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TRANSATLÁNTICO S.A.
Contra
TRANSMETRO S.A.S
LAUDO ARBITRAL
CAPITULO PRIMERO
ANTECEDENTES
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1. EL CONTRATO OBJETO DE LA CONTROVERSIA
2. EL PACTO ARBITRAL
2
Comercio de Barranquilla y su Área Metropolitana para que sea ésta
quien los designe.
68.3. Los árbitros decidirán en derecho.
68.4. El tribunal se sujetará al reglamento del Centro de Arbitraje y
Conciliación de la Cámara de Comercio de Barranquilla, y se regirá
por lo previsto en esta cláusula y por todas las disposiciones
aplicables, en particular el decreto 2279 de 1989, ley 23 de 1991, el
decreto 2651 de 1991, la ley 446 de 1998 y el decreto 1818 de 1998,
o por las normas que los adicionen, modifiquen o reemplacen.
68.5. Las disputas relacionadas con la aplicación y los efectos de las
cláusulas de caducidad, terminación unilateral, interpretación unilateral
y modificación unilateral, no podrán ser sometidas al arbitramento.
68.6. El Tribunal sesionará en el Centro de Arbitraje y Conciliación de la
Cámara de Comercio de Barranquilla, o en cualquier otro lugar que
designen las partes de mutuo acuerdo.
68.7. Los gastos que ocasione el tribunal de arbitramento, serán cubiertos
por la parte que resulte vencida.
68.8. El tribunal tendrá un plazo de cuatro (4) meses prorrogables por un
plazo igual, en caso de que así lo consideren necesario los miembros
del Tribunal.”
3. PARTES PROCESALES
3
noviembre de 2013 (F. 6478). El representante legal de Transatlántico S.A.
otorga poder a la Dra. GLORIA MILENA CRUZ ALZATE (f. 6562) y se le
reconoce personería jurídica mediante Auto No. 46 del 9 de diciembre de
2013 (f.6571).
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partes con ocasión de la ejecución del contrato de concesión No. TM 300-
001-07 del 17 de julio de 2007. A la solicitud anterior que obra en folio 1380
del Tomo II se acompañó la respectiva demanda.
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mantenimiento de la estación Cabecera de Barranquillita del sistema
Transmetro del Distrito de Barranquilla y su área Metropolitana.”
4.3.2. Hechos:
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a. Relacionados con los diseños y obras adicionales no previstas en el
alcance del objeto contractual y/o pliego de condiciones, respecto de
las estaciones sencillas. Dentro de éstas se incluyeron las siguientes:
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estableció la necesidad de contar con un equipo más robusto
que pudiera arrastrar el peso de las puertas.
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[(ii)] Modificación por especificaciones en los pavimentos; refuerzo de
sardinel que rodea la vía de la estación de retorno Romelio
Martínez: De acuerdo con las especificaciones del contrato, el
sardinel a utilizarse en la vía era prefabricado A10; al
ejecutarse, se estableció pro parte del concesionariocontratista
que este traía como consecuencia la reducción en 40
centímetros del carril por lo que se decidió su fabricación en el
sitio lo que conllevó la necesidad de realizar refuerzos
longitudinales de anclaje que no era necesario en el primer
caso.
4.3.3. Pretensiones:
A. PRINCIPALES
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1. Sírvase declarar el incumplimiento del deber de mantener y restablecer el
equilibrio económico del contrato por parte de la Entidad Accionada,
TRANSMETRO S.A., de conformidad con la ley las cláusulas estipuladas en el
Pliego de Condiciones, Contrato de Concesión TM 300-001-07 del 17 de julio de
2007 y los acuerdos posteriores realizados durante la ejecución del contrato, en
virtud de los hechos narrados.
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Modificación del diseño Estación Romelio 678.101.054,27
Martínez
Reforzamiento de las losas de pavimento de la 48.029.760,00
vía aledaña a la plataforma de abordaje en la
Estación de Retorno Romelio Martínez
Refuerzo del sardinel que rodea la vía de la 16.060.227,00
Estación de Retorno Romelio Martínez
TOTAL 9.971.283.988
12
ITEM AIU
Modificaciones a los diseños eléctricos necesarios 168.625.415
para el funcionamiento del sistema: Operador de
recaudo y publicidad.
Modificación de la especificación del material a 168.872.133
utilizar para la construcción del cielo raso de las
Estaciones Sencillas
Adición a los diseños de vidrios de protección para 162.737.797
el cerramiento de las Estaciones Sencillas.
Modificación de la especificación del equipo 727.874.941
electromecánico para el procedimiento de cierre y
apertura de puertas de abordaje de las Estaciones
Sencillas.
Modificaciones a los diseños de señalización para 545.431.799
usuarios posteriormente a que los mismos fueran
aprobados por Transmetro S.A.
Adición de juntas de dilatación en bronce a las 30.157.789
especificaciones técnicas, planos y diseños de las
Estaciones Sencillas.
Modificación sustancial y reelaboración de los
diseños arquitectónicos de la Estación Cabecera de
Barranquillita.
Relleno general del lote. 416.978.366
Modificación del diseño Estación Romelio Martínez
Reforzamiento de las losas de pavimento de la vía 14.408.928
aledaña a la plataforma de abordaje en la Estación
de Retorno Romelio Martínez.
Refuerzo del sardinel que rodea la vía de la 4.818.068
Estación de Retorno Romelio Martínez
Total 2.239.905.23
6
13
Estaciones Sencillas
Adición de sistemas TX y RX para buses padrones 77.434.254
adicionados a la operación de la Fase I del Sistema
con posterioridad a la presentación de propuesta de
contrato del concesionario
Construcción de pasarelas adicionales para las 59.826.209
estaciones sencillas Nº 6 –La Catorce- y Nº 4 –
Buenos Aires-
Mayores obras de la Estación Romelio Martínez 133.682.555
Construcción del cerramiento del ciclo parqueadero 3.899.897
en la Estación de Retorno Romelio Martínez
Total 335.095.950
14
Edificio administrativo, cuartos técnicos y baños 3.564.868
públicos
Cicloparqueadero 103.997
Total 8.935.892
15
ubicada inicialmente sobre la calle 74 con carrera 46 y
la red de fibra óptica del sistema
Cerramiento de la zona en que limita el Estadio Romelio 102.645.292,00
Martínez con la Estación de Retorno Romelio Martínez
(mayor cerramiento)
Mayores cantidades por el retiro de la valla publicitaria 8.555.723,00
ubicada en la esquina noroccidental de la Estación de
Retorno Romelio Martínez
Diseños pisos adicionales Estación Barranquillita 239.682.972
Total 375.356.283
B. SUBSIDIARIAS:
19
contrato del concesionario
Total 1.043.314.107,0
0
20
Estaciones Sencillas
Mayores obras de la Estación Romelio Martínez 133.682.555
Construcción de pasarelas adicionales para las 59.826.209
estaciones sencillas Nº 6 –La Catorce- y Nº 4 –Buenos
Aires-
Adición de sistemas TX y RX para buses padrones 77.434.254
adicionados a la operación de la Fase I del Sistema
con posterioridad a la presentación de propuesta de
contrato del concesionario
Total 312.994.233
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4. Los intereses compensatorios liquidados a la tasa máxima permitida por el
Código de Comercio, o a la que determine el Tribunal, aplicados sobre los valores
cuyo reconocimiento y pago se solicita en las pretensiones subsidiarias 4.2.1,
4.2.2 y 4.2.3, calculados a partir del momento en que la concesionaria efectuó el
desembolso por dichas actividades y conceptos y hasta la fecha en que se efectúe
el pago por la concedente.
5. En subsidio de la pretensión principal No. 4.1.2.5, sírvase condenar a la Entidad
a pagar la suma de SETENTA MILLONES CUATROCIENTOS DIECINUEVE MIL
VEINTIÚN PESOS ($70.419.021) o lo que resulte probado dentro del proceso, por
concepto de A.I.U. contractual de las actividades ejecutadas por la ocurrencia de
hechos enmarcados en la Teoría de la Imprevisión de conformidad con los hechos
descritos en el presente documento y cuantificados según los anexos de la
reclamación y la conciliación efectuada, hechos valorados en de DOSCIENTOS
TREINTA Y CUATRO MILLONES SETECIENTOS TREINTA MIL SETENTA
PESOS ($234.730.070).
6. En consecuencia de la pretensión subsidiaria 4.2.5. sírvase condenar a la
Entidad a pagar La suma de UN MILLÓN OCHOCIENTOS SETENTA Y SIETE
MIL OCHOCIENTOS CUARENTA Y UN PESOS ($1.877.841) por concepto de
I.V.A. de las actividades ejecutadas por la ocurrencia de hechos enmarcados en la
Teoría de la Imprevisión.
7. Los intereses compensatorios liquidados a la tasa máxima permitida por el
Código de Comercio, o a la que determine el Tribunal, aplicados sobre los valores
cuyo reconocimiento y pago se solicita en las pretensiones subsidiarias 4.2.5 y
4.2.6, calculados a partir del momento en que la concesionaria efectuó el
desembolso por dichas actividades y conceptos y hasta la fecha en que se efectúe
el pago por la concedente.”
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b. Instalación: Mediante Auto No. 1 se declaró legalmente instalado el
tribunal de arbitramento para dirimir en derecho las controversias
surgidas entre Transatlántico S.A. y Transmetro S.A. derivadas del
contrato de concesión No. TM-300-001-07 del 17 de julio de 2007;
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o convenio pues se estaría violando el principio de buena fe
contractual. En este sentido, Transatlántico es responsable de
revisar y evaluar la viabilidad de las obras licitadas y como
consecuencia, incluir cualquier costo en el valor de la propuesta.
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asumió la revisión y complementación de los diseños y detalles de
las obras;
(vii)[(x)] El contrato es ley para las partes: Con sus pretensiones dentro
de la demanda arbitral, Transatlántico pretende su incumplimiento.
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(xiii)[(xvi)] Compensación: En el evento en que el Tribunal determine que
Transmetro debe a Transatlántico alguna suma, se compense por
la que resulte a favor de ésta.
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d. Nadie puede ir contra los actos propios. Sin embargo, no es posible
hacer responsable a Transatlántico de cualquier contingencia, sin
importar las condiciones en las que se dieron pues el riesgo asumido
por el contratista se limita a las condiciones inicialmente pactadas.
h. Si bien el contrato es ley para las partes, la ley impide a éstas limitar
el derecho a formular reclamaciones. Adicionalmente, conforme al
artículo 1602 del Código Civil no resulta cambiar las condiciones de
ejecución del contrato desconociendo los requisitos pactados
inicialmente.
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k. Destaca que solo en el evento en que el tribunal Contencioso
Administrativo homologue el acuerdo conciliatorio, éste tendría
efectos de cosa juzgada pero únicamente en relación con lo que fue
objeto de acuerdo y no sobre lo demás.
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4.7. Demanda de reconvención:
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detalle y licencias debían entregarse por parte del Transatlántico el 19 de
septiembre de 2008; Transmetro debía aprobarlos antes del 27 de
septiembre; el sitio de la construcción debía ser entregado al
concesionariocontratista el 28 de noviembre de 2008 y la entrega de las
obras debía darse el 30 de septiembre de 2009. En el OTROSI se
estableció en todo caso que el cronograma anterior sería objeto de revisión
teniendo en cuenta la fecha de entrega definitiva del predio. Posteriormente
se firma el OTROSI No. 3 estableciendo un nuevo cronograma con fecha de
entrega del predio para el 30 de mayo de 2009 y finalización de las obras el
13 de febrero de 2010.
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esta situación ha conllevado a que Transmetro haya dejado de crecer de tal
manera que la flota actualmente se encuentra en un 60% del estimado para
2012; también hay sobrecostos por los contratos adicionales que se han
tenido que suscribir con la Interventoría.
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mantenimiento de la Estación Cabecera de Barranquillita en las fechas
señaladas en el contrato y de acuerdo con el cronograma establecido en el
Otrosí No. 3.
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mes de enero de 2011 hasta la fecha, junto con su correspondiente
actualización del valor a la fecha en que sea proferido el Laudo en el
presente trámite.
d. La suma de DOSCIENTOS SESENTA Y CUATRO MILLONES
SEISCIENTOS SETENTA MIL PESOS ($264.670.000), o lo que
resulte demostrada en este proceso, por concepto del valor pagado
por Transmetro en contratos de interventoría por no haber terminado
las obras de los Patios de maniobras y edificios de administración y
mantenimiento de la Estación Cabecera de Barranquillita, desde el
mes de enero de 2011 hasta la fecha, junto con su correspondiente
actualización del valor a la fecha en que sea proferido el Laudo en el
presente trámite.
e. La suma de TRES MIL MILLONES DE PESOS ($3.000.000.000,oo)
por concepto de la Cláusula Penal establecida en el contrato.
f. La suma de TRECE MIL NOVECIENTOS DIECISEIS MILLONES
CIENTO CUARENTA Y UN CIENTO VEINTE PESOS
($13.916.141.120,oo), o la que resulte demostrada en este proceso,
por concepto del valor que ha dejado de percibir Transmetro por
razón de lo que ha dejado de crecer el sistema de Transmetro por no
tener a su disposición los patios de maniobras y edificio de
administración y mantenimiento de la Estación Cabecera de
Barranquillita, desde el mes de enero de 2011 hasta la fecha, junto
con su correspondiente actualización del valor a la fecha en que sea
proferido el laudo en el presente trámite.
g. Los intereses de mora sobre las sumas determinadas en los literales
anteriores, a la tasa máxima legal permitida, desde la fecha en que
quede ejecutoriado el Laudo que aquí se profiera, como sanción por
el no pago oportuno de las mismas.
h. DECIMO PRIMERA: Que se condene a TRANSATLANTICO S.A. a
pagar las costas y gastos de este procesos arbitral.
PRETENSIONES SUBSIDIARIAS:
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S.A la suma equivalente a SIETE MIL OCHOCIENTOS VEINTIDOS
MILLONES SEISCIENTOS DOS MIL CIEN PESOS ($7.822.602.100.OO), o
lo que se pruebe dentro del proceso por concepto de obras menores y
obras no ejecutadas por TRANSATLANTICO durante la ejecución del
contrato.
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(iii) Venire contra factum proprium: según el cual el contratante no
puede fundamentar sus actuaciones posteriores con hechos que
contrarían las actuaciones anteriores tales como la entrega de
predios dos años después; el cambio de los diseños que generó
mayores cantidades de obra; el reclamo en la demanda de
reconvención de menores obras no obstante el recibo de las
mismas a satisfacción.
(iv) Violación al principio Nemo Auditur propriam torpitudinem
allegans: Como quiera que la entidad contratante en la demanda
de reconvención admite que hubo un desequilibrio económico pero
establece que el contratista debe asumirlo como quiera que se
encontraba cobijado por los riesgos regulados en el contrato. Así
como el alegar incumplimiento cuando se reconoce que los
predios fueron entregados en su totalidad solo en julio de 2010 y la
demora en la aprobación de los diseños por parte de Transmetro,
requisito previo a la ejecución.
(v) Ausencia de responsabilidad contractual de TRANSATLANTICO:
Destaca que el contratista si presento los diseños y el cronograma,
atendió las observaciones hechas sobre los planos, elaboró el
listado de ítems adicionales y cumplió con las obligaciones de
financiación. Este asumió todos riesgos previsibles. Por otra parte,
el contratante debía prever igualmente el tema de los diseños y la
disponibilidad de los predios. En la demanda de reconvención,
Transmetro no configura los elementos de la responsabilidad:
conducta de Transatlántico, daño o perjuicio y nexo causal.
(vi) Falta de competencia para determinar los hechos constitutivos de
caducidad: Teniendo en cuenta que el Tribunal de Arbitramento no
tiene competencia para declararla ni para pronunciarse acerca de
ésta.
(vii) Inexistencia de requisitos para cobrar cláusula penal: Por cuanto
ésta sólo procede en los casos de caducidad o declaratoria de
incumplimiento, situaciones que no se han producido en este
contrato.
(viii) Excepción genérica: la cual se refiere a cualquier otra que resulte
probada en el proceso arbitral.
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sustituto del Dr. Juan Carlos Gloria, Apoderado de Transmetro (folio 3540,
Tomo VI), descorre traslado de la contestación de la demanda de
reconvención, refiriéndose específicamente a las manifestaciones de
Transatlántico sobre las pruebas solicitadas en la demanda de
reconvención, específicamente a las pruebas testimoniales y periciales y
aportando pruebas documentales y solicitando un testimonio.
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(folios 3884 al 3890) a través del cual se fijó el monto respectivo. Contra
dicho acto y en audiencia, el apoderado de la parte convocante interpuso
recurso de reposición el cual fue resuelto mediante Auto No. 8 destacando
la naturaleza legal del tribunal debido a la calidad de entidad pública de una
de las partes y el hecho que estas tarifas, conforme al artículo 18 del
D.4089/07 resultaban obligatorias para éstos. Efectuada la respectiva
consignación, mediante Auto No. 11 del 1º de agosto de 2012 (folios 3911 y
3912), se fijó fecha para audiencia de conciliación la cual se llevó a cabo el
16 de agosto de 2012 la cual se declaró agotada y fracasada mediante Auto
No. 12 de esa fecha.
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(II) Integrrogatorio de parte del representante legal de
Trasnatlántico;
(III) Los testimonios de: Jairo Espinoza, Viviana Saumeth. Álvaro
Zambrano, Luis Francisco Munebar, Edgar Polo, Gabriel Esper,
Boris Barreto, Emilio Noguera, Alexander Castaño, Carlos
Jimeno, Liliana Macías, Guadalupe Ríos, Hernando Vásquez y
Francisco Cogollo.
(IV) Pruebas periciales con ingeniero civil, con ingeniero mecánico
con experiencia automotriz; con contador y con experto
financiero en proyectos de infraestructura;
(V) Oficios a Telefónica Telecóm.
4.12.1. Documentales:
39
4.12.2. Oficios:
40
e. Edgar Polo, declaración recibida el 5 de septiembre de 2012 (f. 4122)
y cuya transcripción reposa en el expediente en los folios 6641 1
6647):
f. Gabriel Esper, presentó excusa por lo que la declaración le fue
ordenada por auto y recibida el 3 de diciembre de 2012 (f.4295). La
transcripción de su declaración consta en el expediente en los folios
6664 a 6676;
g. Boris Barreto, recibida el 5 de septiembre de 2012 (f.4123) y cuya
transcripción reposa en el expediente en los folios 6614 al 6623).
h. Emilio Noguera, testimonio recibido el 5 de septiembre de 2012
(f.4123) y cuya transcripción reposa en los folios 6648 a 6654.
i. Alexander Castaño Beleño, cuya declaración fue recibida el 5 de
septiembre de 2012 (f.4124) y la transcripción se encuentra en el
expediente a folios 6595 a 6604;
j. Carlos Jimeno, declaración recibida el 5 de septiembre de 2012
(f.4124) y la trascripción consta en el expediente en folios 6632 a
6640;
k. Liliana Macías, testimonio recibido el 5 de septiembre de 2012
(f.4127) y cuya trascripción reposa en folios 6707 a 6713;
l. Guadalupe Ríos, declaración recibida el 5 de septiembre de 2012
(f.4126) y la trascripción se encuentra en folios 6677 a 6691;
m. Hernando Vásquez, quien presentó inicialmente excusa y su
declaración fue ordenada por auto y recibida el 3 de diciembre de
2012 (f.4296), transcripción que reposa a folios 6692 a 6701;
n. Francisco Cogollo, declaración recibida el 5 de septiembre de 2012 (f.
4125) y suya trascripción reposa en el expediente a folios 6655 a
6663.
De los testimonios recibidos, fueron objeto de tacha por parte del apoderado
de la parte convocante, los testimonios de Boris Barreto Alzate (f.6614),
Alexander Castaño Beleño (f.6595), Guadalupe Ríos Oviedo (f. 6677),
Carlos Enrique Jimeno Valverde (f.6632) y Francisco Cogollo Galvez
41
(f.6655).En todos los casos se expresó que los testigos se encontraban en
circunstancias que afectan su credibilidad por su vinculación laboral con la
parte convocada. Conforme a lo previsto en el artículo 218 del Código de
Procedimiento Civil, los motivos y pruebas de las tachas se apreciarán en la
sentencia.
(i) Víctor Cantillo Maza: como quiera que el testigo “participó, tuvo
conocimiento previo a todo lo que tiene que ver con el sistema
Transmetro, sistema masivo de Transmetro, que tiene que ver con
el objeto de la demanda o del tribunal que se está conociendo en
este momento por parte de los magistrados” (f. 6897).
(ii) Alexander Castaño Beleño: Para lo cual se remite a la tacha de la
declaración inicialmente rendida por el vínculo laboral con
Transmetro lo que afecta su imparcialidad; al habérsele recibido su
declaración como testigo, se está creando una nueva oportunidad
probatoria; finalmente, teniendo en cuenta que no es ingeniero
mecánico sino de sistemas, carece de idoneidad (f.6886).
(iii) Alfredo Manuel Reyes Rojas: por su falta de idoneidad como
quiera que “el testigo no conoce de manera directa los hechos de
la demanda y los relativos a la realización de la prueba pericial,…”
(f. 6890).
(iv) Carlos Enrique Jimeno Valverde: testigo solicitado por el
apoderado de Transmetro S.A.S. para sustentar la objeción por
error grave del peritazgo del Ingeniero Civil, Alfonso Vergara
Manjarez. El testimonio fue objeto de tacha “...teniendo en cuenta
la relación de subordinación y dependencia que existe el testigo y
Transmetro como lo manifestó al comienzo de su declaración…” (f.
7040).
42
A. SOLICITADAS POR TRANSATLÁNTICO:
43
subgerente de Planeación de Transmetro y solicitando un nuevo
peritazgo; del memorial anterior se corre traslado al apoderado de
Transatlántico mediante Auto No. 52 del 29 de enero de 2014, quien a
través de escrito del 31 de enero, coadyuva la solicitud del nuevo
peritazgo y se opone a las demás pruebas (f. 6858 a 6867).
Mediante Auto No. 53 del 17 de febrero de 2014 se ordena el
dictamen pericial, se designa al Ing. Alfonso Vergara Manjarrez y se
autoriza el testimonio técnico solicitado el cual fue recibido el 3 de
junio de 2014 (f.6991). El perito toma posesión el 25 de febrero de
2014 y mediante Auto No. 54 (f. 6951), se le otorgó un plazo hasta el
28 de abril de 2014, fecha en la que presentó el respectivo dictamen
como consta en folios 6957 a 6971.
Mediante Auto No. 55 del 26 de mayo de 2014 (F. 6973 a 6974) se
corre traslado a las partes del dictamen pericial; el apoderado de
Transmetro S.A.S., mediante escrito del 3 de junio de 2014 presenta
solicitud de aclaración y complementación (f.6992 7001) la cual es
admitida por el Tribunal mediante Auto No. 57 del 4 de junio de 2014
(f. 7005 a 7007).
El perito Ingeniero Civil Alfonso Vergara Manjarrés presenta su
dictamen de aclaración y complementación el 17 de julio de 2014 (f.
7012 a 7033) y mediante Auto No. 58 del 6 de agosto de 2014, se
corre traslado a las partes (f. 7062 a 7065), sin que se presenten
alegaciones u observaciones sobre éstas.
44
(f.4307 a 4316) la cual se concede mediante Auto No. 26 del 5 de
abril de 2013.
El perito presenta la aclaración y complementación del dictamen el 15
de mayo de 2013 (f.4965 a 4989) del cual se da traslado a las partes
mediante Auto No. 35 del 6 de agosto de 2013.
El 14 de agosto de 2013 el apoderado de Transmetro presenta
objeción por error grave al dictamen (f.5361 1 5382), aportando como
pruebas documentos y solicitando el testimonio técnico del Arq.
Alfredo Reyes Rojas, Presidente de la Seccional Atlántico de la
Sociedad Colombiana de Arquitectos. Del escrito de objeción se da
traslado al apoderado de Transatlántico, quien mediante escrito del
28 de agosto (f.5398 a 5404) se opone a la objeción y a las pruebas
solicitadas.
Mediante Auto No. 38 del 30 de agosto de 2013 el tribunal accede a
practicar las pruebas solicitadas. La declaración del Ing. Alfredo
Reyes Rojas se recibe en audiencia el 29 de enero de 2014 y su
transcripción consta en folios 6888 a 6891.
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designar al Ing. Antonio Saltarín Jiménez mediante Auto No. 21 del 19
de octubre de 2012 (f.4183), quien tomó posesión en esa misma
fecha. Mediante auto No. 22 se le concedió un plazo para rendir el
dictamen hasta el 20 de noviembre de 2012.
Mediante escrito el 20 de noviembre de 2012, el ing. Saltarín presenta
solicitud de ampliación para rendir el dictamen el cual el Tribunal le
concede mediante Auto No. 23 del 21 de noviembre de 2012, hasta el
3 de diciembre. Posteriormente en esa misma fecha (f.4302) presenta
una nueva solicitud la cual se le concede mediante Auto No. 24 del 3
de diciembre hasta el 31 de enero de 2013.El 1º de febrero presenta
una nueva solicitud aduciendo demoras en al entrega de información
por parte de Transmetro (f.4306) y el tribunal, mediante Auto No. 25
del 15 de febrero se la concede hasta el 28 de febrero. En esa fecha
presenta su dictamen como consta en folios 4834 a 4893.
Del dictamen, el tribunal da traslado a las partes mediante Auto No.
26 del 5 de abril de 2013; tanto el apoderado de Transatlántico como
el de Transmetro, presentan solicitud de aclaración y
complementación la cuales se conceden mediante Auto No. 35 del 6
de agosto de 2013.El perito solicita ampliación del plazo para rendir la
aclaración y complementación del dictamen hasta el 5 de septiembre
de 2013 la cual se concede mediante Auto No. 37 del 23 de agosto de
2013; posteriormente presenta una solicitud de ampliación y se le
concede con la respectiva conminación mediante Auto No. 39 del 13
de septiembre de 2013. El dictamen de aclaración y complementación
es presentado por el perito el 30 de septiembre como consta en folios
6027 a 6096.
Ante la falta de respuesta puntual a los temas objeto de solicitud de
aclaración y complementación, el tribunal mediante Auto No. 41 del 7
de octubre de 2013 ordena al perito responder las preguntas que le
fueron formuladas por las partes en el orden indicado; el perito
presenta nuevamente el escrito de aclaración y complementación el 4
de noviembre de 2013 (f. 6345 a 6472). Mediante Auto No. 43 del 15
de noviembre de 2013 se corre traslado a las partes
El apoderado de Transmetro presenta objeción por error grave del
dictamen el 22 de noviembre de 2013 (f.6484 a 6492) y solicita el
testimonio técnico de Alexander Castaño. Por su parte, el apoderado
de Transatlántico presenta en la misma fecha objeción pro error grave
del dictamen (f.6503 a 6509).
46
El tribunal mediante Auto No. 49 del 9 de diciembre de 2013 autoriza
el testimonio de Alexander Castaño solicitado por el apoderado de
Transmetro como prueba de la objeción por error grave del dictamen,
la cual se realiza el 29 de enero de 2014 (f.6851) y la trascripción
consta en el expediente en folios 6869 a 6887.
47
los testimonios de Víctor Cantillo y Alexander Castaño y la realización
de un nuevo peritazgo. Mediante escrito del 12 de septiembre de
2013, el apoderado del convocante se opone a las objeciones por
error grave del dictamen (f.5843 a 5852). El tribunal decide, mediante
auto No. 39 del 13 de septiembre de 2013 (f.5856) ordenar los
testimonios solicitados y realizar el peritazgo para demostrar el error
grave, para lo cual designa a la contadora Gloria Zady Correa
Palacio, quien toma posesión el 23 de septiembre de 2013,
concediéndole un plazo hasta el 25 de octubre de 2013 para rendir el
dictamen como consta en el Auto No. 40 de octubre 13 (f. 6097 a
6101).
La perito rinde su dictamen el 1º de noviembre de 2013 (f.6185 a
6344) y se corre traslado a las partes mediante Auto No. 43 del 15 de
noviembre de 2013. El apoderado de Transmetro solicita aclaración y
complementación para que se aportara toda la información contable
de Transatlántico, solicitud que fue negada por el tribunal mediante
Auto No. 45 del 29 de noviembre de 2013 teniendo en cuenta que el
objeto de la aclaración o complementación no puede ser simplemente
aportar documentos y que éstos representaban cerca de 23.000
folios. Contra la decisión anterior, el apoderado de Transmetro
presentó recurso de reposición el 5 de diciembre de 2013 (f.6522 a
6526) del cual se dio traslado al apoderado de Transatlántico, quien
se pronuncia mediante escrito del 11 de diciembre de 2013. El
recurso se niega mediante Auto No. 50 del 13 de diciembre (f. 6587 a
6591).
El 24 de enero de 2014 el tribunal procedió a recibir los testimonios
de Víctor Cantillo (transcripción en f.6892 a 6901) y de Alexander
Castaño (trascripción f. 6851 a 6854); en ambos casos, los testigos
fueron tachados como sospechosos.
4.13. Recusación
48
29 del 14 de mayo de 2013, término dentro del cual el recusado procedió a
presentar sus consideraciones en escrito de 21 de abril del mismo año
(f.4994 a 5005).
