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El sepultamiento' del complejo de Edipo (1924) Ba es ete eee cs Nota introductoria nl ley coment pes sb Side duet a este ultimo trabajo hago fa historia de las cam- biantes ideas de Freud sobre esta cuestién (infra, pags. Der Untergang des Odipuskomplexes» James Strachey Ecdieiones en alemin 4924 Int. Z, Psychoanal, 10, n? 3, pigs. 245-52. 1924 G5, 5, pigs. 423.36, 1926 Psychoanalyse der Neurosen, pigs. 169-77. 1931 Neurosertebre und Technik, pigs. 19. 1940 GW, 13, pigs. 395-402 1972. SA, 5, pgs. 243-51, Traducciones em castellano ® 1930 «Pl final del complejo de Edipo». BN (17 yols.), 14, pigs. 263-70. Traduccidn de Luis LépezBalles- ‘eros. 1943 Igual titulo. EA, 14, pigs. 273-80. El mismo tra- ductor. 4948 Igual thule, BN (2 vol}, 2, pig. 409-12. Fl is smo teaductor. 1953 Ipual titulo. SR, 14, pigs. 210-5. EL mismo tra- dctor. 1967 gual titulo. BN (3 vols.), 2, pags. 501-4. El mis- smo traductor, 1974 La disoluciéa del complejo de Edipo». BN (9 vols.), 7, pigs. 2748.51. El mismo traductor. Escrito en los primetos meses de 1924, este articulo no hace, en esencia, sino elaborar fo dicho en un pasaje de El yoy el ello (19236), supra, pigs. 33 y sigs. Si reclama wn interés especial es porque en él se hace hincapié por prime- fa vec en que fa sexualidad sigue un_curso diferente de desarrollo en los varones y las nifias. Esta linea de penss- rmiento novedoss fue proseguida tinos dieciacho meses mis «(Che silly 6 Advestencia sobre ta edcién en cestellnoe,sapra, pt 179 380 El complejo de Edipo revela cada vex mis su significa ign como fenémeno central del periodo sexual de ta pri- meta infancia. Después eae sepultado, sucumbe a la repre- sidnj —como decimos—, y es sepuido por el periodo de latencia. Pero todavia no se ha aclarado a raiz de qu a pique (at funda i falz de fas dolorosss detilusiones acontecidas: La ‘que quiere consideratse la amaca predilecta del padre, zosamente tendré ge vivenciat alguna sevia reprimenda de parte de él, y se veri atrojeda de los cielos. EI varoncito, ‘que considera a la madre como su propiedad, hace la ex tencia de que ella Je quita amor y cuidados para entregat- selos a un recién nacido, Y In reflewidn acrisola el valor de estos inl, destacandol career inevible de tle ex ppetiencias penosas, antogénicas al. contenido del complejo. ‘Aun donde no octirsen acontecimientos particulates, co fos mencionados a manera de ejemplos, In falta de la faceidn esperada, Is continua denegacién del hijo deseado, por fuerza determinarén que los pequetios enamorados se texteafien de su inelinacidn sin esperanzas. Ast, el complejo ‘de Edipo se iria al fundamento a rats de su fracaso, como, resultado de su imposibilidad interna. ‘Otra concepcién diré que el complejo de Edipo tiene que ‘caer porque ha llegado el tiempo de su disolucién, as{ como 1 ( (Corresponds a Wa Mama que aparece en et slo, supa, pi 1774 ntergungs, Jones (193), pig. 114) 208 Ylorma’ que Feene: en tna cart 4 Freed del 21d mae de'1924, Te ebits que eta fslsbraera demain fost y Te di entender gue Te abi esog SS come rewccdn Tes ideas de Rank sobre a nportancis delet ima del nacimienton, En au sespeats, dos dias despts, Freod ca 1d que ia palabra del tule pods haber cstado emecionamente i Fis por for sentimienios see Tssnevas ideas de Rank, pero afi tnd que en sf mismo clare ea totalmente independiente de estase (Jones, foc ci). En verdad, debe sobalare que Feeod ya habla ut Tiana frase 2 Oiipatkouplacete en doe paajes de Hi's0 y el