Pensamiento critico

El pensamiento crítico es la habilidad de pensar de manera clara y racional, entendiendo la

conexión lógica entre las ideas. 

 
 Lo que caracteriza al pensamiento crítico es precisamente la habilidad de comprometernos con el

pensamiento independiente y reflexivo. Para ejercer este tipo de pensamiento, debemos ser

capaces de aprender de manera activa y no quedarnos en modo pasivo al recibir información. 

La actitud de una persona que ejerce el pensamiento crítico es cuestionar cualquier idea que se dé

por sentada, en lugar de aceptarla de una vez y para siempre. Quienes ejercen esta clase de

pensamiento se preguntarán una y otra vez si las ideas, argumentos o hallazgos reflejan todo el

panorama de un hecho y están abiertos a darse cuenta de que probablemente esto no ocurre.

Características del pensamiento crítico

Existen características importantes del pensamiento crítico que te recomendamos que las tomes

en cuenta al momento de formular tus propias hipótesis y cuestionamientos.

 Siempre formula de forma clara y precisa cuestionamientos y problemas que consideres

relevantes.
 
 Para llegar a conclusiones y soluciones, es importante que recopiles y evalúes toda la
información que recibes. Eso te servirá para poder interpretar tus pensamientos de una forma más
efectiva.
 
 Intenta ser siempre "open mind". Reconocer y evaluar las distintas posturas te ayudará a
armar tus propias hipótesis.
 
 Si existen problemas muy complejos, puedes comunicarte con otras personas y juntos
lograrán encontrar soluciones.

¿Es difícil ser disciplinado? En realidad no; pero sí es un autoaprendizaje que todo pensador

crítico debería empezar a practicar. La autodisciplina te permite trabajar teniendo en cuenta tus

objetivos personales y profesionales. Implica desarrollar habilidades comunicativas, capacidad

para la resolución de problemas de forma efectiva y una mente abierta para aceptar otros puntos

de vista.

¿Para qué sirve el pensamiento crítico?

Como ya te lo habíamos comentado antes, el pensamiento crítico es una habilidad de dominio

general. Todos podemos pensar de forma crítica; pero es importante desarrollarla y fortalecerla a

través del entrenamiento mental 💪

Con la práctica los pensamientos críticos fluirán de una forma tan natural que desplazaremos a los

pensamientos automáticos para centrarnos en el cuestionamiento de las ideas.

Es por eso que este tipo de pensamiento es importante en cualquier cosa que decidamos hacer. Si

trabajas en educación, investigación, finanzas, administración o derecho, entonces el pensamiento

crítico puede ser aún más relevante.

Dentro del concepto del pensamiento, pensar bien y resolver problemas de forma rápida es una

ventaja para cualquiera.

El pensamiento crítico mejora también las habilidades de presentación y lenguaje. Pensar de

forza clara y sistemática puede mejorar la forma en que expresamos nuestras ideas.

¿Sabías que el pensamiento crítico ayuda a mejorar nuestra capacidad de comprensión

lectora? 😉

Es importante mencionar que el pensamiento crítico, nos ayuda a nuestra labor diaria de

detenernos a mirar las cosas “fríamente”. Esto no significa que dejaremos de lado otro tipo

de pensamientos como el creativo, solo significa que sabemos cuáles son sus beneficios y

queremos ejercitarnos en ellos porque lo consideramos relevante.

Los seres humanos solemos reaccionar naturalmente de manera pasional, por lo que detenernos

un momento y analizar lo que está ocurriendo puede ser de gran ayuda.

El pensamiento crítico puede ayudarnos a tener una comunicación mucho más efectiva y frontal

con nuestro equipo de trabajo, también puede darnos buenas herramientas para establecer

prioridades, de modo que podamos usar mejor nuestro tiempo.

¿Pensamiento crítico y creativo?

El pensamiento crítico promueve la creatividad. Encontrar una solución creativa a un problema

implica no solo tener nuevas ideas. 

¿Cómo desarrollar habilidades del pensamiento crítico?

Son 5 habilidades las que se necesita para desarrollar el pensamiento crítico: comunicación,

creatividad, capacidad de análisis, mente abierta y capacidad para la resolución de problemas.

