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Entre los japoneses circula una escalofriante leyenda que habla de un espíritu

femenino al que le falta la mitad inferior del cuerpo.

Dicen que se arrastra con las manos, que terminan en largos dedos, con garras
capaces de cortar carne como si de mantequilla se tratara, se desplaza con sus zarpas
haciendo un ruido muy desagradable.

Del cual recibe su nombre; Teke-Teke.

La leyenda cuenta que el Teke-Teke es el fantasma de una joven muy


introvertida y que era diana de múltiples bromas pesadas. Tanto en el
instituto como fuera de el.

Pero llegó el día en que una de las burlas acabó peor de lo esperado.

Aprovechando que era temporada de cigarras, unos malnacidos tenían preparada una
broma, colocarle uno de esos bichos encima para reírse de ella mientras trataba de
quitársela.

En grupo la siguieron cuidadosamente, asegurándose de no ser vistos. La chica llegó a


una pequeña estación de tren, era tarde y no había casi nadie allí.

Era el momento perfecto para proceder.

Uno de ellos se le acercó sigilosamente y con mucho cuidado le colocó la cigarra en el


hombro.

Cuando ella notó que algo se movía a su lado y vio al insecto, saltó y se sacudió
intentando quitársela de encima, pero resbaló y cayó a las vías.

Los agresores estaban demasiado distraídos riéndose como para darse cuenta de que
el tren estaba a punto de llegar.

Antes de que ninguno se diera cuenta, el tren cruzó la estación a toda velocidad.

En ese momento escucharon un grito que los enmudeció. Asustados se acercaron a las
vías y allí estaba el cuerpo desmembrado de la joven que ya no gritaba, ya no se
movía.

Sólo se podía vislumbrar odio y dolor en su rostro.

Los estudiantes se fueron a sus casas y juraron no contar nada de lo sucedido.

–Ella era una chica muy rara, una depresiva, todos creerán que se cansó de vivir y se
tiró delante del tren.– Pensaron ellos y así fue. Todo el mundo pensó que la pobre niña
se había suicidado.

Una noche en la que los chicos se reían de lo ocurrido mientras iban de vuelta a casa,
empezaron a escuchar unos ruidos extraños por las calles cercanas.

Poco a poco dejaron de reír y pasaron a estar asustados.

Con cada esquina que cruzaban el sonido era más fuerte. Hasta que uno de ellos que
ya no aguantaba más, echó a correr.

Pensó que se había librado. Miró hacia atrás para asegurarse de estar a salvo, pero; al
volver la vista, sus compañeros lo escucharon gritar desde lejos.

Fue entonces cuando empezaron a correr sin parar.

Al atravesar la última calle allí estaba la chica muerta, sin sus piernas, mirándolos
fijamente.

Quisieron huir pero estaban paralizados por el terror. No podían creer lo que veían.

Entonces; el espíritu sacó una afilada y pequeña guadaña y los asesinó partiéndolos
por la mitad.

Desde entonces; el Teke-Teke vaga por las estaciones solitarias, en busca de más
víctimas para así calmar su ira.

Pero no se confíen; existen historias que también sitúan al Teke-Teke en otros lugares
además de cerca de las vías.

Ha llegado a nuestros oídos la historia que salió una noche cualquiera muy tarde del
instituto.

Estaba en la calle cuando se dio cuenta de que había olvidado las llaves de casa en el
edificio.

Cuando se giró para volver, una de las ventanas todavía tenía luz. El chico pudo
vislumbrar en ella una preciosa muchacha que lo estaba mirando. Se quedó fascinado
y entonces; la chica saltó por la ventana, lanzándose en el aire hacia él.

Lo que antes le parecía hermoso ahora le parecía horrendo.

La chica ya no se mostraba bella en absoluto, su cara estaba demacrada y le faltaba la


mitad del cuerpo. Podía ver como todavía estaba sangrando.

Quiso gritar pero no pudo, quiso moverse pero no pudo, se quedó completamente
petrificado de terror. Ya sabía que se trataba del Teke-Teke.

El espíritu ya se le había echado encima y en cuestión de segundos lo partió por la


mitad con sus propias garras.

A la mañana siguiente sus compañeros encontraron unas piernas brutalmente


sesgadas, pero la parte superior del tronco nunca apareció.

Existe un ente muy similar y que se le suele relacionar con el Teke-Teke.


El espíritu Kashima-Reiko; que pertenece a una chica que fue brutalmente abusada en
los baños de una estación de tren en Hokkaido.

Los agresores la abandonaron dándola por muerta, pero no lo estaba.

Kashima se arrastró en busca de ayuda pero ya no quedaba nadie en el lugar para


socorrerla. Entonces; cayó a las vías del tren. Las vías comenzaron a vibrar, el tren
estaba cerca.

Antes de que pudiera gritar, el ferrocarril pasó a toda velocidad y le sesgó las piernas.
Esto no la mató al instante, pasó un buen rato rogando por ayuda, pero nadie apareció.
Finalmente murió desangrada.

Ahora ronda por los baños de las estaciones de tren, especialmente en las noches más
oscuras.

Toca en las puertas y le pregunta al ocupante:

–¿Dónde están mis piernas?–

La víctima debe contestar: en la autovía de Meishin.

Si contestas cualquier otra cosa o dudas demasiado al contestarle, Kashima no dudará


en atravesar la puerta y arrancarle brutalmente las piernas a quien sea que haya
dentro.

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