ello (19230), sre, pits. 31 ¥ 99, estco ates de gue Rast publica su hipeesis (1924). De etho, nel primero de ellos ll a pa, me ee a, Zerranmerangs (de wae} ] int los dientes de leche se cacn cuando salen fos definitivos. Es verdad que cl complejo de Ealipo es vivenciado de manera tenteramente individual por Is mayoria de los humanos, pero fe también un fenémeno determinado por la herencia, dis puesto por ella, que tiene que desvanecerse de acuerdo con cl programa cuando se nici la fase evolutiva siguiente, pre- dterminada, Entonces, es bastante indiferente conocer las fcasiones rafz de las cuales ello acontece, y aun que % Tas pueda averiguar® No puede neparse el derecho que asiste a ambas con cepciones, pues ie dos lo ienen, Pero ademds son com tibles entre sf; queda espacio pata la ontogenttica junto a Ia filogenética, de micas mis vastas, También cl individvo fntegro, por su nacimiento, ya esti destinado a morit; y acaso ya Su disposicin orginiea contiene cl indicio de aque: Tio por Jo cual moriré. Empero, sigue siendo interesante avetiguar <émo se cumple el programa congénito y eno ‘iertos datios accidentals sacan partido de la disposcién ‘ldmanence ea aura eta sepia pas percepcidn de que el desarrollo sexual del nifio progress hasta una fase en que los genitales ya han tomado sobre st cl papel rector. Peto estos genitals son sco los masculinos (ims precisamente, el pene), pues los femeninos siguen sin ser descubiertos, Esta fase falia, contempotinea a fa del complejo de Edipo, no prosigue su desarrollo hasta la orgs niaacién genital definciva, sino que se hunde y cs relevada por el periodo de latencia. Ahora bien, su desenlace se com Suma de maneta tipice y apuntalindose en sucesos que 16 toman de manera regular. Cuando el niio (varén) ba voleado su interés « lor ge: ails Te deg tsi por su wast acumen aval en ellos, y después tiene que hacer Ta experiencia de que los fdliog no éstin de acuerdo con ese obrar. Ns o menos clara, més o menos brutal, sobreviene la amenaza de que se fe arrcbataré esta parte tan estimada por él, Le mayoria de las veces, lt amengza de eastraciSn proviene de mu menudo, elas buscan reforzit su autoridad invocando al padre o al doctor, quienes, segin lo aseguran, consumarén lata. Ea dete ere de eso, ls mujeres mises pproceden a una mitigacién simbélics de la amenaza, pues 10 Anoneian Is eliminaeién de los genitales, en verdad pasivos, sino de la mano, activamente peeaminosa. ¥ con notable fre 2 (Las ideas expucits en este péctao y el precedente 3a, fubion sido express pot Freuden trios muy Sencamtes en «Pepin Sip iio" (19190), AB, 1, paps. 1856.) ‘TCE. els orgumizaién genital infantile (1923e), sopra, wb 145.1 182 vnc sonic que al varoncto os 10 amen co le castracién por jugar con Ia mano en el pene, sino por mojar ta as noes ema y no abiae a Tmpice Lax petsonas encargadas de la crianza se compoctan como si esa incontinencia noeturna foese consecuencia y prucbs de que ‘el nifo se ocupa de su pene con demasiado ardor, v proba: Blemente cirtan en ello! Comoquitn ue se, In peri tencia en mojarse en la cama ha de equipararse a la polueiSn deladulo: una exprsion de a misma exitacion genital que en gs époes fa eforzado al io a masturbactn Ahora bien, la tesis es que fa organizacién genital féliea del to e val fndamento a tas deena smenazs de ca tracién. Por cierto que no ensepuida, ni sin que vengan a sumarse ulterioresinflujos. En efecto, al principio el varon- ito no presta ereencia ni obediencia ‘algunas a la amenaza EI psicoandlisis ha atribuido renovado valor a dos clases de cexperiencias de que ningtin nino esté exento y por las cur les deberia estar preparado para la pérdida de partes muy apreciadas de su cuerpo: el retito del pecho matemno, pri ‘mero temporario y definitivo después, y la separacion del contenido de los intestinos, diatiamente exigido. Pero nada se advierte en cuanto a que estas experiencias tuvieran agin cfecta con ocasién de Ia amenaza de castracién.