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Señores:

JUZGADO PRIMERO PENAL MUNICIPAL DE FUSAGASUGÁ


E. S. D.

Referencia: CONTESTACIÓN
ACCIÓN: ACCIÓN DE TUTELA No. 2015 – 034
ACCIONANTE: JOSÉ LUIS MENDOZA
ACCIONADO: DIRECTORA DE LA OFICINA DE DESARROLLO ECONÓMICO
DE FUSAGASUGÁ

MARTHA LILIANA BOHÓRQUEZ RODRÍGUEZ, mayor de edad, domiciliada en


Fusagasugá, identificada con cédula de ciudadanía número 35.251.826 expedida
en Fusagasugá (Cundinamarca), actuando en mi condición de Secretaria de
Desarrollo Económico del Municipio de Fusagasugá, por medio del presente
escrito y encontrándome dentro del término legal establecido para tal efecto, me
permito presentar escrito de Contestación a la Acción de tutela impetrada en mi
contra por el señor JOSÉ LUIS MENDOZA, de conformidad con los siguientes
hechos y consideraciones de carácter jurídico.

SOBRE LOS HECHOS

Se informa por el accionante que presentó petición ante la entidad accionada,


informando dentro del mismo único hecho que en forma verbal se le invito a una
reunión en el concejo municipal, situación que estaba directamente relacionada
con las peticiones impetradas mediante escrito del 25 de julio de 2013.

De los hechos narrados por el señor JOSÉ LUIS MENDOZA, se colige que la
petición radicada, le fue resuelta en forma verbal siendo favorable para sus
intereses, situación es asevera dentro de los hechos que soportan la acción.

Al informársele al accionante que su proyecto había sido aprobado, se presenta


una respuesta de Fondo ante todos y cada uno de los interrogantes y dudas
informados en la petición del 26 de julio de 2013.

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Situación diferente se torna cuando al cabo del tiempo de haber sido aprobado el
proyecto, este no llega a feliz término.

La petición radicada, por el accionante consiste en poner a consideración, es decir


para un estudio el proyecto de su autoría denominado INMETEC, el cual fue
probado y tal como se le informa en la comunicación de 30 de enero de 2014, para
la gestión de recursos puede dirigirse a una institución financiera.

De lo indicado anteriormente se deduce que la solicitud de estudio del proyecto


radicado mediante escrito del 25 de julio de 2013, fue absuelta en forma favorable,
petición que no era para ser resuelta en un término perentorio de 15 días, como lo
informa el mandato constitucional, por obedecer a el estudio y análisis de un
proyecto, que debe ser evaluados por un grupo interdisciplinario.

Según lo indicado en la misma acción y que se evidencia en las comunicaciones y


documentos que se allegan la Secretaría de Desarrollo Económico si estudio el
proyecto presentado, siendo este el tema central de la petición del señor JOSÉ
LUIS MENDOZA.

A LAS PRETENSIONES

Me opongo a todas y cada una de las pretensiones del accionante, teniendo en


cuenta que no se ha realizado acción ni omisión alguna que pueda afectar los
derechos fundamentales del señor JOSÉ LUIS MENDOZA.
Así mismo atendiendo los lineamientos y procedimientos de carácter normativo, se
ha actuado dentro del marco legal, razón por la cual no nos asiste acción u
omisión que pueda afectar los derechos fundamentales del accionante.

RAZONES DE DEFENSA DE LA ACCIONADA

HECHO SUPERADO

Como se desprende de los documentos que se adjuntan a la respuesta de la


presente tutela, encontramos que mediante comunicación del XXX de abril de
2015, recibido en la dirección aportada por el accionante se le está reiterando por
medio de documento escrito las solicitudes elevadas hace más de un año que ya
habían sido objeto de respuesta.

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Dentro de la Jurisprudencia de la Corte Constitucional la Sentencia T-488 de 2005
estableció:

“(…) la protección a través de la acción de tutela pierde sentido y en


consecuencia el juez constitucional queda imposibilitado para efectos
de emitir orden alguna de protección en relación con los derechos
fundamentales invocados. En ese entendido, se ha señalado que
al desaparecer los supuestos de hecho en virtud de los cuales se
formuló la demanda se presenta la figura de hecho superado.”. En la
misma providencia, se hizo alusión a la Sentencia T-307 de 1999, por
medio de la cual se determinó que: “ante un hecho superado, en donde
la pretensión que fundamenta la solicitud de amparo constitucional ya
está satisfecha, la acción de tutela pierde eficacia e inmediatez. Y ello
es entendible pues ya no existe un objeto jurídico sobre el cual proveer
o tomar determinación alguna. (…)”.

