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Ser mamá primeriza puede llevarte a cometer errores con tu bebé por falta de información o

exceso de cuidado. Te mostramos algunos de los errores más comunes, ¿te reconoces?

Qué bonito!

1. Abrigar demasiado a tu bebé: si la temperatura de la casa ronda los 20-22º, el niño puede estar
vestido con un body y un pelele entero de algodón que le cubra los pies. Si el bebé tiene frío, sus
manos y sus pies estarán fríos o un poco amoratados. Si suda por la parte del cuello y la cabeza, es
que tiene calor.

2. Mantener la casa en silencio mientras el bebé duerme por el día: a partir del mes y medio, el
bebé puede percibir los ciclos de luz-oscuridad y estará más predispuesto a dormir por la noche.
Por eso, hay que habituar al niño a percibir la luz del sol y los ruidos cotidianos de la casa cuando
es de día. Además, si hay un silencio absoluto cuando el niño duerme, se sobresaltará con
cualquier ruido.

3. Cambiar de pecho a tu bebé antes de que termine: la leche del final es la que más alimenta
porque tiene un mayor contenido en grasa, por tanto no es recomendable cambiar al bebé de
pecho antes de que acabe. Sabrás que tu bebé ha vaciado el pecho cuando éste esté
completamente blando. Para que tu bebé tenga una lactancia correcta debe mamar y vaciar los
dos pechos.Qué bonito!

4. Meter al bebé en la cama cuando no quiere dormir: hay que tener mucho cuidado cuando se
mete el bebé en la cama, porque corres el riesgo de quedarte dormida y aplastar o asfixiar al bebé.
Otro inconveniente de meterle en la cama es que el niño se acostumbre a dormir entre los padres
y luego no quiera volver a dormir en su cuna.

5. Guiarse por lo que dicen las abuelas u otras mamás: aunque escuches las opiniones de otras
madres, debes saber que el pediatra es la persona que más experiencia tiene y que más te puede
ayudar con tu bebé. En principio no deberías dudar de sus recomendaciones ni sustituirlas por
otras.

6. Esterilizar todo: hay que intentar que los objetos del bebé estén bien limpios, pero no
esterilizados, para que el niño entre en contacto con bacterias que le ayuden a desarrollar sus
propias defensas, pero no las suficientes como para que le provoquen una infección. Con los niños
prematuros hay que extremar la higiene, sobre todo las primeras semanas de vida.

7. Bañar al bebé todos los días: el manto graso de la piel del bebé se altera con el baño, por eso es
suficiente con bañarle dos o tres veces a la semana. Eso sí, después de cada cambio de pañal,
asegúrate de limpiarle bien con una esponja.

Qué bonito!8. No dejar que nadie coja al bebé: no hay ningún riesgo en que familiares y amigos
den besos y toquen al bebé. Si alguien está enfermo, ten la precaución de no llevar cerca de esa
persona al pequeño para evitar contagios.
9. Rapar la cabeza del bebé para que su pelo crezca más fuerte: no es cierto que el pelo crezca más
fuerte y el bebé puede perder calor corporal si es muy pequeño.

10. Hacerse la fuerte: el parto y el cuidado del bebé requieren un gran esfuerzo físico y mental, por
eso la mejor solución para ti y tu bebé si la situación te desborda es ser capaz de pedir socorro y
dejarte ayudar.

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