® Sélo tras hacer una nueva experiencia empieza el niio a conta con In"postiidad de une cattacén, y um entonces con vact Jaciones, a disgusto y no sin empedarse en reducir ef aleance de su propia observacidn, a observacién que por fin quicbra Ia incredulidad det rio es Ia dé los genitales femeninos. Alguna ver cl varon- Gito, orpulloso de su posesién del pene, llega a ver la repién genital de una nifita, y no puede menos que convencerse de {a falta de un pene en un ser tan semejante el. Pero con ello se ha wuelto representable la pérdida del propio pene, yy la amenaza de exstraci6n obtiene su efecto con posterior dal inacherilich) 'No debemos ser tan miopes como Ja persona encargada de Ia crianza que amenaca con la casttacién, y pasar pot 1 (CL l cap «Dorae (1905), AE, 1, eoria sexial (19054), AE, 7, ply 724 tase ote al ie site ms mens por la ce aque fue acto el presente atc, a historia clinkeo del pequein Hane (15096), AE, 10, pape 910, haciendo vefetenca » teabajor de ‘Andress Satan (1916), A Strcke (1921) 9 Alesmner (1922), Bo se menos a cera expect separ (en pu, com ectte en ete pirato, Fcad erica au confsisn ‘en cl como de costacgn, Venue tembién una nota al pie en sa Saniacon serial infantile (182%e1. supra tages 147, nT 66, y Tres ensayor de 183 alto que la vida sexual del niio en esa época en modo alguso se agota en Ia masturbacién, Se In puede pesquisar en la actitud edipica hacia sus progenitores; Ia masturbacién es s6lo la descarga genital de la excitacién sexual perteneciente al complejo, yest refered deer su sii ara todas las épocas posteriores. Fl complejo de Fdipo Otel ns os nae de slat, va aca yuna pasiva, Pado stuarse de mancra masculina en el lugar {el padre y, como el, manicnet comecio com la madiey'a ralz de lo cual cl padre fue sentido pronto como un obs: ticulo; 0 quiso sustituir a la madre y hacerse amar por el padre, con Io cual Ia madre queds sobrando. En cuanto a {2 naturaleza del comercio amoroso satisfactorio, el nito sélo debe de tenet representaciones muy imprecisass pero «3 cierto que el pene eumplié un papel, pues lo atestiguaban 5s sentimientos de drgano, No tavo ain ccasién alguna para ddudar de que la mujer posee un pene. Ahora bien, Ia acep- tacién de Ia posibilidéd de la castracién, Ia inteleccidn de gue la mujer es castrada, puso fin a las dos posibilidedes de satisfacidn derivadas del complejo de Edipo. En efecto, ambas conllevaban la pétdida del pene; una, la masculina, cf calidad de castigo, y la otra, la femenina, como premisa Si Tn satisfaccién amorosa en el cerreno del complejo. de Ezdipo debe costar el pene, entonedk por fueres estallaré el conflicto entre el interés nareisista en esta parte del cuerpo y la investidura libidinosa de los objetos parentales. En este conflicto tciunfa normalmente el primero de esos poderes: el yo del nifio se extraia del complejo de Edipo En oro fugit he expusto el modo ep qe sto conte? das y susttuidas por 0 de ambos proge tne tneoprecarel yo, forse wd dna cee, ‘que toma prestada del padre su severidad, perpetia!a prob Bicién del incesto