49
se declaró cerrado el período probatorio y se fijó fecha para el 30 de
septiembre para presentación de alegatos de conclusión.
50
dos años después de la fecha en que Transmetro afirma haberlos
entregado, aún no lo habían sido. Se estableció el monto requerido para la
financiación de las obras que integraban la concesión el cual, como consta
en el dictamen contable, estaban debidamente apalancados con recursos
propios y del crédito. Señala que de acuerdo al mismo dictamen, no quedó
probado en el proceso que Transmetro dejara de recibir los ingresos
indicados en la demanda de reconvención por no disponer de los patios de
maniobra. Indicó que el demandante en reconvención, si llegó a sufrir un
daño fue derivado de su propia conducta; pero además, no probó esfuerzo
alguno para limitar sus perjuicios. Señaló que si bien Transatlántico asumió
algunos riesgos, no lo fueron todos de tal manera que mal podría renunciar
a ejercer la facultad de reclamo contenida en la ley. La empresa asumió los
riesgos normales pero ello no incluye aquellas circunstancias ajenas que la
priven de los ingresos y las ganancias razonables. Señaló que frente a la
pretensión sobre declarar que Transatlántico incurrió en un incumplimiento
de tal gravedad y magnitud que resulta suficiente para que sea declarada la
caducidad, esta es una atribución que excede la competencia del tribunal.
Sobre las menores obras y cantidades no ejecutadas, destacó que estas no
fueron probadas como se indica en uno de los dictámenes. Finalmente
sustentó la improcedencia de la compensación de obligaciones entre las
partes.
51
no configurarse los presupuestos jurídicos de la imprevisión para lo cual se
dedicó a analizar cada una de las reclamaciones puntuales en materia de
instalaciones eléctricas, cielo raso, los cerramientos de vidrio y la protección
de las puertas, el cerramiento de las puertas de las estaciones sencillas, la
señalización, las juntas de dilatación en bronce, los sardineles, la
construcción de un tramo adicional de red de fibra óptica, el cerramiento de
la estación Romelio Martinez, etc. De igual manera, se reafirmaron las
excepciones propuestas en la contestación de la demanda y se analizaron
las obligaciones del demandante respecto de la carga de la prueba y la
ausencia de elementos de juicio que respaldaban cada una de las
pretensiones. Posteriormente el Dr. Hernández presentó sus alegatos de
conclusión relacionados con la demanda de reconvención estableciendo
que en el proceso quedó probado el incumplimiento de Transatlántico de
sus obligaciones contractuales por no haber hecho entrega de la estación
cabecera de Barranquillita, así como el incumplimiento de financiación de
las obras entregadas en concesión y el no reclamar ajustes derivados del
contrato. Este incumplimiento ha generado diversos perjuicios teniendo en
cuenta el valor que se ha cancelado por alquiler el parqueadero a la Gran
Central de Abastos del Caribe, valor por kilómetros muertos, afectaciones
por el no crecimiento del sistema y los costos por mayor permanencia de la
Interventoría. Por otra parte, el demandado y demandante en reconvención
plantea que en caso de que el tribunal aceptara la existencia del
rompimiento del equilibrio económico del contrato por obras adicionales,
como pretensión subsidiaria a la demanda de reconvención debía tenerse
en cuenta las menores cantidades y obras no ejecutadas que Transatlántico
no realizó. Adicionalmente, el apoderado de Transmetro se refirió a las
excepciones que no quedaron probadas en el proceso y a los dictámenes
periciales practicados.
52
47 del 9 de diciembre de 2013 de tal manera que habiéndose efectuado la
primera audiencia de trámite el 16 de agosto de 2012, la finalización del
mismo debía darse el 16 de abril de 2013, de acuerdo al criterio general
previsto en el artículo 59 de la ley 41 de 1913 que modificó el artículo 67 del
Código Civil1.
CUADRO DE SUSPENSIONES
Susp. Fechas Auto No.
días
1ª 17 de agosto al 3 de No.15 del 16-08/12 (f.3965) 18
septiembre/12
2ª 8 septiembre al 18 de No.19 del 5-09/12 (f.4129) 41
octubre/12
3ª 20 octubre al 20 de No.21 del 19-10/12 (f.4184) 32
noviembre/12
4ª 4 diciembre/12 al 31 de No.24 del 3-12/12 (f.4298) 59
enero/13
5ª 23 febrero al 3 de abril/13 No.25 del 15-02/13 (f.4320) 40
6ª 19 abril al 11 de julio/13 Recusación2 84
7ª 27 setiembre al 6 de Auto No. 40 del 23-09/13 9
octubre13
8ª 17 octubre al 4 de Auto No. 42 del 9-10/133 19
1
C.C. artículo 67: Todos los plazos de días, meses o años de que se haga mención legal, se
entenderá que terminan a la media noche del último día del plazo. Por año y por mes se entienden
los del calendario común, por día el espacio de veinticuatro horas; pero en la ejecución de las
penas se estará a lo que disponga la ley penal. El primero y último día de un plazo de meses o
años deberán tener un mismo número en los respectivos meses…”
2
C. de P.C., artículo 154: “El proceso se suspenderá desde que el funcionario se declare impedido
o se reciba en la secretaría el escrito de la recusación, hasta cuando hayan sido resueltos, sin que
por ello se afecte la validez de los actos surgidos con anterioridad…” La recusación se presentó en
audiencia del 18 de abril de 2013 operando la suspensión a partir del 19 de abril hasta la
expedición del auto No. 34 del 11 de julio de 2013 que la resolvió (f.5341 a 5354).
53
noviembre/13
9ª 21 Diciembre/13 al 28 Auto No. 49 del 9-12/13 39
enero/14 (f.6578)
10ª 26 febrero al 25 de marzo Auto No. 54 del 25-02/14 89
de 2014
11ª 7 de junio al 5 de agosto de Auto No. 57 del 4 de junio/14 60
2014
12ª 13 y 14 de agosto/14 Auto No. 58 del 6 de 2
agosto/14
13ª 16 agosto al 29 de Auto No. 59 del 15 de 45
septiembre/14 agosto/14
14ª 1º Octubre al 30 de Auto No. 60 del 30 de 61
noviembre/14 noviembre/14
Total días 598
3
Mediante auto No. 40 del 23 de septiembre de 2013 se suspendió el proceso arbitral desde el 27
de septiembre al 3 de noviembre de 2013; a través del Auto No. 41 del 7 de octubre de 2013 se
levanta la suspensión entre el 7 y el 11 de octubre y se reanuda del 12 de octubre al 3 de
noviembre (f.3133). Posteriormente el auto anterior se corrige aclarando que la suspensión se
levantó del 7 al 16 de octubre, reanudándose la suspensión entre el 17 de octubre y el 4 de
noviembre (f.6146).
54
mayo de 2014 se da traslado a las partes y al cesionario de derechos
litigiosos Valorum del Caribe S.A.; contra el auto anterior, la
apoderada de la parte convocante interpone recurso de reposición
(f.6976-6977) solicitando que se dé traslado igualmente al Dr. Roberto
Núñez quien es igualmente cesionario de derechos litigiosos como
consta en Auto de reconocimiento No. 43 del 15 de noviembre de
2013. El tribunal repone su decisión mediante Auto No. 56 del 3 de
junio de 2014 corriendo traslado al Dr. Núñez Escobar (f.6985-6987).
5. PRESUPUESTOS PROCESALES
5.2. COMPETENCIA
55
fundamento en la cláusula compromisoria contenida en la cláusula 68 del
contrato de concesión No. TM 300-001-07, ya transcrita en el punto 2 del
Capítulo primero del presente Laudo.
5.3. CAPACIDAD
CAPITULO SEGUNDO
CONSIDERACIONES
56
Posteriormente y para tener claridad respecto del acervo probatorio que
sustentará su decisión, el tribunal se pronunciará sobre la tacha de los
testigos y sobre las objeciones por error grave de los dictámenes periciales.
57
proceso.5” Una de las características del arbitramento es la voluntariedad o
libre habilitación de las partes en la medida en que “la autoridad de los
árbitros se funda en la existencia de un acuerdo de voluntad previo y libre
entre las partes enfrentadas, en el sentido de sustraer la resolución e sus
disputas del sistema estatal de administración de justicia y atribuirla a
particulares.”6
5
Corte Constitucional, sentencia T-466 de 2011.
6
Corte Constitucional, sentencia C-330 de 2012.
7
Disposición derogada por el artículo 118 de la ley 1563 de 2012, pero aplicable al presente
trámite arbitral por ultractividad.
8
Corte Constitucional, sentencia C-098 de 2001.
58
En este caso, la demanda está referida a un supuesto rompimiento del
equilibrio económico del contrato y la reconvención, a un supuesto
incumplimiento por parte del contratista. Ninguna de estas situaciones se
vinculada o relaciona, directa o indirectamente, con la expedición de actos
administrativos en ejercicio de potestades excepcionales por parte de la
entidad estatal; pero adicionalmente, se trata de conflictos particulares y de
contenido patrimonial, que bien hubiesen podido ser resueltos por las partes
mediante conciliación, como lo establece el artículo 70 de la ley 446 de
1998 por lo que los asuntos son transigibles y por lo tanto, pueden ser
materia de arbitramento. Adicionalmente, son conflictos que se derivan de la
ejecución del contrato TM-300-001-07 y por lo tanto, se encuentran
incluidos dentro de la habilitación que las partes han acordado en el texto de
la cláusula compromisoria.
Por lo anterior, este Tribunal tiene competencia para dirimir las diferencias
presentadas, ratificando lo expresado en auto No. 13 del 16 de agosto de
2012.
9
El artículo 112 de la ley 446/98 establece que el arbitraje legal es el que se “realiza conforme a
las disposiciones legales vigentes”.
59
El marco jurídico vigente en ese momento para el proceso arbitral, era el
establecido en la Ley 23 de 1991, modificada por la ley 446 de 1998 y
compiladas en el Decreto 1818 de 1998.
Para establecer con precisión las obligaciones de las partes del contrato
objeto de litigio y su alcance, así como el eventual incumplimiento de
algunas de ellas, como punto de partida de la solución de las controversias
puestas a su consideración el Tribunal considera necesario hacer un
10
El subrayado no es original del texto.
11
Disposición posteriormente modificada por el artículo 624 de la ley 1564 de 2012.
60
análisis de la naturaleza jurídica del contrato 300-001-07 frente a los
elementos esenciales de las tipologías contractuales relevantes.
61
acervo probatorio obrante en el proceso, pues el mismo denota en principio
una incongruencia jurídica que podría incidir en la decisión a adoptarse, de
modo que para efectos de analizar el caso concreto, es procedente analizar
la tipología contractual de la concesión de obra pública de manera paralela
con el contrato de obra pública, para con base en ello examinar
específicamente la naturaleza jurídica del contrato 300-001-07 de 17 de julio
de 2007.
17
RAFAEL GÓMEZ Y FERRER MORANT. “El contrato de concesión de obra pública” en Comentario a la
ley de contratos de las administraciones públicas, 2ª ed., Madrid, Thompson Civitas, 2004, pp. 636
y ss.
62
sistema de concesión una persona, llamada concesionario, se obliga, por su
cuenta y riesgo, a construir, montar, instalar, mejorar, adicionar, conservar,
restaurar o mantener una obra pública, bajo el control de la entidad
concedente, a cambio de una remuneración que puede consistir en los
derechos o tarifas que, con aprobación de la autoridad competente, el
primero cobre a los usuarios por un tiempo determinado, o en una utilidad
única o porcentual que se otorga al concesionario en relación con el
producido de dichos derechos o tarifas”, sin perjuicio de que de acuerdo con
el artículo 106, “ también se podrán celebrar contratos en los que se
combinen dos o más de las modalidades previstas en el artículo 82 de este
estatuto” cuales son “1. Por un precio global; 2. Por precios unitarios,
determinando en monto de la inversión; 3. Por el sistema de administración
delegada; 4. Por el sistema de reembolso de gastos y pago de honorarios, y
5. Mediante el otorgamiento de concesiones”.
63
2. La distinción en el actual Estatuto General de Contratación de la
Administración Pública
64
En la primera modalidad, se define el plazo durante el cual habrá de
prestarse el servicio, la delimitación operacional del territorio, la
regulación del régimen tarifario y de las condiciones operativas, como
también lo relativo a la utilización de bienes estatales o privados para la
prestación del servicio.
65
[…]
En relación con (i) la amplitud del objeto sobre el cual puede versar el
contrato de concesión, según se expuso, dicho objeto puede encontrarse
referido a la prestación de un servicio público o a la construcción de una
obra pública o a la explotación de un bien estatal; la primera modalidad en
referencia, esto es, la concesión de servicio público tiene lugar cuando se
otorga a una persona llamada concesionario la prestación, operación,
explotación, organización o gestión, total o parcial, de un servicio público;
la segunda, la concesión de obra pública es la que se configura cuando el
contratista tiene a su cargo la construcción, explotación o conservación,
total o parcial, de una obra o bien destinados al servicio o uso públicos,
contrato que se caracteriza porque el contratista adquiere no sólo la
obligación de construir la obra, sino también la de ponerla en
funcionamiento, esto es, la de explotarla, obtener ingresos por este
concepto y pagarse así lo invertido en la construcción.
[…]
66
─artículo 32-4 de la Ley 80 de 1993─ y (iv) los bienes construidos o
adecuados durante la concesión deben revertirse al Estado, aunque ello
no se pacte expresamente en el contrato20.
67
imprevisibles o extraordinarias, de suficiente entidad para afectar la
estructura económica del contrato". Por lo común la previsión,
dosificación y distribución de los riesgos de la contratación (Artículos 13 y
40 de la Ley 80 de 1993 y 1604 del C. C.) se efectúa en los términos de
referencia, pliegos de la licitación, invitación a ofrecer, oferta o propuesta
y en el contrato. A dicho respecto, las partes son admitidas a la
negociación de los riesgos de la contratación, en términos razonables y
sin llegar al extremo de su asunción general, total, absoluta e
indiscriminada o en términos contrarios a la obligación, ni excluir el
equilibrio económico negocial.
68
En otra ocasión, expresó un Tribunal de Arbitramento:
69
autonomía de la voluntad permita. En esa medida, el concesionario puede
no pagarse con la utilidad esperada de quien hace uso de la
infraestructura, pero sí debe ponerla en funcionamiento y en la medida de
lo posible explotarla, que para ese caso se traduciría en percibir ingresos
accesorios por sacarle provecho a la infraestructura22.
22
Tribunal de Arbitramento de Consorcio Vial Isla Barú contra Distrito Turístico y Cultural de
Cartagena de Indias y Departamento Administrativo de Valorización Distrital de Cartagena de
Indias, Laudo de 4 de marzo de 2013.
23
“[L]a razón de ser de la incorporación del concepto de los riesgos en un contrato es analizar
todos aquellos resultados de situaciones o eventos que se puedan presentar durante su ejecución
y que puedan dificultar o facilitar ésta, a fin de establecer su probabilidad de ocurrencia y los
costos estimados de su eventual configuración, para que con base en la posición que se tiene
frente a las mismas y al riesgo en general – si se es amante, neutral o adverso- y el costo
aproximado de su gestión -bien para que se desarrolle el riesgo, o para reducir su probabilidad de
ocurrencia o minimizar el costo de sus consecuencias-, se decida qué tipo de riesgos y cuánta
cantidad de los mismos se quiere asumir y en consecuencia gestionar. Por lo tanto, la distribución
de los riesgos en una relación contractual determina indefectiblemente qué riesgos deben ser
gestionados por cada una de las partes involucradas en la misma, siendo ello una obligación en el
marco del acuerdo de voluntades que de no cumplirse conllevará no solamente al desarrollo del
riesgo malo para el objeto contratado o el no desarrollo del riesgo bueno para éste, sino además el
incumplimiento de las estipulaciones contractuales que derivará en responsabilidad de la parte
correspondiente”. Tribunal de Arbitramento de Consorcio Cosacol-Confurca contra Transportadora
de Gas del Oriente S.A. E.S.P. –Transoriente S.A. E.S.P., Laudo de 18 de junio de 2014.
70
suficiente para considerar que se trata de un contrato de concesión y de uno
de obra pública, tema sobre el cual volverá más adelante el Tribunal.
24
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 21 de
noviembre de 2012, expediente 20.523.
71
mantenimiento, instalación y, en general, para la realización de cualquier
otro trabajo material sobre bienes inmuebles, cualquiera que sea la
modalidad de ejecución y pago”, siendo evidente que el elemento esencial
de este tipo contractual es la realización de trabajos materiales sobre un
bien inmueble, con independencia de la forma de pago que se adopte como
contraprestación.
[…]
72
Podemos observar que el contrato de obra pública se encuentra así
definido en el numeral 1 del artículo 32 de la Ley 80 de 1993 en los
términos transcrito con anterioridad. Allí mismo y, en general, en toda la
mencionada Ley y las que la han modificado o adicionado se define un
reglamento específico de este tipo de contratos.
— Típico: Para la doctrina los contratos “típicos son los que poseen
regulación legal y los atípicos, lo que carecen de ella”.
— Oneroso: el artículo 1497 del Código Civil señala que “El contrato es
gratuito o de beneficencia cuando sólo tiene por objeto la utilidad de una
de las partes, sufriendo la otra el gravamen; y oneroso, cuando tiene por
objeto la utilidad de ambos contratantes, gravándose cada uno a beneficio
73
del otro”. Así, el concepto de utilidad de ambas partes radica en los
contratos onerosos.
25
Tribunal de Arbitramento de Consorcio Vial Isla Barú contra Distrito Turístico y Cultural de
Cartagena de Indias y Departamento Administrativo de Valorización Distrital de Cartagena de
Indias, Laudo de 4 de marzo de 2013.
74
En concordancia con lo expuesto, debe hacerse notar que la doctrina
también se refiere a esta característica de que el contratista debe llevar a
cabo el mantenimiento y explotación de la obra como una de las notas que
permite caracterizar la existencia de un auténtico contrato de concesión de
obra pública. En este sentido, se ha dicho que el citado contrato “tiene por
objeto la realización de algunas prestaciones del típico contrato de obras
(incluidas las de restauración y reparación de construcciones existentes),
así como la conservación y mantenimiento de los elementos construidos” 26.
De la misma manera se ha dicho:
75
remuneración del contratista la nota distintiva del contrato de concesión de
obra pública, sino que el énfasis de esta figura contractual se encuentra en
el objeto mismo del contrato y las actividades que él involucra a cargo del
contratista, pues lo cierto es que sin la existencia de una explotación
económica de la obra a cargo del contratista, no existe un contrato de
concesión, como pasa a desarrollarlo el Tribunal con más detalle.
76
despliega una gestión directa suya y no a nombre de la entidad
concedente; precisamente en la concesión la Administración encarga a un
particular, quien se hará cargo de la consecución de los recursos, tanto
técnicos como financieros, requeridos para su ejecución, asegurándole el
repago de la inversión que él realiza mediante la cesión, por parte de la
entidad concedente ─o autorización de recaudo o pago directo─ de
"derechos, tarifas, tasas, valorización o en la participación que se le
otorgue en la explotación del bien, o en una suma periódica, única o
porcentual, y en general, en cualquier otra modalidad de contraprestación
que las partes acuerden"
[…]
Lo anterior ha dado pie para que se defina la concesión, más que como
un contrato estatal de obra bajo una determinada modalidad —sistema
concesional—, como un típico negocio financiero: el particular destina a la
construcción de una obra pública recursos propios o gestados por él bajo
su propia cuenta y responsabilidad, y el Estado se obliga al pago de los
mismos mediante cualquiera de los mecanismos permitidos por la ley
para el repago de la inversión privada y sus rendimientos, de conformidad
con las estipulaciones que a tal efecto se pacten por las partes en el
contrato. La utilidad o ventaja económica que se persigue con la
celebración de este contrato por el particular Concesionario no surge del
“precio” pactado equivalente al valor de la obra ejecutada, como ocurre en
el típico contrato de obra, sino en el rendimiento de los recursos invertidos
para su construcción, o en palabras más técnicas en el retorno de la
inversión realizada. Este retorno constituye, entonces, en tanto móvil que
conduce a la celebración del convenio, la ecuación económica o
equivalente económico del contrato para el concesionario. Son entonces
claras las ventajas perseguidas por las partes en el contrato de
30
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 18 de
marzo de 2010, expediente 14.390.
77
concesión: el beneficio estatal se concreta en la obra misma, sin que a tal
fin se haya afectado el presupuesto del Estado; y el del contratista
concesionario en los rendimientos del capital invertido.
78
independientemente de que su ejecución sea financiada por el contratista;
en cambio, en el contrato de concesión de obra pública la actividad del
contratista se concreta no simplemente por la ejecución de un trabajo
material sobre un bien inmueble, sino en la operación y explotación
económica de esa obra pública, siendo ésta su objetivo y finalidad,
independientemente de que la remuneración consista en el producto de esa
explotación económica, en la cesión de una tarifa o de un tributo o en el
pago directo con cargo al presupuesto público.
79
Patios de maniobras, y edificios de administración y mantenimiento de la
Estación Cabecera de Barranquillita”.
80
económica a que tiene derecho El Concesionario por realizar el objeto de la
licitación pública que le ha sido adjudicada contenido en el presente
Contrato de Concesión, y consiste en el derecho recibir las sumas indicadas
en el Anexo 3, en las fechas establecidas en el mismo anexo, respecto de
las cuales se cuenta con los certificados de apropiación presupuestal
provenientes de la cesión del impuesto predial y de la sobretasa a la
gasolina motor y del Precio por Pasajero Pagado y Validado (PPPV) sobre
la tarifa al usuario”.
1.1. Inversiones
81
Transmetro del Distrito de Barranquilla y Área Metropolitana Fase I, de
acuerdo con el cronograma del proyecto.
1.2. Diseño
1.2.5. Los diseños de ingeniería de detalle deben incluir por lo menos los
siguientes proyectos:…
82
Todos los diseños elaborados por el concesionario deberán ser
aprobados por TRANSMETRO S.A. y/o entidades competentes. Dichos
diseños deben ceñirse a los parámetros, especificaciones particulares y
necesidades que se describen en el Apéndice 2.
1.3. Construcción
83
Estación Intermedia de Retorno ‘Romelio Martínez’ y con la construcción de
los Patios de maniobras, y edificios de administración y mantenimiento de la
Estación Cabecera de Barranquillita, junto con algunas obligaciones
adicionales relacionadas con la “reversión” de las construcciones realizadas
y la prohibición de hipotecar, pignorar y ceder los predios, instalaciones y
mobiliario a su cargo.
84
entregas a Transmetro para los fines que la entidad determine, de tal
manera que no existe explotación económica de las obras a cargo del
contratista, pues al momento en que dicha etapa ocurre, las obras se
encuentran en poder de Transmetro y el contratista se limita a recibir la
remuneración pactada.
La anterior cláusula revela, de una parte, que una porción del precio a pagar
al contratista no resulta de la explotación económica del proyecto, sino de la
cesión de unas rentas de las cuales era titular Transmetro y, de otra, que no
es cierto que el contratista vaya a llevar a cabo una explotación económica
del Sistema Transmetro, sino que una vez ejecutadas sus labores recibirá
una porción de lo recaudado por parte de Transmetro, que es quien hace la
operación comercial del Sistema.
85
7.- Es así como, el análisis de las anteriores estipulaciones contractuales
permite al Tribunal concluir que los documentos contractuales refieren como
objeto y alcance del Contrato las actividades de revisión, ajuste y
complementación de estudios y diseños; elaboración de diseños definitivos;
construcción de unas estaciones y patio propios del Sistema Transmetro, y
financiación del proyecto con recursos del contratista, lo cual evidencia que
en ninguno de sus apartes, ni mucho menos dentro de la esencia misma de
la relación jurídica, el contrato contempló la actividad de explotación de la
infraestructura a ser construida.
32
PABLO FEDERICO FLORIÁN. Concesión de obra pública, Buenos Aires, La Ley, 2001, p. 5. En el
mismo sentido, cfr. OSVALDO MÁXIMO BEZZI. El contrato de obra pública, Buenos Aires, Abeledo
86
efectivamente exista concesión, será necesario el otorgamiento de ese
poder del Estado al concesionario, presupuesto indispensable para que ese
contratista pueda realizar la explotación de la infraestructura pública.
9.- Ahora bien, el hecho de que la financiación del proyecto provenga del
contratista y no directamente del presupuesto público no convierte
automáticamente el contrato en uno de concesión de obra pública. En
efecto, en la definición del contrato de obra pública contenida artículo 32-1
de la Ley 80 de 1993, se prevé claramente que “son contratos de obra los
que celebren las entidades estatales para la construcción, mantenimiento,
instalación y, en general, para la realización de cualquier otro trabajo
material sobre bienes inmuebles, cualquiera que sea la modalidad de
ejecución y pago” (Subrayas fuera de texto), lo cual implica que, al igual que
en el contrato de concesión, la forma de remuneración del contratista no es
definitiva para determinar la naturaleza jurídica del contrato, pues en ambos
tipos contractuales se acepta ampliamente la libertad para pactar la forma
de pago.
Bajo ese marco legal, el hecho de que todo el dinero para la ejecución de
los trabajos materiales lo ponga el contratista y luego reciba su
remuneración con la cesión de unos recaudos tributarios y de un porcentaje
de la tarifa al usuario del Sistema, no se traduce en que exista un contrato
de concesión puro y simple. Por el contrario, tanto en una tipología
contractual como en la otra, dicha modalidad de pago resulta admisible, de
tal manera que ese simple hecho no puede determinar la tipología
contractual.
Perrot, 1982, p. 384.
87
Además, tampoco puede desconocerse que existen muchos casos en que
contratos de obra pública puros y simples se ejecutan con la financiación del
contratista. Es el caso típico de un contrato de obra a precio global en el
cual se pacta que la totalidad del importe se cancelará una vez terminada y
en funcionamiento la obra, en el que el contratista efectivamente está
financiando la ejecución del contrato y no por ello se desconoce que es un
contrato de obra pública, pues lo cierto es que la modalidad de pago no
resulta un hecho relevante para calificar la tipología contractual.
10.- De otra parte, el simple hecho de que el contrato haga referencia a una
“etapa de reversión” y a la existencia de obligaciones de reversión de las
infraestructuras diseñadas y construidas por el contratista, no se traduce ni
en que exista una verdadera cláusula de reversión ni de que se trate de un
contrato de concesión. En efecto, si se leen con cuidado los asuntos
relacionados con la reversión, debe concluirse forzosamente que no se trata
de una reversión sino de la mera entrega de la obra, como ocurre en
cualquier contrato de obra pública.
33
JORGE ENRIQUE SANTOS RODRÍGUEZ. “La cláusula de reversión en los contratos de concesión
administrativa”, en X Jornadas de Derecho Administrativo, Bogotá, Universidad Externado de
Colombia, 2010, p. 469.
88
como la pactada no resulta coherente de cara a la lógica de la cláusula de
reversión, por lo que que ella debe ser entendida simplemente como el acto
de entrega de las obras.
11.- Por último, el hecho de que el contrato haya sido celebrado bajo la
premisa de que el contratista ejecutaría los trabajos “por su cuenta riesgo y
bajo la vigilancia y control” de Transmetro tampoco implica, por sí mismo,
que se trata de un contrato de concesión de obra pública, sino que dicho
pacto implica, de una parte, que el contratista se obliga a ejecutar las
obligaciones a su cargo soportando los riesgos normales de la ejecución
contractual y a asumir, a título de obligación contractual, los riesgos
voluntariamente distribuidos entre las partes y, de otra, que Transmetro, en
concordancia con el artículo 14 de la Ley 80 de 1993, tiene el deber de
vigilar la correcta ejecución del contrato, especialmente por cuanto el mismo
puede tener incidencia de cara a otros contratos con ocasión de los cuales
Transmetro explota el sistema de transporte masivo de pasajeros.
89
cristalización de esos riesgos aceptados, pues de otra manera la
ecuación se rompería en detrimento de la entidad pública. Por ende,
el principio aludido no ha de interpretarse en el sentido de que el
contratista no asume riesgo alguno por la variación de las
circunstancias imperantes al momento de la celebración del
contrato34.
90
predeterminado.
91
incorporan dentro de sus obligaciones contractuales –y no se entienden a
título de riesgos, que por demás, es un concepto económico antes que
jurídico–, de tal forma que se altera la estructura ordinaria o común del
principio del equilibrio económico del contrato, aspecto sobre el cual volverá
el Tribunal más adelante al analizar dicho principio de cara a lo
expresamente pactado por las partes.
