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Las tormentas eléctricas son uno de los fenómenos de la naturaleza más espectaculares.

Se calcula que
diariamente ocurren unas 44.000 de estas tormentas, descargando más de 8 millones de rayos.
Sin embargo, son muy peligrosas, ya que aproximadamente el 10% de las personas alcanzadas por un rayo
fallecen.
Si nos encontramos en campo abierto y vemos acercarse una de estas tormentas, ¿qué debemos hacer para
sobrevivir?
En esta circunstancia, obedecer una instrucción específica y confiar en ella nos puede salvar la vida. La
instrucción es que debemos agacharnos, hacer que nuestro cuerpo tenga la menor superficie posible.
De esta forma, evitaremos atraer al rayo. Y podremos salvarnos.
De una forma parecida, sobre la sociedad en la que vivimos se cierne una tormenta simbólica, mucho más
peligrosa que las tormentas eléctricas.
De hecho, el libro de Apocalipsis nos explica a qué nos referimos. Busquemos juntos Apocalipsis, el capítulo
16 y los versículos 14 y 16.
Aquí Jehová nos avisa de este evento futuro que está a punto de ocurrir. Dice, De hecho, son mensajes
inspirados. Y realizan señales.
Se dirigen a los reyes de toda la tierra habitada, con el fin de reunirlos para la guerra del gran día de Dios, el
Todopoderoso. Y el versículo 16,
Así es, aquí nos habla de la guerra que dentro de muy poco Dios librará contra los gobernantes de esta tierra
para aniquilarlos. Pero claro, muchas personas cuando escuchan la palabra,
se imaginan Armagedón, se imaginan una guerra nuclear o una catástrofe mundial. Sin embargo, en la Biblia
se nos habla del Armagedón como buenas noticias. ¿Por qué decimos esto?
Todos conocemos el dicho que después de la tormenta llega la calma, ¿verdad? Y es que Jehová se ha
propuesto convertir esta tierra en un paraíso,
donde solamente vivan personas justas que puedan disfrutar de felicidad y de una vida eterna. Pero claro,
para conseguirlo, antes tiene que eliminar a los malvados,
todas aquellas personas que no le obedecen y que incluso están arruinando la tierra. Así que el Armagedón
no será ni mucho menos la destrucción de la humanidad, sino el medio que Dios utilizará para salvarla.
Por tanto, entendiendo que este es el plan que tiene Jehová para el futuro muy próximo, hacemos bien en
preguntarnos dos importantes preguntas que responderemos durante este discurso.
La primera es, ¿cuál será nuestro papel? ¿En la futura guerra de Armagedón tendremos que pelear? Y la
segunda, ¿cómo podemos hacer para prepararnos para esta futura guerra?
Durante el discurso daremos respuesta a estas preguntas y lo haremos analizando una historia de la Biblia
que guarda muchos paralelos con la futura guerra de Armagedón
y así en la segunda parte del discurso nos ayudará a extraer valiosas lecciones para todos nosotros. Por
tanto, empecemos respondiendo a la primera pregunta.
¿Cuál será nuestro papel en la guerra de Armagedón? ¿Tendremos que pelear? Pues bien, podemos
responder con un rotundo no.
Los cristianos que estén en la tierra no tendrán que pelear en la guerra de Armagedón. ¿Por qué podemos
responder de una forma tan categórica a esta pregunta?
Porque es algo que el mismo Jesucristo nos explicó. Busquemos juntos el Evangelio de Juan, el capítulo 18 y
el versículo 36. Aquí Jesús, en el último.
día de su vida en la tierra, estuvo con un gobernante romano, con Poncio Pilato. Él le preguntó acerca de su
reino. Y notemos cuál fue la respuesta de Jesús en Juan 18,
36. Jesús le respondió, mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de
este mundo, mis ayudantes habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero la realidad es
que mi reino no es de aquí. Así Jesús explicó de una forma muy
clara que él no esperaba que sus discípulos tuvieran que pelear por él ni por el reino. De hecho, en la noche
anterior, cuando un grupo de soldados romanos y líderes religiosos
fueron a prender a Jesús, uno de sus apóstoles, Pedro, intentó defenderlo con una espada y Jesús le dijo que
la guardara. Él no quería que sus apóstoles pelearan por él. Por tanto, Jesús no quería que sus discípulos
tuvieran que pelear por él.