y, asi, aseguta al yo contra el retorno de a investidura libidinosa de objeto. Las aspitaciones libidi nosas pertenecentes al complejo de Eipo son en parte de sexualizadas y sublimadas, lo cual probablemente acontezca con toda trasposicién en identificaciin, y en hibidas en su meta y mudadas en mociones tiemnas. El pro- ‘eso en su conjunto salvé una vex « los genitales,aleid de ‘los el peligro de la pérdida, y ademas los paral, cancels su funcitin. Con ese proceso Sinica el peredo de ltercia, due viene a interrumpir el desarrollo sexual del nto, No veo r226n alguna para denegar el nombre de «repre (En BI yo y ef allo (1923b), supa, pigs. 31 ysis.) 184 sin» al extrafamiento del yo respecto del complejo de Fo Ben hs represiones oneness evan abo la mayoria de las veces con participacdn del superyé, que aqui recién se forma. Pero el proceso descrito eb més que tuna represién; cquivale, cuando. se consuma_idealmente, 21una desttuccién y cancelacién del complejo. Cabe suponer ‘que hemos tropezado aqui con la frontera, munca muy ta ante, tte fo normal y lo patoldgico, Si el yo no ha logeado cfectivameate mucho mis que una reptesion del complejo, este subsistiré incanciente en cl ello y més tatde exterior 2atd su efecto patdgeno, Tales son los netos que Ia observacién analitica permite discernie 0 coleir enere organizacién falic, complejo. de FEclipo, amenaza de casteaci, formacién del superyé ¥ pe todo de Jatencia. Justifiean Ta tesis de que el complejo de Eo se vl faders ea de in among de est. cin, Pero con cello no queda reauelto el problema; resta espacio para una especulacién teériea que puede desechar el resultado obtenido 0 ponetlo bajo waa mieva luz. Antes de imternarnos por exte camino, tenemos que ocuparnos de tun problema que se planted en el cutso de nuestras ante rigres clucidaciones y todo el tiempo fue relegado, Sexin se jo expresamente, el proceso descito se refiere sélo ab de sexo masculing. ¢Cémo se consima el correspondiente desarrollo la nia peguctia? ‘Nuestro -material so wick te mucho mis cra y agua, Tabi el sexo fame nino desarrélla un complejo de Edipo, un superyé y un Hiode de Inencia, ¢Puede strut tambien tne ont zac falica yun complejo de castracién? La respuesta es afirmativa, peta las cosas no pueden suceder de igual manera ‘que en el vardn, La exigencia feminista de igualdad entre los sex0s no tiene aqui mucha vigencia; la diferencia morfols fica tiene que exteriorizarse en diversdades del deserrallo Psiquico’ Parafaseando uns sentencia de Napoledn, «la ana: {omnia es el destino». El ditoris de la nifita se compotta al comien2o en wn toro como un pene, pero ells, por Ia com paracisn con un companetite de juegos, percibe que es «de- ‘masiado corton, y sient exte hecho como wh pexicio yuna —incomprensiblemen: 1 (Reeud sugiis una posible explcacin en eSabre In sexuaidad feeniqas (9310), AE, 21, pies. 2279.1 BTCE «Algo consceuencas patguicas dete diferencia anatéimign ent fo tease (1925)), ifr, pgs. 259 sigs, taba escrito mae fo menos um aio y medio despts que este, y donde se clara gran atte de To que sigse agut. La. patra del dicho de, Nepean Jn habia sido mencienada en wb Ta mis penctalanda deprodcion Ep sida amoroets (1OI2AI, AB TL nig. 185.) as ranin de inferioridad. Durante un tiempo se consuela con In expectativa de que después, cuando erezca, ella tendté un apéndice tan grande como el de un muchacho. Es en este punto donde se bifurca el complejo de masculinided de la inujer.” Pero Ia nia no eomprende su falta actual como un cardeter