por la Biblia, difícilmente va a poder
profundizar en su conocimiento de las Escrituras.

Ya que nuestra memoria es muy frágil y aunque podemos descubrir grandes


cosas en el Señor, será muy difícil que al avanzar podamos recordar aquello
que hemos ido descubriendo en el Señor. Por eso, entonces, leer y registrar
son dos pasos básicos pero fundamentales en el estudio de la palabra del
Señor.

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Reflexionar

Pero, no solamente se trata de eso, sino que también, nosotros vamos a


reflexionar en su contenido. Y reflexionar en su contenido tiene que ver con el
hecho de poder ir caminando por las Escrituras y poder ir analizando aquello
que voy descubriendo, deteniéndome en la belleza de las Escrituras y en el
misterio de ir develando la verdad de Dios en la medida en que la vamos
descubriendo.

A veces se habla de que los cristianos somos muy poco reflexivos, no nos toca
a veces el ir avanzando solamente, sino que debemos ir avanzando y
deteniéndonos en el camino, disfrutando un poco de la belleza del paisaje que
el Señor nos presenta adelante y preguntándonos, a manera de reflexión
¿cuáles son las aristas que requieren una mayor percepción?, ¿cuáles son los
puntos claves que requieren una mayor devoción?, ¿cuál es la belleza del
Señor que requiere ser mayormente observada, que requiere una mayor
observación de parte nuestra?

No se trata solamente de recorrer la Biblia en un año, como se habla y como


hay muchos métodos para leer la Biblia en un año, no se trata solamente del
tiempo que voy a recorrer, sino que la profundidad que voy a ir alcanzando en la
medida en que voy meditando en todo aquello que voy descubriendo.

Aplicar

Y por último, el último paso que nosotros hemos analizado, es el paso de


aplicación. No hay verdad bíblica que no nos lleve y nos impulse a una
aplicación. Ya hemos mencionado en más de una oportunidad, que la sabiduría
hebrea se caracterizaba por la aplicación del conocimiento. Sin la aplicación del
conocimiento no hay sabiduría. Sin la aplicación del conocimiento no hay un
claro entendimiento de aquello que el Señor nos entrega. La sabiduría es
aprender la vida buena, bajo el paradigma de la cosmovisión de Dios.

Entonces, estamos llamados a encontrar qué es lo que el Señor espera que


nosotros hagamos en nuestro caminar y qué es lo que debemos hacer con la
Escritura. La última clase la vamos a dedicar enteramente al factor de la
aplicación.

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Queremos ahora, básicamente, terminar con nuestro proceso de estudio,
continuando con los pasos en detalles a fin de que continuemos profundizando
en este método que nosotros le estamos planteando de estudio de la palabra
de Dios.

Pasos Prácticos y en Detalle del Estudio Bíblico (cont.)

9. Debemos recorrer nuevamente el camino, exponiéndonos otra vez a la


verdad.

Como ustedes saben, el caminar por las Escrituras, es un camino que debemos
recorrer en más de una oportunidad. Y por eso les decía que no se trataba
solamente de recorrerlo, como el turista que visita una ciudad y quiere tomarse
un par de fotos en los lugares más significativos porque piensa que no va a
volver por esos lados. Por el contrario, cuando analizamos y estudiamos las
Escrituras, debemos recorrerlas una y otra vez más, porque son lugares de
paso, por los cuales atravesaremos continuamente, porque es en la Palabra en
donde vamos a vivir y donde vamos a asentar nuestra residencia. No somos
turistas de la Palabra, sino que, más bien, somos ciudadanos de la Palabra, por
llamarlo de alguna manera; residentes de la palabra de Dios, que debemos
aprender a recorrerla una y otra vez.

Por lo tanto, hay algunos principios que quisiera considerar:

a) Paciencia, en primer lugar, con el texto. Básicamente, en la medida en que


es un texto que requiera que lo caminemos con cuidado, un texto que se deba
recorrer andando y no corriendo; requerirá paciencia. Es un texto que se debe
disfrutar en la medida en que se va avanzando y no solamente un texto que se
deba correr y mirar en la medida en que uno va pasando como si pasaran en un
bus o en un tren de alta velocidad. Eso requiere paciencia y la paciencia es don
de Dios; por lo tanto, tenemos que practicarla.