Por tanto, entendiendo que no vamos a pelear en la guerra de Armagedón, ¿qué relato bíblico nos puede
servir de ayuda para saber qué se espera de nosotros?
Hallamos una pista en el libro profético de Joel, que podemos buscar juntos también. En Joel, el capítulo 3 y el
versículo 2, hallamos una profecía paralela a la de Apocalipsis
que leímos antes. Pero notemos el detalle que nos añade en Joel 3, 2. Leeremos la primera parte solamente.
Dice, también,
Notamos que la explicación es muy parecida a la de Apocalipsis. Se habla también de reunir a todas las
naciones. Pero aquí nos hace referencia a una batalla decisiva que tuvo
lugar en la época de Jehoshaphat. Esta batalla guarda muchos paralelos para nosotros pensando en la futura
guerra de Armagedón. Así que, en los siguientes minutos, analizamos la batalla
y analizaremos el relato de Jehoshaphat. Veremos que es una historia muy emocionante. Usaremos
también diferentes imágenes que nos ayudarán a visualizar los eventos. Al hacerlo, intentémonos poner en la
imagen. Intentemos pensar cómo se debió sentir Jehoshaphat, la nación de
Judá. ¿Qué hubiéramos hecho nosotros en su lugar? Ya que hacerlo nos ayudará a ver la importancia de las
lecciones que después explicaremos. Así, empecemos el trabajo.
El relato. El rey Jehoshaphat fue un buen rey. Él empezó su reinado en el año 936 antes de la Era Común. Él
fue, como decíamos, un rey bueno que se esforzó por promover
la adoración pura. De hecho, amplió las instalaciones del templo y también tuvo varias campañas en contra de
la idolatría en el país. Sin embargo, de forma totalmente inesperada, tuvo
que hacer frente a un ataque enemigo. Vamos a ver qué ocurrió. En el segundo libro de las Crónicas, el
capítulo 20. Durante este discurso haremos bastantes referencias a este
capítulo ya que estaremos analizando la historia de Jehoshaphat. Así que si podemos dejar una marca en
nuestras Biblias para volver más rápidamente, nos será muy útil. Veamos
qué ocurrió, cómo empieza la historia, en los versículos 1 y 2. Después, los moabitas
y los samonitas, junto con algunos amonim, vinieron a luchar contra Jehoshaphat. Así que, en el capítulo 20,
se habla de Jehoshaphat.
Aquí vemos lo que ocurrió. Tres naciones enemigas formaron una coalición para atacar
a Jerusalén, para atacar la capital de la adoración pura. Además, como vemos en el siguiente mapa, es muy
interesante ver la estrategia que siguieron. Estas tres naciones
enemigas, en vez de reunir sus tropas y atacar por el norte, que era el camino más rápido, las juntaron y
fueron rodeando el Mar Muerto por el sur. Toda esa zona era un desierto.
No había ningún enclave israelita que pudiera detectar a este ejército enemigo. Así que,
para cuando fueron detectados, se hallaban ya en Engedi, a tan solo 40 kilómetros de la capital. Quizá en
unos pocos días podrían ya estar lanzando ese ataque contra Jerusalén.
¿Qué haría Jehoshaphat en esa situación? ¿Qué hubiéramos hecho nosotros al encontrarnos
con ese ataque? Quizá entrar en pánico, avisar al ejército para que se preparara, para que todo el mundo
estuviera listo para rechazar ese ataque. Veamos lo que hizo Jehoshaphat
en el versículo 3. Ante eso, a Jehoshaphat le dio miedo y se resolvió a buscar a Jehová.