Expediente T-1242002. Acción de tutela instaurada por Dora Lilia Parra


Valencia contra Comparta A.R.S. Magistrado Ponente, Dr. Rodrigo Escobar Gil,
27 de febrero de 2006.

Es claro, entonces, que cuando se presente este fenómeno, es


decir, cuando la situación de hecho que causa la supuesta amenaza o
vulneración del derecho alegado desaparece o se encuentra
superada, el amparo tutelar pierde su razón de ser y, en este sentido, la
decisión que pueda llegar a adoptar el juez de tutela con respecto al
caso concreto resultaría, a todas luces, inocua y contraria al objetivo
previsto en la Constitución y en las normas reglamentarias, para este
tipo de acción.

Igualmente se informa al despacho que mediante escrito recibido por el


accionante, se indica detalladamente el proceso de su proyecto, documento que
se ajunta a la presente, información que ya había sido entregada en forma
verbal.

CARENCIA ACTUAL DE OBJETO

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Atendiendo la finalidad de la acción constitucional, encontramos que no existe
objeto dentro de la presente acción, toda vez que el pilar fundamental que sirvió
de fundamento al tutelante para impetrar la acción de tutela, no existe, toda vez
que la Secretaría de Desarrollo e cómico impartido la ayuda, colaboración,
disposición, capacitación e instrucción necesaria al accionante para que
presentará el proyecto referido en su petición, radica el 25 de julio de 2013.

Una vez conocida la solicitud del peticionario, se procedió a realizar las gestiones
necesarias para dar trámite a la misma, para lo cual en forma verbal se instruyó y
es así como se concreta su solicitud mediante el diligenciamiento del formulario de
microempresarios, el cual es suscrito por el accionante, en el año 2014, del cual
se adjunta copia.

Igualmente, mediante comunicación del 30 de enero de 2014, se le informa por


parte de la Secretaría de Desarrollo Económico, la entidad Bancaria a través de la
cual puede gestionar un portafolio integral para desarrollar el proyecto INMETEC.

En virtud de lo anteriormente expuesto encontramos que para decidir dentro de la


presente acción de tutela no existe objeto, tal como lo ha determinado la Corte
Constitucional en varios de sus pronunciamientos, donde establece que los
hechos de tutela una vez superados, conllevan a la carencia actual de objeto.

INMEDIATEZ

Resulta relevante hablar de la inmediatez dentro de la acción impetrada, ya que al


no existir esta la acción no puede prosperar, de conformidad con lo siguiente:

Sobre la inmediatez deberá existir un estudio razonable para determinar que la


acción impetrada no reúne los requisitos que se requieren para emitir fallo dentro
del caso especificó, toda vez que este requisito no existe, no hay inmediatez, no
existe vulneración que permita determinar el peligro inminente, cuando se cuenta
con otros medios de subsidencia para vivir.

La misma jurisprudencia de la Corte Constitucional nos ha enseñado sobre la


inmediatez de la acción de tutela, en los siguientes términos:

Al respecto encontramos pronunciamientos de la Corte, dispuestos en las


sentencias T - 132 - 04 y T-324/04, entre otras que determinan:

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“Presupuesto de la inmediatez: requisito de procedibilidad de la
tutela. Reiteración de jurisprudencia
1. De conformidad con lo establecido por la jurisprudencia
constitucional, el presupuesto de la inmediatez constituye un requisito
de procedibilidad de la tutela, de tal suerte que la acción debe ser
interpuesta dentro de un plazo razonable, oportuno y justo. Con tal
exigencia se pretende evitar que este mecanismo de defensa judicial se
emplee como herramienta que premia la desidia, negligencia o
indiferencia de los actores, o se convierta en un factor de inseguridad
jurídica.
Esta condición está contemplada en el artículo 86 de la Carta Política
como una de las características de la tutela, cuyo objeto es
precisamente la protección inmediata de los derechos constitucionales
fundamentales de toda persona, cuando quiera que éstos resulten
vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier
autoridad pública o de los particulares en los casos que establezca la
ley. Así pues, es inherente a la acción de tutela la protección actual,
inmediata y efectiva de aquellos derechos.
Desde sus primeras sentencias la Corte ha considerado a la inmediatez
como característica propia de este medio judicial de defensa. Sobre el
particular, en la sentencia C-542 de 1992, M.P. José Gregorio
Hernández Galindo, expresó: “(...) la Corte ha señalado que dos de las
características esenciales de esta figura en el ordenamiento jurídico
colombiano son la subsidiariedad y la inmediatez: ...la segunda, puesto
que la acción de tutela ha sido instituida como remedio de aplicación
urgente que se hace preciso administrar en guarda de la efectividad
concreta y actual del derecho objeto de violación o amenaza. Luego no
es propio de la acción de tutela el sentido de medio o procedimiento
llamado a remplazar los procesos ordinarios o especiales, ni el
ordenamiento sustitutivo en cuanto a la fijación de los diversos ámbitos
de competencia de los jueces, ni el de instancia adicional a las
existentes, ya que el propósito específico de su consagración,
expresamente definido en el artículo 86 de la Carta, no es otro que el de
brindar a la persona protección efectiva, actual y supletoria en orden a
la garantía de sus derechos constitucionales fundamentales”.
Posteriormente, en la sentencia SU-961 de 1999, M.P. Vladimiro
Naranjo Mesa, se dijo que la inexistencia de un término de caducidad

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no puede significar que la acción de tutela no deba interponerse dentro
de un plazo razonable. Y agregó que “la razonabilidad de este plazo
está determinada por la finalidad misma de la tutela, que debe ser
ponderada en cada caso concreto. De acuerdo con los hechos,
entonces, el juez está encargado de establecer si la tutela se interpuso
dentro de un tiempo prudencial y adecuado, de tal modo que no se
vulneren derechos de terceros. Si bien el término para interponer la
acción de tutela no es susceptible de establecerse de antemano de
manera afirmativa, el juez está en la obligación de verificar cuándo ésta
no se ha interpuesto de manera razonable, impidiendo que se convierta
en factor de inseguridad, que de alguna forma afecte los derechos
fundamentales de terceros, o que desnaturalice la acción. En
jurisprudencia reiterada, la Corte ha determinado que la acción de tutela
se caracteriza por su ‘inmediatez’. (...) Si el elemento de la inmediatez
es consustancial a la protección que la acción brinda a los derechos de
los ciudadanos, ello implica que debe ejercerse de conformidad con tal
naturaleza. Esta condiciona su ejercicio a través de un deber
correlativo: la interposición oportuna y justa de la acción”.

En dicha sentencia de unificación se concluyó que “Si la inactividad del


accionante para ejercer las acciones ordinarias, cuando éstas proveen
una protección eficaz, impide que se conceda la acción de tutela, del
mismo modo, es necesario aceptar que la inactividad para interponer
esta última acción durante un término prudencial, debe llevar a que no
se conceda. En el caso en que sea la tutela y no otro medio de defensa
el que se ha dejado de interponer a tiempo, también es aplicable el
principio establecido en la Sentencia arriba mencionada (C-543/92),
según el cual la falta de ejercicio oportuno de los medios que la ley
ofrece para el reconocimiento de sus derechos no puede alegarse para
beneficio propio, máxime en los casos en que existen derechos de
terceros involucrados en la decisión”.
En una decisión más reciente se retomó el tema en los siguientes
términos: “(...) tal y como lo ha expuesto de forma reiterada esta
Corporación, la procedibilidad de la acción de tutela exige su
interposición dentro de un plazo razonable, oportuno y justo, de tal
manera que la acción no se convierta en un factor de inseguridad
jurídica, premiando con ello la inactividad de los interesados en el
ejercicio oportuno de los recursos, la negligencia y la decidía.

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Ciertamente, si con la acción de tutela se busca la protección inmediata
de los derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que
estos resulten violados o amenazados por la acción u omisión de las
autoridades públicas, es imprescindible que su ejercicio tenga lugar
dentro del marco de ocurrencia de la amenaza o violación de los
derechos. Una percepción contraria a esta interpretación, desvirtúa el
alcance jurídico dado por el Constituyente a la acción de tutela y deja
sin efecto el objetivo de garantizar por esa vía judicial la protección
actual, inmediata y efectiva de tales derechos”

La jurisprudencia de la Corte Constitucional ha sostenido en forma reiterada que


en todos los casos es necesario demostrar que la acción de tutela se interpuso
dentro de un término oportuno, justo y razonable 1, siendo el juez constitucional en
encargado de la evaluación en cada evento, toda vez que el tiempo de
interposición de la acción se considera como un requisitos de procedibilidad
concebido en la misma Carta Política, la cual en su artículo 86 preceptúa lo
siguiente:

“Toda persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces, en
todo momento y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por
sí misma o por quien actúe a su nombre, la protección inmediata de sus
derechos constitucionales fundamentales.”