92
contratación pública, define los riesgos previsibles como “todas aquellas
circunstancias que de presentarse durante el desarrollo y ejecución del
contrato, tienen la potencialidad de alterar el equilibrio financiero del mismo,
siempre que sean identificables y cuantificables en condiciones normales”, y
riesgo contractual como “como todas aquellas circunstancias que pueden
presentarse durante el desarrollo o ejecución de un contrato y que pueden
alterar el equilibrio financiero del mismo”.
b.- Ahora bien, teniendo en cuenta que este contrato fue celebrado en el
marco de una transición normativa, en primer término, debe ponerse de
presente que no es procedente efectuar el análisis de los riesgos
contractuales estipulados bajo la premisa de una obligación de distribución
de riesgos en los términos del artículo 4º de la Ley 1150 de 2007; sin
embargo, destaca el Tribunal que la lógica y sentido de la distribución de
riesgos no nació con dicha normatividad, sino que simplemente la misma la
eleva a una categoría jurídica que la hace expresamente obligatoria en todo
proyecto del Estado que contrata bajo el imperio del Estatuto General de
Contratación de la Administración Pública. En consecuencia, existiera o no
la regla legal, y de hecho, se hubiera adoptado o no una norma técnica de
riesgos como estándar general en nuestro país, el concepto y técnica de los
riesgos es igualmente aplicable con base en la ISO 31000 o cualquier otra
norma técnica sobre riesgos, porque no se trata de un simple formalismo,
sino de un análisis que tiene incidencia directa en el costo de realización de
un proyecto y se traduce en un presupuesto esencial para tomar la decisión
de su materialización y las condiciones de la misma. Es así como, según lo
ha manifestado un laudo arbitral anterior:
37
Tribunal de Arbitramento Consorcio Cosacol - Confurca contra Transoriente S.A. – ESP, Laudo
de 18 de junio de 2014.
93
En esta medida, los riesgos son escenarios concretos de resultados de
situaciones específicas que por sus características comunes, previamente
definidas para efectos de su estudio, manejo y comprensión, pueden
agruparse o clasificarse en tipologías tales como ejecución, comercial,
tecnológicos, de fuerza mayor, tributarios, legales y cualquier otro que se
considere apropiado para el análisis del proyecto a ser ejecutado,
incluyéndose, por supuesto, los que desarrolle el Estado en el marco de un
contrato estatal, sea este propiamente dicho sometido al Estatuto General
de Contratación de la Administración Pública o especial regido por normas
del derecho privado.
94
consecuencia que se calcula que ellos podrían llegar a costar, aspectos que
son absolutamente esenciales para efectos de poder emitir cualquier juicio
de valor sobre el particular, por cuanto tal información debe compararse con
las medidas de gestión de riesgos de cada una de las partes disponibles
tanto al momento de celebrarse el contrato como durante su ejecución.
95
completamente independiente de la tipología contractual escogida o la
forma de determinación del precio pactada, pues el riesgo lo debe asumir
quien esté en mejor posición para gestionarlo por ser quien menos costo le
implica hacerlo (en los términos del documentos Conpes 3107 de 2001,
existente para el tiempo de formación y celebración del contrato objeto de
estudio), y ello, evidentemente, no depende de si el contrato es de obra,
suministro, consultoría, concesión o cualquier otro típico o no, sino de las
herramientas con que cuenta cada parte para hacer no solamente aquello
que está expresamente pactado en el documento contractual, sino todo
aquello que sea necesario para cumplir con lo prometido, a la luz, incluso de
los artículos 1603 del Código Civil y 871 del Código de Comercio sobre
buena fe contractual.
13.- Por último, en este análisis sobre la naturaleza jurídica del contrato
celebrado entre Transmetro y Transatlántico y que es materia del presente
39
Cfr. Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 26
de febrero de 2004, expediente 14.043, y Tribunal de Arbitramento de Instituto de Desarrollo
Urbano-IDU-contra Sociedad Ingenieros Civiles Asociados S.A de C.V-ICA. Laudo arbitral del 29
de noviembre de 2000.
96
laudo arbitral, el Tribunal considera pertinente recordar lo expresado por la
jurisprudencia administrativa en el sentido de que las partes tienen como
límite, para calificar el tipo de contrato, los elementos esenciales que
legalmente estructuran cada tipo contractual, en los siguientes términos:
97
resultar no coincidente con la calificación del contrato que
posteriormente realice el juez para ubicar el contrato sometido a
estudio dentro de uno de los tipos contractuales comprendidos en la
normas. La discordancia entre la denominación que las partes dan
al contrato y la tipificación que resulta del análisis judicial debe ser
resuelto a favor de éste último, en tanto que se fundamente
jurídicamente. En efecto, la autonomía que reconocen las normas a
los contratantes para darse un reglamento propio y específico al
cual someter sus relaciones, tiene como clarísimos límites los
elementos esenciales que dan estructura y forma precisa a los
diferentes tipos contractuales, pues el artículo 1501 del Código Civil,
indica que un contrato sólo podrá ser calificado como tal en tanto
que estén presentes sus elementos esenciales característicos. Si
los elementos que se configuran en un contrato celebrado son los
de otro contrato típico, entonces la calificación que dará el juez será
la de ese otro contrato de conformidad con lo que las normas
disponen y en contra de lo que fue el acuerdo de las partes al
denominarlo erradamente40.
D. Conclusión y consecuencias
40
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 22 de
noviembre de 2012, expediente 38.124.
98
objeto y finalidad es la realización de trabajos materiales sobre un bien
inmueble y no la ejecución de los mismos como un medio para la
explotación del bien por parte del contratista con finalidades económicas
para la administración contratante.
41
Consejo de Estado, Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, sentencia de 17 de enero de
2012. Radicación 2011-00615-00. C.P. Carmen teresa Ortiz de Rodríguez.
99
(i) Boris Barreto Alzate, quien manifestó en su declaración recibida el
5 de septiembre de 2007, ser Profesional I de Implementación de
Patios y Flota de Transmetro;
(ii) Alexander Castaño Beleño, recibida el mismo día, quien manifestó
ejercer el cargo de Sugerente de Operaciones de Transmetro;
(iii) Guadalupe Ríos Oviedo, Abogada que formó parte de la
Interventoría de Transmetro y que al momento de la declaración
rendida el 5 de septiembre de 2012, se desempeñaba como
asesora externa de Transmetro;
(iv) Francisco Cogollo Galvez, de profesión sociólogo, vinculado al
Área de Gestión Social, hoy denominada Gestión predial Social
desde 2007, mediante contrato de prestación de servicios;
(v) Carlso Enrique Jimeno Valverde, quien en declaración de la misma
fecha expresó desempeñarse como Subgerente de Planeación e
Infraestructura de Transmetro.
100
probar la objeción grave al dictamen contable presentado por la
firma Integra Consultores. La tacha se sustentó por cuanto “tuvo
conocimiento previo a todo lo que tiene que ver con el sistema
Transmetro, sistema Masivo de Transporte, que tiene que ver con
el objeto de la demanda…”
101
idoneidad del testigo teniendo en cuenta que éste es Ingeniero de
Sistema y el peritazgo estuvo a cargo de un Ingeniero Civil. Si bien
esta circunstancia deberá ser valorada por el tribunal al momento
de considerar las distintas pruebas en conjunto y asignar el mérito
que a ellas corresponda, no constituye causal para tachar a un
testigo como sospechoso conforme al artículo 217 el Código de
Procedimiento Civil.
102
por el Ingeniero Civil Carlos Fernando Luna Ríos. La tacha como
sospechoso del testigo la sustentó la apoderada de la parte
convocante en la existencia de una relación de subordinación y
dependencia con Transmetro, circunstancia que quedó
debidamente probada cuando en la declaración misma, el testigo
manifiesta que se desempeña como Subgerente de Planeación e
Infraestructura de esa entidad. Tal como se indicó al analizar la
tacha que se hiciera sobre su declaración como testigo, la
existencia de un vínculo laboral afecta la credibilidad e
imparcialidad del testigo por lo que el Tribunal considera
procedente la tacha solicitada y así lo declarará en la parte
resolutiva.
103
otros medios de prueba para poder otorgarle credibilidad. Ha señalado al
respecto el Consejo de Estado: “La ley no impide que se reciba la
declaración de un testigo sospechoso, pero la razón y la crítica del
testimonio aconsejan que se le aprecie con mayor severidad, que al
valorarla se someta a un matiz más denso que aquel por el que deben
pasar personas libres de sospecha”. “El valor probatorio de toda declaración
de un testigo sospechoso de antemano se haya contrarrestado por la
suposición de que sus afirmaciones no son verídicas y por consiguiente, por
sí solos, jamás pueden producir certeza en el juez. Lo cual autoriza a decir
que lo más aconsejable es que el testimonio sospechoso deba analizarse
de cara a los demás medios de convicción, para así establecer si éstos,
ofreciéndole respaldo, hacen evanescente la incredibilidad”.42 En este
mismo sentido se pronunció la Corte Constitucional acogiendo en sentencia
C-790 de 2006, el criterio expresado por la Corte Suprema de Justicia en
sentencia del 8 de junio de 1982 en la cual señala que: “En cuanto al
artículo 217 del C.P.C., éste lo que hace es definir como sospechosos a
aquellos testigos que se encuentren en circunstancias que puedan afectar
su credibilidad o imparcialidad, en razón de parentesco, dependencia,
sentimientos o intereses que tengan con las partes o sus apoderados, de
sus antecedentes personales u otras causas que determine el juzgador; ello
por cuanto si bien la sola circunstancia de que los testigos sean parientes
de una de las partes, no conduce necesariamente a deducir que ellos
inmediatamente falten a la verdad, “...la razón y la crítica del testimonio
aconsejan que se le aprecie con mayor severidad, que al valorarla se
someta a un tamiz más denso de aquel por el que deben pasar las
declaraciones libres de sospecha,” lo que permite concluir que dicha norma
no es más que una especificación de las reglas de la sana crítica aplicadas
al proceso civil.”
42
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, sección 1ª, sentencia de 19 de julio
de 2007. C.P. Martha Sofía Sanz Tobón.
104
El artículo 233 del Código de Procedimiento Civil establece que la
“peritación es procedente para verificar hechos que interesen al proceso y
requieran especiales conocimientos científicos, técnicos o artísticos…” Al
respecto, la Corte Constitucional ha señalado que: “La doctrina tradicional
en materia probatoria confiere al dictamen pericial una doble condición: es,
en primer término, un instrumento para que el juez pueda comprender
aspectos fácticos del asunto que, al tener carácter técnico, científico o
artístico, requieren ser interpretados a través del dictamen de un experto
sobre la materia de que se trate. En segundo lugar, el experticio es un
medio de prueba en sí mismo considerado, puesto que permite comprobar,
a través de valoraciones técnicas o científicas, hechos materia de debate en
un proceso. Es por esta última razón que los ordenamientos
procedimentales como el colombiano, prevén que el dictamen pericial, en
su condición de prueba dentro del proceso correspondiente, debe ser
sometido a la posibilidad de contradicción de las partes, mediante
mecanismos como las aclaraciones, complementaciones u objeciones por
error grave...”43
105
grave se requiere la existencia de una equivocación de tal
gravedad o una falla que tenga entidad de conducir a conclusiones
igualmente equivocadas. Así mismo, se ha dicho que éste se
contrapone a la verdad, es decir, cuando se presenta una
inexactitud de identidad entre la realidad del objeto sobre el que se
rinda el dictamen y la representación mental que de él haga el
perito. Sin embargo, se aclara que no constituirán error grave en
estos términos, las conclusiones o inferencias a que lleguen los
peritos, que bien pueden adolecer de otros defectos…”
Posteriormente, la misma Corporación insistió: “Ahora bien, no
advierte la Sala la existencia de errores graves en la experticia
rendida por los peritos, por cuanto no se demuestra “una falla de
entidad en el trabajo de los expertos”, por cuanto el error grave de
una experticia es “el hecho de tomar como objeto de observación
y estudio una cosa fundamentalmente distinta de la que es materia
del dictamen, pues apreciando equivocadamente el objeto,
necesariamente serán erróneos los conceptos que se den y falsas
las conclusiones que de ellos se deriven”44.
(ii) En cuanto al objeto, para que prospere la objeción por error grave,
debe ser totalmente distinto; la Corte Constitucional ha señalado
que si bien se ha estimado que la variación en el objeto de estudio
puede llegar a constituir un error grave en el peritaje, es necesario
que se haya tomado “como objeto de observación y estudio una
cosa fundamentalmente distinta de la que es materia del dictamen,
pues apreciando equivocadamente el objeto”, es decir, que el
peritaje se haya realizado desconociendo radicalmente lo
solicitado por el juez, hasta el punto de ignorarlo.”45
44
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, sección primera, sentencia de 26 de
noviembre de 2009. M.P. Rafael Ostan De Lafont Pianeta.
45
Corte Constitucional, sentencia C-124 de 2011.
106
se había pronunciado sobre un objeto diferente al solicitado. La
Sala observa que tal calificación del peritazgo es errada, toda vez
que si bien, en un comienzo, el experticio pudo haberse
extralimitado en lo pedido la extralimitación no implicaba un objeto
de estudio fundamentalmente distinto al que era materia del
dictamen, debido a que comprendía en su plenitud lo pedido, pero
iba más allá”46.
107
obstante lo anterior, tal extralimitación no constituye fundamento
para considerar que el dictamen adolece de error grave pues
frente a éstas afirmaciones, el tribunal simplemente hizo caso
omiso de las mismas y se formará su propio juicio a partir de la
valoración en conjunto del acervo probatorio.
a. Objeciones:
(i) En cuanto a las preguntas 6,7, 16 y 21, por “no dar respuesta
concreta manifestando que es imposible llegar a las conclusiones
solicitadas o que echaba de menos unos estudios que consideró
necesarios…” Se plantea que el perito no aplicó el método que
utilizó el Ing. Alexander Castaño en su estudio para definir las
“cifras de la afectación al sistema y de las utilidades dejadas de
recibir por Transmetro por la no entrega de la estación de
Barranquillita”. Además, indica que el perito no debió esperar que
Transmetro le entregara los estudios respectivos y por lo tanto no
debió a negarse a realizar tales estudios si la empresa no los
tenía.
108
(ii) En cuanto a la pregunta No. 6, en las aclaraciones y
complementaciones, considera que es errado cuando el perito
indica que: “buscar una asociación entre la no entrega de la
estación de Barranquillita con la afectación de las proyecciones
financieras, es algo que nos e puede establecer…”.
(v) Sobre las preguntas No. 17 y 21, reitera la falta de respuesta por
parte del perito e indica que esa información pudo solicitarse a los
demás operadores del sistema.
Lo primero que debe señalar el tribunal es que el artículo 236.1 del Código
de Procedimiento Civil establece que “La parte que solicite un dictamen
pericial determinará concretamente las cuestiones sobre las cuales debe
109
versar,…”; en el numeral siguiente se indica que si el juez lo considera
procedente, lo decretará y “determinará los puntos que han de ser objeto
del mismo, de acuerdo con el cuestionario de las partes…” Adicionalmente,
el artículo 237.6 del mismo ordenamiento ordena que el dictamen debe ser
claro, preciso y detallado, es decir, debe versar de manera estricta sobre los
puntos respecto de los cuales fue ordenado.
110
algunos temas, acudió a métodos globales y poco rigurosos desde la
perspectiva del experto en ingeniería de transporte, no necesariamente
desde el punto de vista contable. Adicionalmente, ese método global si bien
podía generar insuficiencias del dictamen desde esa perspectiva, no
constituye error grave; y finalmente, para obtener esa rigurosidad, era
necesario acudir a información que estaba por fuera de la indicada por el
propio solicitante de la prueba como quiera que en el cuestionario
presentado por el Dr. Juan Carlos Gloria, entonces apoderado de
Transmetro S.A.S en la respectiva demanda de reconvención, manifestó
que: “Solicito al Honorable tribunal de arbitramento decretar la práctica de
prueba con intervención de un (1) perito contable para que con base en los
libros de comercio y contables de Transatlántico, el contrato y la
correspondencia relacionada y cruzada entre las partes, e igualmente de la
prueba documental aportada con esta demanda absuelva el siguiente
interrogatorio…”
Hay que tener en cuenta que el artículo 238.5 del Código de Procedimiento
Civil establece que “En el escrito de objeción se precisará el error y se
pedirán las pruebas para demostrarlo…” En el escrito de objeción, el
apoderado de Transmetro solicita como prueba, dos testimonios, uno cuya
tacha fue aceptada y otro, cuya pertinencia queda en duda en la medida en
que se ha pretendido controvertir las conclusiones del dictamen contable, a
partir de métodos y criterios que corresponden a una experticia distinta: un
ingeniero en transporte. La otra prueba fue una nueva experticia cuyo objeto
se describe de la siguiente manera: “Solicito al honorable Tribunal de
Arbitramento decretar la práctica de prueba pericial con la intervención de
un (1) perito contable, para que proporcione todos los conceptos y detalles
de los rubros contables solicitados por mi representada en la solicitud de
aclaración y complementación del dictamen que hoy es objeto de error
grave….” Es decir, el nuevo dictamen contable no estuvo encaminado a
establecer si efectivamente se había presentado error en el dictamen inicial
en las respuestas a las preguntas 6, 7, 16, 17 y 21 sino únicamente para
que proporcionara los conceptos y detalles de los rubros contables, tarea
que fue encomendada a la perito GLORIA ZADY CORREA PALACIO quien
hace entrega del dictamen el 1º de noviembre de 2013 aportando lo
solicitado.
111
Señala el apoderado de la parte convocada que en la solicitud de aclaración
a la pregunta No. 6 buscaba que se complementara la respuesta indicando
“…si el hecho de no haberse entregado la estación de Barranquillita por
parte de Transatlántico puede influir en la conclusión presentada”. Sin
embargo, la pregunta lo que establecía era “Si factores la competencia de
buses de transporte público o piratería, ausencia de vinculación de flota
nueva, afectan las proyecciones financieras de proyectos como el sistema
Transmetro? Y concordante si, evidencia la presencia de otros factores a la
fecha en la operación del sistema? Existen otros factores adicionales a los
mencionados? Cuales?” La respuesta del perito se refirió efectivamente a la
competencia de buses de transporte público y piratería y la ausencia de
vinculación de flota nueva; adicionalmente, la respuesta se formuló en
abstracto teniendo en cuenta que la pregunta hacía referencia a “proyectos
como Transmetro”, es decir, similares a este.
112
cada uno de estos, incluido la falta de construcción de la estación de
Barranquillita;
d. Falta de información acerca de si las obras y reparaciones del
corredor de precarga estuvieron a tiempo al momento de
incrementarse la flota.
En la aclaración No. 31, el perito señala que esta información fue requerida
a Transmetro, entidad que señaló mediante oficio No. 02180 de mayo 10 de
2013, que ésta no se encontraba disponible.
113
convocante en la obra adelantada”, así como “su nivel de utilidad e
idoneidad real en lo que tiene que ver con las obras objeto del litigio”.
a. Objeciones
114
(i) Por parte del apoderado de la parte convocante (Transatlántico S.A.):
115
estudiar factores adicionales que no le correspondían pero además,
no brinda claridad sobre estos.
j. En la pregunta No. 2.12. el perito genera incertidumbre sobre sobre
los datos y su única fuente es la prueba técnica del Ing. Alexander
Castaño, Subgerente de Operaciones de Transmetro.
k. El perito no comprobó la diferencia entre los factores de costos
/kilómetro entre el operador Sistur y el Operador Metrocaribe.
l. El perito no responde las preguntas 2.15, 2.17, 2.19 y 2.21.
116
En el dictamen se hace la descripción del problema resaltando el recorrido
extra desde la zona de estacionamiento habilitada en la Gran Central de
Abastos en Soledad hasta donde debería funciona la estación de
Barranquillita. Este recorrido se denomina Kilómetros muertos para
distinguirlo de los kilómetros comerciales o de operación normal del
sistema. Es de señalar que los objetivos específicos corresponden
efectivamente al objeto de la prueba decretada. Acto seguido el perito
describe la metodología a utilizar y en el punto 4 del dictamen, procede a
efectuar la “Evaluación técnica-económica del deterioro de la flota por
kilómetros muertos.
117
allá de lo pedido no constituiría error grave en la medida en que el objeto de
estudio no fue algo “fundamentalmente” diferente, toda vez que al incluir lo
que se preguntaba, aunque excediéndolo, existe una clara relación entre los
términos en que se decretó y emitió el peritazgo. Declarar que un peritazgo
que vaya más allá de lo pedido, sin más fundamento que éste, es un
defecto procedimental. Por otro lado, de llegarse a desvirtuar la validez del
dictamen por haberse pronunciado sobre un objeto diferente al pedido, se
rechazarán las conclusiones ultra petitum, más no lo que se haya dicho con
relación a lo pedido… El Tribunal consideró que el peritazgo emitido dentro
del proceso adolecía de error grave, toda vez que se había pronunciado
sobre un objeto diferente al solicitado. La Sala observa que tal calificación
del peritazgo es errada, toda vez que si bien, en un comienzo, el experticio
pudo haberse extralimitado en lo pedido la extralimitación no implicaba un
objeto de estudio fundamentalmente distinto al que era materia del
dictamen, debido a que comprendía en su plenitud lo pedido, pero iba más
allá. En esa medida, existe concordancia con lo solicitado en un porcentaje
casi pleno, lo que hace que no se pueda predicar la fundamentalidad en la
diferencia de objeto”.49
49
Corte Constitucional, sentencia T-920 de 2004.
118
En este sentido, el Tribunal reitera que conforme al artículo 238.5 del
Código de Procedimiento Civil: “En el escrito de objeción se precisará el
error y se pedirán las pruebas para demostrarlo…” En el caso pertinente, el
apoderado de la parte convocante plantea una serie de errores del dictamen
y especialmente de la aclaración y complementación sin que se acrediten
elementos de juicio que sustenten su oposición.
119
Castaño Beleño, prueba solicitada por el objetante, luego de validar los
resultados del dictamen en su primera parte, señala: “luego cuando procede
a calcular cuál es la afectación total al sistema Transmetro no es preciso, de
hecho, a pesar de que calcula cuanto podría ser la afectación porcentual
comete algunos errores porque no le aplica los porcentajes que encuentra a
la misma variable con la que él venía trabajando que son las cantidades de
kilómetros comerciales que genera el sistema, entonces adicionalmente no
incluye algunos conceptos de esos kilómetros vacíos, los kilómetros vacíos
o muertos se generan por diferentes circunstancias durante la operación por
ejemplo, no tener la infraestructura, por ejemplo, no tener que enviar un
vehículo vacío hasta un punto para que inicie su operación…” Que existan
observaciones o no se comparta la metodología empleada o los criterios
para determinar los cálculos, es una argumnetación que el tribunal evaluará
en su oportunidad. Que el dictamen recayó sobre un objeto distinto, es
totalmente contraevidente respecto de las fallas que se destacan en la
objeción. Por otra parte, el hecho de no haber efectuado el reajuste a 2013
conforme a lo solicitado en la aclaración y/o complementación o el error
aritmético, pueden ser considerado, reitera el Tribunal, como fallas o
debilidades del dictamen pero no constituyen de manera alguna,
argumentos que justifiquen la objeción principal: haber recaído sobre un
objeto distinto.
120
Luego de la remoción del perito Fernando Bolívar, se designó al ingeniero
Civil Carlos Fernando Luna Ríos quien presento su dictamen el 27 de
septiembre de 2013. Las partes presentaron solicitud de aclaración y
complementación las cuales son respondidas por Ing. Luna el 6 de
diciembre de 2013. El apoderado de Transmetro S.A.S. presenta el 23 de
diciembre de 2013, objeción por error grave y para probarlas solicita y el
tribunal ordena el testimonio del Ing. Carlos Jimeno, subgerente de
Planeación de Transmetro y respecto de quien este tribunal admitió su
tacha y un nuevo dictamen pericial el cual fue rendido por el Ing. Alfonso
Vergara Manjarrez. El apoderado de Transatlántico coadyuva la solicitud del
nuevo peritazgo.
a. Objeciones:
121
Adicionalmente, reconoce que la labor encomendada al perito
estaba vinculada con aspectos técnicos relacionados con
obligaciones a cargo de las partes por lo que era necesario acudir
al contrato y a los documentos anexos.
Es claro para el Tribunal que tal como lo indica el artículo 236.1 del Código
de Procedimiento Civil, no es admisible en la prueba pericial, los puntos de
derecho. Sin embargo y tal como se indicó en el acápite 3.2.1. del presente
Laudo, al momento de confiar la tarea a un ingeniero civil para que a partir
de los documentos contractuales, establezca comparativamente las obras
ejecutadas y dejadas de ejecutar en función de las obligaciones adquiridas
50
De acuerdo con cuadro anexo que tiene por fuente, informe de Interventoría.
122
en virtud del contrato y demás documentos contractuales así como las
mayores y menores cantidades de obra, es necesario no solo aplicar el
contrato y sus anexos, sino interpretar el clausulado, desde la perspectiva
profesional que le asiste, estableciendo su alcance y significado. En este
sentido en el propio cuestionario se habilita al perito no para decir el
derecho, función que le corresponde en este caso a los árbitros pero si para
precisar, dentro de su objeto de estudio, las obligaciones contractuales
asumidas por las partes. Así, manifiesta el apoderado de la parte
convocante al solicitar la prueba: “(…) con el fin de determinar con
fundamento en las pruebas documentales del proceso y en especial con el
alcance del contrato, si el alcance del mismo, conforme con los planos,
diseños y demás información técnica entregada durante el proceso de
selección de contratistas incluye todas las obras que se han ejecutado y
cuyo reconocimiento y pago se reclama en la presente demanda…”
123
capacidad de determinar los ítems y cantidades de obra a ejecutar porque
no tuve acceso a los diseños definitivos aprobados de esta estación.”
Posteriormente se remite a esa misma respuesta en cuanto a las menores
cantidades de obra construidas por Transatlántico en relación con lo
previsto en los pliegos de condiciones y sobre el valor de esas menores
cantidades de obra señala: “No hay menores obras ejecutadas, por lo tanto
no hay valores que calcular para las mismas. Las obras no ejecutadas no
las pude valorizar porque no tuve acceso a las cantidades, adicionalmente
en el contrato no hay pactados precios unitarios para las actividades de
obra a ejecutar para poder definir un valor parcial de cada una de las
cantidades por ejecutar y la sumatoria de los valores anteriores. El contrato
no es un contrato de obra por cantidades y precios unitarios, por el tipo de
contrato firmado por las partes. De acuerdo con la Guía de los fundamentos
para la Dirección de Proyectos del PMI, Project Managemen Institute, el
contrato firmado, se cataloga en la categoría de contratos a precio Fijo
Cerrado, “donde el precio de los bienes se fija al comienzo y no está sujeto
a cambios, salvo que se modifique el alcance del trabajo.”
124
producto de la obligación de revisar, verificar, ajustar y complementar
los diseños entregados por TRASNMETRO para las diferentes
estaciones que componen la Fase I del Sistema Transmetro del
Distrito de Barranquilla y su área Metropolitana, aprobado y el Cuadro
de cantidades ejecutadas y recibidas, para poder realizar el cálculo
respectivo. En el expediente no encontré los cuadros solicitados ni
evidencias de su existencia. Adicionalmente de la revisión de los
documentos contractuales no pude encontrar la obligación de realizar
dichas mediciones. Los cálculos de avance de obra se realizaron
sobre porcentajes de la construcción total de cada uno de las
estaciones, de hecho así fueron definidos los programas de obra que
se debían cumplir”.
d. Se insiste que por la modalidad de contrato, precio fijo cerrado, no se
pactaron precios unitarios y que para poder realzar el cálculo de las
cantidades y el valor de las menores obras era necesario que se
suministraran las “especificaciones técnicas de los ítems relacionados
en el cuadro presentado y los planos de detalles de los mismos, para
poder realizar los análisis de precios unitarios requeridos, porque no
los encontré en el expediente. Sin estos insumos es imposible
realizar los cálculos que se solicitan.”
125
aquí planteado, tales afirmaciones no pueden considerarse como prueba del
supuesto error grave. Lo anterior sin perjuicio que, en la valoración integral
del acervo probatorio, el tribunal pueda apreciar el dictamen a partir de su
firmeza, precisión y calidad, junto con los demás elementos de juicio.
a. Objeciones:
126
arquitectónicos en los que se basó, citando únicamente las
cláusulas contractuales y documentos de la demanda;
(ii) La información utilizada como fuente y sustento de sus
conclusiones, fueron dichos del demandante contenidos en la
demanda;
(iii) En cuanto a las respuestas a las preguntas a, b, c, d y g, contienen
juicios jurídicos vinculados a aspectos tale como las obligaciones
contractuales de Transatlántico y su alcance, si las
especificaciones se ajustaban a los requerimientos legales, si
Transmetro cumplió con el deber de planeación o cual era el
alcance de las obligaciones de rediseño.
(iv) Algunas de las conclusiones del perito provenían de juicios
personales;
(v) Algunas conclusiones del perito fueron estrictamente jurídicas
teniendo en cuenta que se sustentaron en la interpretación de
textos legales;
(vi) Error en cuanto a la definición y alcance del objeto del contrato en
relación con los alcances del “rediseño”.
(vii) Error en algunas preguntas en concreto por ser estrictamente
jurídicas, o por contener criterios equivocados, o no responder a lo
preguntado, no se verificaron cantidades con las realmente
ejecutadas copiándolas de la demanda.
