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No, pues en español los signos de interrogación y exclamación son signos dobles.
Cuando los signos de cierre (?!) constituyen el final del enunciado, la palabra que sigue
se escribe con mayúscula inicial.
No, tras los signos de cierre de interrogación y exclamación nunca se escribe punto; sí
pueden aparecer, en cambio, otros signos de puntuación —por ejemplo, una coma— si
con la interrogación o la exclamación no termina el enunciado: ¡Espera!, ¿vale? Estoy
acabando.
Imaginemos un texto sin puntos. Difícil de leer, ¿verdad? Todo cambia si los
enunciados, unidades mínimas de comunicación, se delimitan adecuadamente. Para
ello, la ortografía cuenta con dos recursos imprescindibles: la mayúscula, que indica el
inicio de los enunciados, y el punto, que marca su fin. Pero la función de indicar el final
del enunciado no es exclusiva del punto: también los puntos suspensivos, el signo de
cierre de interrogación y el signo de cierre de exclamación pueden desempeñar esa
función delimitadora. En este fragmento de El penúltimo sueño, de la colombiana
Ángela Becerra, se ejemplifican estas cuatro formas de cerrar los enunciados. Nótese
que cada uno se inicia con la mayúscula correspondiente y que, después de los puntos
suspensivos y de los signos de interrogación y exclamación de cierre, se deja un
espacio, pero no se escribe punto: hacerlo es innecesario e incorrecto.
Por último, a diferencia del punto, los signos de interrogación y exclamación pueden
delimitar fragmentos de texto inferiores al enunciado, como en Hola, ¿cómo estás? En
ese caso, la pregunta o la exclamación puede ir precedida o seguida de coma, punto y
coma o dos puntos, el signo que corresponda según el contexto: «Les puse hasta
nombre a mis amigos, ¿sabes?: Esteban, Daniel y Pedro» (Alonso Cueto El susurro de la
mujer ballena [Perú 2007]); «Que no te oiga la Rosalía, porque se me va; ¡y yo no
puedo vivir sin ella!» (José Donoso Donde van a morir los elefantes [Chile 1995]).
Cuidado con el uso de la mayúscula, que solo se empleará en la palabra que aparece al
principio del enunciado.
Los signos de exclamación pueden repetirse para aportar énfasis: ¡¡¡Dios mío!!!; los de
interrogación, en cambio, no, pero pueden combinarse con los de
exclamación: ¿¡Cómo!? o ¡¿Qué?!
En todo caso, conviene tener en cuenta que muchos matices que en el discurso oral se
manifiestan mediante pausas y cambios de tono, duración o intensidad en la curva
melódica son difícilmente transmisibles en toda su riqueza a través de la escritura. La
puntuación, por tanto, tiene sus límites.
Dos puntos
2. Usos lingüísticos
2.1. Se escriben dos puntos ante enumeraciones de carácter explicativo, las cuales
van precedidas de un elemento anticipador: Ayer me compré DOS LIBROS: uno de
Carlos Fuentes y otro de Cortázar. No se usan los dos puntos en las
enumeraciones que carecen de elemento anticipador: ⊗En la reunión había
representantes de: Bélgica, Holanda y Luxemburgo; ⊗Mis aficiones son: leer,
viajar y montar en bicicleta. Esto solo es posible si la enumeración está dispuesta
en forma de lista:
2.2. Cuando se anticipan los elementos de la enumeración, los dos puntos sirven
para cerrarla y dar paso al concepto que los engloba: Natural, sana y
equilibrada: ASÍ debe ser una buena alimentación.
2.3. Sirven para separar una ejemplificación del elemento anticipador que la
introduce: De vez en cuando tiene ALGUNOS COMPORTAMIENTOS INEXPLICABLES: hoy ha
venido a la oficina en zapatillas.
2.5. Se usan también para conectar oraciones relacionadas entre sí sin necesidad
de emplear otro nexo. Son varias las relaciones que pueden expresar:
2.6. Sirven para detener el discurso, con intención enfática, tras conectores
discursivos de carácter introductorio, como a saber, ahora bien, pues bien, esto
es, dicho de otro modo, en otras palabras, más aún… La oración que los sigue se
inicia con minúscula: Nunca me ha molestado colaborar. Dicho de otro modo: me
gusta ayudar a los demás; ¿Recuerdas lo que te conté de Ramiro? Pues bien: ha
vuelto a hacerlo. En la mayoría de estos casos los dos puntos son sustituibles por
la coma. La diferencia entre el uso de uno u otro signo está en que con la coma el
énfasis desaparece y la expectación creada en el lector con respecto a lo que se va
a decir es menor.
2.7. En títulos es frecuente su uso para separar el concepto general del aspecto
parcial del que va a tratarse: La literatura medieval: estudio comparativo de los
principales motivos recurrentes.
2.8. Separan los epígrafes internos de un libro del texto que los sigue cuando este
comienza en la misma línea: La Revolución Industrial: Su origen hay que situarlo
en Gran Bretaña, alrededor de 1780, cuando… Para ello se usa también la raya
precedida de un punto (→ RAYA, 3.4.a), aunque la opción preferida hoy es el
punto.
3.1. Los dos puntos pueden concurrir con cualquier signo de puntuación, excepto
con el punto, la coma o el punto y coma. Cuando se combinan con puntos
suspensivos o con signos de cierre de paréntesis, rayas, comillas, interrogación o
exclamación, se escriben siempre detrás de ellos y seguidos de minúscula:
Intriga, humor, crítica social…: todos estos ingredientes en una película única.
3.2. Cuando los dos puntos siguen a una abreviatura, esta conserva el punto
abreviativo: P. D.: Espero tu respuesta.
3.3. Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de
puntuación, → LLAMADA DE NOTA, 3.
4. Usos no lingüísticos
4.1. Se emplean, de acuerdo con la norma internacional, para separar las horas de
los minutos en la expresión de la hora. No debe dejarse espacio de separación
entre los dos puntos y las cifras colindantes: 15:30 h. En el uso común, fuera de
contextos técnicos, los dos puntos pueden alternar con el punto (→ PUNTO, 4.1).