Está en la página 1de 16

Orden y complejidad en las expresiones

algebraicas: un estudio de la percepción


estética de la matemática

por José María NÚÑEZ ESPALLARGAS


Universidad de Barcelona

Desde la antigüedad clásica se ha trías, semejanzas, transformaciones, figu-


especulado sobre las conexiones entre ras o cuerpos geométricos encontramos la
matemática y estética. Es una cuestión huella de la matemática (Ghyka, 1992).
bien conocida y documentada la impronta Se ha dicho que la preferencia demostra-
matemática que podemos descubrir en la da por el ser humano hacia este tipo de
estética de muchas creaciones humanas. regularidades y formas matemáticas, no
Detectamos ya esta presencia en manifes- es más que un reflejo de las que ve en sí
taciones datadas en épocas muy lejanas mismo y en la naturaleza que le rodea
de la historia e incluso de la prehistoria, (Thompson, 1980). Sea ése u otro el ori-
como podemos observar en construcciones gen, lo cierto es que su presencia es evi-
arquitectónicas o en diseños textiles y de dente en la arquitectura pero también en año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124
alfarería. La relación entre matemática y la escultura y la pintura (Pedoe, 1979). revista española de pedagogia
arte pasa a convertirse en verdadero obje- Incluso en la literatura podemos rastrear
to de atención para el pensamiento grie- su influencia, basta con fijarse, por ejem-
go, a partir del momento en que los mate- plo, en el ritmo de las composiciones de
máticos de la Escuela de Pitágoras descu- carácter poético (Kreuzer y Gunzen-
brieron que ciertas proporciones aritméti- häuser, 1965).
cas simples de las longitudes de las cuer-
das determinaban las notas musicales. Las interpretaciones de lo que se
Las matemáticas están presentes no sólo entiende por “belleza” han sido muy
en el campo de la música sino en el arte diversas a través de las épocas y no
en general. Allí donde identificamos repe- vamos a entrar en ellas. Únicamente
ticiones, sucesiones, proporciones, sime- diremos que, a pesar de los evidentes ras-

109
José María NÚÑEZ ESPALLARGAS

gos individuales que este concepto mani- orden, más o menos encubierto, que pare-
fiesta, lo que nos permite hablar de gus- ce necesario al efecto estético”. Sobre la
tos o “modas” cambiantes con el tiempo o “complejidad” se extiende más y la asocia
con los grupos humanos, hay una cierta “a la sensación de esfuerzo psicológico”
unanimidad (sobre todo a partir de Kant) invertido para asimilar el “orden” conte-
en considerar que la belleza deja de ser nido en el objeto artístico y la supone una
un mero “sentimiento” para convertirse suma de índices de tensión parciales. Los
en un tipo de “conocimiento”. Pero, acep- ejemplos que presentó en favor de su teo-
tado este extremo, es difícil establecer el ría pertenecían mayoritariamente al
tipo de dependencia de este conocimiento campo de la geometría o de la música.
estético con factores objetivos como son el Pronto surgieron defensores y detractores
significado o la finalidad de la obra con- de una fórmula que cuantificaba el “cono-
templada y también con otros subjetivos cimiento sensible”. Aunque había unani-
como las experiencias pretéritas externas midad en considerar el “orden” (fuera
o internas del observador. cual fuera su concreción) como un ele-
mento que ayuda a valorar positivamente
Dejándose llevar, quizás, por la ubi- un objeto artístico, no ocurría lo mismo
cuidad de las representaciones matemáti- con el factor “complejidad”. Así, pocos
cas que subyacen en los productos artísti- años más tarde, Eysenck (1941), modificó
cos, el matemático norteamericano la expresión, al observar en sus experien-
George Birkhoff intentó también cuantifi- cias que la valoración estética dependía
car el conocimiento estético buscando una directamente de ambos factores, el orden
expresión matemática que lo midiera. En y la complejidad: E = O * C. Estudios pos-
1932 propuso la expresión E = O / C para teriores, realizados sobre diferentes gru-
determinarlo. Según esta fórmula, el pos de sujetos relacionados todos ellos con
“valor estético” E de una producción artís- el mundo del arte y que han sido recogi-
año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124

tica es directamente proporcional al dos por Martin Schuster y Horst Beisl


“grado de ordenación” O que ésta presen- (1982), muestran resultados muy diver-
ta e inversamente proporcional a su “com- sos. En ocasiones, los individuos encues-
revista española de pedagogia

plejidad” C. Evidentemente no podía con- tados se decantan por la propuesta de


cretar las constantes de proporcionalidad, Birkhoff y prefieren obras sencillas y bien
pues ambos factores son apreciados de ordenadas, mientras que en otros traba-
manera diferente por cada persona y, jos los sujetos de la muestra se inclinan
además, son susceptibles de sufrir modifi- por la fórmula de Eysenck y prefieren las
caciones temporales y culturales. realizaciones complejas. Schuster y Beisl
Tampoco precisó con detalle qué entendía suponen que las contradicciones observa-
ni por “orden” ni por “complejidad”. das pueden deberse al comportamiento no
Respecto al primer concepto, se limitó a lineal de la relación entre la valoración
decir que todos los objetos artísticos se estética y el grado de complejidad, cuya
caracterizan por tener “cierta armonía u representación gráfica se asemejaría a la
110
Orden y complejidad en las expresiones algebraicas: un estudio...