127
(ii) Cuando se aprobó el cuestionario por parte del Tribunal, sin objeción de
las partes, se indicó, por parte de Transatlántico, que “La finalidad de la
prueba pericial es que el perito-arquitecto se pronuncie sobre la idoneidad
de los diseños ejecutados por la convocante (Transatlántico S.A. ) de
conformidad con los planos, diseños, modificaciones y actas de obra,
incluyendo las obras adicionales”. Por su parte, en el cuestionario de
Transmetro S.A.S. se indicó que se solicitaba “…prueba pericial con la
intervención de un (1) perito arquitecto para que con base en las pruebas
obrantes dentro el proceso, y con base en la información suministrada por
las partes, absuelva el siguiente cuestionario…” De la parte subrayada por
el tribunal, claramente se puede establecer el marco que las mismas partes
definieron para la realización del dictamen por lo que no es posible, a
posteriori, reclamar la realización de ensayos o estudios complementarios,
por fuera de lo indicado al perito.
128
respecto hay que señalar que: (a) El dictamen debe sustentarse en los
fundamentos técnicos que lo orientan. Dichos fundamentos son los
principios, conceptos, teorías que identifican una profesión u oficio. Muchas
veces, tales principios tienen consagración legal y así debe indicarse. En
este caso, el decreto 2090 de 1989 reglamenta los honorarios para los
trabajos de arquitectura y en el artículo 1.2.3.1. se define el concepto de
modificación substancial y su alcance por lo que acudir a tal disposición no
se puede considerar como error grave. (b) El artículo 38 de la ley 153 de
1887 establece que en los contratos se entienden incorporadas las leyes
vigentes al tiempo de su celebración; en tal sentido, no es necesario incluir
en su texto la normativa, para establecer su aplicabilidad, especialmente
cuando la materia concierne o se relaciona con aspectos propios del
contrato. c) Los conceptos emitidos por órganos gremiales constituye
indudablemente fuente de conocimiento que apoya las distintas disciplinas;
su cita tiene por propósito, al igual que cuando una opinión técnica se
sustenta en autores reconocidos, darle fuerza y afianzar una posición. El
apoyo de una opinión o concepto profesional en tales pronunciamientos no
se constituye de manera alguna en error grave a no ser que se demuestre
que tal opinión resulta abiertamente contraria a los principios que inspiran la
disciplina, situación que no solo no se presentó en este caso sino que
tampoco fue demostrada.
.
(iv) En cuanto al carácter jurídico de las preguntas y las respuestas, el
Tribunal insiste que al momento de la posesión del perito, estas fueron leída
y autorizadas sin que se presentara objeción alguna por las partes. Pero
además, teniendo en cuenta que el dictamen gira en torno a aspectos
técnicos propios de un contrato, no es posible entrar a rendir el dictamen,
sin partir de la revisión de las cláusulas contractuales, que constituyen la
fuente principal de las obligaciones y de las cuales se deriva la situación
que amerita la revisión del experto. Volviendo a la pregunta a) del
cuestionario, busca establecer a partir de los documentos contractuales,
cuál era el alcance de las obligaciones del contratista en materia de diseño
y rediseño. Lo primero es que se trata de dos conceptos que se analizan en
un contexto eminentemente técnico, es decir, desde la perspectiva de la
arquitectura; en segundo lugar, como existe un contrato, el perito
necesariamente debía establecer cuáles eran los compromisos adquiridos
por las partes en esta materia. Para ello, la única forma de hacerlo era
acudir a la fuente principal, el contrato. Por otra parte, si el perito parte de
129
las cláusulas del contrato, necesariamente deberá en ejercicio de su función
técnica, interpretarlas. Pretender negar esa posibilidad, es tanto como
regresar a los postulados de los glosadores que prohibían a quienes tenían
a su cargo la aplicación de la norma, definir su alcance, limitándose
exclusivamente a su aplicación taxativa, tarea imposible y contradictoria que
dio lugar a la exégesis como método interpretativo. No se trata de manera
alguna que el perito entre a resolver las pretensiones del convocante o del
convocado, pero sí que en cumplimiento de su función especializada, desde
la perspectiva profesional que justificó su designación, parta del contrato
como fuente de las obligaciones para establecer los conceptos
especializados que se le han requerido.
51
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección primera, sentencia de 26 de
noviembre de 2009. C.P. Rafael E. Ostau Lafont Pianeta.
130
defectos. En otros términos, la objeción por error grave debe referirse al
objeto de la peritación, y no a la conclusión de los peritos.” En este caso, las
objeciones al dictamen no han estado relacionadas con conclusiones
contraevidentes vinculadas al objeto de estudio ni se han formulado
oposiciones respecto de éste.
(vi) Para sustentar una de las objeciones por error grave, el apoderado de
Transmetro aporta concepto emitido por el Arq. Alfredo Manuel Reyes
Rojas, representante de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, Seccional
atlántico, quién además, en declaración recibida el 29 de enero de 2014
comienza respondiendo a la pregunta si “revisar, ajustar, verificar,
complementar un diseño, entendería usted que el rediseño está incluido?
Citando el Decreto 2090 de 1989 e indica en primer lugar, que todas estas
actividades son rediseño y en segundo lugar, que ese carácter se mantiene
así las modificaciones sean “visibles, significas”, es decir, substanciales.
131
determinante para establecer quien tiene la razón como tampoco conlleva
implícitamente la valoración de un error grave que afecte el dictamen.
52
LAMPREA RODRIGUEZ, Pedro. Contratos Estatales. Bogotá, Temis, 2007, Pág. 452.
132
contratar y por tanto al estar incluidas en sus calculas debe soportar esas
circunstancias.”53
Para la realización de los fines de que trata el artículo 3º de esta ley, los
contratistas: 1º. Tendrán derecho a recibir oportunamente la remuneración
pactada y a que el valor intrínseco de la misma no se altere o modifique
durante la vigencia del contrato.
133
conmutativo cuando éste se rompa en aquellos casos no imputable al
contratista, por distintas circunstancias.”56 Lo anterior plantea
necesariamente una diferencia entre el carácter conmutativo d elos
contratos en el campo del derecho privado y en el derecho público pues
mientras en el primer caso, se impone la autonomía de la voluntad, en el
segundo, se establecen límites a esa autonomía con el objeto de garantizar
la aplicación objetiva de los principios de equilibrio e igualdad. Señala al
respecto la Doctrina que: “…No ocurre lo mismo en el derecho público
donde es evidente que las prestaciones correlativas de las partes, en virtud
del principio de la justicia conmutativa, tienen que mantener una
equivalencia siguiendo el criterio objetivo de proporción o simetría en el
costo económico de las prestaciones, lo que exige que el valor a recibir por
el contratista, en razón de los bienes, obra so servicios que le entrega al
estado, deba corresponder al justo precio imperante en el mercado. Con
ello, se fija un límite al ejercicio del principio de la autonomía de la voluntad,
en aras de racionalizar la posición dominante de la administración,
mantener el equilibrio económico del contrato y, de este modo, garantizar
los derechos del contratista que se constituyen en la parte débil de la
relación contractual57.
134
en los artículos 19, 20 y 21 del decreto ley 222 de 1983, que establecieron
en favor de la administración los poderes exorbitantes de terminación y
modificación unilateral de los contratos, en los que se condicionó el
ejercicio de estas facultades a la debida protección de los intereses
económicos del contratista, otorgándole, en el primer caso, el derecho a
una indemnización y, en el segundo, el derecho a conservar las
condiciones económicas inicialmente pactadas. Sin embargo, no han sido
éstas las únicas situaciones que se han tenido en cuenta para restablecer
el equilibrio económico del contrato, ya que otros riesgos administrativos y
económicos que pueden desencadenarse durante su ejecución y alterar las
condiciones inicialmente convenidas por las partes, habían sido
desarrollados por la doctrina y la jurisprudencia. En efecto, se ha
reconocido que el equilibrio económico de los contratos que celebra la
administración pública puede verse alterado durante su ejecución por las
siguientes causas: por actos de la administración como Estado y por
factores externos extraños a las partes. El primer tipo de actos se presenta
cuando la administración actúa como Estado y no como contratante. Allí se
encuentra el acto de carácter general proferido por éste, en la modalidad de
ley o acto administrativo (hecho del príncipe); por ejemplo, la creación de
un nuevo tributo, o la imposición de un arancel, tasa o contribución que
afecten la ejecución del contrato. Y en los factores externos, se encuentran
las circunstancias de hecho que de manera imprevista surgen durante la
ejecución del contrato, ajenas y no imputables a las partes, que son
manejadas con fundamento en la teoría de la imprevisión. Es necesario
precisar la significación y alcance del principio del equilibrio financiero en el
contrato estatal, por cuanto, como lo pone de presente la doctrina, su
simple enunciado es bastante vago y se corre el riesgo de asignarle un
alcance excesivo o inexacto. El equilibrio financiero del contrato no es
sinónimo de gestión equilibrada de la empresa. Este principio no constituye
una especie de seguro del contratista contra los déficits eventuales del
contrato. Tampoco se trata de una equivalencia matemática rigurosa, como
parece insinuarlo la expresión "ecuación financiera". Es solamente la
relación aproximada, el "equivalente honrado", según la expresión del
comisario de gobierno León Blum, entre cargas y ventajas que el
cocontratante ha tomado en consideración; "como un cálculo", al momento
de concluir el contrato y que lo ha determinado a contratar. Es sólo cuando
ese balance razonable se rompe que resulta equitativo restablecerlo porque
había sido tomado en consideración como un elemento determinante del
contrato58.
58
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Sentencia del 29 de
mayo de 2003, Rad. 14577. Consejo Ponente: Ricardo Hoyos Duque.
135
No obstante lo anterior, el Consejo de Estado igualmente ha señalado
límites al reconocimiento en materia de equilibrio económico del contrato
pues finalmente, ésta institución no está encaminada a subsanar los errores
negociales o la imprevisiones del contratista al momento de proponer, o de
sus desaciertos o desfases técnicas o financieras, especialmente cuando no
pueda acreditar que efectivamente se trata de situaciones imprevisibles o
extraordinarias. Ha señalado al respecto esa Corporación que:
136
lluviosa." En el presente asunto está demostrado que se produjo un fuerte
invierno y que el mismo causó retrasos en la ejecución de la obra, pero no
se acreditó que tal circunstancia fuese imprevisible, por tanto está
comprendido dentro del alea normal del contrato y sus efectos son deben
ser asumidos por el contratista (…).
Como se indicó en el acápite anterior, son diversas las causales que afectan
el equilibrio económico del contrato. Dentro de ellas, la doctrina ha
destacado las siguientes:
a. Hecho del príncipe: Son las determinaciones del Estado que afectan
por reflejo, la economía del contrato. Se puede definir como la
expresión de la potestad normativa , constitucional y legal del Estado,
que se traduce en la expedición de leyes o actos administrativos de
carácter general de los cuales se derivan cargas para el contratista
que alteran la ecuación económica acordada al momento de proponer
o contratar. Señala al respecto el Consejo de Estado que: “La Sala ha
precisado que el restablecimiento del equilibrio económico del
contrato podrá proceder por dichas causas si se afecta la ecuación
financiera “en forma anormal o extraordinaria en detrimento del
contratista”, haciendo más onerosa la ejecución del correspondiente
contrato. Así lo ha entendido también la doctrina. Así las cosas, es
posible concluir que el denominado “Hecho del Príncipe” puede dar
lugar al rompimiento del equilibrio contractual, pero que dicha
137
circunstancia no opera de manera automática, sino que, debe
establecerse en cada caso”60.
60
Consejo de estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 7 de
marzo de 2001.
61
DAVILA VINUEZA, Luis Guillermo. Régimen Jurídico de la Contratación Estatal: Aproximación
crítica a la ley 80 de 1993. Bogotá, Legis, 2001, Pág. 529.
62
DA LAUBADERE, André. Tratado teórico y práctico de los contratos administrativos. Tomo I.
París, Librería General de derecho y Jurisprudencia, 1984, Pág. 18.
138
aplica frente al ejercicio de las potestades excepcionales de
terminación, modificación e interpretación unilateral63, como quiera
que las demás modificaciones, constituyen casos de responsabilidad
contractual derivadas de incumplimientos. Al respecto la
jurisprudencia ha señalado que “Uno de los principios que rige los
contratos de la administración es el de mutabilidad, en virtud del cual
tiene ésta la posibilidad de modificar unilateralmente sus términos,
afectando de ese modo su ejecución y variando las prestaciones
debidas por el cocontratante particular. Pero, el ejercicio del ius
variandi, según quedó visto, también puede ser causa de
desequilibrio económico de los contratos estatales, que se configura
cuando la administración en ejercicio de las potestades exorbitantes
de interpretación, modificación y terminación unilaterales del contrato
altera las condiciones existentes al momento de contratar. De
acuerdo con el artículo 16 de la Ley 80 de 1993, si durante la
ejecución del contrato y para evitar la paralización o la afectación
grave del servicio público que se deba satisfacer con él, fuere
necesario introducirle variaciones y previamente las partes no llegan
al acuerdo respectivo, la entidad en acto administrativo debidamente
motivado, lo modificará mediante la supresión o adición de obras,
trabajos, suministros o servicios. Este poder de modificación de la
administración es limitado, dado que debe respetar, la sustancia del
contrato celebrado, su esencia y la de su objeto, pues una alteración
extrema significaría un contrato diferente, no querido por el
cocontratante particular y respecto del cual no ha mediado
consentimiento; y, además, en todo contrato al disponerse la
modificación de la realidad contractual, debe mantenerse el equilibrio
económico del contrato, debiendo indemnizar al contratista cuando
esas modificaciones produzcan la ruptura de ese equilibrio, o
efectuarse los reajustes que correspondan para evitar que obtenga
indebidos beneficios. En relación con la indemnización resultante a
favor del contratista en estos eventos en los que el equilibrio de la
ecuación contractual se ve afectado por el ejercicio de la facultad
excepcional de modificación unilateral del contrato por parte de la
administración, ha señalado esta Sección que “...el ejercicio del IUS
VARIANDI hace nacer, en favor del contratista-colaborador de la
63
Dávila Vinueza señala en su obra que cuando la entidad contratante decide cambiar las reglas
del juego contractual variando por ejemplo los diseños, disminuyendo las obras, bienes o servicios
o efectuando alteraciones similares, no opera el ius variandi sino que se trata de incumplimientos
obligacionales, típico caso de responsabilidad contractual.
139
administración, el derecho a que se mantenga en todo momento la
ecuación financiera de la relación jurídica, pagándole el mayor trabajo
realizado. Esto se explica no sólo a la luz de la ley sino también del
Derecho, y de los supremos valores que lo informan, entre los cuales
el de justicia lo explica todo” 64.
64
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección tercera, subsección B.
Sentencia de 31 de agosto de 2011.
140
afecta el orden económico del contrato el cual puede provenir
de cualquier causa.
Son contratos de concesión los que celebran las entidades estatales con el
objeto de otorgar a una persona llamada concesionario la prestación,
operación, explotación, organización o gestión, total o parcial, de un
servicio público, o la construcción, explotación o conservación total o
parcial, de una obra o bien destinados al servicio uso público, así como
todas aquellas actividades necesarias para la adecuada prestación o
funcionamiento de la obra o servicio por cuenta y riesgo del concesionario y
bajo la vigilancia y control de la entidad concedente, a cambio de una
remuneración que puede consistir en derechos, tarifas, tasas, valorización,
o en la participación que se le otorgue en la explotación del bien, o en una
suma periódica, única o porcentual y, en general, en cualquier otra
modalidad de contraprestación que las partes acuerden.
La norma anterior fue derogada por la ley 1508 de 2012, “Por la cual se
establece el régimen jurídico de las Asociaciones Público Privadas, se
dictan normas orgánicas de presupuesto y se dictan otras disposiciones";
sin embargo, como quiera que el contrato No. 300-001-07 se suscribió el 17
de julio de 2007, opera respecto de la citada norma el efecto de ultractividad
previsto en el artículo 38 de la ley 153 de 1887 que establece que “En todo
contrato se entenderán incorporadas las leyes vigentes al tiempo de su
celebración”.
65
Corte Constitucional, sentencia C-250 de 1996.
141
la estimación de los ingresos, egresos o inversiones y gastos a realizar por
el concesionario, de acuerdo con la previsión de una tasa interna de retorno
que debe reflejar la rentabilidad del mismo y la estimación de los riesgos
entre las partes”66
.
Al respecto, resulta necesario hacer las siguientes precisiones:
142
resulta de la concurrencia de esa variable, con las demás de
carácter financiero y la distribución de los riesgos contractuales
que se vayan a asumir por el concesionario, es entonces, la
conjunción de estas variables en el modelo financiero aceptado
por las partes al momento de contratar, la base de la ecuación
contractual y el punto de partida para analizar las situaciones o
circunstancias que afecten el equilibrio económico del
contrato…”67
[(ii)] Teniendo en cuenta que la ejecución del contrato de concesión se
prolonga en el tiempo, ha señalado la Corte Constitucional, que se
trata de contratos inacabados o incompletos, “debido a la
incapacidad que existe de prever y redactar una consecuencia
contractual para todas y cada uno de las posibles variables y
contingencias que pueden surgir en el desarrollo del objeto, lo que
impone un límite a las cláusulas contractuales efectivamente
redactadas. Por ello adquiere especial relevancia la posibilidad de
renegociar y modificar los contratos con el fin, entre otros, (i) de
recuperar el equilibrio económico, en los eventos en que se
materializan obstáculos no previsibles, extraordinarios y no
imputables al contratista, o (ii) de adecuar la prestación del
servicio a las nuevas exigencias de calidad, por ejemplo, desde el
punto de vista tecnológico. Además, debe tenerse en cuenta que
los contratos de concesión tienen características de contratos
relacionales. Estos contratos se caracterizan por ser a largo plazo
y por ello las relación entre las partes se fundamentan en la
confianza mutua que se desprende (i) de la interacción continuada
entre ellas, y (ii) de que su interés por cumplir lo pactado no se
fundamenta exclusivamente en la verificación de un tercero sino
en el valor mismo de la relación. Esto hace que el gobierno de la
transacción sea diferente, pues los procesos de ajuste a
circunstancias imprevistas no se limitan a una simple
renegociación de los términos contractuales sino que comprenden
una redefinición de las estructuras administrativas de gobernación
dispuestas para evitar conflictos en la relación a largo plazo. Sin
embargo, como se señaló en aparte previos y se deriva de la
naturaleza vinculante del contrato y del principio de planeación, la
modificación debe ser excepcional y debe (a) justificarse en
67
Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, concepto de 16 de febrero de 2006. C.P.
Luis Fernando Alvarez Jaramillo y Flavio A. Rodríguez Arce.
143
razones autorizadas pro al ley y debidamente probadas y
fundamentadas, y (b) no corresponder a objetos nuevos…”68
68
Corte Constitucional, sentencia C-300 de 2012.
144
“a) La distribución de riesgos entre el inversionista privado y el
público es sin lugar a dudas uno de los aspectos más importantes
de la política de participación privada en materia de concesiones;
b) El riesgo debe asumirlo quien, de acuerdo con la información
que posee, esté en capacidad de controlarlo y administrarlo;
c) A través de las diferentes generaciones de proyectos de
concesión se ha podido comprobar que la deficiente asignación
de los riesgos, genera efectos negativos directos en la inversión
privada o sobrecostos injustificados en los proyectos, con graves
consecuencias en materia de conflictos contractuales;
d) La asignación de riesgos está directamente relacionada con la
calidad y confiabilidad de la información con la que cuenta cada
proyecto;
e) Los riesgos ordinarios derivados de la construcción, operación
y mantenimiento, entre cuyas variables se cuenta el del precio o
costo de los insumos, materiales y gastos de administración, etc.,
son del concesionario, a excepción del alto riesgo geológico.
f) Corresponde al concesionario asumir el alea normal derivada
de la estimación de costos del proyecto con fundamento en la
cual se estructuró el esquema financiero del contrato y se
determinó el monto de la inversión esperada.
g) La repartición de riesgos se refleja en la proyección de los
costos de construcción y operación, por ende en el ingreso
esperado pro el concesionario.”69
145
cargo todo el proceso de materialización de la obra respectiva. Lo anterior lo
reafirma la Corte Constitucional al señalar que el concesionario debe
asumir, así sea parcialmente, los riesgos del éxito o fracaso de su gestión, y
por ello obra por su cuenta y riesgo.
146
Constitución, al ley, el orden público y a los principios y finalidades de esta
ley y a los de la buena administración…”.
a. Forma de pago:
70
El subrayado no es original del texto.
147
personal, suscripción de subcontratos, adquisición de equipos y
maquinarias y al obtención de materiales, exonerando a la entidad
contratante de cualquier responsabilidad derivada de estos actos. No
obstante lo anterior, el Consejo de Estado ha señalado al respecto que: “…
en los contratos de obra pública a precio global, el contratista asume
directamente la ejecución de la obra, por su cuenta y riesgo, en el entendido
fijado en el pliego de condiciones y en el contrato, no siendo de su
incumbencia las obras necesarias para la ejecución que la entidad,
debiendo hacerlo, no previó. (…) pactar la forma de pago a precio global no
comporta el desconocimiento del derecho del contratista a reclamar por las
falencias atribuibles a la entidad sobre imprevistos en el proceso de
selección o en el contrato. (…) Quiere decir lo anterior que la administración
responde por los hechos del contrato que debe conocer, que desequilibran
la ecuación financiera y que escapan al control del contratista”.71.
71
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, sección tercera, subsección B,
sentencia de 6 de abril de 2011, C.P. Stella Conto Díaz del Castillo.
148
b. Obligaciones asumidas por las partes bajo la denominación de repartición
de riesgos:
149
las obligaciones derivadas del presente contrato de
concesión y será responsable frente a TRANSMETRO S.A.
como una obligación de resultado…” y en lo que se refiere a
la construcción propiamente dicha se precisa que: “Los
efectos favorables y/o desfavorables derivados de las
variaciones en los precios de mercado de los insumos y en
las cantidades de obra necesarias para ejecutar las obras a
las que hace referencia el presente contrato de concesión y
sus apéndices…”
Por su parte, los riesgos aspectos atribuibles a Transmetro
S.A. corresponden a los efectos favorables y/o
desfavorables derivados de los hallazgos, las que se derivan
de huelgas y por los “hechos del príncipe.”
150
contrato de concesión o de la asignación de riesgos que le
correspondan y acepta. Se exceptúan de esta previsión los
eventos que constituyan un alea o una contingencia extraordinaria,
que no tenga relación de causalidad con la actividad que se
propone desarrollar, ni con variables relacionadas con tal
actividad…”72
72
Los subrayados que aparecen del texto trascrito del contrato, no son originales.
151
actividades previstas en la cláusula 1.2 del contrato que, se reiteran en la
cláusula 11 y 34. De esta manera, tenemos que:
152
Martinez” se establecieron las mismas reglas. En el inciso penúltimo
de la cláusula se estableció que: “El CONCESIONARIO al efectuar la
revisión, verificación, ajuste y complementación si es del caso de los
diseños arquitectónicos, urbanísticos y geométricos y de ingeniería
de detalle o de cualquier otro tipo entregados por TRANSMETRO
S.A. durante la Licitación pública No. LPI-TM300-001-07 para la
construcción de las estaciones sencillas, deberá tener en cuenta que
los diseños operacionales no pueden ser modificados y que los
diseños definitivos serán aprobados de manera expresa por
TRANSMETRO S.A.
153
éste debe fabricar un prototipo de la Estación sencilla “según las
especificaciones entregadas en los Apéndices 1 y 2…” Posteriormente, en
la cláusula 11.6.1. se establece que le concesionariocontratista debe
“Adelantar las obras de construcción de acuerdo con el diseño aprobado
por TRANSMETRO S.A. para la estación intermedia de retorno “Romelio
Martinez” del sistema Transmetro, de conformidad con lo establecido en el
presente contrato y sus Apéndices.”
Todo lo anterior nos permite llegar a una tercera conclusióon y es que, por
una parte, el concesionariocontratista tenía la obligación de revisar, verificar,
ajustar y complementar los diseños que Transmetro había puesto a
disposición de los proponentes durante el proceso licitatorio, haciéndolos
suyos hasta el punto que, conforme a la cláusula 34, sea que el
concesionariocontratista acogiera los elaborados por la entidad contratante
o fuese que le introdujera modificaciones o adaptaciones, debía
presentarlos como propios, suscribiéndolos a través de los ingenieros o
personas responsables de su empresa. No obstante lo anterior, quedó
igualmente establecido en el contrato que la construcción tanto de las
estaciones sencillas como de la estación intermedia, debía sujetarse a lo
establecido no solo en el contrato sino en sus apéndices.
154
4.1.6. Alcances del principio de planeación en el contrato TM-300-001-07:
73
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, sección tercera, subsección C.
Sentencia del 1º de febrero de 2012. C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
74
Corte Constitucional, sentencia C-300 de 2012.
155
caso, deberán elaborarse los estudios, diseños y proyectos requeridos, y
los pliegos de condiciones.” Esta disposición fue modificada posteriormente
mediante artículo 87 de la ley 1474 de 2011 que estableció además que en
el caso de obras públicas, se debían contar con los estudios y diseños que
permitieran establecer la viabilidad y su impactos social, económico y
ambiental, requisito aplicable aún en aquellos que incluyeran la realización
de los diseños.
75
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección tercera, Subsección C.
Sentencia de 24 de abril de 2013. C.P. Jaime Orlando Santofimio.
156
el riesgo y calcular si los flujos del proyecto serán suficientes para cubrir los
costos, pagar las deudas y generar una remuneración equitativa durante el
plazo pactado; y (ii) Las partes puedan establecer el esquema de
distribución de riesgos que más se acomode a las características del
negocio y las circunstancias en las que se ejecutará. Esta información
asegura que el equilibrio económico del contrato no se alterará en perjuicio
de los intereses estatales y que, de otro lado, el contrato será ejecutado sin
contratiempo en beneficio de la comunidad destinaria”.76
157
(ii) las partes puedan establecer el esquema de distribución de riesgos que
más se acomode a las características del negocio y las circunstancias en
las que se ejecutará[49]. Esta información asegura entonces que el
equilibrio económico del contrato no se alterará en perjuicio de los intereses
estatales y que, de otro lado, el contrato será ejecutado sin contratiempos
en beneficio de la comunidad destinataria”.
158
contractual. Aquellas circunstancias que surgen del alea normal o de los
problemas usuales en la ejecución de esta clase de contratos, constituye
una circunstancia riesgo que asumió el concesionariocontratista no solo por
la clase de contrato suscrito (concesión) sino además, por la forma de pago
acordada (por el mismo precio global acordado) y por las estipulaciones
propias del contrato al momento de hacer al la mal denominada distribución
de riesgos del mismo.
159
responsabilidad contractual por el incumplimiento de obligaciones, cuando
entrega estudios y datos equivocados que inciden en la ejecución del
contrato; por ejemplo, cuando las redes subterráneas de servicios públicos
no se encuentran ubicadas por donde señalan los planos sino por otro lugar
que implica cambiar el sistema constructivo o mayores tiempo y costo en la
ejecución de la misma obra, así como cuando están desfasados o errados
los datos y estadísticas que suministra para ser tenidos en cuenta por los
oferentes para la estructuración financiera del negocio. Esta situación nos
traslada al tema de mayor permanencia en obra, de tanta frecuencia en los
contratos de obra, particularmente”.77 Si como resultado del error surge la
necesidad de ejecutar una obra nueva, estaríamos en presencia de la teoría
de la imprevisión; pero tratándose de la misma obra, los mayores costos
que se deriven de su ejecución deben ser objeto de reconocimiento por
parte del concedente en aras de garantizar el equilibrio económico del
contrato.
160
contractual de carácter normal y si se quiere a todo tipo de
contratación pública”, pero ello no significa que, en un contrato
particular, el contratista no pueda asumir riesgos adicionales a los
denominados riesgos normales, como sucedió en el presente caso. La
entidad regula la distribución de riesgos cuando prepara los
documentos formativos del contrato, según sus necesidades y la
naturaleza del contrato, diseñada para satisfacerlas. Y es el contratista
el que libremente se acoge a esa distribución cuando decide participar
en el proceso de selección y celebra el contrato predeterminado.
Como se indicó precedentemente, los riesgos externos,
extraordinarios, anormales, configuran la teoría de la imprevisión y,
por tanto, deben ser asumidos, con las limitaciones indicadas, por la
entidad. De manera que la teoría del equilibrio financiero del contrato,
fundada en la imprevisión, sólo se aplica cuando el contratista
demuestre que el evento ocurrido no corresponde al alea normal del
contrato, porque es externo, extraordinario e imprevisible y porque
alteró gravemente la ecuación económica del contrato en su perjuicio.
Es por lo anterior que deben precisarse las obligaciones asumidas por
el contratista en cada caso para definir el alea normal del contrato,
esto es, los riesgos normales que asumió…”78
161
especializada en el asunto, debió contar con los elementos técnicos y las
revisiones necesarias al momento de participar, para establecer su
viabilidad u operatividad, conforme a los riesgos distribuidos..
162
Reforzamiento de las losas de pavimento en la vía aledaña; c) Refuerzo del
sardinel que rodea la vía.
