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Alfredo Canevaro
Dentro de los enfoques que han ido formando escuelas en terapia familiar se
destaca uno, motivo del presente artículo, poco difundido pero terapéuticamente poderoso.
Su relativa difusión tiene que ver, según mi apreciación, con causas conceptuales técnicas y
de la formación de los operadores psicosociales.
Además, por tener entre sus pioneros a destacados terapeutas familiares con
orientación psicodinámica como Bowen, Whitaker y aquellos terapeutas de orientación
psicodinámica que trabajan con los familiares, en función del paciente individual o del
inconsciente familiar.
Entre las causas de origen técnico importa mucho destacar que entre los pioneros
nombrados anteriormente, había una característica común, un mismo contexto clínico de
aprendizaje: pacientes psicóticos y sus familiares. La insatisfacción de estos clínicos con los
resultados terapéuticos obtenidos con el abordaje psicoterapéutico bipersonal, les hizo
ampliar el contexto terapéutico. La gran dependencia emocional, psicológica y fáctica de los
pacientes, con sus familiares significativos, llevó a la incorporación de estos parientes a los
tratamientos, y con ello a la referencia sistemática a los sistemas familiares bien para poder
curar nuestras dificultades psicológicas, aún cuando con nosotros no podrás” se le sucede
el doble mensaje de las familias de los pacientes: “Alívienos de nuestros sufrimientos, pero
sin cambiarnos”. Al desafío existencial del primero se superpone el desafío técnico del
segundo.
FUNDAMENTOS TERAPÉUTICOS
Así entonces, convocar a los sistemas familiares de origen es necesario no sólo para
reconstruir una realidad compartida, como los pedazos de un puzzle, que dé sentido a lo
histórico y que ayude a una mejor prevención primaria, sino también para revigorizar
vínculos solidarios con alto poder emocional que canalizados terapéuticamente pueden ser
de enorme ayuda.
En terapia familiar, para ser eficaz, un modelo debería dar cuenta de determinadas
condiciones: (1)
(1) Como estímulo para esta descripción me han sido útiles conceptos sobre
psicoterapia escritos por Piero De Giacomo en su libro “Sistemas limitados, interacciones
ilimitadas” –p. 192-194, Ed.Ace. Buenos.Aires. 1990.
C) Debe aplicar un conjunto de técnicas terapéuticas.
D) Debe poseer una filosofía terapéutica, o sea, explicitar una teoría del cambio
aplicada a objetivos terapéuticos éticos y posibles.
Cuando un hombre y una mujer forman una pareja, en realidad unen dos sistemas
familiares de pertenencia, quienes interactúan a través de este vínculo, lo influyen y lo
modifican en un pacto sancionado por la sociedad.
Muchos de ellos han sido terapeutas familiares quienes a medida que desarrollaban
sus concepciones acerca e las disfunciones familiares y su tratamiento especifico,
delineaban más o menos explícitamente modelos subyacentes de normalidad. Por ejemplo,
son clásicamente conocidos conceptos tales como divorcio emocional y fusión emocional
de Bowen, familias aglutinadas y desligadas (enmeshed y disengaged) de Minuchin y fuerzas
centrípetas y centrifugas de Stierlin, 1974.
Todos estos autores definen el estilo de la familia nuclear sin tomar en cuenta a la
familia de origen. Beavers sin embargo en otro articulo de 1981 lo hace cuando dice:
“Desde un punto de vista sistémico todas las familias inician con el comportamiento y
actitudes de al menos una familial de origen usualmente dos.
He subrayado “al menos una familia y habitualmente dos” para resaltar la diferencia
con mi enfoque, como veremos ahora.
Mi contribución original en este tema ha sido la de estudiar la relación entre ambas
familias de origen unidas por sus representantes a través del vínculo de alianza
En un trabajo anterior sobre la ficha clínica familiar (1978) decía: “el cuadro que
resulta de la combinación entre dos personas que por el vínculo de alianza intercambian y
transmiten el bagaje genético y cultural de sus grupos familiares de origen es obviamente
multiforme y estará codeterminado por la influencia directa de los grupos familiares en
cuestión. No obstante esto, el conocimiento que el Psicoanálisis nos ha dado de las
relaciones de objeto intrapsíquicas, o la familia interna, nos permite afirmar que aún cuando
ambos grupos familiares estén en contacto permanente, serán recreados fantásticamente en
la relación, a través de la transferencia entre ambos cónyuges y también con, su
descendencia y personajes significativos que convivan con ellos.
Cuando vemos una pareja en consulta o a una familia nuclear con algún miembro
sintomático construimos el contexto trigeneracional en base a dos instrumentos: el self-
report de ambos miembros de la pareja y la verificación directa de la interacción cuando los
sistemas familiares de origen estén presentes.
No voy a considerar aquí la validez de la evaluación clínica de ambos pacientes
dejando abierta la posibilidad de la implementación de los numerosos instrumentos de
evaluación familiar que ya son standard en el campo.
Los sistemas familiares cohesivos están más orientados hacía el adentro, el afuera es
menos amenazador. Los límites entre los individuos son difusos, La distancia interpersona1
es estrecha: se enfatizan los valores de cercanía y de expresión de los afectos, los hijos se
desprenden relativamente tarde del núcleo familiar.