sexual, sino que lo expliea mediante el supuesto de que una vez poseyé un miembro igualmente grande, y des pues lo perdié por eastracién, No parece extender esta infe- rercia de sf misma a otras mujeres, alas, sino que atribaye 4 estas, exactamente en el sentido de la fase filica, un genital arunde y completo, vale dect, masculino. Ast Se produce esta diferencia esencal: Ia nifita acepta In exsteacn como tun hecho consumado, mientras que cl varoncito tiene miedo 1 Ia posibilidad de su consumacién, Excluida la angostia de castracidn, est4 ausente también tun poderoso motivo para insttuir el superys interrupt la organizacién genital infantil. Mucho mis que en el vats, estas alteraciones parecen ser resultado de Ia educaci6n, del amedtentamiento extetno, que amensza con la pérdida de seramado. El complejo de Fdipo de la nifita es mucho mis uunivaco que el del pequefio portador del pene; segdn. mi ‘experiencia es taro que vaya mis alld de In susttucin de la sadte y de la actitud femenina hacia el padze. La renuncia al pene no se soportaré sin un intento de tesarcimiento, La muchacha se deslia ~a lo Targo de una ecuacién simblica, disfamos— del pene al hijo; su complejo de Edipo ealmina en el deseo, slimentado por mucho tiempo, de recibir como regalo un hijo del padre, paritle un hijo."® Se tiene Ia im- presign de que el complejo de Edipo es abandonado después poco a poco poraue este deseo no se cu x, Ambos deseos, el de poseer un pene y el de zecibic un hijo, perma- necen en To inconciente, donde se conservan con fuerte inves- tidara y conttibuyen a preparar al ser femenino para su posterior papel seul, La enor intensidad de la con icin sidica ala pulsin sexual, que es licto conjugar con Ja mutilacién del pene, facilita la mudanza de las aspiaciones directamente sexvales en aspiraciones tiernas de meta inhi bids. Pero en conjunto es preciso confesar que nuestras inte leeciones de estos procesos de desarrollo que se_cummplen en la nia son insatistactorias, lagunosas y vagas.”” © CE, «Algunasconsecuenciaspsfqucas de la diferencia anatémica nte J Sexegs (1923), nf, bag. 271 9 1.9 18 (Ch “Sebre' Tas traposiiones: de a pul, en particular dl roti anal» (19170), Ab, V7, pes. U8 y is y «Alans cone fuenclaspstuicas dela diferencia anatévicaente os sesso (1923), Infra pie. 274. "(Freud examin este tema con mucho rae datale on aus rab 186 No tengo ninguna duda de que tos vinculos causes temporales aqu!deseritos entre complejo de Edipo, amedren tamiento sextal (amenazea de castracién), formacién del supery6 € inteoduccidn del period de Tavencia son de ratte falezetpiea; pero no tengo el propésito de aseverar que exe tipo es el nico posible. Vatiaciones en la seeuencia tempo: tay en el enctdenamiento de estot procesos no pueden tmetios que revestr cousiderable importancia para el desarzo ilo del individuo Deel icc nr eao de Oxo Rak acerca del erauma del nacimientow (1524), por otta patte, yam pnd ti in oc examen ca de Geta poqueinindagaciSn, a saber, que el complejo de Edipo del Vanmcito se va al fondamento a rafe de la angostia de castracign, Pero me patece prematuro intenarge hoy en ese fxamen, ¥ quid sea tambien inaccuado iniciat le cxftien fo apreciacion de la concepcién de Rank en este punt." foe sobre a diferencia anatdice ent lot esos Fealidad femenina (19310): et ambos, sts lu tll de Epo ci ies en roy de Ta ews fae reer cin, sintonta yen (19264), Wessel seein Ftd eAngs {i} naman, dem sltodaceine et AE 20, 89} Ses 187

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