silueta de una campana, como la que Con la intención de esclarecer las


representa la relación entre rendimiento características esenciales de la compo-
y ansiedad: en niveles bajos de ansiedad nente estética de la matemática se han
su incremento favorece el rendimiento, realizado diversas experiencias. Algunas,
mientras que en situaciones de alta desde el campo de la psicología, han mos-
ansiedad su aumento repercute negativa- trado la preferencia de los alumnos por
mente en el rendimiento. Del mismo unas figuras geométricas sobre otras; por
modo, suponen Schuster y Beisl, en nive- ejemplo, los polígonos regulares sobre los
les bajos de complejidad su incremento irregulares, las figuras convexas sobre las
produce una mayor valoración estética de cóncavas, las figuras con mayor número
la obra, mientras que cuando la compleji- de ejes de simetría sobre las que tienen
dad es muy elevada se produce confusión menos, etc. Otras, desde la perspectiva de
y el consiguiente rechazo del valor estéti- la educación matemática, han investiga-
co de la obra. do la influencia que desempeña el factor
estético en la resolución de problemas
Si volvemos a la cuestión inicial que matemáticos. Recordemos un estudio pio-
nos ocupa, las relaciones entre matemáti- nero realizado por Krutetskii (1976) en
cas y estética, y fijamos ahora brevemen- los años setenta del pasado siglo con
te nuestra atención en la relación inversa, alumnos muy capacitados, en el cual se
es decir, la influencia de la estética en las mostraba como los sentimientos estéticos
matemáticas, observamos inmediatamen- desempeñaban un papel excepcionalmen-
te que es un aspecto mucho menos estu- te importante en la actividad matemática
diado. Es cierto que, también desde el desarrollada durante la resolución de pro-
pensamiento griego, se ha hablado de la blemas geométricos. Estos alumnos, en
“belleza” de la matemática, aunque sin los comentarios a sus razonamientos,
dar una definición o una concreción de hablaban de “elegancia” de las soluciones

año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124


esa apreciación. Además de Platón, obtenidas, un término habitualmente
numerosos autores a lo largo de la histo- empleado en matemáticas para referirse
ria han subrayado el carácter “bello” de al sentimiento estético y lo relacionaban revista española de pedagogia

las creaciones matemáticas (Davis y con adjetivos como orden, claridad y par-
Hersh, 1988). Poincaré incluso va más simonia (en su acepción de economía de
allá, al afirmar que la búsqueda de ese medios). Del mismo modo que este inves-
ideal es precisamente uno de los motores tigador halló una reacción estética positi-
de la creatividad matemática (Hadamard, va de los alumnos frente a una solución
1947). En los mismos currículums docen- elegante, también detectó una reacción
tes podemos encontrar, entre los objetivos negativa frente a las soluciones poco ele-
y valores propugnados en la enseñanza de gantes o “triviales” (desordenadas, toscas,
las matemáticas, el “mostrar” a los alum- engorrosas o confusas). Más recientemen-
nos las “cualidades estéticas” de las acti- te, Silver y Metzger (1989), han confirma-
vidades y producciones matemáticas. do esta influencia del factor estético en la
111
José María NÚÑEZ ESPALLARGAS

resolución de problemas geométricos rea- sobre algunos productos matemáticos.


lizados por alumnos universitarios aven- Comenzaremos por delimitar más el
tajados en matemáticas. De éstas y otras ámbito de la investigación, marcando las
experiencias parece deducirse que el ele- diferencias con otros trabajos de temática
mento estético en matemáticas aparece semejante. En primer lugar señalemos,
ligado positivamente a adjetivos como: que no se ocupa únicamente de alumnos
orden, elegancia, profundidad, claridad, aventajados en matemáticas o estudian-
parsimonia… y negativamente a sus tes de carreras científico-técnicas, como
antónimos: trivialidad, superficialidad, suele ser habitual en este tipo de estu-
desorden, confusión, farragoso… dios, sino que incide en estudiantes uni-
versitarios sin formación matemática
Aunque en estos estudios de marcado específica. Por otra parte, no se busca
enfoque matemático no aparece la “com- tampoco estudiar el efecto que la estética
plejidad” como otra componente de la produce en la resolución de problemas o
apreciación estética, el hecho de que los en la realización de determinadas tareas
problemas se plantearan precisamente a matemáticas, sino en la mera percepción
alumnos aventajados en matemáticas de los productos matemáticos, al igual
parece incluirla implícitamente. Además, que hacemos contemplando otras realiza-
si repasamos las construcciones matemá- ciones humanas. Finalmente, el campo de
ticas que los propios matemáticos consi- las matemáticas investigado no es el
deran bellas, la complejidad aparece liga- habitual de la geometría (donde los efec-
da a ellas de una u otra manera. Un ejem- tos estéticos son más patentes), es el de
plo paradigmático sería el del denomina- las expresiones aritmético-algebraicas
do “último” teorema de Fermat, enuncia- más reacias a la valoración estética.
do por este matemático a mediados del
siglo XVII (la ecuación x n + y n = z n no El objetivo del trabajo es el investigar
año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124

tiene soluciones racionales cuando n es cómo afectan el “orden” y la “complejidad”


un número entero mayor que 2), que cons- en las preferencias estéticas que los alum-
tituye un notable ejemplo de ecuación nos sienten ante determinados productos
revista española de pedagogia

algebraica ordenada, simple y de absolu- matemáticos. Para ello se somete al alum-


ta economía de medios en su expresión, no a una serie de situaciones donde debe
pero que, en cambio, oculta una demos- elegir una opción entre varias matemáti-
tración de extraordinaria complejidad, camente equivalentes y que se han diseña-
pues no fue alcanzada hasta 1995 por do de manera que las variables que inter-
Taylor y Wiles. vienen sean las mínimas posibles.

