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Autos: Rodríguez Ferreira, Susana B. c/ Muñoz Meza, Juan A.

y Otra s/Indemnización de Daños y Perjuicios


País: Paraguay
Tribunal: 4ª Turno
Fecha: 15-11-2021 N° de Resolución: 366
Cita: IJ-MMMCMXIX-625

4ª Turno

LUQUE, 15 de Noviembre de 2021.-

VISTOS: Estos autos de los que; -

R E S U L T A:

QUE, en fecha 09 de noviembre del 2018, se presenta ante este Juzgado,


la Abg. BLANCA SOLEDAD ACOSTA en nombre y representación de la
señora SUSANA BEATRIZ RODRIGUEZ FERREIRA, a promover demanda
ordinaria por indemnización de daños y perjuicios, daño estético y daño
moral en contra de los señores JUAN ALBERTO MUÑOZ MEZA y KAREN
AVEIRO, en los términos de su escrito de fs. 71/89 de autos y del cual se
desprende, cuanto sigue: “…En el día domingo 04 de diciembre de 2016,
desde horas de la mañana se hallaban reunidos en el domicilio (arriba
citado) de los demandados, grupo de personas ex compañeros de curso de
la Promoción 1990 del colegio Saturio Ríos de San Lorenzo, compartiendo
un encuentro de confraternidad por fin de año, se hallaban entre personas
a más de los demandados, los señores Miguel Ruiz, Norma María Medina y
su esposo Daniel Ruiz Díaz, Viviana Céspedes, Viviana Bernal y su esposo
Oscar fraga, Mirian Amarilla , María del Rosario Ozuna y esposo Héctor
Bogado, Irma Alonso y esposo Marcial Giménez, Carlos Rodríguez , Mónica
Rivera, Francisco Riquelme, José Enciso, Javier Mosqueira, Rodrigo Ruiz
Díaz Medina, los hijos menores de los presentes, mi mandante con su
menor hija de entonces un año y medio de nombre Abigail, que desde la
llegada de la misma al sitio, aproximadamente a las 11:00 horas, se
hallaban sueltos dos perros de la raza Pastor Alemán, entre la concurrencia
pasando y en momento de servirse unas picadas previas al asado, que se
estaba preparando por el mismo dueño de casa, los canes insistentemente
molestaban con su presencia e intento de tomar las picadas o los restos de
ellas, en un momento determinado algunos de los presentes hicieron la
correcta sugerencia de pedir a los duelos que ataran a sus animales por las
molestias que estaban ocasionando, en especial por la presencia de varios
niños entre ellos, dicha advertencia fue obviada por los demandados, que
durante el almuerzo, los canes siguieron estando en el mismo sitio donde
estaba la mesa del almuerzo, pendientes y asechando por la comida (ver
fotografías). Que, una vez terminado el almuerzo todos los concurrentes,
luego de sacarse una foro grupal, que acompaño, se sentaron un grupo en
el patio de la casa quinta, como constan en las fotografías que se
acompañan, nuevamente los perros se pusieron en donde estaban todas
las personas reunidas, en momento alguno fueron apartados por sus
dueños, luego siendo aproximadamente las 15:30 horas, mi mandante la
Sra. Susana Beatriz Rodríguez Ferreira, al ver que su pequeña hija se
acercaba a uno de los perros, la misma intento espantarlo, cuando
intempestivamente y sin razón alguna fue violentamente atacada por el can
de la raza Pastor alemán de color negro en el que se encontraba en su
cercanía, el can de nombre MAX salto directamente por el rostro de la
misma, metiendo la cara de la misma en su boca, frente a todos los
presentes, incluso a los niños y en especial frente a la hija de la accionante.
Así las cosas e ínterin la Sra. Susana Beatriz Rodríguez, que se hallaba
compartiendo ameno momento de remembranzas con sus ex compañeros
de colegio, fue abruptamente atacada por el citado can, procediendo este
con toda ferocidad, propias en canes de esta naturaleza, en abalanzarse
contra la misma provocándole las heridas, la misma en vez de caer al suelo
estuvo parada y estupefacta por la reacción del can, que la seguía
mordiendo y con sus garras proferirle otras heridas, dañándola con sus
garras en su cuello y mejilla izquierda y derecha, ya que mi mandante
quedo parada, ínterin el can procedió a morderla en especial en su rostro,
donde conforme la misma relato a esta, se tardó en apartar al animal del
cuerpo de la misma. Estas mordidas produjeron heridas de consideración y
sangrado profuso en esa parte del cuerpo de mi mandante. Tal fue la
agresividad y ferocidad del ataque y ello lo amerito con las tomas
fotográficas que me permito adjuntar donde quedaron plasmadas las
heridas proferidas por el can a la humanidad de quien represento, que el
intento de los presentes para separarlo al can de su víctima, encontró
resistencia ante la agresividad de aquel sumado al tamaño y corpulencia
propio de esta raza de perros, que conforme testigos presentes en el lugar
ni al mismo dueño que le ordenaba por su nombre escuchaba ni hacía caso
a sus órdenes. Efectivamente no menos de teres personas tuvieron que
intervenir para separar definitivamente al citado can corriendo, las mismas
incluso, los mismos demandados, peligro de ser atacadas considerando,
reitero, la agresividad del can. De no haber aquellas intervenido exponiendo
sus vidas, porque la ferocidad del ataque del can así lo presentaba, otra
hubiera sido quizás la historia, el can hubiera seguido cegado por su instinto
animal. Una vez logrado separar al can, el que no hacía caso a ninguna
persona, no reaccionaba a las ordenes apareció la persona del hoy
accionado quien en compañía de otros presentes, así al menos se ha
indicado por quienes intervinieron en el salvataje de mi parte, llamo aquel
por su nombre MAX y procedieron a dominarlo llevándolo a otra parte de
su vivienda. Durante todo el tiempo que duro el ataque y posterior a ese y
pese que al mismo se estaba materializando en el propio domicilio, hoy día
su vivienda, de los dos accionados, ningunos de estos brindo ayuda o
primeros auxilios a mi parte dejándola prácticamente a su suerte y en
manos de terceros. Mi parte fue auxiliada por el señor Javier Mosqueira y
la señora Viviana Bernal, quien igualmente se hizo cargo de la pequeña hija
de la misma, trasladándola de urgencia a un centro asistencial más cercano.
Fue más importante para los mismos esconder rápidamente al peligroso
can, no por la peligrosidad sino por la reacción de quienes fueron testigos
del brutal ataque proferido por el mismo y que seguían igualmente en
riesgo con la presencia de dicho animal, conforme a manifestaciones de
testigos, una vez terminado el episodio, la reunión social siguió como si
nada hubiera pasado. Ciertamente lo único que se atuvo realizar el
accionado JUAN ALBERTO MUÑOZ era el de tranquilizar a mi parte, solo en
el momento del percance que ocasionó su perro, más sin embargo ni en
ese momento acompaño el, ni la codemandada a prestar los
correspondientes primeros auxilios, ni con posterioridad se ha mostrado
responsables del evento, considerando su rol de propietarios del can.
Tampoco su cónyuge Karen Aveiro, también demandada, quien lo único que
hizo fue manguerear el lugar donde ocurrió a los efectos de hacer
desaparecer la sangre que mano de las heridas sufridas por mi mandante
producto del ataque del perro de propiedad de los accionados, conforme
posteriores relatos de los presentes en el lugar, que siguieron igualmente
con la reunión social. Así las cosas, terceros ya citados, procedieron porque
los hoy accionados se llamaron a silencio y a la más absoluta desatención
desde entonces, omitiendo todo tipo de auxilio a quien resultaba víctima de
la ferocidad de su perro, a solicitar la presencia de los primeros auxilios
ante la gravedad de las heridas sufridas y estado de desangre que quedó
sumida la Sra. Susana Rodríguez. Pese a ello ningún auxilio llego de los
dueños del perro, por lo que ante la gravedad del hecho fue trasladada
desde Limpio, en el vehículo particular de la misma víctima, llevada hasta
la sede del Hospital Regional (Hoy General) de Luque, ubicado en la ciudad
del Luque donde recibió los primeros auxilios, ese mismo día domingo 4 de
diciembre de 2016, y donde le fue emitido el pertinente certificado médico
para luego y ante, reitero, la gravedad de las lesiones sufridas, los traumas
sufridos fue atendida, sin ni siquiera apersonarse en el Hospital NINGUNO
de los dos demandados, hasta la fecha no han brindado ningún tipo de
ayuda ni atención a la víctima, quedando solo una promesa mejor dicho
MENTIRA de asistirla en las consecuencias de lo que ocasiono su perro. En
el Hospital Regional (hoy General) de Luque, le fue otorgado a mi parte un
certificado médico expedido por el Dr. Víctor B. Velázquez Da Silva, Médico
Cirujano, certificado este, que en los términos del Art. 375 inc. b) del
Código Civil Paraguayo, merece plena fe acorde del Art. 383 del citado
cuerpo legal. En el certificado médico de marras quedo consignado como
diagnóstico: “Certifico que la Sra. Susana Rodríguez, sufrió mordedura de
perro en CARA y debe guardar reposo físico durante 15 (quince) días a
partir de la fecha, firmando dicho médico y la fecha 05 de diciembre de
2016. Desde ya solicito para en la oportunidad procesal del rigor se emita
oficios a dicho centro asistencial de salud, a efectos de que remitan el
diagnóstico y los primeros auxilios que le fue practicado a la misma. Pues
bien y acorde así lo he expresado en líneas que anteceden considerando la
gravedad de las lesiones sufridas y en el estado de que había quedado mi
poderdante, se estaba desangrando, partes de músculos y piel de la cara
colgaban, la misma recibió las suturas y auxilios pertinentes, y para las
curaciones correspondientes en el mismo hospital, donde tuvo que
concurrir a diario por espacio de 20 días, todo a su costa. Dada de alta mi
pate ha tenido que soportar casi 30 días de convalecencia durante los
cuales prácticamente tuvo que valerse del auxilio de terceros considerando
los dolores que le habían producido las heridas así como problema de
movilidad por la peligrosidad de las heridas en la cara, siendo que se
hallaban en cercanías del cerebro, órgano más que importante, que
cualquier infección de las heridas que podría afectar rápidamente la cabeza.
Recuérdese y ello consta de una de las tomas fotográficas que detallan la
gravedad las heridas sufridas a consecuencia de las mordidas del can fuero
su quijada y mejilla derecha prácticamente fue desgarrado lo que le ha
producido a la fecha una suerte de pérdida de movilidad y sensibilidad en
todo el rostro afectando importantes nervios faciales de movilidad y control
de movimientos. A consecuencia de las heridas sufridas a raíz del ataque
del que fue víctima por parte del can de propiedad de los accionados y las
secuelas por ellas dejadas a la Sra. Susana Beatriz Rodríguez Ferreira,
debió necesariamente recurrir a un plan de tratamiento conservador de una
duración de aproximadamente seis meses en fase primaria, y hasta la fecha
en permanentes controles, e inclusive deberá someterse a cirugías
reconstructivas a más de sesiones posteriores de kinesiología, tratamiento
odontológico y otros. A este tiempo debe adicionarse otros seis meses para
el proceso del control de las cicatrices. A estos efectos debió
necesariamente realizar de forma quincenal y mensual consultas con un
cirujano plástico amen de aplicarse costosos productos médicos así como
adquirir también otros medicamentos neurológicos especiales, recetados
por la neuróloga Dra. Margarita Paredes, sin descontar el tiempo de reposo.
Adjunto constancia que amerita cuanto sostengo y que será objeto de
corroboración en la estación procesal de rigor. Es de advertir que, ello surge
del propio documento expedido por la Sra. María Lorena González Pereira,
Reg. Prof. 7063, que la señora SUSANA BEATRIZ RODRIGUEZ FERREIRA,
es paciente conocida y tratada por CICATRICES secuela de Mordedura de
Perro en su fase crónica (fecha del evento 4 de diciembre de 2016)
actualmente con el Diagnostico de Cicatrices Patológicas secuelas de
mordedura de perro en rostro y cuello. Las cicatrices se presentan en el
tercio inferior derecho peri bucal con secuela de lesión del nervio trigémino
y las del cuello del lado izquierda.- El plan de tratamiento es QUIRURGICO,
considerando que las cicatrices ya se encuentran en fase madura y le
producen a la paciente diversos trastornos.- El procedimiento quirúrgico de
plastia de las cicatrices en el tercio inferior derecho del rostro, por lo que
se subsume que mi mandante se deberá someter a cirugía reconstructivas
bajo anestesia, cirugías en las que no se puede descartar complicaciones
quirúrgicas y o anestésicas, complicaciones estas las que nuevamente debe
exponerse aquella conllevando como todo acto quirúrgico invasivo riesgos,
SE ADJUNTA INFORME Y EVALUACION DE LA MEDICA TRATANTE, con
mayores detalles. Habida cuenta las innumerables cicatrices que dejaron
las heridas en el rostro de mi poderdante por las mordeduras del can de
propiedad de los accionados, aquella debió y se halla y deberá
necesariamente someter a mas tratamientos a los efectos de drenar los
edemas, disminuir el dolor, liberar cicatrices por citar, pero especialmente
corregir las mismas que son a la vista visibles en la cara de mi mandante,
con todo lo que ello ha generado desde el día del hecho. A la fecha de esa
mi parte ha tenido que concurrir y solventar varias consultas médicas a
cirujanos plásticos, neurólogos y odontólogos, así como sesiones de
tratamiento psicológico, que tienen sus costos en dinero. Se adjuntan
facturas de dichos gastos. Además de las lesiones, heridas de la cara y en
cuello proferidas por el can de propiedad de los accionados también a
consecuencia de este ataque sufrió un fuerte golpe por el impacto, el cual
ocasionó movimientos dentales lo que ha motivado a ser atendida y
sometida a radiografías panorámicas y tratamiento, mi mandante sufría
constantes dolores de cabeza y dolores de oído en lado izquierdo, por lo
que concurrió a la Cátedra de Otorrinolaringología del Hospital de Clínicas,
a fin de ser atendida en esas dolencias, no hallándose el motivo que las
ocasionaban, hasta que empezó igualmente a sentir molestias y dolores de
dientes, que la llevaron a consultar a través del seguro
odontológico familiar que la misma posee en la firma ODONTOS –
PROMEDENT S.A., llegando hasta la conclusión de hallarse a trapes de la
Dra. Verónica Caballero, especialista en ATM (Articulación Temporo
Mandibular) a la conclusión que es por lesión al ATM que se producían
dichas molestias secundarias. Así mismo se adjuntan facturas de los
servicios de tomas radiográficas de la empresa ARCO, a indicación de la
Odontóloga Dra. Amini Haitter, profesional de ODONTOS, al igual que la
ficha de la especialista en ATM Dra. Verónica Caballero, y que ameritan la
importancia de las lesiones producto del ataque del can que movieron de
su sitio dicha articulación importante. Solicitando desde ya se recaben los
informes pertinentes en su oportunidad. A modo de referencia, los
Trastornos de la articulación temporo mandibular: Los trastornos de los
músculos y la articulación temporo mandibular (trastornos de la ATM) son
problemas que afectan las articulaciones y músculos de la masticación que
conectan la mandíbula inferior al cráneo. Causas: Existen 2 articulaciones
temporo mandibulares apareadas, una a cada lado de la cabeza, localizadas
justo al frente de los oídos. La abreviación “ATM” literalmente se refiere al
nombre de la articulación, pero con frecuencia se utiliza para referirse a
cualquier trastorno o síntoma de esta región. Muchos síntomas relacionados
con la ATM son causados por efectos del estrés físico sobre las estructuras
alrededor de la articulación. Estas estructuras abarcan: Disco cartilaginoso
en la articulación, Músculos de la mandíbula, la cara y el cuello. Ligamentos,
vasos sanguíneos y nervios cercanos y Dientes. Que, igualmente, las
heridas produjeron lesiones en el nervio facial principal y en las numerosas
ramificaciones nerviosas que fueron completamente desgarradas, es decir
sacadas de su normalidad, llegando mi mandante a perder hasta la fecha
la sensibilidad en toda la zona de las heridas, hoy cicatrices, la misma fue
tratada a tal efecto por la Dra. Margarita Paredes, Neuróloga, como
paciente de la misma, tomando consultas en el Hospital General de Luque,
donde obran los antecedentes, la citada profesional de la salud, ha
extendido el CERTIFICADO MEDICO donde constan las lesiones sufridas por
mi mandante, que expresamente dice: “Susana Rodríguez, C.I. N°
1680299, 44 años de edad, con antecedentes de mordedura de perro el 4
de diciembre de 2016, ocasión en que presento heridas cortantes en la
región facial (mentoniano y peribucal lado derecho) con lesión
subsecuentes de ramos del nervio trigeminal para maxilar inferior lado
derecho por la cual presenta hipasetsia en dicho territorio. Se halla en
tratamiento multidisciplinario con Psicólogo, Cirugía Plástica y Neurólogo”
expedido el 20 de julio del 2017. Sumado a lo expuesto el ataque del que
fue víctima la Sra. Susana Beatriz Rodríguez Ferreira, a las intervenciones
médicas a las que tuvo que someterse (sutura de numerosos puntos y
cuidado de esas graves heridas) y a las futuras intervenciones quirúrgicas
a las que deberá someterse, el verse diariamente llena de cicatrices que no
hacen otra que recordarle aquel, las idas y venidas a los centros médicos y
hospitales donde debe realizar los tratamientos terapéuticos la han
afectado emocionalmente y a los efectos de poder ir sobrellevando la
angustia que un evento de esta naturaleza causa a cualquiera persona,
necesariamente debe contar con el acompañamiento de un profesional de
la salud mental. En la oportunidad procesal de rigor este extremo será
objeto de corroboración plena. Ciertamente deberá mínimamente concurrir
a lo menos durante más tiempo de los que ya ha asistido, a sesiones de