De modo que, en el capítulo 20, se le dio miedo a Jehoshaphat y se resolvió a buscar a Jehová, que ordenó
un ayuno para todo Judá. Así es, Jehoshaphat acudió a Jehová en oración. Sabía que Jehová era la única
fuente que
le podía proveer verdadero escape. Confiaba totalmente en él, no en sí mismo. En los siguientes versículos
hallamos la oración tan bonita que Jehoshaphat hizo. Reconoció
los actos de salvación de Jehová a favor de la nación de Israel en el pasado, reconoció que él es el Dios
Todopoderoso. Con las palabras tan bonitas que podemos leer en el versículo 12.
Oh Dios nuestro, ¿no los vas a castigar? Porque nosotros no podemos contra esta gran
multitud que viene a atacarnos, y no sabemos qué hacer. Pero nuestros ojos miran hacia ti. Qué confianza tan
grande que demostró, ¿verdad?
Además es bonito ver cuál fue la reacción del pueblo, que encontramos en el siguiente versículo, en el 13.
Mientras tanto, todos los de Judá estaban de pie delante de Jehová, junto con sus esposas y sus hijos, incluso
los pequeñitos. Así, como vemos en la siguiente imagen, a pesar
de que Jehoshaphat había ampliado las instalaciones del templo, había venido tantísima gente que tenían que
estar parados de pie, unos al lado de los otros. Estaban unidos, esperando
las instrucciones de parte de Jehová. Estas instrucciones, no se hicieron demorar.
De hecho, Jehová escogió a un representante, en el versículo 14 se identifica como Jaaciel, y él les explicó un
mensaje de parte de Jehová, que podemos leer en el versículo
17. Ustedes no tendrán que pelear esta batalla. Ocupen sus puestos, estense quietos y vean cómo los salva
Jehová.
Gente de Judá y Jerusalén. No tengan miedo ni se aterroricen. Mañana salgan y enfréntense a ellos que
Jehová estará con ustedes.
Qué mensaje tan animador, ¿verdad? Seguro que el rey Jehoshaphat y la nación de Judá se sintieron muy
reconfortados al escuchar esta promesa de protección que Jehová les estaba haciendo a través de su
representante Jaaciel.
Además, les dio las instrucciones, lo que se esperaba de ellos. Pero notamos, Jaaciel no dio ningún tipo de
detalle acerca de cómo Jehová les traería esa salvación.
De hecho, las instrucciones que aquí se hayan registradas pudieran ser un tanto extrañas para la nación de
Judá. ¿Por qué decimos esto?
Claro, pensemos. Era una nación que tenía un ejército. Estaban acostumbrados a guerrear contra sus
enemigos. Sabiendo que el ejército enemigo estaba tan cerca, quizá pudieran pensar que quedarse en la
ciudad de Judá no era una buena idea.
Era una ciudad, Jerusalén, que se hallaba en la cumbre de dos montañas. Además, tenía las murallas que la
protegían. Podría ser un mejor enclave, una zona segura desde donde planear un contraataque.
Sin embargo, la instrucción que recibieron fue que tenían que marchar. Tenían que ir a encontrarse a su
enemigo a campo abierto, al lugar donde les estaban esperando.
Sin duda, fueron unas instrucciones extrañas para ellos. Pero que obedecieron. Sin dudar.
En el versículo 20 se registra como a la mañana siguiente, Jehoshaphat lideró una marcha de todo el pueblo.
Les acompañaba el ejército, pero Jehoshaphat, como vemos en la imagen, mostrando plenamente su
confianza en Jehová, puso a los cantores levitas en la primera fila de batalla.
Claro, ellos no tenían ningún tipo de experiencia. No tenían escudos, ni espadas, ni lanzas. Así que ponerlos
ahí demostraba la confianza.
Y a continuación, los soldados y el resto de la nación, hombres, mujeres, niños, mayores, les acompañaban
confiando en Jehová.