El estudio que aquí vamos sucinta- La prueba consta de tres partes y ha


mente a comentar trata, en líneas gene- sido concebida de manera que, en la pri-
rales, de analizar la percepción estética mera, se presenta una situación en la que
que tienen los alumnos universitarios las opciones más “elegante” y más “com-
112
Orden y complejidad en las expresiones algebraicas: un estudio...

pleja” coinciden; en la segunda, se plan- La experiencia, como ya se ha indica-


tea precisamente lo contrario, que no do, constaba de tres partes, en cada una
coincidan, y, en la tercera, se proponen de las cuales se mostraba al sujeto un
alternativas en las que ninguna destaca problema resuelto con diversas solucio-
claramente sobre las restantes por su nes, todas ellas matemáticamente correc-
“belleza” matemática y donde el grado de tas, y se le proponía que eligiera una de
complejidad es semejante para todas. ellas: “la que más le gustara”. Se empleó
deliberadamente el ambiguo verbo “gus-
La muestra elegida estuvo formada por tar” para no condicionar las preferencias.
el centenar de alumnos de los estudios de El encuestado no debía realizar ningún
formación del profesorado que asistieron a cálculo, sólo justificar por escrito el o los
un curso de carácter optativo sobre mate- criterios que habían motivado su opción.
mática recreativa y enseñanza de las A continuación y para intentar constatar
matemáticas, impartido a lo largo de cua- la coherencia de los argumentos se le pro-
tro cursos académicos consecutivos. Dichos ponía, también al sujeto, elegir la solu-
alumnos provenían de distintas especiali- ción que le resultara de menor agrado y
dades y ninguno de ellos había cursado las que justificara igualmente su decisión.
modalidades científica o técnica durante la Insistimos en varias ocasiones, durante el
enseñanza secundaria; si bien hay que desarrollo del protocolo, en que no se
reconocerles, por el hecho de haber elegido pedía en ningún momento la resolución
una asignatura del área de matemáticas, del problema, sólo que se eligiera una de
una simpatía hacia esta materia. Los cua- entre varias soluciones del mismo, todas
tro grupos de 30 asistentes se completaban ellas igualmente correctas.
con una docena de alumnos de los últimos
cursos de la Facultad de Matemáticas que La primera parte de la experiencia
habían elegido también este curso como reunía las diferentes soluciones que exis-
opcional en su currículum (el 10% de la ten al llamado “problema de Einstein” y
año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124
matrícula se ofrecía a estudiantes de estas que consiste en obtener 100 intercalando
enseñanzas). La realización de la prueba los signos de + o de - entre las nueve revista española de pedagogia
fue totalmente voluntaria, antes y durante cifras ordenadas correlativamente de
su desarrollo, además de anónima y, por lo menos a más (sin el cero). Se presentaban
tanto, no influía en la evaluación del curso. las únicas 12 soluciones posibles, coloca-
Con todo ello, obviamente, se intentaba das de una manera aleatoria y expandida
garantizar la máxima sinceridad en las de modo que la longitud fuera aparente-
respuestas, así como liberar a los alumnos mente igual para todas ellas:
de las tensiones que provocan la realiza-
ción de ejercicios obligatorios.

113
José María NÚÑEZ ESPALLARGAS

Inmediatamente se aprecia que las mentos incluían la palabra “fácil” en dis-


únicas variables que intervienen en este tintos contextos: “porque me parece la más
ejercicio son los tipos de agrupamientos y fácil”; “es más fácil sumar y restar números
la cantidad de signos + o - que aparecen pequeños” o “es más fácil sumar y restar
en las distintas soluciones. Tras el partiendo de un número más grande”.
recuento de las respuestas recogidas
observamos que un 45% (A) de los encues- Defienden la elección de la solución B
tados eligió la solución: 123 - 4 - 5 - 6 - 7 argumentos semejantes a los que hemos
+ 8 - 9 = 100. Un 30% (B) se inclinó por: visto para la posibilidad A. Por una parte
año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124

1 + 2 + 3 - 4 + 5 + 6 + 78 + 9 = 100. Y un están los que reflejan la estrategia reso-


25% (C) optó por: 123 - 45 - 67 + 89 = 100. lutiva que el sujeto hubiera empleado:
revista española de pedagogia

Ninguna otra solución fue señalada. “vas sumando cifras y al final, como ves
que te falta, juntas el 7 y el 8”. Y por otra
Los que se inclinaron por la solución A los que muestran también su opción por
dieron distintos tipos de argumentos. Unos lo más fácil: “es la más sencilla ya que
basaban su elección en que la solución sólo hay un número de dos cifras”; “hay
reflejaba el procedimiento resolutivo que muchas sumas y sólo una resta” o “la
ellos hubieran seguido de tener que resol- agrupación no es compleja”.
ver el problema: “empezar con un número
de tres cifras, el 123, y a continuación, com- Las justificaciones ofrecidas por los
binando las restantes cifras, conseguir res- que se inclinan por la solución C hacían
tar 23 para alcanzar el 100”. Otros argu- referencia a la economía de medios que
114
Orden y complejidad en las expresiones algebraicas: un estudio...