terapia lo que importará igualmente costo dinerario. Mi mandante a pocos
meses del suceso ha tomado atención psicológica a través de la Lic. Fanny
Raquel Escobar Olmedo, cuyo informe se adjunta a la presente demanda.
En conclusión, tenemos un hecho cierto y concreto que el ataque del que
fue víctima la señora SUSANA BEATRIZ RODRIGUEZ FERREIRA, por parte
de un can propiedad de los accionados de nombre MAX, así como los daños
físicos como materiales y morales que ese evento le ha producido a la
misma, y por el cual deben responder los hoy accionados en base a claras
normativas que hacen a la responsabilidad. EL PASTOR ALEMAN –
RESPONSABILIDAD – PROPIETARIO DEL ANIMAL. Permítaseme
previamente hacer unas breves consideraciones sobre las características de
la raza del can de los accionados, un PASTOR ALEMAN, sin que esto importe
una suerte de hacer apología contra esta raza. De estas se concluirá con
mayor deber de cuidado que les correspondía a sus dueños ante la
potencialidad de causar daños a terceros sin que a estos se les pueda
imputar el llamado “hecho de la víctima”. Perros potencialmente peligrosos
es la denominación que no solo algunas legislaciones utilizan para nombrar
a determinadas razas de perros que son consideradas potencialmente
peligrosas por sus atributos físicos sino que igualmente por aquellos que
conocen las características de este tipo de raza. Agresividad en ataque y
defensa, resistencia al dolor, junto con gran tenacidad son propias de esta
raza que es fruto de cruces en busca de perros de pelea, guardianes,
defensa, ataque, custodia y vigilancia. Los especialistas aseguran y ello
consta en la basta literatura sobre esta raza que generalmente dicha raza
no es sociable con extraños, que es un animal de pelea, con una carga
energética de alta virulencia así como de alta peligrosidad. Inestables y
agresivos. Dadas sus condiciones físicas – tamaño, fortaleza, tenacidad.
han sido criados reitero para la pelea y defensa, para resguardar personas
o bienes. Tienen el potencial de realizar ataques causando graves daños en
ocasiones con resultados letales. La agresividad, característica de los
perros pastor alemán, es mayor que la de otros perros por su tamaño y por
la potencia de su mordedura, superior a la de otras razas. Los especialistas
señalan que es posible que un animal con estas características pueda atar
a una persona sin importar su edad o condición física. Si es una persona
que tiene menos fuerza, como un niño o un anciano, o una mujer es más
probable., pero también pueden matar a un hombre fuerte si se cae al piso
y le muerde zonas vitales. Otros afirman que es una máquina de matar.
Las características señaladas se agravan ante el cuidado inadecuado y la
irresponsabilidad de sus dueños cuando que, siempre según los
especialistas, la inteligencia de estos perros los hace fácilmente
adiestrables. Ciertamente, si bien es una raza dominante necesitan también
de un cuidador dominante que tenga asumida la responsabilidad de una
adecuada y correcta socialización desde temprana edad. Si bien es
importante la raza el factor humano es decisivo en la conducta final del
animal. De ello surge la responsabilidad del dueño en brindarle ambiente
adecuado así como la de educar a un perro potencialmente peligroso
evitando la predisposición a la agresión y entrenándolo en forma adecuada
ya que un perro mal entrenado también puede ser muy peligroso.
Ciertamente y esto será objeto de análisis, líneas que siguen el fundamento
de responsabilidad del dueño o guardián de animales se encuentra en falta
de vigilancia y cuidados que de los animales domésticos deben tener los
citados, extremos estos que han faltado en la conducta de los hoy
accionados. Pues bien así las cosas y exteriorizadas las características del
Pastor Alemán y habida cuenta el lugar donde aconteció el ataque del que
fue víctima mi parte, se tiene que el sitio se trata de una casa quinta, donde
los accionados en este entonces aun no residían, donde los accionados en
ese entonces aun no residían, donde los canes son guardianes, y no es
frecuente las visitas, donde los animales – dos perros tienen marcado su
territorio – el cual mantienen, siendo la presencia de muchas personas, un
acto poco regular y no corriente de los que están acostumbrados, que de
ser debidamente cuidados ningún perjuicio debería razonablemente derivar
o suceder. En el caso en estudio y que fuera traído a debate ante el Juzgado
resultó sin embargo dañoso pero no por culpa o impericia de quien resultó
víctima del ataque del can propiedad de los demandados, sino porque estos
tenían suelto un perro bravo entre los recurrentes, los canes
potencialmente peligrosos, en clara contravención a los deberes que
impone la vida en comunidad. Esta es la sola raíz del suceso desde el punto
de vista de la responsabilidad y el comportamiento de la víctima de la
señora Susana Rodríguez, estar entre todos los concurrentes creyéndose
segura no desempeño otro papel que el de suministrar la ocasión para que
el peligro latente explotase, pudiendo haber sido cualquiera de los
presentes la victima de los perros sueltos de los demandados. La teoría
tradicional mira el problema de la responsabilidad desde el ángulo del autor
del hecho, en tanto que la nueva lo hace desde el punto de vista la de
víctima. El derecho mira a la víctima, no le interesa castigar sino reparar.
Producido el daño, lo que interesa ante todo es reparar al damnificado. Es
que la creciente apetencia de tutela de la conciencia social no admite que
un quebranto quede desguarnecido de protección. La responsabilidad existe
por el solo hecho de la causación del daño. Todo bien jurídico puede sufrir
un daño, y ello genera, como contrapartida, el derecho al resarcimiento que
se concreta con la indemnización. El interés social es restablecer el
equilibrio jurídico económico alterado por el daño es el impulso generador
de la responsabilidad civil y el equilibrio se rompe toda vez que el
cumplimiento de una finalidad subjetiva se traduzca en el inferimiento de
un daño injusto a quien no tiene el deber de soportarlo pasivamente. De
allí entonces que el resarcimiento, estos es la indemnización de daños,
cumple una función de satisfacción del interés del acreedor. A ello se suma
la calidad de sanción que implica para el responsable la norma jurídica en
que ha incurrido el deudor, además de su función equilibradora. Indemnizar
no es otra que eximir de todo daño y perjuicio mediante un cabal
resarcimiento. Y ese cabal resarcimiento no se logra si el daño o el perjuicio
subsisten en cualquier medida. Desde tiempos remotos los jurisconsultos
romanos vieron en el “alterum non laedere” uno de los preceptos esenciales
del derecho. Por tanto quien causa un perjuicio a otro está obligado a
repararle. Es innecesario abundar en reflexiones para verificar que la teoría
de la responsabilidad civil organizada por nuestra legislación se funda en la
culpa o el dolo del agente. El Art. 1833 del Código Civil dispone: El que
comete un acto ilícito queda obligado a resarcir el daño. Si no mediare
culpa, se debe igualmente indemnización en los casos previstos por la ley,
directa o indirectamente”, este precepto legal aleja toda duda. La fórmula
es categórica: no hay responsabilidad sin culpa. Si estamos obligados a
reparar los perjuicios que hemos podido causar por la razón de la malicia
de cómo hemos obrado (dolo) o de la omisión de diligencias exigidas por la
naturaleza del acto y correspondientes a las circunstancias de las personas,
del tiempo y del lugar, las que de haberse practicado habrían evitado el
daño sobreviniente a nuestra acción, todo lo cual cae en el concepto general
de culpa. Dicha norma, Art. 1833 CC, se refiere al dolo, culpa o negligencia
– culpabilidad – como requisitos sine qua nom. Ahora bien en la actualidad
conviven con los factores de imputación subjetivos de responsabilidad civil
los factores atribución objetivos, sin que unos prevalezcan sobre otros.
Ciertamente, el Art. 1853 del citado cuerpo legal, establece: El propietario
de un animal, o quien se sirve de el, durante el tiempo que lo tiene en uso,
es responsable de los daños ocasionados por el animal, sea que estuviese
bajo sui custodia, o se hubiese escapado o extraviado, si no probase caso
fortuito, o culpa de la víctima o de un tercero.-, norma jurídica esta que
invoco en favor de las pretensiones de mi parte, es claro al establecer la
responsabilidad del propietario del animal sea que estuviese bajo su
custodia, o se hubiese escapado o extraviado. Su fundamento reposa en la
idea del riesgo. Es preciso antes de avanzar de dejar sentado que el dueño
del animal es su propietario y la calidad de tal en los animales deriva de la
posesión, Art. 2508 del CC, …, es esta la que determina la propiedad. La
imputación al dueño o el guardián es a título de culpa por no haber vigilado
adecuadamente al animal para que no produjera daño alguno. Si el animal
causa daño ello se ha debido a un defecto o negligencia en la guarda de ahí
la presunción de culpa que se establece contra el dueño. Como causal
exoneratoria la ley recoge una que se funda en la falta de culpa lo cual
supone que el deber de vigilancia esta implícitamente contemplado.
Adviértase que el único caso en que la falta de culpa libera. En todas las
demás es intrascendente acreditar que se ha tomado todas las diligencias
del caso. Un amplio sector de la doctrina y la jurisprudencia reconoce que
la responsabilidad del dueño tiene una base objetiva que no se vincula con
la culpa y que la ley pone en cabeza de los sujetos responsables por la sola
circunstancia de tener una cosa. El deber de guarda del animal que compete
al propietario tiene la característica de una obligación de resultado de donde
su sola violación evidenciada por el hecho del daño implica la
responsabilidad de aquel. El incumplimiento o fracaso de la obligación de
custodia o guarda ponen de manifiesto la responsabilidad del guardador.
Un animal, por su naturaleza, como el perro, no deja de ser una cosa, y,
como tal, susceptible de generar riesgos, una interpretación armónica de
la legislación y de la doctrina, hace radicar el fundamento de la
responsabilidad del dueño o guardián en el riesgo creado. Se ha señalado
que el fundamento se encuentra en el riesgo creado por un tipo especial de
las cosas, semovientes, que han sido consideradas por el legislador
intrínsecamente peligrosas aunque no se trate de animales feroces y a las
cuales se les aplica un régimen similar que al resto de las cosas peligrosas
y de índole objetivo recayendo sobre el dueño y/o guardián del animal la
presunción de responsabilidad, correspondiendo a este la carga de acreditar
la culpa de la víctima o el hecho del imputación subjetivos de
responsabilidad civil los factores atribución objetivos, sin que unos
prevalezcan sobre otros. Ciertamente, el Art. 1853 del citado cuerpo legal,
establece: El propietario de un animal, o quien se sirve de el, durante el
tiempo que lo tiene en uso, es responsable de los daños ocasionados por el
animal, sea que estuviese bajo sui custodia, o se hubiese escapado o
extraviado, si no probase caso fortuito, o culpa de la víctima o de un
tercero.-, norma jurídica esta que invoco en favor de las pretensiones de
mi parte, es claro al establecer la responsabilidad del propietario del animal
sea que estuviese bajo su custodia, o se hubiese escapado o extraviado.
Su fundamento reposa en la idea del riesgo. Es preciso antes de avanzar
de dejar sentado que el dueño del animal es su propietario y la calidad de
tal en los animales deriva de la posesión, Art. 2508 del CC, …, es esta la
que determina la propiedad. La imputación al dueño o el guardián es a título
de culpa por no haber vigilado adecuadamente al animal para que no
produjera daño alguno. Si el animal causa daño ello se ha debido a un
defecto o negligencia en la guarda de ahí la presunción de culpa que se
establece contra el dueño. Como causal exoneratoria la ley recoge una que
se funda en la falta de culpa lo cual supone que el deber de vigilancia esta
implícitamente contemplado. Adviértase que el único caso en que la falta
de culpa libera. En todas las demás es intrascendente acreditar que se ha
tomado todas las diligencias del caso. Un amplio sector de la doctrina y la
jurisprudencia reconoce que la responsabilidad del dueño tiene una base
objetiva que no se vincula con la culpa y que la ley pone en cabeza de los
sujetos responsables por la sola circunstancia de tener una cosa. El deber
de guarda del animal que compete al propietario tiene la característica de
una obligación de resultado de donde su sola violación evidenciada por el
hecho del daño implica la responsabilidad de aquel. El incumplimiento o
fracaso de la obligación de custodia o guarda ponen de manifiesto la
responsabilidad del guardador. Un animal, por su naturaleza, como el
perro, no deja de ser una cosa, y, como tal, susceptible de generar riesgos,
una interpretación armónica de la legislación y de la doctrina, hace radicar
el fundamento de la responsabilidad del dueño o guardián en el riesgo
creado. Se ha señalado que el fundamento se encuentra en el riesgo creado
por un tipo especial de las cosas, semovientes, que han sido consideradas
por el legislador intrínsecamente peligrosas aunque no se trate de animales
feroces y a las cuales se les aplica un régimen similar que al resto de las
cosas peligrosas y de índole objetivo recayendo sobre el dueño y/o guardián
del animal la presunción de responsabilidad, correspondiendo a este la
carga de acreditar la culpa de la víctima o el hecho del el daño como un
perjuicio; ya sea material o moral, que resulta de la violación o lesión por
un sujeto de derecho subjetivo de otro, causado en infracción a lo prescripto
por una norma jurídica, es decir, utiliza las palabras daño y perjuicio como
sinónimos, adecuándose al leguaje moderno, que nos los distingue
conceptualmente. Efectivamente, dispone el Art. 1835 del C.C.: “Existirá
daño, siempre que se cause a otro algún perjuicio en su persona, en sus
derechos o facultades, o en las cosas de su dominio o posesión. La
obligación de reparar se extiende a toda lesión material o moral causada
por el acto ilícito…”. En la jurisprudencia se ha dicho que el daño en sentido
amplio significa la ofensa o lesión de un bien jurídico cualquiera y respecto
de la responsabilidad civil, con un contenido más preciso, representa el
menoscabo de valores económicos o patrimoniales. Es una lesión a un
interés. La pauta general entonces, para precisar el concepto de daño está
en el menoscabo del interés legítimo de otro sujeto. El daño es el
menoscabo que a consecuencia de un acaecimiento o evento determinado
sufre una persona, ya en sus bienes vitales naturales, ya en su propiedad
o en su patrimonio. …. Como es sabido, el concepto de daño resarcible que
desarrolla nuestro derecho civil tiene como mira la reparación del perjuicio
sufrido por quien se agracia como damnificado y ello se logra siempre y
cuando se verifiquen determinados requisitos o condiciones capaces de
determinar la entidad de “daño jurídico” reparable. …Atento a los extremos
alegados a lo largo de esta acción y que encuentran sostén en las
documentales glosadas y que de ser necesario serán confirmados en la
estación procesal de rigor, reitero, mi parte ha sufrido daños tanto físicos
como de índole psicológica y moral, sin descontar el daño patrimonial que
le ha deparado el evento dañoso. En cuanto al DAÑO PATRIMONIAL, la
misma ha tenido que solventar el costo que le ha deparado someterse
varias veces a tratamientos médicos multidisciplinarios a consecuencias de
las lesiones físicas sufridas. Así mismo deberá hacer frente con su
patrimonio al costo que le deparara los tratamientos de fisioterapia, las
intervenciones odontológicas y un tratamiento psicológico, amén de
aquellos implementos médicos necesarios que ya fueron y que serán a
futuro. O sea el evento dañoso del que resultó víctima le ha producido un
daño emergente, por el que debe responder los demandados. Se aclara que
ese dispendio de dinero lo hizo durante todo el tiempo desde el suceso
hasta la fecha, sin recibir ningún tipo de ayuda de los demandados. El
Código Civil Paraguayo, dispone en su Art. 1859, que en caso de lesiones
corporales la indemnización consistirá en el pago de todos los gastos de
curación y convalecencia del ofendido. Estos son los gastos médicos,
medicamentos, análisis, radiografías, etc. … El daño emergente se refiere
al coste de la reparación necesaria del daño causado y a los gastos en los
que se ha incurrido con ocasión del perjuicio. Es decir son los gastos
ocasionados o que se vayan a ocasionar, como consecuencia del evento
dañoso y que el perjudicado – o un tercero – tiene que asumir. Son daños
efectivamente producidos porque se trata de gastos efectivamente
realizados o que se van a realizar. Abarca la pérdida misma de elementos
patrimoniales, los desembolsos que hayan sido menester o que en el futuro
sean necesarios y el advenimiento de pasivo, causados por los hechos de
los cuales trata de deducirse la responsabilidad de manera tal que se debe
entender como daño emergente, ese daño que sustrae del patrimonio del
afecto el bien o parte de el debido a si desaparición, deterioro o
imposibilidad de uso. Conforme a las constancias adjuntadas a esta acción
y a la planilla que se detalla el evento dañoso del que fue víctima la señora
Susana Rodríguez, le depara un daño patrimonial emergente que hace a la
suma de Gs. 72.253.677, que se detallan de la siguiente forma:

“Los gastos médicos y farmacéuticos constituyen por esencia un daño


emergente indemnizable como gasto de curación y convalecencia de la
víctima y deben ser abonados a quien los efectúa si guardan relación causal
adecuada el evento dañoso…son indemnizables los gastos médicos y de
farmacia si los comprobantes existen, corresponden a los gastos que
concuerdan con las lesiones probadas….” DAÑO ESTETICO –
RESARCIMIENTO. Atento a las constancias, informes médicos y tomas
fotográficas con ellas se vislumbran las lesiones físicas sufridas en la
humanidad de quien represento, lo que ha modificado su estado físico,
produciéndole un DISVALOR. No puede siquiera remotamente sostenerse
que esa ateración no es desfavorable desde el punto de vista estético. Basta
con confrontar la toma fotográfica de antes y después, las que se
acompañan a esta presentación. Señor Juez; El derecho a la vida y a la
INTEGRIDAD CORPORAL constituye un derecho esencial del ser humano
protegido debidamente por la legislación y reconocido con total amplitud
por la doctrina y jurisprudencia como un valor en si económicamente
indemnizable, admitiéndose justamente con las heridas u ofensas físicas la
reparación integral del daño psíquico y de la lesión estética. … El daño
estético constituye un género de detrimento corporal de frecuente
relevancia en el ámbito de la responsabilidad civil. Se traduce en una
afectación de la inviolabilidad física del hombre, la cual se reconoce como
objeto de un específico derecho de la personalidad. Se trata de cualquier
cicatriz, irregularidades asimétricas o asimetría facial, etc, que este
expuesta a simple vista o pueda permanecer oculta por la vestimenta pero
que en definitiva afectan la estética de la persona, es decir, cambian el
sentido de la normalidad superficial de cualquier ser humano. No es
requisito de la lesión estética que ella recaiga en partes del cuerpo que
usualmente se muestran o exhiban a los demás. En fin se computa como
perjuicio estético roda modificación exterior de la figura precedente o
alteración del esquema corporal. …. No puede, Señor Juez, ignorarse la
falta |de significación que reviste la dimensión estética del cuerpo,
expresiva de un valor de goce espiritual. …, Consiguientemente la
modificación del estado físico de la persona supone el nacimiento de un
DISVALOR, LA ALTERACION debe ser desfavorable desde el punto de vista
estético. En el caso en particular, reitero, mi mandante es PROFESIONAL
ABOGADA, y es su presencia esencial en sus relaciones laborales y
personales, las cicatrices que presenta EL “Los gastos médicos y
farmacéuticos constituyen por esencia un daño emergente indemnizable
como gasto de curación y convalecencia de la víctima y deben ser abonados
a quien los efectúa si guardan relación causal adecuada el evento
dañoso…son indemnizables los gastos médicos y de farmacia si los
comprobantes existen, corresponden a los gastos que concuerdan con las
lesiones probadas….” DAÑO ESTETICO – RESARCIMIENTO. Atento a las
constancias, informes médicos y tomas fotográficas con ellas se vislumbran
las lesiones físicas sufridas en la humanidad de quien represento, lo que ha
modificado su estado físico, produciéndole un DISVALOR. No puede siquiera
remotamente sostenerse que esa ateración no es desfavorable desde el
punto de vista estético. Basta con confrontar la toma fotográfica de antes
y después, las que se acompañan a esta presentación. Señor Juez; El
derecho a la vida y a la INTEGRIDAD CORPORAL constituye un derecho
esencial del ser humano protegido debidamente por la legislación y
reconocido con total amplitud por la doctrina y jurisprudencia como un valor
en si económicamente indemnizable, admitiéndose justamente con las
heridas u ofensas físicas la reparación integral del daño psíquico y de la
lesión estética. … El daño estético constituye un género de detrimento
corporal de frecuente relevancia en el ámbito de la responsabilidad civil. Se
traduce en una afectación de la inviolabilidad física del hombre, la cual se
reconoce como objeto de un específico derecho de la personalidad. Se trata
de cualquier cicatriz, irregularidades asimétricas o asimetría facial, etc, que
este expuesta a simple vista o pueda permanecer oculta por la vestimenta
pero que en definitiva afectan la estética de la persona, es decir, cambian
el sentido de la normalidad superficial de cualquier ser humano. No es
requisito de la lesión estética que ella recaiga en partes del cuerpo que
usualmente se muestran o exhiban a los demás. En fin se computa como
perjuicio estético roda modificación exterior de la figura precedente o
alteración del esquema corporal. …. No puede, Señor Juez, ignorarse la
falta |de significación que reviste la dimensión estética del cuerpo,
expresiva de un valor de goce espiritual. …, Consiguientemente la
modificación del estado físico de la persona supone el nacimiento de un
DISVALOR, LA ALTERACION debe ser desfavorable desde el punto de vista
estético. En el caso en particular, reitero, mi mandante es PROFESIONAL
ABOGADA, y es su presencia esencial en sus relaciones laborales y
personales, las cicatrices que presenta EL cicatrices en la cara, así como
siendo la misma el pilar de atención, manutención y sostén de su casa y
sus cinco hijos ha tenido que sortear sus estados de ánimo ante dicho hecho
dañoso. Que, profundo padecimiento en sus sentimientos ha causado el
desdén, el abandono y la total falta de responsabilidad del demandado Juan
Alberto Muñoz Meza y Karen Aveiro, el primero que fue compañero de
colegio y amigo de tantos años de la víctima, la misma le guardaba afecto
y resultó completamente decepcionada por la falta de humanidad y
responsabilidad hacia la misma durante todo este tiempo, lo que le ha
ocasionado mucho sufrimiento pues hasta antes de la interposición de la
demanda la victima los esperaba para poder llegar a algún acuerdo y seguir
con la amistad de tantos años, pero la realidad es otra con los demandados
que no asistieron ni afectiva ni efectivamente a la víctima. El daño, Señor
Juez, sea material o moral, crea un desorden en la relación entre las
personas y la reacción de la justicia correctiva y reparador es la
indemnización. Mi parte demanda por tal concepto, daño moral, la suma de
Gs. 100.000.000 (Guaraníes cien millones)…. En definitiva mi parte reclama
a los demandados la suma de Gs. 322.253.677 (GUARANIES TRESCIENTOS
VEINTE Y DOS MILLONES DOSCIENTOS CINCUENTA Y TRES MIL
SEISCIENTOS SETENTA Y SIETE) y más los intereses a contarse desde la
promoción de esta acción, CON COSTAS…”. Acompañando a su
presentación, los recaudos e instrumentales pertinentes al caso. (fs. 01/89
de autos).