Pero, paciencia no solamente con el texto, sino que también requiere de


paciencia para con nosotros mismos, con nuestra capacidad de poder ir por la
Palabra e ir descubriendo todos sus secretos. A veces, no perdemos la
paciencia con las Escrituras propiamente tal, sino con nosotros mismos.
Terminamos cansándonos o nos agotamos o queremos cambiar de posición o
queremos saltarnos los libros o queremos encontrar atajos. Es importante,
entonces, la paciencia. Y la paciencia requiere del siguiente punto…

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b) Un orden sin atajos ¿Qué pasa, por ejemplo, cuando nos encontramos con
una larga lista de nombres, un capítulo entero con una genealogía? ¿Lo salto?
¿Lo paso por alto?

¿Qué pasa cuando me encuentro volviendo al Pentateuco con una larga lista de
leyes con respecto a la sanidad de la lepra o a fiestas y ritos que me parece
que son de otra época y que no tienen que ver ya con el tiempo de Jesucristo?
¿Tomo un atajo? ¡No! Tenemos que estudiar la Biblia y estudiarla en orden, sin
atajos, capítulo a capítulo, verso a verso, de principio a fin.

Un estudiante de las Escrituras no toma atajos, un estudiante de las Escrituras


tiene que estudiar la Biblia en orden, de principio a fin, tanto de todos los libros
del Antiguo Testamento como todos los libros del Nuevo Testamento. La riqueza
de la Escritura es que es revelación de Dios y es una revelación sistemática, en
donde el Señor se presenta, de tal manera, que no hay detalle que nosotros
debamos pasar por alto y no hay detalle al que yo pueda ir de manera
desordenada. Si vamos a estudiar la Palabra, tenemos que hacerlo en orden y
sin atajos.

c) Ir de lo general a lo específico. Muchas veces me he topado con personas,


con estudiantes de la Palabra, que están empezando a estudiar las Escrituras y
siempre quieren entrar directamente a los detalles; y eso es un craso error.

Tenemos que ir de lo general a lo específico, de lo más amplio de la verdad de


Dios a lo angosto, de lo claro como la luz del mediodía a aquellos textos que
son más oscuros. Tenemos que ir avanzando en la medida en que vamos
recorriendo el terreno y vamos encontrando los puntos que nos permiten tener
los grandes puentes que luego nos van a llevar a esos detalles que requieren
mayor atención.

Tenemos que conocer las historias, tenemos que poder definir de qué tratan las
grandes secciones de las Escrituras, para luego, poder ir cerrando filas y poder
ir encontrando respuestas a los asuntos más específicos. A veces lamento
cuando las personas quieren entrar directamente al detalle, directamente a la
parte oscura, directamente a la respuesta que es la más misteriosa y pierde de
vista la belleza de la gran revelación de Dios, que tiene asuntos sumamente
claros, que requieren también que nosotros estemos primeramente al tanto,
para luego pasar a lo más específico.

d) Hagamos muchas preguntas. Hagámosle muchas preguntas al texto. ¿De


qué estás hablando? ¿Quién está hablando? ¿Dónde está hablando? ¿Cuál es

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el punto principal? ¿Cuál es el punto secundario? ¿Es esto importante? ¿Cuál
es el significado de esta palabra? ¿Cuál es la relación de esto que estamos
leyendo con el resto de la historia? ¿Cuál es la relación de esto que estoy
leyendo con el plan de Dios? ¿En qué medida esto se menciona en el Nuevo
Testamento? ¿En qué medida esto del Nuevo Testamento se menciona en el
Antiguo Testamento? Tenemos libertad para hacernos muchas preguntas y
buscar en la Palabra las respuestas. Es un acto de búsqueda de sabiduría, una
lucha por encontrar el conocimiento y hacernos las preguntas más importantes.
Hacer las preguntas correctas es fundamental para poder encontrar el
significado.

d) Utilice la memoria y todo lo que le permita recordar ¿Cómo recuerda las


cosas? ¿Cómo puede mantener viva en su memoria determinados detalles de
la Palabra? Ya hemos hablado que es importante que la Palabra sea
preservada en la mente y el corazón.