163
ejecución, momento en el cual las omisiones de la administración por falta
de estudios y diseños definitivos generan serias consecuencias, que llevan
a modificar las cantidades de obra y las condiciones técnicas inicialmente
pactadas, generan el incremento de los costos del proyecto y, en el más
grave de los casos, conducen a la paralización de la sobras o a su
imposibilidad de realizarla por falta de los recursos requeridos, situaciones
que generalmente culminan en cuantioso pleitos judiciales…” 80. Destaca la
Convocante igualmente en la demanda que si bien dentro el contrato existía
la obligación por parte del concesionariocontratista de “optimizar los
diseños”, esta función no incluía la de efectuar correcciones o suplir las
omisiones de los mismos. Por lo anterior concluye que: “…,a pesar de que
el alcance del contrato era sumamente claro y que, en virtud del principio de
planeación, era plena responsabilidad de Transmetro S.A. la correcta
identificación de las necesidades y condiciones técnicas con las que habría
que cumplir para la adecuada ejecución del proyecto, específicamente
necesidades y condiciones técnicas que tendrían que reflejarse en los
diseños elaborados por Transmetro S.A. y entregados a Transatlántico S.A.
– salvo los diseños de ingeniería de detalle de las estaciones Intermedia de
Retorno “Romelio Martinez” y de cabecera de Barranquillita-, se evidenció
en varios aspectos que la mencionada planeación no se surtió
adecuadamente y que, por lo mismo, el concesionario vio desfigurado el
alance contractual que inicialmente se había comprometido a ejecutar,
ocasionándole esto una serie de perjuicios que deberán ser indemnizados
por parte del concedente.”81.
80
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, sección Tercera, sentencia del 5 de
junio de 2008.
81
Demanda, pág. 77.
164
de Condiciones, como propios…”82, como se establece en la cláusula 34 del
contrato.
82
Alegatos de conclusión, pagina 8.
165
4.2.1.2. Consideraciones del Tribunal de Arbitramento
166
Usualmente, la demostración de la violación al principio de planeación sería
suficiente para sustentar la decisión de reconocer a favor del demandante,
el equilibrio económico que ha sido conculcado. No obstante lo anterior, en
el contrato objeto de estudio, que es ley para las partes, se estableció que
por una parte, el cumplimiento del objeto del contrato es de resultado; en
segundo lugar, el concesionariocontratista manifestó conocer los diseños
del proyecto, prohijándolos, es decir, presentándolos como propios; y en
tercer lugar, asumió como obligaciones a su cargo bajo el concepto delos
riesgos los aspectos que se derivaran del proceso constructivo, precisando
que solo en los casos de circunstancias imprevistas o de situaciones de
fuerza mayo o caso fortuito, la entidad contratante revisaría las condiciones
de ejecución. Tal como se indicó en acápite anterior, no resulta inusual ni
ilegal que se traslade esta clase de riesgos adicionalescargas al contratista,
especialmente teniendo en cuenta que es la parte que posee mayor
experticia y conocimiento, lo que justifica el que s e le hubiere adjudicado el
contrato. Este es precisamente el análisis central sobre el cual ha
sustentado su argumentación el apoderado de Transmetro.
167
adquirido por Transatlántico, si bien. la diferencia se presentó en relación
con la valoración de tales circunstancias. Por lo anterior, no podría el
tribunal entrar a establecer de manera general y abstracta, la procedencia
de las pretensiones de la parte demandante, sino analizando en forma
puntual y concreta cada una de ellas., y para ello, se establecerá si existió o
no rompimiento del principio de planeación, para después determinar si
tales obras o inversiones resultaban necesarias para la ejecución del objeto
contractual dentro del marco de las obligaciones y riesgos asumidaos por el
concesionariocontratista o si por el contrario, al estar por fuera de toda
previsión, su costo debe ser asumido por el contratacedente.
168
colocarlos en este edificio, para colocarlo en este sector de patios,
para colocarlo en todo esto, a nosotros nos ha tocado hacer un
cálculo de consumo o sea hacer lo que se llama como una tabla de
consumo de ellos, levantar digamos su parte tiene por cantidad de
computadores, eso me da un porcentaje y cobrarles según un
porcentaje, un prorrateo como le llaman. Eso evidentemente es hasta
cierto punto confiable pero el día en que ellos conecten de más va a
haber un desbalance y yo voy a seguir cobrando la misma de la
misma forma. Eso se puede presentar en las estaciones, o sea, se
hubiese presentado si no tuviéramos los tres…”
[e.] No obstante lo anterior, como se puede deducir de la declaración
anterior, el sistema bien hubiese podido funcionar, como de hecho
viene funcionando en el portal de Soledad, con un solo medidor.
Adicionalmente, y tal como quedó establecido en el acta
correspondiente a la reunión No. 1 realizada los días 8 y 9 de octubre
de 2007, el propósito de esta modificación fue “satisfacer las
necesidades del Operador de Recaudo del sistema y para los
espacios publicitario de la misma,…”. Desde el punto de vista
práctico, los contadores adicionales permitirán establecer con total
certeza, los niveles de consumo de las empresas encargadas de la
operación del recaudo y del manejo de la publicidad, pero no
constituye un factor indispensable o necesario para la operación del
sistema tal como fue concebido en los pliegos de condiciones. Es una
mejora que facilita la labor de Transmetro pero que indudablemente
adiciona los compromisos adquiridos por el concesionariocontratista
al momento de formular su propuesta.
169
conlleva al rompimiento del equilibrio económico en el contrato de
concesión lo constituyen precisamente las mejoras encaminadas a
garantizar la confiabilidad de los sistemas, obras o proyectos, sea para
lograr una mayor eficiencia a la inicialmente prevista o para dar aplicación a
nuevos desarrollos tecnológicos.
170
“Cambios en las especificaciones del material a implementar en el
cielo raso, cambio de material de fibrocemento a láminas de aluminio,
material que para las características del proyecto considera más
adecuado…”.
[b.] El hecho de haber incluido en los Pliegos de Condiciones la
colocación del cielo raso en fibrocemento constituye, sin lugar a
dudas, una falta de planeación y cuidado al momento de establecer
las especificaciones técnicas por parte de Transmetro. Prueba de lo
anterior es que por una parte, el material no permitía dar la curvatura
de los diseños ni cumplía ninguna de las especificaciones técnicas y
de seguridad que requería la obra. Sin embargo, esta misma
consideración aplicaría para Transmetro, quien tenía el deber
contractual no solo de hacer suyos los diseños sino además, en virtud
de su experiencia, conocimiento y especialidad, identificar los
materiales requeridos para una construcción de esta naturaleza.
171
Por lo anterior, considera el Tribunal que no está llamada a prosperar esta
pretensión en la medida en que la situación acaecida no deriva fácticamente
de un incumplimiento del deber de planeación de la entidad estatal sino de
una omisión en la obligación de revisión, verificación y ajuste de los diseños
que resultó en la necesidad de incorporar una modificación posterior a la
aprobación de los diseños con base en la constatación efectuada por la
parte Convocada, y así lo declarará en la parte resolutiva del presente
laudo.
172
gente puede meter la mano y al abrirse el sistema pues puede causar un
accidente entonces, con base a eso se determinó ese elemento…”
173
En los Pliegos de Condiciones, apéndice 2, se estableció en relación con los
equipos electromagnéticos para la apertura y cierre de las puertas de las
estaciones sencillas, las siguientes especificaciones: “Referencia FAAC,
serie 930, capacidad de movilidad de hojas de 70 x 70 para dos (2) hojas y
de 100 kg para una (1) hoja. Al momento de efectuar la prueba, se
estableció que el peso de las puertas era de 95 + 95 kg. En virtud de lo
anterior, en la Reunión No. 1 realizada los días 8 y 9 de octubre de 2007 se
planteó el problema y finalmente en Reunión No. 8 de enero 24 y 25 de
2008, se presentaron y aprobaron los planos con la modificación respectiva.
174
necesario en las especificaciones y que no era previsible por parte del
83
concesionario se encuentra prudente el reconocimiento…”
175
luego de reiterar la aceptación a la distribución de riesgos por parte del
concesionariocontratista, la renuncia a cualquier reclamación y a la
suficiencia del pago acordado, se establece: “…Por lo anterior, EL
CONCESIONARIO no podrá solicitar ningún tipo de compensación,
reclamación o ajuste, derivados del desarrollo, ejecución o interpretación
del presente contrato de concesión o de la asignación de riesgos que le
correspondan y acepta. Se exceptúan de esta previsión los eventos que
constituyan un alea o una contingencia extraordinaria, que no tenga relación
de causalidad con la actividad que se propone desarrollar, ni con variables
relacionadas con tal actividad…”
176
señalizaciones, sin demostrar a cuáles se refiere y sin demostrar que tal
costo de refiera a las señalizaciones completa y necesariamente
adicionales, como lo quiere hacer parecer…” (Pág. 50).
177
la señalización, para atender los cambios generados por la
modificación de las rutas de los alimentadores.
De acuerdo con eal criterio sostenido por este tribunal, no existen dudas
que el concesionariocontratista asumió como una obligación contractual
efectuar la revisión, ajustes, verificación y complementación de los diseños,
haciendo como propios los presentados por Transmetro o presentado los
suyos, siempre que cumpliera con las especificaciones requeridas.
Transatlantico optó por acoger los anexos a los pliegos de condiciones y
asumió la responsabilidad y el riesgo que se derivara de su ejecución,
incluidas las modificaciones o variaciones requeridas. Pero también señaló
este Tribunal que la asunción de tal riesgo no podía ser ilimitada. En el caso
concertó se observa que por una parte, el concesionariocontratista presentó
los diseños los cuales fueron aprobados por Transmetro y efectúo la
inversión respectiva. Ente, con el cambio de las rutas alimentadoras, se vio
obligado a rediseñar la señalización, situación que además de no ser
imputable al concesionariocontratista, era totalmente imprevisible para este.
178
Desde el puno de vista probatorio, se pudo establecer lo siguiente:
a. En el Apéndice 2 de los Pliegos de condiciones, ESPECIFICACIONE
STECNIVAS DE CONSTRUCCION – Acabados pisos – Piso de
concreto con acabado endurecido destruncado y pulido se establece
que el objetivo es “Describir el procedimiento de aplicación del agente
endurecedor y las características que adquiere el concreto después
del proceso de imprimación.” En el punto 3 relacionado con la
SECUENCIA DE ACTIVIDADES se establece la consulta de los
planos arquitectónicos, la definición y localización en los planos
constructivos, los pisos endurecidos y en el tercer punto se destaca
“Presentar sobre planos de construcción la ubicación de las juntas de
dilatación, espaciadas cada 10 m2 para aprobación del Supervisor y
del proyectista.” Es este sentido, le asiste razón al apoderado de la
parte demandada cuando señala que dichas juntas si estaban
incluidas en los pliegos como una exigencia a cargo de contratista.
b. En la declaración e Luis Francisco Munevar, recibida el 4 de
septiembre de 2012, asesor de Transmetro entre 2006 y 2010 en el
departamento de Planeación se establece que dichas juntas eran
necesarias en el proceso constructivo. Destaca el Ing. Munevar: “…
cuano tu tienes una estructura conformada como lo son las
estaciones sencillas de Transmetro, una sana ingeniería requiere que
se hagan una serie de juntas de dilatación tal como se diseñaron y tal
como nosotros las aprobamos en las estaciones sencillas (…) en una
sana ingeniería hay un parámetro que es el ancho y la longitud de los
elementos entonces dependiendo del ancho, por ejemplo, en este
caso el ancho era de cinco cincuenta, entonces las juntas de
dilatación deben ser aproximadamente tres veces el ancho de la
estructura o sea, aproximadamente cada quince, cada veinte metros,
debíamos tener juntas de dilatación…” el propósito, señala el testigo
era evitar los fenómenos de expansión y contracción de los elementos
estructurales.
[c.] En el informe pericial del Ing. Luna, en el literal b) del cuestionario
relativo a la matriz de riesgo, se establece, respecto del diseño y
programación, la responsabilidad de Transmetro de efectuar las
revisiones, ajustes, verificaciones y complementaciones;
posteriormente se establece a cargo del concesionariocontratista, la
obligación de “Detectar la necesidad de las obras adicionales no
179
previstas durante la ejecución de la revisión y ajuste a los diseños, y
realizar sus trámites respectivos de aprobación ante la entidad
contratante, conforme a su cuenta y riesgo, considerando la
distribución de riesgos del contrato, para llevar a cabo el
cumplimiento total del objeto contractual.” Dentro del marco anterior,
cuando responde a la pregunta del literal d) del cuestionario
relacionada con las variaciones, modificaciones o alteraciones al
alcance de las obras en los tres frentes, en relación con las
estaciones sencillas incluye dentro de las modificaciones, conforme a
los planos y el informe de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, las
“Juntas de dilatación en bronce al inicio y fin de cada vagón”. No
queda claro al tribunal porque tanto en el informe de la Lonja como en
el dictamen pericial, se establecen como una modificación o cambio
no obstante que tal como se indicó en el literal a), si aparecían en los
pliegos de condiciones, a no ser que se trate de un cambio de
especificaciones. En todo caso, admitiendo que efectivamente se
presentaron cambios en su diseños y construcción, lo cierto es que tal
como lo indica el propio perito, esta responsabilidad correspondía al
concesionariocontratista conforme a los criterios de asignación de
riesgos establecidos en el contrato.
180
del contrato al haberse obligando al contratista a asumir los costos de
actividades de diseño a las cuales no se obligó el contratista concesionario,
al momento de la presentación de la oferta y posterior suscripción del
contrato No. LPI-TM-300-001-07 del 17 de julio de 2007.” Por otra parte, el
demandante sustenta su pretensión en el hecho que en este caso, las
modificaciones fueron sustanciales y en tal sentido, hubo la necesidad de
rediseñar las obras, lo que se encontraba por fuera del objeto contractual.
En el apoderado de la parte demandada no se refiere a esta pretensión den
sus alegatos de conclusión pero en la contestación de la demanda acepta
los hechos como ciertos, los cuales se pueden resumir de la siguiente
manera: En el Comité Técnico No. 8 se determinó que “el proyecto previsto
inicialmente en los planos contenidos en el Apéndice 1 del Pliego de
Condiciones así como del contrato y por lo mismo, el anteproyecto de
optimización elaborado y presentados por el concesionario, no cumplía con
las disposiciones contenida en el manual de programas y determinantes de
diseño y construcción de los SITM, siendo el proyecto contemplado en los
planos entregados por Transmetro S.A., sustancialmente diferentes a lo
previsto por el mencionado manual, razón por la cual sería necesario hacer
cambios sustanciales al anteproyecto,…”
181
el anteproyecto optimizado elaborado y presentado por el concesionario,….”
Este hecho reafirma la posición que ha venido sosteniendo el tribunal en el
sentido que, de conformidad con el clausulado contractual, el
concesionariocontratista debía prohijar y en consecuencia, presentar a
nombre propio, haciéndolos suyos, los diseños del proyecto. En
consecuencia, los diseños que se rechazan son los que presenta
TRANSATLANTICO, porque así se determinó en el contrato.
Las razones del rechazo de los diseños iniciales evidencian, por un parte,
una total falta de planeación y de seriedad por parte de Transmetro al
momento de elaborarlos e incluirlos en los pliegos de condiciones. Prueba
de lo anterior es que bastaba una visita a los otros sistemas para establecer
que faltaban requerimientos tal elementales como los relacionados con la
dotación de baños o las zonas de descanso de los conductores. De igual
manera, falló el concesionariocontratista, entidad que siendo experta, no fue
capaz de identificar tales falencias en forma oportuna, realizando trabajos
de “optimización” que no consta al tribunal pues no se identifican en el
acerbo probatorio y presentándolos para aprobación con tales
equivocaciones y omisiones.
182
diseños arquitectónicos, urbanísticos y geométricos y de ingeniería
de detalle o de cualquier otro tipo entregados por TRANSMETRO
S.A…” evento en el cual tenía que proponer y asumir los “cambios,
ajustes y modificaciones a los mismos, que en todo caso deberán
respetar los parámetros y necesidades del sistema Transmetro que
para el efecto haya establecido TRASNMETRO S.A. y las
Especificaciones Técnicas contenidas en el apéndice 2. Las
modificaciones o ajustes a los diseños deberán ser aprobados de
manera expresa y escrita por TRANSMETRO S.A.”
[c.] Aunque la obligación del concesionariocontratista es de resultado y
en tal sentido, estaba obligado a acoger las modificaciones requeridas
sin importar su alcance, la distribución de riesgos contractuales se
limitó exclusivamente a aquellas que implicaran la revisión, ajuste,
modificación o complementación de los diseños; no así los cambios
sustanciales de los diseños. Para el tribunal, la revisión es el examen
que se hace del diseño para establecer o comprobar si están
correctos o completos; la verificación es la realización de un conjunto
de actos y procesos encaminados a comprobar la exactitud y certeza
de los diseños; los ajustes son medidas que permiten ceñir el diseño
a la realidad, introduciendo para ello mejoras o reformas conforme a
las necesidades que impone el proceso constructivo; la
complementación es la acción de adicionar, agregar o añadir cosas
para garantizar que la obra resulte funcional y adecuada a los fines de
la misma. La característica común a todas estas acciones es que
recaen sobre un diseño existente. Cuando las accione a seguir
implican cambiar el diseño por otro, es decir, rediseñar, estamos
frente a una obligación del contratista que supera la exigencia
contractual.
a.[d.] El decreto 2090 del 13 de septiembre de 1989 , “Por el cual se
aprueba el reglamento de Honorarios para los trabajos de
arquitectura”, da luces sobre el tema cuando en el punto 1.2.3.2.
establece: “Modificaciones al proyecto: Cuando se soliciten
modificaciones sustanciales al anteproyecto se considerará que se
trata de un trabajo nuevo y por lo tanto deberá cobrarse nuevamente
el valor del anteproyecto. Se entiende por modificaciones
substanciales aquellas que impliquen la modificación de la mayor
parte del anteproyecto o que modifiquen substancialmente el
programa de áreas y necesidades, por cambios de programa o del
183
terreno, pero no en el caso en que el anteproyecto presentado no
haya cumplido las condiciones y necesidades del propietario.” Sobre
este punto en particular, el perito Ospicio López Méndez destaca que:
“…En la estación de retorno Romelio Martinez y la Estación Cabecera
de Barranquillita hubo cambio de áreas, cambios substanciales del
proyecto que originó un nuevo diseño arquitectónico, por lo anterior la
actividad que realizó el concesionario es un rediseño, actividad que
no estaba en el alcance del contrato.” En la aclaración a su dictamen,
se le pregunta al perito arquitecto que indique que cambios de áreas
se produjeron como para que pueda ser considerado substancial;
estima el tribunal que la respuesta es clara pues se observa una
multiplicidad de modificaciones que van desde la inclusión en el
diseño de las áreas de maquinas y herramientas, cuarto de
probadores eléctricos, área de armado de motores, área de lavado de
piezas, almacén de herramientas especializadas, área de enfermería
y capilla, hasta una serie de recomendaciones formuladas en Comité
Técnico de obra No. 8 del 18 de abril de 2008, recomendaciones
luego de la vista realizada a los patios del Portal Norte del Sistema
Transmilenio en Bogotá, y recomendaciones contendías en correo
electrónico del 17 de septiembre de 2008.
[e.] Es importante señalar que por parte del concesionariocontratista
existió una omisión en la medida en que el proceso de revisión y
ajuste debió haber identificado las falencias de los diseños, no solo al
momento de proponer sino posteriormente al presentarlos a su
nombre. Esta omisión daría eventualmente lugar a la declaratoria de
un incumplimiento y consecuentemente a la imposición de las
sanciones respectivas conforme al régimen sancionatorio previsto en
el contrato. Sin embargo el rediseño que emana de esta realidad,
constituye una actividad que supera las obligaciones y los riesgos
asignados al contratista y en tal sentido deben ser asumidos por el
contratante.
184
En los pliegos de condiciones se estableció que las losas de pavimento
requerían únicamente acero de refuerzo en las juntas longitudinales y
transversales del pavimento. Posteriormente se estableció la necesidad de
reforzar las losas de pavimento adyacentes a la estación de parada.
185
En las especificaciones del contrato se había estipulado la construcción de
un sardinel prefabricado A10; posteriormente se decidió, conforme al
Comité de seguimiento No. 50 del 15 de septiembre de 2009, que dicho
sardinel implicaba reducir en 40 cm el carril, motivo por el cual el contratante
ordenó la fabricación de los sardineles en el sito con la utilización de una
formaleta vertical, lo que evitaría la disminución del carril. El apoderado de
la parte demandada señala al respecto que con los sardineles inicialmente
previstos, los buses no podían efectuar el giro; adicionalmente estos fueron
incluidos en el diseño presentado por Transatlántico. Adicionalmente, su
costo que se estima en $12.278.461 no se le resta el costo que implicaba
construirlo mediante prefabricado. Concluye destacando en la declaración
del Ing. Munevar el hecho que “normalmente el fundido en sitio es más
económico que el prefabricado…”
186
(i) Mayores cantidades de entrada de la red de voz y dato:
84
LOPEZ BLANCO, Hernán Fabio. Derecho procesal Civil, Tomo I, Parte General. Bogotá, Temis,
1989, Pág. 256.
187
previas, que se resuelven antes de continuar con el proceso _, o bien a
desvirtuar las pretensiones elevadas en su contra por el demandante en
forma definitiva o temporal – excepciones de fono o perentorias, que se
deciden en la sentencia -, por lo que constituyen un verdadero ataque a la
cuestión de fondo;…”85
En el proceso arbitral, el artículo 141, numeral 1º, inciso 2º del Decreto 1818
de 1998 establece la improcedencia de las excepciones previas. Teniendo
en cuenta que el traslado y contestación de la demanda se rige por lo
dispuesto en los artículos 428 y 430 del Código de Procedimiento Civil, en
esta el demandado podrá proponer las excepciones de mérito que
considere, de la cual se dará traslado a la parte demandante y se resolverán
en el laudo como lo dispone el artículo 304 del citado ordenamiento.
85
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera. Sentencia de 28 de
abril de 2010. C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
188
Respecto de lo primero, es necesario señalar que las obligaciones a cargo
del concedente se encuentran previstas en la cláusula 14 del contrato. En
tal sentido, la obligación principal por parte de esa entidad relativa al pago
en la forma estipulada, se ha efectuado conforme a lo convenido y sin que
existan reclamaciones u observaciones al respecto por parte del
contratante. La existencia de reclamaciones relacionadas con obras o
inversiones adicionales han sido objeto del trámite respectivo; a partir de
éste, algunas han sido aceptadas por el concedente mediante un acuerdo
conciliatorio que finalmente se frustró por falta de aprobación de la
Jurisdicción Contenciosa Administrativa y a través del presente proceso
arbitral que busca zanjar las diferencias existentes entre las partes teniendo
en cuenta la interpretación de la voluntad contractual contenida en el
negocio jurídico y los elementos fácticos que se han allegado al proceso.
189
Respecto a lo segundo, en la cláusula 14.1 del contrato se estableció la
obligación a cargo del Transmetro de “Entregar a EL CONCESIONARIO el
predio o los predios en los cuales éste último deberá llevar a cabo la
construcción de los patios de maniobras y edificios de administración y
mantenimiento d ela Estación Cabecera de Barranquillita del sistema
Transmetro del Distrito de Barranquilla y su área Metropolitana Fase I”.
190
b) La entrega del sitio de obra a cargo de Transmetro debía realizarse el
28 de febrero de 2008 y la construcción de al sobras civiles debían
adelantarse en un plazo de doscientos cuarenta (240) días, por lo que
la entrega debía realizarse el 31 de octubre de 2008.
c) En la cláusula OCTAVA del OTROSI No. 1 se estableció: “Se precisa
que lo dispuesto en el inciso 3 del numeral 31.3.2. Construcción de
los Patios de Maniobras y edificios de administración y mantenimiento
de la Estación de Cabecera de Barranquillita, Cláusula 31 del
contrato de concesión, que en el entendido que, TRANSMETRO S.A.
realice la entrega del predio destinado para la construcción de las
mencionadas obras en forma parcial, EL CONCESIONARIO deberá
acometer las obras contratadas en los predios disponibles,
implementando planes de incorporación constructiva de los predios
que se entreguen posteriormente.”
191
tabla en la que aparece la identificación de los predios y el acto por medio
del cual se obtiene la titularidad. Al respecto el Tribunal debe señalar que al
momento de suscribir el contrato de concesión, se encontraba vigente el
Decreto 564 de 2006, “Por el cual se reglamentan las disposiciones
relativas a las licencias urbanísticas; al reconocimiento de edificaciones; a
la función pública que desempeñan los curadores urbanos; a la legalización
de asentamientos humanos constituidos por viviendas de Interés Social, y
se expiden otras disposiciones”. Dicha norma fue derogada por el Decreto
1469 de mayo 3 de 2010 aunque las diferencias en su contenido no son ni
mayores ni relevantes. En este sentido, en el artículo 2º se establecía
dentro de las modalidades de licencia, las de construcción y las de
Intervención y Ocupación del espacio Público. Respecto de las primeras, el
artículo 7º establecía que “Es la autorización previa para desarrollar
edificaciones en uno o varios predios, de conformidad con lo previsto en el
Plan de Ordenamiento Territorial, los instrumentos que lo desarrollen y
complemeten y demás normatividades que regulen la materia…” Dentro de
sus modalidades, el decreto incluía la de obra nueva, ampliación,
adecuación, modificación restauración, entre otras. En el artículo 16 se
estableció la titularidad de las licencias, incluida la de construcción, así:
“Podrán ser titulares de las licencias de urbanización, parcelación,
subdivisión y construcción, los titulares de derechos reales principales, los
propietarios del derecho de dominio a título de fiducia y los fideicomitentes
de las mismas fiducias, de los inmuebles objeto de la solicitud.
También podrán ser titulares las entidades previstas en el artículo 59 de la
ley 388 de 1997 o la norma que lo adicione, modifique o sustituya, cuando
se les haya hecho entrega del predio o predios objeto de adquisición en los
procesos de enajenación voluntaria y/o expropiación previstos en los
capítulos VII y VIII de la ley 388 de 1997.
Parágrafo: Los poseedores solo podrán ser titulares de las licencias de
construcción.”
192
expropiación ordinaria, como lo señala el artículo 59 de la ley 388 de 1997.
En efecto, la Ley 388 de 1997 en su artículo 59 establece que: “Además de
lo dispuesto en otras leyes vigentes, la Nación. Las entidades territoriales,
las áreas metropolitanas y asociaciones de municipios, podrán adquirir por
enajenación voluntaria o decretar la expropiación de inmuebles para
desarrollar las actividades previstas en el artículo 10 de la ley 9ª de 1989.
Los establecimientos públicos, las empresas industriales y comerciales del
Estado y las sociedades de economía mixta asimiladas a las anteriores, de
los órdenes nacional, departamental y municipal que estén expresamente
facultadas por sus propios estatutos para desarrollar algún o algunas de las
actividades previstas en el artículo 10 de dicha ley, también podrán adquirir
o decretar la expropiación de inmuebles para el desarrollo de dichas
actividades.” Conforme a lo establecido en el artículo 16 del decreto 564 de
2006, todas estas entidades pueden ser titulares de licencias de
construcción desde la entrega del bien, no obstante no figuen como
propietarios en el respectivo Registro de Instrumentos Públicos.
193
no estoy mal, eran los últimos tres predios que quedaban para tener la
totalidad de los predios como tal…” al momento de contra preguntar, el
apoderado de Transatlántico hace referencia al tema de la licencia del cual
queda claro que, por una parte, el proyecto contaba con la de Intervención
el espacio público la cual requeiró de ser renovada. En este proceso, la
oficina de desarrollo territorial soliitó una información sobre la titularidad del
derecho de propiedad y sobre la afectación derivada de un embargo laboral,
lo que fue respondido por Transmetro. Concluye la declarante señalando
que dicha entidad mediante un correo había señalado, posterior a la
aclaración que “no había ningún inconveniente que podía seguir con el
trámite porque no tenía ninguna injerencia esas situaciones en la
renovación de la licencia.”
194
todavía el acta de entrega y los predios totalmente legalizados y
englobados y físicamente no tenemos un acta, un comunicación que nos
mandaron que fuéramos y cogiéramos los predios eso no creo que sea lo
legal…” En dicha declaración queda claro para el tribunal que por una parte,
los predios estaban disponibles y por otra, que Transmetro los puso a
disposición del concesionariocontratista.
195
requeridos para ejecutar las obras en julio 22 de 2010 no obstante que
desde 2008 se había procedido a la entrega de los primeros predios y que
conforme al OTROSI No. 1, artículo 8º, el concesionariocontratista aceptó la
entrega parcial de predios para dar inicio a las obras respectivas. La
aceptación parcial de la excepción, tal como se analizó en el acápite
anterior, obedece a que algunas inversiones y obras ejecutadas por el
concesionariocontratista exceden las obligaciones contractuales adquiridas
y los riesgos asumidos por lo que se ha dispuesto su reconocimiento.
196
asumiéndolas plenamente en lo que se refiere al resultado y las
obligaciones asignadas al concesionariocontratista.
197
para mantener las condiciones existentes al momento de proponer o
contratar y en ningún caso, para corregir los errores, malos cálculos o
arrojos del empresario al momento de presentar propuestas que no estén
sujetas a una contraprestación adecuada.
198
por sus funcionarios, efectuando las revisiones, verificaciones, ajustes y
complementos requeridos para su cabal ejecución.
199
4.3.3. Nemo auditur suam turpitudiem allegans (Nadie está legitimado para
invocar su propia negligencia, torpeza, culpa, incuria o impericia en su
favor).