QUE, por providencia de fecha 16 de noviembre del 2018, entre otras


disposiciones, el Juzgado tuvo por iniciada la presente demanda y de la
misma como de los documentos acompañados corrió traslado a la parte
demandada para que la conteste dentro del término de Ley. (fs. 90 de
autos). –

QUE, en fecha 14 de diciembre del 2018, se presenta ante el Juzgado el


Abg. RUBEN ALEJANDRO MEZA RODAS en nombre y representación de los
señores JUAN ALBERTO MUÑOZ MEZA y KAREN DAIANA AVEIRO FRANCO,
a los efectos de contestar la presente demanda en los términos de su escrito
de fs. 102/109 de autos y del cual se desprende cuanto sigue:
“…RECONOCIMIENTO DE ALGUNOS HECHOS. En cumplimiento del Art. 235,
literal a) del Código Procesal Civil, mi parte reconoce expresamente los
siguientes hechos invocados en la demanda, aclarando que son los únicos
a reconocer y que los demás serán expresamente negados seguidamente.
Que el día domingo 4 de diciembre del 2016, efectivamente desde
aproximadamente las 09:00 horas de la mañana, estaban reunidos en el
domicilio de mis mandantes, los dueños de la casa, la ahora demandante y
varios otros ex compañeros de curso Promoción 1990 del Colegio Saturio
Ríos de San Lorenzo, entre quienes también se destacan la de Miguel Ruíz,
Norma María Medina y su esposo Daniel Ruiz Díaz, Viviana Bernal y su
esposo Oscar Fraga, Mirian Amarilla, María del Rosario Ozuna y su esposo
Héctor Bogado, Irma Alonso y su esposo Marcial Giménez, Carlos
Rodríguez, Mónica Rivera, José Enciso, Javier Mosqueira y Rodrigo Ruiz Díaz
Medina, con motivo de disfrutar de un almuerzo de confraternidad y al
mismo tiempo reforzar los lazos de amistad que los unen desde esa época,
tratando de aprovechar para así también brindar juntos por las festividades
de fin de año que se aproximaban. Que es verdad que aproximadamente a
las 11:00 horas llegaron a la cita la SUSANA BEATRIZ RODRIGUEZ
FERREIRA, acompañada de su pareja JAVIER MOSQUEIRA y su pequeña
hija ABIGAIL, es decir al menos un par de horas después de que llegaran
casi todos los invitados y viendo que no había necesidad de atar o separar
a los perros por la llegada de las visitas, a sugerencia de los ya presentes
en la casa se los dejó deambulando sin ningún inconveniente por el amplio
patio de la misma. Que terminado el almuerzo, a eso de las 13:30 horas,
los concurrentes pasaron a tomarse unas fotos grupales para luego ocupar
los asientos preparados en el patio de la casa. Coincidentemente con el
relato de la propia víctima. De este modo trascurrían ya unas 5 horas de
disfrutar una amena reunión sin sobresalto alguno, sin dejar de mencionar
que los mencionados canes seguían deambulando por el patio de la casa y
esporádicamente también entre los presentes, no demostrando en ningún
momento señales de agresividad o perturbación. Por otro lado, a pesar de
que entre los recurrentes se encontraban sus amos, y haber trascurrido ya
un buen tiempo de la presencia de los invitados estos animales ya perdieron
el interés por estar entre las personas que estaban en la casa. Que, es
cierto que alrededor de las 16:00 horas, el can de nombre MAX se
encontraba cruzando entre los presentes para dirigirse al otro extremo del
patrio, y en un determinado momento, atraído por el chasquido de los
dedos del señor Javier Mosqueira, decide quedarse a un lado de éste donde
estaba sentado. La quietud se volvió más intensa cuando sintió que ésta
persona le estaba acariciando la piel, que podemos afirmar bien le agrada.
En ese momento se acerca la víctima atraída por el hallazgo que había
hecho su pareja adherida a la piel del animal, ofreciéndole inmediatamente
para extraer lo que creían se trataba de un parásito conocido como
garrapatas, a ese propósito sujeto al perro entre las piernas y él en la
intuición de que le estaban atacando trató de defenderse pegando un brinco
y mordiendo a la señora Susana Beatriz. Esta circunstancia será
corroborada por los testigos presentes. Que, es veraz que la demandante
fue traslada a un centro asistencial por los señores Javier Mosqueira y
Viviana Bernal, pero distorsiona un tanto cuando afirma que solo fue
auxiliada por estas personas y que las demás que estaban en el lugar
omitieron hacerlo. Deja de mencionar siquiera el ofrecimiento realizado
inmediatamente los dueños de casa para trasladarla con urgencia a un
centro asistencial más cercano. Exagera, evitando calificarlo de mentira,
que se la trasladó a un centro asistencial más cercano, se aprecia en las
documentales que acompaña a su demanda que la primera atención médica
recibida después del incidente fue en el hospital Regional de Luque, distante
a más de 11 Km. del lugar del evento, que en caso de existir una verdadera
urgencia cualquier accidentado y los que lo acompañan acudirían al más
cercano de los hospitales públicos y sanatorios privados en la ciudad de
Limpio. Con ésta actitud, vaya a saber de quién, se perdió un importante
espacio de tiempo que podría haberse evitado, considerando que el mismo
se extendió más por el recorrido que hicieron y por considerable aumento
del tráfico que ya se da esa hora en un día feriado. Las personas que le
acompañaron podrán testificar lo ocurrido en esta parte. Que la misma
demandante a través de su representante convencional reconoce que a
través de terceros, refiriéndose a sus ex compañeros de colegio y amigos
con quienes estuvo compartiendo el almuerzo por todos ellos organizados,
fue trasladada desde Limpio hasta la sede del Hospital Regional de la ciudad
de Luque para recibir los primeros auxilios ese día domingo 4 de diciembre
de 2016. Obviamente, los compañeros que la auxiliaron lo hacían
respondiendo, como todos en estos casos, a la solidaridad que existe más
aún entre ellos, que existiría en cualquier persona que ve sufrir a otra algún
accidente. Es por ese sentimiento que mis comitentes también se ofrecieron
para trasladarla. Al no evidenciarse un peligro inminente para la vida de la
víctima, todos los presentes aceptaron la decisión de la accidentada y los
que decidieron acompañarla cuando optaron por exonerar a los dueños
acompañarlos. Es por ésta razón, y no otra, así como lo reclama la víctima,
se continuó disfrutando del encuentro, caso contrario se hubiera decidido
terminarlo de inmediato e ir todos, o al menos casi todos, en auxilio de la
ex compañera. Por otro lado, también reconoce que desde ese momento
mis poderdantes se ofrecieron y prometieron asistirla en las consecuencias
de lo que ocasionó su perro, pasando luego a calificar el ofrecimiento de
una MENTIRA (?), lo que resulta totalmente incoherente. Aquí solo cabe la
pregunta ¿fue mentira la promesa o realmente se incumplió la misma?.
NEGATIVA DE LOS DEMÁS HECHOS Y EXPOSICION DE LO REALMENTE
OCURRIDO. No es verdad que los canes molestaban con su presencia,
tampoco intentaban servirse de las picadas servidas a los concurrentes. En
ningún momento se escuchó de boca de los presentes la sugerencia de los
animales sean atados ni que estaban molestando a alguno de ellos.
Cuando llegaron la demandante y sus acompañantes, los animales se
encontraban sin ningún problema deambulando libremente por todo el
patio de la casa, y cada vez que se acercaban los invitados se encariñaban
y tuteaban con ellos sin ningún temor, al observar que demostraban una
adaptación social sumamente notoria. Los canes, visiblemente bien
cuidados y alimentados, no acostumbran asechar a las personas al
momento de consumir comida alguna, basta fijarse en las fotografías
arrimadas por la víctima para ver la docilidad que mantenían en todo
momento entre los presentes. Falta a la verdad al aseverar que una vez
terminado el almuerzo los perros se pusieron en las personas se hallaban
reunidas. De todas la fotografías acompañadas solo en dos ocasiones, una
repetida, aparecen los canes en la imagen. Como se ha dicho más atrás
perdieron interés por olfatear a los presentes y en muy pocas ocasiones se
les acercaban, es por esto y por no demostrar un ápice de agresividad que
ya no existía necesidad de sujetarlos en algún lugar lejano de los invitados.
En ocasión de esas esporádicas apariciones entre los presentes, así como
se entra ya relatado el can MAX fue llamado por Javier Mosqueira, pareja
de la víctima, a lo que el animal respondió con absoluta obsecuencia
colocándose a un costado del mismo. Se entiende este comportamiento
porque como todo animal de este tipo que haya olfateado a las personas
las reconoce y las consideran sin peligro para su integridad. Reiteramos, el
perro MAX después de posicionarse al lado de Javier Mosqueira, éste lo
estaba mimando pasándole las manos sobre el frondoso y suave pelaje que
tenía, es así que en un momento dado siente que el animal tiene adherida
a la piel una pequeña una protuberancia que esta persona creyó ser una
garrapata y comunicó el hallazgo en voz alta a su pareja Susana Beatriz.
Tal vez por la experiencia que ambos tenían sobre la presencia de estos
parásitos en los animales la citada víctima se ofreció y sin el menor cuidado
trató de extirpar lo que creyeron se trataba de garrapatas adherido a la piel
del animal, procediendo la señora Susana Beatriz a sujetarlo fuertemente
entre las piernas, llegando a comprimirlo suficientemente a ese efecto y
obviamente que al intuir el animal que se trataba de un ataque a integridad
reaccionó cuando sintió el dolor causado por el pinchazo extractivo. Y tal
vez imaginándose estar siendo atacado por la víctima reaccionó. La
equivocación y el descuido que ocasionó el incidente mis poderdantes
pudieron corroborar y se las comunicó a los que quedaron presentes. Esa
es la explicación exacta de lo ocurrido antes de reacción del animal y la
verificación de la causa que podrá ser comprobado a través de los testigos
presentes. Que mis representados al comprobar todo esto lamentaron la
total falta de cuidado que tuvo la víctima al intentar por sí misma tan
arriesgado procedimiento y sin tener la más mínima representación de que
se trataba de una extraña a la familia y que solo hacía unas horas que
estaba presente en la casa donde el animal se encontraba deambulando.
Esto sin dejar de mencionar la notoria corpulencia del mismo y las secuelas
que dejar una reacción del mismo por la maniobra realizada en su cuerpo
por una persona extraña. Por tanto, resulta absolutamente falaz la
afirmación de la demandante al decir: “al ver a su pequeña hija
acercándose a uno de los perros, la misma intentó espantarlo, cuando
intempestivamente y sin razón alguna fue violentamente atacada por el can
de la raza Pastor alemán de color negro en el que se encontraba en su
cercanía, el can de nombre MAX salto directamente por el rostro de la
misma, metiendo la cara de la misma en su boca, frente a los demás
presentes, incluso a los niños y en especial a la fija de la accionante” (SIC).
De lo relatado hasta aquí inequívocamente se puede colegir que los daños
ocasionados por el referido animal a la demandante fue a consecuencia de
su absoluta falta de cuidado y exclusiva culpa, y al haber la víctima
participado en la producción del propio daño exime totalmente a mis
representados de responsabilidad indemnizatoria de toda laya, de
conformidad a lo que prescribe el Art. 1853 del CCP. A pesar de no existir
ninguna responsabilidad indemnizatoria de mis comitentes, estos
consideran importante negar categóricamente los hechos irregulares que
les atribuye injustamente la demandante. En este tren de cosas, niegan la
poco creíble exactitud de que fue abruptamente atacada por el can MAX,
con toda ferocidad, como ella refiere “metiendo la cara de la misma en la
boca”, y aun así mantenerse parada, lo que implica que el animal también,
a pesar de la corpulencia del can. Dicho de otro modo, estando parados
ambos, la víctima y el animal, éste “le seguía mordiendo y con sus garras
proferirle otras heridas, dañándola con sus garras en su cuello y mejilla
izquierda y derecha”, pareciera que de este relato de los hechos en verdad
estamos ante el ataque de gato y no de un perro Pastor alemán. Lo que es
más, en ese “ínterin el can procedió a morderla en especial en su rostro,
donde conforme la misma relato a esta, se tardó en apartar el animal del
cuerpo de la misma” (SIC)…AL figurarse uno la escena precedentemente
descrita, y al ver las fotografías aportadas en autos por la víctima, como
así también los certificados médicos, por más que se fuerce creer es
imposible que haya ocurrido el hecho así como se encuentra relatado. Así
mismo, cuesta creer que sea verdad, y más aun difícil de probar, el hecho
de que estando la accionante “parada y estupefacta”, excluyendo la parte
que es verdad fue “una reacción del can”, y después de denunciar “la
agresividad y ferocidad del ataque”, provocándole la herida observada en
las fotografías adjuntadas al escrito de demanda, ocurrieron también los
hechos siguientes: 1) El intento de los presentes por separar al can de la
víctima, encontrar resistencia ante la agresividad del animal, sumado al
tamaño y corpulencia propio de esta raza de perros, que conforme testigos
presentes en el lugar ni al mismo dueño que le ordenaba por su nombre
escuchaba ni hacía caso, y obviamente si la víctima estaba “parada” es
lógico que el can también lo esté para alcanzar la región donde mordió: “le
seguía mordiendo y con sus garras proferirle otras heridas, dañándola con
sus garras en su cuello y mejilla izquierda y derecha”. Al menos parece
fantasioso. 2) NO menos de tres personas tuvieron que intervenir para
separar definitivamente al citado can, corriendo las mismas e incluso los
mismos demandados peligro de ser igualmente atacadas, considerando la
agresividad del can. De no haber intervenido aquellas personas,
exponiendo sus vidas, porque la ferocidad del ataque del can así lo
presentaba, otra quizás hubiera sido la historia, el can hubiera seguido
cegado por su instinto animal. Esto se trata simplemente de una conjetura
futurista, lejos de la realidad, a juzgar de que se trataba, como bien dijo la
víctima de una “reacción”, como también mi parte lo dice ante lo que creyó
un ataque de la accionante. 3) Una vez logrado separa al can, el que no
hacía caso a ninguna persona, no reaccionaba a las órdenes, apareció la
persona del hoy accionado, quien en compañía de otros presentes, así al
menos se ha indicado por quienes intervinieron en el salvataje de mi parte,
llamó aquél por su nombre MAX y procedieron a dominarlo llevándolo a otra
parte de su vivienda. En esta parte aparece una secuencia verdaderamente
ilógica e incoherente, si ya se logró separar al can, se entiende del cuerpo
de la víctima, aún no hacía caso a ninguna persona ni reaccionaba a las
órdenes que se daba, y solo cuando “apareció” su dueño, antes dijo que el
hecho ocurrió “frente a todos los presentes”, lo llamó al can por su nombre
MAX y procedieron a dominarlo. En la etapa procesal oportuna, las
testificales que desde ya se ofrecen mi parte confirmará la verdad de los
hechos impeditivos de la responsabilidad de los daños y perjuicios causados
por el animal en cuestión. Por otra parte, no es verdad que durante todo el
tiempo que duró el ataque y posterior a eso, y pese que el mismo se
materializó en el domicilio de los accionados, ninguno de éstos brindó ayuda
o primeros auxilios a la demandante, dejándola prácticamente a su suerte
y en manos de terceros. Por el contrario, ocurrido el incidente mis
mandantes refieren que le acompañaron primero en su dolor, ofrecieron
llevarla a un centro asistencial de salud, un par de días después
concurrieron hasta su domicilio poniéndose a disposición para solventar los
gastos emergentes, lo que en principio aceptó, unos días más tarde
volvieron a su domicilio para entregarle la ayuda económica ofrecida, a lo
que se opuso recibirla por indicación de su pareja Javier Mosqueira, y por
último llamó mucho la atención que evitó en todo momento recibirlos en su
domicilio, tampoco ya contestaba su teléfono. A su vez, rechazaron la ya
preparada actividad benéfica que los ex compañeros querían llevar a cabo
a los efectos de también solventar los gastos en que necesariamente iba a
incurrir, presente adjunto la tarjeta de adhesión preparada entonces. Todo
esto podrá ser corroborado por los testigos que ofreceremos en la etapa
procesal oportuna. Es difícil de comprender coherentemente que fue más
importante para los accionados esconder rápidamente al peligros can, no
por la peligrosidad sino por la reacción de quienes fueron testigos del brutal
ataque proferido por el mismo y que seguían en riesgo con la presencia de
dicho animal, conforme dice a manifestaciones de testigos, una vez
terminado el episodio, la reunión social siguió como si anda hubiera pasado.
Si mis mandantes ya “escondieron” al peligroso can, cómo se explica
esconder y de quien a dos canes corpulentos (?), no por ser peligrosos si
por la reacción de los testigos que según los relatados por la accionantes
corrían peligro de vida, u extiendo tal peligro y riesgo después de terminado
el episodio la reunión siguió como si nada hubiera pasado (?). A todo este
desbarajuste mi parte le da una sola explicación: no existió todo esto que
la accionante refiere, y al no notarse tal gravedad en el incidente los
presentes optaron por seguir disfrutando la reunión, sin que ello implique
que todos no se preocuparon por la suerte de la víctima. Por los
subsiguientes hechos afirmados por la accionante, que más bien se refieren
a materias que corresponden a la ciencia de la medicina, nuestra parte se
reserva el derecho de ofrecer los medios de pruebas que las contradigan
en base a dicha ciencia. A juzgar por las imágenes publicadas por la señora
Susana Beatriz Rodríguez Ferreira en las redes sociales, las que adjuntamos
al presente escrito, pareciera que la gravedad de la afección espiritual y
moral es mucho menor de lo que refiere en su escrito de promoción de
demanda. DERECHO. Por tanto, existiendo el hecho de que la víctima que
sí es causal de exoneración de la responsabilidad del propietario del perro
que al momento de verificarse el evento dañoso fue llamado por la pareja
de la misma y ésta haber obrado sin el menor cuidado para evitarlo, torna
aplicable la eximición prevista en el Art. 1853 del Código Civil Paraguayo.
…”. Acompañando a su presentación, los recaudos pertinentes que hacen
su contestación. (fs. 94/107 de autos).-