mostraba: “sólo se utilizan cuatro núme- me ocurriría empezar con un número de


ros”; “hay menos operaciones que hacer” o más de una cifra”. Concretamente de la
“mirando el conjunto se ven menos núme- solución 123 - 45 - 67 + 89 = 100 se dice
ros y operaciones”. Aunque también algu- repetidamente que “es poco intuitiva”.
nos valoraban, indirectamente, la dificul-
tad de su obtención: “se suman o se restan Aquellos que inicialmente optaron por
los números de mayor tamaño posible”. la expresión 123 - 45 - 67 + 89 = 100 a la
hora de rechazar soluciones se inclinan por
La elección de la posibilidad que más soluciones como: 1 + 23 - 4 + 5 + 6 + 78 - 9
desagradaba, así como la justificación de = 100, 1 + 23 - 4 + 56 + 7 + 8 + 9 = 100 o 1
esa decisión, resultaron ser coherentes + 2 + 34 - 5 + 67 - 8 + 9 = 100 dando como
con los datos de la opción preferida. No se razón que “los agrupamientos son muy
observó, en cambio, una concentración de aleatorios”; - 1 + 2 - 3 + 4 + 5 + 6 + 78 + 9
respuestas como en la primera parte del = 100, 1 + 2 + 3 - 4 + 5 + 6 + 78 + 9 = 100
ejercicio, de modo que prácticamente diciendo que “son más largas y sencillas”;
todas las opciones fueron citadas por unos 12 - 3 - 4 + 5 - 6 + 7 + 89 = 100, 123 - 4 - 5
u otros motivos. Los que inicialmente eli- - 6 - 7 + 8 - 9 = 100, 12 + 3 + 4 + 5 -
gieron la opción A (123 - 4 - 5 - 6 - 7 + 8 - 6 - 7 + 89 = 100 son rechazadas por que
9 = 100) se inclinan, casi unánimemente, eran demasiados fáciles de obtener al
por rechazar soluciones como: - 1 + 2 - 3 + “sumar el 89 y el 12 y combinar el resto de
4 + 5 + 6 + 78 + 9 = 100 utilizando el cifras para conseguir restar el 1 que sobra”
argumento “nunca hubiera empezado por o “simplemente consiste en irle restando al
-1” ; 123 + 45 - 67 + 8 - 9 = 100 , 123 + 4 123 cifras sueltas”.
- 5 + 67 - 89 = 100 y 123 - 45 - 67 + 89 =
100 arguyendo que “se incluyen muchos De todas estas respuestas ¿qué comen-
números de dos o tres cifras”, “los cálculos tarios de carácter general pueden extra-

año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124


son más complicados” o “el proceso de cál- erse? En primer lugar, ante la pregunta
culo mental es más difícil de realizar”. de cuál de las expresiones equivalentes
“gustaba” más, la mayoría no ha podido revista española de pedagogia

Los alumnos que eligieron la opción B evitar, al contemplar el aspecto general


rechazan aquellas soluciones que impli- de cada expresión, el comparar la estrate-
can un agrupamiento inicial de tres gia resolutiva aparentemente implicada
cifras. Las razones esgrimidas son diver- en esa solución con la que el sujeto hubie-
sas: “intervienen números muy grandes”, ra seguido de tener que resolver el pro-
“los cálculos son más complicados por blema por sí mismo. De ahí que las opcio-
intervenir números mayores”, “demasia- nes con las frecuencias más altas (A y B)
das restas y además en las primeras posi- se corresponden precisamente con las
ciones”, “las elevadas sumas y los cambios soluciones típicas que se siguen de la apli-
constantes de signos dificultan la deduc- cación de las dos estrategias básicas con
ción del resultado final” o “porque no se las que habitualmente se acomete la reso-
115
José María NÚÑEZ ESPALLARGAS

lución del problema de Einstein: la de condicionar por la mayor o menor comple-


comenzar por 123, una cantidad que jidad de la solución y eligió una (C) que no
supera 100 y, mediante sucesivas restas, se obtiene fácilmente, pero que reúne las
conseguir eliminar el exceso o bien, la de características de “bella” en el contexto
partir de un agrupamiento con las dos del problema. Es decir, representa la
últimas cifras, 89, y combinar las restan- mayor economía de medios al emplear la
tes para conseguir alcanzar la centena menor cantidad de números y de signos
(Núñez, 1989). aritméticos posible. Indudablemente no
es la primera solución que la mayoría de
Detecto, así mismo, la presencia de personas obtendría y probablemente es la
factores afectivos en los criterios de elec- más difícil de hallar, pero a pesar de ello
ción. Así, entre alumnos que se inclinan fue elegida. Por su parte, el grupo que
por las opciones A y B, algunos rechazan podríamos calificar de “expertos”, los
la solución que supone una mayor con- alumnos de matemáticas que participa-
densación de información (C) utilizando ron en la encuesta, se decantaron unáni-
expresiones como “a mí no se me hubiera memente por ella. Esto parece mostrar-
ocurrido” o “yo no hubiera sido capaz de nos un hecho de relevancia didáctica: una
hallarla”, comentarios que reflejan un parte de la población no especialmente
desasosiego, que probablemente no dotada o interesada por la matemática,
encontraríamos, si planteáramos una pero aparentemente también sin “conflic-
situación de elección semejante ante un tos afectivos” pendientes con ella, es
conjunto de dibujos, de canciones o de capaz de apreciar atributos que los exper-
poesías. Algún autor (Nimier, 1976) ha tos califican como de “belleza” en las
insistido en la importancia del papel ejer- expresiones matemáticas. Es decir, ocu-
cido por la afectividad profunda en el rre lo que es habitual encontrar en el
rechazo de las matemáticas por parte de ámbito del arte, muchos profanos, y no
año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124

algunos alumnos, fenómeno que no se solamente los artistas o profesionales de


presenta o al menos este investigador no ese mundo, son capaces de apreciar las
ha observado con la misma intensidad cualidades estéticas de los productos
revista española de pedagogia

ante otras materias del currículum esco- artísticos.