200
fe en que se ha incurrido, de acuerdo con la máxima nemo auditur propiam
torpitudinem allegans, pues ello, según advierten los autores es contrario al
orden jurídico y al principio que prohíbe abusar de los derechos propios
(Art.95 CN)”. 86
Respecto de las primeras, es claro para el tribunal que los estudios previos
realizados por Transmetro presentaron fallas y omisiones que contradicen el
principio de la planeación. Pero también es claro que independientemente
de la modalidad contractual adoptada, el contratante trasladó el riesgo
derivado de la necesidad de efectuar la revisión, ajuste y complementación
de los diseños al contratista, situación que la jurisprudencia estima
aceptable teniendo en cuenta que los riesgos deben ser asignados a partir
de la mayor experiencia o conocimiento que se tenga sobre el asunto. Así
las cosas, el contratista al momento de proponer debió revisar los diseños y
estudios previos y a partir de su conocimiento y experiencia, hacerlos suyos,
introduciendo las revisiones, ajustes, modificaciones o complementaciones
requeridas, como se indica expresamente en el contrato, para poder hacer
una estimación adecuada, proporcional y ajustada del valor del contrato.
Subsiste la duda de si tales valores fueron incluidos o no, tema respecto del
cual no existen elementos de juicio en el proceso para determinarlos. Los
cierto es que el contrato fue pactado por precio global y no por precio
unitario de tal manera que no existe referente para establecer los ítems y
costos. Pero además, el equilibrio económico del contrato, como lo ha
señalado la jurisprudencia y este Tribunal ha reiterado en varias ocasiones,
no se estableció con el objeto de suplir los errores o malos cálculos del
empresario sino para mantener o conservar las condiciones existentes al
momento de contratar. En tal sentido, no existiendo ningún elemento de
juicio del cual se derive un actuación de mala fe por parte de Trasnatlántico,
queda claro que la reclamación se sustenta en el hecho que al momento de
presentar la propuesta, el contratista no realizó el estudio diligente y
cuidadoso necesario para incorporar la totalidad de los gastos e inversiones
86
Corte Constitucional, sentencia T-213 de 2008.
201
requeridas para cumplir el objeto contractual, teniendo en cuenta que
además se trataba de un contrato de resultado. Ello constituye sin lugar a
dudas un acto de poca diligencia o cuidado, es decir, de negligencia que el
Tribunal no puede favorecer.
202
hecho, ni las haya asumido legal o contractualmente. A tal efecto, el
contrato de suyo es acto de previsión, sobre los contratantes gravitan
cargas de previsión y sagacidad, han de prever eventuales contingencias
dentro de los parámetros normales, corrientes u ordinarios, y en ejercicio de
su autonomía privada dispositiva, ceñidas a los legales, la buena fe y la
paridad prestacional, tienen libertad para acordar el contenido del negocio,
disciplinar la relación, los derechos, prestaciones, la estructura económica y
los riesgos. Cada parte contratante debe proyectar razonablemente la
estructura económica del contrato, el valor de las prestaciones y la
contraprestación, los costos, gastos, pérdidas, beneficios o equivalencias
prestacionales, sin admitir alegar torpeza (nemo auditur propriam
turpitudinem allegans) o malicia en provecho propio, ni volver sobre su acto
propio (venire contra factum proprium)o contrariar la confianza legítima.”87
87
Corte Suprema de Justicia, sala Civil, sentencia de 25 de junio de 2009. Exp. 2005-00251 01.
88
Ley 80 de 1993, artículo 40: “Las estipulaciones de los contratos serán las que de acuerdo con
las normas civiles, comerciales y las previstas en esta ley, correspondan a su esencia y naturaleza.
Las entidades podrán celebrar los contratos y acuerdos que permita la autonomía de la voluntad y
requieran el cumplimiento de los fines estatales…”
203
anteriormente efectuado en forma concreta y detallada, se estiman
corresponden a las obligaciones, deberes, responsabilidades y riesgos
asumidos por el contratista.
204
Al sustentar la excepción, el apoderado de la parte demandada la sustenta
igualmente en el incumplimiento de las obligaciones contenidas en las
cláusulas 51 y 52 del contrato que establecen que: “…EL
CONCESIONARIO no podrá solicitar ningún tipo de compensación,
reclamación o ajuste, derivado del desarrollo, ejecución o interpretación del
presente contrato o de la asignación de riesgos que le correspondan…”
reiterando posteriormente en la cláusula siguiente que: “El
CONCESIONARIO no podrá solicitar ningún tipo de compensación,
reclamación o ajuste, derivados del desarrollo, ejecución o interpretación
del presente contrato de concesión o de la asignación de riesgos que le
correspondan y acepta…” Al respecto, el Consejo de Estado ha señalado
que el restablecimiento del equilibrio económico del contrato es una regla de
orden público y por lo tanto imperativa en los términos del artículos 5.1 de
la ley 80 de 1993; por lo anterior, no es posible en contravía de la
disposición anterior, pactar cláusulas encaminadas a prohibir o impedir la
estabilización de las condiciones contractuales o corregir los precios.
“Pactar su renuncia es un acto abusivo que resulta ineficaz por nulidad
absoluta.” La renuncia de derechos económicos solo puede darse cuando
se conozca el grado de afectación por ejemplo, mediante la firma de un
acuerdo conciliatorio o en al acta de liquidación del contrato, pero no en
forma anticipada, sin conocer las situaciones que puedan afectar su
ejecución89.
89
Consejo de Estado, sala de lo Contencioso Administrativo, sección tercera. Sentencia de marzo
14 de 2013. C.P. Carlos Alberto Zambrano.
205
ajustado a la realidad la justificación planteada por el apoderado de
Transmetro en el sentido que las obras correspondientes a esta estación no
se habían ejecutado por falta de entrega de los predios lo que hubiese sido
una justificación válida: sin embargo, en el OTROSI No. 1 claramente se
estableció, por acuerdo de las partes, las obras se iniciarían con la entrega
parcial de los predios y finalmente, estos fueron puestos a disposición del
concesionariocontratista, como consta en oficio 0820-01497 recibido por
Transatlántico el 22 de julio de 2010. La falta de disponibilidad de los
predios, aún después de esa fecha, se ha pretendido justificar en el hecho
que varios de éstos, en el registro de instrumentos públicos aparecían a
nombre de los anteriores propietarios e inconvenientes presentados por
embargos; respecto de lo primero, es necesario señalar que de acuerdo con
las normas que regulan los trámites urbanísticos, los poseedores pueden
ser titulares de licencias de construcción pero además, a partir de la
entrega, lo pueden ser también las entidades públicas que adelantan los
procesos de adquisición por enajenación voluntaria y/o expropiación. En
cuanto a lo segundo, en el expediente quedó establecido que Transmetro
resolvió de manera pronta los problemas derivados de los embargos
laborales y que esta situación en ningún momento afectó la tenencia o
posesión de los bienes.
206
no parte de las obligaciones y riesgos asumidos por el contratista, no resulta
procedente su reconocimiento conforme a la excpetio non adimplei
contrctus, tal como se analizará mas adelante.
a) Líneas jurisprudenciales:
207
teoría de la imprevisión. Es necesario precisar la significación y
alcance del principio del equilibrio financiero en el contrato estatal,
por cuanto, como lo pone de presente la doctrina, su simple
enunciado es bastante vago y se corre el riesgo de asignarle un
alcance excesivo o inexacto. El equilibrio financiero del contrato no
es sinónimo de gestión equilibrada de la empresa. Este principio
no constituye una especie de seguro del contratista contra los
déficits eventuales del contrato. Tampoco se trata de una
equivalencia matemática rigurosa, como parece insinuarlo la
expresión "ecuación financiera". Es solamente la relación
aproximada, el "equivalente honrado", según la expresión del
comisario de gobierno León Blum, entre cargas y ventajas que el
cocontratante ha tomado en consideración; "como un cálculo", al
momento de concluir el contrato y que lo ha determinado a
contratar. Es sólo cuando ese balance razonable se rompe que
resulta equitativo restablecerlo porque había sido tomado en
consideración como un elemento determinante del contrato.90”
Lo anterior se reitera cuando la Corporación precisa: “La
aplicación de la teoría del equilibrio financiero del contrato está
condicionada a la conservación de la estructura original del
contrato, esto es, a que se mantengan las obligaciones y derechos
originales que surgieron para los co-contratantes, muchos de los
cuales están determinados por los riesgos o contingencias que
asumieron. En estas condiciones no es dable considerar que el
contratista, por las variaciones ocurridas con posterioridad a la
celebración del contrato, está eximido de atender los riesgos que
asumió.”
Por otra parte señala el Consejo de Estado que “(...) el principio de la
preservación de la ecuación financiera del contrato, no es un
mecanismo para corregir errores cometidos en la fase de negociación
del negocio jurídico, ni durante su ejecución. Tampoco ofrece una
oportunidad para consolidar el exceso de optimismo o de osadía del
contratista al diseñar su oferta, con el propósito de lograr a toda costa
la adjudicación del negocio; ni para remediar a posteriori su arrojo o
temeridad al asumir riesgos y prestaciones sin exigir una
contraprestación adecuada; ni se puede ser un instrumento para
mejorar su rentabilidad, pues a lo máximo que podía aspirar sería a
90
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección tercera, sentencia de 29 de
mayo de 2003. C.P. Ricardo Hoyos Duque.
208
obtener las utilidades que normalmente se derivarían de los precios
que cotizó, de las obligaciones que contrajo y de los riesgos que
deliberadamente asumió.”91
91
Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto de 16 de febrero de 2006.
Consejeros: Luis Fernando Alvares y Flavio Rodríguez.
209
utilidades, esto es, bajo hipótesis y escenarios negociales absolutamente
excepcionales.”92
210
hacer su trabajo en forma diligente y en tiempo. Transmetro nunca ha
omitido información relevante a Transatlántico que le permitiera cambiar el
giro ordinario de la ejecución del contrato.”
211
de las condiciones requeridas por el sistema Transmetro, asumiendo por lo
tanto los costos, gastos y medios que se requieran a dicho efecto…”
93
Corte Constitucional, sentencia C-544 de 1994.
212
La buena fe ha pasado de ser un principio general de derecho a tener
consagración expresa en el artículo 83 constitucional el cual si bien esta
referido a las actuaciones que los particulares adelantan ante las
autoridades, irradia las relaciones entre particulares y entre estos y el
Estado. Así la Corte Constitucional ha señalado que la buena fe se presume
en las relaciones recíprocas con trascendencia jurídica pues se refiere a la
confianza, seguridad y credibilidad que otorga la palabra dada 94.Tratándose
de una presunción legal o juris tantum, admite prueba en contrario.
94
Corte Constitucional, sentencia C-1194 de 2008.
213
equidad y de justicia, por cuya realización propende el derecho y además,
es contraria a los mandatos de la ley 80 de 1993,…”95
95
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección tercera, Subsección A,
sentencia de 14 de marzo de 2013. C.P. Carlos Alerto Zambrano Barrera.
214
Administración de Justicia. Es así como el inciso cuarto y el parágrafo de
este artículo (206 de la ley 1564 de 2012), establecen sanciones
específicas por la estimación incorrecta de las pretensiones: del diez por
ciento (10%) de la diferencia si la cantidad estimada excediere en el
cincuenta por ciento (50%) de la que resulte probada, y del cinco por ciento
(5%) si las pretensiones fueren desestimadas, encontrando la Corte que la
sanción del inciso cuarto no es excesiva ni desproporcionada y resulta
razonable, ya que el demandante si obtiene un pago de sus pretensiones,
debiendo descontar un diez por ciento de la diferencia entre lo estimado y lo
probado.”96 La sanción anterior proviene de la estimación incorrecta de las
pretensiones pero de ella no es posible concluir la existencia de mala fe.
4.3.9. El contrato es ley para las partes – artículo 1602 del Código Civil
215
contratista para reclamar el restablecimiento del equilibrio contractual, tal
como se consagró en las cláusulas 51 y 52 del contrato. En ésta última se
indicó: “… Por lo anterior, EL CONCESIOANRIO no podrá solicitar ningún
tipo de compensación, reclamación o ajuste, derivados del desarrollo,
ejecución o interpretación del presente contrato de concesión o de la
asignación de riesgos que le correspondan y acepta. Se exceptúa de esta
previsión los eventos que constituyan un alea o una contingencia
extraordinaria, que no tenga relación de causalidad con la actividad que se
propone desarrollar, ni con variables relacionadas con tal actividad.” Lo
anterior teniendo en cuenta que:
a) El artículo 5.1. de la ley 80 de 1993 establece expresamente el
derecho que le asiste al contratista para que s ele reconozca, previa
solicitud, el restablecimiento del equilibrio contractual cuando éste ha
sido conculcado;
[b)] El Consejo de Estado ha señalado en relación con los alcances y
efectos de la norma anterior que: “La figura del equilibrio financiero
del contrato no ha sido extraña ni a nuestra jurisdicción ni a nuestra
jurisprudencia. Sin duda alguna las partes al contratar son
conocedoras del beneficio resultante del contrato: conseguir los fines
esenciales del Estado, para la entidad contratante; la obtención de un
provecho económico para el contratista. Dentro de este marco habrá
pues, de moverse la regulación financiera del contrato y con miras a
mantener su equilibrio económico, se ha de procurar la protección de
las partes, y especialmente para el caso del contratista como
colaborador que es del Estado, se deben tomar las medidas
necesarias para lograr dicho mantenimiento, de tal forma que pueda
conservar el beneficio económico que lo llevó a contratar. La
ecuación financiera del contrato es una figura de imperativo legal, que
se aplica con independencia de que las partes la hubieren pactado o
no. En otros términos la Sala reitera que es el propio legislador quien
fija reglas tendientes a procurar el equilibrio financiero del contrato
conmutativo cuando éste se rompa en aquellos casos no imputables
al contratista, por distintas circunstancias…”97 En virtud de lo anterior,
reconoce el tribunal el derecho que le asiste al contratista para
formular su reclamo, sea directamente, a través de los mecanismos
alternos de justicia o mediante los procedimientos judiciales, en este
caso, por existencia de pacto arbitral, ante este Tribunal. Es por lo
97
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, sección Tercera, sentencia de
octubre 24 de 1996. C.P. Daniel Suárez Hernández.
216
anterior por lo que en excepción anterior, el tribunal rechaza la acción
arbitral como una violación o incumplimiento de los deberes
contractuales del concesionariocontratista.
b)[c)] En lo relacionado con el tema de fondo, ha sido igualmente
posición de la jurisprudencia que la solicitud de equilibrio económico
del contrato no puede constituirse en un mecanismo para suplir
deficiencias del empresario al momento de proponer; de allí que la
norma tiene por objeto únicamente, mantener las condiciones
existentes al momento de hacerlo. Dice el Consejo de Estado que: “…
el principio de la preservación de la ecuación financiera del contrato
no es un mecanismo para corregir errores contenidos en la fase de
negociación del negocio jurídico ni durante su ejecución. Tampoco
ofrece una oportunidad para consolidar el exceso de optimismo o de
osadía del contratista al diseñar su oferta, con el propósito lograr a
toda costa la adjudicación del negocio; ni para remediar a poteriori su
arrojo o temeridad al asumir riesgos y prestaciones sin exigir una
contraprestación adecuada; ni puede ser un instrumento para mejorar
su rentabilidad, pues a lo máximo que podía aspirar sería a obtener
las utilidades que normalmente se derivarían de los precios que
cotizó, de las obligaciones que contrajo y de los riesgos que
deliberadamente asumió…”98
c)[d)] El artículo 13 de la ley 80 de 1993 establece que los contratos
estatales se encuentran sujetos a las normas civiles y comerciales; en
tal sentido, resulta plenamente aplicable al caso concreto lo dispuesto
en el artículo 1602 del Código Civil el cual desarrolla el principio pacta
sunt servanda cuando señala: “Todo contrato legalmente celebrado
es una ley para los contratantes y no puede ser invalidado sino por su
consentimiento o por causas legales.” Señala al respecto el Consejo
de Estado que “Es principio general el que los contratos se celebran
para ser cumplidos y, como consecuencia de su fuerza obligatoria, el
que las partes deban ejecutar las prestaciones que emanan de él en
forma integral, efectiva y oportuna, de suerte que el incumplimiento
de las mismas, por falta de ejecución o ejecución tardía o defectuosa,
es sancionada por el orden jurídico a título de responsabilidad
subjetiva y por culpa, que sólo admite exoneración, en principio, por
causa que justifique la conducta no imputable al contratante fallido
( fuerza mayor, caso fortuito, hecho de un tercero o culpa del co-
98
Conejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, sección Tercera, sentencia de 25 de
noviembre de 1999.
217
contratante, según el caso y los términos del contrato)(…) En efecto,
el contrato , expresión de la autonomía de la voluntad, se rige por el
principio “lex contractus, pacta sut servanda” consagrado en el
artículo 1602 del Código Civil…”99
[e)] Tal como se ha establecido en diversas ocasiones, en las cláusulas
contractuales se estableció la obligación del concesionariocontratista
de hacer suyos los diseños y de incorporarles los cambios,
modificaciones, ajustes o complementaciones que s requirieran.
Además, se precisó que tales cambios o modificaciones formaban
parte de los riesgos que el concesionariocontratista asumiría. Al
respecto, la doctrina reconoce que: “Identificada la contingencia o el
riesgo, la previsbilidad ordena su asignación a una de las partes del
negocio, para lo cual la administración, en aras de la
proporcionalidad, deberá entre otras cosas efectuar; la evaluación de
qué parte del contrato tiene la mejor capacidad para soportarlo,
gestionarlo, administrarlo en virtud de su experiencia, manejo de
información, disposición para controlarlo…” Por regla general y tal
como consta en documento CONPES de 2000 anteriormente citado
relacionado con la infraestructura de transporte, la orientación ha sido
que el contratista es quién tiene la mayor posibilidad de asumir los
riesgos que se derivan de los procesos constructivos; en el caso
concreto, así se determinó expresamente en el contrato teniendo en
cuenta su conocimiento y experiencia, los mismos que justificaron la
adjudicación del contrato.
d)[f)] Sobre el tema de la asignación de riesgos como cláusula
contractual frente a las reclamaciones de restablecimiento del
equilibrio, teniendo en cuenta su carácter imperativo proveniente del
acuerdo de voluntades conforme al artículo 1602 del Código Civil, el
Consejo de Estado hace la siguiente precisión: “(…) La aplicación de
la teoría del equilibrio financiero del contrato está condicionada a la
conservación de la estructura original del contrato, esto es, a que se
mantengan las obligaciones y derechos originales que surgieron para
los co-contratantes, muchos de los cuales están determinados por los
riesgos o contingencias que asumieron.
En estas condiciones no es dable considerar que el contratista, por
las variaciones ocurridas con posterioridad a la celebración del
contrato, está eximido de atender los riesgos que asumió. Dicho en
99
Conejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección tercera, subsección B,
sentencia de 30 de enero de 2013. C.P. Danilo Rojas Betancourt.
218
otras palabras, so pretexto del restablecimiento del equilibrio
financiero del contrato, no puede modificarse el régimen de riesgos
acordado, para incorporar o excluir derechos u obligaciones que se
originaron para cada una de las partes al contratar. La Sala ha
manifestado que, por regla general, el contratista asume "un riesgo
contractual de carácter normal y si se quiere a todo tipo de
contratación pública.” pero ello no significa que, en un contrato
particular, el contratista no pueda asumir riesgos adicionales a los
denominados riesgos normales, como sucedió en el presente
caso.La entidad regula la distribución de riesgos cuando prepara los
documentos formativos del contrato, según sus necesidades y la
naturaleza del contrato, diseñado para satisfacerlas. Y es el
contratista el que libremente se acoge a esa distribución cuando
decide participar en el proceso de selección y celebrar el contrato
predeterminado. Como se indicó precedentemente, los riesgos
externos, extraordinarios o anormales, configuran la teoría de la
imprevisión y, por tanto, deben ser asumidos, con las limitaciones
indicadas, por la entidad. De manera que la teoría del equilibrio
financiero del contrato, fundada en la imprevisión, sólo se aplica
cuando el contratista demuestre que el evento ocurrido corresponde
al álea anormal del contrato, porque es externo, extraordinario e
imprevisible y porque alteró gravemente la ecuación económica del
contrato, en su perjuicio. Es por lo anterior que deben precisarse las
obligaciones asumidas por el contratista en cada caso para definir el
alea normal del contrato, esto es, los riesgos normales que asumió
(…) Con fundamento en todo lo anterior, la Sala encuentra que,
mediante el contrato bajo estudio, el contratista asumió riesgos
adicionales a los que normalmente asume quien celebra el contrato
de obra pública, lo cual significa que debe soportar los efectos
nocivos derivados de hechos relacionados con los mismos, que
hayan ocurrido con posterioridad a la celebración del contrato y no
estén cobijados por la teoría de la imprevisión…”100
e)[g)] El demandante sustenta parte de sus pretensiones en el
desconocimiento de los riesgos y obligaciones asumidas
contractualmente como ocurre, a título de ejemplo, con las
relacionadas con las modificaciones del cielo raso o la construcción
de las juntas de dilatación, tal como se analizó en acápite anterior; el
100
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 26 de
febrero de 2004. C.P. Germán Rodríguez Villamizar.
219
principio de que los contratos son ley para las partes, efectivamente
se opone a tales pretensiones. Sin embargo, algunas otras se
sustentan en una interpretación, a juicio del tribunal, que extralimita
el mismo principio pues de igual manera, desconoce los límites
establecidos por esos mismos acuerdos como ocurre por ejemplo,
con la reclamación respecto de los diseños eléctricos y el de las
señalizaciones.
220
Adicionalmente, no se observa en la sustentación de la excepción,
argumentos encaminados a contrarrestar las pretensiones planteadas por el
demandante. Por lo anterior, el Tribunal la declarará como no probada.
El artículo 1609 del Código Civil establece que “En los contratos bilaterales
ninguno de los contratantes está en mora dejando de cumplir lo pactado,
mientras el oro no lo cumpla por su parte, o no se allane a cumplirlo en la
forma y tiempo debido.” Conforme a la norma anterior, si en un contrato
existe incumplimiento de ambas partes, ninguna puede aplicar a la otra, los
efectos que surgen de la mora, a saber: (i) Cobrar perjuicios; (ii) Hacer
exigible la cláusula penal; (iii) Invertir la carga de los riesgos sobrevinientes
respecto de la cosa debida.
101
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección tercera, sentencia de 18 de
marzo de 2004. C.P. Ricardo Hoyos Duque.
102
LAMPREA RODRIGUEZ, Pedro. Contratos Estatales. Bogotá, Temis, 2007, Pág. 70.
221
simultáneamente las obligaciones que le corresponden, puede ser frustrada
su pretensión por la excepción de contrato no cumplido (non adimpleti
contractus) que el otro contratante oponga y que se ha fundado, según al
doctrina y la jurisprudencia, en lo dispuesto en el art 1609 Código Civil,
según el cual “en los contratos bilaterales ninguno de los contratantes está
en mora dejando cumplir lo pactado, mientras el otro no cumpla por su
parte, o no se allana a cumplirlo en la forma y en el tiempo debidos.” Por el
contrario, quien ha cumplido el contrato, pero ha sido víctima del
incumplimiento de la otra parte, se libera de la ley contractual, porque
puede pedir que el contrato se resuelva, aunque también, según le
convenga, puede pedir que el otro contratante sea condenado a cumplir.
Las reglas explicadas en precedencia, propias del régimen del derecho
común, son aplicables en relación con la responsabilidad contractual del
Estado ya que la misma puede comprometerse con fundamento en la culpa
(art. 50 de la Ley 80 de 1993), es decir, una responsabilidad con falta,
derivada de una conducta de incumplimiento de las obligaciones
contractuales pero sujetas o armonizadas con las reglas del derecho
administrativo en caso de que exista norma expresa en éste y, por
supuesto, con prevalencia del interés público. En definitiva, esta
Corporación determinó entonces su aplicación condicionada principalmente
al cumplimiento de estos requisitos: a) existencia de un contrato
sinalagmático, fuente de obligaciones recíprocas o correlativas; b) no
cumplimiento actual, cierto y real de obligaciones a cargo cada una de las
partes contratantes; c) un incumplimiento serio, grave, determinante, y si se
trata de la Administración tiene que poner al contratista en razonable
imposibilidad de cumplir, y d) que el que la invoca no haya tenido a su
cargo el cumplimiento de una prestación que debió ejecutarse primero en el
tiempo...”103
103
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, sección tercera, Subsección B.
Sentencia de 30 de enero de 2013. C.P. Daniel Rojas Betancout.
222
de julio de 2011. La Estación Cabecera de Barranquillita no ha sido
ejecutada no obstante que:
(i) Se vencieron los plazos establecidos en el último cronograma
aprobado mediante OTROSI No. 3 del 23 de abril de 2009 que
establecía como fecha de inicio de las obras en julio de 2009 las
cuales debían ejecutarse en un plazo de 197 días y entregarse a
comienzos de 2010;
[(ii)] En el OTROSI No. 1 del contrato de concesión TM 300-001-07 se
estableció en el artículo OCTAVO que Transmetro entregaría los
predios en forma parcial y que el concesionariocontratista debía
acometer las obras contratadas con los predios disponibles,
implementando planes de incorporación constructiva con los
predios que se entregaran posteriormente.
(ii)[(iii)] Existe un acto de entrega de la totalidad de los inmuebles
contenido en el oficio 0820-01497 del 15 de julio de 2010, recibido
por Transatlántico el 22 de julio de ese año.
(iii)[(iv)] En el parágrafo de la cláusula 31 del contrato inicial se estableció
que: “En caso de retrasos en la entrega de los predios previstos
para la construcción de las Estaciones Sencillas, de la Estación
Intermedia de retorno y/o de los patios de maniobra y edificios de
administración y mantenimiento de la Estación Cabecera de
Barranuillita, el plazo para la construcción de la obra se contará a
partir de la fecha de entrega efectiva de los predios al
concesionario”.104
Por otra parte hay que señalar que las pretensiones del demandante están
referidas a cuatro grupos de pretensiones: las primeras por violación del
principio de planeación, respecto de las estaciones sencillas y la estación de
retorno Romelio Martinez; Las segundas, relativas a modificaciones
unilaterales ordenadas por Transmetro respecto de la estación de Retorno
Romelio Martinez; las tercera, relativas al incumplimiento del deber de
planeación en relación con la Estación Cabecera de Barranquilla; y una
104
El subrayado no es original del texto.
223
cuarta pretensión por modificaciones unilaterales en relación con la Estación
cabecera de Barranquillita. Aunque el objeto incluye las obras en su
conjunto, cada una de ellas estaba sujeta a su propio cronograma, a sus
propias especificaciones y a su propia entrega; prueba de lo anterior es que
en el caso de las estaciones sencillas y la Estación de Retorno Romelio
Martínez, se reciben el mismo día en actas diferentes. Tratándose de un
incumplimiento parcial, no sería posible, a juicio del Tribunal, aplicar la
excepción de contrato no cumplido, a la parte del contrato que
efectivamente se cumplió como quiera que cuenta con su acta de recibo a
satisfacción. No así respecto de las pretensiones relacionadas con las obras
de construcción de la Estación Cabecera de Barranquillita, en la que
subyace el incumpliendo del contratista.
224
En el caso pertinente, la conciliación no fue aprobada por el Tribunal
Contencioso Administrativo del Atlántico mediante providencia del 6 de
diciembre de 2012, la cual fue confirmada por el Consejo de Estado
mediante sentencia del 9 de septiembre de 2013, con lo cual sería
procedente aceptar la excepción propuesta.
225
el análisis de la excepción anterior, el acuerdo conciliatorio fue improbado
por el Tribunal Contencioso Administrativo del Atlántico del 6 de diciembre
de 2012 y conformada por el Consejo de Estado mediante sentencia del 9
de septiembre de 2013. Por lo anterior, por sustracción de materia, la
excepción será negada.
4.3.14. Buena fe
226
presume, excepto en los casos en que la ley establece la presunción
contraria. En todos los otros, la mala fe debe probarse” y el artículo 1603
dispone que: “Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por
consiguiente obligan no solo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las
cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la obligación, o que
por ley pertenecen a ella.”
En este caso concreta se observa que, por una parte, declarar que la
actuación de la parte demandada ha sido de buena fe, no constituye per se
argumento que se oponga o enerve las pretensiones del demandante salvo
que se trate de aquellos casos en los que exista una presunción contraria, lo
que no aplica a las pretensiones formuladas en la demanda; y por otra
parte, no es cierto lo afirmado por la parte demandante en el sentido que tal
declaración deba ser probada conforme a la presunción señalada en la
norma trascrita.
4.3.15. Compensación
227
Señala el demandante que “Sin admitir obligación alguna a favor de la
Convocante, en el evento en que se llegara a probar suma alguna a su
favor, la misma deberá compensarse con cualquier otra suma que se
pruebe exista a favor de mi representada – específicamente por los
conceptos reclamados por mi representada dentro el escrito de demanda de
reconvención.” Por su parte, la apoderada de la parte demandante señala
que resulta improcedente por cuanto no se dan los requisitos exigidos por la
ley, a saber: que se trate de cosas fungibles de igual género o calidad, lo
que no aplicaría en este caso pues mientras una parte reclama el equilibrio
económico la otra reclama es el incumplimiento; que ambas deudas sean
líquidas, lo que no se cumpliría a juicio del demandante por tratarse de
cuestiones de cumplimiento de obligaciones; deben ser exigibles y en este
caso las que corresponden a Transmetro no son claras ni expresas.