QUE, por providencia de fecha 05 de marzo del 2019, entre otras


disposiciones, el Juzgado tuvo por contestada la presente demanda y de los
documentos acompañados, corrió traslado a la parte actora de conformidad
a lo dispuesto por el art. 236 del C.P.C. (fs. 110 de autos).-

QUE, en fecha 28 de marzo del 2019, se presenta ante el Juzgado la Abg.


BALNCA SOLEDAD ACOSTA por la personería reconocida en autos por la
parte actora, a los efectos de contestar el traslado que se le corrido por
providencia de fecha 05 de marzo del 2019, en los términos de su escrito
de fs. 112/114 de autos, del cual se desprende: “…en su contestación,
claramente ha admitido varios de los hechos que sustentan la demanda,
sin embargo era lógico por el derecho a la defensa que procurara esgrimir
alguna, y lo fue el de tratar de “FANTASIA” el relato de alguno de los
hechos, y tratar de fantasiosa las lesiones recibidas por mis mandante por
parte del perro de los demandado, sin embargo esbozo igualmente un
relato en el que pretende dar culpa exclusiva a mi mandante, QUE DESDE
YA RECHAZO CATEGORICAMENTE, siendo que QUEDO CLARO QUE LOS
CANES DE SU PROPIEDAD ESTABAN SUELTOS Y QUE NI EL AUXILIO
MEDICO PRIMARIO REQUIERIDO PARA EL CASO FUERON CAPACES DE
DARLW, NI AL HOSPITAL ACOMPAÑARON A LA MISM. Mi mandante fue
víctima de la conducta atípica, antijurídica y punible de OMISION DE
AUXILIO, la misma por la “amistad” que tenía con su ex compañero no llegó
a la instancia policial a denunciar dicho hecho. Que, evidencia la
contestación la TOTAL FALTA DE SOLIDARIDAD DEL VICTIMARIO CON LA
VICTIMA, no se acompañan a la contestación documental alguna que EXIMA
LA RESPONSABILIDAD DEL MISMO, no adjunta factura alguna de pago de
un solo analgésico, ni gasas, ni medicación especial que hasta la fecha mi
mandante sigue tomando por las secuelas que tiene a causa del hecho. Es
triste leer que supuestamente la MISMA LLEGADA Y PRESENCIA DE MI
MANDANTE EN EL EVENTO Y DOMICILIO DE LOS DEMANDADOS HA
INCITADO AL ANIMAL, denota la carencia total de sensibilidad, humanidad,
comprensión ni compasión por los hechos provocados por el perro que es
exclusiva responsabilidad de los mismos, nadie concurre a un evento social
y de compañerismo para PROVOCARSE A SI MISMO UN HECHO DE TAL
NATURALEZA, para quedar herida ni desfigurada para toda la vida, leyendo
otros párrafos solo se recurre al recurso de ridiculizar, desairar y mofarse
del dolor, la angustia y en especial de las lesiones visibles y la no visibles
secuelas sufridas por mi mandante, inclusive desmeritando la gravedad de
los hechos en sí, quedando explicita que la mejor y mediocre defensa de
los mismos es denostar y desmeritar de esa manera los hechos que si
ocurrieron en la forma expresada en la demanda. Que, el mismo no
impugno la autenticidad de los documentos acompañados, por lo que dicho
silencio debe ser considerado como un reconocimiento y aceptación
expresa de los mismos. Dicen en un párrafo de la contestación; “…Por los
subsiguientes hechos afirmados por la accionante que más bien se refieren
a materia que corresponden a la ciencia de la medicina, nuestra parte se
reserva el derecho de ofrecer los medios de pruebas que la contradigan en
base a dicha ciencia”, sin embargo, NO HAN OBJETADO NI IMPUGNADO
ninguna de las mismas otorgándoles validez y fuerza probatoria legal para
la oportunidad. Que, los SCREEN y/o cualquier captura de pantalla, que
permite las tecnologías actuales, de la res social del Facebook extraídos del
muro del perfil personal de la señora SUSANA BEATRIZ RODRIGUEZ
FERREIRA, no pueden ser argüidas como prueba documental, las mismas
no llevan adjunta acta de protocolización notarial, es un impresión
documental privada, obteniendo dicha información a fin de pretender alegar
un juzgamiento previo unilateral, donde manifiesta que la gravedad de la
afección espiritual y moral es mucho menor que lo que refiere mi parte en
la demanda, manifiesto que la señora SUSANA RODRIGUEZ sigue con las
secuelas producidas por las lesiones recibidas del perro de los demandados,
quienes en momento alguno desde el hecho han colaborado siquiera con
apoyo afectivo y menos efectivo para su recuperación, denota la pobreza
argumental para tapar el desmedro que han hecho en primer término a la
vida y SALUD de la misma (bienes de valor relevante al ser humano), y en
segundo a su IMAGEN, que hasta ahora la misma sigue exhibiendo a la
vista del público, siendo ella MUJER; MADRE Y PROFESIONAL ABOGADA,
las grandiosas secuelas de cicatrices que están en su ROSTRO, la misma
no podía quedar a llorar encerrada en su cuarto esperando la “ayuda” de
los demandados, la misma vivió y vive aún más angustiada el día a día, y
luego de leer la escueta defensa de los mismos ante tamaña
irresponsabilidad de la cual ella es y sigue siendo VICTIMA le duele las
actitudes y conducta de los demandados, los cuales le producen igualmente
con este proceso de aflicción que durara todo el desarrollo del mismo
igualmente. O debían seguir abiertos y sangrantes los numerosos puntos
suturados de la cara de mi mandante hasta la fecha- Los “screen” del
Facebook, algunos o mejor dicho casi TODOS, NO GUARDAN ABSOLUTA
RELACION con los hechos de la presente demanda, los mismos son del año
2018, y en algunos ni aparece mi mandante, por lo que son agregados a
fin de sustentar una prueba documental que no prueba nada, siendo
irrelevantes, algunos son posteos compartidos de otras páginas. Tamañas
mentiras en las que se amparan, jamás mi mandante pudo haber
provocado al animal de los demandados, fueron ellos quienes admiten que
no guardaron los deberes de cuidado manteniéndolos sueltos entre las
personas, si eran bien cuidados porque supuestamente mi mandante
buscaría a su perro los parásitos que arguyen, jamás concurrieron en el
dolor de mi mandante, jampas se ofrecieron a nada, jampas se dispusieron
a cubrir gasto alguno, si debe de reconocer mi mandante que fueron a verla
“de paso” una sola vez el día 2 de enero de 2017, la misma solvento todos
sus gastos sola hasta la fecha, los mismos NUNCA DIERON NI UN
ANALGESICO, y bien en claro y palabras textuales de mi mandante fueron,
que en su momento solo pagara la cirugía para mejorar su rostro, sin en
ese momento sentir aun las secuelas que se fueron presentando a nivel
NEUROLOGICO, AUDITIVO Y DE ATM que con el correr del tiempo se
manifestarían, conforme a los documentos y constancias médicas que he
acompañado a la demanda, y que serán irrefutablemente probados en
oportunidad. Mi mandante posee por su condición de ser humano,
profesional y buena cristiana suficiente solvencia espiritual y moral, para
tomar sus propias decisiones y poseer el entendimiento y conocimiento
necesario del manejo personal, cuidado y particular sobre su propia vida y
existencia, mienten los demandados al decir que no guardo cuidado, así
también nunca el señor Muñoz ni la otra demandada VIERON NI OYERON
que el señor Javier Mosqueira ordenara a la víctima a no recibir ayuda, es
falsa dicha aseveración y evidente fruto del desespero, por falta de
responsabilidad de los demandados mi mandante debió concurrir ante un
Juzgado a solicitar algo que le corresponde en derecho. Que, mi parte desea
igualmente aclarar sobre la “actividad benéfica” denominada POLLADA
realizada en fecha 5 de marzo de 2018, la misma no recibió invitación para
participar, la misma fue organizada por los señores MIGUEL RUIZ y ANA
CAIRET, en el domicilio de otra ex compañera DIANA ALVAREZ, se lee bien
en la adhesión 001, que es realizada por los EXCOMPAÑEROS DE LA PROMO
90, que si recibí un y medio después lo recaudado en suma de dinero, en
la citada actividad de la mano de la señora IRMA ALONSO, a quien le
entregué un recibo de dicho aporte en oportunidad, y que acompaño una
copia del mismo, quedando sumamente gratificada del gesto y la
solidaridad de los demás compañeros, quienes suplieron en parte a quien
debiera haberla otorgado desde el primer momento, y encontrando aquí
que los demandados nuevamente MIENTEN queriendo evadir su
responsabilidad. Que la copia de la adhesión de la pollada como documental
es carente de relevancia por lo arriba señalado. Que, ante la promoción de
la presente demanda igualmente manifiesto al Juzgado, que los
demandados JUAN ALBERTO MUÑOZ y KAREN DAIANA AVEIRO, se hallan
en abierta campaña de desprestigio a mi mandante entre los posibles
TESTIGOS ya citados por el mismo, a los que estuvieron presentes el día
del hecho, como así también con el grupo de ex compañeros de la
Promoción 1990 del Centro Regional de Educación Saturio Ríos de San
Lorenzo, los demandados DECLARAN QUE LA INTENCION DE ESA
DEMANDA ES EL LUCRO Y ENRIQUECIMIENTO ILICITO DE MI MANDANTE,
creando discordias y malos entendidos entre amigos de más de 30 años y
a los cuales mi mandante tiene especial estima y aprecio, y de los que
desde el hecho ha incluso en algunos casos dejado de relacionarse por su
mismo estado psicológico y físico, siendo que esta cuestión solo compete a
ambas partes, nada más equivocado en percepción ya que solo se busca
JUSTICIA, denunciando desde ya mi parte la posible coacción a los testigos
por parte de los accionados, dejo en claro que la soberbia y la actitud poco
coherente de los mismos, podría influenciar en una suerte de torcer las
voluntades y los testimonios de los compañeros citados por el mismo en su
contestación como testigos, otorga mi parte plena confianza en que el
Juzgado sabrá en su momento valorar todos y cada uno de los extremos
alegados a pesar de las argucias de los demandados. ….”. –