lar. Sea debido o no a estos factores afec-
tivos, lo cierto es que, un buen número de La segunda parte de la prueba consis-
encuestados, rechaza soluciones no por su tía en elegir también la opción que “más
aspecto, sino por el hecho de creerlas deri- gustaba” de entre las distintas igualdades
vadas de estrategias o procedimientos que se proponían como soluciones del lla-
difíciles o que no comprende. mado “problema de los cuatro 4”. El juego
consiste en escribir 10 utilizando única y
En tercer lugar destaca un hecho nota- necesariamente cuatro 4 y las operacio-
ble: una cuarta parte de la población nes aritméticas conocidas que se deseen.
encuestada no se dejó, aparentemente, Hay que advertir que no se presentaban
116
Orden y complejidad en las expresiones algebraicas: un estudio...

todas las soluciones posibles, sólo quince la primera, la opción que podríamos cali-
de ellas, colocadas también de una mane- ficar como de más elegante, A, es también
ra aleatoria: una de las más fáciles de obtener y pro-
bablemente por ello obtuvo un índice tan
Obviamente sólo existen como varia- alto de preferencias. Las razones que se
bles el número y el tipo de operaciones adujeron para elegirla fueron del tipo:
implicadas. Realizado el cómputo de las “intervienen pocas operaciones”, “apare-
respuestas se obtuvo que una solución fue cen las operaciones más simples, sin recu-
elegida por casi un 80% (A) de los encues- rrir ni a raíces ni a factoriales” o “es la de
tados: 10 = (44 – 4) / 4. Con frecuencias aspecto más sencillo”.
muy inferiores se señalaron otras tres
opciones. Un 10% (B) de los alumnos optó Los alumnos que se decantaban por la
por la solución: 10 = 4 + 4 + 4 - 4. solución B lo hacían porque la creían la
Mientras que sendos 5% (C y D) se incli- más fácil de obtener. Justificaban su deci-
naron, respectivamente, por las dos alter- sión con argumentos como: “parece la más
nativas siguientes: 10 = (4! * 4) / 4 - 4 sencilla” o “el cálculo es rápido”.
y 10 = 4! - 4 * 4 + 4.
Los que eligieron las opciones C y D
Observemos que en esta parte de la utilizaron argumentos radicalmente
prueba, a diferencia de lo que ocurrió en opuestos a los anteriores: “se emplean las

año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124


revista española de pedagogia

117
José María NÚÑEZ ESPALLARGAS

operaciones más diversas” y “parece la menor número de operaciones y además


más difícil de obtener”. las de menor rango) y también una de las
más fáciles de obtener, convoca la mayoría
Si ahora nos fijamos en las soluciones de preferencias. Decimos una de las más
que menos gustan se aprecia una total fáciles y no la más fácil porque requiere
coherencia con las tendencias observadas. descubrir que los cuatros pueden unirse,
Así, los que inicialmente se inclinaron por hecho que las investigaciones sobre este
las opciones A y B les desagradan las problema muestran que no es una solución
soluciones con muchas operaciones y ade- inmediatamente sugerida por aquellos que
más diferentes, especialmente las elegi- intentan resolverlo. No obstante, esta difi-
das por C y D. Se emplearon los argu- cultad no parece ser tenida como extraor-
mentos siguientes: “demasiadas operacio- dinaria, pues ningún encuestado manifies-
nes”, “se trabaja con números grandes”, ta que “esto no se le hubiera ocurrido” al
“no se me hubiera ocurrido tener en cuen- mencionarla entre las soluciones rechaza-
ta el factorial” o “a primera vista no pare- das. Así pues, parece que en esta situación,
ce que proporcione el resultado buscado”. donde el grado de dificultad no es excesivo,
la mayoría de alumnos se decanta por la
Por su parte, en las opciones C y D, a opción más “elegante”.
la hora de descartar posibilidades, se
observó un rechazo casi unánime hacia la Curiosamente hay un pequeño porcen-
expresión: 10 = (44 – 4) / 4. Las razones taje de alumnos que se inclina por prefe-
esgrimidas por los alumnos fueron rotun- rir alguna de las dos soluciones que no se
das: “es una solución muy sencilla” o “es cuentan entre las consideradas “fáciles”,
trivial”. Precisamente la “trivialidad” que al contrario, son más complejas, pues
manifiesta esta solución, provocó que los intervienen en ellas muchas operaciones,
alumnos de matemáticas que la habían todas diferentes y entre las que, además,
año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124

marcado como la preferida argumentaran se incluye el factorial, una operación poco


ahora, como queriéndose excusar por el utilizada habitualmente. Observamos,
hecho de haberla elegido, que tenía la por consiguiente, que estos encuestados,
revista española de pedagogia

importante peculiaridad, además de su a los que se une también una parte de los
simplicidad, de ser la única generalizable: alumnos de matemáticas, estimando que
“serviría para representar 10 con cual- la solución más simple es aparentemente
quier otra cifra distinta de cuatro”. trivial, renuncian a elegirla y optan cla-
ramente por las soluciones más comple-
¿Qué nos sugieren estos resultados? La jas. Ante la tesitura de tener que elegir
respuesta que parece más fácil de obtener, entre lo “elegante” y lo “complejo”, los
pues basta sumar tres cuatros y luego res- gustos se dividen. Conviene matizar que
tar la raíz cuadrada de cuatro cuenta con el término “complejo”, en matemáticas,
un bajo porcentaje de elecciones. En cam- no debe entenderse exclusivamente bajo
bio, la respuesta más simple (contiene el la acepción negativa de lo que es difícil
118
Orden y complejidad en las expresiones algebraicas: un estudio...