106
VALENCIA ZEA, Arturo y ORTIZ NONSALVE, Álvaro. Derecho Civil – De las Obligaciones.
Tomo III, Tercera Edición. Temis, Bogotá, 2004. Pág. 448.
228
en el caso de la contravención, sumas líquidas y determinadas de
dinero, resulta compensables por ministerio de la ley.
(iii) Que ambas sean actualmente exigibles. En este aparte resulta
ininteligible el argumento expresado por la apoderada de la parte
demandante. Sin embargo hay que señalar que la norma anterior
se refiere a que obligaciones puras y simples no pueden
compensarse con obligaciones sujetas a término o condición que
no es el caso. Las obligaciones puras y simples son aquellas cuya
existencia o cumplimiento no dependen de la ocurrencia de ningún
acontecimiento o situación como ocurre con las que provienen de
las decisiones judiciales, salvo que en ellas se encuentre implícita
alguna condición.
Al respecto, el artículo 1718 del Código Civil establece que: “El deudor que
acepta sin reserva alguna la cesión que el acreedor haya hecho de sus
derechos a un tercero, no podrá oponer en compensación al cesionario los
créditos que antes de la aceptación hubiera podido oponer el cedente.” En
consecuencia, la compensación resulta procedente, siempre que el monto
liquidado a favor del demandante, supere los monos que han sido objeto de
cesión de derechos.
229
4.3.16. Excepción genérica
230
asunción de costos por la realización de las obras como obligación de
resultado y por cuenta y riesgo de la contratista (pretensión segunda); (b) la
obligación de no presentar reclamaciones o solicitar compensaciones como
consecuencia de la ejecución del contrato o de la asignación de riesgos
(pretensión cuarta); (c) la obligación de financiación de los trabajos
ejecutados (pretensión quinta), y (d) la obligación de revisión y ajuste de
diseños por parte de Transatlántico e iniciación de la construcción y entrega
de las obras en los plazos pactados (pretensiones sexta, séptima y octava).
231
Artículo 53º.- De la Responsabilidad de los Consultores,
Interventores y Asesores. Los consultores, interventores y asesores
externos responderán civil y penalmente tanto por el cumplimiento
de las obligaciones derivadas del contrato de consultoría,
interventoría, o asesoría, como por los hechos u omisiones que les
fuere imputables y que causen daño o perjuicio a las entidades,
derivados de la celebración y ejecución de los contratos respecto de
los cuales hayan ejercido o ejerzan las funciones de consultoría,
interventoría o asesoría.
232
Constitucional, el artículo 90 superior contiene el régimen de
responsabilidad patrimonial del Estado -en todas sus formas y
modalidades....En esa perspectiva, la responsabilidad patrimonial
contractual de la organización pública se encuentra estructurada
sobre la noción de daño antijurídico, así como en la de imputación
del mismo en cabeza de la administración....Por lo tanto, el
incumplimiento de la administración pública, en aras de que se
genere el resarcimiento de los daños irrogados al contratista,
requiere que se acredite, en primer lugar, la configuración de un
daño (afectación o alteración negativa a un interés legítimo o
situación jurídicamente protegida) que sea personal, cierto,
determinado o determinable, y que no se esté en la obligación
jurídica de soportar, es decir, que sea antijurídico107.
233
[…]
[…]
234
indemnizar los perjuicios reclamados de acuerdo con la naturaleza
de los mismos y la vinculación causal de su incumplimiento con el
daño experimentado por el acreedor. Ese daño debe ser cierto y su
existencia ha de establecerse plenamente en el respectivo proceso;
en otras palabras, los perjuicios que alega el acreedor y que
reclama del deudor deben estar revestidos de plena certeza.
108
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 12 de mayo de
2011, expediente 18.446.
109
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 27 de noviembre
de 2006, expediente 14.056.
235
Con base en las anteriores referencias normativas y jurisprudenciales, el
Tribunal concluye que habrá lugar a responsabilidad contractual de los
contratistas cuando concurran los siguientes elementos: (a) el
incumplimiento de una obligación contractual como consecuencia de una
acción u omisión del propio contratista; (b) la existencia de un daño para la
entidad estatal contratante derivado de ese incumplimiento, y (c) la prueba
de un nexo de causalidad entre el daño sufrido por la entidad estatal y el
incumplimiento contractual del contratista.
236
negocial del acreedor, en tanto no se ajustan exactamente a lo
pactado…
237
compensaciones como consecuencia de la ejecución del contrato o de la
asignación de riesgos; (c) financiar los trabajos ejecutados, y (d) la revisión
y ajuste de diseños por parte de Transatlántico e iniciación de la
construcción y entrega de las obras en los plazos pactados.
238
compensación derivada del desarrollo, ejecución o interpretación del
Contrato de Concesión o de la asignación de riesgos que le
correspondía de acuerdo con el mismo.
1. Posición de Transmetro
239
ejecución del contrato que en efecto se suscribió y, en concordancia con
la propuesta presentada, los riesgos estarían ya incluidos en el valor
económico contenido en la misma, frente a lo cual precisó que fue el
mismo Transatlántico quien propuso el valor del contrato, para lo cual
debió realizar todos los estudios y evaluaciones necesarios; (ii) en la
propuesta y en el contrato se estableció que el resultado económico de
la ejecución de este sería suficiente para asumir todos los riesgos a los
que Transatlántico se comprometió, por lo que no es posible endilgarle a
Transmetro unos riesgos que asumió Transatlántico, cuando se
causaron por negligencia de dicha sociedad; (iii) la obligación del
contratista era la de promover y ejecutar las obras para lo cual debió
realizar el estudio de debida diligencia y debió proveer los recursos
necesarios para la ejecución de las obras, de acuerdo con su supuesta
experiencia, y (iv) los riesgos que se desprendían de la actividad de
construcción de las obras contratadas, los asumió Transatlántico, como
lo definieron las partes claramente en el Contrato y en la propuesta
presentada por el contratista
2. Posición de Transatlántico
240
- Es cierto que Transatlántico asumió los riesgos de las condiciones
existentes al momento de celebrar el contrato y que Transatlántico no
presentó reclamación alguna por el riesgo que asumió de conformidad
con lo pactado, sino por los riesgos que no eran previsibles al momento
de contratar.
241
conferida por la ley de reclamar el valor correspondiente a las mayores
cantidades de obra.
Ahora bien, como se desprende del resumen de las posiciones de las partes
dentro del trámite arbitral, el problema jurídico que debe resolver en este
punto el Tribunal consiste en que si el hecho de haber pactado, de una
parte, que las obras a cargo del contratista se harían por su cuenta y riesgo
y, de otra, que los riesgos asociados a la construcción de las obras serían
asumidos por el contratista, implica que este deba asumir todos los mayores
costos asociados a la construcción de las obras y no pueda presentar
reclamaciones por estos conceptos.
242
resolverá el problema jurídico planteado con base en una perspectiva
teórica y de análisis de las cláusulas contractuales.
c.- De manera coherente con ese objeto contractual, en lo que tiene que ver
con las obligaciones del contratista, en la cláusula 11 se pactó lo siguiente:
243
EL CONCESIONARIO será responsable de la ejecución
completa y oportuna del presente Contrato de Concesión, de
conformidad con lo previsto en este documento, en sus Apéndices y
anexos y en los demás documentos que lo integran. Lo anterior se
entenderá como una obligación de resultado a cargo de EL
CONCESIONARIO quien deberá realizar todas las acciones, a
su costo y riesgo, y responderá frente a TRANSMETRO S.A.,
salvo las excepciones que en forma expresa se consagren en el
presente Contrato de Concesión por el cumplimiento de las
obligaciones, las condiciones requeridas y los términos
establecidos.
d.- En la cláusula 48 del contrato, las partes pactaron las reglas generales
relacionadas con los riesgos contractuales, en los siguientes términos:
244
EL CONCESIONARIO, como profesional de la actividad de la
construcción, conoce los beneficios y riesgos de la misma y por
ello acepta la remuneración que recibirá de acuerdo con las
condiciones establecidas en el Pliego de Condiciones de la
Licitación Pública No. LPI-TM300-001-07 y en el presente Contrato
de Concesión, es suficiente para asumir los riesgos a los que está
expuesto.
245
dieron lugar a su propuesta, diferente del álea extraordinario que
está fuera de su órbita de control, previsión y estimación.
246
Mediante el presente contrato, EL CONCESIONARIO asume
expresamente los riesgos propios de la actividad que se propone
adelantar y de los medios que utilice para el cumplimiento del objeto
del presente contrato. EL CONCESIONARIO asumirá en su
totalidad los riesgos que se deriven del cumplimiento de las
obligaciones derivadas del presente Contrato de Concesión que se
relacionan a continuación pero sin limitarse a los siguientes:
247
EL CONCESIONARIO se compromete a asumir a los riesgos que
se le presenten y a mitigarlos mediante la obtención de asesoría
especializada en los aspectos técnicos, financieros, jurídicos y
tributarios, que le permitan cubrir las contingencias previsibles, para
estructurar un negocio viable sobre escenarios realistas, que tengan
en cuenta las limitaciones y condiciones aplicables a la actividad
contratada, en los términos y condiciones contempladas en el
presente contrato.
248
reglas en cuanto al manejo de los mayores costos derivados de la ejecución
de las obras:
249
estación intermedia de retorno, patios de maniobra y estación cabecera de
Barranquillita). Por lo tanto, Transmetro no debe asumir el pago de los
mayores costos derivados de los mencionados conceptos, que es
precisamente lo que implica la prohibición de presentar reclamaciones o
solicitudes de ajuste por estos aspectos.
250
preverlos de conformidad con lo que es usual y ordinario y según su
particular experiencia en el negocio de que se trate. Esos riesgos
los asumen los contratantes dentro del ámbito de libre estipulación
que les ofrece el postulado de la autonomía de la voluntad. Por
tanto, esos riesgos calculados, o que al menos han debido serlo,
entran a formar parte de la ecuación financiera del contrato, esto es,
de la ponderación que se hace, al momento de formarse el negocio
jurídico, entre derechos, obligaciones y riesgos de cada uno de los
contratantes. Esto significa que el contratista siempre tendrá a su
cargo esos riesgos asumidos, de manera que el principio que aquí
analizamos, de preservación del equilibrio financiero del contrato, no
puede relevarlo o exonerarlo de las consecuencias derivadas de la
cristalización de esos riesgos aceptados, pues de otra manera la
ecuación se rompería en detrimento de la entidad pública. Por ende,
el principio aludido no ha de interpretarse en el sentido de que el
contratista no asume riesgo alguno por la variación de las
circunstancias imperantes al momento de la celebración del
contrato112.
251
La Sala ha manifestado que, por regla general, el contratista asume
“un riesgo contractual de carácter normal y si se quiere inherente a
todo tipo de contratación pública”, pero ello no significa que, en un
contrato particular, el contratista no pueda asumir riesgos
adicionales a los denominados riesgos normales, como sucedió en
el presente caso.
252
a la celebración del contrato y no estén cobijados por la teoría de la
imprevisión (…) las obligaciones asumidas por las partes no pueden
modificarse durante la ejecución del contrato, con fundamento en
que se presentaron causas de rompimiento del equilibrio financiero
del contrato. Dicho en otras palabras, si al momento de contratar el
contratista asumió contingencias o riesgos, que podían presentarse
durante la ejecución del contrato, no le es dable solicitar a la entidad
que los asuma y cubra los sobrecostos que hayan podido generar.
253
Por el contrario, como se afirmó antes, para el Tribunal es claro que si bien
deben ser asumidos por el contratista Transatlántico –como parte de sus
obligaciones contractuales– los mayores costos, las mayores obras y las
mayores cantidades de obra que se deriven de circunstancias normales o
previsibles en las que se desenvuelve el desarrollo del contrato, no forman
parte del haz de obligaciones del contratista Transatlántico, los mayores
costos, las mayores obras y las mayores cantidades de obra que se deriven
de hechos o circunstancias imprevisibles.
De esta manera, para que el Tribunal reconozca esos mayores costos, será
requisito imperativo, de acuerdo con el artículo 177 del Código de
Procedimiento Civil –norma aplicable en el caso concreto–, que el
contratista Transatlántico pruebe el hecho o circunstancia perturbadora de
la ejecución del contrato, el carácter imprevisible de ese hecho o
circunstancia y la forma en que dicho hecho o circunstancia afectó la
ejecución del contrato.
254
y las mayores cantidades de obra que se deriven de incumplimientos
contractuales de Transmetro.
Así las cosas, en aplicación del citado principio hermenéutico pro homine,
para el Tribunal no resulta aceptable la interpretación propuesta por
Transmetro en el sentido de que lo pactado en las cláusulas 51 y 52 del
contrato, en cuanto a que Transatlántico no puede solicitar ningún tipo de
compensación, reclamación o ajuste, derivados del desarrollo, ejecución o
interpretación del contrato, se traduce en que la presentación de la
demanda en la cual se reclaman valores derivados de mayores costos en la
ejecución de la obra supone un incumplimiento contractual. En efecto, dicha
interpretación supone una limitación del derecho fundamental de acceso a
la administración de justicia, por lo cual debe ser rechazada.
114
Cfr. Corte Constitucional, sentencia C-914 de 2013: “El artículo 229 de la Constitución Política contempla
de manera explícita el derecho de acceder a la administración de justicia, esto es, la posibilidad de acudir
ante los órganos de investigación y los diferentes jueces, en condiciones de igualdad, para demandar la
protección de derechos e intereses legítimos o el cumplimiento integral del orden jurídico, de acuerdo a unos
procedimientos preestablecidos y con observancia plena de las garantías sustanciales y adjetivas
contempladas en la ley. El derecho a la justicia es, pues, (i) uno de los pilares del Estado Social de derecho y
(ii) un derecho fundamental de aplicación inmediata que forma parte del núcleo esencial del debido proceso
que protege la carta política”
115
Cfr. Corte Constitucional, sentencia T-319 de 2012: “El principio de interpretación pro homine, impone
aquella interpretación de las normas jurídicas que sea más favorable al hombre y sus derechos, esto es, la
prevalencia de aquella interpretación que propenda por el respeto de la dignidad humana y
consecuentemente por la protección, garantía y promoción de los derechos humanos. En el orden interno,
este principio se deriva de los artículos 1º y 2º Superiores, en cuanto en ellos se consagra el respeto por la
dignidad humana como fundamento del Estado social de Derecho, y como fin esencial del Estado la garantía
de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución, así como la finalidad de las autoridades
de la República en la protección de todas las personas en su vida, honra, bienes y demás derechos y
libertades”.
255
Por el contrario, en aras de garantizar el citado derecho fundamental, para
el Tribunal, lo pactado en el contrato en el sentido que Transatlántico no
puede solicitar ningún tipo de compensación, reclamación o ajuste,
derivados del desarrollo, ejecución o interpretación del contrato,
específicamente en relación con los mayores costos de obra, debe ser
interpretado en el sentido de que si llega a ser una reclamación judicial en
ese sentido, la pretensión debe ser rechazada por el juez. Sin embargo,
insiste el Tribunal, el mero hecho de presentar una reclamación y de iniciar
una acción ante este Tribunal, no implica incumplimiento alguno del contrato
celebrado.
256
D.2. Posiciones de las partes
1. Posición de Transmetro
257
representante legal confesó el incumplimiento a su obligación de
financiación, al manifestar que a medida que se fue estudiando el
proyecto se evidenció que había un déficit, lo que a juicio de Transmetro,
constituye la aceptación de haber realizado estudios de manera tardía.
2. Posición de Transatlántico
258
- Transatlántico celebró contratos con diferentes entidades bancarias, con
el fin de dar cumplimiento a su obligación de financiación.
259
contrato contaba con los recursos suficientes para la ejecución del
mismo y que en esa medida no son ciertos los hechos 59, 70 y 72 de la
demanda.
260
b.- En la cláusula 1 del Contrato se estipuló como parte del objeto del
mismo, el cual debía ser ejecutado por cuenta y riesgo del contratista, lo
siguiente:
[…]
1.1. Inversiones
c.- De manera coherente con ese alcance del objeto contractual, en lo que
tiene que ver con las obligaciones del contratista, en la cláusula 11 se pactó
lo siguiente:
261
EL CONCESIONARIO tendrá a su cargo las siguientes obligaciones
pero sin limitarse a ellas, además de las contenidas en las normas
constitucionales, legales y reglamentarias aplicables, en otras
cláusulas del presente Contrato, en los documentos que lo integran
y las que se desprendan de su naturaleza.
[…]
262
Contrato de Concesión, y por ello a partir de la fecha de suscripción
del mismo, asume los efectos derivados de los riesgos descritos en
la presente parte, además de aquellos que se desprenden de las
cláusulas o estipulaciones de este Contrato de Concesión y/o que
se derivan de la naturaleza del mismo.
263
[…]
264
Por lo anterior, EL CONCESIONARIO no podrá solicitar ningún tipo
de compensación, reclamación o ajuste, derivados del desarrollo,
ejecución o interpretación del presente Contrato o de la asignación
de riesgos que le corresponda.
265
3. Un análisis cuidadoso de las anteriores estipulaciones contractuales
permite al Tribunal concluir que el contratista Transatlántico, como parte de
sus obligaciones contractuales, debía obtener todos los recursos necesarios
para la realización de las inversiones a las cuales se obligó
contractualmente. No se trata simplemente de un riesgo contractual, sino
que tal como se encuentra pactado y habida consideración de que no se
hizo un análisis de riesgos que cumpla con lo ordenado en las normas
técnicas aplicables (ISO 31000, entre otras), la financiación de las obras
constituye una auténtica obligación contractual como deber de conducta de
dar, hacer o no hacer algo, en los términos del artículo 1495 del Código
Civil.
266
decir, que se trataba de tener los recursos efectivamente disponibles para la
ejecución de las actividades de diseño y construcción igualmente pactadas.
267
indirecta o implícitamente”117, las cuales, de acuerdo con el inciso segundo
del artículo 177 del Código de Procedimiento Civil, no requieren de prueba.
En ese orden de ideas, para el Tribunal bastaría dicha negación indefinida
para concluir que Transmetro se exime de probar que efectivamente el
contratista Transatlántico no ha obtenido los recursos necesarios para
financiar el costo de la inversión.
b.- De otra parte, se destaca que las partes han discutido sobre si la
comunicación de 18 de octubre de 2011 (folios 3670 y 3671 del tomo VI)
implica un reconocimiento sobre el incumplimiento de la obligación de
obtener los recursos necesarios para financiar el costo de la inversión. Al
respecto, el Tribunal, una vez ha hecho una rigurosa lectura de la citada
comunicación, encuentra que Transatlántico reconoce en dicha
comunicación que tiene un crédito previamente aprobado con una entidad
bancaria –Banco GNB Sudameris–, pero que dicho crédito solo puede
hacerse efectivo si se modifica el contrato de fiducia mercantil celebrado
con Corficolombiana. Es decir, que para el Tribunal es claro que en dicha
comunicación, el contratista Transatlántico acepta que tiene unos créditos
aprobados, pero que aún no ha recibido los recursos de esos créditos, esto
es, que no ha obtenido los recursos necesarios para financiar el costo de la
inversión.
268
créditos por la totalidad de los valores necesarios para la ejecución de las
inversiones ofrecidas.
269
En virtud de lo dispuesto en la citada norma, aplicable a la contratación
estatal de conformidad con lo señalado en el artículo 13 de la Ley 80 de
1993, a pesar de que objetivamente una parte haya dejado de cumplir con
una obligación contractual a su cargo –como sería el caso de
Transatlántico–, no se considerará en situación de incumplimiento si la otra
parte del contrato no ha dado cumplimiento a sus propias obligaciones
contractuales. Esta situación ha sido llamada por la norma como excepción
de contrato no cumplido.
118
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 9 de mayo de
2012, expediente 22.714.
270
i) La existencia de un contrato fuente de obligaciones recíprocas,
correspondientes o correlativas…
271
paga oportunamente el anticipo al contratista para la iniciación de los
trabajos, o se presenta un retardo injustificado y serio en el pago de las
cuentas, o no se entregan los terrenos o materiales necesarios para
ejecutar los trabajos”120. En el mismo sentido, en otra ocasión, el Consejo de
Estado expresó que puede invocarse la citada excepción en el evento en
que “la Administración no ponga a disposición del contratista el terreno en el
cual se ha de levantar la obra o, como ocurre en el presente caso, que no
pague el anticipo contractualmente previsto”121.
272
carácter constitutivo de la decisión del presente trámite arbitral, la
conclusión de que efectivamente existió un desbalance de pagos no resulta
suficiente para considerar que ha existido un incumplimiento por parte de
Transmetro que excuse el incumplimiento de Transatlántico.
273
iniciación de la construcción y entrega de las obras en los plazos
pactados
1. Posición de Transmetro
274
disponibilidad de equipos y de personal, y en general de todos los
aspectos técnicos dispuestos en el contrato, así como lo dispuesto en el
apéndice 3 del contrato y en los otrosíes en los cuales se estableció el
cronograma para el cumplimiento de los plazos; (ii) En el caso
específico de la construcción de patios de maniobras y edificios de
administración y mantenimiento de la estación cabecera de
Barranquillita, se manifestó que en la cláusula 31.3.2 y en la cláusula
octava del otrosí No.1 del contrato se estableció que se debían iniciar las
obras con los predios efectivamente entregados, y se puso de presente
que de acuerdo con el otrosí No. 2 en caso de demoras en la entrega de
predios se revisaría el plazo de construcción de acuerdo con la entrega
definitiva de los mismos; (iii) al momento de la fecha de inicio de
construcción (16 de enero de 2009), de acuerdo con el otrosí No. 2,
Transatlántico aún se encontraba haciendo entrega de los diseños, lo
cual tenía como fecha límite el 19 de septiembre de 2008; (iv) a pesar de
que Transatlántico incumplió en diversas oportunidades con las fechas
establecidas inicialmente, el 23 de abril de 2009 se suscribió el otrosí No.
3 en el cual se ajustó el cronograma y se establecieron fechas para el
cumplimiento de las etapas para la presentación de diseños, inicio de
construcción y entrega de las obras de la estación de cabecera de
Barranquillita, señalando como límite para ello el día 13 de febrero de
2010; (v) desde agosto de 2009, le fueron entregados a Transatlántico 7
predios que correspondían al 73,7 % del total que debía entregarse para
la construcción de la estación de cabecera de Barranquillita y que a partir
de ese momento la interventoría del contrato solicitó el inicio de la
construcción de la obra; (vi) el 22 de julio de 2010 Transmetro entregó a
Transatlántico los últimos predios correspondientes al lote en el cual se
construiría la estación de Barranquillita, por lo que desde ese momento
tuvo a su disposición la totalidad de los lotes necesarios para ello; (vii)
teniendo en cuenta los tiempos establecidos en el cronograma del Otrosí
No. 3, en concordancia con la Cláusula 32 del Contrato y con la fecha de
entrega definitiva de los predios, Transatlántico habría podido entregar el
100% de las obras correspondientes a la estación cabecera de
Barranquillita en el mes de enero de 2011, y (viii) en audiencia realizada
en julio de 2011, Transatlántico se comprometió a entregar la estación de
cabecera de Barranquillita el 31 de diciembre de 2011, pero que en tal
fecha no cumplió, ni siquiera a la fecha de radicación de la demanda de
275
reconvención y que al ritmo en que se estaba ejecutando la obra no se
podría cumplir con la entrega ni siquiera en los 18 meses siguientes.
276
obras necesarias en los predios disponibles, lo que quedó demostrado
con los testimonios de Hernando Vázquez (visible a folios 6692 a 6701
del Tomo XI del expediente, pág. 7 del Testimonio) y Guadalupe Ríos
(visible a folios 6677 a 6691 del Tomo XI del expediente, págs. 4, 5, 10,
11, 15 y 17 del Testimonio); (iv) desde antes de la llegada de la fecha de
entrega y detalles de la estación a Transmetro, es decir, desde el 13 de
febrero de 2010, se hubiese podido dar aplicación al inciso 2 de la
Cláusula 5 del Otrosí No. 2 en concordancia con la Cláusula 8 del Otrosí
No. 1 y con el inciso tercero del numeral 31.3.2 del Contrato, en razón a
que el predio destinado para la construcción de la Estación de
Barranquillita hubiera podido ser construido y entregado, así fuere
parcialmente, de acuerdo con el avance en su adquisición por parte de
Transmetro, de lo cual es prueba la comunicación de 10 de noviembre
de 2010 en la que la interventoría da cuenta del incumplimiento del
contrato (visible a folio 2423 del Tomo IV del expediente); (v) para la
fecha en que se llevó a cabo el interrogatorio de parte del representante
legal de Transatlántico, esto es, a septiembre de 2012, aún no se había
entregado la Estación, y en el proceso quedó demostrado que se podía
haber iniciado obras desde el mes agosto de 2009; (vi) en atención al
incumplimiento reiterado de Transatlántico de ejecutar obras y entregar
la construcción, hubo un compromiso por parte de dicha entidad de
entregar un cronograma para avanzar y terminar la obra el día 9 de
febrero de 2011 en el acta de descargos (visible a folio 3610 del Tomo VI
del expediente), compromiso que no fue cumplido, y (vii) al momento de
radicar los alegatos, Transatlántico seguía sin entregar las obras de la
estación de cabecera de Barranquillita.
277
en manos del concesionario pues le fueron entregados para su
corrección por parte de la interventoría y no se habían devuelto a
Transmetro, y el testimonio de Guadalupe Ríos, quien señaló que la
licencia temporal otorgada al concesionario se venció y que pese a que
se le entregaron los diseños para su corrección sobre los mismos
persistían múltiples observaciones y que no se habían devuelto los
diseños con las correcciones.
2. Posición de Transatlántico
278
obras a más tardar a 31 de diciembre de 2011, sin que hubiera
aceptación o compromiso en ese sentido por parte de Transatlántico, y
que pese a que a la fecha no existe acto de aprobación del Acta de
Conciliación, este es un aspecto relevante dentro del presente proceso,
pues la misma la convocada reconoció la ruptura del equilibrio
económico del contrato, y (vi) pese a que a la fecha Transatlántico no ha
finalizado y entregado la Estación cabecera de Barranquillita, la causa de
ello es atribuible a Transmetro.
279
entregado la Estación Cabecera de Barranquillita, ello obedece a los
incumplimientos de Transmetro y concretamente a la falta de entrega
oportuna de los predios, conforme a lo establecido en las cláusulas 31 y
32 del contrato de concesión No. 300-001-01 del 17 de julio de 2007, y al
cronograma establecido en el Otrosí No. 3; (ii) de conformidad con la
cláusula quinta del Otrosí No. 2, en caso de demora en la puesta a
disposición de los predios, se revisaría de común acuerdo el plazo de
construcción, por lo que la obligación de construcción de los patios de
maniobras y edificios de administración y mantenimiento de la Estación
Cabecera de Barranquillita, estaba condicionada al cumplimiento
primario de la obligación en cabeza de Transmetro de la entrega
definitiva de los predios donde se previó su construcción por lo que se
configuró la excepción de contrato no cumplido; (iii) no es cierto que la
totalidad de los predios se haya entregado en el mes de julio de 2010,
pues en los certificados de libertad y tradición de finales de 2011, se
demostró que aún había predios que no eran de propiedad de la entidad,
y de acuerdo con el oficio ODT-0150 del 19 de enero de 2012
proveniente de la Oficina de Desarrollo Territorial de la Alcaldía de
Barranquilla, se informó de la existencia de predios aún a nombre de
particulares, por lo que no era posible otorgar/renovar la licencia de
intervención del Espacio Público y que la intervención de la obra sin la
expedición de la licencia acarrearía la imposición de sanciones por la
infracción de las normas urbanísticas; (iv) de acuerdo con los numerales
11.5, 11.6, y 11.7 del contrato, Transatlántico debía adelantar las obras
de acuerdo con el diseño aprobado por Transmetro y ante la falta de
aprobación de los mismos por parte de dicha entidad, la convocante se
encontraba en imposibilidad de dar inicio a las obras correspondientes a
la estación de Barranquillita; (v) en la cláusula 14 se consagró la
obligación de Transmetro de entregar los predios en los cuales se
deberá llevar a cabo la construcción de los Patios de maniobras y
edificios de administración y mantenimiento de la Estación Cabecera de
Barranquillita y de las Estaciones Sencillas y de la Estación Intermedia
de Retorno “Romelio Martínez”; de acuerdo con la cláusula 31.3.2, el
plazo para la construcción de los patios de maniobras y edificios de
administración y mantenimiento de la estación de cabecera de
Barranquillita sería de 249 días contados a partir de la entrega del predio
previsto para su construcción, y la cláusula 32, relacionada con la
entrega de predios, se estableció que en caso de demora en la entrega
280
se revisaría el plazo para la construcción; (vi) en la misma demanda de
reconvención se reconoció el incumplimiento en la entrega de predios en
los hechos 42 y 43 en dónde se indicó que el 22 de julio de 2010 se
entregaron los últimos predios correspondientes al lote en que se
construiría la estación de cabecera de Barranquillita, pues la fecha de
entrega de acuerdo con el Otrosí No. 3 era el 13 de febrero de 2010; (vii)
como pruebas del incumplimiento, se hizo referencia a la Comunicación
No. CT-OBRQ-008-2010 del 13 de mayo de 2010, suscrita por el
Gerente del Proyecto, en la que se evidencia la falta de entrega de los
predios así como la disponibilidad de vías aledañas, toda vez que en
dicho momento continuaban transitando por las mismas buses de
transporte público y con la Comunicación No. ODT-0150 del 19 de enero
de 2012, de la Oficina de Desarrollo Territorial de la Alcaldía de
Barranquilla, en la que se evidencia que en dicho momento aún existían
predios a nombre de particulares, por lo que no se otorgó la licencia de
intervención del espacio público; (viii) en el testimonio de Guadalupe
Isabel Ríos Oviedo se indicó que la última fecha de entrega de predios
fue en julio de 2010; (ix) en el dictamen pericial del ingeniero Alfonso
Vergara, concretamente en las aclaraciones presentadas el 28 de abril
de 2014, se señaló que en el expediente hay evidencias de la no entrega
de los predios en su debido momento, lo cual reiteraron Edgar Eduardo
Polo Rodríguez y Gabriel Esper Cassin; (x) como consecuencia de lo
anterior, la demora en la entrega de los predios constituyó una de las
razones por las cuales no pudo dar cumplimiento a la obligación de dar
inicio a las obras dentro del término establecido tanto en el cronograma
inicial como en los otrosíes suscritos por las partes; (xi) sólo hasta el 10
de septiembre de 2009, el Concesionario obtuvo la Licencia de
Intervención del Espacio Público, mediante Resolución No. 077, por lo
que hasta esa fecha Transmetro se encontraba en imposibilidad de
intervenir los predios, y (xii) se configuró, entonces, la excepción de
contrato no cumplido, de tal manera que no existen conductas
configurativas de incumplimiento por parte de Transatlántico, ya que si
no ha sido posible dar no cumplimiento a las obligación de entrega de las
obras en los tiempos inicialmente pactados ha sido por el incumplimiento
primigenio de Transmetro de las obligaciones a su cargo.