QUE, por providencia de fecha 22 de agosto del 2019, el Juzgado ordenó la


apertura de la causa a prueba en estos autos por todo el término de ley.
(fs. 115 de autos).-

QUE, en fecha 24 de septiembre del 2019, se presenta ante el Juzgado la


Abg. BLANCA SOLEDAD ACOSTA por la personería reconocida en autos por
la parte actora a los efectos de ofrecer pruebas. (fs. 117/120 de autos).-

QUE, en fecha 02 de octubre del 2019, se presenta ante el Juzgado el Abg.


RUBEN ALEJANDRO MEZA RODAS por la personería reconocida en autos
por la parte demandada a los efectos de ofrecer pruebas. (fs. 121/122 de
autos).-

QUE, por providencia de fecha 16 de octubre del 2019, con noticia contraria,
el Juzgado admitió las pruebas ofrecidas por las partes, ordenando el
diligenciamiento de la mismas señalando audiencias testificales y
confesorias, reconocimiento de personas y así también, el libramiento de
los oficios correspondientes. (fs. 123/124 de autos). –
QUE, en fecha 06 de noviembre de 2019, se presentó ante el Juzgado la
señora SUSANA BEATRIZ RODRIGUEZ FERREIRA a los efectos de solicitar
la declaración de litigante de mala fe al señor JUAN ALBERTO MUÑOZ MEZA,
los términos de su escrito de fs. 136 de autos. –

QUE, por providencia de fecha 07 de noviembre del 2019, el Juzgado


resolvió no hacer lugar al pedido de declaración de mala fe del señor JUAN
ALBERTO MUÑOZ MEZA solicitada por la parte actora, de conformidad a lo
establecido en el art. 52 del C.P.C. (fs. 137 de autos).-

QUE, en fecha 07 de noviembre del 2019, se presenta ante el Juzgado el


Abg. RUBEN ALEJANDRO MEZA RODAS a los efectos de solicitar se notifique
por cédula a los testigos admitidos, en los términos de su escrito de fs. 138
de autos. –

QUE, en fecha 058 de noviembre del 2019, se presenta ante el Juzgado la


Abg. BLANCA SOLEDAD ACOSTA por la personería reconocida en autos por
la parte actora a los efectos de agregar sobre con pliego de posiciones para
la parte demandada. (fs. 139/142 de autos).-

QUE, por providencia de fecha 08 de noviembre del 2019, del pedido de


notificación por cédula a los testigos propuestos por la parte demandada,
el Juzgado resolvió no hacer lugar por extemporáneo, de conformidad a lo
establecido en el art. 322 del C.P.C. –

QUE, en fecha 11 de noviembre del 2019, se llevó a cabo en la sede del


Juzgado, la audiencia de reconocimiento de persona a la señora SUSANA
BEATRIZ RODRIGUEZ FERREIRA en el dispensario y en presencia del
Médico Forense del Poder Judicial Dr. HERMES GONZALEZ. (fs. 145 de
autos).-

QUE, en fecha 11 de noviembre del 2019, se llevó a cabo en la sede del


Juzgado la audiencia en la cual compareció el señor JUAN ALBERTO MUÑOZ
MEZA a los efectos de absolver posiciones a tenor del pliego agregado a fs.
140 de autos. (fs. 146 de autos).–

QUE, en fecha 11 de noviembre del 2019, se llevó a cabo en la sede del


Juzgado la audiencia en la cual compareció la señora KAREN DAIANA
AVEIRO FRANCO a los efectos de absolver posiciones a tenor del pliego
agregado a fs. 141 de autos. (fs. 147 de autos).-

QUE, en fecha 11 de noviembre del 2019, se presenta ante el Juzgado el


Abg. RUBEN ALEJANDRO MEZA RODAS a los efectos de interponer recurso
de reposición y apelación en subsidio en contra de la providencia de fecha
08 de noviembre del 2019. (fs. 148 de autos).-

QUE, por providencia de fecha 12 de noviembre del 2019, el Juzgado señaló


nueva fecha de audiencia de reconocimiento de persona a la señora
SUSANA BEATRIZ RODRIGUEZ FERREIRA con asistencia del médico forense
del Poder Judicial HERMES GONZALEZ.-

QUE, en fecha 12 de noviembre del 2019, se llevó a cabo en la sede del


Juzgado la audiencia en la cual compareció la señora FANNY RAQUEL DEL
PILAR ESCONAR OLMEDO a los efectos de prestar declaración testifical a
tenor del interrogatorio agregado en autos. (fs. 156 de autos).-

QUE, en fecha 12 de noviembre del 2019, se llevó a cabo en la sede del


Juzgado la audiencia en la cual compareció el señor MIGUEL DARIO RUIZ
GONZALEZ a los efectos de prestar declaración testifical a tenor del
interrogatorio agregado en autos. (fs. 157 de autos).-

QUE, en fecha 12 de noviembre del 2019, se llevó a cabo en la sede del


Juzgado la audiencia en la cual compareció el señor FRANCISCO JAVIER
RIQUELME a los efectos de prestar declaración testifical a tenor del
interrogatorio agregado en autos. (fs. 158 de autos).-

QUE, por A.I. N° 723 de fecha 12 de noviembre del 2019, el Juzgado


resolvió no hacer lugar al recurso de reposición planteado en autos contra
la providencia de fecha 08 de noviembre del 2019 y desestimar, el recurso
de apelación interpuesto. (fs. 159 de autos).-

QUE, en fecha 13 de noviembre del 2019, se llevó a cabo en la sede del


Juzgado la audiencia en la cual compareció la señora MARIA DEL ROSARIO
OZUNA a los efectos de prestar declaración testifical a tenor del
interrogatorio agregado en autos. (fs. 163 de autos).-

QUE, en fecha 12 de noviembre del 2019, se llevó a cabo en la sede del


Juzgado la audiencia en la cual compareció el señor DIONISIO JAVIER
MOSQUEIRA AGUILERA a los efectos de prestar declaración testifical a tenor
del interrogatorio agregado en autos. (fs. 165 de autos).-

QUE, en fecha 14 de noviembre del 2019, se presenta ante el Juzgado el


Abg. RUBEN ALEJANDRO MEZA RODAS por la personería reconocida en
autos, a los efectos de recusar a este Juzgado, con expresión de causa. (fs.
166/168 de autos).-

QUE, en fecha 14 de noviembre del 2019, se llevó a cabo en la sede del


Juzgado la audiencia en la cual compareció la señora MARIA LORENA
GONZALEZ PEREIRA a los efectos de prestar declaración testifical a tenor
del interrogatorio agregado en autos. (fs. 169 de autos).- QUE, habiendo
sido recusado con expresión de causa, este Juzgado dispuso la remisión de
estos autos al siguiente Juzgado de orden de turno, elevando el
correspondiente informe al Excmo. Tribunal de Apelaciones. (fs. 170 de
autos).-
QUE, por providencia de fecha 14 de noviembre del 2019, el Juzgado de
Igual Clase y Jurisdicción del Primer Turno de la Ciudad de Luque, tuvo por
recibido estos autos haciéndo saber al Juez y las partes. (fs. 171).-

QUE, en fecha 20 de noviembre del 2019, se presenta ante el Juzgado la


Abg. BLANCA SOLEDAD ACOSTA a los efectos de agregar oficios
diligenciados. (fs. 176/180 de autos).-

QUE, a fs. 181 de autos obra el informe remitido por la Firma ODONTOS –
Servicio Odontológico Prepago, en respuesta al oficio N° 486 de fecha 22
de octubre del 2019.–

QUE, a fs. 182 de autos obra el informe remitido por la Firma CLINICA
ATHEA, en respuesta al oficio N° 489 de fecha 22 de octubre del 2019. –

QUE, en fecha 28 de noviembre del 2019 se presenta ante el Juzgado el


Abg. RUBEN ALEJANDRO MEZA RODAS a los efectos de solicitar nueva fecha
de audiencias testificales y absolución de posiciones. (fs. 184 de autos).-

QUE, por providencia de fecha 24 de diciembre del 2019, entre otras


disposiciones, el Juzgado de Igual Clase y Jurisdicción del Primer Turno de
la Ciudad de Luque, dispuso el libramiento de oficios y señaló nuevas fecha
de audiencias testificales y confesoria. (fs. 186 de autos).-

QUE, a fs. 187/190 de autos, a través de su asesoría jurídica y dirección


médica, el Hospital General de Luque remite informe en respuesta al oficio
N° 485/19. –

QUE, por providencia de fecha 14 de febrero del 2020, el Juzgado de Igual


Clase y Jurisdicción del Primer Turno dela Ciudad de Luque señaló nueva
fecha de audiencia a los efectos de la inspección médica de la señora
SUSANA BEATRIZ RODRIGUEZ FERREIRA con presencia del médico forense
del Poder Judicial HERMES GONZALEZ. (fs. 192 de autos).-

QUE, a fs. 196 de autos obra la nota de no llevarse a cabo la audiencia


señalada para el día 11 de marzo del 2020, siendo suspendida por
incomparecencia del médico forense, dejándose constancia de la presencia
de la parte actora y el representante convencional de la parte demandada.