¿Qué ocurriría? ¿Cuál sería el desenlace de esta historia? Pues veamos lo que ocurrió en los versículos 22 y
23.
Cuando empezaron a cantar alabanzas con alegría, Jehová le extendió una emboscada a los hombres de
Amón, Moab, y la región montañosa de Seir,
que estaban invadiendo Judá, y se mataron unos a otros. Los amonitas y los moabitas se volvieron en contra
de los habitantes de la región montañosa de Seir,
para destruirlos y exterminarlos. Y cuando acabaron con los habitantes de Seir, se mataron unos a otros. Así
es, como hemos visto en la imagen que te acompañaba la lectura del texto,
cuando Judá llegó a donde estaban sus enemigos, se los encontraron todos los que estaban en la región
montañosa de Seir. Todos muertos. Así es, Jehová había exterminado al enemigo sin necesidad de que su
pueblo peleara.
¡Qué gran muestra del poder salvador de Jehová cuando su pueblo muestra total confianza en él! Así es que
este relato es un ejemplo para nosotros.
También tenemos que aplicar las palabras que leímos en el capítulo 20, el versículo 17. En la futura guerra de
Armagedón tendremos que estar quietos y ver cómo nos van a matar. ¿Cómo nos salva Jehová?
Después de haber analizado este emocionante pasaje bíblico, respondamos ahora a la segunda pregunta.
¿Cómo podemos prepararnos para la futura guerra de Armagedón?
Pues bien, hermanos, la lección más importante que queremos extraer de esta historia es que desde ahora
tenemos que desarrollar nuestra confianza en Jehová y en sus representantes
y ser rápidos en obedecer a su palabra. Es decir, ser rápidos en obedecer las instrucciones que recibamos.
Pero claro, ¿cómo podemos cultivar esta confianza? ¿Cómo podemos construirla?
Pues del relato de Jehoshaphat también podemos extraer lecciones prácticas que nos ayudarán a cultivar
nuestra confianza. Vamos a extraer tres lecciones principales.
La primera la encontramos en la reacción del rey Jehoshaphat al enterarse del ataque enemigo. Volvamos al
versículo. El versículo 12 del segundo libro de las Crónicas 20 para recordar qué es lo que hizo él.
Allí nos decía en la oración que Jehoshaphat le estaba haciendo a Jehová, no sabemos qué hacer, pero
nuestros ojos miran hacia ti.
Así es, Jehoshaphat acudió a Jehová en oración, confió en la guía de Jehová. Y eso es algo que nosotros
debemos imitar también.
Cuando nos enfrentemos a diferentes situaciones, en nuestra vida, queremos hacer como él, siempre confiar
en Jehová. No queremos pensar que quizá porque ya hemos manejado cierta situación,
no hace falta que volvamos a consultar los principios bíblicos. Queremos evitar confiar en nuestro propio
entendimiento y siempre buscar la guía divina.
Él nos ha dado su palabra a la Biblia, donde hallamos principios guiadores, que al fin y al cabo reflejan su
opinión respecto a diferentes asuntos. Y eso es lo que nos ha dado Jehoshaphat.
Así que hacemos bien siempre en consultarla, al tomar decisiones. También vimos que Jehoshaphat acudió a
Jehová en oración, para buscar su guía.
Y esto es algo también muy importante para todos nosotros. De hecho, el texto de 1 Pedro 4, 7, que podemos
leer juntos,
nos recuerda la importancia de las oraciones, especialmente en el tiempo en el que vivimos. En 1 Pedro 4, 7
nos recuerda,
Pero el fin de todas las cosas se ha acercado. Por lo tanto, tengan buen juicio y estén vigilantes en cuanto a
las oraciones.
No queremos dejar ni un solo día que pase sin orar a Jehová, sin buscar su guía, ya que recordemos, el fin de
todas las cosas se ha acercado.