281
Transatlántico estaba sujeta a la aprobación de los mismos de manera
previa, expresa y por escrito por parte de Transmetro, y (ii) en el
dictamen pericial de Alfonso Vergara expresamente se señaló que
Transatlántico cumplió con su obligación de entrega de los diseños, y en
el dictamen pericial de Ospicio López se señaló que el concesionario
realizó rediseños en la estación de retorno de Romelio Martínez y en la
estación de cabecera de Barranquillita, en las áreas que solicitaron
Transmetro y el Ministerio de Transporte.
282
a.- En la cláusula 1 del contrato se pactó que el contratista Transatlántico
tendría dentro de las actividades a su cargo, “la elaboración de los diseños
de ingeniería de detalle y la construcción de los Patios de maniobras, y
edificios de administración y mantenimiento de la Estación Cabecera de
Barranquillita del Sistema Transmetro del Distrito de Barranquilla y Área
Metropolitana Fase I”.
283
Transatlántico. En la cláusula primera del citado otrosí, nuevamente las
partes reemplazaron el Apéndice 3 del contrato, incluyendo el cronograma
para la construcción de la Estación Cabecera de Barranquillita.
284
presentación de dicha demanda (15 de febrero de 2012), el contratista
Transatlántico no ha hecho entrega de las obras correspondientes a la
Estación Cabecera de Barranquillita, lo cual constituye una negación
sustancial o absoluta en el sentido de ser indefinida, la cual, de acuerdo con
el artículo 177 del Código de Procedimiento Civil –norma aplicable
probatoriamente a la presente controversia–, no requieren de prueba.
285
REPRESENTANTE LEGAL: No, pero aclaro, no se ha podido
terminar por no las condiciones que tendría que ser la culpa de
Transatlántico sino por inconsistencias y por falta de entrega de
predios y de diseños que tenía que entregar Transmetro, a la fecha
todavía no están.
286
En cuanto a la disposición de los predios necesarios para la ejecución de
las obras, el Tribunal observa lo siguiente:
a.- En la cláusula 11.7.2 del contrato, las partes pactaron que es obligación
del contratista Transatlántico, “adelantar las obras de construcción en el
predio o en los predios adquiridos para tal efecto por Transmetro S.A. y de
acuerdo con los diseños aprobados por Transmetro S.A. para la
construcción de los Patios de maniobras y edificios de administración y
mantenimiento de la Estación Cabecera de Barranquillita”. Es decir, que en
virtud de la citada cláusula, surgen también para Transmetro obligaciones,
las cuales se concretan en entregar al contratista Transatlántico, los predios
necesarios para la ejecución de las obras a su cargo relacionadas con la
Estación Cabecera de Barranquillita.
287
…en el entendido de que Transmetro S.A. realice la entrega del
predio destinado para la construcción de las mencionadas obras en
forma parcial, EL CONCESIONARIO deberá acometer las obras
contratadas en los predios disponibles, implementando planes de
incorporación constructiva de los predios que se entreguen
posteriormente.
288
d.- En cuanto al cumplimiento concreto de las obligaciones de entrega de
los predios por parte de Transmetro, en primer lugar, observa el Tribunal
que obra prueba documental en la cual consta que dicha entidad, en
ejercicio de lo pactado en el sentido de que los inmuebles podían ser
entregados en la medida en que estuvieran disponibles, desde mayo de
2008 comenzó a entregar predios a Transatlántico, labor que finalizó el 15
de julio de 2010. Concretamente, el Tribunal quiere hace mención del oficio
0820-01497 de 15 de julio de 2010, suscrito por la Jefe de División Social de
Transmetro, en el cual expresó lo siguiente:
289
5. Predio Carrera 48 CENTRAL DE 7 de
9 No. 6- INVERSIONES Octubre de
68/76/88/96/1 2008
08
6. Predio Carrera 49 GUILLERMO 15 de Mayo
10 No. 6-119 HERNÁNDEZ de 2009
POLANÍA Y
OTROS
7. Predio Calle 7 No. DIAZ OTERO & 31 de Mayo
11 47-32 ó Calle CIA S. EN C. de 2010
48 No. 47-32
8. Predio Calle 6 No. URQUIJO 23 de Abril
12 46-03 TOTAL QUINTERO de 2010
EDUARDO Y
JOSE ALVARO
GUALDRON
PINTO
9. Predio Carrera 7 No. AGROINDUSTRIA 6 de Julio
13 46-08 ó ARROCERA de 2010
Carrera 47 SANTA ANA.
No. 6-91
10. Predio Calle 6 No. DIAZ OTERO & 22 de
14 45-33 CIA. S.EN C. Octubre de
2009
11. Predio Carrera 45 ESPER REBAJE 28 de
15 No. 6-64 ROBERTO octubre de
2009
12. Predio Calle 7 No. ALFONSO 30 de Marzo
16 45-30/54 RUGELES de 2009
CASTILLO
13. Predio Calle 7 No. DISTRITO 27 de
17 45-03 ESPECIAL Agosto de
INDUSTRIAL 2009
PORTUARIO
14. Predio Carrera 45 EDUBAR 24 de Junio
18 No. 7-60 de 2008
15. Predio Calle 7 No. EDUBAR 11 de Junio
18 (A) 45-171 de 2008
290
16. Predio Calle 7 No. PROMOTORA DE 25 de Marzo
18 (B) 45-153 ASTILLEROS de 2009
17. Predio Calle 7 No. PROMOTORA DE 25 de Marzo
18 (C) 45-97 ASTILLEROS de 2009
18. Predio Calle 7 No. PROMOTORA DE 23 de
18 (E) 45-213 ASTILLEROS Octubre de
2009
19. Predio Calle 8 No. BIENES RAICES 30 de Junio
20 45-134 VALPARAISO de 2009
S.A.
291
En la declaración del 3 de diciembre de 2012, el Ingeniero Hernando
Vásquez Sepúlveda, quien se desempeñaba como Técnico de la firma
Interventora, luego de indicar que no recuerda la fecha exacta de la entrega
de los predios, reitera que: “hubo una alternativa de entrega parcial del lote
porque sé que en ciertos sitios donde se requerían predios para construir,
hubo obras mucho antes que se terminaran todas las fases de entrega de
los predios. Es un gran lote el caso de Barranquillita entiendo yo que se
retrasó la entrega mucho tiempo de algún, unos predios, pero hubo la
posibilidad de intervenir una gran área de la estación Barranuillita sin que se
hubiera cumplido el requisito de entrega de todos los predios de esa zona.”
f.- De acuerdo con lo anterior, para el Tribunal es claro que buena parte de
los predios necesarios para la ejecución de la obra fueron entregados
oportunamente por parte de Transmetro, esto es, fueron entregados
muchos meses antes de que se venciera el plazo para la ejecución de la
obra (13 de febrero de 2010), con lo cual, buena parte de los trabajos
podían ser ejecutados dentro del plazo pactado.
292
Ahora bien, también es cierto para el Tribunal que a esa misma fecha no
estaban disponibles absolutamente todos los predios, lo cual habría
impedido que se cumpliera con las obligaciones de construcción
estrictamente dentro de los plazos pactados. Sin embargo, ese hecho no se
considera causa suficiente para que no se hubiera entregado la obra a la
fecha de elaboración de los alegatos de conclusión, como los mismos
apoderados de las partes lo reconocen, revelando que la falta de predios no
constituyó la causa eficiente del incumplimiento contractual.
293
para el Tribunal que los problemas relacionados con los predios
constituyeron la causa eficiente del incumplimiento contractual.
b.- De acuerdo con lo anterior, observa el Tribunal que las partes pactaron
que era obligación de Transatlántico entregar los diseños definitivos de la
Estación Cabecera de Barranquillita a Transmetro, quien los debía aprobar.
294
Pero, destaca el Tribunal, que la aprobación de los diseños no sería
automática sino que dependería de que los mismos cumplieran con los
lineamientos y exigencias contractuales, de tal manera que Transmetro y su
interventoría podrían cuestionar los productos entregados por Transatlántico
y dicha sociedad debía atender los requerimientos formulados.
295
marzo de 2009 fueron entregados los estudios de suelos, los cuales fueron
aprobados el 26 de mayo de 2009, aunque con diversas observaciones
cuyo acatamiento generó demoras en la ejecución del contrato, y (iii) a la
fecha de elaboración del informe final, el contratista no había entregado los
diseños de redes internas de acueducto y alcantarillado, de pavimento
corregido de la zona de parqueadero de buses y de señalización.
d.- Como puede verse, para el Tribunal no quedó probado lo expresado por
Transatlántico en sus medios de defensa en el sentido de que Transmetro
incumplió su obligación de aprobar los estudios y diseños. Muy por el
contrario, lo que encuentra probado el Tribunal es que el contratista
Transatlántico no actuó con la diligencia que caracteriza a un profesional en
la elaboración, entrega y ajustes de los diseños definitivos y que, por el
contrario, muchos diseños los entregó aún con posterioridad a la fecha
contractualmente prevista para la terminación de las obras de la Estación
Cabecera de Barranquillita, y no atendió oportunamente los requerimientos
formulados por la interventoría.
296
En la pretensión quinta de la demanda de reconvención, se pide al Tribunal
que se declare lo siguiente: “NOVENA: Que se declare que los
incumplimientos en que incurrió TRANSATLÁNTICO S.A. son de tal
gravedad y magnitud, que resultan suficientes para que sea declarada la
Caducidad Administrativa del Contrato respectivo”.
1. Posición de Transmetro
297
2. Posición de Transatlántico
En ese orden de ideas, el problema jurídico que debe resolver en este punto
el Tribunal se concreta a establecer si tienen competencia para determinar
la gravedad de un incumplimiento a efectos de declarar que permite
terminar el contrato por caducidad y, en caso de que sea competente,
determinar si los incumplimientos en que ha incurrido Transatlántico son de
tal gravedad que permitirían declarar la caducidad del contrato.
298
2. Para resolver la pretensión planteada, el Tribunal considera necesario
recordar que la caducidad corresponde a un poder exorbitante, cláusula
excepcional, que corresponde exclusivamente a la administración 123. En
relación con tal potestad, el artículo 18 de la Ley 80 de 1993 la define como
“la estipulación en virtud de la cual si se presenta alguno de los hechos
constitutivos de incumplimiento de las obligaciones a cargo del contratista,
que afecte de manera grave y directa la ejecución del contrato y evidencie
que puede conducir a su paralización, la entidad por medio de acto
administrativo debidamente motivado lo dará por terminado y ordenará su
liquidación en el estado en que se encuentre”.
299
con la finalidad de afrontar el incumplimiento del objeto contractual y
garantizar así la prestación regular, continua y eficiente de los servicios
públicos y funciones a cargo de la entidad contratante.
(…)
300
expedición de actos administrativos debidamente motivados, que
pueden ser ejecutados sin necesidad de acudir ante el juez, puesto
que involucra el interés público.
(…)
301
incumplimiento, y v) que se haya agotado el debido proceso, esto
es, que su ejercicio esté precedido de audiencia del contratista124.
(…)
124
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 20 de noviembre
de 2008, expediente 17.031.
302
Los particulares, investidos de la facultad transitoria de administrar
justicia, en su calidad de árbitros, no pueden hacer
pronunciamiento alguno que tenga como fundamento determinar la
legalidad de la actuación estatal, por cuanto corresponde al Estado,
a través de sus jueces, emitir pronunciamientos sobre la forma
como sus diversos órganos están desarrollando sus potestades y
competencias. En este orden de ideas, esta potestad no puede
quedar librada a los particulares, así éstos estén investidos
transitoriamente de la facultad de administrar justicia, por cuanto a
ellos sólo les compete pronunciarse sobre aspectos que las partes
en conflicto pueden disponer, y el orden jurídico, en este sentido, no
es objeto de disposición, pues se entiende que cuando la
administración dicta un acto administrativo lo hace en uso de las
potestades que la Constitución y la ley le han asignado, sin que a
los particulares les pueda asistir la facultad de emitir fallos sobre
ese particular. El pronunciamiento en este campo, es exclusivo de la
jurisdicción, por tratarse de aspectos que tocan con el orden público
normativo, que no es susceptible de disposición alguna.
(…)
303
(…)
(…)
304
consiguiente, el análisis sobre éstas, sólo es procedente si se ha
determinado la legalidad del acto correspondiente, asunto éste que
es de competencia exclusiva de los jueces e indelegable en los
particulares, dado que la determinación adoptada en esta clase de
actos, es expresión directa de la autoridad del Estado y como tal,
únicamente los jueces, en su condición de administradores
permanentes de justicia, tienen la función de establecer si el acto
correspondiente se ajusta a los parámetros legales, analizando,
específicamente, si las motivaciones expuestas en él, tienen como
sustento real, la prevalencia del interés público y el cumplimiento
de los fines estatales, aspectos estos que son el fundamento del
ejercicio de las facultades excepcionales reconocidas al Estado-
contratista. Este análisis, entonces, no puede quedar librado a los
particulares, pues a éstos no se les puede transferir la competencia
de decidir sobre las cuestiones que tocan con funciones de carácter
estatal, atribución ésta, exclusiva de los jueces.
[…]
305
conocer de los litigios con la administración y sólo por excepción de
ellos conocerán los árbitros, en virtud de la autorización
constitucional contenida en el artículo 116 de la Carta. Por ello, lo
atinente a la competencia de los árbitros es de interpretación
restrictiva, sin que pueda llegar a trocarse lo que es la excepción en
la regla general, ni tampoco autorizarse como legítima una
interpretación que transforme la regla general, es decir la
competencia de la jurisdicción contencioso administrativa, en la
excepción para concluir en contravía de la Constitución que esta
sólo puede actuar en ausencia de los Tribunales de Arbitramento125.
306
aún en la ocurrencia de que la cláusula compromisoria llegara a
contemplar tal permisión, el juez excepcional, esto es, el arbitral,
tendría vedado pronunciarse sobre la legalidad del acto y de los
efectos no transigibles, pues es éste un aspecto en que se
encuentra seriamente comprometido el orden jurídico, para cuya
protección, en el caso de la actividad estatal, se halla instituida la
jurisdicción contencioso administrativa, de manera exclusiva y
excluyente a cualquiera otra jurisdicción o autoridad, por tratarse del
ejercicio de una función del Estado que implica manifestación del
poder público, el cual es ajeno a la actividad de los administrados.
Lo anterior, desde luego, sin perjuicio de la facultad de la
administración para revocar sus propios actos…
[…]
307
No desconoce la Sala que el artículo 76 del Decreto 222 de 1983,
autorizaba a las partes para someter a la decisión de árbitros “…las
diferencias que se susciten en relación con el contrato…”, como
tampoco ignora que tal mecanismo de solución de conflictos
adquirió, posteriormente, rango constitucional al quedar consagrado
en el inciso final del artículo 116 de la Constitución Política, así:…
[…]
308
pues estaría invadiendo competencias que le corresponden exclusivamente
a la administración y que no puede ser atribuida en virtud de una
estipulación contractual, pues es de orden público, y como tal, inalienable,
irrenunciable e intransmisible.
309
actualización del valor a la fecha en que sea proferido el Laudo en
el presente trámite.
310
no tener a su disposición los Patios de maniobras y edificios de
administración y mantenimiento de la Estación Cabecera de
Barranquillita, desde el mes de enero de 2011 hasta la fecha, junto
con su correspondiente actualización del valor a la fecha en que sea
proferido el Laudo en el presente trámite.
1. Posición de Transmetro
311
efectuar en vano, por razón de la no entrega de la estación de
Barranquillita”.
312
que los perjuicios se tradujeron en (i) el valor de los costos de operación
por kilómetro recorrido en los trayectos mencionados, incluido el
combustible, que Transmetro canceló mes a mes a Metrocaribe para
asumir ese desplazamiento de los buses a, y desde, Granabastos y el
Portal de Soledad y, (ii) el desgaste para la flota en que se traduce el
recorrido que ha tenido que efectuar en vano, por razón de la no entrega
de la estación de Barranquillita. Como pruebas de los perjuicios se cita el
Informe presentado por el señor Alexander Castaño (folio 2098, Tomo III
y folio 2139, Tomo IV) y su Testimonio técnico, en el que calcula el valor
total de los kilómetros muertos en aproximadamente $3.000.000.000.oo.
313
evento, se solicita al Tribunal actualizar el valor correspondiente a los
años pendientes desde que se presentó el informe hasta la fecha del
Laudo, ya que habrían transcurrido dos años de lucro cesante sin que se
haya entregado la Estación.
2. Posición de Transatlántico
314
b.- A su vez, en los alegatos de conclusión expresó lo siguiente respecto de
la anterior pretensión:
315
- Por todo lo anterior, el señor apoderado de Transatlántico considera que
no se encuentra acreditado el perjuicio que alega haber sufrido
Transmetro, pues no reposa en el expediente prueba de que con la no
entrega de Barranquillita se haya ocasionado un perjuicio cierto. En
consecuencia, se solicitó a los árbitros desestimar la pretensión.
316
De acuerdo con lo anterior, para el Tribunal es claro que existe una
causalidad directa en el arrendamiento de un lote de terreno a la Gran
Central de Abastos del Caribe S.A. y el incumplimiento en la entrega de la
Estación Cabecera de Barranquillita. Es decir, que Transmetro debió incurrir
en el costo de alquiler del citado lote de terreno, única y exclusivamente,
como efecto del incumplimiento del contratista Transatlántico.
317
Barranquillita (literales b y c de la décima pretensión). Para resolver esta
reclamación, el Tribunal hace las siguientes consideraciones:
318
(ii) en el testimonio de Alexander Castaño donde se afirma que el valor de
esos costos asciende aproximadamente a $3.000.000.000.
319
3. Valor de los contratos de interventoría a la ejecución de las obras
de la Estación Cabecera de Barranquillita, pagados por Transmetro
con posterioridad a enero de 2011
El tercer concepto reclamado por Transmetro tiene que ver con los costos
de vigilancia en la ejecución del contrato en que debió incurrir Transmetro a
partir de enero de 2011, fecha en la que debió entregar las obras de la
Estación Cabecera de Barranquillita (literal d de la décima pretensión). Para
resolver esta reclamación, el Tribunal hace las siguientes consideraciones:
b.- En cuanto a los costos que dicha actividad significó para Transmetro, el
Tribunal destaca que a pesar de que en la pretensión se pide que la
condena se haga por los costos en que incurrió la entidad desde enero de
2011, en el acervo probatorio que obra dentro del expediente simplemente
aparece una certificación del Subgerente de Planeación e Infraestructura de
14 de febrero de 2012, en la cual se deja constancia que los valores
pagados por Transmetro del interventor Edubar entre julio de 2011 y febrero
de 2012, asciende a la suma de $264.670.000.
En consecuencia, el Tribunal tendrá como valor del perjuicio probado por los
mayores costos de vigilancia en la ejecución del contrato en que debió
incurrir Transmetro la suma de $264.670.000, establecida a precios de
febrero de 2012.
320
norma aplicable a la presente controversia, teniendo en cuenta la fecha de
presentación de la demanda principal (31 de octubre de 2011).
a.- El fundamento básico incoado por Transmetro para alegar que existe un
daño se basa en que, como los concesionarios de operación deben
compartir el mismo sitio de estacionamiento de los vehículos, ello ha
impedido vincular a la totalidad de la flota prevista para la operación del
sistema. Para el efecto, el Tribunal destaca que en el oficio MSA/2011-0378
de 5 de agosto de 2011, el Gerente General del concesionario de operación
Grupo Empresarial Metrocaribe S.A. expresó que el Patio de Soledad,
compartido con el otro concesionario de operación (Unión Temporal Sistur),
no puede albergar a la totalidad de la flota de vehículos vinculada.
321
Tribunal de las pruebas que obran en el expediente le permite afirmar que
existen unos cálculos unilaterales de Transmetro y sus funcionarios, sin que
los mismos se soporten en unos criterios técnicos claros que permitan dar
certeza a las conclusiones de dichos estudios.
322
y cuantía del daño, tampoco se desprende esa certeza del testimonio
analizado.
323
no ejecutadas por TRANSATLÁNTICO durante la ejecución del
Contrato.
1. Posición de Transmetro
324
comunicaciones enviadas por Transmetro a Transatlántico desde el año
2011(folios 2011 a 2491 del Tomo IV y folios 2609 a 2612 del Tomo IV).
2. Posición de Transatlántico
325
el incumplimiento. En ese sentido, se señaló que al no existir
incumplimiento por parte del concesionario no resultan procedentes las
declaratorias de condena y por tanto las pretensiones deberán ser
desestimadas. Adicionalmente, se manifestó que los montos solicitados
por el demandante en reconvención no se encuentran plenamente
probados.
326
manera, será el beneficiario de los menores costos que ocurran como
consecuencia de unas menores cantidades de trabajos.
327
quedan reflejados en un programa de trabajo y un cronograma de
actividades, instrumentos éstos que con posterioridad permiten a la
entidad pública realizar la dirección, vigilancia y control del
acatamiento de las prestaciones en los términos previstos y con la
observancia de las especificaciones técnicas exigidas. En los
contratos de ejecución instantánea ese plazo es único.
328
contractuales. En ese orden de ideas, para el Tribunal es claro que si no se
extingue la obligación de ejecución con el vencimiento del plazo, no puede
ordenarse a Transatlántico pagar a Transmetro el valor de las obras cuya
ejecución se encuentra pendiente.
a.- En primer lugar, se destaca que, como se dejó explicado en los literales
D y E, (i) de una parte, el contratista Transatlántico incumplió sus
obligaciones de financiación de las actividades a ejecutar y de ejecución y
entrega de las obras correspondientes a la Estación Cabecera de
Barranquillita, y (ii) de otra, que el supuesto desbalance de pagos, los
problemas que existieron en la entrega de predios para la ejecución de las
329
obras y las circunstancias que rodearon los trámites de aprobación de los
diseños definitivos, no constituyen razones suficientes que justifiquen el
incumplimiento de Transatlántico y que permitan dar aplicación a la
excepción de contrato no cumplido.
b.- En ese sentido, no debe olvidarse que uno de los elementos para la
aplicación de la excepción de contrato no cumplido se encuentra en que se
pruebe “un incumplimiento de la Administración grave, de entidad y gran
significación, de manera tal que genere una razonable imposibilidad de
cumplir en el contratista”130. Al respecto, el Tribunal no observa que los
citados hechos constituyan un incumplimiento propiamente dicho de
Transmetro y, mucho menos, que hayan generado la imposibilidad de que
Transatlántico ejecutara sus obligaciones contractuales en los estrictos
términos pactado.
a.- En primer lugar, se destaca que, como se dejó explicado en los literales
D y E, (i) de una parte, el contratista Transatlántico incumplió sus
obligaciones de financiación de las actividades a ejecutar y de ejecución y
entrega de las obras correspondientes a la Estación Cabecera de
Barranquillita, y (ii) de otra, que el supuesto desbalance de pagos, los
130
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 3 de diciembre
de 2008, expediente 35.843.
330
problemas que existieron en la entrega de predios para la ejecución de las
obras y las circunstancias que rodearon los trámites de aprobación de los
diseños definitivos, no constituyen razones suficientes que justifiquen el
incumplimiento de Transatlántico y que permitan dar aplicación a la
excepción de contrato no cumplido.
b.- En ese sentido, no debe olvidarse que uno de los elementos para la
aplicación de la excepción de contrato no cumplido se encuentra en que se
pruebe “un incumplimiento de la Administración grave, de entidad y gran
significación, de manera tal que genere una razonable imposibilidad de
cumplir en el contratista”131. Al respecto, el Tribunal no observa que los
citados hechos constituyan un incumplimiento propiamente dicho de
Transmetro y, mucho menos, que hayan generado la imposibilidad de que
Transatlántico ejecutara sus obligaciones contractuales en los estrictos
términos pactado.
331
a) Una conducta jurídicamente anterior, relevante y eficaz. b) El
ejercicio de una facultad o de un derecho subjetivo por la misma
persona o centros de interés que crea la situación litigiosa, debido a
la contradicción - atentatorio de la buena fe- existente entre ambas
conductas. c) La identidad del sujeto o centros de interés que se
vinculan en ambas conductas132.
b.- Dentro del anterior marco, el Tribunal analizará cada una de las
conductas que se alega que generan violación de la prohibición de respeto
del acto propio:
132
Corte Constitucional, sentencia T-295 de 1999, reiterada en sentencia T-129 de 2005. En el mismo
sentido, Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Cuarta, sentencia de 15 de
septiembre de 2007, expediente AC-00679.
332
o tribunal contencioso administrativo. En el caso concreto, el acuerdo
alcanzado no fue objeto de aprobación por parte del Tribunal Administrativo
del Atlántico y, por lo mismo, no puede ser considerado como una
verdadera conciliación, de tal manera que no existe acto propio que
respetar, en la medida en que en ausencia del trámite que le permita a la
conciliación producir efectos, no se evidencia la existencia de “una conducta
jurídicamente anterior, relevante y eficaz”, como lo exige la jurisprudencia
citada.
a.- Uno de los principios generales del derecho que ha sido reiteradamente
reconocido por la jurisprudencia y la doctrina es precisamente el enunciado
333
en la pretensión. En palabras del Consejo de Estado, “el aforismo romano
“nemo auditur propiam turpitudinem allegans”, consagra el principio
universal en materia jurídica, de que nadie puede alegar en su favor su
propia culpa ni su propia torpeza”133. Es así como es claro que si una parte
contractual ha cometido conductas u ha incurrido en omisiones negligentes,
torpes o culposas, no puede posteriormente pretender obtener una situación
favorable de dichas conductas.
b.- Dentro del anterior marco, el Tribunal analizará cada una de las
conductas que se alega que generan violación del citado principio general
del derecho:
334
como una conducta torpe o negligente que evidencie la violación del
principio general del derecho analizado.
a.- En primer lugar, se destaca que, como se dejó explicado en los literales
D y E anteriores, (i) de una parte, el contratista Transatlántico incumplió sus
obligaciones de financiación de las actividades a ejecutar y de ejecución y
entrega de las obras correspondientes a la Estación Cabecera de
Barranquillita, y (ii) de otra, que el supuesto desbalance de pagos, los
problemas que existieron en la entrega de predios para la ejecución de las
obras y las circunstancias que rodearon los trámites de aprobación de los
diseños definitivos, no constituyen razones suficientes que justifiquen el
incumplimiento de Transatlántico y que permitan dar aplicación a la
excepción de contrato no cumplido.
335
Al proponer esta excepción, Transatlántico indicó que la caducidad es una
potestad exclusiva de la administración y no de un Tribunal por cuanto la
naturaleza del acto que declara la caducidad exige un comportamiento que
va más allá de un mero acto contractual.
7. Excepción genérica
6. COSTAS
8. JURAMENO ESTIMATORIO
336
Por las consideraciones anteriores, el Tribunal de Arbitramento,
administrando justicia por habilitación de las partes, en decisión unánime,
en nombre de la República de Colombia y por autoridad de la ley,
RESUELVE
337
OCTAVO: Costas.
338