QUE, en fecha 11 de marzo del 2020, se presenta ante el Juzgado la señora


SUSANA BEATRIZ RODRIGUEZ a los efectos de solicitar el cierre del periodo
probatorio.-

QUE, por providencia de fecha 22 de Setiembre de 2020, previo informe de


la señora Actuaria de las pruebas ofrecidas y diligenciadas por las partes,
el Juzgado de Igual Clase y Jurisdicción del Primer Turno dela Ciudad de
Luque declaró cerrado el periodo probatorio y dispuso la entrega de estos
autos por su orden y término de ley a fin de que presenten sus respectivos
escritos de alegatos de bien probado si así conviniere a sus derechos.-

QUE, conforme al A.I. Nº 168 de fecha 10 de marzo de 2020, dictada por


el Superior y atento al numeral 2 de la citada resolución, en los autos
caratulados: “INFORME DEL JUEZ DANIEL OCAMPOS EN: SUSANA BEATRIZ
RODRIGUEZ FERREIRA C/ JUAN ALBERTO MUÑOZ MEZA Y OTRA S/
INDEMNIZACION POR DAÑOS Y PERJUICIOS” que se encuentra por cuerda
separada a estos autos principales, el Juzgado de Igual Clase y Jurisdicción
del Primer Turno dela Ciudad de Luque ordenó la remisión de estos autos a
este Juzgado fin de dar cumplimiento al mismo.-

QUE, previo informe del señor Actuario, por providencia de fecha 09 de


Febrero de 2021, este Juzgado dio por decaído el derecho de la parte actora
por haber presentado su alegato de bien probado en forma extemporánea
y así también, dio por decaído el derecho de los demandados por no haber
presentado su alegato de bien probado. Por lo tanto, LLAMO AUTOS PARA
SENTENCIA, y; -

C O N S I D E R A N D O:

QUE, en estos autos, la señora SUSANA BEATRIZ RODRIGUEZ FERREIRA


promueve demanda ordinaria de indemnización por daños y perjuicios,
daño moral y estético, en contra de los señores JUAN ALBERTO MUÑOZ
MEZA y KAREN AVEIRO, fundada en que el día 04 de diciembre del año
2016, siendo las 15:30 horas aproximadamente fue atacada intempestiva
y violentamente por un can de la raza Pastor Alemán, de nombre MAX,
propiedad de los demandados. Refiere que el ataque se produjo en el
domicilio de los accionados ubicado en la ciudad de Limpio, oportunidad en
que se llevaba a cabo un encuentro de confraternidad entre ex compañeros
de la promoción 1990 del colegio Saturio Ríos de la Ciudad de San Lorenzo.
Señala que el mencionado ataque ocurrió cuando la actora intentó espantar
al referido can que se encontraba suelto –además de otro de la misma raza-
entre los presentes molestando con su presencia, al momento de ver que
su hija menor se le acercaba, cuando sin razón alguna el animal saltó por
su rostro produciéndole heridas de consideración y sangrado profuso que
requirieron asistencia médica de urgencia, siendo llevada al Hospital
General de la Ciudad de Luque. Alega que a consecuencia del ataque sufrió
lesiones que implicaron en primer lugar tener reposo por varios días
valiéndose de terceros por los dolores y problemas de movilidad que sufría,
debiendo posteriormente seguir tratamientos conservadores, permanentes
controles e inclusive someterse a cirugías reconstructivas a más de
sesiones de kinesiología, tratamiento odontológico y otros, con el fin de
disminuir el dolor, liberar cicatrices y corregir las mismas ya que son
visibles en la cara. Todos los gastos implicados, señala la parte actora que
tuvo que ser cubierta por la misma, causándole en primer lugar un daño
patrimonial al cubrir los tratamiento multidisciplinarios por las lesiones
físicas sufridas. Además de daño emergente, reclama el resarcimiento en
concepto de daño moral y también estético, totalizando su reclamo la suma
de GUARANIES TRESCIENTOS VEINTE Y DOS MILLONES DOSCIENTOS
CINCUENTA Y TRES MIL SEISCIENTOS SETENTA Y SISTE (Gs.
322.253.677).-

QUE, al contestar la demanda, los señores JUAN ALBERTO MUÑOZ MEZA Y


KAREN DAIANA AVEIRO FRANCO, reconocen haberse reunido en su
domicilio el día domingo 04 de diciembre de 2016 desde las 09:00 horas,
junto con la actora y otros ex compañeros de colegio, manifiesta que no
hubo necesidad de atar o separar a los perros por la llegada de las visitas,
que alrededor de las 16:00 horas el can de nombre MAX es atraído por el
chasquido de los dedos del señor Javier Mosqueira, quien lo empieza a
acariciar, momento en que se acerca la víctima, quien sujeta al animal entre
sus piernas y le arranca una garrapata, por lo que el animal trató de
defenderse pegando un brinco y mordiendo a la señora Susana Beatriz.
Refieren que no es verdad que los canes hayan molestado con su presencia,
nadie les pidió que los ataran, en todo momento se pasaron deambulando
entre los presentes sin ningún problema y éstos se iban encariñando con
los mismos, hasta que el perro MAX es llamado Javier por Mosqueira quien
le pasa las manos sobre su pelaje mimándolo, momento en que sintió que
el animal tenía adherida una protuberancia que creyó era una garrapata y
se lo comunicó a su pareja Susana Beatriz, quien sin ningún cuidado la
trató de extirpar, para lo cual lo sujetó entre sus piernas comprimiéndolo,
por lo que el animal intuyó un ataque y reaccionó cuando sintió el dolor del
pinchazo extractivo, califica como mentira lo dicho por la actora que al ver
al perro acercarse a su pequeña hija lo haya querido espantar y fue allí que
sin razón alguna fuera atacada. Concluye que los daños ocasionados por el
animal fueron a consecuencia de su absoluta falta de cuidado y exclusiva
culpa, al haber participado la víctima en la producción del propio daño, lo
que les exime de responsabilidad indemnizatoria de conformidad al Art.
1853 del CCP, termina solicitando el rechazo de la demanda.-

Que, en primer lugar se debe señalar, que en el caso en particular no ha


existido controversia respecto a la producción del hecho dañoso, habiendo
coincidido las partes en que efectivamente la señora SUSANA BEATRIZ
RODRIGUEZ FERREIRA, había sido mordida en fecha 04 de diciembre de
2016, por un perro de nombre “Max”, en ocasión de la realización de una
reunión de ex compañeros de colegio, llevada a cabo en el domicilio de los
demandados. Sin embargo, sí ha existido discusión respecto a las
circunstancias en las que se produjo el hecho y conforme a las cuales, según
sostienen los accionados, la culpa ha sido de la víctima, por lo cual se le
debe eximir de responsabilidad.-

Es así que a fin de resolver la cuestión se ha de tener presente que en


nuestro ordenamiento civil el daño causado por animales, se encuentra
regulado por las normativas de los artículos 1853 y 1854 del C.C., las cuales
se sustentan en la teoría objetiva, prescindiéndose del análisis de la culpa
del propietario o guardián de los mismos, siendo éstos, por el solo hecho
de revestir esta calidad –propietario, guardián-, responsables de los daños
que dicho animal pudiera ocasionar a terceras personas. Sin embargo, en
virtud a la norma del artículo 1853 del C.C., se admite la posibilidad de ser
liberados de la atribución de responsabilidad si se probase: a) Caso fortuito;
b) Culpa de la víctima o de un tercero. De ahí que exista una inversión de
la carga probatoria, incumbiendo al demandado la demostración de las
causales eximentes de responsabilidad. Por su parte el artículo 1854, que
previene la regulación de la responsabilidad civil por daños causados por
animales feroces, en todos los casos atribuye la responsabilidad a su dueño
o guardián, expresando en tal sentido que: “El daño causado por un animal
feroz, será siempre imputable al dueño o guardián, aunque no le hubiese
sido posible evitar el daño y aunque el animal se hubiese soltado sin culpa
de ellos”.-

Respecto a la calidad de animal feroz, no existe una concepción única en


tal sentido, sin embargo se puede referir que como tal –animal feroz-, a
aquel animal que constituye un peligro y una amenaza permanente para
los demás, cualesquiera fueran las precauciones que se tomen para
guardarlo. De ahí que el solo hecho de tenerlo constituye una grave
imprudencia, siendo por tanto su propietario responsable por los daños que
el mismo pudiera ocasionar.-

Cabe acotar, que aun al tratarse de un perro, considerado animal


doméstico, no le excluye de poder ser encuadrado como feroz, por lo que
tal valoración debe ser considerada según las circunstancias del caso. Para
lo cual nos remitimos al escrito inicial de demanda, en donde apreciamos
que la responsabilidad de los demandados fue encuadrada dentro de los
presupuestos del artículo 1853 del C.C. y no se aprecia que se le haya
atribuido el carácter de feroz al animal, por lo que no corresponde aplicar
el artículo 1854, ni indagar su calidad de animal feroz o no.-

En cuanto a la carácter de propietarios del perro de nombre Max, ambos


demandados al absolver posiciones han declarado que el mismo le
pertenece, por lo sólo corresponde analizar si existe alguna causal que les
exima de responsabilidad por el daño causado por el animal de su
propiedad.-

A tal efecto, en primer lugar ha de tener presente que los accionados


argumentaron que el ataque del animal se produjo cuando la accionante
presionó al animal entre sus piernas con la intención de arrancarle una
garrapata, lo que ocasionó la reacción del mismo. Sin embargo, luego de
analizar las pruebas producidas en autos, advertimos que los testigos han
relatado los hechos de manera distinta; así, Miguel Darío Ruiz González,
señaló que “...estaba Juan Alberto, Susi y su marido y el perro un poco más
para allá el perro se encontraba cerca nuestro muy pegado en
todo momento el perro ya no estaba tranquilo, vemos que el perro le para
el pelo y le salta a la compañera y el perro le muerde…”, este testigo
manifiesta haber estado muy cerca de dónde se produjo el hecho, del
mismo modo, su relato desacredita la manera en que los accionados
refirieron que ocurrió, pues si el animal hubiera estado aprisionado entre
las piernas de la actora, éste no hubiera podido saltarle y morderle en la
cara, ni tampoco se habría apreciado que se le pararon los pelos antes de
eso; asimismo, este testigo expresó que no le consta que el perro haya sido
acariciado por la pareja de la actora.-

Por su parte, el testigo Francisco Javier Riquelme, también relató los hechos
en una forma diferente a la referida por los accionados al invocar la culpa
de la víctima, tal es así, que afirmó “… notamos actitud raras del perro ya
venía, posteriormente al costado de la piscina a mi frente mismo a la señora
ni siquiera inmutarse el perro viene le salta ella del susto se tira para el
costado...”, este testigo también se encontraba próximo al lugar del ataque
y afirma que el ataque se produjo sin motivos aparentes o por una reacción
frente a una actitud de la actora. La testigo María Del Rosario Ozuna por su
parte, no hace una reseña de los momentos previos al ataque, pero relata
“…vi cuando el perro estaba ya por el rostro de Susi…”, por lo que tampoco
puede abonar la atribución de culpa a la víctima. Sobre los dichos del testigo
Dionisio Javier Mosqueira, no nos referiremos, pues es la pareja de la actora
con quien tiene una hija, por lo que su calidad de testigo se encuentra en
entredicho.-

Que, la parte demandada, por su lado, no ha sido diligente con relación a


sus testigos propuestos, pues luego de admitidos y señalada su fecha de
audiencia con su correspondiente supletoria, solicita que éstos sean
notificados por cédula, lo cual no fue admitido por el Juzgado, pues al no
haberlo requerido al momento de su ofrecimiento, han asumido la carga de
hacerlos venir; luego recusa sin causa, y en el juzgado que sigue en orden
de turno desiste de algunos testigos, dos de los cuales también fueron
ofrecidos por la actora y se presentaron a deponer, asimismo, justifica la
inasistencia de tres de sus testigos y se compromete a hacerlos comparecer
en la fecha supletoria, luego a causa de una huelga judicial solicita nueva
fecha de audiencia, que es fijada para el 14 de febrero de 2020 y tampoco
comparecen, por lo que solicita una nueva fecha alegando poco plazo para
efectuar notificaciones que no fueron requeridas, ya que asumieron la carga
de traerlos.-

Por lo que en cuanto a la imputación de la culpa a la víctima, hay que tener


en cuenta lo que se denomina relación de causalidad, que es aquella
conexión fáctica que debe existir entre la acción humana y el resultado
dañoso. A partir de éste, se trata de resolver, si un resultado determinado
puede ser materialmente atribuido a una persona, siendo tal indagación
independiente de la juridicidad y antijuridicidad de la conducta del agente
y del juicio de reproche subjetivo (culpabilidad), que según los casos pueda
corresponder.-

En materia de responsabilidad civil, la relación de causalidad cumple la


función de determinar la autoría del daño, lo cual permite individualizar al
sujeto que debe responder materialmente por su conducta personal, o por
su carácter de dueño o guardián de la cosa que provocó el perjuicio, en
este caso.-

Cuando aparecen factores exógenos, como la culpa exclusiva de la víctima,


culpa de tercero o caso fortuito, la causalidad se rompe, por lo la
responsabilidad queda eximida; del mismo modo, la rotura del nexo puede
ser parcial, cuando concurren varias causas en la producción del daño, que
pueden ser atribuidas tanto al demandado como a la víctima, en este caso
se limita la responsabilidad del demandado en proporción a su participación
eficiente en el hecho.-

Cabe acotar, que no cualquier hecho de la víctima opera como causal de


eximición, aun en el supuesto de su participación material en el hecho, ésta
debe resultar idóneo en la generación del daño, por lo que a pesar de su
intervención, no se descarta un posterior análisis causal para determinar si
su aporte tornaba objetivamente previsible el perjuicio final.-