Ahora más que nunca necesitamos la guía de Jehová. El segundo punto que queremos analizar, que nos
ayudará a fortalecer nuestra confianza, tiene que ver con la reacción del pueblo.
Podemos volver al segundo libro de las crónicas, el capítulo 20, y recordemos en el versículo 13, qué hizo el
pueblo, al escuchar que estaban recibiendo este ataque.
Allí nos decía que todos estaban de pie delante de Jehová, junto con sus esposas y sus hijos, incluso los
pequeñitos. Así es, el pueblo de Judá,
permaneció unido. Esta es una lección muy valiosa. ¿Y por qué decimos eso? Claro, pensemos que ellos
venían de una región muy amplia, y pudieran haber pensado que era mejor escapar por su propia cuenta.
Pero no. Ellos acudieron al templo, al centro de la adoración pura. Nos los podemos imaginar incluso
corriendo por los caminos, dirigiéndose hacia Jerusalén. Qué buen ejemplo para todos nosotros.
Hoy en día, el pueblo de Dios tiene que permanecer estipulados, unido frente a las pruebas. ¿Y cómo
podemos hacer eso?
Una forma es mediante nuestras reuniones de congregación, como esta que estamos teniendo ahora. Aquí es
donde nos juntamos para alabar a Jehová, para aprender de Él.
Y además, pudimos recibir y dar algo muy especial. Veamos a qué nos referimos en la carta a los romanos,
los capítulos 1 y los versículos 11 y 12.
Romanos 1,11 y 12, Theater de la fecha y perecer de Jesús. nos recuerda, estoy deseando verlos para
transmitirles algún don espiritual a fin de fortalecerlos
o más bien para que nos animemos unos a otros mediante nuestra fe, tanto la de ustedes como
la mía. Así es, fuera de la congregación, en el mundo de Satanás, nadie nos va a dar
ánimo ni nos va a fortalecer. Es por eso que es tan importante estar participando en nuestra congregación de
una forma activa, dando este ánimo a nuestros hermanos que
tanto necesitan. También podemos promover la unidad mediante participar en la congregación, en la
predicación. Esta es una actividad que los testigos de Jehová realizamos por
todo el mundo de forma unida. Y quizá podemos pensar incluso en dar un paso al frente y llevarla adelante.
¿Cómo podemos llevar la delantera en la predicación? Recordamos que en tiempo de
Jehoshaphat los levitas cantores estaban en primera fila, cantando alabanzas. Igualmente hoy en día nuestros
queridos hermanos precursores o ministros de tiempo completo llevan la delantera
en la predicación. Si podemos hacer los ajustes en nuestra vida para dedicar más tiempo al ministerio, será
una forma maravillosa de promover esta unidad que tenemos. Además,
hermanos, al acercarse... Al acercarse, al acercarse, al acercarse, No podemos abandonar la verdad, no
podemos
jazzar para ayudar a istimar nuestro Netheren. Cuando debemos sweatshivers y puedesidenirlos con los
cuchillos o con las naranjas, o con las cejas y con la tapa, pues siempre lo Que lo new papel mañana.
Tratemos de explicar a un prestigioso, y ¿no leívamos todo esto al aterrizar y AFE, que jako ha sido un gravity
человека? Entonces, un patience de Grupo Ne signalizador porque teποeme hass Y. Es importante estar a
par con la persona, mi familia, mi hermano tío, mi hermano Nailing. Laущo a todos los corazones de todo
nuestro poder.
importante que queremos extraer fue la que encontramos en los versículos 14, 17 y 20.