De acuerdo a la jurisprudencia, la acción de tutela procede cuando se utiliza para


prevenir un daño inminente o hacer cesar un perjuicio que se está causando,
perjuicio que tiene que ser actual e inminente, situación que conlleva a que el
accionante cumpla su deber de evitar que el tiempo desde la fecha en que
considera la vulneración del derecho y la acción para hacer cesar dicha
vulneración no se excesivo, irrazonable o injustificado.
El incumplimiento de la obligación ha llevado a que se concluya la improcedencia
de la acción, impidiendo la protección de los derechos invocados.

Para establecer la razonabilidad del tiempo transcurrido entre el desconocimiento


de la atribución fundamental y el reclamo ante el juez constitucional, la
jurisprudencia ha establecido un conjunto de pasos o espacios de justificación. Al
respecto, la sentencia T-743 de 2008 precisó lo siguiente:

1
Sentencia T-016 de 2006.
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“La Corte Constitucional ha establecido algunos de los factores que deben
ser tenidos en cuenta para determinar la razonabilidad del lapso: (i) si existe
un motivo válido para la inactividad de los accionantes; (ii) si la inactividad
justificada vulnera el núcleo esencial de los derechos de terceros afectados
con la decisión; (iii) si existe un nexo causal entre el ejercicio tardío de la
acción y la vulneración de los derechos fundamentales del interesado; 2 (iv)
si el fundamento de la acción de tutela surgió después de acaecida la
actuación violatoria de los derechos fundamentales, de cualquier forma en
un plazo no muy alejado de la fecha de interposición.3

INEXISTENCIA DE LA VULNERACIÓN

Tal como lo prescriben las normas aquí mencionadas, no existe acción u omisión
que permita establecer la vulneración de los derechos informados por el
accionante.

Es así como no existen fundamentos fácticos que permitan determinar la


inexistencia de una eventual vulneración al derecho de petición, toda vez que el
mismo accionante informa de la ejecución de acciones realizadas, en virtud del
objeto de la petición, la cual es adelantada de conformidad con la información que
en su momento, esto es en el año 2013, se le impartiera por parte de la Secretaría
de Desarrollo Económico, cuando en forma verbal y dentro de una conversación
se da respuesta a la petición impetrada mediante escrito radicado el 25 de julio de
2013.

Una vez recibida la información proporcionada al peticionario, este adelanta una


serie de gestiones para hacer efectiva y concreta su petición, es así como
diligencia el Formulario de Microempresario y de le imparte información sobre
aspectos de financiación para el proyecto indicado.
.
PETICIONES

Respecto de las pretensiones consignadas en el petitum de la acción de tutela, me


opongo a todas y cada una de ellas en consideración a los fundamentos de hecho
y de derecho que se expusieron dentro del presente documento.

2
Sentencia SU-961 de 1999.
3
Sentencias T-814 de 2004 y T-243 de 2008.
8
Como corolario de todo lo anterior solicito muy respetuosamente a ese Despacho
al momento de proferir su fallo, se declare probadas las excepciones presentadas,
y en consecución no se accedan a las peticiones del accionante, toda vez que no
le asisten al accionante fundamento de derecho que permita establecer que
efectivamente existe una vulneración del derecho fundamental de petición.

PRUEBAS

Solicito que se valoren las pruebas presentadas con la contestación de la acción


de tutela y los documentos que adjunto al presente
1. Copia simple del acta de la comunicación dirigida al accionante de fecha 30
de enero de 2014.
2. Copia del formulario de microempresario que fue diligenciado en el año
2014.

NOTIFICACIONES

Las recibiré en su despacho o en la Calle 6 No. 6-24 centro administrativo


Municipal de Fusagasugá.

Del Señor Juez,

Atentamente,

MARTHA LILIANA BOHÓRQUEZ RODRÍGUEZ


C.C. No. 35.251.826 de Fusagasugá (Cundinamarca)

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