De una manera u otra, muchos textos bíblicos fueron escritos y desarrollados


por una cultura antigua para ser memorizados. El niño del Israel antiguo, antes
de los 12 años, tenía que ser capaz de recitar el Pentateuco de memoria.
Nosotros vivimos en una cultura diferente, pero debemos también reconocer el
valor de la memorización de los textos de la Escritura. Hay textos de la
Escritura que no sirven solamente para ser entendidos, sino para ser
memorizados, porque solamente memorizados pueden ser aplicados en el
momento oportuno.

Eso es algo que nosotros debemos hacer valer aún en nuestro tiempo donde
podemos ir al computador y poner la palabra en Google y encontrar el texto que
estábamos buscando. Aunque puede ser una tarea muy sencilla, sin embargo,
no es eficiente para la vida diaria, no es eficiente para la aplicación inmediata
en los contextos en donde la palabra de Dios podría ser sumamente poderosa.
Utilicemos nuestra memoria y todo lo que nos permita recordar.

¿Cómo podemos recordar de una manera más eficiente? Usando colores,


subrayando, poniendo estrellas y palabras y signos de admiración en los textos,
haciendo que algunos textos sean subrayados doblemente, porque significan
las promesas de Dios para mi vida.

¿Cómo recuerdo efectivamente? Poniendo con un lápiz, arriba del texto, en una
esquina, una palabra clave que me permita recordar el tema en mención. Hay
diferentes maneras de recordar, la memoria es una. En nuestro estudio, es
importante que, como lo hemos mencionado en múltiples oportunidades,

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vayamos marcando nuestro paso por la palabra de Dios. Es importante,
entonces, que marquemos, pongamos fechas, palabras claves, signos
importantes, que nos permitan ir recordando nuestro paso por las Escrituras.

10. Revisar nuestras notas y hacerlas cada vez más precisas y más extensas.
¿Notas más precisas y más extensas? En ocasiones cuando he dicho este
principio, algunas personas me han dicho: ¡Pero nosotros no somos pastores
que tenemos que predicar y guardar nuestras notas! Todos los cristianos
tenemos que guardar las notas de nuestro paso por la palabra de Dios, de tal
manera, que vayamos extendiendo nuestro conocimiento.

En la medida en que nuestras certezas y nuestras dificultades se van


ampliando, las preguntas se van resolviendo, entonces debemos tener notas
precisas y más extensas que podamos ir revisando. No sé cuántos de ustedes
que me están viendo en este momento guardan notas de su paso por la palabra
de Dios. Imagino, sólo por la experiencia, que son muy pocos.

Quisiera hacer una invitación para que ustedes puedan empezar a guardar sus
notas de su paso por la palabra de Dios. No basta sólo con adquirir un
excelente comentario o que tengan libros que hablen de los libros de la Biblia y
que han sido escritos por autores excelentes. Es importante que cada uno de
nosotros pueda tener su propio ejemplar de las Escrituras, escrito con sus
propias manos. Porque finalmente, ese comentario que ustedes están viendo,
que ustedes valoran muchísimo, son las notas de un cristiano educado, que
quiso preservar su conocimiento y que ahora lo comparte con muchas
personas. Por lo tanto, no estamos hablando de algo tirado de los pelos.

Los comentarios son, básicamente, las notas personales de siervos de Dios


que fueron diligentes en el cuidado de sus estudios bíblicos. Quizás, nuestras
notas no se van a convertir en comentarios publicados, pero si van a ser la
muestra palpable de nuestro amor al estudio y nuestro amor a la Palabra de
Dios. Puede ser tratarse también de un cuaderno o una plantilla Excel o un
documento Word vacío que diga: “Romanos”, por el alumno del Instituto “fulano
de tal”. A veces eso nos va a presionar a preguntarnos: ¿Estamos estudiando la
Palabra? ¿Estamos poniéndole empeño? ¿Estamos continuando en este
trabajo que es por el resto de nuestros días?

