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A mis alumnos

En el aula los chicos estudiaban


Sin saber que algo los acechaba
Era la muerte que inquieta esperaba
El cambio de clase, sin entender porque tardaban.
Ella quería del Conalep arremeter
Con su inmenso poder.
Quería una colección de alumnos
Para llevar al otro mundo.

Pasaron las horas y la catrina desesperada,


Pudo observar que ¡por fin!, terminaban
Sin embargo, no era la que esperaba
Confundidos, hambrientos y estrados, cada uno se asomaba
Pidiendo piedad exclamaban.

Nuestra amiga no entendía,


Como era vivir en esa agonía.
Entro para comprender el martirio que se vivía
Sin esperar que pronto ella también moriría…
De aburrimiento
Por tanto, conocimiento
Lecturas, trabajos, exposiciones…
es nuestro día a día.
Ensayos, traducciones, ecuaciones…
nos confundían.
Partida doble, leyes, proyecciones…
Nuestras tardes desaparecían
Bichos, plantas, ética y moral…
Conceptos que a su cerebro corto circuito hacían.

En un momento de respiro
La huesuda en su delirio
Tomo una decisión abrupta
Terminar con esta conducta…
Se llevo a los alumnos del 301 y 302 al otro mundo
Sin pensar que ella ahora estaría en un nuevo inframundo.

La catrina en su nueva aventura,


Decidió cambiar de profesión y tomar una nueva vestidura
De maestro o administrativo ella jugaría,
¿Qué tan difícil es llevar una escuela? A carcajadas se reía
Pobre amiga mía… no sabes en el lio que te meterías

Selecciono a los alumnos del 301 e iniciar


Una clase con mucho orden pensaba dar
¿Qué podría pasar?
Llenar el pizarrón pensaba
pero al dar la espalda el desorden se avecinaba.

El salón en una jungla se transformaba


Chicos en una pared frontón jugaban y apostaban
Al lado de ellos unas compañeras se burlaban
Porque al final las mujeres siempre dominaban.

En el centro del salón de música platicaban


reguetón y música regional sonaba.
Al otro costado en un picnic se encontraban
Risas y carcajadas… chismes y chistes se escuchaban.

Sin control y antes de que algo le pasara


La parka la clase daba por terminada.

La flaca unos minutos se tomaba


Pero ella sabía que otra clase la convocaba
El grupo 302 con una sonrisa la abordaba…
Sin tener clase preparada
De anécdotas y cuentos los alimentaba.
En una historia se mal viajaba
Y Sin darse cuenta de que a sus espectadores olvidaba…

En su momento de distracción de nuevo la clase se le descontrolaba


Chicos jugando en su celular se regodeaban
Otros en sus audífonos de la realidad escapaban
Unas chicas al fondo de platicar no paraban
Otras compañeras al baño se fugaban.

La catrina Daba por terminado tan caótico experimento


Por lo cual decidió regresar a los estudiantes de nuevo a su tormento
Pero… antes de irse nuestra amiga
Con mucha sabiduría y con calma les reclamo:
“… mi día no es color de rosa… sin embargo, ser alumno, maestro, tutor,
Padre o administrativo me puso de mal humor…
Seamos empáticos y entendamos
Que debemos comprender el camino en el que andamos
La vida es una experiencia donde debemos de aprender
De jóvenes y adultos por igual, a los nuevos futuros hay que entender”.

No me hagan emerger
Ya que de chinches me llene
y regresar al Conalep no vuelve a suceder…

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