de obtener, sino que incluye también un del cálculo cotidiano en donde aparecen
sentido positivo como es el de recoger expresiones matemáticas que raramente
mayor información significativa, si bien, destacan por sus cualidades estéticas. Se
en ocasiones, ésta sólo es reconocible por trata, por consiguiente, de intentar des-
los “expertos”. En el caso que nos ocupa, cubrir la existencia de pequeñas caracte-
las respuestas C y D son ciertamente las rísticas en los números y/o en su disposi-
más difíciles de obtener, pero también ción que los hagan atractivos a los ojos de
contienen un hecho matemáticamente los alumnos encuestados.
relevante, como es el de hacer intervenir
el mayor número de operaciones distin- Esta prueba provocó perplejidad en
tas, hecho que destacan los que las eli- algunos alumnos y, a diferencia de lo que
gen. Ya hemos señalado, que algunos había ocurrido en las dos pruebas ante-
alumnos que se habían decantado por la riores que habían sido contestadas por
opción A, conscientes de su excesiva “tri- todos los encuestados, en esta última, un
vialidad”, justificaron su elección subra- 10% no contesta o dice no saber.
yando la propiedad que la caracteriza de Recordemos, una vez más, que no se les
ser la única generalizable para cualquier pedía realizar ningún cálculo, sólo tenían
cifra (distinta de cero), es decir, han visto que decidir por su aspecto. Algunos justi-
en ella una información que la hace más ficaron su indecisión con comentarios
“compleja” de lo que aparenta la sencillez como: “no sé decidirme por ser demasiado
de su aspecto formal. difícil la relación entre la fracción inicial
y las fracciones unitarias de la descompo-
Pasemos ahora a comentar, también sición”. Otro pequeño grupo, de aproxima-
brevemente, la tercera parte del cuestio- damente un 5%, puestos en la tesitura de
nario. Se mostraron a los alumnos varias elegir, opta por contestar, pero se deciden
fracciones descompuestas, cada una de siempre por la primera de las opciones pro-
ellas, en suma de fracciones unitarias puesta para cada fracción y así lo hacen
(fracciones con el numerador igual a 1). constar explícitamente. En estos casos, de año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124
Se presentaban unas pocas posibilidades nuevo interfiere en la toma de decisiones revista española de pedagogia

entre las infinitas existentes y se les la capacidad que el propio encuestado


pedía, como en los casos anteriores, que tiene para resolver el problema al que ima-
señalaran la que era de su mayor agrado ginariamente cree enfrentarse.
y justificaran convenientemente su elec-
ción. En esta ocasión se prescinde total- Excluiremos ambos grupos y centrare-
mente de las operaciones (excepto de la mos nuestra atención en las respuestas
suma) y el interés se centra exclusiva- del resto del alumnado. Para la fracción
mente en los números que, a diferencia de 2/75 las preferencias se dividen práctica-
las situaciones anteriores, no están prefi- mente por igual en dos únicas opciones:
jados. La situación planteada se aproxi- un 50% elige 1/50 + 1/150 y un 45 % opta
ma, más que las anteriores, a la realidad por 1/60 + 1/100. Las razones que se

119
José María NÚÑEZ ESPALLARGAS
año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124

esgrimen son diversas, pero aplicables a La fracción 2/63 dio lugar a un 50% de
ambas respuestas: “números (denomina- respuestas en favor de 1/56 + 1/72 que
revista española de pedagogia

dores) no muy rebuscados”, “parecen las argumentan, como motivo principal, el


fracciones unitarias más fáciles de obte- ser la única expresión que tiene como
ner”, “el número mínimo de fracciones denominadores sendos números de sólo
unitarias”, “denominadores con números dos cifras. Un 20% de los encuestados
acabados en 0” o “denominadores forma- prefirió, por tratarse de “denominadores
dos por un menor número de cifras”. Un múltiplos de cinco”, la solución 1/45 +
muy pequeño grupo (5%) se inclina por la 1/105. Con porcentajes menores y por
expresión: 1/38 + 1/2850 dando para ello motivos muy diferentes se eligieron tam-
un argumento razonable: “son las fraccio- bién otras tres expresiones: 1/42 + 1/126
nes que tienen los denominadores con “además de ser valores bajos, un denomi-
valores numéricos más distanciados”. nador es múltiplo del otro”; 1/33 + 1/693
120
Orden y complejidad en las expresiones algebraicas: un estudio...