Es importante, entonces, que tomemos notas. ¿Por qué? Algunos detalles


significativos: Ningún detalle es trivial. No hay dato que podamos advertir en la
Escritura que sea trivial.

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Al momento de exponerla o al momento de aplicarla, cada detalle en la
Escritura tiene algún tipo de significado que debemos recordar y que debemos
registrar.

Cuando hablamos de detalles, debemos decir que debemos descubrir, por


ejemplo, las variedades gramaticales: los sujetos, los verbos, los objetos, los
adjetivos, los adverbios, las preposiciones, los conectores.

Las Escrituras fueron escritas en un idioma que se registro de manera


ordenada, se registro de una manera gramaticalmente correcta. Es a través de
la gramática que nosotros encontramos su significado. ¿Cuáles son los verbos?
¿Cuáles son los sujetos? ¿Qué describen las oraciones? ¿Hacia dónde van?
¿Cuáles son los conectores entre las diferentes frases? ¿Dónde está el
entonces, el porqué, el por lo tanto, el por consiguiente? Cada uno de esos
detalles no son triviales, sino que nos conectan a una verdad anterior o nos dan
una conclusión significativa. Debemos aprender a usarla.

A veces encontramos en las Escrituras, palabras que son complejas o que ya


no son de uso cotidiano. Esas tenemos que analizarlas. La palabra justificación,
la palabra redención, la palabra proposición…, hay un sin número de palabras
que requieren nuestra atención y que debemos entrar a los detalles buscando
el significado de esas palabras complejas.

Por ejemplo, la palabra redención. ¿Cómo se usa la palabra redención en


diferentes libros de la Biblia, en diferentes textos? ¿Cómo puedo obtener un
significado más preciso de la palabra redención, viéndola en su uso en el
Antiguo Testamento y su uso en el Nuevo Testamento? ¿Cómo podemos ver
cómo se tradujo la palabra redención en diferentes versiones de la Biblia, de tal
forma, que pueda ser iluminado en cuanto a su significado para seguir
avanzando y entendiendo de una manera más profunda y amplia lo que la
palabra del Señor quiso decir?

Ustedes podrán decir que esto es difícil, pero más que difícil es entretenido. Se
trata de un ejercicio por el resto de nuestra vida. Se trata de un ejercicio
personal que lo hacemos delante del Señor. S trata de un ejercicio personal que
lo hacemos bajo la guía del Espíritu Santo, el consolador que nos guía a toda
verdad. De tal forma que ¡todo está a nuestro favor!

Y no solamente está a nuestro favor, sino que también está el hecho de que el
estudio de la Palabra es comunitario.

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Podemos compartirlo de diferentes maneras con nuestros hermanos en Cristo
en la iglesia, a través de diferentes medios e ir descubriendo el significado de
las Escrituras.

¿Por qué no reunirnos en un grupo a compartir el texto mismo de la Biblia?


¿Por qué no juntarnos para estudiar las Escrituras e ir avanzando capítulo a
capítulo, de manera ordenada e ir tomando notas significativas que se van
uniendo a nuestros comentarios mutuos y a nuestro entendimiento de lo que el
Señor nos va mostrando en su Palabra? Es algo que podemos hacer y es algo
que podemos ir trabajando.

El ejercicio a continuación es un ejemplo para que observen y vean cómo


podemos ir jugando con el texto y podemos ir observando las palabras, los
lugares, los conectores, en qué medida un texto se relaciona con los puntos
anteriores, etc. Es algo que podemos trabajar con nuestras propias manos y
que nos da la posibilidad de ir profundizando en el conocimiento de la Escritura.

Nuevamente, los comentarios, son el resultado del trabajo personal del


comentarista. Los sermones son también eso mismo, el trabajo personal del
pastor durante varias horas, recorriendo un texto, para entenderlo él mismo y
para luego poder explicárselo a la congregación; ese es el trabajo.

Por eso, habiendo hablado acerca de este proceso, es que ahora vamos a
realizar un ejercicio personal, un ejercicio al que les voy a invitar a que ustedes

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lo realicen, un trabajo práctico que va a requerir de ustedes esfuerzo y va a
demostrar que están dispuestos a desarrollar el modelo que les hemos
presentado.

