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EL BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO

Es el tema central, distintivo del Pentecostalismo. Es la doctrina que marca


la identidad pentecostal

Jesús lo prometió

“Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,
y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra” (Hechos 1:8).

Juan el Bautista

Lo anunció: “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento;


pero el que viene tras mí, cuyo calzado y no soy digno de llevar, es más
poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Mateo 3:11;
Marcos 1:8; Lucas 3:16).

El profeta Joel

“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán


vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y
vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las
siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días” (Joel 2:28, 29).

La profecía de Joel se cumplió en Pentecostés

Esta experiencia neumatológica, todavía tiene vigencia en nuestros días.

Propósito del Bautismo con el Espíritu Santo

1. El creyente es revestido de poder (Hechos 1:5-8).


2. El creyente queda capacitado para cumplir la misión (Hechos 1:5-8).

La experiencia con el Espíritu Santo está precedida por la regeneración. Son


dos experiencias distintas.

El Espíritu Santo es derramado en 4 ocasiones:

1. En Jerusalén (Hechos 2).


2. Sobre los samaritanos (8:4-25).
3. Sobre los gentiles en Cesárea (10:1-48).
4. Sobre los discípulos de Éfeso (19:1-7).

Tres elementos:

1. El agente: Jesucristo
2. Los sujetos: Los creyentes
3. El medio: El Espíritu Santo con el que son bautizados

Una característica y un propósito

- Revestimiento de poder (Característica central).


- Objetivo: Equipararlos para la misión evangelizadora. Hechos 1:5-8

En Hechos 8:4-25, indica que los creyentes samaritanos no tuvieron la


experiencia del bautismo con el Espíritu Santo. Ellos se convirtieron a Jesús y
fueron bautizados en agua (8:13, 16). El Espíritu Santo “aún no había
descendido sobre ninguno de ellos” (8:16). Recién fueron bautizados con el
Espíritu Santo cuando los apóstoles imponían las manos (8:17, 19).

Bautismo con el E. S. y la glosolalia

Existe una relación entre bautismo con el Espíritu Santo y la glosolalia.


Tenemos cinco casos que demuestran que el hablar en lenguas es un signo o
evidencia externa que acompaña la experiencia del bautismo con el Espíritu
Santo.

- Hechos 2:1-4 - Hechos 8:14-19


- Hechos 10:44-48 - Hechos 19:6
- Hechos 9:17

Puntos contradictorios dentro del cristianismo

Las lenguas no tienen vigencia porque cesaron después del periodo apostólico,
porque ya se contaba con la Biblia, sustento Biblico (1 Corintios 13:8) el
Apóstol Pablo declara que cesaran las lenguas, es una mala interpretación por
las siguientes razones:

“La ciencia acabara” vv.8 se refiere el texto cuando venga el tiempo perfecto y
no al cierre del canon escritural. Si no, al momento en el que veremos cara a
cara vv.12. “lo perfecto no se refiere al canon escritural, si fuera así tendríamos
mas conocimiento que el Apóstol Pablo. El apóstol asevera sus limitaciones
cognitivas vv.9. “lo perfecto” es una clara referencia a la segunda venida de
Cristo. Con este acontecimiento escatológico se pondrá fin a la temporalidad de
los dones espirituales. Los dones espirituales son necesarios para la
edificación de la iglesia (Efesios 4:7-16, 1 Corintios 14:3 comparar con 13:8-13)

Las lenguas como evidencia física inicial

los pentecostales creen:

a. que el bautismo en el Espíritu Santo es la venida de esa presencia y ese


poder especiales del Espíritu
b. y que la evidencia inicial de esto son las lenguas, tanto hoy como en el
libro de Hechos.
El don de Lenguas se clasifica
bajo la categoría de dones conocidos como "señales y prodigios". Esta
categoría encierra los siguientes dones: don de Fe, dones de Milagros, dones
de Sanidades, don de Lenguas y don de Interpretación de Lenguas. La Biblia
nos da el significado de este don por medio de ejemplos que encontramos
específicamente en el libro de Hechos.
El pasaje más conocido es el de Hechos 2 donde dice “Y se le aparecieron
lenguas repartidas como de fuego y comenzaron a hablar en las otras lenguas
como el Espíritu les daba que hablasen”. Esto ocurrió el día que el Espíritu
Santo descendió del Cielo tal y como Jesús lo había prometido antes de irse al
cielo. En Juan 14 Cristo prometió a sus discípulos que se iría pero que les
enviaría otro Consolador, el Espíritu Santo. Cuando el Espíritu Santo vino sobre
los “cómo ciento veinte” que estaban en el aposento alto, estos fueron llenos
del Espíritu y comenzaron a hablar en otras lenguas.
Se dice que había en Jerusalén prosélitos de todo el mundo conocido en aquel
entonces los cuales hablaban distintas lenguas o idiomas. Cuando los Judíos
comenzaron a hablar en otras lenguas por medio de la obra sobrenatural del
Espíritu, estos visitantes se maravillaron porque los oían hablar en su propia
lengua la cual estos nunca antes habían conocidos. Se calcula, según el relato
bíblico que se hablaron alrededor de 17 idiomas (dialectos) distintos.
Lenguas e interpretación de lenguas (1 Corintios 12:10)
El don de lenguas es la habilidad dada por Dios de hablar en un idioma terrenal
desconocido para el que habla. La interpretación de lenguas es la facultad de
interpretar ese mensaje en un lenguaje que entienden los oyentes. Sin duda,
en la primera aparición de las lenguas, en Hechos 2, se trataba de idiomas
(note la palabra “lenguas” en vv. 6 y 8). Se supone que las lenguas en 1
Corintios no eran diferentes.
Los propósitos de la interpretación de las lenguas eran dos: comunicar verdad
de Dios, y autenticar la verdad del mensaje cristiano, especialmente al pueblo
judío (1 Corintios 14:5, 21–22). Debido a que los corintios estaban abusando de
este don, Pablo puso restricciones estrictas para su uso: solamente dos o tres
podían hablar en cualquier reunión; nadie podía hablar en lenguas a no ser que
el mensaje fuera interpretado; siempre se prefería la profecía; y las mujeres
tenían que guardar silencio (vv. 27–34).
Lenguas no interpretadas, especialmente en una oración privada, son
infructuosas (v. 14), simplemente porque aún el que ora no sabe lo que está
pidiendo. Por lo tanto, es mejor orar con entendimiento, que significa usar un
lenguaje que la persona comprende.
Ya sea que uno crea o no en el don bíblico de las lenguas, la enseñanza
pentecostal de que las lenguas son la señal necesaria de haber sido bautizado
por el Espíritu es incorrecta. Pablo dijo que todos los creyentes en Corinto
estaban bautizados (12:13) pero no todos hablaban en lenguas (v. 30).

Conclusiones
El hablar en lenguas no es el bautismo con el Espíritu Santo, es la evidencia
inicial, pero no la única.
No busque hablar en lenguas como si fuera el equivalente del bautismo con el
Espíritu Santo, busque más de Dios y ríndase a Él. Él se encargará de lo
demás.
Puede ser cierto que algunos aparentemente hayan hablado en lenguas y no
hayan recibido el bautismo con el Espíritu Santo.
La palabra “aparentemente” es utilizada porque se cree que muchos de éstos
no son idiomas verdaderos. El Diablo tiene una falsificación de este don como
lo tiene para todos los otros. Pero el que busca sinceramente más de Dios no
debe tener temor alguno de que va a recibir otra cosa que lo mejor de Dios
(Lc.11:11–13).

Evidencias adicionales
Otras evidencias inmediatas de una nueva experiencia de la unción del Espíritu
en la vida incluirán:
alabanza a Dios (Hechos 2:11; 2:47; 10:46);
gozo sobreabundante (Hechos 2:46); una carga profunda y deseo de predicar o
testificar de Jesús (Hechos 1:8; 2:14; 2:31; 19:6).

Evidencias permanentes.
Jesucristo es glorificado y revelado como nunca antes (Juan 14:21–23; 15:26;
16:13–15). El Espíritu Santo centra todas las cosas en Cristo. A medida que
uno continúa en la vida plena del Espíritu nace un nuevo amor que crecerá. El
Espíritu Santo lo capacita a uno para comprender la grandeza del Salvador, su
persona y sus provisiones (Ef. 1:17–23). Se reconoce que muchas de estas
escrituras son llevadas a cabo mediante el ministerio del Espíritu Santo como el
Consolador quien mora en todos los creyentes.
Pero se ha experimentado que todos los ministerios del Espíritu Santo son
realizados como resultado del bautismo pentecostal con el Espíritu.
Una pasión más profunda por las almas.
a. Uno no puede leer la historia de la iglesia primitiva inmediatamente
después de Pentecostés, sin darse cuenta del ardiente deseo de
proclamar el camino de salvación (Hechos 2:14, 41; 4:19, 20; 5:29–33;
6:8–10; 11:22–24; 26:28, 29).
b. Un mayor poder para testificar (Hechos 1:8; 2:41; 4:31–33; Juan 15:26,
27; I Corintios 2:4, 5).
c. Un nuevo poder en la oración y un espíritu de oración (Hechos3:1; 4:23–
31; 6:4; 10:9; Romanos 8:26; Judas 20; Ef. 6:18; I Corintios 14:14–17).
d. Un amor más profundo y conocimiento más amplio de la palabra de Dios
(Juan 16:3).
e. La manifestación de los dones del Espíritu (I Corintios 12:4–11).
Bibliografía
Horton, s. M. (1996). TEOLOGIA SISTEMATICA UNA PERSPECTIVA PENTECOSTAL. MIAMI
FLORIDA: VIDA.

RYRIE, C. C. (1993). TEOLOGIA BASICA. MIAMI: UNILIT.

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