Tenemos que ser muy conscientes de los buenos principios del razonamiento y ser también

reflexivos sobre nuestro propio razonamiento. “Pensar de forma correcta es lo que yo hago”,

muchas veces hemos escuchado esta frase; pero no solo es decirla sino que a menudo

necesitamos hacer un esfuerzo consciente para mejorarnos, evitar sesgos y mantener la

objetividad.

Todos somos capaces de pensar; pero pensar bien requiere un largo período de entrenamiento.

Hay tres elementos del pensamiento crítico que deberás tomar en cuenta para lograr

desarrollarlo.

Teoría crítica

Si queremos pensar correctamente, debemos seguir las reglas correctas de la teoría crítica.

Esta teoría fue desarrollada por la Escuela de Frankfurt, en la cual se plantea que todo concepto a

nivel económico, político y social se debería reinterpretar sobre la teoría original, dejando en claro

que el conocimiento está formado en la realidad cambiante y no mediante la reproducción de

conceptos atemporales.

Los psicólogos han encontrado prejuicios y limitaciones basados en teorías conceptuales que

muchas veces invalidan a la teoría crítica.  Es por eso que desarrollar el cuestionamiento a través
de esta teoría, será una gran herramienta para encontrar posibles soluciones a problemas

actuales.

La práctica con la mente

No basta con conocer los principios que distinguen el buen y el mal razonamiento. Sino también

para lograr el pensamiento crítico es relevante la práctica con la mente.

Para ser bueno en las habilidades del pensamiento es necesario internalizar los principios básicos

para que podamos aplicarlos en la vida diaria.

Existen dos formas para empezar a practicarlo: La primera es haciendo muchos ejercicios en forma

de discusión y debates con otras personas en nuestra vida diaria.

Y la segunda consiste en pensar más profundamente en los principios que hemos adquirido. En la

mente humana, la memoria y la comprensión se adquieren mediante la conexión entre ideas.

La actitud y el pensamiento

Las buenas habilidades no solo requieren de la teoría y la práctica. La práctica persistente produce

mejoras solo si se tiene una motivación y una buena actitud.

Estas son las actitudes que debes evitar practicarlas si quieres lograr un pensamiento crítico:

- Prefiero que me den las respuestas correctas en lugar de resolverlas.

- No me gusta pensar mucho en mis decisiones.

- No suelo revisar los errores que he cometido.

- No me gusta que me critiquen.

Para mejorar nuestro pensamiento tenemos que reconocer la importancia de la reflexión sobre las

razones de la creencia y la acción.

Otro tip importante es que siempre deberíamos estar dispuestos a entablar debates, romper

viejos hábitos y lidiar con complejidades lingüísticas y conceptos.

¿Qué puede hacer alguien con habilidades críticas de pensamiento?

– Entender las conexiones entre ideas

– Jerarquizar la información que se tiene entre más y menos relevante

– Podrán llevar a cabo una argumentación con base en el ordenamiento de ideas

– Identificarán errores e inconsistencias en su razonamiento

– Podrán dar una justificación a sus creencias y valores

Ejercita el pensamiento crítico

Es momento de hacer un pequeño ejercicio. Piensa en algo que hayas hablado recientemente con

alguien, preferentemente una situación que te haya causado molestia o desazón.

 

¿Quién lo dijo?

¿Alguien que conoces? ¿Alguien que tiene una posición de poder o autoridad? ¿Es importante

fijarte en quién lo dijo?

¿Qué fue lo que dijo?

¿Hablo de hechos concretos o solamente dio una opinión? ¿Se refirió a una situación completa o

solo mostró lo acontecido de forma parcial? ¿Dejó algo importante fuera?

¿Dónde lo dijo?

¿Lo dijo en público o en privado? ¿Otras personas presentes pudieron dar una visión diferente de

lo que se dijo?

¿Cuándo lo dijo?

¿Fue antes, durante o después de un acontecimiento importante? ¿es importante considerar el

momento?

¿Por qué lo dijo? 

¿Explicó el razonamiento detrás de su opinión? ¿Estaba tratando de hacer quedar bien o mal a

alguien?

¿Cómo lo dijo?

¿Lo dijo triste, feliz, enojado o indiferente? ¿Lo escribió o lo dijo? ¿Pudiste entender con claridad

lo que dijo?

Este pequeño, pero efectivo ejercicio sin duda puede ayudarte a aclarar una situación que puede

solamente estar en tu pensamiento. Intenta incorporarlo con mayor frecuencia y verás un avance

en cómo tomas las situaciones cotidianas.