Un ejercicio para que lo puedan disfrutar y para que puedan ver el avance de
este tipo de estudio bíblico que vamos a desarrollar de manera ordenada ¿En
qué consiste el trabajo práctico? El trabajo práctico consiste en que ustedes
puedan desarrollar su propia plantilla de interpretación, de acuerdo a los
lineamientos seguidos en la clase 12 y lo que acabamos de hacer hasta este
momento en la clase número 13.

¿Qué es lo primero que ustedes deben hacer? Lo primero es seleccionar un


capítulo de la Biblia de su elección. No queremos hacerlo de manera
homogénea, sino que ustedes puedan escoger un capítulo que les llame la
atención.

Que estén dispuestos a conocer a profundidad, que ustedes quieran interpretar,


que quieran conocer, que quieran escudriñar, que quieran profundizar en el
texto. Luego de haber elegido el capítulo, lo primero que tienen que hacer es
marcar las divisiones naturales del texto. Lean el capítulo y marquen sus
propias líneas divisorias entre las ideas que van apareciendo en el texto.
¿Cuándo es que el autor de la carta va cambiando de temas? ¿Cuándo
empieza y cuándo finaliza un tema? ¿Cuándo un tema se divide en pequeños
sub-temas que dan una idea completa? La idea, entonces, es que marquemos
el texto y luego marquemos las divisiones naturales del texto.

No son divisiones para predicación. Son divisiones que nos permiten ver cómo
el texto va cambiando y cómo las ideas se van desarrollando, de tal forma, que
yo tener porciones digeribles del texto. ¿Cuál es la porción digerible? ¿Cómo
esta dividido? Capítulo 1:1-3: El saludo. Capítulo 1:4-7: La recomendación
inicial. Capítulo 1:8-13: La exhortación particular. Capítulo 1:14-17: La
despedida. Tal y como ustedes dividirían el texto. Eso va a dar lugar a una
división que va a ser nuestra propia división (1, 2, 3 ó 1.1, 1.2, 1.3) en la medida
en que vayamos encontrando las divisiones del texto.

Ahora, no se trata de encontrar cuál es la división correcta o la incorrecta. Esto


no es asunto de calificación para ver si ustedes dividieron correcta o
incorrectamente el texto, sino que vayan trabajando su capacidad de poder ir
dividiendo las ideas en ideas completas, de tal manera que puedan marcar una
división o una subdivisión.

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No se trata de encontrar cosas correctas o incorrectas, porque esa no es
nuestra intención en este proceso de trabajo que queremos que hagan.

Posteriormente, a esa división hay que ponerle un título; esa es la intención.


Este párrafo del verso 1-3, ¿de qué trata?: Los saludos originales, los saludos
iniciales de Pablo. Pablo y su esperanza de visitar a los Corintios. La gracia de
Dios manifestada en Jerusalén. Los cuatro puntos del amor. Las tres
características de la misericordia de Dios.

¿Cómo pueden, en una frase, definir o ponerle título a la división que han
establecido? Ese es el primer trabajo que deben hacer. Esta división, la pueden
empezar a hacer en la Biblia y luego la trasladan a un documento particular
donde ustedes establecen esa primera división. Luego que están claros con su
división —habiendo borrado una y otra vez hasta encontrar las divisiones y
subdivisiones correctas— no hay un número de divisiones, no hay un número
de subdivisiones, depende de ustedes.

Lo importante es que puedan leer el texto y entender dónde están los puntos
apartes, dónde están los puntos seguidos, dónde es que se subdivide una idea
en varias ideas particulares, dónde hay una conclusión, dónde hay una
ilustración, qué es la ilustración que se pone como ejemplo para una doctrina
que acaba de ser definida; esa es la idea original.

