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Se fue la mitad de mi infancia

Suena algo raro que un hombre de 43 años lance esta frase, lo sé, pero es que a pesar de que hace
más de 20 años que no soy un niño, mi niñez se mantenía viva en los recuerdos precisos y
detallados que habitaban en la memoria prodigiosa de mi tan querida madrina camy. ¡Luis
Antonio!, recuerdas que cuando venias al apartamento no soltabas los trompitos durante horas y
horas, o te acuerdas aquella vez cuando fuimos al irotama y no querías salirte del mar…

… algunos de nosotros sabemos a través de la catequesis bautismal que una madrina suple en
todas sus funciones a una madre en caso de ausencia. Pero mi madrinita aquella mujer de la
familia que es ejemplo de santidad no necesitó esperar a que mi mama faltara para portarse como
una MADRE con todas sus letras. Me encuentro más que seguro que el 100% de sus oraciones
eran de intercesión por otros y casi nunca acudía a “Nuestro Señor” como ella lo llamaba para
pedir algo para ella. Tenía la facilidad de identificar tu necesidad, tu carencia y suplirla más a allá
de lo material. Una mujer desprendida de sí misma y entregada por entero a otros. Ha de ser por
eso que estuvo a medio paso de consagrarse como religiosa. Si lo pienso bien, nosotros tuvimos
una monja en la familia solo que la que nos tocó tenía un esposo al que amaba tan profundamente
que no soporto su partida y unos hijos por los que dio todo. Así como TODO lo dio por nosotros.
Algunos dicen que con su partida ganamos un Ángel en el cielo. Y yo digo que ese Ángel solo se
mudó, pues mientras estuvo con nosotros de cuerpo presente manifestó, en todo su esplendor, su
angelical condición humana. Difícilmente encontraremos una persona que nos AME más que
camy, pues el amor que ella entrega a raudales es el más parecido al amor de Dios que he
experimentado en toda mi vida.

Gracias Camy por ser simplemente ¡TÚ!.


Los mágicos súper poderes que otorga la abrazo-terapia.

Mi padre el Sargento Luis Antonio Angarita Cordero falleció el 9 de septiembre de 1975, dos
meses antes de que yo naciera, cualquiera diría que como hijo póstumo iba crecer con las
carencias propias de quien se cría, forma y educa sin su figura paterna. Tal caso no es el mío
pues como se lo he dicho a todo aquel que se interesa por el tema he sentido a mi padre
PRESENTE, hablándome desde mi interior sobre todo en los momentos de mayor crisis o en
situaciones claves, como en las que hay que tomar grandes decisiones de vida. En Fe se además
que es el primero en tender puentes entre Dios y Yo, y soy un convencido que le habla al oído e
intercede por mí en todo momento.
Mas lo anterior no quiere decir que a nivel espiritual no necesitara una figura PATERNA, aun
cuando reconozco que para la fecha de los hechos que les relataré no estaba familiarizado con
el término: “mi padre Asesor Espiritual”. Corría el año de 1999 cuando conocí a Fray Álvaro
Díaz Zorro un Sacerdote capuchino que sin llevar mi sangre, ni conocerme de antemano, e
incluso sin siquiera tener referencias mías, me trató desde el primer momento como un hijo.
Con el conocí una técnica fabulosa a la que con este articulo quiero darle especial importancia,
se conoce con el nombre de ABRAZOTERAPIA. Se dice que es una técnica que se basa en la
interacción de aquellas personas quienes reciben o brindan un abrazo, teniendo éstas la
oportunidad de liberar estrés, de aliviar tensión, de confirmar aceptación, de mejorar e incluso
de curar algunas patologías. Según algunos expertos por medio de un abrazo se abre la
posibilidad de expresar amor sin que exista la necesidad de utilizar las palabras para ello, esto
es posible gracias a que los abrazos pueden llegar a confortar y es una solución rápida y
efectiva para muchos males.
De mi experiencia personal tengo que confesarles que desde el momento que entraba en el
despacho de este fraile me sentía como la persona más importante sobre la faz de la tierra, no
solo por el abrazo en sí mismo sino que sabiamente lo acompañaba de un sin número de
halagos como: “llego el ingeniero de moda”, “tú eres un especialista en esos temas….”. No
existía proyecto que no pudieras sacar adelante (como fundar una cafetería dentro de una
parroquia de carácter alternativo). Liderar un movimiento juvenil de carácter mundial a nivel
nacional (la JUFRA). O minimizar cualquier problema familiar, personal o profesional. Eran
como una especie de súper poderes otorgados a través de esos mágicos abrazos.
Hoy 20 años después debo confesar que solo la practico con mi hija Sofía Valentina, como
quien trasmite a través de un legado su súper poder a su sucesora. Pero escribiendo estas líneas
me percato de lo importante que es trasmitirlo al mundo entero. Por eso te pido que en cada
encuentro conmigo me des o pidas de esos fuertes y mágicos abrazo que solo Alvarito sabia
prodigar, para que los súper poderes por ellos trasmitidos nos ayuden en la titánica tarea de
hacer de esta sociedad una más justa, equitativa y ajustada al plan de Dios.

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