Está en la página 1de 1

La depresión es un trastorno mental que se caracteriza por sentimientos de tristeza,

pérdida de interés o placer, culpa, baja autoestima, trastornos del sueño o del apetito,
cansancio y poca concentración. Es consecuencia de interacciones complejas entre
factores biológicos, sociales, y psicológicos (Organización Mundial de la Salud [OMS],
2017a).

La Terapia Cognitivo Conductual (TCC), en psicología clínica, se fundamenta en


procedimientos validados empíricamente (Plaud, 2001, citado en Ruiz, Díaz y
Villalobos, 2012). Esta terapia trabaja con respuestas físicas, emocionales, cognitivas y
conductuales desadaptadas. La TCC busca que el individuo asuma responsabilidad en
esas respuestas, y ejerza control sobre ellas (Ruiz et al., 2012). En México, la Secretaría
de Salud (2011) y el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz
(Heinze y Camacho 2010) han respaldado la TCC para tratar la depresión, debido a que
es considerada una terapia eficaz y efectiva. La TCC le puede ayudar a cambiar la forma
cómo piensa ("cognitivo") y cómo actúa ("conductual") y estos cambios le pueden
ayudar a sentirse mejor, se centra en problemas y dificultades del "aquí y ahora". En
lugar de centrarse en las causas de su angustia o síntomas en el pasado, busca maneras
de mejorar su estado anímico ahora. Dentro de esta terapia se va a tener dos técnicas, las
conductales y las cognitivas. Es importante la modificación de conducta para llegar a la
modificación cognitiva y es importante en cuanto proporciona al paciente la oportunidad de
evaluar empíricamente sus ideas de inadecuación e incompetencia. Los métodos conductuales
se consideran como experimentos dirigidos a probar la validez de las hipótesis o ideas del
paciente. Su objetivo es lograr un cambio en las cogniciones negativas que producir una
modificación en la conducta inadecuada.

También podría gustarte