Luego que hemos trabajado eso, vamos a añadir las columnas de certezas y
dificultades. Hasta aquí, hemos tomado el texto y lo hemos separado en
porciones, le hemos puesto un título a cada porción y ahora vamos a hablar de
qué trata esa división, cuáles son nuestras certezas, cuáles son las enseñanzas
que hemos encontrado allí con respecto a la doctrina, la verdad de Dios, la
realidad del hombre, la realidad del ser humano, la moral, la realidad espiritual,
cuáles son las certezas, aquellas cosas que veo y que puedo encontrar que son
enseñanzas directas del texto. El texto me enseña acerca del amor de Dios
como base fundamental para la vida de los creyentes. ¡Esa es una certeza!

Cada división puede tener tantas certezas como uno descubra en el texto, no
se trata de una certeza, pueden ser varias certezas que nosotros vamos
encontrando en el texto. Luego que hemos puesto las certezas, pasamos a las
dificultades.

Las dificultades tienen que ver con los puntos oscuros que encuentro dentro del
texto. ¿Cuáles son aquellas cosas que digo: ¡Aja! Dice que es abominación,
pero qué significa la palabra abominación.

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Entonces, una dificultad: Definir o encontrar el significado de la palabra
abominación.

Otra dificultad: ¿Cómo es que Pablo entiende la cultura de su tiempo cuando


dice que un padre puede entregar a su hija en matrimonio a quien quiera o
puede mantenerla soltera ¿Cómo se explica esa realidad? ¿Cómo poder
entenderla de una manera particular?

Así sucesivamente pueden haber muchas dificultades semánticas, muchas


dificultades gramaticales, doctrinales, culturales, sociales, misterios que
necesitamos resolver. Pero, es importante que tengamos sinceridad, porque
este es un material de trabajo para nosotros, en donde podemos ver qué cosa
nos llama la atención y qué cosa, aunque me llame la atención, no puedo
encontrar una respuesta suficiente a aquello que se me ha presentado; ese es
el primer desafío.

Entonces, ya tenemos el texto, lo hemos dividido numéricamente, cada división


tiene un título, hemos encontrado un número de certezas y también un número
de dificultades. Ahora, el siguiente paso, es añadir las columnas con diversas
versiones.

De lo que se trata aquí, no es solamente copiar lo que dice la Reina Valera del
60, la Biblia de las Américas, la Nueva Versión Internacional o la versión que
usted crea conveniente, puede ser en otros idiomas también. No se trata de
copiarlas totalmente, aunque sería lo recomendable si es que les es posible
hacer ese ejercicio. Hoy en día con la computadora uno puede ir a Bible
Gateway tomar el texto y traspasarlo a la plantilla, de tal manera, que se
puedan ver los diferentes textos puestos uno al costado del otro, a fin de
estudiarlos mejor. Pero si eso no es posible, trabajen con aquellos textos que
requieren una mayor atención, que los revise y que pueda poner aquellos
puntos, aquellos versículos, en donde requiero una mejor interpretación.

Por ejemplo, el versículo donde aparece la palabra redención —esa palabra


que me es difícil de interpretar— veamos cómo lo dice la Reina Valera del 60,
cómo lo dice la Biblia de las Américas, cómo lo dice la Nueva Versión
Internacional, cómo lo dice la Biblia Al Día, cómo lo dice la Biblia de Jerusalén.
Lo que buscamos con esto es tener luz al momento de entender el texto. Cada
una de las versiones busca ser fidedigna a los textos originales y, por lo tanto, a
través de esta comparación voy a poder recibir un mayor entendimiento de lo
que el texto quiere decir, por eso es que añadimos nuestra columna con las
diferentes versiones.

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¿Qué haría yo? Pondría la palabra que estoy tratando de encontrar y ver como
la tradujo cada una de las versiones, de tal manera que le hago un círculo en
cada una de las versiones y las marco o las subrayo, dependiendo si lo estoy
haciendo electrónicamente o manualmente, pero que pueda marcar o pueda
separar los textos. Hay algunas versiones en donde los versículos son más
largos, pero puedo ubicar los versículos en sus diferentes lugares a fin que
pueda ver todos los versículos 16s, todos los versículos 17s juntos, 18, 19, de
tal forma, que me den una visión panorámica de las diferentes versiones de un
mismo versículo y que me ayuden a entender mejor lo que el texto quiere decir.