“por los números (múltiplos de 3) que incluir “el denominador de mayor valor
aparecen en los dos denominadores” y absoluto”. Los restantes alumnos, entre
1/32 + 1/2016 “por ser los denominadores los que se encontraban lógicamente los
que más distan en valor absoluto”. que habían elegido precisamente esa frac-
ción en primera opción, descartan la com-
Con la fracción 2/51 un 75% de los binación que contiene el segundo denomi-
encuestados opta por la expresión 1/30 + nador de mayor valor: 1/39 + 1/975.
1/170 porque, además de poseer “sólo dos
sumandos”, “ambos son potencias de diez”. La fracción 2/63 también recoge un
Curiosamente la solución 1/34 + 1/102 que amplio rechazo (80%) hacia la solución
tiene, entre ambos, los valores más bajos de que incluye el denominador de mayor
los denominadores sólo es elegida por el valor: 1/32 + 1/2016. De igual modo, el
20% de los alumnos. Finalmente, y en com- 20% restante se inclina por desechar la
pleta coherencia con respuestas anteriores, que contiene el segundo mayor denomina-
un 5% se inclina por la expresión que pre- dor: 1/33 + 1/693.
senta las dos fracciones unitarias con deno-
minadores más numéricamente distancia- Con la fracción 2/51 observamos tam-
dos entre sí: 1/26 + 1/1326. bién un predominio (60%) de las respues-
tas en contra de la combinación que posee
Para la última fracción propuesta 2/53 el denominador mayor: 1/26 + 1/1326. Las
existe unanimidad en las respuestas, otras dos expresiones rechazadas, ambas
todas ellas eligen la misma combinación con la misma frecuencia (15%), son las que
de fracciones unitarias: 1/30 + 1/318 + tienen más de dos sumandos: 1/30 + 1/102
1/795, pues dentro de las que contienen el + 1/510 y 1/40 + 1/102 + 1/408 + 1/510.
“menor número de sumandos” tiene “los
denominadores menores”. Observemos Para la última fracción propuesta 2/53

año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124


que, en esta ocasión, al tratarse de expre- los rechazos se reparten prácticamente en
siones de tres o más sumandos, la opción porcentajes iguales (en torno al 25%)
de elegir aquellos con denominadores más entre las cuatro expresiones restantes, revista española de pedagogia

distanciados numéricamente no puede después de descartar la que unánime-


aplicarse y, en consecuencia, los partida- mente había sido elegida en primera
rios de este criterio se unen al general. opción. Todas ellas contienen mayor
número de sumandos o denominadores
De nuevo, al contemplar las soluciones con valores más altos que la combinación
más rechazadas con sus respectivas justi- en cuestión.
ficaciones se observa una completa cohe-
rencia con los criterios expuestos al mar- En esta prueba no hay diferencias sig-
car las opciones preferidas. En la fracción nificativas entre el grupo de alumnos de
2/75 el rechazo mayoritario (80%) es formación de profesorado y de matemáti-
hacia la expresión 1/38 + 1/2850 por cas. La inmensa mayoría tiende, una vez
121
José María NÚÑEZ ESPALLARGAS

superada la extrañeza inicial de no detec- Finalmente, al compendiar las dife-


tar soluciones “bellas” o “sencillas”, por rentes observaciones obtenidas en las tres
las alternativas en las que aparecen partes de la prueba nos aparecen unas
menos fracciones y con denominadores reflexiones, que creo pueden ser de utili-
menores. dad tanto al interesado en cuestiones con-
cretas de la práctica docente como al teó-
Hay que señalar también la preferen- rico de la educación matemática.
cia por los denominadores múltiplos de
cinco o de diez. Una manifestación de la En primer lugar y quizás como conse-
impronta cultural impuesta por la base cuencia del propio papel y contexto edu-
del sistema de numeración que emplea- cativo en el que se encuentra inserta la
mos. El lector habrá observado, sin duda, enseñanza de la matemática, en esta dis-
que también el autor de este trabajo se ciplina, a diferencia de lo que ocurre en
deja llevar por esa tendencia y ha redon- otras, a los sujetos les resulta difícil sepa-
deado los datos estadísticos que cita al rar un determinado producto de los pro-
múltiplo de cinco más próximo. cesos implicados en su obtención. Este
hecho provoca que la habilidad de los
Otro aspecto a señalar es el agrado sujetos en la materia condicione sus valo-
manifestado por algunos encuestados por raciones. También interfieren en sus
números que presentan alguna determi- apreciaciones estéticas las relaciones
nada regularidad, ser múltiplos de 3, ser afectivas que cada individuo ha estableci-
uno múltiplo de otro, etc. do con la matemática, que son más inten-
sas que las que se crean con otras mate-
Finalmente encontramos la curiosa pre- rias que requieren menor implicación per-
ferencia mostrada por una pequeña parte sonal. Todo ello provoca una tendencia a
de la muestra hacia dos fracciones unita- sobrevalorar los productos derivados de
año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124

rias formadas por denominadores con los procedimientos de ejecución fácil. Pero
valores más numéricamente distantes uno cuando se presentan situaciones en las
de otro. Aunque los alumnos no explican el que el grado de dificultad no es excesivo,
revista española de pedagogia

motivo, dado que también esta respuesta la mayoría de los encuestados se inclina
se encuentra entre las del grupo de “exper- por preferir soluciones “bellas”, aunque
tos”, cabe deducir que podría estar en su esto implique dejar de lado otras más sen-
aplicabilidad en un contexto práctico, cuan- cillas de obtener. Lo cual nos muestra que
do nos encontramos ante la necesidad de las valoraciones estéticas se pueden
redondear el valor de la fracción inicial “democratizar”, siempre y cuando no
mediante una sola fracción unitaria: si dis- intervengan procesos resolutivos comple-
ponemos de una descomposición en sólo dos jos o desconocidos para el alumno.
sumandos de las características indicadas
podemos utilizar la de denominador menor A las cualidades de orden, simplicidad,
y prescindir de la otra. claridad y parsimonia que se encuentran en
122
Orden y complejidad en las expresiones algebraicas: un estudio...