Volvamos otra vez al segundo libro de las crónicas y veamos qué canal utilizó Jehová para dar
instrucciones. En el versículo 14 encontramos que Jehová escogió a Jaaciel, un levita. En el versículo
17 encontramos la instrucción de Jehová que él transmitió y en el 20 cómo todo el pueblo obedeció
de forma unida. Claro, en aquellos tiempos la nación de Judá podría haber pensado, Jaaciel,
él no es ni un profeta, ni un sacerdote, ni siquiera se menciona antes en el registro bíblico, era un
desconocido. ¿Podemos confiar en él? Pues la nación de Judá,
lo hizo. Confiaron porque vieron que ese era el representante de Jehová y obedecieron la instrucción
que recibían. Hoy en día tenemos que hacer lo mismo. Tenemos que seguir las instrucciones que
recibimos por medio de los representantes que Jehová ha escogido. Jehová ha delegado en su
hijo Jesucristo ser el cabeza de la congregación mundial y a su vez Jesús ha escogido a unos hombres para
llevar la delantera.
Él, de hecho, lo profetizó junto con otras profecías acerca de los últimos días que podemos encontrar en el
capítulo 24 de Mateo.
Mateo 24, el versículo 45, nos dice a quién es que Jesús está utilizando hoy en día. Allí nos dice
¿Quién es en realidad el esclavo fiel y prudente a quien su amo puso a cargo de los sirvientes de la casa para
darles su alimento al tiempo debido?
¿Quién es en realidad el esclavo fiel y prudente a quien su amo puso a cargo de los sirvientes de la casa para
darles su alimento al tiempo debido? Jesús está identificando que en los últimos días, él como amo de la
casa, se aseguraría que habría un esclavo fiel y prudente que se encargaría de transmitir el alimento
espiritual.
Jesús está identificando que en los últimos días, él como amo de la casa, se aseguraría que habría un esclavo
fiel y prudente que se encargaría de transmitir el alimento espiritual.
Hoy en día, sin ningún tipo de dudas respecto a equivocarnos, podemos afirmar que el grupo de cristianos
ungidos que están en la central de los testigos de Jehová es este esclavo fiel y prudente que Jesucristo está
utilizando como representante para guiar al pueblo de Jehová.
Hoy en día, sin ningún tipo de dudas respecto a equivocarnos, podemos afirmar que el grupo de cristianos
ungidos que están en la central de los testigos de Jehová está utilizando como representante para guiar al
pueblo de Jehová.
Hoy en día, sin ningún tipo de dudas respecto a equivocarnos, podemos afirmar que el grupo de cristianos
ungidos que están en la central de los testigos de Jehová está utilizando como representante para guiar al
pueblo de Jehová.
Hoy en día, sin ningún tipo de dudas respecto a equivocarnos, podemos afirmar que el grupo de cristianos
ungidos que están en la central de los testigos de Jehová está utilizando como representante para guiar al
pueblo de Jehová.
Hoy en día, sin ningún tipo de dudas respecto a equivocarnos, podemos afirmar que el grupo de cristianos
ungidos que están en la central de los testigos de Jehová está utilizando como representante para guiar al
pueblo de Jehová.
Hoy en día, sin ningún tipo de dudas respecto a equivocarnos, podemos afirmar que el grupo de cristianos
ungidos que están en la central de los testigos de Jehová está utilizando como representante para guiar al
pueblo de Jehová.
Hoy en día, sin ningún tipo de dudas respecto a equivocarnos, podemos afirmar que el grupo de cristianos
ungidos que están en la central de los testigos de Jehová está utilizando como representante para guiar al
pueblo de Jehová.
Hoy en día, sin ningún tipo de dudas respecto a equivocarnos, podemos afirmar que el grupo de cristianos
ungidos que están en la central de los testigos de Jehová está utilizando como representante para guiar al
pueblo de Jehová.
Hoy en día, sin ningún tipo de dudas respecto a equivocarnos, podemos afirmar que el grupo de cristianos
ungidos que están en la central de los testigos de Jehová está utilizando como representante para guiar al
pueblo de Jehová.
Hoy en día, sin ningún tipo de dudas respecto a equivocarnos, podemos afirmar que el grupo de cristianos
ungidos que están en la central de los testigos de Jehová está utilizando como representante para guiar al
pueblo de Jehová

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