El siguiente paso es que puedan añadir las columnas con diversos comentarios.

Nuevamente, como lo dijimos en la clase anterior, de lo que se trata es que


habiendo pasado por nuestras certezas, nuestras dificultades, ahora con los
comentarios podamos confirmar nuestras certezas y podamos responder a
nuestras dificultades. Pero, los comentarios vienen al final de un proceso, en
donde bajo la guía del Espíritu Santo he buscado hacer de ese texto mi propio
texto. Pueden utilizar los comentarios que tengan a disposición en sus casas o
a través del internet. Pueden encontrar en los comentarios los puntos que a
ustedes les llame la atención y que les ayude a interpretar de una mejor manera
el texto.

Hay muchos comentarios que son explicativos, un comentario explicativo nos


puede dar una base de una realidad social que para mi me es ajena; o una
característica contextual que no la hubiera podido encontrar de otra manera; o
una serie de versículos que me ayudarán a entender el pasaje que estoy
estudiando; o diversas respuestas a la pregunta que me he hecho. Al poner
estas respuestas en mis divisiones y compararlas con mis certezas y mis
dificultades, voy encontrando un panorama de interpretación amplio que me
ayuda a recorrer de una manera más significativa el terreno de las Escrituras;
eso es lo que quisiéramos que ustedes hagan.

Cada uno de ustedes de acuerdo al momento en que está tomando esta


materia, va a recibir una fecha para poder entregar este trabajo, para que
podamos evaluarlo en el instituto. Pero, lo importante es que pueda encontrar
gozo y disfrute espiritual en desarrollar esta tarea, que como les digo, es una
tarea entretenida, es una tarea responsable, es la búsqueda de poder conocer
el consejo de nuestro Señor.

Como lo vimos en la clase pasada, el proceso es: leer, marcar o mapear el


texto, dividirlo de acuerdo a sus ideas completas, titular de acuerdo a esas

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ideas completas, ponerle un nombre, encontrar las certezas y las dificultades,
revisar otras versiones, revisar la exégesis profesional que está un poco
relacionada con los comentarios.

Como vimos hace un momento, hay comentarios exegéticos y hay comentarios


explicativos. Entonces, comentarios y exégesis profesional a veces van de la
mano, pero la idea es revisar a los académicos y ver qué respuestas nos tienen
para nuestras certezas y nuestras dificultades. Y que ustedes puedan disfrutar
de ese trabajo y que puedan decir: “Realmente, ahora, creo que conozco más
profundamente este texto, ahora entiendo lo que significa el mandamiento del
Señor cuando dice: “Escudriñad las Escrituras”, que es cuando rebuscamos
profundamente en su significado y tratamos de encontrar respuestas a aquello
que el Señor nos ha dado.

Josué 1:8 dice: “Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que
meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito”.

Meditarás en él de día y de noche, no se apartará de tu boca, cuidarás de hacer


todo lo que en él está escrito. Hasta este momento, en esta clase 13, hemos
llegado a la primera parte de esto que el Señor le demandó a Josué. No se
apartará de tu boca.

Recuerden que la Escritura era un libro para memorizar, ahora es un libro para
registrar; y así no lo apartamos de nuestra boca en la medida en que lo
estudiamos. Y meditarás en él de día y de noche, es parte del ejercicio que les
acabamos de dejar.

¿Cómo hacer de la palabra de Dios mi palabra? En la próxima y última clase,


estaremos buscando y averiguando cómo cuidar de hacer todo lo que en la
Palabra está escrito. Si usted tiene alguna pregunta no dude en enviarla al
instituto, a los correos asignados, les responderemos lo más rápido posible.
Esperamos que este tiempo de estudio particular sea de mucha bendición para
ustedes. Que el Señor les bendiga y nos vemos en la última clase, en una
próxima oportunidad.

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Prohibida la reproducción total o parcial de este documento sin la autorización escrita del
Ministerio Integridad & Sabiduría. 2014.
www.integridadysabiduria.org www.institutois.org

Las citas bíblicas son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS ©


Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation
Usadas con permiso

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