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Una de las varias dificultades con que casi inevitablemente se encuentran los

juristas que se proponen definir al derecho tiene su origen en que el término


derecho, como casi la mayoría de las palabras, presenta la característica semántica
de la ambigüedad.

Es decir, puede ser usado en el lenguaje corriente en varios sentidos o significados.


Término ambiguo es el susceptible de adquirir diversos significados diferenciables
según el contexto en que se use.

La palabra derecho, entonces, es un término ambiguo en el sentido que puede


usarse con diferentes significados. No es equívoco como, por ejemplo, la palabra
«banco», que podemos utilizar indistintamente para referirnos a una institución
crediticia o a un lugar para sentarnos en una plaza. Se trata de una clase de
ambigüedad particular, ya que esos diferentes significados que asignamos a la
palabra guardan cierta relación entre sí, son más bien aspectos o perspectivas de
una misma cosa.
A los diferentes significados que tiene la palabra derecho los llamaremos
acepciones.

Designando algunos impuestos.

Ejemplos: derechos aduaneros, de importación, etc. Se trata de un uso tan


generalizado como incorrecto, pues lo que corresponde decir, hablando con
precisión técnica, es impuestos aduaneros, impuestos a la importación, etc. Queda
por lo tanto descartada esta acepción.

Como sinónimo de Ciencia del Derecho.


Tal sucede cuando se dice doctor en derecho, estudiante de derecho, facultad de
derecho, etc. También en este caso estamos frente a un empleo inexacto del
término, porque si lo que se quiere es referirse a la Ciencia del Derecho o a las
distintas especialidades que la integran, lo que corresponde es decir entonces,
doctor, estudiante, o facultad de ciencia del derecho, o de ciencias jurídicas,
siguiendo la expresión más corriente y eufónica. En consecuencia, dejamos también
de lado este sentido.

Designando el derecho subjetivo o facultad jurídica, es decir, la facultad que


tiene una persona de realizar determinados actos. Ejemplos: el derecho de testar,
el de transitar, el de votar, etc.

En esta acepción, la palabra derecho no da generalmente lugar a equívocos, ya sea


porque se aclara el derecho subjetivo de que se trata (p. ej. Cuando se dice "el
derecho de testar"), o porque se lo refiere a su titular (v.gr.: "mi derecho"), o bien
porque se emplea el sustantivo en plural (p. ej.: "los derechos del hombre"). Como
es evidente, en estos casos es fácil comprender que se hace referencia
al derecho subjetivo.

Designando las leyes y demás normas o reglas de conducta que rigen la


convivencia humana, normas que, obviamente, son obra del hombre y, por lo tanto,
un objeto cultural, es decir, una parte de la cultura.

BIBLIOGRAFIA

Suárez, E. E. (2002). Introducción al derecho. Santa Fe, Argentina: Universidad Nacional del Litoral
Torres, Aníbal (2019). INTRODUCCIÓN AL DERECHO. Teoría general del derecho. Instituto Pacífico S.A.C.-2019
Torré, Abelardo, Introducción al Derecho, Abeledo-Perrot, Lexis Nexis Argentina S. A., Decimocuarta edición ampliada y
actualizada, Biblioteca Jurídica Argentina, Buenos Aires, 2003
https://view.genial.ly/60f9b569ecdac30d2b06374b/interactive-content-cuadro-comparativo-acepciones-del-derech

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