Que, no pudiéndose presumir la culpa de la víctima en los casos de


responsabilidad objetiva, la sola circunstancia mencionada por los
demandados, de que la mordida del perro se produjo por culpa de la víctima
quien la apretó entre sus piernas para extraerle una garrapata, no permite
romper la relación de causalidad atribuida a éstos en su calidad de dueño
o guardián del perro MAX; ya que al tratarse de un daño producido por el
riesgo o vicio de la cosa, la prueba de la causa ajena que se permite al
presunto responsable, debe ser cabal, concluyente y decisiva, debiendo
estar apoyada en hechos debidamente demostrados y no en negativas que
la supongan por simple implicancia. De hecho, en casos de riesgo de la
cosa, la culpa no constituye elemento exigido, a tal punto que La ausencia
no le exime al guardián o propietario de la cosa de responsabilidad,
simplemente por alegar una eventual situación de exclusión de
responsabilidad.-

Por lo que al requerirse de una rigurosa prueba, cualquier indicio o


deducción no muy claros son insuficientes para considerar existente la
culpa de la víctima a que alude el artículo 1853 del C. C., del mismo modo,
que las presunciones legales sólo se levantan ante verdaderas pruebas
convincentes.-

De lo hasta aquí expuesto, podemos afirmar que en virtud a la Teoría del


riesgo creado se produce la modificación del esquema de prueba ya que la
víctima sólo debe acreditar la intervención de una cosa potencialmente
peligrosa en el hecho, razón suficiente para que se cree la presunción juris
tantum de la responsabilidad civil del guardián, de la cual sólo podrían
haberse liberado de haber probado debidamente algunas de las eximentes
legales.-

Así las cosas, diremos que la existencia del hecho generador del daño es
patente, no está en duda. Por lo que siguiendo lo esgrimido por las partes
en sus escritos de demanda y responde, efectivamente la señora SUSANA
BEATRIZ RODRIGUEZ FERREIRA, en fecha 04 de diciembre de 2016, fue
mordida por un perro de nombre “Max”, propiedad de los demandados, en
ocasión de la realización de una reunión de ex compañeros de colegio,
llevada a cabo en el domicilio de estos. También se puede afirmar que el
daño ocurrió, de ello dan cuenta las fotografías agregadas a estos autos,
los informes y las testifícales; por su parte, no se ha producido prueba
idónea para sostener la alegada culpa de la víctima que exima total o
parcialmente de responsabilidad a los demandados.-

Resueltos estos antecedentes, corresponde solamente analizar los DAÑOS


RECLAMADOS y las ESTIMACIONES hechas por la accionante, los que serán
estudiados en forma discriminada o sea rubro por rubro.-

Por la DAÑO PATRIMONIAL EMERGENTE, que se aduce haber requerido


medicamentos, estudios, tratamientos odontológicos, consultas médicas,
curación y tratamientos psicológicos, se peticiona la cantidad de guaraníes
setenta y dos millones doscientos cincuenta y tres mil seiscientos setenta
y siete (Gs. 72.253.677).-

Que, a fin de determinar los gastos incurridos, a fojas 40, 44, 46, 48, 52,
57, 58, 58 (bis), 63, 64, 65, 66, 68, 69, la actora acompaña facturas por
tratamientos, consultas, medicamentos y presupuesto de tratamiento
odontológico que ascienden a la suma de guaraníes tres millones doscientos
trece mil setecientos veinte y siete (Gs. 3.213.727). En ese sentido, la
actora ha omitido hacer reconocer estos documentos privados que obran
en autos, con los que pretende acreditar los gastos incurridos y reclama en
concepto de daño emergente, incumpliendo de ese modo lo dispuesto por
el art. 307 del CPC.-

Sin embargo, sobre los documentos no reconocidos, la jurisprudencia se ha


pronunciado a favor del reconocimiento de los mismos, a pesar de no haber
sido reconocidos “...448. Los documentos, facturas, recibos que prueban el
monto del daño que no fueron impugnados al contestar la demanda, no es
necesario que sean reconocidos por quienes los otorgaron. (Ac.y Sent. 16,
27 de marzo de 1987, Sala 2)...” (citado en el Libro “Código Procesal Civil
con Repertorio de Jurisprudencia. Ampliado y actualizado”. Edición 2001,
Ricardo A. Pane, pág.176), este Juzgado concuerda con dicha postura, pues
al haber sido comprobado el daño y de no haber podido ser establecido su
monto, el artículo 452 de C.C. confiere al Juez la facultad de fijarlo en un
monto razonable, para lo cual pueden ser tenidos en cuenta estos
documentos y determinar si los montos se aprecian razonables y
corresponden a erogaciones relacionadas con las consecuencias del daño.-

Que, atendiendo a estas instrumentales no cuestionadas, podemos decir


que en una primera parte, en este rubro de daño emergente, asiste la razón
a la parte actora y se le debe reconocer el derecho a resarcimiento por un
monto de tres millones doscientos trece mil setecientos veinte y siete (Gs.
3.213.727).-

Que, por otro lado, se reclama en concepto de daño estético la suma de


guaraníes ciento cincuenta millones (Gs. 150.000.000), siendo que también
bajo el título de daño patrimonial emergente se ha incluido en concepto de
cirugía reconstructiva, tratamiento posterior y fisioterapia posterior a la
cirugía, un monto en conjunto de Gs. 54.800.000.-
Que, si bien es cierto, en el último párrafo del artículo 1.859 del C.C.
reconoce el derecho a una indemnización cuando la persona quedare
desfigurada, este tipo de lesiones no constituye una categoría autónoma,
puesto que pueden conculcar intereses de índole patrimonial o moral. En
cuanto a la forma de su reclamo, si bien ha señalado la actora que su rostro
es importante en sus relaciones laborales y que la cicatriz le repercute
espiritualmente, no ha señalado que sus ingresos hayan sido disminuidos
a consecuencia de ello y ha reclamado un rubro a parte para el daño moral;
en consecuencia, lo que ha encuadrado como daño estético, debe ser
considerado como un daño emergente, pues como ha afirmado, la cicatriz
deberá ser corregida mediante cirugías estéticas.-

Que, el daño emergente lo constituye no sólo aquellos gastos incurridos


efectivamente, sino todos aquellos gastos necesarios para la curación y el
restablecimiento del lesionado, que incluya su completo restablecimiento,
lo que debe comprender el tratamiento médico, las prótesis de ser
necesarias, rehabilitación, etc.

Que, en consecuencia, el daño estético, entendido como el resarcimiento


por el cambio de la condición estética del rostro de la actora; y en su caso,
para imputar a las cirugías reparadoras a fin de reponer a su apariencia al
estado normal estético anterior al evento dañoso, será encuadrado dentro
del reclamo por daño emergente. Esto es debido a que este rubro ha sido
fundamentado sólo como productor de daños patrimoniales en razón del
costo que requerirá la corrección de la cicatriz a través de cirugías, lo que
importa un daño emergente; de lo contrario, si se lo considera al daño
estético como un rubro autónomo, se podría dar una repetición de
indemnizaciones, como de hecho fuera solicitado.-

Que, es estas condiciones, pasamos a analizar si corresponde conceder la


indemnización por daño estético en el rubro de daño emergente, para lo
cual nos remitimos a las tomas fotográficas acompañadas, en especial las
agregadas a fs. 20, 21, 23 y 24, en dónde se aprecia una importante cicatriz
a la altura del mentón; asimismo, la testifical de María Lorena González
Pereira (fs. 169), quien en su profesión de cirujana plástica (conforme
surge de la instrumental de fs. 54 y 182), manifiesta haber evaluado a la
actora para un posible tratamiento de cirugías reconstructivas que no serían
solo estéticas sino también funcionales de rostro tercio medio e inferior, no
descartándose otras cirugías y un seguimiento de entre seis meses a dos
años. Por su parte, del Informe remitido por el Hospital General de Luque
(fs. 189/190), se hace constar luego de las curaciones iniciales, la
necesidad de acudir a consulta en cirugía plástica.-

Que, habiendo quedado acreditada la necesidad de realizar cirugías


reconstructivas, no sólo estéticas, corresponde establecer como monto
para la reparación de los daños estéticos, considerados como daño
emergente, la suma de guaraníes cincuenta y cuatro millones ochocientos
mil (Gs. 54.800.000). Por lo que el monto en concepto de daño emergente
total, incluyendo los gastos justificados mediante las facturas y
presupuestos acompañados como instrumentales, asciende a la suma de
guaraníes cincuenta y ocho millones trece mil setecientos veinte y siete
(Gs. 58.013.727).-

En cuanto a los reclamos en concepto de daño patrimonial emergente por


mantenimiento de placas intersectivas, ropa comprensiva posoperatoria y
sesiones de curación ya realizadas, no ha sido demostrado el gasto
incurrido, o que sean necesarias luego de las cirugías que deben ser
realizadas; asimismo, en cuanto al requerimiento por tratamientos
psicológicos, no se ha justificado haberlos iniciado, ni acreditada su
necesidad futura. Por su parte, lo solicitad en concepto de copias y
poderes, integran el concepto de costos del juicio, no de daños emergentes
del evento, por lo cual no son incluidas para su resarcimiento.-

Con respecto al daño moral, resulta evidente e innegable que el


resarcimiento es procedente porque la lesión estética implica un menoscabo
disvalioso para la presencia corporal de un ser humano en su entorno tanto
frente a sus semejantes como confrontado en el día a día a sí mismo,
porque la presencia física o presencia corporal y más aún del rostro de una
persona estéticamente constituye un valor importante que debe ser
resarcido e integra el rubro daño moral por tratarse de una lesión a
legítimas afecciones físicas y psicológicas del individuo (Art. 1835 del CC).-

Teniendo en cuenta la descripción realizada en los informes médicos


agregados, coincidentes con las fotografías acompañadas, cabe entender
que configuran un daño que debe ser resarcido por el agravio moral que
implican. A mérito de lo referido precedentemente y teniendo en cuenta la
edad de la víctima, la importancias de las lesiones, su profesión de
abogada, estimo adecuado el resarcimiento solicitado por la suma de
guaraníes cien millones (Gs. 100.000.000), ya que el daño físico, y el
perjuicio a la salud, se encuentran claramente tutelados en el Art. 1859 del
C.C. en los tres rubros indemnizatorios, el lucro cesante, el daño emergente
y moral respecto del cual refiere; “Si la persona lesionada quedare
desfigurada, se le indemnizará equitativamente del perjuicio que de esa
circunstancia pudiere resultarle”.-

Que, en cuanto al lucro cesante, que está dado por la utilidad que se ha
dejado de percibir como consecuencia del evento dañoso, es decir lo que
se hubiera percibido si el percance no hubiera acontecido, en términos
sencillos es la ganancia frustrada, no sido solicitado por la víctima, por lo
que no corresponde otorgar monto alguno en este rubro.-

Finalmente, se ha solicitado el cómputo de intereses desde la promoción de


la demanda, por lo que al monto total de guaraníes ciento cincuenta y ocho
millones trece mil setecientos veinte y siete (Gs. 158.013.727) establecidos
como monto del resarcimiento, debe adicionarse un interés mensual del
dos por ciento (2%) a computarse a partir del día de la interposición de la
demanda; es decir, a partir del 09 de noviembre de 2018 hasta la fecha de
su efectivo pago.-
En cuanto a las costas, por aplicación del Art. 192 del C.P.C., deben ser
soportadas por los demandados, aun a pesar no de no prosperar
íntegramente las pretensiones de la actora, en cuanto a monto se refiere,
en virtud al principio de la reparación integral del daño, por lo que serán a
cargo de los responsables.-

Conforme lo estatuye el Art. 159, inciso f) del C.P.C., el plazo para el


cumplimiento del pago de la suma fijada como resarcimiento, se dejará
establecido en diez días de quedar firme y ejecutoriada la presente
sentencia. La resolución deberá ser notificada por cédula en soporte papel,
por haberse desarrollado la mayor parte del proceso en dicho formato.-

POR TANTO, el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial del


Cuarto Turno de Luque,

RESUELVE:

1.- HACER LUGAR a la presente demanda de conocimiento ordinario por


indemnización de daños y perjuicios, promovida por la Abg. BLANCA
SOLEDAD ACOSTA en nombre y representación de la señora SUSANA
BEATRIZ RODRIGUEZ FERREIRA, en contra de los señores JUAN ALBERTO
MUÑOZ MEZA y KAREN AVEIRO; y en consecuencia, condenar a los
demandados a pagar a la actora en el plazo de diez días de quedar firme la
presente sentencia, la cantidad de GUARANÍES CIENTO CINCUENTA Y
OCHO MILLONES TRECE MIL SETECIENTOS VEINTE Y SIETE (Gs.
158.013.727), debiendo aplicar a la misma un interés mensual del dos por
ciento (2%) a computarse a partir del 09 de noviembre de 2018, hasta la
fecha del efectivo pago.-

2º.- IMPONER las costas a la perdidosa. -

3° NOTIFIQUESE por cédula en soporte papel.- 4º.- ANOTAR, registrar y


remitir copia a la Excma. Corte Suprema de Justicia.-

Ante mí:

Daniel Martin Ocampos Avalos - Edgar Manuel Espillaga Torres

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