las apreciaciones estéticas generales, en el cambio, para la población “experta” cons-


caso de las matemáticas y más concreta- tituida por los alumnos de la licenciatura
mente de la aritmética, se deben incluir de matemáticas, que también aprecian
otras, más específicas, referidas a cuestiones positivamente los factores abarcados bajo
de muy variada índole: culturales (preferen- la denominación genérica de “orden”, la
cia por la base 10), referidas al tamaño de “complejidad” resulta ser un acicate para
los números (los valores menores son más considerar “bella” una expresión matemá-
apreciados), relacionadas con las propieda- tica, por lo que sus respuestas están más
des aritméticas y especialmente con la teo- próximas a adaptarse a la fórmula pro-
ría de la divisibilidad (múltiplos y divisores), puesta por Eysenck para la valoración
posibilidad de extenderse a otras situaciones estética: E = O * C.
numéricas o su utilidad en ciertos contextos
prácticos. Es evidente, que la apreciación y Dirección del autor: José Mª Núñez Espallargas,

la valoración de estas cualidades no es igual


Universidad de Barcelona, Departamento de Didáctica

para todos: depende de los conocimientos y


de las Ciencias Experimentales y de la Matemática,

preparación previos de cada individuo en el


Passeig de la Vall d’Hebron 171, 08035 Barcelona. E-
Mail: jmnunez@ub.edu

campo de las matemáticas. Fecha de recepción de la versión definitiva de este artículo:

Si nos situamos en el planteamiento


27.VII.2006

teórico propuesto por Birkhoff, que


comentábamos al principio de este traba- Bibliografía
jo, y aceptamos que la valoración estética BIRKHOFF, G. D. (1933) Aesthetic Measure (Cambridge,

en matemáticas también se sustenta en


Harvard University Press) (Existe una edición facsimilar

los factores englobados bajo los términos


publicada por Kessinger Publishing en 2003).

genéricos de “orden” y “complejidad”, su


DAVIS, P. y HERSH, R. (1988) Experiencia matemática

propuesta no parece directamente aplica-


(Barcelona, Labor).

año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124


ble al conjunto de los datos de nuestro DREYFUS, T. y EISENBERG, T. (1986) On the Aesthetics of
estudio. Pero si separamos la población
Mathematical Thought, For the Learning of

entre “expertos” y “no expertos” podemos revista española de pedagogia


Mathematics, 6, pp. 2-10.

obtener una visión más esclarecedora de EYSENCK, H. J. (1941) The Empirical Determination of an

la cuestión. De las respuestas obtenidas


Aesthetic Formula, Psychological Review, 42, pp. 83-92.

en la prueba parece deducirse que la


expresión E = O / C de Birkhoff se adap-
GHYKA, M. (1992) Estética de las proporciones en la natura-
leza y en las artes (Buenos Aires, Poseidón).

ta bien a la población “no experta” en


matemáticas, pues, en general, estos
HADAMARD, J. (1947) Psicología de la invención en el campo

alumnos, valoran positivamente los facto-


matemático (Madrid, Espasa Calpe).

res asociados al término “orden” y la


KREUZER, H. y GUNZENHÄUSER, R. (1965) Mathematik und

“complejidad” resulta ser, por el contra-


Dichtung (München, Nymphenburger).

rio, un claro freno a la consideración esté-


KRUTETSKII, V. A. (1976) The Psychology of Mathematical

tica de los productos matemáticos. En


Abilities in Schoolchildren (Chicago, Chicago University
Press).

123
José María NÚÑEZ ESPALLARGAS

NEWMAN, J. R. (1980) (8ed) Teoría matemática del arte, en Summary:


NEWMAN, J. R. (ed.) Sigma: El mundo de las matemáti-
cas (Barcelona, Grijalbo), vol. 6, pp. 123-135. Order and complexity in the algebraic
NIMIER, J. (1976) Mathématique et affectivité (Paris, Stock).
expressions: a study of the aestheti-
cal perception of the mathematics
NUÑEZ, J. M. (1989) Una experiencia didáctica de búsqueda After a brief commentary about the
relations between mathematics and aes-
de estrategias para la resolución de un problema mate-

thetics, are described the results of a


mático, Tabanque, 5, pp. 119-132.

PEDOE, D. (1979) La geometría en el arte Barcelona study on the aesthetical perception of


arithmetical expressions realized with
(Barcelona, Gustavo Pili).

university students not experts in mathe-


matics. The influence of factors as “order”
SCHUSTER, M. y BEISL, H. (1982) Psicología del arte
(Barcelona, Blume).

and “complexity” is specially analysed in


the preferences of the subjects, as well as
SILVER, E. A. y METZGER, W. (1989) Aesthetic Influences on

the role exercised by the affectability.


Expert Mathematical Problem Solving, en McLEOD, D.
B. y ADAMS, V. M. (eds.) Affect and Mathematical
Problem Solving (New York, Springer) pp. 60-74.

Key Words: Mathematics, Aesthetics,


Mathematical Education.
THOMPSON, D’Arcy W. (1980) Sobre el crecimiento y la
forma (Madrid, Blume).

Resumen:
Orden y complejidad en las expresio-
nes algebraicas: un estudio de la per-
cepción estética de la matemática
Tras comentar brevemente la doble
relación entre matemática y estética, se
describen los resultados de un estudio
año LXV, nº 236, enero-abril 2007, 109-124

sobre la percepción estética de expresio-


nes aritméticas realizado con alumnos
revista española de pedagogia

universitarios no expertos en matemáti-


cas. Se analiza especialmente la influen-
cia de factores como “orden” y “compleji-
dad” en las preferencias de los alumnos,
así como el papel distorsionador ejercido
por la afectividad.

Descriptores: Matemática, Estética,


Educación matemática.

124

También podría gustarte