Los sistemas familiares dispersivos están más vinculados al afuera. Los valores no
están tan referidos a la familia sino más al mundo social. Los límites entre los individuos
son netos y hay más distancia interpersonal, hay más rechazo a la cercanía física y a la
expresión de los afectos, Los hijos se desprenden relativamente temprano del núcleo
familiar.
Por último, la tercera configuración (SD + SD) se tiene cuando ambos cónyuges
pertenecen a sistemas dispersivos. Los cónyuges intentan compensar en su pareja todas las
carencias de vínculos solidarios con su sistema familiar de origen. Esto recarga la exigencia
entro de la pareja y el umbral de frustración es muy bajo cuando generalmente no se
separan.
Como me decía uno de los integrantes de una pareja en crisis; “De esta manera no
se puede trampear’.La formula es que ‘Lo que Juan no le cuente a Maria (o viceversa) de lo
hablado en esta sesión, yo no lo diré. Es una reunión amparada bajo el secreto profesional
y tiene el sentido de preservar la intimidad de esta familia”, Para mayores referencias de
esta técnica, consultar en (Canevaro 1985).
C) Técnicas terapéuticas
Las técnicas (del griego técké= arte) son el conjunto de procedimientos por los
cuales el terapeuta se incluye en el campo psicológico de la familia, ayudando a crear el
clima emocional adecuado que favorezca un proceso de cambio del que todos puedan
beneficiarse. Las técnicas obviamente están al servicio de una filosofía terapéutica y por lo
tanto “la meta es trascender lo técnico como dice Minuchin (13) para facilitar el proceso de
cambio, como veremos más adelante.
Algo que generalmente ha sido visto como un estorbo en la tarea son las
problemáticas personales del terapeuta que forman parte de su mundo interno y que
habitualmente son dejadas de lado o modificada en lugar de emplearlas terapéuticamente en
el uso terapéutico del self. El motor vocacional del terapeuta es por tanto una fuerza muy
importante, que en vez de ser negada o desplazada, debe ser puesta a favor de un proceso
de cambio.
Cuando este intento es exitoso, al final del camino, el paciente designado deberá
enfrentar al terapeuta ahora rival, quien consiguió lo que él no pudo, y en ese
enfrentamiento, se desprenderá y podrá recuperar su identidad, ahora enriquecida.
D) Filosofía Terapéutica
Todo este empleo de técnicas tiene un sentido, como hemos dicho anteriormente, y
es el alcanzar los objetivos terapéuticos, trazados junto con la familia,
Sin embargo, tanto sea hablar de técnicas como de objetivos terapéuticos, son
conceptos un tanto descarnados, que no reflejan toda la complejidad que se simboliza de
manera mejor, con el término Filosofía terapéutica. Con esto quiero significar una
concepción que engloba no sólo la epistemología te del terapeuta y el conjunto de técnicas
desarrolladas para alcanzar objetivos terapéuticos éticos y posibles, Es además la amalgama
de este sistema cognitivo del terapeuta, con su propia historia vital y sus sistemas de
creencias y valores. Sus propios sentimientos son la urdimbre afectiva que funciona de
soporte y entrelaza todos estos conceptos y que sirve de resonancia emocional frente a la
tarea.
Parte de este par se describe entre los Fundamentos terapéuticos de este artículo.
Nuevamente quisiera enfatizar que el punto nodal del sistema trigeneracional, o sea
la confluencia entre los ejes vinculares de la alianza y la filiación es obviamente la pareja
sobre la cual recae no sólo el peso de las tensiones, las más de las veces, sino también el
esfuerzo terapéutico que permitirá reestructurar el sistema,
Las claves de nuestro trabajo es entender cómo este eje vincular regula el fluido
paso del tiempo y el crecimiento tanto de los sistemas como de las personas que lo
componen.
BIBLIOGRAFÍA
2. BEAVERS W.R. (1981) “A Systems model of family for family therapists” en “Jour. of
Mar and Fam Ther”, 7, n. 3.
4. BOWEN M. (1960). The family as the unit of study and treatment, en “ Am. J.
Orthopsy”, 31.
5. BOWEN M., Family Therapy in Clinical Practi. Ed.Jason Aronson, NY; 1978
12. GREEN R., KOLEUZON M., VOSLER R, (1985)”The Beavers Timber-lawn Model
of family adaptability and cohesion. Separate but equal? C en “Fam .Proc.’,24,3,
14. OLSON D., SPRENKLE D, .RUSSELL C. (1979), Circumplex of marital and family
types, and clinical applications, en “Fam. Proc. 18,1.
15. OLSON D., SPRENKLE D.RUSSEL,C. (1985) Circumplex model of marital and
family systems. VI. Theoretical update,e n Fam. Proc. ,22,1.
16. SELVINI PALAZZOLI, CIRILLO S., SELVINI S., SORRENTINO A.M. “Giochi
Psicotici nella famiglia’ Rafaello Cortina Ed.1988;
17. STIERLIN, H. (1974) “Separating parents and adolescents’ Quadrangle, New York.